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1 El modelo socio-ambiental que actualmente rige en el mundo se desarrolló en Europa durante los últi- mos 500 años. Fenómenos sociales como la revolución cartesia- na, el cientificismo mecanicista, el calvinismo protes- tante y los descubrimientos geográficos potenciaron el desarrollo de la técnica y la acumulación de capi- tal a una escala nunca vista hasta ese momento en la historia de la humanidad; este proceso es conoci- do como la Revolución Industrial. Desde un punto de vista ecológico, el Capitalismo, hermano siamés de la Revolución Industrial, es un modelo de vida basado en la explotación de la inequidad, en el consumo de recursos renovables por encima de su tasa de reno- vación, y en la producción de residuos y desechos por encima de sus posibilidades de asimilación por parte de la biosfera. Si bien es cierto que la revolución capitalista ha logrado avances tecnológicos y científicos que han mejorado sustancialmente la calidad y expectativas de vida de los seres humanos, también ha sacrifica- do las posibilidades de supervivencia de la mayoría de seres vivos con quienes compartimos la Tierra. En los últimos 500 años, se han destruido cer- ca de tres cuartas partes de las selvas tropicales, se ha extinguido buena parte de la biodiversidad y se ha envenenado el agua y el aire necesarios para la exis- tencia de toda forma de vida. La propia dinámica del capitalismo (producción, consumo y desecho), hace que este modelo sea irreconciliable con cualquier for- ma de sostenibilidad de las condiciones necesarias para la vida en nuestro planeta. A fines del siglo XX y principios del XXI, el neolibe- ralismo ha fungido como base teórica del capitalismo mediante la ideología del mercado. Según esta últi- ma, el consumo en una sociedad sólo estará regido por las propias fuerzas de ese mercado: demanda, producción y consumo; sin embargo, el enorme po- der que la publicidad ha desarrollado en la sociedad contemporánea a través de los medios de comunica- ción, hace que esta premisa sea una falacia. Publicidad, consumismo y sustentabilidad Adaptado de: http://www.portaldelmedioambiente.com/articulos/179/ publicidad_consumismo_y_sustentabilidad/ Fecha de consulta: 17 de septiembre de 2010. Mientras que la producción de bienes y sus con- secuentes valores de uso en las sociedades preca- pitalistas están determinadas por la satisfacción de las necesidades individuales; en el modelo capita- lista-desarrollista la producción tiene como único fin aumentar las ganancias (es decir, reproducir el capi- tal), por tanto, los valores de uso de los bienes pro- ducidos son apenas un instrumento para lograr dicha reproducción. La rápida obsolescencia y consecuente desecho de un bien u objeto en nuestra sociedad no está de- terminada por la utilidad o el valor de uso intrínseco de ese bien, sino por la aparición de un nuevo mode- lo de ese mismo objeto que la publicidad obliga a adquirir sin importar si su uso o función es idéntico al anterior. Un ejemplo de esto son los teléfonos celu- lares: el valor de uso de este tipo de teléfono depen- de de la capacidad para comunicarse a distancia con otra persona; sin embargo, vemos a diario como la gente con menores recursos económicos, desecha sus teléfonos celulares cada año para adquirir los nuevos y más costosos modelos que la publicidad ha insertado dentro de su psiquis como una necesidad existencial, no importa que el nuevo modelo sirva exactamente para lo mismo que servía el anterior. Las personas atrapadas en esta adicción muestran orgullosas sus aparatos como un símbolo de estatus, poder, calidad o de vida, no sin importar que el resto de su existencia sea miserable y sin metas. En algunos casos la publicidad falla, por lo que las empresas fabricantes se aseguran de diseñar apara- tos y equipos que se descompongan después de 2 o 3 años sin posibilidad de reparación y sin refaccio- Palabras Obsolescencia: término que se aplica cuando algo está volviéndose obsoleto o que está cayendo en desuso. Intrínseco: adjetivo íntimo, esencial. Contexto

Publicidad, consumismo y sustentabilidad · ha extinguido buena parte de la biodiversidad y se ha ... nuevos y más costosos modelos que la publicidad ha insertado dentro de su psiquis

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El modelo socio-ambiental que actualmente rige en el mundo se desarrolló en Europa durante los últi-mos 500 años.

Fenómenos sociales como la revolución cartesia-na, el cientificismo mecanicista, el calvinismo protes-tante y los descubrimientos geográficos potenciaron el desarrollo de la técnica y la acumulación de capi- tal a una escala nunca vista hasta ese momento en la historia de la humanidad; este proceso es conoci-do como la Revolución Industrial. Desde un punto de vista ecológico, el Capitalismo, hermano siamés de la Revolución Industrial, es un modelo de vida basado en la explotación de la inequidad, en el consumo de recursos renovables por encima de su tasa de reno-vación, y en la producción de residuos y desechos por encima de sus posibilidades de asimilación por parte de la biosfera.

Si bien es cierto que la revolución capitalista ha logrado avances tecnológicos y científicos que han mejorado sustancialmente la calidad y expectativas de vida de los seres humanos, también ha sacrifica-do las posibilidades de supervivencia de la mayoría de seres vivos con quienes compartimos la Tierra.

En los últimos 500 años, se han destruido cer-ca de tres cuartas partes de las selvas tropicales, se ha extinguido buena parte de la biodiversidad y se ha envenenado el agua y el aire necesarios para la exis-tencia de toda forma de vida. La propia dinámica del capitalismo (producción, consumo y desecho), hace que este modelo sea irreconciliable con cualquier for-ma de sostenibilidad de las condiciones necesarias para la vida en nuestro planeta.

A fines del siglo xx y principios del xxi, el neolibe-ralismo ha fungido como base teórica del capitalismo mediante la ideología del mercado. Según esta últi-ma, el consumo en una sociedad sólo estará regido por las propias fuerzas de ese mercado: demanda, producción y consumo; sin embargo, el enorme po-der que la publicidad ha desarrollado en la sociedad contemporánea a través de los medios de comunica-ción, hace que esta premisa sea una falacia.

Publicidad, consumismo y sustentabilidad

Adaptado de: http://www.portaldelmedioambiente.com/articulos/179/publicidad_consumismo_y_sustentabilidad/

Fecha de consulta: 17 de septiembre de 2010.

Mientras que la producción de bienes y sus con-secuentes valores de uso en las sociedades preca-pitalistas están determinadas por la satisfacción de las necesidades individuales; en el modelo capita-lista-desarrollista la producción tiene como único fin aumentar las ganancias (es decir, reproducir el capi-tal), por tanto, los valores de uso de los bienes pro-ducidos son apenas un instrumento para lograr dicha reproducción.

La rápida obsolescencia y consecuente desecho de un bien u objeto en nuestra sociedad no está de-terminada por la utilidad o el valor de uso intrínseco de ese bien, sino por la aparición de un nuevo mode-lo de ese mismo objeto que la publicidad obliga a adquirir sin importar si su uso o función es idéntico al anterior. Un ejemplo de esto son los teléfonos celu-lares: el valor de uso de este tipo de teléfono depen-de de la capacidad para comunicarse a distancia con otra persona; sin embargo, vemos a diario como la gente con menores recursos económicos, desecha sus teléfonos celulares cada año para adquirir los nuevos y más costosos modelos que la publicidad ha insertado dentro de su psiquis como una necesidad existencial, no importa que el nuevo modelo sirva exactamente para lo mismo que servía el anterior. Las personas atrapadas en esta adicción muestran orgullosas sus aparatos como un símbolo de estatus, poder, calidad o de vida, no sin importar que el resto de su existencia sea miserable y sin metas.

En algunos casos la publicidad falla, por lo que las empresas fabricantes se aseguran de diseñar apara-tos y equipos que se descompongan después de 2 o 3 años sin posibilidad de reparación y sin refaccio-

PalabrasObsolescencia: término que se aplica cuando algo está volviéndose obsoleto o que está cayendo en desuso.

Intrínseco: adjetivo íntimo, esencial.

Contexto

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nes, esto es un ejemplo de toda una lógica perversa. Ahora que tanto se habla de desarrollo sustentable es absolutamente necesario entender que sin cam-bios sustanciales en los modelos de producción y consumo, no hay ninguna posibilidad de avanzar.

Figura 1.20 El consumo excesivo de teléfonos celulares genera desechos que son un riesgo para el medio ambiente, contrario a lo que se espera del desarrollo sustentable.

Palabras

Sustentable: adjetivo aplicado para referir cuando algo se puede sustentar o defender con razones. En cuestiones relacionadas con la ecología, se utiliza para definir sistemas o procesos compatibles con el medio ambiente, es decir, que minimizan el daño a los sistemas naturales.