PRESENTACION DE HENRY GEORGE (*)

Henry George fue el mayor filósofo social norteamericano. Nació en Filadelfia el 2 de septiembre de 1839, forjó a su carácter en una vida muy variada e intensa, a la que entregó en medio de su segunda campaña electoral en la ciudad de Nueva York el 29 de octubre de 1897.

De modesta cuna, hijo varón de una familia religiosa, fue desde su adolescencia un joven inquieto. A los 16 años se embarcó como grumete, realizando dos largos viajes por mar. En uno de ellos llegó a la India donde la extrema miseria en la orillas del Ganges le produjo viva impresión. En un largo periplo de casi un año viajo alrededor del continente americano pasando por las costas de Brasil, Uruguay y Argentina y, tras cruzar el estrecho de Magallanes, bordeó en su buque la costa Occidental de America hasta San Francisco. En esta ciudad se enamoró perdidamente de la mujer a la que con audacia le propondría matrimonio apenas alcanzada la edad adulta. Ella acepó contra la voluntad de sus padres. La nueva pareja fue tan feliz como duradera. Pero padecieron días de verdadera miseria . George confesó en sus escritos posteriores, que una vez al no contar con dinero alguno para atender enfermedad de su hijo, asaltó a una persona en San Francisco medio de la noche. Escribió que la víctima aterrado por su cara le entregó los necesarios 5 dolares que bajo tal apremio le exigiera.

Gran observador de la realidad se dio cuenta de la vertiginosa evolución de los precios de la tierra en California, región que atraia por entonces a miles de hombres por la “fiebre del oro”. El mismo dejó su puesto de linotipista para trabajar como minero con escaso éxito. Con motivo de la muerte de uno de sus hermanas tuvo que viajar a Filadelfia. Durante el viaje supo de la inmoral apropiación de enorme cantidad de tierras por parte de empresas ferroviarias y de otros financieros terratenientes. Como trabajaba en un periódico en San Francisco denunció estos hechos por telegrafo a los grandes diarios de Nueva York. Mas el telegrafo era de propiedad del ferrocarril y no trasmitía sus mensajes o presionaba sobre los periódicos para que no que no publicaran sus escritos. Todo esto le determinó a trasladarse con su familia hacia la costa del Este, residiendo finalmente en Nueva York.

Estos acontecimientos ponen a la vista que si bien George fue un gran pensador, elaborando filosofica y científicamente sus emotivas experiencias para desarrollar una teoria económica base para un orden social democrático, integrado por hombres libres, iguales ante la ley capaces de laboran en fraternal cooperación, fue al mismo tiempo un insobornable luchador por las causas sociales.

Su sensible espíritu le formulaba varios interrogantes y su ferrea voluntad habría de

impulsarlo a desarrollar y propalar su concepción. Se preguntaba : ¿Cómo explicar que a medida que los hombres crean nuevos ingenios para producir más y mejor, con lo que el bienestar general debiera aumentar, la miseria como fenómenos social siga a la riqueza como la sombra al cuerpo? ¿Cómo explicar que mientras la riqueza aumenta para algunos

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pocos en progresión aritmética , la pobreza lo haga en proporción geométrica para la gran mayoría de población trabajadora? ¿Es que acaso el progreso es enemigo del bienestar y de la moral?

Todo su pensamiento era animado por un profundo amor al prójimo. Pero fue aplicado en forma ordenada para investigar “la causa de la miseria de las naciones” con el fin de a hallar “un remedio” que pusiera fin a tan extraños y catabólicos efectos.

Expuso sus fundamentos teóricos y su doctrina moral en profundidad y con claridad

insuperable . Un pensar al servicio del bien. Lo concretó diversos libros, múltiples conferencias y en centenares de artículos, que formaron nueve volúmenes. Lejos que permanecer en umbríos gabinetes buscó hacerse oir por el hombre común. La publicación de sus ideas promovió una gran agitación intelectual y reformadora desde la America anglosajona hacia todos los paises del mundo. Clamó para que se prestara atención a la cuestión del acceso a la tierra y al destino de la renta que en ella se acumula. Su clamor resonó en la ultima década del siglo XIX y en las primeras del XX urbi et orbi. En lo politico y aun en lo religioso. Tuvo, entre otros, seguidores en lugares tan geográficamente alejados como en Inglaterra (Wiston Churchill), en China (Sun Yat Sen) y en la Argentina (Roque Saenz Peña).

Tras su muerte innumerables discípulos con ardiente entusiasmo e inquebrantable fe comunicaron la buena nueva : un mejor sistema de acceso a la tierra y destino para la renta del suelo, que lejos de perjudicar a la libertad individual la fomentaba y en lugar del odio fortaleciera la fraternidad. Sus seguidores pretendían reformular pacíficamente el orden social en todas sus dimensiones para constituir una sociedad humana más justa , libre de pobres y de convulsiones sociales, condición esencial para mantener vivo al impulso del el alma conciente emergente en la Edad Contemporánea (Rudolf Steiner)

Ese impulso por una reforma social justa fue trabado por la primera Guerra Mundial 1914-1918. El huracán desatado (cuyo germen material principal hay que rastrearlo en los sistemas de propiedad de la tierra y su renta) conmovió la vida institucional del mudo entero. Esa insensata guerra abrio las puertas a otras concepciones para ordenar la sociedad. Éstas reavivaron las brasas encendidas dando lugar a una mas terrible guerra en los años 1939-1945. Los fuegos no se han apagado. A fines del siglo XX y comienzos del XXI se reavivan aquí y alla y un variado pero constante pleito social sigue siendo generado por las causas que Progreso y Miseria ha sabido catalogar.

Muchos fueron los efectos del conflicto armado iniciado en 1914. Uno de los peores desde el punto de vista espiritual y científico fue el ocultamiento – por efecto o por intención – del pensamiento de Henry George. Sus ideas y propuestas permacen ocultas como el “secreto mejor guardado”. ¿Puede algun asiduo visitante de bibliotecas y librerias contar con que puede acceder a ellas? Peor aun. Algunos dicen conocerlas bajo el nombre de "georgismo»”. Designación preferida por quienes de verdad no las conocen o, al contrario, por conocerlas demasiado tratan que otros las conozcan. Con esa etiqueta se incluye una buena

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teoria para un buen orden social en la bolsa de los centenares de “ismos” que han emergido por doquier. Con tal epíteto se aparta de la vista de legos e ilustrados los principios de orden que aporta una ciencia util para constituir una sociedad de hombres libres, tratados en pie de igualdad, unidos por ampliado sentimiento de fraternidad general.

Por su claridad lenguaje y precisión de conceptos son admirables todos los libros de Henry George. Sin embargo fundamental es su primera obra, Progreso y Miseria. Indagación acerca de la causa de las crisis económicas y del aumento de la pobreza con el aumento de la riqueza. Por su concepción, por su estilo, por sus pensamientos, por la claridad lógica de sus explicaciones, ratificadas una y otra vez por los hechos, es la obra del genio. En ésta se plantea el gran problema social básico por ser ineludible: los hombres han de cumplir el mandato bíblico de crecer y multiplicarse, pero el planeta Tierra es finito . ¿Cómo satisfacer aquel mandato divino con la estricta limitación de los recursos dados?

No hay ningún libro en el mundo que haya acometido esa tarea tan franca e íntegramente. Ninguno que haya planteado ante el espíritu el problema de la gran miseria que oprime a los hombres en medio del maravilloso poder que nos ha sido dado para producir riqueza . En este sentido, Progreso y Miseria es un libro único por su sistemática y ordenada exposición y – sobre todo por cntender un raro un ex curso final. Cuando se llega a su fin, completamente satisfecho porque todas las dudas han desaparecido, el lector descubre que el libro no ha terminado. Sigue el texto. Pero es otra materia la que aborda. No habla de soluciones materiales. El analisis de los problemas economicos y sociales ha sido agotado. Cuando el lector puede creer que la obra ha terminado – y de hecho en lo material ha terminado – aparece otro capitulo extraño. Una nueva e inesperada cuestion se agrega en doble carácter: cierre y apertura a la vez. ¿Cuál es – dice el autor -, el significado de la vida, de la vida absoluta e inevitablemente limitada por la muerte? Con voz espiritual la contesta con sencillez y franqueza: A mi sólo me parece comprensible (la vida) como el camino y el umbral de otra vida. Un paso de la vida de aquí a la de más allá. Una prueba y una lucha cuyo final no podemos ver. La ciencia de lo material termina accediendo a otra que Rudolf Steiner denominara “ciencia espiritual”. El lector avisado no debe menospreciar este agregado en la obra de George.

La solidez del razonamiento de Henry George es tal, que Tolstoy, en su ensayo titulado Una gran iniquidad, dice que solo hay dos medios de combatirlo: ignorarlo o falsearlo. La literatura actual ha preferido más lo primero. Es mas seguro para el statu quo mantenerlo oculto que discutirlo. Puede el lector comprobar este ocultamiento material buscando las obras de George en bibliotecas y librerias.

Progreso y Miseria fue publicado en 1879. En su momento fue el libro traducido a más idiomas de cuantos la historia de la cultura humana registra. Lo fue al chino, traducido por el profesor W. E. Mackin con la ayuda interesada del famoso Sun Yat-Sen; al sistema Braille para que puedan leerlo los ciegos. Se ha dicho que salvo la Biblia, es la obra de la que se han hecho más ediciones. Su belleza es tal, que algunos exegetas han llegado a atribuir su gran

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éxito a la hermosura de su estilo y al calor de fraternidad y elevado sentimiento cristiano que lo satura. Estas cualidades existen y lo avaloran; pero es su potencia persuasiva la que ejerce poder sobre el entendimiento y el corazón. En esta obra se examinan y mejoran las doctrinas principales dominantes en la reciente ciencia económica – la llamada ciencia económica clásica – y tras señalar puntualmente los errores de cada una, expone un pensamiento central. Lo hace con tan rigurosa lógica que el filosofo norteamericano John Dewey pudo decir: "Desde Platon acá no llegan a diez los pensadores que se han alcanzado altura de Henry George."

La doctrina de George no es una “ocurrencia”. Ha tenido muchos precursores en todos los países. De ellos da noticia minuciosa el libro The Philosophy of Henry George, de George Raymond Geiger, profesor asociado de Filosofía de la Universidad de North Dakota (Nueva York, 1933). Es éste uno de los más acabados estudios publicado hasta ahora sobre el contenido ético y filosófico del pensamiento de George, sus relaciones con el socialismo y la religión y su influencia sobre la legislación y la política de diferentes países donde hoy se aplica total o parcialmente, con los efectos previstos.

Sin embargo el libro de Geiger omite otros precursores. Los que se encuentran en habla castellana. Las ideas fundamentales, relativas a la propiedad de la tierra y su influencia esclavizadora sobre las clases despojadas de sus derechos, se encuentran en España a partir de Luis Vives y el P. Mariana. Un rosario de pensadores se encuentran antes de George en la tradición intelectual española. Así Joaquín Costa con su Colectivismo agrario en España, ; y Alvaro Fl6rez Estrada. En 1839, este gran economista publicó un folleto titulado La cuestión social: origen, latitud y efectos del derecho de propiedad, en que expone, con sus funda-mentos filosóficos, su opinión sobre la causa de la miseria y el remedio de ese problema, coincidiendo esencialmente con los que, cuarenta años después, expusiera Henry George. Su pensamiento quedó íntegramente formulado su Curso de Economía Política.

En la Argentina fue el ilustre abogado don Manuel Belgrano el portador de esas ideas, traídas desde España al Consulado que ocupara en el Virreynato del Rio de La Plata en 1794. Instruido y convencido del pensamiento fisiocratico, aprendidos los ámbitos liberales, publicó sus primeras Memorias en Buenos Aires a partir del año 1796. En ellas fue inyectando en los hombres que gestarian la Revolucion de Mayo , el espíritu necesario para legislar un igualitario acceso a la tierra. Este pensamiento se concretó en la Ley de Enfiteusis de 1826, primera ley en el mundo dedicada a reglar el acceso a la tierra asegurando la libertad y la igualdad y en dar destino publico a la renta del suelo. Más tarde fueron los miembros de la Asociación de Mayo de 1837 . con Esteban Echeverria y Juan Bautista Alberdi , entre otros, los continuadores de esta constitucion legal para una sociedad justa de hombres libres dispuestos a vivir de su trabajo. Este pensamiento esta estampado en el Preambulo de la Constitucion de 1853, dictada para “todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino” dispuestos a vivir libremente y del fruto de su propio trabajo.

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El libro Progreso y Miseria ha influido decisivamente en la legislación de muchos países, entre los que se encuentran Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Estados Unidos, África del Sur, y en Europa. Este admirable libro seguirá haciendo su obra. Nadie que lo lea atentamente y de buena fe dejará de convencerse de la verdad que contiene. Entenderlo y aplicar sus principios es el mejor modo de alentar el amor a la patria, a los hombres, a la justicia y a la libertad de todos y cada uno de los habitantes. Progreso y Miseria promueve una cruzada moral y social, la que sólo terminará con su definitivo triunfo. Esta es la causa de sui visible ocultamiento en muchos países, aunque sus gobiernos hagan alarde de estar a favor de la libertad individual y la justicia social.

El lector sin prejuicios ha de sentir con el corazón la profunda verdad que el libro contiene. Disfrutara de la claridad del pensamiento necesaria para que los justos ideales prosperen. Mas hay un problema que es bueno advertir. Cuanto más claros son los conceptos más difícil suele ser el aceptarlos. El origen de esta tendencia es difícil de explicar, pero imposible de negar. Atraen a gran mayoria de personas los conceptos oscuros y enrevesados, como si en lo oscuro hubiera una fuerza oculta digna de admiración y reverencia. Esta tendencia de lejano y arcano origen se materializa de modo creciente en la edad actual. En especial en el campo de las ciencias sociales. De propósito o por consecuencia, lo que mas necesita conocer el hombre común – el derecho y la economia - se le hace más difícil conocer. Maraña de textos legales y oscuras formulas matematicas hacen del ciudadano ilustrado un perfecto ignorante de ambas realidades. No lo iluminan los que en las casas de estudio son masivamente autorizados npara juzgar lo que es justo y economico.

Este obstaculo lo presintió y anticipo George al cerrar el último capítulo de su libro. Escribio allí:” La verdad que he procurado esclarecer no será aceptada fácilmente. Si pudiera serlo, habría sido admitida desde hace tiempo. Si pudiera serlo, jamás se habría oscurecido. Sin embargo encontrará amigos que trabajarán por ella, que sufrirán por ella y si fuere preciso morirán por ella. Tal es el poder de la verdad.”

Quien decida leer y comprender los fundamentales conceptos contenidos en Progreso y Miseria ha optado por un camino difícil , porque ha elegido el camino de la verdad. Aquel que se niegue a leerlo o tras leerlo niegue comprenderlo y aplique sus esfuerzos para oscurecerlo, sépalo o no, ha elegido el camino de la mentira y la falsedad, perjudicando a su sociedad.

Buenos Aires, marzo del año 2014

(*) Prologo original de Baldomero Argente modificado y actualizado por Hector Sandler

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