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11 REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE ODONTOLOGÍA DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS POSTGRADO DE DOCENCIA CLÍNICA EN ODONTOLOGÍA PROGRAMA DE FOMENTO Y PROMOCIÓN DE LA SALUD BUCAL DIRIGIDO A NIÑOS EN EDAD ESCOLAR TRABAJO ESPECIAL DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN DOCENCIA CLÍNICA EN ODONTOLOGÍA AUTOR: OD. KARINA FINOL VILLALOBOS TUTORA: DRA. YRMA SANTANA PÉREZ MARACAIBO, JULIO DE 2008

PROGRAMA DE FOMENTO Y PROMOCIÓN DE LA … Villalobos, Karina. ... ya que permitirá la elaboración de una propuesta de un modelo operativo viable. ... dada la intervención

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS

POSTGRADO DE DOCENCIA CLÍNICA EN ODONTOLOGÍA

PROGRAMA DE FOMENTO Y PROMOCIÓN DE LA SALUD BUCAL DIRIGIDO A NIÑOS EN EDAD ESCOLAR

TRABAJO ESPECIAL DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN DOCENCIA CLÍNICA EN ODONTOLOGÍA

AUTOR: OD. KARINA FINOL VILLALOBOS

TUTORA: DRA. YRMA SANTANA PÉREZ

MARACAIBO, JULIO DE 2008

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FRONTISPICIO

PROGRAMA DE FOMENTO Y PROMOCIÓN DE LA SALUD BUCAL DIRIGIDO A NIÑOS EN EDAD ESCOLAR

AUTOR: Od. KARINA FINOL VILLALOBOS FIRMA: _________________ CI; V-9743293 La cañada de Urdaneta El Carmelo Telefóno: 0414-6504616 Correo electrónico: [email protected]

TUTORA: Dra. YRMA SANTANA PÉREZ FIRMA: _________________ CI; V-9586670 Calle 63 con av 16. Telefóno: 0414-6071212 Correo electrónico: [email protected]

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ÍNDICE DE CONTENIDO

RESUMEN ABSTRACT CAPÍTULOS EL PROBLEMA ...............................................................................................................8 1. Planteamiento del Problema .................................................................................8 2. Objetivos de la Investigación...............................................................................12 2.1 Objetivo General ..........................................................................................12 2.2 Objetivo Específico ......................................................................................13 3. Justificación de la Investigación ..........................................................................13 4. Delimitación de la Investigación ..........................................................................14 MARCO TEÓRICO........................................................................................................15 1. Antecedentes de la Investigación ............................................................................15 2. Bases Teóricas.........................................................................................................30 2.1 Odontología Preventiva......................................................................................30 2.1.1 Importancia de la Odontología Preventiva y Niveles de Prevención ....31 2.2 Problemas de Salud Bucal en América e Importancia de la Promoción y Prevención...................................................................................34 2.3 Salud Oral...........................................................................................................39 2.4 Definiciones ........................................................................................................40 2.5 Enseñanza en Salud Oral ..................................................................................42 2.6 Programas Exitosos ...........................................................................................50 2.7 Criterios en la Educación para la Salud.............................................................54 2.8 Prevención de la caries dental ...........................................................................57 2.8.1 Prevención de la Gingivitis.......................................................................59 2.8.2 Prevención y detección temprana del cáncer de cavidad oral ..............60 2.9 Odontología preventiva primaria en los deportes..............................................65 2.10 Programas de salud oral para niños en edad preescolar .............................67 METODOLOGÍA............................................................................................................79 1. Tipo de Investigación ..........................................................................................79 2. Diseño de la Investigación ..................................................................................79 3. Población ............................................................................................................80 4. Técnica e Instrumentos de Recolección de los Datos.........................................81 5. Análisis de los Datos...........................................................................................82 MARCO ADMINISTRATIVO.........................................................................................83 1. Recurso Humano ................................................................................................83 2. Recursos Materiales ...........................................................................................83

44

3. Recursos Institucionales .....................................................................................84 4. Recursos Económicos ........................................................................................84 5. Viabilidad.............................................................................................................85 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .............................................................................87

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ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro Pp.

1 Costo total de la investigación....................................................... 84

2 Costo de los Recursos Humanos.................................................. 84

3 Costo de los Recursos Materiales................................................. 84

4 Cronograma de Actividades .......................................................... 86

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Finol Villalobos, Karina. PROGRAMA DE FOMENTO Y PROMOCIÓN DE LA SALUD BUCAL DIRIGIDO A NIÑOS EN EDAD ESCOLAR. Universidad del Zulia. Facultad de Odontología. Maracaibo, Estado Zulia. Venezuela. Julio 2008. (Trabajo especial de grado para optar al título de Especialista en Docencia Clínica en Odontología).

RESUMEN Objetivos: El propósito de esta investigación será diseñar un programa de promoción y fomento de salud bucal dirigido a los niños en edad escolar de la Unidad Educativa Elisa Faría ubicada en la Parroquia Andrés Bello del Municipio La Cañada de Urdaneta. Materiales y Métodos: El universo de estudio estará conformado por los niños y niñas, maestros, padres y representantes de la Unidad Educativa Elisa Faría y los líderes comunitarios pertenecientes a la comunidad. La investigación constituye un proyecto factible, ya que permitirá la elaboración de una propuesta de un modelo operativo viable. La técnica que se utilizará será la observación directa mediante encuesta y recolección de información bibliográfica para la elaboración de la misma. Resultados esperados: Diseñar un programa de fomento y promoción de salud bucal dirigidos a niños y niñas en edad escolar. Elaborar un diagnóstico que ofrezca información necesaria para el diseño del programa. Palabras Clave: Programa, Fomento, Promoción, Salud Bucal.

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Finol Villalobos, Karina. BUILDING AND PROMOTION ORAL HEALTH PROGRAMMES FOR SCHOOL-AGE CHILDREN. Universidad del Zulia. Facultad de Odontología. Maracaibo, Estado Zulia. Venezuela. Julio 2008. (Trabajo especial de grado para optar al título de Especialista en Docencia Clínica en Odontología).

ABSTRACT Objectives: The purpose of this research will design a program of protection and promotion of oral health aimed at schoolchildren of the educational unit Elisa Faría located in the Parish Andrés Bello La Cañada del Municipio de Urdaneta. Materials and Methods: The universe of study will be made up of children, teachers, parents and representatives of the educational unit Elisa Faría and community leaders belonging to the community. The investigation is a feasible project, as it will allow the development of a proposed operational model viable. The technique to be used will be through direct observation and survey data collection is acknowledged for developing it. Expected results: Designing a programme of incentives and promoting oral health targeted at school-age children. Develop a diagnosis that provides information needed to design the program. Key Words: Programm, Development, Promotion, Oral Health

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EL PROBLEMA

1. Planteamiento del Problema

El comportamiento epidemiológico de la salud y de las enfermedades bucales,

así como de las condiciones de vida y de salud general de las personas, son el

resultado de un proceso dinámico que se produce en todos los ámbitos de la vida

social: en los centros laborales, en el ámbito del consumo familiar; en las

posibilidades de organizarse; en los procesos culturales de los cuales se es

partícipe. (Breilh, 1994)

Asimismo, Breilh (1994) afirma que cada grupo socioeconómico tiene un

patrón de vida característico, que determina su movimiento de relación entre el

ambiente y las condiciones genéticas y fisiológicas típicas que lo caracterizan.

De manera que el fenotipo y el genotipo no son estáticos, ni responden

únicamente a las condiciones biológicas, es decir, son las condiciones sociales las

que determinan su movimiento, en forma general y para cada grupo social. Las

sociedades hispanoamericanas son un buen ejemplo que permite ilustrar cómo las

características genotípicas y fenotípicas de la población fueron definidas a partir de

la colonización, que constituyó un proceso social e histórico, determinado

fundamentalmente por la actividad económica.

En la distribución de la caries dental se refleja el carácter de clase que tiene el

proceso salud - enfermedad, ya que el comportamiento epidemiológico de la salud

y la enfermedad bucal se presenta de manera desigual para los diferentes países a

partir de sus condiciones de desarrollo socio - económico. Al interior de cada uno

de ellos, también se presenta de manera desigual para las diferentes clases

sociales.

Por otra parte, Rioboo (2002) describe el comportamiento epidemiológico de

la caries dental para los países desarrollados y los no desarrollados, o países

pobres, afirma que para la década de los 60 la caries llegó a constituir una

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pandemia, sin embargo, durante los últimos 25 años se produce un cambio en el

comportamiento epidemiológico de esta enfermedad. "En el primer grupo de países

se demuestra que no solo hay una reducción de la prevalencia de la enfermedad,

sino que de forma simultánea los patrones de distribución también se han

modificado", explica que la caries dental no se distribuye al azar en la población de

los países desarrollados, sino que se localiza en algunos grupos minoritarios y

excluidos, como es el caso de los estudiantes asiáticos en el Reino Unido,

destacando que la prevalencia y la gravedad de la enfermedad es mayor en la

clase social con niveles socio- económicos más desfavorecidos.

Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que la prevalencia de

caries dental se modificó en el curso de las últimas décadas en la mayor parte del

mundo. En las naciones industrializadas y en algunos países en vías de desarrollo,

la experiencia de caries en niños y adolescentes experimentó una importante

reducción, al mismo tiempo que incrementó la proporción de individuos con boca

libre de caries y es más baja la frecuencia de otras enfermedades estomatológicas

(Yankilevich, Battellino, Cattoni y Cornejo, 1992).

Diversas causas han sido asociadas con esta tendencia declinante, si bien el

uso de fluoruros a nivel poblacional representaría el principal factor involucrado.

Contrariamente a ello, y por causas que tampoco han sido totalmente identificadas,

en otros países la prevalencia de caries se mantuvo estacionaria en niveles muy

altos, o incluso incrementó durante ese período (Yankilevich, Battellino, Cattoni y

Cornejo, 1992).

En los diversos países, la distribución de la caries dental no es homogénea,

ya que existe un conjunto de factores que determinan un desigual reparto de la

enfermedad en los diferentes grupos de población. La posición que ocupan las

personas en la escala social parece constituir uno de tales factores. Recientes

investigaciones desarrolladas en países como Argentina, llevadas a cabo por

Yankilevich, Battellino, Cattoni y Cornejo (1992). en escolares de nivel primario y

10

secundario, respectivamente, de la Ciudad de Córdoba, mostraron que la

prevalencia de caries dental estaba inversamente relacionada con la categoría

socioeconómica a la que adscribían los escolares: cuanto más baja su posición

social, mayor era la cantidad de dientes cariados y extraídos o con extracción

indicada.

Estos hallazgos fueron coincidentes con los obtenidos en investigaciones

similares realizadas en diversos países. En cambio, otros estudios no revelaron

diferencias entre clases en la experiencia de caries, o bien mostraron que la mayor

prevalencia de enfermedad dental se presentó en las personas de más alto nivel

socioeconómico.

En un estudio realizado en 1973 por Battellino y col. en preescolares de 5

años concurrentes a jardines de infantes de la Ciudad de Córdoba, se demostró

que el índice ceo-d era 4,0, que el 70,0% de la población investigada había tenido

experiencia de caries (ceo-d>0) y que el 68,5% de los niños presentaba dientes con

caries no tratada. La frecuencia y severidad de la enfermedad dental fue siempre

significativamente mayor en los niños pertenecientes al nivel económico social más

bajo. Así pues en 1992 desarrollaron un estudio epidemiológico que comprendió la

evaluación del estado de los elementos dentarios, de los tejidos gingivales y de la

oclusión, en relación a la condición socioeconómica de pertenencia de los infantes.

En Venezuela estudios epidemiológicos realizados a nivel nacional por el

Ministerio de Sanidad (1974), FUNDACREDESA (1984) y a nivel regional por

Méndez et al. (1996) y Morón et al. (1996, 1998, 2000 y 2004), demuestran en sus

resultados que la caries dental constituye un proceso que se inicia desde las etapas

tempranas del desarrollo humano y va incrementándose a medida que el individuo

avanza en edad.

Estos estudios en la región zuliana, reportan que más del 47% de los niños en

edad preescolar y el 38% de los escolares están libres de caries dental,

encontrando un promedio de dientes afectados por la enfermedad que varía entre

11

2.5 -3.0, revelando diferencias significativas en la distribución de la caries en los

diferentes grupos sociales que interactúan en la región y en el tipo de respuesta

que estos dan al problema. Estos reportes coinciden en sus conclusiones que la

caries dental constituye una necesidad social, cuya satisfacción debe centrarse por

un lado, en el abordaje preventivo-curativo de la enfermedad, dada la intervención

en su aparición de factores locales y sistémicos, los cuales pueden ser controlados,

y por el otro, en la identificación de acciones y estrategias que le garanticen a los

individuos una mejor calidad de vida, incluyendo el acceso a los servicios de salud,

objetivo éste donde el estado, a través de sus instituciones, juega un papel

preponderante (Morón, Rivera y Rojas, 2002).

A partir de estos hallazgos, las instituciones de educación superior

responsables de la formación de profesionales en el área odontológica, han tratado

de impulsar modelos educativos que de una forma u otra, revelen su

correspondencia con el perfil de necesidades de salud-enfermedad de la población,

haciendo énfasis en los contenidos programáticos que afianzan en el estudiante,

una visión preventiva en el abordaje de las patologías de mayor prevalencia (Morón

et al, 2002).

El cambio del enfoque en la prioridad del tratamiento hacia la prevención

requerirá de un liderazgo activo y de promoción de la salud por parte de los

profesionales de odontología, defensores de los consumidores, educadores en

salud pública y de quienes plantean la política sanitaria, los sistemas públicos de

atención en salud igual que las organizaciones militares industriales que

proporcionan beneficios a sus personas por lo general, se encuentra a la

vanguardia de tal cambio debido a las ventajas económicas para el proveedor y los

beneficios de la salud de los que lo reciben.

Por otra parte, la FDI ha expresado que los problemas de salud bucal no son

diferentes de otros problemas de salud incluyendo que existe una vulnerabilidad a

la caries dental en los niños pertenecientes a los estratos sociales de bajos

12

recursos. Es ampliamente conocido que las desigualdades en cuanto a salud

general y bucal en particular, existen. El conocimiento científico sobre prevención

ha crecido enormemente en los últimos 25 años y un numero de estrategias

diferentes que teóricamente puedan presentir la enfermedad bucal y por lo tanto

desaparecer las desigualdades, son bien conocidas actualmente.

Es necesario mencionar que el espacio escolar resulta de máxima importancia

desde el punto de vista de la prevención y promoción de la salud, en esta etapa es

cuando se producen una serie de cambios significativos en el niño y en el

adolescente que es necesario controlar por núcleo familiar, por los maestros y por

el personal especializado.

Así pues una política de prevención y promoción de la salud en los centros

educativos es fundamental para conseguir unos jóvenes bien formados. Desde el

Gobierno nacional, regional y municipal se pueden desarrollar estrategias de

promoción de salud escolar para el bienestar social del niño y el adolescente.

Según las premisas antes planteadas esta investigación pretende diseñar un

programa de promoción y fomento de salud bucal dirigido a los niños y

adolescentes de la Unidad Educativa Elisa Faria ubicada en la Parroquia Andrés

Bello del Municipio de la Cañada de Urdaneta, donde participen los niños,

adolescentes, maestros, padres y representantes y la comunidad organizada con el

fin de ofrecer información en las primeras edades de vida sobre la salud bucal que

contribuya a la adquisición de hábitos y costumbres que favorezcan a elevar los

niveles de salud bucal en los niños y adolescentes del municipio.

2. Objetivos de la Investigación

2.1 Objetivo General

Diseñar un Programa de Promoción y Fomento de Salud Bucal dirigido a los

niños y adolescentes de la Unidad Educativa Elisa Faría ubicada en la Parroquia

Andrés Bello del Municipio La Cañada de Urdaneta.

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2.2 Objetivo Específico

Elaborar un diagnóstico sobre la información de salud bucal que conocen los

niños y niñas, maestros, padres y representantes de la Unidad Educativa Elisa

Faría y líderes comunitarios de la parroquia Andrés Bello del Municipio Cañada de

Urdaneta con el fin proporcionar información necesaria para el diseño del

programa.

3. Justificación de la Investigación

Esta investigación tiene como finalidad proporcionar información, asesoría y

apoyo a los miembros de la comunidad escolar: niños, adolescentes, maestros,

padres, representantes y a la comunidad organizada sobre los diferentes medios

para prevenir las enfermedades bucales a través de la educación y fomento de la

salud, de ahí que se justifica a nivel práctico, al entregar herramientas de

promoción y educación sobre la importancia de la salud bucal como parte de la

salud integral. A través del diseño de un programa específico de promoción y

fomento de salud bucal.

Teóricamente, el estudio representa una valiosa contribución a través del

diseño de un Programa de Promoción y Fomento de Salud Bucal dirigido a los

niños y adolescentes de la Unidad Educativa Elisa Faría ubicada en la Parroquia

Andrés Bello del Municipio La Cañada de Urdaneta, toda vez que en su desarrollo

comporta una serie de definiciones básicas que interrelacionan la postura teórica de

diferentes autores versados en la materia, los cuales permitirán ampliar el conjunto

de planteamientos que analizan este tópico facilitando el llevar a la práctica todos

los procedimientos para prevención y control de infecciones establecidos en la

normatividad vigente sobre salud oral.

Igualmente, a nivel metodológico, la investigación revela un alto grado de

importancia al presentar una metodología sistemática y coherente para analizar

todo lo concerniente al fomento y promoción de la salud bucal en niños de edad

14

escolar, aportando métodos viables, procedimientos y técnicas válidas para el

desarrollo del programa. Asimismo, servirá de apoyo a futuras investigaciones,

como antecedente para estudios que manejen este tópico.

Desde el punto de vista social, tendrá su repercusión al contribuir a elevar los

niveles de salud bucal de los escolares de la parroquia Andres Bello, municipio La

Cañada.

4. Delimitación de la Investigación

A nivel espacial, el estudio se realiza en la Unidad Educativa Elisa Faría

ubicada en la Parroquia Andrés Bello del Municipio La Cañada de Urdaneta, siendo

los beneficiarios los niños y adolescentes inscritos en esta Unidad.

Asimismo, se inscribe en el área de Docencia Clínica en Odontología,

desarrollando la línea de investigación Educación Odontológica.

Esta investigación se realizará en el período comprendido entre Octubre 2007

- Octubre 2008.

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MARCO TEÓRICO

1. Antecedentes de la Investigación

A continuación se hace referencia sobre algunas investigaciones efectuadas

por diferentes autores tanto en países latinoamericanos como en Venezuela. En tal

sentido, los antecedentes de investigación encontrados son los siguientes:

Como primer antecedente, Rojas (2000). Desarrollado para determinar “El uso

de un índice de carencia material para identificar niños de alto riesgo con caries

dental”.

Está ampliamente reconocido que las desigualdades en cuanto a salud en

general y bucal en particular existen. El conocimiento científico sobre prevención ha

crecido enormemente en los últimos 25 años y un número de estrategias diferentes,

que teóricamente pudieran prevenir la enfermedad dental y por lo tanto

desaparecer las desigualdades, son bien conocidas hoy en día (show Wright,

1994).

Por ejemplo, las tabletas fluoruradas reducen la experiencia de caries dental

pero frecuentemente no tienen efecto en comunidades deprimidas (Brown et al,

1990). La fluoruración de las aguas, en algunos estudios, ha reducido las

desigualdades en salud bucal (Carmichael et al, 1980, 1984) pero no de otras

(Hausen et al., 1981; Hausen et al, 1982; Evans et al, 1984; Colquhoun, 1985). Aún

cuando un servicio sistemático y orientados a la prevención es ofrecido

gratuitamente a la población infantil estas desigualdades todavía persisten

(Petersen, 1992). Frecuentemente se ha sugerido que la educación para la salud es

una manera de mejorar la salud en general. Sin embargo se ha argumentado

(Baric, 1989) que la educación para la salud, como comúnmente se practica no

reduce las desigualdades sino que por el contrario contribuye a perpetuarlas.

Es obvio y relevante examinar los mecanismos por medio de los cuales las

desigualdades son creadas y perpetuadas. Es recomendable que los esfuerzos en

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educación para la salud sean evaluados y diseñados de manera tal que tomen en

cuenta las necesidades apropiadas y las estrategias para actuar sobre diferentes

tipos de poblaciones. Shou et al (1991) evaluaron una campaña educativa dirigida a

mejorar la salud gingival de dos grupos de poblaciones, provenientes de zonas

deprimidas y no deprimidas. Los resultados de su estudio indicaron que la campaña

fue exitosa en la población como un todo, sin embargo, un análisis más profundo y

detallado del estudio les permitió observar que el mayor impacto en salud gingival

ocurrió entre los niños de las zonas no deprimidas. Por lo tanto la campaña no solo

perpetuó desigualdades entre las poblaciones sino que las creó.

Existen numerosos reportes en la literatura mundial que indican que la salud

pública y la carencia material se hallan unidas a las desigualdades en salud. Si las

mejoras en salud se han atribuido en general a una elevación en los niveles de vida

en algunos grupos poblacionales, el deterioro en salud de algunos gruidos y el

aumento en las diferencias entre grupos con alto y bajo nivel de vida pudiera ser

debido a cambios en estos mismos factores. La presencia de estos indicadores y su

asociación con la enfermedad dental refuerzan el concepto de que carencia

material y pobreza, dos condiciones que no es posible que cambien en el futuro

inmediato, se asocien con un incremento en el riesgo de caries dental (Petersen,

1992).

La prevención de la caries dental y la promoción de salud son los principios

esenciales sobre los oque descansa la salud pública dental. En aquellos países

donde los recursos son escasos, el implementar programas cuyos objetivos sean

obtener estándares de salud aceptables para la población en general, podría traer

como consecuencia el deterioro de la salud en algunos sectores debido a que

aquellos programas que prestan servicios, (específicamente tratamientos

restauradores) se verían reducidos y algunos miembros de la población ganarían a

expensas de otros.

Al establecer prioridades en cuanto a prevención y promoción de la salud en

algunos grupos de la población que poseen una alta experiencia de caries dental,

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inevitablemente podríamos cometer el error de darle una alta prioridad a algunos

miembros de estos subgrupos quienes están libres de caries. Por el contrario, si le

damos prioridad a los programas de prevención y promoción de la salud orientados

a ciertos gruidos de la población que poseen una menor experiencia de caries

podríamos descuidar a algunos individuos con caries (Shou et al, 1991).

Está ampliamente reconocido que el grado de conocimiento que sobre salud

dental, actitudes y hábitos tiene la población, están asociados con la clase social y

algunos factores económicos. Niños de una clase socioeconómica alta tienen

hábitos y actitudes más favorables que sus similares de clases más deprimidas

(Towsend et al, 1988).

Por otro lado, esta muy bien documentado el hecho de que en animales

experimentales la desnutrición temprana afecta el desarrollo y erupción dental lo

que resulta en un incremento de la caries dental. Igualmente se ha reportado que

una dieta deficiente en proteínas produce un retardo en la erupción dental en ratas,

muchos factores podrían ser responsables de este incremento. La desnutrición

asociada con un consumo bajo en proteínas se ha asociado con una reducción del

flujo salival, un efecto sobre la composición salival, alteraciones del sistema inmune

y un incremento de la solubilidad del esmalte. Flores (1997) estudió la correlación

presente entre la presencia de caries rampante y desnutrición en un grupo de niños

que asistieron a la Facultad de Odontología de la universidad Central de

Venezuela.

Se calculó el consumo de carbohidratos, grasas y proteínas al igual que la

cantidad de calorías provenientes de esos nutrientes. Los resultados indicaron que

a pesar de que los porcentajes de ingesta de carbohidratos, grasa y proteína fueron

normales, el porcentaje total de calorías consumidas fue menor. Los resultados de

este estudio fueron consistentes con los resultados reportados por otros estudios

que indican que un alto consumo de carbohidratos y una baja ingesta de grasas y

proteínas relacionados con el estatus socioeconómico de la población estudiada,

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pudieran haber jugado un papel importante y contribuyente en el desarrollo de la

alta experiencia de caries encontrada en la población en estudio.

Se ha demostrado que la carencia de objetos materiales más que la clase

social por si sola, pudiera ser un mejor indicador de caries dental en grupos

poblacionales. El índice de Towdend (1988) toma en cuenta diferentes variables

entre las que podemos mencionar desempleo, posesión de un vehículo, posesión

de una vivienda, nivel educativo de la madre y hacinamiento en el hogar.

Por su parte, Garbero (2001), efectuó un trabajo titulado “Salud Oral en

embarazadas: conocimientos y actitudes”. El propósito de este trabajo fue explorar los

conocimientos y actitudes de las embarazadas de los distintos sectores del sistema

de salud de Tucumán, en relación con los cambios orales producidos durante la

gestación. Los datos se obtuvieron a través de un cuestionario de autoadministración

y respuestas cerradas en 258 embarazadas de los sectores privados y seguridad

social (Grupo I) y 126 del sector público (Grupo II), en Tucumán, Argentina.

Asimismo, el promedio de edad del Grupo I fue 23 años, el 42,6% tenía estudios

secundarios y el 61,1% eran primíparas. El Grupo II de 19 años de edad promedio, el

61,9% tenía estudios primarios, el 74,7% dos o más hijos previos. Un reducido

porcentaje de madres fue derivado por el obstetra al examen odontológico durante el

control prenatal. Fue significativamente mayor el porcentaje del Grupo I que reconoció

poder recibir, sin riesgos para el feto, atención odontológica. Sin embargo, en ambos

grupos fue reducido el número que recibió cuidados a pesar de haber sufrido deterioro

en su salud oral.

La mayoría desconoce las causas del incremento de caries y del sangrado

alteración gingival durante embarazo así como las prácticas que puede realizar el

odontólogo durante la consulta. Los resultados evidencian que, a pesar de las

diferencias educacionales de las mujeres de los distintos sectores del sistema de

salud, son escasos los conocimientos acerca del origen y posibles causas del

deterioro oral durante el embarazo. La demanda de atención a pesar del deterioro

sufrido, también fue escasa.

19

Por otra parte, se señala el trabajo de Angarita y Mejía (2000) titulado

“Encuesta de prevalencia de cálculo dental en escolares de 5 a 14 años”, llevado a

cabo en la ciudad de Bogotá (Colombia). La morbilidad oral ocupa uno de los

primeros lugares como causa de atención ambulatoria en todo el país. Entre las

causas de morbilidad oral, la caries y la enfermedad periodontal representan un

90% de su volumen, siendo el cálculo dental uno de los principales factores

asociados.

Según diferentes investigaciones a nivel mundial, se ha determinado una alta

prevalencia de Cálculo supragingival y Subgingival en niños menores de 14 años,

con un aumento progresivo del cálculo con la edad. Igualmente se encuentra la

mayor prevalencia en el sexo masculino. Coinciden estos hallazgos con el tercer

Estudio Nacional de Salud Oral, donde se observó que en los niños de 12 años, es

frecuente la presencia de sangrado y cálculo con una prevalencia de 60.9%; los

niños de 7 años presentan un promedio de 0.4 sextantes con cálculos, mientras

que en los de 12 años ha aumentado a 1.7 sextantes con cálculo.

Este estudio busca determinar la prevalencia de cálculo dental en la población

escolarizada de 5 a 14 años de la localidad de Engativá y también explorar su

relación con algunos criterios de prevención.

Por ser de tipo descriptivo permitió observar la prevalencia real del cálculo

según su clasificación supragingival y subgingival. Se tomó como universo de

estudio 129.178 niños, donde los escolarizados correspondieron a 89.002

estudiantes del sector público y privado. La muestra aleatoria arrojó un total de 420

participantes. Como parámetro de medición se aplicó el Indice de Greene y

Vermillion, para placa calcificada. Los hallazgos mostraron una prevalencia de

cálculo del 85%, siendo mayor la prevalencia de cálculo supragingival en el sexo

masculino, aumentado con la edad. Los que habían asistido a programas de

promoción y prevención presentaron menor prevalencia de cálculo, y no se

encontró asociación con el cepillado, el uso de la seda dental y la visita al

odontólogo.

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Igualmente, Martignon y Granados (2002), realizaron la “Prevalencia de

Fluorosis Dental y Análisis de Asociación a Factores de Riesgo en Escolares de

Bogotá”. El propósito del estudio fue confirmar la presencia de fluorosis (TFI) en

escolares de Santa fé de Bogotá, determinar su severidad y, analizar la asociación

a factores de riesgo. Se examinaron 1558 escolares de 6-8 años encontrándose

una prevalencia de fluorosis de 48.1%, con severidad de leve a moderada (TFI 1 –

TFI 4), siendo mayor la prevalencia (p<0.05) para planteles privados (55%) que

para públicos (39%). El grado de severidad moderada (TFI <3), encontrado en el

7% de escolares de planteles privados y, en el 6,3% de públicos, equivale a F₫

Deán moderada, considerada una alerta en salud pública.

El análisis de la segunda parte, realizada con base en 709 encuestas, mostró,

que el factor de riesgo que mejor sirvió para explicar la presencia de fluorosis fue,

con una asociación moderada para ambos tipos de plantel, el consumo de sal

(Privados: OR=2,4; 95% IC:+/1,577; c2 =0,002 y, Públicos: OR=2,6; 95% IC:+/-1,53;

c2 =0,0001); otros factores fueron inicio de cepillado y crema dental antes de los 2

años, con asociación moderada para planteles privados y, leve para públicos y, uso

de enjuagues, con asociación leve en privados. Los resultados obtenidos sugieren

considerar la revisión de la medida de fluorización sistémica, así como educar al

odontólogo y al público en general sobre el uso adecuado del flúor tópico.

Por otra parte, González et al (2002) realizaron una investigación que trata la

“Evaluación de las condiciones de Salud oral y la efectividad de los programas de

promoción y prevención instaurados en la comunidad pesquera de corregimiento de

Bocachica, Cartagena de Indias”.

Debido principalmente a la falta de motivación de la población de Bocachica

en asuntos relacionados con la salud oral y a la cobertura insuficiente de las

entidades prestadoras de servicios de salud. Lo cual motivó a los investigadores a

determinar las condiciones de salud oral de esta población, presentándose

individuos con alta prevalencia de patologías orales. A través de este estudio

21

descriptivo se determinaron las condiciones de salud oral mediante un examen

clínico, y con una encuesta se estableció el grado de conocimiento y prácticas

sobre temas de salud oral evaluando de esta manera la efectividad de los

programas de promoción y prevención instaurados en sus habitantes.

Se realizó la evaluación de caries con los índices COE (Grubbel) y COP-D

(Klein y Palmer), el grado de higiene oral con el IPC (Corchuelo), el estado

periodontal a través del CPI (Ainamo) y el índice de severidad del nivel de inserción

de Carlos J.P. y para determinar el estado de oclusión y otras patologías orales se

evaluó la frecuencia mediante un examen clínico.

Los resultados de este estudio determinaron una alta prevalencia de caries en

la población, con un aumento gradual del COP por edades, con mayores promedios

en hombres que en mujeres, porcentajes elevados de placa bacteriana con relación

al último estudio nacional de salud bucal, alta Prevalencia de enfermedad

periodontal, una alta frecuencia de Torus palatino y úlcera traumática. El

apiñamiento fue la maloclusión de mayor frecuencia.

El resultado de las encuestas determinó poco conocimiento de la población

sobre temas referentes a salud oral debido a la falta de coherencia entre las

respuestas y el estado de higiene oral. Se concluye que en el corregimiento de

Bocachica no existen programas de salud oral que se encarguen de la educación y

motivación de los habitantes, esto es corroborado por los altos índices de

morbilidad oral, algunos de estos superiores a los promedios nacionales y el

desconocimiento del proceso salud-enfermedad en la mayoría de los individuos

evaluados.

Por otra parte, se revisó el trabajo de Rey, Salas y Martignon (2003). Sobre la

“Caries Dental y asociación a factores de riesgo en la población escolar de

Moniquirá, Boyacá”. La misma se realizó en la población escolar de Moniquirá-

Boyacá en 357 sujetos de básico primaria (6-14 años) un perfil de caries. Los

escolares fueron distribuidos por peso porcentual según zona: rural y urbana. Se

22

realizó una encuesta sobre nivel educativo y estilo de vida. El examen clínico

incluyó registro de placa bacteriana (Silness & Loe Modificado) y de caries (Nyvad).

Se encontró una prevalencia de experiencia de caries y de 1 o más lesiones activas

mayores a 97%, la prevalencia de 5 o más lesiones activas fueron mayores en la

zona rural (90%) que urbana (85%) (p<0.005).

La experiencia promedio de caries por superficie fue de 9.7 para dientes

temporales y 10.3 para permanentes, principalmente en términos de lesiones

activas no-cavitacionales y cavitacionales, reflejando acceso limitado a servicios

dentales. Los dientes más afectados fueron los primeros molares permanentes

(oclusal). El factor de riesgo que mejor sirvió para explicar la presencia de lesiones

activas fue, con una fuerte asociación, experiencia de caries (p=0.0001) (OR 4.8; IC

95%:2.2-9.2). Estos datos ameritan programas preventivos en estas edades

enfatizando en primeros molares permanentes y en edades menores, en segundos

y primeros molares deciduos.

Otra referencia interesante fue el estudio de Tascón y Cabrera (2004). Sobre las

“Creencias sobre caries e higiene oral en adolescentes del Valle del Cauca”, cuyo

objetivo general Conocer las creencias que sobre caries e higiene oral tienen los

adolescentes escolarizados del departamento del Valle del Cauca, Colombia.

Se utilizó el Modelo de Creencias en Salud como referente en un estudio

descriptivo de corte transversal efectuado en 38 de los 42 municipios del

departamento. Se seleccionó una muestra de 5,400 adolescentes matriculados en

instituciones educativas públicas y privadas por muestreo probabilística, trietápico,

estratificado y de conglomerados. Se aplicó un cuestionario estructurado de 47

puntos para las variables de interés.

Con respecto a la etiología, 65% cree que la caries dental se debe a mala

higiene oral, 18% por bacterias, 7% por consumo de azúcar y 10% no sabe; 41%

refirió haber sufrido alguna vez de caries; 14% cree que actualmente no tiene esta

enfermedad oral y 37% dijo no tener historia percibida de caries; 99.8% respondió

23

que se cepilla los dientes; la frecuencia de cepillado tuvo una mediana de 3 veces

por día; 55% utiliza la seda dental y 51% el enjuague bucal; 14% refirió no haber

visitado nunca al odontólogo y 27% dijo haberlo visitado al menos una vez, pero

hacia más de 7 meses.

El uso del Modelo de Creencias en Salud permitió conocer las creencias

básicas que sobre caries e higiene oral tienen los adolescentes escolarizados del

Valle del Cauca. Las creencias y prácticas de los participantes no son favorables

para la prevención y control de la caries. Es necesario diseñar intervenciones

preventivas para mejorar las percepciones y reducir la presencia y efectos de la

caries dental.

Otro antecedente fue el de Cordova (1999). Titulado “Consideraciones Teórico -

Metodológicas en el Abordaje del componente bucal de la salud colectiva”. El

deterioro acumulado que presenta la salud de la población venezolana, acusa la

ineficacia de las acciones que se han emprendido, ya que han sido producto del

juego de intereses que han condicionado las decisiones políticas, pero también de

las contradicciones presentes en el modelo hegemónico seguido hasta ahora en el

campo de la salud.

Esa ineficiencia también ha estado mediada por la concepción de salud-

enfermedad manejada desde los modelos explicativos determinantes. Ella ha

orientado las decisiones en salud hacia la atención curativa exclusivamente,

reduciendo la naturaleza social de las enfermedades, ocultando las diferencias que

ello implica.

Este modo de hacer se ha sustentado en los modelos biológicos o ecológicos

de la epidemiología, cuya relación de causalidad, en el primer caso, de ser

meramente lineal (atente patógeno + huésped = enfermedad), pasó a reconocer

otro elemento en dicha relación para interpretar la enfermedad como el resultado de

la interacción de tres factores: agente, huésped y ambiente (modelo ecologista),

pero desde una perspectiva igualmente biologizante de lo social.

24

A partir de los años 70, cuando se profundiza el cuestionamiento de las

acciones sanitarias y sus limitaciones en el alcance masivo de las mismas, se

producen avances para redefinir y superar las limitaciones implícitas en los modelos

señalados, partiendo de que si bien en un nivel, la enfermedad puede asumirse a

partir de la relación entre los elementos de la triada ecológica, no puede aceptarse

que ese sea el principio y fin de la explicación ya que reduce el colectivo a una

sumatoria de cosas y casos.

En este sentido, ha habido un gran esfuerzo por construir un basamento

teórico que supere los enfoques funcional-biologicista que han prevalecido hasta

ahora. Estos esfuerzos han llevado a una conceptualización de la Epidemiología

que intenta rescatar el compromiso social de la misma, dado que se asume que su

objeto de estudio es el proceso salud-enfermedad colectiva y que ésta se distribuye

diferencialmente en la población.

De allí, será necesario aceptar que las desigualdades en la distribución de la

calidad de vida intervienen en la diferenciación de la distribución, frecuencia y

oportunidades de sanar que tienen los grupos frente a la enfermedad y la muerte,

frente a sus riesgo y que aquellas desigualdades tienen los grupos frente a la

enfermedad y la muerte, frente a sus riesgos y que aquellas desigualdades tienen

su explicación en cada sociedad concreta donde se presentan.

En el terreno del bucal, como parte de la salud general, las consecuencias de

las contradicciones anteriormente señaladas, también reflejan diferencias sociales

importantes en el acceso a una calidad de vida adecuada, lo cual está mediado por

la poca efectividad de las acciones odontológicas que se han emprendido. La salud

bucal también se encuentra desigualmente distribuida por grupos sociales. Las

razones que explican tan poca efectividad tienen base en lo conceptual y en lo

político.

En el primer caso, la odontología ha reducido su objeto de estudio de lo que

es la problemática de la salud bucal de la población, a un conjunto de patologías

25

que afectan los dientes y sus soportes, desvirtuando así su responsabilidad con el

colectivo, para “cumplir” casi exclusivamente con el paciente desde el punto de

vista individual. Esto se ha traducido en políticas de salud bucal, que intentan a

través de la sumatoria de tratamientos individuales enfrentar una problemática

cuyas raíces se encuentran en las condiciones mismas de existencia de la

población, que se manifiestan diferencialmente en los diversos grupos que la

forman.

En ese marco han surgido múltiples investigaciones con diversos enfoques

que buscan explicar lo que ha ocurrido con el componente bucal de la salud. Este

trabajo se aproxima a una síntesis de lo que ha sido uno de los caminos

investigativos recorridos desde la Cátedra de Odontología Sanitaria y desde la

maestrías en práctica social y salud, en el afán de construir vías metodológicas par

el abordaje de la salud colectiva y de conocer la distribución y determinantes del

componente bucal de la salud en la población desde otros enfoques de la misma.

De esta aproximación, que también considera investigaciones realizadas por

otras instituciones y con enfoques tradicionales, podemos concluir que sea cual sea

el ámbito de desarrollo de las investigaciones e incluso cualquiera sea el enfoque

utilizado, la magnitud de los problemas de la boca sigue siendo de la más alta en la

sociedad venezolana. Más del 80% de la población tiene historia de caries u otra

entidad patológica.

Pero más importante es destacar, que cuando utilizamos los enfoques críticos

de la epidemiología nos acercamos a otros planos de la distribución diferencial y

encontramos que ésta se expresa con fuerza en los indicadores que dan cuenta del

acceso a los servicios y encontramos que ésta se expresa con fuerza en los

indicadores que dan cuentas del acceso a los servicios u otras oportunidades

asociadas a la calidad de vida en el marco de la distribución, de acuerdo a la

inserción de los gruidos en la dinámica de la reproducción social.

Este trabajo más que reseñar los índices obtenidos en un esfuerzo de

presentación de corte cuantitativo, aun cuando parte de registros realizados en ese

26

orden, se centra más bien en poner en discusión algunas ideas acerca de lo que

hemos generado tanto metodológicamente como en términos del conocimiento

acerca de la situación del componente bucal de la salud en esta sociedad, con el

propósito de llamar la atención en torno a preguntas tales como: ¿a quienes afecta

el problema?, ¿Cómo los afecta? ¿Por qué?, ¿A qué calidad de servicios tienen

acceso de acuerdo al lugar que ocupan socialmente? y ¿Qué responsabilidades o

compromisos tenemos los trabajadores de la salud bucal y cuál tiene el Estado

Venezolano con respecto al futuro de la salud en el país?

Otro aporte importante es el de León (1999). Cuyo título “Evaluación de los

tratamientos periodontales en la Facultad de Odontología de la Universidad Central

de Venezuela. Caracas – Venezuela”.

Hasta el presente, en la Facultad de Odontología de la UCV, no se realiza

ningún tipo de medición o índice previo ni posterior al tratamiento periodontal, que

permita verificar si los procedimientos ejecutados arrojan resultados satisfactorios

en los pacientes. El objetivo del estudio, fue evaluar los tratamientos periodontales

sencillos realizados por los estudiantes a sus pacientes, en la sala clínica 3ra norte

nocturno, para lo cual se tomaron todos los pacientes de primera consulta en el

lapso de un año, en total 80, de los cuales 46 culminaron el estudio; se les aplicó el

índice Periodontal de Rusell y el de higiene oral simplificado, al comienzo y al final

del tratamiento periodontal.

Al comparar los valores medios encontrados para ambos índices, tanto

iniciales como finales se hallaron diferencias estadísticamente significativas al ser

analizados con el test no paramétrico de Wilcoxón, es decir, que los tratamientos

periodontales fueron efectivos. Se hace necesario el uso sistemático del IP y el

lHOS en los servicios clínicos universitarios, ya que constituiría una experiencia de

aprendizaje para el alumnado, una fuente de datos para la docencia y la

investigación y un gran aporte a la prevención de las afecciones periodontales en la

comunidad.

Otra investigación consultada fue la de Acevedo et al (2000). Titulado

“Prevalencia de la Caries Dental en la Región Capital de Venezuela”. El objetivo del

27

estudio fue determinar la prevalencia de caries dental en la región capital en

Venezuela, la cual incluyó el Distrito Federal y el Estado Miranda. Este estudio lo

utilizó el estado venezolano como línea basal para implementar el programa de

edades de 6-8, 12 y 15 años de 26 escuelas públicas y privadas localizadas en

zonas urbanas y rurales de la región capital. Los criterios de diagnóstico se basaron

en las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No se utilizaron

radiografías.

Para este estudio se tomaron en cuenta las siguientes variables: sexo, edad.

Los resultados indicaron que ambos índices. Los porcentajes de niños libres de

caries en la dentición permanente y primaria en la muestra total fueron de 56,65% y

59,94%. Podemos concluir que en Venezuela específicamente en las región capital,

la enfermedad caries dental está disminuyendo al comparar los resultados con

estudios previos reportados en el país, siendo este descenso estadísticamente

significativo cuando se compararon estos índices entre sujetos de 15 años en la

región urbana y rural. Estos resultados nos permiten sugerir que la reducción de

caries dental observada en la población estudiada pudiera estar asociada a la

utilización de pastas dentales fluoruradas ya que no existía ningún programa

preventivo masivo contra la caries dental para el momento del estudio.

Por otra parte, se consultó el estudio de Zambrano et al (2000). Titulado “Caries

dental en niños preescolares, su relación con el estrato social y los cuidados de

salud bucal”. El propósito de esta Investigación fue determinar la prevalencia de

caries dental y los patrones de caries de biberón y rampante en niños en edad

preescolar, así como su relación con el estrato social y los cuidados de salud bucal.

Se realizó un estudio epidemiológico transversal con una muestra aleatoria

estratificada de 356 individuos en edades de 3 a 6 años, pertenecientes a escuelas

públicas y privadas del Municipio Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela. El examen

clínico se realizó utilizando el índice CEOD; se identificaron patrones de caries de

biberón y rampante.

Para la estratificación social y cuidados de salud bucal, los padres

respondieron un cuestionario estructurado. Los resultados mostraron un 40% de

28

individuos con caries, de los cuales el 0,9% correspondieron a caries de biberón y

1,1% a caries rampante. La prevalencia de caries fue significativamente mayor

(p<0.05) en el estrato social bajo. Se observó una escasa proporción de

tratamientos preventivos y curativos en ambos estratos sociales. No se encontró

asociación entre el porcentaje de individuos libres de caries y el tipo de

participación de los padres en la higiene bucal del niño (P<0.05). Nuestros

hallazgos indican que el riesgo de caries aumentó en los individuos de estrato

social bajo y oque existe un cuidado deficiente de los padres para mantener la

salud bucal de sus hijos.

Por otra parte, Davila et al (2003). Realizaron un estudio titulado “Salud Oral

de las personas con retraso mental en cuatro Municipios del Estado Lara”, para

determinar la salud oral y características generales de las personas con retraso

mental (RM) en cuatro Municipios del Estado Lara. Para ello se utilizó un muestreo

bietápico por conglomerados, seleccionando aleatoriamente a 15 de 88

instituciones educativas especiales, quedando la muestra constituida por 155

personas que cumplían con los criterios de inclusión. Previa autorización se

interrogó a los padres y examinó a las personas con RM. La edad de las personas

fue de 14,6 ± 7,11 años de edad y la edad de la madre en el momento del parto fue

de 29,03 ± 7,26 años de edad. La mayoría pertenece a la clase social obrera

(60,6%). El RM leve fue el más común (32,9%). Con relación a la salud oral, 65,2%

de las personas presentaba caries dental. Sesenta y cuatro coma cinco (64,5%)

tenían signos gingivales.

Igualmente, requería tratamiento urgente 24,5% de los participantes. Hubo

diferencia estadísticamente significativa (p= 0,017) entre el estrato social y el tipo

de servicio odontológico al que acudían, también entre el tipo de RM y la presencia

de signos gingivales (p = 0,04). De los resultados se puede concluir que los

participantes presentan una higiene oral deficiente, la mayoría de las cuales

pertenecen a las clases sociales más desposeídas, por lo que los servicios

odontológicos a nivel público deben estar acondicionados y los profesionales y

29

personal auxiliar capacitados para la prevención, tratamiento y rehabilitación de

esta población a riesgo.

Por otra parte, Morón et al (2004). Elaboraron una investigación titulada:

“Aportes al estudio de la epidemiología bucal del Wayúu” en la Facultad de

Odontología de la Universidad del Zulia.

Cuyo propósito de la investigación fue determinar el perfil epidemiológico

bucal de la etnia wayúu del estado Zulia. A nivel metodológico se realizó un estudio

transversal sobre una muestra aleatoria de 512 niños de la etnia wayúu, en edades

entre 6 y 17 años, seleccionados entre los estudiantes de las escuelas de la

parroquia Idelfonso Vásquez del municipio Maracaibo. El examen clínico fue

realizado para determinar: erupción dentaria, (criterios de Fundacresa, 1996);

índice de caries, índice de fluorosis, necesidades de tratamiento periodontal y

disfunción de la articulación temporomandibular, según criterios del Oral Health

Surveys 1987; y relación de oclusión del primer molar permanente (llave de Angle).

Para la identificación del individuo como wayúu se utilizaron como criterios: la

relación materna parenteral, ascendente y descendente, el dominio del wayúunaiki

y la práctica de su cultura particular. Esto dio como resultados que el 43.1% de los

individuos estaban afectados por caries, sólo uno con fluorosis dental, una alta

proporción de necesidades de tratamiento periodontal, 52.8%; la relación de

oclusión de los primeros molares en la categoría clase I fue de 75,5%; presencia de

alteraciones de la ATM en una razón de 1 por cada tres examinados y diferencias

en la edad mediana del grado de emergencia clínica inicial de caninos, primeros

premolares y segundo molar inferior. Finalmente, se concluyó que el perfil

epidemiológico de esta etnia, podría estar influenciado por patrones de vida

asociados con sus prácticas y creencias culturales.

Finalmente, Rasquin et al (2005) elaboró un estudio sobre los “Cambios en la

valoración de la salud oral en los pacientes que acuden al servicio odontológico del

Municipio Arismendi. Río Caribe. Estado Sucre 1998-2002”. La presente

30

investigación fue realizada por el grupo de pasantes de Odontología del Seminario

Paria en el periodo Mayo-Octubre del 2002, con el fin de evidenciar los cambios

que se han producido sobre la percepción de la importancia de la salud bucal desde

hace cuatro años cuando el Servicio Odontológico del Municipio Arismendi

comenzó a brindar atención odontológica.

Para ello se realizaron 70 entrevistas a pacientes en tratamiento durante el

periodo Mayo-Octubre del 2002, arrojando como resultado un cambio positivo en la

concepción sobre salud oral de los pacientes, que se reflejó en los tratamientos que

estos solicitaron, observándose la disminución de las actividades mutilantes y el

significativo aumento de las actividades orientadas a la prevención.

La población de Río Caribe no escapa de la crisis económica, política y social

por la que atraviesa nuestro país actualmente. Dentro de los múltiples problemas

que confronta esta población se encuentra el de la salud, particularmente el de la

salud oral cuya atención esta a cargo del Servicio Odontológico de la Alcaldía del

Municipio Arismendi desde 1998.

El servicio odontológico desde sus inicios ha venido desarrollando una línea

de investigación dirigida a construir el perfil de necesidades bucales de los

pacientes que asisten al servicio, y de los escolares de las unidades educativas

urbanas y rurales del municipio, con la finalidad de programar planes y políticas de

salud bucal que abarquen los aspectos educativos, preventivos y de recuperación

para la población.

2. Bases Teóricas

2.1 Odontología Preventiva

En los últimos años, la enseñanza de la odontología se ha modificado. Así, se

concede importancia a la promoción de la salud y a la prevención de las

enfermedades. Los padres, niñas y niños valoren la importancia de la prevención

para disminuir la frecuencia de enfermedades bucales en los aspectos individuales

31

y colectivos, y de ese modo identifique dicha prevención como parte esencial de la

salud.

La odontología preventiva es la actitud que comprende el cambio en la escala

de valores cuyo valor más alto es el mantenimiento de la salud bucal. Se puede

definir como la suma total de esfuerzos por promover, mantener y restaurar la salud

del individuo a través de la promoción, el mantenimiento y la restitución de la salud

bucal.

Por lo general, las personas acuden a consulta odontológica cuando padecen

caries avanzadas o sus complicaciones y muchas veces lo hacen cuando ya es

imposible conservar los dientes. Por ello, la tendencia actual de la odontología es la

prevención.

La filosofía de la odontología preventiva incluye:

1. Considerar al placiente como unidad y no como un conjunto de dientes

enfermos.

2. Si el paciente tiene una boca sana, tratar de conservar la salud.

3. Diagnosticar y tratar lesiones lo más pronto posible.

4. Rehabilitar al paciente.

5. Dar educación para la salud del individuo, la familia y la comunidad.

2.1.1 Importancia de la Odontología Preventiva y Niveles de Prevención

Se consideran problemas de salud pública en el mundo los siguientes:

1. Caries dental.

2. Enfermedad periodontal.

3. Anomalías dentofaciales.

32

4. Maloclusiones.

5. Cáncer bucal.

6. Malformaciones de tejidos dentales.

7. Traumatismos maxilofaciales.

8. Fluorosis dental.

De ese modo, resulta que la caries dental y la enfermedad periodontal son de

las enfermedades más frecuentes en la población, por lo cual existen muchas

personas con caries sin obturar y desdentadas. También son comunes el cáncer

bucal y las maloclusiones.

Lo más importante de estos padecimientos es que pudieron evitarse.

Un programa de odontología preventiva debe realizarse en dos niveles: el

hogar y el consultorio.

Las medidas a seguir en el hogar incluyen:

1. Práctica de una higiene bucal correcta, uso de dentífricos y, cuando se

requiera, enjuagues con flúor.

2. Dieta adecuada.

3. Tratamiento de cualquier enfermedad potencialmente perjudicial para las

estructuras de la boca.

4. Acudir a las citas con el odontólogo.

5. El odontólogo debe considerar al paciente como una unidad

biopsiocosocial, es decir como un ser humano completo y, por tanto, debe

preguntar a ese paciente qué espera del odontólogo y cuáles son sus

33

conocimientos y sus temores. Asimismo, el programa en el consultorio debe

contemplar:

6. Control de placa dentobacteriana.

7. Aplicación de diferentes métodos preventivos, entre ellos uso de fluoruro en

distintos medios.

8. Instrucción al paciente acerca de dietas y alimentación.

9. Aplicación de pruebas para valorar actividad de caries.

10. Uso de selladores en fosetas y fisuras.

11. Educación y enseñanza para el paciente

12. Seguimiento o control con una frecuencia definida.

Uno de los objetivos primordiales de un programa de odontología preventiva

consiste en ayudar al paciente a mejorar los hábitos que contribuyen al

mantenimiento de la salud bucal. Por tanto, es necesario enseñar al paciente a

reconocer la existencia de estados indeseables en su boca, a comprender cómo se

producen y a controlarlos.

El odontólogo tiene que reconocer el esfuerzo de los sujetos que tienen una

boca sana. También debe estar consciente de que las personas tienen

necesidades, entre ellas (Figura 1), fisiológicas, de seguridad, de reconocimiento

social, de autoestima y de autorrelación.

El individuo satisface por sí solo las necesidades fisiológicas, como el hambre

y la sed, entre otras, y de manera similar trata de cumplir con sus requerimientos de

seguridad, como vivienda, trabajo, etc.

El odontólogo puede desempeñar una función muy esencial en la motivación

del paciente para satisfacer necesidades sociales, como pertenecer a un grupo, ser

34

aceptado y reconocido, lograr autoestima y dignidad: una boca sana, un aliento

fresco y una sonrisa agradable son importantes para alcanzar aceptación social y

mejorar la autoestima.

Figura 1. Necesidades del individuo según Maslow

2.2 Problemas de Salud Bucal en América e Importancia de la Promoción y

Prevención

En 1990, la Organización Mundial de la Salud informó que sólo una de cada

10 personas tiene la totalidad de sus dientes sanos y obturados.

La caries dental constituye una enfermedad de carácter universal, manifiesta

su ataque desde el primer año de vida, afecta más o menos al 91% de la población

mayor de cinco años de edad y es más frecuente entre las personas de 5 a 14 años

de edad.

Las enfermedades periodontales ocurren con mayor frecuencia en personas

de mayor edad; sin embargo, junto con la caries constituyen problemas graves de

salud, no sólo por su carácter mutilador, sino por las complicaciones sistémicas

generales.

Es imposible resolver esos problemas con la mera atención odontológica

curativa, ya sea a través de instituciones de salud pública o de las privadas. La

situación es más grave si se analiza la baja cantidad de recursos humanos

enfocada a brindar atención.

De autorrealización

De autoestima

De reconocimiento social

De seguridad

Fisiológicas

De autorrealización

De autoestima

De reconocimiento social

De seguridad

Fisiológicas

35

Entre 1985 y 1989 se realizaron estudios en varios países de América Latina

para determinar la situación de la salud bucal, sobre todo en relación con la caries

dental y las enfermedades periodontales, que son las más frecuentes.

Precauciones Universales

La boca es una cavidad donde abundan microorganismos, ya sea en sangre,

saliva o en placa dentobacteriana. Esos microorganismos pueden infectar a través

de heridas microscópicas y contaminar instrumentos estériles, equipo dental y

demás superficies.

La contaminación es la presencia de un agente infeccioso en la superficie del

cuerpo, también en vestidos, ropa de cama, juguetes, instrumentos quirúrgicos,

apósitos u otros objetos inanimados o sustancias, incluso en el agua y los

alimentos.

A diferencia de la contaminación, la polución denota la presencia de

sustancias nocivas pero no siempre infecciosas en el ser humano.

Desde 1980 se reconoció la importancia de la transmisión del virus de la

hepatitis B en el ámbito odontológico y posteriormente el síndrome de

inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Por ello, la Asociación Dental Americana y

otras organizaciones odontológicas se dedicaron a divulgar las precauciones

universales enunciadas por los Centres for Disease Control (CDC) con el propósito

de evitar la transmisión cruzada de cualquier tipo de microorganismos entre los

pacientes y los profesionales de la salud.

Las precauciones universales se basan en los siguientes puntos:

1. Lavado y cuidado de las manos

2. Barreras protectoras.

3. Uso de instrumental cortante o punzante.

36

4. Limpieza, desinfección y esterilización del material recuperable.

5. Aseo de superficies contaminadas.

6. Recolección y esterilización de ropa contaminada.

7. Vacunación contra la hepatitis B.

Salud Pública

Existen tres concepciones:

1. Estado de salud de una colectividad. La salud pública busca conocer le

nivel de salud de la población con el fin de identificar los principales problemas que

rebasan el nivel individual y que requieren de acciones colectivas para su solución.

2. Gestión administrativa mediante la cual se trata de mejorar la salud. Es

decir, el Estado debe proteger la salud. Por ejemplo, según el Programa Nacional

de Salud 1984-1988 (México), los servicios de salud pública se orientan

básicamente hacia: la prevención y el control de padecimientos transmisibles y no

transmisibles; la vigilancia e investigación epidemiológicas; la educación para la

salud, la nutrición y la planificación familiar; el control sanitario; el saneamiento

básico y la prevención, y el mejoramiento de la calidad del ambiente. Para lograr

estos objetivos es necesario contar con la participación activa de cada integrante de

la colectividad.

3. Grupo de conocimientos para mejorar la salud de las colectividades

humanas. Como ciencia, la salud pública tiene un campo específico de acción,

desarrolla y aplica conocimientos técnicos y científicos especiales, se apoya y

sustenta en una filosofía, ofrece la posibilidad de generar investigaciones en su

campo y también permite el entrenamiento intelectual riguroso.

La salud pública, de acuerdo con Winslow (2000), es la ciencia y el arte de

prevenir la enfermedad, prolongar la vida y promover la salud y la eficiencia física y

mental mediante el esfuerzo organizado de la comunidad para lograr.

37

1. El saneamiento del medio.

2. El control de las enfermedades transmisibles.

3. La educación de los individuos en higiene personal.

4. La organización de los servicios médicos y de enfermería para el

diagnóstico oportuno y el tratamiento preventivo de las enfermedades.

5. El desarrollo de los mecanismos sociales que aseguren al individuo y a la

comunidad nivel de vida adecuado para la conservación de la salud.

Cada ciudadano debe recibir esos beneficios para estar en condiciones de

gozar su derecho a la salud y a la longevidad, y ésta es una búsqueda necesaria.

La salud pública se considera una ciencia porque requiere de fundamentos

teóricos y concepciones científicas aceptadas y comprobadas, pero también

necesita habilidad y capacidad para la aplicación de técnicas y procedimientos que

permitan realizar las ideas.

Algunos autores consideran conveniente incluir la rehabilitación al hablar de

salud pública, ya que las funciones de ésta son:

1. Protección de la salud.

2. Fomento de la salud.

3. Restauración de la salud.

4. Funciones técnicas generales y de servicios auxiliares.

5. Por su parte, Nalón agrupó las actividades de la salud pública en siete

categorías:

6. Realización colectiva.

38

7. Dirigidas a prevenir la enfermedad, la incapacidad y la muerte prematura.

8. Relacionadas con la provisión de la atención médica.

9. Relacionadas con la recolección y el análisis de estadísticas vitales.

10. Educación sanitaria del público, ya sea individual o colectiva.

11. Planeación y evaluación de los programas de salud.

12. Investigación, ya sea científica, técnica o administrativa.

Las actividades comunitarias en las que el médico no interviene

personalmente son:

1. Control sanitario de alimentos y bebidas.

2. Control de insectos, roedores y otros vectores.

3. Control de la contaminación de la atmósfera, el suelo y el agua, así como

prevención de los peligros de radiaciones y ruidos.

En las actividades para sanear el ambiente intervienen, entre otros, ingenieros

sanitarios, ingenieros industriales, químicos, técnicos en saneamiento, antropólogos

y educadores. Muchas personas ajenas a la medicina también son necesarias para

abastecer agua potable y drenaje, controlar la calidad de los alimentos y bebidas,

así como combatir insectos, roedores y otros vectores.

Otras actividades, en cambio, requieren de la participación del personal

médico, odontológico y paramédico (que trabaja al lado del médico u odontólogo) y,

por tanto, de la medicina preventiva, la cual es parte de la salud pública. Entre esas

actividades se encuentran: control de padecimientos transmisibles y no

transmisibles, educación higiénica; organización de servicios médicos y de

enfermería, y diagnóstico oportuno y tratamiento de enfermedades.

La salud pública, según los señalamientos de la Organización Mundial de la

Salud, comprende actividades cuyo fin es proteger, fomentar y reparar la salud y

39

que son principalmente de responsabilidad colectiva; el médico necesariamente

intervendrá y participará en dichas actividades pero no todas son su

responsabilidad.

2.3 La Salud Oral

En la actualidad existe la capacidad de prevenir o controlar la mayor parte de

las enfermedades o trastornos orales de los niños en edad escolar. Miles de niños y

jóvenes en EUA se han beneficiado con estos procedimientos. Por ejemplo, la

caries ha disminuido drásticamente entre los menores estadounidenses entre 5 y

17 años de edad. (Kaste et al, 1998). De hecho, la información reciente demuestra

que casi 55% de ellos está libre de caries en los dientes permanentes, en ese

sentido el porcentaje disminuye drásticamente con la edad. Además, una impresión

general es que las bocas de los estudiantes están más limpias con pequeñas

manchas exógenas perceptibles y con una encía saludable.

Desafortunadamente, los procedimientos preventivos no han estado

disponibles ni accesibles a todos los menores. Esta desigualdad quizá es la razón

de que cerca de 80% de las lesiones cariosas se presentan en la cuarta parte de la

población infantil estadounidense. Además, aún persisten intensas disparidades en

el estado de la salud oral y en el uso de los servicios odontológicos. Los niños de

escasos recursos tienen más probabilidades de tener mayor proporción de caries y

menor probabilidad de recibir tratamiento.

Además está bien establecido que los productos del tabaco, fumar y el

tabaquismo sin humo son el principal riesgo para cánceres de cavidad oral y

faríngeo. (Silverman, 1998). Pero entre los jóvenes estadounidenses está en

aumento el uso de tabaco para “escupir” (tabaco para mascar y aspirar), esto no

involucra a los gruidos de menor nivel socioeconómico. Esto significa que los

jóvenes estiman que el tabaco para “escupir” es una opción segura a la de fumar

cigarrillos. Es igualmente desconcertante o más, que entre la juventud el

tabaquismo sea muy frecuente e incluso puede estar en aumento (Center for

40

Disease Control and Prevention, 1996). También debe destacarse que algunos

textos de educación para la salud incluyen información de que los productos del

tabaco y del alcohol son factores de riesgo importantes para los cánceres de

cavidad oral (Gold, 1993).

De igual importancia es el hecho de que gran cantidad de jóvenes,

especialmente de bajos recursos, no completan la preparatoria. (The Annie E.

Casey Foundation, 1997). Y muchos son padres a temprana edad. Por tanto, la

información sobre salud es especialmente importante para los jóvenes que egresan

de la escuela secundaria. Es importante que adquieran tanto el conocimiento como

las habilidades para alcanzar y conservar una buena salud, incluso la oral para

ellos y sus hijos. Por estas razones es deseable la promoción de la salud oral en

escuelas y también es una necesidad.

En la sociedad estadounidense ninguna otra institución después de la familia

puede hacer más por la salud infantil y juvenil (Kolbe, 1982). En la sociedad actual

los niños viven con frecuencia en familias de padres solteros o con dos empleos, la

escuela constituye el único lugar de constancia en el ambiente infantil. Pero los

programas de salud oral no pueden considerarse aislados de las necesidades y

prioridades en conflicto dentro de las necesidades médicas, odontológicas y

sociales de niños y jóvenes.

2.4 Definiciones

Para comprenderlas mejor se dan las siguientes definiciones que se utilizarán

en este capítulo.

La dieta, se refiere a la ingestión de todos los alimentos y bebidas.

La nutrición, es el estudio del metabolismo que ocurre después de la ingestión

de los alimentos.

El programa es un grupo organizado de procedimientos diseñado para

resolver un problema determinado.

41

La educación para la salud es una combinación de experiencias planeadas de

aprendizaje diseñada para facilitar las acciones voluntarias que conducen a la salud

(Green, 1991). Esta educación debe formar parte integral de cualquier programa de

salud escolar. La educación para la salud se utiliza para informar, educar y reforzar

los mensajes sanitarios previos. Es fundamental educar a una variedad amplia de

personas y grupos para lograr la aceptación y el empleo de las medidas sanitarias.

La educación para la salud por sí sola no puede funcionar como un método

preventivo. Son importantes tanto la información como el conocimiento precisos y

exactos ya que capacitan a las personas, grupos y dependencias o instituciones

para tomar decisiones informadas respecto a la salud oral (Frazier y Glanz, 1990).

El conocimiento en salud es la capacidad de una persona para obtener,

interpretar y comprender los servicios y la información básicos, así como la

capacidad para utilizar o no, dicha información o servicios de manera que

fortalezcan o mejoren la salud. (Joint Comite on Nacional Health Education Standrs,

1995).

La promoción de la salud es cualquier combinación planeada de apoyos

educativos, políticos, reguladores y de organización para las acciones y situaciones

que conducen a la salud de personas, gruidos o comunidades. (Green, 1991). Esta

definición difiere de una de uso más común, la que generalmente se considera

como relaciones públicas o publicidad. Aunque estas actividades frecuentemente

forman parte de la promoción de la salud, se refieren a las acciones que pretenden

modificar un ambiente individual que mejore la salud, sin importar las acciones

individuales o para capacitar a las personas para que aprovechen los

procedimientos preventivos y de tratamiento.

Por ejemplo, una estrategia de esta promoción para influir en la salud oral

puede ser la dotación a la comunidad de programas de fluoración que incluyan

educación apropiada para estudiantes, padres de familia y personal de la escuela.

Otro ejemplo, con un apoyo regulador, consiste en incluir la prohibición de

cualquiera de los productos de tabaco en la escuela. Este tipo de regulación con la

42

educación apropiada sobre los efectos del trabajo en la salud y un incremento en

los impuestos estatales al tabaco podría ser una estrategia de promoción de la

salud.

La educación escolar para la salud es una oportunidad planeada, sistemática

y permanente que capacita a todos los estudiantes para ser aprendices productivos

y tomar decisiones sobre la salud bien establecidas durante sus vidas.

El programa de salud escolar comprende un conjunto organizado de políticas,

procedimientos y actividades diseñado para proteger y promover la salud, el

bienestar de los estudiantes y maestros, que tradicionalmente incluye servicios de

salud, ambiente escolar higiénico y educación para la salud.

2.5 Enseñanza en Salud Oral

Los niños en edad escolar, especialmente los más pequeños, dependen de

los padres, de los programas escolares o de ambos, para obtener información

sobre salud oral o para la inclusión en los programas o tratamientos de la

odontología preventiva. Muchos maestros estiman que la instrucción sobre salud

oral debe ser responsabilidad de los padres y de los educadores sanitarios, no de

ellos. Esta consideración sería legítima si todos los padres fueran capaces de

atender la salud oral de sus hijos. Para ilustrarlo (Mandel, 1996) puntualiza que

existe amplia disminución de caries en los jóvenes de 17 años de edad, de éstos

50% está libre de caries al tiempo que expresa preocupación por el 50% que

presenta caries. (Mandel, 1996). Además, el crecimiento continuo de la cantidad de

niños que viven en la pobreza, junto con los recortes en los programas de salud

pública, puede no ser un buen presagio para el acceso a los servicios

odontológicos de la población no atendida.

Un niño criado en un hogar donde los padres tienen carencias económicas o

educativas con frecuencia está en desventaja desde el punto de vista odontológico.

En estos hogares la intervención de los padres en el cuidado de la salud oral del

niño inicia con la búsqueda de ayuda para aliviar el dolor. Muchas madres que

43

trabajan y padres solteros no pueden participar en las actividades escolares y

derivan la responsabilidad en las autoridades escolares. Otros pueden ser apáticos

o estar demasiado preocupados por conseguir el sustento de sus familias, de

manera que la salud oral no constituye una prioridad en sus vidas.

Incluso con adultos muy motivados y educados es frecuente un mínimo

conocimiento respecto a la salud oral. (Horowitz et al, 1996, Gift et al, 1994).

Además, es posible que en los hogares y bajo la guía de los padres, resulte más

difícil influir en el cambio conductual, que con el maestro. En otras palabras,

muchos padres no saben cómo auxiliar a sus hijos a que se ayuden a sí mismo y

necesitan el apoyo de un programa de salud escolar. Incluso, y siempre que sea

posible, los padres deben estar en los programas escolares de salud oral, pudiendo

proporcionar un refuerzo positivo vigoroso, ya sea por modelamiento o con

mensajes verbales que apoyen los cambios de actitud y comportamiento

propuestos en el ambiente escolar. En sentido ideal, la educación a los padres

debe ser paralela con la del niño, de esta manera los primeros aprenderán a

mejorar su propia salud oral, así como tener los lineamientos para ayudar a sus

hijos. Este proceso educativo de los padres frecuentemente es necesario para

sobrepasar las barreras originadas por experiencias adversas en el pasado,

respecto al tratamiento odontológico y sus implicaciones.

La línea basal es que todos los niños tienen el derecho a una buena

educación que les capacite para ser adultos capaces y productivos. Un niño sano

está mejor capacitado para aprender. Las escuelas y la salud están unidas

firmemente, por tanto los programas de salud escolar constituyen el nuevo cimiento

para promover la salud y evitar las enfermedades entre los menores. (Horowitz,

1986, Institute of Medicina, 1997).

Los programas de salud escolar han tenido tres componentes principales:

educación para la salud, servicios de salud y un ambiente saludable.

Recientemente algunos han expandido esta triada a un modelo de ocho

componentes que incluye educación para la salud, educación física, servicios de

44

salud, servicios sobre nutrición, promoción de la salud para el personal escolar,

servicios de asesoría y psicología, ambiente escolar saludable, así como

participación de los padres y la comunidad. (Institute of Medicina. School & Health:

Our Nation’s Investment, 1997). Quienes abogan por este último modelo estiman

que ayuda más a resolver los complejos problemas que enfrentan las comunidades,

ningún modelo individual es mejor. Los programas escolares deben ser completos y

basarse en las necesidades de la población a la cual pretenden servir.

Participación de los Proveedores de Atención para la Salud Oral

Voluntariado Profesional

Es deseable el soporte profesional en los programas escolares, adicional al de

los padres. Sin embargo es raro tener odontólogos o higienistas dentales (o ambos)

empleados por los sistemas escolares. Por tanto, abundan las oportunidades para

que odontólogos e higienistas dentales participen como voluntarios en los

programas escolares. La opinión profesional es invaluable para identificar los

recursos de enseñanza-aprendizaje para hablar con grupos de estudiantes,

profesores y padres, proporcionar adiestramiento en servicio a profesores y

administradores, y ayudar a las escuelas en ocasiones especiales como en el día

del odontólogo y en ferias escolares. El apoyo de la comunidad profesional

fortalece y promueve la credibilidad de un programa, mejora la imagen de la

odontología y la higiene dental, y constituye una práctica constructiva para los

proveedores de servicios participantes. Para reforzar las relaciones escuela-

comunidad es necesaria una presencia más consistente de los profesionales de la

salud oral en todo el año académico.

Los odontólogos, higienistas dentales y estudiantes de odontología de cada

grupo proveedor pueden, y deben tener participaciones importantes en los

programas de salud escolar (Horowitz, 1986). Estas pueden variar desde el

liderazgo en la planeación de un programa completo de salud oral y su

implantación, hasta proporcionar educación, tratamiento, servicios preventivos a los

45

estudiantes o entrenamiento en servicios a los profesores. O bien, tener una

participación sencilla de apoyo en el procedimiento recomendado en la escuela de

la localidad. Cualquiera que sea la participación, requiere que el proveedor tenga la

capacidad de conocer las necesidades de los estudiantes en la(s) escuela(s), por lo

que necesita comportarse como evaluador de éstas. Y esto requiere un

conocimiento científico actualizado acerca de la manera de prevenir trastornos y

enfermedades orales identificados entre los niños de la(s) escuela(s) (Horowitz,

1986).

Los proveedores de atención a la salud deben apoyar los procedimientos

válidos. Esto es, debe recomendar utilizar y proporcionar información precisa y

exacta sólo sobre los procedimientos eficaces basados en la investigación.

(Horowitz, 1986). Por ejemplo, en una escuela en la que los estudiantes tienen

grandes tasas de caries en las superficies masticadoras de los dientes posteriores,

debe recomendarse los selladores dentales además del uso regular del enjuague

bucal fluorado.

Es importante que los proveedores de atención para la salud oral deban

trabajar con los demás involucrados en los programas de salud escolar. Estos

grupos incluyen enfermeras escolares, educadores sanitarios, médicos, nutriólogos,

administradores escolares, líderes de las organizaciones religiosas locales;

miembros de los departamentos estatal y local de salud, asociaciones de padres y

profesores, padres de familia, estudiantes y políticos. Idealmente, los proveedores

de atención para salud oral deben tener habilidades sólidas de organización

comunitaria y de comunicación.

Pasado y presente de los Programas de Salud Escolar

Los programas de salud escolar (PSE) tuvieron su origen en los albores del

siglo XX como ayuda para enfrentar el contagio, las necesidades de detección de

las incapacidades físicas, las insuficiencias de la nutrición y los primeros auxilios.

Desde sus inicios, los programas de salud escolar son diversos en cuanto a calidad

46

y contenido según los estados y las comunidades. En los decenios de 1930 y 1940,

los niños recibían complementos nutrimentales, exámenes oculares, educación

para la salud, vacunación contra la viruela y, en algunos casos, servicios de salud

oral. Al inicio del decenio de 1950, se introdujeron los regímenes de fluoración

escolar en aplicaciones múltiples a cargo de un operador, uso de fluoruro de sodio

neutro y fluoración del agua potable escolar. En el decenio de 1960, el

sorprendente éxito de la inmunización rápida contra la poliomielitis de la totalidad

de las poblaciones escolares, así como los servicios de enfermería en el ámbito

escolarizado para enfrentar a diarios accidentes y padecimientos, son el legado

para lograr los objetivos tempranos sanitarios de la escuela.

Sin embargo, en las tres últimas décadas se ampliaron mucho los conceptos y

requerimientos de los programas de salud escolar. En el siglo XXI, el criterio de los

servicios de salud escolar incluye o intentan atender los principales temas

sanitarios de la sociedad hasta en las escuelas. Estos incluyen alcohol, consumo

de tabaco (firmado y masticado) drogas, sexo, HIV, SIDA, y otras enfermedades de

transmisión sexual, violencia de las bandas, abuso infantil, autoestima, depresión,

homicidio y suicidio, así como los problemas de salud de las familias disfuncionales,

de trabajadores migratorios y de pobreza extrema (Feroli, 1992 y Dougherty, 1992).

Cuando estos problemas se mezclan con los asuntos de etnia, raza, religión o

política, la planeación de los programas de salud escolar son complejos. (Rienzo,

1993). Además, al tiempo que intentan atender más temas, la mayor parte de los

sistemas escolares tiene una gran baja del personal de salud. A la fecha para una

escuela es un lujo tener una enfermera o un educador sanitario de tiempo

completo. Incluso cuando los higienistas dentales fueron entrenados para trabajar

en estas instituciones en el mejoramiento de la salud oral de los infantes; en la

actualidad pocas escuelas tienen acceso a este tipo de profesionales.

No hay duda que las escuelas, especialmente las públicas, deben involucrarse

más en la amplia variedad de aspectos de educación y promoción sanitarias para

ayudar con los problemas de salud importantes en la sociedad. Esta necesidad se

47

proclama en dos documentos, Healthy Schools 2000 y Healthy People 2000.

(McGinnis, 1991 y U.S. Department of Health and Human Services 1990). Muchos

estados tienen sus propios objetivos en salud los cuales incluyen la oral. Cada

departamento estatal de salud tiene al menos una persona encargada de conducir

la educación para la salud. Desafortunadamente, en la realización de los objetivos

de la salud oral, en el nivel estatal rara vez trabajan juntos el educador para la salud

y los directores de odontología. Algunos estados tienen como requisito que los

educadores para la salud trabajen en escuelas, primarias o de secundaria. Otros

proporcionan orientaciones escritas como lineamientos para el programa de

estudios en educación sanitaria. Sólo algunos estados requieren para el nivel de la

educación para la salud incluir certificación obligatoria (Collins, 1995).

En oposición con el deseo de expansión del sistema escolar está que la

misión principal de las escuelas es la educación, no la conservación de la salud o la

prevención de la enfermedad. Los administradores escolares son sensibles a

cualquier cambio o expansión de su principal misión. Existen límites sobre qué

tanto pueden las escuelas continuar con la expansión de mayores

responsabilidades de enseñanza (Burstrom, 1995). Quizás el factor más importante

para nuevos requerimientos de enseñanza sea la falta de tiempo en el programa de

estudios. A menos que se amplíen los días o años escolares cualquier programa de

salud amplio se torna competitivo con las necesidades básicas de la educación.

Esta competencia se incrementa por las disposiciones legislativas que ordenan

adiciones de cargas de trabajo específicas de salud escolar, sin el financiamiento

sanitario específico (Auter, 1993). Poco tiene de alentador que algunas veces, se

llame a los maestros que se consideran a sí mismos dedicados, oprimidos y sub-

pagados, para atender deberes que la “sociedad” por sí misma es incapaz de

resolver (David, 1990).

Las necesidades de una comunidad y sus escuelas están estrechamente

enlazadas. Para reforzar la cooperación en ambos, se crean School Health

Counsils para ayudar a movilizar los recursos de salud de una comunidad. En las

48

escuelas, la responsabilidad se comparte entre enfermeras, educadores sanitarios,

profesores de educación física, consejeros, directores de los servicios de

alimentación, directivos, estudiantes y padres, mientras que el resto de la

comunidad extrae la experiencia de las organizaciones cívicas, dependencias de

salud y líderes tanto empresariales como profesionales (Killip, 1987). Una tendencia

reciente de la School Health Councils ha sido recomendar la implantación de

clínicas de salud con base en la escuela (CSBE) tanto dentro como fuera de los

horarios e instalaciones escolares para enfrentar otros problemas sociales como

analfabetismo, desempleo, desamparo, abuso de los esposos y divorcio, sólo por

mencionar algunos.

En la actualidad, operan cientos de estas CSBE, sobre todo en regiones

urbanas y rurales de alto riesgo con mayores grados de pobreza donde existen

faltas de acceso y financiamiento para la atención convencional de la salud (Dryfoo,

1988). Algunos de los servicios proporcionados son preparación física y preempleo,

detecciones diagnóstica y de laboratorio, prescripciones limitados, primeros

auxilios, planificación familiar, atención prenatal y postnatal, asesoría en materia de

drogadicción, alcoholismo, nutrición y obesidad, y atención odontológica, El

patrocinio de estas CSBE puede incluir a organizaciones comunitarias,

departamentos de salud, centros médicos, hospitales, organizaciones privadas no

lucrativas y sistemas escolares (Palfrey, 1991). El financiamiento puede provenir de

fundaciones privadas, financiamiento local, seguros o de fuentes gubernamentales

como Medicaid. De continuar esta tendencia es posible que las escuelas del futuro

necesiten un ayudante del inspector escolar para asuntos sanitarios.

La administración de Clinton y el Congreso están interesados en las CSBE

para la salud de niños y jóvenes, ya que podría darle disponibilidad a los

financiamientos de Medicald y de otros fondos para los fines mencionados. El

Department of Education y el Department of Health and Human services tienen en

operación mecanismos de financiamiento para promover la investigación y el

desarrollo para estas clínicas. De acuerdo con lo que proponen, el desarrollo de

este componente no tradicional de servicio de salud escolar, habría que:

49

1. Permitir que la enfermera escolar regrese con un propósito más tradicional

del servicio de enfermería apoyando al profesor de clases y con una participación

de enlace con la CSBE.

2. Regresar a los maestros la responsabilidad de educar en el salón de clases

de las materias acordes con su entrenamiento académico, y

3. Proporcionar un método para el financiamiento de toda atención de la salud

de niños y jóvenes en edad escolar.

En la actualidad existe interés nacional por lograr la excelencia educativa y el

mejoramiento en la salud de los niños. Los programas escolares parecen ser un

sitio natural para su atención. Los estudiantes pueden estar en clases, los padres

pueden continuar con su trabajo y es posible disponer de programas de salud

escolar completos y con buen costo-beneficio que incluyan la odontología (Siegel y

Krieble, 1987). Existe el consenso de que un estudiante incapacitado por el

consumo de drogas o alcohol se encuentra en desventaja para el aprendizaje como

una persona afectada por una deficiencia visual o auditiva. Por tanto, es necesario

que las escuelas ayuden al bienestar social, físico y psicológico, todo en nombre de

la salud escolar.

Creación de programas escolares eficaces de salud oral

Para involucrar a las comunidades, familias o personas a que asuman sus

responsabilidades en la salud oral se necesitan muchas cosas. Estas incluyen, pero

no se limitan a conocimiento, habilidades, motivación, acceso a los agentes

preventivos y servicios de tratamiento, así como un ambiente escolar sano y

seguro. Además, quienes toman las decisiones desearán incluir la educación para

la salud y su promoción en las escuelas. Finalmente, es importante la política. Por

ejemplo, las escuelas libres de tabaco son resultado de una política que prohíbe el

consumo de productos del tabaco en su totalidad. Tales políticas ayudan a que

estudiantes y profesorado desistan del consumo.

50

Es imposible para aproximadamente 153.000 odontólogos activos (Personal

communication American Dental Association, 1977) y 100.000 higienistas dentales

(Personal communication, American Dental Hygienist Association, 1977)

estadounidenses asumir la tarea de impartir a la población los hechos

fundamentales de la salud oral y estimular las conductas apropiadas, las cuales son

un requisito de la salud oral óptima. Esta educación puede lograrse a través de

escuelas y medios masivos de comunicación.

2.6 Programas Exitosos

Para maximizar el potencial de éxito de un programa, como los escolares de

salud oral, deben incluir los elementos contenidos en la mnemotecnia CAPITEI. Al

proponer un programa, éste debe ser:

C – Consistente con las necesidades de la población servida.

A – Administrativamente sólido, por que requiere planeación y evaluación

política, profesional, educativa y comunitaria para asegurar un equipo de personal

de salud oral, enseñanza, dinero, materiales e instalaciones necesarios para apoyar

los objetivos de éste.

E incluye:

P – Procedimientos eficaces de prevención o regímenes en la escuela y

actividades en el salón de clases como parte del programa de estudios de salud

oral.

I – Exámenes orales para identificar la patología inevitable o presente.

T – El tratamiento o los servicios de referencia.

E – La Educación que capacita a las personas para tomar decisiones

apropiadas y practicar el autocuidado óptimo.

I – La investigación y evaluación para determinar el éxito del programa y los

cambios necesarios.

51

Planeación: la llave del éxito

Un programa escolar exitoso no sucede por azar. Es importante un plan de

acción completo para grados específicos, así como una clara delimitación de las

responsabilidades y objetivos del mismo (Harowitz, 1986). Debe hacerse notar que

si bien la inclusión de todos los grados escolares (desde preescolar hasta el último

de secundaria) es deseable e ideal, rara vez acontece en la salud oral. Cuando es

incluida en el ambiente escolar lo más frecuente es que sea de preescolar al sexto

de primaria.

La planificación juiciosa finalmente resultará en programas significativos

orientados de manera especifica que se integran en los años escolares, debe incluir

una valoración de las necesidades comunitarias, desarrollar prioridades, un

presupuesto y evaluación de extremos. Por diversas razones, es necesario el

desarrollo de un plan de acción por escrito, que puede servir como herramienta

educativa para informar a las personas y grupos, especialmente a los que es

necesario “incluir” como socios en la empresa. Un plan escrito también puede

utilizarse para solicitar financiamiento que ayude a cimentar el programa propuesto.

Por supuesto que el plan sirve como guía para aquéllos involucrados en conservar

los objetivos (Horowitz, 1986).

Un grupo diverso y comprometido ayuda a asegurar gran variedad de

insumos, audiencia representativa y sentido de pertenencia bien sustentado. En las

etapas iniciales de planeación es importante establecer relaciones de trabajo

cooperativas entre padres, líderes comunitarios (empresarios y políticos), maestros,

administradores escolares y profesionales de la salud oral. Un odontólogo

representativo debe formar parte de todos los consejos escolares estatales y

locales para asegurara el punto de vista profesional y político (Kolbe, 1982).

Consideraciones Educativas

Tradicionalmente, las escuelas públicas han aceptado la responsabilidad de

enseñar la salud oral como parte de la salud general. La base de toda educación

52

escolar acerca de la salud oral está en los maestros comprometidos y capacitados.

Sin embargo, el material sobre el tema odontológico de los libros de texto utilizados

en las escuelas para maestros es sobre todo con la anatomía y fisiología de

dientes, tejidos de soporte y glándulas salivales. Tales antecedentes capacitan a

los maestros escolares para enseñar y promover la información básica de la

cavidad oral. Sin embargo, no es de esperarse que sean expertos en conocimientos

científicos en constante cambio referentes a las opciones de prevención y

tratamiento odontológicos. Como resultado, los maestros pueden estar renuentes a

enseñar lo que podría considerarse como información incorrecta u obsoleta.

El entrenamiento en el servicio realizado periódicamente para actualizar el

conocimiento del maestro sobre salud, incluso oral, ayudaría mucho para que el

profesorado desarrolle mayor confianza y competencia (Soffrin, 1990). Para ayudar

a lograrlo, el estado de UTA proporciona a los profesores una actualización bianual

sobre los avances en odontología (Bownian, 1994).

Los profesores, como los profesionales de la odontología, han cuestionado la

prioridad otorgada a los programas escolares de educación en salud oral. Algunas

veces también se lo preguntan los educadores, debido a que el tiempo asignado a

la educación odontológica compite con el tiempo necesario para otros temas (Cons,

1979). Por ejemplo, ¿la instrucción sobre salud oral tiene mayor importancia que

enseñar matemáticas u orientación vocacional? Los profesionales de la salud

también cuestionan el tiempo dedicado a los programas escolares que realizan

sobre todo la transmisión de información, en lugar de una combinación de

regímenes educativos y preventivos o de tratamiento. Uno de los hallazgos del

Nacional Preventive Dentistry Program fue que el financiamiento de la educación

sobre salud odontológica es el método menos costoso pero también el menos

eficaz para mejorar el estado de la salud oral (Klein, 1985).

Este criterio, de la educación por sí sola, ejemplifica la necesidad de

proporcionar procedimientos preventivos junto con la educación para la salud. La

educación sola rara vez es suficiente. Por ejemplo, no tiene sentido enseñar el

53

retiro de la placa si no se proporcionan cepillos dentales ni se practica en el salón

de clases. A las personas que no se proporciona ayuda para asumir actitudes,

hábitos y creencias sanitarios al inicio de su vida, tienen mayor probabilidad de una

productividad baja en los años tardíos (McGinnis, 1981). Los conocimientos y

habilidades adquiridos en la escuela pública pueden tener mayor significado en la

vida adulta, en la que es más evidente la importancia de la buena salud.

Resultan demasiado pequeñas la cantidad y calidad de la salud oral en la

escuela como para que sea asimilada por los estudiantes y no es suficiente a largo

plazo para una buena evaluación. Una evaluación nacional sobre la salud escolar

realizada por el US Public Health Service (USPHS) demostró que los cambios en

las prácticas y actitudes con el conocimiento sanitario aumentan con la instrucción.

Además señala la posibilidad de asegurar que es mínimo el tiempo adicional

necesario, en el año de 1994 la cantidad anual promedio de horas dedicadas a la

educación, incluso de la oral, era de tan solo 13,8 horas (Seffrin, 1994).

Principios educativos

La educación sobre salud oral involucra muchas habilidades y procesos tanto

de comunicación como de organización. Se incluyen aquéllos para la determinación

de una valoración de necesidades, escuchar, planear, facilitar la participación de

gruido e individual, informar a todas las personas y grupos relevantes. Para el

liderazgo realizar escritos, hablar en público, proporcionar retroalimentación y

reforzamiento, y adiestramiento en servicio. Estas actividades señalan la ayuda de

otros y refuerzan la cooperación, así como la adopción y conservación de

programas y medidas sanitarios a cargo de personas, instituciones, organizaciones

y comunidades. Los principios educativos necesarios para la educación de salud

oral incluyen (Horowitz, 1986).

a. La educación para la salud debe formar parte integral de cualquier servicio,

regulación, legislación preventivos o restauración relevante para un programa de

salud, además funciona para introducir y reforzar el conocimiento y aceptación de, y

participación en cualquier programa de salud.

54

b. Los materiales educativos se pueden utilizar para centrar la atención sobre

tópicos específicos y para reforzar o esclarecer un procedimiento o régimen. Pero,

los materiales educativos por sí solos no son un programa de salud oral, sólo son

auxiliares.

c. Los materiales educativos deben ser exactos y consistentes con el

conocimiento científico actual.

d. Los materiales educativos deben estar apropiadamente diseñados para

edades, grado de alfabetismo y grupos culturales específicos, a los que están

destinados. Por ejemplo, no puede esperarse que un folleto se ajuste a todos los

grupos en una comunidad determinada.

e. Los materiales educativos deben evaluarse antes de producirlos y utilizarlos

con el grupo al que van dirigidos.

f. Para todos los grupos de edad y los contenidos educativos es fundamental

la enseñanza interactiva en la cual hay participación e involucramiento de los

aprendices (Horowitz, 1986).

2.7 Criterios en la educación para la salud

Para que se llegue a tanta población blanco como sea posible deben utilizarse

múltiples conductos para informar y educar, así como para reforzar. La educación

en salud oral debe incluir más de uno de los siguientes criterios (Horowitz, 1986).

a. Comunicación uno a uno, como la de comentar la necesidad de un

programa de salud oral con el inspector escolar.

b. Presentación a grupos de información y educación, así como

demostraciones en las reuniones entre padres y maestros, adiestramiento en

servicio para maestros o reuniones de la organización.

c. Empleo de los medios de comunicación masiva como diarios, radio,

televisión, páginas en la red y periódicos escolares para informar a todos los grupos

55

sobre la necesidad de un programa de salud oral y de los planes de iniciarlo para

solicitar socios y proporcionar tanto retroalimentación como reforzamiento respecto

al valor y su eficacia.

d. Estrategias con las organizaciones comunitarias como coaliciones,

sociedades, consejos o comités para resolver problemas de salud locales, lograr la

asignación de recursos y realizar la valoración de las necesidades (Horowitz, 1986).

Participación de los estudiantes

Desde el punto de vista filosófico, todos los niños están aptos para recibir la

máxima información y atención odontológica preventiva primaria. Sin embargo, no

es viable el tratamiento óptimo en salud oral para todos los niños. Una vez que se

terminó el Nacional Preventive Dentistry Demonstration Program se demostró que

un alto porcentaje de las lesiones con caries se presenta en un bajo porcentaje de

escolares en gran riesgo (Klein, 1985). Estas estadísticas se parecen a las de un

informe final en el que 50% del personal asignado para la atención odontológica

sólo atendió 20% de los niños en gran riesgo (Seppa, 1991).

Por tanto, cualquier programa escolar diferente a la educación en el salón de

clases, a los enjuagues bucales fluorados o a las tabletas fluoradas, debe ser

cuidadoso en seleccionar a los niños con mayor riesgo como blancos elegibles de

una atención de nivel superior. Ya establecidos los criterios para definir el “gran

riesgo”, todos los estudiantes que los satisfagan deben ser elegibles para los

beneficios preventivos y de tratamiento. No se debe considerar el nivel

socioeconómico de los estudiantes, ya que la mala salud dental es igual entre

pudientes y pobres. De especial importancia es el hallazgo de un estudio en el que,

después de unos cuantos años de participación en un programa intensivo de

prevención de caries, las personas cambiaron de estar en gran riesgo a bajo riesgo

(Latho y Milan, 1983).

La colaboración estudiantil en las actividades del programa es un tema

importante. Tanto la participación como los involucramientos personales tienden

56

hacia un gran efecto sobre la conducta, las actitudes y creencias. Quizás la

participación activa promueva el interés en las medidas de prevención de la

enfermedad oral y en tener una boca saludable.

Una de las pocas oportunidades para el aprendizaje innovador con la

participación estudiantil se presentó durante el Children’s Dental Health Month

realizado cada año en febrero. Este programa, patrocinado por la American Dental

Association (ADA) y la American Dental Hygienist Association (ADHA), se inició en

1941 con la idea de ofrecer un foro anual para la salud odontológica. A través de

los años, ambas asociaciones han participado en el programa. El Children’s Dental

Health Month se ha convertido en el acontecimiento profesional de salud oral con

apoyo y reconocimiento en el medio. Constituye un momento en el que las

escuelas, en cooperación con fabricantes dentales, sociedades locales de

odontología e higienistas dentales y otros patrocinadores, instalan ferias de salud

para la población y los estudiantes.

Asimismo, como parte de estas ferias de salud los estudiantes se incorporan a

los eventos de entretenimiento, les aplican exámenes de detección, observan

demostraciones acerca de la protección de la cara y cuerpo mediante el cinturón y

bolsas de aire en los automóviles, participan en sesiones sobre los efectos mortales

del tabaquismo, además de que aprenden conductas promotoras de la salud.

Durante este período los estudiantes desarrollan carteles y los exponen,

comentan información nutrimental y aprenden que la odontología no es una

profesión a la que se le deba tener. La información de los eventos promueve el

interés de los estudiantes y refuerza el aprendizaje y desarrollo de actitudes

deseables hacia el autocuidado y la autoimagen.

¿Qué enseñar?

Las necesidades de los estudiantes en una escuela privada o distrito escolar

con los recursos disponibles (humanos, financieros y de equipamiento), señalarán

los servicios preventivos, de tratamiento, educativos y políticas necesarios.

57

2.8 Prevención de la caries dental

Fluoruros y selladores dentales

Los estudiantes necesitan aprender que la caries es una enfermedad

infecciosa con etiología multifactorial. Y también que puede prevenirse, detenerse y

revertirse, así como la manera de hacerlo. Debe decirse a los estudiantes que los

fluoruros, selladores de cavidades y fisuras y la terapéutica de remineralización, es

la mejor defensa contra esta enfermedad. También necesitan conocer los fluoruros

sistémicos, esto es, los diseñados para ingestión (fluoración del agua potable

comunal, del agua potable en la escuela y complementos dietéticos de fluoruro) así

como los fluoruros tópicos y los productos fluorados no diseñados para su ingestión

(pastas dentales, enjuagues bucales y fluoruros aplicados por el odontólogo).

Todos necesitan conocer que las vías principales de la acción de los fluoruros son

la inhibición de la desmineralización y facilitar la remineralización.

Selladores de cavidades y fisuras

En cuanto a selladores dentales, los estudiantes necesitan saber cómo

protegen de la caries a las superficies oclusales de los dientes, las edades a las

que deben utilizarse en los dientes y la necesidad de una posible reaplicación. Más

adelante, y muy importante, tanto ellos como sus padres deben saber que estos

dientes no siempre necesitan restauración con una obturación.

Dieta y Nutrición

La pirámide de los alimentos elaborada por el U.S. Department of Agriculture’s

deja en claro que los azúcares deben consumirse con moderación. Los azúcares no

sólo son insalubres para los dientes, sino que también están presentes en

alimentos cargados con grasas insalubres (pasteles, tortas, galletas, etc.) La

información básica sobre dieta y nutrición debe formar parte de toda educación

para la salud. Es necesario que los estudiantes comprendan que el consumo de

azúcar es un componente crucial del proceso carioso y que la caries ocurre por el

58

azúcar. Desde un punto de vista ideal, cuando se hable de la dieta y su vínculo con

la salud oral, debe informarse con énfasis los beneficios del fluoruro y cómo

remineraliza las lesiones incipientes, lo que evita que se conviertan en lesiones

abiertas, además de los selladores de cavidades y fisuras y medidas de higiene

oral. En los Estados Unidos, especialmente en los años recientes, se ha puesto

mayor cuidado en hacer dientes más resistentes a la caries con fluoruros y

selladores dentales. Quizá el mejor mensaje respecto a los dulces es que si se

debe consumir azúcares, debe hacerse en las comidas y con moderación. Es

importante que para estimular el consumo de bocadillos no azucarados no se

estimule los alimentos abundantes en grasas, en sodio o ambos.

Con frecuencia sucede que después de que el maestro habla sobre el azúcar

como causa de la caries y de sugerir que los niños eviten la ingestión excesiva y

frecuente de carbohidratos refinados, el niño va a la cafetería, encontrándose con

postres atractivos cargados de azúcar. La pregunta es ¿Cuál es el mensaje que les

llega realmente a los estudiantes: el mensaje que escuchan en el salón de clases o

el que ven, huelen, saborean y disfrutan en la cafetería?.

Las escuelas deben proporcionar un ambiente que promueva evitar la

ingestión excesiva de azúcar. Un método importante para alcanzarlo es que el

dietista escolar disminuya gradualmente los días de la semana en los que estén

disponibles estos bocadillos. Además, los postres pueden seleccionarse entre los

que sean nutrimentalmente saludables y limiten la cantidad de sacarosa. En ese

sentido, de la misma manera que el ingeniero hidráulico agrega fluoruro para

disminuir la caries en una comunidad, el dietista puede limitar el consumo de

azúcar en la población escolar.

Una segunda estrategia para reducir la ingestión de sacarosas por los

estudiantes es que el director o el inspector escolar retiren todas las máquinas

vendedoras de dulces y alimentos chatarra. Fundamentalmente, los ingresos

provenientes de estas máquinas utilizan a los niños para subsidiar los gastos

escolares no presupuestales. Muchas escuelas han retirado estas máquinas o

59

sustituido los bocadillos por otros más nutrientes, incluso por leche, fruta y jugos.

En Estados Unidos, estas máquinas todavía son un problema por que la venta de

dulces proporciona un ingreso importante para la mayor parte de las escuelas. Se

dispone de evidencia reciente que sugiere que el consumo de frutas y verduras

puede proporcionar un efecto protector contra los cánceres de cavidad oral (igual

que contra otros cánceres). El dietista y los coordinadores escolares pueden actuar

como guardianes de una mejor salud estudiantil al ejercer un mejor control del

surtido y de los productos en estas máquinas.

2.8.1 Prevención de la Gingivitis

Cepillado

La gingivitis se previene y revierte mediante el retiro mecánico de la placa de

manera sistemática. Por tanto, es importante que niños y jóvenes conozcan cómo

retirar la placa mediante el cepillo e hilo dentales sin lesionar los tejidos blandos.

Para algunos niños puede ser necesario y deseable el cepillado dental en el salón

de clases, pero en la mayor parte de los casos es impráctico. A pesar de enfatizar

el cepillado dental, surgen algunos problemas básicos. Muchos maestros están

dispuestos a enseñar la mecánica del cepillado en la medida que no tengan que

demostrar los detalles poco familiares del control de la placa. De hecho, el tema del

cepillado dental a menudo se olvida ya que la repetición frecuente puede

considerarse molesta para los estudiantes (Latho y Milan, 1983).

Aparte de los maestros de preescolar, muy pocos educadores están

dispuestos a incorporar el cepillado diario en el programa del salón de clases. La

necesidad cotidiana de almacenamiento higiénico y la sustitución continua de los

cepillos gastados o perdidos también representan importantes problemas para el

maestro. A menos que se tenga la sustitución gratuita de los cepillos dentales de

los menores, hay resistencia para dedicar el tiempo de clases para actividades en

las que algunos estudiantes pueden no beneficiarse por razones económicas o de

otro tipo. Finalmente, pocos salones de clases tienen suministro de agua y lavabos

60

necesarios para una programación conveniente del cepillado diario como una

actividad en el salón de clases.

A pesar de estos problemas, algunos programas en el salón han sido un éxito.

Muy poca, si es que ninguna, evidencia apoya el cepillado por sí solo para prevenir

la caries, es abrumadora la evidencia que apoya el beneficio del cepillado dental

con dentífrico fluorado. Por tanto, un objetivo de la instrucción del cepillado es

estimular a los niños para que utilicen un dentífrico fluorado, en vez de simplemente

enseñar el cepillado dental como un ejercicio.

Algunos voluntarios van a las escuelas a enseñar el retiro de la placa sin

proporcionar cepillos dentales para que los estudiantes practiquen. Este criterio,

aunque bien intencionado, puede enviar mensajes muy débiles, en especial entre

niños de menor estrato socioeconómico que no pueden adquirir cepillos dentales.

Es decir, la importancia de este procedimiento se pierde si el niño no tiene su

cepillo dental. Cuando la instrucción sobre el cepillado dental se proporciona en el

salón de clases es importante demostrar el procedimiento apropiado y proporcionar

los cepillos para observar a los estudiantes en la práctica y ayudarlos a corregir los

métodos inapropiados.

2.8.2 Prevención y detección temprana del cáncer de cavidad oral

El consumo de productos de tabaco y alcohol puede encontrarse en

estudiantes estadounidenses tan jóvenes como de 8 o 9 años de edad (O’Malley et

al, 1995). Recientemente, entre los jóvenes se ha presentado un aumento en el

consumo de cigarros y de tabaco para mascar (Silverman, 1998). La tendencia a

fumar se presenta en mujeres y varones, mientras que el consumo de tabaco sin

humo es sobre todo en varones. Las mujeres jóvenes de raza blanca fuman más

que las mujeres de color, a menudo como un medio de control de peso (Faulkner,

1996). Por tanto, los programas de intervención necesitan implantarse en los

grados iniciales mientras que los regímenes de apoyo deben estar en la totalidad

de las escuelas. Esto es, todas las escuelas deben estar libres de tabaco y drogas.

61

El consumo de productos de tabaco no debe permitirse en el ambiente escolar ni en

evento escolar alguno. Además, las disposiciones estatales y locales sobre la venta

de tabaco o alcohol a los menores debe reforzarse vigorosamente por todas las

comunidades.

A los estudiantes debe explicárseles los factores de riesgo, así como los

signos y síntomas de los cánceres de cavidad oral. También necesitan conocer el

examen para detectar este tipo de cáncer de cavidad oral y de que deben

practicárselo en caso de que fumen, masquen tabaco o consuman alcohol.

Además, deben observar sus bocas en busca de lesiones anormales,

especialmente si están en gran riesgo. Cualquier lesión oral o facial que no cicatrice

en dos semanas debe ser observada por un profesional de la salud.

Evitar el Tabaco y Suspenderlo

En el plan de estudios de cualquier programa escolar de salud oral deben

incluirse las intervenciones sobre el consumo de tabaco, evitarlo, habilidades de

rechazo e interrupción. Las pruebas de fumar se presentan en edades tempranas,

la mayoría de los consumidores inician las pruebas antes de la adolescencia

(Centres for Disease Control and Prevention, 1995). Cada año se informa de

30.000 casos nuevos de cáncer de cavidad oral, así como la muerte prematura de

8.000 personas, quienes consumen cigarros o tabaco sin humo están en un riesgo

mayor de contraer cáncer de cavidad oral que quienes no los consumen

(Silverman, 1998).

Los objetivos 3.4, 3.9 y 3.10 de Healthy People 2000 se refieren a juventud y

tabaco. Para responder a estos objetivos, los programas escolares en instituciones

de primaria y secundaria deben incluir intervenciones sobre el consumo de tabaco y

proporcionar a los estudiantes ambientes libres del mismo.

Información reciente estima que 35% de los adolescentes de raza blanca

fuma, pero las tasas entre los estudiantes de color han disminuido sustancialmente

de 40% a menos de 10% (Centres for Disease Control and Prevention, 1994).

62

Al parecer los programas escolares de prevención del tabaquismo pueden

retardar el inicio de consumo del tabaco (Glynn, 1990). Este factor tiene importancia

particular si se toma en cuenta la disminución en la edad del inicio del tabaquismo,

especialmente entre las mujeres jóvenes (Centres for Disease Control, 1989). Al

retardar el tabaquismo, los programas escolares poseen el potencial de:

1. Evitar que algunos estudiantes lo inicien,

2. Disminuir la posibilidad de que los estudiantes jóvenes se conviertan en

adultos consumidores regulares y

3. Facilitar que quienes se iniciaron, los dejen. Estos mismos principios

pueden aplicarse a los programas de intervención del consumo de tabaco para

mascar.

El Nacional Cancer Institute en colaboración con el Nacional Institute of Dental

Research ha proporcionado una lista de estrategias auxiliares para asegurar el

éxito de los programas escolares de intervenciones en el consumo de tabaco (Moss

et al, 1992). Debe prestarse mayor atención al contenido del plan de estudios. De

modo ideal, los temas sobre fumar y mascar tabaco deben introducirse en la

escuela primaria con refuerzo continuo durante la secundaria y continuar con

sesiones de refuerzo mayor en la preparatoria. Las materias referentes al tabaco

pueden integrarse en las unidades ya existentes del plan de estudios dedicadas a

prevenir el consumo de drogas o incorporarse en las clases de educación para la

salud, educación física o en ambas. Los entrenadores pueden tener mucha

influencia para persuadir a los atletas escolares de que interrumpan el tabaquismo

como parte del programa de entrenamiento.

Otro ingrediente básico para el éxito es la inclusión de contenidos sobre las

habilidades de rechazo (Centres for Disease Control, 1989 y Moss et al, 1992). Se

explica a niños y jóvenes la manera de resistir la presión de los compañeros y los

medios de comunicación mediante el desarrollo de habilidades para la toma de

decisiones en la solución de problemas, las que facilitan el rechazo de hábitos e

63

influencias indeseables. A los niños y jóvenes también debe decírseles que se den

cuenta que el consumo de tabaco no es la norma, además de tener efectos físicos

y estéticos adversos inmediatos y a largo plazo.

Una fuerte red de apoyo entre estudiantes, padres y maestros promueve el

éxito del programa. El involucramiento estudiantil es de principal importancia.

Aunque las sesiones debe dirigirlas un maestro, un educador sanitario o enfermera

escolar, los estudiantes pueden ayudar en el programa. Los ejercicios de

participación y modelamiento fortalecen la intervención del estudiante (Botlin,

1988). Otro componente crucial es el apoyo de los padres; sus valores opuestos al

consumo del tabaco y a favor de los programas incrementan la credibilidad en

éstos. Finalmente, los maestros, educadores sanitarios o enfermeras escolares

deben estar entrenados apropiadamente y comprometidos con el programa.

Para proporcionar una orientación a los futuros planeadores de los programas

se mencionan ejemplos exitosos; un proyecto conjunto de la American Cáncer

Society, la American Heart Association y la American Lung Association, es el

“Smoke-Free Class of 2000 Project” que aborda la necesidad de excluir a los niños

pequeños (Smoke Free Class of, 2000) Esta campaña educativa de advertencia

está centrada en los menores que ingresaron al primer grado en 1988 y que se

graduaron de la preparatoria en el año 2000. El programa se diseñó para ayudarlos

a:

1. Comprender que la salud se relaciona con elecciones personales basadas

en sólidas habilidades de toma de decisiones,

2. Estar más atentos a los factores que influyen en la elección personal,

3. Tener conciencia de que el consumo de tabaco es incompatible con una

imagen positiva, y

4. Expresar cada vez mayor apoyo por un ambiente libre de tabaco.

En el programa se incluían guías para el maestro, carteles y numerosas

actividades en el salón de clases.

64

La Ohio Division of the American Cancer Society diseñó un programa

educativo para disminuir el uso de tabaco para mascar. (UIT Smokeles Tobacco).

También incluye una guía para el maestro con planes de lecciones, sugiere

actividades en el salón de clases y comenta preguntas, panfletos, pruebas

preliminares posteriores a su lectura y carteles. El contenido es bastante amplio.

Los Centres for Disease Control and Prevention también han desarrollado un plan

de estudios para los grados de preescolar a tercero de secundaria titulado: “No lo

hago, no lo quiero” (I Don’t, I Won’t). Que está diseñado para educar a maestros,

sus padres y estudiantes, sobre los riesgos para la salud asociados con el consumo

de tabaco para mascar: Se incluye un manual del maestro, un rotafolio, libros de

caricaturas y transparencias.

Con frecuencia fumar y mascar tabaco se relacionan de manera positiva con

estrellas del atletismo, que a menudo sirven como modelos para los adolescentes

varones (O’Keefe, 1993). Apropiadamente, el 16 de Junio de 1993 el consejo

ejecutivo de la Liga Mayor de béisbol, el cuerpo de gobierno de este deporte,

anunció la prohibición en el campo de juego de todos los productos del tabaco para

todo empleado uniformado de la Liga Menor de Béisbol. De acuerdo con esta

política, no se permite el consumo de productos del tabaco en todos los espacios

destinados a los equipos. Los infractores se hacen acreedores a multas que van de

100 a 300 dls y la posible expulsión del juego (O’Keefe, 1993).

Desafortunadamente la prohibición no se extiende a la liga mayor de este deporte.

Glynn (1993) reitera la urgente necesidad de establecer programas eficaces

de rechazo e interrupción tempranos del tabaquismo al expresar que: “El día de

hoy, como en cualquier otro día del año, más de 3.000 adolescentes habrán de

fumar su primer cigarrillo en el camino hacia este hábito. Es de esperarse que en el

transcurso de la vida de estos 3.000 niños cerca de 23 serán asesinados, 30

morirán en accidentes de tránsito y alrededor de 750 los matarán las enfermedades

vinculadas con este hábito”.

Desde el escrito original de este capítulo, se ha publicado un artículo

sobresaliente que concede incluso mayor urgencia a lograr el rechazo y la

65

interrupción del hábito de fumar al relacionar cambios adversos en el sistema

inmunitario corporal para este hábito con el inicio, intensidad y tratamiento de la

periodontitis.

2.9 Odontología preventiva primaria en los deportes

Los deportes son un importante factor moral de los estudiantes atletas y el

equipo estudiantil. Durante el año escolar 1989-1990, la Ohio High School Athletic

Association, organismo que dirige los atletas de secundaria en el estado, agrupó

167.000 muchachos y 9.200 muchachas de los grados 9 a 11 como competidores

para el atletismo organizado con torneos (Renalli, 1991). En muchos de los

deportes las estructuras orales de estos atletas son muy vulnerables a la lesión.

Los agentes causales pueden ser un disco de jockey, una pelota de béisbol a

velocidades de 129 a 167 km/h, un tecleo “rompe huesos”, o un bat de béisbol

arrojado, o un codo detrás de una espectacular barrida en el baloncesto. Incluso los

resultados de una escuela reciente indican que el fútbol americano es el único

deporte en el cual la mayoría de los jóvenes usa protectores bucales y para la

cabeza (Newjack-Raymer, 1996).

En cada sesión de competencia los atletas se enfrentan a una probabilidad de

1% de lesión orofacial así como de 33, a 56% durante su carrera como jugador.

Para disminuir esta cifra se han desarrollado equipos, reglas y disposiciones

legales. Por ejemplo, el prototipo de los casos de cuero con acojinado para fútbol

americano se hizo de empleo generalizado al comienzo del siglo XXD, si bien se

volvió obligatorio hasta 1936. Hacia el decenio de 1950 los cascos de cuero habían

sido reemplazados por un plástico más protector. Sin embargo, los cascos protegen

el cráneo y los oídos más que la cara inferior y la boca.

En 1960, la American Dental Association y la American Association of

Physical Educations emitieron un informe en el que manifestaban el hecho de que

cuando los jugadores de secundaria no portaban protectores bucales, 50% de

todas las lesiones en el fútbol americano acontecían en y alrededor de la boca

66

(Johnsen y Winters, 1991). La ADA pronto emitió una resolución para exhortar a los

atletas participantes en deportes de contacto a que portaran protectores bucales

intraorales. Este objetivo dio frutos en 1962, cuando varias organizaciones

deportivas ordenaron el uso de protectores bucales. Se estima que se evitan cada

año entre 100.000 y 200.000 lesiones orales en los jugadores de fútbol americano

(Johnsen y Winters, 1991).

El cual no es el único deporte escolar para el que se necesita protección

orofacial. A nivel amateur los deportes que actualmente disponen de protectores

bucales durante las sesiones de práctica y en los juegos son: boxeo, fútbol

americano, jockey sobre hielo, lacrosse y jockey sobre pasto. Es interesante que la

Academy of Sports Dentistry haya listado 40 deportes diferentes, entre los que se

incluyen balón pié (fútbol), ciclismo, patinetas y baloncesto, en los que debe

considerarse la protección orofacial (Johnsen y Winters, 1991).

Un protector bucal se construye de plástico blando y se coloca entre las

denticiones del maxilar superior e inferior, ayudan a evitar el contacto violento entre

los labios, mejillas y dientes, así como entre dientes superiores e inferiores. El

protector reduce la posibilidad de maxilares fracturados, al igual que lesiones del

cuello, concusión, hemorragia cerebral, lesión nerviosa central grave, coma y

muerte. Si bien 87% de los colegios en la División I tienen odontólogos en los

equipos, por lo general es el entrenador del equipo quién selecciona los protectores

bucales (Ronalli y Lancaster, 1995).

Por ejemplo, en el fútbol americano antes del juego es responsabilidad de los

oficiales del juego verificar con los entrenadores, de los jugadores utilicen el equipo

protector reglamentario (Ranalli y Lancaster, 1993). De no aportar los protectores

bucales u otro equipo protector se aplican castigos, los cuales van de pérdida de

tiempos fuera hasta un regreso de cinco yardas. El menos cumplido es el mariscal

de campo. En el último decenio se ha enfatizado el empleo del equipo protector en

un esfuerzo por disminuir la posibilidad de lesiones sangrantes. En algunos

estados, cualquier lesión sangrante es motivo para que los árbitros retiren al

jugador, debido al incremento en la posibilidad de transmitir HIV.

67

Al fallar el protector bucal, una de las lesiones orofaciales más frecuentes, la

avulsión de los dientes, requiere tratamiento de urgencia a cargo del odontólogo.

Los dientes maxilares son los más vulnerables.

En presencia de una avulsión, el diente recuperado debe sostenerse por la

corona, lavarse y en seguida colocarse con suavidad en el sitio de origen. De no

poder insertarlo, se debe conservar húmedo y no permitir que se seque. La leche

es una buena solución de transporte en camino al tratamiento de urgencia en un

consultorio dental. Después de la reposición se recomienda un período mínimo de

inmovilidad de 7 a 10 días. Todo diente arrancado con las raíces plenamente

formadas debe tener tratamiento endodóntico (Camp, 1996).

También es importante, para prevenir las lesiones faciales graves insistir con

energía sobre el empleo del cinturón de seguridad en todos los grupos de edad,

especialmente entre los jóvenes quienes tienden a considerarse invulnerables. Los

accidentes automovilísticos lo que involucran a los jóvenes con frecuencia originan

lesiones orofaciales, de cabeza y de cuello, las cuales pueden disminuirse con el

uso apropiado de los cinturones de seguridad.

2.10 Programas de salud oral para niños en edad preescolar

En 1965 y bajo la Economic Opportunity Act. de 1996, se inició un programa

nacional preescolar, el Head Start, que proporciona oportunidades tempranas de

aprendizaje a los niños de escasos recursos. La atención de la salud y la educación

sanitaria, incluso el odontológico, han sido parte de este programa (Klass, 1981). La

atención odontológica incluye: exámenes anuales, servicios preventivos, atención

de vigilancia e instrucción en el salón de clases. En la actualidad, luego de cuatro

decenios de existencia, hay pruebas de que muchos centros Heart Start no

cumplen de manera uniforme con las U.S. Public Health Service Standards. De

acuerdo con su funcionamiento actual, el Head Start satisface las necesidades de

sólo una parte de la población elegible. (Nowjack-Raymer y Kupietzky, 1990-1993).

Sin embargo, algunos estados tienen excelentes programas de este tipo.

68

En la actualidad existen otros programas privados y públicos de preescolar, y

se espera que la cantidad aumente drásticamente si se establece una política

nacional de guarderías. Gran parte de los programas de preescolar estarán bajo los

auspicios de personas u organizaciones privadas con experiencia limitada en

educación para la salud, específicamente en los objetivos y prácticas preventivas

de la salud oral.

Desde el punto de vista académico, los programas de preescolar deben incluir

objetivos, planes de lesiones e instrumentos de valuación necesarios para medir el

avance de los objetivos. Incluso en la edad preescolar, pueden introducirse las

palabras, conceptos y habilidades importantes, vinculadas con la odontología

preventiva primaria, que más tarde serán reforzados en los grados escolares

superiores. En la edad preescolar, los niños están especialmente ávidos por

aprender y participar. A diferencia de la mayoría de las escuelas públicas, los

centros Head Start proporcionan cepillos y pastas dentales, así como la

oportunidad de utilizarlos. Algunos de estos centros dentales en comunidades sin

agua fluorada óptimamente también ofrecen programas de tabletas fluoradas.

Una innovación educativa sanitaria desarrollada por el U.S. Department of

Health and Human Services el programa Bright Futures, cuya misión es promover y

mejorar la salud, educación y bienestar de los niños, de las familias y comunidades

(Green, 1994). Ofrece orientación experta para otorgar los servicios de salud a los

niños y sus familias. Este proyecto incluye una sección excelente sobre salud oral

titulada Bright Futures in Practice: Oral Health (Casamassimo, 1996).

Ayuda para que los maestros enseñen

En el plan de estudios, la enseñanza de las matemáticas se hace más

complicada conforme el niño progresa de uno a otro grado. En el primer grado al

niño se le enseña a sumar, de manera que en el nivel preparatoria el joven adulto

es capaz de resolver problemas de cálculo. En muchas materias, como la química,

la información didáctica se refuerza con programas de laboratorio, el combinar

69

información y experiencia ayuda al desarrollo de las actitudes y habilidades motoras

en el estudiante. Para la enseñanza de la salud oral debería utilizarse este mismo

criterio. Los programas sobre salud oral deben planearse de manera que cada

grado superior reciba una diversidad y complejidad mayores de la materia de

estudio así como de experiencia práctica. Por ejemplo, los niños en la escuela

elemental poseen menos destreza que los estudiantes de secundaria. Por tanto, el

uso del hilo dental se enseña y comprende con mayor facilidad en los grados

superiores.

En el ámbito de la secundaria, los estudiantes deben tener un conocimiento

avanzado de la terminología, anatomía y funciones de la cavidad oral, así como de

la etiología y consecuencias de las enfermedades orales. También deben tener el

conocimiento para aceptar la responsabilidad de:

1. Prevenir la enfermedad oral,

2. Identificar en etapas tempranas las propias enfermedades orales, y

3. Procurar el tratamiento una vez que se sospecha o identifica la enfermedad

oral.

En otras palabras, a los estudiantes debe enseñárseles a abrir los ojos

cuando abran la boca frente al espejo.

El programa integrado Diente Parlanchín II

Con objeto de construir un plan de estudios integrado para la salud oral

aplicable de manera continua a los diversos grados escolares, primero es necesario

considerar la información que es relevante para cada grado. Un ejemplo de un plan

de estudios integral de grado a grado desarrollado para la enseñanza sanitaria

dental se tiene en el Diente Parlanchín II, un programa de nueva generación

desarrollado por el Texas Department of Health.

Este programa integral sobre salud oral está dirigido a estudiantes del nivel

preescolar hasta el tercero de secundaria. En 1993, con financiamiento asignado

70

por la legislatura estatal, la Texas Bureau of Dental Health Services utilizó

aproximadamente 20 higienistas y asistentes odontológicos para promover el

programa en todo el estado. Con ayuda de la Texas Dental Higienist Association,

cada año aproximadamente 76.000 niños reciben este programa.

Cada grado escolar tiene cinco lecciones centrales y dos de enriquecimiento.

La información sobre antecedentes para el maestro se proporciona como parte de

la lección. Las estrategias educativas se describen para integrar los temas

odontológicos en discusiones que involucren temas como idiomas, artes,

matemáticas y actividades científicas. Para facilitar la educación bilingüe el

programa se tradujo al español, desde preescolar hasta el tercer grado. Se tiene

planeado que todo el programa se bilingüe en todos los grados.

Además, el plan de estudios incluye diagramas de perspectiva y secuencia,

una unidad de prueba, sugerencias para el boletín del consejo, listas audiovisuales

y cartas sugeridas para envío a los padres. Está disponible para las escuelas un

video que ilustra las técnicas apropiadas de cepillado e hilo dentales. El plan de

estudios y los materiales de entrenamiento fueron diseñados, probados, evaluados,

probados de nuevo, reevaluados y revisados una vez más. Finalmente, antes de la

publicación del plan de estudios, fue revisado por especialistas en salud y en

educación por todo el estado.

Éste es un programa que nivela los temas de estudio con el grado escolar, de

información orientadora a los maestros y está disponible en dos idiomas para llegar

a los principales grupos minoritarios del estado. Para obtener el programa y

enseñarlo en el salón de clases, los maestros deben asistir a un adiestramiento

proporcionado por un higienista odontológico asignado a la región del estado que

utiliza un criterio multimedia. El programa tiene derechos reservados de autor, sin

embargo, los educadores de otros estados lo pueden obtener gratis y reproducirlo

según sea necesario.

71

Pongamos todo junto: programas de Salud Oral

El tratamiento no es la respuesta para resolver los problemas de salud oral de

los niños, en su lugar, la clave está en la prevención primaria. Desde un punto de

vista económico, hay poca racionalidad en tratar con gran costo una enfermedad

cuando ésta puede prevenirse con un costo mucho menor. Desde el punto de vista

humano, incluso hay poca razón para no desarrollar programas preventivos

intensos apoyados con planes de tratamiento para cuando la prevención falle. La

investigación ha demostrado que la caries incipiente puede controlarse en gran

medida con las técnicas disponibles actuales como la colocación de selladores y

terapéutica de remineralización, técnicas poco publicitadas y escasamente

utilizadas por los profesionales. (Horowitz, 1995). La gingivitis también puede

controlarse con una combinación de prácticas de higiene oral: profilaxis, sustancias

químicas y control manual de la placa.

En la actualidad el congreso está centrado en cómo puede proporcionarse

atención sanitaria a los 5 millones de niños menos privilegiados. Como base de

este esfuerzo, la atención debe ser aceptable, equitativa, accesible y disponible

para todos. Es crucial que los profesionales de odontología, educadores sanitarios

y dependencias de salud pública den los pasos necesarios para asegurar que la

salud oral esté presente en la planeación e implantación de tales esfuerzos

nacionales. Los directores estatales de odontología deben desempeñar una

participación importante para asegurar que esta disciplina médica comparta el

financiamiento disponible. Desafortunadamente, algunos estados en la actualidad

no tienen directores estatales de odontología y no pretenden ocupar estas plazas.

Al mismo tiempo han recortado o eliminado las actividades preventivas (Horowitz,

1995).

Existen varias ventajas en un programa escolar:

1. Los procedimientos preventivos o el tratamiento están disponibles para los

estudiantes,

72

2. Las clínicas escolares pueden ser menos amenazadoras que los

consultorios privados,

3. Los programas escolares odontológicos facilitan e incrementan la

efectividad de la enseñanza de los temas en salud oral, y

4. Los servicios odontológicos complementan los servicios escolares de

enfermería en cuanto a proporcionar atención total de la salud para los alumnos.

Un programa escolar combinado de educación, promoción y prevención

puede reducir en gran medida el tiempo de clases perdido en viajar a una

instalación de tratamiento. Los programas escolares también pueden evitar la

pérdida de tiempo de estudio debida al dolor y la aprensión, antes y después del

tratamiento. Esta pérdida de tiempo puede ser considerable, por ejemplo, en 1989

los niños perdieron más de 51 millones de horas escolares por problemas

odontológicos agudos (Gift et al, 1992). Los programas escolares combinados con

odontología educativa y preventiva, serían factibles y eficaces respecto al costo

para todas las escuelas desde el punto de vista personal, material y monetario. Lo

más importantes que con los programas escolares los dientes con caries, perdidos

u obturados (DPCO) de los alumnos demostrarían una disminución sustancial y

sostenida con el tiempo. Se han establecido unos cuantos programas de esta clase,

otros podrían establecerse a diferentes niveles, de conformidad con los

financiamientos disponibles.

Nivel I

Este debe incluir un plan de estudios de salud oral como el programa Diente

Parlanchín II. Con la disponibilidad de este plan, se lleva al mínimo la necesidad de

que los maestros o educadores sanitarios localicen y organicen las lecciones en un

campo poco familiar. Además, el maestro con ayuda de una enfermera escolar

puede realizar cada semana los enjuagues bucales fluorados o administrar

programas de tableta fluorada diaria. La enfermera puede ser la responsable de

73

preparar los enjuagues bucales o tener disponibles las tabletas de acuerdo con el

calendario aprobado por los maestros. Los educadores sanitarios ayudan a

coordinar e integrar todas las actividades de educación sanitaria, adiestramiento

extenso en los principios educativos y en salud además están acostumbrados a

trabajar con el profesorado de la escuela. Los regímenes de enjuague bucal o

tableta fluorados son fáciles de cumplir, económicos y eficaces. Cuando se dispone

de agua potable fluorada, ya sea en la comunidad o en las escuelas no debe

utilizarse ninguno de estos regímenes de autoaplicación de fluoruro, ya que puede

presentarse fluorosis.

Fluoración del agua potable escolar

Este método es similar al de fluoración del agua comunal en donde para que

las personas reciban los beneficios no se necesita más acción directa que consumir

el agua o los alimentos preparados con ésta. La fluoración del agua de la escuela

se utiliza sólo cuando dispone de un suministro independiente de agua, por lo

general, en las escuelas rurales. Estas instituciones son ideales para este criterio

ya que en el mismo complejo alberga todos los grados, desde preescolar hasta

tercero de secundaria y utilizan una fuente de agua. En el pasado esta medida

preventiva se usó en más de 600 escuelas federales en muchos estados.

En la actualidad, la necesidad de esta medida preventiva ha disminuido ya

que los suministros de agua en muchas escuelas rurales fueron incorporados a

sistemas de abastecimiento comunales óptimamente fluorados y a la disponibilidad

de numerosas fuentes adicionales de fluoruro, que incluyen los dentífricos y

enjuagues bucales. La concentración de fluoruro en los abastecimientos escolares

de agua es de 4.5 ppm. (U.S. Department of Health and Human Services, Public

Health Service, Center for Disease Control (1986). Este método se desarrolló y

probó en Estados Unidos en los decenios de 1950 y 1960. Los investigadores

encontraron una disminución de hasta 40% en la caries dental, después de 12

años. Los costos de instalación son relativamente caros y los trabajadores deben

74

recibir instrucción sobre operación, vigilancia y mantenimiento de la unidad de

fluoración.

Enjuague bucal fluorado

Estos programas constituyen el régimen escolar de fluoruro más popular en

Estados Unidos y generalmente están supervisados por los maestros de clase u

otros adultos voluntarios. Las disminuciones en la caries van de 20 a 25%, dato

conocido mediante estudios recientes (Burt, 1989). En su concepción original los

regímenes de enjuague bucal florado consistían en la mezcla de polvo de fluoruro

preenvasado con una cantidad específica de agua en un contenedor con una

bomba calibrada para dispensar 5 o 10 ml de solución que proporcione un enjuague

con fluoruro de sodio neutro a 0.2%. Después de la mezcla, la solución se

distribuye en vasos de papel para dar a los estudiantes. En la actualidad, la

mayoría de las escuelas ordenan soluciones premezcladas en contenedores

individuales. Este último criterio es algo más costoso, pero simplifica el

procedimiento para su uso en el salón de clases.

El empleo de soluciones premezcladas reduce el tiempo necesario de

personal plagado o voluntario a simplemente entregar un contenedor y una

servilleta a cada estudiante y en seguida supervisar el procedimiento. Se pide a los

estudiantes que pongan la solución en su boca y se enjuaguen vigorosamente

durante 60 segundos. Al dar las instrucciones se les pide a los alumnos que vacíen

el contenido de la boca en los vasos de papel y que sequen sus labios con la

servilleta. Después los productos de desecho se colocan en unas bolas de plástico

y se ponen en la basura.

Asimismo, el enjuague bucal fluorado usado en las escuelas está disponible

con o sin saborizante y endulzado o sin azúcar. Por lo general, este procedimiento

no se recomienda para los niños antes del primer grado, a menos que se realice un

adiestramiento intensivo con los menores para asegurar que no se traguen el

contenido del vaso. La solución semanal, ingerida reiteradamente con el tiempo

75

puede contribuir a la fluorosis entre los niños de 6 años de edad o menos, ya que

algunos de los dientes permanentes todavía están en desarrollo.

Tabletas dietéticas fluoradas

El uso de tabletas fluoradas en las escuelas es un método de administración

sistémica de fluoruro a los niños. Este régimen fluorado de autoaplicación se utiliza

sólo en comunidades en las que el agua suministrada no tiene suficiente fluoruro y

se ha usado en Estados Unidos y el resto del mundo por casi 40 años (Buró, 1989).

Todos los niños que participan en los programas de autoaplicación de fluoruro

deben tener el consentimiento de sus padres. Por lo general, un profesor de clase

previamente adiestrado para supervisar el procedimiento, primero entrega las

tabletas fluoradas a los estudiantes que participan.

En seguida se les instruye para que coloquen las tabletas en la boca y las

mastiquen por 30 segundos, a continuación la solución se expulsa con fuerza entre

los dientes durante otros 30 segundos, antes de pedir a los participantes que

deglutan la solución. Con este criterio se logran beneficios sistémicos y tópicos. El

procedimiento es de fácil ejecución, requiere poco tiempo y no existen productos de

desecho que tirar. Los estudios realizados en Estados Unidos demuestran que los

programas escolares con tableta fluorada proporcionan entre 20 y 30% de

reducción en nuevas lesiones cariosas. Al parecer una tableta fluorada diaria es

más eficaz que un enjuague bucal a la semana y los maestros también prefieren la

tableta (Driscoll et al, 1992). El mayor inconveniente es que se trata de un

procedimiento diario y algunos maestros lo objetan por eso

Cabe destacar que los efectos preventivos de la caries de los regímenes

escolares fluorados pueden no ser permanentes. Después de un estudio de

seguimiento de 11 años realizado en Noruega, se concluyó que los beneficios

residuales de los programas escolares con fluoruro disminuyen en función del

tiempo transcurrido entre la participación previa y el incremento de la vigilancia.

(Haugejorden et al, 1990). Por el contrario, encontraron buenos beneficios

postratamiento después de 11 años (Kobayashi et al, 1995).

76

Nivel II

Los programas del nivel 2 incluyen las actividades del nivel 1 más la inclusión

de un higienista odontológico al personal de salud escolar, su inclusión en un

programa de salud escolar es crucial. El higienista odontológico está educado para

planear y participar en programas escolares que incluyen profilaxis oral, diversos

métodos para impulsar la remineralización, enseñanza de los procesos de higiene

oral, asesoría en materia dietética, colocación de selladores de cavidades y fisuras,

así como la detección y referencia, en caso de sospechar patología oral para

diagnóstico y tratamiento definitivos. El higienista odontológico también sirve como

un recurso humano escolar.

Muchos distritos escolares o agencias de salud pública tienen unidades

móviles de odontología, que se utilizan para proporcionar a los estudiantes

programas de profilaxis y detección. En otros se usan equipos portátiles que se

instalan en cuartos específicamente diseñados por las autoridades escolares. Los

estudiantes adolescentes mayores tienen mayor probabilidad de presentar gingivitis

y cálculos. La profilaxis periódica durante los años escolares, a cargo de un

higienista odontológico puede ayudar a retardar el inicio irreversible de la lesión

gingival. Además, el contacto personal con este profesional puede motivar a los

adolescentes para el desarrollo de técnicas satisfactorias de retiro de la placa y

para entender la necesidad de procurar atención profesional cuando sea necesaria.

Las unidades móviles de odontología también pueden ser usadas por los

higienistas para la colocación de los sellos odontológicos. Estos son muy efectivos

como protectores de las superficies oclusales y de las cavidades y fisuras orales de

las superficies lingual y bucal, sitios donde se presenta hasta 90% del total de

lesiones cariosas. En la Third Nacional Health and Examination Survey, fase 1

(NHANESS III) 1988-1991, menos de 19% de los niños y adolescentes

estadounidenses entre los 5 y 17 años de edad tenía colocados uno o más

selladores (Selwitz et al, 1996). En comparación, en Finlandia es mayor la cantidad

77

de superficies oclusales cubiertas con selladores que frecuentemente se excluyen

de los estudios sobre superficies permanentes con caries, perdidas u obturadas

SPCO (Sepp et al, 1991).

Ripa et al (1989), han puntualizado correctamente que el uso combinado de

selladores y exposición a un régimen de fluoruro en la escuela, puede resultar en

una virtual eliminación de la caries en los niños de la escuela elemental. La

importancia de esta aseveración se subraya por que los programas de fluoruro o de

selladores no requieren de cumplimiento o modificación conductual para un

resultado exitoso, aunque los estudiantes deben contar con la autorización de sus

padres y recibir el procedimiento.

El costo de colocación de selladores por niño varía según se utilicen los

servicios de odontólogos, higienistas o auxiliares odontológicos. Una estimación de

1989 acerca del costo de los selladores varió entre 13.07 y 28.37 dólares (Buró,

1989). En contraste, la restauración de una lesión oclusal costó alrededor de 51.00

dólares. (Blair 1992), pero lo más importante es reconocer que una vez colocada

cualquier restauración necesita sustituirse, lo que debilita y compromete más al

diente, ya que la restauración es mayor en cada reposición.

Recientemente, se ha desarrollado un lineamiento, La “Invención Preventiva”,

para comprarse a precio nominal. Esta guía contó con el apoyo de la Maternal and

Chile Health Bureau of the Health Resources and Services Administration. El

estuche fue diseñado para usarlo en el desarrollo e implantación de programas de

selladores en las comunidades.

Nivel III

Un programa de nivel 3 consta de todos los requerimientos de los niveles 1 y

2 más una opción de tratamiento. Este nivel de un programa de salud oral involucra

la capacidad para identificar y referir para tratamiento, lo más pronto posible, toda la

patología identificada. Para llegar a este nivel se indican una detección anual de

78

todos los niños y una detección semestral de los niños clasificados como de gran

riesgo.

Un higienista puede trabajar al amparo de las legislaciones estatales que

permiten la clasificación con posible referencia a una instalación de tratamiento

(Wang, 1993). También puede identificar, durante los procedimientos sistemáticos

de profilaxis y de colocación de selladores, patología incipiente y referir a los

estudiantes para el diagnóstico definitivo y el tratamiento expedito.

En la actualidad, el método vigente a cargo del maestro y la enfermera escolar

del manejo de escolares con problemas orales, es enviar a casa una nota que

manifiesta la necesidad de tratamiento y la recomendación de llevarlo con el

odontólogo. Este criterio asume que los padres procurarán inmediatamente la

atención por un odontólogo privado o asistirán a una clínica de salud pública. A su

vez, se asume que cuando el odontólogo termine el tratamiento enviará una tarjeta

al higienista o enfermera escolares indicando que se ha tratado la patología motivo

de la referencia. Este tipo de sistema de referencia tiene la ventaja de que utiliza los

sistemas profesionales de entrega existentes en la comunidad estudiantil. Pero no

siempre funciona; no todos los padres responden con diligencia debido a la falta de

dinero, de seguros, apatía, o falta de tiempo disponible para llevar al niño con el

odontólogo. Esta fórmula de “sin dinero, sin prioridad y sin odontólogo, igual o sin

atención” es una ecuación elemental repetida incontables veces cada año en las

escuelas (Casamassino, 1995).

Otra opción para la referencia involucra celebrar un contrato con los

odontólogos practicantes para ofrecer procedimientos específicos por honorarios

predeterminados. En este caso, la referencia puede ser una transacción directa

entre el sistema escolar y el odontólogo. La factura remitida por el odontólogo una

vez terminado el trabajo es la verificación de que el menor recibió el tratamiento.

Una tercera opción con frecuencia es llevar al niño a una clínica de salud pública, o

en algunas comunidades las sociedades odontológicas han organizado a sus

integrantes como voluntarios para el tratamiento de los estudiantes necesitados.

79

METODOLOGÍA

1. Tipo de Investigación

La presente investigación se desarrollará bajo la modalidad de proyecto factible, ya

que permitirá la elaboración de una propuesta de un modelo operativo viable, o una

solución posible, cuyo propósito es satisfacer una necesidad o solucionar un

problema, como es el Diseño de un Programa de Promoción y Fomento de Salud

Bucal dirigido a los niños y adolescentes de la Unidad Educativa Elisa Faría

ubicada en la Parroquia Andrés Bello del Municipio La Cañada de Urdaneta.

En ese sentido, los proyectos factibles se deben elaborar respondiendo a una

necesidad específica, ofreciendo soluciones de manera metodológica. Es así que el

proyecto factible consistirá en la investigación, elaboración y desarrollo de una

propuesta de un modelo operativo viable para solucionar problemas, requerimientos

o necesidades de organización o grupos sociales; puede referirse a la formulación

de políticas, programas, tecnologías, métodos o procesos. De esta forma, el

proyecto factible debe tener apoyo en una investigación de tipo documental, de

campo o un diseño que incluya ambas modalidades. En este caso es una

investigación de tipo documental.

Al mismo tiempo, comprenderá las siguientes etapas generales: el

diagnóstico; planeamiento y fundamentación teórica de la propuesta; procedimiento

metodológico; actividades y recursos necesarios para su ejecución; análisis y

conclusiones sobre la viabilidad y realización del proyecto; en caso de su

desarrollo, la ejecución de la propuesta y la evaluación tanto del proceso como de

sus resultados (Universidad Experimental Libertador, UPEL, 1999).

2. Diseño de la Investigación

Esta investigación presenta un diseño de tipo no experimental, de corte

transversal. En resumidas cuentas, no se buscará intervenir o manipular el contexto

de la variable en estudio. A tal fin, Hernández, Fernández y Baptista (2006, p. 267)

80

aseveran que “los diseños no experimentales son aquellos donde no se manipulan

las categorías de estudio, sino se describen sus propiedades esenciales”.

Asimismo, el diseño será transversal, por cuanto la información necesaria para la

elaboración del programa se recolectará o se investigará en un solo momento, en

un tiempo único. En efecto, Hernández et al (2006) refieren que su propósito es

describir las variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado

(o describir comunidades, eventos, fenómenos o contextos). Es como tomar una

fotografía de algo que sucede.

Por otra parte, de acuerdo a la fuente de información, se considerará un

estudio de campo en la fase de diagnóstico en vista que la investigación se

realizará en el área objeto de estudio; es decir, los datos de interés se recopilarán

en la Unidad Educativa Elisa Faría de la Parroquia Andrés Bello, Municipio La

Cañada de Urdaneta, donde se manifiesta el problema, permitiendo a la

investigadora obtener información primaria suministrada directamente de las

unidades poblacionales involucradas, valiéndose de instrumentos válidos y

confiables.

A este respecto, Sabino (2007) afirma que el diseño de campo caracteriza a

los estudios realizados en el propio lugar donde se presenta el problema objeto de

investigación, permitiéndole al investigador conocer a fondo la situación y manejar

los datos con mayor seguridad, siendo que éstos son recabados directamente de la

realidad donde se manifiesta el problema.

Igualmente utilizará en la fase del diseño de la propuesta, un diseño

bibliográfico, siendo necesaria la recolección de información bibliográfica para la

elaboración de la misma ya que se empleará la recopilación de información de

textos, revistas de investigación, trabajos científicos y diferentes documentos de

Internet para el análisis documental y diseño de la propuesta..

3. Población

La población estará conformada por todos los niños y niñas, los maestros,

padres y representantes que asisten a la Unidad Educativa Elisa Faría, y los líderes

81

comunitarios de la Parroquia Andrés Bello del Municipio La Cañada de Urdaneta,

Estado Zulia, por estableciéndose como una población de tipo causal. Al respecto,

Selltiz (1973), citado por Hernández y otros (2006, p. 211) reporta: "una población

es el conjunto de todos los casos concordantes con una serie de especificaciones".

Dado que la población será finita, determinada y accesible, conformada por

menos de 100.000 unidades, se aplicará la técnica del censo. De acuerdo con

Chávez (2004), si la población está conformada con menos de 100.000 unidades,

se utiliza el censo poblacional, lo cual implica encuestar a la totalidad de la

población. Es decir, se analiza la totalidad de las unidades que conforman la

población de estudio (Sabino, 2007).

4. Técnica e Instrumentos de Recolección de los Datos

La técnica de recolección será la observación directa, para la fase de

diagnóstico mediante una encuesta que se realizará a los niños y niñas, a los

maestros, padres y representante de la Unidad Educativa Elisa Faría y líderes

comunitarios de la parroquia Andrés Bello del municipio La Cañada de Urdaneta,

apoyándose en el diseño de un instrumento tipo cuestionario con el fin de obtener

información necesaria para el diseño del programa. En efecto, según Arias (2006),

la técnica se refiere a las distintas formas o maneras de obtener información. Con

este alcance, los instrumentos son las formas materiales que se utilizan para

recolectar y almacenar la información.

Para la fase de diseño del programa de fomento y prevención de salud buical

se recolectará información documental, para obtener, escoger, extraer y registrar la

información relevante y necesaria a los efectos de la realización del trabajo, por lo

tanto comprende, la selección y evaluación del material y el registro de la

información.

En esta investigación se utilizará las fuentes secundarias de información las

cuales, son la información escrita que se recopilará y transcribirá por el

investigador.

82

Para el análisis de las fuentes documentales, que permitirán abordar y

desarrollar los requisitos del momento teórico de la investigación, se emplearán: la

observación documental, resumen analítico y análisis crítico. Igualmente, se

emplearán técnicas operacionales para manejar las fuentes documentales de

subrayado, notas, diseño y elaboración de la propuesta.

En virtud de la información requerida se utilizarán, para la parte documental,

archivos en computadora.

5. Análisis de los Datos

Para el análisis de los datos de la fase de diagnóstico, se empleará la

estadística descriptiva, apoyándose en el uso de tablas de frecuencias absolutas y

porcentuales y luego se diseñara la propuesta del programa de fomento y

promoción de la salud bucal según los resultados que se encontrarán con la

aplicación de la encuesta.

83

MARCO ADMINISTRATIVO

En esta investigación se utilizarán los siguientes recursos:

1. Recurso Humano

- Investigador.

- Tutor Académico.

2. Recursos Materiales

1. Lápices.

2. Bolígrafos.

3. Computadora.

4. Impresora Láser.

5. Impresora Deskjet.

6. Remas de papel.

7. Tinta.

8. Portadas.

9. Fotocopia de material bibliográfico.

10. Anillados.

11. Internet.

12. Portaminas.

13. Borradores.

14. Lápiz corrector.

84

3. Recursos Institucionales

Biblioteca de la Universidad del Zulia, Facultad de Odontología División de

Estudios para Graduados y de la Escuela de Odontología.

Unidad Educativa Elisa Faría.

4. Recursos Económicos

El costo será financiado por el investigador.

Cuadro 1

Costo total de la investigación

Tipo de Recursos Costos (Bs.) Recursos Humanos 9.530,80

Materiales 10.192,70

Total Bs. 19.723,50 Fuente: Elaboración propia

Cuadro 2 Costo de los recursos humanos

Recursos Humanos Hora/Mes Costo/Hora Total Investigador 100 55,00 5.500,00

Tutor Académico 20 * *

Total 120 128,70 9.530,80 * El tutor académico no recibirá remuneración adicional a la que percibe por la Universidad del Zulia.

Cuadro 3

Costo de los Recursos Materiales

Materiales Cantidad Costo Unidad (Bs.) Costo Total (Bs.) Lápices 12 1,00 12,00

Bolígrafos 3 3,60 10,80

Computadora 1 4.000,00 4.000,00

85

Cuadro 3 (Cont.)

Materiales Cantidad Costo Unidad (Bs.) Costo Total (Bs.) Impresora Láser 1 345,00 345,00

Impresora desjet 1 124,00 124,00

Remas de papel 5 12,00 60,00

Cartuchos de Tinta 5 100,00 500,00

Portadas 12 1,50 18,00

Fotocopia de material bibliográfico

1.950 0,10 195,00

Anillados 6 5,50 33,00

Internet 1 130,00 130,00

Portaminas 1 7,00 7,00

Borradores 2 0,50 1,00

Lápiz corrector 2 8,90 17,80

Total 2.200 4.739,10 10.192,70Fuente: Elaboración propia

5. Viabilidad

Esta investigación es viable en virtud de que existe disposición del recurso

humano formado para la planificación, ejecución y comunicación de los resultados

de la presente investigación. De igual manera, se cuenta con el apoyo institucional

de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Odontología de La

Universidad del Zulia y del apoyo y colaboración de los miembros de la Unidad

Educativa Elisa Faría. Parroquia Andrés Bello de La Cañada de Urdaneta.

En cuanto a los materiales y suministros necesarios para la realización de la

investigación, son de fácil adquisición por parte del investigador responsable,

además se encuentran disponibles en el mercado.

Asimismo, en cuanto a los recursos financieros, será financiada por el

investigador responsable, lo cual en este momento presenta solvencia económica

para asumir los gastos que generé el desarrollo de la presente investigación.

86

Cuadro 4 Cronograma de Actividades

2007 2008 Actividades

Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Revisión de la

Bibliografía

Recopilación de la información

Organización de la Información

Proyecto de investigación

Entrega del proyecto Aplicación del Instrumento

Registro y tabulación de los datos

Elaboración del informe

Revisión por parte del tutor y asesor metodológico

Entrega y presentación del

informe final

Fuente: Elaboración propia (2008)

87

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