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ARQUITECTURA EN LA CATEDRAL JOSEP QUETGLAS CADA ARQUITECTO TIENE SU CARPINTERÍA RAFAEL MONEO Croquis y dibujos En El sol del membrillo se veía cómo Antonio López iniciaba la pintura de un cuadro: como un carpintero, iba montando el basti- dor de madera y le cosía la tela donde iba a ponerse a pintar. Igual ocurre con los arquitectos, aunque el suyo sea un oficio más abstracto que el de los pintores. Un arquitecto inicia su pro- yecto definiendo (inventando, obteniendo, apañándoselas para fijar) los materiales de construcción de su arquitectura, que no coin- ciden con los materiales de construcción de su edificio, sino con cuestiones a las que él entiende que debe enfrentarse. Por ejem- plo, un arquitecto no sabe -a menos que sea un academicista- lo que es una 'ventana', o una 'puerta', o un 'muro', y necesita hacer el proyecto para llegar a averiguarlo. Cada arquitecto es atraido aprensivamente por unas cuestiones -y no por otras- que le inte- resan injustificadamente, y cuyo tratamiento recorre y unifica el conjunto de su obra. Así, Wright, preguntándose una y otra vez si la casa es el vínculo que ahoga al individuo o la condición que posibilita la libertad personal. Así, Le Corbusier, coronando paisajes para tratar de sentirse parte de un mundo del que se siente excluido y al que sólo puede 'mirar'. Así, Sullivan, buscando la personalidad de un edificio 'alto'. -=' Esa reiteración espontánea identifica la obra de un autor, y es de un efecto tan intenso e inmediato como el que permite distinguir a la primera un verso de Quevedo de uno de Lope, un plano de Hitchcock de uno de Ford. Quien quiera conocer la obra de un arqui- tecto está obligado a tener en cuenta esos 'materiales de arquitectura' que son los propios de cada autor. No puede dirigirse a una obra concreta pertrechado con teorías o criterios criados en granja, en páginas de libros; ni puede ir hacia un arquitecto con las cla- ves y fantasmas específicos de otro arquitecto. 2 CÓMO SE DESCUBREN LAS FUENTES DE IMAGINACIÓN DE UN AUTOR No sirve ir al pie del edificio y ponerse a mirar. ¿Hacia dónde? ¿mirando de qué modo? El edificio no dice cómo ha sido visto o ima- ginado por su autor. Cuentan que Soane gustaba imaginar su Banco de Inglaterra como si fuera las ruina de unas antiguas termas romanas (así lo hizo representar por un amigo): ¿cómo adivinarlo, mirando ahora, por nuestra 'cuenta, el edificio? Tampoco sirve escudriñar los planos. Plantas, alzados y secciones enseñan a construir el edificio, no a comprender su arquitec- tura. Rogelio Salmona, que dibujó en el atelier de Le Corbusier las siete costillas de la cubierta de Ronchamp, nos explicaba que lo que él hacía era pasar de escala un minúsculo croquis de Le Corbusier, procurando sobre todo no modificar las curvaturas origina- les, para no recibir gritos: en el dibujo no estaba dicho que esas siete costillas fueran una escalera vertical hacia las constelaciones, donde se encontraba Nuestra Señora de lo Alto. Tampoco sirve leer las palabras de un autor sobre su obra: la materialidad del oficio de arquitecto está en el proyectar, y es de ahí de donde hay que extraer la teoría. Décadas de prédica filosófico-historicista han hecho asu,mir a muchos arquitectos un modo de discursear y escribir que no es el suyo, sino el propio de historietadores del arte y demás clerecía, que monopolizan además, increi- blemente, en las escuelas de arquitectura la trasmisión del pasado, cortándolo de la tradición. ¿Se aceptaría que, para enseñar e! oficio de la pintura, el conocimiento de Velázquez y Giotto sólo le llegara a un pintor de la boca de un historiador del arte? Pues así les llegan Palladio, Schinkel y Aalto a los arquitectos, como si fueran Nombres de la Historia adecuados para escribir ensayos. De este modo, se extirpa a los arquitectos la tradición, se les devuelvEi' alienada, y son adiestrados a hablar de su oficio con el mismo palabreo impostado que el historiador o el crítico. \___ Sólo hay un lugar donde se descubre al arquitecto, montando en silencio el bastidor sobre el que va a ponerse a proyectar: es en sus croquis y dibujos autógrafos. Ahí es donde afloran, no tanto unas determinadas imágenes que prefiguran el proyecto, cuanto las prioridades profundas de aquel autor. Por ejemplo, si tomamos tres dibujos de la Acrópolis de Atenas, uno de Aalto, otro de Le Corbusier y otro de Kahn, no tenemos ahí tres dibujos de la Acrópolis de Atenas, sino las bases mismas de la arquitectura de Aalto, de la arquitectura de Le Corbusier y de la arquitectura de Kahn. 470

Quetglas j Architectura de La Catedral

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ARQUITECTURA ENLACATEDRAL JOSEPQUETGLAS CADA ARQUITECTO TIENE SUCARPINTERA RAFAEL MONEOCroquis y dibujos En El sol del membrillo se veacmo Antonio Lpez iniciaba la pintura de un cuadro:como un carpintero, iba montando elbasti-dor de madera y le cosa la tela donde iba a ponerse a pintar. Igual ocurre conlos arquitectos, aunque elsuyo seaun oficioms abstracto que elde los pintores.Un arquitecto inicia supro-yecto definiendo (inventando, obteniendo, apandoselas para fijar) los materiales de construccin de su arquitectura, que no coin-cidencon los materiales de construccin de su edificio, sino con cuestiones alas que lentiende que debe enfrentarse. Por ejem-plo, un arquitecto no sabe -a menos que sea un academicista- lo que es una 'ventana', o una 'puerta', o un 'muro', y necesita hacer el proyecto para llegar a averiguarlo. Cada arquitecto es atraido aprensivamente por unas cuestiones -y no por otras- que le inte-resan injustificadamente, ycuyo tratamiento recorre y unifica elconjunto de su obra. As, Wright, preguntndose una yotra vez si la casa es el vnculo que ahoga al individuo o la condicin que posibilita la libertad personal. As, Le Corbusier, coronando paisajes para tratar de sentirse parte de un mundo del que se siente excluido yal que slo puede 'mirar'. As,Sullivan, buscando lapersonalidad de un edificio 'alto'. -=' Esa reiteracin espontnea identifica la obra de un autor, yes de un efecto tan intenso e inmediato como el que permite distinguir a la primera un versode Quevedo de uno de Lope,un plano de Hitchcock de uno de Ford. Quien quiera conocer la obra de un arqui-tecto est obligado a tener en cuenta esos 'materiales de arquitectura' que son los propios de cada autor. No puede dirigirse a una obra concreta pertrechado con teoras o criterios criados en granja, en pginas de libros; ni puede ir hacia un arquitecto con las cla-ves y fantasmas especficos de otro arquitecto. 2CMO SEDESCUBREN LASFUENTES DEIMAGINACIN DEUNAUTOR No sirve ir al pie del edificio y ponerse a mirar. Hacia dnde? mirando de qu modo? El edificio no dice cmo ha sido visto o ima-ginado por suautor.Cuentan que Soane gustaba imaginar suBanco de Inglaterra como si fueralas ruinade unas antiguas termas romanas (as lo hizo representar por un amigo): cmo adivinarlo, mirando ahora, por nuestra 'cuenta, eledificio? Tampoco sirve escudriar los planos. Plantas,alzados ysecciones ensean aconstruir eledificio,no acomprender su arquitec-tura. Rogelio Salmona, que dibuj en el atelier de Le Corbusier las siete costillas de la cubierta de Ronchamp, nos explicaba que lo que l haca era pasar de escala un minsculo croquis de Le Corbusier, procurando sobre todo no modificar las curvaturas origina-les, para no recibir gritos: en el dibujo no estaba dicho que esas siete costillas fueran una escalera vertical hacia las constelaciones, donde se encontraba Nuestra Seora de lo Alto. Tampoco sirve leer las palabras de un autor sobre su obra: la materialidad del oficio de arquitecto est en el proyectar, yes de ah de donde hay que extraer la teora.Dcadas de prdica filosfico-historicista han hecho asu,mir amuchos arquitectos un modo de discursear yescribir que no es el suyo, sino el propio de historietadores del arte ydems clereca, que monopolizan adems, increi-blemente, enlas escuelas de arquitectura la trasmisin del pasado, cortndolo de la tradicin. Seaceptara que,para ensear e! oficio de la pintura, el conocimiento de Velzquez yGiotto slo le llegara a un pintor de la boca de un historiador del arte? Pues as les lleganPalladio,Schinkel yAaltoalos arquitectos, como si fueranNombres de la Historia adecuados para escribir ensayos.De este modo, se extirpa alos arquitectos la tradicin, se les devuelvEi' alienada, yson adiestrados a hablar de su oficio con elmismo palabreo impostado que el historiador o el crtico.\___ Slo hay un lugar donde se descubre al arquitecto, montando en silencio el bastidor sobre el que va aponerse a proyectar: es en sus croquis y dibujos autgrafos. Ah es donde afloran, no tanto unas determinadas imgenes que prefiguran el proyecto, cuanto las prioridades profundasde aquelautor.Por ejemplo,sitomamos tresdibujosdela Acrpolis de Atenas,unode Aalto,otrodeLe Corbusier yotro de Kahn,no tenemos ah tres dibujos de la Acrpolis de Atenas, sino las bases mismas de la arquitectura de Aalto, de la arquitectura de LeCorbusier yde la arquitectura de Kahn. 470 RAFAEL MONEOCatedraldaNuestraSei'ioradatosAngales. Croquis OurLadyofthaAngelsCathadral SketchasJORGE OTEIZA HomenajaaLasMenlnas HomagetoLasMElf\Onas1958DEQU ESTNHECHOS LOS DIBUJOS -LAS ARQUITECTURAS- DERAFAEL MONEO? No son dibujos como los de Le Corbusier, donde el trazo es nico, unos pocos puntos indican los planos sin afeitar, en sombra, y objetos pequeos y detallados enfocan la mirada. Enlos dibujos de Moneo, el trazo se repite y se superponen lneas. Pero tampoco es al modo de Siza, aunque ah tambin se superponen trazos, puesto que en un dibujo de Siza tal superposicin parece ser slo un efecto ptico: puede incluso sospecharse que, mirando elpapel de canto,se descubriran los trazos separados entre s,a profundi-dades yalturas distintas, flotando unos sobre otros. Por el contrario,los trazos de los dibujos de Moneo seenredan, se comportan como un largo hilo de lana revuelto en ovillo. En ese ovillo de lana quedan atrapados espacios vacios, pequeas bolsas de aire caliente. El ovillo, como una esponja, es algo ms que hilo: es el hilo ms esos ndulos de tibieza. En el dibujo de Moneo, entre las lneas quedan atrapadas pequeas esquirlas de papel en blanco: ndulos de luz. Eldibujo, como una esponja, es algo ms que lneas: son laslneas ms una luminosidad integrada en la misma materia del dibujo, luz 'amasada'. Hagamos como si la palabra -bastidor sobre la que RafaelMoneo proyecta y que, alpro-yectar, trata de comprender- fuera'luz'. Para identificar el papel que la luz pueda jugar en su arquitectura, hemos de empezar renunciando a aplicarle nuestra propia defi-nicin, y tambin a distinguirla claramente de su definicin por otros arquitectos. Para Le Corbusier, por ejemplo, la luz es una con-dicin exterior bajo la cual est eledificio. La luz llega desde fuera y los volmenes estn 'bajo' la luz. A la arquitectura de Mies, por elcontrario,la luz no llega: Mies est enun cielo que no conoce declinacin ni movimiento; como enel cielo de Swedenborg,una iluminacin difusa e inmvil seala la superacin del tiempo. Laluz de la arquitectura de Moneo, como ensean sus dibujos, es una cualidad integrada en elpropio material, materializada en l, emanada desde elpropio edificio. Es posible que haya sido enlas esculturas de Jorge de Oteiza donde Moneo haya aprendido la tc-nica de esta integracin de la luminosidad, como una de las propiedades de la materia. Vacios, llenos, recortes, afacetamientos e incli-naciones no son en Oteiza sino gradualizaciones de la emanacin de luz que parte de toda materia. Lo traslcido, lo plisado, el control de las juntas son procedimientos habituales en la arquitectura de Moneo para construir una 'iluminancia' emanada del propio edificio. Pero, al tratar de aplicar la arquitectura de Moneo para comprender el edificio de Los Angeles, hay una dificultad aadida: se trata de una catedral. 4"NOSOTROS NO CONSTRUIMOS CATEDRALES" Lo escribi un Mies orgulloso de vivir en el siglo XX, convencido de que la arquitectura estaba yendo de la mano de un mundo que alcan-zaba por fin su edad adulta, y que no le correspondera en adelante mayor dignidad que la de dar amparo a las actividades humanas. Pero henos aqu otra vez,envueltos por un mundo de cruzadas, pestes y catedrales. Proyectar un escenario de culto catlico significa proyectar, no a partir de los gestos,y necesidades de la gente, sino, al mismo tiempo, a partir de la literatura. Pongo un ejemplo. Ahora visitamos en Vicenza el teatro de Palladio, y vemos en su esce-nario el decorado para una representacin concreta que otro arquitecto hizo en una ocasin, un Edipo rey, tan admirado en su tiempo que ya no se desmont. Qu hubiera ocurrido si, desde el principio, Palladio hubiera proyectado el teatro como escenario para esa exclusiva yrepetida representacin? Habra integrado quizs elargumento de laobra enelconjunto del edificio, enlugar dedis-poner un escenario neutro, apto para lasucesin de diferentes argumentos? Yadesde lacalle,se habra sabido que aqulera un lugar donde se representaba a Sfocles? Unacatedral,ocualquier otro temploparaempresasreligiosasbasadasennarracionesliterarias teatralizadas,debecontener referencias inequvocas a esos textos,no slo en lo que podramos considerar el escenario principal, sino disuelto tambin por las diferentes partes del edificio. Para comprender la arquitectura del edificio es absolutamente necesario conocer previamente el argu-mento de la obra, los personajes principales de la accin, susms famosos. 5EL RECINTO Rex Martienssen, el arquitecto sudafricano muerto prematuramente, en 1941, y quien mejor comprendi la afinidad de Le Corbusier con la arquitectura clsica, escribi una tesis doctoral que, en su edicin argentina -La idea de espacio en la arquitectura griega-usbamos como libro de texto en los cursos de Josep Maria Sostres, cuando todava habla en Barcelona una Escuela de Arquitectura. Uncaptulo del libro est dedicado alsantuario, eltemenos. Todo santuario consta de tres elementos: un recinto limpiamente deli- , gi:J_ego, propi/eos) yun templo.!\ visible a lo lejos desde la entrada y punto final del trayecto.no sea un caso especfico griego: Mircea Eliade lo generaliza como estructura tpica del espacio religioso./-)"/ /ijJ-C ru- -D:A-1

,' Li\ -Jltir-llr-J.J...i=cccu\-.)i\ 1/// - ,' 1------;--Cc\f>V RAFAEL MONEOCatedral de Nuestra Seora delos Angeles. Croquis OurLadyofthe AngelsCathedral.SketchesLa Catedral de Los Angeles sigue el mismo dispositivo. RafaelMoneo se refiere a"la condicin insular del solar".' El terreno est "en una eminencia que domina la ciudad ( ... ) Situado entre la Civic Community y la Cultural Community, servir amodo de puente a travs de toda la ciudad de Los Angeles".'La parcela rectangular, de cuatro hectreas, es tangente a la autopista de Hollywood, una de las arterias principales de la metrpolis. 11Ligeramente elevado, este solar domina su entamo, lo que contribuir a acentuar el papel del nuevo templo como hito urbano y centro espirituaP'.3 11EIsuelo de que disponiamos nos empujaba a entender el templo y sus dependencias anejas de un modo no muy diverso a aqul que establecieron los franciscanos, al construir los recintos autnomos a los que llambamos "misiones". Aceptando tal programa, cmo situar en nuestro solar la Catedral y las construcciones que la acom-paan? La topografa del solar, y la naturaleza y jerarqua de las calles que lo rodean, parecan encerrar la respuesta. Sin duda, la Catedral debera construirse en la zona ms alta sobre Grand Street. Como forzado contrapunto, tal decisin llevaba a que elparking se situase en las cotas ms bajas, para resolver as, con ms facilidad, los accesos y provocar el que stos seprodujesen en niveles diversos. Construir sobre elparking laresidencia y el centro de atencin a los fieles pareca obvio. Y,al que-dar as ocupadas las reas del solar que se asomaban a Grand Street y Hill Street, se produca entre ellas un espacio abierto, capaz de asumir las funciones de una plaza: un espacio llamado a ser importante en el futuro, ya que se anticipan ceremonias multitudinarias a celebrar al aire libre, dadas las condiciones climticas de la ciudad". ?_ .:e.:d.:.if.::ic:::i::o.:D;=ia:.'g:o;.n_:.::a:::I y compararlo con la insularidad efectiva del terreno en Los Angeles, para medir la diferencia entre espacio profano y espacio sagrado. Las dependencias ms utilitarias se usan, enLos Angeles,como filtro que cumple un doble papel:dar la medida alespacio vacio enfrente de la catedral, asignndolo a su respeto, y establecer una pausa entre el suelo de la ciudad y el suelo donde se funda la cate-dral. Enun instersticio junto a los edificios utilitarios se dispone la salida peatonal del aparcamiento subterrneo yel ingreso peato-nal, bajo el prtico de campanas. La puerta no es un escenario fsico, sino el sentimiento de estar entrando en un espacio significa-tivo, distinto al que dejamos yque obliga a un comportamiento especfico. Moneo pareceestar adoptando, junto aldispositivo cannicodel santuario,unodelosmodelos fundacionalesdelpatriarcadela arquitectura moderna: el Templo Unitariano, de Frank Lloyd Wright, que se comporta respecto al conjunto californiano como un pequeo prototipo. Tambin Wright deba enfrentarse a lo que en aquel momento se consideraba ciudad rugiente (un cruce de tranvas prximo), yus los edificios auxiliares yadministrativos delacongregacin,ms bajos,impersonales,paraabrazar yamparar elespaciode entrada yel propio templo. Al margen de las dimensiones, hay una inesperada y reconfortante analoga entre ambos conjuntos. 6.EL TRAYECTOHACIA LA PUERTA Y LA MIRADA HACIA EL RETABLO Desde elprimer paso en el interior del recinto, todo debe ayudar a ir hacia el templo. En la arquitectura academicista, la mirada y los pies avanzan superpuestos, sobre el eje que marca la arquitectura. Los pies siguen hacia donde tocamirar.LeCorbusier aprendi enlahelenista Pompeya que puede hacerse distinto, que las miradas, el trayecto y las axialidades del espacio pueden trenzar ydestrenzar una coreografa sabia. EiLOsAgeles, una vez dentro delsantuario,desde la plazabaja de laesquina sud-este, verdaderos propileos delrecinto,una escalinata abre paso hacia la puerta de la catedral,en un trayecto paralelo al lado sur del recinto. Perola mirada recibe solicitudes de todo un abanico de focos de atencin. Si esa escalinata se orienta hacia la puerta, otra se orienta hacia una discreta capilla al aire libre, a ras de suelo, pequea en dimensiones y casi inapreciable en la planta, pero de una fuerte presencia en el lugar.Dentro de ese bside, tan importante como para romper el lmite continuo de la parcela enla pared norte, yemerger al exterior, est Tonantzin, la buena diosa materna, a quienlos mexicas cubrieron bajo el prudente nombre de 'Virgen de Guadalupe',para evitar el proselitismo de los talibanes dominicos.' 1 No es inocente el uso de la palabra 'abanico'ara describir al conjunto de focos de atraccin que atrapa a la mirada de quien entra al recinto. Doxiadis ense que, en los santua1os griegos, los edificios no se disponen segn distancias y posiciones comprobables en proyeccin enplanta oalzado -como hara Le Corbusier con sus trazados reguladores-, sino segn arcos de visin, segn los abanicos de ngulos visuales establecidos en los puntos importantes del trayecto, desde los propileos hasta el altar. Una mirada baja vahacia Tonantzin,en el extremo derecho del arco visual, yotra hacia la gran puerta de entrada, enelextremo izquierdo. Entre uno yotro punto est la catedral, como un retablo barroco. Sucentro, yel centro de toda la plaza, es la cruz: "El centro visual del espacio exterior es la cruz franciscana tallada en el lucernario de alabastro de la fachada de lacatedral. La franja transversal de la cruz se sita paralela al alero de la cubiertaque sobresale como un visor. Esta proyeccin de lacubierta hacia delante y su cada perpendicular hacia un lado convierten la fachada principal de laiglesia en teln de fondo para ceremonias al aire libre, de forma que Ja misma cruz preside tanto los altares interiores como exteriores,6 1Rafael Moneo, 1Catedral de Nuestra Seora de los Angeles', El Croquis 91,1998,p.118. 2 1Entrevista con el cardenalRogar Mahony',Arts Sacra 3, 1997, p.16. 3Rafael Moneo, 'Congregar luz1,Arquitectura Viva58, 1998, p. 60. 4RafaelMoneo,'Catedral de Nuestra Seora de los Angeles1,cit.,p.118. 5Las prdicas y sermones ms convincentes, y que ms conversiones a la verdadera fe produjeron, corran a cargo de los colmillos de los perros. 6Rafael Moneo,

Arquitectura Viva85,7-8 2002, pp. 92-93. 474 RAFAEL MONEOCatedralde Nuestra seora de Los Angeles. Croqulspre!lm!nares,plantayvlstasdelapuerta Our Lady ol the Angels Cathadrat Prel1111111arysketches.HoorplanandperspectivesoftheentrancegateJ Laposicin flotante de la cruz, el paralelismo entre su brazo y la horizontal del alero,la colocacin del brazo un poco por debajo de la slida lnea del alero, escalonamiento inclinado de su base, hacen que la cruz parezca estar colgada del alero, tomada de los brazos, sostenida. De referirla al repertorio iconolgico establecido, debera decirse que muestra el momento del descendimiento, cuando el cuerpo del crucificado es descolgado, sostenido yamparado por elpequeo grupo que lo va a enterrar. Seamos atrevidos. Si es posible ver antropomrficamente el prisma geomtrico que compone esa cruz, y decir de l: "Ese es Jess, cuando lo estn desclavando", por qu no entender que elrestode volmenesque componen elretablo tambin tiene nombre y apellidos, como tienen personalidad plstica cada uno de ellos? Acaso la escultura moderna no nos haenseado que una piedra con un agujero puede llamarse 'Maternidad'? Apartado del grupo, atrs, ala derecha, est elcampanario, muy alto, reservado yrecogido ens mismo. Es quizs elavergon-zado Pedro? Dos figuras, con la cabeza cubierta, a izquierda yderecha de la cruz, son las que parecen sostener al sacrificado: son acaso Mara yaqulla de Magdala? Acurrucado en el suelo, al pie mismo de la cruz, hay uno desconsolado, que no soporta el dolor, quizs el ms joven de todos, Juan. Ynosotros? Cules nuestra posicin enelretablo? Porque ah debemos figurar,necesaria-mente. Si la arquitectura de la catedral sirve de trnsito entre este mundo ylo divino, ysi elsacrificio representado en el retablo ha sido hecho a causa nuestra, por nuestra salvacin, nuestra presencia entre los personajes del drama es obligada. Tambin nosotros estamos ah,a ras de suelo, en ese agujero negro que es la puerta de entrada al templo. Jess ha sido sacrifi-cado, y entramos todos en el tnel de oscuridad, el ms apartado de la cruz en toda la fachada, como si nuevamente furamos Adn yEva arrojados almundo. 7.LA DURACINDEL CAMINO Laopcin de colocar la puerta enla misma fachada tras la cualest elaltar parece una decisin forzada,por cuanto lo habitual es que puerta yaltar ocupen posiciones opuesias, aunque enLos Angeles resulte inevitable hacer lo contrario: 11{Las)decisiones primeras, relacionadas con laocupacin del suelo, iban a resultar definitivas para establecer la arquitectura de la catedral, para dibujar su planta. Y, as, si se queran hacer compatibles la orientacin cannica del templo -el bside mirando a naciente- y el acceso principal desde una plaza, lo que ocurra es que las puertas de la catedral deberan situarse laterealmente: el resultado llev a una inusitada planta, en la que las capillas no quedan expuestas a la nave central, abrin-dose a sendos deambulatorios que garantizan alcanzar el espacio de las naves tras caminar por ellos,gradualmente111 La puerta debe conseguir, por tanto, entrando al interior de la catedral tras el altar, cubrirlo a la vista e iniciar un trayecto que lle-gue a la nave por el fondo, en un camino que recorre toda la longitud de la nave. Tambin aqu la presencia del Templo Unitariano de Frank Lloyd Wright parece prxima. Enla narracin donde Wright recuerda el proyecto -una narracin que inaugura lo que ha sido proyectar arquitectura durante un siglo, yque empieza preparando una jarra de caf, afilando los lpices, limpiando las reglas de 't' yforrando el tablero de lamesa con papel fresco,para pasar adar espacio al sentido de las actividades de la gente, yacabar explicando el edificio a los clientes-, el inters principal de Wright est en con-seguir un lugar donde, alfinalizar elrito, los asistentes no giren la espalda al plpito para marchar hacia lapuerta. Para Wright, la buena conclusin de la ceremonia deba ser, alcontrario, un mayor estrechamiento entre el oficiante yel grupo, un acercarse alofi-ciante. Wright lo resuelve colocando la salida a ambos lados del plpito, ydisponiendo la entrada -obviamente, se trata de las mis-mas puertas- por un pasillo ensemistano que pasa por elguardarropa yhace entrar ala sala por sus esquinas traseras. Una vez ms,slo una distancia fsica separa Chicago de Los Angeles. Si en Los Angeles faposicin de la puerta es un resultado asumidohay otros proyectos, libres de tales encadenamientos, donde Moneo adopta el mismo sistema.Paraentrar enlaundaci Joan Mir-PilaJuncosa, enCiutat de Mallorca,por ejemplo, hay que medir a pasos toda la longitud del edificio, por fuera,antes de encontrar el ingreso hacia una caja de alabastro iluminante. Es posi-ble que haya aqu algn esquema adecuado algusto del autor,pero, en el caso de la catedral, Moneo consigue hacer de la necesi-dad virtud yofrece, en ese pasillo que va desde la puerta a la pila bautismal, la experiencia quizs ms emotiva de toda la catedral. El largo pasillo tiene, en su lado izquierdo, un muro continuo y,a la derecha, una serie de capillas despegadas unas de otras, vuel-tas hacia el pasillo yde espaldas a la nave, entre las cuales se deja filtrar por breves momentos la presencia de la nave. "La luz reflejada de las capillas proporciona ( ) luz al deambulatorio, luz reflejada que har que el acceso a la nave se produzca disfrutando de un camino inicitico, que desearamos respirase tranquilidad y calma11. "La puerta prxima a Temple Street lleva a un corredor que recibe la luz reflejada desde las capillas: el largo muro queda as disponible para recibir lpidas1inscrip-ciones y exvotos que mantengan viva la historia de la "El largo muro exterior no presenta huecos, queda reservado para la instalacin de placas de piedra, inscripciones y ofrendas votivas que mantendrn viva la histo-ria de la catedral".' 7Rafael Moneo, 'Catedral de Nuestra Sefiora de los Angeles', cit., p. 123. B tdem. 9Rafael Moneo, 'Congregar luz', cit., p. 61. 10Rafael Moneo, 1Palimpsesto luminoso', cit., 'p. 93. 476 RAFAEL MONEO Capilla de FrayJunfperoSerra FraJuniperoSerraCllapel Espronto para viajar aLos Angeles yrecorrer ese corredor.Quizsdebamos esperar un tiempo, ir dentro de doscientos otres-cientos aos: entonces presenciaremos la historia de la catedral -la historia de los habitantes de Los Angeles- en los rastros que queden del paso de estas generaciones: lpidas, fechas, nombres, pinturas, bajorrelieves, signos de un recorrido colectivo, en el que cada transente carga consigo los pasos de quienes le han precedido. Ese largo trayecto del pasillo, cunto mide? Le Corbusier media longitudes con tiempo:una plaza larga,veinte minutos apie; unpuerto cuyos muelles miden media hora en coche; dos ciudadesseparadas cuatro horas enavin.Cunto mide elcorredor de lacatedral deLos Angeles?Milenios.Mide lo que medir la historia de la ciudad. Es una rememoracin de nuestro paso sobre la tierra, desde aquel primero que fij la pisadas de nuestra madre Lucy sobre la arcilla africana, en las que ya estaban superpuestas las huellas de un pie ms pequeo. "Uno entiende en esta obra lo que significa nuestra condicin de transentes en este mundo. Yo creo que un espacio sagrado est obligado a dar testimonio de esta inevitable experiencia. Para m,un espacio sagrado es, hoy en da, aquel en el que las gentes entienden lo que es la Tierra11." Pero no es sta la nica medida del corredor.Elcorredor lleva desde la puerta hasta el interior de la nave. Moneo ha escrito que la cruz que figura en el retablo exterior es la misma del interior, flotante sobre ytras el altar. No es completamente exacto. Es cierto que las cruces estn en el mismo lugar yson fsicamente la misma, como ocurre en Ronchamp, otro templo reversible, que ampara ceremonias a cubierto yal aire libre, con un nmero reducido de asistentes y,en ocasiones puntuales, con una multitud de peregri-nos. EnRonchamp, Le Corbusier resuelve la duplicidad con la figura pivotante de Nuestra Seora de lo Alto, dentro de una caja con ventana hacia el interior y hacia el exterior. EnLos Angeles, Moneo lo resuelve con el cajn de alabastro, maclado en la pared de fachada, donde est trazada la cruz, visible por tanto desde el exterior ydesde el interior." Pero la cruz no es la misma. Si, vista en el exterior, su aspecto habla de un Jess sacrificado, llevado a la sepultura, postrado, esta misma cruz vista en el interior estalla en todo el mpetu de unos rayos de luz desbordantes, que penetranhasta el corazn mismo delanave, yque los planos inclinados que laenmarcan an consolidan ms. As,tambin pudiera decirse que elcorredor mide exactamente tres das:los que median entre elsacrificio delcrucificado ysu resurreccin. 8.HA RESUCITADO En Ordet, de Dreyer, Birgitte Federspell, en el papel de lnger, explica a su marido Mikkel que la fe se vive como una especie de calor-cito tibio,entre las costillas.Laentrada ala nave en la CatedraldeLos Angelesdebe de producir una sensacinparecida.Trasla abstraccin del exterior yla solemne procesin del pasillo, se accede aun centro de gozo clido,emanando luz melosa, revestido de madera yalabastro. Se trata de un lugar cuya espacialidad se orienta hacia figuras simultneamente contrapuestas. El centro de la geometra est en elaltar, de donde parte el despiece radial del pavimento, pero el foco de la mirada est en la cruz. Elpavimento es central,pero el techo est formado por una procesin longitudinal de troncos de madera, omo bajando un rioque desemboca en la cruz,al modo de las traviesas de madera del suelo del Cementerio de Igualada, de Enrie Miralles yCarme Pins. Eltecho se eleva imparablemente hacia lacruz, pero un plano .horizontal bajo, definido netamente por las lmparas, mantiene el espacio aras de suelo, a la altura de los asistentes." La nave es un espacio nico, pero los ligeros desniveles del suelo, los envoltorios muraras yalgo que puede llamarse la rarifica-cin del aire -la distinta densidad del espacio enalgunos puntos-, hacen que elconjunto muestre lamisma suspensin espacial que las imgenes medievales, con la sede episcopal, el altar, el coro, el presbiterio yla cruz, cada uno como su presencia autnoma, recortada, no unificada por la perspectiva central, sino ritual,revelada. 11Rafael Moneo, 'Catedral de Nuestra Seora de los Angeles', cit.,p. 126. 12 Esta presencia simultnea parece haber sido una cuestin inicial en el proyecto, si advertimos que, en el proyecto de una capilla a fra Junper Serra, que sirvi para elegir al arqui-tecto de lacatedral, la imagen del franciscano mallorqun ya asomaba al exterior yal interior del pequeo templo. 13 Esas lmparas repiten el mismo papel que tenan en el Templo Unitariano de Wright, all como composicin de cubos, aqu de pirmides, y tambin en tantas iglesias bizantinas ymezquitas otomanas. 478