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Prólogo - richardanderson.edu.uy · Donde vivió con su hermana por unos años. Regreso a Chile en 1977. Gracias a un trabajo sobre las mujeres del ... verdes y era canoso. -Violeta,

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Prólogo

Para hacer estas historias nos inspiramos en la novela de Marcela

Serrano, ”Antigua vida mía”, en el cuento “Dos Viejos” de Juan José

Morosoli, el texto“Los Negros” de Eduardo Galeano y el poema de Parra

del Riego, “A Isabelino Gradín”.

Lo primero que hicimos fue hacer una continuación del fragmento de

Marcela Serrano. Luego lo corregimos y lo pusimos en el libro, lo

nombramos como el primer capítulo. Después para hacer el segundo

capítulo le tuvimos que agregar un fragmento del cuento “Dos Viejos” a

las primeras historias y así hicimos con todos los cuentos. Hacíamos sus

continuaciones. Teníamos una consigna que la profesora nos indicaba

para todos los trabajos. Una de las consignas por ejemplo fue que entre

los dos viejos, Marcelina y Violeta hubiera un reencuentro.

Nos llevó mucho esfuerzo y dedicación realizar este trabajo, que es el

producto de la coordinación entre Informática e Idioma

Español.Esperemos lo disfruten tanto como nosotros al hacerlo.

Afectuosamente:

GENERACIÓN 2004.

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Una mapuche en la ciudad

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Índice Awela- Una gran amistad Bob esponja- Buena unión

C.C.R- El trágico problema de

Marcelina

Delex- Los peores amigos

El loco de los lobos alfa- El sueño

de Locatela

Espirito- Las compañeras de

Marcelina

Hojas- La estoica Violeta

Hola- Discusiones y más

discusiones

Jazmín- La vida de Josefa

Lolxd- Problemas interminables

Losco- El día de las burlas

Luz- Problemas de la vida

Mirtha-La amistad

Mosquetera- Amienemigas

Paco manolito simpson- Antigua

vida mía 2

Paturuzú- Discriminación en la

ciudad

Rafiki1.0- La manifestación

Rapi10 - Nuevo comienzo

RGSM- Un problema para resolver

Ruedas- La vida siempre tiene

obstáculos

Tiwi- Al día siguiente en la casa de

Josefa

Tres ponis voladores- La fiesta del

año

Tortuga Manuelita- Peleas y

soluciones

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Marcela Serrano

Marcela Serrano nació en Santiago de Chile, Chile 1951. Hija de novelista Elisa

Pérez Walker y ensayista Horacio Serrano. Ella es feminista. Ella dice que

“definirse feminista es definirse ser humano”. Antes de ser escritora ella trabajo

en viveros municipales por un tiempo en Paris. Donde vivió con su hermana por

unos años. Regreso a Chile en 1977. Gracias a un trabajo sobre las mujeres del

sur de chile gano premio de Bellas Artes. Ella empieza a escribir en 1985.

Después al sacar su primera novela: Nosotras que nos queremos tanto ganó

premio Sor Juana Inés de la Cruz en 1994.En 1994 gano premio a la mejor novela

hispanoamericana escrita por mujer en feria del libro de Guadalajara, México.

Otros libros que ella sacó son:

Antigua Vida Mía-1995

El Albergue De Las Mujeres Tristes-1997

Nuestra Señora De La Soledad- 1999

Era la ceremonia de la confirmación. Cada una de nosotras debía elegir una

madrina. Nunca entendí que sentido podía tener ese sacramento, salvo lo que

me atrajo entonces: la madrina. No la del nacimiento, en cuya elección no se

intervenía, sino una activamente escogida.

Marcelina Cabezas era una mujer del sur, mapuche, que había cuidado a Violeta

desde su nacimiento. Cuando se trató de escoger una madrina, le pareció

evidente: Cayetana era ya su madre, la abuela Carlota su madrina de nacimiento,

¿Qué otra mujer, sino Marcelina, merecía tal distingo?

Todas las compañeras llegaron ese domingo al colegio de punta en blanco, de la

mano de sus albas madrinas: tías, hermanas mayores, abuelas. Nadie dejo de

volver la cabeza cuando violeta se presentó con Marcelina. Vestía con su mejor

atuendo, toda de gasa celeste con su pelo azabache orgulloso en su tiesura,

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Marcelina Cabezas entro a la iglesia tomando la mano de su niña, pero su

caminar estoico pareció derrumbarse con las miradas que le dirigieron,

marcándola, punzándola, apartándola, quitándole ese derecho que la había

honrado tanto Violeta enrojeció; de furia, me diría más tarde. Le apretó la mano a

Marcelina, no se separó un centímetro de su lado durante toda la ceremonia y se

quedó al chocolate caliente con galletas, sola con su madrina, sin una

compañera aparte de mí- que se le acercase en el vasto refectorio. Cuando

ambas hubieron bebido sus tasas, violeta tomo otra vez a Marcelina de la mano

y cruzaron juntas el enorme comedor, entre la espesura de ojos y murmullos.

“¿Sabes, Josefa?”, fue el único comentario posterior de violeta, “si algún

sentido tiene haber nacido en esta parte del mundo, es evitar la humillación de la

otra parte, que es harto más numerosa. Mientras yo exista, nunca una Marcelina

se sentirá desprotegida. Lo juro por mi vida. No dijo nada más.

Nuestro Trayecto

Ya que la historia “Antigua Vida Mía” era tan linda, decidimos hacer una continuación

de esta historia. La meta era poder crear nuestra propia continuación. Lo que teníamos

que hacer era continuar la historia como nosotros imaginábamos que seguiría, sería

nuestra versión y lo más importante… nuestro final. Teníamos más o menos dos o tres

semanas para hacerla y después pasarla en limpio. Lo mejor acá era poder demostrar

nuestra creatividad. Ya después de entregarla, nos la devolverían corregida y

tendríamos que arreglar los errores y pasarla a un pendrive. Pero teníamos que

agregarle una imagen y un seudónimo para poder presentarla a la clase. Esto nos

motiva a poder terminar la historia como nosotros queramos.

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UNA GRAN AMISTAD

Hacía dos años, los padres de Josefa y Violeta habían fallecido en un accidente y las

niñas de 12 y 13 años quedaron al cuidado de su madrina Marcelina.

Marcelina era amiga de Alicia, la madre de las mellizas Olivia y Aurora de 14 años.

Vivían todas juntas en una casa de dos pisos en el barrio Pocitos, en la ciudad de

Montevideo.

Las niñas iban al mismo colegio y habían vuelto de un campamento. Josefa, que era

aventurera y ágil en los deportes disfrutaba mucho estas salidas y como el

campamento era en la playa, a Violeta también le gustaba.

Un martes en la noche, Aurora tuvo una idea propuso para celebrar, ir a la Pizzería

Mozzarello pero Olivia no estaba de acuerdo porque ella era muy tranquila y por su

timidez no quería, pero las otras chicas estaban de acuerdo así que igual fue.

Violeta, Josefa, Olivia y Aurora estaban sentadas en la pizzería conversando, cuando

una humeante y dorada pizza salida recién del horno llegó a la mesa de al lado. Todas

quisieron pedir lo mismo, esa masa aunque era del color del oro al morderla parecía

de algodón.

Ellas habían pedido tres mozzarellas, dos fainás y una pizza con aceitunas.

Mientras conversaban, dos ladrones le robaron silenciosamente el bolso a Violeta.

Cuando fueron a pagar se dieron cuenta que las habían robado y que no podían

comunicarse ni pagar. Ellas pidieron para llamar desde el teléfono de la pizzería y les

dijeron que sí, entonces llamaron y no atendió nadie. Unos minutos después las niñas

llamaron para contar lo que les había pasado y le explicaron a Marcelina.

Rápidamente Marcelina fue a la pizzería y pagó la cuenta.

Marcelina era una mujer de 33 años muy amable y sensible, una persona muy

pensativa pero actuó por impulso

Para ir a ayudar a las chicas Marcelina tomó dinero de Alicia sin preguntarle, porque

quería sacar a las chicas de la situación. Con esa plata Alicia se iba a comprar algunos

remedios pero resulta que cuando llegó a la farmacia, ella no tenía la plata para

pagarlos.

Muy nerviosa, la madre de las mellizas llamó a Marcelina por si ella había visto el

dinero. Marcelina contestó que sí, pero también le dijo que se lo había gastado,

entonces Alicia se enfureció. Marcelina debía buscar la forma de devolverle ese

dinero.

Mientras, en las afueras de la pizzería, Aurora que era la más valiente, inquieta y

curiosa salió en la brumosa noche en busca del bolso ámbar de Violeta, o de alguna

pista y escuchó una voz que venía de la sombra. La voz gritaba: “dejá, dejá”.

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Marcelina salió al encuentro de Aurora y juntas les pareció ver en el césped, entre los

árboles y las vagas claridades de luz, el bolso de Violeta. Así recuperaron el dinero

para devolverle a Alicia ya que solo se habían llevado el celular y los documentos.

Cuando volvieron a la casa Alicia vio a Marcelina con sus ojos color azabache llenos

de lágrimas. Marcelina le pidió disculpas por lo sucedido y le dio su dinero y Alicia

como madre cuidadosa y responsable de las niñas se lo agradeció. Era una persona

noble, con un corazón blando y fresco.

Awela

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BUENA UNIÓN

Dos meses después de la ceremonia, Marcelina da la noticia de que su

hermana Graciela (a la que le tiene mucho afecto) iba a ir de visita a la

ciudad dentro de una semana. Todos se emocionaron, ya que Marcelina

vivía hablando de la hermana, y al juzgar por los relatos y cuentos parecía

una mujer muy buena y decidida. Graciela era la hermana mayor de

Marcelina, tenía 55 años. Amaba a Marcelina. Cuando eran niñas, su

padre murió y por ello la madre vivía trabajando para mantener a la

familia, entonces Graciela tenía que hacerse cargo de Marcelina. Como

pasaban casi todo el día juntas crearon un lazo muy grande. Graciela y

Marcelina tenían cosas muy parecidas como, el pelo azabache con rulos, la

piel oscura, ojos tan marrones como la tierra, pero brillaban con el sol.

Marcelina siempre contaba que Graciela nunca se rendía, eso a Violeta la

fascinaba. Violeta ansiaba conocer a Graciela.

Y así fue, una semana después llegó Graciela. Todos querían saber sobre

ella.

-Tú debes ser Graciela-, dijo Nelson el padre de Violeta.

-Sí, y tú sos…-

-Nelson,- le susurró Violeta.

-¡Nelson!- dice Graciela un poco avergonzada.

-Se ve que tu llegada le hizo bien a papá ya que él está casi siempre

trabajando.-

Eso era cierto, Nelson era una persona ambiciosa, por eso y por muchas

razones más trabajaba mucho, eso le enojaba a Violeta porque por esa

razón él casi no le prestaba atención. Siempre se esforzaba por lo que

quería, en cuanto a la apariencia, casi siempre vestía elegante, tenía ojos

verdes y era canoso.

-Violeta, no digas eso, lo hago por el bien de la familia.

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-Siempre el mismo verso- dijo Violeta.

-Violeta cuéntame más de ti, Marcelina siempre cuenta maravillas de vos,-

dijo entusiasmada Graciela. Violeta se rió como cascabeleando,

-Es bonito saber eso, las dos se rieron.

-Ya tendremos tiempo para hablar de mí, me encantaría introducirme,

pero te tienes que instalar, -dijo Violeta en un tono suave.

-Marcelina muéstrale a Graciela dónde está tu cuarto, - dijo Nelson en un

tono como si estuviera dando una orden. A Graciela le fascinó el cuarto,

era un cuarto espacioso, luminoso, bello, agradable, ella pensaba que era

como un cuarto salido de una película de Disney.

Ya habían pasado cuatro días de la llegada de Graciela y nunca había

podido salir a recorrer la ciudad, pensaba a menudo Violeta, así que se

propuso llevarla de paseo por el barrio. Para ello necesitaba ayuda de

alguien mayor: el padre definitivamente estaba muy ocupado, Marcelina

estaba preparando una cena para las amigas de la madre de Violeta…

Entonces llamó a la tía Celina. La tía Celina era la tía de Violeta, las dos se

llevaban muy bien, Celina quería a Violeta como la hija que nunca había

podido tener, Violeta se había dado cuenta de eso pero nunca hablaba del

tema, ya que podría poner mal a Celina, aunque Celina estaba medio loca,

Violeta la amaba tal y como era, ya que eran parecidas en muchos

aspectos: las dos eran sumamente mimosas, tiernas, un poco impacientes

y las dos castañas. Así que invitó a Celina y a Josefa para que las

acompañaran, a Violeta le pareció una buena idea invitar a Josefa para

que conociera a Graciela, tenía el presentimiento de que se iban a llevar

bien.

-Dale Josefa apúrate que se va a hacer de noche,- dijo Violeta apurada.

Josefa era muy coqueta y perfeccionista, siempre se preocupaba por su

apariencia, como que su cerquillo esté bien peinado, o de taparse bien las

pecas, eso era raro porque aceptaba a todos por cómo eran por dentro no

por fuera, Josefa era la fiel amiga de Violeta.

-Ya casi lista,- dijo Josefa.

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Cuando salieron, el primer gesto de Graciela fue mirar todas las luces que

rodeaban el barrio. Pasearon mucho hasta que en algún momento Josefa

se empezó a sentir un poco mareada, eso era raro en ella ya que era una

niña muy activa, se sentaron en un banquito de una plaza,

-te sentís mejor Jose-, dijo Violeta en un tono de pregunta aterrada. Justo

antes de que pudiera responder aparecieron dos compañeras de Violeta,

justo unas de las que se habían burlado de Marcelina en la ceremonia,

Fiorela y Sofía, las dos eran envidiosas, creídas, y parecía que disfrutaban

molestando a la gente, secas, sin sentimiento era lo que demostraban.

-¿Jose que te pasó? ¿Te contagiaron las mapuches de sus enfermedades

indígenas?,- se rieron, parecían brujas. Graciela se entristeció no dijo nada

pero se notaba en la expresión facial, esa mirada decía más de mil

palabras. Profunda como si no encajara.

- ¡Cállense! ustedes dos ni la conocen,- dijo Violeta firme.

-Es cierto, no la conocemos, pero debe ser igual de sucia que la hermana,-

dijo Fiorela en un tono de burla. Graciela enrojeció de furia, la humillación

a su cultura y a su hermana, la espesura de ojos que recibía al caminar

por las calles de la ciudad y como si fuera poco despreciando su esmero

por encajar, ya no se iba a quedar más callada…

-Ustedes dos no tienen derecho a hablar así de nosotros, se creen mucho

por ser del norte, o por tener más dinero que yo, pero no son nada-, dijo

Graciela muy enojada. Se creó un silencio muy incómodo, nadie sabía qué

decir. “En fin ya es tarde, hay que irnos Fiore, antes de que nuestras

madres se empiecen a preocupar”, dijo Sofía intentando zafar de la

situación. “Ustedes dos no se van a ningún lado hasta que se disculpen

con Graciela”, dijo Celina decidida.

“¿Porqué nos tendríamos que disculpar?”

“No dijimos nada más que la verdad”, dijeron las dos creyéndose muy

inteligentes.

Siguieron discutiendo hasta que en un momento Josefa se desmayó. ¡Jose

despertáte!”, gritaba Violeta preocupada. “Todo es su culpa, ahora Josefa

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está inconsciente por culpa de sus nefastos comentarios”, dijo Violeta más

enojada que nunca. “Claro que no, sino fuera por esta mujer, que

definitivamente se tendría que haber quedado en su pueblito, no

hubiésemos peleado”, dijeron Fiorela y Sofía. Posterior a estos

comentarios se gritaron desaforadamente, hasta que Celina que estaba

harta y viendo la pelea desde ‘afuera’, veía que (aunque se hacía la fuerte)

estaba marcándola a Graciela emocionalmente, se propuso detener todo

esto para que todos se preocuparan por la salud de Josefa. “¡No son más

egoístas porque no les da el tiempo! En vez de preocuparse por Josefa,

ustedes siguen discutiendo”, dijo Celina. A Violeta se le pusieron los ojos

de cristal tan transparentes que se podían ver todos sus pensamientos a

través de ellos. ¿Cómo puedo estar haciéndole esto a Josefa?, que fue la

única que se quedó conmigo en las buenas y en las malas, ahora yo le

tengo que devolver el favor, pensaba Violeta. “Hay que llevarla al

hospital,” dijo Graciela enseguida. “Proponemos una tregua por el bien de

Josefa. ¿Aceptan?”, dijeron arrepentidas Fiorela y Sofía. Violeta y Josefa se

miraron sonrieron y las dos exclamaron: “¡Sí!”

Ya habían pasado dos días y Josefa seguía en el hospital, en el mismo

estado, los doctores no estaban seguros de lo que era, por eso no podían

decir mucho, porque nada de lo que decían podía ser exacto. Violeta, que

hasta ahora se venía haciendo la fuerte, se largó a llorar apenas entró al

cuarto de Josefa y la tomó de la mano: “Perdón, por no haberte prestado

atención, ¿qué pasa si te trajimos muy tarde al hospital por esa discusión,

o si no te recuperás?, va a ser todo mi culpa. Si no hubieras venido quizá

no te pasaba esto, quisiera revertir el pasado”, dijo Violeta al borde del

llanto. Justo en ese momento entraron Fiorela, Sofía, Graciela y Celina.

Todas rodearon la camilla donde estaba acostada Josefa, se agarraron de

las manos y empezaron a rezar, cada una a su manera, porque a pesar de

que Violeta, Fiorela y Sofía eran católicas, Celina era judía y Marcelina

tenía sus propias creencias.

Después de diez minutos, Josefa se despertó. Al ver eso Violeta

enloqueció de felicidad, llamó a los padres de Josefa, a los doctores,

enfermeras, prácticamente a todo el hospital. “¡Ay Jose, el susto que me

pegaste!”, dijo riendo aliviadamente Violeta. Josefa tenía una mirada

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confusa aunque feliz al ver a todos llevarse bien. “Se ve que al fin y al cabo

sirvió de algo que me enfermara, ahora todos se llevan bien”, dijo Josefa

feliz. Todos rieron y la abrazaron.

Bob esponja

FIN

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Los Peores Amigos

Un día Violeta iba caminando por la calle de la mano de Marcelina cuando de repente viene un

ladrón y le roba la cartera a Marcelina, esa era la cartera que violeta le había regalado a

Marcelina esa misma mañana.

Marcelina se dirigió a un poste de teléfono y llamo a la policía para reportar lo que le había

pasado, cuando Marcelina estaba hablando Violeta ve que Josefa estaba caminando con la

persona que le había robado la cartera a Marcelina.

Enseguida Violeta se dirigió a Josefa y le dijo.

-Hola! Jose puedo ver esa cartera que tiene tu “AMIGO”.

A lo que Josefa le responde.

-NO, Porque es de buena marca y no la quiero prestar!

En ese momento Violeta comenzó a sospechar y volvió con Marcelina para avisarle que su

mejor amiga la que siempre la ayudaba a caer de punta en blanco los domingos… La había

TRAICIONADO.

Marcelina se quedo de boca abierta porque no podía creer lo que había hecho Josefa,

entonces Marcelina le dijo a Violeta.

-Violeta mi amor te juro que nunca más vas a ver a esa niña-

Violeta quedo impactada con lo que Marcelina le había dicho y enseguida le contestó.

-Marce, entendiste mal lo que te quería decir porque yo la quiero seguir viendo-

Y Marcelina se lo negó diciéndole muy enojada.

-Violeta, vos me entendiste? Yo te dije que NUNCA MÁS vas a ver a esa niña-

Tres meses más tarde…

Josefa le devuelve la cartera que le había robado a Marcelina, y ella acepta sus disculpas

Y después se fueron a tomar un café.

DELEX

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El Trágico Problema de Marcelina

Pasaron diez años y Violeta y su familia no se olvidaron de lo que había pasado ese día.

Violeta y su fiel amiga Josefa crecieron juntas, cada día de los diez años que pasaron, sin

separarse un segundo, apoyándose mutuamente. Marcelina creció y su niña también,

Violeta dejó de necesitarla como antes, y de apoco, Marcelina se fue alejando de su querida

niña. La familia creció, nació Alejandro, el hermano menor de Violeta. Ahora Alejandro tiene

8 años.

Marcelina se compró una casa chica, simple y barata, pero los problemas comenzaron.

Pasó un tiempo hasta que Marcelina se diera cuenta que el estado le estaba robando. Un día

Alicia, la madre de Violeta, fue a ayudar a Marcelina con las cuentas y se dio cuenta que le

estaban dando unos 200.000$ chilenos menos. Alicia y Marcelina fueron en busca de Violeta

que, como siempre, estaba alegre con esos ojos cristalinos que tiene, hasta que su madre y

su madrina le dieron la noticia la cual le molestó mucho.

Violeta decidió ir en busca de su amigo José, que estaba estudiando abogacía, entonces

podía ayudar con el caso. José les dijo que no tenía problema y se puso manos a la obra. Más

problemas aparecieron cuando la inmobiliaria fue a decirle a Marcelina que si no pagaba las

tres cuotas que no pudo pagar en los últimos tres meses, iba a tener que dejar la casa.

Violeta se desesperó porque no podía dejar que su madrina perdiera su casa, y con mucho

sacrificio decidió vender algunas de sus ropas más bonitas, inclusive su favorita: una

camiseta peluda, suave y blanda. Josefa decidió ayudar y le pidió a su amiga Graciela si tenía

algún trabajo para Violeta y ella, la cual dijo que para sus amigas siempre tenía una vacante.

Comenzaron a trabajar pero esto influyó en sus estudios y tuvieron que dejar el trabajo.

Violeta se puso muy nerviosa y comenzó a gritar cosas como: vasto, desprotegida, punzar, de

punta en blanco, azabache, refectorio, posterior, alba y otras locuras más. Violeta, estoica,

decidió cambiar de trabajo, más allá de la humillación de sus compañeras y sus madrinas,

trabajar en una pizzería haciendo las distintas salsas.

Después de un tiempo, José trajo noticias a la casa de Violeta. Consiguió con mucho

esfuerzo, que el estado le devolviera la plata a Marcelina, al final todo salió bien y le

agradeció a todos por toda la ayuda, en especial a Violeta y a Josefa que fueron las más

perjudicadas ya que tuvieron que vender sus cosas y trabajar de más.

Por un tiempo más Violeta siguió teniendo ataques diciendo palabras como: árbol, el perro

gris, íntimo amigo mío, católicos son los círculos. Y después de un mes de terapia dejó de

tener ataques.

C.C.R

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EL SUEÑO DE LOCATELA

El martes en el estadio estaba Violeta y sus compañeras que fueron a mirar el partido de fútbol

de Uruguay contra Argentina. El partido fue agradable, al final salió más favorecido para

Uruguay con el resultado de 2 a 1.

Cuando salieron del estadio, en la salida pudieron encontrarse con algunos jugadores del

equipo uruguayo. José Suarez, el delantero de Uruguay fue el más entrevistado por la prensa

por haber marcado los dos goles para la victoria de Uruguay. Locatela, compañera de Violeta

llamó a su madre, Roberta, para avisarle que estaba viendo a José Suarez, el ídolo de Roberta,

cara a cara. Cuando Locatela puso alta voz, Roberta escucho la voz del futbolista que tanto

idolatraba. Su reacción era alegre e inexplicable.

Luego del partido todas las chicas llegaron a su casa y lo único que hicieron fue dormir.

Al día siguiente cuando Locatela y su hermana gemela Lucatela se despertaron, bajaron a la

cocina a desayunar. No podían creer lo que sus ojos de cristales estaban viendo… ¡José Suarez,

el futbolista uruguayo, estaba en su casa! No sabían que estaba pasando. Luego llegó Roberta,

su madre, y les dice “conozcan a mi nuevo bello novio”. Las gemelas no sabían cómo

reaccionar.

Luego de algunos días que Roberta y José estuvieron saliendo por un largo tiempo, creían que

ya se eran fiel y que eran la pareja perfecta. Al día siguiente las gemelas se despertaron y

escucharon gritos del piso de abajo. Tenían miedo de bajar. Al final cuando bajaron escucharon

un ruido de la puerta cerrándose bruscamente y ven a Roberta llorando no muy bonita y

sintiéndose desprotegida.

Posterior a eso, el siguiente día en el colegio estaba Lola la hija de José Suarez. Las gemelas

enrojecidas de furia, se encontraron con Lola e intercambiaron algunos insultos, entonces

llegaron Violeta, Josefa y Marcelina, con esa alma tan luminosa a salvar el día. Primero las

apartaron y luego les dijeron algunas frases para suavizar y ablandar la situación. Las frases las

hicieron calmarse y darse cuenta que lo que estaban haciendo estaba mal. Las frases fueron:

“trata a los demás como quieres ser tratado”, “pelear no es siempre la solución” y otras frases.

Entonces Lola y las gemelas se disculparon. Luego se fueron a comer algo rico al refectorio del

colegio y ya todas eran amigas.

Entonces Locatela se despertó. Se dio cuenta de que nada era real, que su madre no era novia

de un futbolista y que ella no se había peleado con nadie. ¡Se sintió tan real!

El Loco de los Lobos Alfa

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Las compañeras de Violeta

Un sábado en la cafetería de la esquina del colegio de Violeta, se reunieron todos los

familiares de los alumnos para celebrar la despedida del año. Era algo que se solía hacer todos

los años. Violeta estaba muy triste porque ni su padre ni su madre podían ir, y la única persona

que podía acompañarla era Marcelina. Marcelina es como una abuela para ella, la cuida a

Violeta desde que nació. Entonces Violeta aceptó la propuesta de su

mamá, total ir con Marcelina era como ir con su abuela. Unas horas

antes del café Marcelina tuvo un problema con la vestimenta. Ella era

de origen mapuche, y los mapuches lo más formal que usan es gasa

celeste. Marcelina pensaba que era un evento formal, pero en

realidad era un evento simple. Ella a pesar de todo fue de punta en

blanco, toda arregladita con su mejor atuendo. Llegando a la cafetería se dio cuenta que todos

bajaban de los autos con ropa casual. Ella se había entristecido un poco porque ella se había

esforzado y resulta que era un evento simple. Igual su caminar estoico no se derrumbó. Salió

del auto y entró a la sala como si no hubiese pasado nada. Toda la gente le dirigía la mirada

hacia ella apartándola, marcándola, punzándola. Más tarde era la hora de pedir la comida. La

angustia de Marcelina impidió que ella pudiera elegir algo para comer. Como no sabía qué

comer pidió de todo un poco: salado, dulce, picante y afrutado. Violeta nunca había visto a

Marcelina así entonces se levantó y fue a encarar a sus compañeras. Cuando fue a encarar a

las compañeras había tres personas hablando con ella. La familia Firpo. La familia Firpo era una

familia que siempre fue humillada por ser mapuche. Los mapuches son humillados por cómo

se visten, por sus pelos azabaches, etc. Ellos conocían a Marcelina, era de su tribu. Cuando se

dieron cuenta de que Marcelina, su colega había sido humillada ellos fueron a defenderla.

Manuela era una compañera del curso de Violeta de la familia Firpo. A ella siempre la

señalaban por ser mapuche. Yo siempre me pregunté. ¿Por qué siempre humillan a los demás

por cómo se visten, cómo tienen el pelo, etc?, fui a preguntarles a las compañeras. Se

pusieron a llorar. Una de ellas Sol, la madre siempre la obliga a estudiar y si no se sacaba las

mejores notas, no comía de noche, por eso se descargaba con otras personas. Otra compañera

Luz tenía problemas en la casa con los padres siempre se viven peleando, no hay día que no se

peleen y el único lugar que tiene para descargarse es el colegio. Otra y la última compañera

Azul, siempre las más grande la molestaban hasta que en un momento aprendió a defenderse

y desde ese día trata mal y humilla a la gente como a Marcelina. Todas esas chicas tienen

problemas en las casas y se los transmiten a otros compañeros descargándose en ellos. Al final

las compañeras se disculparon con Marcelina y todo más o menos se arregló. Después de

todos los problemas, pudieron disfrutar de una linda velada, comiendo, tomando un rico té,

riendo, disfrutando y también haciendo nuevas amistades.

Espirito

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La estoica Violeta

Eran los años de guerra en el sur de Chile.

Entre ladrones de tierras y delincuentes, la vida era muy dura y difícil.

En una humilde vivienda habitan Violeta, su padre y su madre llamada Carlota.

Violeta era una niña alegre, de corazón blando y ojos grandes.

Durante una noche de verano hubo un asalto a su casa. En esa misma noche sus padres

murieron, quedando Violeta al cuidado de su madrina Marcelina Cabezas.

Para ella fue una pérdida muy grande que no superó fácilmente.

Por muchos años, la niña sufrió los recuerdos de aquella fatídica noche.

El carácter de Violeta se volvió estoico frente a los problemas.

La pequeña creció muy valiente, sabiendo enfrentar las más difíciles situaciones que se le

fueron presentando a lo largo de su vida; a pesar de esto su corazón se mantuvo tierno y

dulce.

Cierta noche acompañada de su novio Pedro, caminaban por la ruta cuando de pronto fueron

asaltados. La chica sintió un escalofrío al recordar el hecho sucedido años atrás cuando

fallecieron sus padres.

Violeta junto a su novio lucharon ferozmente, pudiendo vencer a los agresores.

La chica mostró su valentía para salir adelante frente a los problemas.

La vida de Violeta nunca fue fácil, se puede decir que ella no caminó entre algodones. Su

carácter estoico lo hizo fuerte ante las desgracias que se le fueron presentando en la vida.

Su madrina así como su novio fueron un gran apoyo emocional y de esta forma logró madurar

rápidamente.

Violeta es un ejemplo a seguir para muchos.

Para ella solo los valientes ganan esta vida y los cobardes se quedan por el camino.

Esta historia narra la vida de una pequeña niña que ha logrado con estoicismo saltar los

obstáculos que se le han presentado, creciendo y llegando a ser una valiente mujer de gran

corazón.

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HOJAS

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DISCUSIONES Y MAS DISCUSIONES

Era un miércoles por la tarde en la casa de Violeta, Josefa y Violeta querían ir a comer y

decidieron convencer a Marcelina para ir a comer a una pizzería. Posteriormente Marcelina

decidió ir a una pizzería que estaba al lado de su casa. Cuando entraron vieron a las

compañeras del colegio de Violeta, Julieta y Martina las dos de punta en blanco y enseguida

empezaron a burlarse, humillándolas por estar con Marcelina. Entonces Violeta enrojeció de

furia, pero antes de que Violeta les dijera algo, Marcelina decidió ir a otro lugar para que no

tuvieran problemas entre ellas. Finalmente fueron a la pizzería en donde trabajaba Martín, el

mejor amigo del hermano de Violeta.

Cuando fueron a pagar, Josefa se dio cuenta de que Martín les había cobrado de más y

enseguida fueron a reclamarle a Martín, pero él les dijo que no les iba de devolver la plata,

ellas tres enrojecieron de furia y empezaron a discutir con Martín, hasta que de repente

entraron Martina y Julieta. Enseguida Violeta les dijo que se fueran y que no se tenían que

meter porque no era su problema. Pero a ellas no les importó y empezaron a humillarlas

frente a todo el mundo. Obviamente Josefa y Violeta no se quedaron calladas y le

respondieron hasta que Martin apartó del lugar a Julieta y a Martina.

Posteriormente, Josefa, Marcelina y Violeta siguieron discutiendo con Martín por lo que había

ocurrido antes, hasta que Violeta les dijo que le iban a decir a lo que había pasado a Federico,

el hermano de Violeta, que era su mejor amigo.

Cuando llegaron a la casa, fueron directamente a hablar con Federico y con Fiorella, su novia, y

les dijeron lo que había pasado, pero ellos dijeron que Martín tenía razón porque ellas le

habían hablado mal, Violeta enfureció y les empezó a gritar hasta que ellos le dieron la razón a

Violeta. Luego fueron todos juntos a hablar con Martín, cuando llegaron, Federico fue

directamente a hablar con Martín. Finalmente terminaron resolviendo el problema, Martín

reconoció su pequeño error y se disculpó con ellas. Luego de eso Martín, Federico y Fiorella se

fueron a una fiesta juntos, Violeta, Josefa y Marcelina se fueron a la casa de Violeta porque ya

era tarde y al otro día Josefa y Violeta tenían Colegio.

HOLA

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La vida de Josefa

Era un lunes en la casa de Josefa. Josefa quería que fuese el día miércoles porque iba a ser la

ceremonia de confirmación en su casa.

Dos días después…

Era el día de la ceremonia y Josefa estaba muy emocionada. Cuando todos llegaron, todas las

compañeras de Violeta se burlaban de ella y de Marcelina. El hermano de Violeta estaba

furioso y Violeta también. En un momento una de las compañeras de Violeta gritó: -

Marcelina es horrible – y el hermano de Violeta se enojó tanto que las amenazó con burlarse

de ellas todo el tiempo y en frente de todos. Violeta se enojó con Josefa porque cuando esa

niña gritó eso Josefa largó una risa burlona. Violeta estaba furiosa y por eso se fue de la

ceremonia. Marcelina le dijo a Juan Ignacio y a Violeta que a ella no le importaba que se

burlasen de ella ni enrojecerse de la vergüenza.

Violeta habló con Josefa y Josefa le dijo a Violeta que la perdonara y Violeta dijo que sí.

Continuará…

Jazmín

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Problemas Interminables

Veinte años después Violeta se reúne con sus compañeras que la molestaron durante la

ceremonia de las albas madrinas. Violeta tenía una reunión ese día con sus compañeras, había

que ir con las albas madrinas. Violeta no quería que le volviese a suceder lo mismo que hace

20 años, entonces en la ceremonia dijo que Marcelina había fallecido.

Violeta en la reunión dijo que había fallecido, entonces todas le preguntaron: Ya que se

murió ¿a quién elegirías como alba madrina? De inmediato respondió: -No me gustaría tener

ahora una alba madrina porque me siento mal por lo que pasó. Violeta se frotó el ojo con la

mano para fingir que estaba a punto de llorar. Las compañeras decidieron dejarla ir a su casa

porque pensaron que se sentía mal.

Cuando Violeta regresó a su casa acongojada debido a lo sucedido anteriormente, se fue al

baño, fue ahí, que en ese momento estaba su amiga Josefa con su cara encremada para irse a

dormir. Violeta grita de espanto que le produjo el encuentro. Marcelina fue corriendo al baño

para ver que había pasado. -Por un momento pensé que había un ladrón.

Al día siguiente Violeta juntó a Josefa se dirigieron a un boliche para festejar su cumple. Las

dos buscaban boliche para festejar el cumple. Fue difícil la elección, hasta que Violeta marcó a

un boliche, definitivamente encontraron el indicado. Era un boliche vasto. De inmediato,

Josefa llamó a Marcelina, diciéndole que ya lo habían encontrado, y que había que llevar los

refrescos y las decoraciones para festejar.

El cumple sería el día siguiente por la noche a las 10p.m. Violeta entusiasmada le dijo a todos

para que fueran. Todos se iban a ir. Eran unas 100 personas incluidas las compañeras de

Violeta. Al día siguiente Violeta fue a comprarse su vestido para esa noche. Se fue a Zara, Gap,

Forever 21, Indian, Wanama, Uniform, pero el que más le gustó fue uno de Zara. Violeta luego

se fue a Hush Puppy para ver los zapatos, se probó 5 pero solo se llevó 2. Marcelina

preparándose se tiñó el pelo a castaño en vez de azabache.

Ya era de noche comenzando la fiesta Violeta entró al boliche con un caminar estoico y

glorioso. Más tarde todo el mundo bailando activamente la canción Shake it. Pero algo pasó:

mientras Marcelina bailaba se chocó con Marisela y Marisela gritó: -Ahhhhh. Violeta fue

corriendo y cuando vio lo que había pasado se enrojeció. Marisela le dijo que no se había

muerto. En lo que Violeta responde: No lo dije para que no nos molestaran. Pero ya era muy

tarde Johnyta, Marta y valentina ya exageraron le estaban pegando y la humillaron

abrumadoramente. Violeta grita: Alto!!!!!!!No ven que le hacen daño, no ven que sufren, yo ya

me harte de ustedes siempre haciéndose lo más importante. Todo el mundo empieza a

aplaudir. Pero Marisela dice: ¿Por qué aplaud…? Sin terminar la frase Martín responden: Tiene

razón ella, ellos son humanos. Johnyta refrecciono pero las otras no entonces el dj las apunta

con un foco de luz y dice: No se cansan miren que si no paran yo me voy a meter con ustedes.

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Hay en ese momento se escucha yo también repetidamente. Las compañeras de Violeta se

retiran de la fiesta y todo continuo normal hasta el final de la fiesta.

Esto no había terminado por más que Johnyta, Marta y Valentina hallan refeccionado

Marisela no iba a molestar mas pero si quería a Martín. Entonces Marisela le roba el celular y

se envía a si misma un mensaje romántico, después se le devuelve diciendo que “lo había

encontrado “.Un día Josefa fue a la casa de Martín. Cuando Martín fue al baño Josefa siendo

chusma le revisa el whatsapp y ve el mensaje, Martín vuelve del baño Josefa lo mira con cara

de mala entonces Martín dice: Que pasa mi vida? En lo que le da el celular con el mensaje. Él

dice: Yo no fui te juro por mi vida. Josefa estuvo a punto de irse pero aparece por detrás

Maristela riéndose, Josefa enfurecida, harta y sin noción de lo que pasa se va y Maristela dice:

Mi plan funcionó, ahora sos solo mío. Martin sin opción alguna se casa con Maristela.

Ya organizaron todo para la boda entonces, están diciendo todo y dicen: Si alguien esta en

contra de esto hable ahora o calle para siempre. En lo que va Josefa diciendo: Yo!, perdón

Martín no quiero que estés lejos de mí. No lo soporto! Martín dice: perdonada y se besan. Ahí

fue el verdadero matrimonio. Maristela tira las flores al piso y las pisa y se va enfurecida.

THE

END

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Lolxd

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El día de las burlas

El sábado siguiente, en el shopping, Violeta se encontró con sus compañeras y se pelearon

fuerte. Luego vino Josefa y se puso a discutir y a ayudar a Violeta.

Se fueron las compañeras por un lado y Violeta y Josefa por el otro. Al caminar, Violeta sin

querer se tropezó con el pie de Josefa y discutieron.

Se fueron una para cada lado y Josefa se encontró con las compañeras y sus tres hermanos de

12 años. Ellas planearon vengarse de Violeta mientras que ella se fue llorando con Marcelina.

Después, se encontraron todas y las compañeras se burlaron y le dijeron "llorona" a Violeta, lo

cual a ella no le importó y se fueron.

Resulta que Josefa planeó todo desde un principio. Luego intentó explicarle a Violeta.

Al final se amigaron y se fueron riéndose y burlándose de las compañeras hasta la casa de

Josefa.

La madre de Josefa las recibió con la merienda y se sentaron a comer.

Seudónimo: Losco

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Problemas de la vida.

Era un 18 de febrero2001, un domingo a la mañana. Y Violeta, Marcelina, Lucas, Luna y Lucía

estaban desayunando.

-Violeta, ¡no comas mucho que en la ceremonia vamos a comer!– dijo Marcelina riéndose

Al rato, Lucía, la madre de Violeta se fue a su trabajo. Ella trabajaba de mesera.

Mientras Marcelina se estaba cambiando para irse, la llamó Vale, la niñera de Lucas. Lucas era

el hermano de Violeta.

-Hola Marce. Estoy enferma, no puedo ir a cuidar a Lukitas. Pero no te preocupes que voy a

preguntarle a mis amigas si pueden ir. -

Entonces Marcelina le dijo a Violeta que capaz que no llegaban a la ceremonia. Tenían que

estar a las 2:00pm en el parque. Y ya era la 1:30. Cuando Violeta se enteró, le preguntó a sus

amigas mayores si podían cuidar a Lucas y le dijeron que no podían. En ese momento ella se

rindió. Ya estaba harta.

A la 1:50 tocan el timbre.

- ¡Hola! Soy María. Soy una amiga de Vale, me pidió que viniera a cuidar a Lucas.

- ¡Ayyyy! ¿Enserio? ¡Violeta nos vamos! -gritó Marcelina muy alegre.

Cuando Violeta escuchó el grito de Marcelina, bajó corriendo feliz.

Al llegar al parque, se dieron cuenta que se habían olvidado del número de la cédula para

poder participar en la ceremonia. No sabían qué hacer, entonces Marcelina llamó a Luna

consecutivamente, pero no atendía y se empezaron a preocupar.

-Dame el código de tu teléfono para llamar a María.

Pero cuando Violeta llamó a su casa, no atendían.

Entonces, cuando Luna no atendió, Marcelina buscó en todos sus bolsillos y lo terminó

encontrando en un bolsillo secreto. Pero igual seguía preocupado por Luna. Cuando la

ceremonia terminó, Luna los llamó y dijo que había ido al cine y después alo de una amiga a

hacer deberes.

Luz

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La amistad

Unos días más tarde, luego de la ceremonia, Violeta fue a la casa de Josefa para ver como

estaba, ya que no contestaba ninguna de sus llamadas. Cuando llegó, tocó timbre y le abrió

Lucas el hermano de Josefa.

-¿Dónde está Josefa?-preguntó con desesperación.

-Arriba, no se siente muy bien-dijo Lucas.

Cuando subió las escaleras vió la puerta de Josefa media entornada y sin entrar ya se

escuchaban su llanto. Entonces con preocupación entró a su cuarto y la vió, era ella, tirada,

pálida, sin ganas de hacer nada. Entonces rápidamente llamó a Marcelina, ya que ella sabía

algo de medicina pero no era doctora porque a los Mapuches no los dejaban.

-¿Estás bien?-preguntó.

Josefa ni le contestó de lo mal que estaba.

Algunas horas más tarde cuando Marcelina llegó ni preguntó lo que pasaba ya que supuso que

era por la ceremonia. Cuando vio lo mal que estaba Josefa le saltaron los ojos. Decidieron

llamar a un médico. Cuando llegó y la vio decidió tomarle la temperatura y el pulso, ya que no

parecía ni normal de la manera en la que estaba. El médico lo que le había dicho era que tenía

que hacer reposo por un mes.

Cuando las compañeras llegaron la vieron y se dieron cuenta de lo mal que habían hecho sentir

a una de sus compañeras. Sin dudarlo le pidieron disculpas, pero sabían que no se iba a curar

con un simple”perdón”, pero sin embargo con la ayuda de todas poco a poco se fue

mejorando, pero igual le había hecho tan mal que ya ni quería volver a el colegio, pero a

Marcelina no le habían pedido disculpas e igual siguieron molestandola. Marcelina ya harta de

todo eso decidió irse a vivir a su pueblo natal, donde ella había nacido, a su hogar.

Violeta intentó hacer todo lo posible para que no se vaya, pero no lo consiguió. Marcelina se

fue a vivir a Huarpes. Josefa tuvo que cambiarse de colegio pero Violeta ya que no pudo

acompañar a Marcelina, esta vez no dejó ir a una de sus personas más importantes.

MIRTHA LEGRAND

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AMIENEMIGAS

Un sábado al mediodía, Josefa, Sol, Luna y Thiago, se reencontraron con Tom, el primo de

Violeta. Él venía desde Brasil. Su avión había llegado hacía una semana. Todos decidieron

juntarse en la casa de Violeta. Tom se estaba quedando en el hotel que quedaba en la esquina

de la casa de sus primos.

Violeta estaba ansiosa, sentada en el sillón junto a Juan, su hermano y su perro Pon Pon.

Mientras, Marcelina tomaba su té de manzanilla. La mamá y el papá de Violeta ya se habían

ido a trabajar, ellos no estaban mucho en la casa.

La primera en tocar timbre fue Josefa, su fiel y alegre amiga, y al lado de Violeta, recibiéndola,

estaba el mimoso de Pon Pon. Atrás de Violeta y el cachorro, estaba Marcelina, su niñera del

Sur mapuche, que Tom aún no conocía. Ella era alta, flaca, alegre, agradable, tranquila y con

pelo azabache.

Cuando todos estaban adentro de la casa, se fueron al comedor y luego al cuarto de Violeta.

Ahí había una cerámica, con forma de un triángulo o de una pirámide, que Violeta no quería

que nadie la tocara.

Josefa no la podía parar de mirar, por lo cual era evidente que lo quería tocar. Lo agarró sin

que nadie la viera y se le cayó. Josefa se sentía muy mal y Violeta le dijo: “- Tú siempre rompés

todo!” Sol y Luna la consolaron (a Josefa), y querían apartar a Violeta. Josefa y las dos chicas se

pelearon con Violeta; Pon Pon y Marcelina la consolaron, mientras que Juan, Thiago y Tom,

jugaban.

Después de un rato Josefa y Violeta se reconciliaron y Sol y Luna se fueron con toda la clase al

parque. Ya cuando se habían ido, Marcelina les ofreció a los demás para ir a otro parque, pero

en el camino Sol los vio, y les dijo a todos que se burlen de los otros chicos.

Pon Pon se puso a jugar con una pelotita, debajo de un árbol, en el césped recién regado, junto

a unas rosas. Violeta y Josefa charlaban en un banco frío. Lejos de Pon Pon estaban los chicos

en el pasto y Tom elegía con qué pelota jugar al football. Josefa y Violeta estaban muy

enojadas porque se habían dado cuenta de que se estaban burlando de ellas.

De pronto Pon Pon fue atacado por un joven que le cortó la patita y estaba muy grave.

Marcelina fue la primera en darse cuenta y fue a ver a Pon Pon con un caminar estoico, muy

enojada con el joven. Cuando todos se dieron cuenta, las chicas se dejaron de pelear y fueron

corriendo a ver que le pasaba.

Luego fueron al veterinario, y aunque estaba muy débil y tuvieron que intervenirle la pata, lo

lograron curar.

MOSQUETERA

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Antigua vida mía

Vol. 2

Pasó un día después de la ceremonia, Violeta notó algo raro de Marcelina.

-¿Estás bien?,- preguntó Violeta.

A Marcelina le empezaron a salir lágrimas en los ojos.

-¿Qué te pasa?

-Estoy así por cómo tus amigas me discriminaron tan solo por ser Mapuche.

No hay que ser débiles, hay que demostrar que estamos molestas ambas, hay que ser fuertes,

tienes un hermoso color de pelo azabache.

Marcelina enrojeció de orgullo y le tocó la cara a Violeta con sus manos.

-Violeta ¿te preparo un té?

-Claro.

-Prendió un fósforo Marcelina.

-Pasó una hora y Marcelina olvidó el té.

-Toc toc se escuchó en la puerta.

Era una de las mejores amigas de Violeta.

Federica.

HOLA.

Hola.

Oí lo que le paso a Marcelina, estuvo muy mal.

Pasa quiero mostrarte algo, dijo Violeta.

TocToc se escuchó en la puerta.

Era otra amiga de Violeta.

Martina.

Hola ¿cómo estás?, dijo Violeta.

Bien, en un momento viene Guillermina.

Hola Guille ¿cómo estás?

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Bien, les cuento un chiste, una persona muere atropellada al ir al cine, parece que no vio el

tráiler.

Todas se rieron.

Dejaron un paquete afuera.

Como sea otras de tus bromas te haré comer brócoli cuando vengas

No te preocupes no es broma.

Era un regalo de las ex amigas de Violeta pidiéndole perdón a Marcelina, era un álbum de fotos

de Violeta.

-¿Quieren salir afuera? hay un vasto cultivo de maíz.

Violeta estaba muy enojada con Josefa.

-¿Qué te pasa?

-¿Por qué les diste las fotos?

Hice algo para que se disculpen

-Pudiste hacer algo más, dijo Violeta

-Eres malagradecida.

Mira quien lo dice la q no se puede confiar, dijo violeta

No quiero ser tu amiga más, dijo Josefa

Yo tampoco, dijo Violeta

Pasaron dos horas desde la pelea

HOLA volví, dijo Marcelina

Mira q te dan mis compañeras un regalo, dijo Violeta

Diles gracias por mí, dijo Marcelina

Porque huele a quemado, dijo Martina

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La cocina, se me olvido el té, dijo Marcelina

Paco Manolito Simpson

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Discriminación en la ciudad

Dos semanas después del problema en la ceremonia de confirmación de Violeta, mientras

Marcelina tomaba su café, empezó a recibir cartas que decían que ella no estaba pagando el

alquiler de la casa, pero eso no era así ella no se atrasaba ni un día con el pago del alquiler. Se

fue a cepillar los dientes y se hidrató la cara con una crema de especias mapuches pues su piel

era muy seca. Marcelina decidió ir a hablar con el tío de Violeta (Carlos) pues él es contador,

pero antes tenía que ayudar a Violeta a hacer los deberes. Pero al entrar al cuarto resultó que

Violeta no había hecho la tarea, pues ella quería ir al shopping porque sus amigas la habían

invitado para hacer las paces y pasar un lindo rato de chicas. Marcelina se negó a dejarla ir sin

haber hecho los deberes. “¿Después de que te protegí todo el día en la ceremonia de

confirmación no me dejas ir con mis amigas a reconciliarme?“, dijo Violeta. “Eso no tiene nada

que ver Violeta, yo estoy contigo en las buenas y en las malas”, dijo Marcelina. “Tienes razón

no sé en qué estaba pensando, iré a hacer mis deberes de inmediato. ¿Te sientes mal? Estás

un poco decaída “, dijo Violeta. “No, no mi niña querida”, dijo Marcelina cariñosamente.

Cuando Marcelina terminó su turno en la casa de Violeta fue de inmediato a la casa del tío

Roberto, no tocó timbre porque seguramente la prima Sol estaba durmiendo. “Marcelina,

tendríamos que hablar con José porque yo no me especializo en estos temas”, dijo Carlos. “Así

que tenemos un problema de sueldo, tendremos que ir a hablar con el gerente del banco pues

claramente tu plata no está en la cuenta bancaria”, dijo José (el padrastro de Violeta). Al

siguiente mes Marcelina fue al banco pues su agenda estaba muy ocupada y además tenía que

ir a la presentación de baile de Violeta, intentó apurarse muchísimo. “Sra. Marcelina el dinero

que está usted ganando no se está guardando porque usted es mapuche, y tenemos una regla

que es el dinero de extranjeros, nos la quedamos”, dijo el gerente del banco. Pero yo no soy

extranjera, soy de Chile, lo único diferente entre nosotros es la cultura”, dijo Marcelina y

empezó a lagrimear. “Claro que sí señora, claro que sí…”, dijo arrogantemente el gerente.

“Bueno bórreme inmediatamente de este horrible banco y deme información de los mejores

bancos del país”, dijo Marcelina mientras se secaba las lágrimas que le caían de los ojos, agarró

su abrigo y se fue. Al llegar al teatro, escuchó una voz conocida, era una madrina. La luz

encandilaba a Marcelina y no la pudo ver pero ya sabía perfectamente quién era, era la

madrina de Josefa. “Sos una ridícula, fuiste a la comunión y ahora venís acá, irrespetuosa“, dijo

Marina. Intercambiaron algunas palabras hasta que se abrieron las cortinas grises. Marcelina

estaba distraída cuando empezaron a decir “¡Saquen a la Mapuche! Pero a ella no le

importaba. Lo que tenía que hacer Violeta era cantar y por más raro que sonara, bostezar.

Carlos y José descubrieron una forma de hacerse multimillonarios. “¡Pobre Marcelina!

¿Escuchaste lo que le pasó? Deberíamos crear un banco para todo tipo de personas. ¿No?” dijo

Pablo entusiasmado. “¡Sí! Y se llamaría Pablo y José Bank Arena. Se pusieron en campaña y en

cinco años aumento un 50 % la cantidad de extranjeros en Chile y lo más importante Marcelina

se pudo quedar en Chile para cuidar a su niña querida. También iban a continuar siendo el dúo

dinámico.

PATURUZÚ

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La manifestación

El lunes siguiente a la ceremonia, en la casa de Violeta, Violeta no estaba en su habitación

cuando su madre fue a despertarla como hacía diariamente. Su madre entró en pánico. Se

escuchó un ruido en la calle que pasaba por enfrente de la habitación de Violeta. Eran gritos,

disparates eran lo que aquel grupo exclamaba. Pero en un momento Cayetana, la madre de

Violeta reconoció una voz; era la voz de Violeta.

Lo que aquella cantidad de gente buscaba, era el respeto hacia los Mapuches.

Al terminar la manifestación, que duró la mitad del día, Violeta se fue al colegio para reunirse

con sus amigas.

La manifestación fue completamente en vano, ya que lo único que provocó fue una denuncia

por hacer demasiado escándalo a cada uno y un castigo muy importante para Violeta.

Cuando Violeta llegó al colegio, su “enemiga”, Miriam, la estaba esperando en la puerta.

Violeta lo había planeado todo, sabía que la manifestación iba a terminar a la hora de su

recreo principal, lo único que no había pensado era que Miriam era su vecina y que podía

haber visto que ella era la cabeza de la manifestación.

-¿Por qué estás llegando a esta hora?- le preguntó Miriam a Violeta. – ¿Sabés que te vi en la

manifestación?, ¿verdad?

La cara de susto de Violeta al escuchar eso era imposible de esconder. Fue un sentimiento tan

fuerte el que ella sintió, que no dijo ni una sola palabra y siguió su camino.

Miriam gritó mientras ella iba caminando:

-Le voy a contar a todas tus amigas-. Violeta siguió caminando haciendo como que no

escuchaba lo que Miriam decía.

Más adentro en el patio encontró a su tío Carlos que era profesor de fútbol en el colegio, ella

le pidió que le informara a la directora que había llegado tarde porque había ido al médico,

que era una mentira, pero su tío no lo sabía.

Después de hablar con su tío se encontró con Juana y Carlota, sus mejores amigas. Carlota

como siempre vestida de punta en blanco y Juana siempre con su tiesura. Carlota y Juana eran

unas de las muchas amigas de Violeta que no les gustaba que pasara tiempo con Marcelina,

solo porque era mapuche, entonces si les decía que había participado en la manifestación las

perdería para siempre.

-¡Hola!- exclamó Carlota

-¿Dónde estabas?- preguntó con ansia Juana.

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-Seguro te quedaste a consolar a” la mapuche” esa que tanto quieres- dijo Carlota.

-Bien que vos envidias su pelo azabache, y que vos amás su caminar estoico- dijo Violeta

callando a Juana y a Carlota.

-Aunque después de lo que pasó en el refectorio yo me hubiera quedado con ella- dijo

Carlitos, el primo de Violeta que siempre acompañaba a su padre a dar la clase de fútbol.

-Carlitos no te metas en esto- le dijo Violeta llevándolo a un banco; de repente sonó la

campana para volver a clase.

Luego de la clase de Historia, Violeta se dio cuenta que Miriam estaba hablando con sus

amigas, pero lo raro fue que en vez de decirle lo que pasó en la manifestación, que era lo que

Violeta creía. Pero Violeta tenía un don, y sabía leer los labios. Lo que ella leyó fue muy

extraño, parecía como si fuera un dictado de palabras o algo así. Las palabras eran: punzar,

marcar, albas, mimoso, comería, brumosa, zaguán, acorde, etc.

Un rato después fue a hablar con Miriam.

-¿Qué les dijiste?- dijo preocupada Violeta.

- No les dije lo de la manifestación- contesto Miriam. Violeta quedó aliviada.

-Pero, ¿por qué no les dijiste?- preguntó Violeta muy preocupada.

-Porque me di cuenta que eso es de muy mala persona - dijo Miriam.

Dos años después… Violeta y Miriam siguen siendo buenas amigas.

Rafiki 1.0

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Nuevo comienzo

El martes decidí ir a lo de Josefa. Le tenía que explicar y contar la furia que me daba todo este

tema. Cuando llegué a su casa, no llegué a tocar el timbre porque el padre de Josefa ya estaba

listo para abrirme la puerta como si supiese que yo ya estaba en la puerta. No me sorprendió,

Agustín, el padre, siempre estaba atento y metido en todo lo que tiene que ver con Josefa. Lo

saludé y fui directo hacia el cuarto de Josefa. Cuando entré, vi a Josefa ordenando su bello

dormitorio. Cuando entré, lo único que logré decir fue, “Gracias”.

Mientras Josefa y yo conversábamos, Ana, Elena y Pía, mis compañeras, habían hecho un plan

para que perdiera mi afecto por Marcelina. Su plan era lanzar una piedra de color azabache y

romper la ventana. Marcelina se distraería y ellas dejarían una carta en mi habitación diciendo

que Marcelina ya no me quería y que todo lo ocurrido había sido mi culpa fingiendo ser ella. El

plan iba en marcha. La piedra ya había roto la ventana y mis compañeras ya se dirigían hacia

mi habitación. No contaron con un detalle, Oso, el perro de Violeta. Un perro fiel, bonito,

peludo que por más bueno y agradable que fuese, cuando algo ocurre, que involucre a sus

dueños, Oso no es tan bueno y agradable como siempre.

El plan no funcionó, el perro las descubrió, Marcelina se enteró y le avisó a Violeta.

Violeta volvió a su casa llena de humillación. No podía creer lo lejos que esto había llegado. No

sabía cuál podía ser la reacción de Marcelina pero lo único que quería era que no se sintiese

mal.

Cuando llegué a mi casa, Marcelina estaba en una silla esperándome. No pude decir ni una

palabra porque ella dijo…

“Discúlpame”

No entendía, esto no era su culpa.

“Lamento que por mi culpa tengas problemas con tus compañeras, no te mereces esto, si es

necesario me retiraré” Marcelina dijo esto mientras sus ojos de cristal parecían explotar de

tristeza.

A mí no me importa si mis compañeras hacen comentarios activamente negativos hacia mi o

sus comportamientos. Yo quiero a Marcelina quien es una persona desprotegida a quien

quiero y mucho.

Con Marcelina nos arreglamos para que no se retire y se quede conmigo sin preocuparse por

esas niñas egoístas lamentablemente mis compañeras.

Los días pasaron y mis compañeras seguían mirando, punzando y marcando a Marcelina como

si fuese una mala persona. Yo ya no soportaba la situación, el entrar al colegio y que mis

compañeras me miren como si me tuviesen miedo o hasta asco.

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Le rogué a mi madre que me cambiara de colegio y aunque me costó, después de un tiempo,

aceptó. Cuando la noticia llegó a mi colegio, mis compañeras me dejaron de mirar de aquella

manera estoica lo cual fue un alivio y algo extraño.

Dos días después, recibí un mensaje de mi hermana Sofía, mi hermana mayor quien no he

nombrado anteriormente ya que nuca ha demostrado mucho afecto por Marcelina. Creo que

se dio cuenta que este problema no solo involucraba a Marcelina sino también a mí.

Sofía se puso en contacto con Pía, Elena y Ana ya que ellas se arrepentían de sus acciones. El

mensaje decía que me estaba esperando en el vasto refectorio para charlar.

Yo fui y me encontré con mi hermana solo que detrás de ella llegaron mis compañeras. No me

alegraba el hecho de que ellas estuvieran ahí pero ya que estábamos reunidas, no perdía nada.

Me hablaron de lo arrepentidas que estaban y de lo lindo que solía ser mis amigas. Se

disculparon con Marcelina y con mi familia por la ventana y por lo que me hicieron pasar.

Aunque su meta era que no me cambiara de colegio y que volvamos a ser buenas amigas, me

cambé de colegio y las perdoné aunque esta fue una situación muy difícil y se que además de

Marcelina hay muchas personas viviendo acontecimientos similares.

Rapi10

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Un problema por resolver

El lunes en la casa de Violeta, luego de lo sucedido en la reunión que celebramos después de la

ceremonia de confirmación, Marcelina había quedado un poco débil y frágil tanto por dentro

como por fuera. Violeta me invitó a su casa para pensar en algo, para poder acabar con la

discriminación, porque estaba viendo que Marcelina estaba pasándola mal por eso, al igual

que muchas otras personas. Lo que Violeta quería, era mostrarle al mundo lo que le hacen a

personas que son distintas, cuando ser diferente, no es algo malo.

Marcelina pasó por delante de nosotras y Violeta notó que su mirada era tan triste, que fue a

conversar con ella y le contó lo que estábamos planeando, le trató de dejar en claro que lo que

importa es lo de adentro.-Yo confío en ustedes y desde ahora voy a ser fuerte y las ayudaré a

hacer esto-, dijo Marcelina muy decidida -.A partir de ese momento, la expresión del rostro de

Marcelina, ya era otra, era alegre.

Luego de intercambiar ideas durante una hora, Cayetana (la madre de Violeta) necesitaba a

Marcelina en la cocina. Muy ágil, esta corrió hacia la cocina.-Niñas, vengan al comedor que

está servido el almuerzo – nos llamó Cayetana. La madre de Violeta, es una mujer muy

coqueta, siempre de punta en blanco, cualquiera fuera el lugar que la vieras y tenía su pelo

azabache siempre recogido. Una vez en el comedor, me encantaba sentarme en la ventana

para poder ver los árboles y el verde jardín que florecía cada primavera. De la nada, salió

María, la hermana menor de Violeta, y con sus agudos gritos, y dejando caer el aceite sobre la

mesa, anunció, – ¡llegó papá!-.María tiene 8 años y es una niña muy inmadura y celosa de su

hermana mayor, por lo cual la vive molestando. El papá de Violeta se llama Raúl, es un

hombre, seco como piedra, muy trabajador y responsable, siempre está muy cansado y no les

dedica mucho tiempo a sus hijas. Entró a la casa, con un periódico bajo el brazo y su clásico

maletín de cuero marrón oscuro y hebillas doradas y fue directo a sentarse en su lugar, en la

punta de la mesa. Violeta, le contó lo sucedido en la ceremonia de Confirmación; el mal

momento que las madrinas y sus compañeras le habían hecho pasar a Marcelina en el

refectorio marcándola y apartándola por ser mapuche.

-Hija, no tienes que preocuparte, ya pasó, le dijo su padre.-Violeta no podía creer, la poca

importancia que él, le dio al tema.

-Yo voy a hacer algo para mostrarle al mundo, lo que pasa hoy en día-, dijo Violeta.

- Deja de preocuparte por los problemas de los demás- dijo Raúl.

Él no quería que Violeta hiciera eso, porque mucha gente estaría en contra de sus ideas.

Cuando Violeta escuchó esas palabras, pequeñas lágrimas recorrían sus rosadas mejillas, de

piel de bebé. Furiosa, se levantó y se largó de la mesa; Marcelina y yo la seguimos hasta su

dormitorio. Decepcionadas, las tres nos unimos en un suave y tierno abrazo.

Al otro día, como todas las mañanas, Marcelina le entregó a Raúl su periódico, pero, lo que él

no entendía era, porqué Marcelina tenía otro periódico bajo el brazo, entonces le preguntó:

-¿Para quién es ese otro periódico?

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- Para Violeta-contestó Marcelina y muy rápidamente se retiró al dormitorio de Violeta, y con

una sonrisa grandota, le mostró el titular principal del periódico. “Jóvenesseunen contra la

discriminación”. El artículo contaba lo mucho que sufren las personas que son discriminadas

por una u otra razón y nombraba a un grupo de jóvenes que organizan actividades culturales

para evitar que situaciones como esas se repitan.-¡Lo logramos! – exclamó Violeta. En eso,

suena el timbre, eran las madrinas de las compañeras de Violeta, que habían leído el periódico

y habían venido a pedirle disculpas a Marcelina. Raúl que aún no se había ido a trabajar, leyó el

artículo y una vez que las madrinas se fueron, se disculpó con Marcelina y Violeta por no darle

importancia al tema. Abrazó a Violeta, y le prometió, estar más atento a los problemas de ella

y de su hermana.

RGSM

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La vida siempre tiene obstáculos

Al día siguiente Marcelina y Violeta estaban juntas, porque Violeta no quería ir a la escuela

porque tenía miedo de que no le hubieran creído lo que había dicho el día anterior.

Marcelina le dijo a Violeta que vaya al colegio porque la vida siempre tiene obstáculos. Pero

Violeta se molestó, porque pensó que nadie la entendía y se fue a su dormitorio.

Marcelina como vio que no salía…., fue con ella y la invito al cine a ver “Un jefe en pañales”,

pero Violeta al principio no quería porque estaba enojada, pero después Marcelina le hizo

cosquillas, y le preguntó de nuevo si quería ir y Violeta no se pudo resistir, así que asintió con

la cabeza.

Era lunes y Violeta ya no tenía miedo de sus compañeras gracias a Marcelina. Fue al colegio de

punta en blanco con su pelo azabache que le había quedado de la ceremonia, pero se encontró

con sus malvados compañeros: Nacho que según Violeta era más alto que una de las torres

gemelas, Cecilia con sus ojos enormes y Florencia la que le encanta cantar ópera pero a la

madre no le gusta tanto porque cada semana tiene que comprar vasos nuevos gracias a lo mal

que canta Florencia.

Al final, su estoica alegría fue desapareciendo porque sus malvados compañeros se empezaron

a burlar nuevamente. Ella no tenía ganas de estar enojada con sus compañeras así que fue y

les dijo muy firmemente que dejaran de molestar, porque ella ya estaba cansada de todos los

problemas que le habían dado anteriormente. Pero Florencia que era la líder del trío se

empezó reír, diciéndole que no existía ni existirá nadie que le hable de esa manera, luego de

terminar de pronunciar la última palabra le agarro a Violeta los pelos bruscamente y le empezó

a cinchar, hasta que llegó la directora llamada Mrs. Peregrine que había visto todo por las

cámaras gracias a su fiel amiga de generación Josefa.

Violeta estaba feliz porque Mrs. Peregrine había llegado a ver el problema desde el comienzo,

y se notaba que el mismo lo habían empezado sus malvados compañeros.

Terminó el colegio y Violeta seguía sin tener noticas de Florencia y sus compañeros. Pero ella

seguía contenta por no haber empezado la pelea. Cuando llegó Marcelina a buscarla le contó

todo lo que había pasado ese día. Llegaron a la casa y se pusieron a ver su nove favorita y

tomar un té con galletitas.

Violeta y su familia vivieron felices para siempre.

RUEDAS

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Ese día Violeta llegó a casa harto más triste que el día anterior, el día de la ceremonia. No

quiero ni recordar ese día, todas sus compañeras de clase burlándose de ella y yo solo

mirando. Me arrepiento de no haber hecho nada para ayudarla. Me siento igual o hasta

incluso peor que ella.

Loudy, mi perro le dio la bienvenida, saltando encima de ella, tratando de que le de uno de los

sándwiches que traía en su mochila, pero ella lo ignoró. Cuando entró a la casa, tanto mis

padres como yo la saludamos con un abrazo. En seguida mi madre me murmuró al oído “¿Por

qué no la llevas a tu cuarto para que jueguen un poco? la veo tan triste.” Enseguida que le dije

a Violeta para ir al cuarto a jugar asintió con la cabeza muy serenamente y fuimos.

Después de jugar un rato a Violeta le gustó una de mis muñecas con pelo azabache y vestida

de punta en blanco. Violeta quería llevársela a casa porque le hacía acordar a su alba madrina,

Marcelina. Yo le dije que se la iba a regalar solo si me prometía que iba a estar

menos triste, a lo que ella asintió.

Mientras jugábamos tranquilamente la voz estoica de mi madre Marianela nos

interrumpió preguntando ¿vieron al perro? Su cara se veía muy preocupada.

Tanto Violeta como yo nos quedamos petrificadas al ver que tan preocupada

estaba mi madre. No preguntamos nada y ya sabíamos que estaba ocurriendo

algo. Las dos corrimos a buscar a Loudy.

Todos empezamos a buscar a Loudy por todo el vasto pueblo, tocando cada puerta para ver

si lo habían encontrado. Hablaron con muchos vecinos y nadie había visto nada. Casi a punto

de rendirse mi padre, Javier decidió tocar una puerta más pero no tuvo suerte.

Cuando estábamos volviendo a casa sentimos un ladrido armonioso y allí nos estaba

esperando Loudy con su pelaje de algodón, jadeando de emoción por vernos de vuelta.

Loudy pensaba “no entiendo como no se dieron cuenta que siempre estuve en el jardín”.

“¡¡¡Loooouuuudyyy!!! Creí que te habíamos perdido para siempre” Grité con la voz

entrecortada por el llanto.

Todos fuimos a abrazarlo tiernamente mientras él pensaba como no lo pudimos haber visto

si siempre estuvo en el jardín.

Todos entramos muy felices a la casa, miramos el reloj y no podíamos creer la hora que era,

¿cómo el tiempo había pasado tan rápido y no nos enteramos? El reloj marcaba las 22 hs y

Violeta tenía que volver a la casa a las 19hs.

Al día siguiente en la casa de Josefa

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Todos saludaron rápido a Violeta y Javier la llevó a su casa ágilmente. Pero todos al estar tan

pendientes de Loudy, nos habíamos olvidado que ese reloj no tenía pilas.

¡¡¡Qué día!!! Lo bueno de hoy es que Violeta logró olvidarse de por qué estaba triste.

Josefa Violeta

Seudónimo: Tiwi.

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La fiesta del año

Después de lo sucedido, Violeta se fue a divertir un rato a la casa de Josefa donde jugaron

juntas a muchas cosas como: jugar con el perro de Josefa, ver la televisión y lo más importante

de todo tenían que ver que ropa se iban a poner para la fiesta que tenían dentro de unas horas

en el centro de la ciudad. Algunos decían que iban muchos artistas uno de ellos David Guetta,

¡Sí! David Guetta uno de los mejores DJ del mundo, es más para mí el mejor. Mientras, yo

(Juancho) estaba pensando en que se pondría Josefa para combinar con ella, ya que me

gustaba, y entonces pensé “¿Que se va a poner? Su color favorito es el rojo pero es casi

seguro que no se lo ponga porque Violeta iba a ir de rojo y no querían ir del mismo color y

entonces iría de azul, ya se, me voy a poner la camisa azul”. Mientras tanto, en el centro donde

se hizo la fiesta David Guetta se estaba arreglando y a la vez ordenando el escenario a su

gusto.

A la hora de la fiesta iban llegando las personas, yo fui uno de los tres primeros en llegar, por

lo tanto a los primeros les regalaban dos entradas vip para subir al escenario con David Guetta.

Tenía la oportunidad de invitar a Josefa al escenario, pero eso no fue lo que paso. Las esperé

media hora en la puerta y no llegaban entonces las llamé y resulta que ya habían entrado sin

que me dé cuenta, me había perdido media hora de fiesta pero igual eso no es nada todavía

quedaban cuatro horas y media para que terminara. A la hora vi que me puse al revés la ropa

me quise matar porque al final Josefa había llevado un lindo vestido rojo y Violeta uno azul, no

lo podía creer pero al final de alguna manera u otra me termino sirviendo.

Ya había pasado una hora y media y David no había llegado y yo todavía no le había dicho a

Josefa que tenía la sala vip en el escenario me daba mucha vergüenza, pero dentro de un rato

me llené de confianza para decírselo, y cuando fui a decírselo mi boca no me permitía hablar

por los nervios cuando la vi sentada en una mesa con un chico muy guapo y con un cuerpo

muy robusto, y me dice “te presento a mi nuevo novio” casi me desmayo pero estaba atrás la

mejor amiga de todas Violeta para atajarme y nos fuimos disimuladamente. Fue ahí cuando

me di cuenta que Josefa nunca me había tratado como debe un amigo y me di cuenta que

gustaba de mi mejor amiga Violeta.

Finalmente llego David, todas las personas se alborotaron, entre todos los choques que había

Violeta y yo nos encontramos con Marcelina y unas amigas. Violeta le preguntó a Marcelina

“¿Cuándo viniste?” y Marcelina le contesta “Recién con unas amigas a divertirnos” “Jaja,

diviértanse”, les contesté.

La música de David estaba espectacular pero después de 2 horas seguidas merecía un

descanso de 15 minutos. Mientras descansaba afuera ve a dos varones persiguiendo a una

mujer para pegarle, esa mujer resulto ser Marcelina, se había metido en problemas porque sin

querer le tiro un vaso de coca a los championes nuevos de un señor. El señor se enojo

demasiado y llamó a un amigo y la empezaron a seguir, y entonces David agarra su moto y

salva a Marcelina. Le pregunta donde queda su casa, la lleva y se queda a charlar sobre lo que

pasó. Marcelina se enamoró de David y David de ella. David se dio cuenta que de en vez de

quince minutos estuvo casi una hora y entonces se subió a la moto y Marcelina le dijo que

quería ir con él. Muy nervioso llegó a la fiesta pero cuando llego había un excelente DJ

poniendo la música, en realidad era yo imitando sus canciones, soy su mayor fan y me aprendí

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todas las canciones y entonces yo lo suplanté. Pero cuando volvió le pedí que el siga porque el

es el verdadero DJ y de mientras de eso invite a Violeta al escenario y bailamos juntos. Todas

las compañeras engreídas de Violeta le tuvieron celos y nunca más fueron engreídas con ella.

Después, David anunció “Esta canción se la quiero dedicar a una persona que conocí hoy y me

enamoré, Marcelina Cabezas, por favor suba al escenario y baile conmigo”

Y así termina la mejor fiesta de mi vida.

Fin

Tres Ponys voladores

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Peleas y soluciones

Marcelina y Violeta se estaban yendo, y luego que Violeta habló, Marcelina contesta muchas

gracias por haberme defendido así, pero no creo que haya sido el mejor modo de hacerlo,

Violeta y Josefa discuten por mucho tiempo hasta que Violeta resuelve marcharse de la

iglesia.

Por dos días no se volvieron a hablar. Un martes Violeta le preguntó a Marcelina para ir al

cine con sus compañeras, Cecilia y Florencia. Florencia le pareció muy cómica a Marcelina,

porque llevaba un bastón con tan solo 15 años y lo llevaba por diversión. Decidieron ir a ver

los Pitufos, estaban por entrar a la sala cuando de repente Josefa llega con sus amigas y

compañeras de Violeta, Margarita y Sol. Josefa y sus amigas empiezan a burlarse del

atuendo de Marcelina. Violeta se comenta a sí misma, si ya la defendí una vez, la podré

defender de nuevo. Pero esta vez no le salió tan bien como esperaba. Marcelina, Violeta y

sus amigas se marcharon del cine y dijeron que volverían en la tarde. Se fueron todas a la

casa de Laura, la tía de Violeta, a almorzar. Violeta acabó muy rápido porque quería ir al cine

lo antes posible, pero se olvidaba de algo con azúcar, el postre. Se sentó en el sofá y sintió la

espesura que tenía. Marcelina le dijo a Violeta podemos ir mañana y ahora vamos a jugar al

fútbol. Inesperadamente Violeta se alegró de haber guardado aquel balón, que su tía le

había regalado el día de su cumpleaños. Fueron al parque y Violeta empezó a jugar, de

repente gira la cabeza y recordó que a las amigas de Josefa les encantaba jugar al fútbol y

allá venían prontas para jugar. Marcelina y Violeta y sus dos amigas les preguntan si quieren

jugar al fútbol. Ellas contestan que sí. Violeta tiró al arco y dijo que es muy difícil marcarle a

esa arquera. Luego recordó lo egoísta que era Josefa y le dijo a una niña tres años más

grande que atajara. Marcelina, Violeta y sus amigas se fueron a sus casas y dijeron que al

otro día por la mañana irían al cine.

Al día siguiente salieron las cuatro de punta en blanco al cine para apartar los asientos. Al

rato llegó Josefa pidiendo disculpas por lo que había pasado el día anterior y les preguntó si

podía ver la película con ellas. Violeta acepto y le dijo que se sentará con ellas.

Luego de mirar la película se fueron todas a la casa de Josefa a tomar el té y se quedaron un

buen rato charlando de lo buena que había estado la película.

Tortuga Manuelita

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Ahora solo te falta saber cuál es el error de ortografía y

solucionarlo…

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Awela: Dos nuevos amigos.

Bob Esponja: Tus dos hermanos mayores.

C.C.R: Violeta se va al campo.

Delex: Marcelina y dos viejos.

Espirito: Un proyecto de vida.

Hojas:

Jazmín: Marcelina y sus ideas.

El loco de los lobos alfa: Una tarde diferente.

Lol xd: Dos Viejos Fox.

Losco: Los viejos del campo.

Luz: Vuelta al pasado.

Mirtha: El gran robo.

Mosquetera: Otra forma de vida.

Paco Manolito Simpson: Un encuentro familiar.

Paturuzú: El mítico viaje.

Rafiki: Rechazos.

Rapi.10: Pasado pisado.

RGSM: Dificíl de encontrar.

Ruedas: Nuevos amigos.

Tiwi: Al día siguiente en la casa

de Josefa

Tortuga Manuelita: Peleas y

soluciones.

Tres Ponys Voladores:El viaje

al lugar.

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Dos nuevos amigos

Algunos años atrás Marcelina había heredado dinero de un familiar lejano y

con eso y los ahorros de su trabajo, había podido comprar una casita en el

campo. Como a todas les gustaba mucho la naturaleza, iban ahí las

temporadas cuando Olivia, Violeta y Aurora terminaban las clases.

La casita de Marcelina era pequeña pero allí eran muy felices. Casi siempre

iban al arroyo a pescar, llevaban cañas e iban en bicicleta y a veces a

caballo si alguien del pueblo les prestaba. También les gustaba hacer

fogones y cantar cerca del fuego mientras cocinaban unas hamburguesas a

la parrilla.

Cuando llegaron al campo por primera vez, dos viejos, sus vecinos más

cercanos les ofrecieron ir a comer un asado a su rancho y ahí fue cuando se

presentaron. Eran muy amables y sencillos. Medio gauchescos y al

principio les costó entender su forma de hablar, pero poco a poco fueron

acostumbrándose.

Las niñas pasaban las tardes jugando a las cartas con ellos y con Marcelina

que los acompañaba tomando mate con bizcochos. A veces los dos viejos

parecían tener una vida muy aburrida pero no. Habrían pasado conversando

hasta más tarde pero ya estaba oscureciendo y parecían cansados.

Una noche, don Llanes, se sintió muy mal. Terminó de cenar y se sentó en

el jardín, en un banco que Marcelina hubo pintado para su cumpleaños.

Decía que le dolía el pecho y no podía parar de toser, entonces “el viejito”

como lo llamaba Llanes a su compañero, salió lo más rápido que pudo a

buscar ayuda a lo de Marcelina.

Al verlo, se asustaron mucho y trataron de ayudarlo pero la tos seguía y

seguía. Violeta llamó desde el celular a un médico cercano que igual

tardaría horas en llegar. Mientras, Marcelina preparaba un té con miel y

trataba de calmarlo.

Alicia entró corriendo a la casa minutos más tarde y le preguntó a

Marcelina si el médico ya lo había visto y ella le respondió: “el doctor ya

ha comprobado que lo que le ha hecho mal es el cigarrillo de contrabando

que viene fumando desde hace tiempo”.

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Nadie sabía bien que era lo que ese tabaco tenía adentro y don Llanes no lo

había podido dejar. Pero ahora sí tenía que dejarlo porque lo estaba

perjudicando y no había otra solución.

El médico le dijo que tenía que operarse para poder mejorar pero luego iba

a necesitar que alguien lo cuidara. Marcelina, rápidamente, se ofreció a

quedarse a vivir con los ellos mientras don Llanes se recuperara. Alicia y

las niñas volverían a Montevideo y se reunirían nuevamente en el campo en

el verano.

La recuperación de Llanes no fue rápida pero de a poco fue mejorando y lo

principal fue que ya no compró más cigarrillos, ni fumó más porque

entendió que no estaba haciéndole bien a su salud.

Llanes, “el viejito” y Marcelina se hicieron muy buenos amigos. Don

Llanes estará por siempre agradecido con su amigo y con Marcelina por

salvarle la vida.

Marcelina se siente feliz de ayudar a la gente que quiere y sabe que habrá

defendido los valores en los que tanto cree.

Awela

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Tus dos hermanos mayores

Ya habían pasado seis años desde la ceremonia de confirmación.

Marcelina había muerto, su muerte dejó un vacío en Violeta. Un agujero, que iba a ser

imposible de cerrar. En ese momento Violeta estaba en su último año de preparatorio, lo

que acá sería, último año de bachillerato. Solo faltaba una semana para que Violeta se

recibiera. Todo estaba muy bien planeado; la gran fiesta que iba a hacer la madre de

Violeta era fenomenal, luces neón, un DJ, más de 500 invitados. Pero de esos 500 a la

única que Violeta quería ahí presente era Marcelina. Si ella hubiera sabido que moriría

tan solo un mes antes de su graduación, habría hecho todo lo posible para poder

graduarse antes de que Marcelina muriera.

Ya era el día. El día de la graduación, había llegado. Todo planeado, listo, todos

esperando ese momento tan lindo, todos menos… Violeta.

Al llegar el momento de salir para ir al liceo donde tomaría lugar la graduación Violeta

no aparecía por ningún lado.

-¿Nelson dónde está nuestra hija?, preguntó María (la madre de Violeta) aterrada.

-La necesitamos encontrar si no el futuro de la familia se pondrá en riesgo. ¿Qué va a

decir la gente?, dijo Nelson dándole más importancia a la sociedad que a su propia hija.

-¡Nelson! Nuestra hija podría estar en riesgo y en lo único que te preocupas es en las

otras personas, dijo María furiosa.

-Bueno María, tranquila ya la encontraremos, dijo Nelson sin saber qué más decir.

Mientras tanto, Violeta, quién había huido al campo de los hermanos de Marcelina;

estaba pasándola muy bien. Ella se había escapado, porque no quería ser diplomática

como sus padres querían que ella fuera, sino una escritora. A ella no le importaba más el

dinero que hacer lo que le gustaba por el resto de su vida. Ella solo quería elegir algo

que le gustara hacer ya que iba a permanecer haciéndolo hasta… acompañar a

Marcelina en el cielo.

-¿La estás pasando bien?, preguntó Piero uno de los hermanos de Marcelina.

Piero era amable, generoso, y extremadamente bueno con las personas que él

consideraba que eran dignas de ser tratadas como rey.

-Sí, muchas gracias, mucho mejor estar acá que en un lugar donde (en mi opinión), tu

mismo te estás condenando, o por lo menos en mí caso; dijo Violeta muy segura.

-Tú te podés quedar acá, cuanto tiempo quieras, nuestro campo es tu campo, dijo Daniel

bondadosamente.

Daniel, era otro hermano de Marcelina. El y Piero era mellizos. Querían mucho a

Violeta por todo lo que ella hubo hecho por Marcelina. Los dos se veían casi iguales,

lucían como gemelos. Solían ser morochos pero… los años pasan para todos y, parecía

que tenían un bosque de nieve en la cabeza en vez de pelo.

-Muchas gracias, la verdad es que desde la muerte de Marcelina todo se ve más triste,

más oscuro, y ustedes me hacen muy bien; verlos me recuerda mucho a ella, dijo

Violeta dolida, pero a la vez agradecida con los mellizos.

-Lo mínimo que podemos hacer por vos es hospedarte, con todo lo que tú has hecho por

Marcelina, o debería decir… hiciste, dijo Piero, triste.

Después de ese comentario hubo un silencio frío, seco, duro, como si una pieza del

rompecabezas se hubiera perdido. Era inevitable no recordarla.

-Bueno, me harté; sé qué es difícil pero ya es momento de que vayamos dejándola atrás,

es lo que Marcelina hubiera querido, dijo Daniel firme pero a la vez dolido.

-Sí Daniel, tenés razón pero es difícil, dijo Violeta más calmada.

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-Bueno ahora a dormir que ya es tarde, y no sabemos lo que pasará con tus padres,

deben estar muy preocupados, dijo Piero.

-No lo sé, los únicos que me importan ahora son ustedes, dijo Violeta sin darle mucha

importancia a sus padres.

-Violeta nos sentimos halagados pero… son tus padres, dijo Piero confundido.

-Sí ya sé pero ya a estas alturas ni se si se portaron alguna vez como tales, dijo Violeta

triste pero con rabia.

-Bueno está bien, mientras que seas feliz nosotros encantados de que te quedes, dijo

Daniel intentando cambiar de tema.

-Muchas gracias, vaya a saber cuánto habrán durado en buscarme, ya pasó todo un día

entero y nada… qué poco que me conocen, no saben que este es uno de mis lugares

favoritos en el mundo, dijo Violeta decepcionada.

-Tranquila ya se van a dar cuenta de la hija que tienen. Vas a ver, mientras tanto quédate

con nosotros, tus dos hermanos mayores.

FIN

BOB ESPONJA

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Violeta se va al campo

Violeta se graduó, se casó y abrió su propia empresa de campañas anti-

racista, como le prometió a Marcelina, llamada “Don´t Give Up”.

Marcelina murió. Luego de su muerte Violeta se aisló, perdió el contacto

con Josefa y perdió su compañía y la vendió a 7.777.777 pesos chilenos.

Sin trabajo y sin nadie decidió, con su dinero, comprar terrenos en todo

Chile ya que abandonó su hogar por la tristeza que le daba entrar. Se

mudó y abandono la casa de su infancia echándose a perder. Hasta que

luego de dos años gastó todo su dinero y solo le quedaban sus terrenos y

su antigua casa. Decidió vender todas sus propiedades para ganar dinero

para subsistir. Tuvo que volver a su casa con todo el dolor del mundo.

Una vez instalada, decidió buscar sus pertenencias y las de Marcelina. En

su habitación logró encontrar cosas que le sacó más de una sonrisa, como

una carta de Josefa que, al verla, ciñó las cejas con curiosidad. La carta

decía:

” ¿Qué he hecho? Perdoname, no quise hacerte sentir mal. Si querés

podés venir a casa y nos reconciliamos. Te espero.”

Josefa.

Violeta le habría dado un gran abrazo pero Josefa no estaba allí. Pero en la

habitación de Marcelina fue todo lo contrario. Arriba de la mesa de luz de

Marcelina, había una cajita de madera, dentro de ella una carta, al parecer

su testamento. Este decía:

“Estoy muriendo, lo sé. Por eso hago esta carta. Habré querido muchas

cosas en mi vida, pero a vos más. Te quiero dar mis pocas pertenencias a

la chica más linda y cariñosa, mi Violeta, todo es tuyo. Solo te voy a pedir

algo, quiero que mis cenizas queden en mi tierra, en mi pueblo, donde yo

nací junto a todos los mapuches”

Marcelina.

Violeta se puso a llorar, las lágrimas caían lentamente por su mejilla.

Prometió que iba a hacer lo que Marcelina le pidió.

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Así fue. Descubrió que uno de los pocos terrenos era en el pueblo de

Marcelina. Pero no podía ir sola, entonces salió en busca de la que solía

ser su mejor amiga. Tenía que encontrarla y reconciliarse con ella.

Después de mucho esfuerzo encontró a Josefa. La contactó y quedó de

encontrarse en la pizzería donde trabajaron, para ayudar a Marcelina. El

día llegó, hablaron, discutieron el tema, pero todo terminó con un abrazo

y un “sí, te ayudaré” de Josefa.

Compraron boletos para ir al pueblo. El viaje fue largo, duró unas seis

horas en ómnibus. Llegaron exhaustas, muy cansadas ya que no pudieron

dormir en todo el viaje.

El pueblo se llamaba Wiliche, pequeño, poco moderno y con casas

precarias. Sin embargo, ahí era donde Marcelina quería ser enterrada. Los

wilichenses fueron muy cálidos con ellas. Le hicieron una bienvenida con

un bufet a lo mapuche, con comidas extrañas para ellas, pero a la vez

familiares ya que Marcelina le agregaba algunos condimentos e

ingredientes a las comidas que cocinaba.

Más tarde fueron a ver su terreno. Estaba vacío. Fueron a pedirles a los

ciudadanos del pueblo si podían ayudar a hacer una casa para ellas en ese

lugar, los cuales accedieron.

Solo necesitaron una semana para hacerles la casa, precaria pero bonita.

Entonces fue cuando dos viejos tocaron su puerta para conversar. Ellos

querían saber por qué estaban en su pueblo. Ellas contaron su historia.

Uno de ellos dijo:

-Ella era nuestra hermana,-dijo muy triste- nuestro padre le había dado

todo pero ella decidió irse igual. Nosotros la queríamos acá.

Luego en la noche hicieron el ritual que los mapuches hacen. En él cantan

una canción y entierran las cenizas.

Violeta y Josefa cumplieron lo prometido.

C.C.R

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Marcelina y Dos Viejos

Un día como cualquier otro Marcelina y Violeta paseaban por la ciudad y se

encontraron con una cosa. Era una publicidad en la que sorteaban un viaje para ir al

mar, cosa que Marcelina y Violeta no conocían. Cuando Violeta ve eso, se sorprende y

dice:

-¡Marcelina no puedo creerlo tenemos que participar en ese sorteo!

-No Violeta, no podemos, recuerda que mañana viene tu tío Pedro.

Al día siguiente… suena el timbre de la casa de violeta y Marcelina abre la puerta y se

encuentra con el tío Pedro que las saluda con un grito fuerte:

-¡Hola familia, buenos días, cómo les va!-dijo Pedro.

Y Marcelina le contestó muy enojada:

-Pedro, son las 6:30 de la mañana ¿qué haces acá a esta hora?

-Estoy acá porque me crucé con un tal don Llanes y no me acuerdo del otro nombre

pero se hacen llamar Dos Viejos.

Fue en ese momento que Marcelina reconoció que ella una vez se había cruzado con

esos dos viejos y entonces invitó al tío Pedro a pasar a la casa. Unas horas después de

almorzar, Marcelina y el tío Pedro salen a comprar unos bizcochos para la tarde. Pero,

¿y Violeta?

Se suponía que se había quedado en su casa pero escuchó la conversación de

Marcelina y el tío Pedro, entonces decidió escaparse de la casa por la ventana y salió

sola a la ciudad. Una vez fuera de la casa buscó… buscó… y buscó… hasta que

finalmente, vio a un grupo de personas se acercó y preguntó a dos personas cómo se

llamaban y uno era un poco afeminado pero no quiso decir su nombre, y el otro dijo

que se llamaba don Llanes.

Violeta sorprendida dijo:

-¡No puedo creer que te haya encontrado!

Y luego el tío Pedro, Marcelina, Violeta, don Llanes, y el otro viejo partieron en un viaje

hacia el mar.

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DELEX

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Un proyecto de vida

Once años después de la ceremonia, un miércoles a la tarde, a Marcelina le llegó una

carta de una compañía muy importante de Estados Unidos ofreciéndole trabajo. Ella

decidió aceptar el nuevo trabajo porque le pagaban mejor que donde ella estaba

trabajando, que era la casa de Violeta. Habló con la madre de Violeta, logró entender

el motivo por el que Marcelina se iba de la casa de ellos. Cuando Violeta se enteró se

entristeció un poco pero también logro entender el motivo. Marcelina era muy humilde,

entonces ese dinero era un muy buen sueldo para ella. Mientras Marcelina se estaba

yendo Violeta le dijo:

-Te deseo lo mejor, te voy a extrañar-

-Yo también-, dijo Marcelina.

La abrazó, se subió al taxi y se fue.

A Marcelina, de joven, siempre le pareció interesante promocionar comida, ropa,

objetos, etc., pero por problemas personales no pudo y ahora con cuarenta y cinco

años de edad le salió la oportunidad de conseguir el trabajo que ella siempre quiso

hacer y no lo podía desaprovechar. Antes de llegar al nuevo trabajo, Marcelina estaba

tan nerviosa que le temblaban las piernas y las manos.

-Compraré ropa adecuada para este trabajo-, dijo Marcelina.

Un mes después cuando iba a cobrar se enteró que había sido todo una estafa. Se

entristeció y estaba decepcionada. Todos sus proyectos se desvanecieron, había

comprado ropa especialmente para este trabajo, y de un día para el otro se diluyó;

hasta que recibió un mensaje del dueño del apartamento diciendo:

Lamentablemente hace dos meses que no pagas el alquiler, vas a tener que

abandonar el departamento. Todo lo que no quería que pasara estaba pasando…

Ella temía, no sabía qué hacer hasta que se decidió. Llamó a Violeta y le contó todo lo

que le había pasado. Violeta le había ofrecido quedarse en su casa pero Marcelina

rechazó la propuesta porque como se había ido a otro trabajo, le dio vergüenza

aceptar su hospedaje. Violeta era tan amable y generosa.

-Voy a ir a lo de mi madre-, le diría más tarde.

Durante tres semanas estuvimos buscando con mi madre algún trabajo. En un

momento mi madre dijo:

-Tengo buenas noticias, he encontrado un trabajo para ti en el campo-

Debido a eso estoy acá ayudando a dos señores mayores a cuidar su campo. Habré

soñado con mi trabajo de promocionar cosas toda la vida pero este trabajo que tengo

ahora en el campo y el trabajo que tuve en lo de Violeta fueron de las mejores cosas

que me pasaron en la vida.

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Igualmente, no dejo de soñar y espero algún día poder cumplir con mi proyecto de

promocionar ropa.

Violeta siempre me quiso ayudar con mi sueño, he ido a muchas entrevistas con ella, y

no he quedado. Lo que pienso es que lo que cuenta es la intención. Igual estoy muy

contenta y emocionada con este trabajo que tengo ahora

con los dos viejos en el campo.

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Marcelina y sus ideas Violeta estaba con Marcelina y con Josefa luego de haber ido de compras. Se habían divertido mucho y habían conocido a nuevas personas en el camino. Bueno, no las habían conocido, pero igualmente unas personas muy extrañas le habían preguntado dónde quedaba el mar. Ellas le dijeron que quedaba cerca de donde estaban pero que no sabían exactamente. Luego ellas se quedaron pensando en lo rara que esa pregunta había sido. El otro día estaba muy caluroso entonces ellas decidieron ir a la playa a disfrutar de su fin de semana. Cuando llegaron vieron a los mismos hombres que les habían preguntado donde quedaba el mar, ellas no sabían que ellos se referían a la playa. Luego ellos las vieron y se acercaron. Les dijeron que por qué les habían mentido el anterior día, pero ellas les contestaron lo anteriormente dicho. Ellos empezaron a charlar y terminaron haciéndose amigos. Violeta era muy desconfiada y pensaba que ellos eran gente mala pero Violeta estaba equivocada porque ellos no eran malas personas para Marcelina. Marcelina empezó a ver muy seguido a los dos viejos y ellos le presentaron a Marcelina y a Violeta los compañeros que ellos tenían. Josefa se había ido a su casa y entonces no pudo ver a los compañeros de los dos viejos, pero igualmente ella dijo que le hubiera encantado estar ahí. Un día los dos viejos le empezaron a contar sus historias a Marcelina y a Violeta. Marcelina se empezó a asustar y nunca más volvió a ver a los dos viejos. Ella se veía

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arrepentida, y no le gustó nada haber sido la amiga de ellos, Violeta le dijo a Marcelina que no todo era lo que aparentaba ser y que no tenía que creer que era todo como con los mapuches. Violeta abrazó muy fuerte a Marcelina y juntas se dijeron que se querían mucho y que nunca se iban a separar. Fin Jazmín

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Una tarde diferente

El miércoles en la tarde Locatela y Lucatela fueron al

banco para retirar dinero de su cuenta. Mientras

esperaban en la fila del cajero, había un viejito que no

sabía cómo sacar el dinero del cajero. Ellas ya lo conocían,

él era un íntimo amigo de su abuelo.

- Hola, ¿se acuerda de nosotras? Somos las nietas de

Manuel. ¿Quiere que lo ayudemos?- preguntaron las

gemelas.

- Sí, por favor.

- Bueno, lo primero que se hace es meter la tarjeta

por la ranura, después marcar cuánto dinero quiere

extraer de su cuenta y luego el dinero sale por esta

otra ranura de aquí y la agarra. Luego retire su

tarjeta.

Las gemelas le habían dado la solución, si ellas no lo

hubieran ayudado, él hubiese pasado horas intentándolo.

- ¡Increíble! Muchas gracias por ayudarme. ¿Les

gustaría venir a mi casa a merendar?

Las gemelas aceptaron porque les pareció que sería

divertido. Así que emprendieron viaje a la casa del viejito.

- ¿Dónde vive usted?- preguntaron las gemelas.

- En un rancho con un amigo. Yo siempre viví allí con

mi esposa, ¿se acuerdan?, pero tristemente ella

falleció hace tiempo. Ustedes la hubieran amado, era

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una mujer muy buena y alegre- les dijo el viejito

mientras que le mostraba una foto de ella.

- Estoy segura de que sí-dijo Locatela.

Ya llegando al rancho vieron a su amigo que les gritaba:

- ¡¿Quieren un vaso de agua?!

Ellas contestaron que por el momento no querían. El

viejito les presentó a su amigo.

- Él es Don Llanes.

- Mucho gusto- dijo Don Llanes.

- El gusto es nuestro-dijeron ellas.

Ya adentro del rancho las gemelas le preguntaron:

- ¿Cómo se conocieron?

- En un banco mientras que él cobraba y yo le pedí

ayuda para una cosa.

- ¡Qué coincidencia! Nosotros también nos

encontramos hoy en el banco.

- ¿Qué quisieran merendar?-preguntó Don Llanes.

- Lo que haya-respondieron ellas.

Así que Don Llanes sacó el pan galleta que tenían y se lo

comieron acompañado de un vaso de agua.

Llegando el atardecer las gemelas decidieron volver a su

casa con su madre.

- ¡Muchas gracias! Algún día les devolveremos el

favor. ¡Qué lindo momento hemos pasado!

- No hay de qué, gracias a ustedes.

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En el camino a su casa Locatela le dijo a su hermana:

- Habría sido lindo conocer a su esposa.

- Sí, la verdad- dijo Lucatela.

Cuando llegaron, la madre desesperada les preguntó

dónde habían estado todo este tiempo y por qué habían

llegado tarde. Roberta las puso en penitencia. Le

hubieran avisado antes, que estaban con un amigo de su

padre, abuelo de ellas.

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El loco de los lobos alfa.

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Dos viejos Fox

Cinco años después de lo sucedido, Violeta y Josefa estaban viendo la tele con

Marcelina. Ellas estaban viendo un capitulo de “New Girl”, luego más tarde iban a ver “Los

Simpsons”. Esas dos series eran sus favoritas porque les hacia reir mucho. Todos sus amigos y

amigas les llamaban “Las chicas fox” ya que todos los capitulos que ellan ven son en Fox. Una

vez Violeta y Josefa salieron a caminar en la película que habia entre “New Girl y “Los

Simpsons”.

Ellas caminaban y se reían sobre Hormero y sus cosas, en ese momento Dos Viejos

los ecucharon de los que hablaba y les saludó y se presentaron: don Llanes y viejo Poquito.

Ellos dos tambien veian los Simpsons entonces entendían de que hablaban. Entonces se

hicieron amigos ya que al fin alguien entendía de lo que hablaban.

Los cuatros se fueron a ver Los Simpson y luego New Girl. Marcelina preguntó quienes

eran ya que nunca los había visto en su vida. Ella sin confianza ve Los Simpson pero antes que

empezara New Girl se tenian que ir. Marcelina le agarro confianza a los viejos y los invitó para

ver los simpson de vuelta.

LOLXD

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Los viejos del campo

Fecha:18 de junio de 1492

Veía un barco llegar… Parecía de unos

europeos. Acá en el pueblo Mapuche nunca

habíamos visto algo parecido. Se bajó un señor

con pelo blanco. Por cierto, se veía muy

ridículo con la ropa que llevaba puesta. Esa

imagen es la que recuerdo en mi cabeza. Tres

días después me encontraba en un barco, un

barquito, con dos viejos, que me contaron que

ese señor me había raptado!

Bueno, en fin…

Lo que yo deseo es que esta carta llegue a ser

leída en el 2017… Por alguien, quien sea, pero

que sepa que esos dos viejos me dijeron que si

alguien leía esta carta en el 2017

¡QUE FUERA AL CAMPO!

-Marcelina, tenemos que ir! -exclamó Violeta.

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-No, después de todo lo que pasó con tus

compañeras no podemos… -respondió

Marcelina.

-Dale Marce… No tiene nada que ver! -dijo

finalmente Violeta.

- Bueno está bien… Marcelina.

Yendo, se encontraron con muchos obstáculos,

pero pudieron llegar… Ahí se escontraron con

dos hombres que aparentaban de 90 años.

Fueron con ellos y les preguntaron si eran los

tataratataratataranietos de los que aparecían

en la carta y dijeron que sí. Ellas les

propusieron ir al lado del mar para conversar y

saber más sobre la carta.

Ellos nunca habían visto el mar, y le tenían

miedo. Pero se animaron a ir y estuvieron

hasta el amanecer charlando de la historia…

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Losco

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Vuelta al Pasado

Ayer fue el cumpleaños número 57 de Marcelina. Mientras lo celebrábamos la noté medio triste. Entonces, decidí darle su regalo de cumpleaños. -¡Marce, te he traído un regalo!-dije yo emocionada. Hace unos meses que Marcelina me estaba diciendo como extrañaba sus tierras y que le encantaría volver. Habrán pasado 47 años desde que fue por última vez. Entonces yo decidí comprar tierra allá y poner una casa para vivir ella y yo. -Bueno- respondió Marce. -Mi regalo para ti es algo que tú has querido por meses, ahí viviremos por mucho tiempo.- Entonces, le di una foto de la casa. La expresión facial de ella cambió totalmente, estaba muy feliz y se puso a llorar. -Gracias Jose, te quiero mucho y estoy muy agradecida.- decía entre llantos. A la semana nos fuimos juntas en tren, salimos a las 15:00 y llegamos a las 18:00. Y al llegar caminamos 15 minutos. Ese día Marce se encontró con muchos viejos amigos y ese día de tarde nos invitaron a cenar. Cuando nos estábamos relajando en el sillón de la casa nueva, Marce me empezó a contar algo….

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-Hoy vi a mucha gente pero a las únicas personas que no vi, y los extraño mucho son don Llanes y don Francisco. Les decía así porque cuando éramos chicos jugábamos a ser “ricos” y yo era doña Marcelina. Ellos eran mis mejores amigos y después de irme de acá, como no había celulares ni nada, nunca más hubo comunicación entre nosotros.- En ese momento tocaron la puerta. -¿Hola?- les dije sin saber quiénes eran. -Hola. ¿Acá vive la doña Marcelina?-me preguntaron. -¡Sí!- gritó Marcelina, como si hubiera ganado la lotería. Allí vino Marcelina corriendo hasta la puerta. Se habría golpeado contra la puerta si no la frenaba. Se dieron unos abrazos y besos. Marcelina los invitó a entrar. A la media hora de que ellos estuvieran en casa, don Llanes me preguntó: -¿Y usted señora cómo se llama?- -Josefa- le respondí. -¡Pero! Qué nombre tan bello- me dijo don Francisco. Pasaron dos meses y tuvimos tantas aventuras juntas. Estaba feliz por ella. Nunca más estaría tan feliz como ahora. -Jose, si no fuera por vos nunca hubiera vuelto acá. Gracias.-me dijo Marce.

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Y desde ese entonces seguimos siendo amigos.

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EL GRAN ROBO

Diez años después, cuando Violeta ya era mayor de edad,

decidió seguir sus estudios como Abogada y más tarde se

recibió. Ella se volvió “famosa”, ya que tuvo que defender

a Messi porque lo acusaban de no pagar impuestos.

Un día cuando estaba caminando por la calle, dos viejos la

pararon y le pidieron ayuda.

-¡Por favor ayúdenos!- le rogó don Llanes.

-El otro día una señora de su misma edad nos robó-

contestó el otro señor.

Violeta decidió ayudarlos y profundizó más el tema. Unos

días después les llegó la noticia de que la Policía había

atrapado a la ladrona. Sin dudarlo la denunciaron.

Llegó el día del juicio y los dos viejos estaban de punta en

blanco. Cuando leyó el nombre de la ladrona, vio que se

llamaba igual que su mejor amiga de la infancia, con

quien ya no estaba en contacto: JOSEFA; levantó la

cabeza y la vio. Era ella, su ex mejor amiga; pero también

era la ladrona.

Fue y les contó a los dos viejos lo que estaba pasando.

Ellos le pidieron que la ayude, pero también le aclararon

que sabían que era una situación difícil, porque a nadie le

gustaría encerrar en prisión a su amiga.

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Luego del juicio, los dos viejos le agradecieron a Violeta

por todo lo que había hecho y le pidieron si los podía

acompañar y ayudar para siempre. Violeta les dijo que no

podía porque no tenía dinero suficiente para comprar o

alquilar un lugar donde vivir.

-Me voy a tener que ir a la casa de mis tíos- dijo

deprimida.

Dos días después los dos viejos llamaron a Violeta y le

ofrecieron para irse a vivir al campo con ellos. Sin

dudarlo, aceptó y se fue.

MIRTHA LEGRAND5

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Otra forma de vida

Era una tarde triste para todos por lo ocurrido en el

parque con el perro.

Todos corrieron rápidamente hacia la veterinaria más

cercana al lugar; el veterinario los atendió preocupado y

los hizo pasar.

Violeta pasó adentro, junto a Marcelina, con su cachorro.

En el hall de la veterinaria, Josefa, los familiares de

Violeta y todos los compañeros, esperaron para saber

cómo se encontraba Pon Pon. Todos estaban muy

preocupados por la mascota.

El hall estaba iluminado por los rayos del sol. Por la

ventana se podían ver algunos de los compañeros de

clase, yéndose en bicicleta a sus casas.

De pronto se abrió la puerta, y una voz muy ronca dijo:

-No se preocupen, Pon Pon va a recuperarse. Lo tienen

que cuidar y hacerle muchos mimos. También tienen que

darle unas medicinas y ponerle agua oxigenada y gasas,

en la herida. Ya en una semana va a estar bien y podrá

correr como antes.-

Cuando el veterinario hubo hablado, Josefa, Thiago,

Marcelina y la familia de Violeta, eran los únicos que no

se habían ido.

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-¿Josefa, querés venir a dormir a mi casa y me ayudás a

curar a Pon Pon?preguntó Violeta.

-Sí, claro, igual le tengo que preguntar a mi mamá.

En ese momento, se abrió la puerta y dos señores

entraron.

Uno de ellos era delgado, elegante, con botines lustrados

y tenía una linda corbata. Unas manos finas y blancas. Era

un hombre bajo, de cuello corto. También vestía una

bombacha ancha, que indicaba el lugar donde vivía. Su

cara era plácida, sin sonrisas. Habló con una voz suave, y

preguntó:

-¿Aquí venden animales de campo?

Como nadie le respondió Violeta dijo:

-No señor, acá no venden ese tipo de animales.

-Gracias, ¿puedo acariciar a su perro? preguntó el señor.

-Sí claro, respondió ella.

El hombre parecía entenderse con el cachorro.

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-Yo vivo en el campo. Allí no muchas personas tienen este

tipo de animales. Ahh!, me había olvidado de

presentarme, mi nombre es Llanes.

El otro señor, parecía un poco tímido. Estaba muy callado.

Lo único que había pensado Violeta de él era que por su

edad debía estar jubilado.

-Y este es mi amigo, yo le llamo “el viejito”, dijo Llanes.

Estuvieron hablando un rato y Violeta los invitó, con el

permiso de Marcelina, a ir a cenar a su casa. Pasaron los

días y se hicieron amigos, porque no solo cenaron juntos,

también otros días salieron de paseo.

Un mes después, a la madre de Violeta le surgió un

trabajo en el campo. Ese era un momento difícil. Los

padres de Tom decidieron volver a Brasil, y él se quiso

quedar a vivir con sus primos. Violeta, Thiago, Juan y

Josefa perderían todos sus amigos, ya que Juan y Josefa

eran los mejores amigos de Violeta y Thiago, y los padres

los habían dejado irse a vivir con ellos al campo, porque

quedaba a muy pocos kilómetros y se pasaban

trabajando. La única condición era que los fines de

semana pasarían con ellos. Decidieron irse. Claro que

también Marcelina y Pon Pon se fueron con ellos.

Algunas buenas noticias eran que su casa del campo era

muy grande, colorida, iluminada, con jardines muy bien

cuidados y lo mejor era que la casa estaba al lado de la de

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los viejos. Al mismo tiempo por lo que Violeta estaba más

emocionada, era que dormiría con Josefa.

Al correr de los días, los únicos que parecían felices

viviendo ahí eran Pon Pon y la madre. Todos los demás se

quejaban, excepto Marcelina, que le daba igual. Josefa y

Violeta se quejaban porque había muchos insectos, los

varones porque no había canchas de football, ni tampoco

tenían con quien jugar, eran solo ellos tres. El padre no

soportaba vivir ahí, sin casi gente, sin negocios, sin

oficinas para trabajar ni poder llamar por trabajo porque

no había señal.

Además Violeta decía siempre:

-Si nos vamos a la ciudad, yo nunca volveré aquí, al

campo.

Admito que yo al principio me quería venir a vivir acá

pero si en este momento fuese mi decisión jamás me

habría venido.

Discutieron mucho porque los viejos no querían que se

fueran, Josefa y Violeta no aguantaban más viviendo ahí,

el padre menos. Los chicos no paraban de quejarse y a los

únicos que les gustaba vivir ahí eran a Pon Pon y la

madre.

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Para convencerlos Llanes y el viejito los invitaban a cenar

asado y a tomar mate de tarde, para que no se fueran, y a

la misma vez los chicos les decían que los querían

chantajear y se peleaban.

Al fin y al cabo, los padres de Violeta ¿habrán resuelto

quedarse en el campo o irse a la ciudad?.....

MOSQUETERA

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Un encuentro familiar

-¡El té! - gritó Marcelina.

-¡Corre, hay fuego! Trata de apagarlo,-dijo Violeta.

-Me encantaría mas no puedo.

Quince minutos después la casa se quemó, Marcelina no

podía comprar una casa nueva entonces tuvo que ir a

vivir al rancho de su abuelo Llanes.

-Hola Marcelina, ¿Cómo estás?, -dijo Llanes.

-Hola abuelo.

-¿Ella quién es?

-Ella es Violeta.

-Encantado de conocerte,-dijo Llanes.

-Deberías estudiar,-dijo Marcelina.

-Sí,-dijo Violeta.

-Mientras Violeta estudia, ¿te gustaría un té o un café?

-Sí, un café.

-Por cierto hay alguien con nosotros, un gran amigo mío,

Roberto es un “viejo poquito”.

-¿Quieres azúcar?

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-Si pudiera mas no puedo…

-Cuando Violeta termine de estudiar quieres con mi

amigo juguemos al fútbol. Jugabas al fútbol. ---Marcelina

¿Violeta jugó alguna vez?

-Sí, ya hemos jugado.

-Sacarías la pelota, la que está en el baúl que tiene un

número, está a un lado del álbum y a la izquierda de los

fósforos.

-Vamos a jugar, llamaré a Roberto.

-¿Vamos a jugar?, dijo Llanes.

-Ok.

-¿Qué es eso? Preguntó Marcelina.

-¿El baúl, el ángel, el abanico, el álbum?

-EL baúl ¿qué tiene adentro?

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-Lo compré en otro país, estaba comiendo brócoli cuando

lo vi dentro de un bebé de porcelana, me lo dio mi

abuela.

-Te lo daré, ¿lo cuidarás?

-Sí.

-Si se rompe el bebé, se rompe la familia, vamos a jugar.

-Ok.

Paco Manolito Simpson

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El mítico viaje de Violeta

Eran las 2 de la tarde y Violeta seguía durmiendo, se había acostado a las cinco de la madrugada por el casamiento de su tío Carlos, que se casaba en su mismísimo banco: el ‘’José y Carlos Bank Arena’’. Era ya muy tarde para seguir durmiendo entonces Marcelina tan elegante como siempre decidió prepararle el almuerzo, era ya muy tarde para desayuno. “Viole, el almuerzo está servido, hice tu plato favorito, lengua a la vinagreta y de postre torta de chocolate!” Violeta no movió ni un dedo, estaba agotada. Marcelina un poquito enojada agarro un balde y lo relleno con agua helada y se lo tiro encima. “ Basta de tonterías violeta arriba a almorzar hoy será un día muy cansador!”. Violeta recién recuperando la noción respondió con un SI MARCELINA. Ya almorzada el padre de violeta la paso a buscar para ir a visitar a su abuelito, Giepeto, podría ser una de las últimas veces que Violeta lo vea, pues estaba muy enfermo y él era muy ancianito. Él era el ídolo de Violeta y ella lo quería mucho. Al entrar en ese blanco cuarto del enorme hospital, lo vio, en una cama con sábanas blancas, tosiendo muy fuerte. “ Abuelo!”, Grito Violeta. “Ahí está la mujercita más bonita del mundo”, le respondió el. Hablaron por horas hasta que un comentario de Giepeto puso a Violeta un poco nerviosa “Tengo una base en Alaska, todos mis preciados secretos, autobiografías y objetos valiosos están ahí debajo, te daré un mapa, quiero que te quedes con todo lo que hay dentro”, dijo Giepeto. Al principio a violeta le pareció una locura pero ella pensó que a él le quedaba muy poco tiempo y que iba a perder ella, ¿no? Al siguiente día tomo el primer vuela a Alaska, temperaturas

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bajo 0 según lo que ella había leído en acu weather. Salió a las 9 00 y llego a Alaska a las 18 00, ¡más de nueve horas de vuelo! Se tomó un uber y la dejaronen una ubicación errónea, toco la puerta de la cabaña, un viejo llamado Llanes me abrió la puerta y dijo: “La noche está muy fría, ¿qué haces aquí tan tarde?”. “ Estoy buscando un árbol llamado sequoia sabe dónde está?”, ella le pregunto. “Pues no, pero esta noche dormirás aquí, está muy frio y no conseguirás un hotel a esta hora”, dijo Llanes con un acento raro. Entre a la casa y otro viejo estaba durmiendo en un sillón enfrente a una estufa, era un poco raro porque el estaba durmiendo de traje, supongo que se durmió mientras estaba leyendo o algo. Me lave los dientes y me acosté pero sentí que en el placar algo estaba diciendo mi nombre, lo abrí y había una puerta con un árbol. Entre, me sentí como si estuviese entrando al mundo de Narnia, había todo tipo de cosas, trofeos, libros, etc. Me lleve las cosas más importantes entre ellas una brújula de oro que ya no serbia, un libro cerrado con un candado enorme, las cenizas de mi bisabuela y un retrato de mi abuelo y yo. Salí de ese lugar, me estaba empezando a dar escalofríos. Mi celular empezó a vibrar era mi padre, mi abuelo ya no estaba con nosotros…De todas formas yo quería llevar esas cosas para ponerlos en su tumba. Puso las cosas muy cautelosamente en su mochila y partió rumbo al aeropuerto, le dije a los viejos que tenía una reunión pero ellas se despidieron diciendo “Mándale saludos a Giepeto”. En el avión se le ocurrió ver y observar cuidadosamente los objetos de su abuelo, lo primero que ella quiso ver fue el jarrón, decía: Frotar suavemente en la

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cabeza del muerto para revivirlo. “Pero esto no eran cenizas”, dijo ella casi gritando. Al abrirlo resulto que dentro del jarrón había sabia de árbol, ella tenía que usarla para revivir a su abuelo. Llego su país, chile, y se tomo un uber a el hospital donde estaba su abuelo. ¡Se lo estaban llevando! Le suplico al chofer que se pare para que ella le diga unas últimas palabras, el chofer un poco apenado paro el auto y le abrió el baúl donde Giepeto estaba, Violeta le acaricio su frente con la mano empapada en esa sabia tan pegajosa. El despertó, pero había perdido la memoria…

CONTINUARA

Paturuzu

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Rechazos Unos tres años después de lo ocurrido con Violeta en su casa, Violeta decidió hacer otra manifestación ya que nadie le había prestado atención. Esta vez su madre se armó de valor y le dijo: -¡Si sales por esa puerta no entras nunca más!-sin necesidad de pensarlo, Violeta dijo: -Está bien; me voy- eso fue lo que hizo, se fue, nunca volvió. A la semana su madre se arrepintió y comenzó a buscarla por todas partes. La casa de su abuela, la casa de su padre, la casa de Josefa. Tras la muerte de Marcelina, (que descanse en paz), su apartamento había quedado vacío y ese era el único otro lugar donde podía estar, pero no estaba. Su madre se rindió y decidir olvidarlo. En todo ese tiempo Violeta estuvo en la casa de su tío, don Llanes, él fue el único que le dio la bienvenida lo cual fue muy triste para Violeta. En la casa de su tío se encontraban dos personas más: un señor mayor muy fino, al contrario que el tío Llanes, y una chica de 16 años como Violeta que se llamaba Maite. Su madre no pensó en ese lugar gracias a que desde que eran chicos que se separaron y nunca más se vieron. En fin, ella y su tío Llanes se llevaban muy bien, o como decían ellos- como uña y mugre-. Violeta pensó que por fin ella podría ser feliz, pero la idea de vivir en un campo o en un área como esa no le agradó mucho.Violeta dijo: -Yo he cambiado mucho, de verdad cambié mucho, pero nunca me va a gustar vivir en un campo-. A los dos meses mientras ellos comían, alguien entró a la casa y no se dieron cuenta. Casualmente Violeta se levantó y fue a bañarse. Mientras se bañaba sintió un ruido en la cocina y fue hacia allá. Pego un grito que los pájaros salieron volando. Cuando su tío se levantó de la mesa y fue a la cocina, que habrá demorado 30 segundos, Violeta ya no estaba. Don Llanes buscó en todos lados, y Violeta realmente ya no estaba. Le preocupaba porque ella era del tipo de chicas que le gustaba escapar, y había escapado antes. Al día siguiente llamaron a la policía y apenas llamaron ya habrían empezado a buscar. También pensaron-no creo que se haya escapado,

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se habrá salido o algo así- todos trataban de evitar la chance de haber sido raptada…. Era un pueblo muy pequeño, había dos peajes que pasar. Gracias a las cámaras de seguridad de los peajes encontraron a Violeta y comenzaron a rastrear la camioneta donde la vieron, la que estaba manejando era una mujer. Después de unas horas la encontraron, la persona de la camioneta era su madre que la encontró y la estaba llevando de vuelta a su casa ya que Violeta la había llamado para decirle que estaba viviendo con su tío en un campo y que como no le gustaba vivir ahí si la podía ir a buscar. Don Llanes se siente muy traicionado, abandonado y juzgado por su situación, (o eso creían Maite y el otro señor) El otro señor le dijo- no te preocupes, ya pasara y además no estás solo, me tienes a mí, a tu campo, todo lo que tú quieres, ¿para qué quieres más?- Maite agregó: –Y además me tienes a mí, no te conozco mucho, pero ya eres muy importante para mí, desde el segundo que me dejaste vivir con ustedes supe que ahí dentro había un buen hombre- don Llanes contestó: -¡PERO QUE DICEN! El día que yo me sienta mal por algo,no va a ser antes de que me muera! Pero lo que si me enoja es que me pongan palabras en la boca! como si yo hubiese cambiado! Ahora CÁLLENSE y siéntense en la mesa a comer. Y así es como termina esta historia, todo como estaba antes ni peor, ni mejor, como antes….

RAFIKI

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Pasado pisado

Ya pasado un año de todo lo que pasó, mi hermana me fue a buscar al colegio. No parecía estar muy alegre. Le pregunté qué le pasaba y me dijo que en casa me diría. Decidí esperar hasta llegar a casa y seguimos el camino en silencio total. Una vez que llegamos, mi madre, Laura, estaba junto a Marcelina. -Hubo problemas en mi trabajo. La radio va a cerrar y nos tendremos que mudar por un tiempo- dijo mi madre. Yo no me quería mudar y, aparte, ¿a dónde? -Tu abuelo, nunca lo conociste y yo apenas lo recuerdo pero tengo su contacto, él vive en el campo y ya sabe de nosotras pero parecía ser muy distraído-. Por más horrible noticia que esta sea, lo que más curiosidad me daba, era, quién era mi abuelo y por que mi madre no lo conocía tan bien. No tuve más opción que aceptarlo ya que no había nada más por hacer. Pues el tiempo pasó. La casa ya estaba en venta y Marcelina, mi hermana, Oso, mi madre y yo ya estábamos en busca de mi abuelo. En el auto viajamos un largo trayecto completamente en silencio. Fue extraño e incómodo. Pues llegamos, a un lugar humilde en el cual no tenía idea de a dónde íbamos pero el lugar se sentía cómodo. Marcelina aparentaba conocer mucho este lugar. Cuando queríamos buscar una tienda para comprar algo de tomar, ella comenzó a guiarnos. Cuando el camino por el que Marcelina nos guiaba había terminado, no encontramos una tienda ni un quiosco, sino, una casa en la que se encontraban dos viejos completamente distintos. Ellos parecían llevar una gran relación. Estaban sentados en frente de una casa que les parecía pertenecer. Pasaba por mi mente la idea de que uno de ellos fuera mi abuelo, o no, quizás lo conocían ya que era un pueblo chico. Era seguro que no les iba a hablar, ni mi hermana y menos mi madre. Fue Oso quien generó charla. Él corrió hacia ellos y como toda persona, nos empezaron a preguntar…

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-¿Cuántos años tiene?, ¿cómo se llama?, ¿lo puedo tocar?, ¿de qué raza es?... Eso obligó a mi madre a hablarles. En esa conversación, fue que uno de los viejos se llamaba don Llanes tal y como mi abuelo. Y sí, era él: presente y medio desastroso, mi abuelo, no mostraba interés por la vida. Hubo una charla entre mi madre y mi abuelo que jamás olvidaré. Él aceptó darnos un lugar para hospedarnos pero no con él porque dijo que no tenía un hogar fijo. Nunca pensé en un abuelo en mi vida y, ahora que lo encontré, aunque aún no lo conozco muy bien, me agrada la idea de tenerlo. Y sí, mejor tarde que nunca… así era el dicho ¿no?

Rapi10

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DIFICIL DE ENCONTRAR

Siete años más tarde, como Violeta y María, habían crecido, no necesitaban que Marcelina las

cuidara. Entonces, Marcelina decidió irse a vivir al campo. Durante muchos años había

escuchado acerca de un libro escondido en un campo el cual trata sobre el pasado del pueblo.

Ella estaba decidida a encontrarlo, así que emprendió su camino.

Antes que nada tendría que conseguir un trabajo y un lugar para vivir. Recorrió campos y visitó

ranchos hasta que llegó a uno, no tan arreglado pero que podría ser su última esperanza.

Cuando llamó a la puerta dos viejitos aparecieron. La invitaron a entrar y ella les contó sobre lo

que estaba buscando y de la manera que ella los podía ayudar con las tareas domésticas, a

cambio de comida y de un lugar para dormir. Durante los años que trabajó para la familia de

Violeta, ahorró gran parte de su sueldo, por lo tanto podía vivir un largo tiempo si los viejitos le

daban casa y comida.

Los dos viejitos, Don Llanes y el otro, (al que Don Llanes apodaba “viejo poquito”) aceptaron la

propuesta ya que se encontraban solos y no les vendría nada mal un poco de ayuda y

compañía. Después de unas semanas de convivencia, Marcelina les pareció muy simpática y

alegre, además cocinaba muy rico, les preparaba el mate y pasaba tiempo con ellos.

En su tiempo libre recorría las hectáreas de tierra del pueblo, buscando el misterioso libro. No

se convencía de que, luego de caminar horas no encontrara nada. Don Llanes que no sabía

leer, jamás le daría tanta importancia a un libro, no obstante a los dos viejitos, que le tenían

tanto cariño les era muy difícil verla mal por no encontrar aquel libro. Marcelina les explicó

que no era cualquier libro sino que este contaba distintas leyendas sobre el pueblo que nadie

las conoce. Los viejos decidieron ayudar a la joven encontrar el libro y que luego pudiera

descubrir los misterios dentro de él. Ella estaba agradecida.

Comenzó a hacer mapas, marcar los lugares ya recorridos y los que aún no había revisado. Se

pasó días recorriendo el pueblo. Cada día encontraba un pedazo de un mapa hasta que le

faltaron 2 piezas para completarlo. Cuando consiguiera tener el mapa totalmente completo, lo

analizaría. Después de varios días descubrió que, donde estaba la cruz marcada sería el rancho

de Don Llanes.

Luego de eso le preguntó, si se le ocurría donde podría estar el misterioso libro. A él no se le

ocurrió ningún lugar en especial, entonces entre los tres empezaron a revisar por todos lados.

En eso Marcelina se tropezó con un tablón del piso, se agachó y lo levantó para ver lo que lo

estaba desnivelando. Al quitarlo se encontró con una caja cubierta de polvo. Antes de abrirla

les avisó a los dos viejitos.

Los dos viejos, dejaron de revisar y se dirigieron hacia ella. Esa caja podría ser lo que Marcelina

buscó por mucho tiempo. Marcelina quito el polvo de la caja y la abrió. Dentro se encontraba

un libro junto con una carta de aspecto viejo y amarillento. El viejo ‘’poquito’’ tomó la carta, se

puso sus lentes y la leyó.

La carta decía: ‘’aquel que encuentre este libro será su dueño permanente y si usted no está

interesado debe dejarlo en el mismo lugar donde lo encontró’’. Marcelina claramente quería

ese libro, entonces no pensaba volver a ponerlo en su lugar.

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En ese momento les dijo: ‘’Estoy muy feliz de que he encontrado el misterioso libro junto a

ustedes’’. Su cara realmente se veía demasiado contenta. Los dos viejos estaban felices de que

lo hubo encontrado.

Don Llanes, se preguntó: ¿Qué hubiere hecho, si no lo hubiera encontraba?

Ese día, Marcelina había decidido buscar más información sobre las distintas leyendas, pero lo

que ella no sabía eran las consecuencias que le traería quedarse con el libro.

RGSM

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Nuevos amigos

Al otro día Violeta fue al colegio, entonces Marcelina aprovechó para ir al supermercado para hacerle una rica merienda a Violeta. Cuándo fue al supermercado se encontró con dos señores mayores tratando de hacerle un nudo a una bolsa, que de tantas cosas qué tenía no cerraba. Ella muy amablemente fue y les preguntó:

- ¿Quieren que los ayude? - No, muchas gracias, creo que voy a necesitar otra bolsa porque la verdad es

que no va a cerrar. ¿Sabe dónde están las bolsas porque acá no hay más? - Deben estar a la vuelta del frízer.

Después de ir al supermercado, Marcelina volvió a la casa para empezar a preparar el gran pastel de ocho capas que le tenía pensado hacer a Violeta. Cuatro horas más tarde. Violeta ya estaba por llegar a su casa así que Marcelina empezó a poner la mesa porque ella obviamente no se iba a perder la gran torta con chispas de chocolate que le había preparado. Cuando Violeta llegó, se puso muy contenta a ver la torta que le esperaba. Al otro día Marcelina volvió al supermercado porque se había olvidado de comprar algunas cosas para la cena de ese día. Marcelina se sorprendió al ver a los dos señores que se había encontrado el día anterior, pesando las manzanas. Ella no quiso perderse de esa oportunidad, porque hay algo que no les había contado, Marcelina se había quedado pensando en uno de los señores toda la noche. Entonces fue y les dijo:

- Hola, ¿se acuerdan de mí? - Sí, cómo no me voy a acordar de la más bella…. - Bueno, yo les venía a preguntar si querían venir a cenar esta noche a mi casa - Cómo no, sería un gusto. - Bueno entonces nos vemos esta noche, hasta luego.

De noche, Violeta y Marcelina ya estaban cambiadas para la cena, cuando tocaron el timbre. Marcelina muy nerviosa fue y les abrió. Fueron a la mesa, se sentaron y el silencio penetraba en la mesa. Violeta para empezar la conversación les preguntó:

- ¿Dónde viven? - Nosotros vivimos en el campo, si quieren pueden ir para allá alguna vez. - Bueno muchas gracias, nos encantaría ir para allá. Capaz que podemos ir

mañana, y nos quedamos todo el fin de semana. - Bueno entonces, les digo la dirección qué es…. - Bueno entonces mañana vamos para su casa.

Terminaron de cenar y los señores se fueron. Al otro día emprendieron el viaje al campo de los señores. Llegaron. Se saludaron. Conversaron. -¿Cuántos años llevan viviendo acá?

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- Habremos vivido acá por 20 años. Luego, los señores le preguntaron si se querían quedar a vivir en el campo porque conocían a alguien que estaba vendiendo su casa, y lo estaban ayudando a buscar personas para hospedarse ahí. Y Marcelina les dijo que lo tenía que pensar. Al día siguiente… …. Marcelina ya había tomado la decisión y también le había preguntado a Violeta si quería. Fueron a desayunar y uno de los señores preguntó:

- ¿Ya tomaron la decisión? - Sí, contestó Marcelina. - Entonces ¿quieren o no? - La verdad es que nos gusta mucho ser sus amigas, pero el problema es que si

no Violeta no va a estar con sus amigos. - Tiene razón señora, pero Violeta podría visitar a sus amigos y acá jugaría con los

hijos de unos amigos. - Bueno entonces la respuesta es, sí!

Violeta estaba pensando en qué era lo que le iba a decir a su mejor amiga, porque no quería que se sintiera mal. Al otro día violeta llamó a Josefa y le dijo que se iba a quedar a vivir en el campo. Josefa no quería porque era su mejor amiga entonces le dijo:

- ¿Porque no me dijiste antes? - Te lo había dicho si lo hubiera sabido antes. - Bueno pero me vas a visitar ¿no? - Obviamente - Nacho me ha dicho que lamenta todo lo que te dijo los últimos años. - Si se hubiera dado cuanta antes sería mejor, pero igualmente agradécele. - Ah, y Nacho le había dado a Josefina algo muy importante para mí, y ahora me

lo devolvió y me pidió perdón. - Bueno, qué suerte. - Besos, nos vemos.

Ruedas

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(Leer la primera parte para entender)

Cuando Violeta volvió a su casa se esperaba que Marcelina la

rezongase por haber llegado tarde a comer y que el castigo fuese,

como siempre, que Marcelina le revisara los piojos. Para ella no

había algo peor que el peine fino, este, era para ella el “diablo” en

persona.

Sin embargo, Marcelina no la rezongó, ni mucho menos, sino que solo le

dio la bienvenida con un, “hola”, y el típico “¿Pasaste bien?”, que nunca

puede faltar en las madres.

A Violeta le sorprendió que no le hubiese dicho nada con respecto a la

llegada tarde, pero no le dio mucha importancia a este tema y se fue a su

cuarto a jugar a las muñecas con su hermana menor Matilde de 4 años.

Violeta jugó con su hermana por unas largas dos horas hasta que

Marcelina las interrumpió preguntándoles si querían ir a la casa del tío

Gonzalo que les había mandado una carta invitándolas a comer. A lo que

las dos asintieron. Al día siguiente las tres partirían hacia la casa del tío

Gonzalo que quedaba en el campo, muy, muy lejos de la ciudad.

Al día siguiente Matilde se despertó con un día soleado, los pájaros

cantaban y ella estaba muy cómoda en su camita, ese día nadie se había

levantado mejor que ella en todo el mundo.

En cambio, Violeta se despertó con un grito garrafal como si hubiesen

matado a alguien. Este sería el mejor momento para que la historia se

transformase en una serie policíaca con asesinatos y todo eso, pero en

realidad era solo Marcelina gritando por que se había dado cuenta de que

¡tenía un piojo enorme! Sí, el piojo era muy grande, pero más grande era

el trauma que tenía con ellos.

Al día siguiente en la casa de Josefa

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Luego de que Violeta se levantó de la cama, fue a desayunar con Matilde y

Marcelina. Las tres desayunaron una muy rica torta de naranja y tomaron

café con leche, mientras leían el diario en donde había un artículo sobre la

discriminación hacia los mapuches.

Cuando terminaron su café salieron de la casa y fueron caminando hacia

una estación de trenes que quedaba relativamente cerca, para emprender

viaje hacia la casa de Gonzalo en el campo.

Después de varias horas, llegaron a la casa de Gonzalo, pero

cuando tocaron la puerta nadie contestaba. Tocaron una y

otra vez, pero nada, Gonzalo no estaba en la casa. Mientras

buscaban a Gonzalo por los alrededores se toparon con dos

hombres mayores montados a caballo pasando por ahí. Al

verlos Marcelina le preguntó a uno de ellos:

-Buen día, buen hombre, ¿me podría decir si conoce a

Gonzalo Palmas?

- Mire damisela la verdad no los conozco.

Respondió el hombre con una voz tan femenina y delicada

que Marcelina se cuestionó por unos largos 5 segundos su sexo. Luego

Marcelina llegó a la conclusión que el supuesto hombre en realidad era

mujer. Al darse cuenta de esto se avergonzó por lo que había dicho y para

poder irse rápido le dijo:

-Bueno, muchas gracias igual señorita.

-Perdone, pero usted no ve que mi compañero es hombre o se cree muy

graciosa.

Dijo el segundo hombre que iba en el caballo con una voz muy ronca, pero

tanto que casi no se entendía lo que decía.

Violeta que ya era lo suficientemente grande como para entender lo incómoda

que se estaba poniendo la situación, le pidió a su madrina para que las tres se

vayan rápidamente y así no causar más problemas. Pero como si no fuera

suficientemente incómoda la situación, otro hombre que también venía a

caballo vino diciendo:

-Pero Don Llanes ya no pierda más tiempo y vámonos pa’ mi campo a empezar

el asado, y ya de paso ¿por qué no invitamos a estas señoritas?-dijo con una voz

que con apenas escucharlo ya te dabas cuenta que estaba demasiado ebrio.

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Cuando terminó de hablar se cayó del caballo, se desplomó contra el piso y se

quedó ahí tirado.

-Siempre le pasa lo mismo, bueno no se va a despertar hasta dentro de tres

horas, Ahora precisamo’ a alguien que nos ayude a preparar el asado-dijo

Llanes.

Seudónimo: Tiwi

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Peleas y Soluciones

Marcelina y Violeta se están yendo y luego que Violeta habla, Marcelina contesta muchas

gracias por haberme defendido así, pero no creo que haya sido el mejor modo de hacerlo,

Violeta y Josefa discuten por mucho tiempo hasta que Violeta resuelve marcharse de la

Iglesia.

Por dos días no se volvieron a hablar. Un martes Violeta le preguntó a Marcelina para ir al

cine con sus compañeras, Cecilia y Florencia. Florencia le pareció muy cómica Marcelina,

porque llevaba un bastón con tan solo 15 años y lo llevaba por diversión. Decidieron ir a ver

los pitufos, estaban por entrar a la sala cuando de repente Josefa llega con sus amigas y

compañeras de Violeta, Margarita y Sol. Josefa y sus amigas empiezan a burlarse del

atuendo de Marcelina. Violeta se comenta a sí misma, si ya la defendí una vez, la podré

defender de nuevo. Pero ésta vez no le salió tan bien como esperaba. Marcelina, Violeta y

sus amigas se marcharon del cine y dijeron que volverían en la tarde. Se fueron todas a la

casa de Laura, la tía de Violeta, a almorzar. Violeta acabó muy rápido porque quería ir al

cine lo antes posible, pero se olvidó de algo con azúcar, el postre. Se sentó en el sofá y sintió

la espesura que tenía. Marcelina le dijo a Violeta podemos ir mañana y ahora vamos a jugar

al fútbol. Inesperadamente Violeta se alegró de haber guardado aquel balón, que su tía le

había regalado el día de su cumpleaños. Fueron al parque y Violeta empezó a jugar, de

repente gira la cabeza y recordó que a las amigas de Josefa les encantaba jugar al fútbol y

allá venían prontas para jugar. Marcelina y Violeta y sus dos amigas les preguntan si quieren

jugar al fútbol. Ellas contestan que sí. Violeta tiró al arco y dijo que es muy difícil marcar a

esa arquera. Luego recordó lo egoísta que era Josefa y le dijo a una niña tres años más

grande que atajara. Marcelina, Violeta y sus amigas se fueron a sus casas y dijeron que al

otro día por la mañana irían al cine.

Al día siguiente salieron las cuatro de punta en blanco al cine para apartar loas asientos. Al

rato llegó Josefa pidiendo disculpas por lo que había pasado el día anterior y les preguntó si

podía ver la película con ellas. Violeta aceptó y le dijo que se sentara con ellas.

Luego de mirar la película se fueron todas a la casa de Josefa a tomar el té y se quedaron un

buen rato charlando de lo buena que había estado la película.

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Cuando terminaron de tomar el té, una amiga de Violeta las invitó a dormir a su casa, y

todas juntas se fueron.

En la pijamada, se habían acordado que tenían que planificar el trabajo, que les había

mandado la profesora, sobre cómo viven los animales en el campo y cómo se relacionan

entre ellos.

Cecilia se acordó, que su tío Juan vive en el campo, entonces lo llamó y le explicó el trabajo

que tenían que hacer. El muy dispuesto, le ofreció que fuera con sus amigas, el tiempo que

necesitara y que junto con su amigo, les iban a enseñar todo lo del campo.

A los dos días, las cuatro amigas partieron al campo, para hacer su proyecto.

Cuando llegaron, su tío Juan y su amigo Pedro las estaban esperando. En una semana les

explicaron todo lo que ellas precisaban saber, para tener un trabajo exitoso. La noche antes

de su partida, alrededor del fogón, las amigas ya estaban organizando para pasar un día de

playa. Pedro comentó, que él nunca había ido a la playa, y su tío Juan, entre sonrisas, dijo

que tampoco él la conocía.

Las amigas muy sorprendidas, les dijeron que era muy hermoso vivir en el campo, y que si

fuera por ellas se quedarían una semana más, pero tenían que volver y entregar su proyecto.

A la vez, les hicieron prometer al tío Juan y su amigo Pedro, que el fin de semana iban a ir a

visitarlas, para conocer la playa y el mar. Ellos aceptaron gustosamente.

La semana se hizo larga, pero llegó el sábado. Juan y Pedro, muy entusiasmados llegaron a la

casa de Cecilia. Ella los estaba esperando con sus amigas, para ir a la playa.

-¿Supongo que ya habrán preparado para el día de hoy?-, dijo Juan.

-´´ Sí ´´-, contestaron ellas.

Entonces aprovechando el hermoso día, con un picnic que habían armado, se fueron todos a

la playa. Tomaron sol, jugaron en la arena, se bañaron, y pasaron un día excepcional.

Durante la cena, Juan y Pedro estaban agotados. Cecilia les preguntó, que les hubiera

gustado conocer la playa antes?, si y enseguida contestaron que era muy linda, pero no los

había deslumbrado. Igual nos dio gusto conocerla. Pasamos un fin de semana, distinto pero

muy divertido, exclamaron!!!

Tortuga Manuelita

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El viaje al lugar

Unos años después de la fiesta que fueron Marcelina, Violeta, Josefa y David

Guetta, los enamorados (Marcelina y David) decidieron mudarse juntos.

Buscaron un millón de apartamentos por toda la ciudad de Montevideo.

Decidieron ver más apartamentos por la parte de Maldonado. David ya estaba

cansado, Marcelina no se decidió con nada, si era por David se compraba cualquiera.

David ya muy cansado, decidió llevarla a un lugar sin que ella supiera a donde. -

-¿A dónde estamos yendo?- preguntó Marcelina.

-Ya verás- respondió David.

Despues de unas dos horas llegamos y enseguida ella preguntó.

-¿Dónde estamos? ¿Qué es esto? ¿Nos perdimos?-

-No-respondió David.

-Estamos en el lugar en donde me criaron, la casa de mis tíos, mi madre falleció

cuando tenía dos años y mi padre me dejó en la casa de mis tíos porque dijo que iba a

ser una responsabilidad muy complicada cuidarme el solo y entonces decidió dejarme

en la casa de mi tío Don Llanes-

-¡Qué historia tan triste!- contestó.

-¿Pero de qu nos va a ayudar?-

-Él conoce la casa indicada-.

Tocaron timbre en la casa, ellos casi nunca reciben invitados a menos que sea

para robarles. Entonces en la puerta tienen 17 cerraduras y un rifle a la derecha de la

puerta. Resulta que la puerta estaba abierta, alguien la había dejado abierta. De

repente se escuchó un grito de Don Llanes, entraron lo más rápido que pudieron,

pensaron que le había pasado algo, pero se encontraron con Don Llanes quejándose

de un “viejo poquito”. Don Llanes se detuvo y dijo:

-Buenos días sobrino, ¿que lo trae por esta zona?-.

-¿Qué hacés tío? ¿Y la tía?- le preguntó.

El Viejo Poquito dejó la puerta abierta…

- ¿No entiendo, no te enteraste?-

-¿Enterarme de qué?-

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-Falleció una semana después de que te fueras-.

- Fue una escena muy triste-.

Después se le vino la brillante idea a David de preguntarle que hacía el Viejo Poquito

en su casa. Y le respondió:

-Un día nos encontramos y nos hicimos amigos y como estaba muy solitario en la casa

lo invité a que se venga a vivir-.

- Pero siempre se olvida de cerrar la puerta-.

- Y todavía no me respondiste ¿Qué los trae por aquí?-.

-Estábamos buscando un apartamento y pensábamos que usted nos podría ayudar.----

-No sé, es que tengo mucho trabajo que hacer, pero tengo una idea. Arriba hay unos

cuartos más, si quieren se pueden quedar a hacernos compañía.-

-No sé, se lo tengo que preguntar a Marcelina.-

Marcelina le dijo:

-Me encanta esta casa, estaría de más vivir en esta casa tan bonita, hay que buscar

una igual.-

-Pues tengo buenas noticias, el tío nos está invitando a vivir-.

-Se le agradece un montón Don Llanes, usted es un ejemplo a seguir-.

Al otro día se mudaron y la pasaron muy felices en su nueva casa. A los dos

meses se enteraron que Marcelina estaba embarazada y en nueve meses nacieron los

trillizos más lindos del mundo, y los siete vivieron felices.

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V

I

O

L

E

T

A

1-VOLAR EN GERUNDIO. 2-VIAJAR MODO INDICATIVO, PRESENTE, PERSONA 1ª, PLURAL. 3-TOMAR MODO INDICATIVO, PRETÉRITO, PERSONA 2ª, SINGULAR. 4-HABLAR MODO INDICATIVO, PRETÉRITO, PERSONA 3ª, PLURAL. 5-METER MODO INDICATIVO, PRESENTE, PERSONA 1ª, PLURAL. 6-SALTAR MODO INDICATIVO, FUTURO, PERSONA 3ª, PLURAL 7-ROMPER MODO INDICATIVO, PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO, PERSONA 1ª, PLURAL

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Ayuda a Marcelina a

llegar al rancho de los

viejos.

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Awela – El trauma

Bob Esponja – Momentos inesperados

C.C.R – El viaje

Delex – El libro embrujado

El Loco de los Lobos Alfa – El libro maldito

Espirito – “Cometas en el cielo”

Hojas – El rescate de Pedro

Hola – Atrapados

Lolxd – Los cuentos raros de Violeta y

Josefa

Losco – Y voló…

Luz – No todo lo malo es malo

Mirtha Legrand – La leyenda de Hazel

Mosquetera – Una solución o un problema

mayor

Paturuzu – Un viaje mítico

Paco Manolito Simpson – La segunda guerra

mundial en 2017

Rafiki 1.0 – No todos los libros son solo

libros

Rapi 10 – El libro

RGSM – La maldición

Ruedas – Un momento en el que todo puede

cambiar

Tiwi – Un mes después de la ceremonia de

confirmación

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Tortuga Manuelita – Capitulo tres

Tres Ponys Voladores – El cazador

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Prólogo

En este capítulo las chicas y los dos viejos se encuentran con un

problema. ¡UN LIBRO MALDITO! En las historias de este

capítulo los personajes deberán enfrentarse a algunos problemas

que dejó el libro maldito. Estas historias son muy originales,

llenas de drama, terror y libros que cobrarán vida y causarán

problemas por doquier.

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El trauma

El año pasado Llanes se había enfermado y Marcelina lo había acompañado en la casa

de los dos viejos, cuidándolo hasta su recuperación. Durante ese tiempo, Marcelina

empezó a leer un libro pero lo dejó por la mitad porque tenía mucho trabajo en el

campo.

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Cuando volvió a la ciudad retomó la lectura pero como no recordó bien por dónde iba,

le pidió a Violeta que le descargara una aplicación que leía libros por su cuenta.

Mientras descargaba, a Violeta le apareció un aviso que ella ignoró y borró. Cuando

llegó Marcelina le explicó cómo usarlo para que pudiera escuchar sus cuentos favoritos.

Esa noche Marcelina llegaba cansada de su trabajo. Trabajaba mucho para mantener a

su ahijada y a las niñas. Aurora y Olivia aún eran estudiantes. Josefa y Violeta eran las

más pequeñas y la necesitaban pero el sueño la estaba venciendo… ¡estaba tan cansada!

De repente, en medio de la noche una llamada en el celular despertó a Marcelina de un

salto y corrió a atender. Era de su trabajo, le pedían cubrir un turno en la mañana

porque un empleado no podía asistir. Ella aceptó y volvió a acostarse. Entonces recordó

que tenía la aplicación para escuchar cuentos en su celular, la activó y retomó el cuento

que había dejado de leer por la mitad en el campo, los días que estuvo ocupada

cuidando de don Llanes.

Marcelina se quedó dormida y en su celular apareció un mensaje que decía que el

siguiente cuento estaba maldito y que de no rechazarlo lo empezaría a leer y así fue.

Cuando terminó el cuento un ruido fuerte como un trueno en plena tormenta, se escuchó

en la habitación de Marcelina y todas se despertaron. Un cuchillo ensangrentado estaba

tirado en el corredor de las habitaciones. “Alguien ha estado en la casa”, dijo Aurora.

De repente un vecino gritó y todo el barrio asustado corrió a ver qué sucedía, habían

encontrado su cadáver apuñalado cinco veces en el estómago.

Al día siguiente, los dos viejos, amigos de Marcelina se enteraron de lo sucedido y

fueron a verlas. Querían pasar unos días en la ciudad con ellas para ayudarlas en ese

momento difícil. Se quedaron reunidos en la casa de Alicia y Marcelina mientras la

policía investigaba. Todas estaban confundidas y asustadas.

Uno de los policías salió en las noticias informando del asesinato y aconsejando a todos

que se quedaran en sus casas. Él tenía evidencias de que habría un cuento que podría

estar maldito y se lo comentó a Aurora y a Olivia cuando estuvo investigando pero no

se lo habría dicho a nadie así que ellas tendrían que contarlo en su casa y a sus vecinos.

Sin embargo, ninguno pudo hacerlo porque Medina, que así se llamaba el asesino, los

secuestró a los tres, escondiéndolos en un hospital céntrico abandonado que se deshacía

como las rocas en el mar.

Cuando las chicas se dieron cuenta de que faltaban Aurora y Olivia, salieron a buscarlas

desesperadamente por todos los lugares: en el súper, colegios, cementerios y por último,

hospitales de la ciudad.

Finalmente llegaron al hospital de Santa María que había dejado de funcionar ya que

había habido una fuga en el sector de manicomio y lo habían clausurado.

Al llegar les dio miedo y habrían corrido lejos pero se pusieron de acuerdo juntaron

valor y entraron. Después de caminar por un rato el pasillo se dividía en tres. Marcelina

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y Alicia se empezaron a hablar por señas para poder saber por dónde ir pero ninguna

entendía lo que decía la otra y de repente, entre toda la confusión, una persona alta se

acercó corriendo por el camino en frente a ellas haciendo ruidos de animales. Antes de

que se hubieran podido dar cuenta que era un interno indefenso del antiguo manicomio

que hubo funcionado allí, salieron corriendo, Alicia a la izquierda y Marcelina por el

camino de la derecha. Los dos caminos llevaban al mismo lugar y hacia al final

chocaron entre ellas, se asustaron pero aun no terminaba…

Cuando consiguieron levantarse y calmarse, encontraron a Olivia y a Aurora atadas en

unas sillas frente a ellas. Las rescataron y al final del pasillo escucharon nuevamente

ruidos de animales.

Cuando salieron, estaba la policía que no encontró rastros de su compañero, ellos

habrán investigado pero querían interrogar a las chicas que no se acordaban de nada. Y

nunca nadie sabrá la relación del cuento maldito con el asesino del hospital de Santa

María.

Awela

MOMENTOS INESPERADOS

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Ya habían pasado dos años desde la muerte de Marcelina. Violeta estaba viviendo con

Piero y Daniel en su campo.

-Llegó el diario- anunció Piero.

-¿Qué cosa de un barrio?- preguntó Daniel confundido.

-No, escuchaste mal, dije que llegó el diario- gritó Piero.

-Ah, perdón es que estoy un poco sordo- dijo Daniel riendo.

-¡Qué bueno! ¿A ver de qué nos enteraremos hoy?- respondió Violeta.

El diario decía esto: dos de nuestras periodistas Agustina y Avril fueron al Shopping e

hicieron algunas preguntas sobre el, día del libro; unos de los autores más comentados y

requeridos fueron: Isabel Allende, García Márquez, etc. Te invitamos a que vayas a

Bookshop y compres algún libro de estos fantásticos autores. ¿Has pensado cuál

compraras? Porque son muchos y te aseguro que son muy buenos todos.

-¡Estaría bueno comprar uno!- dijo Daniel entusiasmado

-Sí, no veo el problema- respondió Piero.

-Tendremos que ir a la ciudad para eso- dijo Daniel.

-El viaje no es muy largo, por lo que recuerdo desde la última vez que hice ese trayecto,

habrá durado entre cuarenta minutos y una hora- dijo Violeta.

-Acá dice que la librería está abierta las 24h del día del lunes a viernes- dijo Piero,

mientras leía el diario.

-Perfecto iremos después de almorzar- aseguró Daniel.

Y así fue a las 14:00hs iban rumbo a la ciudad. Llegaron a las 15:00hs y fueron directo a

Bookshop ahí les recomendaron varios libros de los autores mencionados en el artículo

pero hubo uno en especial que a Violeta le fascinó: “La ciudad de las bestias”. Ya que

este libro fue creado para lectores adolescentes y jóvenes a ella todavía le atraía más.

Lo compraron. Recorrieron un poco la ciudad, pero ya a las 18:30hs estaban de vuelta

en el campo. Ella ansiaba leer ese libro, nunca había escuchado de él porque los padres

nunca se habían tomado el tiempo de compartir horas de lectura con ella, ni tampoco se

habían tomado el tiempo de jugar con ella; ni de estudiar o ayudarla con las tareas del

colegio como por ejemplo enseñarle que cada palabra después de un punto va con

mayúscula. En fin esta historia no se trata de los malos padres que tuvo Violeta sino de

otras cosas…

Ya habían cenado y se les ocurrió empezar a leer el libro. ¡En un momento empezó a

ocurrir algo raro el libro empezó a temblar!

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-¿Qué está pasando?- preguntó Violeta aterrada.

- ¡No sé, es muy raro!- gritó Daniel.

¡En ese preciso instante del libro empezaron a salir los personajes!

-Si hubiera sabido que esto pasaría nunca habría dicho de seleccionar este libro- dijo

Violeta apenada.

-No es tu culpa- dijo Piero intentando consolarla.

-¿Dónde estamos?- preguntó Alex.

Alex era uno de los personajes principales del cuento, el era histérico y curioso. Era alto

de pelo castaño. Tenía una sonrisa muy bella, pero casi nunca se lo podía ver sonriendo.

-No lo sé no tengo idea de cómo llegamos hasta aquí- respondió Kate.

Kate era la abuela de Alex, del libro solo habían salido ellos dos todos los demás

personajes se habían quedado, eso era muy raro. Ya que hasta lo que habían leído

Daniel, Piero y Violeta, muy bien no se llevaban. Eran como el agua y el aceite,

imposible de mezclar.

Kate era estricta, de pelo semi canoso, con muy pocas arrugas.

Kate había tenido que recibir a Alex y a sus dos hermanas tras la enfermedad de su

madre. Cuando Alex hubo llegado a la casa de Kate, ella fingió que no lo esperaba, ni

siquiera lo había ido a recibir al aeropuerto.

-¿Qué están haciendo aquí?- preguntó Violeta confundida.

-Lo mismo queremos saber- dijo Alex un poco molesto.

-Ahora va a haber que buscar la forma de que ustedes vuelvan al libro, dijo Piero.

Tras haber dicho eso, el libro comenzó a temblar nuevamente…

De él saltó alguien que era sumamente conocida por Piero, Daniel y Violeta…

¡Marcelina! Todos se miraron asombrados, Alex y Kate sumamente confundidos porque

nunca la habían visto antes. Pero los mellizos y Violeta estaban tan felices que ni les

daba el tiempo para preguntarse cómo Marcelina había llegado ahí.

Se abrazaron durante cinco minutos. Fue muy emotivo.

-¡Marcelina! No podemos creer que estés acá- dijo Violeta muy feliz.

-La verdad es que yo vine porque alguien me dijo que necesitaban ayuda para devolver

estos personajes a su cuento, igualmente estoy muy feliz de verlos, ya los estaba

extrañando- dijo Marcelina al borde del llanto.

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-Perdón que interrumpa este reencuentro tan, tan… extraño; ¿pero cómo vamos a hacer

para volver al libro?- preguntó Alex ansioso.

-Yo los guiaré pero el último paso lo tendrán que descubrir solos, yo ya no estaré, ya no

me necesitarán, pero recuerden en el paso final todos tendrán que actuar- dijo Marcelina

dejando intrigas.

Hicieron todos los pasos hasta que llegó el momento de que Marcelina partiera…

-Por favor Marcelina, quédate con nosotros, te echamos mucho de menos- le rogaron los

mellizos y Violeta.

-Ustedes ya saben que no me puedo quedar, a mí también me encantaría quedarme pero

no puedo- dijo Marcelina triste.

Se despidieron, entre los besos, abrazos y lágrimas.

-¿Y ahora que hacemos?- preguntó Alex ansioso.

-¿Alex y esos modales?- le regañó Kate.

Pensaron y pensaron, por horas, hasta que a Violeta se le ocurrió recrear el momento de

cuando Alex viajaba a Nueva York y así quizá podían volver.

Así que el plan se puso en marcha. Violeta iba a actuar de Morgana y los mellizos de los

narradores, recordando lo que les había dicho Marcelina: en el paso final todos tendrán

que actuar.

Recrearon los dos primeros capítulos (que era lo que habían leído hasta ese momento)

.Al leer la última palabra el libro empezó a temblar. ¡El plan de Violeta había

funcionado!

-Chau hasta lueeee- eso fue lo último que se escuchó de Alex y Kate antes de ser

devorados por el libro.

Lo raro era que el libro seguía temblando pero ese no era el libro… era Daniel

moviendo un poco a Violeta para que se

despertara.

-Dormiste mucho hoy- le dijo Daniel a Violeta.

Bob Esponja

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El Viaje

Después de vivir un tiempo en el pueblo de Marcelina, Violeta y Josefa decidieron irse a

vivir a Uruguay con Don Llanes y el viejo Poquito. Cuando se instalaron ahí, Violeta se

enamoró y se casó otra vez. Tuvo un hijo llamado Benicio.

Pasaron los años y Beni creció junto a dos viejos como sus abuelos y Josefa como su

madrina.

El día antes a cumplir diez, Beni estaba leyendo un artículo que habían escrito unos

niños un poco más grandes que él. En el artículo conoció muchos libros y escritores. Así

que decidió pedirle a sus abuelos un libro para su cumpleaños.

-“Te vamos a regalar un libro titulado “La Isla” para tu cumpleaños”- dijo uno de sus

abuelos.

Benicio estuvo toda la noche leyendo hasta que se quedó dormido mientras leía. Cuando

despertó escuchó a un hombre de apariencia extraña gritar.

- HE ENCONTRADO LA ISLA - gritó el señor.

Beni no entendía qué estaba pasando, hasta que escuchó unas voces familiares. Se dio la

vuelta y eran sus abuelos. No lo lograba comprender. Fue a hablar con ellos los cuales le

dijeron que estaban dentro del libro que le habían regalado por su cumpleaños y que ese

hombre era Jordi Wild, el explorador del libro, localizado en la antigua España en el año

1437.

Decidieron ir con Jordi hacia la isla perdida ya que no tenían más remedio, entonces fue

cuando hablaron con él.

- Hola- dijo Don Llanes.

- Tiene razón señor, las olas están muy bravas hoy, pero eso no me impedirá ir a la isla-

contestó Jordi Wild.

Sin decir una sola palabra más, Benicio y sus abuelos fueron detrás de Jordi, subieron al

barco y fueron con él hacia la isla. En un momento Jordi dijo.

- Ustedes de vuelta, eh.

- Sí, queremos ir con usted señor- contestó el viejo Poquito

El hombre asintió.

Cuando llegaron a la isla, Jordi Wild advirtió que en esa isla había un portal hacia otro

mundo. Ellos quedaron sorprendidos.

Mientras buscaban entre la selva escucharon el grito de una mujer pidiendo ayuda,

decidieron ir en busca de esa señora. Beni estaba muy asustado, pero decidió ir igual

con mucha valentía.

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Mientras buscaban se escucharon reiterados gritos de esa señora, que decía.

- ¡Violeta! ¡Violeta!

- Violeta es mi madre- dijo Benicio.

Entonces Jordi salió corriendo cuando vio el portal. Era enorme, nunca había visto algo

así, y a la derecha del gran hueco en la tierra, había una señora siendo arrastrada por el

portal. En ese momento Benicio se dio cuenta de que era Marcelina la madrina de su

madre, supuestamente muerta, pero fue ahí que todo tomo sentido para Beni y sus

abuelos; Marcelina no había muerto, sino que había entrado en la historia.

- Marcelina amaba este libro, por eso te lo regalamos- dijo el Viejo Poquito.

- ¡AYUDENME!- gritó Marcelina.

En un momento de tensión absoluta, el Viejo Poquito dijo.

-Yo no viviría aquí, está lleno de cosas raras y…

-¡CALLATE! ahora no es momento abuelo- exclamó Benicio.

Pero Beni se dio cuenta de que ese portal los llevaría de vuelta a casa, así que agarró a

sus abuelos y se lanzó por el portal. Mientras caían pudo agarrar a Marcelina.

Al otro día, al despertar vio a su madre parada sobre la puerta de su habitación, llorando

de la emoción, al ver a Marcelina. No hubo visto a Marcelina, corrió a abrazarla.

Violeta bailó de alegría. Ahí estaba, viva, enfrente a todos, Marcelina no estaba muerta.

Ella les contó la historia de cómo desapareció y de cómo sobrevivió. Violeta y Don

Llanes y el Viejo Poquito lloraron todo el tiempo y aprendieron a estar con sus seres

queridos y nunca separarse de ellos ya que, de un día al otro, puedes dejar de verlos.

-Habría vuelto pero nunca encontré la forma- dijo Marcelina.

-Tranquila, lo importante es que estas aquí- contesto Violeta.

-Habré cometido errores pero haberme ido fue el peor de mi vida- finalizó así Marcelina

la emotiva situación.

CCR

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El Libro Maldito

Luego de ese increíble viaje hacia el mar todos volvieron a su vida normal,

aunque el tío Pedro decidió irse de viaje a Groenlandia, un país que él siempre quiso

visitar, pero él quería ir solo, sin guías ni nada. Llegó el día y el tío Pedro se fue a

Groenlandia, él había dicho que se iba por una semana pero ya habían pasado 3

semanas, entonces Violeta con su primo y su hermana llamaron a la tía Martha y le

preguntaron.

-Martha, ¿cuándo va a volver el tío Pedro? porque él dijo que iba a ir solo una semana y

ya casi pasa un mes de que se fue -

Martha sabía la verdad de lo que le había pasado al tío Pedro pero no quería

decírselo porque capaz que se ponían mal o algo entonces le dijo así:

-Al tío Pedro le ofrecieron un trabajo allá en Groenlandia y lo aceptó. Entonces puede

que se quede por dos o tres meses más-.

Martha lo había dicho muy nerviosa entonces Violeta empezó a sospechar y esa

sospecha hizo que le venga curiosidad. De repente Martha llamó a Violeta gritando

-¡VIOLETAA! ¡VIOLETAAA! ¡AYUDAAAA!-.

Violeta corrió hacia el cuarto de la tía Martha y vio que no estaba, solo había un

libro abierto llamado ‘’El Riesgo de tu Vida’’. La curiosidad que Violeta tenía antes se

incrementó con este libro al que rápidamente empezó a leer.

Comenzó leyendo la introducción que decía…

‘’A cualquier persona que lea este libro le pasarán cosas que nunca le habían pasado a

un ser humano: desde oír ruidos inesperados hasta entrar en el libro y vivir lo que dice

“EL LIBRO’’.

Después de esa intensa introducción Violeta cerró el libro y dijo…

-Nunca más voy a volver a tocar este libro-.

Esa misma noche Violeta les comentó a todos lo que había pasado con Martha y

que había encontrado ese libro. Enseguida Juan, Roberto y Guillermina empezaron a

reírse a carcajadas y Violeta de tan enojada que estaba, subió las escaleras de su casa y

fue al cuarto de Martha a buscar el libro. En ese momento les mostró el libro y la

introducción.

Guillermina y Juan estaban sorprendidos y Roberto no podía creerlo. En ese momento,

en silencio, Violeta empezó a leer el libro y de repente el libro se tragó a Violeta.

Roberto, al ver como el libro se tragaba a Violeta le sufrió un ataque al corazón y…

murió Roberto.

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DELEX

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¨Cometas en el cielo¨

Era un día común y corriente en el campo. Hubo una lluvia torrencial pero igual nada

grave. Como todas las mañanas se sentía el aroma del perfume de ¨Viejo Poquito¨.

Estaban don Llanes y ¨Viejo Poquito¨ esperando que llegara con el diario semanal.

Cuando se lo entregué, don Llanes se dio cuenta que el diario venía con una encuesta

del Día del libro. No entendíamos por qué el diario venía con una encuesta del Día del

libro si había sido hacía aproximadamente hace cinco meses. Don Llanes y yo sacamos

en conclusión que se les había traspapelado pero, ¨Viejo poquito¨ sacó en conclusión

que no había noticias nuevas interesantes, entonces buscaron entre las noticias viejas y

pusieron la encuesta. Pero no es una cosa que suele pasar, igual nos tomamos el tiempo

de leer la encuesta. En ella nombraban cuentos conocidos, pero había uno que me llamó

la atención. ¨Cometas en el cielo¨.

-¿Alguna vez han oído hablar de este libro?-preguntó Marcelina.

-Me suena familiar, capaz que está en la biblioteca- respondió Don Llanes.

-Por favor Marcelina, te podés fijar si está en la biblioteca-ordenó ¨Viejo Poquito¨.

-Sí señor, me fijo-dijo Marcelina.

Estuve un rato largo tratando de encontrar el libro. Accidentalmente, se me cayó un

libro atrás del estante. Cuando me dí cuenta ahí estaba escondido lo que estaba

buscando. Acomodé lo que se me había caído, y me fui.

El libro era antiguo. Como estaba todo lleno de polvo, no se veía muy bien el título. Las

hojas eran amarillas y tenía olor a humedad. Las tapas del libro eran muy gruesas y

consistentes, aparte la letra era más chica que la de hoy en día.

-Aquí está-dijo Marcelina.

Don Llanes miró el libro durante minutos. Él nunca había visto este libro, era muy raro

porque él conocía todos los libros que tenía en su biblioteca.

Cuando ¨Viejo Poquito¨ lo fue a mirar, una luz blanca salía del libro, parecía una

estrella. De repente, algo salió volando del libro. Parecía un humano.

Se presentó y nos contó su historia con objetividad.

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-Me llamo Juan, soy un personaje del libro, vengo en busca de mi cometa malvada.

Estoy apurado, tratando de buscarla. Puede dañar gente-dijo nervioso.

No entendíamos nada.

-Es mi hora de partir para buscar la cometa, si no, no sé lo que pasaría. Les dejo esto. Si

la encuentran me avisan-dijo Juan.

Hubo un silencio que duró algunos segundos.

-No entendí nada, una cometa maquillada-preguntó ¨Viejo Poquito.

-Si lo hubieras escuchado, no estarías preguntando lo que dijo Juan-dijo Don Llanes.

-No, ¨Viejo Poquito¨ una cometa malvada-respondió Llanes.

-¿Una cometa maravillosa?-preguntó de nuevo.

-No te preocupes Don Llanes, es sordo. No te olvides-dijo Marcelina.

-¡Cómo olvidarme!-dijo Llanes.

-Una pregunta, ¿cómo se escribe maquillada?-preguntó ¨Viejo Poquito¨.

- Se escribe m, a, q, u, i, l, l, a, d, a. Igual ¿qué tiene que ver esto con lo que está

pasando?-preguntó Don Llanes.

Habíamos estado buscando la cometa por todas partes. De repente, aparece la cometa

destrozando todo: muebles, platos, vasos libros, etc. No sabía qué hacer. Después me

acordé que Juan me había dado un objeto raro para llamarlo y lo llamé. Como un héroe,

salvador, apareció Juan con el libro en la mano. Tomó la cometa y la guardó en el libro

junto a él.

He creído que los cuentos no se hacen realidad, pero aprendí que sí.

No entendíamos bien qué había pasado, pero nos dejó una lección según ¨Viejo

Poquito¨. Nunca más compres el diario semanal.

Espirito

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El Rescate de Pedro

Violeta sintió la puerta abrirse y se preguntó: ¿Habrá aparecido Pedro?

No era Pedro el que había tocado la puerta, sino Viejo Poquito que traía con él un libro

muy especial que había encontrado tirado en los arbustos la noche anterior. Esta historia

de desarrolla en el mes de julio en la ciudad de Montevideo. El libro tenía la

particularidad de cobrar vida y los personajes que estaban en él podían hablar. Había

buenos y malos. Entre los malos estaban los seres de otra dimensión, que tenían

secuestradas a varias personas, entre ellas estaba Pedro. Los extraterrestres tenían ojos

grandes y rojos, nariz de chancho y orejas gigantescas. Eran muy altos y delgados. Se

comportaban como fieras y maltrataban a los humanos. Con respecto a Pedro, era

totalmente opuesto a este ser. Tenía mediana estatura, era castaño y de ojos claros, dulce

y sensible, pero también valiente.

La joven que amaba a Pedro se llamaba Violeta, era muy hermosa. Tenía cabello largo

y rubio, ojos castaños y era delgada. También era una persona tierna y generosa.

En un diálogo que tuvo ella con Viejo Poquito, expresó lo siguiente:

-Desearía tanto poder casarme con Pedro. Engañaré a los malvados y rescataré al amor

de mi vida, para vivir feliz a su lado-.

Violeta es la única persona que puede salvar a su novio, porque el amor vence toda la

crueldad de esos seres. El problema es cómo ella ingresa al libro. Se le ocurre engañar a

los seres de otro planeta, haciéndoles creer que desea ser uno de ellos.

El plan ha funcionado como lo tenía planificado, engañó a los malvados, rescató a

Pedro a través de su amor. Se cumple su deseo y los protagonistas se casan y viven una

vida muy feliz. Habrían querido no pasar esta situación. El recuerdo será inolvidable, y

estará siempre en sus vidas. Esa experiencia le demostró a Pedro que ella lo amaba de la

misma forma que él a ella.

El libro fue destruido para que otras personas no sufrieran lo que vivieron Pedro y

Violeta.

Hojas

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Atrapados

Cinco meses después de que Josefa y Violeta habían ido a visitar a Marcelina a su

pueblo, decidieron volver al pueblo por sus vacaciones.

Al otro día, mientras esperaban el tren que las iba a llevar al pueblo, Violeta estaba

leyendo un artículo hecho por dos niños, que trataba sobre la lectura y el Día del Libro.

En el artículo aparecían varios libros que le llamaron la atención a Violeta, en especial

uno llamado “PERDIDOS” que trataba sobre dos hombres que quedaron atrapados

dentro de un libro.

Después de un largo viaje, finalmente llegaron a su destino muy felices. Cuando bajaron

del tren vieron a los dos viejos (Don Llanes y el Viejo Poquito) que estaban

esperándolas en la estación.

-Hola, ¿cómo están? - dijo Josefa.

-Bien, pero hay malas noticias- contestó Don Llanes.

Luego de ver sus caras, Violeta y Josefa notaron que paso algo serio y se preguntaron:

- ¿Qué habrá pasado? -.

- ¿Cuál es el problema? - preguntó Violeta.

- Marcelina ha desaparecido – contestaron los dos viejos.

Violeta y Josefa no entendían nada y no podían parar de llorar.

Luego de unas horas fueron a la casa de Marcelina donde se iban a quedar por unos

días. Cuando Violeta fue al cuarto de Marcelina vio que debajo de la almohada había un

libro, el libro que había visto en el artículo. En ese momento Violeta se dio cuenta de

algo. Marcelina estaba atrapada en el libro.

Violeta, dos viejos y Josefa decidieron leer el libro así podían entrar en él. Después de

leerlo dos veces y sin obtener ningún resultado se quedaron dormidos. A la mañana

siguiente cuando despertaron no estaban en su casa sino en un árbol.

- ¿Dónde estamos? – preguntó el Viejo Poquito sorprendido.

- ¡Dentro del libro! – contestó Violeta asombrada.

Cuando todos bajaron del árbol, salieron en busca de Marcelina por todo el bosque.

Mientras buscaban encontraron a dos hombres al parecer eran los personajes del libro,

entonces les pidieron ayuda.

-Hola, estamos buscando a una mujer que quedó atrapada dentro de este libro, ¿nos

ayudarían? - dijo don Llanes.

-Hola soy Diego y él es Pablo, sí los ayudaremos- dijo uno de los personajes.

- Yo no soy Diego y no veo ningún pato acá, no sé qué está diciendo- dijo Don Llanes

que al parecer estaba un poco sordo.

Don Llanes y Diego estuvieron 30 minutos para lograr comunicarse.

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Después de esa media hora salieron a buscar a Marcelina por todo el bosque, hasta que

Pablo vio a lo lejos a una mujer que gritaba:

-¡¡Ayuda, Ayuda!!

Cuando se dieron cuenta que era Marcelina fueron corriendo hacia ella.

-Al fin te encontramos- dijo Josefa.

Luego de unos minutos hablando con Marcelina, Diego y Pablo los llevaron hacia la

salida del libro. Cuando llegaron, Josefa, Violeta y los dos viejos se despidieron de

Pablo y Diego y les dieron las gracias por ayudarlos. Cuando entraron al portal, de

repente Violeta despertó en su casa junto a su hermano, la novia de su hermano y el

mejor amigo de su hermano y en ese momento se dio cuenta de que todo había sido un

sueño.

Hola

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EL LIBRO MALDITO

Al día siguiente las gemelas ya no estaban en penitencia. Cuando se levantaron para

desayunar, su madre les dijo que fueran al kiosco de la esquina a comprar el diario allí.

Terminaron de desayunar, se vistieron y fueron al kiosco.

-Hola, queremos comprar el diario del día de hoy.

-Está bien, ¿quiere también algún catalogo?, vienen con el diario.

-No, gracias. ¿Cuánto sería el diario?

-Serían unos cuarenta y tres pesos. ¿Quiere una revista por quince pesos más?

-No, solo el diario.

-Bueno, aquí tiene.

-Muchas gracias.

Una vez que hubieron recibido el diario se fueron caminando a su casa. Cuando llegaron

vieron que Don Llanes y el Viejito Poquito estaban ahí. Le preguntaron a su madre qué

estaba pasando. Su madre les dijo que en realidad no había pasado nada, solo los invitó

a almorzar. Antes de almorzar ellas le dieron el diario a su madre. Roberta empezó a

leer el diario y encontró un artículo muy interesante. Se trataba de dos niños que les

hicieron preguntas a niños y a mayores sobre la lectura. Al leerlo le gustó tanto que

emprendió viaje a la librería.

Allí vio muchos libros interesantes, pero hubo uno que le fascinó, se llamaba: El Diario

Personal de un Ladrón. Lo compró y se lo llevó a su casa. Empezó a leerlo apenas llegó.

El libro trataba de un ladrón que hacía robos muy ingeniosamente y los iba escribiendo

paso a paso en su diario. El diario y el ladrón es un hecho real, ya que el diario está

escrito por el increíble Ghost Rider. Ghost Rider murió en uno de sus robos, pero el

cuerpo nunca fue encontrado. La leyenda dice que Ghost Rider revivirá en el cuerpo del

lector. La leyenda que Roberta nunca supo. Ella siguió leyéndolo hasta terminarlo y fue

ese mismo día en que Roberta ya no estaba, Ghost Rider había tomado su cuerpo. El

ladrón ya tenía planeado un robo.

-Don Llanes ¿dónde está mi mamá?

-No sé, se habrá ido a hacer algo.

-Ah, bueno.

Luego de unos minutos, casi una hora, se dieron cuenta de que Roberta no estaba en

casa todavía. Lo que las hizo pensar que le estaba pasando algo. Don Llanes, Locatela,

el Viejito Poquito y Lucatela no la encontraban por ningún lado a Roberta. Las gemelas

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tuvieron una idea. Llamar a sus tres amigas, Violeta, Marcelina y Josefa para salir a la

calle y encontrarla. Buscaron por todos los lugares favoritos de Roberta de la ciudad y

no la encontraron. Pero Locatela se dio cuenta de algo.

-Oigan, podría estar en su joyería favorita, no hemos ido ahí aún.

Locatela había dado en el blanco. Ahí estaba ella.

-¡Mamá!-gritaron las gemelas.

Pero Roberta las ignoró. Fue en ese momento en el que se dieron cuenta de que no era

ella. Había algo raro en ella. Vieron que estaba robando todas las joyas de la joyería. Se

escuchó un ruido como si fuera de la sirena de los policías. Pero en realidad fue una

bocina de un auto que sonó exactamente igual, pero Ghost Rider no sabía. Ghost Rider

se apuró en escapar y al salir se tropezó con una roca. Fue allí que cuando despertó del

golpe ya era Roberta, Ghost Rider ya había desaparecido.

-¡Mamá!

-¡Hijas!

-¡Te queremos mamá!

-Yo también las quiero mucho.

-¿Qué hora es Don Llanes?-preguntó Locatela.

-¿Qué? ¿Qué querés surfear una ola?

-No Don Llanes ¿Qué hora es? -dijo Violeta.

-Ah, son las siete de la tarde.

-Será mejor irnos a casa-dijo Roberta.

-Sí, estoy de acuerdo. ¡Qué día loco hemos pasado!

Sí, dímelo a mí, si no fuera por ustedes yo habría sufrido demasiado con él adentro de

mi cabeza-dijo Roberta.

Así que se fueron a su casa como si nada hubiera pasado.

LOCO DE LOS LOBOS

ALFAS

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Marcelina, Violeta y el Principito

Después de este episodio, Marcelina y Violeta no volvieron a ver a los dos viejos por

un tiempo. Un día paseando por la plaza del pueblo, se encontraron con ellos que

estaban leyendo un libro, que habían adquirido en la Feria del Libro que se estaba

realizando en el pueblo. Este libro era " El Principito " de Saint Exupéry. Marcelina y

Violeta saludaron a los dos viejos y se fueron a conversar debajo de un árbol. Así

estaban cuando de pronto vieron aparecer a un niño de forma extraña, jugando con una

flor en la mano. Las dos exclamaron: - ¡Es el Principito! - - ¿Será cierto? - Dijo

Marcelina. El niño, de corta edad, cabello rubio, vestido con un largo saco color celeste

y rojo, botas azules y una espada en su mano izquierda, se acercó a las niñas y les

preguntó: - ¿Quién eres tú? - Preguntó Marcelina. -Vengo de un lugar muy lejano a

varias millas de distanciaDijo el Principito. -Pero, ¿eres de otro planeta? - -No, vengo de

un asteroide, dónde tengo mi casa y mi planeta. - -Nosotras conocemos un niño que es

igual a ti, que es el personaje de un libro llamado "El Principito" - Dijo Violeta. -

¿Cómo?, ¿El perseguido? - - ¡No, El Principito! - Estaban en esa situación, cuando

miraron a los dos viejos y se estaban yendo. Miraron alrededor y por más que buscaron

no encontraron al niño. ¿Qué había pasado? Al cerrar el libro, el personaje había

desaparecido. Marcelina y Violeta caminaron junto a los dos viejos y todos se dieron

cuenta que el libro era mágico.

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No todo lo malo es malo

Una de sus muchas aventuras comenzó un 18 de julio, Marcelina, Don Llanes y Don

Francisco se habían despertado y yo había ido a la puerta a buscar el diario La Lupa y

en la portada aparecía lo que pareció una entrevista. Él titulo decía, Día del Libro.

-Miren este articulo, son los de La Lupa que fueron a hacer una encuesta en la calle y se

encontraron con dos niñas llamadas Joaquina y Maggie. Están en 1o

de liceo y haciendo

una encuesta para Idioma Español,- les dije yo a los demás mientras desayunaban.

- ¡Está súper interesante!- exclamé yo.

-¿Habrá sido en serio?- preguntó Don Llanes.

-Vamos a ir a la biblioteca hoy a ver algunos libros que hayan recomendado- sugirió

Don Francisco.

Ya eran las 3:00 de la tarde y decidieron ir a la biblioteca. Uno de los libros que

recomendó uno de los entrevistados fue un comic de Batman. Decidí llevar ese comic.

Lo que no me daría cuenta hasta un tiempo más tarde sería que esa no fue la mejor

opción...

Al llegar a su casa se encontraron con una sorpresa. ¡Estaba Lucas, mi hermano! Había

venido a sorprenderlas.

-¡Lucas!¿Qué haces acá?¡Qué grande que estás!- dije yo alegremente. Lucas ya tenía 14

años. Estaba en segundo de liceo ya. Esa tarde con Lucas leyeron el comic. Y algo muy

raro pasó, a Lucas se le cayó él libro. Y se paró.

-¿Lucas?¿Qué te pasa?- le pregunté preocupada. Ahí Lucas agarró un cuaderno y

lapicera y empezó a escribir.

No soy Lucas, soy Rupenstinski. Yo soy un hombre de 37 años que murió mientras leía

este comic. Me atropelló un tren en Rupenstinskilandia. Desde entonces este comic esta

maldito. para poder recuperar a tu hermano, tendrás que seguir mis órdenes nunca

recuperarían a tu hermano y tendrán que pagar mucho dinero porque me llevaré este

libro.

La expresión facial de todos era como si hubieran visto un fantasma bañándose en

sangre. Nunca vi esa expresión facial en la cara de ninguno de ellos desde que conozco

a Marcelina y vivo con Don Llanes y Don Francisco. Una expresión facial de

preocupación, nervios y susto.

- ¿Qué vamos a hacer?- preguntó Don Francisco.

-Vamos a hacer lo que nos pida...-dije tratando de parecer confiada.

-¿Qué tenemos que hacer Rupenstinski?- pregunto Marcelina.

Van a tener que robar a un anciano. Le tendrán que robar el bastón. Podrán ir

disfrazados para que no sepan quiénes son ustedes. Pero después de eso tendrán que ir a

la pinturería y comprar pintura para grafiti y pintar sobre la calle o alguna tienda algo

sobre ese lugar. Después tendrán que salir a la calle con papel aluminio en la cabeza y

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cuerpo corriendo y diciendo que los extraterrestres van a dominar el mundo. Después

volverán a mí.

Pues después de haber hecho todo eso había gente que no quería ni vernos. Algunos nos

creyeron cuando le contamos sobre lo que pasó, otros pensaron que estábamos locos.

-Bueno, Lucas......digo Rupenstinski- dijo Don Llanes burlándose- ya hemos hecho todo

lo que querías. La gente piensa que estamos locos, pero igual después de esto la única

cosa buena además de recuperar a Lucas es que ahora sabemos quién es la gente que

esta ahí, aunque parecemos locos.-dijo él con toda la razón.

- Tenes razón Don Llanes.- dije yo dándole toda la razón. Ya que la tenía.

Aunque parezca que sea malo. El 90% de mí lo es. Pero siempre de las cosas malas

salen buenas experiencias y lecciones de vida. Esto muestra cómo en vez de decir no

vamos a hacer las cosas que les dije, las hicieron sin dudar una vez. Ahora saben

además la gente que en realidad los quiere y son sus amigos. Chau, espero que no

vuelvan a la biblioteca.

Ahí salió una brisa repentina. Y Lucas se cayó arrodillado. Todos nos tiramos a él para

ver como estaba.

-No entiendo, ¿qué pasa?- pregunto Lucas confundido.

Todos nos miramos nerviosamente.

-¿Quiénes son ustedes?- nos preguntó mientras nos miraba confusamente. Ya después

de explicarle todo entendió un poco. Al otro día él había recuperado la memoria.

-Si solo hubiésemos agarrado otro libro,- exclamó Don Francisco.

- Todo hubiera sido más fácil- terminé la frase por él.

Luz

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Y VOLÓ…

Era un día soleado, cuando Marcelina y Violeta se fueron a la librería a comprar el libro

que tanto habían deseado desde que Violeta cumplió los 12 años. Este se llamaba

“Cuentos de locura, amor y muerte”. Este era del tan conocido autor uruguayo Horacio

Quiroga.

-¡Por fin Marce!

-Emmmm… Sí, qué bien…

A Marcelina no le gustaba la idea de comprar un libro porque… ¡NO SABÍA LEER!

-¿Por qué no mejor compramos un chicle o algo que no esté relacionado con la

lectura…?

-Nahhhhh Marce… ¡Vamos a comprar el libro!

-¡Okeeeey!

Y ahí fueron, dispuestas a comprar el libro. Bueno, no dispuestas, sino dispuesta,

porque Marcelina no estaba para nada dispuesta.

Una vez que compraron el libro se fueron a su casa y leyeron un artículo de que un niño

llamado Losco había hecho una encuesta a los ciudadanos de Uruguay.

A ellas no les interesó y lo metieron adentro del nuevo libro que ni siquiera leyeron.

Cuando se estaban yendo a dormir la madre de Violeta gritó que había un bichito en su

almohadón, que era de plumas, y que había visto cómo cuatro niños habían matado a su

hermanita a través de la ventana. Violeta dijo que en el camino había escuchado una voz

y siguió como si nada porque no sabía de dónde provenía la misma.

Muchas coincidencias para que justo el libro que habían comprado sea “Cuentos de

locura, amor y muerte”, que contenía los cuentos “El almohadón de plumas” y “La

gallina degollada” entre otros…

Hubo muchas coincidencias hasta que se dieron cuenta que era el libro el que hacía todo

eso.

Al final el libro resultó ser un brujo y se fue volando hasta Afganistán, su tierra natal.

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Losco

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El gran misterio

Solo faltaban dos semanas para el casamiento de Violeta, entonces estaban preparando

todo para la boda. Habían ido al shopping para comprar el vestido. Antes fueron a la

plaza para comer, cuando se encontraron con una tienda que estaba vendiendo diario y

revistas.

-Mirá, son don Llanes y poquito –dijo violeta.

Nilson compró una revista y lo primero que aparecía era una encuesta para el día del

libro que habían hecho unos estudiantes. Ellos recomendaban un libro, lo fueron a

comprar.

Cuando ya estaban en la casa habían relámpagos y una lluvia muy fuerte.

-Dale Nilson, apúrate-gritó Violeta .

Como Nilson no aparecíalo empezó a leer.

-Dónde estás gritó Nilson.

Violeta estaba en una habitación abandonada. Habían muchos cadáveres . Una señora

apareció de debajo de la cama. Ella saltó de un susto.

-¿Qué haces acá?

Luego de tres meses viviendo ahí dentro del libro, volvieron a la normalidad.

Mirtha Legrand

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¿Una solución o un problema mayor?

A la noche, se reunieron todos junto a la estufa a leña para resolver qué iban a hacer y

poder llegar a un acuerdo.

Violeta, Josefa, los chicos y

Pon Pon se sentaron juntos en la alfombra. Pon Pon tenía las orejas caídas imaginándose

perdido entre los autos de la ciudad. La madre de Violeta, muy tensa, pensaba en perder

su trabajo y los miraba enojada y triste a la vez. El padre, muy seguro de sí mismo

empezó la conversación diciendo: - Antes que nada, no olviden que

yo, Julio Rodríguez, soy dueño de una empresa muy importante, y tengo que dirigirla en

la ciudad. Pero quiero que ustedes sean felices también, entonces se me ocurrió, que tú

Luisa, podrías trabajar allí conmigo. -Es cierto mamá, es una muy buena

idea. Yo volvería a mi colegio, a mi ciudad y seríamos todos felices. Y, juzgando por

cómo tiene las orejas Pon Pon me parece que a él, le gustaría tener una jardín en la

casa que viviremos, y de paso los chicos tendrían una lugar para jugar al football. Y

Josefa estaría más cerca de su familia, aunque seguiría viviendo con nosotros- dijo

Violeta. -Guau Guau- añade Pon Pon.

-Sí, podría ser una buena idea,

tendríamos que probar. Pero habría que pensar en comprar una nueva casa- dijo Luisa.

-Eso no es un problema, viviremos en

la vieja casa de mi abuela Marta- añadió Julio -Bueno, si estamos todos de acuerdo

hay que empezar a preparar la mudanza- dijo Luisa.

-¡Sí!-

Gritaron todos y se acostaron a dormir.

Al otro día, todos bajaron a desayunar y Julio les informó que el camión de mudanza

llegaría al día siguiente.

El martes estaban todos apresurados. Llegó el camión, y ahí comenzó su viaje

nuevamente a la ciudad.

Cuando llegaron a la casa

de la abuela Violeta y Josefa estaban un poco asustadas. La casa parecía embrujada. Sin

embargo a Pon Pon y a los chicos les fascinaba ese lugar. Parecía que estaban en el

paraíso. Entraron todos a la casa y Luisa asignó las habitaciones. A Violeta y Josefa les

había tocado la de más arriba. Todos entraron a sus

habitaciones muy contentos. Cuando Luisa ya había

terminado de preparar la cena, se sentaron en la mesa y comenzaron a comer. Hablaron

de la casa y a todos les había encantado. Eran las 10:30 y estaban todos

muy cansados. Al acostarse, Luisa recordaba momentos felices que habían vivido en el

campo y recordaba cuando hubo decidido venirse a la ciudad. Y en ese mismo momento

como adivinando lo que su esposa estaba pensando Julio le dijo:

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-Yo también he sido

feliz en el campo pero me parece mejor vivir acá. Se abrazaron y se

fueron a dormir.

A la mañana siguiente, cuando los brillantes y radiantes rayos del sol iluminaban las

hermosas plumas de un pájaro que cantaba alegremente, Marcelina se levantó y

comenzó a cocinar, de paso le echó un vistazo a un artículo del diario. Lo que más le

llamó la atención fue que ahí, decía que unas niñas, cincuenta años atrás habían

entrevistado a una persona cuyo libro favorito era: “Alicia en el país de las maravillas”,

y también leyó que decía que podía a llegar a estar encantado porque la primera edición

del libro la habían escondido en una casa muy pero muy antigua. En ese instante, a

Marcelina le dio la sensación de que se lo tenía que mostrar a Violeta. Fue a su cuarto,

la despertó, de paso también se había despertado Josefa, y las llevó corriendo a la

cocina.

Cuando todas

habían terminado de leer el artículo, Violeta preguntó:

-¿Qué significa primera edición?

-¿Significa que es la primera publicación del libro?

Luego de eso se pusieron a pensar en qué casa podría estar ese mágico libro. Al igual

que Marcelina, Violeta tenía la sensación de que en la casa donde se encontraba el libro,

ellas ya habrían vivido.

Al segundo Violeta

exclamó: -¿Y

si está en esta casa ese libro? -

¡Busquemos! gritaron a la misma vez Josefa y Marcelina.

-Esperemos a la noche mejor, dijo Violeta.

Cuando ya estaban todos dormidos, Josefa, Violeta y Marcelina comenzaron a buscar

pistas.

Pon

Pon las siguió sigilosamente. De pronto el cachorro olfateó algo, como si ahí hubiese

una puerta.

Josefa se

acercó a él y descubrió la puerta escondida. Entraron

todos menos Marcelina que estaba buscando en otro lugar de la casa. Cuando abrieron

la puerta, lo único que se veía era una vieja y oscura escalera. La subieron

sigilosamente y vieron tres baúles con mucho polvo. Estaban cerrados. Antes de abrirlos

Violeta se dio cuenta que Marcelina no había entrado y bajó corriendo a buscarla.

– ¿A

dónde vas Viole? gritaba Josefa -

¿Qué?, no te entiendo nada. Ya vuelvo, vos quedate acá.

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Josefa no había entendido lo que le había dicho Violeta pero igual se quedó ahí a

esperarlas.

Diez minutos después, Violeta y Marcelina subieron.

-¡Miren!- dijo Marcelina

Ella había encontrado las tres llaves de los baúles tiradas al lado de su pie. Decidieron

abrirlos. En dos de ellos solamente encontraron una llave pequeña, pero en el otro una

caja dorada con muchísimo polvo. La abrieron y estaba el libro llamado “Alicia en el

país de las maravillas” junto a otra llave igual a las otras dos.

Agarraron el libro, y tenía tres candados. Supusieron que cada llave pertenecía a un

candado. Pusieron las llaves y el libro se abrió….

Cuando despertaron se dieron cuenta que el libro las había llevado diez años al futuro.

Caminaron un poco y se vieron a ellas de grandes. Estaba todo mal. Josefa y Violeta

estaban peleadas y Marcelina había desaparecido. Intentaron modificarlo. Al día

siguiente un gato rosado y violeta, junto a un conejo las llevaron a un jardín encantado

de verde césped, porque ahí era el único lugar que podían hablar del futuro, y, les

dijeron que modificar el futuro les podría traer consecuencias. En este caso, jamás

volverán a su tiempo…

¿Habrán podido solucionar el problema?

MOSQUETERA

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¿La segunda guerra mundial en 2017?

-Vamos a jugar.

-Ok.

-Pero debo mostrar este libro, lo vi en un artículo muy interesante, lo he comprado en

una tienda de aspecto melancólico. La persona que me lo vendió me dijo que el libro ha

estado maldito durante un largo tiempo, pero no le creo nada.

-Ojalá no sea verdad ¿Y de qué trata el libro?

-Es sobre la segunda guerra mundial.

-¡Qué interesante!

-Bueno juguemos.

-Dos horas después notó Violeta algo extraño.

-Es un libro y está volando.

-¿Qué?

-Mira.

-¡Dios mío! Sí está maldito.

-De un momento al otro comenzó a llover y cayó un tanque encima del rancho de

Llanes.

-Notó algo raro, ¿será preticor? ¿Será el alba o será un tanque encima del rancho?, ¿qué

habrá pasado?

-No sé.

-Es el libro, está maldito y a….

-Sale de repente del tanque Adolf Hitler.

-¿Ese de ahí es japonés o alemán?

-¿Que no saben quién es él? Es Hitler.

-¿Hitler? ¿Qué no está muerto?

-Sí, ¡pero el libro lo trajo de vuelta! ¡Hay que detenerlo!

-Sí.

-Destrúyanlos a todos.

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-Yo correría si fuera ustedes.

-Corran.

Mientras llovía y corrían el tanque perseguía a nuestros héroes mientras estos ideaban

un plan para vencer al villano de Hitler.

-Escóndanse acá.

-¿Qué vamos a hacer?

-Esto parece ser sempiterno.

-Tienes razón.

-Ya sé que vamos a hacer, hay que leer el libro para terminar este horror.

-¡Qué buena idea! Te besaría pero sería raro.

-Sí, seré el primero que lo habrá vencido ¡Venceré a Hitler!, escribiré un libro sobre

esto.

-Habríais temido de él, pues ya no, él será el que tema de nosotros.

-Sí, dijeron todos.

-Por cierto habrías partido esa torta después que derrotemos a Hitler.

-Sí .

-Viviría mejor si esa persona estuviera muerta devuelta.

-Sí, léelo.

-Vale.

-De repente vuela el tanque hacia arriba y desaparece.

-Genial ¿pero ahora qué hacemos con el rancho?

Paco Manolito Simpson

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Memoria

….. Estuve 30 minutos intentando que mi abuelo recupere la memoria pero nada. Lo

único que decía era; “el libro, el libro y el libro”

Nos tomamos un taxi y nos dejó en mi casa, mi padre no tuvo tiempo para pensar que

eso era una locura pues su padre había perdido la memoria.

Yo estaba con Josefa jugando al play, y de repente;

-El libro-dije yo.

-¡Violeta!, habíamos logrado una excelente puntuación- grito Josefa enfadada.

-No me importa eso, yo traje un libro de Alaska, está en mi cuarto, tal vez ese es el libro

a lo que él se refiere- dijo Violeta iluminada.

Me pongo mis pantuflas porque estoy descalza y voy por el Libro que está en el cuarto.

Y ahí estaba, un libro grande con un candado del ancho de su cara. Eso no se iba a

poder abrir con tijeras entonces Violeta llamo al cerrajero.

Sonó el timbre y el padre de Violeta abrió,

- ¿Quiénes son?- pregunto el padre de Violeta.

- Han venido a romper el candado- dijo de Violeta de metida.

Intentaron romperlo con todo tipo de cosas pero no pudieron, entonces tuvieron que

traer una sierra enorme, no había chance que no funcionara.

En ese momento le llego a Violeta una mensaje de texto de los viejos que viven en

Alaska, diciéndole, “nos iremos a vivir a Chile, llegamos mañana, te pedimos que vayas

al aeropuerto a buscarnos”. Este mensaje le causó mucha emoción y sorpresa a Violeta,

lo mismo le ocurrió a Josefa y Marcelina cuando se enteraron de la noticia.

No habían salido del asombre de la llegada de los viejos cuando se dieron cuenta que el

cerrajero había lograda abrir el candado, se miraron a los ojos y quedaron afónicas de

tanto gritar, entre tanto gritos se escuchó a Violeta decirle al cerrajero,

- Nadie lo habría hecho mejor-

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Esa noche fue de muchas emociones, Violeta, Josefa, y Marcelina en cuanto hubieron

comido se durmieron.

El papá de Violeta al no escuchar alboroto del cuarto donde están las chicas, va hasta

allí y gran sorpresa de lleva cuando entra y las ve dormidas. Nota que la almohada de

Violeta esta caída, cuando la acomoda, escucha que Violeta le dice.

-Acomodaste perfectamente la almohada, gracias papá –

El papá le da un beso en la frente y se retira a su cuarto a descansar, el día había sido

muy largo. No se imaginaba lo que lé esperaba…

Durante el trayecto al aeropuerto, Violeta aprovecho para mirar el libro. Gran sorpresa

se llevó al abrirlo y notar que el libro vibraba como que si tuviera vida. De una manera

ágil lo guardo en su mochila. Quería compartir esta novedad con su abuelo, quizás esto

le ayudaba a recuperar su memoria.

Cuando llegaron al aeropuerto, se dieron cuenta que el avión ya había aterrizado y que

los viejo esperaban su llegada.

El papá de Violeta los invitó a todos a almorzar, uno de los viejos al ver los precios de

la carta le comentó al otro viejo que tendrían que abaratar los precios para los turista,

cosa que causó mucha risa. Al rato los acompañaron al hotel y los ayudan a alojarse.

Cuando regresaron a la casa, Violeta le preguntó a su papá, porque no llevaba a su

abuelo a un especialista para que lo ayudaran a recuperar la memoria. El papá le

contestó que ya había sacado hora para que lo viera el mejor especialista de Chile

porque no quería que le pasara lo mismo que con su mamá, que cuando ellos supieron

que estaba enferma, ya había muerto.

Violeta al escuchar lo que le dijo su papá, tuvo una gran necesidad de llevarle el libro

sin candado a su abuelo. Cuando entraron al cuarto el libro con una acción brusca salió

de la mochila volando y cayó sobre la falda de Giepeto, abriéndose y saliendo luces de

colores. Violeta no daba crédito a lo que estaba viendo y menos aun cuando su abuelo la

llamó por su nombre y le preguntó qué le había pasado.

Paturuzú

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No todos los libros son solo libros

El Viejo Poquito, llamado Giovanni Maccio, como todas las mañanas salió a recoger el

periódico.

Esta vez, venía con un artículo sobre “El Día del Libro” y su importancia.

Cuando lo terminó de leer se lo dio a Maite para que eligiese uno de los libros

nombrados en el artículo, para regalarle a Don Llanes.

Se dirigieron hacia la librería Maite y Giovanni. Cuando llegaron aún no sabían qué

libro comprar pero unos minutos más tarde se dieron cuenta que a Llanes no le gustaba

leer. Maite decidió elegir un libro para ella. Se compró “La ciudad de los poetas

muertos”. No le gustó, le pareció que era muy para adultos. Luego de diez páginas el

libro ya no tenía texto. Ella pensaba que era un error de la editorial, pero no.

Cuando ella vio todas esas páginas sin uso, decidió dibujar en ellas.

Cuando trató de dibujar, la tinta repentinamente se borraba, intentó escribir, pero lo

único que pudo registrar fue:

- ¿Quién eres?-

El libro raramente le contestó:

- Soy Patrick Riddle, y tú, ¿Quién eres? -

Maite quedó, azorada, sorprendida, y todo adjetivo posible.

Luego le escribió:

-¿Cómo es que hablás si eres un libro?

El libro contestó:

-Yo no siempre fui un libro, antes fui alguien, una persona, un ser humano, alguien

como tú.-

Maite no entendía nada de lo que estaba sucediendo, no tenía sentido. Le tomó un par

de días darse cuenta de lo que podía estar pasando, pero igual nunca llegó a una

conclusión.

¿Cómo una persona se puede transformar en un libro?

Luego de dos días volvió a escribir,

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-Hola Patrick-

-¡Hola!- contestó Patrick,

-¿Me podés explicar por qué eres un libro si antes eras una persona?-preguntó Maite.

-No, jamás te lo diré, es mi mayor secreto y mayor problema- continuó Patrick.

Maite se enojó tanto que no abrió el libro en meses

En la casa de Violeta:

-Me siento mal por cómo me fui de la casa del tío sin avisar - dijo Violeta.

-Sí, la verdad que estuviste horrible - contestó su madre.

Josefa asintió mediante un gesto lo que decía su madre.

-Voy a ir a visitar al tío Llanes- dijo Violeta ansiosamente.

Ese mismo día se iba a tomar un ómnibus a la casa de su tío, que debería llegar al otro

día a primera hora.

A primera hora en el campo:

-¡Hola tío! Qué gusto verte - dijo emocionada Violeta.

-Hola - dijo su tío, todo embarrado, sucio y más viejo que la última vez que lo vi.

-¿Y quién es esta?- gritó Giovanni,

-¡Es mi sobrina! ¿No te acordás?- exclamó Llanes.

Su tío inmediatamente la perdonó, sin dudarlo por un segundo.

-¿Qué te trae por aquí sobrinita?-

Nada, quería hacer las pases contigo- contestó sinceramente Violeta,

¿Me puedo quedar unos días?- preguntó Violeta.

Sí, quedate con Maite-. dijo Llanes. Maite no parecía muy contenta, estaba

enojada por lo que había hecho Violeta con su tío, y quizás al estar en el mismo

cuarto se le podía escapar algo sobre su enojo hacia ella, bueno, en realidad su cara

ya lo decía todo.

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En la noche cuando Maite se fue a bañar Violeta vio el libro de Patrick Riddle arriba de

la mesa, ella no sabía lo que había en ese libro, tampoco su tío, ni Giovanni el Viejo

Poquito. Cuando ella abrió el libro empezó a hojear las páginas, una por una hasta que

llegó a la primera página vacía. Ella presintió que ese libro tenía algo raro, la verdad,

tenía razón.

Cuando Maite salió del baño le pregunto qué le pasaba a ese libro, Maite no quiso

contestar pero Violeta insistió, insistió, una y otra vez.

Al final le terminó diciendo, Violeta no creyó ni una palabra. Ella sabía que eso no

pasaba en la realidad, sólo en las películas. Para ella no tenía sentido, igual que para

Maite. Maite le propuso a Violeta seguir escribiéndole a Patrick, ya no sabían qué

preguntarle para convencerlo de que les diga qué le pasó. Ellas seguían sin poder

creerlo, para creerlo debían entender qué había pasado, pero él se negaba a contestar.

De pronto en el libro aparece una especie de “link” que decía: para saber qué me pasó

deben meterse en el libro, literalmente, ustedes solo toquen el link y van a saber qué me

pasó.

Dudaron, pero lo tocaron.

Todo se empezó a mover y a temblar, parecía un terremoto.

Se asustaron mucho, y luego todo se quedó quieto.

Detrás de ellas apareció una persona. No era nadie conocido, simplemente un extraño.

Maite supuso que era Patrick, también lo hizo Violeta, y tenían razón, era él, 50 años

atrás. ¡Vivió ahí durante 100 años! Empezó a contar la historia, y dice así: este libro fue

creado para gente mala, gente con demonios adentro, cualquier tipo de maldad. Por eso

este libro solo se encontraba en las oficinas bajo llave de los psiquiatras y era entregado

para que comiencen a leer y que con el tiempo el libro fuese consumiendo la mente

hasta dejar sin alma a la persona. El alma queda encerrada en el libro congelada en el

tiempo durante toda la eternidad.

Ellas se sintieron muy mal por el pobre Patrick, pero luego se dieron cuenta que por

algo una psiquiatra le había otorgado el libro. Se asustaron y cerraron el libro, GRAVE

ERROR! Al cerrar el libro después de escuchar la historia quedaron encerradas en él,

cada vez que abrían el libro se habrían sumado más años a su condena, pero ellas no

sabían, ahora vivirán toda su vida ahí dentro.

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Además como ellas quedaron encerradas, Patrick tenía la chance de liberarse por las

buenas, y lo hizo. Cuando ellas se dieron cuenta él ya se había liberado. Había

finalizado su condena.

Hasta el día de hoy no se sabe nada más de ellas, se les llama “Las Niñas del Libro

Misterioso…"

Rafiki1.0

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El libro

Mi abuelo, Don Llanes y yo llevamos una gran relación. La mayoría de los días, mi

abuelo me lleva a pasear a lugares exóticos para crearnos algunos recuerdos, un pasado

que no teníamos. Él compraba el periódico “el notición” del cual nos encantaba leer en

especial un artículo.

Mi madre se veía muy feliz. Se sentía orgullosa por los resultados de la decisión que

había tomado de buscar al abuelo. De todas maneras, estaba buscando un trabajo.

Algo muy gracioso es que el compañero de mi abuelo, Viejo Poquito, y Marcelina se

estaban llevando muy bien. Parecen gustarse, como se miraban, y como se hablaban me

da mucha gracia.

Un día como cualquier otro, mi abuelo me llevó a unas cataratas a pasear. Nos sentamos

sobre unas rocas desde las que se podía ver un hermoso paisaje y en dónde leímos el

artículo.

Ese día en la parte de los artículos hablaba de dos reporteras que conocieron a unas

chicas que estaban haciendo una encuesta muy interesante para su colegio. Era sobre los

libros. Las reporteras, tras leer su encuesta sacaron muchas conclusiones. Dijeron cosas

como que la lectura se fue perdiendo tras las generaciones y nombraron algunos de los

libros más nombrados. Solo había uno diferente, interesante y completamente

desconocido. “Diarios de Vampiros”. Nos intrigó, era como si nos estuviera llamando.

Cómo nos encantaba la ficción concluimos comprarlo.

Fuimos a una librería cercana. Al buscar por el libro, descubrimos que eran bastantes

libros. De todas maneras, conseguimos un libro.

Hicimos una promesa con mi abuelo de que íbamos a leer en todas nuestras salidas. Así

fue, el libro tenía 31 capítulos y en unas pocas salidas leímos la mitad del libro. Trataba

de unos vampiros que se mudaban a una ciudad nueva. Uno era bueno y el otro malo

pero eran hermanos. Era muy buena la historia pero un día dejamos de salir, dejamos el

libro.

Una noche, el abuelo y yo quedamos solos en la casa. Nos divertimos mucho en el

horario de la cena y después nos fuimos a dormir cada uno por su lado. Tranquilos.

Eran las 3:00 y yo estaba profundamente dormida. Comencé a oir sonidos muy fuertes.

Venían del piso de abajo. Fui corriendo a despertar al abuelo. Pero ya estaba despierto.

Bajamos juntos para ver de dónde venía el sonido. Vimos dos valijas en la puerta

principal como si alguien se estuviera por ir o llegando. El tema era que no eran

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nuestras. Vimos dos sombras pasar con la velocidad de un pestaneo. Me vino la

sensación de que nunca tendríamos que haber comprado ese libro. No sé por qué.

-¿Quién anda ahí?- gritó mi abuelo.

Nadie respondió.

Revisamos toda la casa pero no había nadie. Había un papel sobre el libro que decía

“diarios de vampiros”.

-Alguien nos está jugando un juego de mal gusto. Vamos a dormir- dijo el abuelo muy

convencido.

Yo no creía eso.

Nos fuimos a dormir pero yo no dejé de pensar en lo ocurrido. Al principio de la

historia los vampiros se mudan a una casa fuera de su ciudad. Una de sus características

es que son muy rápidos. ¿Será que la historia está ocurriendo? Espero estar soñando.

Me dormí. A las horas me desperté. Vi la cara de un desconocido. Luego escuché unos

gritos.

-¡Damon!- parecían llamarlo.

Era él. El personaje de la historia. Se fue rápido y yo, sin hacer ruido, enseguida fui al

cuarto del abuelo. Le conté lo que yo creía de que de alguna manera la historia estuviera

viva. Él me creyó.

Bajamos lentamente las escaleras. En el estar, vimos dos personas. Una era la misma

que había estado anteriormente en mi habitación. Damon. El otro supuse que era Stefan.

-¡Ahh!- no me logré aguantar el grito.

En cuestión de segundos ambos me miraron. Damon corrió hacia mí con la boca abierta.

Después de eso no tengo recuerdos muy claros.

Me desperté en un lugar extraño. Atada a una silla junto a mi abuelo. Él aún no había

despertado. Los vampiros no habían notado que yo estaba despierta.

Estaban discutiendo tal y como según el libro hacían todo el tiempo. Noté algo extraño.

El libro que estaba en una mesa cercana a mí se abrió y vi que estaba en blanco. Sin

palabras, dibujos, ni nada.

No pude pensar mucho en eso, ya que notaron que estaba despierta. Luego, mi abuelo

despertó.

-¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?- les pregunté.

-Ustedes. Dejaron de leer nuestra historia, nos borraron el pasado. Si no los matamos es

solo porque queremos por lo menos algo en mi pasado.- dijo Stefan.

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Por más que todos lo veían como algo imposible, me di cuenta de algo. Yo estuve en

esa situación. Mi abuelo y yo no teníamos un pasado y lo creamos.

Todos los días salimos con los vampiros a pasear. Funcionó hasta que un día nos agarró

un cazavampiros. Nos disparó a los cuatro.

-¡Ahhh!- grité.

El abuelo me fue a despertar.

-¿Estás bien?- me preguntó.

Aún no creo esto. Nada, nunca pasó. Por más que en el momento fue muy confuso,

ahora siento que fue lo más gracioso que jamás me había ocurrido.

Rapi10

La Maldición

Luego de haber encontrado el libro, a Marcelina le pareció que sería bueno

dejarlo de lado por un tiempo para dedicarse un poco a los dos viejos.

Una mañana como cualquier otra, el Viejo Poquito se encontraba leyendo el

diario, cuando vio un artículo que le podría interesar a Marcelina. El mismo trataba

sobre una encuesta que, con motivo del Día del libro, habían realizado los alumnos de

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primer año de Secundaria del liceo Richard Anderson. Terminó de leerlo y se lo alcanzó

a ella para que pudiera echarle un vistazo.

El artículo nombraba distintos libros, muy conocidos. Esto hizo que Marcelina

recordara aquel viejo libro que había encontrado semanas atrás. Le devolvió el diario y

rápidamente se dirigió a su habitación. Una vez ahí tomó la caja donde lo había

guardado.

Ella tenía la sensación de que ya era tiempo de que investigara las leyendas que

contenía. El libro tenía cuatro capítulos, cada uno trataba de una historia diferente. Ella,

muy entusiasmada fue a contarle a los dos viejos lo que tenía planeado hacer. Estaba tan

ansiosa, que hablaba tan rápido que los dos terminaron entendiendo cualquier cosa.

-Cálmate, respira hondo, y habla con más tranquilidad- le dijo don Llanes.

Una vez más tranquila, intentó contarles nuevamente su idea.

-Quiero investigar sobre cada una de las leyendas para en un futuro, poder transmitir

esto a otras personas - dijo Marcelina.

Al otro día, Marcelina se habría levantado temprano para realizar todas las tareas de la

casa y poder empezar a leer el libro, cuanto antes. Luego de almorzar, se preparó un té

caliente y fue directamente a su habitación. Comenzó con la primera leyenda, se titulaba

‘’Las puertas furiosas’’. Contaba que almas malvadas querían ser libres y pedían ayuda

a partir de golpear todo tipo de puertas. Más tarde, cuando terminó con la primera

leyenda fue a ver cómo estaban los dos viejos.

- ¿Qué habrán hecho durante la tarde? - se preguntó Marcelina.

-¿Qué están haciendo? - preguntó Marcelina.

-Le trató de enseñar cómo escribir - contestó Viejo Poquito.

-¿Puedo ver? - preguntó Marcelina.

Don Llanes le alcanzó la hoja.

-Había lleva H al principio - le corrigió Marcelina.

Don Llanes estaba corrigiendo, cuando de repente tocaron bruscamente la puerta. Muy

ágil, Marcelina se dirigió a hacia la puerta y la abrió. No había nadie, lo único que pudo

ver fue la oscuridad del cielo y la brillante luna. Muy confundida cerró la puerta. Luego

se dio cuenta, que se estaba haciendo tarde, entonces se fue a la cocina a preparar algo

para cenar. Cenaron y se acostaron temprano porque al otro día les esperaba una larga

jornada.

Mientras dormían, a las tres de la madrugada, empezaron a sentir golpes en las

puertas. Los golpes eran tan fuertes que los tres se despertaron sobresaltados y fueron a

ver qué sucedía. Eran golpes nada comunes, parecía alguien desesperado. De repente se

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detuvieron, Marcelina y los dos viejos, esperaron un rato y al estar todo tranquilo se

volvieron a dormir.

En la mañana, Marcelina no entendía de dónde habían salido esos ruidos. Estaba

muy ansiosa por continuar leyendo el libro y sin levantarse de la cama, se puso a leer la

segunda leyenda, ‘’La risa siniestra’’. La leyenda se trataba de una risa muy peculiar

que al principio atraía a la gente, y cuando la alcanzaban, se encontraban con un payaso

muy poco amigable, que se metía en tu cuerpo con el propósito de poseer su alma. A

Marcelina no le gustaban nada los payasos porque desde chica la aterraban, igualmente

se desafió a sí misma y continuó leyendo hasta el final. Cuando terminó era casi el

mediodía, los dos viejos preocupados que Marcelina no se había levantado aún, fueron

hasta su dormitorio a ver si estaba todo bien.

La encontraron muy pensativa y seria.

-¿Estás bien? - le preguntaron.

-¿Sí, estoy bailando? - dijo Marcelina.

-Te estamos preguntando si te sientes bien

-En realidad más o menos - les contestó.

Marcelina está angustiada.

Les contó sobre su miedo hacia los payasos y que el hecho de haber leído la

segunda leyenda, le hizo sentir que le podría pasar lo mismo que sucedió con las

puertas. Es decir, la leyenda se transformara en realidad.

-No te preocupes - le dijeron, lo de las puertas fue pura coincidencia.

Luego de cenar, Marcelina, comenzó a escuchar pequeñas risas, las que la

llevaron afuera de la casa. Cuanto más se acercaba, más fuerte era la risa. De repente

vio una sombra parecida a la silueta de un payaso. Fue cuando decidió volver a la casa.

Cuando entró a la casa, y se aseguró de cerrar bien la puerta, comenzó a llorar de miedo.

Los dos viejos la escucharon y fueron a ver qué le sucedía.

Marcelina, apenas los vio les gritó:

-¡Quemen el libro, aléjenlo de mí!

Ellos no entendían nada y se quedaron mirándola atónitos.

-¡He dicho que lo alejen de mí!- les gritó Marcelina.

Una vez que los dos viejos lo hubieron quemado en el fondo de la casa y este se hubiera

consumido entre las llamas, ella les contó lo sucedido.

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-Ahora que lo han quemado, no nos pasarán más cosas raras - dijo muy segura

Marcelina.

Lo que Marcelina no recordó fue lo que decía la carta ‘’ aquel que encuentre este libro,

será su dueño permanente’’.

RGSM

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Un momento en el que todo puede cambiar

Todo comenzó cuando Juan empezó a narrarle a sus hijos una de las historias que

estaban en el libro maldito.

-Chicos, ya es hora- dijo la Sra. Peregrine.

-¿Ya es hora de qué?- preguntó Violeta.

-Mira es así, la señora puede ir al 29 de setiembre de 1939 (Segunda Guerra Mundial)

en el momento que cayó un misil en esta misma casa- le respondió Marcelina.

-¿Enserio?, ¡québueno! me encantaría ver lo que pasó hace mucho tiempo- gritó

Violeta.

- Una pregunta… ¿qué pasa si detiene tarde su “magia”?- preguntó Don LLanes.

-Bueno, nunca me ha pasado pero si llega a pasar, la casa donde todos vivimos se va a

derrumbar.

- ¡Qué bueno!- dijo Violeta.

-Violeta no digas eso, imagínate si se derrumba la casa. ¿Dónde viviríamos?- Marcelina

muy enojada le dijo a Violeta.

-Ok, no te enojes- dijo Violeta.

Fueron a un lugar en el que nadie sabía que estaban. Sra. Peregrine hizo su magia y dejo

a todos con la boca abierta y muertos del susto, aunque fue una visión maravillosa.

-“El miedo es un sentimiento que nos aleja de vivir”- reflexionó la Sra. Peregrine.

- Bueno, a mí me encantó y creo que fui el único que no tuvo miedo - dijo el Viejo

Poquito.

-Cállate, vos eras el que más tenía miedo- dijo Violeta.

-¡Mentira!- gritó el Viejo Poquito.

- Entonces ¿por qué estabas temblando?- dijo Violeta en tono de tener la razón.

-Eh…, bueno tenes razón, me estaba muriendo del miedo- contestó el Viejo Poquito.

Todos se rieron.

- Esperen, ¿qué es eso que está en el cielo?- preguntó Don Llanes.

Nadie notaba que era hasta que….

- ¡Un misil!- gritó la Sra. Peregrine.

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Ella trató de detenerlo pero no pudo. Entonces recordó que si estaba con otras personas

podría parar el misil. Les contó su idea muy rápido, y todos se agarraron de las manos.

Entre todos lucharon para parar el misil que estaba a punto de caer en la casa donde

ellos vivían. Al final el misil se destruyó, y Violeta dijo…

-¿Si ese misil destruía nuestra casa habríamos muerto? o ¿qué hubiera pasado con

nosotros? -

- Sí, hubiéramos muerto- contestó Marcelina.

Al terminar de leer, el hijo de Juan quedo sorprendido con la maravillosa historia que le

había contado su padre. Después su padre le contó que estas historias cobran vida meses

después de lo ocurrido. Así que le dijo que si se encontraba con uno de los personajes

que le avisara de inmediato.

Ruedas

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UN MES DESPUÉS DE LA CEREMONIA DE

CONFIRMACIÓN

Llanes, el Viejo Poquito, Marcelina, Violeta y Matilde recorrieron todo el campo verde

a caballo en busca de buena leña para prender el fuego y hacer el asado.

Luego de una hora recogiendo leña, Matilde dijo que se encontraba exhausta y que

quería regresar. Entonces Llanes decidió que ya tenían suficiente leña para volver y fue

lo que hicieron, dieron la vuelta y luego de media hora estaban en la casa de Llanes

preparando el asado.

El asado quedó exquisito y a todos les encantó. Como era costumbre en la casa de

Llanes, luego del asado había que jugar un partido de truco, pero esta vez iba a ser

distinto, ya que nadie en la familia de Violeta sabía jugar al truco, por lo tanto, esta vez

estuvieron toda la tarde aprendiendo a jugar.

Después del truco Violeta y Matilde sacaron unas muñecas que tenían en sus mochilas,

mientras Marcelina, Llanes y Viejo Poquito hablaban de Gonzalo, se preguntaban dónde

estaría, ya que habían venido al campo porque los había invitado, pero no lo

encontraban por ningún lado.

Mientras charlaban de este tema Viejo Poquito leía el diario y encontró un artículo sobre

la lectura, el día del libro y unas encuestas que hicieron los niños de primer año del liceo

Richard Anderson, a continuación, se lo leyó a Llanes para concientizarlo de lo

importante que es leer, ya que él no sabía leer y el Viejo Poquito quería enseñarle.

Llanes lo escuchó cuidadosamente hasta que el Viejo Poquito empezó a leer

recomendaciones de libros y fue entonces cuando Llanes tuvo la idea de ir a una

biblioteca, el libro que eligió fue “Don Quijote de la Mancha”.

Después de estar unos minutos más charlando, Matilde y Violeta estaban cansadas de

jugar y Marcelina decidió que ya era momento de volver a casa y a las nueve de la

noche se tomaron el tren de vuelta.

El Viejo Poquito y Llanes se despidieron de las tres y volvieron a su casa.

- ¿Mañana vamos a la biblioteca? -preguntó Llanes a el Viejo Poquito.

- ¡Sí!, por supuesto- le contestó.

-Y… ¿cómo es leer un libro?

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-Ya vas a ver.

Y los dos se fueron a sus casas a dormir.

Al día siguiente el Viejo Poquito se despertó con alguien que le golpeaba la puerta. Era

Llanes muy entusiasmado por leer su primer libro, el Viejo Poquito se levantó, se vistió,

fue al baño, se subieron al caballo y emprendieron viaje a una biblioteca que había

cerca.

Llanes iba muy entusiasmado en el camino, iba a leer su primer libro, pero como nunca

antes nadie le había enseñado a leer, en el camino el Viejo Poquito le iba adelantando

algunas cosas, como, por ejemplo: como se pronunciaba cada letra, que las tenía que

unir para formar las palabras, que tenía que respetar las pausas, etc.

Cuando llegaron el Viejo Poquito estaba tranquilo, pero en cambio Llanes estaba

estupefacto por la cantidad de libros que habían.

Mientras Llanes estaba enloquecido por la cantidad de libros que había, el Viejo

Poquito empezó a buscar el libro que Llanes quería,” Don Quijote de la Mancha”, no

tardó mucho tiempo y cuando lo encontró se lo dio en la mano a Llanes.

Llanes al abrirlo quedó embelesado, luego de un rato de ojearlo e intentar leerlo

volvieron a la casa con el libro.

Cuando llegaron a la casa del Viejo Poquito, Llanes se puso a leer su libro mientras que

el Viejo Poquito le cocinaba una torta de naranja.

Cuando la torta estuvo pronta la empezaron a comer, pero Llanes no quería parar de leer

su libro ni un segundo así que mientras comía lo leía. Los dos terminaron la torta y

Llanes volvió a su casa a dormir.

Al día siguiente se despertó y fue a leer su libro, pero se dio cuenta que faltaban

palabras en las páginas. Lo cual le extrañó, pero igual siguió leyendo.

Leyó un capítulo más y cuando lo terminó fue a dejar el libro sobre la mesa, pero al

levantar la cabeza se encontró con que había un hombre alto, delgado, frágil, con una

armadura deteriorada y sediento de aventura. A Llanes se le puso la piel de gallina del

miedo, estaba aterrorizado y le preguntó quién era, pero antes de que le contesté se dio

cuenta que el señor era muy parecido al del libro que estaba leyendo.

- Soy don Quijote de la mancha y estoy buscando a mi hermosa Dulcinea.

Llanes sin saber qué hacer se le quedó mirando, cómo Quijote daba vueltas por su casa

diciendo “Mueran ante mi voluntad, tiranos” y pegando espadazos al aire.

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- ¿A quién le hablas?

Le pregunto Llanes.

- No ve que estoy luchando con cinco tiranos.

-Pero no ve que no hay nadie.

- ¿Qué has dicho? No consigo oírte bien.

En ese momento golpean la puerta, Llanes se despertó sobresaltado…

Tiwi

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EL MISTERIO DEL LIBRO

Luego del día muy divertido que tuvieron regresaron al campo y a la semana decidieron

mudarse a la ciudad para conocerla un poco más.

Ya en la ciudad, Juan y su amigo Pedro decidieron ir a visitar a Marcelina y Violeta a la

casa, para que les hicieran un tour. Fueron al centro a la casa donde vivía el presidente y

luego a la biblioteca. En la biblioteca encuentrán un artículo de un diario que habían

escrito el señor Augusto Villajos y el señor Federico Klimesch.

Ellos tomaron la decisión de leer el artículo y después de haberlo leído deciden comprar

un libro por la importancia que tiene leer. Compraron el libro y lo comenzaron a leer al

día siguiente.

Cuando terminaron de leer el libro, lo guardan en su mueble y vuelven a la biblioteca a

sacar otro. Luego de un tiempo uno de los personajes de cuento toma vida y decide

vengarse de Juan y Pedro, por lo que le habían hecho, que eso es dejarlo en un estante

de un mueble llenándose de tierra.

El personaje del cuento se llamaba Michael. El tenía 18 años, media 1,67, tenía barba y

era bastante flaco. Juan y Pedro no sabían que él estaba tras ellos, entonces ni se

preocuparon. Siguieron yendo a todos lados como al cine, el teatro y al parque de

diversiones.

Michael empezó por algo muy simple, por ejemplo cuando ellos salieran, romper los

platos y/o vasos. Cuando volvieron descubrieron que estaba los platos y vasos rotos.

Juan y Pedro se asustaron porque no sabían quién podría ser, entonces fueron a la

policía para denunciar, pero no encontraron huellas.

Al, día siguiente salieron al parque temático a distraerse un rato y olvidarse de lo que

les había pasado. Luego de salir del parque ellos fueron a la casa de Marcelina y Violeta

a visitarlas y comentarles lo que les había pasado.

-Mientras jugábamos el juego se detuvo y nos tuvimos que quedar un buen rato en el

juego.-

Ellas no lo podían creer. Ese día cuando volvieron a la casa se pusieron a buscar libros

en los muebles para entretenerse un rato, y vieron que tenían el primer libro que habían

comprado en la biblioteca entonces deciden ponerse a leerlo.

Cuando lo empiezan a leer se dan cuenta que unos de los personajes faltaba, Michael.

-Ha desaparecido Michael-.

Juan y Pedro al principio estaban sorprendidos, pero después seguían sin entender cómo

y por qué habría salido.

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Estaban asustados, pero después recordaron que sabían cómo resolver este problema

porque habían leído todo el cuento de principio a fin. Ellos habrán vencido a Michael…

Tortuga Manuelita

Aventura en África

Después de muchos años, Juancho y Pedro, dos

mejores amigos inseparables de doce años, tenían que

hacer un trabajo en equipo para Idioma Español. El trabajo consistía en que tenían que

buscar un artículo sobre el día del libro y leerlo, después de eso tenían que leer algún

libro que les atrajera sobre el artículo y con ese libro poder hacer una obra de teatro

entre los dos. Juancho era medio vago pero Pedro era muy estudioso. Pedro era uno de

los hijos de Marcelina y David, Juancho de Violeta, que se divorció cuando él tenía tres

años.

Leyeron el artículo y les atrajo el autor Wilbur Smith. Buscaron en su casa algún libro

sobre él, solo encontraron uno que estaba escondido en el sótano llamado “El destino

del cazador”. La leyenda dice que cuando lo empiezas nunca lo terminas, hay gente que

dice que el bisabuelo de Pedro lo empezó y nunca lo volvieron a ver.

Bueno ahora, yo, Pedro, les voy a contar una historia de aventuras. Una semana antes de

que tengamos que demostrar la obra, los dos nos juntamos en mi casa para poder hacer

el trabajo. Resultó que el trabajo estaba durando mucho y a Juancho le costaba mucho

aprenderse sus partes y entonces lo invité a que se quede por una noche. Por lo menos a

mí me encantó el libro y entonces decidimos dormir afuera en el patio, en una carpa

haciendo como si fuera el safari del cazador. Todo lo que habíamos leído había sido de

una página de Internet porque según mi madre que es profesora de Informática son más

confiables las páginas de Internet que un libro, pero yo opinaba totalmente lo opuesto.

A la hora de dormir los dos fueron a la carpa, Juancho estaba tan cansado que se había

dormido enseguida, pero yo tenía tanta intriga que me puse a leer. Cuando abrí el libro

se sentía muy raro, sentía como que el libro estaba cobrando vida en el mundo real pero

no era así. Continué leyendo el libro, me estaba encantando, ya estaba llegando al final,

pero me dormiría sobre el libro. Nos hemos despertado de golpe porque escuchamos un

ruido de algún animal. Los dos muy asustados decidimos salir a la misma vez de la

carpa y dije:

-A la cuenta de tres salimos, uno, dos , dos y medio, dos y tres cuartos, tres-.

Muy asustados salimos. Estábamos en África. Los dos sin dudarlo nos dimos la vuelta

para entrar a la carpa y nos chocamos con el safari del cazador. Nuestra carpa había

desaparecido, no sabíamos que hacer. Hasta que llegó León Courtney, un ex

combatiente convertido en cazador profesional, trabajando como guía en safaris para

extranjeros millonarios y poderosos. El cazador iba a llevar a los extranjeros a la

próxima parada y él pensando que éramos otros extranjeros nos dijo que subamos al

vehículo.

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-¿Dónde estamos?- Juancho me preguntó.

-Estamos en el este de África, en 1913. Estamos en la historia- le contesté.

-¿Pero cómo es esto posible? ¿Y cómo sabés que estamos en el año 1913?

-No lo sé, es que me quedé leyendo el libro mientras dormías.

-Menos charla y más silencio, que estamos por pasar por al lado de elefantes durmiendo

y si los despiertan… mejor ni les cuento- nos dijo León.

Después de eso nadie dijo una sola palabra. De pronto nos quedamos sin combustible en

el medio del lugar donde los elefantes estaban durmiendo. Todos nos quedamos

sentados bien quietos sin decir una sola letra menos el cazador que fue a revisar el

combustible, no nos habíamos quedado sin combustible, alguien de la tribu Masai nos

había clavado una lanza en el tanque de combustible y empezó a perder hasta que no

quedaba más. Habíamos sido atacados por la tribu Masai. Estábamos todos muy

asustados excepto el cazador que estaba con su escopeta esperando a que aparezcan así

les podía disparar. De repente pasó un grupo de jirafas corriendo y nos separó en dos

grupos, Juancho, el cazador y yo de un lado y del otro los demás extranjeros. Cuando

pasaron todas las jirafas ya no estaban. Lo único que llegamos a ver era un Masai

corriendo, lo perseguimos pero no lo alcanzamos.

-Hay que ir a rescatarlos, pero sin el vehículo va a ser un viaje largo y peligroso- dijo el

cazador.

-Ok-respondimos.

-Me pueden hablar en español que no sé Inglés.

-Aceptamos.

Sin dudarlo los tres salimos en busca de los otros. Después de unas horas, Juancho se

acordó de que en su bolsillo trasero traía su celular. Él tan emocionado me avisó que lo

traía en su bolsillo y cuando lo sacó no tenía batería. ¡Casi se mata! Siguiendo el camino

nos encontramos con un jaguar que le trepó la espalda del cazador y le tiró el arma, lo

único que me dijo el cazador fue…

-¡Dispará!

Yo no me arriesgué y le dije que no iba a disparar porque le podría haber dado a él, pero

el volvió a repetir…

-¡Dispará!

Y Juancho enseguida me sacó el arma y disparó. Le dio al jaguar como si fuese un

cazador profesional.

-Muchas gracias chico, tienes mucho potencial- le agradeció el cazador.

-¿Cómo aprendiste a tirar así?- le pregunté.

-Practico con la chumbera de mi tío- me contestó.

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Mientras que hablábamos, la tribu Masai nos raptó a los tres y nos llevaron junto a los

otros, nos tenían colgando de fogatas como para comernos. Al cazador le habían sacado

el arma.

Yo ya estaba rendido y sin fuerzas, nunca había pensado que iba a morir en un libro, no

tiene sentido. Pero un cazador nunca se rinde, el cazador tenía una navaja en su bolsillo.

Nos desató y cuando se dieron vuelta para hacer un ritual nos escapamos. El cazador

llamó a alguien para que le traigan un vehículo. Cuando llegó, nos subimos y cuando

parpadeamos, estábamos de vuelta en la carpa. A la semana siguiente actuamos el libro

para la clase y nos sacamos la mejor nota.

Y así es como termina la historia de cuando entré a un libro junto a mi amigo Juancho.

TRES PONYS VOLADORES

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Los cuentos raros de Violeta y Josefa

Un día normal, el 19 de Julio del 2035, Violeta y Don Llanes se fueron a pasear,

mientras el Viejo Poquito y Josefa se tiraban al río. Violeta y Don Llanes paseaban,

pero de repente Violeta vio un kiosco donde vendían el diario. Violeta lo vio y se

enamoro el titulo le encantaba. Se llamaba Beranda Berita. Lo empezó a leer, hasta que

empezó a leer la sección del diario que se llama Beranda Beritacas Article. Ella le pidió

a Don Llanes para llevarlo. Don Llanes no muy convencido le dijo que sí. Pero dijo:

-¿Estás segura que lo querés llevar? Mirá que está muy caro.

-Segura más segura que aunque estemos en una aventura corriendo por un

desembocadura, con una ventura fresca, sintiendo el agua con el frío.-

Ok, ok, lo llevamos. Dijo Don Llanes riéndose

Ellos volvieron y Violeta fue corriendo a mostrárselo a Josefa y el Viejo Poquito.

Josefa abrió el libro y se encontró sin letras, entonces preguntó:

¿Violeta…acaso te estafaron?

De inmediato respondió con seguridad:

-No

Pero de repente escucharon un ruido que provenía de la cocina. Ellas fueron y en el

camino escucharon un rujido. Entonces Violeta dijo:

-Perdón, fue mi panza.

Josefa la quería matar, pero no se podía mover por el infarto causado. Ellas de repente

escucharon un ruido. Se dieron vuelta y se dieron cuenta de que había alguien sentado

en el sillón, pero no se podía ver bien por la oscuridad. Entonces el Viejo Poquito entró

a la casa porque se había ido a tomar un café, y prendió la luz y vio uno de los niños ahí

sentado. Era un niño de color morocho de piel, de pelo negro y alto. Ellas se

despreocuparon pero escucharon otro ruido, Josefa miró a la cocina y vio una sombra

grande, gigante. Josefa le tocó la mano a Violeta. Violeta se dio media vuelta y se

asustó. No sabían qué era, era un momento de suspenso, ahí en ese momento se

apagaban las luces y tres segundos más tarde se prendieron. Cuando se prendieron había

un niño enfrente de ellos. Él estaba comiendo galletas. Mientras olía a las chicas. De

repente se volvió todo con una luz brillante y el niño que estaba oliendo a las chicas se

evaporo y se fue a la sombre mientras el otro se transformaba en don Llanes.

-¡Pará, se dieron cuenta que “habrá” se dice igual que “abra”, pero se escribe

diferente!- dijo el Viejo Poquito.

-¿Qué tiene que ver con la historia?- dijo Josefa.

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-¡No sé!- respondió el Viejo Poquito.

-¡Ahhhh puedo continuar!- preguntó Violeta.

.Sí obvio! Dijo el Viejo Poquito

Bueno ¿En qué iba? así.- dijo Violeta.

Todos lo miraban raro él no entendía por qué lo miraban así. Don Llanes se fue a la

ducha, mientras los otros lo perseguían. Él se metió a la ducha y cerró los ojos para que

el shampoo no le entrara en los ojos, luego los abrió y estaban todos mirándolo.

-¡QUIERO PRIVACIDAD, POR FAVOR NO PUEDE SER DE QUE ME PERSIGAN

TODO EL TIEMPO!-

Los otros le contaron qué había sido lo que pasó. Entonces se apagaron las luces y se

volvió a transformar. Ellos ya sabían qué hacer. Josefa distrajo a los niños y Violeta

prendió la luz. Don Llanes volvió a aparecer, y las chicas le contaron qué pasó de

vuelta.

Entonces Don Llanes decidió suicidarse.

-¿Y ese es el fin de esta historia qué les pareció? -preguntó Violeta.

-¿QUÉ?- Pregunto el Viejo Poquito.

-¡Que les pareció esta historia! -repitió Violeta en un tono fuerte.

-Mirá que nos esforzamos.- dijo Josefa.

-Se han lucido, aunque, ahí había muchas faltas de ortografía. -dijo el Viejo Poquito.

-Igual me había gustado más el primero que contamos. -dijo Josefa .

-Me parece muy ofensiva y tenebrosa, a mí me hubiera gustado una de barbies pero

bueno. -dijo Don Llanes.

-¿Y ustedes qué cantarán mañana?- preguntaron las chicas.

-Hubo un cambio de planes, nosotros cantaremos el día 30/9/2035.-dijo Don Llanes.

-Eh me habréis sorprendido chaval.- dijo Violeta.

-Ah bueno, se vino la española.- dijeron todos.

Y todos se empezaron a reír.

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Lolxd

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JUEGO

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DECIFRA CADA PALABRA CON SU EMOJI CORRESPONDIENTE

PUEDES AJUDARTE CON EL DICCIONARIO DE EMOJIS…..

EMOJIS

DICCIONARIO:

A B C D E F G H I

J K L M N Ñ O P Q

R S T U V W X Y Z

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Awela: El viaje

Bob Esponja:Igualdad de raza

C.C.R: Beni y el fútbol

Delex:El caso de dos negros

El loco de los lobos Alfa:

La camiseta del tiempo

Espirito_

El hechizo asesino

Hojas:

La máquina del tiempo

Hola:

Hasta el último partido

Jazmín:

El campeonato

Lolxd:

Los jugadores y el poeta

Losco:

Oscuro desafío

Luz:

El reencuentro

Mirtha:

El goleador Gradín

Mosquetera:

Al pasado pero muy al pasado

Paco Manolito Simpson:

DE tal palo a tal astilla

Paturuzú:

Las anécdotas de Marcelina

Rafiki.1.0:

Mis nuevos vecinos negros

Rapi10:

Visitando el estadio

RGSM:

Una leyenda diferente a la demás

Ruedas:

Un diario con muchos recuerdos

Tiwi:

Vacaciones

Tres ponys voladores:

La historia de los ladrones que no robaban

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Tortuga Manuelita:

Los escritores.

Nuestro trayecto

Para este capítulo nos aprendimos el poema de Juan Parra del Riego dedicado a Isabelino Gradín. También, leímos el cuento “Los negros” de Eduardo Galeano que habla sobre un partido polémico de Chile y Uruguay. Luego, buscamos información sobre Juan Parra del Riego, Isabelino Gradín, el Primer Campeonato Sudamericano, Juan Delgado y Eduardo Galeano. Lo que

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teníamos que hacer era crear una historia en donde nuestros personajes conocen a Eduardo Galeano, Juan Delgado e Isabelino Gradín.

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El viaje

Unos meses después del episodio escalofriante y los nervios que vivieron

con el secuestro de Olivia y Aurora, todos, incluido Llanes y el viejo

Poquito planificaron un paseo al museo de ciencias para aprovechar las

vacaciones de invierno, que acababan de empezar a fines de junio.

Cuando estaban allí, Violeta encontró una máquina rara, y los llamó para

ver si podían probarla. Los guardias del lugar, los vieron alrededor de la

máquina y les pidieron que se fueran porque esa área estaba prohibida para

visitantes. Violeta se enojó y propuso quedarse escondidos hasta que

cerrara el museo en la noche para probarla y así descubrir el misterio. En

cuanto cerró, salieron de su escondite y volvieron al área prohibida donde

habían estado antes sin ningún problema.

La máquina vieja era grande, metálica y con muchos botones. Violeta abre

la puerta, y todos entraron alborotadamente. Una vez en ella, intentando

acomodarse, el viejo Llanes se cae arriba de una palanca. Esta se empieza a

mover muy despacio, hasta que activa la máquina. ¡Qué problema! Todo

empezó a vibrar, sus caras empezaron a deformarse, se sentían como en

una montaña rusa y nadie entendía nada hasta que todo paró.

Se recuperaron del espantoso viaje, y una voz computarizada dijo

“Bienvenidos a 1916”. Habían viajado en el tiempo.

Cuando se bajaron, estaban en el mismo lugar, pero en donde estaba el

museo era ahora una construcción. Salieron a recorrer y quisieron volver a

su casa. Pero la misma que era alta y moderna ya no estaba, en su lugar

había una de madera que parecía abandonada. Tocaron a la puerta y les

abrió un hombre fino y delicado, se llamaba Isabelino Gradín, les contó que

era un futbolista y que estaba a punto de irse a jugar un nuevo campeonato

a Argentina.

Llanes abrió los ojos sorprendido, no podía creer que se encontraba frente

al ídolo del que su padre siempre le hablaba. Quería decirle que iba a ganar

ese primer campeonato sudamericano y que iba a ser el mejor jugador, pero

tenía miedo de cambiar el futuro como suele pasar.

Gradín los hizo pasar, les ofreció algo para tomar y después de reflexionar

un rato, les preguntó si Uruguay iba a ganar el campeonato sudamericano.

Llanes, que era inteligente y observador le respondió que si le decía, quizás

cambiaría el resultado.

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Entre charlas se hizo tarde y Gradín les ofreció quedarse a dormir en su

casa y al otro día lo acompañarían al partido.

Todos estaban muy emocionados de poder ver el partido histórico que

estaba por empezar. Fueron a comprar unos chorizos “Doña Coca” y

cuando se dieron vuelta se pecharon con Juan Parra del Riego. Llanes lo

reconoció por su poema “Polirrítmico dinámico a Gradín, jugador de

fútbol” y sin poder aguantarse, le pidió a Olivia que le sacara una foto con

su celular. El poeta no entendía de dónde había salido ese flash, pero

igualmente se sentó con ellos a ver el partido.

En el partido Uruguay logró meter 4 goles contra Chile. Terminado el

partido la selección chilena fue a reclamar con los jueces que el partido se

hiciera de nuevo porque en él habían participado dos negros. Al escuchar

esto, Marcelina se enojó y convenció a todos para ayudar a los uruguayos a

solucionar este problema. Fueron con la selección uruguaya a quejarse y

después de discutir largo rato pudieron ganar el pleito porque el reclamo de

los chilenos era puramente racista. Los dos jugadores negros eran tan

uruguayos como el resto de sus compañeros y lo comprobaron con su

identificación.

Luego de los nervios que vivieron al final de este partido, fueron a festejar

a la casa de Gradín con algunos otros jugadores de la selección, entre ellos

Juan Delgado, que fue el alma de la fiesta.

Al otro día Gradín los acompañó a donde estaba la máquina del tiempo, se

despidió y les agradeció toda la ayuda que le que dieron. Ellos seguían

maravillados por todo lo que habían vivido en estos últimos días y

prometieron volver a saludar a toda la selección de 1916.

Awela

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Igualdad de raza

El primer Campeonato Sudamericano se acercaba. Se jugaría en Buenos Aires. Violeta, Piero y Daniel tenían muchas ganas de asistir. Les apasionaba el fútbol. Ellos decían que era ágil y repentino.

-¡Chicos buenas noticias, ya compré los pasajes para irnos de viaje!- dijo Piero entusiasmado.

Todos se emocionaron al escuchar la gran noticia. Y así fue como el treinta y uno de julio partieron a Buenos Aires.

Ya cuando llegaron…

-WOW, Buenos Aires es muy lindo- dijo Violeta asombrada.

-A vos te podrá fascinar, pero yo no le encuentro nada muy atractivo- dijo Daniel un poco ignorante.

-Buenos Aires es atractivo pero, concuerdo con Daniel no es la ciudad más hermosa que he visto- respondió Piero.

Ya cuando llegaron al hotel donde se hospedarían…

-Miren chicos, vengan acá a escuchar lo que yo estoy escuchando, dice el noticiero de la radio 88.3FM que los chilenos se están oponiendo a que un jugador de raza negra juegue un partido- gritó Violeta molesta.

El presidente de la delegación chilena decía: ¿Para qué jugará un negro? El único fin que eso tendrá será causar polémica. El jugador uruguayo de raza negra jugará en la próxima fecha, intentaremos que eso no suceda.

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-¿Escucharon lo que este loco dijo?-.

-Sí Violeta, la verdad que no pueden hacer esto, es inaceptable-.

-¿Quieres escribirle una carta al presidente de la delegación chilena?-.

-Está bien, la escribiremos hoy y mañana en el partido se la entregaremos; irás a dormir luego de que nosotros la escribamos y tú la revises- le dijeron los mellizos a Violeta.

-Sí claro, excelente idea, la verdad que esto parece un océano, la marea nunca está quieta- dijo Violeta casi dormida.

Al día siguiente…

-Vamos, a levantarse chicos, hoy será un gran día- dijo Violeta entusiasmada.

Ya en el estadio donde jugaría Chile contra Uruguay…

-¡Paaaa Gradín es el mejor!- dijeron orgullosos Violeta y los mellizos.

-Esto le demuestra a los racistas que no hay que juzgar a un libro por su portada-.

En un momento a ellos (Violeta, Piero y Daniel) se les vuela la carta, por suerte la pudo agarrar un hombre… pero no era cualquier hombre…

-Disculpen se les cayó esto- les dijo gentilmente Parra del Riego.

-Sí, muchas gracias-.

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-No es por entrometido pero no pude evitar escuchar que ustedes están en contra del racismo, pues yo también lo estoy, me parece sumamente incorrecto lo que está haciendo la delegación chilena, juzgan y no saben apreciar a este maravilloso jugador-.

-No podríamos estar más de acuerdo con sus palabras-.

-No puedo imaginarme cómo debe ser la vida de Gradín, llena de insultos, hay que ser muy fuerte para sobreponerse a eso-.

-Nuevamente totalmente de acuerdo-.

-Nosotros somos Violeta, Piero y Daniel, un gusto en conocerlo-.

-El gusto es mío, un placer conocerlos yo soy Juan Parra del Riego-.

-¿Usted es el poeta Parra del Riego?-.

-Sí, justo ahora estaba pensando en hacerle un poema a este grandioso jugador. Tengo algunas expresiones y adjetivos para emplear en el poema, díganme si les gustan: palpitante, jubiloso, ágil, fino alado, eléctrico, delicado, repentino, fulminante, sollozante, emocionante, loco, fugaz, nuevo, ardiente, menos despacio, mil vueltas, acróbata, luminoso.

-Tú, digo usted es un excelente poeta, me gustaron mucho esas expresiones y adjetivos-.

-Gracias y por favor, tutéame-.

-¡Todavía no puedo creer! Estamos hablando con el poeta Parra del Riego, él escribe sensacional- le susurró Violeta a Piero.

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-JAJAJA-.

-Es muy amigable, eso es sorprendente, yo si fuera él pensaría: para que ser buena persona si tengo muchos fans- dijo Violeta riendo.

Piero largó una carcajada muy alta.

-Será que es buena persona porque le gusta tener gente que lo aprecie más allá de como escriba- se entrometió Daniel.

El partido siguió…

Aunque los mellizos y Violeta eran chilenos cuando a Chile no le cobraron un penal no se quejaron ni se enfadaron con el juez. Ellos pensaban que los chilenos no estaban siendo para nada comprensivos sino que incomprensivos y racistas.

Al terminar el partido algunas personas comentaban: Gradín es un excelente jugador que corre y salta ágilmente. Los chilenos se molestaron mucho cuando finalizó el partido; ya que habían perdido cuatro a cero contra el equipo más abucheado.

Fueron pasando las etapas del Campeonato Sudamericano y el negro jubiloso seguía en la mira de todos…

¡Llegó la final! Mucha adrenalina, tensión, miedo, se decía que a los chilenos les aterraba que Uruguay ganara o que llevara muchos más puntos que su equipo. Y así fue, cuando Uruguay ganó los chilenos quedaron totalmente humillados. No solo por el hecho de haber salido

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perdedores sino también por el hecho de que el equipo que más habían subestimado, fue el ganador.

Mientras los uruguayos festejaban y saltaban, los chilenos ardían de ira, hasta lágrimas de furia les caían.

-Estoy muy feliz por la victoria uruguaya- dijo Violeta contenta.

-Yo también, la verdad que fueron muy valientes al enfrentar los problemas y salir adelante, son un gran ejemplo a seguir- respondió Daniel.

-Los chilenos deberían entender de una vez por todas que todos somos iguales-.

Y así fue como el gran escritor Eduardo Galeano se inspiró en este gran jugador, para escribir una de sus obras, llamada ¨Los Negros¨.

También Parra que es mundialmente conocido le hizo un poema a Gradín.

Eso nos demuestra que sin importar nuestro origen todos somos buenos en algo, buenas personas, y sobre todo merecemos tener las mismas oportunidades.

Bob Esponja.

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Beni y el Fútbol

Después de su gran aventura dentro del libro, Benicio, decidió

dejar la lectura y centrarse en su otra pasión, el fútbol. Su abuelo,

Poquito, era muy fanático del fútbol y su padre de pelo rubio

vivió en las grandes épocas de la selección uruguaya cuando

jugaban los grandes históricos, Ghiggia, Delgado, Gradín, entre

otros grandes, pero ellos destacaron en sus respectivos momentos.

Eran tan buenos que Eduardo Galeano hizo un poema de ellos

llamado Los Negros. El padre de su abuelo, Jorge, le inculco a

Poquito el fútbol y ahora Poquito se lo inculca a Beni.

Un día mientras charlaban, comenzaron a hablar del gran fútbol.

Poquito comenzó a contar una historia que le conto su padre. La

historia era en el 1916, en la primera Copa América, cuando

Uruguay salió campeón.

Poquito comenzó su relato y era tan detallado que Beni se sentía

dentro de la historia. Poquito dijo:

-“Mi padre que era fan de este deporte, estaba muy ansioso por la

gran final de Uruguay ante Argentina, Montevideo era un gran

carnaval, todos felices y animados, TODOS, no había una persona

la cual quisiera escuchar el partido.”-pero Beni lo interrumpió.

-“¿Jorge fue al estadio?

-“NOO, fue en Argentina y papá no tenía el tiempo ni el dinero

para ir pero eso sí, se tomó su descansito con el resto de la oficina

para escuchar el partido, hasta el jefe se sentó a escucharlo con

ellos”-luego de una carcajada continuó-“El partido fue muy corto

duro solo cinco minutos”-nuevamente Beni interrumpió.

-“¿¡¿¡Qué?!?!”-exclamó Beni.

-“Sí, por accidentes se suspendió, pero al otro día se siguió en

otro estadio.”

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-“Ahhh, ok”-suspiró Benicio”

-“Bueno, sigo. Al otro día, se volvieron a juntar en la oficina a

escuchar el partido ya que todavía no había tele, y la verdad es

que no fue gran cosa, el partido terminó 0-0 pero eso le sirvió a

Uruguay para quedarse con el trofeo.”

-“¡VAYAN A DORMIR!”-gritó Violeta desde la cocina.

-“Bueno a dormir.”-se despidió Poquito-“Mañana te la termino”.

-“NO, NO, NO.”-gritó Beni.-“Terminala rápido, por favor.”

-“Bueno… dale rápido que si no tu madre se enoja. Después de

haber ganado, volvieron a Uruguay con el trofeo, todos los

aplaudieron cuando bajaron del barco, según mi padre estuvo muy

lindo el recibimiento.”

-“Y…. ¿pudo ver a algún jugador?”-le preguntó Beni.

-“Si claro, era muy común ver a famosos, Jorge se encontró en un

BAR con Gradín y Delgado. Me conto que estuvo toda la tarde-

noche charlando del campeonato, del viaje, de Argentina y

también de Peñarol ya que en ese momento los dos jugaban ahí.

Ta. Ahora si a dormir que es tarde”-dijo Poquito mientras se iba

de la habitación.

Esa noche Benicio soñó que estaba ese día, justo ahí, en el estadio

viendo el partido el cual festejo como el resto de uruguayos

presentes. En un pasillo del estadio, escuchó por una banderola a

un uruguayo decir:

-“Gradín no es muy bueno jugando, sino demasiado bueno

jugando”.

Lo cual le gusto escuchar a Beni ya que en la actualidad, “sino”

no se usa mucho y si se usa, se usa mal. También porque se sintió

genial ya que pensaba que lo había visto jugar en persona.

Después del partido fue al mismo BAR al que fue Jorge y ahí

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estaban Gradín y Delgado sentados con el papá de Poquito. Beni

se acercó y no lo podía creer.

-“¿Querés un autógrafo?”- preguntó Delgado.

-“Eh…. si por favor”-Delgado y Gradín le firman la camiseta.

-“Vení, sentate”- le invitó Gradín-“¿Querés una pizza?”

-“Sí, gracias. Muy bien jugado los otros días.”

Luego de un cambio de risas dijeron:

-“Muchas gracias.”

-“En el estadio escuché a un uruguayo decir que el jugador más

rápido es Gradín”-comentó Beni.

-“JAJA hay más rápidos que yo”- contestó Gradín.

-“Y tú eres el mejor”-dijo Beni.

Justo después de eso se sentó con ellos. Pero fue sentarse y

escuchó a su madre decir:

-“Dale Beni, a levantarse que hoy tenes cole.”

-“Adiós, gracias por todo”-Beni se despidió de Delgado, Gradín y

Jorge.

Y fue ahí que despertó de su sueño y enseguida corrió a contarle a

su abuelo lo que soñó. El cual se río durante todo el relato del

sueño de su nieto.

Otra gran aventura para Beni, esta vez de fútbol.

ccr

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El caso de dos negros

Después de tanto tiempo, Violeta y sus primos se vuelven a juntar después de todo lo sucedido, todo lo que pasó con “El libro Maldito” y la tía Martha, Marcelina y todos los demás.

Tres años más tarde…

Se empieza a preparar la primera Copa América en 1916 en la que iban a participar: Chile, Argentina, Brasil y Uruguay.

Guillermina, la prima de Violeta, escuchó en la radio lo de la Copa América y quedó sorprendida porque a ella le encantaba el fútbol y entonces fue corriendo hacía el tío Pedro a decirle que quería ir a la Copa América, le suplicaba a Pedro diciéndole:

-¡Pedro, por favor llévame a esa Copa América, te lo suplico por favor quiero ir!

Después de que Guillermina atormentó a Pedro, finalmente le dijo que sí.

Violeta escuchó toda la conversación. Fue tranquilamente y le preguntó:

-¿Puedo ir yo también?

Y Pedro tan cansado de que lo hayan presionado le dice a Violeta:

-Si Violeta, vos también podes ir.

Y Violeta muy emocionada de que Pedro le haya dicho que si, comienza a gritar como loca.

Dos meses más tarde…

-Acaba de terminar el partido entre Uruguay y Brasil y el próximo partido será entre Uruguay y Chile, ¡pero alto! Nos acaban de informar que la delegación chilena quiere anular el partido porque Uruguay metió a dos jugadores negros en la selección uruguaya, sus nombres son Isabelino Gradín y Juan Delgado – dijeron los relatores.

Al final no se anuló el partido sino que se jugó pero le sacaron los puntos a Chile por hacer semejante barbaridad.

Delex

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La máquina del tiempo

Pasaron los años. Era un frío día de invierno de 2017. Violeta y Pedro estaban casados y ellos vivían en una pequeña casa que tenía una banderola inmensa. Sin embargo, los dos ni miraban el paisaje; sino soñaban con él.

Durante una cena con Viejo Poquito y Don Llanes, Pedro tuvo una genial idea. Al terminar de cenar, él se la contó a todos:

-Quiero construir una máquina del tiempo para volver al pasado y rescatar a los pobres padres de Violeta o intentarlo aunque sea difícil-.

Meses después, la máquina estaba pronta. Sin embargo, algo muy extraño sucedió al encenderla por primera vez. En pocos minutos los llevó al año 1916, durante un partido del primer campeonato sudamericano, en Argentina.

La mujer Violeta estaba oyendo atentamente a Pedro; los demás también. De pronto escuchó:

-Descolgame ese racimo-. Era Isabelino Gradín, jugando por Uruguay, como siempre lo hacía porque era su vocación.

Como Uruguay tenía dos jugadores negros, Chile pidió anular el partido. Ellos eran Isabelino Gradín y Juan Delgado.

Violeta sollozante exclamó:

-¡Cuánto racismo!-. Pero a los dos jugadores no les importaba.

Gradín dominaba el volatín de la pelota; parecía un zigzagueante espadachín del arquero cazador y sus goles eran metrallas que estremecían al público; parecía un oleaje de émbolos haciendo carambolas como un billarista.

Súbitamente, la máquina dejó de funcionar. Pedro la sacudió de golpe y todos volvieron al presente, sin que se cumpliera su objetivo.

-Aquí termina esta maravillosa historia sobre la máquina del tiempo-dijo Parra del Riego.

CONTINUARÁ

Hojas

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Hasta el último partido.

Eran las cinco de la mañana, Violeta no podía dormir porque no podía parar de pensar en lo que había pasado ese día.

Aunque estaba muy cansada, Violeta estaba muy feliz porque ese día se jugaba el primer partido del campeonato sudamericano de football.

Violeta fue con Marcelina, Josefa y los dos viejos al estadio para ver el partido.

-Ganará Uruguay o ganará chile – Preguntó Marcelina.

- Obviamente Uruguay – dijo Violeta.

En el entretiempo del partido un niño que estaba con su abuelo, al lado de ellas les preguntó:

- ¿Quién es el mejor jugador de Uruguay? –

- Delgado – contestó Josefa.

- ¡No! Gradín es el mejor, es tan bueno que le estoy escribiendo un poema- contestó el abuelo del niño.

- ¿Por qué le gusta tanto Gradín? –

- Mi tío que era fan de él me contó mucho de él cuando era joven-

- ¿Tú eres Juan Parra del Riego? – preguntó el viejo poquito.

- leyó mis poemas, ¿no? –

- si, pero prefiero a Eduardo Galeano –

Parra lo miró y sin decir nada siguió mirando el partido.

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Al terminar el partido, Gradín fue nombrado el mejor jugador del partido, en ese momento Parra se acercó a Josefa y le dijo:

-yo te dije, Gradín es ágil y alado como un espadachín, El más rápido de la cancha. –

Josefa ni entendió ni quería entender lo que Parra le dijo, así que se fue como si nada hubiese pasado.

-Acabo de leer en el diario, que la delegación chilena quiere ¡anular el partido! - dijo Marcelina.

- ¿Cómo podrían hacernos eso? ¿Qué habrá pasado? ¿Por qué harían eso? – dijo Violeta.

- Dicen que Uruguay jugó con dos africanos-

Violeta estaba muy enojada con lo que estaba pasando, pero recordó cuando Marcelina fue agredida de igual manera que estos dos jugadores.

Finalmente, el partido no se anuló y como Uruguay seguía en el campeonato violeta decidió no solo ir a un partido sino a todos.

Uruguay termino saliendo campeón y para festejarlo salieron a la calle con mucha alegría, llevarían banderolas colgadas de un palo de billar de cuando Llanes era un billarista.

Luego de festejar todos se fueron a sus casas felices.

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Hola.

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El hechizo ¨asesino¨ Una mañana soleada, en el campo, “Viejo poquito” decidió ordenar su escritorio. El vecino lindero, había sin querer manchado la ventana de su casa con pintura, entonces él tenía que limpiarla. La vecina de ojos claros, lo ayudó a limpiar. El escritorio tenía: lápices, banderolas, papeles, fotos, libros, y algunas cosas más. Uno de los libros se llamaba ¨Los negros¨ compuesto por Eduardo Galeano, ese era uno de los libros favoritos de don Llanes. Cuando él fue a colocar los libros en su lugar correspondiente, la biblioteca, se encontró con un poema llamado “Polirrítmico dinámico” compuesto por Juan Parra del Riego. A él le atraían los poemas porque le gustaba leer cómo el autor describía. La frase que más le gustaba de este poema era: ¨ ¡Gradín! Róbale el relámpago de tu cuerpo incandescente que hoy me ha roto en mil cometas de una loca elevación, otra azul velocidad para mi frente y otra mecha de colores que me vuelve el corazón¨. A él con este poema le traía muy buenos recuerdos de su infancia con don Llanes. Además este poema tenía algunas palabras que antes de haberlo leído no conocía: alado, discóbolo y algunas más. Cuando se acordó, fue lo más rápido que él podía, a hablar con don Llanes. -¿Te acordás de este poema ¨Polirrítmico dinámico¨, escrito por Juan Parra del Riego a Isabelino Gradín?- preguntó ¨Viejo poquito¨. -Sí, me acuerdo, el campeonato Sudamericano, Isabelino Gradín, Juan Delgado y la selección uruguaya- respondió Llanes. -¡Qué lindos momentos, me gustaría volverlos a vivir, como si hubiese pasado ayer!-dijo ¨Viejo poquito¨ Comenzaron a charlar sobre el tema. Mientras tanto, la vecina poco sociable y Marcelina, encontraron tirado abajo de la cama de don Llanes un DVD. En él decía 1916. - Llanes, la vecina Clara y yo encontramos este DVD tirado debajo de tu cama- dijo Marcelina. -A ver, déjame ver- dijo Llanes. -¿1916?- dijo Llanes. -¿Quién lo encontró?-preguntó ¨Viejo poquito¨. -Ellas lo encontraron, ¿igual qué tiene que ver con el tema?-preguntó Llanes. -No sé, cuando lo encontré estaba así- dijo Marcelina. -Dámelo que lo pongo en la televisión y lo vemos- dijo ¨Viejo poquito¨. Al mirarlo, apareció una pequeña grabación del campeonato Sudamericano, donde se lucían Isabelino Gradín y Juan Delgado. De repente, la televisión se apagó. Más tarde, cuando Marcelina fue a ver qué había pasado con la televisión, aparecieron dos cuerpos atrás de la televisión. Eran Isabelino Gradín y Juan Delgado. Estaban cubiertos de moscas, heridas con sangre seca. Delgado fue corriendo hacia la cocina, y agarró un cuchillo. Fue directo a atacar a ¨Viejo poquito¨, pero Marcelina lo agarró de la mano y se encerraron los cuatro en el cuarto. Ella es muy atenta, nunca está distraída. -¡Qué ágil que sos!-dijo ¨Viejo poquito¨. -Yo soy ágil y vos sos torpe o si no sos medio distraído-dijo Marcelina irónicamente. En ese cuarto había una ventana. Repentino, Gradín apareció por la ventana, rompió el vidrio y entró. Cuando Gradín fue a buscarlos, se encontró con el poema que Juan Parra del Riego le había dedicado. Se puso a leer el poema en voz alta. De a poco, el ¨hechizo¨ se le fue yendo. Cuando se le fue salió corriendo a buscarlos. -¿Y dónde está Gradín?-preguntó Marcelina. -No sé, pero hay que tener cuidado-respondió Llanes. -Aquí, vengan conmigo, tengo la solución-dijo Gradín.

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Él los llevó hasta otra habitación de la casa. Esperó unos segundos a que Delgado se perdiera para poder hablar con ellos, porque si no él los podía escuchar. Don Llanes estaba sollozando. -Ya sé cómo hacer que a Delgado se le vaya el “hechizo”-dijo susurrando. -¿Cómo?-preguntó ¨Viejo poquito¨. -Yo en la mesa vi el libro llamado ¨Los negros¨ tenemos que hacer lo siguiente. Mientras que nosotros nos quedamos acá, Marcelina va ir y va a dejar el libro sobre la mesa. Tenemos que hacer que Delgado lo vea. Al verlo, va a empezar a leerlo en voz alta, y de esa manera se le va a ir el “hechizo”-dijo Gradín. Marcelina fue y lo dejó en la mesa que estaba al lado de la cocina y volvió al ¨refugio¨. Cuando Delgado vio el libro, lo agarró e hizo lo mismo que Gradín había hecho. De repente, se ¨transformó¨ en una persona normal. Cuando salieron del ¨refugio¨ se dieron cuenta que Delgado había roto tres cosas: un reloj, un cuadro que tenía dibujado una espadachín tratando de matar a una víbora y otro cuadro donde había un súbdito y un billarista. Las tres cosas son muy delicadas. Después de todo lo que había pasado ¨Viejo poquito¨ estaba jubiloso; tenía una anécdota para contar. Luego, vino la vecina que tenía ojos claros a limpiar el desorden. Acabado todo, don Llanes preguntó: ¿Por qué estaban “hechizados”? Delgado respondió: Esto es un sueño de ¨Viejo poquito¨ no la realidad… -¡Qué sueño interesante!-dijo ¨Viejo Poquito¨.

Espirito

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La camiseta del tiempo Dos días después del altercado con el libro maldito en el 2017, Marcelina, Violeta, Locatela, Lucatela, Roberta, Viejo Poquito, Josefa y Don Llanes fueron a almorzar a un restaurante. Era un lugar muy lindo, cerca de los palomares. En el momento de pedir la comida todos ya tenían decidido qué comer excepto Violeta porque no sabía qué pedir. Estaba constantemente diciendo, ¿eso o esto? Al final todos comieron pizza y fainá. Cuando terminaron de comer, pidieron la cuenta y cada uno pagó su parte. Luego algunos jugaron al billar, un juego muy divertido. Don Llanes era un gran billarista, las bolas sobre la mesa formaban una epilepsia de colores. Viejo Poquito, no jugó, se excusó diciendo que él era un gran espadachín.

Cuando terminaron de jugar, se fueron a la casa de Roberta y sus dos hijas gemelas. En el momento que abrieron la puerta, vieron que la banderola estaba abierta y que había algo raro detrás de la puerta. Era una camiseta de fútbol de color celeste. Viejo Poquito, apenas la vio, supo que esa era la remera de Uruguay del año 1916 que usaron en el primer Campeonato Sudamericano. Viejo Poquito la agarró, los demás también, uno por uno. Hasta que en un momento todos la agarraron a la, misma vez… y ya no estaban en la casa, estaban en un estadio.

-¿Qué pasó?-dijeron Locatela, Lucatela, Marcelina, Violeta, Josefa y Roberta.

-No sé- dijo Don Llanes.

-La remera. Creo que la remera es una máquina del tiempo y nos trajo al estadio para ver un partido de Uruguay contra Chile en el estadio Gimnasia y Esgrima, pero no sé en qué año estamos-dijo Viejo Poquito.

Hasta que se dio cuenta que las remeras de los jugadores de Uruguay era la misma que la que encontraron en la casa. Fue ahí cuando Viejo Poquito recordó que esa remera era del 1916.

-¡Ya sé en qué año estamos! Estamos en el año 1916-dijo Viejo Poquito con gran ímpetu.

-¿Qué? ¡En el año 1916!-dijeron los demás

-Poquito, ¿vos no sabrás un poco más sobre el campeonato para contarnos?-dijo Violeta.

-Sí, sé, siéntense en las butacas y les cuento.

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Violeta se sentó y lo escuchó con júbilo; los demás también. Al sentarse, él les contó todo a todos. Ellos estaban estremecidos de alegría.

-Lo que sé es que el Campeonato Sudamericano no se realizó en Uruguay como el primer Mundial sino en Argentina en el año 1916. Las selecciones que la jugaron/realizaron fueron Uruguay, Argentina, Brasil y Chile. Todos jugaron contra todos. Los jugadores de todos los equipos eran muy buenos volatineros con la pelota. Los resultados de los partidos de Uruguay fueron: Uruguay: 4-0: Chile, Uruguay: 2-1: Brasil y Uruguay: 0-0: Argentina. Uruguay salió campeón. Dos de los mejores jugadores del torneo fueron Isabelino Gradín y Juan Delgado, también hubo un problema en el que estaban estos dos jugadores y la delegación chilena involucrados. Hoy en día este campeonato se sigue realizando bajo el nombre de la Copa América. Si quieren saber más sobre Isabelino y Juan, hay un poema escrito por Juan Parra del Riego hacia Gradín y un texto escrito por Eduardo Galeano sobre el campeonato y ellos dos.-dijo Viejo Poquito.

De repente Poquito escucho un ruido, como si fuera el pito del árbitro que lo estremeció. Parpadeó y ya no estaba en el estadio; estaba en la casa de Roberta, se sentía trémulo. Todo había sido un sueño excepto por la remera. La remera era real y cuando se fue a dormir la siesta luego de haber almorzado se quedó pensando en eso y cómo él sabía todo de ese campeonato, soñó sobre eso. Se despertó sollozando. Fue a ver la camiseta de nuevo y se emocionó, su cabeza era un oleaje de recuerdos.

-La remera celeste-se dijo él mismo con mucho orgullo.

Su padre era uno de los jugadores de la selección del 1916, por eso esa remera significa tanto para él, pero ahora estaba muerto. Su padre era ni más ni menos que Isabelino Gradín, el jugador de color negro más reconocido en su época. El jugador más bueno seguía jugando pero en su corazón. El jugador que tenía magia futbolística en sus pies. Él siempre recordara a su padre y al jugador Delgado, uno de los mejores amigos de su padre.

El Loco de los Lobos Alfa

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El Campeonato

Todos estaban ansiosos por presenciar el Campeonato Sudamericano. Marcelina le preguntó a Violeta si ella quería ir y Violeta le dijo que sí porque ella nunca había ido a un campeonato.

Los Dos Viejos por otro lado, planeaban ir también ya que todo el mundo hablaba de eso. Todos estaban muy ansiosos por ir al campeonato.

Los dos viejos que caminaban lentamente; decían que la iban a pasar maravilloso. Ellos no sabían que Marcelina y Violeta iban a ir también.

Marcelina se había ido de compras, y cuando volvió, le dijo a Violeta:

-He comprado dos entradas para el Campeonato Sudamericano y dos pasajes para ir a Argentina. También he comprado una vestimenta muy bonita que es perfecta para ir al Campeonato. -

Violeta estaba muy ansiosa. Aparte era su primera vez que salía del país.

El día radiante de sol llegó y muchas personas fueron a Argentina a presenciar el evento.

Había cuatro equipos: Uruguay, Brasil, Chile y Argentina.

Las niñas quedaron sorprendidas de ver jugar a Isabelino Gradín. Veían el ímpetu que él ponía al tirar la pelota al arco. Goool!!!

Ni se dieron cuenta de lo rápido que pasó el tiempo.

Ganó Uruguay. Isabelino, el mejor jugador, fue el goleador.

Pero como era negro muchas personas se enojaron porque gracias a él había ganado Uruguay.

Violeta quedó asombrada y a la salida se encontró con los dos viejos.

Ellos estaban peleados por su último reencuentro, y también vieron a Juan Parra del Riego que era un famoso escritor.

Luego Violeta, Marcelina y los Dos Viejos se fueron a su país donde hablaron con los amigos todo lo que había pasado.

Violeta siguió investigando mucho sobre Juan Parra del Riego e Isabelino Gradín y encontró que aquel le había hecho un poema al futbolista.

Después salió un libro de Eduardo Galeano y al leerlo ella vio que también hablaba de Isabelino.

¿Cuál te parece que es más fácil de leer: Juan Parra del Riego preguntó Violeta, o Eduardo Galeano?

Según para qué sea, Parra del Riego es más poeta y Eduardo Galeano más narrador dijo Marcelina.

Nunca se olvidaría de esa experiencia si no sería muy ingrata al hacerlo.

Fin

Jazmín

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Los jugadores y el poeta

Días más tarde del cuento de Violeta y Josefa, ya iba a ser hora del turno de los viejos y ¿qué iban hacer? Bueno una obra, una película! Don Llanes y el Viejo Poquito iban a mostrarles una actuación del primer sudamericano. Ya estaba comenzando la película y Josefa estaba preparando unas palomitas, entonces se perdió la mitad de la película. Entonces fue y se quejó, el Viejo Poquito fue y volvió a reproducir toda la peli de vuelta Cuando el Viejo Poquito lo retrocedió, Violeta se fue y dijo:

-Avísenme cuando llegue a la mitad-

Violeta mientras, se va a su habitación escucho unas risas, Violeta de chusma fue y pensó que era todo una broma pero a su sorpresa no era.

Entonces cuando llegó el momento que tenían que llamarla Violeta se olvidó, entonces se enojo mucho y empezó a gritar. Todos tapándose del grito agudo de Violeta, Josefa lo retrocedió hasta el momento, en lo que Violeta dijo:

-Igual no me importa ver esta tonta película-

Josefa adelanto la película para adelante y Violeta vuelva gritar. Josefa harta pregunta:

-¿Qué te pasa?-

-Nada- Respondió Violeta

-Solamente quiero verlo de verdad no en peli. Agregó Violeta

Entonces tocaron la puerta. Josefa fue y les abrió, pero durante ese acto Don Llanes dijo:

-A ver si ahora les gusta.-

Josefa sin entender el comentario les abrió y se encontró con Gradín y Delgado. Josefa y Violeta no sabían quiénes eran entonces los saludó como a una persona cualquiera, en cambio el Viejo Poquito los alabó en lo contrario Don Llanes tenía un saludo entre los tres. Hubo una presentación entre ellos. Don Llanes dijo, para jugar un partido de fútbol así se conocen mejor. Todos dicen que sí. En el camino Don Llanes les conto quienes eran y a que se dedicaban en lo que un señor fue con ellos y les pidió para ir a jugar al fútbol con ellos. A ellos les convenía ya que eran impar entonces aceptaron. Ya una vez ahí el señor se presento y dice su apellido. Galeano. Gradín le preguntó por qué se le ocurrió ir a jugar al fútbol con ellos. Galeano levanto los hombros.

Empezó el partido y Delgado fue a tirar un tiro al arco que estaba el Viejo Poquito y dijo:

- Tírate que hay arenita.-

Y disparo, pero Gradín sin ningún problema la sacó del ángulo todos se rieron menos Violeta, que seguía enojada por lo sucedido. Al terminar el partido todos se saludaron Galeano saludó a todos pero a los jugadores les recitó un poema. Todos aplaudieron a Galeano.

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Lolxd

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Oscuro Desafío

Un día Marcelina y Violeta, después de largas conversaciones se dispusieron a leer el libro. Marcelina tenía miedo de lo que la lectura del libro le pudiera causar, ya que en la cultura indígena lo maldito era muy temido.

En cambio Violeta estaba muy ansiosa porque al fin Marcelina iba a leer dicho libro; y juntas con los dos viejos podrían contrarrestar la influencia que podría causar la maldad del libro.

Y llegó el momento... A Marcelina le palpitaba el corazón a una velocidad extrema y Violeta caminaba de aquí para allá demostrando ansiedad y nervios incontrolables. Los viejos sentados en su silla miraban absortos, tratando de entender la insólita situación.

El ambiente era tenso, el cuarto estaba en penumbras y el silencio invadía la sala.

Después de unos minutos que parecieron eternos, Marcelina con su mano sudorosa agarró el libro, frente a la mirada atónita de los allí presentes. En ese momento se escuchó un sonido estremecedor que provenía desde el bosque que estaba apenas a unos metros de la ventana más cercana. Los viejos expresaron sonidos inauditos y Violeta saltó de la silla. Marcelina, a pesar del clima de inquietud y de sus propios nervios, abrió el libro.

Cuando abrió el libro en una página al azar y leyó con voz temblorosa el cuento, todos se llevaron una gran sorpresa... El título del cuento era "Los Negros" del libro de Eduardo Galeano llamado "El fútbol a sol y sombra".

El cuento se trataba de un partido en el que la selección uruguaya le ganó a Chile en el campeonato sudamericano en 1916 con un tanteador de 4 a 0. Gracias al aporte de los uruguayos Isabelino Gradín y Juan Delgado se logró ese gran resultado. Pero la delegación chilena, no conforme con el resultado, acusó a la selección uruguaya de tener dentro de su plantel a dos jugadores negros que ellos llamaron "africanos"; pero ellos no eran africanos sino uruguayos como todos sus compañeros.

Violeta y los viejos quedaron helados y el nerviosismo y la tensión en el ambiente se diluyeron. Marcelina soltó el libro y dirigió su mirada a Violeta. Esa mirada estaba llena de preguntas esperando la reacción de la niña o de los viejos. El cuento le tocó el corazón y se largó a llorar. Se acordó de cuando las amigas de Violeta la habían discriminado. Y de forma sollozante y con lágrimas en la cara susurró: "No era maldito el libro..."

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El reencuentro

¡Hoy juega Uruguay! - dijo emocionadamente Llanes. Hace años hubo mucha polémica. En el partido de Uruguay contra Chile, nosotros

ganamos 4-0 y la delegación chilena al otro día exigió la anulación de los puntos por que habíamos jugado con dos ¨africanos¨. Esos dos ¨africanos¨ eran Juan delgado e Isabelino Gradín. - nos explicó don Francisco.

En ese momento Marcelina y yo nos miramos. - ¡Yo conozco a Juan Delgado! - Les dije. –Él fue mi mejor amigo desde segundo hasta sexto pero, a mitades de sexto sus padres se mudaron y tuvieron que irse. Y nunca más tuvimos contacto. -

No sabía qué sentir. Siempre me pregunto qué le pasó. Desde chico jugaba al futbol, siempre fue el mejor.

- ¿Qué les parece si vamos a buscarlo? Les tenía una sorpresa, compré entradas para el partido. Vamos a estar cerca de los jugadores. – nos dijo don Francisco.

Eran las 10:00 y Uruguay juega a las 16:00. A las 11:30 salimos al partido. En dos horas llegamos a Montevideo. En el camino don Francisco me contó sobre el primer campeonato sudamericano. -El primer campeonato fue en 1916 en Argentina. Y Uruguay fue la primera selección nacional en tener jugadores negros. Es el principal torneo disputado por selecciones de América del sur. – me contaba. - ¿Quiénes participaron en ese campeonato? – le pregunté. -Argentina, Brasil, Chile y Uruguay- respondió Francisco.

Justo en ese momento llegamos, y vi a Juan. - ¡Juan! – le grité. - ¡Soy Jose, de la escuela; ¿te acordás de mí? -¡JOSE! Sí, cómo no acordarme. No nos vemos hace años. ¿Como estás? - -Bien, te vine a ver. ¡Recién hoy de mañana me enteré que jugas en la selección! Ellos son Marcelina, don Llanes y don Francisco. Estoy viviendo con ellos en el campo –. Después de un rato de charlar, nos preguntó: -Después del partido, ¿quieren ir a un bar? - nos preguntó. Esa noche en el bar, quedamos en verlo a él y a Isabelino Gradín.

- ¿Porqué no habrán llegado todavía? - pregunté. Justo en ese momento llegaron. -Perdón por llegar tarde. – -Isabelino, viste que el poeta Parra hizo un poema sobre usted. - le dijo don Llanes. -Si, alguien, me había contado. – le respondió -Yo lo leí en el hotel. Tiene unas palabras que no conozco. Capaz qué sabes qué significan: oleaje, trompo, émbolo, bistún, altares, estremecidas, proa, espadachín, billarista, súbita, carambola, epilepsia, jubiloso, trémulo, alado, repentino, sollozante, volatín.

Repentino es que algo paso de repente; Alado que tiene alas; trompo es un juguete,

pero las demás no las sé. - me respondió. ¿Cuándo cumplís años José? - me preguntó. Yo cumplo el 13 de junio. - le respondí. Perdone, ustéd és Juan Delgado e Isabelino Gradin, ¿no? - les preguntó el mozo. Si, somos nosotros. -

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En la radio se escuchaba cómo hablaban del partido y decían cosas como; el negro jugaba bien, el negro era rápido y jugaba bien, los negros mas buenos estaban en la cancha y el jugador Gradin. También dijieron que en ese momento Uruguay era el mejor.

Uruguay terminó saliendo campeón y, Josefa, después de haberse encontrado con Juan después de tanto tiempo se volvieron a convertir en mejores amigos. Al tiempo Eduardo Galeano hizo un texto llamado LOS NEGROS, el cual contaba sobre lo que pasó en aquel partido de Uruguay contra Chile y contaba sobre ellos dos. Ya que estos dos jugadores se hicieron muy conocidos, no solo por el fútbol, sino por otros tipos de deportes.

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EL GOLEADOR GRADÍN

Tres meses más tarde cuando ya había vuelto todo a la normalidad, estaban todos sentados mirando un resumen del primer campeonato sudamericano, empezaron a escuchar un ruido, un ruido que les llamo la atención. Todos querían ir a ver que era.

-No, no, yo me quiero quedar viendo como Gradín los baila.- No había terminado de decir baila cuando ya se habían ido todos.

El sonido venía del patio, específicamente del galpón que estaba en la parte trasera de la casa. La puerta estaba trancado con un candado y llena de telas de araña. Nilson aparte de haber ganado “Masterchef” también había sido cerrajeo entonces fue a buscar sus herramientas.

-Ehhh ¿qué es eso que está ahí?- preguntó Violeta.

Sin pensarlo entraron. Había un cartel que decía “despegue en 2 minutos…” Nadie se había fijado. Entonces las puertas se cerraron.

-¿Dónde estamos?- peguntó Marcelina.

-Pidamos un UBER- dijeron.

-¡Estamos en el 1916! Dijo el viejo poquito quien sabía mucho sobre la historia.

Mientras tanto estaban pasando las carretas por las calles de adoquines, también los faroleros y los aguateros. Había mucha gente ya que ese día era la final del primer campeonato sudamericano y en conmemoración a los muertos por las guerras en Europa ¡las entradas eran gratis!

Nilson y don Llanes eran apasionantes del fútbol entonces no podían dejar pasar esta oportunidad de ver a el goleador Gradín. Isabelino estaba firmando autógrafos con un bebé.

-Mirá, es idéntica a Violeta, ¿no será pariente tuyo?- peguntó Nilson.

-No sé yo tenía un abuelo que se llamaba Isabelino- contestó.

Luego de ver como Uruguay alzaba el trofeo de primer campeonato se volvieron a subir a la máquina del tiempo y volvieron a la normalidad.

-Creo que si era mi abuelo…- dijo Violeta confundida.

-Ahora lo decís- dijeron todos como si fueran un coro.

MIRTHA LEGRAND

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Al pasado pero muy al pasado

El conejo estaba con dos amigos más. La oruga, su súbdita y el saltamontes. El saltamontes de

patas largas, jubiloso saltaba, el conejo también.

El animal de orejas largas y puntiagudas las miró preocupado. El saltarín no sabía cómo

resolver el problema de sus amigas. Pensó y pensó…. No se le ocurría cuál podría ser la mejor

solución.

-¡No sé! ¡No sé! Consultaré con la oruga sabia…

-¿Cuándo podemos volver?

Le preguntó Violeta, estremecida, en voz baja a Marcelina.

-Tú tranquila, pronto encontraremos la solución, susurró Marcelina.

-¿Cuándo volveremos?

Preguntó Josefa preocupada.

-Hay una manera que es la más rápida, las otras, pueden llegar a tardar muchísimo tiempo. Sin

embargo, la solución que les propongo es la más peligrosa.

Dijo el conejo.

-¡Yo vuelvo!, no se ustedes.

Dijo Josefa.

Violeta y Marcelina decidieron lo mismo.

-La cosa es así, se tienen que comer un pedazo de este jabón, que las achicará y se tienen que

meter en el candado más pequeño las tres juntas, él es como una mini máquina del tiempo,

pero es peligroso e inseguro, la última vez que alguien viajó no se supo nada de ellos.

Dijo el conejo.

-¿Puedo hablar con ellas un minuto por favor?

Dijo Marcelina.

Hicieron una ronda cerrada.

-Chicas, el conejo ya me dijo que se calculan los años al pasado contando cuantas vueltas das,

una vuelta equivale a medio año.

Dijo Marcelina.

-Pero es muy complicado calcular eso, ¿y si le erramos?

Dijo asustada Josefa.

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-Hay que intentarlo.

Opinó Violeta.

Abrieron su ronda y dijeron que lo iban a intentar. Estaban nerviosas.

Nuevamente el conejo advirtió que era muy peligroso porque podían llegar a caer en cualquier

año del pasado, pero aclaró que si fuese él lo intentaría.

Dudaron por 5 minutos y mantuvieron sus decisiones.

-Bueno, mañana será el gran día, dijo el conejo.

-¿Por qué no hoy? preguntó Violeta.

-Porque mañana hay luna llena y es el día que la magia ocurre, respondió el conejo.

Al día siguiente, la mañana estaba lluviosa, con grandes nubes negras, pero hacía calor.

Terminó de llover y el sol no salió con nubes, sino con un reluciente arcoíris. Violeta estaba

tomando una deliciosa taza de té con pan tostado y queso, mientras que el timbre sonaba sin

parar.

-¿Quieres que te pase el azúcar? le dijo Violeta a Josefa.

-No gracias, dijo Josefa.

-Pero para que el té quede rico, le tienes que poner una pizca de azúcar. Le da todo el sabor.

-Ni lo quiero así, ni lo probaré, dijo Josefa.

Escuchó el timbre que seguía sonando, vio entrar al conejo.

-Hoy es el gran día. Esta noche, cuando la luna brille como nadie jamás la vio o verá brillar,

tendrán que cumplir unos pasos para entrar al candado, dijo el conejo.

-El primer paso consiste en ir a un bosque, llamado “El laberinto” y arrancar algunas hojas de

un árbol que se llama “Baobab”. Esas hojas se las tendrán que frotar por todo su cuerpo.

Luego, se tienen que meter a un lago encantado que se llama “Donde la magia ocurre”. Más

tarde tendrán que venir acá a morder el jabón, y luego, ya saben, viene la parte de girar la

llave. Pero esto no podrá ocurrir hasta las 21:30, para que puedan viajar en el tiempo.

-¿Dónde queda el lago?

Preguntó Violeta

-En el camino que pasa por los palomares hay un letrero que dice el nombre del lago, contestó

el conejo.

-Una preguntita más:

-¿Qué debemos llevar?

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-Simplemente un émbolo, una banderola y termo por si tienen sed, respondió el conejo.

Rasgó el reloj cu-cu y llegó el momento de girar la llave, o si no se quedan en el futuro.

Hubo un trémulo y repentino temblor al girar la llave, no escuchaban nada. A lo lejos, bien a lo

lejos se oyó la voz del conejo gritando, con su corazón palpitante:

-¡Mucha suerte! , nos veremos en otra vida.

Y de la nada gritaron:

-¡Perdimos la cuenta de cuántas vueltas vamos!

Las chicas vieron una oscuridad total por 5 segundos.

El efecto del candado fue fulminante.

Ellas cayeron en un techo duro…

Yo estaba soñando o era real. Me encontraba en un lugar desconocido, me gustaría estar en

casa pero no lo estaba.. Busqué y busqué. La niebla espesa no me dejaba ver bien. Buscaba

algo que me indicara el año en que habíamos caído; no identificaba nada.

Entraron a una tienda y todo estaba lleno de revistas de diferentes personas, por ejemplo

“Isabelino Gradín” y “Juan Delgado”. En la tienda le preguntaron al vendedor:

-¿Usted sabe quién es Gradín?

El vendedor les dijo que era un gran jugador de football, junto a Juan Delgado. El chico les

mostró una foto de cada uno de ellos. Las chicas confundidas agradecieron y siguieron

recorriendo el lugar.

En un momento se chocaron con dos señoras mayores. A Violeta y Josefa les sonaban

conocidas sus caras. Violeta le susurró a Marcelina que una de ellas tenía cara familiar y que la

había visto en un portarretrato de su bisabuela, lo mismo pasaba con la otra pero bisabuela de

Josefa. Recalcularon unos minutos y llegaron a la conclusión que habían enormes posibilidades

de que fueran sus bisabuelas. Para confirmarlo preguntaron sus nombres, y sí, eran sus

bisabuelas “Martha y Juana”.

Les tuvieron que explicar todo. Sus bisabuelas tenían 25 años aproximadamente.

-Nosotras no entendemos nada, pero igual les creemos y las aceptamos en nuestra casa.

En ese momento tenían novios las dos. Increíble, eran Juan Delgado e Isabelino Gradín. Juan y

Martha (La bisabuela de Josefa) estaban juntos hacía 5 meses al igual que Juana e Isabelino.

Se conocieron mejor y se dieron cuenta de que eran muy buenas personas.

Marcelina en un momento les pregunto a las bisabuelas si sus novios eran los protagonistas

del cuento del famoso escritor Eduardo Galeano y también un poema a Isabelino Gradín,

escrito por Juan Parra del Riego. Desde la primera vez que lo vio jugando al football se quedó

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totalmente obsesionado con él. En el poema describe a Gradín como un zigzagueante

espadachín y como billarista de esa súbita y vibrante carambola.

-Sí, seguramente, esas cosas aún no existen, pero supongo que son ellos porque, él es bueno

corriendo, cabeceando; es el mejor. Siempre lo comparan con un aviador jugando al football,

porque corre alado. Él con la pelota parece un discóbolo tirando su disco.

Terminaron de hablar y se fueron a su cuarto, todas iban a dormir juntas. En un momento se

escuchó un sonido sollozante. Era Josefa que extrañaba a su familia. Marcelina la logró

tranquilizar pero le tuvo que prometer que juntas, en el correr de los días iban a averiguar más

información de cómo era todo ahí, y obviamente buscar alguna forma de volver a estar con su

familia.

Se despertaron y fueron a desayunar. Josefa quedó sorprendida porque vio a alguien enfermo

en el living.

-¿Quién es ella? preguntó Josefa.

-Es mi madre, tiene epilepsia, dijo Martha.

-Espero que se mejore, dijo la pequeña.

Finalizaron su desayuno y se reunieron las tres.

-¡Me prometiste que íbamos a investigar! Dijo Josefa enojada.

-Y lo vamos a hacer, ahora hay que pensar con qué nos podemos guiar, le dijo Marcelina.

-¿Para qué sirven las cosas que nos dio el conejo? Para mí tienen algo raro, ¿y si nos fijamos

detalle por detalle?

Opinó Violeta.

Agarraron todos los objetos y no veían nada, pero en un momento Violeta dijo:

-Miren:

-Por si caen en el año equivocado…, lo demás estaba borrado, Violeta no pudo leer más.

-Esa pista es muy importante, en mi opinión tenemos que ir al lago y sumergirnos con todos

los objetos.

Dijo Marcelina.

Todas estuvieron de acuerdo.

Se fueron.

Al llegar al lago Josefa dijo:

-Estoy nerviosa, pero quiero volver a casa.

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Violeta y Marcelina lo estaban también.

Finalmente se sumergieron de la mano con todos los objetos….

MOSQUETERA

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De tal palo tal astilla Pasaron días desde lo ocurrido con lo del tanque, mi abuelo se pasaba todo el día mirando a una persona afroamericana el cual era un futbolista del siglo pasado, mi abuelo es una máquina del tiempo. Mi abuelo es un futbolista de corazón Jugaba bien, Ni que fuera el mejor jugador, Una de dos o gana el bueno (su equipo) o gana el malo (el equipo rival) es lo único que oigo cuando él está en el televisor -Hija vez a ese jugador -El,- le pregunto -No, el negro, el corre como unos zapatos del mayor corredor en vida, él es como el pájaro más habilidoso en el cálido campo -¿Quieres un té japonés?, me lo trajo un amigo, porque cuando comience el partido yo no hago nada No, gracias,- le respondo -El partido que voy a ver ocurrió hace más de 100 años, fue un partidazo, no fueron cientos sino miles de espectadores -Ellos son los mejores jugadores -ellos le dije No los negros Él es Gradín y el Juan Delgado, pero Gradín es era el mejor jugador, fue tan bueno que le hicieron un poema de parte de Juan Parra del Riego -Ya era costumbre que mi abuelo me contara historias y partidos de fútbol casi siempre no le hacía caso pero luego me fue interesando el fútbol. Pasaron los días y ya veía los partidos con el Abuelo hay una historia sobre el partido de 4 a 0, sabes a cuál me refiero Sí donde Gradín metió dos de los cuatro goles Sí, -le respondí -La leemos SÍ Todo terminó en un cálido abrazo

Paco Manolito Simpson

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Las anécdotas de Marcelina

Eran las 2:30 de la madrugada y Violeta estaba observando las cosas que rescato del bunquer. Ella jugaba a que era una exploradora de National Geografic, había encontrado un libro de un tal Juan Parra del Riego. Violeta estaba en la página 324 donde Parra del Riego hablaba de los jugadores Uruguayos Isabelino Gradin y Juan Delgado. Gradin jugaba muy bien. Violeta dijo:

-Yo siento que los diarios viejos son como maquinas del tiempo porque leo cosas del pasado entonces siento que voy en mi maquina hacia ese momento-.

Si, así es, Violeta hablaba sola, lo que preocupaba un poco a Marcelina.

-Violeta, hoy es el día de casting, ¿no es así? -

-No- dijo Violeta.

-Yo una vez fui a uno de ellos pero nunca pude y tuve que irme de ahí- agrego Marcelina.

- ¿Pero como se llamaba el productor? Al mío ni lo conozco y ni quiero saber- pregunto curiosamente.

- Se llamaba él era Isabelino Gradin - respondió.

-¿Queeeee? ¿El jugador de futbol?- pregunta Violeta.

- Si, él estaba haciendo el reclamen de la inauguración de su plaza, invito a muchos niños- aclaro Marcelina.

Violeta quedo shokeada, su ídolo numero 1 había estado con Marcelina, era muy fuerte.

-¿Vos estabas viva en la primera copa sudamericana?- pregunta Violeta

- Si, ¿Quieres que te cuente cómo fue?- pregunto Marcelina

- Claro- respondió Violeta.

Marcelina empezó con el relato.

Desde el 2 de Julio hasta el 17 de Julio de 1916, se disputo en Argentina, el primer campeonato Sudamericano De Futbol. Participaron cuatros equipos, Uruguay, Argentina, Chile y Brasil. El campeón de esa Copa fue Uruguay, el mejor jugador y goleador fue el uruguayo, él era Isabelino Gradin. Lo anecdótico de esa campeonato fue que en el partido que jugaron Uruguay y Chile, o ganaba Uruguay o ganaba chile. El partido lo gano Uruguay por cuatro goles contra dos, los Chilenos solicitaron al otro día que se anulara, ya que los goles que los había hecho Isabelino, hombre de color, decían que él no era Uruguayo sino Africano. Por supuesto esto no sucedió y Uruguay se quedó con su campeonato y una de sus tantas copas. Gran sorpresa se llevaron cuando empezaron a leer los titulares y las notas de los diarios haciendo referencia al negro y a su Selección. No ganaban solo por Isabelino Gradin sino también por juan delgado.

“Nosotros somos la selección Uruguay, decía Isabelino pura garra”.

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“El negro jugaba bien y metió unos golazos”.

“Gradin el que tiene más de 30 goles en campeonato de su país hizo historia en esta Copa”.

“El negro más bueno estaba en cancha y se notó”.

Todo esto hizo que cuando la selección Uruguaya llegara al Aeropuerto de Carrasco todo el pueblo los fueran a esperar. Entre ellos nosotros mis padres, mis hermanos y yo.

Gran sorpresa y alegría me lleve cuando llega el avión, y bajan los jugadores con la copa, cuando se acercan a saludar a las personas que estábamos allí, el campeón Isabelino le da un fuerte abrazo a mi padre, resulta que eran grandes amigos desde niños. Para mi era un héroe y conocía a mi papa. Mi papa nos presenta a todos, yo moría de la vergüenza cuando me toco mi turno.

-Ella es Marcelina- dijo mi papa.-

-Usted es muy linda Marcelina – Dijo Isabelino - esas palabras no las podre olvidar jamás.

Después de saludarnos se fue con toda su familia al grito de Uruguay noma.!!!Que interesante!!!! – dice Violeta. Contame más por favor.

-Está bien, te voy a contar algo más.-

A las pocas semanas de haber regresado, mi papa lo invito a cenar a casa a Isabelino. Por supuesto que vinieron algunos amigos más de su infancia y empezaron a recordar cosas de cuando eran niños.

-El negro jugaba bien desde chiquito te acordas?

-!!!El negro rubio jugaba también!!! Ja ja ja

Entre tantas risas y cuentos no faltaron las preguntas y los comentarios sobre el partido contra Chile, todos hablaban, pero nadie se escuchaba

-¿Cómo hiciste ese maravilloso gol?, contanos che.

- no ganaban solo por Isabelino Gradin sino también por Juan Delgado, que jugador

-Y te vi Gradin, corriste, saltaste y con un poco de fuerza lo mataste, sos terrible.

-Ojo, igual no faltaron las preguntas- dijo Marcelina.

-¿Qué hiciste? Parece que jugas con alpargatas-

-¿Cómo hiciste ese maravilloso gol?-

-Wow, ¡qué bueno! Yo le hubiese dicho: “eres el que yo escuchaba en la radio y también le hubiese dicho “Yo me llamo violeta”. Dijo Violeta.

-¿Bueno puedo seguir?- pregunta Marcelina.

-Si, perdón- responde.

Gradin decía cosas raras como:

“Somos campeones, que alegría”.

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“Cuando me abuchean, me ahorro las respuestas y suelto la correa”.

“Y si papa, soy el absoluto abanderado ¡asique corre!”

“Soy dócil, ágil y me encanta jugar en el césped”.

“Reír es bueno, oír es malo asique sácate la raíz de la oreja” .

“Me gusta traer una nuez pero no caer”

Según mi padre estaba un poco loco, pero en fin es una leyenda del futbol mundial, creo que nuestra delegación (la delegación chilena) no tendría que haber tratado de robarle los puntos a la selección uruguaya.

-Gracias por la historia Marce- dijo Violeta agradecida.

-Por nada Violeta- respondio.

Paturuzu

-

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Mis nuevos vecinos negros.

Cuando yo tenía como un año, con Mis padres y mi abuela, vivíamos en

Chile. Al cumplir tres años, nos mudamos a Montevideo, Uruguay.

Vivimos en Pocitos, Carrasco, y finalmente en Buceo. Ese fue mi preferido,

donde hice más amigos, y los mejores vecinos también.

Mi casa era gigante con una enorme piscina en el jardín, mi cuarto era

inmenso, mi lugar favorito. A un costado tenía la casa de los Rodríguez

que era una familia rara.

Al otro lado tenía a los Dos viejos, o así se hacían llamar, uno era un

gaucho que todos los días rezaba por encontrar a una tal Violeta y a una tal

Maite. Nunca supe qué pasó exactamente pero hay una “leyenda” que me

contó mi abuela que dice que están encerradas en un libro, pero yo no lo

creo.

Al contrario el otro viejo era fino, delicado, que estaba obsesionado con un

poema de Parra para Gradín, que casualmente lo trabajamos en el colegio y

recuerdo algunas palabras que son estas:

Sollozante, volatín, ímpetu, descombro, oleaje, banderola, palomares,

epilepsia, estremecido, émbolo, discóbolo, de disco, súbdito, billarista,

espadachín, etc.

Es un poema muy lindo pero muy complicado, por eso recuerdo las

palabras difíciles.

Bueno en fin, sigo con la historia,a los 20 años me mude a Estados Unidos

a estudiar y mis padres vendieron la casa.

Diez años después me llamaron porque la dueña de la casa falleció y no

había herederos que se quedaran con la casa, la casa se me otorgo a mí. En

la parte de atrás de la casa tenia un apartamento que yo no usaba, entonces

decidí alquilarlo.

Luego de unos meses, dos hombres llamados Isabelino y Juan

se mudaron al apartamento trasero. Cuando los vi me di cuenta que eran

Gradín y Delgado los jugadores de la selección de 1916.

Cada día ellos practicaban y jugaban al fútbol. Un día, decidí juagar con

ellos. Con el tiempo, los empecé a sentir como si fueran mis abuelos, eran

las mejores personas que conocí.

Además me dijeron que eran amigos de los viejos que vivían al lado, el

gaucho y el fino, que lamentablemente fallecieron.

Esta historia la cuento, ya que hoy es el día en que me despido de él,

Isabelino, mi gran amigo, el “abuelo”. Llamado de muchas maneras como:

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el negro de ojos negros y otros nombres. Que hoy le decimos Descanse en

paz.

Rafiki 1.0

Isabelino Gradín Juan Delgado

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Un diario con muchos recuerdos

Violeta, Marcelina, Viejo Poquito y Don Llanes ya estaban cómodos en la sala de estar, prontos para ver una película que todos estuvieron esperando que pongan en Netflix.

Mientras Violeta ponía la película, Marcelina preparaba el pop dulce y salado, porque si no preparaban pop dulce, Don Llanes iba a molestarlas durante toda la película diciéndoles que siempre pensaban en ellas y no en lo que le gustaba a él.

En cuanto se terminaba de poner la película que demoraba siglos en cargar, el Viejo Poquito agarró el diario en el cual estaba todo relacionado con el fútbol del Primer Campeonato Sudamericano, y empezó a tartamudear lo que leía.

Marcelina, Don Llanes y Violeta no entendían lo que decía hasta que uno de ellos por fin entendió las palabras: PRIMER CAMPEONATO SUDAMERICANO.

Violeta le preguntó:

- ¿Qué pasó en el Primer Campeonato Sudamericano?

- El hecho que marcó a Uruguay fue que, al jugar contra Chile, Uruguay alineó a dos negros: Isabelino Gradín y Juan Delgado.

- ¿En serio?, ¿entonces nuestro país fue el primero en jugar con dos jugadores negros en la selección nacional?

- Sí

- ¿Pueden dejar de hablar sobre cosas que a nadie le interesan? dijo Marcelina.

- Bueno está bien, pero yo creo que alguien está de mal humor hoy – dijo Violeta.

- Sí, sabes que sí– contestó de mala gana Marcelina.

Viejo Poquito seguía leyendo el diario con palabras que nadie entendía como: sollozante; alado; jubiloso; palpitante; volatín; ímpetu; discobro;

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olaje; epilepsi; estremecido; billarista; espadachín; entre muchas otras palabras. Después de un rato, Don Llanes preguntó:

- ¿De dónde sacás tantas palabras raras?

- Bueno lo que pasa es que estoy leyendo un poema que fue escrito por Juan Parra del Riego para Isabelino Gradín, y hay muchas palabras que no entiendo como estas. Entonces las estoy separando y después las voy a buscar en el diccionario –

- Ah, bueno después nos decís qué significan - dijo Violeta muy entusiasmada.

De tanta furia que tenía Marcelina, agarró todo lo que estaba leyendo el Viejo Poquito y lo rompió.

- ¡Marcelina! ¿qué haces? – le gritaron todos a Marcelina.

- No quiero que hablen más de cosas que no tienen sentido ¿ok?

Todos se quedaron callados. Violeta estaba preocupada por lo ocurrido, entonces empezó a pensar qué le podría estar pasando a Marcelina. Pasaron horas y horas, hasta que Violeta se cansó de pensar y decidió ir a preguntarle cara a cara.

- Marcelina, ¿qué te pasa porque estas tan malhumorada? – preguntó Violeta.

Ese fue el momento en que Marcelina se largó a llorar.

- Es que el mismo día del primer campeonato sudamericano, mi abuelo murió de un paro cardíaco – le explicó Marcelina.

- ¿Y qué tiene que ver con el campeonato? – preguntó Violeta.

- Es que mi abuelo estaba esperando ese momento por muchos años – terminó de explicar Marcelina.

- Lo lamento mucho – dijo Violeta.

Al rato empezaron a ver la película que tanto habían esperado para ver.

Este fue el maravilloso cuento que continuará.

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Ruedas

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El viaje al lugar

Unos años después de la fiesta que fueron Marcelina, Violeta, Josefa y David Guetta, los enamorados (Marcelina y David) decidieron mudarse juntos.

Buscaron un millón de apartamentos por toda la ciudad de Montevideo. Decidieron ver más apartamentos por la parte de Maldonado. David ya estaba cansado, Marcelina no se decidió con nada, sin era por David se compraba cualquiera.

David ya muy cansado, decidió llevarla a un lugar sin que ella supiera a donde. “¿A dónde estamos yendo?” preguntó Marcelina. ”Ya verás”, respondió David. Despues de unas dos horas llegamos y enseguida ella preguntó. “¿Dónde estamos? ¿Qué es esto? ¿Nos perdimos?” “No”, respondió David, “estamos en el lugar en donde me criaron la casa de mis tíos, mi madre falleció cuando tenía dos años y mi padre me dejó en la casa de mis tíos porque dijo que iba a ser una responsabilidad muy complicada cuidarme el solo y entonces decidió dejarme en la casa de mi tío Don Llanes.” “Qué historia tan triste,” contestó. “¿Pero de que nos va a ayudar?” “Él conoce la casa indicada.”

Tocaron timbre en la casa, ellos casi nunca reciben invitados a menos que sea para robarles. Entonces en la puerta tienen 17 cerraduras y un rifle a la derecha de la puerta. Resulta que la puerta estaba abierta, alguien la había dejado abierta. De repente se escuchó un grito de Don Llanes, entraron lo más rápido que pudieron, pensaron que le había pasado algo, pero se encontraron con Don Llanes quejándose de un “viejo poquito”. Don Llanes se detuvo y dijo “Buenos días sobrino, que lo trae por esta zona.” “¿Qué hacés tío? ¿Y la tía?” le respondió. “El Viejo Poquito dejó la puerta abierta, ¿no entiendo no enteraste?” “¿Enterarme de qué?” “Falleció una semana después de que te vayas.” Fue una escena muy triste. Después se le vino la brillante idea a David de preguntarle que hacía el Viejo Poquito en su casa. Y le respondió, “Un día nos encontramos y nos hicimos

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amigos y como estaba muy solitario en casa lo invité a que se venga a vivir. Pero siempre se olvida de cerrar la puerta. Y todavía no me respondiste ¿Qué los trae por aquí?” “Estábamos buscando un apartamento y pensábamos que usted nos podría ayudar.” “No se es que tengo mucho trabajo que hacer, pero tengo una idea. Arriba hay unos cuartos más, si quieren se pueden quedar a hacer compañía.” “No sé, se lo tengo que preguntar a Marcelina.” Marcelina fue y le dijo, “Me encanta esta casa, estaría de más vivir en esta casa tan bonita, hay que buscar una igual.” “Pues tengo buenas noticias, el tío nos está invitando a vivir”. “Se le agradece un montón Don Llanes, usted es un ejemplo a seguir.

Al otro día se mudaron y la pasaron muy

felices en su nueva casa. A los dos meses se enteraron que

Marcelina estaba embarazada y en nueve meses nacieron los

trillizos mas lindos del mundo, y los siete vivieron felices.

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Visitando el estadio

Le conté a toda mi familia sobre aquel sueño que fue muy real. Todos se rieron. Me

hubiera gustado que fuera real sin contar el final pero no lo fue. De todas maneras

volvimos a salir con mi abuelo a pasear y leer artículos.

Un día llegó mi abuelo con unos casetes antiguos. Me dijo que ese día íbamos a

aprender un poco de las aventuras de mi bisabuela Marta. Él me mostró algunas fotos de

ella y quedamos en ver esos casetes después de merendar. Merendamos con la familia.

Marcelina, el Viejo Poquito, mi madre, Oso que se robaba todo lo que caía de la mesa,

mi abuelo y yo. Comimos arroz con leche, ¡qué delicia!

Después de lavar los platos y guardar los restos, mi abuelo me llamó. Nos sentamos

frente al televisor antiguo del cuarto para huéspedes. Mi abuelo colocó el casete. El

video estaba medio fallado, estaba rayado. Fuimos a una tienda de antigüedades para

que revisaran el casete. Queríamos que funcionara. Me interesaba mucho el tema y

quería ver como se veía mi bisabuela. O nos quedábamos sin ver el video o lo

arreglábamos.

Nos atendió un viejito. Tenía un cartel en la remera que decía “Manuel del Riego”. Su

apellido me sonaba conocido.

-¿Familiar de Parra?- preguntó mi abuelo con una sonrisa en la cara.

-Nieto – le respondió.

Ya me di cuenta. Parra, Parra del Riego, era el poeta. En el colegio trabajamos con él.

Era peruano pero vivió en Uruguay.

El chico revisó el casete y nos dijo que era extraño. Lo desarmó y lo armó de nuevo.

Luego, trajo un televisor y nos sentamos para ver si funcionaba. Cuando lo prendió, del

televisor salió un portal-

-Nunca antes me había pasado, yo arreglé millones de casetes pero esto es muy

extraño,- me respondió Manuel.

El abuelo se acercó y le puso la mano. La mano se atravesó como si hubiera algo detrás.

Yo, de atropellada, me lancé hacia él con la intención de pasar la cabeza y ver lo que

había detrás. Cundo me fui a lanzar, me tropecé con la alfombra. Todo fue muy rápido y

terminé en un lugar gris, feo. Ni mi abuelo ni Manuel estaban allí. ¿Habré pasado ese

portal? ¿ Dónde estaré?. Esas y miles de otras preguntas pasaban por mi cabeza. Me

puse nerviosa pero estaba decidida en quedarme en ese lugar hasta que aparezca mi

abuelo.

Pasaron 15 minutos y yo seguía esperando hasta que, de pronto, aparecieron. Los dos.

Me dijeron que tuvieron que atravesar ese portal y que ahora estamos en un mundo o

época distinto. Rápidamente saqué mi celular del bolsillo para fijarme en Google Maps

cuál era mi ubicación actual. ¿Y qué pasó? ¡No había señal ni wifi! Entré en pánico.

-¿Acaso estamos en los 1900? ¡No hay señal!- exclamé.

Manuel me miró como si estuviera razonando algo.

-Yo creo que sí, estamos en los 1900, ¡en los 1916! Piensa, no hay señal y en esa época

tampoco había, el lugar es gris y la gente esta vestida como se solía vestir en esos años y

el video…- dijo Manuel

-¿El video…?- dije tratando de comprender lo que me decía.

-El portal salió del video y el video era de los 1916, ¿No?

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Tenía razón, todas las piezas encastraban. Caminamos hasta que llegamos a un estadio.

Habían miles de personas fuera del estadio. Los hombres usaban bastones, galeras y

camisas de seda. Las mujeres faldas largas, un abanico, guantes y el corsé. El abuelo

dijo que para él era el sudamericano. Estaba de acuerdo en el casete, la abuela iba al

sudamericano. Solo que no parecía, la gente estaba muy formal y tranquila.

Un niño con dos amigos se me acercó y me dijo…

-¿Para vos quién gana?-

-Será un empate. 0 – 0 pero Uruguay ganará el sudamericano con un punto sobre

Argentina. Lo sé- le respondí.

Una vez dada mi respuesta, noté que los jugadores y el volatín de la pelota estaban

entrando al estadio y pasaron justo por detrás mí.

-Disculpe que nos metamos pero… ¿cómo sabes eso?- me preguntaron

Me dio gracia.

- No lo sé, solo siento que eso pasará.- Claro que lo sabía pero tenía que fingir.

- Allí, donde están las mesas, esos hombres están apostando. El que gane ganará una

entrada para conocer a famosos. Deberías participar, te tengo fe – me dijo uno de los

jugadores.

Cuando se fueron el abuelo me dijo al oído:

- Esos eran dos jugadores que se destacaron en ese partido. La gente no los creía

uruguayos por su color de piel. Son Juan Delgado y Gradín.-

Los conocía, en la clase nuestra profesora de Idioma Español nos hizo buscar de esta

época. Sin dudarlo fui a hacer la apuesta. Cuando llegué, todos me miraron y rieron. La

mayoría votaban por la victoria argentina ya que la mayoría eran argentinos y yo fui la

única que aposto el 0 – 0. No me tenían confianza. Yo creo que estaba de moda la mala

onda en el 1916.

Apenas terminó el partido, todos los que participaron en la apuesta estaban furiosos. Me

dieron esa entrada y les fui a consultar a Manuel y el abuelo si podíamos ir a conocer a

los famosos. Ellos aceptaron.

Estábamos dirigiéndonos hacia allí cuando Delgado y Gradín me agarraron del brazo.

-Esto es para ti. Nos asombraste al adivinar el resultado del partido.- dijeron.

Me entregaron una camiseta del equipo autografiada. Era muy distinta a las camisetas

del 2017. Les agradecí y continuamos con el camino mientras una lágrima me caía de la

emoción.

Llegamos. La casa era antigua y enorme. Cuando entré, habían dos famosos. Claro que

yo no los conocía, pero eran escritores. Fuimos y hablamos con ellos. El primero al que

fuimos a hablar era Eduardo Galeano. Él tenía muchas obras pero la que conocía era un

texto llamado “Los Negros”. En el 1916 todavía no lo había escrito pero yo ya lo

conocía.

- Hola niña, tu debes haber sido la ganadora de la apuesta…- me dijo.

Era muy amable. Hablamos un rato y me conto de sus obras pero luego fui a hablar con

el segundo escritor. Parra del Riego. Era muy parecido a Manuel aunque de todos

modos no le contamos la historia. Pensarían que estamos locos. Él escribió un poema

muy lindo. Lo trabajamos en el colegio. Hablaba del Sudamericano por lo cual supuse

que todavía no lo había escrito.

- Buenas tardes. ¿Quién de ustedes fue el ganador? – preguntó.

Levanté la mano y dijo:

- Entonces ven, te tengo que mostrar algo. – agarró un cuaderno que tenía guardado y

comenzó a leer…

-Palpitante y jubiloso. Como el grito que se lanza de repente a un aviador…-

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Era el poema. Me encantaba, aún más si era Parra quien lo leía. Usaba palabras como

ímpetu, discóbolo, espadachín y otras. Y continuó…

-Y te vi correr…-

-Saltar – dijimos al mismo tiempo.

Él frenó. Me miró fijo y pregunto:

- ¿Cómo lo sabes?

Rápidamente Eduardo Galeano se asomó estaban confundidos. Me puse roja como un

tomate. No sabía qué decir.

-Les voy a contar un secreto. Por más extraño que sea, créanme.- dije.

Les conté toda la verdad incluso lo de Manuel. Al principio fue confuso pero nos

creyeron. Continuamos hablando y conociéndonos hasta que nos dimos cuenta de que

no sabíamos cómo volver a nuestro hogar. ¿Qué íbamos a hacer? Nos pusimos

nerviosos, quizás nunca volveríamos a casa.

Por más que pensáramos se nos hacía muy difícil encontrar una manera. Al abuelo se le

ocurrió ir al lugar al que llegamos al principio.

Ya en camino al estadio, el abuelo reconoció a alguien.

- Ella, es mi abuela-.

Por la calle, muy tranquila, iba caminando una mujer con un casete en la mano. Me vino

una sensación rara.

-Eso es, el casete, el casete nos trajo aquí. El casete que nos trajo será el que nos

llevará.-

Creamos un plan. La perseguimos y esperamos un momento que apoyara el casete y se

fuera. Recorrió calles y calles hasta que frenó en un restorán. Apoyó sus cosas y se fue a

pedir la comida. Rápidamente, por más que robar esta mal, le sacamos el casete.

-Yo tengo un amigo que vive aquí cerca. – dijo Galeano.

Fuimos a su casa y mientras Galeano le explicaba a su amigo todo lo sucedido en el

televisor que nos prestó el amigo pusimos el casete.

- Gracias por todo… prométanme devolverle es casete a mi bisabuela- les dije a Parra y

Eduardo.

Me dijeron que sí con la cabeza y luego me abrazaron. Cuando pusimos el casete un

enorme portal. Con el abuelo lo atravesamos.

Ni contaré esta historia ni me la olvidaré.

Rapi10

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Prólogo

A principio de año, por el Día del Libro, realizamos unas

encuestas sobre la lectura, que fueron la base para crear

este artículo.

Para poder hacer estas encuestas tuvimos que hacer

preguntas sobre la lectura.

Gracias a estas preguntas pudimos averiguar sobre el

interés y la productividad de las personas a la hora de leer

un libro.

Como no todas las personas opinaban lo mismo, tuvimos

que hacer un artículo para poder comparar todas las

opiniones.

Nos llevó mucho tiempo de dedicación, estudio y trabajo

para poder hacer este proyecto.

Esperamos que lo disfruten.

Nuestro Trayecto Para estos artículos nos organizamos de diferentes formas.

El proyecto sería realizado por grupos de hasta tres

personas.

En principio, teníamos que crear cinco preguntas para diez

personas que podían ser familiares o desconocidos, de

diferentes tipos de edades, sexos y oficios, en lo posible.

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Luego de entregar este trabajo, deberíamos hacer un

artículo para poder comparar todas las opiniones.

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BERANDA BERITA

Un día, unos chicos del Colegio Richard Anderson salieron al

shopping Montevideo a hacer preguntas delDía del Libro. Ellos se

fueron a realizar dichas entrevistas aunque la mayoría no se

hubiese animado a ser grabado por ellos, igual encontraron cinco

personas amables que se dejaron grabar la voz.

Yo con mi mayor sinceridad no me hubiera dejado ser grabado si

me preguntaban así nomás. Pero, cuando te decían que era para

hacer un trabajo del Colegio Richard Anderson ahí si yo me

hubiera dejado. Además era para un proyecto importante, según

ellos. Ahora sin más dilación comencemos.

No eran muchas preguntas pero eran para dejarte pensar

por un rato. ¿Te gusta leer? ¿Cadacuántolees? ¿Cómo obtiene el

producto para leer? ¿Usted considera bueno leer? y por último,

¿Le gustaría que para regalo de cumpleaños le obsequiaran algún

libro?

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La mayoría respondió que le gustaba leer. También que sacan los

libros de la librería y casi nunca por internet pero, a veces no

está disponible, y no queda otra que leerlo por internet.

Todos al menos un libro por mes. A todos les encantaban novelas

menos a uno que le gustaba cualquier tipo de libro.

Bueno este es el final del artículo “Beranda Beritacas

Article”, espero que les haya entretenido por la lectura, y si leíste

esto y te saqué una sonrisa, significa que de vez en cuando lees,

y por papel. Entonces, si te gusta reír u otra cosa, existen

millones de libros que se pueden leer con más gracia que este, y

esperan ser comprados así que te recomiendo que leas, porque

se nota una gran diferencia entre los que leen libros.

¡Este es el fin, hasta la próxima!

Santiago Rogel / Facundo Testa

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29/6/17

DAS LAND

Para el día del libro los estudiantes del Colegio

Richard Anderson fueron llamando y entrevistando a

diferentes personas. Se les pidió hacer y pensar 5

diferentes preguntas para luego sacar una

conclusión. Las diferentes preguntas eran:

1-¿Cuál es tu libro favorito?

2-Si tuvieras que elegir un libro para regalarle a cada

niño del mundo: ¿cuál sería?

3-¿Qué se conmemora el 26 de mayo?

4-¿Qué opinas que los jóvenes utilicen tanta

tecnología?

5-¿Sabes qué es un libro digital?

En la pregunta número uno hubo de todo tipo de

respuestas, la mayoría eligió libros de García

Márquez pero obviamente eligieron muchos más

como Diego Fischer, son libros muy buenos, se pueden encontrar

en cualquier librería. Luego en la segunda pregunta el 75%

respondió que el libro más apropiado seria El Principito pues es

un libro para toda la familia. Sorprendentemente en la tercera

pregunta había gente que no sabía qué se conmemoraba(Para el

que no sabe) se conmemora el día del libro. Las respuestas de la

cuarta fueron todas iguales: que podía ser una muy buena

herramienta si la usábamos con responsabilidad. En la última

pregunta el 50% sabía la respuesta.

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EL AMANECER

El Día del Libro Alumnos de primer año del liceo Richard Anderson, hicieron

encuestas a distintas personas para conocer sus gustos literarios y

saber qué piensan acerca del día del libro.

La consigna era: entrevistar a 10 personas diferentes.

Conversamos con GiulianaBagnasco y nos contó sobre las

conclusiones a las que llegó, a través de las distintas preguntas.

Ella decidió entrevistar a sus familiares y conocidos, a los cuales

fue visitando en el correr de los días.

Según nos contó, el 70% de las personas entrevistadas, está

interesada en la lectura y le gusta leer; por su parte al 30%

restante, no le gusta por diferentes causas.

Todos dieron su opinión y contaron sobre sus distintos

pensamientos y gustos a la hora de elegir un libro. En algunos

casos compartían los mismos gustos y en otros no.

A partir de las encuestas, podemos afirmar que, a la gran

mayoría le gusta el género suspenso y que todos aprendieron a

leer entre los 5 y 7 años.

Entre las coincidencias se destacan, la novela, Cien años de soledad

del escritor Grabriel García Márquez, como su libro favorito, para

dos de los entrevistados. Platero y yo del escritor Juan Ramón

Jiménez, como el primer libro que leyeron, en otros dos casos.

Giuliana también nos contó que a ella le llamó mucho la atención

que si bien la mayoría de los entrevistados no tenían gran

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diferencia de edad entre sí, pertenecen a generaciones distintas,

pero coinciden a la hora de citar obras literarias.

La pregunta más importante fue qué significaba el día del libro

para ellos.

Aquí se repiten nuevamente los resultados pero a la inversa, ya

que un 70% dijo que no significaba nada o que era un día

comercial, etc… y el 30% que era un día para reencontrarse con la

lectura, enterarse de nuevos libros y para encontrar reliquias

literarias.

En conclusión, a la gran mayoría de la gente le gusta leer, y le da

importancia. Ojalá siga siendo así porque hay grandes libros en el

mundo y grandes mundos en los libros.

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Diario: El Atardecer

Entrevistando a Lucas

Hoy les voy a hablar sobre un niño de 12 años. Su nombre es Lucas. Él

realizó una serie de preguntas sobre gustos de lectura a sus familiares y

me contó qué fue lo que ellos le respondieron.

Lucas me contó que a la primera persona que consultó le gustaba leer

mucho. Las lecturas le permitían expandir sus conocimientos y

entretenerse. Esa persona leía todas las noches y le gustaban los libros de

aventura y poesías. Su escritora favorita fue Alfonsina Storni.

Lucas me comentó que, aunque la respuesta le resultó interesante, él

no coincidía con los mismos gustos literarios.

A la segunda persona a la que le peguntó, le gustaba leer, a pesar de no

se fanática de los libros. Ella no tenía escritores favoritos y su género

preferido era la ciencia ficción.

Lucas me pidió mi opinión sobre si yo coincidía con los gustos de sus

entrevistados, a lo que respondí que todas las personas tienen gustos

diferentes y que sí compartía los comentarios.

Yo podría decir muchos otros comentarios sobre las entrevistas

realizadas, pero en este caso no vamos a tener la oportunidad.

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Para terminar este artículo, les voy a contar lo que Lucas me respondió

cuando le pregunté sobre sus preferencias literarias. Él me respondió:

“Hay libros interesantes y otros no tanto, pero siempre es bueno leer todo

tipo de lecturas, sean entretenidas o no lo sean” .

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Presentado por: El Diario Para Todos Federico Klimesch y Augusto Villajos

28/5/2017

¿Qué piensan los uruguayos sobre la

lectura?

Los niños de primer año de liceo del Richard

Anderson hicieron unas encuestas sobre el día del libro.

Nos hemos contactado con ellos para saber un poco más sobre qué piensan los

uruguayos sobre la lectura. Aquí Federico Klimesch y Augusto Villajos para contarnos

sobre su trabajo:

Primero que nada, gracias por habernos elegido a nosotros para contarles nuestro

trabajo. Nosotros nos juntamos por primera vez en la casa de Federico y empezamos

a planificar cómo lo íbamos a hacer. Decidimos hacer entrevistas a los familiares de

Federico y a algunas personas al azar del shopping. Al principio nadie quería que lo

entrevistáramos, pero hubo algunas personas que tuvieron la gentileza de colaborar

con nuestro trabajo. Las preguntas que les hicimos fueron:

1) ¿Te gusta leer?

2) ¿Qué tipo de libros te gusta leer?

3) ¿En qué momentos lees?

4) ¿Qué piensas sobre la lectura en dispositivos móviles?

Manuel nos comentó que le gustaba leer cuentos o historias de misterio en su

tiempo libre y que piensa que leer en dispositivos móviles es divertido e interesante.

Andrea nos dijo que no le atraía mucho la lectura pero cuando lee, lee sobre novelas

románticas, noticias y revistas y dice que leer en celulares o tablet está bueno pero

hay que tener un punto medio y saber utilizarlo. Ana nos dijo que le gusta leer libros de

cocina, especialmente con recetas nuevas y revistas con chismes cuando puede y que

la lectura en tablet es entretenida. María nos comentó que la lectura en dispositivos

electrónicos es muy bueno e impresionante todo lo que se ha logrado con la

tecnología, usa esta forma de lectura para encontrar artículos e información

interesante que le puede ayudar en sus estudios. Luego entrevistamos a seis

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personas más y nos comentaron que les encantaba leer libros, revistas, etc. Todos

ellos leenen su tiempo libre y les parecefantástica la lectura en los aparatos

electrónicos.

Para concluir, la mayoría de los uruguayos entrevistados prefieren leer cuentos de

fantasía o de misterio. Muchos de ellos leen en su tiempo libre; y creen que el avance

de las tecnologías en el ámbito de la lectura, han mejorado y ayudado a que muchos

chicos jóvenes empiecen a interesarse por la lectura, siendo esta también una muy

buena herramienta en el área del estudio, ya que hoy en día se puede encontrar

mucho material o libros en el internet sobre temas dados en las clases, pudiendo

expandir su conocimiento.

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Sofía Grauer

EL PAÍS

Estuvimos viendo encuestas sobre el Día del Libro, que

hicieron alumnos de primer año del liceo de muchos colegios. El liceo que

más nos llamó la atención fue el colegio Richard Anderson, que demostró

gran esfuerzo y dedicación.

Los alumnos de primer año sacaron conclusiones de que las personas no

han estado muy atentas a la importancia de leer. Ellos están más atentos a

las redes sociales como: Facebook, Instagram y Snapchat, aunque debo

rescatar que el 95% de las personas lee en formato papel ya que el poder

tocar y sentir el papel hace que la lectura tenga otra sensación.

Respuestas de los entrevistados:

¿Te gusta leer? El 95% dijo que sí

¿Cuántos libros lees al mes? La mayoría no lee mucho

¿Cuál es tu libro favorito? Según la persona

¿Quién es tu escritor favorito? También depende de la persona

¿Qué es lo primero que ves en un

libro?

Lo que más ven es la ilustración y el

prólogo

Si tienes tiempo y oportunidad de leer un libro que te

interese, léelo, porque te va a llevar a un mundo que

nunca vas a querer volv

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La Lupa Día del Libro

Hace poco tiempo fue, el Día del Libro. Y decidimos salir a ver lo que

la gente pensaba sobre esto. Pero en el camino nos cruzamos con

unas niñas del Richard Anderson, haciendo una entrevista como

proyecto de Idioma Español. Las dos chicas se llamaban Joaquina y

Magdalena. Nos contaron que los resultados les sorprendieron

mucho.

La primera pregunta era cuanto tiempo leían por día, hubo muchas

diferentes respuestas. Variaban desde 10 minutos hasta 3 horas.

La segunda pregunta era, si les gustaba leer y desde qué edad. A la

mayoría les gusta leer desde una edad joven.

La tercera idea es si les parecía que se debería festejar y la mayoría

dijo que sí porque la lectura es fundamental para la educación y para

el reconocimiento de los autores.

La última pregunta era sí cuando eran chicos habían pensado en ser

escritores en algún momento. Y la mayoría dijo que no.

Su conclusión fue aunque no

parezca todavía hay gente que lee

y se tiene que seguir leyendo. Nos

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pidieron que les dijéramos que leyeran, aunque sean 10 minutos que

sirve para la mente. Y las invitan a leer cualquier libro.

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La Voz de la

Verdad

La señorita Catalina Firpo, alumna del colegio Richard Anderson, ha estado

entrevistando a personas para saber qué opinaban del, día del libro. Hemos tenido

muchas respuestas diferentes, pero sin embargo han sido buenas repuestas.

Entrevistamos a diez personas distintas con las mismas preguntas. Acá les dejamos la

mejor o más interesante entrevista.

Entrevista: Adriana Guerra.

Años: 48.

Sexo: Femenino.

-¿Qué es para usted el Día del Libro?

Es un día para tener presente qué es la lectura, es un placer y con un libro entramos

en un mundo de fantasías, sueños, ilusiones. Todos deberíamos leer, ya que los libros

llenan nuestras almas y nos sensibilizan.

-¿Cuál fue el primer libro que usted leyó?

Mujercitas.

-¿Cuál es su libro favorito?

Tengo varios, pero el que más me gusta es El Baile porque me conmueve mucho la

historia.

-¿Suele festejar el Día del Libro?

No.

-¿Qué cosas piensa que pierde al leer un libro digital y no un libro “de hoja”?

El tacto con el libro, me genera otra sensibilidad.

Les dejamos las otras respuestas.

¿Qué es para usted el Día del Libro? 90% contestó: es un día dedicado a la

importancia de la lectura.

¿Cuál fue el primer libro que usted

leyó?

Diferentes respuestas como: Platero y

yo, Mujercitas, Caperucita Roja, etc.

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-¿Cuál es su libro favorito?

Diferentes respuestas como: Platero y

yo, El Baile, Pulgarcito, etc.

-¿Suele festejar el día del libro?

100% respondió: no.

-¿Qué cosas piensa que pierde al leer

un libro digital y no un libro “de hoja”?

El tacto con la hoja, el olor del libro,

además el libro digital hace mal a la

vista en cambio el libro “de hoja” no.

Tratamos que todos los niños y adultos lean para enriquecer su vocabulario,

forma de hablar. Pero además de todo, los libros pueden ayudar en situaciones

complicadas, o te pueden prevenir de cosas.

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¿Leemos los

uruguayos?

Como mucha gente sabe, el 26 de mayo se celebra el

día del libro en nuestro país. Mucha gente lee y le gusta leer,

pero hay gente que ni lee y a esa gente la estoy invitando a

leer esta entrevista muy interesante para que les guste y se

atrevan a leer más.

Hace unos días fue el “Día del Libro” y un muchacho

llamado Federico Anelo, de 12 años, que es estudiante,

aprovechó el 26 de mayo (“el Día de Libro”) que festejaba el

cumpleaños su tía (Susana Anelo) para entrevistar a la

familia y amigos sobre los libros.

Eligió 5 preguntas para hacer a 10 personas en el

cumpleaños. Estas son las preguntas:

1) ¿Te gusta leer?

2) ¿Tienes un libro preferido?

3) ¿Alguna vez leíste un libro de más de 300 páginas?

4) ¿Lees a diario, cuando puedes, a veces o nunca?

5) ¿Qué genero de libro te gusta leer?

La mayoría era mayor de edad, excepto Santiago Anelo

un jovencito de 17 años que no está muy interesado por la

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lectura, pero seguro que la entrevista que le dio Federico lo

hizo leer más. A casi todos los que entrevistó les encanta

leer, pero solo una persona de las 10, lee en formato digital.

Casi todos no se decidían por su libro preferido y entonces

le decían su escritor preferido, y el único que se repitió fue

Wilbur Smith. Todos leyeron por lo menos un libro de más

de 300 páginas, es más, algunos habían leído de más de

1000 páginas. Hay más gente que lee a veces, pero igual hay

bastantes que leen a diario. Todos eligieron diferentes

géneros, pero la verdad todo muy interesante.

Federico llegó a la conclusión de que los jóvenes cada

vez leen menos, pero si todos poquito a poquito los vamos

llevando hacia el tema de la lectura, cada vez van a leer más

y vamos a ser una sociedad más lectora, como antes.

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Notición Un día paseando por el shopping, tuvimos el placer de

encontrarnos a unas chicas entrevistando gente acerca de libros.

Ellas llevaban el uniforme del colegio Richard Anderson. Una de

ellas era castaña, con altura intermedia y amable. La otra era

rubia, bajita y también muy amable. El tema nos generó un gran

interés, por lo que fuimos a hablar con ellas. Nos dijeron que

estaban haciendo un trabajo para el liceo y que mostraba el

afecto de la gente hacia la lectura. Estaban haciendo preguntas

como: ¿Cuánto leía la gente a diario? ; ¿Tenés algún libro

favorito? ; Si les gusta leer y si prefieren mirar una película o

leer un libro. También nos dijeron que tuvieron la suerte de

encontrarse con personas de edades muy variadas en las que

encontraron una gran diferencia.

Conclusión

Notaron un gran olvido en la lectura en las nuevas generaciones y

en algunos casos también en adultos. La mayoría de las personas

entrevistadas no tenían un libro favorito y preferían una película

antes que un libro.

Les hacemos una invitación a leer, que nos mejora el conocimiento

y escritura. Nos mejora como personas.

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¡Vamos no sea vago, levántese de su sillón, apague Netflix y lea!

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OVACIONADOS

EL PERIODISTA MAURICIO

BUSZKANIEC HIZO LAS SIGUIENTES

ENCUESTAS

PREGUNTAS:

1- ¿Qué piensas sobre que exista un día del libro?

2- ¿Te gusta leer?

3- ¿Cuál es tu libro favorito?

4- ¿Estás leyendo un libro actualmente?

5- ¿Para ti es importante el día del libro?

RESPUESTAS:

1- El 100% dijo que es positivo.

2- El 90% dijo que sí.

3- Hubo muchos pero el que se repitió fue Cien años de soledad de

Gabriel García Márquez.

4- El 70% dijo que sí.

5- El 100% dijo que sí.

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Y ASÍ TERMINA LA ENCUESTA

REALIZADA POR EL MEJOR PERIODISTA

DEL PAÍS.

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Leonardo Pool

Poco interés por la

lectura

Hace unos días me dediqué a

preguntar sobre la lectura, pero

poca gente estaba interesada lo

cual me preocupa.

Les pregunté a dos profesoras y

a ocho amigos míos, que pocos demostraron interés. Las

profesoras escogieron dos libros muy interesantes, pero el

que más me llama la atención es el de mi profesora María

del Carmen es el de la segunda guerra mundial, en mi

opinión son los libros más interesantes, me encantan esos

libros.

Mis amigos escogieron libros un poco más para chicos o

niños, pero dos escogieron el libro de ciencia ficción que

más me gusta, los de Harry Potter.

Tres personas no muestran interés por la lectura.

En mi opinión los dos libros mencionados son muy

entretenidos y productivos porque los de la segunda

guerra mundial aprendés, y con los de Harry Potter pasás

un buen tiempo y no te aburrís.

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Visión Cultural

Lo mejor del mundo, un libro

Cada 26 de mayo se celebra el Día del Libro, con la finalidad de recordar la

fundación de la primera biblioteca pública del país y la intención de despertar la

lectura en los niños.

También se busca motivar a los que no leen habitualmente, que son las nuevas

generaciones, e incentivar a aquellos que sí lo hacen a que continúen leyendo.

Dámaso Antonio Larrañaga fue el fundador y director de nuestra primera

Biblioteca Pública y quien impulsó con dedicación el progreso cultural del Uruguay.

“En las bibliotecas de la Edad Media, los libros estaban asegurados con cadenas a

los estantes y los lectores sentados frente a ellos. Actualmente, los libros se han

liberado de sus cadenas.”

(De “El Correo” de la UNESCO)

Es domingo 28 de mayo, Ismael y Franco están en el supermercado Devoto de

Malvín. Como son las primeras horas de la tarde, hay bastante movimiento en la

zona. Piensan que puede ser un buen punto para hacer un relevamiento sobre la

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lectura en general. Se plantean algunas preguntas que les parecen interesantes

para empezar a conversar con las personas que pasan y los resultados son variados.

Entrevistas en el Supermercado Devoto

Franco e Ismael estaban haciendo entrevistas sobre la lectura en el Devoto de

Malvín y consultaron con personas de diferentes edades las siguientes preguntas:

1) ¿QUÉ OPINA SOBRE LA LECTURA?

2) ¿LE GUSTA LEER?

3) ¿QUÉ TIPOS DE LIBROS LEE?

4) ¿QUÉ AUTOR URUGUAYO LE GUSTA?

5) ¿TIENE ALGÚN AUTOR FAVORITO QUE NO SEA URUGUAYO?

Casi todas las personas eran mayores de 50 años y algunos eran menores de 40; los

más veteranos les dijeron que la lectura era muy importante, que aportaba desde lo

cultural y el entretenimiento y a casi todos les gustaba leer. En especial, a una

señora de 60 años llamada Cecilia, que les contó que le encantaba leer desde su

infancia y que leyó muchos libros durante su vida, entre ellos, “La Odisea”.

La tercera pregunta se centró en el tipo de lectura que la gente lee hoy en día y la

respuesta fue, por ejemplo: novelas, como la de Juan Carlos Onetti, “Dejemos

hablar al viento”, poemas, fábulas, etc. Les mencionaron los clásicos como La

Divina Comedia, La Ilíada, La Odisea que fueron nombrados por Nélida, una señora

mayor que comenzó a leer desde muy joven.

Siguiendo con las entrevistas se refirieron a los quienes eran los autores uruguayos

preferidos, les dijeron Mario Benedetti, Eduardo Galeano y Juan Carlos Onetti.

También se preguntó cuáles eran los escritores extranjeros favoritos, y en las

respuestas los primeros mencionados fueron: Gabriel García Márquez, Mario

Vargas Llosa y Jorge Luis Borges; también Homero, William Shakespeare, Dante

Alighieri y Víctor Hugo.

De todas las entrevistas realizadas, Ismael y Franco llegaron a la conclusión que

las personas jóvenes a las que les preguntaron, no leían mucho y no le daban mucha

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importancia a la lectura , contrariamente a los adultos que le daban un espacio

fundamental, destacando que era lo mejor que podía haber en el mundo.

Es una pena que los jóvenes no le den tanta importancia a la lectura como antes,

porque hoy la tecnología pasó a tener un lugar más importante para los jóvenes y

les ocupa el poco tiempo libre que a veces tienen.

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¿Cómo se celebra el día del libro en los liceos?

El Richard Anderson lo celebró realizando una encuesta

El día del libro se festejó en los distintos liceos del país de diferentes

maneras, pero hay una idea que nos llamó la atención.

Los alumnos del liceo Richard Anderson realizaron una encuesta con

preguntas sobre la frecuencia de la lectura, lugar donde se lee, a qué hora

se lee y en qué formato se lee.

Estas preguntas fueron destinadas a gente desconocida en algunos casos y

a familiares en otros. Abarcando desde niños hasta adultos mayores.

Los resultados fueron:

¿Te gusta leer? La mayoría respondió que sí

¿Tienes un lugar definido para leer? La mitad respondió

que sí

¿Tienes un horario definido para leer La mitad respondió

que sí

¿Formato papel o digital? La mayoría prefiere papel

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Estimados lectores, a diferencia de lo que creíamos, la mayoría de las personas les gusta leer en formato

papel antes que digital.

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Prólogo

Para poder hacer estas encuestas tuvimos que hacer

preguntas sobre los barrios de Montevideo.

Gracias a estas preguntas pudimos averiguar cuánto las

personas saben sobre cada barrio. También, pudimos

averiguar qué opinaban sobre él.

Como no todas las personas opinaban lo mismo tuvimos

que hacer un artículo para poder comparar todas las

opiniones.

Nuestro Trayecto

Para los artículos de los barrios, los grupos fueron

organizados en función del lugar donde vivían, todos los de

Pocitos eran un grupo, todos los de Malvín eran otro grupo

y así sucesivamente.

Tuvimos que hacerles cinco preguntas a diez personas

sobre qué opinaban acerca del barrio que al grupo le había

tocado.

Estas personas debían ser del barrio y estas preguntas

también tenían que ser respondidas por personas del

centro comunal de cada barrio. Después, tuvimos que crear

artículos sobre qué opinaban las personas sobre el barrio

que le habían preguntado.

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Das Land

Estuvimos analizando las encuestas realizadas a distintas personas que

viven en Buceo, Punta Carretas, Carrasco, Malvín y Punta Gorda que

fueron elaboradas por estudiantes de primero de liceo del colegio

Richard Anderson.

De las encuestas realizadas se sacó la conclusión de que las personas

tienen distintas opiniones. Al 50% de ellas le gusta la limpieza del

barrio, otro 70% tiene anécdotas interesantes para contar y el 60%

vivía hace bastante tiempo en ese barrio.

También le hicieron una encuesta a una persona del Centro Comunal,

que les ayudó mucho a conocer mejor el barrio.

Para concluir, a la mayoría de los habitantes de los distintos barrios de

Montevideo opinan que estos son buenos para vivir ya que en general,

la limpieza, seguridad de las mismas son aceptables para los

habitantes. A continuación, les dejo una gráfica que les ayudará a

entender mejor las respuestas de las personas.

Sofía Grauer

Federico Gorriarán

Manuel Font

Emiliano Santoro

Ismael Licio

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El Notición de

BerandaBerita para

todos

Alumnos de primer año del Colegio Richard Anderson, hicieron encuestas a

distintas personas de Montevideo para saber qué opinan de la limpieza, seguridad,

entorno, etc. La consigna se dividió por barrios: Pocitos, Pocitos Nuevo, Buceo,

Punta Carretas, Malvín y Carrasco.

Nos comunicamos con los alumnos: Augusto Villajos, Facundo Testa, Clara Rossi,

Natalie Fernández y Catalina Firpo. Ellos tuvieron que realizar una encuesta para

ver qué opina la gente sobre Buceo.

Se trataba de formular cinco preguntas distintas a cada persona. Entrevistaron a

diez personas; la cuales respondieron lo siguiente:

La primera pregunta decía así:

¿Qué opina usted sobre la limpieza de Buceo?

El 70% respondió que la limpieza es deficiente, los vecinos deben tomar conciencia

de que cada uno debe ayudar. El resto, el 30% contestó que Buceo tiene una buena

limpieza, los habitantes se preocupan.

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La segunda pregunta decía así:

¿Qué opina usted sobre la privacidad?

El 70% respondió que Buceo tiene privacidad, los vecinos son tranquilos pero el

30% respondió que a la noche, los fines de semana corren en la rambla autos con el

caño de escape libre y hacen demasiado ruido, son muy peligrosos por su alta

velocidad.

La tercera pregunta decía así:

¿Qué opina usted sobre la seguridad de la zona?

El 90% respondió que la seguridad es deficiente, uno transita cada vez con más

miedo y el 10% respondió que hay seguridad: guardias en los edificios y shoppings.

La cuarta pregunta decía así:

¿Qué beneficios hay en este barrio que no hay en otros?

Todos contestaron: se encuentra la Rambla Armenia y el Puerto del Buceo.

Además, es práctico porque todo queda cerca.

La última pregunta decía así:

¿Qué le mejorarías o arreglarías al barrio?

La mayoría le arreglaría: la iluminación, más estacionamientos, plazas, verde,

mayor seguridad y mayor limpieza.

Con estas entrevistas llegamos a la conclusión de que este barrio es muy lindo pero

lamentablemente los habitantes tiran papeles a la calle, cualquier tipo de residuo,

eso es lo que hace que el barrio empeore en tanto a la limpieza. En resumen, si

estás leyendo este artículo antes de tirar algún papel a la calle, piénsalo antes de

hacerlo.

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NOTICIAS DE ÚTIMO MINUTO:ALUMNOS DE PRIMER AÑO DEL COLEGIO RICHARD ANDERSON REALIZARON UNA ENCUESTA ACERCA DE ALGUNOS BARRIOS URUGUAYOS; POCITOS, POCITOS NUEVO, MALVÍN, PUNTA CARRETAS Y BUCEO. ESTO LO HICIERON COMO PARTE DE UNA MUESTRA PARA LA ASIGNATURA IDIOMA ESPAÑOL.

NOSOTROS NOS

CENTRAREMOS EN

POCITOS NUEVO:

ESTE PROYECTO FUE HECHO POR: Agustina Sotelo, Santiago Rogel, Mauricio Buszkaniec, Francisco Sobral y Federico Klimesch.

CÓMO LO HICIERON:Su idea inicial fue ir al centro comunal del barrio pero, ahí no obtuvieron el éxito esperado. Luego fueron al Cabildo y ahí si tuvieron respuestas más cultas.

SECUNDARIA:

Este año

decidieron no

realizar el Richard

Rock.

PRIMARIA:

Se están por

saber los nuevos

abanderados

SE ACERCA FIN DE AÑO, ENTÉRATE LAS FECHAS DE CIERRE CON NOSOTROS.

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SOBRE LAS ENCUESTAS:

LE HICIERON CINCO

PREGUNTAS A DIEZ

PERSONAS; LAS

PREGUNTAS ERAN:

¿POR QUÉ SE LLAMA ASÍ?

¿POR QUÉ SE CREÓ?

¿CÓMO SE CREÓ?

¿ANTES TENÍA OTRO

NOMBRE?

¿CUÁNDO SE EMPEZÓ A

LLAMAR ASÍ?

SACARON LAS

SIGUIENTES

CONCLUSIONES:

PREGUNTA UNO

El 90% respondió: porque es nuevo.PREGUNTA DOS:

El 70% respondió: para que Pocitos se expandiera.

PREGUNTA TRES:

El 95% respondió: con arquitectos.

PREGUNTA CUATRO:

El 65% respondió: no sé.

PREGUNTA CINCO:

El 98% respondió: ni idea.

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Estudiantes, que realizaron el proyecto:

@

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NOTICIAS DE ÚTIMO MINUTO:

ALUMNOS DE PRIMER AÑO DEL COLEGIO RICHARD ANDERSON REALIZARON UNA ENCUESTA ACERCA DE ALGUNOS BARRIOS URUGUAYOS; POCITOS, POCITOS NUEVO, MALVÍN, PUNTA CARRETAS Y BUCEO. ESTO LO HICIERON COMO PARTE DE UNA MUESTRA PARA LA ASIGNATURA IDIOMA ESPAÑORECORRIENDO EL BARRIO

ENCUESTAS E INFORMACIÓN

HACE UN TIEMPO, NOS ENCONTRAMOS CON UNOS NIÑOS, QUE ESTABAN

HACIENDO UNAS ENCUESTAS Y DECIDIMOS HACER UN ARTÍCULO SOBRE ELLAS.

LOS NIÑOS: JOAQUINA CAMAÑO, LUCAS KEDZIERSKI, FRANCO MENONI Y

LEONARDO POOL, ESTABAN HACIENDO PREGUNTAS Y BUSCANDO

INFORMACIÓN SOBRE EL BARRIO PUNTA CARRETAS.

EN GENERAL, LA MAYORÍA DE LASA PERSONAS, DIJERON QUE PUNTA CARRETAS,

SE LLAMA ASÍ, PORQUE EN ESE ÉPOCA, TODOS ANDABAN EN CARRETAS.

LA SEGUNDA PREGUNTA, ERA POR QUÉ SACARON LA CÁRCEL E

HICIERON UN BARRIO. EN GENERAL DIJERON, “PORQUE EMPEZÓ A IR MÀS GENTE

A VIVIR, Y LA CÁRCEL ERA MUY DESPROLIJA Y FEA PARA ESTAR EN EL MEDIO DE

UNA CIUDAD”.

DESPUÉS, VENÍA LA PREGUNTA DE LOS LUGARES MÁS VISITADOS EN PUNTA

CARRETAS. NO TODOS SABÍAN Y DIJERON DIFERENTES COSAS.

NUESTRAS CALLES

LAS CALLES QUE

TRABAJAMOS SON:

FRANCISCO VIDAL

BENITO BLANCO

BENITO NARDONE

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LA MAYORÍA DIJO: “LOS LUGARES CERCA DE LA RAMBLA”.

CUÁNDO LLEGÓ LA PREGUNTA DE POR QUÉ LES GUSTABA EL BARRIO, TODOS

DIJERON DIFERENTES OPINIONES. PARA TENER UNA RESPUESTA CONCRETA, LE

PREGUNTAMOS A LOS ENTREVISTADORES, Y NOS DIJERON QUE A ELLOS LES

GUSTABA POR LA RAMBLA.

GRACIAS A SU ESFUERZO Y

DEDICACIÓN, TODOS

PODEMOS SABER MÁS DE LO

QUE YA SABÍAMOS.

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Sopa de letras

R O S A W D E W L A D V I Y A

S D F G G H J F J K Í L Ñ A J

L G J K J A I M E Z A H D N K

E H M N V J J G G G F H D H D

E Y U I C A L L E C D F R J Ñ

R W E T I P L Q S A E I S M A

C R A S A N R C R E L F R A N

C O L G A T E O R A L F E D E

V H J W F X H V R A L C R E M

A Z E D G R Y A R T I C U L O

Z C H R I O P Ñ L M B W E R A

W U B B L E O T O Q R C V N M

H D I A R I O L K P O U Y O I

B U B B L E H H J K I O U Y I

D Y U R U R Y I R Y U J T I H

HORIZONTALES:

1. Lo hicimos para el Día del Libro.

2. Lo que lee mi abuelo.

3. Por donde pasan los autos.

VERTICALES:

1. ¿Qué leemos?

2. Algo que deberías hacer.

3. ¿Qué se conmemora el 26 de mayo?

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Ayuda al libro a llegar a la meta

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Completa los nombres de los barrios

RESPUESTAS 1. Punta Carretas.

2. Malvín.

3. Pocitos (Nuevo).

4. Buceo.

5. Carrasco.

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“POLIRRÍTMICO DINÁMICO”

Palpitante y jubiloso,

como el grito que se lanza de repente a un aviador,

todo así, claro y nervioso,

yo te canto, ¡oh, jugador maravilloso!,

que hoy has puesto el pecho mío como un trémulo tambor.

Ágil

fino,

alado,

eléctrico,

repentino,

delicado,

fulminante,

yo te vi en la tarde olímpica jugar.

Mi alma estaba oscura y torpe de un secreto sollozante,

pero, cuando rasgó el pito emocionante

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y te vi correr..., saltar...

Y fue el ¡hurra! y la explosión de camisetas

tras el loco volatín de la pelota,

y las oes y las zetas,

del primer fugaz encaje

de la aguja de colores de tu cuerpo en el paisaje,

otro nuevo corazón de proa ardiente,

cada vez menos despacio

se me puso a dar mil vueltas en el pecho de repente.

Y te vi, Gradín,

bronce vivo de la múltiple actitud,

zigzagueante espadachín

del goalkeaper cazador

de ese pájaro violento

que le silba la pelota por el viento

y se va, regresa y cruza con su eléctrico temblor

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¡Flecha, víbora, campana, banderola!

¡Gradín, bala azul y verde! ¡Gradín, globo que se va!

Billarista de esa súbita y vibrante carambola

que se rompe en las cabezas y se enfila más allá...,

y, discóbolo volante,

pasas uno..., dos..., tres..., cuatro..., siete jugadores...

La pelota hierve en ruido seco y sordo de metralla,

se revuelca una epilepsia de colores.

y ya estás frente a la valla

con el pecho..., el alma..., el pie...,

y es el tiro que en la tarde azul estalla

como un cálido balazo que se lleva la pelota hasta la red.

¡Palomares! ¡Palomares!

de los cálidos aplausos populares...

¡Gradín, trompo, émbolo, música, bisturí, tirabuzón!

(¡Yo vi tres mujeres de esas con caderas como altares

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palpitar estremecidas de emoción!)

¡Gradín!, róbale al relámpago de tu cuerpo incandescente,

que hoy me ha roto en mil cometas de una loca elevación,

otra azul velocidad para mi frente

y otra mecha de colores que me vuele el corazón.

Tú, que, cuando vas llevando la pelota,

nadie cree que así juegas;

todos creen que patinas,

y en tu baile vas haciendo líneas griegas

que te siguen dando vueltas con sus vagas serpentinas.

¡Pez acróbata que al ímpetu del ataque más violento

se escabulle, arquea, flota,

no lo ve nadie un momento,

pero como un submarino sale allá con la pelota...!

Y es entonces cuando suena la tribuna como el mar:

todos grítanle: ¡Gradín!, ¡Gradín!, ¡Gradín!

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Y en el ronco oleaje negro que se quiere desbordar,

saltan pechos, vuelan brazos y hasta el fin

todos se hacen los coheteros

de una salva luminosa de sombreros

que se van hasta la Luna a gritarle allá: ¡Gradín!, ¡Gradín!, ¡Gradín!

Eduardo Galeano.

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Juan Parra del Riego

“LOS NEGROS”

En 1916, en el primer campeonato sudamericano, Uruguay goleó a

Chile 4 a 0. Al día siguiente la delegación chilena exigió la anulación del

partido “porque Uruguay alineó a dos africanos”. Eran los jugadores

Isabelino Gradín y Juan Delgado. Gradín había cometido dos de los cuatro

goles.

Bisnieto de esclavos, Gradín había nacido Montevideo. La gente se

levantaba de sus asientos cuando él se lanzaba a una velocidad pasmosa,

dominando la pelota como quien camina, y sin detenerse esquivaba a los

rivales y remataba a la carrera. Tenía cara de pan de Dios y era un tipo de

esos que cuando se hacen los malos, nadie les cree.

Juan Delgado, también bisnieto de esclavos, había nacido en Florida, en el

interior de Uruguay. Mucho se lucía Delgado bailando la escoba en los

carnavales y la pelota en las canchas. Mientras jugaba, conversaba, y les

tomaba el pelo a los adversarios.

-Descolgame ese rácimo –decía, elevando la pelota. Y lanzándola decía:

-Tírate que hay arenita.

Uruguay era, en aquel entonces, el único país del mundo que tenía

jugadores negros en la selección nacional.

Nos inspiramos en estos Autores para realizar nuestras historias;

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Eduardo Galeano

Eduardo Germán María Hughes Galeano, nació en Montevideo,

Uruguay, el 3 de septiembre de 1940. En 1960 inició su carrera

periodística como editor de la que sería la mítica revista Marcha. Tras el

golpe de Estado de 1973 fue encarcelado y tuvo que exiliarse a

Argentina. Publicó "Las venas abiertas de América Latina", libro que

marcaría varias generaciones, y que fue censurado por las dictaduras

militares de Uruguay, Argentina y Chile. Esta obra proponía una

historia de América Latina en clave de descolonización, lo que en ese

entonces era impensable en los discursos dominantes. En Argentina

fundó la revista cultural Crisis.

http://www.escritores.org/biografias/374-eduardo-galeano

Juan Parra del Riego

Poeta, ensayista y dramaturgo peruano, nacido en Huancayo (en el

departamento de Junín) en 1894, y fallecido en Montevideo (Uruguay)

en 1925. Aunque nació en Perú y gozó siempre de nacionalidad

peruana, en Uruguay -donde se afincó en 1917, participó activamente en

la vida cultural, compuso casi todos sus poemas y dio a la imprenta la

práctica totalidad de su obra- está considerado como uno de los grandes

poetas nacionales, hasta el punto de que, después de su muerte, se dio su

nombre a una calle de Montevideo y se erigió un monumento a su

memoria. Autor de una singular obra poética que supo adaptar a la

perfección sus moldes formales modernistas a los nuevos contenidos

temáticos sugeridos por la Vanguardia (especialmente, en su corriente

futurista), a pesar de su breve existencia dejó un fecundo legado lírico

caracterizado por su originalidad, su flexibilidad y su brillantez

expresiva.

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=parra-del-riego-

juan

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¿Quién somos?

Une los seudónimos con las siguientes características:

Awela: Con pecas y es alegre.

Bob Esponja: Me gustan las películas y cuentos de

suspenso.

C.C.R: Me gusta el fútbol y soy bajo.

Delex: Tiene faltas de ortografia y Le gusta el

básquet.

El loco de los lobos Alfa: Rugbier y alto.

Espirito: Charlatana, alegre y despistada.

Hojas: No soy muy alto y me encanta navegar.

Hola: Me gustan las aventuras y el suspenso.

Jazmín: Me gustan las películas y la poesía.

Lolxd: Soy horrible en matemática y me gusta el

fútbol.

Losco: Paso riendo y me gusta mucho el chocolate.

Luz: Vago y me gusta el fútbol.

Mirtha Legrand: Con rulos.

Mosquetera: Poco pelado y matemático.

Paco Manolito Simpson: Me gustan las películas y ser feliz.

Paturuzú: Me gusta el fútbol y crecí.

Rafiki1.0: Mediano y ojos marrones.

Rapi10: Alto y con pelo marrón.

RGSM: Enojón y alto.

Ruedas: Rubia y bajita.

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Tiwi: Me gusta tocar la guitarra.

Tres ponys voladores: Alegre y solidaria.

Tortuga Manuelita: Me gusta la música y el fútbol.

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Querido Lector

Este libro fue escrito con mucha dedicación y trabajo. Esperamos que

lo hayan disfrutado. Para escribir este libro, nos separamos en muchas

comisiones. Algunas eran encargadas de organizar, otros de diseñar,

corregir, etc.

Esperamos que lo hayan disfrutado.

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Esta saga de cuentos fantásticos y maravillosos no solo

te atrapa-

rá, también te dejará un mensaje. ¡Prepárate para este

libro,

porque una vez que lo abras no lo vas a poder cerrar

más!

Este libro fue hecho por alumnos de primer año de

liceo del

Colegio Richard Anderson.

Lo lograron con mucho esfuerzo y dedicación. Les

interesó mucho

el tema del racismo, de la discriminación, de los

mapuches y

más… Todos los temas mencionados anteriormente

son

tratados en este libro desde 23 puntos de vista diferen-

tes ya que, cada uno de los alumnos los interpretaba a

su

manera.

¡Te invito a que le des una oportunidad, te prometo

que no te vas

a arrepentir!

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AGRADECIMIENTOS:

Como todo trabajo en equipo, requirió la

colaboración de todos los integrantes de

esta comunidad educativa.

A todos ellos agradecemos profundamente

habernos ayudado a lograr este libro.

Cariñosamente:

GENERACIÓN 2004.