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Promotores IES F - bvs.minsa.gob.pebvs.minsa.gob.pe/local/minsa/1248_MINSA1514-1.pdf · en el Perú - Componente VIH-Sida. Objetivo 1: “Promover estilos de vida saludables en adoles-centes

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Haciendocamino al andar

Módulo para formar

a educadores de pares juveniles

en la promoción de

una sexualidad saludable

Haciendo camino al andarMódulo para formar a educadores de pares juvenilesen la promoción de una sexualidad saludable

Esta publicación ha sido realizada por el Instituto de Educación y Salud (IES) como par te del

proyecto del Fondo Mundial Fortalecimiento de la Prevención y Control del Sida y la Tuberculosis

en el Perú - Componente VIH-Sida. Objetivo 1: “Promover estilos de vida saludables en adoles-

centes y jóvenes en temas de ITS-VIH-Sida“, ejecutado por el Consorcio por el Desarrollo de

Adolescentes y Jóvenes.

Ministerio de Salud

Dirección General de Salud de las Personas

Director General

Dr. Luis Enrique Podestá Gavilano

Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de las ITS y el VIH-Sida

Coordinador Nacional

Dr. José Luis Sebastián Mesones

Área Etapa de Vida Adolescente

Coordinadora Nacional

Dra. María del Carmen Calle

Dirección General de Promoción de la Salud

Director General

Dr. Ricardo Bustamante

Laporta, Deborah y Alina Anglas

HACIENDO CAMINO AL ANDAR

Módulo para formar a educadores de pares juveniles en la promoción

de una sexualidad saludable

Lima: MINSA-IES 2005

Educación de pares, sexualidad, VIH-sida.

Instituto de Educación y Salud

Directora

Carmen Murguía Pardo

Autoras

Deborah Laporta

Alina Anglas

Corrección de estilo

Rocío Moscoso

Diagramación e ilustraciones

Rosa Segura

Teresa Serpa

Impresión

M/N Editores y Servicios Gráficos

Ministerio de Salud

República del Perú

Av. Salaverry s/n

www.minsa.gob.pe

Instituto de Educación y Salud (IES)

República de Chile 641

Lima 11- Perú

www.ies.org.pe

Jóvenes, veo la luz de vuestros ojos, la

energía que emana de vuestros cuerpos

y la esperanza que impregna vuestras

almas.

Sé que sois vosotros y no yo quienes

levantaréis el futuro. Sé que sois

vosotros y no yo quienes rectificaréis

nuestros errores y así se sumarán las

cosas buenas de este mundo.

Nelson Mandela

Ministra

Dra. Pilar Mazzetti Soler

Viceministro

Dr. José Carlos del Carmen Sara

DIRECCIÓN GENERAL DE SALUD DE LAS PERSONAS

Director General

Dr. Luis Enrique Podestá Gavilano

ESTRATEGIA SANITARIA NACIONAL DE PREVENCIÓN Y CONTROL DE LAS ITS Y EL VIH-SIDA

Coordinador Nacional

Dr. José Luis Sebastián Mesones

ÁREA ETAPA DE VIDA ADOLESCENTE

Coordinadora

Dra. Maria del Carmen Calle

DIRECCIÓN DE PROMOCIÓN DE LA SALUD

Director General

Dr. Ricardo Bustamante

5

Agradecemos a los/las adolescentes y jóvenes de las diferentes orga-

nizaciones de las siete ciudades del país en las que se desarrolló el

proyecto —Lima, Callao, Chimbote, Piura, Iquitos, Huancayo e Ica—,

quienes al participar en los talleres de formación como educadores de

pares contribuyeron a enriquecer esta propuesta educativa.

Así mismo, agradecemos a los profesionales de salud que participaron

en estos espacios y acompañaron el proceso de formación de los

jóvenes.

Reconocemos la valiosa participación de las organizaciones locales

Asociación para el Desarrollo Amazónico (ADAR) de Iquitos, Asociación

Lazo Rojo de Piura, Instituto de Desarrollo Local (IDEL) de Huancayo y

Alma América de Ica. Todas ellas impulsaron con mucho compromiso y

dedicación el proceso de formación de adolescentes y jóvenes en las

diferentes ciudades.

Agradecimientos

6

CHIMBOTE

■ C. S. del Santa

■ CAJ Amistad

■ Universidad César Vallejo - Facultad de

Psicología

■ Perpetuo Socorro

■ Jóvenes en Acción por la Vida

CALLAO

■ C. S. Acapulco

■ C. S. Angamos

■ C. S. Bocanegra

■ C. S. Carmen de la Legua

■ C. S. Defensores de la Patria

■ C. S. El Ayllu

■ C. S. Grau

■ C. S. José Olaya

■ C. S. Santa Rosa

■ C. S. Juan Pablo

■ CDJ La Perla - Jóvenes Administrando

Futuro

■ C. S. Previ

■ CDJ Sarita Colonia

■ C. S. Ventanilla Baja

■ C. S. Ventanilla Oeste

■ C. S. Villa Señor de los Milagros

IQUITOS

■ Maynas

■ Belén

■ Masusa

■ Nuevo Versalles

■ San Juan

HUANCAYO

■ Instituto Superior Pedagógico de

Chupaca

■ Universidad Nacional del Centro,

Facultad de Educación

■ Universidad Nacional del Centro,

estudiantes de Sociología

■ Justicia Paz y Vida

■ Pío Pata

ICA

■ AA. HH. Señor de Luren

■ AA. HH. Pedreros

■ Santiago

■ Instituto Pedagógico Juan XXIII

LIMA SUR

■ Asociación Tierra de Niños, VES

■ PROJOV - VES

■ Pep's Villa María del Triunfo

■ C. S. López Silva - Entre Amigos

■ C. S. José Carlos Mariátegui

■ INABIF San Juan de Miraflores

■ C. S. Manuel Barreto - Tres Voces y

un Sentimiento

■ C. S. Daniel A. Carrión

■ C. S. Trébol Azul José Gálvez

■ C. S. José Gálvez

PIURA

■ Grupo Juvenil del Centro de Atención

Integral del Adolescente (CAIA) - Sullana

■ Manitos Creciendo

■ Grupo Juvenil Univerdad

■ Instituto Nacional Pedagógico de Piura

■ Grupo Juvenil AA. HH. Los Almendros

Castilla

G rupos juveniles que part i c i p a ro n

en la validación de este material

7

Índice

1.INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

2.FUNDAMENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

3.PROPUESTA EDUCATIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

3.1. ¿Cómo se desarrolló el módulo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

3.2. ¿Cómo está organizado el módulo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

4.ACTIVIDADES DE CAPACITACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

4.1. Actividades de aprendizaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

I unidad: Mi cuerpo y mi sexualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

Actividad 1: ¿Cómo es y cómo funciona nuestro cuerpo? . . . . . . . . . . . . . . . . 54

Actividad 2: Mirando nuestra sexualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

Actividad 3: Cambiando el guión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74

Actividad 4: Sintiendo nuestro cuerpo y conversando con él . . . . . . . . . . . . . . 78

II unidad: Conociendo más sobre las ITS-VIH-sida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

Actividad 5: ¿Cómo afectan las ITS a nuestro cuerpo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

Actividad 6: Encendiendo la mecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

Actividad 7: ¿Qué sabemos del VIH-sida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Actividad 8: Si decides druzar a la otra orilla... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

III unidad: En relación con otros/as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

Actividad 9: ¿Quién pone los límites? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

Actividad 10: Ya es hora de hablar de sexo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

Actividad 11: Diversidad para convivir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Actividad 12: La vivencia de mis valores en mi sexualidad . . . . . . . . . . . . . . . 135

IV unidad: Ciudadanía y proyecto de grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138

Actividad 13: ¿Cuáles son mis derechos sexuales y reproductivos? . . . . . . . . 141

Actividad 14: Mirando nuestra realidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

Actividad 15: Construyendo un mundo mejor con una sexualidad saludable . . 156

Actividad 16: Planificando nuestras acciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162

Actividad 17: Recorriendo lo aprendido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164

5.ACTIVIDADES DE SEGUIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Orientaciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

Actividades de aprendizaje para el desarrollo de habilidades del/la pro m o t o r / a . . 172

Actividad 1: Cuenta conmigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173

Actividad 2: Talleres educativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178

Actividad 3: Organizando campañas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184

Actividad 4: Medios gráficos de comunicacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188

6.ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197

Actividad 1: Participación ciudadana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199

Actividad 2: Toma de decisiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202

Actividad 3: Bebé huevo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206

Actividad 4: Mi familia, un espacio para crecer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221

ANEXOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

FICHAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227

CARTAS DE AUTORIZACION DE IMPRESIÓN DEL MINISTERIO DE SALUD . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231

1introducción

11

Es bonito irse a dormir pensando que ese día

hicimos algo bueno por los demás...

Joven educadora de pares

E l compromiso, la energía y la creatividad que los y las adolescentes y jóvenes impri-

men en sus acciones de lucha contra el VIH-sida representa la otra cara de la moneda.

Es el rostro que renueva nuestras fuerzas y sostiene nuestra búsqueda de caminos más

eficaces para contener el avance de la epidemia.

Una de las modalidades a través de las cuales los y las adolescentes y jóvenes han po-

dido participar activamente en el campo de la prevención es la educación de pares. Los

resultados de esta estrategia han sido altamente satisfactorios en diferentes países de

Latinoamérica. Los educadores de pares, con su creatividad, su sencillez y su conoci-

miento directo de las ideas, códigos y estilos de comunicación de los y las jóvenes, han

obtenido muchos resultados en el cambio de creencias, actitudes, sentimientos y com-

portamientos asociados a la salud sexual y reproductiva y la prevención del VIH-sida.

”Haciendo camino al andar”, la frase inspiradora que hemos utilizado como título para

al módulo de formación de educadores de pares, refleja el trabajo cotidiano que desa-

rrollan cientos de jóvenes en el campo de la prevención de la epidemia del VIH-sida. A

través de acciones colectivas como la organización de una feria, una representación tea-

tral, un pasacalle, la invención de juegos educativos, la realización de eventos para re-

caudar fondos, entre otras, los y las adolescentes y jóvenes plasman sus iniciativas y

sus ganas de educar, informar y sensibilizar a sus pares, aportando en la construcción

de una comunidad más saludable, justa y solidaria.

Este módulo ha sido elaborado en el marco del proyecto "Fortalecimiento de la preven-

ción y control del sida y la tuberculosis en el Perú", financiado por el Fondo Mundial de

Lucha contre el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. En el Perú, este proyecto tiene como

contraparte a la Comisión Multisectorial en Salud (CONAMUSA). El objetivo de este proyec-

to es contribuir a los esfuerzos nacionales para controlar la epidemia del VIH-sida y la

tuberculosis en nuestro país.

Para su implementación, el componente VIH-sida del proyecto se subdivide en cinco

objetivos. El primero corresponde a la promoción de estilos de vida saludables en ado-

lescentes y jóvenes en los temas de ITS-VIH-sida. El Consorcio por el Desarrollo de

Adolescentes y Jóvenes es el responsable de llevar a cabo todas las acciones com-

p rendidas en el objetivo 1. Este consorcio está liderado por el Instituto de Educación

y Salud (IES) e integrado por Pathfinder International, la Universidad Peruana Cayeta-

no Heredia, la Asociación de Comunicadores Calandria y el Programa de Apoyo y

S o p o rte a la Autoayuda (PR O S A).

El presente módulo ha sido diseñado y validado por el IES en coordinación directa con la

Estrategia Sanitaria de Prevención y Control de ITS-VIH-Sida, en el marco de las acciones

12

del mencionado objetivo. El punto de partida para elaborarlo ha sido la experiencia desa-

rrollada en nuestro país en el campo de la formación de educadores de pares. Nuestra

re f e rencia principal se basa en el trabajo realizado por el Ministerio de Salud mediante el

p royecto "Gente joven trabajando por una sexualidad sana y segura", cuya conducción eje-

cutiva estuvo a cargo del Programa Nacional de Enfermedades de Transmisión Sexual y

Sida.

Uno de los objetivos centrales del módulo de capacitación que presentamos consiste en

desarrollar capacidades y actitudes que permitan a los y las adolescentes y jóvenes asu-

mir comportamientos de autocuidado de su salud sexual, con énfasis en la prevención

de las ITS-VIH-sida. Así mismo, proponemos abrir espacios de participación para que

ellos y ellas ejerzan su ciudadanía comprometiéndose en la construcción de entornos

saludables. El módulo está dirigido a todas las personas interesadas en la formación de

jóvenes educadores de pares: profesionales y promotores de salud, docentes de aula,

etcétera.

La propuesta educativa parte de la concepción de que para formar a jóvenes es priorita-

rio abordar primero el área personal. Una vez fortalecidos, los y las jóvenes podrán de-

sarrollar relaciones interpersonales autónomas, armoniosas y respetuosas del otro y,

luego, estarán en condiciones de acercarse al área social, en la cual se autopercibirán

como agentes de cambio con capacidad para transformar el medio que los rodea.

P roponemos una metodología vivencial y participativa, que promueva el rol activo y pro-

tagónico de los y las adolescentes y jóvenes. Se busca fortalecer la capacidad de ex-

p resión de cada participante, favoreciendo el diálogo, el debate y el análisis crítico, y

asumiendo que el trabajo cooperativo es el recurso fundamental para la constru c c i ó n

colectiva del aprendizaje y el enriquecimiento mutuo.

El módulo está organizado en dos secciones. La primera, que corresponde al taller de

capacitación, incluye dieciséis actividades educativas organizadas en cuatro unidades:

"Mi cuerpo y mi sexualidad", "Conociendo más sobre las ITS-VIH-sida", "En relación con

otros/as" y "Participación y proyecto de grupo".

La segunda sección está referida a las acciones de seguimiento. A través de éstas, los

y las adolescentes y jóvenes, además de recibir el acompañamiento del grupo, comple-

mentan el proceso de formación iniciado en el taller. En las sesiones de seguimiento se

promueve el desarrollo de sus habilidades para escuchar y orientar a sus compañeros,

así como de llevar adelante acciones de promoción tales como organizar una campaña,

elaborar materiales educativos o realizar talleres dirigidos a sus pares.

Esperamos que el material educativo que les presentamos se convierta en una herra-

mienta de trabajo que haga realidad el derecho a la participación de los y las adolescen-

tes y jóvenes, al mismo tiempo que contribuye a fortalecer las acciones de prevención

en la lucha contra el sida.

2fundamentación

15

Durante los últimos años, son muchas las voces que se han alzado

para prestar especial atención a los adolescentes y jóvenes por sus con-

diciones de vulnerabilidad frente a la epidemia del VIH-sida. Las cifras

nos indican que más de la mitad de las nuevas infecciones por VIH en

el mundo se producen en personas que tienen entre 15 y 24 años.

Según estimaciones y proyecciones realizadas por el Instituto Nacional

de Estadística e Informática (INEI) para el año 2004, la población perua-

na adolescente y joven —entre los 15 y 24 años— es de 5.344.666

personas, lo que representa 19,41% de la población total.

En la actualidad sabemos que la pandemia del VIH-sida es mucho más

grave y compleja de lo que se había supuesto inicialmente, y son los ado-

lescentes y jóvenes quienes están más expuestos a contraer este mal.

Según la Oficina General de Epidemiología, a fines del 2004 en el Perú

se reportaron 15.413 casos de sida y 19.928 casos de VIH. Un dato

que caracteriza la evolución de la epidemia en nuestro país es que 50%

de los casos de sida reportados corresponden a personas menores de

31 años, y la mitad de estos casos se encuentra en la franja etaria de

20 y 31 años. Si tomamos en cuenta el tiempo que transcurre entre el

momento de la infección y la etapa en que se declara el sida, tendre-

mos que, probablemente, estas personas adquirieron la enfermedad en-

tre los 15 y 24 años. Esta situación refleja de qué manera la epidemia

en nuestro país es fundamentalmente un fenómeno que afecta a la po-

blación adolescente y joven.

Del riesgo al desarrollo

Como consecuencia de esta situación se han establecido programas y

p royectos dirigidos a disminuir los comportamientos sexuales considera-

dos de "riesgo" en la población joven. Desde esta perspectiva, la sexua-

lidad adolescente y joven se ha tornado riesgosa, problemática y genera-

dora de experiencias desagradables. Con la intención de "proteger" a los

y las jóvenes de situaciones adversas para su salud sexual —como un

embarazo no planificado o una infección de transmisión sexual, entre

ellas el VIH-sida—, se ha transmitido una visión negativa de la sexualidad

y se ha procurado controlar la vida sexual de los adolescentes y jóvenes.

16

El discurso adulto que justifica esta perspectiva centra sus argumentos

en la falta de madurez emocional, al considerar que los jóvenes son per-

sonas proclives a asumir riesgos, incapaces de reflexionar y de hacerse

cargo de su propia conducta sexual. Desde esta percepción, muchas in-

tervenciones se han centrado en los problemas que afectan a los jóve-

nes y no en sus potencialidades y capacidades.

Si bien los problemas que amenazan la salud sexual tienen grandes re-

percusiones en la calidad de vida de los jóvenes y están asociados a

determinados tipos de comportamiento, es necesario superar un enfo-

que de trabajo centrado en los problemas, que revela una visión negati-

va de este grupo etario.

Contrariamente a este enfoque centrado en el "riesgo", en este módu-

lo proponemos la realización de intervenciones que promuevan el desa-

rrollo humano, que recuperen las potencialidades de los adolescentes

y jóvenes, y que fortalezcan sus capacidades —tanto individuales como

colectivas— para hacerse cargo de su salud, ejercer sus derechos y par-

ticipar en la construcción de entornos saludables.

Así mismo, adoptamos una visión optimista y respetuosa de los adoles-

centes y jóvenes, a quienes consideramos personas completas y no en

proceso de serlo. La tarea de construirse como persona no es un fenó-

meno que se presenta sólo en la adolescencia sino un proceso que no

termina nunca. Los adultos también nos encontramos en proceso de

17

construcción, cada cual en un momento particular de su trayectoria.

Desde esta perspectiva, consideramos que los adolescentes y jóvenes

son personas capaces de tomar decisiones autónomas, responsables e

informadas sobre la sexualidad y la reproducción, y que tienen derecho

a desarrollar sus potencialidades, a conocer su cuerpo —a quererlo, cui-

darlo y disfrutar de él— y a acceder a métodos para controlar su fecun-

didad y evitar enfermedades, así como a servicios integrales en los que

se respeten sus derechos sexuales y reproductivos.

Sexualidad y salud sexual

Nos proponemos recuperar la dimensión positiva de la sexualidad como

fuente de bienestar, crecimiento, placer y desarrollo integral de las perso-

nas, en un contexto de relaciones democráticas y equitativas. Buscamos

que los y las adolescentes y jóvenes que sean educados mediante este

manual perciban la sexualidad como una dimensión de la vida que puede

ser enriquecedora y constructiva, y tomen conciencia de que vale la pena

cuidarla y desarrollarla.

Desde esta postura, nos identificamos con la definición de la sexualidad

que hace la Organización Panamericana de la Salud:1

Sexualidad se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano. Basada en el sexo, inclu-

ye el género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor

y la reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitu-

des, valores, actividades prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de facto-

res biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Se experimenta y se

expresa en todo lo que sentimos, pensamos y hacemos.

En concordancia con esta forma de comprender la sexualidad asumi-

mos que la salud sexual es

la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relaciona-

do con la sexualidad. Se observa en las expresiones libres y responsables de las capacidades sexuales que pro-

pician un bienestar armonioso personal y social, enriqueciendo de esta manera la vida individual y social. No

se trata simplemente de la ausencia de disfunción o enfermedad o de ambos. Para que la salud sexual se lo-

gre es necesario que los derechos sexuales de las personas se reconozcan y se garanticen.

1 Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud. P romoción de la salud

s e x u al. Recomendaciones para la acción. Guatemala: 2000.

18

Necesidades y demandas de salud sexual

Alcanzar la salud sexual y reproductiva, así como un desarrollo integral

saludable, no sólo depende de las habilidades y capacidades persona-

les de los y las adolescentes y jóvenes. Existen factores sociales estruc-

turales que acrecientan su vulnerabilidad.

Entre las principales demandas de los adolescentes y jóvenes que re-

quieren ser atendidas para lograr una salud sexual y reproductiva está

el establecimiento de políticas y legislaciones que protejan los derechos

sexuales y reproductivos, así como de programas de educación sexual

que favorezcan el desarrollo de habilidades de autocuidado y contribu-

yan a la formación de un pensamiento crítico, que les permita tomar de-

cisiones autónomas sobre su vida sexual y desarrollar valores de igual-

dad y actitudes de respeto y tolerancia.

Los y las adolescentes y jóvenes necesitan servicios de atención respe-

tuosos y de calidad, en los que trabajen profesionales especializados en

la salud sexual de este grupo de edad, que les faciliten el acceso a mé-

todos anticonceptivos. Requieren espacios de participación pública que

permitan canalizar sus intereses. Así mismo, precisan una cultura que

facilite el diálogo abierto y directo sobre salud sexual, la transmisión de

mensajes que apunten al autocuidado de la salud, la toma de decisio-

nes autónomas, la búsqueda de atención oportuna y el desarrollo de re-

laciones equitativas en el ámbito de la sexualidad.

19

Brindar estos soportes para responder a las necesidades y demandas de

los y las adolescentes y jóvenes es responsabilidad del mundo adulto.

Principalmente, es una función social del Estado, que debe establecer las

condiciones que permitan satisfacer estos pedidos. Si bien los sectore s

Educación y Salud tienen una responsabilidad directa respecto a las nece-

sidades de salud sexual y re p roductiva de los adolescentes y jóvenes, la

t a rea no es exclusiva pues se re q u i e re la participación activa de sectore s

como Trabajo y Justicia, entre otros. Así mismo, las instituciones y las or-

ganizaciones de la sociedad civil tienen también una responsabilidad que

asumir en el proceso de construcción de condiciones habililitantes o faci-

litadoras de contextos saludables para los y las adolescentes y jóvenes.

Promoción de la salud

Para el logro de una salud sexual y reproductiva, se hace necesario

incorporar el enfoque de promoción de la salud, entendiendo ésta como

un proceso mediante el cual los individuos y las comunidades están en

condiciones de ejercer un mayor control sobre los determinantes de la

salud, a partir del desarrollo de habilidades personales y mecanismos,

organizativos y políticos, que faciliten a las personas y grupos tener un

mayor control sobre su salud y mejorarla.

A través de este modulo se busca que los adolescentes y jóvenes, al

f o rmarse como pro m o t o res juveniles, puedan desarrollar habilidades

personales que les permitan asumir el control y cuidado de su vida

sexual y tomar decisiones que les signifiquen bienestar y desarro l l o

personal. Así mismo, se han diseñado sesiones educativas que per-

miten a los jóvenes desarrollar una visión crítica de su entorno comu-

nitario para identificar fortalezas, carencias y oportunidades para su

salud y la de sus pares y proponer acciones de intervención en su

comunidad. Para ello, en este módulo se favorece el desarrollo de

capacidades para organizarse y planificar acciones que conlleven a la

c o n s t rucción colectiva de un entorno saludable.

Participación juvenil en la construcción de contextos saludables

Mejorar las condiciones de salud de los adolescentes y jóvenes requiere

un esfuerzo colectivo sostenido. En concordancia con el enfoque de pro-

moción de la salud que procura habilitar a los individuos para mejorar

sus condiciones en este terreno, es preciso que se creen los mecanis-

mos y herramientas necesarios que faciliten la participación juvenil, en

los que los jóvenes puedan expresar sus opiniones con libertad y par-

ticipar en la toma de decisiones en planes y programas dirigidos a

20

enfrentar los problemas de salud que los afectan directamente. La par-

ticipación juvenil es un derecho ciudadano reconocido en diversos

documentos tales como la Convención de los Derechos del Niño y

Adolescente, el Código de Niños y Adolescentes, y los lineamientos

de políticas de salud del adolescente del Ministerio de Salud.

Entendemos la participación juvenil como un proceso en el cual ado-

lescentes y jóvenes interactuán con adultos y se involucran en el

d e s a rrollo de sus comunidades participando en la toma decisiones y

planteando soluciones para dar respuestas a temas prioritarios que

afectan sus condiciones de vida individual y colectiva.

Para lograr una participación efectiva, es necesario que adolescentes y

jóvenes sean empoderados, es decir, que aumente su acceso al poder.

El empoderamiento es un proceso que se va desarrollando progresiva-

mente; se inicia con una formación personal en la que se fortalece la

autoestima y se desarrollan capacidades para identificar necesidades,

expresar opiniones y tomar decisiones en el plano personal y social. Así

mismo, el empoderamiento se fortalece en la medida en que los ado-

lescentes y jóvenes se involucran en los problemas concretos de su en-

torno social, lo cual favorece el desarrollo de su conciencia ciudadana,

pues se perciben a sí mismos como agentes de transformación de su

propia vida y de la de su comunidad.

Para hacer real esta participación se requiere que el mundo adulto es-

té dispuesto a compartir su poder y se abran espacios que permitan a

los adolescentes y jóvenes expresarse libremente, plantear sus iniciati-

vas y propuestas, y participar tanto en la toma de decisiones como en

la gestión de recursos.

La educación entre pares: una forma de participación

La educación entre pares —educación entre iguales— es una estrate-

gia efectiva que ha permitido la participación de los y las adolescentes

y jóvenes. Esta estrategia ha sido desarrollada con amplitud sobre todo

por organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones religio-

sas e instituciones educativas, que la han aplicado especialmente para

prevenir el uso del alcohol y las drogas, la violencia y las ITS, incluido el

VIH-sida; así mismo, se ha utilizado en la promoción de la salud sexual

y reproductiva.

La educación entre pares conlleva la participación de miembros de de-

t e rminado grupo en procesos educativos, informativos y de sensibili-

zación destinados a producir cambios en otros miembros del mismo

21

g ru p o . El término par se refiere a una persona de la misma posición so-

cial, edad, nivel de estudios y cultura que otra. El par asume el rol de

educar, asesorar o sensibilizar a otra persona de su misma condición.

A menudo, la educación entre pares se ha utilizado para propiciar cam-

bios en el nivel individual, pero también es una estrategia útil para pro-

ducir cambios en el nivel social, modificando normas y estimulando la

participación colectiva.2

La educación entre pares lleva implícita una visión filosófica basada en

el respeto por la población y el interés por observar la realidad desde

su perspectiva cultural. Es de naturaleza práctica y participativa. Uno de

los atractivos de esta estrategia es que se trata de un abordaje que de-

safía el papel tradicional de "experto" que es asignado al profesional

adulto, devolviendo a las personas la capacidad de hacerse cargo de su

salud y de la de los demás.

La educación entre pares ha demostrado ser eficaz especialmente en el

caso de los y las adolescentes y jóvenes debido a que ellos se sienten

más a gusto y se relacionan mejor con personas de su misma edad. Los

educadores de pares utilizan el mismo lenguaje y códigos de comunica-

ción que sus compañeros, lo que permite que estos últimos se sientan

en confianza y cómodos para abordar temas tan sensibles y personales

como la sexualidad y el VIH-sida.

Los resultados de esta estrategia han sido altamente satisfactorios en di-

f e rentes países de Latinoamérica.3 La calidad del compromiso asumido

por los educadores de pares, su creatividad en el trabajo, su sencillez y

su conocimiento directo de las ideas, códigos y estilos de comunicación

de los jóvenes han tenido impacto en el cambio de creencias, actitudes,

sentimientos y comportamientos hacia la salud sexual y re p roductiva.

2 ONUSIDA, Educación interpares y VIH-sida. Conceptos, usos y pro b l e m a s. Ginebra: ONUSIDA, 2000.

3 Un estudio importante en 21 proyectos del Programa de Control y Prevención del Sida (AIDSCAP)

en diez países de África, Asia, América Latina y el Caribe encontró que 95% de los educadores de

p a res habían cambiado su propio estilo de vida y sus comportamientos, 31% practicaban sexo se-

g u ro y/o utilizaban pre s e rvativos, 20% habían reducido el número de parejas sexuales y 19% habían

cambiado sus propias actitudes (tomado de Yo u t h n e t. “Uso de pares como pro m o t o res en los pro-

gramas de salud re p roductiva para adolescentes”).

22

Es importante señalar que la educación entre pares no constituye un pro-

grama en sí mismo sino que más bien es un instrumento que se debe inte-

grar y complementar con otras acciones en el campo de la prevención del

VIH-sida, tales como servicios de salud, de consejería, de descarte del VIH;

p rogramas de asistencia a personas con VIH; campañas y materiales de in-

f o rmación, educación y comunicación; acciones de animación sociocultural

como presentaciones teatrales, entre otras. Los educadores de pares ac-

túan como enlace entre los demás elementos programáticos.

La estrategia de educación de pares que proponemos en este manual

busca favorecer la participación de los adolescentes y jóvenes en el

p roceso de cambio de su comunidad hacia un contexto que favore z c a

la salud. Es necesario tomar en cuenta que esta estrategia no sólo ha

demostrado tener mayor efectividad en la transmisión de mensajes

p reventivos para los y las jóvenes sino que además favorece la part i c i-

pación ciudadana. Es nuestro propósito que los adolescentes perc i b a n

que cumplir el rol de educadores de pares es una forma de ejercer sus

d e rechos ciudadanos. Mediante pequeños actos cotidianos, contribu-

yen a la transformación de su medio social. A través de acciones co-

lectivas como la organización de una feria o una re p resentación teatral,

los adolescentes y jóvenes educan, informan, sensibilizan y aportan al

cambio del entorno en el que viven. Ser educador de pares es un me-

dio privilegiado de desarrollar pro g resivamente una conciencia ética,

un sentido de corresponsabilidad, un compromiso ciudadano.

Características deseables de un/a educador/a de pares

● Interés marcado por trabajar con sus pares y en la comunidad.

● Habilidad para establecer buenas relaciones entre sus compañero s / a s .

● Habilidad para manejar información relevante sobre los contenidos

del programa.

● Habilidad para escuchar y respetar distintos puntos de vista y expe-

riencias de sus compañeros/as.

● Mostrar respeto, tener mente abier ta y ser capaz de mantener la con-

fidencialidad.

● Tener una actitud reflexiva y crítica hacia los roles tradicionales de gé-

nero y las situaciones de discriminación y vulneración de derechos.

● Ser proactivo/a, con capacidad para desenvolverse y tomar decisio-

nes de manera autónoma.

● Conocer sus derechos y respetar los de los demás.

● Adoptar comportamientos de autocuidado de su salud sexual.

3propuesta

educativa

25

La propuesta educativa para formar educadores de pare s1 que pre-

sentamos a través del módulo de capacitación para pro m o t o res juve-

niles recoge como re f e rente pedagógico el enfoque constru c t i v i s t a .

Esto no significa optar por una metodología más novedosa o efectiva

sino que corresponde a un proyecto de sociedad, una concepción de

lo que es ser ciudadano, una manera de entender la educación y su

función social.

La concepción constructivista con la que nos identificamos parte de un

enfoque que busca articular el desarrollo individual con el general; atri-

buye a la enseñanza un papel social orientado hacia la construcción de

una sociedad democrática, justa y solidaria. De allí que busque proble-

matizar la realidad, desarrollar un juicio crítico, favorecer el diálogo y la

cooperación, y plantear soluciones a problemas reales de orden perso-

nal y social.

Según el enfoque constructivista, todo aprendizaje es una construcción

personal del sujeto. Pero en este acto de construir no sólo interviene

quien aprende sino también las otras personas significativas que com-

parten el espacio de aprendizaje, como sus compañeros/as y el/la fa-

cilitador/a. A través de la interacción, todos ellos expresan sus temores

y necesidades, intercambian sus saberes y van produciendo el conoci-

miento colectivamente.

Para construir aprendizajes es necesario confrontar el saber previo con

nuevos elementos. Para ello, el/la facilitador/a debe generar diversas

situaciones —debates, preguntas movilizadoras, sociodramas, testimo-

nios, etcétera— que hagan posible que la persona "piense", es decir,

analice, compare, descubra, deduzca, etcétera. De esta manera se mo-

vilizan capacidades mentales que permiten que quien aprende arribe a

sus propias conclusiones, descubra las raíces de un problema, esta-

blezca la relación entre un hecho y otro, proponga alternativas de solu-

ción, entre otros. Finalmente, el/la facilitador/a presenta un resumen,

define conceptos, replantea el problema, ofrece nueva información,

aclara dudas.

En resumen, el conocimiento es una construcción que será posible al-

canzar considerando los saberes previos y la elaboración y puesta en

práctica del nuevo conocimiento. El/la facilitadora es la persona media-

dora en este proceso de aprendizaje.

1 En el contexto del proyecto del Fondo Mundial, a los educadores de pares se los denomina pro-

m o t o res juveniles.

26

Educación sexual

En el marco de nuestra propuesta de formación de pro m o t o res/as ju-

veniles, comprendemos la educación sexual como un conjunto de ac-

ciones educativas planificadas secuencialmente, dirigidas a constru i r

conocimientos y desarrollar capacidades, actitudes y valores en torn o

a la vivencia de la sexualidad.

Nuestra intención educativa no está centra-

da en transmitir conocimientos —lo cual no

significa que no se pro p o rcione inform a-

ción— ni en prescribir comportamientos

—es decir, indicar a los adolescentes y jó-

venes lo que que "deben" o "no deben" ha-

cer respecto a su salud sexual—. Por el

contrario, nos identificamos con una educa-

ción sexual que percibe a los adolescentes y

jóvenes como personas capaces de ser ges-

toras de su propia vida sexual. Buscamos

una educación que favorezca el conocimien-

to del propio cuerpo, promueva la reflexión y

contribuya al desarrollo de un pensamiento

crítico; que cuestione las relaciones de ge-

n e ro tradicionales y los valores asociados a

dichos modelos; que promueva re l a c i o n e s

equitativas, respetuosas de las difere n c i a s ,

en un marco de valores basado en los dere-

chos humanos; que promueva la toma de

decisiones autónomas, conscientes, re s p o n-

sables y respetuosas hacia uno/a mismo/a

y los/las demás.

27

Derechoshumanos

Interculturalidad

Equidad de género

a) Equidad de género

Consideramos que en la formación de los adolescentes y jóvenes no

puede estar ausente una reflexión sobre las relaciones entre hom-

bres y mujeres. Las prácticas sexuales, los valores y significados

asociados a la vivencia de la sexualidad están estrechamente vincu-

lados a los modelos de masculinidad y feminidad tradicionales que

afectan el desarrollo y bienestar de los hombres y las mujeres.

Dado que durante la adolescencia y la juventud se empiezan a am-

pliar las relaciones sociales y a reestructurar los vínculos entre hom-

bres y mujeres, esta etapa de la vida se constituye en un momento

importante para cuestionar y reflexionar sobre los modelos de mas-

culinidad y feminidad desde los cuales hablan, sienten, piensan, to-

man decisiones, se relacionan y actúan los y las jóvenes.

Nos interesa contribuir, mediante este material educativo, a formar

personas más abiertas, que tengan la oportunidad de desarrollar el

conjunto de sus potencialidades sin encasillarse en estereotipos y

que impulsen la construcción de una sociedad en la que hombres y

mujeres se relacionen en forma equitativa, para lograr juntos una vi-

da plena para todos.

Ejes transversales

El módulo de capacitación contiene los ejes transversales que muestra el

gráfico 1, los cuales atraviesan las actividades de aprendizaje y se en-

cuentran presentes en los enfoques y contenidos conceptuales y actitudi-

nales sobre los que se basa la propuesta pedagógica.

Gráfico 1

28

b) Derechos humanos

Los derechos humanos están referidos a las necesidades básicas

que tienen todas las personas —sin distinción alguna de raza, sexo,

idioma, religión, origen social, identidad sexual, posición económica

o cualquier otra característica— y cuya satisfacción es imprescindible

para vivir dignamente. Estas necesidades giran en torno a la salud,

la alimentación, el vestido, la educación, el trabajo, la liber tad de ex-

presión, de organización, de participación, entre otros aspectos.

A la vez, los derechos humanos son principios que re p resentan un

re p e r torio de valores de validez universal que la sociedad contempo-

ránea reconoce y se compromete a re s p e t a r. Podría decirse que los

d e rechos son un código de exigencias éticas y cívicas indispensa-

bles para la convivencia y el desarrollo de la humanidad.

Aprender a valorar los derechos humanos a nivel individual es un pa-

so importante en el camino de lograr que sean válidos para todas las

personas. Los derechos pueden estar escritos en una declaración pe-

ro sólo cobran realidad cuando se ejercen, cuando las personas los

defienden y los hacen valer. Consideramos que la educación juega un

rol muy importante para hacer que los derechos sean una realidad en

la vida de todos los hombres y las mujeres.

A través de la educación podemos lograr que los y las adolescentes y

jóvenes se reconozcan como personas dignas, valiosas y poseedoras

de derechos fundamentales. Podemos lograr que aprendan formas de

relacionarse en las que predomine el respeto y la no discriminación; así

mismo, que desarrollen sus capacidades para identificar en qué situa-

ciones se niegan sus derechos y cómo pueden organizarse para hacer-

los valer.

Consideramos que la educación en derechos no debe ser abordada

desde una perspectiva teórica. Por el contrario, nuestra acción edu-

cativa debe acercar los derechos a situaciones concretas, extraídas

de la vida cotidiana, de manera que éstos sean comprensibles y pue-

dan ser incorporados.

● Derechos sexuales y reproductivos

Las conferencias internacionales de las Naciones Unidas sobre po-

líticas de población —Bucarest 1974, México 1984 y más re c i e n t e-

mente El Cairo 1994— dan cuenta de un debate internacional en

t o rno a los temas de población y control de la fecundidad. En la con-

29

f e rencia de El Cairo se intro d u j e ron los conceptos de salud re p ro d u c-

tiva y derechos sexuales y re p roductivos de las personas, re c o n o c i-

dos como un derecho humano.

La protección de la salud es un derecho fundamental que incluye

la vivencia de una sexualidad saludable. Este aspecto es funda-

mental en la vida de las personas, en la construcción de su iden-

tidad; es, además, esencial para el desarrollo integral, el logro del

bienestar y la realización personal. Los derechos sexuales y repro-

ductivos surgieron con el propósito de asegurar todas estas di-

mensiones, como resultado de la ampliación y el enriquecimiento

del concepto del derecho a la salud.

Los derechos sexuales y re p roductivos se basan en la dignidad hu-

mana y en la libertad de las personas para tomar decisiones acerc a

del ejercicio de su sexualidad y su capacidad re p roductiva. Todas las

personas tienen derecho a decidir y a gozar de una óptima salud en

estos ámbitos. Así mismo, a vivir su sexualidad libres de discrimina-

ción, riesgos, amenazas, coacciones y violencia.

Todas las personas —independientemente de su edad, condición

social, raza y religión2— tienen derechos vinculados al libre ejerci-

cio de su sexualidad y reproducción.

2 Fondo de Población de las Naciones Unidas y Consejería Presidencial para los Derechos Huma-

nos. P romoción de los derechos humanos sexuales y re p ro d u c t i v o s. Módulo pedagógico para form a-

d o res n.° 2. S/l: Fondo de Población de las Naciones Unidas y Consejería Presidencial para los

D e rechos Humanos, 1999.

30

c) Interculturalidad

Otro de los enfoques que se empleará es el de la interculturalidad.

La cultura es "un conjunto de rasgos compartidos y transmitidos por

un determinado grupo humano, que sirven para organizar su forma y

estilo de vida, darle identidad y diferenciarlo de otros grupos huma-

nos".3 La interculturalidad es la interacción entre culturas, el inter-

cambio y la comunicación; en este proceso, el individuo reconoce y

acepta la cultura del otro.

El prefijo i n t e r - denota la idea de interactuar, de compartir; alude a la

existencia de complementariedades, al reconocimiento de la cultura

del otro. La riqueza de la interculturalidad reside en la toma de concien-

cia de cuán diferentes somos, en la lectura que hacemos del mundo y

de lo relativa que es la "verdad" de cada cultura.

La interculturalidad, a su vez, implica los principios de democracia en

cuanto ambos conceptos están relacionados con la mutua acepta-

ción, valoración y respeto del otro, lo cual hace posibles las relacio-

nes de reciprocidad y de equidad entre los grupos.

El enfoque pedagógico que adoptamos en este módulo se comple-

menta directamente con el enfoque de interculturalidad, ya que pa-

ra generar los aprendizajes se toman como punto de par tida los

conocimientos, las experiencias, vivencias, sentimientos y actitu-

des que los adolescentes y jóvenes llevan al taller. Este saber se

constituye en el punto de partida sobre el cual se va a construir el

nuevo conocimiento. De esta manera, cada grupo de las difere n-

tes ciudades del país en las que se aplicará el módulo desarro l l a-

rá las mismas actividades de aprendizaje, pero el conocimiento

que se genere adquirirá las particularidades culturales de los y las

adolescentes y jóvenes part i c i p a n t e s .

Ellos y ellas construirán historias desde su experiencia personal y cul-

tural, reflexionarán y analizarán hechos a partir de sus propias visiones

y comprensiones, establecerán debates con sus propios argumentos y

puntos de vista, construirán conclusiones sobre la base de sus cert e-

zas, organizarán sociodramas recogiendo las características de su vida

cotidiana.

3 Albó, Xavier. Iguales aunque difere n t e s. R e f o rma educativa. La Paz: UN I C E F, CIPCA, 1999.

31

Este módulo para formar promotores/as juveniles toma como punto

de partida la experiencia de formación de educadores de pares que

existe en nuestro país. Nuestra referencia principal es la experiencia

realizada por el Ministerio de Salud mediante el proyecto Gente Joven

Trabajando por una Sexualidad Sana y Segura. El proyecto fue financia-

do por ONUSIDA y la conducción ejecutiva estuvo a cargo del Programa Na-

cional de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida (PROCETTSS), con

el asesoramiento de un comité consultivo integrado por representantes

de PROCETTSS, ONUSIDA, UNICEF y las ONG Instituto de Educación y Salud

(IES) y Asociación de Comunicadores Sociales Calandria. El proyecto se

realizó en las ciudades de Lima, Callao e Iquitos.

Para recoger los aprendizajes generados a partir de este proyecto se di-

señó un plan. Se realizaron entrevistas personales a los/las facilitado-

res/as que capacitaron a los promotores educadores de pares en salud

(PEPS), con el propósito de identificar las principales necesidades de

aprendizaje de un/una joven que se va a formar como promotor/a.

Así mismo, se realizaron grupos focales con PEPS que participaron en

el proyecto Gente Joven. Cabe resaltar que algunos de ellos aún conti-

núan realizando la labor de promoción en sus comunidades de manera

autónoma, es decir, sin el soporte de ninguna organización o institu-

ción. Mediante los grupos focales fue posible recoger las vivencias y ne-

cesidades de los y las jóvenes; en ese espacio se definió un per fil de

cómo debe ser un promotor juvenil: qué conocimientos, habilidades y

actitudes requiere desarrollar, y cuáles son sus principales tareas.

Una vez sistematizada la información se procedió a recoger experien-

cias de otras instituciones que también han utilizado la estrategia de

educación de pares en el Perú y en otros países latinoamericanos, pa-

ra lo cual se revisaron sus respectivos módulos de capacitación.

Con toda esta información se elaboró una primera propuesta del módu-

lo de capacitación, la cual fue presentada y discutida en una reunión de

trabajo con profesionales expertos en los temas de sexualidad y preven-

ción del VIH-sida y en el trabajo con jóvenes. Posteriormente, el módu-

lo se reformuló sobre la base de sus sugerencias y apreciaciones.

3.1¿Cómo se desarrolló el módulo?

32

Luego de todo este proceso, se consideró indispensable hacer una valida-

ción de campo a través de la que se pusiera a prueba la efectividad del ma-

terial educativo directamente con los y las jóvenes interesados/as en ca-

pacitarse como pro m o t o res. Con este propósito se realizó un taller de va-

lidación en el que part i c i p a ron 23 jóvenes de ambos sexos pro v e n i e n t e s

de las siete ciudades —Lima, Callao, Ica, Iquitos, Chimbote, Huancayo y

Piura— en las que se ejecuta el proyecto que da origen a este material,

F o rtalecimiento de la Prevención y Control del Sida y la Tu b e rculosis en el

Perú. El taller tuvo una duración de cinco días en los que se re a l i z a ron jor-

nadas de ocho horas.

Esta experiencia fue muy enriquecedora, ya que permitió probar la efec-

tividad de cada una de las sesiones de aprendizaje con jóvenes prove-

nientes de diferentes realidades de nuestro país. Mediante el taller de

validación pudimos corroborar que si bien cada joven porta las particu-

laridades culturales propias de su ciudad, existen denominadores comu-

nes a todos ellos respecto a la vivencia de la sexualidad enmarcada en

una cultura juvenil urbana.

Por último, luego de todo este proceso se elaboró la versión final del

módulo, que se utilizó como referencia para capacitar a los/las facilita-

dores/as adultos/as y jóvenes que posteriormente asumirían la respon-

sabilidad de educar a los/las futuros/as promotores/as.

Cabe resaltar que durante el proceso de capacitación de pro m o t o res ju-

veniles en las distintas ciudades del país donde se desarrolla el objetivo

1 —”Promover estilos de vida saludables en adolescentes y jóvenes en

los temas de ITS/VIH/sida”— del Proyecto del Fondo Global, el módulo

se pudo probar otra vez. De este manera se re c o g i e ron nuevos apre n d i-

zajes que fueron incorporados en la versión que ahora presentamos.

33

3.2¿Cómo está organizado el módulo?

La propuesta educativa que aquí presentamos parte de la concepción

de que es prioritario abordar la dimensión personal de los adolescentes

y jóvenes para que, una vez for talecidos, puedan desarrollar una dimen-

sión interpersonal autónoma, armoniosa y respetuosa, y luego aborden

una dimensión social en la cual se perciban a sí mismos/as como agen-

tes de cambio con capacidad de transformar el medio que los rodea.

Abordando el área personal buscamos promover el autoconocimiento de

su cuerpo y la valoración del autocuidado, teniendo en cuenta la salud

sexual. La promoción del autocuidado es una estrategia necesaria para

la búsqueda del bienestar integral en la vida cotidiana y el logro del de-

sarrollo humano.

Mediante el área interpersonal buscamos favorecer la adquisición de

aprendizajes básicos para la convivencia, tales como generar concien-

cia acerca de la necesidad de no discriminar, reconocer y respetar los

derechos, y valorar el diálogo tanto en la pareja como en la familia pa-

ra lograr relaciones saludables y enriquecedoras. Buscamos propiciar

una reflexión sobre los modelos tradicionales de masculinidad y femini-

dad que interfieren en las relaciones equitativas con el otro y dificultan

el cuidado de la salud.

Desde el área social buscamos promover la par ticipación ciudadana en-

tendida como el derecho de intervenir activamente en asuntos públicos,

realizando acciones voluntarias —individuales y colectivas— en favor de

la salud sexual, con el propósito de construir entornos saludables en la

comunidad.

A quién está dirigido este módulo

El módulo de capacitación está dirigido a aquellas personas que tienen

experiencia en el trabajo con adolescentes y jóvenes y están interesadas en

iniciar un programa de formación de educadores de pares en temas re l a c i o-

nados con la salud, la sexualidad, el autocuidado, la prevención del VIH-si-

da y la participación. En ese sentido, el módulo puede ser utilizado por pro-

fesionales de salud, educadores, pro m o t o res, agentes pastorales, etcétera.

Este material no pretende prescribir un procedimiento que se deba se-

guir rígidamente. Es más bien un módulo orientador de las acciones

34

educativas; busca, por tanto, constituirse en un punto de par tida para

que el/la facilitador/a lo recree, lo adapte a las circunstancias, caracte-

rísticas y necesidades de aprendizaje del grupo de adolescentes y jóve-

nes con el que trabaja.

Objetivos del módulo

● Los y las adolescentes y jóvenes desarrollan capacidades y actitudes

que les permiten asumir comportamientos de autocuidado de su sa-

lud sexual, con énfasis en la prevención de las ITS-VIH-sida.

● Los y las adolescentes y jóvenes ejercen su ciudadanía compro me t i é n-

dose en la construcción de entornos saludables a través de las interv e n-

ciones comunitarias que promueven el autocuidado de la salud sexual y

re p roductiva y la prevención de las ITS-VIH-sida entre sus pare s .

Metodología

Se propone una metodología vivencial y participativa, que valore las ca-

pacidades y conocimientos de los y las adolescentes y jóvenes.

Vivencial en el sentido de que genera situaciones educativas que facili-

ten el contacto con sentimientos, emociones y experiencias que les per-

mitan generar una reflexión, una lectura crítica, y construir conocimien-

to a partir de ello. Participativa porque promueve el rol activo y protagó-

nico de los y las adolescentes y jóvenes, buscando que cada uno expre-

se sus capacidades; favoreciendo el diálogo, el debate, el análisis críti-

co; asumiendo el trabajo cooperativo como recurso fundamental para la

construcción colectiva del aprendizaje y el enriquecimiento mutuo.

Cada sesión ofrece una secuencia metodológica sustentada en el enfo-

que constructivista y se desarrolla en tres momentos (véase el gráfico

3). En cada uno de ellos se utiliza un conjunto de técnicas participati-

vas que fomentan la construcción activa de los aprendizajes por parte

de los y las adolescentes y jóvenes.

Recogiendo saberes previos

Construyendoel nuevo

saber

Llevándolo a la

práctica

Gráfico 3. Momentos de una sesión de aprendizaje

35

● Modelo de una sesión de aprendizaje

Tomando en cuenta la concepción del aprendizaje basado en el enfo-

que constructivista, las sesiones de aprendizaje tendrán las siguien-

tes características:

OBJETIVO DE APRENDIZAJE

● Al inicio de cada sesión se presenta el objetivo de aprendizaje al

que se apuntará con el desarrollo de la actividad. Más que un ob-

jetivo centrado en conceptos, éste señala una capacidad —una ac-

titud, una habilidad o una nueva concepción—.

CONTENIDO TEMÁTICO

● En este punto se precisan los contenidos que se abordarán a partir

del desarrollo de la sesión de aprendizaje.

TIEMPO

Seguidamente, se hace una sugerencia sobre el tiempo que se necesi-

ta para realizar la actividad. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que

cada grupo tiene su propio ritmo de aprendizaje, que se debe respetar.

Es probable que algunas actividades de la secuencia capten la atención

y el interés de los y las par ticipantes en mayor grado que otras. El/la fa-

cilitador/a no debe sentirse presionado/a por cumplir con el programa

o el horario sino concentrarse en su labor educativa, recordando que és-

ta se centra en el/la adolescente o joven y no en el programa.

El tiempo propuesto para el desarrollo de cada sesión es referencial;

puede ser que una sesión requiera más o menos tiempo del señalado.

La decisión deberá tomarla el/la facilitador/a y el grupo participante. Lo

fundamental es lograr los objetivos y mantener la participación activa.

SECUENCIA METODOLÓGICA

● Todas las actividades de aprendizaje se inician indagando sobre los s a -

b e res pre v i o s. La técnica, la dinámica o el recurso metodológico que se

utilice pueden ser muy variados: elaborar un dibujo, hacer preguntas, apli-

car una dinámica re t rospectiva, realizar una lluvia de ideas, etcétera; lo

36

que no debe cambiar es la intención de c o n e c t a r s e con lo que ca-

da participante lleva al taller, es decir, con sus experiencias, cre e n-

cias, prejuicios, temores, formas de vida, etcétera. Todo este baga-

je se constituye en la materia prima con la que se construirá el nue-

vo conocimiento.

Seguidamente, se encuentran acciones orientadas a incorporar

nuevos elementos, que permitirán generar el nuevo saber. Aquí

a p a recen sugerencias dirigidas al facilitador/a, tales como "píde-

les que, reunidos en pequeños grupos, hagan un paralelo entre

lo que es sexo y sexualidad", "organiza un debate a partir de la

lectura realizada apoyándote en las siguientes preguntas", etcé-

tera. Todo ejercicio de análisis, comparación, síntesis, conclusión

genera en las personas lo que llamamos conflictos cognitivos,

que son los que permiten interrogar acerca del saber previo, con-

trastarlo e incorporar aquello que abre nuestro entendimiento a

nuevos saberes, más acabados y cert e ros.

Luego se plantean algunas actividades prácticas en las que el

nuevo saber construido se pondrá en evidencia, se llevará a la

p r á c t i c a. A medida que se van construyendo nuevos saberes, se

necesita generar situaciones que permitan a los y las adolescen-

tes y jóvenes poner en práctica aquello que han aprendido re c i e n-

temente. Así, se puede elaborar un folleto o un mural, re a l i z a r

una acción social, etcétera.

Hay que recordar que:

No caben los juicios de valor sobre los saberes y las experiencias previas de los/las adolescentes y jóvenes ni

la interpelación directa del facilitador/a. Por el contrario, sólo cabe valorar lo que cada persona trae al grupo.

En la diversidad de saberes y experiencias hay ya posibilidades de aprender.

No se trata de dar charlas ni de dar consejos, porque entendemos que ni el adulto es el poseedor del saber ab-

soluto ni los participantes son personas que no tienen saber alguno.

MENSAJES CLAVE● Al final de cada sesión se presentan los mensajes clave. Estos mensajes se ofrecen como

un apoyo para que el facilitador refuerce conceptos, complemente información y enfati-

ze una conclusión central del tema trabajado en la sesión.

Que estos mensajes estén al final de la sesión no significa que se deban utilizar al ter-

minarla. Por el contrario, el facilitador puede utilizarlos durante el desarrollo de la sesión.

37

Estructura del módulo

El módulo está organizado en dos secciones: la primera corresponde al

taller de capacitación y la segunda está referida a las acciones de se-

guimiento del grupo.

Gráfico 4. Organización del módulo

TALLER DE

CAPACITACIÓN(16 actividades

en 32 horas)En éstas, los y las promotores/as

desarrollan sus habilidadesp a ra

realizar sus acciones de promoción y orientación a

sus pares,así como reforzar sus

conocimientos y complementar su c a p a c i t a c i ó n .

ACTIVIDADES DE

SEGUIMIENTO(8 actividades de 4 horas cada una)

El taller está org a n i-

zado en cuatro unida-

des de aprendizaje: "Mi

cuerpo y mi sexualidad",

"Conociendo más sobre las ITS-

V I H - s i d a " , "En relación con otros/as"

y "Participación y proyecto de grupo".

Cada unidad tiene cuatro sesiones

de aprendizaje. El taller de capa-

citación comprende cuatro

jornadas de ocho hora s

(en total 32 hora s ) .

38

● El equipo de capacitación

S o b re la base de la experiencia desarrollada en el proyecto del Fon-

do Global proponemos realizar la capacitación de los pro m o t o re s / a s

c o n f o rmando un equipo de facilitadores que puede estar integrado

por un/una facilitador/a adulto/a, una persona joven y una persona

que esté viviendo con VIH-sida.

Cada miembro del equipo le otorga una dimensión particular al

d e s a rrollo del taller. El/la facilitador/a adulto/a es la persona re-

f e rente que invita a los/las participantes a re f l e x i o n a r, descubrir

a l t e rnativas y ponerse en contacto con sus sentimientos; los

orienta y da curso a la acción educativa. El/la facilitador/a joven

aporta dinamismo a la capacitación: le imprime la visión de los jó-

venes, su lectura de la realidad, su lenguaje; abre la posibilidad de

establecer lazos de confianza y cercanía con sus pares. La perso-

na que está viviendo con VIH-sida ofrece a los adolescentes y jóve-

nes la oportunidad de desechar mitos, creencias y temores. Más

allá de su condición de seropositividad, da a conocer su condición

humana, su manera de ser, sus planes, su forma de entender la vi-

da; les da a los participantes la posibilidad de aprender a convivir,

de compartir vivencias y establecer lazos afectivos y de respeto.

I

MI CUERPO Y

MI SEXUALIDAD

Cuadro 1. Objetivos específicos por unidad

■ Desarrollar may o r

conciencia acerca

del cuerpo como

un factor de au-

toestima y va l o ra-

ción de su salud y

su sexualidad.

■ Identificar y va l o-

rar comportamien-

tos de autocuida-

do de su cuerpo,

teniendo en cuen-

ta su salud sexual.

■ Identificar y va l o ra r

comportamientos de

autocuidado de la

salud para preve n i r

las ITS-VIH-sida.

■ Tomar conciencia de

las actitudes de dis-

criminación hacia las

personas que vive n

con VIH-sida y reco-

nocer sus derechos.

■ Reflexionar sobre

la importancia de

establecer relacio-

nes interpersonales

basadas en el res-

peto de los derechos

y la equidad.

■ Reconocer la impor-

tancia de la comu-

nicación y la viven-

cia de valores en las

relaciones familiares

y de pareja.

■ Reconocer y valorar

su rol social en la

promoción de com-

portamientos saluda-

bles entre sus pares.

■ Desarrollar habilida-

des para implementar

acciones educativas

de prevención del

VIH-sida dirigidas a

sus pares.

II

CONOCIENDO MÁS SOBRE

LAS ITS/VIH/SIDA

III

EN RELACIÓN

CON OTROS/AS

IV

PROYECTO

DE GRUPO

39

Cuadro 2.Unidades, actividades de aprendizaje y objetivos de aprendizaje del taller de capacitación

1 . ¿Cómo es y cómo funciona nuestro cuerpo?

2. Mirando nuestra sexualidad

3. Cambiando de guion

4. Sintiendo mi cuerpo y conversando con él

TALLER DE CAPACITACIÓN

Día Unidad Actividad de aprendizaje Objetivos de aprendizaje

■ Reconocen sus órganos genitales y su

funcionamiento como parte de su corpo-

ralidad, y desarrollan actitudes de auto-

cuidado.

■ Reconocen y valoran sus vivencias vincu-

ladas a la sexualidad, como manifesta-

ciones propias de su desarrollo.

■ Reconocen que las características y los

roles atribuidos socialmente a hombres y

mujeres son construcciones culturales, su-

jetas a modificaciones en el tiempo.

■ Reflexionan sobre los sentimientos que

les genera su cuerpo.

■ Mencionan formas de autocuidado cor-

p o ra l .

5. ¿Cómo afectan las ITS a nuestro cuerpo?

6. Encendiendo la mecha

7. ¿Qué sabemos acerca del VIH-sida?

■ Identifican y valoran comportamientos de

autocuidado para prevenir las infecciones

de transmisión sexual.

■ Reconocen que todas las personas están

expuestas a la posibilidad de infección

por VIH-sida.

■ Experimentan directamente los efectos de

la discriminación social hacia las perso-

nas que viven con VIH-sida.

■ Identifican cómo se transmite y cómo se

p r eviene el V I H - s i d a , analizando las creen-

cias y conceptos erróneos al respecto.

■ Reconocen la importancia de estar bien

informados sobre el VIH-sida para pre-

venirlo y tomar un posición activa —in-

dividual y colectivamente— frente al

t e m a .

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8. Si decides cruzar la orilla... ■ Identifican que usar preservativos para

cuidar la salud sexual es una responsabi-

lidad compartida en la pareja.

■ Aprenden a utilizar correctamente el pre-

servativo y lo identifican como un méto-

do para prevenir el embarazo y prevenir

el VIH-sida.

■ Identifican las creencias, los temores y los

prejuicios que dificultan el uso del pre-

servativo y dialogan acerca de ellos.

Día Unidad Actividad de aprendizaje Objetivos de aprendizaje

9. ¿Quién pone los límites?

10. Ya es hora de hablar de sexo

11.Diversidad para convivir

12.La vivencia de mis valores en las

relaciones de pareja

■ Reflexionan sobre la posibilidad de llegar

a tener una relación sexual y la importan-

cia de establecer sus propios límites.

■ Reconocen y valoran la importancia de la

comunicación clara y abierta sobre sexua-

lidad en la pareja.

■ Valoran las diferencias individuales

—sociales, raciales, culturales, idiomáti-

cas, etcétera— como una oportunidad

para el crecimiento personal y colectivo.

■ Reconocen que algunas diferencias entre

las personas son utilizadas para discriminar.

■ Reconocen que todas las personas tienen

los mismos derechos y no deben ser dis-

criminadas por sus diferencias, incluyendo

las diversas formas que tengan de expre-

sar su sexualidad.

■ Identifican valores que están vinculados a

sus afectos en una relación de pareja.

13. ¿Cuáles son mis derechos sexuales y

reproductivos?

14. Mirando nuestra realidad

■ Reconocen que el ejercicio de los derechos

sexuales y reproductivos permite lograr la

v i vencia de una sexualidad saludable y sa-

t i s f a c t o r i a

■ Identifican las responsabilidades que ge-

nera el ejercicio de los derechos sexuales

y reproductivos.

■ Reflexionan sobre la realidad de los/las

jóvenes en términos de fortalezas, debili-

dades, oportunidades y amenazas.

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Día Unidad Actividad de aprendizaje Objetivos de aprendizaje

15. Construyendo un mundo mejor con

una sexualidad saludable

16. Planificando nuestras acciones

■ Identifican su rol como promotores/as

como una oportunidad para mejorar su

entorno comunitario.

■ Elaboran una visión colectiva de los/las

jóvenes en un país donde se le reconoz-

can sus derechos y se favorezca su parti-

cipación activa.

■ Definen colectivamente cuál va a ser la

contribución como promotores juveniles

en la construcción de entornos saludables

en su comunidad, con énfasis en la pre-

vención de las ITS y el VIH-sida.

■ Reconocen que el trabajo de equipo im-

plica esfuerzo de planificación para lograr

los objetivos grupales y el desarrollo de

sus integrantes.

■ Elaboran un plan de actividades para lle-

var a cabo su proyecto como promotores

juveniles.

b) Actividades de seguimiento

Desde la experiencia hemos podido corroborar que la educación en-

tre pares requiere un acompañamiento sostenido tanto en la etapa de

formación como en el desarrollo de sus acciones. El acompañamien-

to permite complementar el proceso formativo iniciado en el taller de

capacitación. Si bien en el taller los y las jóvenes han podido conocer

y reflexionar sobre los temas centrales vinculados a la sexualidad y la

prevención del VIH-sida, es necesario que posteriormente pongan en

práctica sus habilidades para escuchar, educar y sensibilizar a la co-

munidad. Para ello se requiere una capacitación en la práctica.

Por esta razón se han diseñado tres sesiones destinadas a que los

promotores juveniles adquieran herramientas metodológicas que les

permitan desarrollar sesiones de aprendizaje dirigidas a sus pares,

así como habilidades para escuchar y derivar a los servicios especia-

lizados a quienes lo necesiten, y organizar acciones colectivas de

sensibilización, educación y comunicación.

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Una vez desarrolladas estas sesiones de aprendizaje se conforman

grupos de trabajo de cinco o seis promotores, quienes planifican la

realización de sus actividades —orientaciones cara a cara, talleres

educativos y organización de campañas o eventos comunitarios—. Se

elabora un cronograma, se seleccionan las zonas de intervención, se

establecen los contactos con la comunidad y se desarrollan las activi-

dades. Cabe señalar que en este proceso se cuenta con el apoyo y el

acompañamiento de los/las facilitadores/as adulto y joven, quienes for-

talecen el aprendizaje que se va ganando a través de la práctica.

Por otra parte, es necesario tener en cuenta que una vez terminado

el taller de capacitación, el grupo de promotores/as no se encuentra

aún consolidado. Debido a ello es necesario que a través de las se-

siones de seguimiento, el/la facilitador/a se esfuerce por fortalecer

los vínculos entre los integrantes del grupo y fomentar la identidad

colectiva y la integración.

Recomendamos que las sesiones de seguimiento se llevan a cabo du-

rante un período mínimo de dos meses. Lo ideal es que se realicen re u-

niones semanales de cuatro horas de duración, lo que hace un total de

ocho sesiones de seguimiento. Las primeras cuatro reuniones están di-

rigidas a desarrollar las capacidades que les permitan a los/las pro m o-

t o res/as juveniles ejercer su rol (véase el cuadro 3).

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● Materiales de promoción

Las siguientes sesiones están orientadas a realizar las actividades

de promoción con el acompañamiento de los/las facilitadores/as.

Es importante señalar que para desempeñar sus funciones los/las

promotores/as requieren algunas condiciones. Por esta razón, a

cada grupo de promotores se le entrega un kit de materiales didác-

tos consistente en un rotafolio, tarjetas SÍ-DA y NO-DA, una Guía

para desarrollar talleres educativos en prevención del VIH-sida pa-

ra cada promotor/a, una copia del video Mi gran amor —producido

por IES y la Asociación de Comunicadores Calandria—, juegos di-

dácticos como la ruleta de la prevención y el condómetro, y folle-

tos de difusión.

Así mismo,

se han elaborado

tarjetas para

que los/las

p ro m o t o re s / a s

puedan derivar

casos a los

s e rvicios de salud.

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Cuadro 3.Actividades de aprendizaje y contenido temático de las sesiones de seguimiento

1. Cuenta conmigo

2.Talleres educativos

3. Organizando campañas

4. Medios gráficos de comunicación

■ Reconocen la importancia de escuchar activamente

para poder ayudar a un compañero/a.

■ Desarrollan habilidades y actitudes necesarias para

realizar adecuadamente una escucha activa.

■ Identifican los mecanismos y procedimientos nece-

sarios para la derivación

■ Identifican los momentos de una sesión de apren-

dizaje.

■ Fortalecen sus habilidades para desarrollar un

breve taller educativo de prevención del VIH-sida.

■ Siguiendo algunas pautas, diseñan una campaña

de comunicación para prevenir el VIH-sida dirigida

a jóvenes de su barrio.

■ Valoran la efectividad y el uso de un medio gráfico

de comunicación.

■ Comprenden y aplican la metodología para elabo-

rar un afiche, volantes y folletos.

Actividad de aprendizaje Objetivos de aprendizaje

REUNIONES PARA EL DESARROLLO DE CAPACIDADES DEL/LA PROMOTOR/A JUVENIL

Participación ciudadana

Toma de decisiones

Planificación familiar

Mi familia, un espacio para crecer

■ Reconocen la participación como un derecho y una

responsabilidad que tiene que ser ejercida por

hombres y mujeres.

■ Reconstruyen su estilo de tomar decisiones e incor-

poran nuevos criterios que los ayudan a mejorar

este proceso.

■ Toman conciencia de lo que significa tener un bebé

en la adolescencia.

■ Revisan diferentes métodos anticonceptivos para

prevenir un embarazo no planificado.

■ Reflexionan sobre las personas significativas en sus

vidas.

■ Descubren que hablar de sexualidad con sus

padres es posible y les permite sentirse más acom-

pañados/as en sus dudas y preocupaciones.

Actividad de aprendizaje Objetivos de aprendizaje

SESIONES DE APRENDIZAJE COMPLEMENTARIAS

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¿Qué tipo de facilitador/a se necesita?4

E m p render una labor educativa con adolescentes y jóvenes implica que

los/las facilitadores/as estén dispuestos/as a revisar sus conceptos, va-

l o res y prejuicios, así como a tener una actitud abierta, flexible y honesta

f rente a diferentes maneras de pensar y a diversas experiencias de vida.

Es importante tener en cuenta que el aprendizaje acontece en una re l a-

ción con el otro, en una relación entre el/la facilitador/a y los/las adoles-

centes, así como entre ellos/ellas mismos/as. Esto supone respeto, co-

h e rencia e integridad. Por eso, al trabajar con adolescentes y jóvenes se

debe tener siempre presente la dimensión ética de las relaciones interper-

sonales, porque no se puede enseñar lo que no se es en la vida real, y

p o rque los valores y los principios se muestran a través del comport a m i e n-

to cotidiano. Al constituirse en personas re f e rentes y significativas para

los y las adolescentes y jóvenes, los/las facilitadores/as estarán someti-

dos a su atenta mirada sobre todo lo que piensan, dicen, hacen o dejan

de hacer.

● Según cómo los vemos, nos relacionamos con ellos/ellas

El/la facilitador/a debe detenerse un momento a pensar cuál es su

visión de los adolescentes y jóvenes porque de acuerdo con el con-

cepto que tenga de ellos/ellas se establecerá determinada forma de

relación. Si, por ejemplo, los/las percibe como personas inmaduras,

que aún no han terminado su desarrollo y que para no meterse en

problemas requieren la intervención del adulto, entonces asumirá una

actitud sobreprotectora pues considerará que su misión es indicarles

lo que deben o no deben hacer y advertirles acerca de las consecuen-

cias de su comportamiento, atemorizándolos/as a para que no se in-

volucren en prácticas riesgosas.

Por el contrario, si el/la facilitador/a considera que los/las adolescen-

tes son personas que tienen criterios y valores propios, y son capaces

de dirigir sus vidas, de actuar en su medio en forma constructiva y au-

tónoma, podrá establecer con ellos/ellas una relación completamente

d i f e rente. El facilitador/a asumirá que su función radica en ayudar a

los/las jóvenes a empoderarse, a favorecer que avancen en el desa-

rrollo de su libertad, entendida como la capacidad de ser uno/una mis-

mo/a y de responder frente a sus acciones y decisiones. De esta

manera, el/la facilitador/a buscará que los/las jóvenes avancen

p ro g resivamente hacia la autonomía, aprendiendo a gobernarse a sí

m i s m o s / a s .

4 Laporta, Deborah. A p rendiendo a vivir. Lima, GTZ - Instituto de Educación y Salud, 2003.

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En el cuadro 4 se pueden ver las diferentes formas de vincularnos

con los adolescentes y jóvenes, las cuales van desde generar una re-

lación dependiente hasta lograr un alto grado de autonomía.

5 Tomado de De Sousa, Vilma. Juventude, solidariedade y voluntariado. Fundación Odebrecht. Bra-

silia: Ministerio de Trabajo y Empleo y Secretaría Especial de los Derechos Humanos, 2003.

DependenciaEtapas Colaboración Autonomía

■ Iniciativa de acción

■ La planificación

■ Ejecución de la acción

■ E valuación de la acción

■ Apropiación de los re-

sultados de la acción

■ Iniciativa unilateral de

los educadores

■ Los educadores planifi-

can y hacen participar

a los jóvenes

■ Los jóvenes ejecutan lo

que los educadores han

planificado

■ Los educadores eva-

lúan a los jóvenes

■ Los resultados de la

acción son íntegramen-

te apropiados por los

educadores

■ Los educacores y los jó-

venes discuten si deben

o no asumir la iniciativa

■ Los educadores y los jó-

venes planifican juntos

■ Los educadores y los jó-

venes ejecutan conjun-

tamente las acciones

planificadas

■ Los educadores y los jó-

venes discuten cómo

evaluar la acción

realizada

■ Los educadores y los jó-

venes comparten los re-

sultados de la acción

desarrollada

■ La iniciativa es una ac-

ción que parte de los

propios jóvenes

■ Los jóvenes planifican

las acciones que van a

realizar

■ Los jóvenes ejecutan lo

planificado

■ Los propios jóvenes

evalúan la acción

realizada

■ Los jóvenes se apro-

pian de los resultados.

Cuadro 4.Formas de relación entre educadores y jóvenes. Promoviendo la autonomía5

● Reflexionar antes de actuar

Antes de empezar la capacitación de promotores/as juveniles es im-

portante que el/la facilitador/a se tome un tiempo con el fin de eva-

luar sus capacidades para conducir la actividad.

Aquí ofrecemos una pequeña lista de chequeo que ayudará a identificar

las fortalezas, así como las limitaciones que se re q u i e re re f o rz a r.

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■ Tengo experiencia en la aplicación de metodología participativa.

■ Me siento cómodo/a trabajando con adolescentes.

■ Tengo facilidad para relacionarme con las personas sin criticarlas ni juzgarlas.

■ Tengo sentido del humor.

■ Cuento con tiempo prudencial para planificar y prepararme para el taller.

■ Tengo una comprensión óptima de los temas que voy a tratar en el taller.

■ Estoy familiarizado/a con asuntos relacionados con el género.

■ Tengo facilidad para hablar en público de manera franca y abierta, sin sentir ver-güenza, sobre aspectos relacionados con la sexualidad.

■ He reflexionado previamente sobre mi forma de entender la sexualidad, revisandomis conceptos, mis vivencias y sentimientos.

■ Tengo capacidad para conducir grupos.

■ Soy capaz de respetar las ideas y opiniones de otras personas.

■ Tengo capacidad para expresar clara y directamente mis sentimientos y opiniones,mostrando respeto por mis derechos y los de los demás.

Sí No Preguntas que el/la facilitador/a debe hacerse a sí mismo/a

Sugerencias para el manejo del grupo

En el trabajo educativo con adolescentes y jóvenes, a veces se presen-

tan situaciones que interfieren con el desarrollo del taller. Puede ocurrir,

por ejemplo, que algunos/as chicos/as no sigan las indicaciones, se

burlen de los comentarios de sus compañeros/as, adopten una actitud

pasiva o indiferente, etcétera.

Un elemento fundamental para manejar estas situaciones son las norm a s

o reglas de convivencia que se pueden establecer con los/las mismos/as

p a rticipantes al inicio del taller. En el momento en que se requiera, se pue-

de aludir a estas normas para propiciar y mantener el clima de respeto y

comunicación. Por ejemplo, si el debate se convierte en un enfre n t a m i e n-

to, se puede interrumpir su curso re c o rdando las norm a s .

Aquí sugerimos algunos acuerdos básicos que conviene establecer con

el grupo al inicio del taller:

● No descalificar a nadie con comentarios negativos.

● Hablar de uno en uno, sin interrumpir a los demás.

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● Dar a todos la misma oportunidad de hablar.

● Mantenerse centrados en el tema y no sostener discusiones pa-

r a l e l a s .

Si hay problemas serios de interrupciones, se puede hacer lo siguiente:

● Recordar con gentileza que tienen una tarea que resolver y que el

tiempo es limitado.

● Responder a quien interrumpe continuamente con una frase simi-

lar a ésta: "Sólo quería recordarles que todos los participantes del

grupo tienen derecho a hablar sin ser interrumpidos".

● Si el comportamiento de algún/a participante es muy molesto, no

ignorarlo. Hay que tratarlo con el grupo, señalar el comportamien-

to perturbador pero sin calificar a la persona.

● También se puede intentar conversar en privado con el o la par tici-

pante que causa el problema, por ejemplo durante el descanso.

Si se presenta un silencio prolongado por parte del grupo, es import a n t e

identificar si éste promueve la reflexión o bloquea el trabajo. En el primer

caso, el/la facilitador/a debe respetar este momento. Si más bien se tra-

ta de una resistencia, debe intentar aclararla y ponerse de acuerdo con el

g rupo sobre las modificaciones necesarias para continuar el trabajo.