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Razones y justificaciones de la guerra expansionista de Filipo II de Macedonia

Presentado por: Alejandro Delgado Cód.: 460974

Introducción

Durante generaciones la figura de Alejandro Magno ha cautivado a todo Occidente; ha exaltado la imaginación de las personas, al escuchar hablar de su Imperio, que abarcó la región comprendida entre Grecia y el valle del Indo, uno de los más grandes conocidos por el hombre.

Pero Alejandro llegó a conquistar el Imperio Persa siguiendo los planes, y utilizando las herramientas, que antes preparó su padre: Filipo II, rey de Macedonia.

El objetivo de este ensayo es hacer un acercamiento a las razones que utilizó el rey macedonio para sacar a su región del anónimato y llevarla a tomar el control y la hegemonía de toda la Hélade, antes de dar el paso, que terminaría dando su hijo, de conquistar Persia.

Grecia en el Siglo IV a.n.e

Este es un siglo de cambios, un período de revolución en el pensamiento y el actuar griegos: Se presenta un constante relevo en la hegemonía sobre la Hélade; nacen nuevas estrategias militares; aparecen individuos que marcan la historia occidental, algunos incluso para sus contemporáneos, otros todavía dejan sentir su sombra sobre la forma en que vemos a Grecia.

Desde el S. V, y durante buena parte del IV, aumenta el número de mercenarios en toda la Hélade y Asia Menor. Muchos griegos son soldados en potencias extranjeras, incluso llegan a ser guardias de tiranos en los Balcanes. Era ésta una tarea muy apetecida para exiliados, muchos de los cuales tenían la esperanza de retornar a sus ciudades, recuperar sus derechos y retirarse como individuos acomodados1.

De igual manera, existían soldados griegos en las satrapías persas (algunos en Siria y Lidia, e incluso combatieron en Egipto cuando Artajerjes II intentó retomar esta región sublevada). Mientras tanto, en la Hélade, cambia la forma en que se perciben las formas de combate distintas a la hoplítica: se empiezan a buscar arqueros, lanzadores de jabalina y honderos2, aunque antes el uso de armas arrojadizas era una táctica cobarde3, al mismo tiempo que aumenta la táctica militar, y el desarrollo de la poliorcética4.

El hecho de que cada día los ciudadanos intentaran alejarse más del servicio militar, obliga a los distintos estados a contar con los mercenarios, con los problemas que ello conlleva (crisis financiera; cambios en las relaciones con otras poleis, decantándose los beneficios por aquellas con mayor poder económico; dar operaciones importantes, pero engorrosas a los extranjeros, tales como guardias, expediciones y viajes largos).

1 Yvon Garlan. «El Militar». El Hombre Griego. Madrid: Alianza Editorial, 1995: 93; Hermann Bengtson. «La Cultura Griega En El Siglo IV a.C.» Griegos Y Persas. El Mundo Mediterráneo En La Edad Antigua. Madrid: Siglo XXI, 1972: 2422 Bengtson: 2433 Garlan. «El Militar»: 84-85. Desde Homero a Eurípides los arqueros tuvieron mala fama, y en su Heracles, Eurípides critica a éste personaje por enfrentarse a lo lejos, y no hacer frente a la lanza y usar su escudo.4 Garlan. «El Militar»: 92. Aparecen tratados como la Poliorcética de Eneas Tácito.

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Así pues, cambian las formas bélicas, ya no era posible seguir luchando con el sistema hoplítico de la misma forma en que se venía trabajando: ganan fuerza la estrategia, la infantería ligera, la poliorcética y la caballería, como lo comenta Demóstenes en sus Filípicas5. Cambios que empezaron a surgir a partir de enfrentamientos con los reyes persas6 .

Junto a estos cambios, Grecia se vio marcada por la aparición de filósofos y pensadores, algunos de los cuales afectaron el desarrollo cultural y político de los Balcanes, y nuestra perspectiva para el análisis de la Antiguedad. Tres de ellos (tal vez los más conocidos) son Sócrates, Platón y Aristóteles.

La muerte de Sócrates se tomó como ejemplo de constancia: La muerte por la defensa de sus convicciones. Su optimismo al pensar que, el conocimiento justo lleva a un comportamiento justo, le llevo a anteponer el alma del individuo frente a los bienes materiales, concepción bastante revolucionaria para la mayoría de griegos, para los cuales, la propiedad era bastante importante7. Ésta visión del mundo, aunada a su pedagogía, en la que abunda la ironía, generaron molestias entre miembros de la sociedad ateniense, que, tergiversando sus palabras, consiguieron que Sócrates fuese condenado a morir ingiriendo cicuta.

Lo que conocemos acerca de las enseñanzas de Sócrates, nos llega a través de su discípulo más célebre: Platón. Fundó la Academia, un centro de enseñanza y búsqueda de la verdad. A diferencia de su maestro, sí trabajó sobre política, y, al tener ciertas decepciones en su trato con los gobernantes griegos8, empezó a trabajar oponiendo el mundo de las ideas al mundo de los sentidos. Al igual que con las ideas de Sócrates, es una visión revolucionaria, que, según sus detractores podría llevar a un desinterés en la vida y, principalmente, en la esfera política.

Pero Platón, con base en sus ideales, esbozó un estado ideal en su obra La República, y luego le hizo correcciones en Las Leyes. Ambos textos bastante influenciados por la concepción espartana del gobierno y los ciudadanos: El grupo dominante se encarga de la educación de la población, que, en conjunto, trabaja por el bienestar del Estado, supeditado a éste en todos los sentidos (no existe propiedad privada; los ciudadanos viven y comen juntos; existe posesión comunal de mujeres e hijos, es decir, no existe el matrimonio; entre otras características). Para él, éste es un sistema eterno e imperecedero. Aunque, Las Leyes no es el anexo de La República, ya que, esta nuevo escrito representa el mejor Estado que se puede realizar (un Estado policíaco, que, apoyado por la religión busca erradicar la voluntad libre de los ciudadanos en pro del colectivo).

Durante los últimos 20 años de su vida, Platón tuvo un estudiante que sería conocido hasta nuestros días: Aristóteles. Trabajó sobre problemas epistemológicos, éticos, lógicos, naturales (física, zoología, botánica), historia y literatura. Privilegia el conocimiento pragmático. Después de varios viajes vuelve a Atenas y, hacia 335 a.n.e, funda el Liceo (Perípato), que junto a la Academia, se convierten en el centro de de la vida intelectual de Grecia.

Aunque no intentó trabajar activamente en política, sí teorizó sobre ella, tomando como modelo la polis, y, para evitar las degeneraciones en las formas de gobierno (monarquía que cae en tiranía; en 5 Demóstenes. Filípicas. Aguilar, 1967: 786 Rubén Sáez Abad. «La Poliorcética En El Mundo Antiguo». Jun 2004 Recuérdese las limitaciones impuestas a los metecos en cuanto a la compra de tierras en el Ática. Michel Austin, Pierre Vidal-Naquet. Economía y Sociedad en la Antigua Grecia. Paidos Studio. 8 Bengtson: 231. Viajó a Sicilia, donde conoció al tirano Dionisio I de Siracusa, y la situación de Atenas no le pareció muy favorable, ya que, en una de sus cartas cuenta que, el cambio de costumbres permiten la corrupción de las leyes.

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oligarquía; y el gobierno de la clase media que cae en democracia), propone la politeia, el gobierno de la clase media, manteniendo las diferencias económicas (riqueza y pobreza), al igual que la esclavitud.

El siglo IV también trajo consigo un auge de la democracia (principalmente en el Ática), en el cual la igualdad política se convirtió en un deseo de igualdad material, por lo que se necesitó cada vez más tierra, y la economía se volvió tema importante de la Asamblea y de la vida política. Así, se fue ordenando el sistema económico de Atenas, desarrollándose un sistema bancario basado en los préstamos (a un alto interés) y el intercambio de monedas que circulaban en Grecia9.

Aún con un principio de arreglo de las finanzas, la diferencia entre ricos y pobres era considerable (muy pocos personajes con grandes fortunas frente a la mayoría de la población que se definía como pobre o paupérrima), y, durante las guerras, aún después de los impuestos y las liturgías, para cubrir la brecha económica, se recurría a tomar préstamos de los templos (dinero de las ofrendas y, en caso extremo, la fundición de las ofrendas votivas, entre otras) para pagar manutención, remuneración de mercenarios, entre otros.

Junto a ello, y a pesar de una aparente materialidad en el pensamiento práctico, se presenta un florecimiento intelectual: Aparecen oradores como Isócrates, Demóstenes, Esquines, Hipérides, Hegesipo, Licurgo, Foción, Démades, entre otros; dramaturgos como Astidamante y Carcino (aunque la escena fue regida por la fama de Eurípides, cuyas obras obtuvieron reconocimiento después de su muerte); comediógrafos como Aristófanes y Menandro. En esa misma época se construyeron (o se iniciaron las obras de) varios teatros, entre ellos el de Epidauro, el de Dioniso en Atenas, y los de Pela, Siracusa y Halicarnaso. Se desarrollan la escuela de medicina de Hipócrates (proseguida por sus hijos y su yerno) y las centros médicos en Cnido y Epidauro. Y el ático es un dialecto comprendido por toda la Hélade y sus colonias.

Macedonia y Persia conocidas por Filipo

Hacia 359 muere el rey Artajerjes II de Persia, y le sucede su hijo Artajerjes III Oco, y en ese mismo año también lo hace el rey de Macedonia Perdicas III, luchando contra los ilirios (pueblo situado al oeste de Macedonia).

Artajerjes III acabó con las revueltas en las satrapías de Asia Menor (Misia, Frigia, Fenicia y Chipre), volvió a someter a Egipto (invierno del 343 a.C.), devolviéndole al Imperio su prestigio. Consiguió renacer el respeto para la monarquía aquménida, tanto interno como externo, y evitar la entrada de Atenas en su conflicto interno, tal vez, amenazándola con un ataque directo10.

Macedonia, por su parte, no era considerada como enteramente griega, pero esto nos ha llegado de fuentes ajenas a Macedonia, o de aquellos contrarios a la misma11. Aunque los macedonios se veían a sí mismos como parte de la comunidad griega. Pero hoy se acepta que es una etnia griega que recibe influencias de otras que no lo son.

De los primeros reyes macedonios no se tiene gran información, y se conoce más a partir de Alejandro I Filheleno (quien reinó en la primera mitad del siglo V), cuando es recibido en los Juegos Olímpicos

9 Bengtson: 24610 Bengtson: 25611 Francisco Pina Polo. «El Ascenso Y La Hegemonia De Macedonia: Características Del Régimen Monárquico». POLIS, Revisu De Ideas Y Formas Políticas De La Antigüedad Clásica 5 (1993) : 165

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(aceptandose así la condición de griego para él y su casa) justificandose en una supuesta descendencia, de la realeza macedonia, de Heracles12. El avance de Macedonia empezó con el rey Arquelao (413-399), que organizó el reino, construyo caminos y fortalezas, inició un comercio agrícola con los estados vecinos, dividió Macedonia en varios distritos administrativos, y recibió en su corte a varios poetas griegos. Después de su muerte, y aparte una sucesión larga de cortos reinados, Macedonia no representa gran importancia política en los Balcanes hasta la regencia de Filipo II (que sirve como regente de su sobrino Amintas, hijo de Perdicas III)13.

Durante su regencia, Filipo resolvió los principales problemas de su región: Llegó a un acuerdo con Atenas al entregar Anfípolis; calmó a sus vecinos más cercanos, que asolaban sus fronteras, con algunos a través del dinero; se deshizo de otros aspirantes al trono14, incluyendo a un tal Argeo que se había hecho del apoyo de Atenas; derrotó en batalla a los ilirios; suprime gobiernos vasallos que no demostraron su valía15; y obtiene el control de las minas de oro del monte Pangeo, hasta el momento en poder de los tracios.

Debido a ello, la Asamblea decide nombrar como rey a Filipo, dejando de lado a Amintas, en una monarquía militar, donde es a la vez rey, sacerdote, juez, director de relaciones exteriores, controla los recursos naturales y firma tratados en su nombre, y no en nombre de Macedonia. Pronto aumenta el tamaño del reino a través de colonias (como Filipos y Filópopolis, entre otras).

Filipo toma la corona de un reino que, debido a su extensión y sus condiciones geográficas, es practicamente autosuficiente: Cuenta con una agricultura sobre suelos relativamente fértiles; ganadería favorecida por buenos pastos; metales preciosos en las distintas provincias que va anexionando; y, grandes bosques susceptibles de convertir en madera para la comercialización. Todo esto, junto a la reorganización promovida por Filipo, permitió un gran avance de la región.

Algunas de sus reformas fueron la sedentarización de las poblaciones seminómadas, dándoles base agraria; la ampliación de las zonas fértiles mediante la irrigación de zonas deforestadas; la construcción de obras públicas, como caminos y canales; y redistribuyó la población, por razones defensivas (asentando macedonios en territorios fronterizos y recién anexionados) como de mejor aprovechamiento del suelo16.

Con la mayor explotación minera, la acuñación de moneda (tanto de plata como de oro) y el flujo de botínes de guerra (en las expediciones contra vecinos belicosos y las de expansión) generó un

12 Argumento igualmente utilizado por Espeusipo en la carta que escribe a Filipo. Francisco Pina Polo, y Sabine Panzram. «Mito, Historia Y Propaganda Política: La Carta De Espeusipo a Filipo II De Macedonia». Gerión 19 (2001) : 360-36213 Bengtson: 25914 La suceción estaba reglamentada, cuando no se escogía sucesor en vida del rey, por una serie de reglas que privilegiaba la secuencia de padre a hijo, pero, parece que no era determinante la antigüedad (primer hijo del primer matrimonio). Además, debido a la posibilidad de varias esposas por parte del rey, entraban en competencia por la corona varias personas. Y, si el sucesor designado era menor de edad, su pariente varón más cercano y mayor de edad era nombrado por la Asamblea como regente. En Francisco Pina Polo. «El Ascenso Y La Hegemonia De Macedonia: Características Del Régimen Monárquico». POLIS, Revista De Ideas Y Formas Políticas De La Antigüedad Clásica 5 (1993) : 31-3215 Bengtson: 26016 «Hegesias de Magnesia y la figura de Filipo II»

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florecimiento económico, que facilitó un aumento demográfico, representando, en un futuro, más hombres para la milicia o como mano de obra.

Otro de sus frentes de renovación fue el ejército, utilizándolo no sólo como arma, sino como “instrumento de unidad social y política, como catalizador de la unidad nacional, como generador de riqueza y fidelidades”17. Organizado según la jerarquía social, los hetairoi (Compañeros), grandes terratenientes pertenecientes a las familias de la nobleza y las más importantes de Macedonia, encabezan el ejército, representando la infantería pesada. Su armamento es muy parecido al de los hoplitas del resto de Grecia. Junto a ellos existían dos cuerpos de caballería: Los prodromoi o exploradores, y los sarissophoroi o lanceros, además de los hipaspistas, un cuerpo de apoyo a la infantería pesada, protegiendo los flancos de la falange, y armados con lanza y escudo18.

La infantería estaba dividida en dos grupos: Los pezetairoi o Compañeros de a Pie, pequeños y medianos campesinos que forman la línea base de la infantería tradicional; y los asthetairoi, que serían reclutados sólo de la Alta Macedonia19. El carácter estatal del ejército, es decir, el hecho de que todos los habitantes de Macedonia estuvieran obligados a prestar servicio ante su rey, permite la conformación de un ejército “nacional”, con reclutamiento territorial, mucho más barato y confiable que los mercenarios20.

Aparte estos cuerpos, el ejército era apoyado por refuerzos enviados por aliados, principalmente por tesalios, tracios, ilirios, molosos y peonios. Algunos de estos grupos eran bastante importantes, como los arqueros cretenses y los contingentes de tracios y agrianos armados con jabalínas21.

Las reacciones griegas ante el crecimiento de Macedonia

Ante el constante avance de Macedonia, los primeros en reaccionar fueron los atenienses, “que veían amenazado su dominio en Tracia”22, que habían firmado una serie de tratados con algunas dinastías tracias.

Pero, mientras Filipo conseguía mayores territorios y alianzas, por la espada o con el oro de sus minas, en Grecia estallaba la llamada Tercera Guerra Sagrada (356-346 a.C.), debido a disputas entre focenses (que controlaban las rutas comerciales entre Tebas y Tesalia) y una coalición de beocios y tesalios. Debido a la representación de toda la Hélade en la Anfictionía, la guerra se extendió por buena parte de Grecia.

Los focenses, pueblo pequeño de Grecia central, hace un préstamo forzoso sobre el templo de Delfos, acuñando moneda a partir de sus ofrendas votivas. Acción que es tomada como provocación y sacrilegio por los tesalios. Filipo es, en este conflicto, aliado de Tesalia, venciendo así al ejército focense (incluídos 6,000 mercenarios) en la batalla del campo de Crocos (352).

Ante el intento del rey macedonio de ingresar a Grecia central, se movilizan los aliados de los focenses, enviando contingentes hoplitas y cerrandole el paso de las Termópilas. Filipo, vuelve a

17 Pina Polo. «El Ascenso Y La Hegemonia De Macedonia...»: 17418 Rubén Sáez Abad. «La Poliorcética En El Mundo Antiguo». Jun 2004 : 132-13319 Pina Polo. «El Ascenso Y La Hegemonia De Macedonia...»: 172-173

20 Pina: 17121 Sáez Abad. «La Poliorcética...»: 13322 Bengtson: 261

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Macedonia para evitar un enfrentamiento en el lugar que representa tanto para la memoria de los griegos. En 351, Filipo emprende una expedición hacia Tracia, donde firmó alianzas con príncipes tracios que comerciaban con Atenas, quien vio en peligro sus beneficios económicos con esta región (que servía de punto de entrada de mercancías hacia el Mar Negro y Bizancio). Luego, la Liga Calcídica es atacada por Macedonia, acto percibido como una ofensa por los helenos23. Después de la derrota de Olinto (348), y aún a pesar de la animadversión contra el monarca macedonio sembrada por los olintios, Atenas, impotente, tuvo que firmar la paz con Filipo24. En 346, expediciones macedonias contra Tracia y Fócide, consiguieron el sometimiento de esas dos regiones, dando paso libre hacia el Peloponeso. Termina así la Guerra Sagrada, Fócide es expulsada de la Anfictionía, desmilitarizada y multada, al tiempo que Filipo consigue la entrada a la Anfictionía (en tanto descendiente de Heracles), en la que se queda con los votos correspondientes a Fócide.

Estos rápidos y contundentes logros por parte de Filipo preocuparon a muchos helenos (entre los cuales contamos a Demóstenes y Esquines), pero, inflamaron en otros, como Isócrates y Espeusipo, la idea de una Hélade guiada por un líder fuerte, que acabase con las constantes fricciones entre las poleis y las prepare contra su verdadero enemigo: Persia25.

Mientras que en Atenas, Espeusipo alaba a Filipo como el líder indiscutible de la conquista de Persia y reprocha a Isócrates el escribir discursos en favor de quien antes atacaba y Demóstenes , Filipo inica su avance sobre Tracia, que caerá en poder de Macedonia hacia 340. Según Filipo, lo hace para proteger a los griegos que son acosados por los tracios26. Aquí se instalaron colonias y ciudades, que fueron pobladas por macedonios, y se nombró un macedonio como gobernador de Tracia.

El rey macedonio utiliza tanto la espada como la diplomacia, y queda demostrado por el hecho de empezar relaciones con etolios (entregando Naupacto)27 y llevando contingentes a Eubea28, la cual, después de sacar a los macedonios de su territorio, se uniría a la Alianza Helénica en 340, Alianza que unía a Eubea, Acarnania, Acaya, Corinto, Mégara, Léucade y Corcira, todas bajo la dirección de Atenas.

Otra de sus acciones por la espada es el ataque a una flota triguera ateniense a la entrada del Bósforo, tomando 230 naves. Así, Atenas, que había perdonado una violación del territorio ateniense en el Queroneso tracio29 por una disculpa de Filipo, ante este nuevo ataque a las posesiones atenienses, declara la guerra a Macedonia (finales del año 340).

23 Después de la toma de la Liga Calcídica, de los ataques contra las islas de Lesbos e Imbros, de la entrada en Eubea por parte de tropas de Filipo, y de la cancelación de un ataque a Macedonia por parte de Atenas (ya que se pensaba que Filipo moriría por una grave enfermedad), Demóstenes interviene ante la Asamblea ateniense y promulga su Primera Filípica. 24 Tratado conocido como la paz de Filócrates, que recibe su nombre del político ático que lidera la embajada helena, y que después será conocido como fiel partidario de Filipo.25 Debemos recordar aquí que, al menos en asuntos de guerra, los griegos tenían muy buena memoria y muy poca capacidad de perdonar. Espeusipo habla de las acciones de Macedonia en las guerras Médicas (casi 100 años antes de escrita la carta), para dar su apoyo a Filipo II. Y, según Garlan, una de las justificaciones más comunes para atacar es la venganza por una ofensa hecha tiempo atrás, ver Garlan: 7126 Bengtson: 26927 Bengson: 26928 Demóstenes: 6529 Sobre esta región, Demóstenes lamenta la posesión de Filipo sobre Cardia, en su Tercera Filípia. Demóstenes: 74

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Pero, mientras Filipo luchaba contra los escitas, para consolidar la frontera norte, estalla la Cuarta Guerra Sagrada, implicando también a Atenas. Luego de una acusación de los locros de Anfisa y una contraacusación de los atenienses, estalla el enfrentamiento, en el que Tebas, ligado a Anfisa, se opone a Atenas. Durante este conflicto, el consejo de la Anfictionía nombra hegemon (general) de la Liga a Filipo de Macedonia.

Aprovechando su posición, Filipo se apodera de Elatea, después de penetrar por Heraclea Traquinia y Citinión, sometiendo a una fuerte presión tanto a Tebas como a Atenas. Por ello, y en parte gracias a los discursos que Demóstenes hizo en la primera ciudad, los tebanos y los atenienses hacen alianza contra Macedonia y formaron una línea de bloqueo frente a Elatea, para evitar que el ejército macedonio se acercara a Tebas y Anfisa. Luego de ello, se unen a Macedonia los pueblos de la Fócide y los locros epicnémidos, mientras los estados del Peloponeso permanecen neutrales.30

Después de una derrota de los mercenarios griegos en el camino hacia Anfisa y un intento frustrado de negociación, y ya que los macedonios controlaban el golfo de Corinto, es decir, que tenían la capacidad de atacar por mar la retaguardia de los aliados, éstos buscaron una batalla decisiva: En agosto de 338, en el valle de Queronea, las falanges macedonias31 derrotan al ejército griego.

Luego de ello, Filipo se dispone a la reorganización de la Hélade: Fundo la Liga de Corinto (dejando a Esparta por fuera de la misma, después de reducirla a sus fronteras primitivas), en la que mantiene la independencia de cada polis; prohibe los cambios constitucionales por la violencia; exige una cantidad de guarniciones militares proporcional a la capacidad militar de cada estado; impone escuadrones macedonios en Tebas, Calcis y Corinto; y fija un tratado defensivo y ofensivo, entre los pueblos que hacen parte de la Liga, a perpetuidad.32

Durante el tiempo en el que el rey de Macedonia tenía el control de la Hélade (ya que, aunque nominalmente eran libres y autónomos, los estados griegos debían someterse a los dictámenes de Filipo y la Liga de Corinto), se vio una unidad entre los pueblos griegos, manteniendo la paz y el orden, en buena parte gracias a la idea de un enemigo común y una ofensa que vengar: Jerjes y la destrucción de santuarios griegos, por parte del ejército persa, durante las guerras médicas, a principios del siglo V a.C.

Conclusiones

Según parece, Filipo II de Macedonia toma la hegemonía sobre la Hélade, no en cuanto a un verdadero deseo de conquista de los pueblos griegos (a los que respetaba y admiraba, y de los cuales se sentía miembro), sino que lo hace para dar orden en la que sería su retaguardia al avanzar contra su verdadero objetivo: Persia, que había ofendido a los griegos al intentar anexionar la Hélade a su Imperio.

30 Bengtson: 272-27331 Sáez Abad: 132-133. Pina Polo. «El Ascenso..»: 171-173. Aunque en disposición y armamento era muy parecida a la falange hoplita del resto de Grecia, la falange macedonia se diferenciaba por cuatro razones: El uso de la sarissa como arma, una pica cuya longitud variaba de acuerdo a la posición dentro de la falange (llegando hasta los 5,4 metros), con la cual la primera fila estaba protegida por las siguientes, formando una estructura erizada; el uso de caballería para proteger los flancos de la falange, la mejor caballería de toda la Hélade, reclutada de entre la aristocracia; un escudo ligero sujeto a los hombros, lo que permite una mayor movilidad; y el hecho de que utiliza muy pocos mercenarios, para explotar la fidelidad del guerrero hacia su rey y su pueblo. 32 Bengtson: 275

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Con base en los documentos analizados para este trabajo, me es imposible asegurar que esa sea la verdadera razón y no una búsqueda de grandeza por parte de Filipo II, pero, tanto aquellos que lo apoyan, como él mismo, tienden a dar esta justificación, que, teniendo en cuenta la cosmovisión griega de la época, es posible que fuese un razonamiento válido.

Es posible ver que, debido a las condiciones de Macedonia bajo el reinado de Filipo II, la conquista de Grecia no era necesidad, debido a:

Las reformas agrarias y económicas implementadas al principio de su reinado, en las que se mejoraba la explotación de los recursos naturales (entre ellos metales preciosos) y del suelo; se fortalecía la moneda; y se desarrollaba el comercio,

La reformulación de un ejército que, más allá de su función militar, refuerza las relaciones entre el rey, la aristocracia y el pueblo, generando una especie de “sentimiento nacional” y de fidelidad, con la capacidad de reclutar hombres en todo el territorio, haciéndolo más barato que el uso de mercenarios,

El fortalecimiento de las instituciones, que minimiza las tensiones entre el pueblo y sus gobernantes.

Así, pues, la primera fase de expansión de Macedonia (357-354 a.C), puede ser vista como una consolidación de sus tierras y rutas comerciales, al igual que de su estructura interna33.

Pero, el hecho de las continuas escaramuzas entre las poleis34, y la competencia con la Liga Naval de Atenas por rutas comerciales en el Quersoneso, aunado a una posible ambición personal e impulso de la nobleza macedonia, le llevan a buscar la conquista de Grecia, en parte como forma de asegurar la supervivencia de su estado; en parte, para buscar un mayor reconocimiento de su condición de heleno35.

Además, personajes como Isócrates, Espeusipo y Filócrates, hacen ver en él a un líder que conseguirá lo que, hasta ese momento sólo se había conseguido al verse amenazados por Persia: Generar una unidad de los pueblos de la Hélade, reduciendo así drásticamente las constantes escaramuzas entre las poleis.

Luego de conseguir el entendimiento entre los griegos, para evitar conflictos internos gracias a su nobleza militar, que veía en la guerra su razón de ser y de beneficios, Filipo dirige toda su atención contra el objetivo que, desde el principio, se usa como excusa: El Imperio persa.

33 Pina Polo. «El Ascenso..»: 183. Los éxitos militares permiten justificar la entrega de tierras y beneficios a nobles y colonos.34 Como las Guerras Sagradas, y los cambios de hegemonía entre Atenas (477-404), Esparta (404-376) y Tebas (376-362). 35 Pina Polo. «El Ascenso..»: 183. Entra en instituciones tradicionales griegas, crea otras que sigan estas mismas costumbres,, acuña monedas con efigies de dioses griegos, etc.

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Bibliografía

Fuentes primarias

Demóstenes. Filípicas. Aguilar, 1967.

Pina Polo, Francisco, y Panzram, Sabine. «Mito, Historia Y Propaganda Política: La Carta De Espeusipo a Filipo II De Macedonia». Gerión 19 (2001) : 355-390.

Fuentes secundarias

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Garlan, Yvon . «El Militar». El Hombre Griego. Madrid: Alianza Editorial, 1995. 65-99.

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