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¿Qu é erl a RELI GION?

¿Qué es la religión?

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Page 1: ¿Qué es la religión?

¿Qu é erl aRELI GION?

Page 2: ¿Qué es la religión?

Redacción

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En el corazún

n la madrugada del21 de jun io, ungrupo de personas se reun ió enStonehenge, un monumento me-galít ico en Salisbury Plain (en Wilt-sh i re , a l su r de Ing la te r ra ) , en unacelebrac ión de b ienvenida a l ve-rano. Dru idas, espi r i tua l is tas y de-más ¡n te resados rec ib ie ron convítores, tambores y danzas el pri-mer rayo de sol , que se a l inea só-lo ese día con la p iedra del a l tar .E n 2 0 0 5 s e c o n g r e g a r o n 2 1 . 0 0 0personas en una ce remon ia quese repite desde hace 5.000 años.

Los científ icos no se han puestode acuerdo todavía sobre si Sto-nehenge es un s is tema de calen-da rio, u n observatorio astronóm ico,u n t e m p l o , u n l u g a r d e e n t e r r a -miento, o un espacio para e l cu l -to al sol u otro tipo de espiritualidad.Lo que s í se sabe es que , aunqueno está terminado, se empezó aconstruir hacia el 3000 a.C., en unaépoca en la que monumentos s i -milares se levantaban por toda Eu-ropa occidental. Poco a poco fuecobrando re levancia hasta sust i -tu i r a l cercano crómlech de Ave-bury como pr inc ipal centro r i tua lde la Ing la te r ra mer id iona l .

Stonehenge es un monumentoespecia l y único, tanto por e l t ipode materialcomo por la disposiciónde las piedras y por algunos de losgrabados que hay en e l las. De susi tuación geográf ica y del hechode estar rodeado por c ientos detú mu los (sepu ltu ras) preh istóricos,se deduce que en la época de la

Inglaterra ce l ta fue un importantecentro cu l tura l , re l ig ioso y hastacomerc ia l por e l que d iscurr ieronmi les de personas . Oue todav íahoy siga suscitando interés es algomás que sorprendente.

¿Oué s ign i f i cado t i ene un mo-numento de connotaciones rel igio-sas ce l tas en un mundo en e l quelo ce l ta ya no conforma una re l i -g ión? ¿O sí hay una re l ig ión cel ta?Porque, ¿qué elementos definen auna re l i g ión , o qué es necesar iopara que una sucesión de r i tos ode representaciones sea conside-rada una re l ig ión? Es más, ¿puedehaber una re l ig ión s in r i tos? ¿Y s indioses? Y todavía más importante:dado que hay tantas re l ig iones -ymás que ha hab ido a lo la rgo dela historia-, ¿es posible encontrarcaracteríst icas comunes que pro-p ic ien e l entendimiento entre loshombres?

Todas estas cuestiones se deri-van de una so la : qué es la re l i g ióno qué es lo esencia l a todas las re-l i g iones , o , con mayor p rec is ión ,

Conjunto megalítico de Stonehenge (sur de lnglatena).

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qué es e l fenómeno humano quellamamos rel igión. A part ir de aquí,surgen nuevas dudas: ¿el hombrehace la re l ig ión o la re l ig ión haceal hombre? ¿El individuo t iene con-c iencia de que hay a lgo Poderosoque t rasc iende más a l lá de é l? ¿Olo que produce la sensación de Po-der y la fuerza de lo sagrado es e lconjunto de sent imientos comu-nes de los miembros de un gruposocia l?

Religión y culturaSon preguntas muy comPl icadasa las que se ha acercado José Ma-ría Mardones, doctor en Sociolo-gía y Teología e investigador en ellnstituto de Filosofía del Centro Su-perior de I nvesti gaciones Científ i -c a s ( C S I C ) d e M a d r i d . D e s d e l adefinición deltérmino hasta el aná-l is is de la soc iedad moderna, Pa-s a n d o p o r l a s f u n c i o n e s d e l are l ig ión o su evoluc ión en la h is-tor ia , Mardones concluye que " larel igión se entrevera con la culturacomo su sent¡do Primordial Y comoel contenido más radica lY ProPio;a su vez, queda conf igurada Por

las formas culturales en sus expre-siones y modos religiosos". A pesarde esta re lac ión fundamenta l , ad-vierte que "la rel igión inst i tuciona-lizada atraviesa por un momentode cr is is aguda. De ahí la vuel ta demuchos creyentes crist ianos haciaespiritualidades místicas, esotéricas,pre-cr is t ianas e inc luso mágicas" .Y aunque nombra expl íc i tamentea "creyentes cristianos", cualquiera,creyente o no, puede caer en otrasespir i tual idades, si aceptamos quee n e l c o r a z ó n h u m a n o a n i d a u nsent imiento de nosta lg ia in f in i tahacia la t rascendencia.

O.ué soy, qué hago aquí, qué mediferencia de los animales que ma-to para comer y vestirme; eso es-tá bien o está mal; y si soY suPeriora el los, cuál es el objet ivo de eso,o por qué me muero y Para qué, Ya qu ién o a qué le debo es to . . . Lare l ig ión expresa la búsqueda desent ido y aún más: apuesta Por laex is tencia de ese sent ido (una es-peranza)y proporc iona una or ien-t a c i ó n , h a s t a e l p u n t o d e q u esiempre ha e jerc ido, en unas éPo-cas con más eficacia que en otras,funciones culturales, políticas, eco-

nómicas o ps ico lógicas. El

mal e jerc ic io de la re l ig ión l leva aconfl ictos ( i nterpersonales, nacio-nales, in tercul tura les. . . ) , pero és-te no es un mot ivo Para ex ig i r laerradicac ión de lo re l ig ioso.

Vo lv iendo a la adver tenc ia deMardones, y como él mismo aPuntaen las páginas que s iguen, actual -mente prol i feran centros de eso-t e r i s m o , d e s a b i d u r í a o r i e n t a l ,técnicas de cuidado del cuerpo ode equi l ibr io personal , e tc . que sepresentan como solución a los Pro-b lemas del sent ido. "La re l ig ión,lejos de abandonar la modernidad,c i rcu la por todos sus recovecos( . . . ) . L a s l g l e s i a s h a n P e r d i d o e lmonopo l io de la re l i g ión" . Es unadura afirmación que se puede afron-tar desde var ios ángulos. En estenúmero de lmágenes de la fe seapues ta por conocer Para com-prender y , desde ahí , establecerun d iá logo que nos l l eve a quere ral otro. Al igual que hoy no es acep-table la discriminación por razonesde sexo o de raza, tamPoco lo espor razones de re l ig ión. Las re l i -g iones han de l legar a un entendi -m i e n t o , a l m e n o s e n l o s t e m a sfundamentales que hoY interPelana toda la sociedad: Pobreza,ham-bre, ter ror ismo, guerras, insol ida-r idad , i nd i fe renc ia . . .

E l ln forme f ina l de la AsambleaInterre l ig iosa celebrada en e l Va-t icano en octubre de 1999 lo Pedíaasí: "Las rel igiones del mundo, en-t re e l l as , deber ían Presen ta r unmodelo de aceptac ión mutua, derespeto a la verdad y de amor, quepudiera conver t i rse en norma Pa-ra las re lac iones pol í t icas y soc ia-les en t re los pueb los " .J

Septiembre 2005 &

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Un vocablo garaun fenofneno

roximaciones

La relieiónrevela que

el hombre esun ser abierto,habitado poruna presencia

anteriory superior

r. -os adentramos en un océa-ñt no enorme y profundo. La

"f I pequeña embarcación quevamos a tomar siempre parte deun determinado puerto. No exis-ten explorac iones neutras en e lmundo de los fenómenos huma-nos. Siempre miramos desde unadeterminada perspect iva y conunos intereses que necesariamen-te acompañan a nuestro conoci-miento.

Nosotros nos embarcamos enes ta m i rada hac ia e l mar de loreligioso desde el mundo cristia-no. Es desde esta situación religio-sa del presente cristiano desde laque pretendemos responder bre-vemente a qué sea el fenómenorel ig ioso o re l ig ión. Se ha d ichocríticamente que, a menudo, esta

visión desde el cristianismo dis-torsiona el anál isis del hecho rel i-gioso y, alf inal, se dice más lo quees el hecho rel igioso crist iano quelo que es la re l ig ión. Hay que te-ner en cuenta esta crít ica (entrenosotros ha sido Alfredo Fierrouno de los que más ha ins is t idoen este pel igro, y hoy día tambiénnos lo recuerda Jacques Derrida,con su énfasis en la " lat inización"u occidentalización de la cuestiónde la religión). Para otros autores,especialmente historiadores de lasrel igiones, sin embargo, es mejorpartir de una determinada religiónque deci r qué es la re l ig ión o loesencial a todas las religiones. Tan-to para evitar la más absoluta va-guedad, como para no incurr ir enla "cristianización" de todo fenó-

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meno re l ig ioso, nos ayudan hoymuchos estudiosos que desde lahistoria de las rel igiones, la feno-menolog ía, la sociolog ía, la etno-log ía y la ps ico log ía , se hanocupado de este fenómeno tan hu-mano, tan importante y tan com-p le jo . A e l los , a sus p r inc ipa lesapor tac iones , acud i remos paraaclarar qué sea este fenómeno hu-mano que l lamamos re l ig ión.

El sienificadodela palabra

La pa labra ' re l i g ión 'no es una de-nominación general que tenga tra-ducción o equivalentes directos entodas las man i fes tac iones otradiciones rel igiosas. Esta deno-minación es de sabor lat ino. Elvo-cabulario indoeuropeo no disponede ningún término común para're-l ig ión ' . Se ref iere en pr imer lugara lo que los romanos entendÍancomo sus deberes r i tuales frentea los dioses. Especialmente bus-caban alejar los daños que les pu-d ieran sobreveni r de esos seressobrenaturales y obtener su pro-tección y ayuda.

El origen o et imología de la pa-labra no es seguro. Existen dos in-terpretaciones: una, la de Cicerón,que der ivaba e l vocablo ' re l ig ión 'de'religere' , con el sentido de re-coger, reunir, recolectar, revisar yhasta tener en cuenta; la otra, pro-puesta por Lactancio y Tertuliano,f o refiere a'religare' y expresaríaatar, vincular, unir, l igar.

Todavía en tiempos de san Agus-t ín , ' re l i g ión 'des ignaba a una co -m u n i d a d u o r d e n r e l i g i o s a . L aexpresión castellana "entrar en re-ligión" guarda todavía este rastro.Será a part ir de la l lustración (si-glo XVll l) cuando la denominaciónreligión se usa para designar elfe-nómeno global del cr ist ianismo y,por extensión, de cualquier ot ramanifestación de fe y culto apare-c ida en la h is tor ia .

A par t i r de esta genera l izac iónse comprende que es un vocablos i tuado en la cu l tu ra occ iden ta lmoderna , s in necesar ia co r res -

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pondencia en otras tradiciones ocul turas. El predominio occ iden-tal ha exportado eltérmino y lo haimpuesto en el medio académico.Derr ida hablará de la mundia lat i -n izac ión de la " re l ig ión" .

Para Mircea Eliade ya es un po-co tarde para buscar otro vocabloy ' re l ig ión ' puede ser una palabraút i l con ta l de que la mantenga-mos abierta a la variedad y com-plej idad del fenómeno rel igioso.

Aveces, religión quiere decir nosólo una determinada tradición re-l ig iosa, s ino la const i tuc ión re l i -g i o s a d e l s e r h u m a n o . E n e s t esen t ido , que mi ra más hac ia lasact i tudes personales, equiva le areligiosidad o, incluso, como hoyse dice en algunos contextos, se-ría iguaf a la espiritualidad.

Una vez visto este origen lat inodel vocablo y su inserc ión en lacultura occidental moderna, aden-trémonos un poco más en su sig-n i f i cado . ¿A qué se re f ie re lareligión? ¿Cuáles son sus elementosfundamentales?

¿Qué es la religión?El intento de aclarar qué es la re-l igión tuvo antecesores muy rele-vantes a principios del siglo XX.En e l espacio de unos años apa-recieron algunos intentos que hanpermanecido hasta hoy, no sin darlugar a correcciones y críticas. +>

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I I.o sANTo DE oTTOrl> Rudolf Otto, teólogo y estudioso

alemán de las re l ig iones, escr ib ióel ensayo Lo Santo. Lo racional ylo irracional en la idea de Dios (DasHeil ige) en 1917. Al igual que el ar-zobispo lu terano de Upsala, Na-than Sóderb lom, Ot to pone locomún a toda re l ig ión en " lo san-to" . Aquíestar ía e l nerv io centra lde toda rel igión.-Se trata de exa-minar y describir la experiencia re-l ig iosa. Algunos han denominadoeste l ibro una psicología fenome-nológica de la rel igión. Otto quieredar cuenta de lo que vive el hombrere l ig ioso. ,t La exper iencia re l ig iosa es, en

pr imer Iugar , conc ienc ia de unapresencia o poder miste_rioso queestá más allá del individu{. Se refie-re a una realidad objetiva, lo numi-noso , que t rasc iende toda o t raexperiencia. Nos encontramos, portanto, desde el inicio ante un poderocul to y mister ioso, lo numinoso,que nos afecta, dimensión subiet i-va. Otto insist irá en obras poste-r iores en que lo fundamenta l de laexperiencia rel igiosa es, justamen-te, la apar ic ión de lo numinoso co-mo lo absoluto o incondic ionadoen cuanto nos compromete total-mente.l!--a conciencia que el hombre reli-gioso posee de lo numinoso o santoes descri ta como "sentimiento decr ia tura" de encontrarse ante e lmisterio totalmente otro. Un miste-r io que se presenta con la doblefaz de lo tremendoy lo fascinante.l

Mysterium tremendum que sepuede manifestar en formas ferocesy demoníacas que or ig inan pavory temor, espanto y horror en la cria-tura humana. Ante esta real idadel ser humano se siente radicalmen-te inseguro, como s i le fa l lara e lsuelo, ante la absoluta inaccesib i -l idad e inefabi l idad de lo santo; sesobrecoge y anonada, surge el sen-t imiento de desproporción y peca-do. Al mismo tiempo, la "majestad"o potencia de lo numinoso se ma-ni f iesta como energía e impulso.

Mysterium fascinans, algo queatrae, capta, embarga, fascina. Estemisterio seductor y atract ivo pro-duce embriaguez, arrobo y éxta-sis. La inseguridad anterior se tornaconf ianza y entrega. ia sant idadde lo numinoso se manif iesta aho-ra como exaltación, arrebato y exul-tación beati f icante.: La experienciade la cr ia tura humána ante e l mis-ter¡o de lo santo se presenta conesta ambivalencia o doble armo-nía de contrastes: entre lo que arre-bata y repele, hechiza y causa pavo)

Otto rastreó en elAntiguo y Nue-vo Testamento y en los himnos delas diversas tradiciones rel igiosasla confirmación de lo expuesto. Suscrít icos han señalado un suti l des-l izamiento hacia el esquema bíbl i-co, cristiano, del encuentro personalen la exper iencia de lo numinoso.

I u coNCIENCIA COLECTIVADE DURKHEIM

El soc ió logo f rancés Émi le Dur-kheim escribió en su madurez, en

1912, Las formas elementales dela vida religiosa. Para este autor loesencia l de la re l ig ión radica en lasociedad. La religión sería una pro-yección s imból ica de la ident idadde la tr ibu, clan o grupo social. Co-mo se ve ya, aquí no hay referen-c i a a l g u n a h a c i a u n a r e a l i d a dtrascendente e independiente; es-tamos an te una exp l i cac ión quereduce esa impresión de sobre-natura l a un fenómeno socia l .

A n a l i z a n d o l a s r e l i g i o n e s e l e -menta les o menos evoluc ionadasde la humanidad, las austra l ianas,Durkheim y su escuela, con cola-boradores tan prestigiosos comoMarcel Mauss y Henri Hubert, di-rán que e l e lemento pr imordia l esel mana, una fuerza sui generis,inmater ia l e impersonal , que ex-presa la hipóstasis del clan. (Ma-

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"El contenido cualitativo de lo numinoso -que se presenta baio

la forma de misterio- está constituido, de una parte, por ese elemento

antes descrito, que hemos llamado tremendum, que detiene y distancia

con su maiestad. Pero, por otra parte, es claramente algo que al mismo

tiempo atrae, capta, embarga, fascina. Ambos elementos, atrayente

y retrayente, vienen a formar entre sí una extraña armonía de contrastes.

Este contraste armónico, este doble carácter de lo numinoso,

se descubre a lo largo de toda la evolución religiosa, por lo menos

a partir del grado de pavor demoníaco. Es el hecho más singular y notable

de la historia de la religión".

I rraoenes de La fe - 395

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I "*o puede haber sociedad queI no sienta la necesidad de

conservar y reafirmar, a intervalosregulares, los sentimientos eideas colectivas que leproporcionan su unidad ypersonalidad. Pues bien, no sepuede conseguir estareconstrucción moral más que pormedio de reuniones, asambleas,congregaciones en las que losindiüduos, estrechamente unidos,reafirmen en común sus comunessentimientos; de ahí, la existenciade ceremonias propiamente

religiosas ¿Qué diferenciaesencial existe entre una reuniónde cristianos celebrando lasprincipales efemérides de la vidade Cristo, o de iudíos festeiandola huida de Egipto o lapromulgación del decálogo, y unareunión de ciudadanosconmemorando el estableci-miento de una nueva constituciónmoral o algún gran

acontecimiento de la üdanacional?

Si en la actualidad nos resultaqaizá difícil imaginar en quépodrán consistir esas fiestas yceremonias del porvenir, esporque atravesamos una fase detransición y mediocridad moral".

Émile Durkheim, Las formas elementales de

la vida religiosa, pp. 397-398.

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duce en la realidad entre lo sagradoy lo profano. Ahora bien, esta vi-s ión socio lógica nunca ha dejadode despertar las crít¡cas de un re-duccionismo: la cons¡deración me-r a m e n t e s o c ¡ a l y c u l t u r a l d e lfenómeno re l ig ioso. Por más im-poftante que sea, es sólo una pers-pect¡va.

I u PEcULIARIDAD DELO SAGRADO DE ELIADE

Este autor rumano, h is tor iador yhermeneuta de las re l ig iones, sesiente segu¡dor de Otto, pero tam-b ién qu ie re inc lu i r en su aná l i s i slas apor tac¡ones del anál is is h is-tór ico, soc io lógico, etnológico y q>

na es un vocablo de oceanía quesería la categoría general descrip-t iva del poder impersonal de lo sa-grado; procede de R.H. Condrigton,que ya en su estudio sobre los me-lanes ios , en 1891 , a f i rmaba queentre éstos el sistema religioso es-taba basado en lo que e l los l l a -maban mana.l

E l secreto de la re l ig ión quedaasí desvelado. Es la soc¡edad, es-pec¡almente su conc¡encia colectiva,es dec¡r, el conjunto de creenciasy sent¡mientos comunes que exis-ten entre los miembros de una so-ciedad, lo que produce la sensaciónde poder y de fuerza misteriosa delo sagrado.

Esta experiencia se traspasa, des-pués, altótem o representación vi-s ib le de lo sagrado y ya tenemosen marcha el culto, los rituales, etc.

P e r o e n e l f o n d o l o q u e s e e n -cuentra es la sociedad, la sociedadrecreada r i tua l y s imból icamenteen acc¡ones colect ivas. Ahí e l in-d iv iduo se s¡ente más, puede másy hasta se siente salvado; t iene elsent imiento d i fuso de a lgo supe-rior a su individual idad, que en rea-l idad no es más que la fuerza dela soc iedad , an te r io r a cada unode e l los , y que , s in duda , l es so -brevivirá.

Se adv ie r te tamb ién que es tafuerza impersonal y anónima, in-manente y trascendente a la vez,d iv ide a l mundo en dos: lo sagra-do y lo exter ior a l mundo sagra-do, lo profano.

Ya tenemos las aportac¡ones fun-damenta les de Durkheim y su es-cue la : l o sagrado como fuerza ypotenc¡a y la d is t inc ión que in t ro-

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d> psicológico. Tras un paciente aná-l is is morfo lógico y una t ipo logíadel fenómeno rel igioso quiere des-cubr i r lo propio de la re l ig ión.

Para Mircea El iade hay que se-guir la estela de la experiencia re-l i g i o s a . Y a h í n o s e n c o n t r a m o senseguida con la manifestación delo sagrado captado por el hombrere l ig ioso. El iade denominará h ie-rofa n ía, I itera I mente " manifestación

de lo sagrado", a l acto en e l cualese a lgo, sagrado, que t rasc iendeeste mundo, se manif iesta en él através de cosas, objetos, que for-man parte integrante de nuestromundo mater ia l . A l mani festarselo sagrado en esos objetos, éstosadquieren una d imensión sacra l ,que los hace mediadores, mejordicho, símbolos, de lo sagrado. Es-tos objetos donde se manifiesta lo

sagrado, símbolos, son el mediopor e l cual e l hombre es capaz decaptar y comunicar lo sagrado. To-do puede ser símbolo o convert ir-se en h ierofanía. Se comprendeasí la extraordinaria capacidad sim-bol izadora y sacral izadora de la re-l ig ión. Y también su ambivalencia,dado que todo puede ser hierofá-n ico. En e l fondo, la te una d ia léc-t ica en la h ierofanía, ya que unareal idad mundana deja de ser lo yadquiere una nueva dimensión quelo hace sacro o lo convierte en tabú.

¿Cuál es la raízde esta capacidadsimbol izadora del hombre? ¿Ouées lo que hace a las cosas símbolosrel igiosos? La respuesta de El iadedi rá que la captac ión de lo sagra-do en medio de lo profano requiere"una ruptura de nivel ontológico".Es decir, para El iade el ser humanoque capta Io sagrado en ciertas co-sas, personas o lugares, part icipade un ámbi to onto lógico, o n ive ldel ser, totalmente diferente al queno percibe más que las cosas des-nudas en su profanidad. Lo rel igio-so supone, por tanto, una toma deconciencia totalmente dist inta dela que se queda en e l mundo pura-mente empírico. Hay un salto denive l , un descubr imiento de ot rareal idad por debajo o más a l lá dela meramente percept¡ble. Y éstase mani f iesta como impregnandola real idad toda del ser, potencia,perennidad, ef icacia y sentido. Lare l ig ión se hal la re lac ionada conla experiencia de lo sagrado y es-to t iene que ver con el ser, el sen-t ido y la verdad.

Lo re l ig ioso para El iade "const i -tuye una est ructura ú l t ima de laconciencia" .La re l ig ión t iene mu-cho que ver, para este autor, conla construcc ión de un mundo consentido. Por esta razón,la rel igiónse relaciona estrechamente con labúsqueda de sentido del ser huma-no, lo que acercará la rel igión a lasideologías o v is iones del mundototal¡zantes. Vemos también quela d is t inc ión durkheimiana entresagrado y profano cobra aquí granimportancia: lo re l ig ioso del imi ta

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el mundo en dos espacios, sagra-do y profano, totalmente diferen-tes. Tampoco nos extrañará que elgran esfuerzo de Eliade fuera el es-tudiar las diversas manifestacionesde lo sagrado o hierofanías. Paraé1, la h is tor ia de las re l ig iones erauna acumulac ión de h ierofanías,desde las más elementales, hastala más suprema, euo, para un cris-t i ano , es la encarnac ión de D iosen Jesucristo.

Y precisamente porque el juegode lo rel igioso se establece entrelo sagrado y lo profano, en un mun-do donde lo "secular" o mundanoavanza pretendiendo ocupar todo,la preocupación del ú l t imo El iadeserá descubr i r cómo lo sagradoaparece o se manif iesta enmasca-rado en lo profano. Incluso avistaun momento h is tó r i co , qu izá e lnuestrb, en que aparezcaun nuevot ipo de "exper iencia re l ig iosa" : latoma de conc ienc ia , pa radó j i ca ,del carácter radicatmente profanode l mundo .

I ¿UNA DEFINICIÓNDE RELIGIÓNO UNA PREOCUPAqÓNPROFUNDAMENTEHUMANA?

Al f ¡nal de esta breve excurs iónpor estos tres autores, quizá se di-ga que ya estamos dispuestos paradar una definición de religión. Nadamás le jos de la real idad. Nos he-mos encontrado más bien con unaserie de experiencias que respon-den a la inquietud humana f rentea su mundo . Hab la r de lo sagradoy lo profano, del poder o sobre-poder de lo numinoso, con su fas-c inación y miedo, no d ice nada dela rel igión desde el punto de vistade l con ten ido . Nos o r ien ta másbien hacia lo que se denomina unadefinición formal de la rel igión, esdec i r , vac ía de con ten ido y queapunta hacia las inquietudes o cues-t iones que rondan las experienciasre l ig iosas.

El ser humano se encuentra enuna real idad que se le mani f iesta"natura l " o desnuda con toda una

"El hombre entra en conocimientode lo sagrado porque semanifiesta, porque se muestracomo algo diferente por completode lo profano. Para denominar elacto de esta manifestación de losagrado hemos propuesto eltérmino hierofanía, que escómodo, puesto que no implicaninguna preclsión suplementaria:no expresa más que lo que estáimplícito en su contenido

etimológico, es decil que algosagrailo se nos muestra. Podría

decirse que la historia de lasreligiones, de las más primitivas alas más elaboradas, estáconstituida por una acumulación

de hierofanías, por las

manifestaciones de las realidadessacras. De la hierofanía más

elemental (por eiemplo, lamanifestación de lo sagrado enun obieto cualquiera; üho piedra

o un árbol) hasta la hierofanía

suprema, que es, para uncristiano, la encarnación de Dios

en fesucristo, no existe soluciónde continuidad. Se trata siempredel mismo acto mistedoso: lamanifestación de algo'completamente diferente', deuna realidad que no pertenece anuestro mundo, en obietos que

forman parte integrante denuestro mundo'natural','profano"'.

Mircea Eliade,

Lo sagrado y lo profano, pp. l8- 19.

serie de contradicciones y desga-rros. Como dice Leszek Kolakowski,e l hombre se s iente "desampara-do ante la natura leza" . Frente ae l la , es te se r humano busca ex -pl icación y sentido. Sentido tota-l i z a n t e y ú l t i m o , d e f i n i t i v o . L arel igión expresaría esta búsquedade sentido -aspecto "negativo"-y, a la vez, la apuesta por la exis-tencia de ese sentido -aspecto "po-s i t ivo"- . Se ent iende, s igu iendoesta línea, que Thomas Luckmannpresente la re l ig ión como lo que"en definit iva da sentido". Y com-prenderemos la def in ic ión formalde rel igión que ofrece Karl-HeinzOhl ig : "La suma de las exper ien-cias y de las verbal izaciones y for-mas de comportamiento derivadasde e l las en las que e l hombre o loshombres se problematizan a sí mis-mos, a su mundo y a su h is tor ia ,a propósi to del sent ido ú l t imo".Este camino nos conduce hacia laspreguntas y las esperanzas de sen-t ido, fel icidad, total idad, identidad,or ientac ión, sa lvac ión, que acer-can las t radic iones re l ig iosas a lassabidurías, las f i losofías, las ideo-logías. Claro que estas búsquedasy respuestas no se reducen a locognitivo expresado en palabras,es deci r , en fórmulas, orac iones,mitos, doctr inas y teologías, s¡notambién en acciones, desde el cul-to a la magia o la ét ica. Y añada- r l>

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PALABRA

r t> mos que la re l ig ión se p lasma eninstituciones y formas sociales,adoptando diversos modos de so-cial ización, desde las rel igiones tr i-ba les a las nacionales, desde lassociedades secretas y las sectas alas re l ig iones universales. Las pa-labras, los r i tos y las inst i tuc ionesson los t res e lementos en los quecr i s ta l i za e l fenómeno re l i g ioso .Pero , a l fondo , l a te la luz incan-descente de lo sagrado, lo numi-noso, lo santo y divino en el corazónh u m a n o .

De una forma más comple ja po-demos refer i rnos, con e l h is tor ia-dor y f i lósofo Ninian Smart, a lass ie te d imens iones de la re l i g ión .En vez de dar una def in ic ión de lare l ig ión, este estudioso proponeesta descripción o retrato hepta-d imensional de los e lementos queconst i tuyen un s is tema re l ig ioso,aunque en sus concrec iones h is-tór icas los énfas is var íen mucho.Tendr íamos las s iguientes d imen-s iones: la práct ica y r i tua l ; la ex-periencial y emocional; la narrat ivao míst ica; la doctr inal y f i losófica;la ét ica y legal ; la soc ia l e inst i tu-c iona l , y l a mate r ia l .

Cerremos este apartado dicien-do que una inquietud tan profun-damente humana y tan abarcadora

"La religación no es unadimensión que pertenezca ala naturaleza del hombre,sino a srpersona, si sequiere a su naturaleza

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permite decir a esta altura ya, queel fenómeno re l ig ioso es tan cen-tral en la vida humana que es cons-t i tut ivo de la misma. A la larga, losseres humanos no pueden esqui -var la cuest ión re l ig iosa.

I u uísncnNOS AYUDAA DEGIROUÉ ES LA RELIGIÓN

Ya hemos v is to que e l su jeto, suexperiencia, juega un papel centralen el fenómeno rel igioso. En la his-tor ia de las re l ig iones no hay d is-cusión en considerar a los míst icoscomo la c ima de la exper iencia re-l igiosa. Si los míst icos son los quemás saben de ese conoc im ien to

exper imenta l de lo sagrado, ¿quénos d icen es tos se res humanosque han accedido, parece, a l nú-c leo in ter ior de la re l ig ión?

La re l ig ión t iene, como v io VonHügel , t res e lementos en tensiónconstante que constituyen su esen-c ia: la especulac ión rac ional o e le-m e n t o d o c t r i n a l , l a i n s t i t u c i ó ncomun i ta r ia y soc ia l y e l impu lsomístico.

Toda re l ig ión v ive de un impul-so míst ico in ic ia l . S in exper ienciaprev ia de lo sagrado o d iv ino nose puede concebi r una autént icare l ig ión (ésta es la convicc ión dedos c lás icos del pensamiento re-ligioso como William James y Hen-r i B e r g s o n ) . E n e l i n t e r i o r d e l are l ig ión, como hemos v is to, an idala experiencia de lo sagrado en susvar iadas fo rmas . La exper ienc iamíst ica es la más e levada. Supo-ne una penetrac ión entre in tu i t i -vo-emocional de la real idad, comoh a b i t a d a , p o s e í d a , s o s t e n i d a yt ransf igurada por la Presencia deuna Rea l idad ú l t ima , lo sagrado ,san to , d i v ino , que se man i f i es taen unión y cercanía amorosa ínt i -ma con e l creyente. Somos uno;somos no-dos, se d i rá desde losUpanishads hasta el Maestro Ec-khart. La certeza de la conciencia

.., ,,.'.::ffi)t,:,

En la religión no sentimospreüamente una ayudapara obrar, sino unfundamento para ser.Por esto, su "ultimación"o expresión supremaes el "culto", en el másamplio e integral sentidodel vocablo, no comoconiunto de ritos, sino

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personalizada. La pura

naturaleza con el simple

mecanismo de sus

facultades anímicas y

psicofísicas no es el suieto

formal de la religación.

El suieto formal de la

religación es la naturalezapersonalizada.

Estamos religadosprimariamente no en cuanto

dotados naturalmente de

ciertas propiedades, sino

en cuanto subsistentespersonalmente. Por esto

meior que de religión

natural hablaríamos de

religión personal. La índole

de nuestra personalidad

envuelve formalmente la

religación. Ya San

Buenaventura hacía

consistir toda persona, aún

la finita, en una relación, y

caracterizaba dicha

relación como un principium

originale. La persona

envuelve en sí misma una

relación de origen para San

Buenaventura. La religación

no es el prtncipium originale,pero es el fenómenoprimario en que se actualiza

en nuestra existencia. La

religión no es una propiedad

ni una necesidad; es algo

distinto y superior: una

dimensión formal del serpersonal humano. Religión,

en cuanto tal, no es, ni un

simple sentimiento, ni un

nudo de conocimiento, ni un

acto de obediencia, ni un

incremento para la acción,

sino actualización del ser

religado del hombre.

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W Imágenes de [a fe - 395

Page 11: ¿Qué es la religión?

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d e e s t a R e a l i d a d q u i t a m i e d o yhace aparecer la real idad cot id ia-na de un modo no sólo s igni f ica-t i v o , s i n o d e s l u m b r a n t e . U n aPresencia, ac laremos, que s iem-pre estaba ya ahí antes de toda in-quietud humana, que se manif iestaelusivamente y como lo que se meda e, inc luso, me busca antes queyo a e l la . Es una Presencia or ig i -nante, posib i l i tante, dante, y tandiscreta que no osa deci r e l nom-bre, como la huel la de un paso an-ter ior , que s iempre está l legandoy está por venir.

Pero no es n i l a segur idad de lsent ido n i la v ibrac ión emocional¡ntensa que comporta, lo centra lde la mística. Los místicos hindúesy crist ianos, sufíes y judíos, coin-c iden en que lo centra l está en launión de voluntades, de adhesióna l o rden de l se r que esa Presen-c ia, ese Uno, d iv ino, Dios, ha de-

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jado impreso en toda la creacióny en mí mismo. Sent i rse y v iv i rsecomo manifestación de la vida mis-ma de esa Real idad ú l t ima, ser íalo esencia l . Dicho con sensib i l idadcr is t iana, e l amor es lo def in i t ivo.Viv i r la unión con Dios que se ma-nifestará en las relaciones prácti-co amorosas con los hermanos.

Si la míst ica es el corazón de lare l i g ión , se nos descubre que larel igión vive de la nostalgia inf ini ta

"¿A d$nd* te encondlrte, Ammd*,y rne deimmtm cmn 6ernid*?

flom* sl ei*rv* hul*t*fuahit6nclnme herfd*r*ml[ trmm ti slamarid*

y *rmn idc".5 ; l t r f ua r r r ' l r . l ; ¡ ( r r ¡ ¡

\ ¡ l i ¡ l l t r . r : , ; ¡ l t l r - i ; i ¡ r i i r ' , i ' , . ' , i

que t iene e l co razón humano, de ldeseo in f in i to que é l es incapaz ded o m i n a r y a l q u e s ó l o s e p u e d ed isponer de fo rma rad ica lmenteabier ta para dejarse l lenar por e lMisterio que habita la realidad toda.La re l ig ión nos d ice así mucho so-b re e l m ismo ser humano: un se rabierto radicalmente, habitado poruna presencia anter ior y super iora é l mismo que le convier te en unser del exceso y en un enigma pa-ra s í mismo (Pascal ) ; an imal s im-ból ico (Cassirer) que t iene una sedpro funda de lo ve rdaderamenterea l , que descubre "e l hecho in -concuso de la re l igac ión a l poderde lo real " (Zubi r i ) , "s íntes is de f i -n i tud e in f in i tud , de lo tempora l ylo eterno, de l ibertad y necesidad"(Kierkegaard) ; ser inquieto hastaq u e e n c u e n t r e e l r e p o s o y d e s -canse en e l m ismo Mis te r io (sanAgus t ín ) .1

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Page 12: ¿Qué es la religión?

Una religiónque se distancie

de la razón

?,se pongaen su contra

es radicalmentesospechosa

de inhumanidad

El'centinela

a re l ig ión ha s ido un temapermanente de la razón hu-mana. Especialmente en la

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modernidad, la razón se las ha vis-to con la religión de una forma crí-t ica y hasta podríamos decir, encompetencia. Si la rel igión buscaproporcionar sentido y orientaciónal ser humano, la rac ional idad, ala-af tura de l .a modernidad, pre-tendió también iugar este papel.De ahí la confrontación, a menu-do nada amistosa y l lena de re-proches mutuos, entre razónr¡oderna y religión. Veamos, aun-que sea dé"una' 'manera muy bre-ve, unos rasgos de esta historiaoccidental entre religión y razón.También nos ensefta y dice algoacerca de la misma rel igión.

del hofizonte'

La tentación reductoraNo han faltado, como veíamos enel caso de Durkheim, los intentosde expl icar la rel igión remit iéndo-la a otros aspectos sectoriales dela vida humana. Así, por ejemplo,el siglo XIX especialmente, conoción u merosas explicaciones raciona-les que daban cuenta del "proble-ma" de la rel igión. Refirámosnosa a. lgunas de e l las ind icando lasmás famosas y;persistentgs, en va-riaciones diversas, hasta el día dehoy.

Para algunos, como el antropó-lqgo escocés y estudioso de la re-f ig ión James George F¡azer(1854-19411, autor de La rama do-rada,la rel igión vendría a colmarlas lagunas del conocimiento hu-

# rragenes de La fe - 395

Page 13: ¿Qué es la religión?

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mano sobre e l mundo ; se r ía , enúlt imo término, una interpretaciónfalsa de la naturaleza y la socie-dad, un fantasear arb i t rar io y , amenudo last imero, fruto de la ig-norancia y de la carencia de infor-mación.

Hay que agradecer a Frazer quehaya probado -contra Freud- quede los muchos c ientos de t r ibustotémicas sólo cuatro conocen unrito que se aproxime a la muerter i t u a l y a l a i n g e s t i ó n d e l D i o s -Tótem.

Sabemos de la c r í t i ca de Kar lMarx, que, siguiendo a Feuerbach,creía también haber revelado laesencia de la re l ig ión a l descubr i rel fenómeno de la proyección hu-mana hacia una real idad fuera dees te mundo . Ouedaba c la ro quees el hombre el que hace la rel igióny no a la inversa. La rel igión es unaconc ienc ia inver t ida de l mundo .Una teoría general de este mundoque, f rente a las condic iones so-c ioeconómicas de desigualdad einjust icia, expande un cierto aro-ma espi r i tua l para pal iar , o f recerconsue lo y jus t i f i cac ión , a la s i -tuac ión de esta sociedad. Es fa-mosa su f rase consiguiente: "Lamiseria rel igiosa es, por una par-te, fa expresión de la miseria realy, por otra parte,la protesta con-

" la necesidad misma de usar delos símbolos rel igiosos".

La teoría de Freud intenta tam-bién una expl icación de la rel igión.Los impu lsos b io lóg icos de l se rhumano encuentran en la cu l turay c iv i l izac ión una fuerza que losembrida y los somete. Estas ener-gías puls ionales buscan su com-pensación. Algunos los encauzana través de su propia creación su-blimada, pero la mayoría, mediantela re l ig ión, los engaña con la es-peranza de una compensación ex-t raterrena en e l más a l lá . De ahíque para Freud la re l ig ión sea unaneurosis colectiva. Un mecanismoi lusor io para domest icar y repr i -m i r , med ian te las c reenc ias , l asenergías puls ionales del hombre.Si esto fuera así, debiera haber unacorrespondencia o proporcional i-dad entre la intensidad de las creen-c ias y la fuerza de los contro lesmorales ejercidos por las inst i tu-ciones. Pero no hay constataciónempírica de este fenómeno.

Freud, además, aceptó acrít ica-mente la opinión de Atkinson so-b r e l a s p r i m e r a s c o m u n i d a d e shumanas formadas por un varóny varias mujeres. De ahí los celosdel padre cuando crecían los hi josy la revuelta de éstos que termi-naban matando al padre, apoderán-dose de las mujeres y comiéndoseal padre en un banquete totémico.Pero como han señalado los me-jores etnólogos, de Boas a Kroebero Ma l inowsk i , n i l a re l i g ión co -mienza con e l to temismo ni todoslos pueblos han pasado por é1.

Con todo, hay que agradecer aFreud e l enorme descubr imientodel inconsciente. Alentó el estudiode los símbolos y de los mitos. Lasimágenes y los s ímbolos comuni-c a n s u s " m e n s a j e s " a u n q u e n oseamos conscientes de e l lo .

Ouizá quepa conclu i r esta bre-vísima relación de intentos de ex-p l icac ión reductora de la re l ig ióncon una f rase lap idar ia y s imple,como hace un hombre tan pocosospechoso como Kolakowski: " larel igión existe de hecho". Es 6r-f>'

tra la miseria real. La rel igión es elsuspiro de la criatura oprimida, elcorazón de un mundo sin corazón,así como es el espír i tu de una si-tuación carente de espír i tu. Es elopio del pueblo".

Marx ha abier to los o jos a loscreyentes para que dejen de seringenuos y sean conscientes delos roles sociales y polí t icos quejuega la re l ig ión.

Pero tampoco la reducción so-cio-polít ica expl ica la persistenciad e l a r e l i g i ó n . C o m o d i r á K o l a -kowski, no se termina de expl icar

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Septiembre 2005 15' : =

Page 14: ¿Qué es la religión?

RAZON

rt> cir, la rel igión está ahí, en primerlugar , y s i , en segundo lugar , cum-ple funciones inst rumenta les, es-t o s e d e b e a q u e e l l a e s n oinst rumenta l . S in duda, es correc-to e importante, como vamos a vera cont inuación, mostrar cómo lare l ig ión, los s ímbolos, acc iones einst i tuc iones re l ig iosas, se corre-lac ionan con necesidades huma-nas y sociales. Pero advert ir estono quiere deci r que hayamos ex-p l icado e l "or igen absoluto" de lare l ig ión. Y añadamos tamb¡én, co-mo veremos más adelante, que lacrítica racional de la religión le des-

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"Nunca olvidaré que cierto día, en un pasillo del Ateneo, me confesó un

ingenuo ateneísta que él había nacido sin el preiuicio religioso. Y esto me lo

decía, poco más o menos, con el tono y el gesto con que hubiera podido

declararme: 'Yo, ¿sabe usted?, he nacido sin el rudimento del tercer

párpado'. Semeiante manera de considerar la religión es profundamente

chabacana. Yo no concibo que ningún hombre, el cual aspire a henchir su

espíritu indefinidamente, pueda renunciar sin dolor al mundo de lo religioso;

a mí, al menos, me produce enorme pesar sentirme excluido de la

participación en ese mundo. Porque hay un sentido religioso como hay un

sentido estético y un sentido del olfato, del tacto, de la visión (...) Hay un

mundo más allá, de realidades religiosas y el sentido religioso hace senür al

punto que se entra en contacto con las cosas, esa otra vida de segundo

plano que ellas tienen, su vida religiosa, su latir divino. Porque es lo cierto

que sublimando toda cosa hasta su última determinación, llega un instante

en que la ciencia acaba sin acabar la cosa; este núcleo transcientÍfico de las

cosas es su religiosidad (...) todo hombre que piense: la vida es una cosa

seria, es un hombre íntimamente religioso".

Ortega y Gasset sobre "El Santo", Obras Compleúas, Alianza, Madrid, pp. 430-438, 436.

vela a ésta muchas desviac ioneso contaminaciones que no la de-jan se r rea lmente e l l a m isma.

Cambio de climaNietzsche, a f ¡nales del s ig lo XlX,ya v io c laramente que e l c l ima cul -tura l de Europa ya no era propic¡opara af irmaciones con pretens¡o-nes ta¡antes y def in i t ivas. Su fa-moso anunc io de que D ios hamuer to expresa , an tes que unaprofesión de ateísmo, la negaciónde ve rdades abso lu tas o funda-mentos ú l t imos. Donde hay ver-dades abso lu tas , hay p r inc ip ios

supremos y fundamentos inconcu-sos; pero donde ya no se cree po-s ib le captar con la razón humanaun fundamento ú l t imo de la real ¡ -dad en fo rma de una es t ruc tu raobjet iva, nos encontramos anteuna real idad más f rági l y abier ta.

Hoy estamos en una atmósferacul tura l y rac ional que a lgunos de-n o m i n a n " p o s t m o d e r n a " y q u ep i e n s a y s i e n t e e n l a l í n e anietzscheana: no se puede pensarla real idad como algo anclado só-l idamente en fundamentos graní-ticos. Al contrario, la llamada críticade Nietszche y Heidegger a la mo-dern idad, seguida hoy por nume-rosos pensadores desde Derrida aRorty o Vattimo, declaran una ¡m-p o s i b i l i d a d d e f u n d a m e n t a c i ó nracional última, un pluralismo inter-pretador. En esta atmósfera, comodice abiertamente Richard Rorty,pueden crecer la poesía y la re l i -g ión, o como di rá Gianni Vat t imoprovocativamente contra las pre-tensiones positivistas o marxistas,no hay razones para ser ateo. Lasrespuestas a la experiencia humana

fifi¡ Imágenes de La fe - 395

Page 15: ¿Qué es la religión?

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"Hoy percibo más claramente que

antes la contradicclón inherenteal proyecto de pensar la

trascendencia y, por tanto, lainutilidad de pretender

salvaguardarla a fuerza dedepurar las condiciones de suconocimiento, desde una filosofíaque sigue pensando al hombre

como capazde obtener por elpensamiento una expücación

adecuada de la totalidad de loreal que abarque incluso a la

absoluta trascendencia. Veo conmayor claridad que ésta sólo serevela al hombre en el acto detrascendimiento que supone sureconocimiento efecüvo, y que

éste tiene su lugar deidentificación en la relación

interpersonal, en la aceptación

de valores absolutos y en la

adoración religiosa".

Juan Martín Velasco,

El encuentro con Dios, p. 12

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de f in i tud, cont ingenc¡a e h is tor i -c idad quedan ab ie r tas a las res -puestas rel igiosas.

Ahora bien, tampoco las respues-tas re l ig iosas gozan del estatutode verdades absolutas o revela-das. Son propuestas, con preten-s ión razonab le , a la incesan tebúsqueda humana de dar sent¡dotota l ¡zante a la v ida y la real idad.Por esta razón, como hoy señalaimpertérr i tamente Hans Blumen-berg, cabe entender el mito y la re-l ig ión como estrateg¡as de a l iv iofrente al "absolut ismo insoporta-b le de la real idad" . Y s iempre semant iene la t remenda duda antee l deseo de que " la inan idad nosea la ú l t ima palabra" .

Kolakowski , c i témosle una vezmás , s in p roc l i v idades pos tmo-dernas, con un gran sentido dialéc-t¡co y un escepticismo acendrado,dirá, coincidiendo con Paul Ricoeury otros muchos en este punto, quelas visiones totalizantes tienen másde mítico u onírico-metafísico quede conocimiento corroborable. Sonconvicc iones. Y tanto la re l ig ión

como la c iencia se fundan en losvalores y visiones total¡zantes deuna cultura que son objeto de fe.Al f inal, toda propuesta de sentidotota l izante como es la re l ig ión, noes objeto de veri f icación ni falsa-ción, sino de conjetura y de apuestaarriesgada. Es una aceptación quetiene mucho de esperanza confiada,de p iedad, y donde se ent iendemejor la expres ión de Schle ier-macher sobre la rel igión: "El sen-t imiento de dependencia absolutao incond ic iona l " . Es dec i r , comoglosa Paul l i l l ich, una experienciaexistencial totalizante, una preocu-pación últ ima en la que la personaaparece compromet ida en su to-ta l i dad .

¿Oué t ipo de rac ional idad es lapropia de la re l ig ión? Ricoeur , s ind u d a u n o d e l o s f i l ó s o f o s c o n -temporáneos que mejor se ha apro-x imado a l s ímbolo y a l fenómenoref ig ioso , d i rá que es una rac io-nalidad simbólica. Una "inteligenciadel umbral", con proclividad a adue-ñarse de eso sagrado, Totalmen-te-Otro, para objetivarlo y disponer

d e é 1 . D e a h í l a n e c e s i d a d c o m -p lementa r ia de una rac ¡ona l idadcr í t i ca , como "cen t ine la de l ho -r i zon te " pa ra que no permi ta lacosif icación e idol ización de lo sa-grado.

Concluyamos con El iade que lare l ig ión es un fenómeno humanosui generis que tiene su propia au-tonomía. Pertenece al mundo delespír i tu o de la naturaleza de la vi-da espi r i tua l humana "abier ta" a lmundo. La razón y la ciencia nosayudarán muchísimo a ver muchasde las func iones de la re l i g ión ysus desviaciones o tergiversacio-nes. Pero tanto la rel igión como lai r re l ig ios idad pueden ser fa lsas oauténticas, pueden brotar de unaverdadera búsqueda o engañarsea sí mismas. Razón y re l ig ión noestán, portanto, enfrentadas. Y ha-brá que deci t t ras la exper ienciade la cr í t ica rac ional a la re l ig ión,que la re l ig ión le t iene que agrade-cer mucho a la razón. Una rel igiónque se distancie de la razón o seponga en su contra es radicalmentesospechosa de inhumanidad. i

Septiembre 2005 17

Page 16: ¿Qué es la religión?

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¿Pata que sirve^la religión?

a hemos visto que los crít i -cos de la rel igión en sus ex-pl icaciones reductoras, sin

embargo, apuntaban a hechos rea-les. La rel igión, y concretamenteel cr is t ian ismo, en su marcha h is-tórica ha sido más que rel igión: haejercido una serie de funciones so-c ia les, cu l tura les, pol í t icas, eco-nómicas , ps ico lóg icas , que hansido puestas de manifiesto, en mu-chos casos, como veladoras o en-cubr idoras de la misma re l ig ión.La rel igión se manif iesta así comoun fenómeno en t reverado p ro -fundamente con todo lo huma-

no y hasta fác i l de manipular yser desviado y usado para otrosf ines. De ahí la pel igros idadd e l a r e l i g i ó n y l a v i g i l a n c i aque ex ige.

El donadorde sentidopor excelenciaYa hemos indica-

do cómo la ex-per iencia del o s a g r a d odice relación

a lo abso lu ta -m e n t e r e a l e n e l

mundo y, por tanto, con-fiere un sentido y orientación a losimpu lsos y exper ienc ias de l se rhumano. No t iene nada de ext ra-ño que la rel igión haya sido histó-

ricamente la encargadade vehicu lar y t rans-

tac ión. La re l ig ión es la gran do-nadora de sentido a los seres hu-manos en medio de una real idada menudo caótica y pel igrosa.

Peter Berger y otros sociólogosde la re l ig ión han mostrado muybien cómo la re l ig ión, en cuantodonadora de sentido par excellence,"ha desempeñado un pape l es -t ratégico en la empresa humanade cons t rucc ión de l mundo" . Larazón es fáci l de comprender: lare l ig ión s i túa e l mundo humano,sociedad, en relación directa conlo sagrado. De esta manera, la cons-t rucc ión soc ia l humana apareceremit ida al Sentido radical y últ i -mo . E l caos mundano , como enlos relatos mít icos de la creación,se convierte en cosmos mediantela intervención de lo divino. La pre-cariedad del mundo humano quedaatada a lo sacro o divino. Pasamosdel caos al nomos, al mundo orde-nado y con sentido. En resumidascuentas, d i rá Berger , " la re l ig iónes una cosmización de t ipo sacra-l izante". La frase de Marx que de-nominaba a la re l ig ión "una teor íageneral de este mundo" ha s idocier ta durante mucho t iempo. Lare l ig ión ha funcionado y funcionaa través de mitos y de construccio-nes teo lóg icas , como v is ión de lmundo (Weltanschaungl para gran-des mayorías de este mundo. Unafunción que no ha sido totalmentereemplazada por los avances dela c iencia. Una y ot ra t ienen su lu-gar y func ión.

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mitir sentido y orien-

Page 17: ¿Qué es la religión?

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Un factor de legitimacióny deslegitimación

Si hemos comprendido bien el me-canismo mediante el cual la religiónejerce sus funciones de donadord:e sentido al referir el mundo delmás acá a l más a l lá o t rascenden-c ia de lo sagrado o d iv ino, enton-ces comprenderemos por qué estemecanismo puede ser fáci lmenteuti l izado y resultar muy pel igroso.

Como hemos dicho, la referenciaal mundo o dimensión de lo sagra-do puede sacra l izar e l mundo pre-sente y leg i t imar e l orden dado.Así, un caudil lo puede ser sagradoy lo m ismo una ins t i tuc ión , unacostumbre, etc. Nos encontramosante un poderoso mecanismo deIegit imación o just i f icación delorden social que lo dota deuna estabi l idad que brota dela fuente más poderosa queexiste: lo sagrado o divino.

Este mecanismo legit ima-dor ha hecho que la re l ig iónsea presentada a lo largo delos s ig los, y especia lmente en lamodernidad, como un factor de in-tegración social (como afirma Tho-mas O'Dea) y de legit imación deregímenes o poderes explotado-res o corruptos. La crít ica marxis-ta, o inspi rada en esta t radic ión,ha mostrado cómo las palabras,los r i tos y las inst i tuciones puedenserv i r para encubr i r o ve lar ideo-

"Al igual que una iglesia puede cumplir funciones conservadoras mediante launíftcación simbólica y la consiguiente ocultación de lo-s conflictos sociales,-así puede una secta o un movimiento religioso cumplir funcionesconservadoras mediante el planteo -en el seno de las clases subalternas- dedívislones que dificulten o imposibiliten una alianza de los dominados contrala dominación. Así como la unífícación religiosa de dominantes y dominadosen una sola y mlsma iglesia contribuye -por lo general- a la superaciónsimbólica de los conflictos sociopolíücos (y converge, por ende, con laestrategia hegemónica de los dominantes), así también (...) puede colaborara que se den cambios sociales significativos si colabora al cambio de visiónreligiosa del mundo de las clases subalternas (...) y ayuda a desarrollar unacierta autonomía religiosa frente a las clases dominantes, a fin de poder

situarse, orientarse y actuar contra la dominación".otto Maduro, Religión y lucha de clases,

p p . 1 8 9 , 1 9 5 .

ma evoluc ión humana muestra laenérg ica in f luencia de la re l ig ión.Debemos al genio de Max Weberla ind icac ión del enorme impactode la re l ig ión en la misma evolu-ción de larazón humana. Este autorinsist ió en la decisiva inf luencia dela re l i g ión an te e l p rob lema de lmal y del sufr imiento en el mundo.Primero, en los esfuezos por racio-nalizarlo y explica rlo (teodiceasl y,después, en las actitudes que propi-ció en los creyentes: unas, ascéti-co-activas, típicas de las religionesproféticas, de búsqueda de una so-luc ión mediante un cambio de lasociedad; otras, míst ico-pasivas,de la posesión contemplativa dela salvación, característ ica de lasrel igiones míst icas de matriz hin-dú. En ambos casos, este "rechazorel igioso del mundo" tuvo conse-cuencias sobre los ámbitos de laeconomía, de la polí t ica, de lo es-tét ico, lo erót ico y lo intelectual,que Weber trató de mostrar.

ldeas como la concepción bíbl i-ca de Dios como Creador del mun-do, por ejemplo, se han mostrado +>

lógicamente la real idad (sostieneOtto Maduro). Si a una guerra co-mo la española la denominamos"cruzada", si a una intervencióninteresada, como la de lrak, la ca-l i f icamos de "defensa de los valo-res de la c iv i l izac ión cr is t iana" olucha contra e l "e je del mal" , €s-tamos más o menos subrepticia-

mente leg i t imando con e l mantorel igioso decisiones polít icas y mi-l i tares cuando menos ambiguas,s i no profundamente inmorales.

Ahora bien, sería muy uni lateralcargar sobre la religión con el sam-benito de ideología just i f icadora.También puede actuar como des-leg i t imador de una s i tuac ión u or-den soc ia l . En es te momento larel igión se convierte en un pode-roso desbloqueador de s i tuac io-n e s d e i n j u s t i c i a e i m p u l s o r d e lcambio social. Las relaciones, re-lat ivamente recientes, entre rel i-gión y polí t ica en América Latina,entre l iberacionistas y conserva-dores del orden dado, dan cuentafehaciente de este mecanismo le-giti mador-deslegitimador que ate-

sora la rel igión (se extiendesobre esto Michael Lówy).

La religióncomo factor activode la historiaUna mirada larga a la mis-

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Septiembre rOOU &

Page 18: ¿Qué es la religión?

+> de una gran importancia para laraci o na I izaci ó n occi de ntal. Si Dioses el Creador del mundo, éste eslo no-Dios. Se in ic ia así un largocamino histórico de desacral iza-c ión del mundo que lo entrega a lquehacer y conoc im ien to huma-no que funda las cond ic iones deposib i l idad para e l desarro l lo dela ciencia - la nueva ciencia expe-r imenta l , de la que habla RobertK. Merton-, para una historizacióndel mundo y una comprensión ét i-co-responsable del hombre en lah is tor ia , ya que se la ent iende co-mo entregada a la adminis t rac iónresponsable del ser humano.

La famosa tesis de Weber, queahora cumple c ien años, sobre Laética protestante y el espíritu delcapitalismo,tan atendida y discu-t ida, no es s ino la corroborac iónde la in f luencia de la re l ig ión en laconf igurac ión de la soc iedad, eneste caso, nada menos que del na-cimiento del capital ismo moderno.

La ambigüedad insuperablede Ia religión

Ouisiéramos cerrar este apartadosobre las funciones de la re l ig ión

con una idea- resumen: la amb i -güedad insuperable de la re l ig ión.Frente a los que quis ieran ver só-lo e l lado negat ivo de la re l ig ión ypiden, a veces, su erradicación co-mo el mejor antídoto, caso entrenosotros de Fernando Savater; yf rente a los que se ind ignan por loque cons ideran como un a taqueindebido a lo re l ig ioso cuando sela ca l i f i ca de pe l ig rosa , encubr i -

É dora o ideológica, habrá que sos-E t e n e r q u e n i u n a c o s a n i o t r ag un i la te ra lmente a f i rmadas , s inoE f as dos a la vez, es decir, la ambi-S güedad congéni ta de un fenóme-

no tan importante y tan de largoalcance como la rel igión. Como to-do lo humano impoftante, hay quetratar la con cuidado y con aten-ción crítica. La religión puede desva-riar y llevar a fenómenos reactivosque pueden destru i r a l ind iv iduo

É y est imular conf l ic tos nacionales,E étn icos o in terre l ig iosos o in ter-

3 cu l tura les. Los Balcanes, Cache-

; mira, Sudán u Or iente Medio, e tc .

! . son lugares cercanos a nuestros

: i d ías donde se puede adver t i r l aI presencia bel igerante o la ut i l iza-

ción de la rel igión como líquido in-f lamable.

No queda o t ra so luc ión que lavigi lancia crít ica. Información, for-mación y crít ica serán las únicasarmas para hacer de la re l ig ión unfenómeno que deje de ser pern i -cioso y sirva, como en su raíz lomuestra y da fe el desarrol lo his-tó r i co humano, de e lemento deh u m a n i z a c i ó n . U n a r e l i g i ó n q u eno human ice no merece se r l l a -mada re l i g ión .1

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"En una historia universal de la cultura, y desde un punto de vistapuramente económico, el problema central para nosotros es (...) elsurgimiento del capitalismo empresarial burgués con su organización racionaldeltrabaio li6re (...1¿Y por qué no hicieron Io propio los interesescapitalistas en China o la India? ¿Por qué en estos lugares no encaminaronni la evolución científica ni el desarrollo de la ciencia, ni del arte, ni delestado ni el de la economía por estas sendas de la roclonalízaciórr que soncaracterísticas de Occidente?

"& Imágenes de [a fe - 395:qsFr

Max Weber, Ensagos sobre sociología de la religión, Vol.l, Introducción, pp.

Page 19: ¿Qué es la religión?

Mornentos de laconciencia religiosa

De la cueva a la universalidad .

En cada nuevotiempo hay

un cambio enla concepciónde lo sagrado

y d e l aestructurareliCiosa

a h is tor ia de la humanidadconoce una gran mul t ip l ic i -dad de religiones. Es práctica-

mente imposible hacer una reseñade esta plétora inabarcable. Existenmapas que señalan la aparición enelt iempo de las principales rel igio-nes del mundo desde las religionesmás pr imi t ivas o de c lan y t r ibuhasta las re l ig iones universales.Nos remit imos a tales esquemas,uno de los cuales reproducimosaquí [ver p. 231.

Pero podemos hacer a lgo másinteresante que una mera descrip-ción: se trata de captar el dinamis-mo profundo que recorre su marchao proceso histórico. ¿No hay unaevolución en la conciencia religiosade la humanidad? ¿No se puedendetectar cesuras o cambios de nivel?

La religién prehistóricaEs la etapa más di latada de la his-toria. Antes que el hombre de Ata-puerca , ya hay una h is to r ia de lhombre que se extiende hasta haced o s y m e d i o o t r e s m i l l o n e s d eaños. Sin embargo, apenas sabe-mos a lgo de la v ida re l ig iosa deestos hombres. Nos movemos enpuras conjeturas. La humanizacióncultural del hombre es de una extre-mada lentitud. Especialistas comoK.H. Ohlig (en La evolución de laconciencia religiosa) señalan quehasta hace 40.000 años no hay de-masiados test imonios de la vidare l ig iosa del ser humano. Nos en-contramos con un larguísimo pe-ríodo envuelto por la oscuridad.

En torno a 100.000 años a.C., enel l lamado Paleolít ico medio, ya {>

Septiembre toou I

Page 20: ¿Qué es la religión?

&W*" se conocen numerosos yac¡m¡en-tos funerarios que, por la orienta-ción del enterramiento y restos enlas tumbas, indican ya la existen-c ia de una concepción re l ig iosa.Es ev idente que ese hombre en-tendía la muerte como una cesu-ra que ponía f in a la vida presente,pero quizá no s igni f icaba un f ina ldef in i t ivo. Esto quiere deci r tam-bién que la v ida era comprendidade a lguna manera bajo una con-cepción re l ig iosa.

Los cazadores y recolectores delPaleol í t ico superior (30.000-8.000a.C., la época de las cuevas de Al-tamira) ya nos han dejado muchomaterial informativo. Son típicasde este t iempo las pinturas de lascavernas. Hoy se entiende que es-te arte rupestre francocantábrico,muy estudiado, ha surgido en con-tex tos re l i g iosos . Hay a lgo másque es té t i ca en d ichas p in tu ras .Desde España hasta Siber ia , laspinturas de estas cuevas, a menu-do deshabitadas o casi inaccesibles,eran una especie de cuevas-santuarios para acercarsea lo numinoso . Se handescu bierto estatu i I lasde f iguras femeninascon ev identes ind i -caciones de preocu-p a c i ó n p o r l afecundidad. Así mis-mo hay rast ros deritos de asimilaciónde la fuerza numi-nosa del hombre,a través del cani-bal ismo. ¿Era lacueva una ima-gen de la madretierra? ¿Había yauna re l ig ión as-t r a l o h a b í a u n aorientación ctónica( terrest re) , de la re l i -g ios idad? ¿Ex is t ía unculto al "Señor de los ani-ma les"?

Quizá basta con afirmarq u e " l o s h o m b r e s d eaquel los tiem pos venera-ron poderes cosificados

"... Dios es ante todo tema de las

religiones. Ellas son su'lugar

natural', como se ha escrito

recientemente con acierto, por lo

que las demás eventuales

competencias sólo serán

legítimas en la medida en que

respeten el significado religioso

genuino del término, la funciónque desempeña en la experiencia

y en las tradiciones lingüísticas

religiosas de las que procede.

Pero ello no excluye la

competencia de la razón. El ser

humano es animal'racional', tiene

como característica esencial esoque designamos con el término'taz6n': algo íntimamente ligado

al lenguaie que le permite

situarse en la realidad y hacerse

cargo críticamente de lo real,

conceptualiándolo y

argumentando sobre ello, nadapuede, entonces, quedar por

principio absolutamente fuera del

ámbito de la raz6n. En la medida

en que algo fuera propia y

simplemente irracional,deiada de poder serhumanamenteaceptable".

fosé Gómez Caffarena,

"Dios en la fi losofía de la

religión", en : J. Martín

Velasco, F. Savater, f. Gómez

Caffarena, lnterrogante: Dios,

XX Foro del Hecho Religioso, p. 59

de los que se sen-t í a n d e p e n d i e n -tes" (K.H. Ohlig, p.121.

X,a rev*Xr¡eidmneolítica

El Neol í t ico suponeuna revoluc ión. Esta-

mos en e l paso del serh u m a n o h a c i a l a a g r i -

cultura, la cría de ganadoy la v ida seden ta r ia . Las

culturas neolít icas más an-t iguas se s i túan en e l Or iente

Próximo y en Egipto, es deci r ,las regiones del "Crec iente Fér-

t i l" , a part ir del año 5000 a.C. Laciudad más ant igua que se cono-ce actualmente es Jer icó, dondese reconocen 22 fases de cons-t rucc ión , l a ú l t ima aprox imada-mente hacia e l año 9000 a.C.

Muchos autores def ienden queen este t iempo estaba muy exten-d ido e l cu l to a "d iv in idades feme-n inas" , l a d iosa o "Gran Madre" .El iade insiste en la orientación dela re l ig ios idad de este t iempo ha-c ia e l mister io del nacimiento, lamuerte y el nuevo nacimiento, quese equipara con el ciclo vegetati-vo y se expresa en el simbolismode la mujer y la vegetac ión. Losmitos y r i tos adquieren ya una im-portancia con diversos matices enlas diferentes culturas.

Lo que queda más c laro es quepara estos hombres era la natura-lezala que proporcionaba el marcode interpretación para la objet iva-c ión de la exper ienc ia re l i g iosa .Pero ya en este tiempo se advierteque lo numinoso aparece asociadocon la f igura humana ( la f igura fe-menina y eltopos vegetativo de lafert i l idad)y, desde este momento,las acciones cúlt icas se van a rea-lizar en santuarios o viviendas cons-t ru idas para ta les e fec tos . 'E l

an t ropomor f i smo documenta e ldominio creciente del hombre sobrela natura leza o la emancipaciónrespecto de e l la" (Ohl ig , p . 121l . .Estamos ya a las puer tas de lasdos vías que se abren ante el serh u m a n o y s u p r o b l e m á t i c a r e l i -g iosa: la superpoderosa natura le-za o la cu l tura y la h is tor ia que loshombres han creado.

X,* r*ligidnde las altas culturas

La denominación "a l ta cu l tura" o"cul tura evoluc ionada" apunta alas sociedades donde ya existe unaescritura y una cierta diferenciaciónen el ámbito soc¡al, político, econó-mico y re l i g ioso . Se sue le s i tua rhac ia e l año 3000 a .C . en Meso-potamia y Egipto.

Los estudiosos señalan en estaépoca un salto cual i tat ivo: el paso

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Venus de Willendorf, Paleolítico, Museo Histórico de Viena.^&r* Imáoenes oe La fe - 395w

Page 21: ¿Qué es la religión?

f i rme hacia la h is tor ia y la cu l tura.Ouedan restos de las f iguras fér-t i l es femen inas , pe ro e l hombrere l ig ioso se or ienta ya no hacia lat ier ra, s ino hacia e l c ie lo y sus f i -guras luminosas. Lo nuevo de es-ta época es e l desplazamiento dela a tenc ión y de l s imbo l i smo ha-cia los astros y sus movimientos.Lo numinoso se busca en e l c ie lo.Lo divino se comienza a definir pore l poder y la " t rascendenc ia es -pacial". Aparece la figura del padresustituyendo a la madre. Estamosa n t e e l i n i c i o d e l p r e d o m i n i o d el a s d i v i n i d a d e s m a s c u l i n a s y d eentender la d iv in idad como aná-loga a la pe rsona humana.

Dos son, por tanto, los cata l iza-dores o las novedades in t roduci -das por la conciencia re l ig iosa eneste t iempo: la victoria del antro-

pomorf ismo y e l po l i te ísmo re l i -g ioso. Aparecen ya las ideas de lacreación como obra de los d iosesa través de la palabra creadora (mi-tos de la creación) . E l cu l to se per-s o n a l i z a y e l l o d a o r i g e n a u n acreciente dimensión ét ica de la re-l ig ión. No cuenta sólo e l r i to o lasofrendas, s ino la entrega in ter iordel donante, especialmente su rec-ta conducta moral -desde Atón a lv i snu ísmo o s i va ísmo has ta M i -queas u Osés-, aunque no deja depermanecer la resaca de lo natu-ral: el superpoder de lo cosif icado,e l poder numinoso de las fuerzasimpersonales. En e l po l i te ísmo delas a l tas cu l turas se s igue detec-tando la persistente veneración delcosmos y sus fuerzas. Todavía lapersoni f icac ión es super f ic ia l . E ldesgarro o d iástas is entre natura-

lezay cul tura permanece en e l es-pí r i tu de este hombre. En la cu l tu-ra occidental ha sido la tragediagriega la que mejor ha expresadoes te sen t im ien to ex is tenc ia l dedesgarro.

á "** r: r:3í. gi # az {:w universalesHac ia med iados de l p r imer m i le -nio precristiano se percibe una nue-v a c e s u r a e n l a h i s t o r i a d e l a sre l ig iones . Kar l Jaspers hab la rádel " t iempo e je" o ax ia l , ent re e l800-200 a.C. , un momento de sal -to hacia la toma de conciencia queva acompañado de una evoluc iónre l ig iosa ¡mportant ís ima que, dealguna manera, dura hasta hoy día.Aparecen por pr imera vez teor íasre l ig iosas universales.

Sin duda se apoyan en las rel igio-nes de las altas culturas. El salto we;W,

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Religiones de 0riente Próximo

Sumerios/babilonios/asirioVhititas/cananeos, etc.

Religisn egipcia

lntiúua religión imperial china

Religion iapone¡a (sintoísmo)

fialigion indir pre-aria

Religion indo-europea

fteligion minoica

Religion etrusea {desde 1000 a.C.)

Religiones precolombinas(cultura Chavin/olmecas)

Religiones euroasiáticas nórdicas

Religiónisraelita , I@Rericiónárabe I@@ore-rsramrca ]!!$@

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Religión védica

Religién irania

Religión griega

Religión romana

Religión germana

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Religión de eslavosy alemanes bálticos

Religiún esquimal

Religión fino-úgrica

1o,Septiembre 2005 '.ffi

Page 22: ¿Qué es la religión?

TVOtUCTON

actual supone que los esquemasreligiosos se aplican y se extiendena todos los hombres sin l imitaciónde raza ni cultura. Son para todoslos individuos, por eso son univer-sa les. De ahí que se presupone unproceso de ind iv idual izac ión quese puede rastrear en muchos indi-c ios re l ig iosos. Los teólogos upa-nishadas y los budistas, los profetasisrael íes, los c lás icos gr iegos, e lconfucianismo y eltaoísmo, se dir i-gen hac ia e l i nd iv iduo . Inc luso lasnuevas rel igiones aparecen vincu-ladas a individuos fundadores con-cretos, aunque de algunos sepamosbien poco, como es el caso de Laot-sé o e l Segundo lsaías.

Existen tres variantes o versionesde las teorías religiosas universales:e l monoteísmo, e l monismo y e ldua l i smo (Oh l ig , p . 192) .

Para nosotros la concepción máscercana y fami l iar es la del mono-teísmo. El monoteísmo supone unaradicalización de la tradición religio-sa de las altas culturas con su énfa-sis en el pol i teísmo activo y en laautoconciencia cultural del hombre.C o m p r e n d e a D i o s d e u n m o d ocuasi-personal como el ser singularcuyo poder es universal. Estos tresrasgos son dist int ivos: Dios único,cuasi -personal y absolutamentedominador . No hay que confundi rel monoteísmo con el henoteísmo,concentrac ión teológica y cú l t ica

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en una divinidad que sintet iza losdioses y d iosas de un panteón yque son cons ideradas como susepifanías. Así entendido, el mono-teísmo aparece en la h is tor ia delas rel igiones en el seno de la tradi-c ión bíb l ica judía. E l cr is t ian ismoy e l ls lam son dos desarro l los deesta concepción, cada una con suspecul iar idades.

La salvación o redención del hom-bre se espera de Dios, de su acción.Se establece una relación intersub-je t iva entre e l ser humano y Dios.De ahí la acentuación que cobra lapersonal idad humana, la h is tor iacomo proceso de salvación, la co-municación de Dios a l hombre co-

El monismo es la fe en un podercosi f icado ú l t imo y def in i t ivo. E lDios uno del monoteísmo adquiereaqu í l a f i gu ra de un fundamentoin te rno e impersona l de todo loque existe. Dicho de otra manera,cuando e l p lu ra l i smo de l mundoaparece como e l desp l iegue de lfundamento único del ser y el cos-mos, de lo d iv ino, estamos anteun monismo. Se advier te ya queel ser humano forma parte de eseg r a n t o d o , d i v i n o - n a t u r a l , d e é lv i e n e y a é l v u e l v e .

La re l ig ión se ent iende aquí co-mo un camino de autorredención:e l ind iv iduo es e l que t iene que a l -canzar el conocimiento o gnosisde la situación real y, a través deun proceso de interiorización y pro-fund izac ión mís t i ca , a l canzar lal iberac ión en e l seno de lo d iv ino.Ya se ve que e l "s í mismo" huma-no t iene menos importancia quela inmers ión en e l océano de lo d i -vino. Estas rel igiones se suelen de-nominar míst icas o mistér icas. Elmonismo de los upanishadas, delbudismo, del confuc ianismo y deltaoísmo hasta del p latonismo y laStoá, las consideramos bajo esterótu lo monista mistérico.

La tercera variante rel igiosa uni-versal, las rel igiones d ualistas <,o-mo el zoroatr ismo, el parsismo, lagnosis , e l maniqueísmo-, l leva asu l ími te la conciencia esc indidade la existencia que ya advertía-mos en las re l ig iones de las a l tasculturas: el sentimiento de una rup-tura entre naturaleza y cultura setraslada al corazón mismo de lod iv ino: e l d ios de la luz, de l espír i -tu , de l b ien, se enfrenta a un d iosdemiúrg ico de las t in ieb las, de lamater ia , de l mal . Esta oposic iónentre el bien y el mal adquiere con-notaciones cósmicas. A part ir deaquí se expl ica que la creación, e lhombre m ismo y su esc is ión sevean como manifestación de la ra-dical equivocidad que atraviesa yrasga toda la real idad.

Ahora b ien, las re l ig iones dua-l is tas terminan decantándose dellado del b ien. De ahí que s i la v ic-

mo revelación y gracia. (Entre noso-tros ha sido Martín Velasco el queha ins is t ido fuer temente en oue"fa categoría de encuentro interper-sonalconsti tuye la real idad huma-na y mundana menos inadecuadapara s imbo l i za r l a o r ig ina l í s imarelac ión del hombre con e l Miste-r io que consti tuye el centro bipo-lar del fenómeno re l ig ioso. Sólodesde esta comprensión de la rela-ción rel igiosa me parece, además,p o s i b l e h a b l a r d e l M i s t e r i o s i nmenoscabo de su absoluta trans-cendencia" . Por esta razón, esteautor advierte que el encuentro in-terpersonal se da en todas las re-l ig iones, también en las monistas,por e jemplo, e l budismo.)

C Imáqenes de ta fe - 395ü

Page 23: ¿Qué es la religión?

tor ia f ina l está del lado del b ien, e ldual ismo quede absorb ido en unade las dos opciones anteriores: enel monismo o en e l monoteísmo.

La conclus ión a la que l legamospor este camino y que acentúa e lestudioso K.H Ohlig es que "las re-l ig iones universales of recen dosopciones para la interpretación re-l ig iosa y la real izac ión de la v idahumana: el monismo y el mono-teísmo. Ambas surgen como re-sul tado de una problemát ica delhombre y de los dos únicos hor i -zontes desde los que e l hombrepuede in terpretar e l dónde y ha-c ia dónde de su v ida: natura leza ehis tor ia" (pp. 194-195) .

Las re l ig iones universales, consus dos variantes fundamentales,e l im inan f i na lmente e l desgar ra -miento, a l inc l inarse por una solu-c ión, que acompaña a l problemarel igioso del hombre desde la pre-h is to r ia . Pero , como mues t ra lareal idad, esta so luc ión " teór ica"se ve en la real idad de la mayoríade los creyentes mezclada ol l e n a d e t e n s i o n e s e n t r ea m b a s p o l a r i d a d e s : e n e lmonismo están presenteslas concepciones teístas ye n e l m o n o t e í s m o a p a -recen tendenc ias ,además de pol i -teístas, monistas.L a f a s c i n a c i ó nd e l o t r o s i g u ees tando p re -sen te en cadauna. Todavía lahistoria de lasr e l i g i o n e s n oconoce la s íntes is oa rmon izac ión de lasdos tendencias.

Al l legar a nuestrot iempo hay una seriede síntomas que pa-recen indicar que es-tamos ante un nuevo" t i e m p o - e j e " o d ecesura de la religión.Se atisban cambiosq u e i n d i c a n u n atransformación pro-

funda de la concepción misma delo sagrado y de la estructura rel i-g iosa. ¿Estamos realmente anteun nuevo cambio o salto en la evo-luc ión de la conciencia re l ig iosa?

La modern idad ha in t roduc idouna v i s ión c r í t i ca de la re l i g ión .Ahora bien, ¿es suficiente este "girocrítico" para decir que estamos an-

te una cesura de la marcha evo-

lutiva religiosa? Estamos muy cercay hasta muy dentro del fenómenomismo que nos toca anal izar paraofrecer una respuesta tajante. Pe-ro no hay duda de que algo se mue-ve en el continente de lo rel igioso.Veamos algunos de los elementosdel proceso de cambio de la re l i -g ión o, a l menos, de la s i tuac iónespir i tual que nos toca vivir. *

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"Con estas dos opciones las religiones universales no aportan nadaradicalmente nuevo; lo'único'que hacen es inclinarse de una manera

:: decidida por una de las posibilidades que forman parte, desde

í, .i-q los primeros inicios comprobables de la historia d_e las religiones,

:*g[ de las perspectivas fundamentales en las que los hombres

esperan poder resolver su problemática. lns relígiones unt:versalesson enteramente productos de la hístoria de las religiones desde susinlcíos;'sistematizan' de alguna manera las posibilidades

conceptuales previamente dadas. No parece que la humanidaddkponga de más opciones en el caso de que las precedentes

formas mixtas sean reconocidas como tales y no resultenintelectualmente suficientes para el individuo que se interroga. Así lo

indica también el hecho de que si bien el'giro crítico'ha conseguido

ciertamente progresos en el ámbito del conocimiento críüco en lo

relativo a la comprensión de los enunciados religiosos, se mantiene a

su vez dentro de las dos opciones básicas de las religiones

universales: también ahora figuran en el primer plano la historia o la

materia, sólo que bafo una forma secularizada. Como tampoco los

individuos críticos y autónomos pueden normalmente mantenerse a

la larga sin perspectivas creadoras de sentido, con frecuencia

ambas variantes son, una vez más, mitificadas de una manera. l . .cuasi-religiosa, aunque con un nuevo lenguaie".

K.H. Ohlig, La evolución de la conciencia religiosa, p.302.

Estatua orante de Mesopotamia, Dinastía ll l a.C., Museo Metropolitano de Nueva York.

Septiembre 2005 t

Page 24: ¿Qué es la religión?

Religiún a la cartanos toca vivir

El paso a unasociedadmoderna

en'lpuia aLareliei ónhacia

La penferiadel siste rna

social

: r ¡ a modernidad ha suPuestoun cambio sociocultural muyprofundo. Un fenómeno tan

l igado a las raíces sociocul tura lescomo es la re l ig ión, no puede porm e n o s q u e r e g ¡ s t r a r l o s m o v i -m ien tos acon tec idos en la mo-d e r n i d a d . L a r e l i g i ó n c e r c a n a anues t ro t i empo y nues t ros d ías-quizá ahora es más verdad quenunca que e l f i l t ro "c r i s t i ano" y"occidental" se hace muy notorio-está experimentando una serie decambios que es necesario tener encuenta. La comprensión del fenó-meno re l ig ioso en nuestra cu l turay sociedad nos lo ex ige.

La tesisde la seculari zación

La rel igión en la sociedad modernaha sufr ido una ser ie de cambios.

Se suelen esquematizar mostran-do la d i ferencia entre la re l ig iónen una soc iedad t rad ic iona l y e lpaso a una sociedad moderna. Lare l ig ión en una sociedad premo-derna o t radic ional ocupa e l cen-t ro de las inst i tuc iones pr imar iasde la sociedad. En este t ipo de so-ciedades, la religión detenta el mo-nopo l io de la v i s ión de l mundo yuna or ientac ión genera l sobre e lest i lo de v ida. Además, desde e lpunto de vista social, es algo asícomo la aduana donde se da elvis-to bueno a práct icamente todaslas actividades humanas. La religiónhace de legit imador general: la po-l í t ica, la economía, la c iencia o e lafte, obtienen impulso, motivacióny reconocimiento para sus activi-dades desde la rel igión. El espacioy el tiempo sociales se estructuran

26 Imágenes de La fe - 395

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desde indicadores rel igiosos me-diante fiestas, descansos, ocio, etc.La re l i g ión , como se ve , es másct-qe*Lek\S:

El paso a una sociedad moder-na se suele caracterizar diciendoque es una sociedad donde la re l i -gión cesa de ocupar el centro ins-t i tuc ional de la soc iedad. Ahoraeste centro pasa a manos de la po-l í t ica y la economía. La re l ig ión esempu jada hac ia la pe r i fe r ia de lsistema social. En este momentola religión se reduce en sus activida-des. Pierde sus funciones legit ima-doras o justificadoras y se concentra

más en las propiamente rel igiosas,como cualquier otra institución so-cial especializada. Las diversas ins-trtuciones-desde ta p-olítica a la

ciencia, el arte o la famil ia, cobranautonomía al romperse f os víncu-

los de dependencia de la re l ig ión.Las consecuencias para la re l i -

g ión no se dejan esperar . La so-c iedad moderna in ic ia un caminohacia e l p lura l ismo: no of rece unaso la v i s ión de l mundo , s ino quecomienzan a aparecer diversas pro-puestas de expl icación de la viday del mundo con pretensiones detota l idad. Es deci r , a la re l ig ión lesurgen r ivales desde el punto devis ta cosmovis ional . En suma, lare l ig ión en la modernidad es des-centrada y pierde el monopolio dela v is ión del mundo.

Ya hemos d icho que la re l ig iónen una sociedad moderna deia deejercer funciones legit imadoras opol ítico-ideológicas orga n izadorasde la soc iedad. Se suele deci r quela rel igión se privatiza, abandonael ámbi to públ ico de in f luencia d i -recta en el poder. La rel igión pasaa ser considerada algo de elecciónpersonal. La creencia la el ige cadacual desde el punto de vista de suproyecto existencial; es una prefe-rencia personal .

La concentrac ión de la re l ig iónen ser sólo rel igión purif ica a la re-l igión de funciones ideológicas, leproporciona mayor l ibertad paraejercer sus tareas rel igiosas e, in-cluso, para poder tener una visióndistanciada y crítica respecto a lasociedad y su forma de organiza-c ión sociopol í t ica y económica.Pero como estos cambios estruc-turales se dan en medio de múlt i-ples vicisi tudes históricas, dondela re l i g ión ins t i tuc iona l i zada enlglesias experimentó este descen-tramiento social y sus consecuen-cias como una pérdida del podersocial que le era debido, no es ex-traño que la religión reaccione me-diante el rechazo y la oposición ala modernidad. Esto sucedió es-pecialmente en la lglesia catól icadurante e l s ig lo XlX. Así mismol . + '

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SOCIEDADMODERNA

r l> re l ig ión inst i tuc ional generó unaserie de defensas "hacia dentro":se eclesiast izó más, mediante unreforzamiento de la autoridad insti-tuc ional ; lo que se ha denomina-do el fortalecimiento de la jerarquía,del papado y del c lero (c ler ica l is-mo) t iene su fundamento en estareacción defensiva. Un cieño neo-confesional ismo doctr inal es fru-to también de la act i tud defensivaf rente a las ideologías o e l c l imacul tura l de la soc iedad moderna.

Re tengamos , con todo , que larel igión of icial o inst i tucional izadamantiene todavía el monopolio delo rel igioso. Es decir, predominan-temente las prácticas religiosas serealizan dentro del marco institucio-nal re l ig ioso de las lg les ias.

La postseculari zaciónLa visión que acabamos de sintet i-zar se suele denominar Ia concep-ción canónica de la secularización.En e l fondo es una mal la expl ica-t iva muy general de lo acontecidoen Europa , espec ia lmente en e lcont inente, con la re l ig ión. Supo-ne una visión en la que seculari-zac ión equiva le a la pérd ida deinf luencia social y cultural de la re-l igión, sus símbolos y roles. Se se-ñala, además, como corroboración,un descenso paulat ino de la prác-t ica rel igiosa de la rel igión inst i tu-c i o n a l y l a d i s m i n u c i ó n d e l avalorac ión de la re l ig ión como al -go muy importante para la vida delas personas. En Europa nos en-contramos con un 21% de prácti-ca re l i g iosa , una vez a l mes , enAlemania y un 16%o en Francia oun lQoA en Suecia o Dinamarca.

Ahora b ien, no toda la moderni -dad responde a este proceso des-cri to. Este vale, con los retoquesdebidos a cada situación históricapart icular, para Europa. Pero la si-tuación, por ejemplo, de los EstadosUnidos, a la que no se n iega e l he-cho de ser una sociedad modernay que todavía mantiene unos nive-les de práctica religiosa por encimade la mitad de la población una veza la semana y una valoración de la

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religión como muy importante paraun 600lo, no se explica con la teoríade la secular izac ión. La preguntaque surge es: ¿quién es la excep-ción, Europa o los Estados Unidos?

Recientemente hemos asist idoa una rev i ta l izac ión de la polémi-ca. Peter Berger, uno de los so-ciólogos de la religión que mantuvoy d i fundió la tes is de la secular i -zación, se ha retractado y afirmaque tal tesis vale para la "excepcióneuropea" y la de los in te lectualesque c i rcu lan por las facul tades deciencias socia les y humanas. Fue-ra de estos ámbitos reina una cier-ta exuberancia rel igiosa. No le hanfaltado repl icantes, pero lo ciertoes que la polémica t iene la v i r tudde señalar las rest r icc iones de laaplicación de taltesis. El caso norte-americano se explicaría mejor des-

de el punto de vista de una teoríade la "oferta y la demanda" o des-de otras construcciones ad hoc. Lasecularización sería una tesis o pa-radigma válido para la Europa con-tinental y los países o regiones conuna fuerte influencia europea, comoQuebec, Uruguay o Nueva Zelanda.

Ouizá convenga efectuar algunascorrecciones a lo dicho en generalsobre la situación de la rel igión enla modernidad secularizada. Al llegara nuestros días, en esta segundamodernidad (Ulricfr Beck) o moderni-dad tardía, as is t imos a la v is ib i l i -zación de una serie de fenómenos.

La pérdida del monopoliorelr$osg po.r pa.rte

de las rnstrtutcronesreligiosas

Estamos en un momento en el quevemos aparecer hechos rel igiososfuera de las inst i tuciones rel igio-sas. Ha sucedido como si el capi-tal si mbólico-religioso al macenadoen los depósitos de las lglesias einst i tuc iones se hubiese resque-brajado, y su contenido, l íquido ogaseoso, se hubiese derramadopor toda la sociedad. Hoy no hayque ir a las lglesias para encontrarr i tuales o lugares donde interesar-se por la re l ig ión. En las c iudades,en los herbolarios y los gimnasios,se habla de rel igión al mismo t iem-po que de cuidado del cuerpo; pro-l i feran los centros de esoterismo;tradiciones y sabidurías orientaleso presuntamente olvidadas se pre-sentan como soluc ión a los pro-blemas del sentido; se ofrecen enlos lugares más insól i tos cursosde potencia l humano o de equi l i -br io personal , armonización de lainterioridad o de meditación trans-cendenta l, vi pasana, etc. Asisti mosa la extensión de un t ipo de rel i-giosidad difusa, escasamente or-gan izada y de sabor ec léc t i co yexperiencial. La rel igión, lejos deabandonar la modernidad, c i rcu-la por todos sus recovecos.

La conclusión a la que l legan losanal is tas del fenómeno re l ig iosoen esta modernidad tardía es que,

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por una parte, la rel igión ha dejadode ser a lgo que se local iza única-mente en las iglesias o institucionesre l ig iosas y, por ot ra, adopta unaforma, difusa, l íquida, f lexible. Lasl g l e s i a s , s e d i c e , h a n p e r d i d o e lmonopo l io de la re l i g ión , y la re l i -g ios idad adopta formas que t ran-s i tan por las d iversas t radic ionesen forma de un neognost ic ismo amenudo poco exlgente intelectual-mente (apuntan Harold Bloom oGeorge Steiner).

El pluralismo religiosoEl p lura l ismo es uno de los rasgoscaracteríst icos, junto con la auto-nomía y la d i ferenciac ión socia l ,de la modernidad. También e l p lu-ra l ismo de sent ido, v is iones, op-c iones de v ida, comportamiento,es un rasgo moderno que inc idesobre la re l ig ión. A este donadoruniversal de sent ido le han sal idomuchís imos compet idores en es-ta modern idad . De ah í que e l p lu -ra l ismo cul tura l sea consideradop o r a l g u n o s a n a l i s t a s ( B e r g e r oLuckmann, por e jemplo) como elrasgo del contexto social más de-terminante para entender e l com-por tamien to re l i g ioso ac tua l . E lsentido único y objet ivo es pues-to en cuest ión y p ierden estabi l i -d a d l o s s i s t e m a s d e s e n t i d o y +

"Los resultados externos y medibles son los que cabríaesperar: en primer lugar, un aumento del número depersonas que se declaran ateas, agnósticas o no adscritasa ninguna religión, tanto en Gran Bretaña como enFrancia, Estados Unidos y Australia. Pero más allá de esto,se amplía enormemente el espectro de posiciones

intermedias: muchas personas abandonan la práctica

activa, aunque siguen declarándose miembros de algunaconfesión o creyentes en Dios. Por otro lado, se amplía elespectro de creencias en una realidad superior, con unareducción del número de los creen en un Dios personal y

un aumento de los que optan por algo así como una fuerzaimpersonah en otras palabras, cada vez hay un espectromás amplio de personas que expresan creenciasreligiosas aienas a la ortodoxia cristiana. En la mismalínea cabe situar el crecimiento de las religiones distintasal cristianismo, particularmente las originarias de Oriente,y la proliferación de las prácticas New Age, de propuestas

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que exceden los Hmites humanistas / espirituales, deprácticas que asocian la espiritualidad y la terapia. Porúltimo, cada vez son más las personas que adoptanposiciones que antes se habrían consideradoinsostenibles, por eiemplo, se consideran católicas apesar de rechazar muchos de los dogmas principales delcatolicismo, o combinan el cristianismo y el budismo, orezan a pesar de no estar seguras de si creen. Eso noquiere decir que en el pasado no hubiera personas que

mantuvieran posturas de este tipo; lo que sucede es que

ahora parece más fácil sostenerlas abiertamente. Enrespuesta a todo esto, la fe crisüana se halla inmersa enun proceso de redefinición y recomposición a través dediversas vías, desde el Concilio Vaticano II hasta losmovimientos carismáticos. Todo ello es consecuencia de lacultura expresivista y de su impacto sobre nuestro mundo.La situación creada es casi enteramente nueva".

Charles Taylor, l-as variedades de Ia religión hog, pp. l16-117.I

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SOüEDAD

+> valores establecidos, es decir, lare l ig ión inst i tuc ional izada.

La rel igión en este contexto deplura l ismo se comporta de formacompetit iva respecto a las demásopciones de sent ido. De ahí quealgunos anal is tas ut i l icen e l "mo-delo de mercado" para expl icar laactual si tuación de la rel igión: apa-rece como un "producto" más aelegir entre la variedad de las pro-puestas. De aquí se deriva la ten-tación de adaptación al cliente queexperimentan las diversas rel igio-nes en esta modernidad, a f in deser elegidas. Otra postura quisierapreservar tanto la "esencla" y au-tent ic idad de su t radic ión que seniega a cualquier aggiornamentoy prefiere encapsularse en el ge-to. La posición más sensata pare-ce ser la de una postura intermedia:de adaptación y crít ica frente a lasexigencias del t iempo.

El p lura l ismo re l ig ioso ha t raídoconsigo un encuentro experimental

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práct ico entre las d iversas t radi -c iones re l ig iosas.

La contaminación or ienta l en e lcr is t ian ismo, por e jemplo, es unhecho documentado incluso esta-díst icamente por ese 29% de ca-t ó l i c o s e s p a ñ o l e s q u e s e d i c e nreencarnacionistas. Y más al lá, sesienta la oportunidad y desafío aca-démico de un diálogo entre las re-l igiones que, sin duda, será la grantarea de este siglo XXl. Al fondo,no se avista una rel igión única, si-no un encuentro re l ig ioso que fa-c i l i t e l a m u t u a c o m p r e n s i ó n ,enr iquecimiento y to lerancia.

La rel igión privatizada y las lgle-s ias no dejan de tener su impactoen esta sociedad. Adquieren unagran impoftancia como inst i tucio-nes intermedias o de la sociedadcivil: no tienen ya efectos político-socia les in mediatos, pero orientanla actuación socialy polí t ica de losindiv iduos. De ahí la importanciaque , de nuevo , cobra la re l i g ión

dentro de las sociedades demo-cráticas.

El desplazamientode la institución

al individuoEl proceso de individual ización dela religión se puede rastrear, comohemos señalado, desde las a l tasculturas, pero adquiere una acele-rac ión especia l a par t i r de l "g i rosubjetivo" que acontece en el Rena-c imiento y la Reforma. Al l legar aesta modernidad tardía ya puedeafirmarse claramente que vivimosuna re l ig ión que e l ind iv iduo e l igey acepta y, hasta cierto punto, "co-c i n a " .

La rel igión es ahora vivida comouna cuest ión de mi evoluc ión es-p i r i tua l , es deci r , e l i jo la re l ig ión ylas lglesias e incluso la interpreta-ción rel igiosa que mejor se adaptaa mis necesidades. Incluso la expe-riencia de lo sagrado aparece ahorafuera de toda vinculación inst i tu-c ional o de re l ig ión of ic ia l . En unt i e m p o q u e h a s i d o l l a m a d o d eperspectiva expresivista y de éticade la autent ic idad (expres ión deCharles Taylor), Io sagrado aparecedesvinculado de la sociedad y delas inst i tuciones y atado al indivi-duo. Es el individuo elque determi-na más definitivamente los rasgosque adquieren las creencias.

Esta característica de la tonalidadrel igiosa actual proporciona mu-chos quebraderos de cabeza a losresponsables de las inst i tucionesque tratan de mantener una objetivi-dad y hasta uniformidad en la fede sus creyentes. Y representa unamutación en la marcha de la re l i -g ión: la re l ig ión, f ru to de una co-lec t i v idad y veh icu lada por unatradic ión, adopta fuer tes rasgosindividuales. En el caso del cr ist ia-nismo, toma la forma personal deuna conc ienc ia re l i g iosa que seidentifica como cristiana sin perte-necer a la inst i tución eclesial. Rai-m u n d o P a n i k k a r l o h a l l a m a d ocristianidad. Cristo es el símbolocentral de la fe de estos creyentes,pero ya no la lg les ia. l

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Buscands

a tonal idad de la re l ig ión eneste momento de la globa-l i zac ión neo l ibe ra l pa rece

moverse entre la fascinación porla seguridad, la certeza y la f irme-za de las " re l ig iones fuer tes" ,y laprofunda transformación que im-

pu lsan las tendenc ias más da-das a la "experiencia directa"de Dios o de lo Absoluto.

Los fundamentalismoscomo tono de épocaDesde René Girard a Samuel

Huntington se af irma que eltono rel igioso del momento,

que atraviesa todas las confe-s iones y re l i g iones , se l l aman e o t r a d i c i o n a l i s m o o f u n d a -menta l ismo. Sin duda, hay quehablar en plural cuando nos referi-mos a un fenómeno que adquierematices y formas dentro de cadarel igión. Pero se percibe un tonode época que apuesta, frente alrelativismo cultural y a la inseguri-dad general izada de la "sociedaddel r iesgo" (Ulr ich Beck) o de la"modernidad l íqu ida (ZygmuntBauman), por las creencias fueftesy seguras.

La m isma es t ruc tu ra de es tasociedad moderna de la globaliza-ción con su expansión general iza-da del capi ta l ismo como modode producción, el mercado uni-versal izado y un relat ivismo cul-tural del consumo de sensacionesexpandida por los mass media,proporciona el caldo de cult ivo

para reacciones en busca de orien-tac iones de la v ida fuer tes y se-guras. Desde este punto de vista,acierta el anál isis neoconservadorde Hunt ington acerca de que es-tamos ante la demanda estructu-r a l d e u n t i p o d e r e l i g i ó n q u econsuele, oriente, aquiete y com-pense, frente a las ya graves ten-s i o n e s d e l o s " t r a u m a s d e l amodernidad", es decir, frente a lacompetit ividad, la lucha por eltra-bajo, e l desarra igo socia l en lossuburb ios miserables de las gran-des ciudades, la desigualdad enor-m e d e n u e s t r a s s o c i e d a d e s ynaciones. Este c l ima socia l y cu l -tural no es apto para las rel igiosi-dades críticas y liberacionistas -pormás en falta que se echen objet i-vamente-, sino para una rel igiosi-dad t radic ional y de consuelo. Larel igión del capital ismo neoliberales la neotradic ional y neofunda-menta l is ta: mant iene in tocado e lsistema y proporciona la orienta-ción y consuelo que necesita pa-ra funcionar mejor. (Sólo le hacela competenc ia ideo lóg ica es tasuer te de taoismo o "budismo ala occidental" que se extiende ac-tualmente entre bienestantes pa-ra aplabar e l deseo, "guardar unadistancia interior", "tener una pazespir i tual" e incluso apl icar el prin-cipio de la ontología budista quen iega " la rea l idad ob je t i va " , @f imedio del movimiento cont inuode las f inanzas mundiales {ue se-ría también una i lusión- [Cfr. Sla- "{¡-

oorientación hoymística

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TEN BENCIAS

n{l>- voiZizek, " Une revancha de la fi-nance mondiale" , ao Le Monde Di-plomatique, mayo 20051.)

El predominio de esta re l ig ios i -dad atraviesa desde el evangelismonorteamericano y el pentecostalis-mo hasta el catolicismo de los Nue-v o s M o v i m i e n t o s E c l e s i a l e s , e lin tegr ismo is lámico y Io) brotesde fundamenta l i smo nác iona l i s -tas de l h indu ismo, e l bud ismo deSri Lanka y hasta el neoconfucia-n ismo ch ino . Es un modo de ha-bérse las de la re l i g ión con es tamodernidad y sus problemas. De-trás late otro proyecto de sociedady cultura. Desde este punto de vista,los fundamental ismos son formasde t ratar y vérselas las re l ig ionescon esta modernidad:con la secula-rización, el rel ativismo, el fu nciona-I ismo tecnoeconómico desecadordel sent ido y creador de un inma-nent¡smo indiferente, etc. Adoptaformas de l i teral ismo en la lecturade las Escrituras Sagradas, afirma-c ión de la verdad de una t radic ióno comunidad, de un l íder o del ma-gis ter io de una lg les ia. S in duda,sus creyentes están impulsadospor la pasión del Absoluto y la de-fensa de los presuntos derechosde Dios y mani f iesta c laramenteel contencioso no terminado entrere l ig ión y modernidad.

El fundamenta l ismo t iene la v i r -tua l idad de deci rnos en su sobre-reacción dónde están muchos delos problemas de la época: desdela falta de seguridad o certeza has-ta la necesidad de una re l igac iónen un t iempo de in ternet , de t ran-sitoriedad y descohesión. Pero llevaconsigo un grave riesgo y, por ello,un serio desafío para toda rel igión:e l o lv ido y hasta supres ión de larazón crít ica. El fundamental ismoes hoy, por esta razón, una de lasformas pel igrosas de la re l ig ión.

La revolución místicaHoy son bastantes las voces prove-n ientes del mundo espi r i tua l y delos que miran el proceso de la rel i-gión, especia I mente cristiano cató-l ica, desde la perspectiva oriental

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que dec la ran que es tamos an teuna t ransformación re l ig iosa quevendría de la mano de una profun-da renovación interior. Los síntomasson ya percept ib les por doquier :proceden de la sed de Misterio querecorre las mismas rel igiones ins-t i t uc iona l i zadas en fo rma de re -chazo de sus r i tos y celebraciones

anqui losadas, del desinterés porlas ideas teológicas, las búsquedasde personas y g rupos en p ro deuna espiritualidad jugosa, el atracti-vo de los nuevos movimientos re-l i g i o s o s c o n s u t e n d e n c i a a l aexperiencia directa con el Misterioy la o la de maravi l los ismo, magia,renovación de los relatos mít icos

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que recorre e l c ine y la l i teraturaactual desde Harry Potter o E/ Se-ñor de los anillos, hasta El alqui-mista o El caballero de la armaduraoxidada.

Sabemos que todas estas ansiasde mis te r io pueden desvar ia r Yconfundir el Misterio con lo oscuro,pero la sensib i l idad espi r i tua l de lmomento parece inc l inarse haciauna l lamada a una reforma interiorcompleta. La rel igión inst i tuciona-l izada at rav iesa por un momentode cr is is aguda. De ahí la vuel ta demuchos creyentes crist ianos haciaespiritualidades místicas, esotéricas,pre-cr is t ianas e inc luso mágicas.

Algunos, como Eugen Biser, di-rán, mirando hacia el cr ist ianismo,que esta revolución interior cambia-rá profundamente la religión. Usan-do una imagen p lást ica, d i rán quehasta ahora los creyentes, maYori-ta r iamente , han es tado mi randodesde afuera la maravillosa "cate-dral" de la rel igión, Pero sólo unaminor ía ha penetrado dentro. Latransformación radical que se ave-cina -o se necesita- es la de entrary ver, tener experiencia directa del

in ter ior de " la catedra l " re l ig iosa.Algunos l legan a at isbar una sofíaperenn is que l l eva rá a una re l i -g i o s i d a d q u e s o b r e p a s a r á t o d aconfes ión. La conciencia re l ig iosade la humanidad estar ía entrandoen una fase postconfesional. ¿De-seo o realidad iniciada? ¿Nos encon-tramos ante una real metamorfosisde lo sagrado y de la re l ig ión o an-t e s u d e s c o m p o s i c i ó n ? ¿ C a m i -n a m o s h a c i a u n a P r o f u n d atransformación o estamos dandovuel tas a lo mismo?

Un hecho humancfundamental

Cerramos aquí este breve recorridopor una real idad comPleia Y fasc i -nan te . La re l i g ión v i ve de lo sa -grado, de esa fuente originaria queel místico detecta como la Realidadmás real de todas. Esta exPerien-cia queda f i jada en sistemas doc-t r ina les y se sol id i f ica en dogmasy r i tos, en inst i tuc iones, moralesy comportamientos. La rel igión seentrevera con Ia cultura como susent ido pr imordia l y como el con-tenido más radica l y ProPio; a su

vez, queda configurada Por las for-mas culturales en sus exPresionesy modos religiosos. Religión, socie-dad y cultura se entrelazanY condi-c ionan en in f luencias recíProcasque han conocido muchas vicisi tu-des en la h is tor ia .

Hemos tratado de mostrar un Po-quito los numerosos nudos Y entre-l a z a d o s d e e s t e f e n ó m e n o t a nhumano. La re l i g ión se mues t raasí como uno de los hechos huma-n o s m á s f u n d a m e n t a l e s . D e s d ee l la se a t i sba mucho de l en igmaque es e l hombre , de su rad ica lapertura, del exceso que lo seParade la naturaleza y del deseo desme-surado que lo posee Y lo lanza haciauna inquietud que busca saciarseen lo Absoluto, esencia l , or ig inal .

La re l ig ión, porque d ice re lac ióna lo esencia l , a l ser radica l de lascosas, está v inculada a todas lasbúsquedas de sentido, de totalidad,de v is iones del mundo. De ahí queacompañe tan de cerca a las ideo-logías y a los esfuerzos de la ra-z ó n h u m a n a p o r e s c l a r e c e r u n arespuesta sobre la real idad y la vi-da, la historia, nuestro Pasado, Pre-sente y futuro. Nada se escaPa dela contaminación re l ig iosa o nadahumano le es a jeno a la re l i g ión .Por esta razón, es un fenómenomuy importante Y muY Pel igroso.Toca las raíces del ser humano Yfác i lmen te se in f lama con todassus locuras. Pero también acom-paña a los sacr i f ic ios Y entregasmás excelsas y desinteresadas. Larel igión es así, puede serlo, lo me-jor y lo peor ; una ambigüedad quenos l lama a la Precaución Y la v i -gi lancia crít ica en su trato Y en suexper iencia.

Actualmente, la re l ig ión está enun proceso agitado. Se avista unatransformación en el horizonte. Ene l co razón mismo de l to rbe l l i nodelcambio es difícil el discernimien-to y la predicción de las formas fu-turas de la re l ig ión. Ouizá sea másimportante entregarse a la vivencia,experiencia y hasta construcciónde este mismo futuro del encuen-t ro del hombre con e l Mister io . *

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