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¡Proletarios de todos los países uníos!piattaformacomunista.com/UYL17.pdf · conoce como comunismo primitivo. Tras la llegada de los invasores euro-peos –portugueses y después,

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  • ¡Proletarios de todos los países uníos!

  • Edita:

    PCE (M-L)Unidad y Lucha nº 17

    Es una revista internacional que se publica en español, inglés, francés, turco, portugués y árabe, como órgano de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas, bajo la responsabilidad del Comité Coordinador de la Conferencia

    Pedidos; PCE (m-l):apartado de correos 41131, Madrid [email protected]

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    BRASILOrigen y desarrollo de la economía brasileña ...............................................Partido Comunista Revolucionario de Brasil -PCR-

    COLOMBIALa tendencia de izquierda: un destacadohecho político en América Latina ..................................................................Partido Comunista de Colombia (m-l)

    CHILELos comunistas y la lucha de los pueblos indígenas ...................................Partido Comunista de Chile (Acción Proletaria)

    ECUADORAsí nació el PCMLE ..........................................................................................Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador -PCMLE-

    ESPAÑASobre el carácter acientífico y antimarxistadel “socialismo del siglo XXI” ..........................................................................Partido Comunista de España (Marxista-leninista)

    FRANCIAAcerca de la crisis financiera ............................................................................Partido Comunista de los Obreros de Francia

    ITALIALa pauperización creciente del proletariado ...................................................Plataforma Comunista, de Italia

    MÉXICOOrientaciones de clase frente a los problemas del capitalismo ..................Partido Comunista de México (marxista leninista) PCM (m-l)

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    REPÚBLICA DOMINICANALa crisis económica de los Estados Unidos ysu Impacto en la República Dominicana ......................................................Partido Comunista del Trabajo -PCT-

    TURQUÍALos conflictos en el Cáucaso y Turquía ........................................................Partido Comunista Revolucionario de Turquía -TDKP-

    VENEZUELACon el surgimiento del PCMLV avanza elmarxismo–leninismo en Venezuela ................................................................Partido Comunista Marxista Leninsita de Venezuela -PCMLV-

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    Partido Comunista Revolucionario (PCR) - Brasil

    Brasil

    Origen y desarrollo de laeconomía brasileña*

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    n el año de 1500, cerca decinco millones de indíge-nas constituidos por cien-tos de pueblos distintos vi-vían de la caza, de la pesca

    y del cultivo de algunas especies. Se es-tima que esos pueblos hablaban cerca de1.300 idiomas distintos. No existía laexplotación de ningún hombre por otroy las riquezas existentes en este país per-tenecían a todos los habitantes. La tierra,por ejemplo, pertenecía a quien trabaja-ba en ella. Este régimen económico seconoce como comunismo primitivo.

    Tras la llegada de los invasores euro-peos –portugueses y después, holande-ses y franceses– que buscaban ampliarel comercio de mercancías de una na-ciente economía capitalista, las tierras ylas riquezas del Brasil pasaron a manosextranjeras. Sin embargo, antes hubouna gran batalla con los pueblos indíge-nas, en la cual cañones y espadas de losinvasores enfrentaron armas rudimenta-rias. En uno de los mayores genocidiosde la historia de la humanidad, millonesde indígenas murieron por no aceptar susometimiento al régimen de esclavitud.Hoy quedan 358.000 indígenas agrupa-dos en 215 pueblos (Fundación Nacio-nal del Indio – Funai, 2005).

    Después de la dominación estableci-da sobre los pueblos nativos, las prime-

    ras medidas de los opresores fueron aca-bar con la economía solidaria y estable-cer la explotación del hombre por elhombre. De este modo, las riquezas de-jaron de ser propiedad colectiva y pasa-ron a ser propiedad de la Corona portu-guesa u holandesa o de quien los gober-nantes de esos países autorizaran. Asísucedió en las capitanías hereditariasaún en el siglo XVI, cuando nobles ymilitares portugueses recibían extensio-nes de tierras brasileñas para explotar ya cambio pagaban impuestos a Portugal.

    Desde entonces Brasil dejó de ser unpaís libre para tornarse un país domina-do, perteneciendo sus riquezas a apenasuna minoría y estableciéndose la propie-dad privada de los medios de produc-ción.

    Al principio, los portugueses obliga-ban a los indígenas a extraer toneladasde madera pau–brasil, ue vendidas a Eu-ropa eran transformadas en tinta para te-ñir los tejidos usados por los nobles. Elaprisionamiento era la principal formade obtención de esclavos indígenas. Alser capturados, los indios eran forzadosa ejecutar el trabajo en las plantaciones,donde eran superexplotados y sufríanmaltratos.

    Después empezó la plantación de ca-ña de azúcar y la producción de azúcar

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    * (Extraído de las Tesis del Comité Central al 4º Congreso del PCR)

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    para exportación. El mismo sistema fueadoptado por los holandeses que se ins-talaron en Pernambuco. Como los indí-genas resistían mucho a la esclavitud,Portugal decidió en 1559 permitir el in-greso en Brasil de los esclavos llegadosdel África1. La trata de africanos, ade-más de ser una gran fuente de mano deobra, se caracterizaba por ser tambiénuna forma de obtener gran ganancia,pues además de los traficantes, lucrabatambién la Corona Portuguesa y hasta laIglesia Católica, que ganaba un porcen-taje sobre cada esclavo que entraba enBrasil. Pero los negros tampoco se en-tregaron docilmente y ocurrieron variasluchas contra la esclavitud.

    En los siglos XVI y XVII la econo-mía brasileña era esencialmente genera-dora de productos primarios, básica-mente azúcar, para una Europa que em-pezaba a desarrollar una economía capi-talista. Los trabajadores brasileños,principalmente indígenas y esclavos,eran violentamente explotados y dura-mente reprimidos cuando no aceptabanesa opresión.

    Los primeros héroes brasileños fue-ron Sepé Tiaraju, líder de la RepúblicaComunista Guaraní, que murió en com-bate en el día 7 de febrero de 1756, des-pués de seis años de luchas contra elejército unificado de Portugal y España;y Zumbí, quien lideró el Quilombo dePalmares, una república donde los escla-vos negros se tornaron hombres libres:plantaban, cosechaban y criaban anima-les en una tierra que pertenecía a todos.En 1654 el Quilombo de Palmares llegóa reunir 30 mil personas pero, despuésde varias batallas vencidas por la Coro-na Portuguesa, invadieron e incendiaronla república. Zumbí logró escapar delcerco con 2 mil hombres y siguió lu-chando contra los esclavizadores hastael día 20 de noviembre de 1695, cuandofue encarcelado, torturado y decapitado.Su cabeza fue expuesta en el centro de laciudad de Recife, capital del estado dePernambuco.

    En 1808 escapando del ejército fran-cés y por las riquezas de nuestro país, elrey de Portugal y su corte se instalaronen Brasil. Pronto los invasores formaronun ejército, abrieron los puertos brasile-ños, permitieron que las empresas ingle-sas y de otros países se instalaran aquí ycrearon un banco, el Banco de Brasil,para recaudar el dinero de los impuestosque el pueblo pagaba. Con esas medi-das, creció la expoliación del país y sedesarrolló la economía mercantil. Estosfueron los primeros pasos para la consti-tución de una economía capitalista enBrasil, régimen económico basado en lapropiedad privada de los medios de pro-ducción y en la explotación del hombrepor el hombre.

    Sin embargo, nada ha cambiado enrelación con la situación de las masastrabajadoras. Millones de indígenas–que perdieron sus tierras y las riquezasque en ellas se encontraban– y de hom-

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    1 Se calcula que más de siete millones de africanos fueron traídos a la fuerza a Brasil hasta el siglo XIX.

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    bres y mujeres que fueron traídos forza-damente desde el África y siguieron vi-viendo bajo régimen de esclavitud, en-cadenados, mal alimentados y sin ganarnada por su trabajo, pues todo lo queproducían pertenecía a los señores due-ños de los ingenios. Las clases ricas vi-vían de esa explotación y se apoderabande todo lo que producían los trabajado-res brasileños.

    Aún en el siglo XVIII otras grandesrebeliones sucedieron en Brasil, ahoracon participación de otras clases quetambién eran oprimidas por la CoronaPortuguesa. En esa lucha por la indepen-dencia de Brasil en relación a Portugal ypor una república, se destaca JoaquimJosé da Silva Xavier, Tiradentes. Tiran-dentes lideró la Conjuración Minera,movimiento que en 1789 luchó contralos altos impuestos cobrados por Portu-gal y por una república democrática eindependiente. Arrestado y muerto, sucuerpo fue descuartizado y su cabezaexpuesta en la ciudad de Vila Rica pororden del rey.

    En 1798, inspirados por la Revolu-ción Francesa de 1789 e insatisfechoscon la carestía y la opresión colonial, re-beldes se organizan en Salvador, estadode Bahía, para luchar por la República,por mejores sueldos y por la aboliciónde la esclavitud. Un traidor denunció almovimiento, conocido como Conjura-ción Baiana. Manuel Faustino dos San-tos, líder del movimiento y otros tres re-beldes, fueron condenados a muerte.

    En el siglo XIX nuevos cambios su-ceden en la economía brasileña. El cafése tornó el producto más importante deexportación y la región Nordeste deja deser la principal región económica delpaís, cediendo el lugar a la región Cen-tro–Sur.

    Aún en ese siglo, Joaquim do AmorDivino Rabello, Frei Caneca, importan-te héroe brasileño, lideró a tres mil revo-lucionarios en la Revolución Pernambu-cana de 1817, durante la cual fue insta-lado un gobierno republicano que duró74 días. Después de salir de la prisión en

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    1824, Frei Caneca organizó la Confede-ración del Ecuador. Esa rebelión fueviolentamente reprimida por el empera-dor Don Pedro II. Frei Caneca fue fusi-lado en plaza pública el día 13 de enerode 1825 por decisión de Don Pedro.

    Como se puede ver, las clases domi-nantes, para preservar sus intereses eco-nómicos y privilegios y defender su régi-men económico, siempre actuaron conbrutalidad en contra de todos aquellosque se alzaron por un Brasil libre y justo.

    El día 7 de septiembre de 1822 fueproclamada la independencia de Brasil.Pero se trató de una independencia for-mal, ya que el emperador de Brasil si-guió siendo Don Pedro I, hijo de DonJoão VI, quien asumió el lugar de su pa-dre cuando éste regresó a Lisboa. El 7de abril de 1831 Don Pedro I tambiénregresó a Portugal, pasando el trono a suhijo Pedro II, quien después del periodode la Regencia (1831–1840) se tornó elnuevo emperador de Brasil con apenas15 años de edad.

    Pero la estructura de clases en el paíscambió muy poco: por un lado estabanlas clases ricas –grandes propietarios es-clavistas, grandes negociantes, dueñosde minas y una burguesía mercantil– ypor el otro, los indígenas, los esclavos yun número pequeño de obreros.

    Entre 1840 y 1890 el café representa-ba 61,5% de las ventas externas brasile-ñas, el azúcar 10% y el algodón 4,2%.Las inversiones de capitales inglesescrecían en la economía, asumiendo elcontrol de los buques, de las ferrovías yde las industrias que empezaban a sur-gir, como también del 50% de las expor-taciones de café y de azúcar.

    También en esa época surge la deu-da exterior en Brasil. De 1852 hasta el

    fin del Imperio, Brasil ya había realiza-do once préstamos por el valor de 60millones de libras esterlinas2. Dineroque el pueblo debería pagar, pero quehabía sido utilizado en beneficio de lasclases dominantes, del emperador y desu corte.

    La economía mundial crecía y de-mandaba más productos para el merca-do. Era necesario desarrollar la produc-ción en los países que conformaban laperiferia del sistema capitalista mundialy esto sólo era posible con la existenciade trabajadores asalariados y no apenasesclavos sin sueldos. Brasil no teníagran población pues millones de indíge-nas habían sido asesinados y más de lamitad de la población era conformadapor trabajadores esclavizados.

    En 1850, para atraer mano de obra alpaís se implantó la ley de propiedad pri-vada de la tierra, acabando el sistema deconcesión por la Corona. Campesinospobres de Europa, principalmente deItalia y Alemania, ante la posibilidad detener acceso a tierra fértil, migraron ha-cia Brasil en las décadas siguientes. Alllegar aquí, vieron que la realidad eraotra: la tierra pertenecía a una minoría ylos trabajadores emigrantes sólo podríanalimentarse si vendieran su fuerza detrabajo a los dueños de las propiedades,es decir, si trabajaran a cambio de unsueldo. El día 13 de mayo de 1888, fru-to de la lucha de los esclavos y de variosdemócratas, ocurre el fin oficial de la es-clavitud en Brasil.

    Con el lucro obtenido por las expor-taciones, principalmente la comerciali-zación del café, los cafeteros empezarona realizar inversiones en instalación defábricas buscando atender las necesida-des del mercado exterior y del mercadointerno, que crecía con la adopción deltrabajo asalariado. El número de indus-

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    2 Libra esterlina - moneda oficial de Inglaterra en el siglo XIX.

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    trias salta de 200 en 1881 a más de 600en 1889 y el número de trabajadores dela industria pasa de 3.000 en 1881 a 54mil en 1890. El avance del capitalismoes de tal forma, una excelente oportuni-dad para que los empresarios agrícolasaumenten sus fortunas.

    El Imperio, que representaba básica-mente los intereses de Portugal y de losterratenientes esclavistas y de grandesnegociantes, pierde fuerza con el surgi-miento de las nuevas clases sociales ge-neradas por el capitalismo. Un gran mo-vimiento popular se desarrolla a favorde la República y contra la Monarquía.Las clases ricas, temerosas de lo quepodría suceder, usaron al ejército paradar un golpe y decretar el fin de la mo-narquía, proclamando la República enel 15 de noviembre de 1889. Pero elcambio de la forma de gobierno, de mo-narquía a República, no cambió el he-cho de que el país siguiera dominadopor los terratenientes y por una burgue-sía nacional dependiente y asociada alcapital extranjero.

    El siglo XIX termina con Brasil co-mo una república capitalista, que teníacomo objetivo generar ganancias princi-palmente por medio de la exportación dematerias primas, en particular el café yel azúcar e importando la mayoría de losproductos que consumía. El énfasis en laexportación era tan grande que en esaépoca Brasil importaba 30% de los ali-mentos consumidos.

    Entre 1889 y 1907 el número de fá-bricas existentes en el país pasa de 600 a3.258 (30% de ellas en Río de Janeiro).Aún en 1907, el número de obreros lle-ga a 150 mil, entre trabajadores de la in-dustria, ferroviarios (trenes), construc-ción civil, zapateros, entre otros.

    En 1920 São Paulo se torna el mayorcentro industrial del país con 40% de laproducción, y Río de Janeiro, 30%. La

    mayoría de esas industrias eran textil yalimenticia y el número total de obrerosera de 275 mil. En ese año, 1920, la po-blación brasileña era de 20 millones dehabitantes y cerca de 64% vivían en elcampo. Claro que la industrialización serealizó anclada en el Estado brasileño,que usaba los recursos de los impuestospara desarrollar la infraestructura y fi-nanciar a los capitalistas la instalaciónde sus empresas.

    En las tres primeras décadas del sigloXX varias crisis económicas y políticassacuden al país. Con la influencia de lagran revolución socialista rusa de 1917,liderada por el Partido Comunista Bol-chevique Ruso, el movimiento obrerobrasileño tuvo gran impulso. Variashuelgas se organizaron y se fundaronsindicatos por los trabajadores. En 1922se funda el Partido Comunista en Brasil.

    En la década de 1930, la economíabrasileña está controlada por la burgue-sía industrial nacional y, en particular,por el capital extranjero que en búsque-da de ampliar sus ganancias instalaba fi-liales de sus industrias, bien para explo-tar el mercado interno y la mano de obrabarata, o bien para exportar a sus paíseslos productos que se fabricaban aquí.Esas clases eran propietarias de las in-dustrias y de la tierra, de los medios deproducción existentes en Brasil.

    Pero además de invertir en la indus-tria, el capital busca dominar también la

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    agricultura. En consecuencia, el trabajoasalariado avanza en el campo, haciendonacer el proletariado rural.

    Es importante recalcar que ese desa-rrollo del capitalismo en Brasil ocurrióen medio de grandes crisis económicasmundiales y disputas entre las potenciasimperialistas por mercados y para apro-piarse de las riquezas de los pueblos me-nos desarrollados. Así, sucedieron laPrimera Guerra Mundial, de 1914 a1918 y la Segunda Guerra Mundial, de1939 a 1945.

    De ese modo el capitalismo se desa-rrolla en Brasil con la burguesía nacio-nal subordinada y asociada al capital ex-tranjero, que en esa época ya controlabaimportantes sectores de la economía co-mo las finanzas (bancos), bienes de ca-pital, alimentos, vestuario, calzados,material de electricidad, químico–far-macéutico, etc.

    Para consolidar la hegemonía de laburguesía, ocurrió un nuevo golpe mili-tar y una Junta asumió el gobierno fede-ral en 1930 y dio posesión a GetúlioVargas, que había perdido las eleccionesal candidato de la situación, Julio Pres-tes, pero tuvo gran apoyo en los centrosurbanos y alegó fraude.

    En julio de 1935 el gobierno de Var-gas prohibió la Alianza Nacional Liber-tadora (ANL), organización dirigida porlos comunistas y que defendía la refor-ma agraria, el fin de la subordinación deBrasil a los países imperialistas y másderechos para los trabajadores. En no-viembre de 1935 los comunistas organi-zaron una rebelión popular en el paíscon el objetivo de instalar un gobiernorevolucionario antiimperialista. La re-presión del Estado fue violenta: más de6.000 personas fueron arrestadas, entreellas los líderes de la insurrección: LuisCarlos Prestes y Olga Benário.

    En 1937 Getúlio, apoyado por lasfuerzas conservadoras y burguesas, sus-pendió las elecciones, extinguió los par-tidos políticos, decretó intervención enlos sindicatos y gobiernos estaduales,acabó con la libertad de prensa y desen-cadena una fuerte represión al movi-miento popular y a los comunistas, im-plantando un estado fascista llamadoEstado Novo.

    El “Estado Novo” (1937–1945) in-vierte fuertemente en la economía paradesarrollar el capitalismo. La industriacreció y los productos textiles pasaron aocupar el segundo lugar en las exporta-ciones, atrás apenas del café. Constru-yen la Companhia Siderúrgica Nacio-nal (CSN) en Volta Redonda (Río deJaneiro).

    Desde entonces, las relaciones deproducción capitalistas son las domi-nantes en la sociedad brasileña inclusiveen el campo, consolidando la burguesía

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    y el proletariado (la clase obrera) comolas dos principales clases de la sociedadbrasileña.

    En la década de 1950, el Estado bra-sileño busca apoyar e impulsar el desa-rrollo capitalista. Apoya a grandes indus-trias extranjeras para instalar fábricas enBrasil, construye nuevas autopistas, am-plía la industria de acero y las plantas hi-droeléctricas y busca ampliar al máximola infraestructura para las industrias.Después de un gran movimiento popu-lar, la campaña “El petróleo es nuestro”,se decreta el monopolio estatal del petró-leo y se crea Petrobras. En la agricultura,la mayoría de los terratenientes recibengran financiamiento público para formargrandes empresas agrícolas y empezarlas bases del agronegocio3.

    El valor de la producción industrialsupera el valor de la producción agríco-la en la década de 1950 y en los años si-guientes, la clase obrera tiene un grancrecimiento. En 1980, 22% de los obre-ros trabajaban en fábricas con númeromedio de 850 trabajadores por unidad4.

    Pero el crecimiento del capitalismono trajo beneficios al pueblo brasileño.Los obreros recibían bajos sueldos, te-nían largas jornadas de trabajo y loscampesinos eran desalojados de sus tie-rras. Los soldados y marineros eran hu-millados en las Fuerzas Armadas y su-frían duras puniciones impuestas por suscomandantes.

    En los años 60, el movimiento popu-lar se desarrolló con gran velocidad.Trabajadores, estudiantes, mujeres yhasta militares (soldados, cabos y sar-gentos) se movilizan y luchan para cam-biar la injusta estructura económica,

    causa principal de las pésimas condicio-nes de vida del pueblo.

    Para atender a las reivindicacionespopulares, el gobierno João Goulartadopta varias medidas progresistas: li-mitación del envío de utilidades al ex-tranjero, expropiación de las refineríasprivadas, control del ingreso y salida decapitales extranjeros, reforma bancaria,expropiación de tierras valorizadas porinversiones públicas, garantía y amplia-ción de los derechos de los trabajadorescomo sueldo mínimo familiar, reformaagraria y reforma universitaria.

    En marzo de 1964 las Fuerzas Arma-das, apoyadas por el gran capital extran-jero y nacional y principalmente por elimperialismo norteamericano, una vezmás dan un golpe militar para mantenerlos privilegios de las clases dominantese impedir los cambios en favor de los es-tratos más pobres de la población.

    La dictadura y el falso milagro económico

    Después del golpe militar, la con-centración de ingresos en Brasil se tor-

    ORIGEN Y DESARROLLO DE LA ECONOMÍA BRASILEÑA

    3. La definición que usamos aquí de agronegocio es la de haciendas modernas que utilizan grandes extensiones de tie-rras y se dedican al monocultivo, es decir, se especializan en un solo producto, tienen alta tecnología, gran mecaniza-ción y poca mano de obra, pagan bajos salarios, usan intensivamente agroquímicos y semillas transgénicas y su pro-ducción está volcada a la exportación.

    4. Retrato do Brasil. Editora Manifesto. 2007.

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    nó una de las más importantes del mun-do. Grandes monopolios extranjeros ynacionales pasaron a dominar los másimportantes sectores de la economía yla dependencia exterior de Brasil seagravó. Para tener una idea, los sueldosfueron reducidos a la mitad entre 1980y 1983, según datos de la Orden de losEconomistas de São Paulo. El desem-pleo tuvo un salto gigantesco y lo mis-mo sucedió con el subempleo. Comoresultado, el país llegó a 1984 con 25millones de menores pobres y abando-nados.

    La deuda exterior brasileña, que erade US$ 3,2 miles de millones en el 10 deabril de 1964, pasó a 100 mil millonesde dólares en 1984. Un crecimiento de10.000%.

    Es importante recordar que la deudaexterna benefició únicamente a las gran-des familias capitalistas de Brasil (due-ños de centrales azucareras, banqueros ygrandes empresarios) que recibieronesos préstamos para ampliar sus rique-zas y aumentar la expoliación del país ydel pueblo. Y más: estos contratos fue-ron autorizados a través de “decretos si-

    gilosos”, es decir, fue un endeudamien-to rigurosamente clandestino y comple-tamente ilegal, en el cual Brasil llegó aaceptar la imposición de que los asuntosde la deuda fueran juzgados en los forosde Londres y Nueva York.

    La agricultura siguió el mismo mode-lo que venía desde Brasil Colonia: pro-ducción volcada a la exportación, fo-mento a la formación de grandes empre-sas capitalistas y de concentración agra-ria. De un lado, crece el número de gran-des empresas en el campo; de otro, eléxodo rural, con miles de familias cam-pesinas expulsadas de sus tierras y mi-grando hacia las grandes ciudades enbúsqueda de trabajo.

    Para garantizar la permanencia deese perverso modelo económico, comu-nistas y liberales demócratas fueronarrestados; organismos estudiantilesfueron clausurados y universidadesfueron invadidas por la policía; sindica-tos sufrieron intervenciones, líderessindicales fueron detenidos y se prohi-bieron huelgas. La prensa fue amorda-zada, decenas de periodistas encerradosen la cárcel y las redacciones invadidas

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    por policías para censurar artículos yhasta ediciones completas; canciones yobras de teatro eran censuradas todoslos días y actores y cantores eran perse-guidos. Miles de funcionarios fuerondespedidos de sus puestos; se interpu-sieron 5 mil denuncias contra 40 milpersonas y Brasil rompió relaciones di-plomáticas con Cuba. A diputados seles retiró sus mandatos y el CongresoNacional fue cerrado. Decretos y leyes–como el Acto Institucional Nº 5, y eldecreto–ley 477– eliminaron las pocaslibertades que todavía existían y pusie-ron al país bajo un régimen de terrorque no era muy distinto del régimen na-zi de Hitler.

    Los comunistas se organizaron clan-destinamente y no midieron sacrificiosen la lucha contra la dictadura. Al finalde los años 70, la clase obrera organizóvarias huelgas y retomó sus sindicatosmás importantes; los estudiantes reali-zaron mítines por las libertades demo-cráticas y entidades cerradas, como laUnión Nacional de Estudiantes (UNE)y la Unión Brasileña de Estudiantes de

    Secundarias (UBES), fueron recons-truidas.

    En la década de 80, más y más perso-nas se incorporaron a la lucha contra ladictadura y las manifestaciones se torna-ban masivas. Ya no eran miles sino millo-nes ocupando las calles. Después de másde dos décadas de lucha, los golpistas yano podían mantenerse en el gobierno ytrataron de preservar lo esencial.

    Rumbo a la revoluciónsocialista

    Después de 21 años (1964-1985), ladictadura militar que asesinó a cientosde comunistas, entre ellos Manoel Lis-boa, Emmanuel Bezerra – dirigentes delPCR – Carlos Marighela, Santo Dias eIara Iavelberg, y tornó a Brasil uno delos países más desiguales del mundo,fue derrotada. Ocurrieron elecciones di-rectas y el país volvió a ser una demo-cracia burguesa, pero los trabajadoressiguieron sufriendo con el desempleo y

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    los bajos sueldos. Los campesinos si-guieron sin acceso a la tierra y a una ver-dadera reforma agraria, mientras la eco-nomía brasileña se mantuvo bajo el con-trol de algunos cientos de familias quese apropian de todas las riquezas produ-cidas por los trabajadores.

    Del golpe militar fascista de 1964hasta derrocar a ese sanguinario régi-men, fueron 21 años de resistencia he-roica y sin temores. En ese periodo,cientos de revolucionarios se levantaroncon las armas en manos y dieron sus vi-das por la derrota del régimen militar delos explotadores y por la revolución bra-sileña. Honran y son motivo de orgullo

    por parte de la clase obrera y del pueblo.

    Todas esas luchas y toda la historiade Brasil evidencian que el proletaria-do, los campesinos, los estudiantes, losintelectuales revolucionarios y el pue-blo nunca se rindieron y desde hace si-glos mantienen una lucha sin treguacontra los opresores y los explotadores.Siguiendo ese camino revolucionario deentregar la vida a la causa del proleta-riado y a la revolución brasileña, nues-tro Partido y todos sus militantes segui-rán la marcha por la liberación del pue-blo y por la construcción de una socie-dad socialista en Brasil.

    CONFERENCIA INTERNACIONAL DE PARTIDOS Y ORGANIZACIONES M-L.

    UN I D A D Y L U C H A Nº 17

    ¡Que vivan Manoel Lisboa, Amaro Luiz de Carvalho, Emmanuel Bezerra y Ma-noel Aleixo!

    ¡Nuestra victoria es segura! ¡La revolución socialista vencerá!

    Septiembre de 2008.

    Comité Central del Partido Comunista Revolucionario (PCR)

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    La tendencia de izquierda:un destacado hecho político

    en América Latina

    Partido Comunista de Colombia (Marxista – Leninista)

    Colombia

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    LA TENDENCIA DE IZQUIERDA: UN DESTACADO HECHO POLÍTICO EN AMÉRICA LATINA

    como afirmación que no sepuede desestimar, el ana-lista James Petras afirmó:“Pensar que Latinoaméricaestá encaminándose hacia

    la izquierda es una exageración triunfa-lista poco seria” (Entrevista en la páginaWeb Rebelión, 23 de mayo de 2008). Laconsideramos una muy desacertada con-clusión. Compartimos con los camara-das del PCMLE sus análisis sobre el es-tado del movimiento de masas en el sub-continente americano que nos llevan aconcluir junto con ellos, acerca de laconformación y existencia en Américalatina de una gran tendencia patriótica,antiimperialista, democrática, de iz-quierda y revolucionaria,

    No repetiremos los argumentos quedan sustento a esta afirmación y remiti-mos a la lectura del artiículo del PCM-LE publicado en la revista “Unidad yLucha” Nº 14, “América Latina y la re-volución social del proletariado”; en es-te artículo nos proponemos hacer refe-rencias y precisiones necesarias paracontribuir a una mejor comprensión delos fenómenos sociales, económicos ypolíticos que recorren nuestra América ysalirle al paso a críticas incorrectas so-bre los procesos en curso que, en lugarde ayudar a elevar la conciencia de lasmasas, confunden a dirigentes, a las ma-sas de la clase obrera y a los pueblos yafectan su moral y compromiso con lalucha.

    Los pueblos hacenla historia

    Partimos de que la clase obrera, elcampesinado, los sectores populares sonel núcleo fundamental de la tendencia,al cual se suman múltiples sectores declase y de las capas medias. Los deno-minados “gobiernos alternativos” hacenparte de la tendencia pero no son la ten-dencia, son el producto importante delacumulado de lucha de los sectores fun-damentales, son una expresión de laconfrontación al igual que la huelga, elparo, el corte de rutas, la lucha armada,la toma de tierras, desde luego con dife-rencias y similitudes propias de la reali-dad concreta de cada país y del desarro-llo desigual en todos los ordenes y for-mas de lucha.

    Estos gobiernos se logran como re-sultado de la rebeldía popular, indepen-diente de su eficacia y concepción tratande tomar medidas para responder a unaexpectativa popular, lo que en efecto nolos hace revolucionarios. Son de iz-quierda en el sentido de reflejar y asumirposiciones democráticas con manifesta-ciones antiimperialistas, que son bande-ras en común en la tendencia junto al re-chazo a la política económica imperia-lista el neoliberalismo, la guerra y el sa-queo de los recursos naturales.

    Por eso no es correcto, como lo hace

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    UN I D A D Y L U C H A Nº 17

    el señor Jame Petras (en entrevista pu-blicada en Rebelión, el 23-05-08), igua-lar los alcances de estos gobiernos, sucomportamiento, con el desarrollo de latendencia de izquierda que es muchomás amplia y la cual niega al negar lasposibilidades para ampliar la lucha delas masas y avances de dichos gobier-nos. Desconocer los movimientos de-mocráticos y progresistas, las posicio-nes que van hacia la izquierda así no lle-guen a ser revolucionarias es una nece-dad izquierdista que afecta la moral po-pular al no mostrar que es posible lu-char, avanzar y vencer.

    No menos importante es la polémicasobre el socialismo que está en marchaen el continente, como señal de las limi-taciones de los “gobiernos alternativos”que se mueven en el marco del sistemacapitalista, que obligan pensar en la re-volución y no sólo y predominantemen-te en las reformas.

    Un asunto clave de la luchapolítica: el problema

    del poder

    Es necesario precisar que gobiernono es equivalente a PODER, pero en es-

    to y en el concepto de Estado, Petras sealeja de una visión científica, no se co-noce su apreciación general sobre el pa-pel de las fuerzas armadas como pilarcentral del Estado, asunto que no abordade fondo ni cuando habla de las FARCen Colombia, lo pasa por alto, perdiendotoda profundidad en el análisis de la co-rrelación de fuerzas.

    La carencia de la toma del poder y deun partido revolucionario que dirija lalucha popular hace que los gobiernos al-ternativos sean presa fácil de las presio-nes burguesas e imperialistas. Esto seconfirma en la afirmación final de Pe-tras al balancear los resultados del refe-rendo del pasado diciembre en Venezue-la: “El referendo y su resultado, aunqueimportante hoy día, es sólo un episodioen la lucha entre el capitalismo autorita-rio imperial y el socialismo democráticode los trabajadores.” (Rebelión11/12/07).

    A más de dejar planteada la discusiónsobre qué es el “socialismo democráti-co”, al parecer bajo el poder burgués,que se defiende en este caso, parece serque el señor Petras deliberadamente en-reda una cosa con otra, asunto muy deli-cado, pues lo que haga o deje de hacer

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    un presidente de estos gobiernos (Ecua-dor, Bolivia, Venezuela) no define elrumbo de la tendencia de izquierda enAmérica Latina. Una alternativa popularexige la existencia de un partido u orga-nización política de vanguardia que conesa inspiración y guía política canalicela inconformidad popular y de la batallaestratégica por la toma del poder, que noes un equivalente a tener el gobierno,que no puede darse por la vía electoral,que exige derrocar a las oligarquías proimperialistas con la insurrección popu-lar armada.

    El valor de la guerra popular en Co-lombia, de la violencia revolucionariade masas en las barricadas y contra lospiquetes policiales y para defenderse delos golpes de Estado reaccionarios, sonformas que va tomando la guerra civildel pueblo contra la oligarquía y el im-perialismo.

    La acelerada y aparatosa marcha ha-cia la gran recesión–depresión económi-ca del sistema capitalista–imperialistagenera una situación de más polariza-ción de clases, de crisis políticas de dis-tinta profundidad, de luchas inter bur-guesas e inter imperialistas que agrietanmás el eslabón débil Colombia–Vene-zuela–Ecuador, por tanto, es necesariofortalecer los partidos revolucionariosde clase y consolidar los triunfos antiim-perialistas y democráticos para acumu-lar fuerzas en dirección al salto revolu-cionario hacia el poder popular y el so-cialismo.

    En América Latinaes posible y necesario

    avanzar en el diseño deuna estrategia común

    Esta estrategia debe partir de una vi-sión de clase proletaria. Debe tomar enconsideración los factores comunes a

    estos países. Los aspectos socioeconó-micos, políticos y militares, la depen-dencia del imperialismo norteamericanoprincipalmente, las tradiciones históri-cas y las luchas conjuntas libradas, laagudización de las crisis y sus secuelas,las contradicciones sociales en la región,y la necesidad de un gran frente unifica-do que pueda derrotar a los enemigos denuestros pueblos, son rasgos comunesque desde hace décadas esperan solu-ción.

    No pretendemos que la estrategia co-mún para la revolución latinoamericanasea una tarea fácil. Tampoco considera-mos que ella implica un levantamientoinsurreccional o un desenlace de la gue-rra popular simultáneo en todos los paí-ses. Vemos sí la necesidad de entrelazarmás íntimamente los factores internos yexternos, poner en juego la teoría de loseslabones débiles y darle una perspecti-va común y ambiciosa a las luchas delproletariado y los pueblos de AméricaLatina.

    La relación estrecha entre el proble-ma nacional –que se expresa fundamen-talmente en la liberación nacional–, lademocracia y el socialismo, sin estable-cer esquemas prefijados, nos permitehablar de la posibilidad y necesidad dedicha estrategia. Sería erróneo fomentaren América Latina una visión parcial yfragmentada de la revolución proletariamundial. Por el contrario, sabemos que

    LA TENDENCIA DE IZQUIERDA: UN DESTACADO HECHO POLÍTICO EN AMÉRICA LATINA

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    una estrategia para el sub–continentedebe articularse con la lucha de la claseobrera y los pueblos del mundo.

    Las tareas de liberación nacional ysocial, que son centrales en el programarevolucionario, definen para la estrate-gia un enemigo principal: el imperialis-mo norteamericano y las burguesías so-cias. Igualmente, deben sentar las basespara configurar el campo de las fuerzascomunistas, revolucionarias, democrá-ticas y progresistas. Empero, tales ta-reas no pueden desligarse de la empre-sa de construcción del socialismo, sopena de torcer el rumbo que debe im-primir el proletariado a la revolución enesta etapa histórica caracterizada porLenin, o de entregar la dirección a otrasclases o capas que frustraran la luchapopular. Destacamos el papel del prole-tariado y su partido marxista–leninista,capaz de conducir el proceso y de esta-

    blecer las alianzas y niveles de unidadnecesarios.

    Una amplia política de alianzas de di-ferente alcance, un aprovechamiento ca-bal de las distintas formas de organiza-ción y de lucha (incluida la lucha arma-da), y el papel que están llamados a ju-gar la clase obrera y los comunistas, sonfactores básicos para trabajar un podero-so frente antiimperialista con todos losrevolucionarios y demócratas del conti-nente y, sobre todo, con nuestros pue-blos, sus organizaciones y movimientossociales.

    La experiencia latinoamericana nosmuestra la importancia que ha tenido elforjar niveles de unidad que trasciendan lamera coordinación y la unidad de acción.

    Enfatizamos en el papel que en Amé-rica Latina debe jugar el proletariado

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    LA TENDENCIA DE IZQUIERDA: UN DESTACADO HECHO POLÍTICO EN AMÉRICA LATINA

    como única clase que puede guiar elproceso revolucionario hacia el socialis-mo. Es cierto que en cada formación so-cioeconómica el respectivo Partido Co-munista encontrará la manera de resol-ver este problema, con la guía del mar-xismo-leninismo. Ni el escaso númerode obreros, ni su reciente configuracióncomo clase, ni siquiera el dominio ideo-lógico que sobre la mayoría de las clasesy capas trabajadoras ejercen el imperia-lismo y la burguesía, son razones sufi-cientes para negar el papel de vanguar-dia del proletariado. Los problemas quehoy acusa el movimiento obrero y sindi-cal no invalidan su misión histórica.Mas bien nos llaman a estudiar las cau-sas que influyen en esta situación y acombatir los defectos que nosotros mis-mos hemos tenido en el trabajo obrero,así como a contrarrestar y superar la ca-pacidad de acción del enemigo.

    En particular, a los marxista–leninis-tas latinoamericanos se nos exige un es-fuerzo de desarrollo y creación a la altu-ra de la dinámica y posibilidades revolu-cionarias en la región. Debemos persis-tir en eso. Naturalmente, no pretende-

    mos un marxismo latinoamericano poroposición a la vigencia universal de lateoría del proletariado. Pero sí es nece-sario recoger las tradiciones, las luchas,los aportes al pensamiento marxista-le-ninista y estudiar la problemática parti-cular para responder en la teoría y en lapráctica a las necesidades de la lucha declases en el subcontinente.

    En ese camino de construcción teóri-ca enmarcamos el papel y la existenciade una corriente de izquierda en Lati-noamérica y el Caribe que se ha ido ro-busteciendo con victorias como la delreferendo que ganaron los pueblos delEcuador el pasado 28 de septiembre,muy a pesar del querer del imperialismoy sus lacayos.

    Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

    Octubre de 2008

    Páginas Web: www.cedema.org Correos: [email protected] / EPL: [email protected]

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    Chile

    Los comunistas y la lucha de lospueblos indígenas

    Partido Comunista de Chile (Acción Proletaria)

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    a nueva emergencia, he-roicidad y por cierto la jus-teza de las demandas y lu-chas de los pueblos indíge-nas oprimidos por el Esta-

    do de Chile, particularmente del puebloMapuche, hace del todo necesario quedesde el pensamiento comunista entre-guemos nuestra opinión y, más aún,marquemos claramente nuestra acciónrevolucionaria en este destacado sectorde las masas oprimidas y explotadas delpaís.

    Los gobiernos de la concertación,salvo algún hecho mediático y más biende coptación de algún dirigente indíge-na, en nada ha variado lo esencial de lapolítica de la dictadura fascista de Pino-chet, sobre los derechos de las naciona-lidades indígenas; por el contrario, en ladefensa de las empresas forestales usur-padoras de las tierras Mapuche, ha mili-tarizado las zonas en que este pue-blo–nación habita, no ha trepidado enusar las provocaciones, amedrentamien-to, represión abierta y selectiva contralos Mapuche y sus dirigentes.

    El criminalizar la lucha por la tierra ylos derechos nacionales de los pueblosindígenas es hoy en Chile la conducta detodo lo institucional y oficial, de la bur-guesía y sus expresiones políticas, espor ello que se hace urgente salirles alpaso, reforzar la lucha concreta, desdelas comunidades, recuperación de tie-

    LOS COMUNISTAS Y LA LUCHA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

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    UN I D A D Y L U C H A Nº 17

    rras, marchas por la libertad de los pre-sos políticos Mapuche, contra la repre-sión, etc., al mismo tiempo es necesarioprofundizar en torno a los elementosideológicos y políticos de fondo que ha-cen parte del combate por los derechosnacionales de los pueblos indígenas. Es-tas líneas apuntan en esta última direc-ción.

    Hemos sostenido en distintos mo-mentos, y la prensa con todo el cercoque nos tiende así lo ha consignado, que“mientras aquí no haya una AsambleaConstituyente y una nueva ConstituciónPolítica, que reconozca a un Estado plu-rinacional en el que concurran en igual-dad de derechos y deberes las distintasnacionalidades que habitan Chile comoson la Aymará, Mapuche, Rapa Nui yotros pueblos, no se van a solucionar elproblema y los conflictos generados porla opresión nacional”.

    Cada nación tiene derecho a su liber-tad política, económica, territorial y cul-

    tural. Necesitamos un cambio de fondoy no medidas represivas y de extermi-nio, de las cuales hace uso y abuso elEstado capitalista; en lo inmediato, decualquier manera sostenemos que la sa-lida política, tanto inmediata como defondo, se debe entender en íntima rela-ción con los intereses políticos que sos-tiene el proletariado a la cabeza de lasamplias masas populares.

    Los comunistas, desde el Partido Co-munista Chileno (Acción Proletaria)PC(AP), reconocemos la existencia denacionalidades oprimidas en Chile, y apartir del impulso de una línea conse-cuente de lucha contra toda opresión na-cional sostenemos el derecho a la auto-determinación de las mismas, para locual vemos como condición básica quelos pueblos puedan expresar librementesu voluntad en cualquier sentido, ya seapor la unión con todos los que habitan elterritorio o la separación; pero al mismotiempo, no dejamos de señalar que estano puede manifestar libremente en el ca-

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    pitalismo, por ello es que sostenemosque sólo en la Democracia Popular y elSocialismo los pueblos pueden ejercersus derechos políticos y tener la libertadplena para optar por el camino a seguir.Hoy sin socialismo no se puede hablarde soberanía y derechos nacionales.

    Los comunistas siempre buscamos launidad del proletariado, de los trabajado-res y pueblos por encima de las naciona-lidades. La clase obrera no está interesa-da en la separación, al contrario, por seruna sola e internacional, su centro es launidad, y a partir de este sostenimientoimpulsa y une la lucha por la indepen-dencia y los derechos nacionales, a la lu-cha general por la Revolución Socialista.

    En declaración pública por el vil ase-sinato del joven Mapuche Matías Catri-leo sostuvimos que: “Convencidos quela solución de las justas reivindicacionesde los pueblos “originarios” están en ín-tima relación con la lucha de todos losexplotados y oprimidos del país, y cuyamáxima expresión se encuentra en la su-peración revolucionaria de la sociedad,en la Revolución Democrática Popular,es que reiteramos que la misma debe serasumida por todos quienes nos reclama-mos desde el mundo popular, de izquier-da y revolucionario”.

    Hoy, desde diversos sectores de lospueblos y/o naciones oprimidas por elEstado de Chile se levanta la lucha, loscomunistas estamos en ella con nuestraspropias banderas clasistas y populares;respetamos la organización natural y losdiversos espacios que se han construidodesde las comunidades Mapuche y de

    otros pueblos oprimidos; actuamos des-de ellos y fuera de los mismos; recono-cemos que es elemental poner el acentoen la unidad del movimiento indígena,en su combatividad, es por ello que sinninguna inhibición, nada nos impide, nipodría impedir, que en medio de la lu-cha, en forma fraternal y revolucionaria,señalemos los peligros que para el mo-vimiento y las luchas de las nacionesoprimidas, y para todo el movimientopopular en general, se cierne desde lasdiversas expresiones exclusivistas, na-cionalistas estrechas y pequeño burgue-sas que tienen expresión en el movi-miento indígena, las que no pocas vecestienen como impulsores a agencias depotencias imperialistas.

    No tenemos una varita mágica paraproponer soluciones, si tenemos la expe-riencia del combate del proletariado y delos pueblos por la soberanía, la libertady la justicia social, tenemos al marxis-mo-leninismo, tenemos muy claro quela lucha de los pueblos indígenas enChile es una tarea de todos los explota-dos, excluidos y oprimidos al margen dela nacionalidad.

    LOS COMUNISTAS Y LA LUCHA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

    Eduardo Artés

    Primer Secretario del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria)Octubre de 2008

    www.accionproletaria.com

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    Ecuador

    Así nació el PCMLE

    Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador

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    “Nacimos como un puñado de revolucionarios proleta-rios, enfrentando a la represión anticomunista que ilegali-

    zó al Partido, persiguió, apresó, desterró y asesinó a va-rios comunistas y revolucionarios ecuatorianos; insurgi-

    mos en franco combate ideológico y político a la camarillarevisionista que se había apoderado de la dirección del

    viejo partido; nos involucramos abiertamente en el com-bate antidictatorial en las calles y plazas del país; siempre,

    en todas las circunstancias nos esforzamos por estrecharlos vínculos entre el partido y las masas trabajadoras, en-

    tre el partido y la juventud.

    Ahora, somos un partido diferente, hemos crecido. Tene-mos un lugar importante en el seno de la clase obrera y

    las demás clases trabajadoras, incidimos entre los pueblosindígenas y negro, entre la juventud. Pero, evidentemente,somos todavía un partido pequeño que debe desarrollarseen profundidad y amplitud, que debe multiplicarse numé-

    ricamente y calificarse ideológica y políticamente.

    Mañana seremos un partido más robusto y correcto, me-jor pertrechado del marxismo leninismo, más experimen-tado y aguerrido, un partido en capacidad de conducir a

    las masas trabajadoras, a los pueblos y a la juventudecuatorianos a la lucha victoriosa por el poder popular y

    el socialismo”

    Pablo Miranda(Acumular fuerzas, crecer para vencer)

    Revista Política No. 20. – Marzo 2005

    ASÍ NACIÓ EL PCMLE

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    UN I D A D Y L U C H A Nº 17

    orrían los años sesenta delsiglo XX, el mundo, Amé-rica Latina y el Ecuadoreran escenario de un vigo-roso auge de la lucha revo-

    lucionaria de los trabajadores y los pue-blos. El viejo mundo colonial se hacíaañicos destrozado por la lucha de libe-ración nacional de los pueblos y paísesde África, Asia y América Latina, na-cián decenas de nuevos países. Los tra-bajadores con la clase obrera a la cabe-za desplegaban poderosas luchas porsus intereses y derechos, las jornadashuelguísticas alcanzaban importantesconquistas laborales. El campesinadoluchaba por la tierra y se involucraba enlas batallas por la liberación nacional.La juventud estudiantil irrumpía vigo-rosa en todos los continentes y países;se expresaba valerosamente en la luchapor sus derechos y aspiraciones; se in-volucraba activamente en la lucha gue-rrillera que se libraba en campos y ciu-dades; se expresaba entusiastamente enla solidaridad con la lucha revoluciona-ria y democrática, en la lucha por la paz.La intelectualidad progresista se suma-ba a la corriente liberadora que recorríavictoriosa por la gran mayoría de paí-ses, incluidos los propios países impe-rialistas. La revolución y el socialismoeran el norte de las grandes manifesta-ciones de la lucha de los trabajadores ylos pueblos

    El crecimiento económico ocurridoluego del fin de la Segunda Guerra

    Mundial tocaba techo en la gran mayo-ría de países capitalistas y el fantasmade la crisis económica amenazaba a laeconomía y a la sociedad, al proceso deacumulación y concentración de losgrandes monopolios y países imperialis-tas, pero sobre todo golpeaba la situa-ción material de las masas trabajadoras.

    La contrarrevolución acudía a todoslos recursos en el afán de detener el au-ge de la lucha revolucionaria. Las fuer-zas imperialistas de EE.UU. se expan-dían por el mundo sembrando bases mi-litares y ojivas nucleares; invadían contropas militares los países en donde es-taban en peligro sus intereses: Cuba,Vietnam, Camboya, Congo entre otros;ordenaban e imponían golpes militaresen casi todos los países de América La-tina; cosa igual hacían en Asia y África.Iguales posiciones y actitudes desen-volvían los imperialistas ingleses yfranceses.

    La batalla ideológica y política porsubvertir el socialismo y combatir elcomunismo desatada ferozmente por elimperialismo, la burguesía y la reac-ción alcanzó un importante triunfo conla reversión del proceso de construc-ción del socialismo en la URSS, con elasalto de la dirección del Partido Co-munista de la Unión Soviética por par-te de la camarilla de traidores y oportu-nistas acaudillados por Jrushov, con latransformación de la URSS en una su-perpotencia social imperialista, con ladesintegración del campo socialista,con la degeneración de una gran partede los partidos comunistas de todas lasregiones y continentes.

    Eran años de intensa confrontaciónentre el trabajo y el capital, entre lospueblos y el imperialismo, entre la iz-quierda y la derecha, entre los reformis-tas y revolucionarios, entre los marxis-tas leninistas y los oportunistas y revi-sionistas.

    C

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    ASÍ NACIÓ EL PCMLE

    En el seno del Movimiento Comunis-ta Internacional se librababa una intensabatalla entre el marxismo leninismo y elrevisionismo contemporáneo. Los opor-tunistas con el pretexto del cambio delos tiempos, del aparecimiento de nue-vos fenómenos sociales, económicos ypolíticos recuperaron viejas tesis de loskausky y berstein, elaboraron otras nue-vas y con el paraguas y el prestigio de laUnión Soviética, del Partido de Lenin,las difundieron en el seno del movi-miento obrero y revolucionario. Deni-graron y renegaron de Stalin, de la gran-diosa obra de construcción del socialis-mo. Renunciaron a la revolución y el so-cialismo, se sometieron al imperialismoy a la reacción. Negaron la dictadura delproletariado y enarbolaron la tesis del“estado de todo el pueblo”. Renegarondel partido de la clase obrera y propusie-ron “el partido de todo el pueblo”. Plan-tearon la “vía pacífica” para la conquis-ta del poder; en realidad renunciaron aesa responsabilidad y siguieron el cami-no de las reformas. Esgrimieron la tesisde “la competencia pacífica” entre el so-cialismo y el capitalismo. En los hechostransformaron al partido comunista enun partido reformista; desarticularon elmovimiento obrero y traicionaron variosprocesos revolucionarios en marcha.

    En oposición a estos infundios con-trarrevolucionarios propagados en nom-bre del comunismo se levantaron en to-dos los países los verdaderos comunis-tas, los marxista leninistas consecuen-tes. La lucha fue enconada y dura. Entrelos partidos en el poder se erigieron co-mo defensores del marxismo leninismoel Partido de Trabajo de Albania y elPartido Comunista de China, este últi-mo degeneraría posteriormente en otravariante del revisionismo. En la granmayoría de partidos se enfrentó una du-ra contienda ideológica y política queculminó en la creación de varias dece-nas de partidos que se reclamaban mar-xista leninistas. Surgieron desde fuera

    del Movimiento Comunista otras orga-nizaciones y partidos que se reclamaroncomo el partido revolucionario del pro-letariado.

    En América Latina triunfó la revolu-ción cubana echando a la basura la tesisoportunista del “fatalismo geográfico”según la cual era imposible hacer la re-volución en el patio trasero del imperia-lismo norteamericano. Se desarrollabaun gran movimiento de las masas traba-jadoras, el campesinado y la juventud.Se desenvolvía la lucha guerrillera en lagran mayoría de países. Surgieron va-rios partidos marxista leninistas y tam-bién buen número de organizacionesrevolucionarias de la pequeño burgue-sía que incluso tomaron las armas porla revolución y en pos del ideal del so-cialismo.

    En el Ecuador los hechos reflejabanuna situación similar:

    El proceso de relativa estabilidadeconómica y política de los años 50 to-caba a su fin.

    La acumulación permitida por latransformación del país en una repúblicabananera cerraba su ciclo por el comer-cio desigual, la competencia de CentroAmérica y África, debido al apareci-miento de la enfermedad de la sigatokanegra que derrumbó la pequeña y me-diana plantación bananera y facilitó laconcentración de la producción y expor-tación; el modelo de sustitución de im-portaciones impulsado por la CEPAL en

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    UN I D A D Y L U C H A Nº 17

    otros países de América Latina no tuvoningún impacto en el Ecuador, que si-guió siendo un país exportador de pro-ductos agrícolas e importador neto de laproducción manufacturada.

    Velasco Ibarra fue elegido abrumado-ramente para su cuarta presidencia y alcabo de poco más de un año fue derro-cado por la lucha popular y la agudiza-ción de las contradicciones entre las cla-ses dominantes. Para detener la lucha delas masas se implantó una dictadura mi-litar anticomunista que también fueraderrocada por la marejada popular y elreajuste de cuentas entre los sectores do-minantes. Se impusieron dos gobiernosinterinos y una nueva elección presiden-cial de Velasco Ibarra. Funcionó unaAsamblea Constituyente que parió unanueva Constitución.

    La clase obrera desarrollaba su orga-nización sindical, la lucha por sus dere-chos y se involucraba en la lucha políti-ca; el campesinado irrumpía en las ha-ciendas, las tomaba y golpeaba al lati-fundio, la juventud estudiantil participa-

    ba activamente en la lucha social y po-lítica. El país vivía un ascenso de la lu-cha de las masas, la lucha reivindicativase elevaba a niveles generales y políti-cos. Las fuerzas del imperialismo y laoligarquía, instigaban abiertamente elgolpe militar para quebrar el auge de loscombates populares. La derecha más re-calcitrante, en contubernio con la jerar-quía de la iglesia católica, planteaba lalucha política como una confrontaciónreligiosa, organizaba grandes procesio-nes y misas para condenar el comunis-mo, al tiempo que orquestaba bandas deterroristas que ponían bombas en lasiglesias para inculpar a los comunistas.

    En las filas de la izquierda se expre-saba la magnitud de la situación, el cre-cimiento de las fuerzas y la demarca-ción de posiciones. El Partido Socialis-ta se dividió en dos alas, la amarillaabiertamente conciliadora y acomodati-cia, y la revolucionaria que constituye-ra el Partido Socialista Revolucionario.Nacía la URJE (Unión de JuventudesRevolucionarias del Ecuador) que le-vantó grandes expectativas e incursionó

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    ASÍ NACIÓ EL PCMLE

    en la intencionalidad de la organizaciónde la lucha guerrillera. El viejo PartidoComunista se partía entre los reformis-tas y los revolucionarios dando origenal Partido Comunista Marxista Leninis-ta del PCMLE.

    El desarrollo de la lucha de clases enel país se expresaba en la aguda con-frontación de las masas trabajadorascontra las oligarquías, en el crecimientode la conciencia antiimperialista, en lalucha huelguística, en las grandes con-centraciones y movilizaciones popularesy juveniles, en el crecimiento de las or-ganizaciones revolucionarias. Se desa-rrollaba un intenso debate sobre la nece-sidad y urgencia de la revolución ecua-toriana.

    El viejo Partido Comunista estabacambiando de naturaleza; la camarillaque de tiempo atrás estaba encaramadaen la dirección venía asumiendo las po-siciones revisionistas impartidas por elbastón de mando del partido de la URSS.Paulatinamente fue sosteniendo la nece-sidad de ponerse a tono con los tiempos,de ser alumnos de las nuevas enseñanzasde la URSS y del PCUS. Buena parte dela política del partido se enfrascaba enlas prácticas parlamentarias, en acuerdosy alianzas con el partido liberal y otrossectores de la burguesía.

    En el interior del Partido se librababauna activa lucha ideológica entre las te-sis revolucionarias marxista leninistas ylas propuestas y planteos de la camarilladirigida por Pedro Saad, Secretario Ge-neral del Partido.

    Se pusieron al orden del día el deba-te entre la necesidad de luchar por la re-volución y la posibilidad de su triunfo,por un lado, y la lucha por el bienestardel pueblo, por otro; sobre la vía de larevolución, si estaba vigente la lucha ar-mada revolucionaria o era posible la víapacífica; sobre la naturaleza del partido,

    si se construía como un partido de cua-dros estrechamente vinculado a las ma-sas o se conformaba un “partido de ma-sas”, de afiliados; sobre el rol del cam-pesinado en la revolución ecuatoriana, siera una fuerza de la revolución o no; so-bre si la burguesía nacional cumpliría unrol revolucionario o constituía una fuer-za a ser neutralizada; sobre si la luchapor la paz reemplazaba a la organizaciónde la revolución.

    Este debate político colocó a la ma-yoría del Partido, principalmente a losmilitantes de la Juventud Comunista delado de las posiciones revolucionarias.Esta circunstancia obligó a la direccióndel Partido a maniobrar para aparecercomo abanderada de esas posturas. Uti-lizaron la palabrería revolucionaria paraocultar su verdadera naturaleza de refor-mistas.

    En 1962 tuvo lugar el séptimo con-greso del partido y el desarrollo de lasdiscusiones de los documentos vislum-braba el triunfo arrasador de las posicio-nes revolucionarias y la derrota de laspropuestas conciliadoras y reformistasdefendidas por la camarilla de Saad.Vísperas del congreso, el Comité Cen-tral del Partido cambió radicalmente supropuesta. Proclamó la necesidad y laurgencia de la revolución ecuatoriana, lavigencia de la “vía no pacífica” de la re-volución y la tarea de organizar la luchaarmada revolucionaria. En el congresomismo, el propio Saad proclamó laconstitución del ejército revolucionarioy la decisión del Partido para que él asu-miera la comandancia del mismo.

    Funcionó la maniobra, el congresoaprobó por aclamación esas orientacio-nes políticas y eligió la nueva direcciónratificando a la gran mayoría de la ca-marilla de reformistas y traidores; de es-ta manera el viejo Partido Comunistaproclamaba la revolución pero su direc-ción trabajaba por sabotearla.

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    La lucha ideológica continuó: los di-rigentes consecuentes y las bases delPartido exigían el cumplimiento de lasresoluciones y orientaciones del sépti-mo congreso; los revisionistas procla-maban esas políticas y simultáneamenteimpulsaban políticas conciliadoras conla burguesía; en esos momentos y cir-cunstancias llegaron a calificar al Presi-dente de la República Carlos Julio Aro-semena como el personaje que podríaencabezar la revolución ecuatoriana. Almismo tiempo en escala internacionalhacía coro a las posiciones del PCUS,eran incondicionales de sus decisionesen todos los foros y reuniones.

    En mayo de 1963 esa lucha ideológi-ca y política hizo crisis en el interior delComité Central. La mayoría cerró filascon Saad y sus conmilitones y expulsódel Partido a tres miembros del CC quedefendían las tesis marxista leninistas.

    Estas nuevas condiciones plantearonla escisión: los comunistas verdaderosentendieron que ya no era posible la lu-cha en el interior del PCE, que se plan-teaba la necesidad de constituir un nue-vo partido. Comprendieron también lanecesidad de continuar la lucha al inte-rior del Partido con el propósito de es-clarecer entre las bases la naturaleza re-visionista del grupo de Saad y de ganarpara el verdadero partido comunista a lamilitancia más consecuente.

    En Pichincha, animado por los mar-xista leninistas, circuló el periódico Re-volución en cuyas páginas de desenvol-vió activamente el debate, se confrontólas tesis revisionistas y se sustentaba lasposiciones revolucionarias. Fue un bueninstrumento para el debate y la construc-ción del partido.

    En julio de 1963 el imperialismo nor-teamericano ejecutaba el golpe de esta-do que derrocó a Carlos Julio Aroseme-na e impuso una feroz dictadura antico-munista que ilegalizó al Partido Comu-nista, persiguió, reprimió, apresó y tor-turó a centenares de dirigentes popula-res y revolucionarios, que asesinó en lascárceles y en las calles a varios comu-nistas y revolucionarios.

    Esta dictadura se veía venir: la dere-cha, la iglesia católica, los partidosConservador y Liberal la reclamabanabiertamente, pedían a los militares po-ner orden en el país. El movimientoobrero y popular, el campesinado y lajuventud continuaban la lucha impulsa-dos por los comunistas y otros revolu-cionarios.

    La dirección del Partido proclamabaque el golpe no pasaría, que se lo fre-naría con la lucha popular, que el Parti-do estaba preparado para responder.Era parte de la fraseología para enga-ñar a las masas y a la bases del Partido.El golpe de estado se produjo al mediodía del 11 de julio, por la noche la granmayoría del CC y de los jefes provin-ciales del Partido eran apresados en susdomicilios, demostrándose de esa ma-nera cómo estaban preparados para laresistencia y la lucha revolucionaria.Los hechos desenmascararon la natura-leza cobarde y acomodaticia de la ca-marilla revisionista. En realidad, esacircunstancia les permitía justificar suinoperancia, pues como lo decían, nose podían hacer la revolución desde lacárcel.

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    Una parte de los comunistas verdade-ros que participaban en la lucha del pue-blo fueron apresados con anterioridad algolpe militar, en el curso mismo de loscombates de las masas. El día de la aso-nada golpista ningún camarada pudo serapresado.

    Inmediatamente después del golpemilitar correspondía la responsabilidadde preservar las fuerzas y continuar lalucha revolucionaria y por la construc-ción del partido y a esa tarea se dedica-ron con entusiasmo y en medio de gran-des dificultades los camaradas que esta-ban al frente de la organización.

    En diciembre de 1963, una reuniónampliada de los cuadros y dirigentes delos comités provinciales de Pichincha yGuayas del Partido Comunista resolvióelegir una dirección nacional provisio-nal y hacer públicas las posiciones polí-ticas y las divergencias existentes entrelos comunistas y los revisionistas.

    En la resistencia a la represión dicta-torial y en medio de la organización sin-dical y de masas los marxista leninistasenfrentaron también la tarea de construirel partido, de ganar a lo más graneadode la membrecía comunista y reclutarnuevos militantes. En esa labor enfren-taron la persecución de las fuerzas poli-ciales y la labor de delación de losmiembros de la camarilla revisionista.

    Se trataba de un trabajo intenso y te-sonero, en condiciones muy difícilesque daba frutos, que planteaba la pers-pectiva cierta de la organización delpartido.

    La Dirección Provisional del Partidoimpulso la publicación del periódico“Voz Rebelde” como organizador, pro-pagandísta y agitador de la revoluciónecuatoriana que circulaba en la clandes-tinidad. Se publicó la Revista “Libera-ción” como órgano teórico del Partido.

    En junio de 1964 debía realizarse elCongreso Constitutivo del Partido. Esta-ban dados los pasos fundamentales parala celebración. Un cerco policial por losalrededores donde debía cumplirse lareunión obligó a suspender esa convoca-toria.

    El 1º. de agosto de 1964 en la pobla-ción de Pascuales, en ese entonces unpueblo cercano de Guayaquil, tuvo lugarel Primer Congreso del PCMLE. Fue uncongreso en la más absoluta clandestini-dad.

    Dieciocho camaradas representandoa la organización del partido de las pro-vincias de Pichincha, Guayas, Loja,Azuay, Esmeraldas y Los Ríos concu-rrieron a las deliberaciones.

    El Congreso debatió la situación delpaís y las tareas de los comunistas y elpueblo, puso atención a la necesidad decolocar a la orden del día la lucha por elderrocamiento de la dictadura militar, launidad de los trabajadores, los campesi-

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    nos y la juventud, señaló la responsabi-lidad de trabajar en el campo, junto alcampesinado pobre en la perspectiva deorganizar la lucha armada revoluciona-ria, orientó impulsar la organización y lalucha de la juventud. El Congreso tomóposición por las tesis marxista leninistasque se debatían en escala internacional,condenó al revisionismo contemporáneoy planteó la vigencia plena del interna-cionalismo proletario, la solidaridad conlos revolucionarios de América Latina yel mundo, al tiempo que decidió involu-crar al PCMLE activamente en el Movi-miento Comunista Internacional Mar-xista Leninista.

    Los revisionistas y otros oportunistashablan de que la CIA habría organizadoel PCMLE. Es una falacia que pretendeocultar su naturaleza de traidores yagentes de la burguesía etiquetando a losrevolucionarios proletarios de instru-mentos de la inteligencia imperialista.Los hechos son suficientemente claros,están demostrados en libro del ex agen-

    te de la CIA Philip Agee que denunciasu propia labor como agente en el Ecua-dor. El viejo Partido Comunista estabapenetrado por agentes en varios niveles.Tres de esos agentes fueron destinados aintegrarse en las filas de los revolucio-narios proletarios y efectivamente entrelos cuadros que organizaban el Partidoestaban Arellano, Cárdenas y Vargas, in-clusive fueron elegidos al CC. Su laborfue dañina, nos causó grandes dificulta-des: realizaron una activa labor de intri-gas y descomposición entre los compa-ñeros, de diversión ideológica y políticaen las filas del partido, de delación poli-cial a varios camaradas que fueron apre-sados por la dictadura. Esa actividad fuedescubierta, denunciada, combatida yestos agentes fueron expulsados en 1966y 1967, desenmascarados por sus activi-dades de carácter policiaco. Más adelan-te, cuando se publicara el libro de Agee,el Partido y otros revolucionarios com-probamos la calidad de agentes a sueldode la CIA.

    Estos episodios no avalan la perni-ciosa afirmación de los oportunistas,expresan que el imperialismo estabaconsciente de la naturaleza revolucio-naria del Partido y de la necesidad deinfiltrarlo, descomponerlo y/o dividir-lo; demuestran que la organización es-taba atenta y supo descubrir a tiempo aestos traidores, expulsarlos y sanear susfilas.

    Nacimos como una necesidad históri-ca, el viejo Partido Comunista habíaperdido su naturaleza revolucionaria yera un partido para las reformas y laconciliación; la clase obrera y los pue-blos del Ecuador requerían de su van-guardia revolucionaria, de la organiza-ción comunista que los organice y con-duzca en la lucha liberadora.

    Nacimos como una respuesta del pro-letariado y las demás clases trabajadorasa la traición de los revisionistas, como la

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    ntre los izquierdistas yciertos sectores de las ma-sas se viene hablando de ladivisión de los comunistas,de que se han fraccionandoen dos bandos contrapues-

    tos, entre los partidarios de Pekín o gue-rreristas y los seguidores de Moscú o

    partidarios de la vía pacífica.

    Ciertamente lo que fue el Partido Co-munista del Ecuador está dividido.

    De un lado estamos los comunistasverdaderos, los revolucionarios conse-cuentes, los que queremos y luchamos

    verdadera organización comunista, co-mo el partido político de la clase obrera,como el partido de la liberación social.

    Nacimos para impulsar la lucha con-tra el imperialismo y la reacción, paraorganizar a las masas trabajadoras, a lospatriotas y conducirlos a la lucha por laliberación nacional.

    Nacimos con el objetivo de organizary hacer la revolución.

    Insurgimos como defensores de losprincipios revolucionarios del marxismoleninismo, como discípulos de Marx,Engels, Lenin y Stalin, como sus conti-nuadores.

    Surgimos para desenmascarar y com-batir al oportunismo y al revisionismo.

    Surgimos en condiciones difíciles,pequeños y débiles; pero plenos de opti-

    mismo y de confianza en la clase obreray los pueblos.

    Teníamos y tenemos la razón históri-ca, contamos con la guía del marxismoleninismo, con la decisión de luchar porla revolución y el socialismo.

    Nacimos para luchar y vencer, paraconquistar el poder y construir el mundonuevo.

    ASÍ NACIÓ EL PCMLE

    Pablo Miranda

    Ecuador, octubre de 2008

    ANEXO

    Comunistas y revisionistas1

    E1. Artículo de Pablo Miranda publicado en “RUTA REVOLUCIONARIA”. Órgano del CP de Loja del PCMLE. Mayo de 1966

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    por la revolución a través de la lucha ar-mada, los que creemos en las virtudes dela clase obrera, del campesinado y de lajuventud estudiantil, los que estamos enlas trincheras y combatimos por el po-der. Al otro lado están los traidores,aquellos que renegaron del pasado revo-lucionario del partido comunista, losque no creen en la clase obrera y el pue-blo y confían en los representantes delas oligarquías como Carlos Julio Arose-mena y Clemente Yerovi, los partidariosde la llamada vía pacífica.

    Es también una verdad que los verda-deros revolucionarios, los comunistasmarxista-leninistas coincidimos con losplanteamientos y posiciones del PartidoComunista de China, del Partido de Al-bania, con los camaradas vietnamitas,con la revolución cubana y, que los revi-sionistas son seguidores de los dictadosde Jrushov y del Partido Comunista dela Unión Soviética. Pero esto no quieredecir que nosotros somos "pequineses ochinos" y que los traidores son moscovi-tas o "cabezones". Las aguas están de-marcadas por la actitud ante la revolu-ción: los revisionistas han renunciado a

    la naturaleza revolucionaria del partidocomunista y se han convertido en culto-res del reformismo, de la supuesta posi-bilidad de hacer la revolución a travésde las concesiones; los verdaderos co-munistas, los revoluciónanos conse-cuentes persistimos en la decisión detrabajar por la revolución.

    Cierto que la división del viejo parti-do comunista colocó de un lado a la ma-yoría de los integrantes de la JuventudComunista y de otro a los miembros delas camarillas nacional y provinciales, alos "viejos", que hablaban de la revolu-ción, de la lucha armada, de que el par-tido estaba preparado para alzarse y quese entregaron miserablemente a la dicta-dura para explicar el engaño a que ha-bían sometido a la militancia. Pero, deninguna manera esto significa que la de-limitación tenga carácter generacional,que de un lado estén los jóvenes y deotro, los viejos. La cuestión es más defondo, de principios. En la orilla revolu-cionaria estamos los consecuentes, losluchadores, los que queremos y trabaja-mos por la revolución, en el lado opues-to están los traidores, los contrarrevolu-cionarios, los que hablan del comunis-mo para oponerse a la lucha del pueblo.

    Algunas personas piensan que la divi-sión del partido comunista es entre parti-darios de la guerra revolucionaria y losque quieren la revolución sin derrama-miento de sangre. Varias de esas personasnos llaman la atención diciendo que si losdos bandos son comunistas, quieren larevolución y lo único que los divide es laforma de alcanzarla, lo normal, lo lógicoes que se junten y sigan luchando. Estasapreciaciones son completamente falsas.Es necesario que les digamos a aquellosamigos que la división tiene que ver conlos principios. No se trata de la forma dellegar a la revolución sino de si luchamospor la revolución o renunciamos a ella y,esto es lo que ha ocurrido entre los revi-sionistas y nosotros.

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    Claro está los traidores, los revisio-nistas utilizan el prestigio del viejo Par-tido Comunista del Ecuador, el cariñoque sienten por él importantes sectorespopulares; se esconden tras el paraguasdel Partido de la Unión Soviética, utili-zan las figuras de Lenin y Marx para ca-muflar su propia naturaleza. Con unagran palabrería hablan del desarrollo delmarxismo-leninismo y de verdad se haninventado una serie de teorías que quie-ren pasar como revolucionarias.

    Así hablan de la vía pacífica, de laposibilidad de que los pueblos alcancenla revolución, el poder a través de laselecciones; también se refieren a la com-petencia pacífica, a la coexistencia pací-fica, al hecho de que la gran capacidadmilitar, industrial y científica de laUnión Soviética hará que los pueblos seinclinen a su favor y que los imperialis-tas les permitan el tránsito pacifico alsocialismo; se lavan la boca con una se-rie de planteamientos que supuestamen-te desarrollan el marxismo-leninismo.

    La realidad es bien distinta. Los trai-dores, con Pedro Saad a la cabeza, handesarmado al proletariado y al pueblodel Ecuador, se han convertido en dela-tores de los revolucionarios verdaderosy están haciendo el triste papel de opo-nerse al comunismo diciendo que soncomunistas.

    Esta es la esencia de su naturaleza,son revisionistas, pretenden revisar losprincipios revolucionarios, cambiarlospara que su traición no sea descubierta.No se atreven a decir que se oponen a larevolución y al comunismo como enrealidad lo hacen porque perderían piso,se desenmascararían totalmente ante lasmasas.

    Los marxista-leninistas no nos hemoserigido como otra organización paraoponernos a los revisionistas, a los trai-dores. Estamos de pie, construyendo unnuevo partido comunista con el propósi-to de organizar la revolución, la razón denuestra existencia no es debatir y com-petir con los revisionistas, estamos paracombatir contra el imperialismo y por larevolución. Esto significa que la divi-sión no es entre jóvenes y viejos, entrepequineses y moscovitas, entre chinos ycabezones No. La división es entre revo-lucionarios y contrarrevolucionarios,entre comunistas y revisionistas, entreluchadores y traidores, entre combatien-tes del pueblo y sirvientes de la burgue-sía; entre lo nuevo y lo viejo, entre el fu-turo y el pasado, entre la revolución yreacción.

    Nosotros estamos con la razón, con lahistoria, los revisionistas están con elpasado, con la traición, son sirvientesdel capital.

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    Partido Comunista de España (Marxista Leninista)S. Baranga

    España

    Sobre el carácter acientíficoy antimarxista del

    “socialismo del siglo XXI”1

    1. Este artículo es parte de un trabajo más amplio en proceso de elaboración.

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    «Marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de lalucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado.

    En esto es en lo que estriba la más profunda diferencia entre unmarxista y un pequeño (o un gran) burgués adocenado. En esta

    piedra de toque es en la que hay que contrastar la comprensión y elreconocimiento real del marxismo».

    V.I. Lenin, El Estado y la Revolución.

    «Todo lo anticuado trata de rehacerse y de afirmarse dentro de lasnuevas formas surgidas».

    C. Marx, Carta a Bolte, 23/11/1872

    SOBRE EL CARÁCTER ACIENTÍFICO Y ANTIMARXISTA DEL “SOCIALISMO DEL SIGLO XXI”

    Es indudable que, du-rante la última década, he-mos asistido a un renaci-miento de las luchas obre-ras y populares, tras el ma-

    zazo que la caída del bloque soviéticosupuso para la izquierda mundial, y pa-ralelamente a la afirmación –y posteriorcuestionamiento– de los EEUU comopotencia hegemónica. Durante este pe-ríodo, han ido creciendo y diluyéndosediferentes “teorías” y prácticas que, sialgo han tenido en común, ha sido el re-chazo frontal al marxismo–leninismo,en su vertiente tanto teórica como prác-tica, y la afirmación de nuevos “sujetosrevolucionarios”; hablamos de los mo-vimientos campesinos, “neozapatistas”,“antiglobalización”, etc.

    Sin embargo, la realidad es tozuda ymillones de seres humanos han seguidocomprobando en sus propias carnes loacertado de los análisis de Marx sobre elcapital y de Lenin acerca del imperialis-mo. En efecto, la concentración de losmedios de producción prosigue su mar-cha imparable y, al socaire de la tenden-cia decreciente de la cuota de ganancia,se ha ido recrudeciendo la lucha de cla-ses y, paralelamente, la disputa entre losactores imperialistas por la conquista demercados, recursos y poblaciones hu-manas a las que sobreexplotar y sobrelas que asegurar los enormes beneficiosconseguidos en las últimas décadas. Enla misma Europa del capital, los obrerosse enfrentan ahora al intento de incre-mentar la cuota de plusvalía absoluta

    E

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    para los explotadores, a cuenta de unabrutal prolongación de la jornada labo-ral, como analizara Marx2; de semejanterealidad ya concluyeron Marx y Engelsla inevitabilidad del Socialismo hace si-glo y medio, y dejaron bien claro que losobreros no podían hacerse ilusiones res-pecto a la “democracia” de la burguesía.

    Más recientemente, los avances de-mocrático–populares en Latinoaméricay la llegada al poder de gobiernos an-tiimperialistas ha alentado el desarrollode la “teoría revolucionaria”, particu-larmente del “Socialismo del sigloXXI” a raíz de la implantación y evolu-ción del gobierno bolivariano en Vene-

    zuela. Pero, si bien es la que más difu-sión internacional ha tenido (especial-mente en América, pero no sólo), no esesta la única tesis “novedosa”. Junto aella, debemos advertir que las ideas deDieterich han supuesto un revulsivo pa-ra la eclosión de diversas teorías opor-tunistas que no tratan sino de recuperarlas viejas construcciones desechadaspor la experiencia revolucionaria: pro-puestas que giran en torno a la “auto-gestión” (alguna de ellas declarada-mente tributaria de la experiencia yu-goslava3), no sólo en Venezuela, sinotambién a raíz de la convocatoria delpróximo Congreso del PC de Cuba, en20094.

    2. C. Marx, El Capital, Libro III, t. 1, Madrid 1978, p. 307–308.3. Véase al respecto L.E. Salas (ed.), El sistema político yugoslavo: buscando un camino alternativo al sistema re-

    presentativo burgués y al sistema estatista soviético, que incluye textos de M. Harnecker y Kardelj y que «preten-de contribuir al debate sobre la construcción de un sistema político democrático verdaderamente participativo (…) acor-de con las necesidades del modelo democrático socialista para el siglo XXI», en www.rebelion.org/docs/68156.pdf.3

    4. Véase los artículos de P. Campos en www.kaosenlared.net/colaboradores/pedrocampos. Para este autor, «El socialis-mo se empezará a hacer efectivo en tanto la propiedad y la apropiación se socialicen, en consonancia con la transfe-rencia paulatina, por el Estado revolucionario, de los medios de producción fundamentales a la propiedad directa o usu-fructuaria de los colectivos sociales o de trabajadores, y en la medida en que la organización de la producción vaya de-jando de basarse en el trabajo asalariado, para estructurarse en forma autogestionada, en forma parecida a como fun-cionan muchas comunidades indígenas. (…) El proceso productivo social hacia el intercambio de equivalentes más quede forma consciente, se irá verificando como una consecuencia práctica de la concurrencia, no para el lucro sino parala necesidad» (los subrayados son nuestros).

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    SOBRE EL CARÁCTER ACIENTÍFICO Y ANTIMARXISTA DEL “SOCIALISMO DEL SIGLO XXI”

    Tanto la teoría marxista–leninista co-mo la experiencia histórica de la cons-trucción del socialismo han demostradosobradamente que el recurso a la propie-dad cooperativista es un refuerzo de lasformas económicas capitalistas, aunqueéstas sean colectivas. Sin embargo, so-mos conscientes de que un análisis seriode las tesis ejemplificadas en la nota 3requerirían un examen atento de la natu-raleza, funcionamiento y situación de laedificación del socialismo cubano. Sir-van las líneas apuntadas como adverten-cia sobre la importancia de detectar, es-tudiar y rebatir convenientemente tam-bién esas ideas cargadas de resabios utó-picos y “buenistas” que, sin duda, segui-rán surgiendo en torno a estos debates.No nos cabe duda de la importancia deesta tarea, por cuanto del oportunismo ysus ropajes “marxistas” no puede deri-varse más que el desprestigio del mar-xismo.

    En cualquier caso, es de señalar quelas posiciones que se reclaman comoparte de un general “socialismo del sigloXXI” comparten como rasgo común surechazo al «estalinismo» (ya sea segúnla “periodización” trotskista o refirién-dose al período correspondiente a la di-rección de Stalin5), que suele ir acompa-ñado de la negación del papel históricodel proletariado y/o la necesidad de suvanguardia organizada en Partido Co-munista. Como vemos, se trata de posi-ciones en absoluto novedosas y ya com-batidas en diversas ocasiones a lo largo

    de los últimos 150 años. Son las vetus-tas descalificaciones del marxismo–le-ninismo como algo «anticuado» y basa-do en formulaciones «esquemáticas»propias de «dogmáticos»; quienes asíopinan, en cambio, se refieren a su pro-pio pensamiento como «adaptación a lascondiciones concretas» de un determi-nado territorio o tiempo. Todas estas va-loraciones han sido comunes al revisio-nismo y al antimarxismo, desde Dühringy Bernstein hasta los eurocomunistas,pasando por austromarxistas, consejis-tas, titoístas, etc.

    Nuestro científico alemán no sólo sehace eco de todos los prejuicios habidosy por haber acerca de la URSS de Leniny Stalin: para él, son «socialistas» figu-ras tan dispares como Guevara, Fidel,Correa y, por supuesto, Chávez; sus re-ferentes incluyen a Marx, Engels, Lenin(más discretamente) y Bolívar; y tratade recoger, además, elementos de todaslas tendencias pequeñoburguesas que nose planteaban la lucha política y que flo-recieron en las últimas décadas6. Natu-ralmente, el fruto de tanto eclecticismono puede ser sino un engendro.

    En el mejor de los casos, Dieterich esun utópico pequeñoburgués7 (AlejandroRíos define su pensamiento, y estamosde acuerdo con él, como «una especula-ción teórica antimarxista elaboradapor representantes políticos de la bur-guesía»8). Su adoración hacia el poderde la ciencia y la técnica recuerda a Ba-

    5. Es notorio que Dieterich cargue las tintas contra Stalin, precisamente quien dirigió la construcción del socialismo, y pa-se por alto la obra de sus sucesores revisionistas, con los que se vino abajo el edificio leninista, basado en la dictadu-ra del proletariado. De hecho, Dieterich aparenta respetar el proyecto leninista, pero despojado de su rasgo principal(precisamente la dictadura del proletariado), que transforma en «democracia participativa real de las masas». Véase H.Dieterich, «Venezuela: modo de producción socialista y fase de transición», en www.kaosenlared.net/noticia/venezue-la-modo-produccion-socialista-fase-transicion (2005).

    6. Por supuesto, no se olvida de “dorar la píldora” también al indigenismo, idealizando un tipo de sociedades que dispo-nen de muy variados métodos para la exacción y el control de la distribución de excedentes. Este culto a la “Edad deOro” indígena es lo que le hace referirse al «regreso a la economía equivalente». Hugo Chávez y el Socialismo delSiglo XXI, Venezuela, 2007, p. 76.

    7. Cuando leemos afirmaciones como que «es de sentido común que no es muy probable que se alcance un objetivo, sino se puede especificar en qué consiste este objetivo», al referirse a «la teoría de la nueva sociedad», no podemos si-no sonrojarnos por tanta petulancia idealista y acordarnos del triste Eugenio Dühring. Ibíd., p. 4.

    8. A. Ríos, Socialismo del siglo XXI: nueva teorización de viejas ideas antimarxistas, Quito, 2008, p. 64. En las pági-nas 54-61 se encuentra una clarificadora crítica de las “equivalencias” de Dieterich y Peters.

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    con y Campanella; su confianza en lasPYME nos retrotraen a Saint–Simon.Pero no nos engañemos: su insistenciaen que «el salario equivale directa y ab-solutamente al tiempo laborado9» loacerca a Lassalle, mientras que el grue-so de sus ideas emparientan con el revi-sionismo del siglo XX.

    Los comunistas disponemos ya dedos interesantes trabajos acerca del “So-cialismo del siglo XXI”, elaborados porlos camaradas colombianos y ecuatoria-nos, cuya lectura recomendamos; porotra parte, en nuestro documento incidi-remos en cómo los teóricos que nos pre-cedieron, así como la experiencia de laconstrucción del socialismo, desmientenlas afirmaciones de Dieterich y otras fal-sedades comúnmente utilizadas por elrevisionismo. Consideramos esto espe-cialmente importante por tres motivos:a) es sabido que los revisionistas suelenreferirse a Marx y Engels (e incluso Le-nin) como sus fuentes, para recuperarsus «ideas originales», mientras los des-pedazan alegremente; b) asimismo, re-curren a los bulos difundidos por Trots-ki, los jruschovistas y la CIA para atacarel conjunto del período de la edificaciónsocialista en la URSS y otros países; y c)en esa misma línea, y no por casualidad,es Enver Hoxha la otra “bestia negra”del revisionismo, después de Stalin. Nos

    parece que, en el centenario de su naci-miento, no está de más recuperar tantolas enseñanzas de la cons