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ABORTO
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¿Qué es el Aborto?
La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el período
no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de
sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del
embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.
En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada,
en cualquier momento de su vida intrauterino.
Clases de Aborto
El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneo se produce o bien porque
surge la muerte intrauterinamente, o bien porque causas diversas motivan la expulsión del
nuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre
de su madre. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno
materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.
En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables, matándolos en el interior de la
madre o procurando su muerte después de nacer vivos. Esto no es, médicamente
hablando, un aborto, y de hecho muchas legislaciones que se consideran permisivas en la
tolerancia del aborto lo prohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura del
infanticidio. Pero no ocurre así en otros casos, como por ejemplo en España, donde el
Código Penal no tiene en cuenta la viabilidad del feto para que se dé el delito de aborto, y,
en contrapartida, se puede matar en algunos casos a fetos viables sin recibir ningún
castigo penal, al amparo de la legislación vigente precisamente en materia de aborto. Por
eso utilizaremos en estas páginas la definición de aborto según el lenguaje corriente, de
modo que la muerte provocada de un feto viable también será considerada como aborto
Tipos de Aborto
El asesinato de un bebé no nacido se produce, además de algunos métodos domésticos, a
través de los siguientes métodos:
- Por envenenamiento salino
Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que proteje al bebé. Se introduce una
larga aguja a través del abdómen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su
lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la
muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y
de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del bebé.
Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o
moribundo, muchas veces en movimiento.Este método se utiliza después de las 16
semanas de embarazo.
- Por Succión
Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28
veces más fuerte que la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se
está desarrollando, así como la placenta y absorbe "el producto del embarazo" (osea, el
bebé), depositándolo después en un balde. El abortista introduce luego una pinza para
extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo de succión. Algunas veces las partes más
pequeñas del cuerpo del bebé pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los
países desarrollados se realizan de esta forma.
- Por Dilatación y Curetaje
En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta
con la cual se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el
cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el bebé es ya
demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el método llamado por
dilatación y curetaje. La cureta se emplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en
pedazos con ayuda de los forceps. Este método está convirtiéndose en el más usual.
- Por "D & X" a las 32 semanas
Este es el método más espantoso de todos, también es conocido como nacimiento
parcial. Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento
Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía,
el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra,
seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. así extrae parcialmente
el cuerpo del bebé, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero.
Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas
tijeras en la base del cráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio.
Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace
que el bebé muera y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y le
corta la placenta.
- Por Operación Cesárea
Este método es exactamente igual que una operación cesárea hasta que se corta el
cordón umbilical, salvo que en vez de cuidar al niño extraído se le deja morir. La cesárea
no tiene el objeto de salvar al bebé sino de matarlo.
- Mediante Prostaglandinas
Este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa
para llevar a cabo el aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su
principal "complicación" es que el bebé a veces sale vivo. También puede causarle graves
daños a la madre. Recientemente las prostaglandinas se han usado con la RU-486 para
aumentar la "efectividad" de éstas.
- RU-486
Se trata de una fármaco abortivo empleado conjuntamente con una prostaglandina, que es
eficiente si se la emplea entre la primera y la tercera semana después de faltarle la primera
menstruación a la madre. Actúa matando de hambre al diminuto bebé, al privarlo de un
elemento vital, la hormona progesterona. El aborto se produce luego de varios días de
dolorosas contracciones
Secuelas físicas del Aborto
UERTE:
Las primeras causas de muerte en relación con el aborto son hemorragia, infección,
embolia, anestesia, y embarazos ectópicos sin diagnosticar [ undiagnosed ]. El aborto legal
constituye la quinta causa de muerte de gestantes en los EE. UU, aunque de hecho se
sabe que la mayoría de muertes relacionadas con el aborto no son registradas oficialmente
como tales.(2)
• CÁNCER DE MAMA:
El riesgo de cáncer de mama casi se dobla después de un aborto e incluso se incrementa
aún más con dos o más abortos.(3)
• CÁNCER DE OVARIOS, HÍGADO Y CERVICAL (cuello uterino):
Las mujeres con un aborto se enfrentan a un riesgo relativo de 2.3 de cáncer cervical, en
comparación con las mujeres que no han abortado, y las mujeres con dos o más abortos
encaran un riesgo relativo de 4.92. Riesgos igualmente elevados de cáncer de ovario e
hígado se ligan con el aborto único o múltiple. Estos porcentajes incrementados de cáncer
para el caso de mujeres que han abortado se vinculan aparentemente a la interrupción no
natural de los cambios hormonales que acompañan al embarazo, así como a la lesión
cervical no tratada. (4)
• PERFORACIÓN DE ÚTERO:
Entre un 2 y un 3 % de las pacientes de aborto pueden sufrir perforación del útero; es más,
la mayoría de estas lesiones quedarán sin ser diagnosticadas ni tratadas a no ser que
realice una visualización mediante laparoscopia. (5) Esta clase de examen puede resultar
útil cuando se inicia un proceso judicial por negligencia en la práctica del aborto. El riesgo
de perforación uterina se incrementa para las mujeres que ya han tenido hijos y para las
que reciben anestesia general durante la realización del aborto.(6) El daño en el útero
puede complicarse en ulteriores embarazos y eventualmente puede acarrear problemas
que requieran una histerectomía, lo que de por sí puede conllevar diversas complicaciones
adicionales y lesiones que incluyen la osteoporosis.
• DESGARROS CERVICALES (cuello del útero):
En al menos un uno por ciento de abortos realizados en el primer trimestre se producen
importantes desgarros cervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menor
envergadura o las micro-fracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la
larga perjudicar la función reproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar a una
posterior incompetencia cervical [ subsequent cervical incompetence ], parto prematuro y
complicaciones durante el parto. El riesgo de lesión cervical es mayor en adolescentes,
para abortos realizados en el segundo trimestre, y cuando los facultativos no usan
laminaria (sic) para dilatar el cuello uterino.(7)
• PLACENTA PREVIA (sic):
El aborto incrementa el riesgo de placenta previa en ulteriores embarazos (una
circunstancia que pone en peligro tanto la vida de la madre como su embarazo deseado),
en una escala de entre siete y quince. El desarrollo anormal de la placenta debido a lesión
uterina aumenta el riesgo de malformación fetal, muerte perinatal y efusión excesiva de
sangre durante el parto. (8)
• RECIÉN NACIDOS DISCAPACITADOS EN POSTERIORES EMBARAZOS:
El aborto se asocia con lesiones cervicales y uterinas que pueden incrementar el riesgo de
parto prematuro, complicaciones en el parto y desarrollo anormal de la placenta en
posteriores embarazos. Estas complicaciones reproductivas constituyen las causas
principales de las minusvalías en recién nacidos. (9)
• EMBARAZO ECTÓPICO:
El aborto está relacionado de forma importante con un riesgo añadido de embarazos
ectópicos posteriores. Los embarazos ectópicos, a su vez, amenazan la vida y pueden
llevar a un descenso en la fertilidad. (10)
• AFECCIÓN INFLAMATORIA PÉLVICA [ pelvic inflammatory disease (PID) ]:
Se trata de una enfermedad que puede poner en peligro la vida y conllevar un riesgo
añadido de embarazo ectópico y reducción de fertilidad. De entre las pacientes que tienen
una infección por clamidia [ a chlamydia infection ] en el momento del aborto, un 23 %
desarrollará PID en cuatro semanas. Algunos estudios han arrojado que entre un 20 y un
27 % de pacientes que abortan sufren una infección por clamidia. Aproximadamente un 5
% de pacientes que no han sido infectados por clamidia desarollan PID dentro de las 4
semanas posteriores a un aborto realizado durante el primer trimestre. Es por tanto
razonable suponer que cuantos practican abortos previenen y tratan tales infecciones
antes del aborto. (11)
• ENDOMETRITIS:
La endometritis representa un riesgo post-aborto para todas las mujeres, pero en especial
para las adolescentes, las cuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de contraer
endometritis después de un aborto que las mujeres con edades entre 20 y 29 años. (12)
• COMPLICACIONES INMEDIATAS:
Alrededor de un 10 % de mujeres que se someten a un aborto provocado sufrirán
complicaciones inmediatas, de las cuales aproximadamente un quinto (2 %) tienen la
consideración de riesgo mortal. Las nueve grandes complicaciones más comunes que
pueden darse durante la práctica del aborto son: infección, efusión excesiva de sangre,
embolia, desgarro o perforación del útero, complicaciones de la anestesia, convulsiones,
hemorragia, lesión cervical y "shock" endotóxico. Las complicaciones 'menores' más
comunes incluyen: infeccion, efusión de sangre, fiebre, quemaduras de segundo grado [
second degree burns ], dolor abdominal crónico, vómitos, problemas gastro-intestinales, y
sensibilización del Rh [ Rh sensitization ]. (13)
• RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS MUJERES CON MÚLTIPLES ABORTOS:
En general, la mayoría de los estudios arriba citados reflejan factores de riesgo para
mujeres que se han sometido a un solo aborto. Estos mismos estudios muestran que las
mujeres que tienen abortos múltiples encaran un riesgo mucho mayor de sufrir tales
complicaciones. Este punto es especialmente digno de ser mencionado desde el punto y
hora en que alrededor de un 45 % de todos los abortos se practican en mujeres que ya
habían abortado antes.
• RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS ADOLESCENTES:
Las adolescentes, que suponen aproximadamente un 30 por ciento de las mujeres que
abortan, se exponen a un riesgo mucho más alto de sufrir numerosas complicaciones
relacionadas con el aborto. Esto reza tanto para las complicaciones inmediatas como para
los perjuicios reproductivos a largo plazo. (14)
• PEOR ESTADO DE SALUD GENERAL:
En un estudio realizado sobre 1.428 mujeres, los investigadores descubrieron que los
embarazos malogrados y en particular los debidos a aborto provocado se asociaban de
manera significativa a una salud general más deficiente. Los abortos múltiples
correspondían a una valoración todavía peor de la salud presente. Mientras que la
interrupción del embarazo por causas naturales iba en detrimento de la salud, el aborto
provocado resultó estar más estrechamente relacionado con una salud deficiente. Tales
hallazgos confirman investigaciones anteriores que arrojaban que durante el año siguiente
a un aborto las mujeres visitaban a su médico de cabecera un 80 % más por toda clase de
razones y un 180 % más por razones psico-sociales. Los autores también se encontraron
con que si hay un compañero presente y que no presta apoyo [not supportive], el
porcentaje de aborto natural se eleva a más del doble y el de aborto provocado es cuatro
veces mayor que si él está presente y apoyando. Si el compañero está ausente, el
porcentaje de aborto provocado es seis veces mayor. (15)
• RIESGO AÑADIDO POR FACTORES QUE HACEN PELIGRAR LA SALUD:
El aborto está en buena medida ligado a cambios de conducta tales como promiscuidad,
tabaquismo, abuso de las drogas y desórdenes alimenticios que en conjunto contribuyen a
incrementar los riesgos de padecer problemas de salud. Por ejemplo, la promiscuidad y el
aborto están ambos relacionados con un aumento de las tasas de PID y embarazos
ectópicos. Cuál de los dos contribuye más es algo todavía incierto, pero deslindarlo puede
ser irrelevante si la promiscuidad es de por sí una reacción al trauma post-aborto o a la
pérdida de autoestima.
Secuelas psíquicas del Aborto
• NECESIDAD DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO:
En un estudio realizado sobre pacientes post-aborto a sólo 8 semanas de haber abortado,
los investigadores hallaron que el 44 % se quejaba de trastornos nerviosos, el 36 % había
sufrido alteraciones del sueño, el 31 % tenía arrepentimientos por la decisión tomada y al
11 % le habían sido prescritos fármacos psicotrópicos por su médico de cabecera. (2) Un
estudio retrospectivo que abarcaba un período de cinco años en dos provincias
canadienses detectó que el recurso a los servicios médicos y psiquiátricos era
sensiblemente mayor entre mujeres que habían abortado. Lo más revelador fue la
conclusión a la que se llegó, según la cual el 25 % de mujeres que habían abortado
visitaban a los psiquiatras frente al 3 % del grupo de control [ 3 % of the control group ]. (3)
Las mujeres que han abortado tienen bastantes más probabilidades que otras de requerir
el ingreso posterior en un hospital psiquiátrico. Adolescentes, mujeres separadas o
divorciadas, y aquéllas en cuya historia clínica figura más de un aborto encaran un riesgo
especialmente alto. (4)
Puesto que muchas mujeres tras un aborto recurren a la represión como mecanismo de
defensa [ as a coping mechanism ], puede darse un largo período de negación antes de
que una mujer requiera tratamiento psiquiátrico. Estos sentimientos reprimidos son
susceptibles de causar afecciones psicosomáticas y psiquiátricas o de conducta en otras
facetas de la vida de la mujer. En consecuencia, algunos asesores [counselors; al parecer,
se refiere a ciertos peritos de los procesos judiciales norteamericanos] informan del hecho
de que la angustia [ distress ] por un aborto que no se quiere reconocer es lo que en
realidad subyace en muchas de sus pacientes, incluso aunque se hayan dirigido a ellos en
demanda de terapias para problemas que aparentemente nada tienen que ver con ello. (5)
• TRASTORNOS POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO (en inglés PTSD o PAS):
Un importante muestreo concluyó que al menos un 19 % de mujeres que han abortado
padecen trastornos por estrés post-traumático (PTSD). Aproximadamente la mitad
presentaba muchos de los síntomas de PTSD, aunque no todos, y entre un 20 y un 40 por
ciento mostraban niveles de estrés que fluctuaban entre moderados y altos, así como
conducta evasiva respecto a sus experiencias abortivas. (6) Puesto que nos hallamos ante
una alteración grave que puede estar presente en muchas demandantes, y que no es
fácilmente comprendida fuera de la profesión de asesor, el siguiente resumen será más
completo que otros apartados de esta sección. El PTSD es una disfunción psicológica
producto de una experiencia traumática que anula los mecanismos normales de defensa
de una persona, derivando en miedo intenso, sensación de desvalimiento o de estar
atrapado, o en pérdida del control. El riesgo de que una experiencia resulte traumática se
incrementa cuando el hecho traumatizante es percibido como susceptible de conllevar
amenazas de lesión física, violación sexual o presencia personal o participación en una
muerte violenta. Se da el PTSD cuando el hecho traumático produce la hiperexcitabilidad
[ hyperarousal ] de los mecanismos de defensa de vuelo o lucha [ flight or fight ]. Tal
hiperexcitación provoca que estos mecanismos de defensa se desorganicen,
desconectados de las circunstancias presentes, y empiecen a funciona por su cuenta,
dando lugar a una conducta anormal y a graves transtornos de la personalidad. A guisa de
ejemplo de esta deconexión de funciones mentales, puede ocurrir que alguna víctima de
PTSD experimente una intensa emoción, pero sin clara memoria del hecho; otros pueden
recordar cada detalle pero sin emoción; otros incluso pueden revivir tanto el hecho como
las emociones en furtivas y abrumadoras experiencias de flashback. (7)
Las mujeres pueden interiorizar el aborto como una experiencia traumática por varias
razones. En muchos casos llegan a él forzadas por maridos, novios, padres u otros. Si la
mujer ha sido victima en repetidas ocasiones de abuso de posición dominante, el aborto
forzado puede ser percibido como la violación definitiva en el curso de una vida marcada
por el abuso. Otras mujeres -sin importar cuánto de imperioso tuviesen las razones por las
que recurrieron al aborto- pueden incluso percibir el final de su embarazo como la muerte
violenta causada a su propio hijo. El miedo, la ansiedad, el dolor y la culpa asociada al
procedimiento aparecen entreverados en esta percepción de muerte violenta y grotesca.
Algunas mujeres aun dan cuenta de que el dolor del aborto, desatado sobre ellas por un
extraño enmascarado que asalta su cuerpo, se siente como idéntico al de una violación.
(8) En efecto, los investigadores han concluido que las mujeres en cuya historia clínica
constan agresiones sexuales pueden sentir mayor angustia durante y después de la
práctica del aborto a causa de estas asociaciones entre ambas experiencias. (9) Cuando el
factor de estrés que conduce al PTSD es el aborto, algunos clínicos lo denominan
Síndrome Post-aborto (PAS).
Los síntomas más importantes del "PTSD" son clasificados generalmente en tres
categorías: hiperexcitación [ hiperarousal ], intrusión y constricción.
El primero consiste en una intervención inapropiada y crónica de los mecanismos de
defensa fight or flight. La persona se halla por lo visto en permanente alerta frente a
amenazas de peligro. Los síntomas de hiperexcitación incluyen: respuestas
exageradamente sobresaltadas, ataques de ansiedad, irritabilidad, explosiones de ira o
rabia, conducta agresiva, dificultad para concentrarse, hipervigilancia, dificultad para
conciliar el sueño o mantenerse despierto, o reacciones fisiológicas ante situaciones que
simbolicen o se asemejen a algún aspecto de la experiencia traumática (por ejemplo,
aceleración del pulso o sudoración durante un examen pélvico, o al tiempo de oír el sonido
de una bomba neumática).
La intrusión consiste en revivir el hecho traumático involuntaria e inesperadamente. Los
síntomas de intrusión en los casos de PAS incluyen: pensamientos recurrentes e intrusivos
sobre el aborto o el niño abortado,flashbacks en los que las mujeres vuelven a vivir
momentáneamente un aspecto de la experiencia abortiva, pesadillas sobre el aborto o el
niño, o reacciones de intenso pesar o depresión en la fecha del aniversario del embarazo
abortado o del aborto.
La constricción consiste en paralizar los recursos emocionales o en desarrollar patrones de
conducta, de forma se que eviten los estímulos asociados con el trauma. Se trata de la
conducta evasiva [ o de evitación: "avoiding ]; un intento de negar y de evitar las
sensaciones negativas de gente, lugares, o cosas que agraven las sentimientos negativos
asociados con el trauma. En los casos de trauma post-aborto, la constricción puede incluir:
incapacidad para recordar la experiencia abortiva o partes importantes de ella; esfuerzos
por evitar actividades o situaciones que puedan excitar los recuerdos del aborto; abandono
de relaciones, en especial, alejamiento de aquéllas que tuvieron que ver con la decisión de
abortar; evitación de hijos; intentos de evitar o negar pensamientos o sensaciones
relacionadas con el aborto; escasa presencia de sentimientos relacionados con el amor o
la ternura; visión del futuro como en escorzo (p. ej. no esperar tener una carrera, casarse,
criar hijos o una vivir una vida larga); interés reducido por actividades con las que antes se
disfrutaba; abuso de drogas o alcohol; pensamientos o actos suicidas y otras tendencias
autodestructivas.
Como ya se mencionó, el estudio de Barnard identificó un porcentaje del 19 % de PTSD
entre mujeres a las que les fueron practicados abortos entre tres y cinco años antes. Pero
en realidad el porcentaje efectivo es mayor con toda probabidad. Como la mayoria de los
estudios post-aborto, el de Barnard estaba lastrado por un porcentaje de omisiones del 15
% [ a fifty percent drop out rate ]. La experiencia clínica ha demostrado que las mujeres
que menos suelen cooperar en una investigación post-aborto son aquéllas a las que el
aborto ha causado mayor angustia psicológica. La investigación ha confirmado esta
intuición, demostrando que las características demográficas de las mujeres que rechazan
la evaluación posterior, coinciden en su mayoría con las de las mujeres que padecen la
angustia post-aborto más acentuada. (10) La extraordinariamente alta tasa de negativas a
participar en estudios post-aborto puede ser interpretada como evidencia de constricción o
de conducta de evitación (no querer pensar en el aborto) que es un destacado síntoma de
PTSD.
Para muchas mujeres, el comienzo o la identificación inequívoca de los síntomas del
PTSD puede demorarse durante varios años. (11) Hasta que una persona aquejada de
PTSD ha recibido consejo y logrado un adecuado restablecimiento, el PTSD puede dar
lugar a una incapacidad psicológica que impediría a una paciente de aborto afectada
interponer una demanda judicial dentro del período normal establecido por la ley. Esta
incapacidad puede, sin embargo, proveer de base legal para obtener una prórroga de
dicho plazo.
• DISFUNCIÓN SEXUAL:
Entre un treinta y un cincuenta por ciento de mujeres que han abortado declaran sufrir
disfunciones sexuales, tanto de breve como de larga duración, que comienza
inmediatamente después de sus respectivos abortos. En concreto pueden incluir uno o
varios problemas de los que se detallan a continuación: ausencia de placer en las
relaciones, dolor añadido, aversión al sexo o a los hombres en general, o desarrollo de una
forma de vida de tipo promiscuo. (12)
• PLANTEAMIENTOS SUICIDAS E INTENTOS DE SUICIDIO:
Aproximadamente un 60 por ciento de mujeres que experimentan secuelas post-aborto
declaran albergar ideas suicidas, con un un 28 por ciento que intenta realmente suicidarse,
de las cuales la mitad lo ha hecho en dos o más ocasiones.
Investigadores finlandeses han identificado una estrecha relación estadística entre el
aborto y el suicidio en un estudio basado en registros. Los 73 suidicidios identificados se
asociaban en el espacio de un año a embarazos que acababan ya de forma natural, ya por
aborto provocado. La tasa media anual de suicidio femenino en general era de 11.3 por
cada 100.000. La tasa de suicidios asociados con nacimientos era significativamente más
baja (5.9). Las tasas para interrupción del embarazo eran sensiblemente más altas. Para el
aborto natural, la tasa era de 18.1 por cada 100.000 y para el aborto provocado de 34.7
por cada 100.000. La tasa de suicidio dentro del año posterior a la práctica del aborto era
tres veces más alta que la tasa general femenina, siete veces más elevada que para las
mujeres que llevan a término su embarazo, y casi el doble de alta que la de las mujeres
que habían sufrido un aborto por causas naturales. (13)
• REFUERZO DEL HÁBITO DE FUMAR CON LOS CORRESPONDIENTES EFECTOS
NEGATIVOS PARA LA SALUD:
El estrés post-aborto se vincula con una acentuación del tabaquismo. Las mujeres que
abortan tienen el doble de probabilidades de convertirse en grandes fumadoras y de sufrir
los correspondientes riesgos sobre la salud. (14) Las mujeres que han abortado tienen
también mayor probabilidad de continuar fumando durante los posteriores embarazos
deseados, con el riesgo añadido de muerte neonatal o anomalías congénitas. (15)
• ABUSO DEL ALCOHOL:
El aborto se vincula de forma significativa con un riesgo doblemente añadido de abuso del
alcohol entre las mujeres. (16) El aborto seguido de abuso del alcohol se vincula con
conductas violentas, divorcio o separacion, accidentes de tráfico, y pérdida del puesto de
trabajo. (17) (ver también New Study Confirms Link Between Abortion and Substance
Abuse)
• ABUSO DE LAS DROGAS:
El aborto se halla significativamente ligado a abuso posterior de las drogas. Además de los
costes psico-sociales que supone tal abuso, la adicción las drogas se vincula con riesgo
incrementado de contraer infecciones por VIH/SIDA, malformaciones congénitas y
conducta agresiva. (18)
• DESÓRDENES ALIMENTICIOS:
Para algunas mujeres al menos, el estrés post-aborto se asocia con desórdenes en la
ingestión de alimentos tales como comer compulsivamente [ binge eating ], bulimia, y
anorexia nerviosa. (19)
• DESCUIDO DE LOS NIÑOS O CONDUCTA ABUSIVA HACIA ELLOS:
El aborto se vincula con mayores niveles de depresión, conducta violenta, abuso del
alcohol y de las drogas, embarazos 'de sustitución o reemplazo', y relajación de los lazos
que unen a las madres con los hijos habidos posteriormente. Estos factores se asocian
estrechamente con el trato abusivo hacia los niños y parecen confirmar particulares
valoraciones clínicas que vinculan el trauma post-aborto con abuso infantil subsiguiente.
(20)
• DIVORCIO Y PROBLEMAS CRÓNICOS DE RELACIÓN:
Para la mayor parte de las parejas, un aborto crea problemas imprevistos en su relación.
Las parejas que han recurrido al aborto están más expuestas a divorciarse o a separarse.
Muchas mujeres que abortan desarrollan una mayor dificultad para establecer lazos
duraderos con un compañero. Esto puede deberse a que el aborto se relaciona con
reacciones tales como baja autoestima, mayor desconfianza hacia los hombres, disfunción
sexual, abuso de substancias y niveles incrementados de depresión, ansiedad y cólera
pasajera [ volatile anger ]. Las mujeres que se han sometido a más de un aborto (que
representan alrededor del 45 % de todos los abortos) tienen mayor probablidad de requerir
ayudas públicas, en parte porque también tienen más probabilidades de acabar
constituyendo familias monoparentales. (21)
• ABORTOS DE REPETICIÓN ( repeat abortions ):
Las mujeres a las que les ha sido practicado un aborto arrostran un riesgo añadido de
volver a abortar en el futuro. Las mujeres que cuentan con una experiencia abortiva
anterior tienen una probabilidad cuatro veces mayor de volver a interrumpir
voluntariamente su embarazo que aquéllas que no tienen historia abortiva previa. (22)
Este riesgo incrementado se asocia con el aborto anterior por la baja autoestima, un
consciente o inconsciente deseo de llevar a cabo un embarazo 'de sustitición', y una mayor
actividad sexual post-aborto. Los abortos posteriores pueden producirse por culpa de
deseos conflictivos de quedar embarazada y tener un hijo y presiones continuas en favor
del aborto, como puede ser el abandono por parte del nuevo compañero. En los abortos de
repetición se da cuenta también de cierta clase de auto-punición. (23)
Aproximadamente un 45 % de todos los abortos son ahora abortos de repetición. El riesgo
de caer en un patrón de aborto de repetición debería ser comentado con la paciente a la
vista de su primer aborto. Es más, puesto que las mujeres a las que se les ha practicado
más de un aborto se exponen a un importante riesgo añadido de sufrir secuelas físicas y
psíquicas, tales riesgos cualificados deberían ser ampliamente comentados con las
mujeres que optan por abortar.
Efectos psicológicos en quienes realizan un aborto
Por Rachel MacNair
"Sueño con fetos, como todos los que estamos aquí: sueños de abortos, uno tras otro, de
baldes de sangre salpicados por las paredes; árboles colmados de fetos gateando". Así
habló Sallie Tisdale sobre el tiempo en que trabajó como enfermera en una clínica de
abortos. En un artículo para la revista Harper, ella escribió acerca de un sueño en el que
dos hombres la sujetaron y la arrastraron a la fuerza.
"Hagamos un aborto", dijeron con una nauseabunda mirada lasciva. Yo empecé a gritar, estaba sumergida en una visión de succiones, de dolores chirriantes, de ser extendida y desmembrada por una serie de instrumentos que cumplen la función para la que fueron hechos. Desperté casi sin poder respirar e imaginé mesas de cocina y percheros, agujas de tejer manchadas de sangre y a mujeres que en soledad apretaban almohadas en sus bocas para evitar que sus gritos perforen las paredes de sus departamentos.
No es un trabajo ni fácil ni agradable. "Hay momentos de cansancio, sombríos momentos
en los que creo no poder aguantar un recipiente más lleno de restos sangrientos, en que
no creo poder pronunciar alguna otra clase de frase de consuelo", escribió. "...me preparo
para el siguiente recipiente, para otra breve y áspera pérdida.'¿Cómo aguantas?' Hasta los
pacientes preguntan...observo desinflarse el abdomen hinchado de una mujer en tan sólo
unos momentos y mi propio estómago se estremece de dolor, de pesar".
¿Cuál es el impacto emocional en las personas que realizan abortos? Quienes los hacen
han escrito y dicho lo suficiente como para mostrar que no se trata de un procedimiento
médico cualquiera. Algunos, como Tisdale, tienen pesadillas. Otros sufren muchos de los
síntomas asociados con el Desorden de Estrés Post-traumático (PTSD), alguna vez
llamado "neurosis de guerra" y "fatiga de batalla". La práctica de la medicina, de curar, no
debería dar pesadillas, no debería causar una neurosis de guerra.
A continuación, se citarán solamente a doctores pro-opción, enfermeras y publicaciones
médicas oficiales, salvo por los dos médicos citados al final. Sus creencias de que lidiar
constantemente con el aborto es una inusual y significativa fuente de estrés, más que la
medicina ordinaria, de ninguna manera proviene de la oposición al aborto.
Sus Traumas
Es notable la poca atención y estudio prestado a los médicos, enfermeras, consejeros y
demás trabajadores de las clínicas abortivas. Sólo se han realizado dos estudios que
observan una gran cantidad de personas, y fueron hechos por investigadores que no
trabajaban en el campo del aborto. El primero (de M. Such-Baer), apareció en Social
Casework en 1974 y el otro (de K. M. Roe) apareció en Social Science and Medicine en
1989.
Ambos estudios fueron realizados por personas a favor del aborto legal, no obstante lo
cual, ambos notan la alta frecuencia de los síntomas que se enmarcan en la condición
conocida hoy como Desorden de Estrés Post-Traumático (PTSD). El estudio publicado en
1974, antes de que se adoptara el término, describe que "eran frecuentes los
pensamientos obsesivos sobre el aborto, depresiones, fatiga, ira, baja autoestima y
problemas de identidad. El complejo sintomático fue considerado un 'desorden reactivo
transitorio', similar a la 'fatiga de batalla'".
El otro estudio mostró síntomas similares: "Los periodos ambivalentes se caracterizaban
por una variedad de sentimientos otrora poco comunes y un comportamiento que incluía
aislamiento de los colegas, resistencia a ir al trabajo, falta de energía, impaciencia con los
clientes y un sentimiento de desasosiego general. Pesadillas, imágenes que no se iban y
preocupación era elementos comunes. También era común la profunda y solitaria intimidad
en la que los médicos se enfrascaban para afrontar esta ambivalencia.
Todavía no puede afirmarse que los médicos abortistas sufren de PTSD porque realizan
abortos. Es difícil de probar: Puede ser difícil determinar quien y quien no está realizando
abortos; aquellos que han sufrido más ya pueden haber dejado la práctica; puede ser que
las personas que han sufrido eventos traumáticos en el pasado están más inclinados a
participar de los abortos; finalmente, el debate político actual puede afectar la manera en
como percibe la gente su trabajo.
Sin embargo, la evidencia recogida hasta el momento muestra que se necesitan más
estudios.
American Medical News, una revista publicada por la Asociación Médica Americana,
señaló que las discusiones en el taller de la Federación Nacional del Aborto "iluminan un
aspecto poco conocido del debate sobre el aborto: los sentimientos de conflicto que
afectan a muchos proveedores...La idea de que las enfermeras, doctores, consejeros y los
demás trabajadores en este campo sienten escrúpulos de que el trabajo que realizan es un
secreto muy bien guardado".
Entre las historias.
Una enfermera que había trabajado en una clínica abortista durante menos de un año dijo
que sus peores momentos no aparecían en la sala de operaciones sino después. Muchas
veces, dijo, las mujeres que acaban de someterse a un aborto se echaban en la sala de
recuperación y lloraban, "He matado a mi hijo. Acabo de matar a mi hijo". "No sé qué
decirle a estas mujeres", dijo la enfermera al grupo. "Una parte de mí piensa, 'Tal vez
tienen razón'".
Un doctor en Nuevo México admitió que
A veces se sorprendía por la ira que un aborto tardío podía provocarle. Por un lado, dijo el
médico, está molesto con la mujer. "Pero paradójicamente", añadió, "Tengo sentimientos
de molestia hacia mí por sentirme bien al apretar el tope de la cabeza del bebé, por
sentirme bien por haber realizado un procedimiento técnicamente bueno que destruye al
feto, que mata un bebé".
Casi todo negativo
El estudio Such-Baer, hecho en 1974, un año después de la legalización del aborto en
todo el país gracias a Roe vs Wade, reportó que "casi todos los profesionales involucrados
en trabajos abortivos reaccionaban con sentimientos negativos". Quienes tienen contacto
con los residuos fetales tienen mayores sentimientos negativos que aquellos que no
entablan contacto, y su reacción no varía mucho: "Todas las reacciones emocionales
fueron unánimemente, extremadamente negativas".
El más grande estudio publicado incluía entrevistas a 130 "trabajadores del aborto" en San
Francisco entre enero de 1984 y marzo de 1985. Los autores no esperaban encontrar lo
que encontraron. "Particularmente sorprendente fue el hecho que el malestar con los
clientes del aborto o con los procedimientos tenía lugar en los médicos que apoyaban
fervientemente el derecho al aborto y que expresaban un gran compromiso con su
trabajo", anotaron. "Este hallazgo preliminar sugirió que incluso aquellos que apoyan el
derecho de una mujer a eliminar un embarazo, pueden estar luchando con una fuerte
tensión entre sus creencias formales y la experiencia situada en sus trabajo con el aborto".
Como reacción, los investigadores decidieron "entrevistar solo a médicos que se
consideraban pro-opción y que estaban comprometidos a continuar con su labor por lo
menos durante seis meses". Creyeron que estas personas, "en tanto libres de sentimientos
preexistentes de anti-opción y resistentes a su potencial influencia, proveerían datos
valiosos sobre los dilemas y dinámicas del trabajo en el aborto legal". Esto redujo la
muestra a 105 trabajadores.
Setenta y siete por ciento de ellos habló del tema del aborto como un acto destructivo, de
la destrucción de algo vivo. Sobre el asesinato: "No se esperaba que salga este tema entre
médicos pro-opción, sin embargo, el dieciocho por ciento habló de él cuando habló de su
participación en el aborto en algún punto de la entrevista. Este tema tendía a surgir
lentamente en las entrevistas y era siempre presentado con una evidente incomodidad".
Incluso Tisdale, que aún creía en el aborto, admitió la ambigüedad de realizarlos. El
aborto, dijo, "es el límite más estrecho entre la amabilidad y la crueldad. Hecho de la mejor
manera posible, sigue habiendo violencia -violencia misericordiosa, como darle muerte a
un animal sufriente...es una dulce brutalidad la que aquí practicamos, una dura y amorosa
frialdad".
El estrés parece crecer en la medida en que el no-nacido se desarrolla. "Mientras el
embarazo avanza, la idea del aborto se vuelve más y más repugnante para muchas
personas, incluso para el personal médico", dijo un doctor abortista llamado Don Sloan en
un libro que apoyaba vigorosamente la necesidad de la legalización del aborto. Como
respuesta, "Los médicos intentan divorciarse del método". Luego de describir el
procedimiento de gráficamente, incluyendo la necesidad de revisar las partes del cuerpo
para asegurarse de que todo el feto haya sido removido del útero, concluyó diciendo:
"¿Quieres abortar? Paga el precio. Hay un viejo dicho en medicina: Si quieres trabajar en
la cocina, tendrás que romper algún huevo. El horno se calienta. Prepárate para
quemarte".
Los abortos en una etapa avanzada del embarazo ofrecen "un inusual dilema", dijo Warren
Hern, especialista en abortos, en un trabajo para la Asociación de Médicos de Planned
Parenthood. Los doctores y enfermeras que los realizan tienen "fuertes reservas
personales acerca de participar en una operación que ellos ven como destructiva y
violenta". Explicó sus reacciones de la siguiente manera:
Parte de nuestra herencia cultural y tal vez biológica retrocede ante una operación
destructiva de una manera muy similar a la nuestra, incluso cuando sabemos que el acto
tiene un efecto positivo en una persona viva. Nadie que no haya realizado este
procedimiento puede saber cómo es o lo que significa; pero habiéndolo hecho, quedamos
perplejos ante las posibilidades de interpretación. Hemos alcanzado un punto en esta
tecnología en particular, en el que no hay posibilidad de negar el acto de destrucción del
operante. Está frente a nuestros ojos. Las sensaciones de desmembramiento fluyen a
través de los fórceps como una corriente eléctrica...Mientras más parece que
solucionamos el problema, más espinoso se vuelve.
Pesadillas
Pero son los sueños de los médicos los más nos pueden decir al respecto. Los malos
sueños son tan comunes que su mención, aunque sea pequeña, puede esperarse en casi
todas las presentaciones sobre el tema de las reacciones emocionales de los trabajadores
que realizan abortos en un clínica abortiva. Muchos de ellos dejaron de realizar abortos
porque se convencieron de estaba mal, gracias a sus sueños sobre abortos.
Los reportes varían respecto del número de trabajadores que sufrían de pesadillas
relacionadas con el aborto: Un estudio del Dr. Hern señala que solo dos de 23
trabajadores reportaron pesadillas sobre el aborto, mientras que una noticia sobre abortos
en embarazos avanzados aparecida en ObGyn News dijo que un cuarto de los
trabajadores soñaban con abortos. Tisdale dijo que en su centro médico todos tenían esos
sueños, pero eso probablemente haya sido una licencia poética.
¿Cómo son estos sueños? Tisdale habló de sueños de "sangre salpicada en las paredes"
y "árboles repletos de fetos gateando", así como de su propia violación. Otro escritor habló
sobre una enfermera que soñó que "estaba metiendo un bebé por la boca de un jarrón [de
antigüedades]. El bebé la miraba con una expresión suplicante. Había un aro blanco
alrededor del jarrón. Ella interpretó esto como la representación de las demás enfermeras
observando su acto y condenándolo".
Él llegó a la conclusión de que su sueño (el de ella) "muestra que inconscientemente el
acto de abortar se experimentó como un acto de asesinato. Debe notarse que esta
enfermera estaba absolutamente involucrada e intelectualmente comprometida con la
nueva ley del aborto. Tuvo una reacción típica. Sin importar la religión u orientación
filosófica de cada quien, la visión inconsciente del aborto permanece igual. Esto es lo más
significativo de todo lo que se aprendió en estas sesiones". (Esta historia apareció en un
editorial de Obstetricia y Ginecología, que argumentaba que los trabajadores de centros
abortistas deben ser alentados a hablar sobre sus problemas como una manera de que
sigan realizando su trabajo).
American Medical News reportó lo siguiente del taller de la Federación Nacional del
Aborto: "Ellos [quienes realizan o ayudan a realizar abortos] se preguntan si es que el feto
siente dolor. Hablan sobre el alma y a donde va. Y acerca de sus sueños, en los que los
fetos abortados los miran con ojos de ancianos (ancient eyes) y con sus manos y pies
perfectamente desarrollados preguntándoles, '¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto?'".
Un informe presentado a la Asociación de Médicos de Planned Parenthood describió los
sueños de dos personas que soñaron que "vomitaban fetos, junto con un sentimiento de
horror". Los escritores concluyeron, "En general, parece que mientras mayor es el contacto
físico y visual (de los doctores y enfermeras), se experimenta mayor estrés. Esto es
evidente tanto en el estrés consciente cuanto en las manifestaciones inconscientes como
los sueños. Por lo menos, los dos individuos que reportaron varios sueños significativos
desempeñaban estos roles".
Explicaciones Alternativas
¿Cómo podemos dar cuenta de los problemas de los médicos, especialmente de su
sueños? Puede ser que sea así como la mente humana responde a una matanza, como se
ha sugerido en otros grupos de personas que matan. Quienes creen que el aborto es un
asesinato, y que matar a otro ser humano es algo que pocas personas pueden hacer de
manera natural, encontrará plausible esta explicación.
Pero científicos sociales ofrecen otras dos explicaciones. Una de ellas dice que las
personas sufren de agotamiento, como tantos en las profesiones de ayuda. Es por ello un
problema más fácil de resolver, ya que requiere solo de vacaciones y rotación de
responsabilidades. Considerando el alto volumen y la alta velocidad de los más de los
abortos, puede ser que sí estén agotados, lo cual no quita que sufran de conciencia o
también PTSD. Más aún, el agotamiento no explica sus sueños.
La otra explicación es que las personas responden negativamente por un primitivo o
infantil mal entendimiento de los hechos. El editorial en Obstetricia y Ginecología antes
citado dijo que "el niño mezcla inevitablemente la realidad con la fantasía. Incapaz de
conceptuar todo el proceso en términos sofisticados, el niño piensa en términos concretos.
Visualizó un 'huevo' en 'el estómago' y cree que un bebé formado se desarrolla desde el
principio, creciendo por nueve meses hasta llegar a ser un infante de tamaño completo".
Este autor cree que esta es la manera de explicar los sueños. No obstante los adultos
entienden la reproducción, "las fantasías primitivas permanecen en el inconsciente...Por
tanto, incluso quienes están intelectualmente comprometidos con el aborto tienen que
luchar contra la visión de un feto como un bebé real que tiene su propio inconsciente. El
trauma emocional observado en estas enfermeras fue el resultado de un conflicto entre su
compromiso intelectual, por un lado, y sus posturas inconscientes por el otro. En su
interior, tienen la experiencia de haber participado en un asesinato".
Si el ver al feto como un bebé es un mero producto de la imaginación, un símbolo o una
sobresimplificación, la solución es simple. La mejor manera de enfrentar una fantasía es
mostrando la realidad. La tecnología moderna nos ha provisto de fotografías de embriones
y fetos en cada etapa de su desarrollo, y los sonogramas muestran sus movimientos en
tiempo real. Pero esta técnica no parece ser útil a la hora de reducir los síntomas de los
que sufren los que trabajan con abortos, como otro editorial titulado "Advertencias de
Impactos Psicológicos Negativos de la Sonografía en el Aborto", mostraba en 1986.
Una Advertencia
Los defensores del aborto creen que es un tipo de medicina. Quienes se oponen creen
que es asesinato. Si el aborto se trata de quitar una vida humana, algunos o muchos de
los que los realizan sufrirían ciertas consecuencias psicológicas asociadas con el trauma
causado por dañar a otros. Si no encontramos tales consecuencias, el caso de que el
aborto no es violencia de ningún tipo se ve fortalecido. Si es que hay consecuencias, se
fortalece el caso de que hay violencia. La evidencia anecdótica y tales estudios sugieren,
como nosotros lo hemos hecho, que algunos de los que realizan abortos sufren daños
psicológicos; que realizar abortos tiene esas consecuencias.
Tal vez los sueños sean una advertencia. De serlo, esas pesadillas pueden ser una
bendición. Bernard Nathanson, hablando del tiempo en que era un pionero en preparar
centros abortistas, recuerda haber sido abordado por la esposa de un médico en un
cocktail. "Me llevó a un lado y me habló muy agitada acerca de las cada vez más
frecuentes pesadillas de su esposo. Él le había confesado a su esposa que sus sueños
estaban plagados de niños y sangre, y que luego se había obsesionado con la idea de que
alguna justicia terrible se impondría sobre sus hijos como pago por lo que estaba
haciendo". Estos sueños y sentimientos pueden haber sido una advertencia de su
conciencia para que no siga.
El ex doctor abortista McArthur Hill ha hablado acerca de cómo él intentaba salvar bebés
prematuros y cómo luego encontró que los bebés que había abortado eran más grandes
que los prematuros que había salvado.
Fue ahí cuando empecé a tener pesadillas...En mis pesadillas, yo recibía a un saludable
recién nacido. Luego tomaba a ese saludable recién nacido y lo cargaba. Estaba frente a
un jurado de gente sin rostro y les preguntaba qué hacer con ese bebé. Ellos tenían que
mostrar el dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo, y si mostraban el pulgar hacia abajo, yo
tenía que soltar el bebé dentro de una balde lleno de agua que estaba en el suelo. Nunca
llegué a soltar al bebé porque siempre me despertaba en ese momento.
El doctor Hill, eventualmente, despertó a la realidad de lo que estaba haciendo. Otros
también lo han hecho. Si es verdad que las pesadillas de los médicos abortistas y otros
síntomas resultan de su trabajo, como lo sugieren las evidencias, habrán muchos otros
médicos abortistas que serán llevados por sus sueños a escuchar la voz de sus
conciencias y dejarán de ayudar en la matanza de los no nacidos.
Trastornos piscológicos en mujeres que han abortado
Por: Sandra Gutierrez
Depresión, hostilidad y conducta autodestructiva son algunas de las consecuencias
psíquicas que sufren las mujeres que han abortado, que en España suman ya más de
800.000. El "Síndrome Post-aborto" (SPA) ha sido estudiado en países como EEUU,
Canadá, Finlandia, Francia, Suiza e Inglaterra. Un equipo de profesionales de salud mental
ha iniciado la primera investigación sobre el SPA en España.
Según un estudio de la Real Academia de Obstetricia de Inglaterra, el 59 por ciento de las
mujeres que abortan tiene altas probabilidades de sufrir problemas psiquiátricos graves y
permanentes. Los trastornos psíquicos derivados del aborto se conocen como Síndrome
post-aborto (SPA), un tipo de trastorno de estrés post-traumático (PTSD). Algunos de los
síntomas más frecuentes son ansiedad, conducta agresiva, pesadillas, pensamientos o
actos suicidas, bulimia, anorexia, abuso de alcohol y drogas y ruptura de relaciones de
pareja.
Daños a largo plazo
El Síndrome post-aborto puede tardar años en manifestarse debido a la represión a la que
recurren muchas mujeres como mecanismo de defensa. Según Juan Cardona, psiquiatra y
académico de la Real Academia de Medicina de Valencia y miembro del equipo
investigador español, «después del trauma que supone el aborto se deteriora la
afectividad, la capacidad de querer, la voluntad, y todo lo demás viene en cascada: la
ruptura con parejas sucesivas, la depresión y otras consecuencias negativas».
En cuanto a la relación de pareja, la doctora Emily Milling halló que el 70 por ciento de las
400 parejas de su estudio se rompieron en el año siguiente al aborto. Por otro lado, el
doctor Phillip Ney, psiquiatra infantil de la Universidad de British Columbia, descubrió que
el aborto aumenta el maltrato a los otros hijos. De hecho, en Estados Unidos el maltrato
infantil ha aumentado un 1000 por cien desde que se legalizó el aborto.
También el suicidio aumenta notablemente entre las mujeres que han abortado. Los
investigadores finlandeses Speckhard y Vaughan constataron que la tasa de suicidio en el
año posterior al aborto era tres veces más alta que la media femenina, y siete veces más
alta que la de las mujeres que habían dado a luz. El estudio más completo sobre el SPA
data de 1997, y fue financiado por el Gobierno de Finlandia. Sobre una muestra de 9.129
mujeres, el estudio reveló que las que abortaron tuvieron 4 veces más probabilidades de
morir al año siguiente que las que habían dado a luz.
Organismos internacionales que promueven el aborto han reconocido la existencia de
secuelas psicopatológicas. La Federación Internacional de Planificación Familiar (Planned
Parenthood) los ha confirmado en su Plan Trienal del período 1990-1993: «Una serie de
estudios y encuestas de los opositores al aborto han mostrado que la incidencia del trauma
post-aborto puede llegar a afectar al 91 por ciento de los casos. Algunos informes
recientes del Instituto Alan Guttmacher que no han sido publicados indican que el alcance
del problema puede haber sido correctamente calculado en dichos estudios».
Hasta ahora, el único estudio que existe en España sobre este Síndrome fue elaborado en
1993 por la Asociación Española de Neuropsiquiatría, titulado «Mujer y salud mental». En
él se señalaban como rasgos de las mujeres que abortan más de una vez la inmadurez, la
inestabilidad emocional, la sexualidad dependiente, los problemas de pareja y las
tendencias de personalidad patológica como esquizofrenia y psicopatía. Según datos
oficiales, el 25 por ciento de las mujeres que abortan ya habían abortado antes.
Primer estudio en España
Ante la ausencia de estudios especializados sobre este problema que afecta a casi un
millón de mujeres en nuestro país, un equipo de psicólogos y psiquiatras ha elaborado una
página web para dar a conocer los estudios internacionales sobre las secuelas del aborto.
En ella se presenta un cuestionario para profesionales de salud interesados en colaborar
para recoger datos de la población española con el fin de realizar un estudio sobre el SPA
en España. Asimismo, desde su página web, www.nomassilencio.com, se ofrece ayuda
psicológica a las mujeres que sufren el Síndrome.
Frente a la idea de que el aborto evita problemas psíquicos derivados de un embarazo no
deseado, Pilar Gutiérrez, psicóloga e investigadora del SPA, aclara que «las estadísticas
muestran todo lo contrario». Según la OMS, «las mujeres con algún trastorno emocional
corren mayor riesgo de desajustes mentales después del aborto»..
El DIU y el Aborto
Es inadmisible la afirmación de que el DIU no es abortivo, cuando las mismas revistas
especializadas y hasta la Organización Mundial de la Salud en sus informes al respecto,
así lo reconocen explícitamente. Tanto es así, que mientras fue ilegal el aborto fue
prohibida su comercialización e implantación en los mismos Estados Unidos .
El Laboratorio que fabrica y distribuye el Para Gard, DIU de última generación, modelo T
380 A en Estados Unidos, distribuye en forma obligatoria, un formulario con una extensión
de 11 páginas, de carácter de declaración jurada, la que debe ser rubricada por la
interesada en su colocación, en 12 oportunidades. En la misma se informa sobre todas las
contraindicaciones y efectos secundarios que les puede ocasionar el DIU.
Recordemos que el nombre T de cobre le es dado por una membrana galvanizada de
cobre que recubre al cuerpo plástico en forma de "T" que tiene el dispositivo.
Por sus características anatómicas, se advierte que el DIU no es un dispositivo de barrera,
es decir, no impide la libre circulación de los espermatozoides hasta encontrarse con el
óvulo. Su función, en realidad, es, como agente exógeno al organismo femenino, producir
irritación e inflamación en las paredes internas del útero (endometrio), con lo cual, lo hace
pasible y propenso a contraer una serie de infecciones muy delicadas y que imposibilitan
que el óvulo fecundado por el espermatozoide (huevo) puede anidar o implantarse en esa
pared. Esto lleva a que se desprenda y provoque un sangrado intermenstrual en el cual es
expulsado. Es decir, un aborto.
La declaración jurada antes mencionada, elaborada por el mismo Laboratorio, explica lo
dicho de la siguiente forma: "Cómo actúa el Para Gard: Todavía no se comprende
exactamente la manera en que el Para Gard impide el embarazo. Se han sugerido varias
teorías, entre ellas, la interferencia con el transporte, la fecundación y la implantación de
espermatozoides. Los estudios clínicos con el DIU portadores de cobre indican que la
fecundación se altera, ya sea porque varía el número de espermatozoides o por la falta de
viabilidad de éstos. Los DIU no inhiben la ovulación (producción y liberación de un óvulo
de los ovarios). El Para Gard no siempre evita la producción de embarazos ectópicos (el
embarazo fuera del útero, llamado a veces embarazo tubárico). El embarazo ectópico
puede requerir cirugía y dejarla incapacitada para tener hijos; en algunos casos puede
causar la muerte".
"Todavía no se comprende...", "Se han sugerido varias teorías...". En buen cristiano,
vemos que el mismo fabricante reconoce no saber cómo es anticonceptivo. En realidad,
porque no lo es. Y habla de evitar la "implantación de espermatozoides". ¡Como si el
espermatozoide pudiera implantarse por sí solo en el útero!
Más adelante, la misma declaración jurada sentencia: "Factores especiales de
riesgo: ...Los datos indican que hay más posibilidades frente a otras mujeres, de que las
usuarias del Para Gard contraigan una grave infección denominada enfermedad
inflamatoria pélvica (EIP), especialmente si mantienen relaciones sexuales con múltiples
compañeros. La EIP es el término médico conque se designa la infección del área pélvica
superior. En esta área se encuentra el útero (matriz), las trompas de Falopio, lo ovarios y
los tejidos circundantes (La vaginitis, o infección local de la vagina, no es EIP, pero puede
llevar a ella). Los estudios realizados indican que el mayor número de casos de EIP se
producen poco después de la inserción del DIU y hasta 4 meses después. La EIP puede
causar obstrucción permanente de las trompas, esterilidad, embarazo ectópico o, en raras
ocasiones, la muerte. Si ud. tiene ahora o ha tenido alguna vez EIP, no debe usar el Para
Gard. La EIP es una infección causada por la gonorrea, clamidias u otros organismos
microscópicos. La EIP es a menudo una enfermedad de transmisión sexual (ETS o EV)..."
Vemos pues, que el DIU no solo no es anticonceptivo, sino que es abortivo, favorece las
enfermedades de inflamación pélvica, la obstrucción de las trompas de Falopio, la
esterilidad definitiva, los sangrados constantes (y por consecuencias, anemias,
debilitamiento, etc.) y, en algunos casos, hasta la muerte de la usuaria.
Muchas cosas se clarifican cuando nos enteramos que el dueño de la patente del para
Gard es el propio Consejo de Población, organismo vinculado a la Fundación Rockefeller y
consultor de la ONU, junto a Gyno Pharma, una pequeña corporación farmacéutica
establecida como frente a petición del propio Consejo de Población.
El laboratorio Schering Argentina S.A.I.C. comercializa en nuestro medio el DIU de tercera
generación "NOVAT", para cuya propaganda agrega un rótulo que reza: "Método avalado
por el Population Council" (Consejo de Población).
A tal fin, ha publicado una serie de cuadernos en donde brinda iformación sobre
contraceptivos.
En el cuaderno Nro. 1, titulado "Contracepción" (escrito por Gerd K. Doring; sin fecha de
publicación), al referirse a la acción del diu, dice: "Los anillos intrauterinos y las espirales
impiden la implantación del huevo fecundado en el endometrio" (pág. 13).
Y en el cuaderno Nro. 4, titulado "Ginecología y obstetricia" (escrito por Adolf Eduard
Schindler y Eva-María Schindler; Bs. As. Argentina, 1.989), se dedica todo un apartado a
la contracepción postcoital (págs. 17 a 19), eufemismo para referirse a métodos y prácticas
abortivas. En esas páginas, se menciona el DIU, y entre otras cosas afirma: " Se puede
lograr una contracepción postcoital relativamente segura hasta 4-6 días después del coito
sin protección, mediante la colocación de un DIU..." Desde luego, después de 6 días, si las
condiciones orgánicas de la mujer eran favorables, la fecundación ya se produjo, ya hay
nueva vida, ya hay persona. Pero todavía no ocurre la anidación del huevo en el
endometrio, por lo que la colocación del DIU es viable para impedirla definitivamente.
Estamos lisa y llanamente frente a una práctica abortiva.
Por si persisten las dudas, el cuaderno sigue, y al mencionar las indicaciones para la
colocación del DIU, entre otras, enumera:
". Planificación familiar cumplida, pero no se desea la esterilización;
. Directamente en la interrupción del embarazo;
. Como contraceptivo postcoital" (pág. 21-22).
Y al mencionar las complicaciones posibles con el uso del DIU, afirma:
"... Inflamación del cuello y de los genitales internos...
. Perforación;
. Aumento del índice de embarazos extrauterinos;
. Gestaciones intrauterinas" (pág. 22).
Nos permitimos remitirnos a un artículo de actualización científica publicado en la "Revista
de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, República
Argentina. 1.989 VOL. XI Nro. 1"
En este artículo, titulado "Dispositivo intrauterino y embarazo", encontramos afirmaciones y
sentencias como las siguientes:
. "Si una portadora de DIU se embaraza, esta situación puede resultar complicada, más
allá de posición que pueda adoptar la pareja sobre el futuro de dicha gestación. Es muy
probable que el embarazo termine en un aborto espontáneo del primer o segundo
trimestre... ...Si no se extrae el DIU, aproximadamente 50 % de los embarazos ortotópicos
abortan espontáneamente... O sea que esta situación representa de 3 a 5 veces más que
la tasa de abortos espontáneos en usuarias de otros métodos. Algunos estudios
evidencian que más de la mitad de dichos abortos ocurren el el 2do. trimestre. En 1.984 en
los Estados Unidos se publicó un trabajo respecto a 539 mujeres con DIU, que tenían 26
veces más probabilidades de tener un aborto espontáneo séptico en el 2do. trimestre
respecto a las mujeres embarazadas sin DIU. Evidentemente que las complicaciones
infecciosas en el 2do. trimestre son más graves que las de aborto espontáneo temprano"
(pág. 35).
Y continúa: "Otro de los problemas que pueden plantearse es el de las anomalías
congénitas que suelen presentarse en los embarazos de las portadoras de DIU... Mishell
estudió los tejidos expulsados de mujeres que abortaron espontáneamente y eran
portadoras de DIU. En su estadística, 21 de 110 presentaron anomalías embrionarias"
(pág. 36).
Después agrega: "Si recordamos la acción del DIU, se puede decir que éste disminuye la
nidación uterina en 99,5 % y en trompa en 95 %. Por lo tanto, si ocurre un embarazo con
DIU, hay mayor posibilidad que sea ectópico" (pág. 36).
Y remata afirmando: "Hace pocos años ha llamado la atención el incremento de E.I.P
(enfermedades de inflamación pélvica) debido a las enfermedades sexuales transmisibles
y se ha sugerido que se produce con mayor freuencia en casi 50 % de las portadoras de
DIU. La prueba epidemiológica de esta hipótesis viene de los estudios que muestran un
aumento de las tasas con una mayor duración de uso el DIU" (pág. 37).
Termina el artículo: "Por último, dos palabras sobe la recuperación de la fertilidad de
aquellas que abandonan el uso del DIU. La recuperación no depende del tipo de DIU ni del
tiempo de uso, sino de la gravedad del daño que éstos ocasionan" (pág. 37).
Firma el artículo el mismo Dr. Héctor Osvaldo Lotfi, por entonces, Profesor titular de
Clínica Ginecológica de la Facultad de Cs. Médicas de la U.N.C.- Mendoza - Argentina..
El Síndrome Post-AbortoPor: Pilar Gutiérrez Vallejo
La segunda víctima del aborto es la mujer. Las millones de mujeres que han caído en la
trampa del aborto. Sólo en España son más de 800.000 las mujeres que han abortado
desde que se despenalizó el aborto en 1985, y casi todas ellas -por no decir todas-, tarde o
temprano - están sufriendo o sufrirán lo que se conoce ya como "Síndrome Post-aborto".
Así lo reconoce la organización abortista más importante del mundo: la Federación
Internacional de Planificación Familiar. En su Plan Trienal y Programa de Objetivos a
Largo Plazo 1990-1993 afirma que: "la incidencia del trauma post-aborto para clientas de
abortos quirúrgicos puede llegar a alcanzar hasta el 91% de los casos."
El Síndrome Post-aborto toma su nombre del Síndrome Post-Vietnam, porque fue en los
años de esa terrible guerra cuando se legalizó el aborto el EE.UU.
Como no había ya bastantes guerras en el mundo, quisieron declarar la peor de todas, la
de los poderosos contra los más débiles, la de los nacidos contra los no nacidos, la de la
madre contra su hijo, la de un médico contra su paciente, la de un Estado contra su
pueblo... la guerra de las guerras.
Pero al igual que los soldados que volvían de Vietnam traían esa guerra en sus entrañas
para atormentarles el resto de sus vidas, así las mujeres que abortaban empezaron a sufrir
los mismos síntomas que esos soldados, la misma angustia, la misma desesperación, la
misma culpa: pesadillas, insomnio, alcoholismo, agresividad o depresión, psicosis... y
suicidio.
Siete veces más suicidio entre mujeres que habían abortado descubrió el Gobierno de
Finlandia en un estudio de 1997 sobre una muestra de 9.129 mujeres tomada de la base
de datos nacional... un estudio impecable y estremecedor. Además de la altísima tasa de
suicidios, descubrieron que en el año siguiente al aborto, esas mujeres sufrieron 60 veces
más muertes por causas naturales (enfermedad) que las que habían dado a luz, 4 veces
más muertes por accidentes y 14 veces más muertes por homicidios.
Pero en las mujeres, este Síndrome que estremeció al mundo en los rostros y las historias
de esos pobres soldados, es mucho más grave aún, porque es oculto, es secreto, es
reprimido, es ignorado y es tabú.
A los ojos del mundo, no les pasa nada porque el aborto es "legal", y por definición, lo que
es legal debe ser bueno, y lo que es bueno no puede hacer mal. Ergo, a las mujeres que
abortan no les puede pasar nada, y si les pasa es su problema, es que, además, son
idiotas o están desequilibradas... pero no por el aborto, claro.
La sociedad no puede admitir que una mujer esté atormentada por algo que la sociedad
misma le ha procurado, no puede reconocer que le ha dado veneno para beber y que por
eso se está quemando por dentro.
Y todos miran para otro lado mientras que las mujeres se vuelven locas: 64% de ellas
ingresaron en hospitales psiquiátricos tras su aborto, según un estudio de la Universidad
de Baltimore, USA, en 1984; "el 59% sufren trastornos psiquiátricos graves y permanentes
tras el aborto" según la Real Academia de Obstetricia de Inglaterra... etc. etc. etc.
Cientos de estudios de muchos países abortistas como Estados Unidos, Canadá, Francia,
Inglaterra, Suiza, Australia, Dinamarca y Finlandia han llevado este Síndrome a los
manuales Psicología y Psiquiatría de numerosas universidades.
Y a muchas páginas web como la de www.afterabortion.org, de los especialistas en el
tema en Estados Unidos, el Instituto Elliot. Pero casi toda la información está en inglés y,
salvo www.vidahumana.org que tiene un capítulo sobre el Síndrome Post-aborto, los
estudios sólo estaban disponibles para angloparlantes.
Desde hace dos meses ya hay una página especializada en español sobre el Síndrome
Post-aborto y demás secuelas psicosomáticas.
Es www.nomassilencio.com.
Digo "demás secuelas psicosomáticas" porque otra de las graves secuelas del aborto que
se está descubriendo en estos últimos años es el cáncer de mama.
Junto con el gran aumento de los cánceres del aparato reproductivo de la mujer, el cáncer
de mama ha sufrido un aumento espectacular en los últimos 20 años en todos los países
donde se ha generalizado el aborto. Y no en mujeres en edad de la menopausia, como
solía ser, sino en mujeres cada vez más jóvenes.
Según un estudio de una doctora pro-abortista, Janet Daling, en 1994 publicado en el
Journal of the National Cancer Institute en los casos en que había antecedentes familiares
y la mujer abortaba después de los 30 años, el riesgo aumentaba un 270%.
Pero más aún, cuando la mujeres abortaba a su primer hijo antes de los 18 años y tenían
antecedentes familiares de cáncer, el riesgo relativo llegaba ¡al infinito! De las 12 mujeres
de su muestra con este perfil, el 100% desarrollaron cáncer de mama antes de los 45
años.
Y en las mujeres sin antecedentes familiares, el aumento del riesgo era de un 150%. En
mujeres que ya habían llevado un embarazo a término, el riesgo de cáncer de mama en
las que abortaron era de un 50% más; entre ellas, las jóvenes menores de 18 años y
mayores de 29 con aborto provocado aumentaron el riesgo más de un 100%.
¡Y los médicos siguen diciendo que el 50% de los factores de riesgo del cáncer de mama
son desconocidos!
Así lo oí con mis propios oídos en una Jornadas Municipales sobre Prevención del Cáncer
de Mama celebradas en Madrid en el año 2001. Y ¡se quedan tan anchos! Cuando desde
1953 hay estudios como el del Dr. Segui en Japón sobre una población de 3.000 mujeres
que descubrió un 160% de aumento del riesgo en las que habían abortado
voluntariamente.
Actualmente hay más de 38 estudios epidemiológicos internacionales, de los cuales 29
muestran una correlación positiva y significativa entre aborto y cáncer de mama. De ellos,
5 estudios indican el doble de riesgo… o más. No hay más que ver las estadísticas y los
años en que se ha producido el aumento de casos: pocos años después de la legalización
del aborto en cada país.
Volviendo al Síndrome Post-aborto y sin extenderme mucho sobre lo que pueden ver
mejor en la misma página web de www.nomassilencio.com, sólo dar algunos rasgos más
de lo que está socavando nuestra sociedad sin que nadie se dé cuenta.
La Asociación Norteamericana de Psiquiatría, a principios de los años 80, identificaba la
depresión, la hostilidad, el desinterés y aislamiento, las imágenes recurrentes, el insomnio
y pesadillas, y la incapacidad de expresar sentimientos como secuelas psicológicas del
aborto.
Otros estudios posteriores muestran un alto índice de intentos suicidas, de alcoholismo,
bulimia y anorexia, frigidez y disfunciones sexuales, ruptura de relaciones de pareja (un
70%), de maltrato doméstico y autolesiones, de incapacidad de concentración,
agotamiento y nerviosismo, crisis histéricas y agresividad.
En España, el único estudio existente es el informe de 1993 de la Asociación Española de
Neuropsiquiatría titulado "Mujer y salud mental" que señalaba como rasgos de las mujeres
que abortan más de una vez la inmadurez, la inestabilidad emocional, la sexualidad pasiva
y dependiente, la aversión a los métodos anticonceptivos, los problemas de pareja,
conflictos con los padres, mala auto imagen, vivencias negativas o traumáticas, y
tendencia y rasgos de personalidad patológica: esquizofrenia, paranoia y psicopatía.
Confrontando los datos oficiales, un 25% de las mujeres que abortan cada año ya han
abortado previamente.
Parece, pues, evidente la necesidad de investigar más a fondo la existencia y
características de este cuadro clínico en España, dado que, por sus síntomas, podría
constituir una variable oculta subyacente al aumento espectacular de trastornos como la
anorexia y la bulimia, el abuso juvenil de alcohol y drogas, los malos tratos en el hogar, así
como las depresiones y suicidios juveniles y los brotes psicóticos.
Concretamente, se observa un alarmante aumento de los malos tratos en países con altos
índices de aborto, que en Estados Unidos ha sido contabilizado en un 500% de aumento
en los años desde que se legalizó el aborto.
También es evidente la cultura del "botellón" y las drogas de diseño, que ha llegado a ser
un grave problema social.
Por ello, un grupo de psiquiatras y psicólogos hemos iniciado una investigación sobre la
incidencia de este Síndrome Post-aborto en España, que figura también en la página web
www.nomassilencio.com, junto con el cuestionario para colaborar en la investigación.
También ofrecemos a las mujeres que han abortado, la ayuda especializada que les
permita renacer de sus cenizas y no volver a caer en el mismo error.
Toda la sociedad somos responsables, por activa o por pasiva, de mantener abierta una
trampa mortal para mujeres angustiadas y sus hijos inocentes.
Por ello debemos, al menos, rescatar a las que han caído en ella y así evitar que otras
caigan también.
Pues las mejores defensoras de la vida son las que han pasado por la muerte espiritual
que supone el aborto. Así está ocurriendo en países como Estados Unidos, donde son
miles las mujeres de la Plataforma No Más Silencio que piden la derogación de la Ley del
aborto para que nadie más caiga donde ellas cayeron.
Pedimos, pues colaboración a toda la sociedad para poder llegar a tantas mujeres que
sólo quieren olvidar lo inolvidable, pero que no podrán hacerlo hasta que identifiquen la
raíz de su mal.
Los interesados en colaborar pueden bajarse el cuestionario y pasarlo a mujeres que
hayan abortado voluntariamente, tanto en su versión completa como en su versión
reducida: datos personales, clínicos y psicológicos, y remitirlo posteriormente a la dirección
indicada en la página web.
Son encuestas anónimas, que por tanto pueden ser rellenadas por otra persona que
conozca bien el caso, especificándolo así. Según un estudio piloto realizado por la
Asociación Unidos por la Vida en el año 2001, el 62% de los 202 entrevistados conocía a
alguna mujer que había abortado, y el 72% de ellas habían necesitado tratamiento
psicológico.
Por desgracia, todos conocemos a alguna mujer que ha abortado y podemos constatar la
veracidad de estos datos.
Esta información sobre el Síndrome Post-aborto y la página web de
www.nomassilencio.com ya ha sido publicada en el Boletín Oficial del Colegio de Médicos
de Madrid del mes de octubre (Cartas Galenas) y en el diario español La Razón de 5 de
noviembre de 2003. Asimismo se está poniendo en conocimiento de las autoridades
españolas competentes, pero necesitamos la colaboración de los lectores para difundirlo
en su propio ámbito y conseguir así romper el mayor muro de silencio que jamás haya
existido.
Porque al ser el pecado más grande, es a la vez el más oculto, y por ser oculto, el más
difícil de sanar. Hay que sacarlo a la luz para poderlo curar, y hace falta la ayuda de todos.
Una buena manera de colaborar es enviar esta información a la sección de "Cartas al
director" de los diarios de su zona, así como a los Boletines de los Colegios de Médicos y
Psicólogos locales por parte de colegiados de los mismos.
Estamos convencidos de que el conocimiento de las secuelas del aborto puede cambiar la
marea negra del aborto en el mundo, como ya la está cambiando en los Estados Unidos.
Los veteranos luchadores por el derecho a la vida de ese país han comprobado cómo es el
miedo al Síndrome lo que está haciendo bajar cada año las cifras de aborto en EE.UU.
Por desgracia, lo que no consigue el amor lo consigue el temor, pero al fin, se trata de
conseguirlo: acabar con el monstruo del aborto. Además, creemos que es un derecho de
toda persona saber los riesgos a los que se expone al realizar una acción, especialmente
cuando estos riesgos son ya conocidos y comprobados.
Así, es un derecho de la mujer saber a lo que se expone cuando aborta, como lo están
legislando varios Estados norteamericanos en leyes de "Consentimiento Informado" que
obligan a las clínicas abortistas y hospitales a dar a la mujer un formulario informativo para
firmar antes de su aborto.
Si el tabaco ha levantado tamaña polémica y sus riesgos se anuncian a bombo y platillo,
¿cómo no exigir lo mismo para algo infinitamente peor como es el aborto?
Si el Estado permite el crimen del aborto, tiene, al menos, la obligación de informar a sus
ciudadanos sobre los graves riesgos que entraña, tanto para la mujer como para toda la
sociedad. Procuremos todos que así sea
Aborto Terapéutico: ¿Qué pasa cuando peligra la vida de la madre
Por la Dra. Concepción Morales y Adolfo J. Castañeda
¿Qué se debe hacer cuando peligra la vida una madre embarazada? En primer lugar hay
que distinguir entre el mal llamado aborto "terapéutico" y el "aborto indirecto". El aborto
"terapéutico" es un aborto directo porque mata directamente al bebé no nacido como
medio para presuntamente salvar a la madre, cuando en realidad hay otras alternativas
para salvarla a ella y a su bebé no nacido. Por consiguiente, el aborto "terapéutico", como
todo aborto directo o provocado, es un acto intrínseca y gravemente inmoral, por cuanto
constituye la destrucción directa de un ser humano inocente, y por ello no está justificado
en ningún caso. En realidad la frase aborto "terapéutico" es una contradicción en términos,
porque ningún aborto salva o cura a nadie (que es lo que la palabra "terapéutico" quiere
decir).
Distinto es el caso del "aborto indirecto", que en realidad no es un aborto en el sentido
verdadero de la palabra: no es un aborto directamente provocado. Se trata del caso en el
que la vida de la madre embarazada corre un peligro inminente, y la situación es tal, que si
el médico esperara a que el bebito fuera viable (momento a partir del cual puede vivir fuera
del útero con la tecnología
disponible), morirían tanto la madre como él, ya que antes de que llegase el momento de
la viabilidad, se produciría la muerte de la madre y el bebito moriría también. La situación
también es tal que el médico tampoco tiene otra alternativa para salvar a los dos, si la
hubiera, tendría que recurrir a ella. Entonces el médico no tiene más remedio que
intervenir, tratando siempre de salvar a ambos (al bebé no nacido y a su madre). Si en ese
proceso el bebé muere como un efecto no directamente causado ni querido por el médico,
entonces no hay por qué culpar a nadie. Se trata de un "aborto indirecto", y aunque
ciertamente es una tragedia, no es algo moralmente imputable.
Obsérvese que no estamos hablando de una excepción a la prohibición del aborto directo
o provocado. El aborto directo o provocado no tiene excepción alguna. El caso del que
estamos hablando aquí es, como ya hemos señalado, un "aborto indirecto", tanto en la
causa como en la intención. Por consiguiente, se trata de un caso completamente distinto
y que por tanto cae fuera de la norma que prohibe, de forma absoluta, la destrucción
directa de un ser humano inocente.
Hay que observar también que, en el caso del "aborto indirecto", no se trata de que el
médico escoja entre salvar al bebé no nacido o a su madre, se trata de optar por salvar las
dos vidas. Si a
consecuencia de tratar de salvar a las dos vidas, muere una, ello no depende de la opción
del médico.
Gracias a Dios, cada vez se logra la supervivencia fuera del útero materno de niños con
menos tiempo de edad gestacional. Y también gracias a Dios y al avance tecnológico, se
logran salvar bebitos no nacidos en situaciones en las que antes no se lograban salvar y
en las que por tanto, ya no se puede invocar el principio del aborto indirecto para justificar
una intervención que da como resultado la muerte indirecta del no nacido y el que la madre
se salve, porque ahora ambos se pueden salvar.
Veamos los casos de embarazos ectópicos, es decir, de embarazos fuera del útero. De
todos los embriones ectópicos, el más frecuente es el tubárico. Este se produce porque las
trompas no tienen sana su fisiología o su anatomía. Ello puede ser causado por
inflamaciones tubáricas, que a su vez son causadas por abortos provocados anteriormente
que dan lugar a infecciones. También pueden ser causadas por enfermedades de
transmisión sexual; por el uso del
dispositivo intrauterino (DIU o IUD), que dicho sea de paso, es abortivo; etc. Al ocurrir esto,
el grosor interior de la trompa disminuye, permitendo que pase el espermatozoide y
fecunde al ovocito, pero no permite que pase el ovocito fecundado o cigoto (o sea, el
nuevo ser humano) por la trompa hacia el útero, sino que queda atrapado en la trompa y al
crecer la rompe y muere el embrión y puede morir la madre, si no se detecta a tiempo.
En la época pre-ultrasonido generalmente se hacía el diagnóstico cuando la trompa ya se
había roto. Ahora se puede diagnosticar con más frecuencia y antelación con el niño vivo
dentro de la trompa. Es entonces que se crea el dilema ético y se aplica el principio del
"doble efecto", que en este caso implica sacar un órgano enfermo dentro del cual hay un
niño vivo.
Sin embargo, hay que valorar en qué medio se está. No es igual un embarazo tubárico en
un centro médico donde se tiene la tecnología adecuada que en otro donde no se tiene.
Por otra parte, hay que valorar la posibilidad de que ese embrión tubárico en vez de
reventar la trompa sea expulsado hacia la cavidad abdominal, produciéndose así un
embarazo ectópico abdominal. En esos casos el embarazo puede llegar a término y nacer
el niño vivo por laparotomía.
Pero aunque el niño permanezca en la trompa, con la tecnología moderna, ha habido
casos en los que se ha llevado al niño de la trompa al útero y consecuentemente se ha
salvado al niño. Esto sería la forma ideal y correcta de tratamiento del embarazo ectópico
tubárico, ya que se salvaría el niño, además de la madre. Pero, lamentablemente, requiere
técnicas y equipos no disponibles en todos los lugares del mundo. Donde sí los haya,
estos medios se deben emplear, se trata de un grave deber ético.
Tener una "expectación armada" ante el embarazo ectópico es lo que se debe hacer. Ello
se refiere a que los médicos estén con la tecnología y los medicamentos listos, pero sin
intervenir siguiendo muy de cerca a la mujer en esta situación, la cual estaría hospitalizada
durante todo este tiempo, para entonces, en el momento adecuado, si ello es posible,
salvar también al niño no nacido y si no, esperar a que este muera de forma natural para
entonces extraerlo. De esa manera se estaría respetando la vida del niño ectópico. Hay
que realizar esfuerzos, en la medida de lo posible, para que esa "expectación armada" se
lleve a cabo en todas las instalaciones médicas. Ello también es un grave deber moral.
Pero, lamentablemente, no en todas partes se cuenta con lo necesario para ello y el índice
de muerte materna por embarazo tubárico es muy elevado y los niños que nacen a
consecuencia de un embarazo ectópico es muy bajo y muy pocos sobreviven. Aunque hay
que respetar toda vida
humana, la situación inmediata de la mujer en un embarazo ectópico es mucho más grave
que la de una mujer embarazada en el caso, por ejemplo, de un cáncer de útero, en el cual
sí se pueden salvar a ambos: madre e hijo no nacido con la tecnología de que se dispone
en la actualidad en prácticamente todos los lugares del mundo.
La Dra. Concepción Morales es Especialista de Medicina Interna del Hospital Materno-
Docente "Hijas de Galicia" y Presidenta de Pro-vida Cuba, organización de la Iglesia
Católica. Adolfo J. Castañeda tiene una licencia en teología moral de la Academia
Alfonsiana en Roma y es Director de Programas Educativos de Vida Humana
Internacional.
Aborto y violación: Lo que muestran los estudios
Por David C. Reardon
En Estados Unidos la violación es un serio problema, aproximadamente 78,000 casos
fueron declarados en el año 1982 (actualmente, bordea los 140,000 casos). Esta cifra es
todavía más impresionante si se tiene en cuenta que solamente se denuncian el 40 al 80%
de las violaciones. En todo caso, los embarazos son extraordinariamente raros, por varias
razones. Por ejemplo, la tasa extremadamente alta de disfunciones sexuales en los
violadores. En tres estudios se constató que el 39, el 48 y el 54% respectivamente de las
mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la
violación. En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron
disfunciones que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son
extremadamente raros los embarazos por violaciones es la total o temporal infertilidad de
la víctima. La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja,
puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales. El 43% de las
víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima también puede estar tomando
anticonceptivos, puede llevar un DIU o haberse hecho la ligadura de trompas; el 20% se
situaba en esta categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen una potencial
fertilidad.
Además de la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo
que se ha llamado estrés de infertilidad temporal como reacción a un estrés extremo. Es
decir, el ciclo menstrual, regulado por hormonas, es fácilmente distorsionado por un estrés
emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado,
adelantando prematuramente la menstruación.
Un estudio determinó que se registraron solamente 0,6% de embarazos en 1290 víctimas
de violación. En una serie de 3,500 violaciones en 10 años en el Hospital San Pablo de
Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazo. No obstante, algunos embarazos pueden
ocurrir.
Todos los argumentos contra el aborto fundamentados en razones psicológicas, son
también válidos para los casos de violación. El aborto es "una cura" que únicamente
agrava la "enfermedad"; la evidencia actual muestra que la violación es una fuerte
contraindicación para el aborto.
Sin duda las emociones que rodean la violación y el aborto son tan semejantes que el
aborto no hará más que reforzar las actitudes negativas. Como la violación, el aborto
acentúa la sensación de culpa; baja la propia estima; reafirma la sensación de haber sido
sexualmente violentada; acentúa los sentimientos de haber perdido el control o de ser
manejada por las circunstancias; intensifica los sentimientos de rechazo a los hombres;
desencadena frigidez, etc. Entonces, el aborto en la víctima de la violación lo único que
hace es reforzar esos sentimientos negativos, y no hace nada para promover la paz y la
reconciliación interior que la mujer tanto necesita.
Alentar a la mujer a dar salida a su enojo desplazándolo en venganza contra su hijo,
solamente produce impactos negativos y actitudes autodestructivas en su mente . En el
mejor de los casos el aborto sólo oculta uno de los síntomas físicos de la violación, pero en
su lugar, la mujer tendrá que enfrentarse con el recuerdo constante de que ha matado a su
hijo.
En las víctimas de la violación que quedan embarazadas y que sabiamente eligieron
mantener la vida de su hijo, la elección por el nacimiento es la elección que triunfa sobre la
violación, es la elección del bien sobre el mal, el triunfo del amor sobre la violencia. Una
elección así viene a decir que "la violación no va a regir mi vida", que aunque yo haya sido
violada, no voy a someterme a la ley de la violencia sino del amor. Es una elección que
saca algo bueno de lo que parece ser tan intrínsecamente malo. En lugar tener que
recordar el temor y la vergüenza que pasó, su elección en favor de la vida le permitirá
recordar su coraje y generosidad.
Fuente: Tomado del documento "Embarazos producidos por la violación o incesto: ¿Es el
aborto la solución?", resumen de los estudios estadísticos realizados y que aparecen en el
libro Aborted Women: Silent No More de David C. Reardon.
Argumentos a favor y en contra del Aborto
Hay muchos argumentos que se han difundido insistentemente, especialmente en aquellos
países donde, con cualquier motivo, intentan buscar la legalización del aborto o ampliarlo
allí donde ya se ha legalizado alguna de sus formas.
Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería realizarse cuando el
embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un mal grave y permanente
La Verdad: En este caso el término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir.
"terapia" significa curar y en este caso el aborto no cura nada. Actualmente, la ciencia
médica garantiza que prácticamente no hay circunstancias en la cual se deba optar ente la
vida de la madre o la del hijo. Ese conflicto pertence a la historia de la obstetricia. Ya en
1951, el Congreso de Cirujanos del American College dijo que "todo el que hace un aborto
terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar las complicaciones de un embarazo
o no quiere tomarse el tiempo para usarlos" . El temido caso de los embarazos "ectópicos"
o que progresan fuera del útero materno están siendo manejados médicamente cada vez
con mayor facilidad. por otro lado, el código de ética médica señala que en el caso de
complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para salvar a
madre e hijo y nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de ellos.
Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de una violación,
por ello, para estos casos, debería legalizarse el aborto llamado "sentimental".
La Verdad: En primer lugar los embarazos que siguen a una violación son
extremadamente raros. En Estados Unidos, por ejemplo, la violación es un serio problema,
aproximadamente 78,000 casos fueron reportados en el año 1982. Esta cifra es más
importante si se tiene en cuenta, que del 40% al 80% de las violaciones no se denuncian.
En estos casos los embarazos son extraordinariamente raros, por varias causas. Por
ejemplo, las disfunciones sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente alta.
En tres estudios se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del
ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación.
En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones
que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente
raros los embarazos por violación: la total o temporal infertilidad de la víctima. La víctima
puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja, puede estar ya
embarazada o puede haber otras razones naturales.
El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima puede estar
tomando anticonceptivos, tener un DIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba en esta
categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen un potencial de fertilidad.Además de
la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo que se ha
llamado stress de infertilidad; una forma de infertilidad temporal como reacción al stress
extremo.
El ciclo menstrual, controlado por hormonas, es fácilmente distorcionado por un stress
emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado la
menstruación puede ocurrir prematuramente.Un estudio determinó que se registraron
solamente el 0.6% de embarazos en 2190 víctimas de violación.
En una serie de 3,500 casos de violación en 10 años en el Hospital San Pablo de
Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazos puede ocurrir.Procurar una legislación
en base a una excepción en vez de una regla es totalmente irracional desde el punto de
vista jurídico. Es obvio que el espantoso crimen de la violación es utilizado para
sensibilizar al público en favor del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible
concepción brutal como un agresor. Es claro que la mujer ha sufrido una primera
espantosa agresión, la de la violación. Presentar el aborto como una "solución" es decir
que un veneno hay que combatirlo aplicando otro.
El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico producido en una violación. Al
contrario, le va a agregar las complicaciones físicas y psíquicas que ya el aborto tiene de
por sí.Por otro lado, el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga para
nada con la brutal decisión de su padre genético. Por otro lado, los legisladores más
expertos señalan que legalizar el aborto "sentimental" es abrirle la puerta a serias
complicaciones jurídicas: prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser
presentada como contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación.
Finalmente, el argumento más importante, es que el aborto por violación no es siquiera
aceptado por sus verdaderas víctimas, las mujeres violadas. Pueden leerse estos duros
pero reveladores testimonios
Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufrirá mucho y le
ocasionará sufrimientos y gastos a los padres.
La Verdad: Este principio, conocido como "aborto eugenésico" se basa en el falso
postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de
cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los
minusválidos ya nacidos.
Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del 100% para
determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la rubeola, revisando 15
estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5% de los bebitos tendrían defectos.
Quiere decir que el aborto por causa de la rubeola matará a 5 criaturas perfectamente
sanas por cada bebé afectado.
Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? Una de las
manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado norteamericano de
California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos reunidos bajo un gran
cartel: "Gracias mamá porque no me abortaste".
El Dr. Paul Cameron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que ho
hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a satisfacción
de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la frustración. "Decir que estos niños
disfrutarían menos de la vida es una opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el
experto. Incluso son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o
mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han prodigado.
El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.
La Verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la
dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor
puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no
esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma
mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.
Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa
la violencia de los padres sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos
aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta a ésto es que cuando la mujer
violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la
sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.
El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio
cuerpo.
La Verdad: Pero no cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que en un
embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "ser
humano femenino". Dado que el sexo se determina cromosómicamente en la concepción,
y más o menos la mitad de los que son abortados son "seres humanos femeninos";
obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SU PROPIO CUERPO.
Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.
La Verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran que esto no es así.
Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte en un método que parece
moralmente aceptable y por tanto, como una opción posible que no es igualmente
considerada allí donde no es legal.
Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental",
"terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo considerado "vergonzoso", no es
extraño que la mujer -especialmente si es adolescente o joven- busque igualmente
métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena
legal, no quita la verguenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se
basa en el mito según el cual los abortos legales son más "seguros" que los clandestinos.
Un ejemplo: Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las
clínicas de Illlinois, se habían producido 12 muertes por abortos legales.
El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo.
La Verdad: ¿Tiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpo? Sí, pero hasta
cierto punto. ¿Puede alguien eliminar a un vecino ruidoso sólo porque molesta a sus
oídos? Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. La mujer estaría decidiendo no
sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que no es ella, aunque esté temporalmente
dentro de ella.
El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas.
Casi no tiene efectos colaterales.
La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal, aumenta
la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y los problemas
emocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicaciones si los embarazos son
consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos
aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un 15%. También
pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los pulmones, infección, y
hepatitis producida por las tansfusiones, que podría ser fatal.
Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica:
que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las células
de las mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos partidarios
del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto.
Esta afirmación es falsa: el aborto, especialmente en los últimos meses del embarazo, es
notablemente más peligroso. En los países ricos mueren dos veces más mujeres por
aborto legal que por disfunciones del parto. Por otro lado, algunas mujeres tienen
problemas emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto,otras los tienen
muchos años después: se trata del Sindrome Post Aborto.
Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un
periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas,
desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los
síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de tensión post traumático
que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una
guerra
Legalización del Aborto en Estados Unidos: Manipulación y mentiras
Por Ana María Vega
En las últimas conferencias mundiales sobre población (1994) y sobre la mujer (1995),
aparecieron con fuerza en escena los "derechos reproductivos". Se trata de una causa
prioritaria para las organizaciones de control de la natalidad, que presionan en la
Organización de Naciones Unidas (ONU) para que se le otorgue reconocimiento
internacional. En la práctica, tales derechos vienen a ser una avanzadilla del aborto, no
incluido en ningún texto de derechos humanos. Pero, para que se pueda hablar en serio
de "derechos reproductivos", es preciso examinar qué fundamento y sentido pueden tener.
Desde hace algunos años, las ONG influyen decisivamente en las políticas
socioeconómicas de la ONU, como han puesto de manifiesto las últimas conferencias
internacionales. Aunque el valor jurídico de sus declaraciones de principios sea muy débil,
a través de ellas se pretende reforzar -o incluso reformular- determinados derechos
humanos, introduciendo reformas que indirectamente pueden repercutir en las
legislaciones internas de los Estados que las suscriben.
Uno de los objetivos prioritarios es ahora el reconocimiento universal de los llamados
derechos reproductivos, como una categoría más de derechos humanos. Su inclusión en
los planes de acción de las Conferencias internacionales sobre Población y Desarrollo (El
Cairo, 1994) y sobre la Mujer (Pekín, 1995), suscitó la oposición y la fuerte reticencia de
diversas delegaciones estatales. Coincidiendo con el cincuentenario de la Declaración
Universal de Derechos Humanos de 1948, el tema recobra especial actualidad con la
preparación de la ICPD+5, que se desarrollará en Nueva York, del 30 de junio al 2 de julio
de 1999 y tendrá como finalidad "examinar y evaluar el Plan de Acción de la Conferencia
Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo (1994)", al cumplirse cinco años de su
aprobación. Aunque la convocatoria de la Asamblea General advierte que esa reunión "no
tendrá por objeto renegociar los acuerdos contenidos en el Programa de Acción", la
publicación oficial de la Carta sobre los derechos sexuales y reproductivos por la
International Planned Parenthood Federation (IPPF) (ver servicio 45/98) vuelve a reabrir el
debate sobre la naturaleza y el contenido de estos noveles derechos.
De El Cairo a Pekín
La primera formulación expresa de los derechos reproductivos acontece en la Conferencia
Mundial sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994 (par. 7.3), y
reaparece con redacción casi idéntica al año siguiente en la IV Conferencia Mundial de la
Mujer, en Pekín. En el plan de acción se afirma: "Los derechos reproductivos abarcan
ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en las leyes nacionales, en los
documentos internacionales sobre derechos humanos y en otros documentos pertinentes
de las Naciones Unidas aprobados por consenso. Estos derechos se basan en el
reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y
responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y el intervalo
entre estos, y a disponer de la información y de los medios para ello y el derecho a
alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva. También incluye el derecho
a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni
violencia, de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos. En
el ejercicio de este derecho, las parejas y los individuos deben tener en cuenta las
necesidades de sus hijos nacidos y futuros y sus obligaciones con la comunidad. La
promoción del ejercicio responsable de esos derechos de todos debe ser la base
primordial de las políticas y programas estatales y comunitarios en la esfera de la salud
reproductiva, incluida la planificación de la familia".
No existe aún ningún texto internacional sobre derechos humanos que aluda de forma
expresa a los derechos reproductivos. Ciertamente, están reconocidas nacional e
internacionalmente muchas de las facultades que la procreación humana comporta, tales
como el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad; el derecho a la dignidad y al libre
desarrollo de la personalidad; el derecho a la integridad física, a la libertad religiosa,
ideológica y de conciencia; el derecho a la intimidad personal y familiar; el derecho al
matrimonio y a fundar una familia; el derecho de la maternidad y la infancia a cuidados y
asistencia especiales; el derecho a la educación, etc.
Salud y vida
En este sentido, es interesante comprobar el engarce establecido por los planes de acción
de ambas conferencias entre los derechos reproductivos y el derecho a la salud. La salud
es hoy una preocupación social limitada por condiciones económicas, educativas y
políticas. Las mujeres constituyen el grupo social más numeroso y más inmediatamente
afectado por esos condicionamientos: la salud femenina tiene efectos directos en la
población y en la sociedad, en su vida y en su papel en el desarrollo. Por lo tanto, la salud
de la mujer reflejaría el alcance de la justicia social en cada sociedad.
Sin prescindir de la trascendencia del reconocimiento del derecho a la salud -
principalmente en los países en vías de desarrollo-, parece peligroso convertirlo en un
derecho absoluto, sobre todo cuando la procreación es concebida como un riesgo o un
daño para el bienestar personal, también económico. Amparándose en la salud
reproductiva, se solicita el derecho a abortar, o se concibe como un deber público
esterilizar a las personas que el Estado considera que no están en condiciones de tener
más hijos, en favor de una mejor salubridad reproductiva: recuérdese el caso de China o el
de la India.
Más justa y más próxima a la realidad de muchos padres -sobre todo en los países en vías
de desarrollo- aparece la definición de la salud reproductiva cuando acentúa "el derecho a
recibir servicios adecuados de atención a la salud que permitan los embarazos y los partos
sin riesgos, y ofrezcan a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos". La
salud nunca puede ser entendida como un fin en sí mismo. Está siempre al servicio de la
vida, es signo y cualidad de la vida, jamás instrumento para la muerte propia y mucho
menos para la ajena.
Derechos inéditos
La novedad de estos derechos no se debe tanto a la afirmación de su existencia, cuanto a
las dimensiones de su contenido. No cabe hablar de derechos reproductivos de manera
indiscriminada, sin precisar qué facultades o poderes jurídicos de actuación se incluyen
bajo esa categoría. El núcleo del problema radica en que se pretende legitimar cualquier
tipo de conducta relacionada con la procreación humana basándose en un difuso e
ilimitado derecho a la autodeterminación física, que supondría reconocer al individuo
facultades soberanas sobre su cuerpo y hacer de la autonomía -del libre desarrollo de la
personalidad- el bien supremo, hasta el extremo de afirmar que el derecho a elegir es más
importante que lo elegido. Para quienes apoyan esa tesis, un Estado pluralista y laico
debería limitarse a garantizar de la mejor forma posible la libre elección individual con
independencia de su contenido. Su función consistiría en proteger las decisiones
reproductivas -incluido el aborto- y facilitar los medios para acceder fácil y legalmente a
todas y cada una.
La principal discusión se centra en torno a la secular polémica sobre si el fundamento
último del Derecho debe ser iusnaturalista o positivista. En otras palabras, si el objeto de la
justicia -es decir, el derecho en su sentido propio y primario- consiste en dar a cada uno su
derecho subjetivo -la facultad de hacer, de omitir o de exigir- o en dar a cada uno la cosa
justa, o sea, lo que pertenece y corresponde al titular.
Quienes optan por la primera solución -dar a cada uno su derecho subjetivo, en un sentido
estricto y absoluto- incluyen estos derechos entre los llamados de la cuarta generación.
Entre ellos, además de los derechos del ecosistema y los de autodeterminación
informativa, estarían comprendidos los basados en la libertad y en la dignidad de la
persona para configurar un nuevo estatuto de la vida y del patrimonio genético en las
sociedades desarrolladas.
Idea maximalista de la autonomía
La gran dificultad es que los derechos reproductivos no están constitucionalizados de
forma expresa en la mayoría de los países. En consecuencia, se hace preciso recurrir a
otros valores, principios y derechos fundamentales, puestos al servicio de una
interpretación maximalista de la libertad. Y aquí radica el principal núcleo del problema que
plantean los derechos reproductivos: en la definición y delimitación de su contenido está
en juego, en último término, el modo de concebir la integración -armónica o despótica-
entre la libertad y la naturaleza humana; entre la dignidad humana y los derechos que le
son inherentes, y el libre desarrollo de la personalidad.
No es suficiente la positivización legal de una libertad para que se convierta en derecho, y
menos aún en un derecho humano. Se precisa un prius que lo justifique. Una libertad llega
a ser un derecho humano cuando al interés legítimo se une un valor universal o moral
reconocido como tal por la comunidad internacional. Esto es, debe tratarse de un bien o
una facultad que realmente le pertenezca, que le sea debido en justicia. Sólo entonces
estamos ante un derecho humano en sentido propio.
"La dignidad humana, los derechos inviolables que le son inherentes y el libre desarrollo
de la personalidad" -terminología empleada por el art. 10.1 de la Constitución española de
1978 y por la Declaración Universal de Derechos de 1948 (cfr. arts. 3, 6 y 22)- se deben
manifestar no sólo en los derechos expresamente reconocidos sino también en los ámbitos
de libertad negativa, en la medida en que estos no vulneren otros derechos o bienes
jurídicamente protegidos. Persona no es aquí un concepto jurídico, sino un concepto moral
que se identifica con ser humano, independientemente de sus condiciones concretas de
existencia biológica, social y política. La dignidad de la persona es una cualidad esencial
de todo ser humano, mientras que el libre desarrollo de la personalidad es una tarea o
conquista. En último término, esos derechos implican el deber de respetar la dignidad y el
libre desarrollo de la personalidad de los demás, el reconocimiento de que son fines en sí
mismos, no susceptibles de ser instrumentalizados.
De estas consideraciones se concluye que no pueden concebirse como derechos
reproductivos ni el genérico derecho a un hijo ni aquellas facultades o poderes de
actuación que supongan un atentado contra los derechos fundamentales o libertades del
ser humano, tales como: el derecho a la vida, el derecho a una identidad genética
(discutido en la experimentación embrionaria), el derecho a la integridad física, psicológica
y existencial que condicionan el libre desarrollo de la personalidad (vulnerado en los casos
de procreación heteróloga seguida de convivencia con el padre o madre legal, o de
experimentación embrionaria) o, finalmente, el derecho a una familia (tampoco respetado
en las situaciones de inseminación post mortem o en la practicada por homosexuales o
mujer sola).
¿Libertad positiva o negativa?
Todo derecho subjetivo comporta tres planos. En primer término, el reconocimiento de un
conjunto de facultades o poderes jurídicos de actuación. En segundo lugar, un haz de
deberes exigible a terceras personas en sus relaciones con el titular del derecho, o al
mismo titular de las facultades. Finalmente, el derecho subjetivo es una situación jurídica
especialmente protegida.
Una aproximación al análisis del primer nivel, en el caso de los derechos reproductivos -
reconocimiento y protección de un conjunto de facultades-, manifiesta que tienen hoy
mucho más de libertad negativa que de positiva: de no tener hijos que de tenerlos. Con
todo, la libertad para decidir el número de hijos y el espaciamiento de nacimientos
pertenece al ámbito de inmunidad y de no injerencia externa que corresponde a todo
individuo. Esta libertad es reconocida también por la Iglesia católica.
Cuestión diversa es la titularidad individual de estos derechos, derivada de una concepción
de la sexualidad que, lejos de dignificar a la mujer, deja el camino aún más expedito para
la irresponsabilidad e indiferencia de muchos varones en su papel de padres y esposos. Lo
que realmente está en juego es la existencia y el consiguiente reconocimiento del derecho
a un hijo. De lo contrario, el contenido de los derechos reproductivos implicaría un
atentado contra los propios derechos humanos, como se deduce de algunas
reivindicaciones que se amparan bajo esos derechos: el aborto libre y gratuito, el derecho
a un hijo mediante el libre recurso de las técnicas de reproducción asistida sin cortapisa
legal alguna, o el derecho a la esterilización. En tales situaciones no puede invocarse "el
derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva", al que alude la
definición.
Educación sexual
La dignidad humana exige también que se reconozca un ámbito de inmunidad, que implica
respetar "el derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir
discriminación, coacciones ni violencia, de conformidad con lo establecido en los
documentos de derechos humanos". Tanto más, cuando esa libertad se ejercita en favor
de la prole. Ahora bien, la libertad de decisión procreadora exige como presupuesto "el
derecho a disponer de información y medios". El ejercicio responsable de cualquier libertad
implica un previo conocimiento de su finalidad y de los medios para su consecución. Las
frecuentes situaciones de penuria económica y aun de miseria de muchas familias de
sociedades en vías de desarrollo, desaconseja el excesivo número de hijos. Por la
magnitud de este problema se requiere una política estatal e internacional que favorezca el
bienestar de las familias de escasos recursos, para que puedan ejercer digna y
responsablemente el derecho a la procreación. Entre otros puntos, es totalmente necesario
ofrecer una adecuada educación sexual, que no puede reducirse a mera información sobre
métodos de control de la natalidad sino que debe incorporar una visión antropológica y
ética de la paternidad y maternidad responsables.
Toda planificación familiar, si es coherente con los derechos humanos, debe respetar unos
valores universales. El primero es la vida de todo ser humano, lo que exige clarificar con
carácter previo si se trata de métodos abortivos o microabortivos. En segundo lugar, la
salud de cada uno de los sujetos de la relación sexual o del hijo potencialmente concebido:
la protección de este derecho comporta el conocimiento más completo posible de los
efectos nocivos de los métodos empleados, así como la reversibilidad o irreversibilidad de
los daños causados, de manera que sólo sean empleados con un consentimiento
informado. Por último, debe ser respetada la dignidad humana, lesionada cuando se
emplean métodos que anulan o reducen la dimensión unitiva del mismo acto sexual.
Desde una perspectiva jurídica, es bien sabido que la norma no asume íntegramente todo
el bien moral convirtiéndolo en exigible. Sin embargo, debe formar parte del minimum de la
legalidad aquello que es objeto de la justicia. En conformidad con este razonamiento, no
puede situarse en el mismo plano jurídico la prohibición de los anticonceptivos y la del
aborto. La legalización de los primeros es discutible, pues puede ser admitida como un mal
menor; la del segundo no admite ningún tipo de justificación, ya que supone un atentado
contra el derecho más básico y fundamental: el derecho a la vida.
Derechos con límites
Finalmente, todo derecho subjetivo implica unos deberes, que se configuran al mismo
tiempo como sus límites. Por tanto, es un acierto la claúsula contenida en la definición de
los derechos reproductivos según la cual "en el ejercicio de este derecho, las parejas y los
individuos deben tener en cuenta las necesidades de sus hijos nacidos y futuros y sus
obligaciones con la comunidad. La promoción del ejercicio responsable de esos derechos
de todos debe ser la base primordial de las políticas y programas estatales y comunitarios
en la esfera de la salud reproductiva, incluida la planificación de la familia". No caben,
pues, derechos reproductivos absolutos: los derechos y las necesidades de los hijos
nacidos y futuros y el bien común imponen sus límites.
En consecuencia, hoy más que nunca es necesaria una ponderada reflexión sobre el
comportamiento procreativo humano que asuma hasta sus últimas consecuencias la
responsabilidad que comporta su libre ejercicio: están en juego la dignidad humana de los
padres y del hijo. Desde esta óptica, no cabe hablar de una libertad procreadora de los
esposos omnímoda sino responsable.
Ana María Vega es profesora titular de Derecho Eclesiástico del Estado en la Universidad
de La Rioja.
Fuente: ACEPRENSA.com
¿Salud Reproductiva o Aborto?
Estas campañas son etapas del plan de reingeniería social que llevan a cabo los
países centrales y se enmarcan en un proyecto de dominio totalitario que tiene
como rasgo típico el ataque al hombre en sus dimensiones físicas, psicológica y
espiritual. Un totalitarismo que inhibe, paraliza, congela y anestesia la capacidad de
juicio personal y la toma de decisiones libres y que se introduce en las
"democracias" con trampas del lenguaje que esconden continuos atentados contra
la mujer y el niño, como el aborto
Después del intento fracasado de imponer un férreo control demográfico a los países del
Tercer Mundo, en la I Conferencia Mundial de Población de Bucarest (1974), organizada
por las Naciones Unidas, el gobierno de los Estados Unidos adoptó -entre otras- las
siguientes directivas de gobierno, [1]:
1. Es necesario poner el mayor énfasis en "motivar a los dirigentes de los países en vías
de desarrollo para que acepten las actividades de planificación familiar".
2. "Se debe ayudar a esos dirigentes a integrar las políticas de población en los planes
nacionales de salud, educación y desarrollo". Esta medida, "ayudará a rebatir la acusación
ideológica que los Estados Unidos están interesados en frenar el crecimiento de población
de los países en desarrollo".
3. Pero, para evitar la acusación de imperialismo anticonceptivo se decide disimular las
políticas antinatalistas insistiendo en: "a) el derecho individual a determinar libre y
responsablemente el espaciamiento de los hijos, y b) el derecho al desarrollo de los países
pobres".
4. Se comienza a promover una campaña "de reingeniería social para provocar cambios
culturales y 'cambiar las creencias' (se refiere a creencias religiosas)", obviamente para
facilitar la hegemonía de los países desarrollados, tratando de neutralizar la influencia de
la Iglesia Católica.
A través de las conferencias internacionales realizadas en este último decenio, la Cumbre
de Río ("Eco'92", 1992), la Conferencia Internacional de Derechos Humanos (Viena, 1993),
la III Conferencia de Población de El Cairo (1994), la Cumbre de Desarrollo Social de
Copenhague (1995), la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), Habitat II
(Estambul, 1996), Cumbre Alimentaria Mundial (Roma, 1996), y las reuniones de
seguimiento correspondientes, como El Cairo+5 en 1999, los Estados Unidos y las
Naciones Unidas, apoyadas por un grupo de numerosas Organizaciones No
Gubernamentales (ONG's), intensificaron la presión antinatalista sobre los países del
Tercer Mundo.
El 25 de marzo de 1995, Juan Pablo II denunció "una guerra de los poderosos contra los
débiles", (Enc. Evangelium Vitae, n. 12) (…), "el antiguo Faraón viendo como una pesadilla
la presencia y el aumento de los hijos de Israel, los sometió a toda forma de opresión y
ordenó que fueran asesinados todos los recién nacidos varones de las mujeres hebreas
(cfr. Ex 1, 7-22). De este modo se comportan hoy no pocos poderosos de la tierra", (Enc.
Evangelium Vitae, n. 16)
Dos años antes el Sumo Pontífice había denunciado este afán totalitario de los países del
Norte como "una nueva guerra fría, provocada por la carrera desenfrenada al
acaparamiento y a la explotación de los recursos de la tierra por parte de unos pocos
privilegiados sienta las bases para otra forma de guerra fría, entre el Norte y el Sur",
(Discurso, 8-V-93).
Hispanoamérica: aborto encubierto
Como era lógico Hispanoamñerica no se ha mantenido al margen de esta presión
internacional. Podría parecer lo contrario teniendo en cuenta las declaraciones pro-vida de
diferentes Presidentes y su postura contraria al aborto quirúrgico en los foros
internacionales, pero eso no ha preservado a estos países de la embestida contra la vida
humana[2].
A lo largo de esta década se han ido sucediendo los proyectos, las leyes y las
reglamentaciones municipales que reconocen "los derechos" a la "salud reproductiva", "a
la maternidad sin riesgos", "a evitar el ambarazo no-deseado", que son sin más la
autorización de abortar por medios químicos. Las provincias de La Pampa, Mendoza,
Córdoba, Jujuy, Chaco, Misiones y municipios como Berisso, Ensenada, General
Sarmiento por sólo referirnos a algunos de la provincia de Buenos Aires, en Argentina son
ejemplos bien contundentes.
Ejemplo es el proyecto paradigmático, presentado por el partido gobernante, fue el
aprobado por la Cámara de Diputados de la Nación, en la madrugada del 1 al 2 de
noviembre 1995. El Senado no trató el proyecto que perdió su estado parlamentario en
1997. El otro ejemplo, es el actual proyecto en estudio de la Legislatura de la Ciudad de
Buenos Aires, éste fue elaborado en base a proyectos de la Alianza, aunque cuenta con
apoyo de muchos legisladores del PJ.
Forma parte del mencionado proyecto de ley nacional, un anexo del Ministerio de Salud y
Acción Social, llamado "Propuesta Normativa Perinatal: Procreación Responsable". En
este texto se aceptan explícitamente como procedimientos contraceptivos no sólo los
anticonceptivos hormonales y los DIU's, que tiene efectos abortivos, sino también, los
implantes y los inyectables -también abortivos-, y los procedimientos de "anticoncepción
post-coital", eufemismo usado seguramente para tranquilizar conciencias. Porque no hace
falta ciencia médica para saber lo que significa "anticoncepción post-coital o de
emergencia", quiere decir aborto por medios químicos, que es el que provoca por el efecto
de drogas o dispositivos intrauterinos (DIU's), la muerte y expulsión del embrión humano
en las primeras etapas de su desarrollo, al impidir su implantación en el endometrio del
útero.
En casi todos los textos analizados de otros proyectos, tanto municipales como
provinciales y especialmente en el que está a estudio de la Legislatura de la Ciudad de
Buenos Aires, se autorizan todos los métodos y productos anticonceptivos aceptados y los
que en el futuro pueda aprobar el Ministerio de Salud, de ahí la importancia de la
Propuesta Normativa.
Siguiendo las pautas de la Propuesta Normativa, el Ministerio de Salud y Acción Social, a
fines de 1997, aprobó la fabricación y venta de un anticonceptivo post-coital o de
emergencia en base a las drogas levonorgestrel y etinilestradiol. Este producto -al que no
se debería llamar producto medicinal- consiste solamente en píldoras con dosis más
elevadas de levonorgestrel y etinilestradiol que las dosis de esas mismas drogas que
contienen las píldoras anticonceptivas "normales".
Es decir, por lo general, para provocar un aborto químico se puede acudir a un
anticonceptivo "normal", aumentando el número de píldoras que se ingieren. El
"anticonceptivo de emergencia", facilita la cuestión, pues evita la ingesta de muchas
píldoras, basta con unas pocas para "evitar el ambarazo no deseado, producto de un coito
no protegido", como dicen las instrucciones para su consumo. (Vid. Programa Provincial de
Salud Reproductiva del Ministerio de Desarrollo Social y Salud de Mendoza,
prescripciones posibles para anticoncepción de emergencia en base a marcas comunes de
anticonceptivos[3]).
Por lo tanto, son abortivos los medios anticonceptivos usados, específicamente en la
anticoncepción postcoital, y todos aquellos usados en la anticoncepción "normal" que
alteran el endometrio uterino haciendo imposible la anidación del embrión.
Todos estos proyectos, leyes provinciales y ordenanzas municipales, explícita o
implícitamente, facilitan y promueven el aborto químico, inducido por las drogas y
elementos que contienen los anticonceptivos, (píldoras y DIU's).
La sentencia 296 del 26 de agosto pasado de la juez federal de Córdoba reconoce
jurídicamente lo que médicamente se sabía. Los compuestos de levonorgestrel y
etinilestradiol para la llamada "anticoncepción de emergencia" son verdaderos abortivos.
La misma IPPF, siempre interesada en esconder los efectos abortivos de los
anticonceptivos, dice: "La implantación o ingesta de estas drogas para evitar el embarazo
cuando el período menstrual de una mujer está atrasado, debe considerarse como un
abortivo. Con tal finalidad se implantan DIU's, o se administra etinilestradiol, o esta droga
combinada con levonorgestrel, o la droga antiprogesterona: mifepristona", con la que se
fabrica la píldora abortiva, RU 486, [4].
La IPPF suma a los medios para la "anticoncepción de emergencia", la droga mifepristona.
La mirepristona actúa produciendo el aborto no sólo antes de la implantación del embrión
humano, sino también después de ella, constituyendo, como decía el Prof. Lejeune, un
verdadero pesticida humano. Una acción similar tiene otra droga, el misoprostol[5].
Las trampas del lenguaje
Los defensores de llamar anticoncepción al aborto, argumentan que el embarazo
comienza desde la implantación del óvulo fecundado en el endometrio del útero y no
desde la fecundación. No existen razones científicas para afirmar tal cosa, ya que la
implantación es un paso en el desarrollo de la vida humana que comienza en la
fecundación. La implantación no constituye ningún cambio sustancial. Sin embargo,
arbitrariamente y por razones ideológicas o mercantiles y no científicas, el American
College Obstetrics and Gynecology (ACOG), de 1965, decidió que la "concepción -en el
sentido de comienzo del embarazo- comienza con la implantación del óvulo fecundado"[6].
En ese año, después de bastante tiempo dedicado a experimentos abusivos en humanos,
se trataba de imponer "la píldora" en el mercado.
"Plantear esta diferenciación entre fecundación e implantación resulta éticamente
improcedente ya que no habrá embarazo si antes no hay una persona humana y sólo una
vez concebida ésta será posible aquél. Por tanto, para que exista un embarazo es
necesaria la concepción del un ser humano y, por otra parte, es bien sabido que el
embrión recién concebido -y antes de su implantación- produce señales biológicas en el
nivel molecular que facilitan su reconocimiento y preparan su implantación, manteniendo
una evidente "comunicación" con su madre prácticamente desde el momento mismo de la
concepción. De este modo, entonces, el embarazo comienza antes de la implantación, sin
duda en la concepción, no siendo válida la aplicación del concepto de "inicio del
embarazo"[7].
Sin duda para facilitar el aborto, la ideología se impone a los datos científicos, un ejemplo
de esta manipulación se ve claramente en el caso de México. En ese país el Estado, a
instancias de la Organización Mundial de la Salud; la Organización Panamericana de la
Salud; el Fondo de Población de Naciones Unidas; Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF); Family Health International; Pathfinder México; la Association for
Voluntary Surgical Contraception y la Fundación Ford Foundation y el Population Council,
cambió en agosto de este año la definición tradicional de embarazo por otra: "aquella parte
del proceso de la reproducción humana que se inicia con la implantación del conceptus en
una mujer y termina con el nacimiento de un producto o con un aborto" (vid. Actualización
de la Norma Oficial Mexicana NOM-SSA2-1993 de los Servicios de Planificación Familiar,
24-8-99).
Atentados contra la mujer y el niño
Frente a la certeza que detrás del concepto de salud reproductiva se mal encubre el
aborto, lo demás es secundario. Pero podemos añadir que debido a la cantidad enorme de
contraindicaciones médicas y consecuencias perjudiciales para la salud de la mujer de los
DIU y los contraceptivos hormonales (píldoras), que figuran en cualquier vademecum
médico, de los textos de referencia no se deduce una preocupación verdadera por la salud
de la mujer. Sólo se pretende evitar nacimientos a toda costa.
Además, la distribución masiva de anticonceptivos no soluciona la mortalidad infantil, como
pretende los textos, a no ser que la "solución" sea que no nazcan niños, lo que trae
reminiscencias nazis de "solución final".
Tampoco como dicen, acceder fácilmente a los anticonceptivos previene las enfermedades
de transmisión sexual, sino que es camino para su aumento. La Organización Mundial de
la Salud estima que cada año se producen en el mundo 25 millones de nuevos casos de
gonorrea, 50 millones de nuevos casos de clamidia, 20 millones de nuevos casos de
herpes genital, [8], y nunca como ahora, por ejemplo, se han regalado y distribuido tantos
preservativos. Por otro lado, la misma IPPF reconoció que, a pesar de las intensísimas y
costosísimas campañas para inculcar en los adolescentes el mal llamado "sexo seguro" en
los países de Europa, el 60% de las relaciones sexuales entre los jóvenes se dan "sin
protección". [9]. Sin ir más lejos, a principios de 1999, el director ejecutivo de ONUSIDA,
Peter Piot, declaró que la pandemia del SIDA estaba descontrolada.
Contracepción y aborto
Juan Pablo II dice que la contracepción y el aborto provocado tienen una raíz común, "son
fruto de una misma planta", (Enc. Evangelium Vitae, n. 13), y la historia nos enseña que
los movimientos antinatalistas piden siempre: anticoncepción y después, aborto legal.
Comparando los textos se ve con claridad que las leyes, las ordenanzas y los proyectos de
ley de salud reproductiva son copia de los proyectos modelo provistos por las ONG's tales
como International Planned Parethood Federation (IPPF). (En Argentina, la filial de la IPPF
es la Asociación Argentina de Protección Familiar). Ese prototipo de leyes, en otros países
ha llevado a la despenalización del aborto quirúrgico.
En todos estos textos, el Estado juzga cuando la procreación es responsable o no. En
todos, se prohibe a los médicos y el personal sanitario ejercer el derecho humano a la
objeción de conciencia, siguiendo la abusiva resolución de la Conferencia de la Mujer de
Beijing, (nuestro pais no hizo reserva sobre ese tema). En todos, se niega el derecho de
los padres a la educación sexual de sus hijos. Y en todos, uno de los objetivos
primordiales declarados es combatir la pobreza, que tratan de resolverlo, como dijo Juan
Pablo II, "prohibiendo a los pobres nacer".
El objetivo declarado de la IPPF, y de otras organizaciones internacionales, para el año
2000 es conseguir la despenalización del aborto quirúrgico en los países en los que
todavía rige algún impedimento legal. "Allí dónde el acceso a los servicios de aborto sin
riesgo es restringido, las asociaciones deben mantener un diálogo positivo y trabajar con
otras organizaciones no gubernamentales o grupos dedicados (...) para promover reformas
en la ley", [10]. Para imponer la contracepción, y después despenalizar el aborto, estas
organizaciones mienten descaradamente en cuanto al número de abortos clandestinos. En
la Cámara de Diputados de la Nación en 1995, se llegó a hablar de 500.000 abortos
ilegales al año, lo que es estadísticamente imposible, [11].
Los Obispos latinoamericanos acusaron a la IPPF y a sus filiales de "empobrecer
moralmente" a los pueblos de la región, y denuncian que sus políticas son inspiradas por
"poderosos intereses económicos y políticos de organismos financieros y de laboratorios
que buscan mercados para sus productos anticonceptivos y abortivos", y reconocieron una
verdadera guerra química [12].
Democracia totalitaria
No cabe duda que los textos que nos ocupan son un instrumento del imperialismo cultural
que pretende implantar un nuevo orden en el mundo y que utiliza, como una de sus armas,
el sexo, empobreciendo moralmente a los pueblos. En otras palabras, estas campañas son
etapas del plan de reingeniería social que llevan a cabo los países centrales y se
enmarcan en un proyecto de dominio universal.
El totalitarismo, según algunos autores modernos -dice Michel Schooyans-, no se define
primeramente por la vigencia de un régimen en particular o por la ausencia de un
parlamento o de un régimen representativo, aunque estas condiciones sean
irremplazables. El régimen totalitario tiene como razgo típico el ataque al hombre en sus
dimensiones físicas, psicológica y espiritual. El totalitarismo inhibe, paraliza, congela y
anestesia la capacidad de juicio personal y la toma de decisiones libres. Se distrae la
atención, se inhibe la capacidad crítica, se retira toda responsabilidad, y la persona se
convierte en irresponsable y alienada. El totalitarismo ya no usa la fuerza física, destruye el
yo.
El sujeto se ve como llevado a adoptar una ideología que favorece un comportamiento que
conviene a quien se lo quiere imponer, sufre como una ocupación de su mente. La
ideología asumida por el dominado, por el colonizado mental, le predispone a aceptar e
incluso a consentir formas de violencia física. Le han dominado el cuerpo, dominando su
inteligencia y su voluntad. Se hace absorber a los colonizados un discurso ideológico que
disfraza los intereses del dominador y lo llega a ver como un beneficio para él y para los
demás De esta manera la mentira ideológica apoya la violencia física, pero el camino
inverso también es posible: la violencia física puede solicitar la ayuda de la violencia
ideológica. Las prácticas violentas como la esterilización, el aborto y la anticoncepción,
ejecutadas según la política de los hechos consumados, preparan la mentalidades para
aceptar las justificaciones ideológicas y jurídicas para esos atropellos.
Quienes impulsan estas medidas se llaman a sí mismos "progresistas". Para ellos atentar
contra la vida, el uso banalizado y banalizante del sexo, la educación sexual animalizante,
los intentos de "democratizar la familia" son sinónimo de desarrollo social y de libertad y, a
la menor objeción, tratan de "fundamentalista" a quien disiente, aunque ellos acepten
acríticamente los dictámenes de la ONU o de cualquier organismo internacional, tengan o
no fundamento científico.
Algunos, buscando con sinceridad poco reflexiva el bienestar de quienes padecen
situaciones difíciles, no se dan cuenta que su pensamiento circula por los caminos del
evolucionismo social, el mismo que hizo que en este siglo que despedimos se concretaran
las mayores aberraciones de la historia, ejecutadas como política de estado: la eliminación
de miles de seres humanos, los campos de concentración; las leyes eugenésicas, con
esterilizaciones masivas y permisos para concebir; la eutanasia de enfermos mentales y
físicos, en fin, la eliminación de todos los que eran inútiles al Estado.
En el fondo, ahora, ¿no se está tratando de eliminar a quienes no son útiles a la sociedad
globalizada, o a quienes no pueden alcanzar un patrón de "calidad de vida" fijado por
otros?. ¿No sucede ahora, como sucedió bajo el nazismo y el comunismo, que se elimina
a quienes no pueden ser convertidos en masa uniforme, porque su raza, su religión, su
lugar de nacimiento o sus tradiciones ancestrales los hacen distintos e inabsorbibles?.
Muchas "soluciones" al problema de la pobreza nacen de esa mentalidad, que se
caracteriza por el convencimiento que ciertos sectores de la población poseen tendencia
genética o una herencia cultural o religiosa insalvable que los condena a la miseria;
entonces, no se les facilitan ni la educación ni las oportunidades de trabajo, se los castra
con anticonceptivos, se los elimina.
Como es lógico en este orden de cosas, muchos de los mentores del aborto encubierto
bajo la capa de los derechos reproductivos y la salud reproductiva, padecen una especie
de obsesión anticatólica, porque como dice el Cardenal Ratzinger, quien afirma que en la
figura de Jesucristo y en la fe Iglesia hay una verdad permanente y universalmente
vinculante se convierte ipso facto en el único verdadero enemigo de la sociedad
relativista[13].
Manipulando palabras e ideas ponen gran empeño por calificar de "religiosa", y por lo
tanto, despreciable y descalificatoria, la verdad científica sobre la fecundación y el inicio de
la vida humana y toda razón médica opuesta a los anticonceptivos, tanto si hace referencia
a sus efectos abortivos como las consecuencias negativas que tienen éstos para la salud
de la mujer. Sin embargo, esas evidencias científicas y esas consecuencias son claras
para todos los médicos honestos, creyentes y no creyentes.
Otras veces, atacan insistentemente a la Iglesia Católica, acusándola de entrometerse en
política; o insistiendo en que su doctrina carece de humanidad, compasión y hasta de
caridad. No es raro que quienes tienen este empeño favorezcan apostasías y las apoyen
económicamente, como en el caso de las denominadas "católicas por el derecho a
decidir", y se presenten como cruzados de la "democratización de la Iglesia". Se olvidan
que la doctrina de Jesucristo no se reforma a mano alzada, según va pasando el tiempo.
La manipulación de los conceptos y los prejuicios ideológicos los hacen argumentar en
contra de las leyes de toda lógica. Por ejemplo, llaman mucho la atención los dichos de un
diputado argentino, médico de profesión, en el debate de noviembre de 1995. Este
profesional de la medicina, refiriéndose a la cantidad de abortos espontáneos -que según
afirma la misma ciencia médica- tiene una mujer que hace uso habitual de su sexualidad
dijo, para justificar el carácter abortivo de los dispositivos intrauterinos, "la naturaleza
produce más abortos que el DIU".
Sea verdad o no lo relacionado con los abortos espontáneos (que son involuntarios), este
médico con sus palabras, demostró que no distinguía entre lo voluntario y lo involuntario
en los actos humanos. Peligroso camino eligió el diputado, pues no aprecia la diferencia
entre la muerte natural y la causada intencionalmente. No distingue, por ejemplo, entre las
muertes ocasionadas por un atentado, -el de la AMIA, por citar uno-, y las muertes a causa
de un terremoto; tampoco entre la muerte natural de un enfermo y un asesinato en la vía
pública o la muerte provocada a ese enfermo por su propio médico. ¡Dios nos libre de tales
médicos y de tales legisladores!. Así se llega a la triste conclusión que lo importante para
estas personas no es la búsqueda de la verdad y la coherencia de pensamiento, sino llevar
adelante un plan de reingeniería social, en el que la revolución sexual es una etapa.
Juan Pablo II describió esta situación diciendo, "existe hoy un riesgo no menos grave
debido a la negación de los derechos fundamentales de la persona humana y por la
absorción en la política de la misma inquietud religiosa que habita en el corazón de todo
ser humano: es el riesgo de la alianza entre democracia y relativismo ético, que quita a la
convivencia civil cualquier punto seguro de referencia moral, despojándola más
radicalmente del reconocimiento de la verdad. En efecto, 'si no existe una verdad última -la
cual guía y orienta la acción política- entonces las ideas y las convicciones humanas
pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores
se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto como demuestra la
historia'" , (Enc. Veritatis Splendor, n. 101 y Enc. Centesimus Annus, n. 46).
Por eso, el Santo Padre insiste en que "estamos no sólo 'ante', sino necesariamente 'en
medio' de este conflicto: todos nos vemos implicados y obligados a participar, con la
responsabilidad ineludible de elegir incondicionalmente en favor de la vida", (Enc.
Evangelium Vitae, n. 28)".
Frente a esta situación no caben dilaciones para tomar una actitud, una opción vital, se
está a favor de la vida o en contra de la vida: todos los programas de anticoncepción,
educación sexual, paternidad planificada o salud reproductiva, al poner énfasis en la
prevención de los hijos no deseados, inducen casi coactivamente la intención de no
desearlos, y son el camino para la despenalización del aborto quirúrgico.
Dicho de otra manera, los conceptos de salud reproductiva o procreación responsable
legalizan el aborto al legalizar la "anticoncepción post-coital" o "de emergencia", por lo
tanto, si una ley los admite y los favorece, esa ley es una ley que autoriza y promueve el
aborto y además, abre la puerta para la legalización del aborto quirúrgico, como un
derecho de la mujer.
Anticoncepción violenta
La mayoría de los textos analizados imponen a los médicos la obligación de recetar
anticonceptivos, y no contemplan la responsabilidad de los servicios públicos de salud por
las consecuencias negativas para la salud de la mujer de la inserción del DIU y de la
prescripción de anticonceptivos hormonales. El proyecto de ley nacional de 1995, va más
allá, pues mediante la creación de sistemas engañosos de "consentimiento informado",
exonera explícitamente de responsabilidad a esos servicios.
Y por si esto fuera poco, mediante estos instrumentos legales se crean sistemas de
seguimiento para las mujeres que participan en los programas.
Las denuncias de coacción y violencia psicológica en los programas de planificación
familiar han llegado al Congreso de los Estados Unidos y son públicamente conocidas en
toda América Latina.
Estas medidas, les guste o no a quienes las imponen o pretenden imponer, aunque digan
actuar en nombre de la democracia, son medidas totalitarias, que no respetan la libertad
de la persona. Sabemos, por ejemplo, que en Brasil para dar trabajo a una mujer, algunas
empresas exigen un certificado de esterilización o un certificado de "perseverancia" en
programas de salud reproductiva.
Estas leyes y proyectos sientan las bases para sustraer del ámbito de la intimidad del
matrimonio la decisión sobre el número de hijos, poniendo las bases para que el Estado,
las ONG's o la opinión pública determinen cuándo y entre quiénes la procreación es
responsable.
Por eso, Juan Pablo II dice: "Se trata de amenazas programadas de manera científica y
sistemática", contra la vida. En este final del siglo XX, "los falsos profetas y los falsos
maestros han logrado el mayor éxito posible", (Enc. Evangelium Vitae, n. 17).
Pbro. Juan C. Sanahuja Miembro correspondiente de la Pontificia Academia para la Vida.
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encuentra en http://puertovida.com/noticiasdelaonu/)
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health care providers and programme managers, WHO Ginebra, 1998. De este Consorcio
forman parte un grupo de conocidas ONG's como la Rokfeller Foundation, Family Health
International, IPPF, Pathfinder International, Population Council, y el Programa para el
Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), el Fondo para la Población de la misma
organización (FNUAP), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial.
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Notas
[1] National Security Memorandum 200, Implicaciones del Crecimiento de la Población
Mundial para la Seguridad de los Estados Unidos y sus intereses de Ultramar, diciembre
1974. Habitualmente a este documento se lo llama Informe Kissinger, cit. en Sanahuja,
J.C., El Gran Desafío, Serviam, Buenos Aires 1995, pp 55-58.
[2] Noticias de la ONU. ( http://pagina.de/noticiasdelaonu )Número 138, 55/99. Buenos
Aires, 25 de Julio de 1999, gacetilla 216, Ciudad de Buenos Aires: PROYECTO DE
SALUD REPRODUCTIVA; gacetilla 217, Argentina: ANTICONCEPTIVOS HORMONALES
(Píldoras), USADOS EN "ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA" (AE); gacetilla 218,
Argentina: ALGUNAS PÍLDORAS ANTICONCEPTIVAS QUE IMPIDEN LA
IMPLANTACIÓN. (http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[3] Ibid. gacetilla 217, Argentina: ANTICONCEPTIVOS HORMONALES (Píldoras),
USADOS EN "ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA" (AE).
(http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[4] Boletín Médico de la IPPF, Vol. 22, n. 5, octubre 1988. La RU 486, en base a la droga
mifepristona, fue lanzada al mercado por el laboratorio Roussel-Uclaf, subsidiario de
Hoescht AG de Alemania. Hoescht es un laboratorio que nació del desmembramiento del
IG Farben, que fabricaba el gas Zyklon B para los campos de concentración nazis. Acaba
de ser autorizada en todos los países de la Unión Europea, bajo el nombre de Myfegine.
Vid. Noticias de la ONU. Número 59/98. Buenos Aires, 8 de Octubre de 1998, gacetilla
107, COMUNICACIÓN DE LA SANTA SEDE A LA CONFERENCIA DE LA
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) sobre ETICA Y VALORES HUMANOS
EN LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR: DIÁLOGO INTERNACIONAL SOBRE DERECHOS Y
RESPONSABILIDADES DE PERSONAS Y SOCIEDADES. Bankok, 19-24 de junio de
1988. (http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[5] Noticias de la ONU. Número 130, 47/99. Buenos Aires, 29 de Junio de 1999, informe
201, LO QUE HAY QUE SABER SOBRE LA PILDORA RU-486. Argentina podría producir
y comerciar con el pesticida humano en cualquier momento.
(http://pagina.de/noticiasdelaonu).
[6] American College Obstetrics and Gynecology (ACOG) Terminology Bulletin, Terms
Used in Reference to the Fetus, Chicago, American College of Obstetrics ad Gynecology,
No. 1, September 1965.
[7] Pineda Rafael, 'Contracepción de emergencia'. Un mal llamado método anticonceptivo,
1998, pro-manuscripto, Rosario 1998.
[8] Vid. Informe anual 1994, Fondo para la Población de las Naciones Unidas, New York,
1994
[9] Haspels, A., Anticoncepción postcoital, Boletín Médico de la IPPF, Vol. 22, n. 5, octubre
1988, pp. 1-3.
[10] IPPF, IMAP, IPAP, Declaración sobre el aborto con riesgo y la salud reproductiva,
Boletín Médico de la IPPF, Vol. 26, n. 1, febrero 1992, pp. 1 y 2.
[11] Carta del Dr. Nathanson, sobre la falsedad de las cifras que se dieron para los casos
de Estados Unidos (cfr. La Capital, Mar del Plata, 9-8-98). Vid. también Lejeune, Jérome y
otros, Dejadlos vivir, Rialp, Madrid 1980. En la nota de prensa de la Sociedad Argentina de
Etica Médica y Biológica (SAEMB), del 13 de julio de 1990, el Dr. Luis Ravaioli demuestra
estadísticamente la falsedad de esas cifras.
[12] Declaración Final de Obispos Presidentes de Comisiones Episcopales para la Familia
y la Vida, 18.III.93.
[13] Ratzinger, I., Situación de la fe y la teología, L'Osservatore Romano 1-11-96, pp. 4 y 5,
ed. cast.
Fuente: http://www.arbil.org
Píldora del Día Siguiente (PDS) o Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE)
Cómo actúa la Píldora del Día Siguiente
Se han descrito tres mecanismos:
Impide la ovulación, la maduración y salida del óvulo del ovario(efecto anovulatorio)
Dificulta el transporte de los espermatozoides
(efecto anticonceptivo)
Impide la implantación del embrión en el útero
(efecto antiimplantatorio)
Este último mecanismo antiimplantatorio está ampliamente fundamentado, no sólo por el
mismo fabricante (1), sino por una extensa bibliografía. Mas conociendo algo de fisiología
del aparato reproductor femenino podemos llegar a darnos cuenta de ello. Tan sólo hay
que recordar que los espermatozoides, cuando son depositados en la vagina, pueden
tardar de 2-3 horas hasta 4 días en ascender hasta el tercio externo de la trompa de
Falopio y fecundar al óvulo.
Imaginemos una mujer que tiene una relación sexual una noche, y horas antes había
ovulado. Al día siguiente va a la farmacia o al médico, para que le proporcionen las dos
tabletas de la píldora del día siguiente. ¿Cómo actuará la píldora en este caso?
Está claro que los espermatozoides, habiendo pasado varias horas, ya habrán podido
fecundar al óvulo. Una nueva vida humana ha tenido lugar.
La píldora en este caso no impide la ovulación, pues ya se ha producido. Tampoco ha
podido impedir que los espermatozoides asciendan a la trompa y fecunden al óvulo. ¿Cuál
es la finalidad de tomarla entonces? Destruir o exterminar el ser humano recién concebido,
impidiendo que el embrión se implante en la capa interna del útero. Si muere el embrión,
no podrá haber embarazo. ¿Cómo lo hace? Las dos píldoras en total contienen una dosis
masiva de hormona llamada levonorgestrel, a una dosis 50 veces mayor que la de una
minipíldora anticonceptiva normal (2). Tal carga de hormonas es una auténtica agresión
contra la maduración de la capa interna del útero, el endometrio.
CONCLUSIÓN
Con la utilización de la píldora del día siguiente, en las 24 ó 72 horas siguientes a las
relaciones sexuales, se pretende que, si ha habido fecundación, el ser humano concebido
no llegue a anidar en el útero y muera, siendo expulsado del cuerpo de la madre.
ESCUELA JUVENIL DE LIDERAZGO (CEPROFARENA)
1. El mecanismo antiimplantatorio lo afirman los mismo fabricantres. Véase prospecto de
Postinor-2,
http://www.grunenthal.com/wwwgrt/template/spa/indication/
cl/products_gynaecology.jhtml?ElementId=/
wwwgrt/content/products/xml/cl/postinor2.xml
2. La píldora del día siguiente contiene 0,750 mg; como son dos tabletas en días
sucesivos, la dosis administrada de hormona será 0,750 x 2 = 1500 mgr, 50 veces mayor
que los 0,030 mg de la minipíldora Microlut. Pensemos que ocurriría si administrásemos a
una persona una dosis 50 veces mayor de hormona tiroidea o de insulina que la que
requiere, los efectos serían catastróficos
Mecanismo Antiimplantatorio
El efecto postfertilización de la contracepción hormonal de emergencia
Por los doctores Chris Kahlenborn, Joseph B Stanford y Walter L Larimore
Cortesía de vidahumana.org
Nota del traductor:
Comunmente en los hospitales de Estados Unidos y de todo el mundo se asume, que si
una mujer se olvida de tomar la píldora "contraceptiva" y va donde el médico, este le dará
4-5 pastillas juntas "para prevenir la ovulación"; lo mismo que si una mujer tiene relaciones
en la época de la ovulación, puede ir al médico para pedir "contracepción de emergencia
(CE)" y tomar las pastillas para no salir embarazada.
Lamentablemente existen evidencias de que los contraceptivos hormonales tomados de
esta forma pueden inducir abortos (efecto postfertilización), mediante el mismo mecanismo
de la píldora abortiva RU-486 o la píldora del día siguiente que ahora está disponible.
El siguiente artículo reflexiona sobre la importancia de informar debidamente a la mujer de
estos hechos.
Objetivos: Evaluar la posibilidad de efectos después de la fertilización en los
contraceptivos de emergencia (CE) más usados en los Estados Unidos y explorar el
impacto ético de esta posibilidad.
Origen de la información y selección de los estudios: Se hizo una revisión del
MEDLINE (1966-noviembre 2001) para identificar todos los artículos pertinentes en el
idioma inglés. Se hizo una revisión mayor de la sección de referencias para identificar
artículos adicionales relacionados. Los términos buscados incluyen: contracepción de
emergencia, contracepción postcoital, efectos después de la fertilización, Régimen de
Yuzpe, levonorgestrel, Plan B.
Síntesis: Los dos métodos más comunes de contracepción de emergencia (CE) hormonal
en Estados Unidos son el Régimen de Yuzpe (dosis altas de ethinyl estradiol con dosis
altas de levonorgestrel) y el Plan B (dosis altas de levonorgestrel). Ambos métodos
algunas veces impiden la ovulación, pero también pueden actuar reduciendo la posibilidad
de implantación debido a sus efectos adversos en el endometrio (efecto postfertilización).
La evidencia disponible es moderadamente fuerte, así el contraceptivo hormonal se haya
usado en la etapa preovulatoria, ovulatoria o postovulatoria del ciclo menstrual.
Conclusiones: Basándose en la evidencia teórica y la evidencia empírica, el Régimen de
Yuzpe y el Plan B actúan a veces causando efectos en la postfertilización, independientes
de la etapa del ciclo menstrual en el que se hayan usado. Estos hallazgos tienen
implicaciones potenciales en las áreas de permiso de los pacientes para tratamientos,
protocolos del departamento de emergencia y cláusulas de conciencia.
Palabras clave: Contracepción, levonorgestrel, efecto postfertilización.
La contracepción de emergencia (CE) consiste en hormonas o dispositivos intrauterinos
usados dentro de las 72 horas de contacto sexual, con el intento de prevenir el embarazo.
En los '60 y '70, las mujeres usaron como contracepción de emergencia (CE), dosis altas
de estrógenos como el diethylstilbestrol.(1) Este tratamiento fue reemplazado en 1974 por
una combinación de dosis altas de contraceptivos orales (CO) (es decir, ethinyl
estradiol/levonorgestrel), usados en un intervalo de 12 horas (Régimen de Yuzpe).(2) Años
después se estableció el "Plan B", que consistía en dos tabletas de levonorgestrel. El
dispositivo intrauterino, el danazol (danocrina) y el mifepristone también han sido
estudiados y promovidos como contraceptivos de emergencia, pero el Régimen de Yuzpe
continúa siendo el más usado en EE.UU. y Europa.(3)
La pregunta de si los contraceptivos hormonales de emergencia (CE) a veces actúan
después de la fertilización para prevenir la implantación; lo cual es un efecto
postfertilización (es decir, un aborto temprano); es importante y podría tener extensas
implicaciones debido a las diferentes actitudes con respecto a su uso y a los asuntos que
se relacionan con este, tales como el consentimiento informado, los protocolos de los
departamentos de emergencia en casos de violación y las cláusulas de objeción de
conciencia. El efecto postfertilización se refiere a cualquier efecto que reduzca el tiempo de
vida del embrión luego de la fertilización, usualmente antes de conocerse clínicamente el
embarazo. Nosotros usamos el término de postfertilización como aborto temprano.
Reconocemos que algunos médicos, genetistas y expertos en ética (4) han definido
arbitrariamente que la vida humana empieza luego de la implantación, abriendo la puerta a
la posibilidad del aborto antes de la implantación. Sin embargo, nos adherimos a la
definición tradicional de embarazo: "el proceso gestacional, que incluye el crecimiento y
desarrollo dentro de la mujer, de un nuevo individuo a partir de la concepción, pasando por
la vida embrionaria, la fetal y el nacimiento", en cuya definición la concepción es "el
comienzo del embarazo, el cual generalmente se considera es el instante en el que el
espermatozoide entra en el óvulo y se forma un cigoto viable." (5)
En una revisión previa (6) del mecanismo de acción de los CO, nosotros concluimos que
actúan a veces a través del efecto postfertilización. Es decir, después de la fertilización y
antes de que se pruebe clínicamente el embarazo. Sin embargo, el Régimen de Yuzpe y el
Plan B tienen diferentes dosis y tiempos de uso que pueden resultar en diferentes
acciones en el sistema reproductivo. Este artículo revisa datos sobre el Régimen de Yuzpe
y el Plan B, con respecto a sus mecanismos de acción y las potenciales implicaciones
éticas de estos mecanismos.
Mecanismos de acción
El PDR (Physician's Desk Reference) establece que "las píldoras contraceptivas de
emergencia (los CE)... actúan principalmente impidiendo la ovulación. Puede que actúen
alterando el transporte del espermatozoide o del óvulo, y/o alterando el endometrio
(inhibiendo así la implantación)." The Medical Letter (2,8) publicó lo siguiente sobre los CE
hormonales: "Algunos estudios han demostrado alteración del endometrio, lo cual sugiere
que también podrían interferir con la implantación del óvulo fertilizado, pero otros estudios
no han encontrado esos efectos." Por lo tanto las preguntas éticas críticas son: ¿El uso del
Régimen de Yuzpe o del Plan B causa un efecto postfertilización; es decir, el uso de los
CE hormonales a veces provoca un aborto temprano al alterar las propiedades receptoras
del endometrio? ¿Puede dicho efecto ocurrir cuando los CE se usan en la fase
preovulatoria del ciclo, u ocurre el efecto postfertilización sólo cuando se utilizan los CE en
la fase ovulatoria o postovulatoria?
Efectos en la ovulación
A menudo se afirma que el uso de los CE impide consistentemente la ovulación. En
estudios iniciales hechos por Carr y otros (9) se encontró que los niveles de hormonas
estradiol, progesterona, hormona luteinizante (LH), y las concentraciones de hormonas
que estimulan los folículos (FSH), disminuían significativamente cuando se empezaban a
usar los contraceptivos orales (CO).
Debido a que un aumento de la hormona LH es necesario para la ovulación, este resultado
ha sido usado como evidencia de que los contraceptivos orales (CO) inhiben la ovulación.
Sin embargo este artículo original escrito por Carr et al en 1979, no puede ser extrapolado
al Régimen de Yuzpe o al Plan B por varias razones. Primero porque el artículo fue escrito
en 1979, cuando las dosis de estrógeno en los CO eran mayores que las dosis de los CO
que se usan ahora. Además, usar las dosis altas de hormonas a mediados del ciclo es
diferente de usarlas por 21 días en un ciclo de 28 días. Segundo, los descubrimientos
publicados se basaron en estudios de sólo cuatro mujeres, por ello los datos de este
estudio no pueden ser usados hoy para establecer que el uso de los CO o los CE
hormonales impiden la ovulación consistentemente.
Los datos de otros ensayos hormonales confirman que los CE no suprimen
consistentemente la ovulación. En un estudio del Régimen de Yuzpe (10) que examinó
varios marcadores de la ovulación se notó, que el pico de concentración de la LH ocurrió
dentro de los 4 días después del tratamiento en 5 de 9 mujeres estudiadas, con un
aumento subsecuente de progesterona, lo cual sugiere que la ovulación ya había ocurrido.
Otro estudio más reciente (11) usando con marcadores hormonales en la orina , encontró
el pico de la LH dentro de un día de tratamiento con el Régimen de Yuzpe en 2 de 8
mujeres con un aumento subsecuente de progesterona.
Efectos de la contracepción hormonal de emergencia (CE) en la fase preovulatoria
La Tabla 1 (12-20) describe los estudios principales que han analizado el uso de los CE
hormonales. Se estima que la eficacia tiene un rango de 56.9-90.9%, y el estudio más
grande (12) muestra una eficacia del 56.9%. La eficacia es el porcentaje de la reducción
en la taza de embarazo de las mujeres que usan los CE, comparada con el estimado del
porcentaje de mujeres que no los usaron. Estas tasas son calculadas de datos
secundarios que no se han establecido por estudios randomizados, controlados y
prospectivos. (Apéndice I,3, 20-28.)
Este estudio (12) de la Organización Mundial de la Salud, encontró que en un grupo de cerca de 400 mujeres, 6 de las que usaron el Régimen de Yuzpe en la fase preovulatoria, resultaron embarazadas. (Se esperaban 10 si no se daban los CE.) Por añadidura, dos mujeres que usaron el Plan B en la fase preovulatoria quedaron embarazadas (de 11 que se esperaban). El período
preovulatorio es el período en el ciclo menstrual que ocurre más de 3 días antes del día en que se espera ocurra la ovulación. Ese día en este estudio se estimó que era el día 14 antes del inicio del próximo ciclo menstrual. Aunque ésta es una definición imprecisa que podría no estar totalmente correcta, es la mejor definición disponible para estos estudios. Por añadidura, Glasier (17) presentó dos casos de mujeres que quedaron embarazadas después de usar el Régimen de Yuzpe , aunque su progesterona estaba a un nivel menor de 1.5ng/ml.
Tabla #1. Estudios más importantes de la eficacia del Régimen de Yuzpe en la contracepción de emergencia
Embarazo a (n)
Referencias Pts. (n) Observados Estimados Eficacia b (%)
Hertzen et Van Look (1998) (12) 997 31 72 56,9 - 67,4
Webb et coll. (1992) (13) 191 5 11,29 55,7 - 65,9
Zuliani et coll. (1990) (14) 407 9 28,74 68,7 - 75,1
Yuzpe et coll. (1982) (15) 692 11 30,9 64,4 - 86,8
Ho et Kwan (1993) (16) 341 9 21,958 59,0 - 63,7
Glasier et coll. (1992) (17) 398 4 23 82,6 - 83,1
Van Santen et Haspels (1985) (18) 235 1 11 90,9 - 80,7
Percival-Smith et Abercrombie (1987) (19) 612 12 40,174 70,1 - 75,4
a Número actual de embarazos y estimado de embarazos que deberían de haber ocurrido si el Régimen de Yuzpe no hubiera tenido efecto, para cada estudio en que el régimen de Yuzpe ha sido usado.
b Eficacia calculada basada en los embarazos observados y estimados dados en esta tabla (primer número) y la eficacia basada en
los estimados de Trusell (20) (segundo porcentaje de la figura).
Por lo tanto, por lo menos dos estudios (12,17) han demostrado que la contracepción de
emergencia hormonal (los CE), incluso en la fase preovulatoria, no previene
consistentemente el embarazo y, por definición permite la ovulación en esos casos.
Algunos han especulado (29) que si la ovulación no se inhibe, otros mecanismos como el
cambio en el moco cervical o la alteración en la trompas de falopio durante el transporte
del esperma o del embrión, pueden tener un rol. Sin embargo, no existen datos clínicos
que puedan directamente comprobar la teoría sobre estos mecanismos. En contraste, sí
existen datos que prueban directamente los efectos potenciales de la contracepción de
emergencia en la implantación.
Efectos en la implantación
Los contraceptivos orales (CO) afectan adversamente el proceso de la implantación (6), lo
cual tiene implicaciones para el Régimen de Yuzpe y el Plan B, porque ellos están
compuestos por las mismas hormonas contenidas en los actuales contraceptivos orales
(CO). Los CO afectan las integrinas, un grupo importante de moléculas de adhesión que
han tenido un rol en el área de la fertilización y la implantación. Somkutim et al (30)
afirman: "Estas alteraciones del epitelio estromal y la integrina sugieren, que la
receptividad del útero está comprometida y ese es uno de los mecanismos de acción
contraceptiva." Además de ello las prostaglandinas son críticas para la implantación pero
el uso de lo contraceptivos orales (CO) disminuye la cantidad de prostanglandinas
disponibles para la implantación. (31,32)
Finalmente es bien conocido el hecho de que los contraceptivos disminuyen el grosor del
endometrio, lo cual ha sido verificado por la resonancia magnética (33,34) y un endometrio
más delgado hace la implantación más difícil (35-39). Es posible que el uso de la
contracepción de emergencia tenga los mismos efectos en el endometrio, ya que se trata
de los mismos componentes de los contraceptivos orales. Un número de estudios apoya
esta hipótesis y muestran cambios en la histología del endometrio (1,40) o en los niveles
uterinos de receptores de hormonas (41), los cuales persisten por días después de haber
usado el Régimen de Yuzpe. Todos estos hallazgos sugieren que el uso del Régimen de
Yuzpe afecta desfavorablemente al endometrio.
Además de la evidencia teórica de que el uso de los CE está relacionado con los efectos
adversos en el endometrio que impiden la implantación; Hertzen y Van Look (12)
encontraron que el uso del Régimen de Yuzpe y del Plan B redujo el número de
embarazos que se esperaba ocurrieran cuando se usaron en fases ovulatorias (17- 13 días
antes del siguiente ciclo menstrual), así como en la fase preovulatoria (como hemos dicho
antes). En los grupos que han usado el Régimen de Yuzpe en la fase ovulatoria, ocurrieron
17 embarazos (54 se esperaban si no se hubieran administrado los CE), mientras que
siete ocurrieron en la fase postovulatoria (se esperaban 11). En el grupo que usó el Plan B,
7 embarazos ocurrieron (se esperaban 53) en la fase ovulatoria; mientras que dos
ocurrieron en la fase postovulatoria (se esperaban 10). Estos datos son consistentes con la
hipótesis de que los contraceptivos hormonales tienen un efecto postfertilización en el
endometrio. En el caso del uso de la contracepción de emergencia en la fase ovulatoria,
todavía es posible que otros mecanismos puedan tener un rol (es decir, un cambio en la
viscosidad del mucus o la alteración del transporte en la trompa del esperma, el óvulo o el
embrión). Sin embargo, no encontramos suficiente información que apoye estas teorías.
[Nota del traductor: incluso si existiese efecto de alteración de la trompa durante el
transporte del embrión se estaría produciendo un aborto.]
¿ Aumento del riesgo de embarazo ectópico ?
Uno de los resultados del efecto postfertilización de los CE hormonales puede ser un
aumento de la cantidad de embarazos ectópicos. Si las acciones de los CE en la trompa
de falopio y el endometrio no tuvieran efectos postfertilización, entonces la reducción en la
tasa de embarazos intrauterinos (EI) en mujeres que toman contraceptivos de emergencia
(CE), debería ser proporcional a la reducción en la tasa de embarazos ectópicos (EE) en
mujeres que toman contraceptivos orales (CO). Sin embargo, puesto que el efecto de los
contraceptivos hormonales de emergencia es incrementar la tasa de EE/EI, esto indicaría
que uno o más efectos de postfertilización estarían ocurriendo (6).
La proporción de embarazos ectópicos es poco menos del 2% (42). En el único estudio
que conocemos acerca de los CE hormonales y los embarazos ectópicos, Kubba y
Guillebaud (43) notaron que en 715 mujeres que usaron el Régimen de Yuzpe ocurrieron
17 embarazos, incluyendo un embarazo ectópico (es decir, una tasa de embarazo ectópico
del 5.9%), apoyando así la posibilidad de uno o más efectos postfertilización. Sin embargo,
la confirmación de dicho efecto necesitará una serie más larga de estudios de embarazos
en pacientes que toman la contracepción de emergencia, para determinar si la proporción
de embarazos ectópicos es realmente más alta que en aquellas mujeres que no han usado
contraceptivos de emergencia.
Contribución relativa del efecto postfertilización
Como mencionamos anteriormente dos estudios pequeños (10,11) han sugerido que la
contracepción de emergencia puede inhibir la ovulación en el 55-75% de los casos. Bajo la
muy optimista presunción de que los CE hormonales impiden la ovulación en el 87.5% de
los casos, Trussell y Raymond (44) estimaron que los mecanismos "que no impiden la
ovulación constituyen entre el 13-38% de la efectividad estimada del Régimen de Yuzpe."
Este rango es mayor que el 12.5% porque los CE hormonales a menudo se usan durante
la ovulación o después, cuando por definición otros mecanismos que no son para prevenir
la ovulación, están en efecto. El mecanismo más probable es el efecto postfertilización
porque afecta el endometrio.
Resumen e implicaciones
La evidencia apoya la afirmación de que el uso de la contracepción de emergencia (CE) no
siempre inhibe la ovulación, aunque se use en la fase preovulatoria. El hecho es que
pueden alterar desfavorablemente el endometrio en cualquier época del ciclo en que se
usen, y el efecto persiste varios días. Las tasas reducidas de embarazos comparadas con
el número de embarazos que se esperaba ocurrieran en mujeres que usan los CE en la
fase preovulatoria, ovulatoria o postovulatoria, están relacionadas con un efecto
postfertilización, lo cual puede ocurrir cuando se usan los CE en cualquiera de estos ciclos
menstruales.
Esta interpretación de la literatura tiene importantes consecuencias debido al debate en el
uso de los CE (45). Por ejemplo, muchos estados tienen leyes con cláusulas de conciencia
en las cuales el personal médico (médicos, enfermeras, farmacéuticos y otro personal
médico) no pueden ser obligados a participar en abortos quirúrgicos o químicos, ni a referir
a nadie para que obtenga un aborto. Por lo tanto, este efecto postfertilización puede tener
implicaciones legales para los proveedores de la salud que recetan o tienen objeciones en
recetar estos fármacos.
Los protocolos de los departamentos de emergencia también podrían estar afectados por
la evidencia de este efecto postfertilización. Por ejemplo, los departamentos de
emergencia de hospitales católicos usualmente no permiten los CE o tienen un uso
limitado de ellos (por ejemplo, sólo como preovulatorio) (45). Los hospitales católicos que
permiten el uso de los CE en la etapa preovulatoria podrían querer revisar sus políticas si
es que es cierto que no hay un efecto totalmente antiovulatorio y existe la posibilidad de un
efecto postfertilización, aunque se usen los CE antes de la ovulación. Muchos de los
hospitales seculares tienen menos límites en lo que concierne al uso de los CE, sobretodo
para los protocolos de violación. De todos modos, la evidencia del efecto postfertilización
en el uso de los CE es importante para que los médicos puedan tomar decisiones morales
de recetar o no una droga que puede causar un aborto temprano.
Nuestras conclusiones tienen limitaciones potenciales. Puesto que no existen estudios al
azar en mujeres que están usando los CE, nuestras conclusiones están basadas en series
de casos reportados. Sin embargo, ésta es la mejor información en el uso de los CE que
está disponible. También asumimos que basados en nuestras conversaciones con
médicos y otras personas a través del país, muchos médicos y pacientes estarán
preocupados por el posible efecto postfertilización. Aunque existen evidencias que apoyan
nuestra hipótesis (45,46) son necesarias más investigaciones científicas. Sin embargo,
debería incluirse esta información cuando se obtiene el consentimiento de los pacientes,
para que estén alertas de estas opciones y complicaciones y puedan decidir, basándose
en la información que ya está disponible.
Independientemente de las creencias personales del doctor o el proveedor de la salud
sobre el mecanismo de acción de los CE, los pacientes tienen el derecho de ser
informados sobre lo concierne a sus creencias y valores. Algunas personas nos han
sugerido que hasta no estar seguros del efecto postfertilización de los CE, esta
información no debería ser incluida en el consentimiento informado. Sin embargo, los
efectos dañinos que ocurren raras veces, pero que son importantes, constituyen una parte
esencial de otras discusiones sobre el consentimiento informado en la medicina,
principalmente cuando el paciente considera importante esa posibilidad de riesgo que
apenas ocurre. Un ejemplo de ello es el caso del uso de anestesia. Existen muy pocas
muertes debido a la anestesia que se les administra a los pacientes para las cirugías. Se
considera algo apropiado y legalmente necesario que se informe al paciente de la
posibilidad de muerte antes de someterse a ellas, por lo importante que es este riesgo. Por
lo tanto, para la mujer a quien le importa la muerte provocada de un cigoto o un embrión, el
no discutir con ella la posibilidad de que ocurra esta pérdida, aunque dicha posibilidad sea
remota, sería un fallo en obtener su consentimiento informado. Por añadidura, basándonos
en la documentación que examinamos en este artículo, según parece, el efecto de los CE
postfertilización es más común de lo que reconocen la mayoría de los médicos y los
pacientes. Esto es particularmente cierto debido a que en los estudios que se han
realizado hasta la fecha, es más común que las mujeres pidan el tratamiento (los CE)
después de haber tenido relaciones sexuales alrededor del momento de la ovulación, que
después de tener relaciones sexuales antes de ésta. (44)
Algunas personas nos han asegurado que el poner mucho énfasis en los efectos
postfertilización podría hacer que las mujeres no elijan los CE y esto podría aumentar el
número de embarazos no deseados. Sin embargo, ambas opiniones no toman en cuenta
el valor del derecho de la mujer a tomar decisiones, basándose en el consentimiento
informado. Durante las conversaciones con el paciente sobre el consentimiento informado,
puede que no sea buena idea el poner demasiado énfasis en la posibilidad de un sólo
riesgo. Sin embargo, el no mencionar ese posible riesgo sería fallar en obtener un
adecuado consentimiento informado. Por lo tanto, se debe de hablar sobre el riesgo
potencial de efectos postfertilización, y se debe de incluir dicha información dentro de la
evidencia médica que está disponible.
Un verdadero consentimiento informado exige la comprensión de la paciente y del medico,
la divulgación de esta información y el reparto de las interpretaciones. Si un mecanismo
postfertilización de la contracepción de urgencia hormonal viola los valores morales de una
mujer, el fallo de un medico o del proveedor de tratamiento, esta información eliminaría la
probabilidad que el consentimiento de la mujer fuera realmente informado.
Finalmente, opinamos que existe potencialmente la posibilidad de un impacto sicólogico
negativo en mujeres que valoran la vida humana a partir de la concepción. No se les ha
ofrecido un verdadero consentimiento informado sobre el uso de los CE, y se enteran
luego de usarlos sobre sus posibles efectos postfertilización. Esto podría ocasionarles
desencanto, culpa, tristeza, miedo, ira o depresión; o la sensación de haber sido
violentadas por su proveedor de salud. La literatura médica no apoya la hipótesis de que a
ningún paciente le importan los efectos postfertilización. (45,47-49)
El doctor Chris Kahlenborn MD trabaja en el Departamento de Medicina Interna del
Hospital Altoona y del Hospital Bon Secours en Altoona, Pennsylvania. Su e-mail es:
El doctor Joseph B Stanford MD MSPH, es profesor asistente del Departamento de
Familia y Medicina Preventiva de la Universidad de Utah, Salt Lake City, Utah.
El doctor Walter L Larimore MD, es profesor clínico asociado de Medicina Comunitaria y
de Familia de la Universidad de South Florida en Tampa, Florida.
Este artículo fue publicado en inglés en The Annals of Pharmacotherapy, marzo 2002,
Volumen 36 y se reproduce con la autorización de los autores. El original en inglés está
disponible en http://phth.allenpress.com/images/Morning_afterpill.pdf y en francés en el
portal de La Trêve de Dieu en Francia: www.trdd.org/MAP_FR.PDF.
Los autores agradecen a Dorothy Dugandzic BS y Walt Severs PhD su ayuda técnica. Vida
Humana Internacional le agradece al Dr. Luis Ráez (hematólogo-oncólogo), el haber
traducido este artículo.
Apéndice 1. Crítica de la eficacia de la contracepción de urgencia.
La medida de la eficacia es importante para la análisis de la probabilidad de un efecto post
fertilización. Por ejemplo, si la utilización de la contracepción de urgencia tuviera una tasa
de eficacia de 0%, la cuestión de una acción postfertilización seria sin objeto. El uso de la
contracepción de urgencia ha sido autorizado por la Food and Drug Administation en la
ausencia de un estudio prospectivo y randomizado (con una muestra de casos tomados al
azar)3.21 en cuanto a su eficacia. En realidad su eficacia fue juzgada a partir de estudios
que hemos examinado en este articulo. Hemos tomado en cuenta las tasas de eficacia
basadas sobre datos brutos comparando las a las estimaciones calculadas por Trussel et
coll.20 Para cada uno de los 8 estudios presentados en la Tabla #1. Trussel et coll. han
utilizado estas ultimas estimaciones para calcular una tasa de efectividad global de 74,1%,
mientas los datos brutos dan una tasa de 65,7%.
En estos estudios, las tasas de embarazos de la cohorte estaban comparadas con las
tasas de embarazos estimadas a partir de controles históricos. Precisamente, las tasas de
referencia de los embarazos estaban fundadas sobre el procedimiento desarrollado en el
estudio de Dixon,22 que estimaba la tasa supuesta de embarazos en las mujeres con una
sola unión sexual en un día preciso del ciclo menstrual. Dixon fundo la probabilidad de
embarazo por día especifico según 2 estudios principales : Schwartz et coll ; (1979)23 et
Barret et Marshall (1969)24. En los análisis posteriores, Trussel et coll. Han abandonado el
estudio de Schwartz que estaba basado en la inseminación artificial y han añadido otro
grupo de control histórico a partir de un grupo de mujeres intentando obtener un embarazo
en Carolina del Norte ,en el principio de los anos 8025. Haciendo esto, Trussel et coll. no
han comparado en realidad un grupo y controles contemporáneos. Este problema de
concepción mayor podría volver inciertas las conclusiones de los estudios por dos
razones :
1. En los anos 1960, la tasa de infertilidad era mas baja que en los anos siguientes. Por
ejemplo, « la infertilidad ha aumentado de 177% entre las mujeres casadas de 20 a 24
anos de edad entre 1965 y 1982.»26 Así podríamos esperar, en los controles de Barrett,
una tasa de infertilidad inferior a la de la cohorte estudiada ( mujeres utilizando la
contracepción de urgencia). Ademas Wilcox et coll. han constatado que « las mujeres
estaban excluidas si tenían una enfermedad crónica seria o si ellas o sus compañeros
tenían un problema precedente de infertilidad ». Ninguno de estos casos de estudios
contaba con detección de infertilidad. Así que es probable que los dos estudios de
referencia tenían una tasa de infertilidad mas baja que los casos del estudio. En este caso
los estudios sobre el uso de la contracepción de urgencia utilizando controles históricos
como elementos de comparación podrían sobrestimar la eficacia de la contracepción de
urgencia sobre la prevención o el paro del embarazo.
2. El hecho de elegir controles sobre mujeres que no intentaban utilizar contracepción de
urgencia para impedir un embarazo podría llevar con si diferencias que afectarían los
resultados. Por ejemplo controles (grupos de referencia) vienen de los estudios de Barrett
y Marshall24 que habían examinado 241 parejas que utilizaban un control natural de
control de los nacimientos basado en la temperatura del cuerpo. Ciertas mujeres
intentaban obtener una concepción, como las mujeres estudiadas por Willcox y coll.25 Se
sabia que ninguna estaba bajo el stress de una violación o del stress de otra situación
difícil. Mientras tanto las ocho cohortes citadas por Trussel intentaban prevenir un
embarazo o interrumpirlo, y tenían probablemente mas stress emocional que el grupo de
mujeres de referencia que deseaba un embarazo. Si dos grupos de mujeres son
estudiados, el primero deseando un embarazo, y el otro no deseando lo y estando bajo el
stress, la tasa de fertilidad puede variar considerablemente, porque es posible que bajo el
stress extremo, la secreción hormonal induciendo la ovulación por la glándula pituitaria
este inhibida. Por ejemplo, Diamond27 citaba un estudio prospectivo en el Minnesota
sobre 4000 mujeres que habían sido violadas y entre cuales ninguna había quedado
embarazada. Lo que podría ser el signo de un cambio hormonal endógeno con el cual los
cuerpos de las mujeres inhiban la ovulación mientras o poco después el momento de la
violación.
3. Todos los estudios sobre la contracepción de urgencia están basados sobre un
momento preciso de la ovulación comparado con la longitud del ciclo (por ejemplo al día
decimocuarto antes del ciclo menstrual siguiente). Sin embargo, la duración de la fase
luteal cambia mucho, de una a otra mujer, y en una misma mujer, incluso con mujeres que
tienen un ciclo menstrual regular.28 Así que afectar probabilidades de concepción
utilizando el concepto de « tal día comparado con la ovulación » es impreciso.
Creemos que acerca de las razones evocadas anteriormente las estimaciones de tasa de
eficacia de la contracepción de urgencia son muy hipotéticas y exigen una análisis mas
aguda.
El aborto en el Perú
Enviado por Víctor Hugo Quijada Tacuri
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Partes: 1, 21. El problema de investigación2. Revisión de la literatura3. Hipótesis de la investigación4. Metodología de la investigación5. Bibliografía
CAPÍTULO I
El problema de investigación
1. La declaración de independenciay la Constitución Política del Perú reconoce los derechosinalienables como el derecho a la vida, a la libertady a la consecución de la felicidad. Sin duda, los dos últimos derechos carecen de significado si no se respeta el primero. El derecho a la vida es el más fundamental de los derechos de la personahumana. Violarlo, destruir una vida, matar a un ser humano de cualquier edad o en cualquier etapa de su desarrollo —ya se encuentre dentro del seno materno o fuera de él— es un crimen contra Dios y la humanidad.
¿Cuáles son las causas del aborto?¿Cuáles son las consecuencias del mismo y cuál es el punto de vista jurídico que acepta en nuestro país?. Es
decir en, ¿qué momento verdaderamente se convierte el pequeño organismo que se desarrolla dentro del seno materno en un ser humano?
En el momento de la concepción o fecundaciónestán presentes todos los elementos necesarios de la creación de un nuevo ser humano. Al unirse los cromosomasdel padre y de la madre, forman una persona humana absolutamente única, que nunca se repetirá. En ese momento comienza la vida. Desde ese instante toda formación futura de la persona es totalmente una cuestión de desarrollo, crecimiento y maduración.
Desde el momento de la concepción el ser humano crece hasta que llega al final de la vida. Entonces de lo mencionado anteriormente se podrían plantear preguntas a nivel general, de los cuales se desprenden en un sentido estricto otras: ¿Cuál es el índice de aborto en el Perú? ¿Cuáles son los métodos abortivos más utilizados en nuestro país? ¿Cuál es el punto de vista religioso?
2. Planteamiento y formulación del problema.3. Objetivos de la investigación.
Ante esta terrible realidad nos vemos comprometidos, y con las fuerzas suficientes de podercontribuir con nuestro grano de arena a transformar esta verdad (hasta ahora) y lograr los objetivos de esta presente investigación como son:
1. Explicar las causas del aborto.2. Describir las consecuencias del mismo.3. Definir al mismo sobre todo desde el punto de vista jurídico.
2. Cada ser humano recibe 23 cromosomas de cada uno de sus progenitores. Una vez que tiene lugar la fecundación, tanto el óvulo como el espermatozoide dejan de existir. Se ha creado un nuevo ser, que en esta etapa es un organismo viviente que sólo pesa 15 diezmillonésimas de gramo. Mientras crece dentro del seno materno, este ser se desarrolla separadamente de la madre, y tiene su propia sangre. La vida del hijo es distinta de la de la madre, una vida separada e individual.
Mediante el párrafo mencionado arriba, este trabajo de investigación ha de permitir profundizar "el aborto" conociendo sus causas y consecuencias, teniendo como base primordial de importancia la reflexión del público en general y tocar el aborto desde la perspectiva jurídica.
Como sabemos el CódigoPenal peruano vigente no contiene la definición de aborto, pero en el contenido de sus dispositivos delinea los tipos de abortos punibles.
"La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida."
3. Justificación de la investigación.4. Definición de términos básicos.
En la presente investigación debemos tener claros los siguientes términos básicos, como son:
4.1 Aborto.
Es la interrupción del embarazo antes del período de viabilidad fetal. Dicho período se ha fijado arbitrariamente en veinte (20) semanas completas de gestación.
CUEVA G., Anibal (2004). Medicina Legal. Lima, A. F. A. Editores Importadores
4.2 Fecundación.
El proceso de unión de un óvulo y un espermatozoide, que denominamos fecundación, tiene lugar gracias a la conjunción de otros procesos complementarios y previos, pero imprescindibles.
SALINAS S., Ramiro (2004). Derecho Penal. Lima, IDEMSA
4.3 Feto.
Término que se aplica a un embrión animal una vez que ha transcurrido un periodo de tiempodeterminado desde la fecundación. Dicho período se ha fijado arbitrariamente en 20 semanas de gestación. Cuando el peso del producto es alrededor de 500 gramos la longitud de coronilla a nalga es de 18 cm.
CUEVA G., Anibal (2004). Medicina Legal. Lima, A. F. A. Editores Importadores
4.4 Embarazo.
El embarazo comienza cuando el espermatozoide de un hombre fecunda el óvulo de una mujery este óvulo fecundado se implanta en la pared del útero. Finaliza en el momento del parto.
SALINAS S., Ramiro (2004). Derecho Penal. Lima, IDEMSA
CAPÍTULO II
Revisión de la literatura
1. El presente trabajo de investigación se basa en lo siguientes textos, como son:
1. El libro de Anibal Cueva es de medicinalegal, la presente investigación se basa principalmente al capítulo del aborto, donde se tratan los siguientes temas en un sentido amplio, como son: los conceptos de aborto tanto clínico como jurídico.
Los posibles abortos clínicos pueden ser: habituales, fallidos, inevitables, incompletos, sépticos, provocados, terapéuticos. En el capítulo también se dan sus definiciones.
Los posibles abortos jurídicos están tipificados en el Código Penal, artículos 114º, 115º, 116º, 117º, 118º, 119º y 120º, y son punibles; estos son: auto-aborto, aborto consentido, aborto no consentido, abuso de arte u oficio, aborto preterintencional aborto terapéutico, y el aborto ético o sentimental. Este capítulo presenta sus definiciones.
También el mismo libro nos brinda los elementos constitutivos del delito; como las maniobras que causan el delito que pueden ser:
mediosmecánicos o medios tóxicos; el cuadro clínico del aborto y sus consecuencias.
El textopresenta una parte que es muy controversial, donde define los abortos que no son punibles, que se presentan cuando existe peligro de la vida o la saludde la embarazada o con la probabilidad de que el producto de la concepción sufra de taras físicas o psíquicas.
El mismo no solo define los términos sino también presenta los casos posibles que no son punibles, entre estos encontramos: enfermedadesrenales, eclampsia, algunas enfermedades infecciosas, diabetes, cardiopatías; en el segundo caso, tenemos: alteraciones cromosómicas, enfermedades metabólicas, hemofilia, anencefalia, espina bífida, etc.
En el mismo también cabe resaltar la clara evolución de la concepción, donde se trata el desarrollo del nuevo ser y sus posibles alteraciones.
2. CUEVA G., Anibal (2004). Medicina Legal. Lima, A. F. A. Editores Importadores.
3. SALINAS S., Ramiro (2004). Derecho Penal. Lima, IDEMSA
El segundo libro estudiado que pertenece a Ramiro Salinas, que es sobre derecho penal. Este trabajo se basa primordialmente al capítulo del aborto, presenta solo la argumentación jurídica, donde podemos distinguir las diversas posiciones que son la de los tratadistas católicos, los movimientos liberales y la del modo realista. Tenemos conocimiento que el actual Corpus Iuris penale, se basa en una tendencia realista y católica. Donde no se llega a definir la primacía de ninguno de éstos movimientos, sino implícitamente la católica.
El presente texto también define según el Corpus Iuris penalelos distintos tipos de aborto que están tipificados en los artículos 114º al 120º, estos son: el auto – aborto, el aborto consentido, el aborto no consentido, el aborto abusivo o causado por profesional, el aborto preterintencional, el aborto terapéutico, el aborto sentimental o ético y el aborto eugenésico, teniendo presente que el antepenúltimo no es punible, y los dos últimos son punibles pero debido a la administración judicial busca el acto de prescripción.
Pero la parte mas interesante y esencial del capítulo es la utilización y definición de las fuentes del derecho penal, como se presenta: el tipo penal; su tipicidad objetiva, en la que debemos resaltar la importancia del bien jurídico protegido y la identificación tanto del sujeto activo como pasivo; su tipicidad subjetiva, donde se presencia el dolo en la comisión de las conductas explicadas; la antijuricidad, la culpabilidad y la consumación del delito. También se pueden presentar grados de tentativa. Al final se ve la penalidad, donde después del debido proceso, se prescribe la pena.
2. Antecedentes de la investigación.3. Marco teórico.
El engañoso lenguaje de los promotores de
la anticoncepción de emergencia
Por Magali Llaguno
En su "Hoja Informativa" titulada "Anticoncepción de emergencia en las Américas", la Organización Panamericana de la Salud informa que la anticoncepción de emergencia "está incluída en las normas de planificación familiarde muchos países en la región". También afirma : "La ACE (anticoncepción de emergencia) no es un abortivo, por lo tanto no puede terminar con un embarazo. Su funciónes prevenir la fecundación del óvulo previniendo la ovulación u obstaculizando la función de los espermatozoides en la fecundación del óvulo." Añade : "La ACE debería estar disponible en las clínicas de planificaciónfamiliar, centros de salud reproductiva y hospitales. La ACE no es un abortivo." No es de extrañarse que la Organización Panamericana de la Salud esté promoviendo activamente la anticoncepción de emergencia (AE por sus siglas); la Organización Mundial de la Salud (OMS) es parte del consorcio de organizacionesinternacionales que se dedican a promoverla.
Sin embargo, otros promotores de la AE aunque no lo admitan públicamente e inclusive lo nieguen, saben que la AE tiene un mecanismo de acción que causa la muerte de un ser humano recién concebido, antes de que pueda lograr implantarse o anidarse en el útero de su madre.
Dice el Informe de la Kaiser Foundation : "Se cree que el Plan B (AE de solo progestina) impide la fecundación del óvulo o impide que el óvulo fecundado se implante en el útero." Afirma la Planned Parenthood ( Paternidad Planificada, filial en EE.UU. de la Federación Internacional de Planificación de la Familia) en su website, que uno de los efectos de la AE es que altera "el endometrio para prevenir la implantación", de acuerdo a la FDA – Food and Drug Administration - Departamento de Alimentos y Fármacos de EEUU. La Planned Parenthood también afirma que el abortivo mifepristona "se puede usar en dosis muy bajas para reducir el riesgo de un embarazo como método de anticoncepción de emergencia."
Otra promotora de la AE, Family Health International, afirma : "El estudio concluyó lo siguiente : Esta perturbación temporal de los eventos tempranos del desarrollo endometrial probablemente es suficiente para prevenir…la implantación…
Otros estudios que examinaron el endometrio después de administrar el régimen de píldoras combinadas también observaron cambios que podrían inhibir la implantación". La compañía de capitalprivado Women’s Capital Corporation , con sede en Washington DC y fundada en 1997 para desarrollar y comercializar productos "para la salud reproductiva", " introdujo en los mercados de EE.UU. y Canadá, un producto de segunda generación para la anticoncepción post coito de emergencia – Plan B", que contiene solo progestina.
En una de las páginas de su website dicha compañía explica : "Se piensa que el Plan B actúa como anticoncepción de emergencia principalmente previniendo la ovulación o la fertilización (alterando el transporte de los espermios y/o los óvulos a través de la trompa). Además, puede inhibir la implantación
(alterando el endometrio)." Sin embargo, en otra página de su mismo website afirma en respuesta a la pregunta "¿Cómo funciona el Plan B?" : "No se conoce el mecanismo de acción exacto del Plan B. Se cree que actúa principalmente a través del retraso de la ovulación o previniendo la fertilización. Además puede inhibir la implantación alterando el endometrio." Los promotores del DIU, otro mal llamado anticonceptivo, también decían que no conocían el mecanismo exacto del DIU. Ahora el DIU se está utilizando también como "anticoncepción de emergencia".
Lo que determina que la AE impida la concepción o sea abortiva, depende del momento dentro del ciclo fértil de la mujer en que ocurre el acto sexual y se usen los anticonceptivos de emergencia.
Es interesante el hecho de que en el documento "La anticoncepción de emergencia, el pro y el contra jurídico" del International Journal of Gynecology & Obstetrics, Ethical and Legal Column , reproducido por Profamilia de Colombia(filial de la IPPF en ese país); aparecen afirmaciones contradictorias. Primeramente, se admite que "La verdadera ‘contracepción’ contraviene o previene la concepción, mientras que el aborto aborta o termina el embarazo de la mujer" y que "la verdadera contracepción, es decir aquella que se logra por medio del uso de condones, diafragmas, cápsulas cervicales o espermicidas, puede evitar el encuentro del esperma y del óvulo vivos, que puede dar como resultado la fertilización, que es la precondición para la concepción." Acto seguido, se menciona el efecto anti - implantatorio del DIU y el Norplant, y el uso de la palabra "contragestación", "propuesta alguna vez para describir una intervención químicadestinada a actuar entre la fertilización y la implantación, para contrarrestar la gestación, obstruyendo la viabilidad del cigoto o evitando su exitosa implantación en el campo uterino para que continúe la gestación." Está claro que los autores del ya mencionado artículo (que no son provida), admiten que la gestación comienza con la concepción y no con la implantación. Puesto que para sobrevivir el recién concebido ser humano necesita implantarse o anidarse en el útero materno, donde recibirá el alimento y el oxígenoque le permitirán con el tiempo crecer y desarrollarse hasta llegar a nacer, impedir la implantación equivale a matarlo. Así es de simple el asunto.
Por último, en el folleto sobre Imediat N (Levonorgestrel 0.75 mg. o "Plan B", según los norteamericanos), leí afirmaciones confusas. "Una historia de embarazo ectópico no significa contraindicación para la administraciónde la anticoncepción de emergencia". Más adelante el mismo folleto afirma : "Inmediatamente debe administrarse con precaución en aquellas mujeres con antecedentes de embarazo ectópico o salpingitis." 11 Puesto que la AE se les entrega a las personas o éstas la adquieren por sí solas (en la mayoría de los casos sin una receta médica), y no hay ningún seguimiento médico, ¿cuántas mujeres y jovencitas morirán debido a un embarazo ectópico cuando se generalice el uso de la AE, inclusive para menores de edad sin que sus padres se enteren?
El Dr. Chris Kahlenborn , médico de medicina interna, autor del artículo " El efecto postfertilización de la contracepción hormonal de emergencia" 12 y del libro "Breast Cancer, Its Link to Abortion and the Birth ControlPill" (El cáncer de mama y su conexión con el aborto y la píldora para el control de la natalidad); declaró ante la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos de
EE.UU.), en contra de la AE, específicamente contra el llamado Plan B (píldoras de progestina solamente, que se distribuyen bajo distintos nombres). Desde hace años dichos fármacos están en uso en Latinoamérica.
Dijo el Dr. Kahlenborn que además de que tiene efectos anti-inplantatorios y por tanto abortivos, no se conocen los efectos a largo plazo para los niñosconcebidos que llegan a nacer, de mujeres que tomaron esas píldoras. Añadió que cuando se toman hasta cinco veces al mes, pueden causar sangramiento interno. 13 El Dr. Kahlenborn también expresó su preocupación en el caso de las mujeres que crean que tomar la AE eliminará la posibilidad de un embarazo extrauterino, el cual las pondrá en riesgo de muerte.
La anticoncepción de emergencia debe ser inmediatamente eliminada de todos los planes de salud, primeramente, en naciones donde el aborto es ilegal. Como mínimo, hasta que así suceda, se les debe informar a las mujeres sobre sus efectos abortivos y las complicaciones médicas que podrían enfrentar.
Fuentes:
1. "Anticoncepción de emergencia en las Américas", "Hoja Informativa", www.paho.org/spanish/hdp/hdw/emergencycontraceptionsp.PDF, tomado del Internet 24/01/04.
2. "Anticoncepción de emergencia (AE)", Reproductive Health Outlook website, www.rhoespanol.org/html/cont-ec.htm.
3. "Daily Reproductive Health Report", Kaisernetwork.org, www.kaisernetwork.org/daily_reports/rep_index.cfm?DR_ID=20792, tomado 24/01/04.
4. "La diferencia entre la anticoncepción de emergencia y el aborto médico", Planned Parenthood Federation of America, www.plannedparenthood.org/espanol/021210_ladiferencia.html , tomado 24/01/04.
CAPÍTULO III
Hipótesis de la investigación
1. En vista a las preguntas formuladas anteriormente que expresan los problemasde la investigación; ahora pasaremos a responder y formular las posibles respuestas, planteando las variables, que son:
H1: Las causas del aborto se pueden determinar básicamente por las dificultades económicas, sociales, psicológicas, clínicas y jurídicas.
H2: Las consecuencias del aborto son de orden psicológico, social, clínico y jurídico.
H3: El punto de vista jurídico del aborto es el estipulado en el Código Penal donde se tipifica una postura realista y católica.
H4: El pequeño organismo se convierte en ser humano a partir de la anidación del mismo en el útero según la argumentación jurídica y desde la perspectiva religiosa en el momento de la fecundación.
2. Hipótesis de la investigación.3. Variables de la investigación.
Las variables de la investigación se dan en las hipótesisformuladas, estas son: independientes y dependientes, entre las cuales se presenta:
H1 : Las causas del aborto se pueden determinar básicamente por las dificultades económicas, sociales, psicológicas, clínicas y jurídicas.
H2 : Las consecuencias del aborto son de orden psicológico, social, clínico y jurídico.
H3: El punto de vista jurídico del aborto está estipulado en el Código Penal donde se tipifica una postura realista y católica.
H4: El pequeño organismo se convierte en ser humano a partir de la anidación del mismo en el útero según la argumentación jurídica y desde la perspectiva religiosa en el momento de la fecundación.
CAPÍTULO IV
Metodología de la investigación
1. El tipo de investigación del presente trabajo es descriptivo – explicativa.
2. Tipo de investigación.
El diseño de investigación a emplearse en el presente trabajo es el no experimental.
3. Diseño de la investigación.
En una población de mujeres de 884,397 de 15 – 49 años de edad, de Lima metropolitana, se tomó como muestraa 23,692 mujeres, que es el equivalente al 5% del total. Según fuente del MIMSA del año 1998. Del cual el presente trabajo de investigación hace suyo en todas sus partes.
4. Población y muestra.5. Instrumentos de colecta de datos.
El trabajo de investigación hace suyo los instrumentos utilizados por el MIMSA en el año 1998 para recolectar datos, los que fueron: encuestasde opinión a profesionales y no profesionales del aborto, entrevistasa profesionales y no profesionales sobre los métodos para inducir abortos, entrevistas a mujeres expuestas al riesgo de embarazo insuficientemente protegidas, pesquisas a mujeres y profesionales acerca del riesgo de complicaciones, rastreamiento de los lugares posibles donde se practica el aborto, y pesquisas sobre las razones por los que las mujeres recurren al aborto.
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LA PENALIZACION DEL ABORTO EUGENESICO
LA PENALIZACION DEL ABORTO EUGENESICO
1. LA EUGENESIA EN EL CONTEXTO DEL DESARROLLO DE LA HUMANIDAD
Desde remotos tiempos la especie humana ha afrontado problemas de subsistencia y desarrollo. La historia está precisamente para ser el relato de esa tragedia precisada en el existir a través del tiempo y de las eras. Un elemento de esa problemática viene a ser el aspecto de la raza. Dentro de lo racial a su vez ha interesado a la humanidad que sus hijos nazcan física y psíquicamente sanos, con las diferenciaciones no sustanciales propias de cada región o espacio geográfico.
Antiguamente, a los niños que nacían con diversas malformaciones físicas o psíquicas se les aniquilaba como medida profiláctica, para mantener el cuerpo social puro y exento de cualquier error o distorsión. Se daban casos en que los arrojaban al mar desde enormes acantilados o peñascos. Cuanto más rápido se ejecutaba la medida era mejor para la comunidad.
Con el advenimiento del cristianismo y del budismo el mundo experimenta un profundo cambio a nivel de los sentimientos de la humanidad, pues la compasión se extendió hacia la generalidad de la misma y con validez respecto al reino animal. Pero las religiones del amor poco pesaron frente a fríos cálculos de intereses grupales o partidarios, como aconteció con los que defendía y propugnaba el partido nacional socialista alemán. Los nazis actualizaron para el siglo XX viejos apotegmas del cuerpo social elevado a la categoría de espíritu y alma general del pueblo. El denominado sano sentimiento del pueblo alemán no descubrió nada nuevo, por más aterrador que haya sido. Sólo se limitó a actualizar viejas costumbres de sangre y horror de la humanidad recién en formación, aunque en algunos casos se potenciaron ciertos sectores de la eugenesia, pues el superhombre era el ario alemán del siglo pasado,
que tenía que cobrarse la revancha de una derrota vergonzosa plasmada en la firma del Tratado de Versalles.
La eugenesia suele ser definida en términos de un “buen engendramiento”. Al decir de Amado Ezaine Chávez, la eugenesia viene a ser la aplicación de las leyes biológicas con miras al advenimiento de mejores linajes humanos (1). La justificación esgrimida a través de la historia para el mantenimiento de la eugenesia es que la misma propendería al mejoramiento individual y social sobre la base de una herencia sana, para lo cual los moderados partidarios de aquélla hablan de una eugenesia de “acción positiva” que tiende a la prevención de males hereditarios mediante la educación, la instrucción, la profilaxia, entre otras medidas de evitación, a diferencia de una eugenesia de “acción negativa” que tiende al impedimento de la reproducción, del matrimonio, entre otras drásticas medidas, para evitar los males de la herencia. La esterilización de los llamados asociales, que el nazismo planificó y aplicó sin ningún escrúpulo moral, estaría dentro de este último tipo o forma de eugenesia.
Según la diccionariografía mundial, la palabra “eugenesia” deriva del griego (eu = bien, génesis = engendramiento), y refiere a la existencia de una ciencia que estudia la mejora de las especies vegetales y animales, mediante el control de la reproducción, que aplicada a la humanidad ha dado lugar a la teoría del matrimonio eugenésico, favorecida por Estados y movimientos racistas, aunque en la actualidad la eugenesia se aplicaría en la planificación familiar, en la prevención de anormalidades físicas y psíquicas (2).
El desarrollo de la humanidad, lejos de ser lineal y de progresión infinita, tiene un carácter complejo, en donde están presentes tanto las progresiones o avances como los retrocesos o pérdida de lo avanzado, en mayor o menor medida, de acuerdo a la dimensión de la pérdida. En ese sentido, se habla de redescubrimiento cuando se vuelve a descubrir lo perdido. Esto tiene aplicación al campo de la eugenesia y su asimilación en la ciencia jurídica penal como un tipo de aborto en concreto.
La piedad o compasión, que el budismo y el cristianismo elevan a la categoría de factor central, era impensable en tiempos de barbarie y del albor de la conciencia. Las tribus de la humanidad en formación no detentaban el sentimiento espiritual de conmiseración hacia los restantes seres vivientes del planeta. Pero tal sentimiento posteriormente se logró de la mano de ilustres representantes de la especie. En ese marco, la legalidad y aceptación de la eugenesia desaparece para dar cabida a la condena y franco rechazo de la misma, a la par de los sacrificios cruentos, que ceden ante las ofrendas incruentas hacia la divinidad.
1. DESCRIPCION TIPICA EN LA LEGISLACION PENAL PERUANA CODIFICADA.-
El denominado aborto eugenésico está previsto en el inciso 2 del artículo 120 del Código Penal peruano de 1991, actualmente en vigencia. El tipo penal consiste en lo siguiente:
“ El aborto será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres meses: .... Cuando es probable que el ser en formación conlleve al nacimiento graves taras físicas o psíquicas, siempre que exista diagnóstico médico”.
2.1 Tipicidad.- El encuadramiento del hecho en la descripción hipotética de la ley penal se refiere a un aborto provocado en circunstancias de probabilidad respecto a la concepción de seres humanos con taras somáticas o mentales consideradas graves o mortales para el sentimiento colectivo de la sociedad. El traslado de los graves defectos o deficiencias ha de ser directo y permanecer en el tiempo; esto es, desde la concepción al nacimiento las taras de la prole se han de manifestar como evidentes. Si las graves taras sólo existen en la concepción y desaparecen o son suprimidas al nacer estamos frente a algo distinto a lo que se relata en la descripción del hecho típico, pues el mismo exige que los defectos o taras graves, tanto a nivel físico como psíquico, permanezcan en el nacimiento.
En ese sentido no resulta desechable el argumento consistente en criticar el basamento típico del aborto eugenésico, contemplado en el Código Penal peruano, a partir de una puesta en duda de la referida permanencia de las taras. Después de todo, los análisis médicos que culminan en el diagnóstico respectivo se llevan a cabo en el contexto de la concepción, que es una fase marcadamente distinta al nacimiento del ser en formación.
El carácter provisional de los conocimientos científicos autoriza a plantear una hipótesis de tal envergadura, además está el hecho de la posible utilización de las herramientas científicas en la atenuación o desaparición de las graves taras. El determinismo o fatalismo que se puede apreciar en la descripción del hecho típico es más que evidente.
2.2 Expresión de fundamentos.- A diferencia del Código Penal peruano derogado de 1924 (el denominado Código Maúrtua), en el texto penal sustantivo vigente de 1991 se incluye expresa e inequívocamente el aborto eugenésico. Después de la derrota del nazismo hitleriano, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, el referido aborto hace su aparición en la legislación penal peruana codificada, cuando en época contemporánea a las leyes raciales alemanas, que propugnaban y alentaba la eugenesia hasta el delirio del sueño de la sangre aria, quedaba claro que el derecho
penal peruano no tenía legislado el aborto eugenésico, mientras sí lo estaba el aborto necesario por el cual no era reprimible el aborto practicado por un médico con consentimiento de la mujer encinta, si no había otro medio de salvar la vida de la madre o de evitar en su salud un mal grave y permanente (3).
Esta peculiaridad de nuestra legislación penal, que linda tranquilamente con la ironía, puede ser el reflejo de ideas raciales sobrevivientes al nazismo; esto es, remanentes directos o indirectos que resisten la desaparición total del sustento eugenésico. La “mejora de la raza”, combinada íntimamente con el “buen engendramiento”, de esa manera subsistirían hasta la actualidad. En los dominios del derecho, resulta obvio que el bien jurídico, a partir del cual se organiza la protección penal, contra el cual se atenta es nada menos que la vida humana. Sin embargo, es de aclarar que no hay punto de comparación con la doctrina nacional socialista alemana en lo concerniente a la esterilización de los llamados asociales compuestos básicamente por enfermos mentales y los que adolecían de enfermedades hereditarias, aunque en la realidad de los hechos tal esterilización fue aplicada extensamente por criterios partidarios de lucha por el poder estatal, sin olvido de su ideología totalitaria de represión, tal como podemos apreciar en lo que informa Francisco Muñoz Conde cuando señala que en todo caso de lo que no cabe la menor duda es de que la "esterilización forzosa de los asociales", bien dentro de los supuestos reconocidos en la Ley de 1933, bien más allá de ellos, fue una práctica corriente y constante en los momentos más duros del régimen nacionalsocialista. Si bien no existen cifras exactas, se puede pensar que una buena parte de las esterilizaciones forzosas llevadas a cabo en aquel periodo (500.000, según los cálculos más prudentes; 1000.000, según los más exagerados) fueron principalmente esterilizaciones de asociales, con o sin enfermedades hereditarias; es decir, de personas procedentes de los estratos sociales y económicos más marginales, delincuentes de poca monta, a veces con antecedentes penales por delitos contra la propiedad y la moral sexual, prostitutas, vagabundos, mendigos, etc., llegándose también a aplicar, aunque en menor extensión, a desafectos al régimen nacionalsocialista, analizándose en una extensa bibliografía de la época, sin ningún rubor y claramente, la esterilización de habituales, que debió ser práctica bastante habitual en las decisiones de los Tribunales de Salud Hereditaria, valorándose sus resultados, entre una también ingente bibliografía que informa de las esterilizaciones forzosas llevadas a cabo en general por razones puramente médicas o eugenésicas (4).
No se trata actualmente de esterilización de asociales, ni mucho menos de homicidio de grupos excluidos del bienestar, de adversarios al régimen de turno o de grupos culturales como los judíos. De lo que se trata es de la práctica de la eugenesia a nivel de los ámbitos primarios de formación del ser humano: el aborto para evitar el nacimiento de seres humanos con taras o defectos considerados graves de acuerdo a los valores imperantes en una determinada sociedad. En ese sentido, surge cierto sector de la doctrina para tratar de bosquejar un panorama diferente, puesto que se rechaza el nombre “eugenésico” (5). En nuestro derecho nacional, Raúl Peña Cabrera fue partidario de esto último, pero el recordado autor peruano se apoyó
sustancialmente en autores como José Luis Diez Ripollés y otros que sustentan que, con el aborto eugenésico, no se trataría de la práctica de la eugenesia, porque la misma resultaría completamente intolerable, teniendo en cuenta la vigencia de un Estado de Derecho, que se caracteriza por el respeto irrestricto de los derechos humanos. Tanto es el entusiasmo en los predios de ese sector doctrinario que se ha llegado a decir que no solamente no hay eugenesia alguna en el aborto en comentario, sino que estamos, más bien, ante un supuesto de no exigibilidad que daría lugar a la prevalencia de la dignidad de la persona humana, por encima de cualquier atentado contra la humanidad.
Pero lo cierto es que con el aborto eugenésico se atenta contra un determinado bien jurídico, como en este caso viene a ser la vida humana dependiente, propia de un ser en formación, durante el periodo de la concepción. La pretendida no exigibilidad de otra conducta tiene como fin erosionar basamentos de culpabilidad; esto es, la atribución del acto, el reproche del injusto al autor. Después de todo, sin culpabilidad no es posible ninguna forma de penalidad. Cuando no cabe la culpabilidad para un concreto y específico delito, ilustrado en su tipo penal correspondiente, más allá de tal o cual proceso judicial instaurado, nos movemos en el terreno de lo impune, a nivel de la propia estructura del tipo, de modo de cualquier procesamiento al respecto sería sobre un hecho no considerado delito, aunque sea un hecho típico como el regulado en el artículo 119 del Código Penal (aborto terapéutico), sin rasgo antijurídico alguno.
La supuesta no exigibilidad de un comportamiento distinto en el aborto eugenésico tiene como destino la exención de pena. Empero, en la realidad de los hechos sí existe la posibilidad de actuar de un modo diferente; esto es, hay exigibilidad de motivación. La gestante, en el caso del aborto bajo comentario, sí tiene la posibilidad de escoger comportarse de un modo conforme a ley y de una manera contraria a la misma, al poder comprender el carácter de sus actos, teniendo capacidad para conocer la antijuricidad de su comportamiento y siendo imputable, salvo casos particulares en donde procede la inimputabilidad. El propugnar, entonces, situaciones de no exigibilidad de otra conducta se puede explicar en planteamientos propios de un ser femenino, pues entre los autores que defienden tal tesis se encuentra Virginia Arango de Muñoz. En ese sentido, puede ser comprensible el lanzamiento de tal propuesta, que para no quedar mal ante los ojos de la comunidad hace la respectiva aclaración en cuanto que con la misma no se pretende soslayar, pasar por alto, el valor del bien jurídico consistente en la vida humana en formación, porque lo que se busca, al contrario, es el potenciar más la libertad de la gestante.
Para desgracia de las posiciones feministas, en el derecho como ciencia se reconoce una cierta jerarquía de bienes jurídicos, en donde la vida humana ocupa el lugar principal que corona a la pirámide. No hay punto de comparación entre el bien jurídico de la vida humana y el consistente en la libertad.
Hay razones de sobra para comprender la posición de muchas mujeres respecto a defender la legalización de toda clase de aborto, pero también hay razones para postular lo contrario; esto es, el deber y responsabilidad de la mujer para traer al mundo a seres humanos en formación, de la mejor manera posible. Un dato histórico que deberían tener muy en cuenta las posiciones feministas es el referido a la licitud del aborto eugenésico durante la época de apogeo del nazismo en Alemania, puesto que tal licitud se expresó en sus respectivas leyes y ordenanzas.
Por otro lado, somos conscientes que el aborto en comentario propicia el debate y la confrontación de ideas, suscitando emocionadas defensas, tanto en una como en otra posición. El feminismo, en su radicalidad, manifiesta los más enconados rechazos para traer al mundo a seres con graves defectos físicos o psíquicos, pues despliega sus argumentos alrededor de la libertad irrestricta de la mujer para decidir cuándo tener o no a un ser humano concebido; esto es, cuándo permitirle o no al concebido la posibilidad de nacer. Si en la posición feminista se propugna el derecho de la mujer a abortar fetos sanos, no hay mayor discusión respecto al aborto eugenésico.
El aborto eugenésico practicado por el nacional socialismo alemán distaba mucho de tener el apoyo de la ciencia médica tal como está actualmente desarrollada. En ese sentido, hubo autores como Eugenio Cuello Calón que afirmaban que las leyes de la herencia biológica no son debidamente conocidas, de modo que no resultaba razonable aconsejar la interrupción del embarazo para el logro de fines eugenésicos. Mas esta clase de argumentos en defensa de la no práctica del aborto eugenésico se arrimaba al ámbito de su viabilidad médica, no había una crítica central y profunda al aborto eugenésico en sí. En consecuencia, una vez evolucionada la ciencia médica se desbarataron tales argumentos en contra del referido aborto. Los progresos científicos dejaron sin fundamento a las objeciones sobre la viabilidad del aborto eugenésico, pues las predicciones alcanzaron un nivel nunca antes visto: algunas anomalías fetales, heredadas o adquiridas, ya se pueden identificar. Ya no se trata de preverse las anomalías a título de probabilidad, sino de exactitud, por lo que actualmente ya no cabe la posibilidad de que se provoque indebidamente el aborto de fetos sanos, en posibles casos de anormalidades fetales. En esa medida, hoy en día se detectan anomalías como el síndrome de Down, mediante la técnica de la amniocentesis y el cultivo de células; y la anencefalia, por los ultrasonidos. La detección se suele realizar en una fase del embarazo lo suficientemente temprana como para que se logre el aborto antes que el feto sea viable. Sobre la viabilidad del feto, si bien en doctrina y legislación comparada se estila acordar un plazo de tres meses antes que el feto sea viable, la ley penal peruana no adopta una debida precisión al respecto. Pero la preocupación por la viabilidad del feto en realidad se refiere básicamente al hecho que después de ese periodo de tiempo habría mayor riesgo para la vida de la gestante, aunque en el feto ya haya una incipiente actividad cerebral. Después de todo, desde el primer instante de la concepción se verifica la existencia de vida humana en formación.
Las argumentaciones esgrimidas por los que defienden la legalización de toda forma de aborto jurídicamente se apoyan en la libertad de la gestante como pretendido bien jurídico de supuesta mayor importancia práctica que el bien jurídico de la vida humana. Más allá de las declaraciones sobre el respeto a la vida, lo cierto es que las posiciones que avalan el aborto en pleno demuestran en los hechos precisamente lo contrario. Además, nuestra legislación penal forma parte del ordenamiento jurídico peruano, y en tal sentido el Código Penal ha de interpretarse con el previo acatamiento de los restantes cuerpos normativos como el Código Civil, que en su artículo 1 establece que la vida humana comienza con la concepción, así como que el concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece. Asimismo, la Constitución Política del Estado señala en su artículo 2, inciso 1, que el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece. La ley de leyes también protege al concebido. No sólo la legislación ordinaria.
En consecuencia, en el aborto los atentados se dan contra la concepción, cualquiera sea la etapa de desarrollo de la misma, por lo que en nuestra codificación penal sustantiva el único aborto impune viene a ser el aborto terapéutico. En ese orden de ideas, quienes buscan, por ejemplo, la despenalización del aborto eugenésico sustentan su posición en un cuadro similar que se verificaría en el aborto eugenésico, respecto al terapéutico; esto es, ambos abortos serían parecidos, por lo que a ambos les asistiría la total impunidad. Para fortalecer directa o indirectamente tal hipótesis, en doctrina se plantea una serie de tesis sobre la eugenesia que se aplica en el aborto bajo comentario. Autores como Gerardo Landrove Díaz indican que en realidad de lo que se trata es de una “eugenesia restrictiva”; es decir, de la eugenesia que ayuda a impedir la perturbación de los padres, puesto que éstos podrían sentirse culpables frente al nacimiento de un hijo con malfomaciones graves. En ese sentido, se estima que el aborto eugenésico no estaría destinado a mejorar la raza, porque lo que pretendería es tan sólo impedir el nacimiento de seres divorciados de la felicidad, dado que de nacer perturbarían, con toda seguridad, el núcleo familiar, que es pilar fundamental de la sociedad.
Ante los fundamentos de los partidarios de la eugenesia “restrictiva” se yerguen las experiencias de vida de la cual pueden atestiguar muchas familias, pues en el caso de los niños nacidos con síndrome de Down, muchos de ellos hicieron brotar en sus respectivos padres un amor sin límites y pletórico de compasión, no conocido antes por los mismos. Gracias a que algunas personas, desconociendo mayormente la legislación penal en materia de aborto, decidieron tener a niños detectados con síndrome de Down en el vientre materno, fueron posibles lecciones de vida consistentes en el aprendizaje moral y espiritual de los padres de niños que sufren la referida enfermedad, pues la crianza y formación de estos últimos tornó a los adultos en mejores seres humanos.
Es de reconocer que en el síndrome de Down existen diferentes grados o niveles de afectación, desde los casos más graves hasta los más atenuados, pero nadie puede
negar una mayor espiritualidad lograda por los padres precisamente después de haber nacido y crecido los niños que padecen tal enfermedad, considerada como una grave tara susceptible de ser incluida dentro del catálogo de enfermedades en que se sustenta el aborto eugenésico.
2.3 Tipo.- El delito de aborto eugenésico, previsto en el texto penal sustantivo peruano a través del artículo 120, inciso 2, tiene su correspondiente tipo penal legislado. De acuerdo con la concepción finalista del delito, se encuentra en el mismo tanto el tipo objetivo como el tipo subjetivo.
a) Tipo objetivo.- La descripción típica de la figura delictiva del aborto eugenésico distingue como sujeto activo del delito a la gestante. Hay autores como Raúl Peña Cabrera que consideran también al autor del aborto como sujeto activo del delito en mención, además de la embarazada. Punto de vista que no compartimos, toda vez que si se trata de un autor del aborto eugenésico, distinto de la gestante, estaríamos propiamente refiriéndonos a la figura del aborto consentido, contemplado en el artículo 115 del Código Penal (“ El que causa el aborto con el consentimiento de la gestante ... ). Resulta obvio que el aborto bajo estudio constituye un tipo penal autónomo, tanto así como el aborto consentido e incluso el autoaborto (artículo 114 C.P) y el aborto sin consentimiento de la mujer (artículo 116 C.P).
El sujeto pasivo está constituido por el embrión o el feto, según sea el estadio de desarrollo del ser humano en formación durante la etapa de la concepción, en concordancia con la integridad del ordenamiento jurídico peruano.
La acción consiste en la evitación del nacimiento, mediante la interrupción del embarazo, de seres humanos concebidos, a los cuales por diagnóstico médico previo se ha llegado a detectar graves taras, físicas o psíquicas. No se puede hablar específicamente de móviles piadosos o de cualquier otra índole, pues la acción, de acuerdo a la estructura del tipo penal regulado, está desprovista de indicaciones adicionales, como sí ocurre, por ejemplo, en el homicidio piadoso (artículo 112 C.P). Cualquier adición que en doctrina pudiese hacerse respecto a los móviles internos, sea piedad o sencillamente repulsión y maldad hacia seres humanos en formación que sufren de graves defectos o enfermedades, está demás. Solamente hay sentido en la indagación sobre los móviles a nivel de la aplicación de la pena, concretamente en lo que se refiere a la individualización de la pena, pues el juzgador para determinar la pena dentro de los límites fijados por la ley considerará, por ejemplo, los móviles y fines, en cuanto parámetros de la responsabilidad y la gravedad del hecho punible cometido, siempre y cuando no sean específicamente constitutivas del delito o modificatorias de la responsabilidad. En esto el Código Penal peruano ilustra el panorama al respecto a través de su artículo 46.
A nivel de la gradación de la pena el juez no podrá valorar de la misma manera unos móviles consistentes en una piedad relacionada con el evitar el sufrimiento de personas nacidas con graves taras y unos relativos a una repulsa, desprecio o asco inclusive hacia seres humanos desafortunados al ser concebidos con anomalías fetales, pues son situaciones distintas. La primera se caracterizaría por una meridiana compasión reducida a la supresión del posible sufrimiento de los nacidos con graves taras mediante la eliminación física y extintiva de los mismos, y la segunda tiene como rasgo fundamental su aproximación a la más seca y nefasta maldad. La primera situación merece menor sanción penal, y la segunda, una mayor sanción por obvios sentimientos de humanidad que deben inspirar a la justicia penal en pleno.
b) Tipo subjetivo.- Está compuesto, por deducción de los componentes del tipo penal básico, por el dolo, tanto en su elemento cognoscitivo (el conocer), como volitivo (el querer), pues el sujeto agente en el delito de aborto eugenésico conoce como quiere el resultado a desencadenarse vía la correspondiente acción.
2.4 Bien jurídico.-
a) Bien jurídico protegido.- Existe cierta discusión en doctrina respecto al bien jurídico protegido en el delito de aborto eugenésico, pero las diferencias en realidad son más de forma que de contenido, cuando se afirma que se trataría de la vida humana dependiente o la vida del feto o embrión. Autores como Luis A. Bramont Arias asignan en los delitos de aborto en su conjunto como bien jurídico protegido, contra el cual se atenta con los hechos punibles, a la vida humana dependiente (6). Sin embargo, el término se presta a diversas interpretaciones, tan distintas como que se pueden aplicar para los concebidos como para los nacidos. Esa situación no se presentaría con la utilización del término “embrión” o “feto”. Mas hay que apreciar bien el contexto, y éste se refiere a los delitos de aborto, que están directamente relacionados con la interrupción provocada del embarazo mediante la muerte del feto o ser humano en formación durante la época de la concepción; esto es, en el seno de la gestante.
En los delitos de aborto ciertamente se atenta contra vida humana dependiente; esto es, contra el embrión o feto que viene a ser el concebido, el mismo que todavía no tiene la calidad de persona. Según el texto civil sustantivo, en su artículo 1 se consagra el hecho que la vida humana principia con la concepción, pero también se señala expresamente que la persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento, aunque constitucionalmente el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece (artículo 2, inc. 1 Constitución Política del Perú). Y uno de esos derechos que le asiste al concebido es precisamente el derecho a la vida, a la existencia llana y concreta.
Se puede sostener que, puntualmente respecto al delito de aborto eugenésico, el bien jurídico protegido está compuesto por la vida humana del concebido que adolece de graves taras, físicas o psíquicas. Contra este bien jurídico se atenta con la realización del tipo penal previsto para el aborto en mención. Las especificidades del aborto eugenésico se asientan sobre la base de lo que es el aborto en sí, lo cual nos exime de mayores comentarios.
b) Conflicto entre bienes jurídicos.- Tratándose de un tema espinoso, como es el aborto (más aún el eugenésico), las posiciones que defienden la legalización, por un lado, y la represión penal, por el otro, se sustentan sustancialmente en el bien jurídico a proteger, a toda costa, por la justicia penal, en respeto y aplicación del ordenamiento normativo. En ese sentido, los que propugnan la incriminación lo hacen desde el ángulo del bien jurídico de la vida humana, como cúspide de la pirámide de bienes jurídicos, pues es innegablemente el más importante entre todos.
Por el contrario, los que defienden la impunidad y la legalización del aborto lo hacen desde la perspectiva del bien jurídico “libertad”. Esta óptica incluye desde luego al aborto eugenésico, en el cual se da el añadido de que, para tales defensores, con el aborto en mención de lo que se trata es de una intensificación del bien jurídico de la libertad. La “intensificación” así anularía al evento consistente en la interrupción deliberada del embarazo, en el marco de una eugenesia para evitar el nacimiento de seres humanos gravemente defectuosos. Autores como Raúl Peña Cabrera afirman que sería absurdo plantear que el derecho considera sin valor o con menos valor sujetos con determinadas diferencias físicas o psíquicas (7). No obstante, el apelar al absurdo puede servir a los propósitos de justificar actos de aborto eugenésico, lo cierto es que, frente a las ya citadas experiencias de vida de los padres de niños con síndrome de Down, el bien jurídico de la vida humana resulta siendo enorme en su importancia primordial, dadora y sustentadora de todos los demás.
La libertad no puede ser defendida para cometer injusticias, mire por donde se le mire al sujeto que clama por una irrestricta esfera de acción. Al fin de cuentas la vida humana no es derecho disponible si nos ceñimos a los parámetros legales y a los preceptos constitucionales informados del más elevado espíritu de humanidad entre los miembros de la sociedad. Conscientes del periodo de evolución civilizatoria en el que nos encontramos el no involucionar es más que una regla a respetar. La privación de vida intrauterina no le hace nada bien a la libertad, aunque sí al libertinaje propio de todo exceso carente de sabiduría. Sin criticar los basamentos del aborto terapéutico, en el caso del eugenésico el libertinaje encuentra un supuesto punto de apoyo en el hecho de las graves taras físicas o psíquicas, pues son situaciones diferentes la concepción de seres humanos sanos y la concepción de seres en formación con graves defectos en lo físico o en lo psíquico. Como el legislador único imaginario no ha especificado, en numerus clausus, las graves afecciones físicas o psíquicas, corresponde a la jurisprudencia el ir concretizando y cerrando el ámbito de
enfermedades susceptibles de ser incluidas en casos de aborto eugenésico. Por lo pronto, el síndrome de Down y la anencefalia son consideradas como graves taras. Estos defectos, malformaciones o anomalías fetales no deben ser confundidas con enfermedades graves infecciosas como el síndrome de inmunodeficiencia adquirido (sida) ni con nada por el estilo, pues sustentar lo contrario sería admitir, por ejemplo, el aborto de fetos de gestantes seropositivas, portadoras del virus vih, porque aquéllos pueden ser infectados por éstas. En el aborto eugenésico no se trata de supuestos de enfermedades graves infecciosas, por lo que el riesgo de una calamidad pública o privada, en términos de salubridad, está completamente descartada.
Por último, como el tipo penal peruano del aborto eugenésico se refiere a la probabilidad de que el ser en formación conlleve al nacer graves taras físicas o psíquicas, pensamos en forma parecida a Luis Alberto Bramont – Arias Torres y María del Carmen García Cantizano cuando indican: “... Tampoco ha señalado [el legislador] si esta afección [grave física o psíquica] ha de ser perenne, porque plantearía duda la aplicación de este precepto a aquellos casos en los que tales malformaciones sean curables “ (8). Como se dijo al comentar sobre la tipicidad en el delito de aborto en mención, si las graves taras solamente existen en la concepción y desaparecen o son suprimidas al nacer estamos frente a algo distinto a lo que se relata en la descripción del hecho típico previsto en el artículo 120, inciso 2, del Código Penal, porque el mismo exige que los defectos o taras graves, en lo físico o en lo psíquico, permanezcan con el nacimiento. Por tanto, el hecho que las taras graves puedan ser curables pone en jaque a la estructura misma del tipo. Con los conocimientos interdisciplinarios actualmente en fase de expansión es del todo legítimo plantear tal posibilidad, como en efecto lo hacen los precitados autores. El avance de la ciencia médica es también un signo de los tiempos. Pero restringiéndonos a lo jurídico, somos de la idea que una modificación en la descripción típica del delito de aborto eugenésico es necesaria, al compás de las progresiones científicas; esto es, el plano de la probabilidad habría de ser reemplazado por el de la seguridad. Dicho en otras palabras, tiene que ser seguro que el ser en formación va a conllevar al nacimiento graves taras físicas o psíquicas, las cuales, por la implicación misma de las circunstancias, han de ser incurables. Por otro lado, con el diagnóstico médico va a ser posible elaborar un pronóstico “con cierto grado de seguridad” sobre la afección grave que padece el concebido. En consecuencia, se torna imprescindible, por lo que se encuentra acertadamente incluido dentro de la descripción típica del delito bajo comentario.
2.5 Penalidad.- Como parte integrante del delito de aborto eugenésico previsto en el artículo 120, inciso 2, del Código Penal, el delito en mención es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres meses, los cuales se traducen, en la práctica de los hechos, ya sea en impunidad por prescripción o en suspensión de la ejecución de la pena; esto es, en condena condicional que no permite que el sentenciado pase ni siquiera un día en las cárceles. Al margen de las discusiones en torno a si la penalidad es o no un elemento del delito, lo irrisorio de la pena hace que apreciemos en el aborto eugenésico, regulado en la codificación penal peruana, una excepción que no se da en
los restantes tipos de aborto incluidos en el Capitulo II del Titulo I del Libro Segundo del Código Penal (el aborto considerado dentro de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud): una penalidad igual o menor de tres (3) meses.
No se trata de años, como en efecto sucede con los demás tipos de aborto. La represión penal es mucho menos rigurosa en el delito de aborto eugenésico. Tal condescendencia está estrechamente ligada a las graves taras físicas o psíquicas. El derecho legislado, en materia penal sustantiva, muestra de ese modo lo que entiende como una menor alarma social que linda casi con la inexistencia. A pesar de lo afirmado por autores y tratadistas, el Código Penal peruano ha reflejado lo que supuestamente es el sentir de la sociedad o de la comunidad: la práctica impunidad o condena suspendida para los sujetos activos en el delito de aborto eugenésico. Sin embargo, las experiencias vividas por los padres de niños con síndrome de Down contradicen una casi inexistente alarma social. Los casos de una mayor espiritualidad despertados en los padres de los niños que padecen el referido cuadro médico plantean la exigencia de una especificidad aún más lograda a nivel del tipo penal; esto es, la creación de tipos penales autónomos.
La autonomía de un tipo penal para un aborto dirigido contra concebidos que padecen síndrome de Down estaría sustentada en el hecho que, por ejemplo, los casos de anencefalia son diametralmente distintos. Los concebidos que carecen de masa encefálica, al contrario de los que sufren del mal llamado “mongolismo”, no tienen ninguna posibilidad en el mundo exterior, tras el nacimiento. A supuestos de hecho distintos les corresponde consecuencias jurídicas distintas. No se deben tratar ambos casos de la misma manera o modo porque el hacerlo sería un acto de injusticia. Por lo pronto, lo irrisorio de la penalidad encontraría fundamento singular en los casos de anencefalia, no así en los de los concebidos que padecen de síndrome de Down. La prácticamente inexistente alarma social se reduce a los supuestos de anencefalia.
Lo irrisorio de la penalidad, en el delito de aborto eugenésico, mientras tanto es una invitación a la aplicación de los mecanismos de prescripción de la acción penal, en una realidad de administración de justicia saturada de sobrecarga procesal y plagada de corrupción, en mayor o menor medida. Y es que, como bien anota Luis A. Bramont – Arias Torres, para el delito en mención la prescripción de la acción penal le alcanza a los cuatro meses y medio (9), en estricta aplicación del último párrafo del artículo 83 del Código Penal peruano. A la injusticia de un tratamiento igualitario para casos de síndrome de Down, por un lado, y anencefalia, por el otro, se suma la injusticia de una pronta prescripción.
3. CITAS
(1) EZAINE CHAVEZ, Amado. 1996. Diccionario de Derecho Penal. Ediciones Jurídicas Lambayecanas. 8ª.e. Chiclayo – Perú. p 229.
(2) DICCIONARIO ENCICLOPEDICO SANTILLANA. 2000. Empresa Editora El Comercio S.A. Tomo 5. Lima – Perú. p 1026.
(3) El artículo 163 del Código Penal de 1924 reguló el aborto necesario, identificado como terapéutico a raíz de la vigencia del nuevo Código Penal de 1991. Es de destacar el hecho que el Código Maúrtua si bien no tipificó como delito el aborto eugenésico, en cambio sí lo hizo con el aborto propio (art. 159), el aborto consentido (art. 160), el aborto sin consentimiento de la mujer (art. 161), el aborto cometido por profesionales de la salud (art. 162), y el aborto preterintencional (art. 164).
(4) MUÑOZ CONDE, Francisco. 2002. La esterilización de los asociales en el nacionalsocialismo: ¿un paso para la “solución final de la cuestión social”? Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología (http://criminet.ugr.es/recpc/recpc_04-05.html)
(5) PEÑA CABRERA, Raúl. 1992. Tratado de Derecho Penal. Parte Especial I. Ediciones Jurídicas. 1ª.e. Lima – Perú. p 229.
(6) BRAMONT ARIAS, Luis A. y BRAMONT–ARIAS TORRES, Luis A. 1995. Código Penal Anotado. Editorial San Marcos. 1ª.e. Lima – Perú. pp 324 – 328.
PEÑA CABRERA, Raúl. Op cit. p 231.
BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto y GARCIA CANTIZANO, María del Carmen. 1997. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Editorial San Marcos. 3ª.e. aumentada y actualizada. Lima – Perú. p 97.
BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto y GARCIA CANTIZANO, María del Carmen. Op cit. p 84.
Iván Guevara Vásquez
DNI 18069920
Profesor de derecho y metodología de la investigación científica en la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de Trujillo – Perú, 34 años.
(Trabajo realizado en Abril del 2004)
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L os m ejores r esultados p ara E L A BORTO E N E L C
ODIGO P ENAL D EL P ERU
E l d enominado a borto e ugenésico e stá p revisto e n e
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Clases De Aborto - Presentation Transcript
1. CLASES DE ABORTO2. CLASES DE ABORTO
Espontáneo: Se produce o bien porque surge la muerte intrauterinamente, o bien por causas diversas que motivan la expulsión del nuevo ser al exterior, donde fallece.
3. Provocado: Se realiza cuando hay interrupción deliberada del embarazo mediante la extracción del feto de la cavidad uterina
4. 1. Por envenenamiento salino:Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que protege al feto. Se introduce una larga aguja a través el abdomen de la madre hasta bolsa amniótica y se inyecta en su lugar una solución, que le produce la muerte.
5. 2. Por succión:Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que la de una aspiradora cacera) despedaza el cuerpo del feto.
6. 3. Por dilatación y curetaje:En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla, filosa en la punta, con la cual se van realizando cortes, con el fin de facilitar la extracción del embrión por el cuello de la matriz.
7. 4. Por nacimiento parcial.La persona que realiza el aborto introduce unas pinzas y extrae parcialmente el cuerpo del feto, como si éste fuera nacer.
8. 5. Por operación cesárea: Consiste en extraer al hijo a través de una incisión en el abdomen de su madre hasta el útero para extraer por ella el hijo y a la placenta.
9. 6. Mediante Prostaglandinas:Se usa para llevar a cabo el aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su principal "complicación" es que el feto a veces sale vivo.
10. 7. Pastilla RU-486: Se trata de una píldora abortiva, Actúa causando la muerte del embrión, al privarlo de un elemento vital, la hormona progesterona.