Psicoterapia y Micropolítica en Contextos Obligados

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Un trabajo reflexivo sobre los procesos de psicoterapia desde un modelo narrativo con jóvenes en centros de SENAME

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  • Universidad de Chile Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Psicologa

    Diplomado de Posttulo en Psicoterapia Sistmica y Familiar

    Evaluacin Mdulo Narrativo

    Psicoterapia en contextos obligados:

    Una mirada desde la micropoltica y eventos poticos.

    Mario Miranda Barrera

    Noviembre 2014

  • El presente trabajo pretende problematizar sobre los procesos de psicoterapia que se enmarcan dentro de contextos obligados, en los que los pacientes no solicitan iniciar un proceso psicoteraputico, sino que la demanda inicial viene dada por organismos externos por ejemplo, Tribunales de Justicia, Colegios e instituciones que de alguna forma tienen poder sobre el devenir de las personas. En este marco, se hace necesario profundizar en la apora y las practicas que el Servicio Nacional de Menores (SENAME) despliega entre dos grandes instituciones: la Convencin de los derechos de la Infancia y el aparato jurdico del Estado chileno; como dispositivos de control y subjetivacin, a modo de exclusin incluyente, y forma de captura de la poblacin infanto-juvenil que se encuentra en los estratos socioeconmicos menos favorecidos en nuestra sociedad. Para ello tomar como foco de reflexin la perspectiva de micropoltica y potica aborda por Pakman (2011), en la que los terapeutas nos relacionamos con una serie de patrones, guas y modelos de trabajo, que responden a diversas concepciones de lo que se espera que hagamos en terapia, ordenados por mandatos explcitos desde poderes del Estado, siendo ello un espacio donde emergen conceptos como intervencin psicosociojurdica, delincuencia juvenil, negligencia, inhabilidad parental, joven en riesgo social, es all donde se ponen en tensin nuestras prcticas profesionales, optando por reproducir y mantener el orden establecido o generar instancias que permitan reflexionar y tomar una distancia crtica. Cabe preguntarse, Cul es el rol del psiclogo dentro de estos programas?, de acuerdo a lo mencionado en las bases tcnicas de los programas especializados es encargado tcnico de los procesos reparatorios de los nios y sus familias (SENAME, 2014). Si se toma como referencia cules son las principales demandas o motivos de derivacin que los tribunales realizan, encontramos inhabilidad parental, interrumpir conductas transgresoras de infraccin de ley, interaccin conflictiva con la escuela. Ahora bien, de qu manera los terapeutas desarrollan procesos de psicoterapia inmersos en la macropoltica de estos contextos?, Qu rol juega la presin del Tribunal?, de su lugar de trabajo, de los resultados esperados? y, cmo establecer un relacin teraputica con un otro que no quiere ser ayudado?. En un contexto obligado, se ponen en juego una serie de consideraciones bsicas para establecer un espacio que se considere teraputico. En las ltimas dcadas autores de distintas lneas tericas han llegado a concluir que el cambio en el proceso psicoteraputico sera atribuible a factores comunes compartidos por los diversos enfoques. Estos factores, tambin llamados variables inespecficas, son definidos como aquellos aspectos del paciente, del terapeuta y de la relacin entre ambos, que son comunes a cualquier psicoterapia independiente de las tcnicas o marco terico empleado (Opazo, 2001).

  • En este contexto adquiere relevancia el concepto de alianza teraputica, que ha sido usado para explicar la relacin existente entre terapeuta y paciente durante el proceso psicoteraputico, en donde ambos trabajan juntos en armona (Weinberg, 1996 en Santibez, 2001). De acuerdo a ello, es innegable la dificultad para establecer una alianza teraputica en una relacin basada en el poder, en la que se relaciona un sujeto de atencin y uno o ms profesionales mandatados a cumplir las expectativas y necesidades de la institucionalidad que le ordena y administra ese poder. Desde mi experiencia profesional, he tratado de crear espacios teraputicos en contextos obligados, tomando en consideracin el espacio de poder que entrega la psicoterapia como una instancia de crtica y construccin social para mirar los guiones que estn a la base de nuestras identidades y a nuestra condicin de sujetos y/o produccin de posiciones subjetivas. De esta forma, los conocimientos que llevan asociados y las relaciones de poder que encarnan como una prctica micropoltica, permite ver a la psicoterapia misma como un acto sociocultural micropoltico (Pakman 2011). Como tal, la psicoterapia exporta mecanismos de sujecin y participa del proceso de configuracin de guiones socioculturales que circulan ms all del mbito teraputico especfico en que se desarrollan, para incorporarse o entremezclarse con las instituciones y los discursos socioculturales ms diversos, al mismo tiempo que son influidos por ellos o que los importan a su mbito especfico, por ejemplo, la relacin con los Tribunales, la escuela, los vecinos del barrio, etc. En el desarrollo de la terapia, parte principal del proceso inicial es tomar conciencia sobre los modos de sujecin que tienen los jvenes a etiquetas estigmatizadoras sobre su identidad, basadas en lo que Focault (1998) llam las prcticas divisorias; en las que el sujeto se encuentra divido en su interior o dividido de los otros, por ejemplo: el loco y el cuerdo, el enfermo y el sano, los delincuentes y los buenos muchachos. Ests etiquetas van configurando con mucha fuerza las historias de los relatos dominantes que han configurado sus relaciones, sus sentimientos y el significado que le atribuyen a su experiencia. Siguiendo a White y Epston (1993) las personas organizan su experiencia y le dan sentido por medio del relato, y que en la construccin de estos relatos expresan aspectos escogidos de su experiencia vivida, se deduce que estos relatos son constitutivos: modelan las vidas y las relaciones (p.29) De esta manera, el poder del significado de una etiqueta determinada, establece una coordinacin entre las palabras del consultante y las del terapeuta. Lo interesante, remarcado por Pakman (2011), es ver si el terapeuta es capaz de rechazar el rol que le ha tocado asumir en el guin. Si es capaz, entonces esa forma de rechazo se relaciona con una posible forma ms creativa y generativa de hacer, es decir, de trascender los patrones comunicativos y comportamentales de siempre que dictaminan los modelos institucionales, su tcnica y la etiqueta diagnstica con que se parte la relacin teraputica.

  • Este acto de rebelda o desobediencia, abre nuevas posibilidades en la relacin teraputica, permite explorar mbitos sensuales de la experiencia de los jvenes, aquellos que han estado oprimidos y postergados por los relatos dominantes, emergiendo eventos poticos que interrumpen la continuidad de la identidad histrica, generando un quiebre que permite dar proyeccin a un proceso teraputico, torciendo de esta manera las condiciones polticas del contexto obligado. En este sentido, de acuerdo a Pakman (2011), adoptamos un distanciamiento crtico de los guiones, de los modelos, los aprendizajes y el hbito, para que no marginen y anulen a lo sensual y nico, para volver a esa singular experiencia humana que se encarna en momentos poticos a los que la psicoterapia no slo no es ajena, sino que es un lugar potencialmente privilegiado para su ocurrencia. (p. 77). La ocurrencia de la expresin de la experiencia sensual de los jvenes, se ve facilitada por la utilizacin de la tcnica que White y Epston (1993) denominan externalizacin, en la que mediante el abordaje teraputico se insta a que el problema se separe de las personas, como una entidad externa que permite cierto margen de control y disminuye lo restrictivo de la relacin. Ello permite que los jvenes construyan una historia distinta al relato dominante y que la relacin que se establece con el terapeuta sea dentro de un proceso teraputico y no meramente basado en el control social como lo enmarca el contexto obligado. En este sentido, si analizamos los objetivos que utiliza SENAME (2014) en aquellos dispositivos psicosociales que trabajan como jvenes gravemente vulnerados, podemos encontrar que hace referencia a programas destinados a otorgar intervencin reparatoria frente a circunstancias de graves vulneraciones de derechos, tales como, situacin de calle, consumo abusivo de drogas, maltrato infantil grave, explotacin sexual comercial infantil, u otras problemticas que atentan gravemente contra el normal desarrollo del nio, nia o adolescente. (p.3). Si tomamos como referencia lo que dice Goffman (1974), las analogas que empleamos determinan nuestro examen del mundo: las preguntas que formulamos acerca de los hechos, las realidades que construimos y los efectos reales experimentados por quienes participan en la indagacin (citado en White y Epston, 1993). De esta forma, el concepto intervencin reparatoria, viene dado desde una analoga extrada del positivismo, en la que se ve al ser humano como una mquina a la que se puede modificar cuando alguno de sus componentes falla, haciendo necesario su reparacin para quedar en un estado normal de funcionamiento. Sin duda, el contexto micropoltico que opera desde esta analoga, se acerca mucho ms al control social y se aleja del quehacer propio de lo teraputico.

  • Micropoltica y evento potico.

    Nicols, era un nio de 12 aos, con una escolaridad de 3 bsico, haba transitado entre los 8 y los 12 aos entre hogares de proteccin y su casa, de la cual se escapaba constantemente segn relataba la madre. Es derivado por el Tribunal de Familia para iniciar un proceso reparatorio y evitar que se cronificaran los delitos. Tena antecedentes por variados robos de vehculos y dos causas por agresin sexual a otros nios.

    La foto refleja una risa cortada, un momento tenso entre el sentir del nio y la contencin de los profesionales que acompaan, el contexto histrico de la foto, se enmarca en una fuerte tensin entre el relato dominante de la vida del nio, cargado de voces estigmatizadoras y enjuiciadoras de su experiencia de vida, la que ha tenido un transito desde graves vulneraciones de derechos en su primera infancia, institucionalizacin temprana en hogares de proteccin y, experiencias de infraccin de ley, principalmente en robos y agresiones sexuales a otros menores de edad. La tensin viene dada tambin por el entorno micropoltico que significa trabajar con nios infractores de ley y, ms an en delitos de alta connotacin pblica, de acuerdo a la ley 20084 de responsabilidad penal adolescentes, el nio al tener menos de 12 aos se considera inimputable, por lo que no puede recibir ningn tipo de sancin penal, sin

  • embargo, es ingresado a un programa de SENAME para que se reparen las graves vulneraciones de derechos que haya sufrido. En las constantes opresiones que significa estar sujeto al Tribunal y al control del Estado, el nio se relacionaba con un gran desconfianza con los adultos, con conductas muy evitativas y poco contacto social, sin embargo, desde el abordaje desobediente del equipo teraputico, se inicia un proceso de vinculacin afectiva, esperando poder llegar a conectar emocionalmente en algn momento con el sentir del nio que estaba atrapado en el personaje del delincuente, disocial y agresor sexual.

    El momento de la foto, captura un evento potico, donde por primera vez el nio permite que se le fotografe y an ms, esboza una sonrisa, que no deja de reflejar la incomodidad del momento para l, y quizs, se senta desbordado por la sensualidad que lo toca mucho ms all de lo que la construccin de su identidad poda incorporar en ese momento (Pakman, 2011). Momentos como este, pueden tener efectos teraputicos en la historia de los jvenes, siendo mucho ms significativos que los resultados que se esperan lograr en un contexto estructurado, en el que principalmente se reproducen modos de sujecin a los roles que las instituciones a travs del poder imponen. De acuerdo a Pakman (2014) para facilitar la emergencia de los eventos poticos, se requiere una posicin crtica con respecto a la micropolitica dominante, tomando distancia de esos guiones. De esta forma, una posibilidad de dislocar el contexto obligado y coercitivo en estos programas, es tomar en cuenta los conceptos planteados por Pakman, los conceptos de micropoltica, crtica y evento potico configuran as un posicin para una prctica y teora de la clnica que suelo nombrar como crtico potica (p.20).

  • Referencias bibliogrficas

    Foucault, M. (1998) El sujeto y el poder. Universidad Nacional Autnoma

    de Mxico.

    Opazo, R. (2001). Psicoterapia integrativa: delimitacin clnica. Santiago:

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    Pakman, M. (2011) Palabras que permanecen, palabras por venir. Micro-

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    Pakman, M (2014) Texturas de la Imaginacin. Ms all del giro

    lingstico. Gedisa. Barcelona, Espaa.

    Santibez, P. (2001). La alianza teraputica en psicoterapia: traduccin,

    adaptacin y examen inicial de las propiedades psicomtricas del Working

    Alliance Inventory en Chile.Tesis para optar al grado de Magster en

    Psicologa, Mencin Psicologa Clnica, Pontificia Universidad Catlica,

    Santiago, Chile.

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    Proteccin Especializada Programas de Intervencin Integral

    Especializada (PIE) rea Diseo de la Oferta Programtica. Santiago.

    Chile

    White, M y Epson, D. (1993). Medios narrativos para fines teraputicos.

    Barcelona: Paidos.