PRÓLOGO de Neruda a La Edición Francesa de El Río

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Prólogo.

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PRLOGO A LA EDICIN FRANCESA

PRLOGO A LA EDICIN FRANCESA

(Gallimard, 1974)

El Ro, a decir verdad, no es ni un libro ni un ro. Ha

almacenado en su fondo pstulas y dolores, como una especie

de historia abominable incorporada a la materialidad de lo

humano, inscrita a fuego sobre la piel de cada uno de mis

coterrneos latinoamericanos.

Como todos los chilenos, como Gmez Morel, abr los

ojos al mundo teniendo frente a m a las ms altas de las

cumbres. En Santiago de Chile, los Andes son una especie de

marco que nos acompaa a lo largo y a lo ancho de todo el

ao. De su regazo provienen las nieves insondables. La

cabellera del fro baja desde la altura. De esos senos inmutables

nace un ro, un ro de vrtigo que atraviesa las simas, penetra

en la ciudad y llega al mar, para all liberarse con esfuerzo.

Bajo los puentes de este ro Mapocho (as llamado por

araucanos y conquistadores), viven y sufren un puado de nios

difciles, duros, familiarizados con el fro, el hambre y la ms

perversa inocencia.

El corazn de Gmez Morel se moldea debajo de uno de

estos puentes, signado por el abandono enorme que lo conduce,

delito tras delito, algunos aos ms tarde, hasta la misma

crcel.

Fui testigo, sin conocer al autor, del origen de estas

pginas nacidas en una celda. Me llegaron por intermedio

de un amigo comn. Publicadas sin afn de

sensacionalismo, hace ya algunos aos, este libro ha sido

un deber esencial para el autor : acarrear bien lejos, hasta el

mar, el mal encontrado en su camino y liberarlo, liberarse a

travs de una lucha cara a cara consigo mismo. El Ro produce

un gran escalofro y el hombre salido de esa prisin es un ser

inseparable de su cauce.

Los aos han pasado. Ms de alguna vez se ha reimpreso

este clsico de la miseria. Pero siempre fue bajo el sayo

espaol... La misma lengua, la misma amarga verdad que nos

hace sentir este horror de compartir desde entonces la

conciencia de los destinos humillados y de la ignominia que

ensucia las manos de Amrica Latina....

Por primera vez este libro asoma su rostro ms all de los

mares. Ahora se prepara a mirar a los ojos a los europeos

elegantes y a cuestionarlos, clavndoles la mirada sin

remedio. No hay exotismo en estas pginas, pero s el estircol

humano, como dice el mismo Gmez Morel. Cmo ser

recibido este libro en el pas de Mallarm, en el jardn de

Ronsard, que es tambin la tierra de Zola? Con piedad, con

furia, con repugnancia o con ternura?

Deseo que a su terrible luz no se presenten solamente la

vida y los sufrimientos de un hombre, sino la existencia

misma, la lucha y la esperanza de nuestros pueblos.

En este continente, Chile y Cuba trabajan difcilmente,

atacados por todos, para cambiar los hechos desmentidos por

las realidades que de una manera desgarradora se encarga de

denunciar el libro de Gmez Morel.

Cuidado!

Escuchen : aqu comienza la ms amarga de las barcarolas.

La canta para ustedes un ro amargo y un hombre que no ha

sido vencido ni por el mal ni por el sufrimiento.

PABLO NERUDA

Isla Negra, enero de 1973.

(Traduccin de Jorgelina Martn)