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Enfermería
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COLEGIO DE ENFERMERAS(OS) DEL PERÚCONSEJO REGIONAL III - LIMA METROPOLITANA
CIENCIAY ARTE DE ENFERMERÍA
CIENCIAY ARTE DE ENFERMERÍA
Enero, 2015
Vol. I Nº 4
ISSN 2224-7246
CIENCIA y ARTEde ENFERMERÍA
ÍNDICE
Catalogación hecha por el Centro de Documentacióndel Consejo Regional III-LM. CEP
Revista Oficial
del Consejo Regional III
Lima Metropolitana del CEP
Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú
Nº 2014-11402
ISSN 2224-7246
Derechos Reservados.
Las publicaciones del Consejo
Regional III - LM. CEP están
escogidas a la protección prevista
por las disposiciones legales
vigentes de Derecho del Autor.
Envío de Artículos:
Consejo Regional III-LM. CEP
Jr. Morales Alpaca 243 - 245
Pueblo Libre
Teléfono: 261 2879 anexo 21
Producción gráfica
Doris Obando Bravo
995 873185
Hecho en Perú
Revista Científica Virtual
Lima, enero de 2015
Morales Alpaca Nº 243 - 245
Consejo Regional III - LM. CEP - 2014
Pueblo Libre, Lima, Perú
©
Revista Científica “Ciencia y Arte de Enfermería”Consejo Regional III-LM. CEP - 2015
Nº de páginas 46
Presentación ....................................................................................................................
EditorialEl trabajo continuo de investigar ................................................................................
1. La motivación y su relación con la participación del personal de enfermería en la educación permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau ..........................................................................................................
2. Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis .................................................
3. Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora ...........................................................................................
4. Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012 .............................
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación ................................................................................................................
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad? .........................................................................
Acreditación a través del modelo de alta fiabilidad: Estructura, Proceso, Resultado (Parte 2) .......................................................................................................
ARTÍCULOS ORIGINALES
ENSAYOS
3
4
6
11
15
22
29
34
39
CIENCIA y ARTEde ENFERMERÍA
ÍNDICE
Catalogación hecha por el Centro de Documentacióndel Consejo Regional III-LM. CEP
Revista Oficial
del Consejo Regional III
Lima Metropolitana del CEP
Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú
Nº 2014-11402
ISSN 2224-7246
Derechos Reservados.
Las publicaciones del Consejo
Regional III - LM. CEP están
escogidas a la protección prevista
por las disposiciones legales
vigentes de Derecho del Autor.
Envío de Artículos:
Consejo Regional III-LM. CEP
Jr. Morales Alpaca 243 - 245
Pueblo Libre
Teléfono: 261 2879 anexo 21
Producción gráfica
Doris Obando Bravo
995 873185
Hecho en Perú
Revista Científica Virtual
Lima, enero de 2015
Morales Alpaca Nº 243 - 245
Consejo Regional III - LM. CEP - 2014
Pueblo Libre, Lima, Perú
©
Revista Científica “Ciencia y Arte de Enfermería”Consejo Regional III-LM. CEP - 2015
Nº de páginas 46
Presentación ....................................................................................................................
EditorialEl trabajo continuo de investigar ................................................................................
1. La motivación y su relación con la participación del personal de enfermería en la educación permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau ..........................................................................................................
2. Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis .................................................
3. Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora ...........................................................................................
4. Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012 .............................
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación ................................................................................................................
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad? .........................................................................
Acreditación a través del modelo de alta fiabilidad: Estructura, Proceso, Resultado (Parte 2) .......................................................................................................
ARTÍCULOS ORIGINALES
ENSAYOS
3
4
6
11
15
22
29
34
39
En estos días de conmemoración del Día de la Enfermería Peruana, la
Junta Directiva del Consejo Regional III - Lima Metropolitana del Colegio
de Enfermeros del Perú, renueva su compromiso y asume su
responsabilidad de gestionar el desarrollo de nuestra profesión,
poniendo a disposición de las y los miembros de la orden el tercer
número del año 2014 de nuestra Revista Cientí?ca y Arte de Enfermería,
como un espacio académico para visibilizar ante la comunidad
cientí?ca, experiencias de la práctica cotidiana e investigaciones
desarrolladas por los enfermeros a través de artículos o ensayos.
Conscientes de que, en la actualidad, la sociedad y las instituciones
dentro de esta, vienen cambiando a un ritmo inquietante, los roles de las
instituciones y de sus miembros requieren ser fortalecidos acorde a
dichos cambios, siendo este uno de los objetivos de la presente revista, la
que ponemos a consideración para retroalimentar la imagen social y el
quehacer de Enfermería.
Queremos expresar nuestro especial agradecimiento a las y los colegas
que, a través del envío de sus artículos o ensayos, vienen aportando a la
continuidad de esta revista, así como a los miembros del Comité de
Publicaciones y Revista del CRIII - Lima Metropolitana del Colegio de
Enfermeros del Perú por el trabajo profesional que vienen realizando, lo
cual permite enfatizar las frases que guían a esta gestión: “Identidad,
Integración y Desarrollo” “Para ti, por ti y contigo”.
Invitamos a todos los miembros de la orden del CRIII y otras instancias,
para que continúen enviando sus artículos o ensayos para los siguientes
números de nuestra revista, con la seguridad de que sus valiosos aportes
contribuirán con el crecimiento y enaltecimiento
de nuestra noble profesión.
PRESENTACIÓN
Mg. Tula Espinoza Moreno
Decana
Consejo Regional III – Lima Metropolitana
Colegio de Enfermeros del Perú
PR
ESEN
TACIÓ
NRevista de Ciencia y Arte de Enfermería 3
CIENCIA Y ARTE DE ENFERMERÍA
Jefe EditorialMg. Teresa Vivas DurandVocal I Consejo Regional III - Lima Metropolitana Colegio de Enfermeros del Perú
Comité EditorialMg. Tula Margarita Espinoza MorenoDecanaConsejo Regional III - Lima MetropolitanaColegio de Enfermeros del Perú
Mg. Anika Remuzgo ArtezanoDocente Universidad Privada del NorteEnfermera asistencial Hospital Edgardo Rebagliati Martins, Perú
Mg. Rosa Eva Pérez SiguasDocente Universidad de Ciencias y HumanidadesEnfermera asistencial Centro Materno Infantil Confraternidad Juan Pablo II, Perú
Dr. Hernán Hugo Matta SolísDocente Universidad de Ciencias y Humanidades, Perú
Lic. Elizabeth Rossana Carranza ManriqueDocente Universidad de Ciencias y Humanidades
Mg. Wilmer Luis Fuentes NeiraDocente Universidad de Ciencias y Humanidades
Mg. Ferdinan Carlos AymaAsesor de tesis y Corrector de estilo de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) y de la Universidad de Ciencias y Humanidades, Perú Docente investigador
Lic. Edith Gutiérrez MamaniPrensa e Imagen Institucional Consejo Regional III - Lima Metropolitana Colegio de Enfermeros del Perú
Consejero InternacionalDr. Patrick Albert PalmieriDocente Walden University College of Health Sciences
CIENCIA Y ARTE DE ENFERMERÍA
Volumen 1Número 4Páginas 1 - 46 Enero, 2015
2 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
En estos días de conmemoración del Día de la Enfermería Peruana, la
Junta Directiva del Consejo Regional III - Lima Metropolitana del Colegio
de Enfermeros del Perú, renueva su compromiso y asume su
responsabilidad de gestionar el desarrollo de nuestra profesión,
poniendo a disposición de las y los miembros de la orden el tercer
número del año 2014 de nuestra Revista Cientí?ca y Arte de Enfermería,
como un espacio académico para visibilizar ante la comunidad
cientí?ca, experiencias de la práctica cotidiana e investigaciones
desarrolladas por los enfermeros a través de artículos o ensayos.
Conscientes de que, en la actualidad, la sociedad y las instituciones
dentro de esta, vienen cambiando a un ritmo inquietante, los roles de las
instituciones y de sus miembros requieren ser fortalecidos acorde a
dichos cambios, siendo este uno de los objetivos de la presente revista, la
que ponemos a consideración para retroalimentar la imagen social y el
quehacer de Enfermería.
Queremos expresar nuestro especial agradecimiento a las y los colegas
que, a través del envío de sus artículos o ensayos, vienen aportando a la
continuidad de esta revista, así como a los miembros del Comité de
Publicaciones y Revista del CRIII - Lima Metropolitana del Colegio de
Enfermeros del Perú por el trabajo profesional que vienen realizando, lo
cual permite enfatizar las frases que guían a esta gestión: “Identidad,
Integración y Desarrollo” “Para ti, por ti y contigo”.
Invitamos a todos los miembros de la orden del CRIII y otras instancias,
para que continúen enviando sus artículos o ensayos para los siguientes
números de nuestra revista, con la seguridad de que sus valiosos aportes
contribuirán con el crecimiento y enaltecimiento
de nuestra noble profesión.
PRESENTACIÓN
Mg. Tula Espinoza Moreno
Decana
Consejo Regional III – Lima Metropolitana
Colegio de Enfermeros del Perú
PR
ESEN
TACIÓ
N
Revista de Ciencia y Arte de Enfermería 3
CIENCIA Y ARTE DE ENFERMERÍA
Jefe EditorialMg. Teresa Vivas DurandVocal I Consejo Regional III - Lima Metropolitana Colegio de Enfermeros del Perú
Comité EditorialMg. Tula Margarita Espinoza MorenoDecanaConsejo Regional III - Lima MetropolitanaColegio de Enfermeros del Perú
Mg. Anika Remuzgo ArtezanoDocente Universidad Privada del NorteEnfermera asistencial Hospital Edgardo Rebagliati Martins, Perú
Mg. Rosa Eva Pérez SiguasDocente Universidad de Ciencias y HumanidadesEnfermera asistencial Centro Materno Infantil Confraternidad Juan Pablo II, Perú
Dr. Hernán Hugo Matta SolísDocente Universidad de Ciencias y Humanidades, Perú
Lic. Elizabeth Rossana Carranza ManriqueDocente Universidad de Ciencias y Humanidades
Mg. Wilmer Luis Fuentes NeiraDocente Universidad de Ciencias y Humanidades
Mg. Ferdinan Carlos AymaAsesor de tesis y Corrector de estilo de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) y de la Universidad de Ciencias y Humanidades, Perú Docente investigador
Lic. Edith Gutiérrez MamaniPrensa e Imagen Institucional Consejo Regional III - Lima Metropolitana Colegio de Enfermeros del Perú
Consejero InternacionalDr. Patrick Albert PalmieriDocente Walden University College of Health Sciences
CIENCIA Y ARTE DE ENFERMERÍA
Volumen 1Número 4Páginas 1 - 46 Enero, 2015
2 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
El término de actividades en el año 2014 cierra un
círculo de lecciones aprendidas para el comité editorial.
Queda mucho camino por recorrer, pero ya se tiene
avances con el mayor número de envíos de los
colaboradores, lo cual es un indicador inicial de avances
y, para el próximo año, con la indexación a los
repositorios internacionales, se espera aumentar la
demanda de los colaboradores e implementar
indicadores como las citas de nuestros artículos en otras
revistas indexadas, lo que actualmente se viene
aplicando por otras instituciones (Martin, 2015).
Tenemos presente la necesidad de mejorar los procesos
de arbitrajes de los artículos recibidos con la invitación
de editores asociados. El presente año, el grupo del
comité tuvo que converger en un grupo
multidisciplinario. Y siempre tenemos presente afrontar
el reto diario de seguir manteniendo y elevando la
calidad en todos los procesos.
Como señala Hedges (2014), promover la investigación
en Enfermería fortalece el consumo de información,
actividades de equipos de investigación y empoderamiento
de los investigadores principales; así también la labor
profesional, que tiene más evidencias para justificarse y
mejorar a sí misma. Observamos bastante entusiasmo en los
colaboradores, que es una “chispa” que debemos cultivar con
el trabajo en equipo, crear y compartir en investigación es el
camino que esperamos se fortalezca en los colaboradores.
Así, cerramos este volumen con satisfacción y exceso de
expectativas para las siguientes ediciones.
El Comité Editor
REFERENCIAS
1. Hedges, C. (2014). Guest Editorial: Generating Excitement for Nursing Research. Journal of Radiology Nursing, 33(4), 161–163. doi:10.1016/j.jradnu.2014.08.002
2. Martin, B. R. (2015). A new editorial team, and a new indicator of where RP stands. Research Policy, 44(1), 1–3. doi:10.1016/j.respol.2014.10.002
5Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
ED
ITO
RIA
L
4 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
EL TRABAJO
CONTINUO
DE INVESTIGAR
El término de actividades en el año 2014 cierra un
círculo de lecciones aprendidas para el comité editorial.
Queda mucho camino por recorrer, pero ya se tiene
avances con el mayor número de envíos de los
colaboradores, lo cual es un indicador inicial de avances
y, para el próximo año, con la indexación a los
repositorios internacionales, se espera aumentar la
demanda de los colaboradores e implementar
indicadores como las citas de nuestros artículos en otras
revistas indexadas, lo que actualmente se viene
aplicando por otras instituciones (Martin, 2015).
Tenemos presente la necesidad de mejorar los procesos
de arbitrajes de los artículos recibidos con la invitación
de editores asociados. El presente año, el grupo del
comité tuvo que converger en un grupo
multidisciplinario. Y siempre tenemos presente afrontar
el reto diario de seguir manteniendo y elevando la
calidad en todos los procesos.
Como señala Hedges (2014), promover la investigación
en Enfermería fortalece el consumo de información,
actividades de equipos de investigación y empoderamiento
de los investigadores principales; así también la labor
profesional, que tiene más evidencias para justificarse y
mejorar a sí misma. Observamos bastante entusiasmo en los
colaboradores, que es una “chispa” que debemos cultivar con
el trabajo en equipo, crear y compartir en investigación es el
camino que esperamos se fortalezca en los colaboradores.
Así, cerramos este volumen con satisfacción y exceso de
expectativas para las siguientes ediciones.
El Comité Editor
REFERENCIAS
1. Hedges, C. (2014). Guest Editorial: Generating Excitement for Nursing Research. Journal of Radiology Nursing, 33(4), 161–163. doi:10.1016/j.jradnu.2014.08.002
2. Martin, B. R. (2015). A new editorial team, and a new indicator of where RP stands. Research Policy, 44(1), 1–3. doi:10.1016/j.respol.2014.10.002
5Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
ED
ITO
RIA
L
4 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
EL TRABAJO
CONTINUO
DE INVESTIGAR
RESUMEN
Objetivo: Determinar la relación entre la motivación y la participación del personal de Enfermería en la
educación permanente en el Servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau de EsSalud.
Materiales y métodos: Se realizó un trabajo de tipo explicativo y correlacional en una muestra de 18
enfermeras. Resultados: No se encontró relación entre las dimensiones de la motivación en la dimen-
sión activación y la participación en educación permanente. Respecto a la relación entre la motivación
en la dimensión dirección y la participación en educación permanente, no se evidencian dimensiones
asociadas. En la relación entre la motivación en la dimensión del proceso y la participación en educa-
ción permanente se pudo encontrar que las dimensiones relacionadas con la variable dependiente fue-
ron la satisfacción del motivo con su trabajo, la percepción del estímulo, la valoración del estímulo y el
tipo de estímulo. Conclusiones: No se observa relación entre la motivación en la dimensión de conduc-
tas instrumentales y la participación en la educación permanente; tampoco se demuestra relación entre
la motivación en la dimensión de control de resultado y la participación en educación permanente.
Palabras clave: Motivación, educación permanente
ABSTRACT
Objective: In order to determine the relationship between motivation and participation of nurses in con-
tinuing education in the Department of ICU-III NICU Hospital Emergency Grau EsSalud
Materials and methods: Work correlational explanatory and was conducted in a representative sample
of 18 nurses, Results: Which the following results were found. It is found that he could not report rela-
tionship between the dimensions of motivation in the activation dimension and participation in lifelong
learning. Regarding the relationship between motivation dimension in the direction and participation in
lifelong learning cannot demonstrate associated dimensions. Regarding the relationship between moti-
vation in the process dimension and participation in lifelong learning, it was found that the dimensions
related to the dependent variable was satisfaction occasion with their work, the perception of the stimu-
lus, the valuation of the stimulus and stimulus type. Conclusions: No relationship between motivation
in the dimension of result control and participation in lifelong learning is found. Finally, to determine the
relationship between motivation and participation of nurses in continuing education is not found signifi-
cant relationship.
Key words : Motivation, continuing education
La motivación y su relación con la participación
del personal de enfermería en la educación
permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital
III Emergencias Grau
6 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
La educación continuada es considerada para la
Enfermería un proceso permanente y continuo a lo
largo de su vida profesional que le permitirá estar
actualizada en el área en que se desarrolla.
La educación continua es una poderosa arma desde
cualquier ángulo que se le enfoque. La enfermera
debe recibir orientación y capacitación periódica con
el objeto de actualizarse y adiestrarse en su práctica
diaria (COIB, 2006).
En el Decálogo del Código de Ética para enfermeras y
enfermeros mexicanos (Comisión Interinstitucional
de Enfermería, 2001), se asume el compromiso de
actualizar y aplicar los conocimientos científicos, téc-
nicos y humanísticos de acuerdo a su competencia
profesional. Se reconoce que la educación continua
consiste en la implementación de actividades, estra-
tegias y modalidades de formación personal y profe-
sional, flexibles, dinámicas y alternativas, dirigidas a
los diversos sectores de la población; además, ofrece-
rán la renovación y ampliación de los conocimientos
profesionales y proporcionarán información sobre
avances en determinadas áreas científicas, tecnológi-
cas, humanísticas o artísticas (Universidad de Gua-
najuato, 2004).
Kovacs (2004), en primer lugar, señala que la pro-
puesta pedagógica está ligada a principios de aprendi-
zaje significativo; en segundo lugar, en este abordaje,
es difícil disociar aspectos cognitivos y afectivos,
teniendo en consideración tres cimientos: teoría, prác-
tica y desarrollo personal, propuesta que debe dirigir el
proceso de formación, y mucho más que un cúmulo de
informaciones y elaboración, cuestionamientos, para
confrontar con las perspectivas y valores del alumno, y
con esto acrecentar y perfeccionar, ofreciendo una
devolución para el propio conocimiento ya acumulado.
Según Boemer (1998), las propuestas educativas, en
el sentido de preparar a los profesionales de la salud
para enfrentar la muerte o morir, siempre serán consi-
deradas un desafío a ser vencido y no un momento de
la existencia humana que ha vivido con autenticidad.
Es la expresión máxima de la libertad del ser.
La formación de los profesionales se debe contemplar
como un continuum que empieza con la formación
básica y que incluye la especialización y la formación
continuada a lo largo de la vida profesional. En el año
1970, un comité de expertos de la Organización Mun-
dial de la Salud definió la formación continuada
como: “La formación que sigue un profesional des-
pués de finalizar su formación básica (o cualquier
formación de especialización) con el fin de mantener
y/o mejorar su competencia profesional” (Consejo
Internacional de Enfermeras, 2005).
Según el Colegio de Enfermeros del Perú, la enferme-
ra deberá ser capacitada por su centro laboral con el
creditaje académico necesario para la recertifica-
ción. Establece también que las horas de capacita-
ción deberán ser por lo menos de ochenta y cinco
(85) horas al año, equivalente a 5 créditos. La capa-
citación debe ser determinada por la máxima autori-
dad de Enfermería (Código Ético de la Enfermera,
2006).
Los profesionales de Enfermería del Hospital III Emer-
gencias Grau – EsSalud no desarrollan capacitacio-
nes por muchos motivos o limitaciones: la falta de
facilidades en lo que corresponde a los turnos, el fac-
tor económico, la disponibilidad de tiempo, falta de
presupuesto por parte de la institución para lo que
corresponde a capacitaciones internas y desmotiva-
ción por falta de reconocimiento profesional. Asimis-
mo, por parte de las jefaturas de Enfermería, no se
desarrollan planes de capacitación como parte de la
misión institucional y mucho menos se realiza un
monitoreo continuo. Ademas, se ha recabado infor-
mación de que algunos no se capacitan porque el tra-
bajo de Enfermería se ha automatizado; consideran,
también, como límite la edad; es decir, para el perso-
nal que tiene más de 50 años consideran que ya no es
importante, por el mismo hecho de que pronto se jubi-
larán.
En los servicios de UCI UCIN, se observa que la
capacitación permanente no forma parte de los pla-
nes de capacitación que deberían existir mensual-
mente. En algunos casos, se dan esporádicamente;
pero tampoco son evaluados o monitoreados como
indicador de evaluación de rendimiento. Por ello,
cuando se les convoca para el curso, no todos asis-
ten ya que de alguna manera no es de forma obliga-
toria.
7Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
AR
TÍC
UL
OS
OR
IGIN
AL
ES
Motivation and its relationship with the participation of nurses in lifelong learning
in the service of UCI- III NICU Hospital Emergency Grau
Rosa Casimira Tuse MedinaLic. Enfermería Hospital Emergencias Grau. EsSaludDocente Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Ciencias y Humanidades
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
RESUMEN
Objetivo: Determinar la relación entre la motivación y la participación del personal de Enfermería en la
educación permanente en el Servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau de EsSalud.
Materiales y métodos: Se realizó un trabajo de tipo explicativo y correlacional en una muestra de 18
enfermeras. Resultados: No se encontró relación entre las dimensiones de la motivación en la dimen-
sión activación y la participación en educación permanente. Respecto a la relación entre la motivación
en la dimensión dirección y la participación en educación permanente, no se evidencian dimensiones
asociadas. En la relación entre la motivación en la dimensión del proceso y la participación en educa-
ción permanente se pudo encontrar que las dimensiones relacionadas con la variable dependiente fue-
ron la satisfacción del motivo con su trabajo, la percepción del estímulo, la valoración del estímulo y el
tipo de estímulo. Conclusiones: No se observa relación entre la motivación en la dimensión de conduc-
tas instrumentales y la participación en la educación permanente; tampoco se demuestra relación entre
la motivación en la dimensión de control de resultado y la participación en educación permanente.
Palabras clave: Motivación, educación permanente
ABSTRACT
Objective: In order to determine the relationship between motivation and participation of nurses in con-
tinuing education in the Department of ICU-III NICU Hospital Emergency Grau EsSalud
Materials and methods: Work correlational explanatory and was conducted in a representative sample
of 18 nurses, Results: Which the following results were found. It is found that he could not report rela-
tionship between the dimensions of motivation in the activation dimension and participation in lifelong
learning. Regarding the relationship between motivation dimension in the direction and participation in
lifelong learning cannot demonstrate associated dimensions. Regarding the relationship between moti-
vation in the process dimension and participation in lifelong learning, it was found that the dimensions
related to the dependent variable was satisfaction occasion with their work, the perception of the stimu-
lus, the valuation of the stimulus and stimulus type. Conclusions: No relationship between motivation
in the dimension of result control and participation in lifelong learning is found. Finally, to determine the
relationship between motivation and participation of nurses in continuing education is not found signifi-
cant relationship.
Key words : Motivation, continuing education
La motivación y su relación con la participación
del personal de enfermería en la educación
permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital
III Emergencias Grau
6 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
La educación continuada es considerada para la
Enfermería un proceso permanente y continuo a lo
largo de su vida profesional que le permitirá estar
actualizada en el área en que se desarrolla.
La educación continua es una poderosa arma desde
cualquier ángulo que se le enfoque. La enfermera
debe recibir orientación y capacitación periódica con
el objeto de actualizarse y adiestrarse en su práctica
diaria (COIB, 2006).
En el Decálogo del Código de Ética para enfermeras y
enfermeros mexicanos (Comisión Interinstitucional
de Enfermería, 2001), se asume el compromiso de
actualizar y aplicar los conocimientos científicos, téc-
nicos y humanísticos de acuerdo a su competencia
profesional. Se reconoce que la educación continua
consiste en la implementación de actividades, estra-
tegias y modalidades de formación personal y profe-
sional, flexibles, dinámicas y alternativas, dirigidas a
los diversos sectores de la población; además, ofrece-
rán la renovación y ampliación de los conocimientos
profesionales y proporcionarán información sobre
avances en determinadas áreas científicas, tecnológi-
cas, humanísticas o artísticas (Universidad de Gua-
najuato, 2004).
Kovacs (2004), en primer lugar, señala que la pro-
puesta pedagógica está ligada a principios de aprendi-
zaje significativo; en segundo lugar, en este abordaje,
es difícil disociar aspectos cognitivos y afectivos,
teniendo en consideración tres cimientos: teoría, prác-
tica y desarrollo personal, propuesta que debe dirigir el
proceso de formación, y mucho más que un cúmulo de
informaciones y elaboración, cuestionamientos, para
confrontar con las perspectivas y valores del alumno, y
con esto acrecentar y perfeccionar, ofreciendo una
devolución para el propio conocimiento ya acumulado.
Según Boemer (1998), las propuestas educativas, en
el sentido de preparar a los profesionales de la salud
para enfrentar la muerte o morir, siempre serán consi-
deradas un desafío a ser vencido y no un momento de
la existencia humana que ha vivido con autenticidad.
Es la expresión máxima de la libertad del ser.
La formación de los profesionales se debe contemplar
como un continuum que empieza con la formación
básica y que incluye la especialización y la formación
continuada a lo largo de la vida profesional. En el año
1970, un comité de expertos de la Organización Mun-
dial de la Salud definió la formación continuada
como: “La formación que sigue un profesional des-
pués de finalizar su formación básica (o cualquier
formación de especialización) con el fin de mantener
y/o mejorar su competencia profesional” (Consejo
Internacional de Enfermeras, 2005).
Según el Colegio de Enfermeros del Perú, la enferme-
ra deberá ser capacitada por su centro laboral con el
creditaje académico necesario para la recertifica-
ción. Establece también que las horas de capacita-
ción deberán ser por lo menos de ochenta y cinco
(85) horas al año, equivalente a 5 créditos. La capa-
citación debe ser determinada por la máxima autori-
dad de Enfermería (Código Ético de la Enfermera,
2006).
Los profesionales de Enfermería del Hospital III Emer-
gencias Grau – EsSalud no desarrollan capacitacio-
nes por muchos motivos o limitaciones: la falta de
facilidades en lo que corresponde a los turnos, el fac-
tor económico, la disponibilidad de tiempo, falta de
presupuesto por parte de la institución para lo que
corresponde a capacitaciones internas y desmotiva-
ción por falta de reconocimiento profesional. Asimis-
mo, por parte de las jefaturas de Enfermería, no se
desarrollan planes de capacitación como parte de la
misión institucional y mucho menos se realiza un
monitoreo continuo. Ademas, se ha recabado infor-
mación de que algunos no se capacitan porque el tra-
bajo de Enfermería se ha automatizado; consideran,
también, como límite la edad; es decir, para el perso-
nal que tiene más de 50 años consideran que ya no es
importante, por el mismo hecho de que pronto se jubi-
larán.
En los servicios de UCI UCIN, se observa que la
capacitación permanente no forma parte de los pla-
nes de capacitación que deberían existir mensual-
mente. En algunos casos, se dan esporádicamente;
pero tampoco son evaluados o monitoreados como
indicador de evaluación de rendimiento. Por ello,
cuando se les convoca para el curso, no todos asis-
ten ya que de alguna manera no es de forma obliga-
toria.
7Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
AR
TÍC
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OS
OR
IGIN
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ES
Motivation and its relationship with the participation of nurses in lifelong learning
in the service of UCI- III NICU Hospital Emergency Grau
Rosa Casimira Tuse MedinaLic. Enfermería Hospital Emergencias Grau. EsSaludDocente Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Ciencias y Humanidades
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Al realizar este trabajo de investigación, se podrá evi-
denciar la real problemática que se presenta en esta
institución en lo que respecta a la educación perma-
nente del personal de Enfermería, en especial en los
servicios de UCI UCIN, ya que no se desarrolla capa-
citación permanente como parte de la gestión educa-
tiva, siendo estos servicios imprescindibles en
pacientes críticos y que demanda que todo el perso-
nal tenga conocimientos especializados y actualiza-
dos, y por medio de los resultados proporcionar este
material en especial a los gestores Hospital, a fin de
que implementen medidas y planteen estrategias
para fortalecer la educación o capacitación en el gru-
po de salud, en especial al personal de Enfermería
que, como recurso, se encarga del cuidado integral
del paciente, familia y comunidad.
De allí que nuestro objetivo es determinar la relación
que existe entre la motivación y la participación del
personal de Enfermería en la educación perma-
nente.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio es de tipo descriptivo y de corte transver-
sal, la muestra para la siguiente investigación estuvo
constituida por 18 enfermeras del servicio de Cuida-
dos Intensivos e Intermedios del Hospital III de Emer-
gencias Grau de EsSalud. Se considera como criterios
de inclusión a las enfermeras contratadas a plazo fijo
8 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería 9Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
o nombrado, enfermeras con más de 3 años de per-
manencia en el Seguro Social. Se excluyó a enferme-
ras destacadas o transferidas, con permisos o licen-
cias por embarazo o enfermedad y enfermeras con
procesos legales.
Consideraciones estadísticas
La información obtenida se presenta en tablas y figu-
ras, a partir de las distribuciones de frecuencias
encontradas. Se aplicó un modelo comparativo de
dos poblaciones con la prueba de X2. Para el análisis
de la información, se usaron los software estadísticos
SPSS versión 22.0 y EPIINFO 2000.
RESULTADOS
Se determinó la relación que existe entre la motiva-
ción y la participación del personal de Enfermería en
la educación permanente. Se pudo encontrar que, del
total de los que tienen una formación permanente
inadecuada, el 33 por ciento se encuentran desmoti-
vados, mientras que del total de los que reportan una
adecuada educación permanente, el 8 por ciento se
encuentran desmotivados. En ese sentido, podemos
encontrar que no se reportan diferencias estadística-
mente significativas, por lo que no se demuestra rela-
ción entre variables y, por ello, no podemos rechazar
la hipótesis nula y rechazamos la hipótesis de investi-
gación.
Tabla 1. Determinar la relación que existe entre la motivación y la participación del personal de Enfermería en la educación permanente
Motivación Nivel de Educación Permanente Total
Inadecuado Adecuado
Desmotivado n 2 1 3
% 33,3 8,3 16,7
Motivado n 4 11 15
% 66,7 91,7 83,3
Total n 6 12 18
% 100,0 100,0 100,0
Valor p = 0.502 ; prueba Chi cuadrado
DISCUSIÓN
Los responsables de la formación, como los trabaja-
dores, la entienden como medio de garantizar un
nivel óptimo de calidad en la atención de los usuarios.
Esta realidad formativa tiene unas características
propias y unas implicaciones que van mucho más allá
de lo puramente formativo, representando una nece-
sidad imprescindible en la consecución de la excelen-
cia de los cuidados y siendo, a su vez, un instrumento
de poder, de cambio cultural, de actualización de
conocimientos, de mejora y de realización personal
(Consejo Internacional de Enfermeras, 2005).
Ante la hipótesis de investigación, al determinar la
relación que existe entre la motivación y la participa-
ción del personal de Enfermería en la educación per-
manente, se pudo encontrar que no se reportan dife-
rencias estadísticamente significativas (p = 0.502),
por lo que no se demuestra relación entre variables y
no se puede rechazar la hipótesis nula.
De acuerdo a estos resultados, en este marco de refe-
rencia, es pertinente señalar que la Motivación posee
aspectos biológicos y culturales de los que es difícil
prescindir. Así, muchos de los desafíos adaptativos a
los que se enfrenta el ser humano tienen connotacio-
nes sociales, pues es la sociedad, con el tinte cultural
que en ella predomina, la que va imponiendo ciertas
peculiaridades que orientan las necesidades biológi-
cas y las necesidades psicológicas en un determinado
sentido. La finalidad es tratar de relacionar de forma
coherente y adaptativa el medio ambiente interno y el
medio ambiente externo de un determinado individuo.
En un sentido, Deckers (Deckers, 2001) propone
que, para estudiar la Motivación, es necesario tener
en cuenta los cambios en los estados internos y en la
conducta abierta de los individuos. Esta variabilidad
hace referencia a tres ámbitos o posibilidades: 1) la
consideración del cambio entre circunstancias -
variación momentánea y situacional en un individuo
determinado, que permite localizar en qué medida un
objetivo atrae a ese individuo, 2) la consideración del
cambio entre distintos individuos de la misma espe-
cie, que permite localizar diferencias individuales, 3)
la consideración del cambio entre individuos de dis-
tinta especie.
Al final, la conducta es motivada conjuntamente por
la interacción de los eventos internos y los eventos
ambientales. Si alguno de esos dos aspectos no se
produce, o no está presente, o está, pero de forma
incorrecta o deficiente, es muy probable que no se
produzca la conducta motivada (Biner, Huffman,
Curran y Long, 1998).
Los estudios sobre educación permanente, como lo
menciona López Barajas Zayas, explican cómo la edu-
cación permanente tiene que establecer, en sus plani-
ficaciones estratégicas, sus proyectos y programas de
formación, los contenidos curriculares oportunos para
que los usuarios mejoren su calidad de vida; es decir,
su bienestar individual, social, cultural y económico.
Estas metas solo se podrán alcanzar si, efectivamen-
te, en la práctica, todos los ciudadanos tienen las mis-
mas oportunidades. Las estructuras y la organización
social cambian; las formas de organizar el trabajo son
diferentes. Es necesaria una conciliación de elemen-
tos fundamentales para el ciudadano, la vida familiar,
el trabajo, la formación, el ocio. A través de la educa-
ción permanente, se pueden adquirir conocimientos,
competencias necesarias por los requisitos laborales y
la sociedad actual (López Barajas, 2006).
CONCLUSIONES
No se pudo reportar relación entre las dimensiones de
la motivación y la participación en educación perma-
nente.
En cuanto a la relación entre la motivación en la
dimensión del proceso y la participación en educa-
ción permanente, se pudo encontrar que las dimen-
siones relacionadas con la variable dependiente fue-
ron la satisfacción del motivo con su trabajo, la per-
cepción del estímulo, la valoración del estímulo y el
tipo de estímulo.
RECOMENDACIONES
• Establecer estrategias de estímulo permanente a
las enfermeras para que se capaciten constantemen-
La motivación y su relación con la participación del personal de enfermería en la educación permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau
Al realizar este trabajo de investigación, se podrá evi-
denciar la real problemática que se presenta en esta
institución en lo que respecta a la educación perma-
nente del personal de Enfermería, en especial en los
servicios de UCI UCIN, ya que no se desarrolla capa-
citación permanente como parte de la gestión educa-
tiva, siendo estos servicios imprescindibles en
pacientes críticos y que demanda que todo el perso-
nal tenga conocimientos especializados y actualiza-
dos, y por medio de los resultados proporcionar este
material en especial a los gestores Hospital, a fin de
que implementen medidas y planteen estrategias
para fortalecer la educación o capacitación en el gru-
po de salud, en especial al personal de Enfermería
que, como recurso, se encarga del cuidado integral
del paciente, familia y comunidad.
De allí que nuestro objetivo es determinar la relación
que existe entre la motivación y la participación del
personal de Enfermería en la educación perma-
nente.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio es de tipo descriptivo y de corte transver-
sal, la muestra para la siguiente investigación estuvo
constituida por 18 enfermeras del servicio de Cuida-
dos Intensivos e Intermedios del Hospital III de Emer-
gencias Grau de EsSalud. Se considera como criterios
de inclusión a las enfermeras contratadas a plazo fijo
8 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería 9Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
o nombrado, enfermeras con más de 3 años de per-
manencia en el Seguro Social. Se excluyó a enferme-
ras destacadas o transferidas, con permisos o licen-
cias por embarazo o enfermedad y enfermeras con
procesos legales.
Consideraciones estadísticas
La información obtenida se presenta en tablas y figu-
ras, a partir de las distribuciones de frecuencias
encontradas. Se aplicó un modelo comparativo de
dos poblaciones con la prueba de X2. Para el análisis
de la información, se usaron los software estadísticos
SPSS versión 22.0 y EPIINFO 2000.
RESULTADOS
Se determinó la relación que existe entre la motiva-
ción y la participación del personal de Enfermería en
la educación permanente. Se pudo encontrar que, del
total de los que tienen una formación permanente
inadecuada, el 33 por ciento se encuentran desmoti-
vados, mientras que del total de los que reportan una
adecuada educación permanente, el 8 por ciento se
encuentran desmotivados. En ese sentido, podemos
encontrar que no se reportan diferencias estadística-
mente significativas, por lo que no se demuestra rela-
ción entre variables y, por ello, no podemos rechazar
la hipótesis nula y rechazamos la hipótesis de investi-
gación.
Tabla 1. Determinar la relación que existe entre la motivación y la participación del personal de Enfermería en la educación permanente
Motivación Nivel de Educación Permanente Total
Inadecuado Adecuado
Desmotivado n 2 1 3
% 33,3 8,3 16,7
Motivado n 4 11 15
% 66,7 91,7 83,3
Total n 6 12 18
% 100,0 100,0 100,0
Valor p = 0.502 ; prueba Chi cuadrado
DISCUSIÓN
Los responsables de la formación, como los trabaja-
dores, la entienden como medio de garantizar un
nivel óptimo de calidad en la atención de los usuarios.
Esta realidad formativa tiene unas características
propias y unas implicaciones que van mucho más allá
de lo puramente formativo, representando una nece-
sidad imprescindible en la consecución de la excelen-
cia de los cuidados y siendo, a su vez, un instrumento
de poder, de cambio cultural, de actualización de
conocimientos, de mejora y de realización personal
(Consejo Internacional de Enfermeras, 2005).
Ante la hipótesis de investigación, al determinar la
relación que existe entre la motivación y la participa-
ción del personal de Enfermería en la educación per-
manente, se pudo encontrar que no se reportan dife-
rencias estadísticamente significativas (p = 0.502),
por lo que no se demuestra relación entre variables y
no se puede rechazar la hipótesis nula.
De acuerdo a estos resultados, en este marco de refe-
rencia, es pertinente señalar que la Motivación posee
aspectos biológicos y culturales de los que es difícil
prescindir. Así, muchos de los desafíos adaptativos a
los que se enfrenta el ser humano tienen connotacio-
nes sociales, pues es la sociedad, con el tinte cultural
que en ella predomina, la que va imponiendo ciertas
peculiaridades que orientan las necesidades biológi-
cas y las necesidades psicológicas en un determinado
sentido. La finalidad es tratar de relacionar de forma
coherente y adaptativa el medio ambiente interno y el
medio ambiente externo de un determinado individuo.
En un sentido, Deckers (Deckers, 2001) propone
que, para estudiar la Motivación, es necesario tener
en cuenta los cambios en los estados internos y en la
conducta abierta de los individuos. Esta variabilidad
hace referencia a tres ámbitos o posibilidades: 1) la
consideración del cambio entre circunstancias -
variación momentánea y situacional en un individuo
determinado, que permite localizar en qué medida un
objetivo atrae a ese individuo, 2) la consideración del
cambio entre distintos individuos de la misma espe-
cie, que permite localizar diferencias individuales, 3)
la consideración del cambio entre individuos de dis-
tinta especie.
Al final, la conducta es motivada conjuntamente por
la interacción de los eventos internos y los eventos
ambientales. Si alguno de esos dos aspectos no se
produce, o no está presente, o está, pero de forma
incorrecta o deficiente, es muy probable que no se
produzca la conducta motivada (Biner, Huffman,
Curran y Long, 1998).
Los estudios sobre educación permanente, como lo
menciona López Barajas Zayas, explican cómo la edu-
cación permanente tiene que establecer, en sus plani-
ficaciones estratégicas, sus proyectos y programas de
formación, los contenidos curriculares oportunos para
que los usuarios mejoren su calidad de vida; es decir,
su bienestar individual, social, cultural y económico.
Estas metas solo se podrán alcanzar si, efectivamen-
te, en la práctica, todos los ciudadanos tienen las mis-
mas oportunidades. Las estructuras y la organización
social cambian; las formas de organizar el trabajo son
diferentes. Es necesaria una conciliación de elemen-
tos fundamentales para el ciudadano, la vida familiar,
el trabajo, la formación, el ocio. A través de la educa-
ción permanente, se pueden adquirir conocimientos,
competencias necesarias por los requisitos laborales y
la sociedad actual (López Barajas, 2006).
CONCLUSIONES
No se pudo reportar relación entre las dimensiones de
la motivación y la participación en educación perma-
nente.
En cuanto a la relación entre la motivación en la
dimensión del proceso y la participación en educa-
ción permanente, se pudo encontrar que las dimen-
siones relacionadas con la variable dependiente fue-
ron la satisfacción del motivo con su trabajo, la per-
cepción del estímulo, la valoración del estímulo y el
tipo de estímulo.
RECOMENDACIONES
• Establecer estrategias de estímulo permanente a
las enfermeras para que se capaciten constantemen-
La motivación y su relación con la participación del personal de enfermería en la educación permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau
10 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería 11Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
te, especialmente en temas relacionados a su espe-
cialidad.
• Implementar un sistema de mejora continua de la
calidad en donde no solo se supervise la motivación
de la enfermera, sino la motivación del ejercicio pro-
fesional de los demás especialistas y prestadores de
salud en el Hospital Grau.
• Se recomienda seguir investigación al tema de la
motivación de la enfermera desde diferentes enfo-
ques, con el fin de mejorar la calidad de atención de
los pacientes y mejorar el desempeño, ya sea como
consecuencia de la educación permanente u otras
estrategias de mejora continua.
REFERENCIAS
Biner, P.M.; Huffman, M.L.; Curran, M.A. y Long, K.L.
Illusory control as a function of motivation for a speci-
fic outcome in a chance-based situation. Motivation
and Emotion, 22, 277-291. 1998.
Boemer Magali R, A morte e o morrer, Ribeirão Preto,
Brasil, 3ª. Edición, Holos Editora, 1998.
Código Ético de la enfermera. Consultado en Diciem-
bre 2006 en http://www.coib.org
Comisión Interinstitucional de enfermería; Código de
ética para las enfermeras y los enfermeros en México;
México, SSA, diciembre, 2001.
Consejo Internacional de Enfermeras. (2005) Enfer-
mera y la Práctica (Elemento del código Nº 2): Código
deontológico del Consejo Internacional de Enferme-
ras.
Deckers, L. Motivation. Biological, Psychological,
and Environmental. Boston: Allyn and Bacon. 2001.
Kovács María Julia, Educação para a morte, desafio-
na formação de profissionais de saúde e educação,
São Paulo, Brasil, FAPESP casa do psicologo, 2004.
López Barajas. La educación permanente. Estrate-
gias de formación en el siglo XXI. Barcelona; Ariel Edi-
ciones; 2006, pag. 27.
Universidad de Guanajuato; Normatividad vigente,
Guanajuato, U de Gto., 2004.
Nursing students expectations about their competences in scientific research during the thesis elaboration
RESUMEN
Objetivo: Determinar la percepción de los estudiantes de enfermería respecto de sus competencias de
investigación científica para realizar su tesis. Materiales y métodos: Estudio descriptivo de corte trans-
versal, se aplicó una encuesta a estudiantes que están en proceso de desarrollo de su tesis. Las pregun-
tas abarcan aspectos relacionados a las competencias desarrolladas y los principales puntos críticos
identificados en el desarrollo de la tesis. Se aplicaron las encuestas al cierre del octavo ciclo de estu-
dios. Resultados: De los 57 estudiantes encuestados, respecto a sus competencias en investigación
científica, el 84,2% tienen una percepción favorable; el 8,8%, una percepción desfavorable; y 7,0%,
medianamente favorable. Los principales nudos críticos que limitan la investigación de los estudiantes
son el Plan de recolección y análisis de datos (84,2%), Redacción del informe (84,2%) y la Formula-
ción de la hipótesis (74%). Conclusiones: La mayoría de estudiantes tienen una percepción favorable
respecto de las competencias de investigación.
Palabras claves: Percepción de estudiantes de Enfermería, competencias de investigación
Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis
ABSTRACT
Objective: To determinate nursing students’ perceptions about their competences in scientific research
during the thesis elaboration. Materials and methods: Descriptive cross-sectional study. A survey was
applied to students in elaboration process of their thesis. The questions were related to developed com-
petences and the main critical points identified in the development of the thesis. This survey was
applied at the end of the 8th study cycle. Results: there were 57 surveyed students regarding their com-
petences in scientific research. The 84,2% has a positive perception; the 8,8% a negative perception,
and the 7,0% a fairly favorable perception. The main critical nodes that limit the research of the stu-
dents are the collection plan and data analysis (84,2%), report drafting (84,2%) and hypothesis for-
mulation (74%).Conclusions: Most of the students have a positive perception regarding the research
competences.
Keywords: nursing students’ perceptions, research competences
Lic. Juana Matilde Cuba SanchoMg. Teresa de Jesús Vivas DurandEscuela Académico Profesional de Enfermería. Facultad de Medicina. UNMSM
La motivación y su relación con la participación del personal de enfermería en la educación permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau
10 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería 11Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
te, especialmente en temas relacionados a su espe-
cialidad.
• Implementar un sistema de mejora continua de la
calidad en donde no solo se supervise la motivación
de la enfermera, sino la motivación del ejercicio pro-
fesional de los demás especialistas y prestadores de
salud en el Hospital Grau.
• Se recomienda seguir investigación al tema de la
motivación de la enfermera desde diferentes enfo-
ques, con el fin de mejorar la calidad de atención de
los pacientes y mejorar el desempeño, ya sea como
consecuencia de la educación permanente u otras
estrategias de mejora continua.
REFERENCIAS
Biner, P.M.; Huffman, M.L.; Curran, M.A. y Long, K.L.
Illusory control as a function of motivation for a speci-
fic outcome in a chance-based situation. Motivation
and Emotion, 22, 277-291. 1998.
Boemer Magali R, A morte e o morrer, Ribeirão Preto,
Brasil, 3ª. Edición, Holos Editora, 1998.
Código Ético de la enfermera. Consultado en Diciem-
bre 2006 en http://www.coib.org
Comisión Interinstitucional de enfermería; Código de
ética para las enfermeras y los enfermeros en México;
México, SSA, diciembre, 2001.
Consejo Internacional de Enfermeras. (2005) Enfer-
mera y la Práctica (Elemento del código Nº 2): Código
deontológico del Consejo Internacional de Enferme-
ras.
Deckers, L. Motivation. Biological, Psychological,
and Environmental. Boston: Allyn and Bacon. 2001.
Kovács María Julia, Educação para a morte, desafio-
na formação de profissionais de saúde e educação,
São Paulo, Brasil, FAPESP casa do psicologo, 2004.
López Barajas. La educación permanente. Estrate-
gias de formación en el siglo XXI. Barcelona; Ariel Edi-
ciones; 2006, pag. 27.
Universidad de Guanajuato; Normatividad vigente,
Guanajuato, U de Gto., 2004.
Nursing students expectations about their competences in scientific research during the thesis elaboration
RESUMEN
Objetivo: Determinar la percepción de los estudiantes de enfermería respecto de sus competencias de
investigación científica para realizar su tesis. Materiales y métodos: Estudio descriptivo de corte trans-
versal, se aplicó una encuesta a estudiantes que están en proceso de desarrollo de su tesis. Las pregun-
tas abarcan aspectos relacionados a las competencias desarrolladas y los principales puntos críticos
identificados en el desarrollo de la tesis. Se aplicaron las encuestas al cierre del octavo ciclo de estu-
dios. Resultados: De los 57 estudiantes encuestados, respecto a sus competencias en investigación
científica, el 84,2% tienen una percepción favorable; el 8,8%, una percepción desfavorable; y 7,0%,
medianamente favorable. Los principales nudos críticos que limitan la investigación de los estudiantes
son el Plan de recolección y análisis de datos (84,2%), Redacción del informe (84,2%) y la Formula-
ción de la hipótesis (74%). Conclusiones: La mayoría de estudiantes tienen una percepción favorable
respecto de las competencias de investigación.
Palabras claves: Percepción de estudiantes de Enfermería, competencias de investigación
Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis
ABSTRACT
Objective: To determinate nursing students’ perceptions about their competences in scientific research
during the thesis elaboration. Materials and methods: Descriptive cross-sectional study. A survey was
applied to students in elaboration process of their thesis. The questions were related to developed com-
petences and the main critical points identified in the development of the thesis. This survey was
applied at the end of the 8th study cycle. Results: there were 57 surveyed students regarding their com-
petences in scientific research. The 84,2% has a positive perception; the 8,8% a negative perception,
and the 7,0% a fairly favorable perception. The main critical nodes that limit the research of the stu-
dents are the collection plan and data analysis (84,2%), report drafting (84,2%) and hypothesis for-
mulation (74%).Conclusions: Most of the students have a positive perception regarding the research
competences.
Keywords: nursing students’ perceptions, research competences
Lic. Juana Matilde Cuba SanchoMg. Teresa de Jesús Vivas DurandEscuela Académico Profesional de Enfermería. Facultad de Medicina. UNMSM
La motivación y su relación con la participación del personal de enfermería en la educación permanente en el servicio de UCI-UCIN Hospital III Emergencias Grau
Con la aprobación reciente de Ley Universitaria N° 30220, la realización de la tesis en la educación supe-rior se puede describir ahora como la prueba decisiva en la culminación del pregrado para los estudiantes de Enfermería. Sin embargo, puede ser la tarea más desalentadora y difícil que enfrentan los estudiantes universitarios (Sachs, 2002).
Aunque hay diferencias entre países latinoamerica-nos sobre las competencias para el desarrollo de la investigación en Enfermería, existe el acuerdo en que cada país genere más conocimiento para el ejercicio de la Enfermería; es decir, que promueva la Práctica basada en evidencia y el desarrollo de investigaciones (Harrison, Ray Hernández, Cianelli, Rivera, & Urrutia, 2005).
Entendemos las competencias como la capacidad de integrar habilidades, conocimientos significativos, procedimientos pertinentes y actitudes positivas para comprender una situación o problema, actuar con efi-ciencia y eficacia en el logro de un objetivo y solucio-nes de problemas. Según la OIT (1997), la compe-tencia es “una construcción social de aprendizaje sig-nificativo y útil para el desempeño productivo en una situación real de trabajo que no solo se obtiene a tra-vés de la instrucción, sino también mediante el aprendizaje en situaciones concretas de trabajo”. Las competencias están conformadas por los conoci-mientos (el saber), habilidades (el hacer) y actitudes (el desear), que una persona posee y utiliza para reali-zar una acción eficaz.
Es necesario impulsar las competencias en investiga-ción a nivel nacional. Por ejemplo, en Suecia se han realizado estudios para establecer una norma que uni-formice la calidad para las tesis de licenciatura entre diferentes universidades. El estudio de Bjereld (1996), mencionado por Lundgren & Halvarsson (2009) tuvo por objetivo examinar las tesis de los es-tudiantes con el fin de desarrollar la pedagogía y méto-dos de organización para mejorar su calidad. El con-tenido y calidad de las tesis examinadas de cuatro uni-versidades fueron revisados durante varios años y con-tenían variedad de temas. En el estudio de Eriksson et al. (1998), las tesis a nivel licenciatura de 36 institu-tos de educación encontró una pobre calidad en los criterios de evaluación. La realidad peruana revela un bajo nivel en investigación según los indicadores de producción científica.
Cuando los estudiantes eligen un tema para su inves-tigación, tienen que ser capaces de estudiar y exami-nar bibliografías de modo crítico. Deben demostrar dominio del tema; es decir, reflejar su madurez aca-
démica e intelectual. La tesis implica demandas exi-gentes a los estudiantes (Lundgren & Halvarsson, 2009). Como actividad de aprendizaje, los estudian-tes no solo deben entender y ser capaces de dar senti-do al tema, sino que también deben articular sus co-nocimientos. El desarrollo del proyecto implica un re-flejo de su aprendizaje. Escribir el proyecto puede ser descrito como un acto creativo de síntesis, la combi-nación de diferentes elementos de construcción y el desarrollo de nuevos conocimientos. Por otra parte, la escritura puede ser identificada como una de las habi-lidades más importantes que la enfermera debe adop-tar; la crítica y el cuestionamiento identifica lo que so-mos y pensamos (Rolfe, 1997).
Si bien es cierto, se ha incrementado el número de estu-diantes tesistas, estamos frente a una situación proble-mática que nos hace plantear el objetivo de determinar la percepción del estudiante de Enfermería respecto a sus competencias de investigación e identificar los nu-dos críticos para el desarrollo de estas competencias.
MATERIALES Y MÉTODOS
Es un estudio descriptivo de corte transversal, con un enfoque cuantitativo pero con un componente adicio-nal cualitativo. La muestra estuvo constituida por 57 estudiantes del 4to año de estudios que han cursado la asignatura de Investigación en Enfermería. La par-ticipación fue voluntaria, teniendo en cuenta los crite-rios de ética. El cuestionario fue auto administrado, cada cuestionario se codificó para garantizar la confi-dencialidad, para lo cual se firmó un consentimiento informado. La no participación se asume sobre la ba-se de la devolución del cuestionario. El instrumento fue previamente validado por juicio de 10 expertos.
Para el análisis cuantitativo, se utilizó el análisis de frecuencias. Los resultados se presentan en cuadros. Para el componente cualitativo, se realizó una entre-vista a profundidad a seis estudiantes. Como criterio de representatividad, se escogió a dos estudiantes de cada tercio de aprovechamiento (superior, medio e inferior).
RESULTADOS
Del total de estudiantes (n=57) el 84,2% (n=48) tienen una percepción favorable; 5 (8,8%) tienen una percepción desfavorable; y 4 (7,0%), medianamente favorable, de lo cual se puede inferir que una mayoría
12 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
absoluta de estudiantes reconocen como logros de aprendizaje el desarrollo de las competencias de in-vestigación, lo cual es una fortaleza que permitirá ir desarrollando, desde el pregrado, el semillero de los futuros investigadores, entendiéndose a la investiga-ción como un acto creativo que permite la reflexión y
13Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Favorable84.2%
Medianamente favorable
7.0%
Desfavorable8.8%
Nudos críticos n %
Plan de recolección, procesamiento y análisis de datos 48 84,2
Redacción del informe de investigación 48 84,2
Formulación de hipótesis 42 73,7
Bases epistemológicas de la investigación en Enfermería 36 63,2
Historia de la investigación en salud y enfermería en el Perú 27 47,4
Construcción de un artículo científico 15 26,3
Gráfica 1. Percepción de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación
Tabla 1. Nudos críticos identificados del estudiante de enfermería de sus competencias en investigación
Respecto a las principales competencias identifica-das como nudo crítico, un 84,2% señaló al Plan de recolección, procesamiento y análisis de datos; el 84,2%, a la Redacción del informe de investigación; 73,7%, a la Formulación de hipótesis; 63,2%, a las bases epistemológicas de la investigación en enfer-mería; y el 47,4%, a la Historia de la investigación en salud y enfermería en el Perú.
Estos hallazgos guardan relación con las afirmacio-nes que dieron los estudiantes durante las entrevis-tas; por ejemplo:
“El próximo año nos toca ejecutar nuestro proyecto y no sé cómo vamos a procesar la encuestas…”
Este contexto es preocupante, ya que algunos estu-diantes tienen dificultades para formular las hipótesis y se encontraron frases como:
“Un profesor me dice una cosa; otro profesor me di-ce otra cosa. Eso me confunde...”
la acción necesaria para innovar nuestros procesos de trabajo. Es preocupante que exista 5 (8,8%) de estu-diantes que tengan una percepción desfavorable, constituyéndose un nudo crítico que debe ser evalua-do y solucionado por las autoridades competentes. En la siguiente tabla se detallan estos aspectos.
En el entorno del aprendizaje sobre investigación, los estudiantes tienen diferentes enfoques y actitudes sobre sus competencias para realizar una tesis, así como cierto temor. Los estudiantes manifiestan "es muy difícil investigar", “la verdad no sé ni por dónde empezar", "mejor voy a optar por el examen de sufi-ciencia".
DISCUSIÓN
La escuela de Enfermería de la UNMSM tiene un mo-delo pedagógico con una base principalmente cons-tructivista, el cual direcciona todo el proceso de ense-ñar y aprender. Estamos de acuerdo con Nieto Rivera (2014), cuando señala que “la escuela de Enfermería como institución tiene vocación de excelencia acadé-mica y científica que la obliga a una mejora continua de la calidad del servicio que brinda en el campo de la enseñanza, investigación y gestión por lo que se com-promete a desarrollar la cultura de la calidad, evalua-ción y la acreditación nacional e internacional”.
Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis
Con la aprobación reciente de Ley Universitaria N° 30220, la realización de la tesis en la educación supe-rior se puede describir ahora como la prueba decisiva en la culminación del pregrado para los estudiantes de Enfermería. Sin embargo, puede ser la tarea más desalentadora y difícil que enfrentan los estudiantes universitarios (Sachs, 2002).
Aunque hay diferencias entre países latinoamerica-nos sobre las competencias para el desarrollo de la investigación en Enfermería, existe el acuerdo en que cada país genere más conocimiento para el ejercicio de la Enfermería; es decir, que promueva la Práctica basada en evidencia y el desarrollo de investigaciones (Harrison, Ray Hernández, Cianelli, Rivera, & Urrutia, 2005).
Entendemos las competencias como la capacidad de integrar habilidades, conocimientos significativos, procedimientos pertinentes y actitudes positivas para comprender una situación o problema, actuar con efi-ciencia y eficacia en el logro de un objetivo y solucio-nes de problemas. Según la OIT (1997), la compe-tencia es “una construcción social de aprendizaje sig-nificativo y útil para el desempeño productivo en una situación real de trabajo que no solo se obtiene a tra-vés de la instrucción, sino también mediante el aprendizaje en situaciones concretas de trabajo”. Las competencias están conformadas por los conoci-mientos (el saber), habilidades (el hacer) y actitudes (el desear), que una persona posee y utiliza para reali-zar una acción eficaz.
Es necesario impulsar las competencias en investiga-ción a nivel nacional. Por ejemplo, en Suecia se han realizado estudios para establecer una norma que uni-formice la calidad para las tesis de licenciatura entre diferentes universidades. El estudio de Bjereld (1996), mencionado por Lundgren & Halvarsson (2009) tuvo por objetivo examinar las tesis de los es-tudiantes con el fin de desarrollar la pedagogía y méto-dos de organización para mejorar su calidad. El con-tenido y calidad de las tesis examinadas de cuatro uni-versidades fueron revisados durante varios años y con-tenían variedad de temas. En el estudio de Eriksson et al. (1998), las tesis a nivel licenciatura de 36 institu-tos de educación encontró una pobre calidad en los criterios de evaluación. La realidad peruana revela un bajo nivel en investigación según los indicadores de producción científica.
Cuando los estudiantes eligen un tema para su inves-tigación, tienen que ser capaces de estudiar y exami-nar bibliografías de modo crítico. Deben demostrar dominio del tema; es decir, reflejar su madurez aca-
démica e intelectual. La tesis implica demandas exi-gentes a los estudiantes (Lundgren & Halvarsson, 2009). Como actividad de aprendizaje, los estudian-tes no solo deben entender y ser capaces de dar senti-do al tema, sino que también deben articular sus co-nocimientos. El desarrollo del proyecto implica un re-flejo de su aprendizaje. Escribir el proyecto puede ser descrito como un acto creativo de síntesis, la combi-nación de diferentes elementos de construcción y el desarrollo de nuevos conocimientos. Por otra parte, la escritura puede ser identificada como una de las habi-lidades más importantes que la enfermera debe adop-tar; la crítica y el cuestionamiento identifica lo que so-mos y pensamos (Rolfe, 1997).
Si bien es cierto, se ha incrementado el número de estu-diantes tesistas, estamos frente a una situación proble-mática que nos hace plantear el objetivo de determinar la percepción del estudiante de Enfermería respecto a sus competencias de investigación e identificar los nu-dos críticos para el desarrollo de estas competencias.
MATERIALES Y MÉTODOS
Es un estudio descriptivo de corte transversal, con un enfoque cuantitativo pero con un componente adicio-nal cualitativo. La muestra estuvo constituida por 57 estudiantes del 4to año de estudios que han cursado la asignatura de Investigación en Enfermería. La par-ticipación fue voluntaria, teniendo en cuenta los crite-rios de ética. El cuestionario fue auto administrado, cada cuestionario se codificó para garantizar la confi-dencialidad, para lo cual se firmó un consentimiento informado. La no participación se asume sobre la ba-se de la devolución del cuestionario. El instrumento fue previamente validado por juicio de 10 expertos.
Para el análisis cuantitativo, se utilizó el análisis de frecuencias. Los resultados se presentan en cuadros. Para el componente cualitativo, se realizó una entre-vista a profundidad a seis estudiantes. Como criterio de representatividad, se escogió a dos estudiantes de cada tercio de aprovechamiento (superior, medio e inferior).
RESULTADOS
Del total de estudiantes (n=57) el 84,2% (n=48) tienen una percepción favorable; 5 (8,8%) tienen una percepción desfavorable; y 4 (7,0%), medianamente favorable, de lo cual se puede inferir que una mayoría
12 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
absoluta de estudiantes reconocen como logros de aprendizaje el desarrollo de las competencias de in-vestigación, lo cual es una fortaleza que permitirá ir desarrollando, desde el pregrado, el semillero de los futuros investigadores, entendiéndose a la investiga-ción como un acto creativo que permite la reflexión y
13Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Favorable84.2%
Medianamente favorable
7.0%
Desfavorable8.8%
Nudos críticos n %
Plan de recolección, procesamiento y análisis de datos 48 84,2
Redacción del informe de investigación 48 84,2
Formulación de hipótesis 42 73,7
Bases epistemológicas de la investigación en Enfermería 36 63,2
Historia de la investigación en salud y enfermería en el Perú 27 47,4
Construcción de un artículo científico 15 26,3
Gráfica 1. Percepción de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación
Tabla 1. Nudos críticos identificados del estudiante de enfermería de sus competencias en investigación
Respecto a las principales competencias identifica-das como nudo crítico, un 84,2% señaló al Plan de recolección, procesamiento y análisis de datos; el 84,2%, a la Redacción del informe de investigación; 73,7%, a la Formulación de hipótesis; 63,2%, a las bases epistemológicas de la investigación en enfer-mería; y el 47,4%, a la Historia de la investigación en salud y enfermería en el Perú.
Estos hallazgos guardan relación con las afirmacio-nes que dieron los estudiantes durante las entrevis-tas; por ejemplo:
“El próximo año nos toca ejecutar nuestro proyecto y no sé cómo vamos a procesar la encuestas…”
Este contexto es preocupante, ya que algunos estu-diantes tienen dificultades para formular las hipótesis y se encontraron frases como:
“Un profesor me dice una cosa; otro profesor me di-ce otra cosa. Eso me confunde...”
la acción necesaria para innovar nuestros procesos de trabajo. Es preocupante que exista 5 (8,8%) de estu-diantes que tengan una percepción desfavorable, constituyéndose un nudo crítico que debe ser evalua-do y solucionado por las autoridades competentes. En la siguiente tabla se detallan estos aspectos.
En el entorno del aprendizaje sobre investigación, los estudiantes tienen diferentes enfoques y actitudes sobre sus competencias para realizar una tesis, así como cierto temor. Los estudiantes manifiestan "es muy difícil investigar", “la verdad no sé ni por dónde empezar", "mejor voy a optar por el examen de sufi-ciencia".
DISCUSIÓN
La escuela de Enfermería de la UNMSM tiene un mo-delo pedagógico con una base principalmente cons-tructivista, el cual direcciona todo el proceso de ense-ñar y aprender. Estamos de acuerdo con Nieto Rivera (2014), cuando señala que “la escuela de Enfermería como institución tiene vocación de excelencia acadé-mica y científica que la obliga a una mejora continua de la calidad del servicio que brinda en el campo de la enseñanza, investigación y gestión por lo que se com-promete a desarrollar la cultura de la calidad, evalua-ción y la acreditación nacional e internacional”.
Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis
14 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Cuando Irigoin (2003) caracteriza a la competencia profesional como un saber hacer ético, la Escuela de Enfermería en su proceso de reforma curricular consi-dera estos aspectos éticos, para recoger información fidedigna que permita orientar de manera eficaz el desarrollo de la investigación; en el currículo vigente del año 1996, la investigación es un eje integrador. La finalidad de las actividades es ayudar a los estu-diantes a mejorar y aumentar su comprensión de las prácticas y proceso de desarrollo en las tesis. El maes-tro debe ser consciente de las expectativas de los estu-diantes, posibles dudas y percepciones.
Las dificultades para realizar la tesis son también ob-servables en diversas áreas, como la psicología. Orellana (2007) identifica que los estudiantes consi-deran como competencias necesarias la comunica-ción oral y escrita.
La tendencia de la graduación con tesis ha crecido sostenidamente en los últimos cuatro años y se espe-ra llegue al 100% debido a la exigencia de la nueva ley universitaria. De allí, es necesario que las autori-dades competentes reorienten los contenidos de los sílabos y a los docentes para fortalecer estos aspec-tos.
CONCLUSIONES
La mayoría de estudiantes tienen una percepción fa-vorable de sus competencias de investigación. Esta información guarda relación con la entrevista a pro-fundidad de los estudiantes de la escuela de Enfermería de la UNMSM.
Los nudos críticos para el desarrollo de la tesis son el Plan de recolección, procesamiento y análisis de da-tos, la redacción del informe de investigación, la for-mulación de hipótesis y las bases epistemológicas de la investigación en Enfermería.
REFERENCIAS
Bjereld, U. (1996). Den goda C-uppsatsen. (Bache-lor theses.). Statsvetenskapliga institutionen. Göteborgs universitet, Göteborg.
Harrison, L., Ray Hernández, A., Cianelli, R., Rivera, M. S., & Urrutia, M. (2005). Competencias en inves-tigación para diferentes niveles de formación de en-fermeras: una perspectiva Latinoamericana. Ciencia
Y Enfermería, 11(1), 59–71. doi:10.4067/S0717-95532005000100007
Irigoin, M. (2003). Apunte técnico 1.Enfoque de ca-pacitación por competencias. SENCE-Innovación y Desarrollo- Departamento de Estudios.
Lundgren, S. M., & Halvarsson, M. (2009). Students’ expectations, concerns and comprehensions when writing theses as part of their nursing education. Nurse Education Today, 29(5), 527–532. doi:10.1016/j.nedt.2008.11.010
Nieto Rivera, C. (2014). Opinión de los estudiantes de Enfermería sobre las actividades de enseñanza-aprendizaje en la asignatura de Metodología del cui-dado de Enfermería UNMSM. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima - Perú. Retrieved from http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/cybertesis/3539/1/nieto_rm.pdf
Orellana, M. (2007). Perfil profesional de competen-cias del psicólogo sanmarquino. Revista de Investigación en Psicología, 10(2), 111–136.
Rolfe, G. (1997). Writing ourselves: creating know-ledge in a postmodern world. Nurse Education Today, 17(6) , 442–448. do i :10 .1016/S0260-6917(97)80004-4
Sachs, J. (2002). A Path Model for Students’ Attitude to Writing a Thesis. Scandinavian Journal of Educat iona l Research, 46(1) , 99–108. doi:10.1080/00313830120115633
15Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
RESUMEN
Objetivo:
Hospital María Auxiliadora. Materiales y métodos: Estudio correlacional de corte transversal. Los instrumentos
que se utilizaron fueron el Cuestionario sobre Calidad de Vida profesional de Karasek R. y el Inventario de Burnout
formulado por Maslach. La muestra estuvo constituida por 161 enfermeras del Hospital María Auxiliadora.
Resultados: La correlación de las variables de estudio Calidad de Vida Profesional y el Síndrome de Burnout fue -
0,769 según el R Pearson (valor p=0,015), resultados que muestran una relación estadísticamente significativa
e inversa, de manera tal que en los enfermeros con mejor calidad de vida profesional se encontró menor nivel de
estrés o síndrome de Burnout, y por el contrario, cuando la calidad de vida profesional es baja, se relaciona con
mayores niveles de estrés. Conclusiones: La calidad de vida profesional en los enfermeros del Hospital María Auxi-
liadora está en buen nivel y se encuentra en relación inversa al Síndrome de Burnout, por lo que hay bajo nivel del
síndrome.
Palabras clave: Calidad de vida profesional, Síndrome de Burnout, salud, estrés laboral
Analizar la relación entre la Calidad de Vida Profesional y el Síndrome de Burnout en las enfermeras del
ABSTRACT
Objective: to analyze the connection between professional quality of life and the Burnout syndrome in nur-
ses from hospital María Auxiliadora. Materials and methods: correlational cross-sectional study. The ques-
tionnaire about professional quality of life by Karasek R. and the Burnout questionnaire formulated by Mas-
lach were used as a tool. The sample consisted in 161 nurses from hospital María Auxiliadora. Results: the
correlation of study variables of the professional quality of life and Burnout syndrome was -0,769 according
to R Pearson (value p=0,015), these results show a connection statically significant and inverse; that why
we found less level of stress or Burnout syndrome in nurses with the best professional quality of life. On the
contrary, the low professional quality of life is related with high levels of stress. Conclusions: The professio-
nal quality of life in nurses from hospital María Auxiliadora is in a good level and also in inverse relation to
Burnout syndrome because there is low level of that syndrome.
Key words: Quality of professional Life, Burnout syndrome, labour stress
Magna Gonzales AyalaMg. en Salud Pública con mención en Gestión Hospitalaria. Especialista en Enfermería Gerencial y Cuidados Intensivos, Docente de la Universidad Peruana de Integración Global en la Cátedra de Enfermería, Docente de la Universidad Científica del Sur en la Cátedra de Medicina y Enfermería del Hospital María Auxiliadora
Miguel Sandoval VegasMagister en Gerencia educativa; Profesor Principal de la Facultad de Medicina de la UNMSM, Presidente del comité de Investigación de Tecnología Médica
18 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Professional quality of life and Burnout syndrome in nurses from hospital María Auxiliadora
Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis
14 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Cuando Irigoin (2003) caracteriza a la competencia profesional como un saber hacer ético, la Escuela de Enfermería en su proceso de reforma curricular consi-dera estos aspectos éticos, para recoger información fidedigna que permita orientar de manera eficaz el desarrollo de la investigación; en el currículo vigente del año 1996, la investigación es un eje integrador. La finalidad de las actividades es ayudar a los estu-diantes a mejorar y aumentar su comprensión de las prácticas y proceso de desarrollo en las tesis. El maes-tro debe ser consciente de las expectativas de los estu-diantes, posibles dudas y percepciones.
Las dificultades para realizar la tesis son también ob-servables en diversas áreas, como la psicología. Orellana (2007) identifica que los estudiantes consi-deran como competencias necesarias la comunica-ción oral y escrita.
La tendencia de la graduación con tesis ha crecido sostenidamente en los últimos cuatro años y se espe-ra llegue al 100% debido a la exigencia de la nueva ley universitaria. De allí, es necesario que las autori-dades competentes reorienten los contenidos de los sílabos y a los docentes para fortalecer estos aspec-tos.
CONCLUSIONES
La mayoría de estudiantes tienen una percepción fa-vorable de sus competencias de investigación. Esta información guarda relación con la entrevista a pro-fundidad de los estudiantes de la escuela de Enfermería de la UNMSM.
Los nudos críticos para el desarrollo de la tesis son el Plan de recolección, procesamiento y análisis de da-tos, la redacción del informe de investigación, la for-mulación de hipótesis y las bases epistemológicas de la investigación en Enfermería.
REFERENCIAS
Bjereld, U. (1996). Den goda C-uppsatsen. (Bache-lor theses.). Statsvetenskapliga institutionen. Göteborgs universitet, Göteborg.
Harrison, L., Ray Hernández, A., Cianelli, R., Rivera, M. S., & Urrutia, M. (2005). Competencias en inves-tigación para diferentes niveles de formación de en-fermeras: una perspectiva Latinoamericana. Ciencia
Y Enfermería, 11(1), 59–71. doi:10.4067/S0717-95532005000100007
Irigoin, M. (2003). Apunte técnico 1.Enfoque de ca-pacitación por competencias. SENCE-Innovación y Desarrollo- Departamento de Estudios.
Lundgren, S. M., & Halvarsson, M. (2009). Students’ expectations, concerns and comprehensions when writing theses as part of their nursing education. Nurse Education Today, 29(5), 527–532. doi:10.1016/j.nedt.2008.11.010
Nieto Rivera, C. (2014). Opinión de los estudiantes de Enfermería sobre las actividades de enseñanza-aprendizaje en la asignatura de Metodología del cui-dado de Enfermería UNMSM. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima - Perú. Retrieved from http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/cybertesis/3539/1/nieto_rm.pdf
Orellana, M. (2007). Perfil profesional de competen-cias del psicólogo sanmarquino. Revista de Investigación en Psicología, 10(2), 111–136.
Rolfe, G. (1997). Writing ourselves: creating know-ledge in a postmodern world. Nurse Education Today, 17(6) , 442–448. do i :10 .1016/S0260-6917(97)80004-4
Sachs, J. (2002). A Path Model for Students’ Attitude to Writing a Thesis. Scandinavian Journal of Educat iona l Research, 46(1) , 99–108. doi:10.1080/00313830120115633
15Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
RESUMEN
Objetivo:
Hospital María Auxiliadora. Materiales y métodos: Estudio correlacional de corte transversal. Los instrumentos
que se utilizaron fueron el Cuestionario sobre Calidad de Vida profesional de Karasek R. y el Inventario de Burnout
formulado por Maslach. La muestra estuvo constituida por 161 enfermeras del Hospital María Auxiliadora.
Resultados: La correlación de las variables de estudio Calidad de Vida Profesional y el Síndrome de Burnout fue -
0,769 según el R Pearson (valor p=0,015), resultados que muestran una relación estadísticamente significativa
e inversa, de manera tal que en los enfermeros con mejor calidad de vida profesional se encontró menor nivel de
estrés o síndrome de Burnout, y por el contrario, cuando la calidad de vida profesional es baja, se relaciona con
mayores niveles de estrés. Conclusiones: La calidad de vida profesional en los enfermeros del Hospital María Auxi-
liadora está en buen nivel y se encuentra en relación inversa al Síndrome de Burnout, por lo que hay bajo nivel del
síndrome.
Palabras clave: Calidad de vida profesional, Síndrome de Burnout, salud, estrés laboral
Analizar la relación entre la Calidad de Vida Profesional y el Síndrome de Burnout en las enfermeras del
ABSTRACT
Objective: to analyze the connection between professional quality of life and the Burnout syndrome in nur-
ses from hospital María Auxiliadora. Materials and methods: correlational cross-sectional study. The ques-
tionnaire about professional quality of life by Karasek R. and the Burnout questionnaire formulated by Mas-
lach were used as a tool. The sample consisted in 161 nurses from hospital María Auxiliadora. Results: the
correlation of study variables of the professional quality of life and Burnout syndrome was -0,769 according
to R Pearson (value p=0,015), these results show a connection statically significant and inverse; that why
we found less level of stress or Burnout syndrome in nurses with the best professional quality of life. On the
contrary, the low professional quality of life is related with high levels of stress. Conclusions: The professio-
nal quality of life in nurses from hospital María Auxiliadora is in a good level and also in inverse relation to
Burnout syndrome because there is low level of that syndrome.
Key words: Quality of professional Life, Burnout syndrome, labour stress
Magna Gonzales AyalaMg. en Salud Pública con mención en Gestión Hospitalaria. Especialista en Enfermería Gerencial y Cuidados Intensivos, Docente de la Universidad Peruana de Integración Global en la Cátedra de Enfermería, Docente de la Universidad Científica del Sur en la Cátedra de Medicina y Enfermería del Hospital María Auxiliadora
Miguel Sandoval VegasMagister en Gerencia educativa; Profesor Principal de la Facultad de Medicina de la UNMSM, Presidente del comité de Investigación de Tecnología Médica
18 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Professional quality of life and Burnout syndrome in nurses from hospital María Auxiliadora
Expectativa de los estudiantes de Enfermería respecto a sus competencias en investigación científica cuando realizan su tesis
16 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
La calidad de vida profesional es “el sentimiento de
bienestar que se deriva del equilibrio que el indivi-
duo percibe entre las demandas o cargas de la pro-
fesión y los recursos psicológicos, organizacionales
y relacionales de que dispone para afrontar estas
demandas” (Fernández A., 2007).
Particularmente, los trabajadores de centros hos-
pitalarios y, en especial, el personal de Enfermería
se encuentran expuestos a una serie de riesgos la-
borales conocidos como productores de afectación
de su calidad de vida y es que las enfermeras de-
ben luchar constantemente para mantener sus
puestos de trabajo, con diversificación en sus ta-
reas para sostener un salario que ni siquiera es dig-
no y con una lucha dentro de un sistema de salud
prácticamente inexistente y que descalifica al pro-
fesional de la salud en forma permanente.
Tal vez, por eso, es que la calidad de vida profesio-
nal de la enfermera parece ser la más afectada a
mediano y largo plazo dentro del equipo multidisci-
plinar, provocando altos índices de estrés, insatis-
facción laboral, menor rendimiento y frustración
personal, que acaba con nuestra salud física y psí-
quica creando un importante desequilibrio en la
combinación de trabajo y familia.
Por otra parte, y debido a las características del de-
sempeño laboral, las enfermeras están expuestas a
sufrir el Síndrome de Burnout descrito por Maslach
(Maslach C., Schaufeli, W.B. & Leiter, 2001), que
es el resultante del estrés laboral crónico que suele
aparecer en profesionales que mantienen una rela-
ción de ayuda constante y directa con otras perso-
nas, tras soportar una sobrecarga de trabajo dura-
dera y normalmente trasponer expectativas y gran
dedicación en su trabajo.
Uno de los instrumentos utilizados para evaluar la
calidad de vida profesional es el CVP 35 de
Cabezas, que ha sido utilizado en otras investiga-
ciones en los cuales se concluyeron que en general
se percibe una tendencia a una baja calidad de vi-
da, en relación a la carga laboral, una tendencia
hacia una buena calidad de vida en la dimensión
de motivación intrínseca y una baja calidad de vida
profesional en el factor apoyo directivo (Grimaldo
M., 2010) (Cabezas C., 2008).
En la investigación en enfermeros asistenciales de
Melita A. (2008), sobre Burnout, mostraron que
más del 50 % presentan menos de 10 años de ex-
periencia laboral, se evidenció un Burnout en una
intensidad intermedia, que estaría principalmente
influenciado por variables laborales como la per-
cepción de recursos insuficientes y la realización
de exceso de turnos. Al mismo tiempo, el grupo de
mayor edad evidenció más cansancio emocional; y
los viudos o separados presentaron menos desper-
sonalización que el resto de los encuestados (Meli-
ta A., 2008).
Rodríguez indica que la prevalencia de Síndrome
de Burnout en el Hospital Ecatepec es de 27%; y
en el Hospital de Cuautitlán, de 24%.(Rodríguez,
C., 2009) Roth encuentra la relación entre el “Bur-
nout”, la satisfacción laboral y los rasgos de perso-
nalidad en 7 hospitales en La Paz, y encontró que
el 8 % de la muestra presenta el síndrome de
Burnout (Roth, E. & Pinto B., 2010 ).
El presente estudio tiene por objetivo determinar la
relación que existe entre la Calidad de Vida
Profesional y el síndrome de Burnout en el total de
las enfermeras y por áreas de servicio del Hospital
María Auxiliadora.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio es descriptivo correlacional de corte
transversal. La muestra fue no probabilística inten-
cional. El tamaño de la muestra estuvo constituida
por 64 % de la totalidad de las enfermeras del
Hospital María Auxiliadora.
Se aplicó el cuestionario de la Calidad de Vida
Profesional (CVP-35) que evalúa la satisfacción y
el placer del individuo en su vida cotidiana.
Consta de 35 ítems agrupados en las siguientes
17Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
cuatro áreas: apoyo directivo, carga de trabajo,
motivación intrínseca y calidad de vida profesio-
nal global. Para contestar a cada ítem, el instru-
mento dispone de una escala Likert de 5 valores
que oscila entre 1 a 5, desde nunca, casi nunca, a
veces, casi siempre y siempre, respectivamente.
El Inventario Burnout de Maslach de 22 ítems,
agrupados en tres dimensiones: agotamiento emo-
cional, despersonalización y realización personal;
la escala Likert va de 0 a 6, desde nunca, alguna
vez, una vez al mes o menos, algunas veces al
mes, una vez por semana, algunas veces por sema-
na y todos los días.
Para el procesamiento y análisis de datos, se apli-
caron medidas de tendencia central, variabilidad,
coeficiente de correlación de Pearson, prueba T
Student. Los puntajes brutos de los instrumentos
se transformaron a la escala Kendall para estable-
cer comparaciones, la escala establece valores K
de 0 a 1, considerando de 0 a 0.25 muy bajo/muy
malo, de 0.25 a 0.45 bajo / malo, de 0.45 a 0.55
medio / regular, 0.55 a 0.70 medio alto / bueno,
0.70 a 0.95 alto / muy bueno, 0.95 a 1 máximo /
excelente.
RESULTADOS
Del total de encuestados, 96,9 % fueron mujeres y
3,1 % varones, con edades comprendidas entre 24
y 54 años.
La valoración de la calidad de vida profesional
(CVP) realizada en tres dimensiones muestra que
para la primera dimensión “Apoyo Directivo” la cali-
ficación en la escala K (de 0 a 1) fue de 0,58 lo
cual corresponde a una valoración como Bueno; es
decir, que los enfermeros perciben tener un buen
apoyo directivo, lo que refleja el esfuerzo de la la-
bor por parte de sus jefaturas.
Respecto a la evaluación de la segunda dimensión
correspondiente a la “Carga de trabajo”, la califica-
ción en la escala K (de 0 a 1) fue de 0,651, lo que
corresponde a una valoración de medio a alto lo
que significa que los enfermeros perciben tener
una alta carga laboral, esta apreciación es verifica-
ble al observar las estadísticas de atención hospi-
talaria, las cuales son siempre mayores que la ofer-
ta para la que fue diseñado el hospital.
Y la tercera dimensión valorada sobre la “motiva-
ción intrínseca”, el resultado transformado a la es-
cala K (0 a 1) fue 0,701 que corresponde a una va-
loración de motivación alta; esto quiere decir que
los enfermeros que laboran en el Hospital María
Auxiliadora, pese a la percepción de la alta carga
de trabajo que se ha mostrado en la dimensión an-
tes citada, tienen intrínsecamente un espíritu labo-
ral altruista y de esfuerzo, que muestra compromi-
so con su profesión e institución.
La valoración del síndrome de Burnout (SB) reali-
zada en sus tres dimensiones muestra que existen
niveles bajos de un agotamiento emocional, des-
personalización e inadecuada realización perso-
nal; esto se puede traducir indicando que en el per-
sonal no se presentan niveles críticos valorativos
que señalen la presencia del Síndrome de Burnout
entre los enfermeros del hospital (Tabla 1).
En el análisis de la calidad de vida profesional
(CVP) y del síndrome de Burnout (SB) por servicios,
se encontró que los tres servicios con menor auto-
percepción de calidad de vida profesional fueron los
servicios de emergencia, UCI y Gíneco-Obstetricia,
y en estos mismos tres servicios fue donde se en-
contró mayor nivel de estrés expresado sin llegar a
niveles de manifestación de SB . En general, el total
(promedio) de la valoración de las variables de estu-
dio CVP y SB, en la escala K (de 0 a 1), es de 0,622
y 0,396, respectivamente. Esto indica que existe
un nivel medio alto o bueno respecto a la calidad de
vida profesional y que este grupo profesional de
Enfermería tiene bajo nivel del síndrome de
Burnout (Tabla 2).
La correlación de las variables de estudio calidad
de vida profesional y el síndrome de Burnout tuvo
un valor de correlación general de -0,769, con un
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
16 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
La calidad de vida profesional es “el sentimiento de
bienestar que se deriva del equilibrio que el indivi-
duo percibe entre las demandas o cargas de la pro-
fesión y los recursos psicológicos, organizacionales
y relacionales de que dispone para afrontar estas
demandas” (Fernández A., 2007).
Particularmente, los trabajadores de centros hos-
pitalarios y, en especial, el personal de Enfermería
se encuentran expuestos a una serie de riesgos la-
borales conocidos como productores de afectación
de su calidad de vida y es que las enfermeras de-
ben luchar constantemente para mantener sus
puestos de trabajo, con diversificación en sus ta-
reas para sostener un salario que ni siquiera es dig-
no y con una lucha dentro de un sistema de salud
prácticamente inexistente y que descalifica al pro-
fesional de la salud en forma permanente.
Tal vez, por eso, es que la calidad de vida profesio-
nal de la enfermera parece ser la más afectada a
mediano y largo plazo dentro del equipo multidisci-
plinar, provocando altos índices de estrés, insatis-
facción laboral, menor rendimiento y frustración
personal, que acaba con nuestra salud física y psí-
quica creando un importante desequilibrio en la
combinación de trabajo y familia.
Por otra parte, y debido a las características del de-
sempeño laboral, las enfermeras están expuestas a
sufrir el Síndrome de Burnout descrito por Maslach
(Maslach C., Schaufeli, W.B. & Leiter, 2001), que
es el resultante del estrés laboral crónico que suele
aparecer en profesionales que mantienen una rela-
ción de ayuda constante y directa con otras perso-
nas, tras soportar una sobrecarga de trabajo dura-
dera y normalmente trasponer expectativas y gran
dedicación en su trabajo.
Uno de los instrumentos utilizados para evaluar la
calidad de vida profesional es el CVP 35 de
Cabezas, que ha sido utilizado en otras investiga-
ciones en los cuales se concluyeron que en general
se percibe una tendencia a una baja calidad de vi-
da, en relación a la carga laboral, una tendencia
hacia una buena calidad de vida en la dimensión
de motivación intrínseca y una baja calidad de vida
profesional en el factor apoyo directivo (Grimaldo
M., 2010) (Cabezas C., 2008).
En la investigación en enfermeros asistenciales de
Melita A. (2008), sobre Burnout, mostraron que
más del 50 % presentan menos de 10 años de ex-
periencia laboral, se evidenció un Burnout en una
intensidad intermedia, que estaría principalmente
influenciado por variables laborales como la per-
cepción de recursos insuficientes y la realización
de exceso de turnos. Al mismo tiempo, el grupo de
mayor edad evidenció más cansancio emocional; y
los viudos o separados presentaron menos desper-
sonalización que el resto de los encuestados (Meli-
ta A., 2008).
Rodríguez indica que la prevalencia de Síndrome
de Burnout en el Hospital Ecatepec es de 27%; y
en el Hospital de Cuautitlán, de 24%.(Rodríguez,
C., 2009) Roth encuentra la relación entre el “Bur-
nout”, la satisfacción laboral y los rasgos de perso-
nalidad en 7 hospitales en La Paz, y encontró que
el 8 % de la muestra presenta el síndrome de
Burnout (Roth, E. & Pinto B., 2010 ).
El presente estudio tiene por objetivo determinar la
relación que existe entre la Calidad de Vida
Profesional y el síndrome de Burnout en el total de
las enfermeras y por áreas de servicio del Hospital
María Auxiliadora.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio es descriptivo correlacional de corte
transversal. La muestra fue no probabilística inten-
cional. El tamaño de la muestra estuvo constituida
por 64 % de la totalidad de las enfermeras del
Hospital María Auxiliadora.
Se aplicó el cuestionario de la Calidad de Vida
Profesional (CVP-35) que evalúa la satisfacción y
el placer del individuo en su vida cotidiana.
Consta de 35 ítems agrupados en las siguientes
17Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
cuatro áreas: apoyo directivo, carga de trabajo,
motivación intrínseca y calidad de vida profesio-
nal global. Para contestar a cada ítem, el instru-
mento dispone de una escala Likert de 5 valores
que oscila entre 1 a 5, desde nunca, casi nunca, a
veces, casi siempre y siempre, respectivamente.
El Inventario Burnout de Maslach de 22 ítems,
agrupados en tres dimensiones: agotamiento emo-
cional, despersonalización y realización personal;
la escala Likert va de 0 a 6, desde nunca, alguna
vez, una vez al mes o menos, algunas veces al
mes, una vez por semana, algunas veces por sema-
na y todos los días.
Para el procesamiento y análisis de datos, se apli-
caron medidas de tendencia central, variabilidad,
coeficiente de correlación de Pearson, prueba T
Student. Los puntajes brutos de los instrumentos
se transformaron a la escala Kendall para estable-
cer comparaciones, la escala establece valores K
de 0 a 1, considerando de 0 a 0.25 muy bajo/muy
malo, de 0.25 a 0.45 bajo / malo, de 0.45 a 0.55
medio / regular, 0.55 a 0.70 medio alto / bueno,
0.70 a 0.95 alto / muy bueno, 0.95 a 1 máximo /
excelente.
RESULTADOS
Del total de encuestados, 96,9 % fueron mujeres y
3,1 % varones, con edades comprendidas entre 24
y 54 años.
La valoración de la calidad de vida profesional
(CVP) realizada en tres dimensiones muestra que
para la primera dimensión “Apoyo Directivo” la cali-
ficación en la escala K (de 0 a 1) fue de 0,58 lo
cual corresponde a una valoración como Bueno; es
decir, que los enfermeros perciben tener un buen
apoyo directivo, lo que refleja el esfuerzo de la la-
bor por parte de sus jefaturas.
Respecto a la evaluación de la segunda dimensión
correspondiente a la “Carga de trabajo”, la califica-
ción en la escala K (de 0 a 1) fue de 0,651, lo que
corresponde a una valoración de medio a alto lo
que significa que los enfermeros perciben tener
una alta carga laboral, esta apreciación es verifica-
ble al observar las estadísticas de atención hospi-
talaria, las cuales son siempre mayores que la ofer-
ta para la que fue diseñado el hospital.
Y la tercera dimensión valorada sobre la “motiva-
ción intrínseca”, el resultado transformado a la es-
cala K (0 a 1) fue 0,701 que corresponde a una va-
loración de motivación alta; esto quiere decir que
los enfermeros que laboran en el Hospital María
Auxiliadora, pese a la percepción de la alta carga
de trabajo que se ha mostrado en la dimensión an-
tes citada, tienen intrínsecamente un espíritu labo-
ral altruista y de esfuerzo, que muestra compromi-
so con su profesión e institución.
La valoración del síndrome de Burnout (SB) reali-
zada en sus tres dimensiones muestra que existen
niveles bajos de un agotamiento emocional, des-
personalización e inadecuada realización perso-
nal; esto se puede traducir indicando que en el per-
sonal no se presentan niveles críticos valorativos
que señalen la presencia del Síndrome de Burnout
entre los enfermeros del hospital (Tabla 1).
En el análisis de la calidad de vida profesional
(CVP) y del síndrome de Burnout (SB) por servicios,
se encontró que los tres servicios con menor auto-
percepción de calidad de vida profesional fueron los
servicios de emergencia, UCI y Gíneco-Obstetricia,
y en estos mismos tres servicios fue donde se en-
contró mayor nivel de estrés expresado sin llegar a
niveles de manifestación de SB . En general, el total
(promedio) de la valoración de las variables de estu-
dio CVP y SB, en la escala K (de 0 a 1), es de 0,622
y 0,396, respectivamente. Esto indica que existe
un nivel medio alto o bueno respecto a la calidad de
vida profesional y que este grupo profesional de
Enfermería tiene bajo nivel del síndrome de
Burnout (Tabla 2).
La correlación de las variables de estudio calidad
de vida profesional y el síndrome de Burnout tuvo
un valor de correlación general de -0,769, con un
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
18 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
valor p<0,01, resultados que muestra una rela-
ción estadísticamente significativa e inversa, de
manera tal que en los enfermeros con mejor cali-
dad de vida profesional se encontró menor nivel
de estrés o síndrome de Burnout; y, por el contra-
rio, cuando la calidad de vida profesional es baja,
se relaciona con mayores niveles de estrés. (Gráfi-
ca 1)
Tabla 1. Estadística descriptiva escalas evaluadas
Escala Promedio D.E. Valor K Calificación
Calidad de vida profesional
Apoyo directivo 40,3 7,1 0,58 Bueno
Cargas de trabajo 36,0 7,0 0,65 Medio alto
Motivación intrínseca 38,1 7,6 0,70 Alto
Burnout
Agotamiento emocional 16,3 7,8 0,17 Bajo
Despersonalización 5,6 4,2 0,19 Bajo
Inadecuada realización
Personal
11,1 7,6 0,23 Bajo
D.E: Desviación estándar del puntaje
Tabla 2. Puntajes de valoración de la calidad de vida profesional y el síndrome de Burnout por servicios
SERVICIO CVP S. Burnout
Centro quirúrgico 0,641 0,354
Supervisión 0,636 0,306
Consultorio externo 0,605 0,323
Oncología 0,669 0,325
Pediatría 0,670 0,346
Medicina 0,631 0,416
Emergencia 0,599 0,494
UCI 0,571 0,482
Gíneco-obstetricia 0,575 0,514
Promedio valor k 0,622 0,396
Correlación r Pearson -0,769
19Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Gráfica 1. Diagrama de dispersión entre la calidad de vida profesional y el síndrome de Burnout
DISCUSIÓN
La calidad de vida es un concepto que se ha venido
trabajando con mucha fuerza en los últimos tiem-
pos en el ámbito internacional. Se considera como
una variable importante para el desarrollo de todas
las actividades del ser humano y que pueden deter-
minar una mayor o menor acción productiva.
A finales del siglo XX y principios del siglo actual, el
término calidad de vida se reviste de intenciones y
acciones de los individuos. Es también cuando el
término se introduce al ámbito sanitario, en espe-
cial, en la disciplina de Enfermería (Duro-Martín
M., 2002).
Se observa que el profesional de Pediatría trabaja
en un ambiente más cómodo, de menos tensiones y
menor carga laboral, al igual que las enfermeras de
Oncología, el cual es un servicio con menos años de
existencia y con personal más joven y motivado en
un ambiente nuevo y con mayor apoyo logístico.
En el análisis de la calidad de vida profesional y el
síndrome de Burnout por servicios, se encontró
que los tres servicios con menor auto percepción
de calidad de vida profesional fueron los servicios
de emergencia, UCI y Gíneco-Obstetricia y en estos
tres servicios se encontró mayor nivel de estrés ex-
presado como síndrome de Burnout.
Las enfermeras de emergencia, incluso, atienden a
pacientes en los pasadizos, pues la capacidad ins-
talada no es suficiente para la demanda, lo que difi-
culta proporcionar una atención de calidad, lo cual
se complica con la presión de las jefaturas, pacien-
tes y familiares. De modo similar, en UCI, se traba-
ja con pacientes críticos sometidos a una serie de
intervenciones médicas, produciendo constante
estrés por salvar la vida a los pacientes; y las enfer-
meras de Ginecología y Obstetricia trabajan día a
día con todas las camas llenas con un índice de ocu-
pación de las camas al 100 %, lo que repercute en
mayor actividad asistencial y administrativa.
Por otra parte, los resultados son similares a los de
Melita A., Cruz M., Merino J. (2008) y Rodríguez,
C. et al. (2009), Roth, E., Pinto B. (2010), en-
cuentran que el Burnout es prevalente entre el per-
sonal de Enfermería.
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
SÍN
DR
OM
E D
E B
UR
NO
UT
18 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
valor p<0,01, resultados que muestra una rela-
ción estadísticamente significativa e inversa, de
manera tal que en los enfermeros con mejor cali-
dad de vida profesional se encontró menor nivel
de estrés o síndrome de Burnout; y, por el contra-
rio, cuando la calidad de vida profesional es baja,
se relaciona con mayores niveles de estrés. (Gráfi-
ca 1)
Tabla 1. Estadística descriptiva escalas evaluadas
Escala Promedio D.E. Valor K Calificación
Calidad de vida profesional
Apoyo directivo 40,3 7,1 0,58 Bueno
Cargas de trabajo 36,0 7,0 0,65 Medio alto
Motivación intrínseca 38,1 7,6 0,70 Alto
Burnout
Agotamiento emocional 16,3 7,8 0,17 Bajo
Despersonalización 5,6 4,2 0,19 Bajo
Inadecuada realización
Personal
11,1 7,6 0,23 Bajo
D.E: Desviación estándar del puntaje
Tabla 2. Puntajes de valoración de la calidad de vida profesional y el síndrome de Burnout por servicios
SERVICIO CVP S. Burnout
Centro quirúrgico 0,641 0,354
Supervisión 0,636 0,306
Consultorio externo 0,605 0,323
Oncología 0,669 0,325
Pediatría 0,670 0,346
Medicina 0,631 0,416
Emergencia 0,599 0,494
UCI 0,571 0,482
Gíneco-obstetricia 0,575 0,514
Promedio valor k 0,622 0,396
Correlación r Pearson -0,769
19Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Gráfica 1. Diagrama de dispersión entre la calidad de vida profesional y el síndrome de Burnout
DISCUSIÓN
La calidad de vida es un concepto que se ha venido
trabajando con mucha fuerza en los últimos tiem-
pos en el ámbito internacional. Se considera como
una variable importante para el desarrollo de todas
las actividades del ser humano y que pueden deter-
minar una mayor o menor acción productiva.
A finales del siglo XX y principios del siglo actual, el
término calidad de vida se reviste de intenciones y
acciones de los individuos. Es también cuando el
término se introduce al ámbito sanitario, en espe-
cial, en la disciplina de Enfermería (Duro-Martín
M., 2002).
Se observa que el profesional de Pediatría trabaja
en un ambiente más cómodo, de menos tensiones y
menor carga laboral, al igual que las enfermeras de
Oncología, el cual es un servicio con menos años de
existencia y con personal más joven y motivado en
un ambiente nuevo y con mayor apoyo logístico.
En el análisis de la calidad de vida profesional y el
síndrome de Burnout por servicios, se encontró
que los tres servicios con menor auto percepción
de calidad de vida profesional fueron los servicios
de emergencia, UCI y Gíneco-Obstetricia y en estos
tres servicios se encontró mayor nivel de estrés ex-
presado como síndrome de Burnout.
Las enfermeras de emergencia, incluso, atienden a
pacientes en los pasadizos, pues la capacidad ins-
talada no es suficiente para la demanda, lo que difi-
culta proporcionar una atención de calidad, lo cual
se complica con la presión de las jefaturas, pacien-
tes y familiares. De modo similar, en UCI, se traba-
ja con pacientes críticos sometidos a una serie de
intervenciones médicas, produciendo constante
estrés por salvar la vida a los pacientes; y las enfer-
meras de Ginecología y Obstetricia trabajan día a
día con todas las camas llenas con un índice de ocu-
pación de las camas al 100 %, lo que repercute en
mayor actividad asistencial y administrativa.
Por otra parte, los resultados son similares a los de
Melita A., Cruz M., Merino J. (2008) y Rodríguez,
C. et al. (2009), Roth, E., Pinto B. (2010), en-
cuentran que el Burnout es prevalente entre el per-
sonal de Enfermería.
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
SÍN
DR
OM
E D
E B
UR
NO
UT
20 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Los resultados evidencian que las enfermeras en-
frentan situaciones laborales que inciden en su ca-
lidad de vida profesional, desgaste, insatisfacción
salarial, problemas de relación con la población
atendida, ambigüedad, conflicto de rol, ausencia
de reconocimiento social de la profesión, posibili-
dades de promoción y la carga de trabajo. Son, en-
tre otras, algunas de las causas que se han relacio-
nado en mayor medida con los problemas labora-
les de este grupo profesional (De las Cuevas,
2003).
El estrés, como variable antecedente, en la profe-
sión de Enfermería, está compuesto por una com-
binación de variables físicas, psicológicas y socia-
les. El profesional de Enfermería está sometido, en
líneas generales, a estresores como escasez de per-
sonal, que supone carga laboral, trabajo en turnos
rotatorios y la consecuente alteración del biorrit-
mo, trato con usuarios problemáticos, contacto
con la enfermedad, dolor y muerte, conflicto y am-
bigüedad de rol, etc. (Roth E. , 2010).
La profesión de Enfermería (Llor et al., 1995) con-
lleva, entre otras, tres características, que son fac-
tores de riesgo y que determinan la aparición del
síndrome: un gran esfuerzo mental y físico, conti-
nuas interrupciones y reorganización de las tareas,
que agravan el nivel de carga y esfuerzo mental, el
trato con la gente en circunstancias de extrema an-
siedad y aflicción.
Podemos sugerir en base a todas estas evidencias:
desarrollar estudios que informen sobre la situa-
ción en que se desarrolla el trabajo de la enferme-
ra, de tal manera que se tomen las medidas correc-
tivas que le permitan mejorar significativamente su
calidad de vida profesional; desarrollar cursos de
talleres sobre el Burnout. De esta manera, la enfer-
mera debe conocer con suficiente profundidad, las
características del síndrome de Burnout y las técni-
cas para su prevención y afrontamiento.
Implementar estrategias de mejora en cuanto al
entorno laboral y que las jefaturas de Enfermería
otorguen los recursos necesarios a las enfermeras
para desempeñarse adecuadamente en sus activi-
dades propias de la profesión, disminuyendo la car-
ga de trabajo y el agotamiento emocional; asimis-
mo, hacer entender a las autoridades que, cuando
se prioriza al capital humano y se le valora es cuan-
do las instituciones logran mejores resultados; y
son ellos los que llevan al fracaso o al éxito a toda
organización
CONCLUSIONES
La calidad de vida profesional en los enfermeros
del Hospital María Auxiliadora está en buen nivel y
se encuentra en relación inversa al Síndrome de
Burnout, por lo que hay bajo nivel del síndrome,
relación con significancia estadística, siendo los
enfermeros de los servicios de UCI, Emergencia y
Gíneco-Obstetricia, los identificados con mayores
niveles de estrés, sin llegar al síndrome de
Burnout.
REFERENCIAS
Cabezas C. (2008). Síndrome de desgaste profe-
sional laboral y calidad de vida profesional.
Formación Médica Continuada en Atención
Primaria, 5 (8), 491.
De las Cuevas C. (2003). Burnout en los profesio-
nales de atención a las drogodependencias.
Trastornos Adictivos 5 (2), 107-13.
Duro-Martín M. (2002).Calidad de vida laboral y
psicología social de la salud laboral: hacia un mo-
delo de componentes comunes para explicar el bie-
nestar laboral psicológico y la salud mental laboral
de origen psicosocial. Rev Minist.Trab Asun Soc,
152(4),15-55.
Fernández A. (2007). Calidad de vida profesional
de los profesionales de enfermería en atención pri-
maria de Soria. Biblioteca Las casas,3 (1).
http://www.index-f.com/lascasas/documentos/
lc0213.php
21Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Grimaldo M. (2010). Calidad de vida profesional
en estudiantes de ciencias de la salud. Revista
Psicológica, 12: 51-80.
Llor et al. (1995). Método de investigación en cien-
cias Psicosociales aplicadas a la salud .Madrid:
Interamericana, 33:39.
Maslach C, Schaufeli, W.B, Leiter, M.P. (2001).
JOB BURNOUT Annual Revista Psicologica, 52:
397-422.
Melita A, Cruz M, Merino J. (2008). Burnout en
Profesionales de Enfermería que trabajan en
Centros Asistenciales de la Octava Región, Chile .
Revista Ciencias de Enfermería; 14: 75-85.
Rodríguez, C. et al. (2009). Prevalencia del
Síndrome de Burnout en el personal de Enfermería de
dos Hospitales del Estado de México, 19, 179-193.
Roth, E, Pinto B. (2010) Síndrome de Burnout,
Personalidad y Satisfacción Laboral en Enfermeras
de la Ciudad de La Paz, Vol. 8(2).
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
20 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Los resultados evidencian que las enfermeras en-
frentan situaciones laborales que inciden en su ca-
lidad de vida profesional, desgaste, insatisfacción
salarial, problemas de relación con la población
atendida, ambigüedad, conflicto de rol, ausencia
de reconocimiento social de la profesión, posibili-
dades de promoción y la carga de trabajo. Son, en-
tre otras, algunas de las causas que se han relacio-
nado en mayor medida con los problemas labora-
les de este grupo profesional (De las Cuevas,
2003).
El estrés, como variable antecedente, en la profe-
sión de Enfermería, está compuesto por una com-
binación de variables físicas, psicológicas y socia-
les. El profesional de Enfermería está sometido, en
líneas generales, a estresores como escasez de per-
sonal, que supone carga laboral, trabajo en turnos
rotatorios y la consecuente alteración del biorrit-
mo, trato con usuarios problemáticos, contacto
con la enfermedad, dolor y muerte, conflicto y am-
bigüedad de rol, etc. (Roth E. , 2010).
La profesión de Enfermería (Llor et al., 1995) con-
lleva, entre otras, tres características, que son fac-
tores de riesgo y que determinan la aparición del
síndrome: un gran esfuerzo mental y físico, conti-
nuas interrupciones y reorganización de las tareas,
que agravan el nivel de carga y esfuerzo mental, el
trato con la gente en circunstancias de extrema an-
siedad y aflicción.
Podemos sugerir en base a todas estas evidencias:
desarrollar estudios que informen sobre la situa-
ción en que se desarrolla el trabajo de la enferme-
ra, de tal manera que se tomen las medidas correc-
tivas que le permitan mejorar significativamente su
calidad de vida profesional; desarrollar cursos de
talleres sobre el Burnout. De esta manera, la enfer-
mera debe conocer con suficiente profundidad, las
características del síndrome de Burnout y las técni-
cas para su prevención y afrontamiento.
Implementar estrategias de mejora en cuanto al
entorno laboral y que las jefaturas de Enfermería
otorguen los recursos necesarios a las enfermeras
para desempeñarse adecuadamente en sus activi-
dades propias de la profesión, disminuyendo la car-
ga de trabajo y el agotamiento emocional; asimis-
mo, hacer entender a las autoridades que, cuando
se prioriza al capital humano y se le valora es cuan-
do las instituciones logran mejores resultados; y
son ellos los que llevan al fracaso o al éxito a toda
organización
CONCLUSIONES
La calidad de vida profesional en los enfermeros
del Hospital María Auxiliadora está en buen nivel y
se encuentra en relación inversa al Síndrome de
Burnout, por lo que hay bajo nivel del síndrome,
relación con significancia estadística, siendo los
enfermeros de los servicios de UCI, Emergencia y
Gíneco-Obstetricia, los identificados con mayores
niveles de estrés, sin llegar al síndrome de
Burnout.
REFERENCIAS
Cabezas C. (2008). Síndrome de desgaste profe-
sional laboral y calidad de vida profesional.
Formación Médica Continuada en Atención
Primaria, 5 (8), 491.
De las Cuevas C. (2003). Burnout en los profesio-
nales de atención a las drogodependencias.
Trastornos Adictivos 5 (2), 107-13.
Duro-Martín M. (2002).Calidad de vida laboral y
psicología social de la salud laboral: hacia un mo-
delo de componentes comunes para explicar el bie-
nestar laboral psicológico y la salud mental laboral
de origen psicosocial. Rev Minist.Trab Asun Soc,
152(4),15-55.
Fernández A. (2007). Calidad de vida profesional
de los profesionales de enfermería en atención pri-
maria de Soria. Biblioteca Las casas,3 (1).
http://www.index-f.com/lascasas/documentos/
lc0213.php
21Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
Grimaldo M. (2010). Calidad de vida profesional
en estudiantes de ciencias de la salud. Revista
Psicológica, 12: 51-80.
Llor et al. (1995). Método de investigación en cien-
cias Psicosociales aplicadas a la salud .Madrid:
Interamericana, 33:39.
Maslach C, Schaufeli, W.B, Leiter, M.P. (2001).
JOB BURNOUT Annual Revista Psicologica, 52:
397-422.
Melita A, Cruz M, Merino J. (2008). Burnout en
Profesionales de Enfermería que trabajan en
Centros Asistenciales de la Octava Región, Chile .
Revista Ciencias de Enfermería; 14: 75-85.
Rodríguez, C. et al. (2009). Prevalencia del
Síndrome de Burnout en el personal de Enfermería de
dos Hospitales del Estado de México, 19, 179-193.
Roth, E, Pinto B. (2010) Síndrome de Burnout,
Personalidad y Satisfacción Laboral en Enfermeras
de la Ciudad de La Paz, Vol. 8(2).
Calidad de vida profesional y síndrome de Burnout en enfermeras del hospital María Auxiliadora
22 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
Lic. Harrison Sandoval CastilloEnfermero, analista de Epidemiología y Bioseguridad de la Clínica Ricardo Palma
Lic. Flora Villalta CanalesEnfermera Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos
RESUMEN
Las infecciones del torrente sanguíneo (ITS) aso-
ciados al uso de catéteres venosos centrales (CVC)
son una de las complicaciones infecciosas severas
más frecuentes en la práctica médica. Este tipo de
infecciones representan hasta el 33 % de todas las
que se producen en las unidades de cuidados in-
tensivos. En el año 2011, se implementó un pro-
yecto con el propósito de disminuir sus tasas de in-
cidencia a través de la aplicación del denominado
“bundle” (conjunto de actividades sanitarias que
tienen una fuerte evidencia científica) y la promo-
ción de una cultura organizacional en cultura de
seguridad. Se ejecutó la presente investigación de
tipo descriptivo longitudinal para medir el impacto
del proyecto en la prevención de estas infecciones,
teniendo los siguientes resultados: Luego de 2
años se vigilaron a 707 pacientes con un total de
6616 días/catéter. Las tasas de ITS x CVC disminu-
yeron de 2.94 por cada 1000 días/catéter hasta
1.48 por cada 1000 días/catéter de manera soste-
nida (p<0.05). Se concluye que el impacto del pro-
yecto ha tenido resultados positivos en la preven-
ción de estas infecciones.
Cientos de millones de pacientes son afectados ca-
da año por infecciones asociadas al cuidado de su
salud. Estas infecciones contribuyen a la muerte y
discapacidad de pacientes, así como a la propaga-
ción de patógenos multiresistentes. En cualquier
momento, más de 1.4 millones de personas alre-
dedor del mundo están padeciendo infecciones ad-
quiridas en establecimientos de salud. Se estima
que entre el 5 % y el 10 % de los pacientes admiti-
dos en hospitales modernos del mundo desarrolla-
do contraen una o más infecciones; y, en los países
en vías de desarrollo, pueden superar el 25 % (Vi-
tal Signs, 2009).
Las infecciones del torrente sanguíneo (ITS) aso-
ciados al uso de dispositivos intravasculares son
una de las complicaciones infecciosas severas más
frecuentes en la práctica médica. Este tipo de infec-
ciones representan hasta el 33 % de todas las que
se producen en el medio hospitalario. Se ha com-
probado que incrementan la mortalidad y la estan-
cia hospitalaria (Comunidad de Madrid, 2007).
Algunos estudios han concluido que la mortalidad
atribuible a la ITS no supera el 10 %, pero los cos-
tos son elevados, hasta más de 12.000 dólares por
caso, fundamentalmente debido a la prolongación
de la hospitalización (Rosenthal, V.D., 2003). El
impacto que este tipo de infecciones tiene para los
pacientes y sus familias, y el costo sanitario que pro-
ducen, justifica la realización de programas de in-
tervención específicos.
Múltiples han sido los esfuerzos para extremar las
medidas de prevención contra la ITS en los últimos
15 años. El Centro de Control y Prevención de
Enfermedades Infecciosas de EUA (CDC) ha emiti-
do un grupo de recomendaciones basadas en la
existencia de datos científicos, racionalización teó-
23Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
rica, aplicación e impacto económico, con el obje-
tivo de disminuir su incidencia (Shelley, 2014).
Recientemente, investigadores de la Universidad
Johns Hopkins Safety Research Group (JHU
QSRG) dirigidos por el Dr. Peter Pronovost en cola-
boración con Michigan Health & Hospital
Association Keystone Center (MHA Keystone) han
desarrollado una intervención que ha conseguido
eliminar casi en su totalidad las ITS en 130
Unidades de Cuidados Intensivos (Johns Hopkins
Medicine, 2014). Este programa de intervención
se encontraba enmarcado en una iniciativa de segu-
ridad estatal para pacientes ingresados en UCI, en
el que el factor principal de estudio fue el impacto
de la intervención en la tasa de infección relaciona-
da con catéteres venosos centrales.
Esta experiencia ha sido replicada en otros países
del mundo tales como Australia y España (Ministe-
rio de Sanidad, 2012). En el año 2010, el Perú, a
través del Ministerio de Salud con apoyo de
USAID, implementó el Programa Piloto denomina-
do “Proyecto Infecciones Zero” que replicaba la ex-
periencia del Dr. Pronovost en 7 hospitales del Perú
(3 del MINSA, 2 de EsSalud, 1 de las FF.AA. y 1
Clínica Privada: la Clínica Ricardo Palma).
El objetivo fue determinar el impacto del Proyecto
Infecciones Zero en la tasa de infecciones del to-
rrente sanguíneo asociado al uso de un catéter ve-
noso central y los promedios de días de uso de un
catéter venoso central en la unidad de cuidados in-
tensivos de adultos de la Clínica Ricardo Palma
2011-2012.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente es trabajo es una experiencia de inter-
vención, que usó como fuente de información la ba-
se de datos del sistema de vigilancia de infecciones
intrahospitalarias en el período del 2010 al 2011.
La definición de caso de infección del torrente san-
guíneo usó los mismos criterios internacionales
que manifiesta la CDC para los sistemas de vigilan-
cia hospitalarios.
Se tabularon los datos en una hoja de cálculo. Para
esta investigación se revisaron, también, las fichas
de investigación de ITS que se trabajan normal-
mente en el programa EPI-INFO 7 de la CDC.
Se usaron las tasas de densidad de incidencia del
sistema de vigilancia que toma el número de casos
nuevos de ITS sobre los días-catéter libres de enfer-
medad por mil. (Para el número promedio de días
catéter) se usó la ficha EPI-INFO, tomando el núme-
ro de días en que un catéter central quedaba colo-
cado en el paciente. Las diferencias estadísticas se
obtuvieron a través de los indicadores de Análisis
de Varianza, siendo significativos los p-value
<0.05.
Los lineamientos de manejo del proyecto se basa-
ron en la aplicación del Bundle (MINSA, 2010):
- Lavado de manos antes de la inserción de un
catéter
- Uso máximo de barreras antes de la inserción
de un catéter (campos, mandiles, guantes, go-
rros, gafas, etc)
- Uso de Antisépticos yodados individuales para
la desinfección de piel del paciente (al momen-
to del proyecto no existe clorhexidina para la de-
sinfección de la piel en Perú)
- Preferencia de la vena subclavia para la inser-
ción de un catéter
- Retiro precoz de los catéteres innecesarios
- Manejo aséptico del catéter luego de colocado
(uso de alcohol antes de la administración de
medicamentos, uso de apósitos estériles trans-
parentes, observación y curación del punto de
inserción)
Se promocionó el cambio de la cultura organizacio-
22 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
Lic. Harrison Sandoval CastilloEnfermero, analista de Epidemiología y Bioseguridad de la Clínica Ricardo Palma
Lic. Flora Villalta CanalesEnfermera Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos
RESUMEN
Las infecciones del torrente sanguíneo (ITS) aso-
ciados al uso de catéteres venosos centrales (CVC)
son una de las complicaciones infecciosas severas
más frecuentes en la práctica médica. Este tipo de
infecciones representan hasta el 33 % de todas las
que se producen en las unidades de cuidados in-
tensivos. En el año 2011, se implementó un pro-
yecto con el propósito de disminuir sus tasas de in-
cidencia a través de la aplicación del denominado
“bundle” (conjunto de actividades sanitarias que
tienen una fuerte evidencia científica) y la promo-
ción de una cultura organizacional en cultura de
seguridad. Se ejecutó la presente investigación de
tipo descriptivo longitudinal para medir el impacto
del proyecto en la prevención de estas infecciones,
teniendo los siguientes resultados: Luego de 2
años se vigilaron a 707 pacientes con un total de
6616 días/catéter. Las tasas de ITS x CVC disminu-
yeron de 2.94 por cada 1000 días/catéter hasta
1.48 por cada 1000 días/catéter de manera soste-
nida (p<0.05). Se concluye que el impacto del pro-
yecto ha tenido resultados positivos en la preven-
ción de estas infecciones.
Cientos de millones de pacientes son afectados ca-
da año por infecciones asociadas al cuidado de su
salud. Estas infecciones contribuyen a la muerte y
discapacidad de pacientes, así como a la propaga-
ción de patógenos multiresistentes. En cualquier
momento, más de 1.4 millones de personas alre-
dedor del mundo están padeciendo infecciones ad-
quiridas en establecimientos de salud. Se estima
que entre el 5 % y el 10 % de los pacientes admiti-
dos en hospitales modernos del mundo desarrolla-
do contraen una o más infecciones; y, en los países
en vías de desarrollo, pueden superar el 25 % (Vi-
tal Signs, 2009).
Las infecciones del torrente sanguíneo (ITS) aso-
ciados al uso de dispositivos intravasculares son
una de las complicaciones infecciosas severas más
frecuentes en la práctica médica. Este tipo de infec-
ciones representan hasta el 33 % de todas las que
se producen en el medio hospitalario. Se ha com-
probado que incrementan la mortalidad y la estan-
cia hospitalaria (Comunidad de Madrid, 2007).
Algunos estudios han concluido que la mortalidad
atribuible a la ITS no supera el 10 %, pero los cos-
tos son elevados, hasta más de 12.000 dólares por
caso, fundamentalmente debido a la prolongación
de la hospitalización (Rosenthal, V.D., 2003). El
impacto que este tipo de infecciones tiene para los
pacientes y sus familias, y el costo sanitario que pro-
ducen, justifica la realización de programas de in-
tervención específicos.
Múltiples han sido los esfuerzos para extremar las
medidas de prevención contra la ITS en los últimos
15 años. El Centro de Control y Prevención de
Enfermedades Infecciosas de EUA (CDC) ha emiti-
do un grupo de recomendaciones basadas en la
existencia de datos científicos, racionalización teó-
23Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
rica, aplicación e impacto económico, con el obje-
tivo de disminuir su incidencia (Shelley, 2014).
Recientemente, investigadores de la Universidad
Johns Hopkins Safety Research Group (JHU
QSRG) dirigidos por el Dr. Peter Pronovost en cola-
boración con Michigan Health & Hospital
Association Keystone Center (MHA Keystone) han
desarrollado una intervención que ha conseguido
eliminar casi en su totalidad las ITS en 130
Unidades de Cuidados Intensivos (Johns Hopkins
Medicine, 2014). Este programa de intervención
se encontraba enmarcado en una iniciativa de segu-
ridad estatal para pacientes ingresados en UCI, en
el que el factor principal de estudio fue el impacto
de la intervención en la tasa de infección relaciona-
da con catéteres venosos centrales.
Esta experiencia ha sido replicada en otros países
del mundo tales como Australia y España (Ministe-
rio de Sanidad, 2012). En el año 2010, el Perú, a
través del Ministerio de Salud con apoyo de
USAID, implementó el Programa Piloto denomina-
do “Proyecto Infecciones Zero” que replicaba la ex-
periencia del Dr. Pronovost en 7 hospitales del Perú
(3 del MINSA, 2 de EsSalud, 1 de las FF.AA. y 1
Clínica Privada: la Clínica Ricardo Palma).
El objetivo fue determinar el impacto del Proyecto
Infecciones Zero en la tasa de infecciones del to-
rrente sanguíneo asociado al uso de un catéter ve-
noso central y los promedios de días de uso de un
catéter venoso central en la unidad de cuidados in-
tensivos de adultos de la Clínica Ricardo Palma
2011-2012.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente es trabajo es una experiencia de inter-
vención, que usó como fuente de información la ba-
se de datos del sistema de vigilancia de infecciones
intrahospitalarias en el período del 2010 al 2011.
La definición de caso de infección del torrente san-
guíneo usó los mismos criterios internacionales
que manifiesta la CDC para los sistemas de vigilan-
cia hospitalarios.
Se tabularon los datos en una hoja de cálculo. Para
esta investigación se revisaron, también, las fichas
de investigación de ITS que se trabajan normal-
mente en el programa EPI-INFO 7 de la CDC.
Se usaron las tasas de densidad de incidencia del
sistema de vigilancia que toma el número de casos
nuevos de ITS sobre los días-catéter libres de enfer-
medad por mil. (Para el número promedio de días
catéter) se usó la ficha EPI-INFO, tomando el núme-
ro de días en que un catéter central quedaba colo-
cado en el paciente. Las diferencias estadísticas se
obtuvieron a través de los indicadores de Análisis
de Varianza, siendo significativos los p-value
<0.05.
Los lineamientos de manejo del proyecto se basa-
ron en la aplicación del Bundle (MINSA, 2010):
- Lavado de manos antes de la inserción de un
catéter
- Uso máximo de barreras antes de la inserción
de un catéter (campos, mandiles, guantes, go-
rros, gafas, etc)
- Uso de Antisépticos yodados individuales para
la desinfección de piel del paciente (al momen-
to del proyecto no existe clorhexidina para la de-
sinfección de la piel en Perú)
- Preferencia de la vena subclavia para la inser-
ción de un catéter
- Retiro precoz de los catéteres innecesarios
- Manejo aséptico del catéter luego de colocado
(uso de alcohol antes de la administración de
medicamentos, uso de apósitos estériles trans-
parentes, observación y curación del punto de
inserción)
Se promocionó el cambio de la cultura organizacio-
24 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
nal para la seguridad del paciente:
- Uso de un Chek list al momento de la inserción
de un catéter central
- Uso de la hoja de objetivos diarios evaluando si
aún es necesario el catéter
- Uso de un carro exclusivo para los insumos de
inserción de un catéter
- Retroalimentación a los servicios de la informa-
ción de tasas de infecciones
- Uso de la metodología “Aprender de los errores”
ante la ocurrencia de un evento adverso
El Comité Central del Proyecto elaboró la normati-
vidad con el apoyo de asociaciones científicas pe-
ruanas, y luego cada institución las implementaría.
En el caso de la Clínica Ricardo Palma, se efectua-
ron las siguientes actividades a partir del mes de
agosto-septiembre del 2010:
- La Gerencia aprobó el Plan de Implementación
del Proyecto Infecciones Zero para la Clínica.
- Se consensuaron e implementaron los protoco-
los de inserción y cuidado de un CVC.
- Se capacitó al personal médico y de enfermería
a través de teleconferencias con profesionales
del Hospital Johns Hopkins. Se reforzó con un
curso a manera de diplomado.
- Se adquirió Clorhexidina al 2 %, en solución
acuosa y dispensadores de papel toalla conti-
nuo para el lavado de manos del personal.
- Se adquirió mandiles, guantes, campos estéri-
les desechables para las medidas de barrera.
- Se adquirió antisépticos individuales (en base
de yodo ante la ausencia de clorhexidina en so-
lución alcohólica en el Perú) para la desinfec-
ción de piel.
- Se empoderó a la enfermera en el uso del check
list al momento de la inserción de un CVC, con
la facilidad de detenerlo cuando observa que se
ha transgredido alguna norma de bioseguridad.
- Se evalúa todos los días el uso de CVC o la dis-
minución de sus lúmenes.
- Se adquirió apósitos transparentes y conectores
tipo luers para el mantenimiento aséptico de las
vías luego de la inserción.
- Se usan carritos exclusivos donde se encuentra
los insumos para la inserción de un CVC.
- Se usa el protocolo de Londres ante la ocurren-
cia de un evento adverso.
- Se efectuó el seguimiento, una investigación y
se realizó el feed back de los resultados.
RESULTADOS
Durante dos años de proyecto (2011 y 2012), se vigi-
laron a 707 pacientes con un total de 6616 días caté-
ter, reportándose 13 pacientes infectados. Las tasas
de densidad de incidencia de Infecciones del
Torrente Sanguíneo por Catéter Venoso Central dis-
minuyeron en las tres unidades de cuidados intensi-
vos en donde se implementó el Proyecto. En la UCI
de adultos, se logró una disminución de 2.94 por ca-
da 1000 días catéter hasta 1.48 por cada 1000 días
catéter (Disminución en más del 50 %) p<0.05.
Tabla 1. Tasas de Densidad de Incidencia de ITS x CVC en las Unidades de Cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2010-2012
25Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
La tasa de densidad de incidencia en julio del 2010
llegaba hasta 9,0 infecciones por cada 1000 días-
catéter de uso (julio-2010). Luego de la implemen-
tación del Proyecto Infecciones Zero (octubre-
2010), se observa la disminución paulatina de este
indicador, llegando al mes de diciembre del 2011 a
1,2 infecciones por cada 1000 días-catéter. La lí-
nea de tendencia es negativa (p<0.05).
Las tasas de infecciones del torrente sanguíneo aso-
ciado al uso de un catéter venoso central disminu-
yeron paulatinamente hasta casi llegar a cero, ha-
biéndose reportado hasta 25 semanas sin infeccio-
nes por ejemplo en la UCI de adultos.
El promedio de días que un catéter venoso central
era usado en un paciente antes de la implementa-
ción del proyecto era de 12.1 +/- 6.3 días; este in-
dicador bajó a 8.5 días +/- 2.1 días. El ANOVA re-
sultó significativo (p<0.001). Ver Gráfico 1
Gráfico 1. Tendencia de las ITS por CVC del 2010 al 2012
Gráfico 2. Medianas y promedios de días de uso de unCVC UCI Adultos. 2010-2011
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
UCI Adultos
UCI Pediátrica
UCI Neonatal
Total 2011-2012
2010 2011
2012
2010
2011
2012
2010
2011
2012
Cantidad de pacientes
218
198
324
36
38
49
59
54
44
707
Número de días –
catéter
2723
2344
2707
384
445
316
385
397
407
6616
Número de infecciones
8
4
4
2
2
1
1
1
1
13
Tasa de infecciones
2,94
1,71
1,48
5,21
4,49
3,16
2,6
2,52
2,46
Los días en que un catéter venoso central está in-
sertado en un paciente influye de manera directa-
mente proporcional sobre la tasa de infecciones del
torrente sanguíneo (a mayor días de uso, mayor es
la tasa de infecciones). El retiro precoz de los caté-
teres innecesarios o la disminución del número de
lúmenes, es una actividad que el proyecto propo-
ne. Se debe evaluar de manera diaria con el uso de
una lista de objetivos. Probablemente, la disminu-
ción del indicador es atribuible en parte a que los
médicos se sientan observados, entre otros facto-
res no evaluados.
24 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
nal para la seguridad del paciente:
- Uso de un Chek list al momento de la inserción
de un catéter central
- Uso de la hoja de objetivos diarios evaluando si
aún es necesario el catéter
- Uso de un carro exclusivo para los insumos de
inserción de un catéter
- Retroalimentación a los servicios de la informa-
ción de tasas de infecciones
- Uso de la metodología “Aprender de los errores”
ante la ocurrencia de un evento adverso
El Comité Central del Proyecto elaboró la normati-
vidad con el apoyo de asociaciones científicas pe-
ruanas, y luego cada institución las implementaría.
En el caso de la Clínica Ricardo Palma, se efectua-
ron las siguientes actividades a partir del mes de
agosto-septiembre del 2010:
- La Gerencia aprobó el Plan de Implementación
del Proyecto Infecciones Zero para la Clínica.
- Se consensuaron e implementaron los protoco-
los de inserción y cuidado de un CVC.
- Se capacitó al personal médico y de enfermería
a través de teleconferencias con profesionales
del Hospital Johns Hopkins. Se reforzó con un
curso a manera de diplomado.
- Se adquirió Clorhexidina al 2 %, en solución
acuosa y dispensadores de papel toalla conti-
nuo para el lavado de manos del personal.
- Se adquirió mandiles, guantes, campos estéri-
les desechables para las medidas de barrera.
- Se adquirió antisépticos individuales (en base
de yodo ante la ausencia de clorhexidina en so-
lución alcohólica en el Perú) para la desinfec-
ción de piel.
- Se empoderó a la enfermera en el uso del check
list al momento de la inserción de un CVC, con
la facilidad de detenerlo cuando observa que se
ha transgredido alguna norma de bioseguridad.
- Se evalúa todos los días el uso de CVC o la dis-
minución de sus lúmenes.
- Se adquirió apósitos transparentes y conectores
tipo luers para el mantenimiento aséptico de las
vías luego de la inserción.
- Se usan carritos exclusivos donde se encuentra
los insumos para la inserción de un CVC.
- Se usa el protocolo de Londres ante la ocurren-
cia de un evento adverso.
- Se efectuó el seguimiento, una investigación y
se realizó el feed back de los resultados.
RESULTADOS
Durante dos años de proyecto (2011 y 2012), se vigi-
laron a 707 pacientes con un total de 6616 días caté-
ter, reportándose 13 pacientes infectados. Las tasas
de densidad de incidencia de Infecciones del
Torrente Sanguíneo por Catéter Venoso Central dis-
minuyeron en las tres unidades de cuidados intensi-
vos en donde se implementó el Proyecto. En la UCI
de adultos, se logró una disminución de 2.94 por ca-
da 1000 días catéter hasta 1.48 por cada 1000 días
catéter (Disminución en más del 50 %) p<0.05.
Tabla 1. Tasas de Densidad de Incidencia de ITS x CVC en las Unidades de Cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2010-2012
25Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
La tasa de densidad de incidencia en julio del 2010
llegaba hasta 9,0 infecciones por cada 1000 días-
catéter de uso (julio-2010). Luego de la implemen-
tación del Proyecto Infecciones Zero (octubre-
2010), se observa la disminución paulatina de este
indicador, llegando al mes de diciembre del 2011 a
1,2 infecciones por cada 1000 días-catéter. La lí-
nea de tendencia es negativa (p<0.05).
Las tasas de infecciones del torrente sanguíneo aso-
ciado al uso de un catéter venoso central disminu-
yeron paulatinamente hasta casi llegar a cero, ha-
biéndose reportado hasta 25 semanas sin infeccio-
nes por ejemplo en la UCI de adultos.
El promedio de días que un catéter venoso central
era usado en un paciente antes de la implementa-
ción del proyecto era de 12.1 +/- 6.3 días; este in-
dicador bajó a 8.5 días +/- 2.1 días. El ANOVA re-
sultó significativo (p<0.001). Ver Gráfico 1
Gráfico 1. Tendencia de las ITS por CVC del 2010 al 2012
Gráfico 2. Medianas y promedios de días de uso de unCVC UCI Adultos. 2010-2011
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
UCI Adultos
UCI Pediátrica
UCI Neonatal
Total 2011-2012
2010 2011
2012
2010
2011
2012
2010
2011
2012
Cantidad de pacientes
218
198
324
36
38
49
59
54
44
707
Número de días –
catéter
2723
2344
2707
384
445
316
385
397
407
6616
Número de infecciones
8
4
4
2
2
1
1
1
1
13
Tasa de infecciones
2,94
1,71
1,48
5,21
4,49
3,16
2,6
2,52
2,46
Los días en que un catéter venoso central está in-
sertado en un paciente influye de manera directa-
mente proporcional sobre la tasa de infecciones del
torrente sanguíneo (a mayor días de uso, mayor es
la tasa de infecciones). El retiro precoz de los caté-
teres innecesarios o la disminución del número de
lúmenes, es una actividad que el proyecto propo-
ne. Se debe evaluar de manera diaria con el uso de
una lista de objetivos. Probablemente, la disminu-
ción del indicador es atribuible en parte a que los
médicos se sientan observados, entre otros facto-
res no evaluados.
26 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
DISCUSIÓN
Las infecciones asociadas a dispositivos vascula-
res involucran una amplia gama de patologías que
van desde las infecciones del torrente sanguíneo,
como las bacteriemias, hasta las infecciones loca-
les, como las flebitis. El uso de estos dispositivos,
en la práctica actual de la medicina moderna, es
indispensable, tanto para el tratamiento como pa-
ra el diagnóstico, lo que conlleva el riesgo potencial
de infección (Lissauer, 2012).
Probablemente, las bacteriemias representan la
complicación infecciosa más seria del uso de estos
dispositivos. Solo en hospitales de Estados Unidos
el sistema nacional de vigilancia de infecciones no-
socomiales estimó que al año, aproximadamente,
41 mil personas adquirían una infección del to-
rrente sanguíneo (Sabatier, 2009), siendo el 9.9
% de las infecciones intrahospitalarias reportadas,
según su estudio más reciente de prevalencia pun-
tual (Shelley, 2014). En países latinoamericanos,
la situación parece ser más seria; en el año 2012,
países como Chile, Colombia, Perú y Uruguay re-
portaban tasas de densidad de incidencia de infec-
ciones del torrente sanguíneo asociado al uso de
un catéter central en adultos por encima de las ta-
sas de Estados Unidos.
Múltiples organizaciones han elaborado guías de
prevención de infecciones relacionadas a catéteres
intravasculares. Probablemente, la más consulta-
da por su envergadura y la evidencia mostrada, es
la elaborada por la CDC. Países como Inglaterra
(Pratt R.J., 2007) y Australia han publicado guías
nacionales de prevención de infecciones, que in-
cluyen medidas para la prevención de infecciones
del torrente sanguíneo. Asimismo, otras socieda-
des científicas como la IFIC, SHEA, APIC (Heeg P.,
2011), (Marschall J., 2008), (APIC, 2010) y otras
organizaciones como la reconocida Joint
Commission (The Joint Commission, 2012) han
centrado sus recomendaciones en diversos aspec-
tos que no solo tienen que ver con la inserción y
mantenimiento de los dispositivos intravasculares,
sino, además con la educación, el entrenamiento y
la vigilancia epidemiológica. Para el caso de países
latinoamericanos, algunos de los ministerios y se-
cretarías de salud han publicado diversas guías na-
cionales que aceptan las recomendaciones de las
guías ya mencionadas. Y otros, como el caso de
Chile, han efectuado consensos para la prevención
de infecciones asociadas a catéteres vasculares
centrales (Pola B., 2003).
El concepto de "bundle" se ha desarrollado para
ayudar a los proveedores de atención de la salud a
ofrecer de forma más fiable la mejor atención posi-
ble a los pacientes sometidos a tratamientos parti-
culares y con riesgos inherentes. Un “bundle” es un
pequeño conjunto de prácticas basadas en la evi-
dencia (generalmente entre cuatro y cinco) que,
cuando se realiza de manera colectiva y de forma
permanente, ha demostrado mejorar los resulta-
dos del paciente que sí se aplicarán de manera indi-
vidual, es decir, el uso de la sinergia de todas como
una forma estructurada de mejora de los procesos
de atención y que ahora se considera como un es-
tándar de cuidado (HICPAC, 2011).
El Proyecto Bacteriemia Zero de España, que en el
año 2009 incluyó 192 UCI, reportó que tras 18
meses de implantación, la tasa de densidad de in-
cidencia, medida por su mediana, se había redu-
cido de 3.07 infecciones por 1000 días de catéter
a 1.12, lo que suponía haber disminuido el riesgo
en más de un 50 % (Ministerio de Sanidad y
Consumo, 2011).
Asimismo, el INICC (International Nosocomial
Infection Control Consorcium) ha publicado los re-
sultados de la implementación de una estrategia
multidimensional de prevención en 86 UCI de 15
países en vías de desarrollo, y el año 2010 había
logrado una reducción de las tasas basales en 54
% (de 16.0 a 7.4 por 1000 días catéter) (Rosent-
hal VD, 2010).
Además, de estas intervenciones, se destaca las
recomendaciones del Institute Healthcare
Improvement que recomienda la puesta en prácti-
ca de las actividades ya descritas relacionándolas
27Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
con ciclos de mejora continua de la calidad (Insti-
tute Healthcare Improvement, 2006).
La aplicación de todas estas medidas han resulta-
do en un nuevo panorama de control de bacterie-
mias, convirtiéndose en un nuevo estándar de cui-
dado (Clinical Advisory Board, 2008). Ellas nos
vienen enseñando que el cero en infecciones in-
trahospitalarias es un viaje que debemos empren-
der. El no intentarlo debiera ser un incidente tan la-
mentable como irresponsable.
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Prevención de Bacteriemia relacionadas con
Catéteres Venosos Centrales (BRC) en las UCI
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centrales. Rev Chil Infect, 20 (1), 51-69.
Pratt RJ, Pellowe CM, Wilson JA, Loveday HP,
Harper PJ, Jones SR, McDougall C, Wilcox MH.
.
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
26 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
DISCUSIÓN
Las infecciones asociadas a dispositivos vascula-
res involucran una amplia gama de patologías que
van desde las infecciones del torrente sanguíneo,
como las bacteriemias, hasta las infecciones loca-
les, como las flebitis. El uso de estos dispositivos,
en la práctica actual de la medicina moderna, es
indispensable, tanto para el tratamiento como pa-
ra el diagnóstico, lo que conlleva el riesgo potencial
de infección (Lissauer, 2012).
Probablemente, las bacteriemias representan la
complicación infecciosa más seria del uso de estos
dispositivos. Solo en hospitales de Estados Unidos
el sistema nacional de vigilancia de infecciones no-
socomiales estimó que al año, aproximadamente,
41 mil personas adquirían una infección del to-
rrente sanguíneo (Sabatier, 2009), siendo el 9.9
% de las infecciones intrahospitalarias reportadas,
según su estudio más reciente de prevalencia pun-
tual (Shelley, 2014). En países latinoamericanos,
la situación parece ser más seria; en el año 2012,
países como Chile, Colombia, Perú y Uruguay re-
portaban tasas de densidad de incidencia de infec-
ciones del torrente sanguíneo asociado al uso de
un catéter central en adultos por encima de las ta-
sas de Estados Unidos.
Múltiples organizaciones han elaborado guías de
prevención de infecciones relacionadas a catéteres
intravasculares. Probablemente, la más consulta-
da por su envergadura y la evidencia mostrada, es
la elaborada por la CDC. Países como Inglaterra
(Pratt R.J., 2007) y Australia han publicado guías
nacionales de prevención de infecciones, que in-
cluyen medidas para la prevención de infecciones
del torrente sanguíneo. Asimismo, otras socieda-
des científicas como la IFIC, SHEA, APIC (Heeg P.,
2011), (Marschall J., 2008), (APIC, 2010) y otras
organizaciones como la reconocida Joint
Commission (The Joint Commission, 2012) han
centrado sus recomendaciones en diversos aspec-
tos que no solo tienen que ver con la inserción y
mantenimiento de los dispositivos intravasculares,
sino, además con la educación, el entrenamiento y
la vigilancia epidemiológica. Para el caso de países
latinoamericanos, algunos de los ministerios y se-
cretarías de salud han publicado diversas guías na-
cionales que aceptan las recomendaciones de las
guías ya mencionadas. Y otros, como el caso de
Chile, han efectuado consensos para la prevención
de infecciones asociadas a catéteres vasculares
centrales (Pola B., 2003).
El concepto de "bundle" se ha desarrollado para
ayudar a los proveedores de atención de la salud a
ofrecer de forma más fiable la mejor atención posi-
ble a los pacientes sometidos a tratamientos parti-
culares y con riesgos inherentes. Un “bundle” es un
pequeño conjunto de prácticas basadas en la evi-
dencia (generalmente entre cuatro y cinco) que,
cuando se realiza de manera colectiva y de forma
permanente, ha demostrado mejorar los resulta-
dos del paciente que sí se aplicarán de manera indi-
vidual, es decir, el uso de la sinergia de todas como
una forma estructurada de mejora de los procesos
de atención y que ahora se considera como un es-
tándar de cuidado (HICPAC, 2011).
El Proyecto Bacteriemia Zero de España, que en el
año 2009 incluyó 192 UCI, reportó que tras 18
meses de implantación, la tasa de densidad de in-
cidencia, medida por su mediana, se había redu-
cido de 3.07 infecciones por 1000 días de catéter
a 1.12, lo que suponía haber disminuido el riesgo
en más de un 50 % (Ministerio de Sanidad y
Consumo, 2011).
Asimismo, el INICC (International Nosocomial
Infection Control Consorcium) ha publicado los re-
sultados de la implementación de una estrategia
multidimensional de prevención en 86 UCI de 15
países en vías de desarrollo, y el año 2010 había
logrado una reducción de las tasas basales en 54
% (de 16.0 a 7.4 por 1000 días catéter) (Rosent-
hal VD, 2010).
Además, de estas intervenciones, se destaca las
recomendaciones del Institute Healthcare
Improvement que recomienda la puesta en prácti-
ca de las actividades ya descritas relacionándolas
27Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
con ciclos de mejora continua de la calidad (Insti-
tute Healthcare Improvement, 2006).
La aplicación de todas estas medidas han resulta-
do en un nuevo panorama de control de bacterie-
mias, convirtiéndose en un nuevo estándar de cui-
dado (Clinical Advisory Board, 2008). Ellas nos
vienen enseñando que el cero en infecciones in-
trahospitalarias es un viaje que debemos empren-
der. El no intentarlo debiera ser un incidente tan la-
mentable como irresponsable.
REFERENCIAS
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and Quality in Health Care). (2010) Australian
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Pratt RJ, Pellowe CM, Wilson JA, Loveday HP,
Harper PJ, Jones SR, McDougall C, Wilcox MH.
.
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
38 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
(2007). National evidence-based guidelines for
preventing healthcare-associated infections in
NHS hospitals in England. J Hosp Infect, Feb, 65
Suppl 1, S1–64.
Rosenthal VD, et al. (2003). The attributable cost,
length of hospital stay, and mortality of central line-
associated bloodstream infection in intensive care
departments in Argentina: A prospective, matched
analysis. AJIC, 475-480.
Sabatier C., Peredo R., Vallés J. (2009).
Bacteriemia en el paciente crítico. Med. Intensiva,
29Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación
Dra. Arcelia Rojas SalazarDirectora de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional del CallaoLic. en Enfermería, Magíster en EnfermeríaLic. en Educación, Magíster en Educación, Doctora en Educación
EN
SA
YO
S
RESUMEN
El presente ensayo pretende socializar, entre los
miembros de la profesión, aspectos relevantes de la
autoevaluación y su implicancia en el mejoramiento
de la gestión de la carrera de Enfermería, conside-
rándose a la autoevaluación como un proceso parti-
cipativo, consciente, reflexivo y crítico que requiere
de la participación plena y comprometida de los ac-
tores sociales involucrados que motive a tomar deci-
siones trascendentes conducentes a la mejora con-
tinua. Se valora la importancia de la autoevaluación
como proceso para detectar fortalezas, debilidades
y áreas a mejorar en la gestión de la carrera contri-
buyendo a alcanzar el “objetivo último” de integra-
ción y cohesión de los miembros de la comunidad
universitaria: docentes, estudiantes, graduados, ad-
ministrativos y grupos de interés que permita obte-
ner el mayor consenso posible en el proceso se-
cuencial “conocer-actuar-transformar”.
ABSTRACT
This essay to attempts socialize among profession
members, self-evaluation relevant aspects and its
implication in improving the management of the nur-
sing career, considering the self-evaluation as a criti-
cal participatory process, conscious, reflective and
requires participation full and committed social ac-
tors that motivate them to take important decisions
leading to continuous improvement. The importan-
ce of self-evaluation is assessed as process to detect
strengths, weaknesses and areas for improvement
in the management of the race helping to achieve
the "ultimate objective" of integration and cohesion
between university community members teachers,
students, graduates, administrative and interest
groups to obtain the broadest possible consensus in
the sequential process "know-act-transform".
INTRODUCCIÓN
De mi experiencia como docente universitaria en el
Perú, por más de 30 años en Universidades
Nacionales y como Decana de la Facultad de
Enfermería y la Facultad de Ciencias de la Salud,
siento el compromiso político de mejorar la calidad
en la formación profesional de los estudiantes de
Enfermería, que va a repercutir en la calidad del cui-
dado de la salud de la población. Consciente de este
rol social, considero de vital importancia desarrollar
programas de Autoevaluación, según el Modelo
CONEAU para conocer lo que tenemos y estamos
ofreciendo y, a partir de los resultados, elaborar pla-
nes de Mejoramiento de la Calidad de la Carrera
Profesional Universitaria de Enfermería.
Los estudios superiores en el país y el mundo mues-
tran que, cada vez, se ha vuelto más competitiva y
de mayor responsabilidad social. En tal sentido, la
autoevaluación está diseñada para evaluar la for-
mación profesional e institucional, que materializa
las funciones de la universidad, es decir, evalúa la
calidad formativa del estudiante en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, investigación, extensión
universitaria y proyección social, gestión adminis-
trativa, financiera y de recursos. Los resultados obte-
nidos a partir de ellos son el sustento para la mejora
continua de la formación profesional, reflejados a
través de su inserción laboral y su desempeño que lo
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
33(7), 336-345.
Shelley S Magill et al. (2014). Multistate Point-
Prevalence Survey of Health Care–Associated
Infections. Rev N Engl J Med,370,1198-208.
The Joint Commission. (2012). Preventing Central
Line–Associated Bloodstream Infections: A Global
Challenge, A Global Perspective. EUA.
Vital Signs. (2011). Central line-associated
bloodstream infections -- United States, 2001,
2008, and 2009. MMWR, 60(08), 243-248.
38 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
(2007). National evidence-based guidelines for
preventing healthcare-associated infections in
NHS hospitals in England. J Hosp Infect, Feb, 65
Suppl 1, S1–64.
Rosenthal VD, et al. (2003). The attributable cost,
length of hospital stay, and mortality of central line-
associated bloodstream infection in intensive care
departments in Argentina: A prospective, matched
analysis. AJIC, 475-480.
Sabatier C., Peredo R., Vallés J. (2009).
Bacteriemia en el paciente crítico. Med. Intensiva,
29Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación
Dra. Arcelia Rojas SalazarDirectora de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional del CallaoLic. en Enfermería, Magíster en EnfermeríaLic. en Educación, Magíster en Educación, Doctora en Educación
EN
SA
YO
S
RESUMEN
El presente ensayo pretende socializar, entre los
miembros de la profesión, aspectos relevantes de la
autoevaluación y su implicancia en el mejoramiento
de la gestión de la carrera de Enfermería, conside-
rándose a la autoevaluación como un proceso parti-
cipativo, consciente, reflexivo y crítico que requiere
de la participación plena y comprometida de los ac-
tores sociales involucrados que motive a tomar deci-
siones trascendentes conducentes a la mejora con-
tinua. Se valora la importancia de la autoevaluación
como proceso para detectar fortalezas, debilidades
y áreas a mejorar en la gestión de la carrera contri-
buyendo a alcanzar el “objetivo último” de integra-
ción y cohesión de los miembros de la comunidad
universitaria: docentes, estudiantes, graduados, ad-
ministrativos y grupos de interés que permita obte-
ner el mayor consenso posible en el proceso se-
cuencial “conocer-actuar-transformar”.
ABSTRACT
This essay to attempts socialize among profession
members, self-evaluation relevant aspects and its
implication in improving the management of the nur-
sing career, considering the self-evaluation as a criti-
cal participatory process, conscious, reflective and
requires participation full and committed social ac-
tors that motivate them to take important decisions
leading to continuous improvement. The importan-
ce of self-evaluation is assessed as process to detect
strengths, weaknesses and areas for improvement
in the management of the race helping to achieve
the "ultimate objective" of integration and cohesion
between university community members teachers,
students, graduates, administrative and interest
groups to obtain the broadest possible consensus in
the sequential process "know-act-transform".
INTRODUCCIÓN
De mi experiencia como docente universitaria en el
Perú, por más de 30 años en Universidades
Nacionales y como Decana de la Facultad de
Enfermería y la Facultad de Ciencias de la Salud,
siento el compromiso político de mejorar la calidad
en la formación profesional de los estudiantes de
Enfermería, que va a repercutir en la calidad del cui-
dado de la salud de la población. Consciente de este
rol social, considero de vital importancia desarrollar
programas de Autoevaluación, según el Modelo
CONEAU para conocer lo que tenemos y estamos
ofreciendo y, a partir de los resultados, elaborar pla-
nes de Mejoramiento de la Calidad de la Carrera
Profesional Universitaria de Enfermería.
Los estudios superiores en el país y el mundo mues-
tran que, cada vez, se ha vuelto más competitiva y
de mayor responsabilidad social. En tal sentido, la
autoevaluación está diseñada para evaluar la for-
mación profesional e institucional, que materializa
las funciones de la universidad, es decir, evalúa la
calidad formativa del estudiante en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, investigación, extensión
universitaria y proyección social, gestión adminis-
trativa, financiera y de recursos. Los resultados obte-
nidos a partir de ellos son el sustento para la mejora
continua de la formación profesional, reflejados a
través de su inserción laboral y su desempeño que lo
Implementación de un proyecto de prevención de infecciones del torrente sanguíneo asociado al uso de catéter venoso central, en las unidades de cuidados intensivos de la Clínica Ricardo Palma 2011 - 2012
33(7), 336-345.
Shelley S Magill et al. (2014). Multistate Point-
Prevalence Survey of Health Care–Associated
Infections. Rev N Engl J Med,370,1198-208.
The Joint Commission. (2012). Preventing Central
Line–Associated Bloodstream Infections: A Global
Challenge, A Global Perspective. EUA.
Vital Signs. (2011). Central line-associated
bloodstream infections -- United States, 2001,
2008, and 2009. MMWR, 60(08), 243-248.
30 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
convierte en actor principal del desarrollo sostenible
de la sociedad.
DESARROLLO
Quiero compartir con ustedes esta experiencia de
autoevaluación, lo cual ha sido un proceso interno
de planificación, identificación, análisis crítico y
prospectivo sobre la evolución y desarrollo acadé-
mico alcanzado por la carrera profesional de
Enfermería en la Facultad de Ciencias de la Salud;
por lo tanto, se interpreta y valora, mediante un pro-
ceso participativo y dialogal, el estado de avance de
la carrera universitaria de Enfermería en los diversos
aspectos que en conjunto definen el funcionamiento
y su estructura, en la consolidación, validación y co-
municación del conocimiento que le es propio. Tal
sistema conlleva un proceso de carácter cíclico que
verifica la pertinencia de metas, estrategias, asigna-
ción de recursos y compromisos de gestión efectiva
(Orellana, 2005).
La calidad educativa, en general, y la calidad de las
instituciones universitarias, en particular, han sido,
en los últimos años, tema de preocupación en el me-
dio universitario del Perú. Para comprender e inter-
nalizar este interesante abordaje, partimos de las
interrogantes ¿Es la autoevaluación un proceso con-
ducente a la calidad educativa? ¿Están los actores
comprometidos e involucrados con este proceso?
¿Existe una política institucional para lograr la acre-
ditación universitaria?
Para responder estas interrogantes, es necesario tra-
tar estos temas teniendo como postura que la au-
toevaluación es un proceso consciente, reflexivo y
crítico que requiere de la participación plena com-
prometida de los actores involucrados para lograr
la calidad universitaria.
En este contexto, debe entenderse entonces por cali-
dad universitaria a la condición en que se encuentra
la institución superior para responder a las exigen-
cias que demanda una sociedad que busca la mejo-
ra continua de su bienestar y que puede estar defini-
da por el grado de cumplimiento de tales exigencias.
La mejora de la calidad de la educación superior re-
quiere de una cultura y un clima institucional ade-
cuados, así como de correctos procesos de autoeva-
luación que conduzcan al planeamiento y ejecución
de proyectos de mejora continua, para lo cual es in-
dispensable el compromiso y gestión eficiente de
sus autoridades, docentes, estudiantes, graduados,
personal administrativo y grupo de interés.
Evaluar una Facultad quiere decir: emitir un juicio
de valor a propósito de la pertinencia y la razón de
ser de sus objetivos, su grado de cumplimiento y la
forma en que han sido alcanzados.
Si partimos de la premisa de que la autoevaluación
es un proceso interno conducente a tomar un con-
junto de acciones en forma participativa, entonces
tenemos un avance para lograr el cambio y encami-
narnos a alcanzar la calidad. Por lo tanto, para que
la autoevaluación tenga éxito se requieren de ciertas
condiciones según el consorcio de universidades
(Consorcio de Universidades, 2005).
Una motivación interna para el proceso, es decir,
que los miembros de la facultad estén de acuerdo y
quieran realizar todo el trabajo.
Un decidido respaldo institucional, esto es, que las
autoridades participen del proceso y que brinden el
apoyo político y administrativo, y los recursos nece-
sarios para el momento de la autoevaluación.
Un liderazgo legítimo, fuerte y eficaz
La participación de los integrantes de la organiza-
ción, quienes deben ser los verdaderos protagonis-
tas del proceso.
Es necesario, también, tener en cuenta algunos obs-
táculos que se puedan presentar en el proceso de
autoevaluación, tomando como referencia lo que
refiere Barroto:
?No existe o no está arraigada una cultura evalua-
31Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
tiva en las instituciones.
?Existe clima de desconfianza frente a un modelo
de evaluación.
?Inexistencia de un sistema de información, que
incluya base de datos esenciales que posibilite
realizar procesos de evaluación.
?No se ha generado en el nivel institucional un "es-
pacio reconocido" en el tiempo de trabajo acadé-
mico para la autoevaluación.
?Inexistencia del financiamiento necesario para
generar un proceso de evaluación y asegurar su
permanencia en el tiempo de modo ininterrum-
pido.
?Desconocimiento de los miembros de la facultad
respecto a los modelos y metodologías propues-
tas para los procesos de autoevaluación univer-
sitaria.
La autoevaluación constituye un instrumento de
gran capacidad para mejorar la calidad de una ca-
rrera universitaria. Esto permite detectar los puntos
fuertes y débiles o áreas a mejorar. Es un proceso de
aprendizaje continuado y una mejora constante de
la universidad. Para que este proceso de
Autoevaluación emprendido en la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del
Callao se comprenda, debemos conocer los princi-
pios por los que se rige: transparencia es la capaci-
dad de la Facultad de informar a la comunidad uni-
versitaria sobre los objetivos, procesos y resultados
del sistema de autoevaluación, tendiente a desarro-
llar un clima de confianza y seguridad que asegure
la participación de toda la comunidad universitaria;
pertinencia se considera a la capacidad de la
Facultad para responder a las necesidades del con-
texto sociocultural, con proactividad en el marco de
los valores que imprimen y definen a la institución;
eficiencia es la capacidad de utilización adecuada
de los recursos para alcanzar las metas y objetivos
esperados; eficacia es la capacidad de la Facultad
para lograr el grado de cumplimiento con respecto a
los requerimientos de los estándares de acredita-
ción externos; integridad se considera a la capaci-
dad de la Facultad para lograr una formación inte-
gral del educador - educando; equidad es la capaci-
dad de la Facultad para lograr el grado de reconoci-
miento de sus integrantes en función a su desempe-
ño y resultados; idoneidad es la capacidad de la
Facultad para lograr el grado de competencia y con-
sistencia para el ejercicio de sus funciones.
Para los dirigentes universitarios, la evaluación ins-
titucional constituye una herramienta esencial con
el fin de garantizar patrones de calidad académico-
científica, indispensables para la planificación y defi-
nición de políticas estratégicas y la gestión.
También, permite rendir cuentas a la sociedad sobre
el desempeño de la universidad en la utilización del
financiamiento gubernamental y el cumplimiento
de su misión pública (OCCAA, 2005).
Según el Modelo de Calidad para la Acreditación
(CONEAU, 2008)
“La Gestión de la carrera está orientada a evaluar la
eficacia de la gestión institucional y administrativa,
incluyendo mecanismos para medir el grado de
coherencia y cumplimiento de su misión y objetivos,
así como también el desarrollo de aquellos que pro-
muevan la mejora continua. La formación profesio-
nal, que materializa las funciones de la universidad,
está orientada a evaluar la actividad formativa del
estudiante en los procesos de enseñanza-
aprendizaje, investigación, extensión universitaria y
proyección social, así como sus resultados que es-
tán reflejados a través de su inserción laboral y su
desempeño. La tercera dimensión, referida al apoyo
para la formación profesional, constata la capaci-
dad de gestión y participación de los recursos huma-
nos y materiales como parte del desarrollo del pro-
ceso enseñanza-aprendizaje”.
Considerar el primer paso para la acreditación uni-
versitaria, la autoevaluación es un modo de conce-
bir la acción educativa en el que la comunidad aca-
démica de la carrera revisa su misión, reorganiza
sus recursos, evalúa sus resultados y se autorregu-
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación
30 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
convierte en actor principal del desarrollo sostenible
de la sociedad.
DESARROLLO
Quiero compartir con ustedes esta experiencia de
autoevaluación, lo cual ha sido un proceso interno
de planificación, identificación, análisis crítico y
prospectivo sobre la evolución y desarrollo acadé-
mico alcanzado por la carrera profesional de
Enfermería en la Facultad de Ciencias de la Salud;
por lo tanto, se interpreta y valora, mediante un pro-
ceso participativo y dialogal, el estado de avance de
la carrera universitaria de Enfermería en los diversos
aspectos que en conjunto definen el funcionamiento
y su estructura, en la consolidación, validación y co-
municación del conocimiento que le es propio. Tal
sistema conlleva un proceso de carácter cíclico que
verifica la pertinencia de metas, estrategias, asigna-
ción de recursos y compromisos de gestión efectiva
(Orellana, 2005).
La calidad educativa, en general, y la calidad de las
instituciones universitarias, en particular, han sido,
en los últimos años, tema de preocupación en el me-
dio universitario del Perú. Para comprender e inter-
nalizar este interesante abordaje, partimos de las
interrogantes ¿Es la autoevaluación un proceso con-
ducente a la calidad educativa? ¿Están los actores
comprometidos e involucrados con este proceso?
¿Existe una política institucional para lograr la acre-
ditación universitaria?
Para responder estas interrogantes, es necesario tra-
tar estos temas teniendo como postura que la au-
toevaluación es un proceso consciente, reflexivo y
crítico que requiere de la participación plena com-
prometida de los actores involucrados para lograr
la calidad universitaria.
En este contexto, debe entenderse entonces por cali-
dad universitaria a la condición en que se encuentra
la institución superior para responder a las exigen-
cias que demanda una sociedad que busca la mejo-
ra continua de su bienestar y que puede estar defini-
da por el grado de cumplimiento de tales exigencias.
La mejora de la calidad de la educación superior re-
quiere de una cultura y un clima institucional ade-
cuados, así como de correctos procesos de autoeva-
luación que conduzcan al planeamiento y ejecución
de proyectos de mejora continua, para lo cual es in-
dispensable el compromiso y gestión eficiente de
sus autoridades, docentes, estudiantes, graduados,
personal administrativo y grupo de interés.
Evaluar una Facultad quiere decir: emitir un juicio
de valor a propósito de la pertinencia y la razón de
ser de sus objetivos, su grado de cumplimiento y la
forma en que han sido alcanzados.
Si partimos de la premisa de que la autoevaluación
es un proceso interno conducente a tomar un con-
junto de acciones en forma participativa, entonces
tenemos un avance para lograr el cambio y encami-
narnos a alcanzar la calidad. Por lo tanto, para que
la autoevaluación tenga éxito se requieren de ciertas
condiciones según el consorcio de universidades
(Consorcio de Universidades, 2005).
Una motivación interna para el proceso, es decir,
que los miembros de la facultad estén de acuerdo y
quieran realizar todo el trabajo.
Un decidido respaldo institucional, esto es, que las
autoridades participen del proceso y que brinden el
apoyo político y administrativo, y los recursos nece-
sarios para el momento de la autoevaluación.
Un liderazgo legítimo, fuerte y eficaz
La participación de los integrantes de la organiza-
ción, quienes deben ser los verdaderos protagonis-
tas del proceso.
Es necesario, también, tener en cuenta algunos obs-
táculos que se puedan presentar en el proceso de
autoevaluación, tomando como referencia lo que
refiere Barroto:
?No existe o no está arraigada una cultura evalua-
31Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
tiva en las instituciones.
?Existe clima de desconfianza frente a un modelo
de evaluación.
?Inexistencia de un sistema de información, que
incluya base de datos esenciales que posibilite
realizar procesos de evaluación.
?No se ha generado en el nivel institucional un "es-
pacio reconocido" en el tiempo de trabajo acadé-
mico para la autoevaluación.
?Inexistencia del financiamiento necesario para
generar un proceso de evaluación y asegurar su
permanencia en el tiempo de modo ininterrum-
pido.
?Desconocimiento de los miembros de la facultad
respecto a los modelos y metodologías propues-
tas para los procesos de autoevaluación univer-
sitaria.
La autoevaluación constituye un instrumento de
gran capacidad para mejorar la calidad de una ca-
rrera universitaria. Esto permite detectar los puntos
fuertes y débiles o áreas a mejorar. Es un proceso de
aprendizaje continuado y una mejora constante de
la universidad. Para que este proceso de
Autoevaluación emprendido en la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del
Callao se comprenda, debemos conocer los princi-
pios por los que se rige: transparencia es la capaci-
dad de la Facultad de informar a la comunidad uni-
versitaria sobre los objetivos, procesos y resultados
del sistema de autoevaluación, tendiente a desarro-
llar un clima de confianza y seguridad que asegure
la participación de toda la comunidad universitaria;
pertinencia se considera a la capacidad de la
Facultad para responder a las necesidades del con-
texto sociocultural, con proactividad en el marco de
los valores que imprimen y definen a la institución;
eficiencia es la capacidad de utilización adecuada
de los recursos para alcanzar las metas y objetivos
esperados; eficacia es la capacidad de la Facultad
para lograr el grado de cumplimiento con respecto a
los requerimientos de los estándares de acredita-
ción externos; integridad se considera a la capaci-
dad de la Facultad para lograr una formación inte-
gral del educador - educando; equidad es la capaci-
dad de la Facultad para lograr el grado de reconoci-
miento de sus integrantes en función a su desempe-
ño y resultados; idoneidad es la capacidad de la
Facultad para lograr el grado de competencia y con-
sistencia para el ejercicio de sus funciones.
Para los dirigentes universitarios, la evaluación ins-
titucional constituye una herramienta esencial con
el fin de garantizar patrones de calidad académico-
científica, indispensables para la planificación y defi-
nición de políticas estratégicas y la gestión.
También, permite rendir cuentas a la sociedad sobre
el desempeño de la universidad en la utilización del
financiamiento gubernamental y el cumplimiento
de su misión pública (OCCAA, 2005).
Según el Modelo de Calidad para la Acreditación
(CONEAU, 2008)
“La Gestión de la carrera está orientada a evaluar la
eficacia de la gestión institucional y administrativa,
incluyendo mecanismos para medir el grado de
coherencia y cumplimiento de su misión y objetivos,
así como también el desarrollo de aquellos que pro-
muevan la mejora continua. La formación profesio-
nal, que materializa las funciones de la universidad,
está orientada a evaluar la actividad formativa del
estudiante en los procesos de enseñanza-
aprendizaje, investigación, extensión universitaria y
proyección social, así como sus resultados que es-
tán reflejados a través de su inserción laboral y su
desempeño. La tercera dimensión, referida al apoyo
para la formación profesional, constata la capaci-
dad de gestión y participación de los recursos huma-
nos y materiales como parte del desarrollo del pro-
ceso enseñanza-aprendizaje”.
Considerar el primer paso para la acreditación uni-
versitaria, la autoevaluación es un modo de conce-
bir la acción educativa en el que la comunidad aca-
démica de la carrera revisa su misión, reorganiza
sus recursos, evalúa sus resultados y se autorregu-
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación
32 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
la. Asimismo, se provee de información confiable
que da testimonio del grado de cumplimiento de los
objetivos. Contribuye, además, a desarrollar una
comunidad académica más sólida que comparte
compromisos institucionales y forma profesionales
altamente competitivos para un mercado de trabajo
que demanda una serie de atributos, tales como
una excelente preparación en ciencias básicas y tec-
nologías básicas, lo que debe traducirse, en la habi-
lidad para desarrollar la capacidad técnica, creativi-
dad, facilidad para interactuar interdisciplinaria-
mente, capacidad de síntesis, alto grado de respon-
sabilidad y conducta ética, así como también la ha-
bilidad para el manejo de los aspectos económicos
de la profesión, y la conciencia y compromiso social
(Radames, 2004). Resalta para nuestra carrera la
comunicación y el cuidado como filosofía de vida y
trabajo.
El proceso de autoevaluación es fundamental e im-
prescindible para que la carrera pueda acceder al
proceso de acreditación, ya que aporta información,
juicios, criterios y procedimientos de cumplimiento
de las normas, base necesaria para satisfacer los
estándares de calidad y lograr el reconocimiento pú-
blico. El incremento de la calidad de las carreras es
una aspiración de desarrollo tanto individual como
colectivo, y es vista como un desafío, una necesidad
y un compromiso con el que se responsabilizan los
estudiantes, el personal docente, graduados, gru-
pos de interés, la carrera y la institución.
Un proceso de autoevaluación que debe conducir a
una posterior acreditación y certificación de una fa-
cultad o universidad, implica el desarrollo, análisis y
retroalimentación de asociados a las prácticas pre
profesionales, competencias adquiridas por estu-
diantes y graduados, metodología para la evalua-
ción y seguimiento del aprendizaje; organización
administrativa, servicios académicos complemen-
tarios, infraestructura física y equipamiento" (Gó-
mez Gallardo, 2002)
Es importante y relevante considerar que el proceso
de autoevaluación tiene un conjunto de procesos
que, desarrollados coherentemente, nos proporcio-
narán informaciones valiosas para la toma de deci-
siones. Esos procesos están conformados por:
• Evaluación de condiciones iniciales
• Capacitación al personal
• Difusión y sensibilización
• Adaptación de instrumentos
• Cronograma del proceso
La Universidad Nacional del Callao, consciente del
compromiso académico y la responsabilidad social
que tiene, el de formar profesionales de alta calidad
de acuerdo a las exigencias académicas, tecnológi-
cas, científicas, humanísticas del mundo actual, to-
mó la decisión de iniciar el proceso de autoevalua-
ción en busca de identificar fortalezas, oportunida-
des, debilidades y amenazas de la carrera profesio-
nal de Enfermería que ofrece a partir de los cuales
permita proponer y ejecutar los planes de mejora
orientada a la autorregulación y aseguramiento de
la calidad de la educación Universitaria.
CONCLUSIONES
En síntesis, reafirmamos que la autoevaluación es
un proceso consciente, reflexivo y crítico que requie-
re de la participación plena comprometida de los
actores sociales involucrados para lograr la calidad
universitaria. Por tanto, la autoevaluación de una
carrera es un proceso que conlleva cambios a corto,
mediano y largo plazo y contribuye a que la institu-
ción reflexione y evalúe el grado de cumplimiento de
su misión, las metas y objetivos, a conocer el éxito
honesta y realmente, para mejorar la eficiencia y
efectividad institucional, y a prepararse mejor para
responder a las cambiantes y crecientes demandas
de la sociedad a la que sirve. Considero pertinente
enfatizar el uso de metodologías participativas, co-
mo la investigación acción participativa, como he-
rramientas complementarias del trabajo profesional
en el ámbito educativo, porque pueden contribuir a
alcanzar el “objetivo último” de integración docen-
te, estudiantes, graduados, administrativos y gru-
pos de interés generando cohesión de grupo que per-
mita alcanzar u obtener el mayor consenso posible
33Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
en el proceso secuencial “conocer-actuar-
transformar”.
REFERENCIAS
Autoevaluación institucional (1999). Manual para
instituciones de educación superior. Autoevaluación
institucional. Manual para instituciones de educa-
ción superior.
Borroto Cruz, Eugenio Radamés; SALAS PEREA,
Ramón Syr.(2004). Acreditación y evaluación uni-
versitarias. Educ Med Super, Ciudad de la Habana,
v. 18, n. 3, sept. Disponible en:
<http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext
&pid=S0864-21412004000300001&lng=es
&nrm=iso>. accedido en 31 set. 2014.
CONEAU.(2008). Modelo de Calidad para la
Acreditación de Carreras Universitarias y
Estándares para la Carrera de Educación. Perú.
Manuel Gutiérrez Educación (2007) Paradigma
emergente, Competencias y Currículo – Universidad
Peruana Cayetano Heredia
Consejo de Universidades (2002) Plan Nacional de
,
Evaluación Calidad Universitaria. España.
Evaluación institucional.
http://www.uma.es/ccalidad/evaluacióninstitucion
al.htm. Diciembre.
Gómez Gallardo, Edgar. (2002) Marco Sistémico de
Autoevaluación Universitaria, Priorización de
Factores. Gestión en el Tercer Milenio. UNMSM.
Facultad de Ciencias Administrativas. ISSN versión
electrónica 1728-2969.
OCCAA (2005). Hacia la autoevaluación en San
Marcos. Lima: UNMSM
Orellana, O. y Orellana, D. (2005). Encuadre de un
modelo alternativo para el estudio de la calidad uni-
versitaria. Una propuesta para Psicología. En
Revista de investigación en Psicología Vol 8 Nº 2
Lima: UNMSM
Radamés Borroto Cruz y Ramón Syr Salas Perea
(2004). Acreditación y evaluación universitaria.
Educación Médica Superior. Volumen 18 N° 3 julio-
septiembre
Simoneau, R. (2002) La evaluación institucional:
conceptos teóricos. Academia de Evaluación
Institucional. Documentos de trabajo. http://valle-
mexico.pm.org/evins/. Diciembre 2002.
,
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación
32 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
la. Asimismo, se provee de información confiable
que da testimonio del grado de cumplimiento de los
objetivos. Contribuye, además, a desarrollar una
comunidad académica más sólida que comparte
compromisos institucionales y forma profesionales
altamente competitivos para un mercado de trabajo
que demanda una serie de atributos, tales como
una excelente preparación en ciencias básicas y tec-
nologías básicas, lo que debe traducirse, en la habi-
lidad para desarrollar la capacidad técnica, creativi-
dad, facilidad para interactuar interdisciplinaria-
mente, capacidad de síntesis, alto grado de respon-
sabilidad y conducta ética, así como también la ha-
bilidad para el manejo de los aspectos económicos
de la profesión, y la conciencia y compromiso social
(Radames, 2004). Resalta para nuestra carrera la
comunicación y el cuidado como filosofía de vida y
trabajo.
El proceso de autoevaluación es fundamental e im-
prescindible para que la carrera pueda acceder al
proceso de acreditación, ya que aporta información,
juicios, criterios y procedimientos de cumplimiento
de las normas, base necesaria para satisfacer los
estándares de calidad y lograr el reconocimiento pú-
blico. El incremento de la calidad de las carreras es
una aspiración de desarrollo tanto individual como
colectivo, y es vista como un desafío, una necesidad
y un compromiso con el que se responsabilizan los
estudiantes, el personal docente, graduados, gru-
pos de interés, la carrera y la institución.
Un proceso de autoevaluación que debe conducir a
una posterior acreditación y certificación de una fa-
cultad o universidad, implica el desarrollo, análisis y
retroalimentación de asociados a las prácticas pre
profesionales, competencias adquiridas por estu-
diantes y graduados, metodología para la evalua-
ción y seguimiento del aprendizaje; organización
administrativa, servicios académicos complemen-
tarios, infraestructura física y equipamiento" (Gó-
mez Gallardo, 2002)
Es importante y relevante considerar que el proceso
de autoevaluación tiene un conjunto de procesos
que, desarrollados coherentemente, nos proporcio-
narán informaciones valiosas para la toma de deci-
siones. Esos procesos están conformados por:
• Evaluación de condiciones iniciales
• Capacitación al personal
• Difusión y sensibilización
• Adaptación de instrumentos
• Cronograma del proceso
La Universidad Nacional del Callao, consciente del
compromiso académico y la responsabilidad social
que tiene, el de formar profesionales de alta calidad
de acuerdo a las exigencias académicas, tecnológi-
cas, científicas, humanísticas del mundo actual, to-
mó la decisión de iniciar el proceso de autoevalua-
ción en busca de identificar fortalezas, oportunida-
des, debilidades y amenazas de la carrera profesio-
nal de Enfermería que ofrece a partir de los cuales
permita proponer y ejecutar los planes de mejora
orientada a la autorregulación y aseguramiento de
la calidad de la educación Universitaria.
CONCLUSIONES
En síntesis, reafirmamos que la autoevaluación es
un proceso consciente, reflexivo y crítico que requie-
re de la participación plena comprometida de los
actores sociales involucrados para lograr la calidad
universitaria. Por tanto, la autoevaluación de una
carrera es un proceso que conlleva cambios a corto,
mediano y largo plazo y contribuye a que la institu-
ción reflexione y evalúe el grado de cumplimiento de
su misión, las metas y objetivos, a conocer el éxito
honesta y realmente, para mejorar la eficiencia y
efectividad institucional, y a prepararse mejor para
responder a las cambiantes y crecientes demandas
de la sociedad a la que sirve. Considero pertinente
enfatizar el uso de metodologías participativas, co-
mo la investigación acción participativa, como he-
rramientas complementarias del trabajo profesional
en el ámbito educativo, porque pueden contribuir a
alcanzar el “objetivo último” de integración docen-
te, estudiantes, graduados, administrativos y gru-
pos de interés generando cohesión de grupo que per-
mita alcanzar u obtener el mayor consenso posible
33Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
en el proceso secuencial “conocer-actuar-
transformar”.
REFERENCIAS
Autoevaluación institucional (1999). Manual para
instituciones de educación superior. Autoevaluación
institucional. Manual para instituciones de educa-
ción superior.
Borroto Cruz, Eugenio Radamés; SALAS PEREA,
Ramón Syr.(2004). Acreditación y evaluación uni-
versitarias. Educ Med Super, Ciudad de la Habana,
v. 18, n. 3, sept. Disponible en:
<http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext
&pid=S0864-21412004000300001&lng=es
&nrm=iso>. accedido en 31 set. 2014.
CONEAU.(2008). Modelo de Calidad para la
Acreditación de Carreras Universitarias y
Estándares para la Carrera de Educación. Perú.
Manuel Gutiérrez Educación (2007) Paradigma
emergente, Competencias y Currículo – Universidad
Peruana Cayetano Heredia
Consejo de Universidades (2002) Plan Nacional de
,
Evaluación Calidad Universitaria. España.
Evaluación institucional.
http://www.uma.es/ccalidad/evaluacióninstitucion
al.htm. Diciembre.
Gómez Gallardo, Edgar. (2002) Marco Sistémico de
Autoevaluación Universitaria, Priorización de
Factores. Gestión en el Tercer Milenio. UNMSM.
Facultad de Ciencias Administrativas. ISSN versión
electrónica 1728-2969.
OCCAA (2005). Hacia la autoevaluación en San
Marcos. Lima: UNMSM
Orellana, O. y Orellana, D. (2005). Encuadre de un
modelo alternativo para el estudio de la calidad uni-
versitaria. Una propuesta para Psicología. En
Revista de investigación en Psicología Vol 8 Nº 2
Lima: UNMSM
Radamés Borroto Cruz y Ramón Syr Salas Perea
(2004). Acreditación y evaluación universitaria.
Educación Médica Superior. Volumen 18 N° 3 julio-
septiembre
Simoneau, R. (2002) La evaluación institucional:
conceptos teóricos. Academia de Evaluación
Institucional. Documentos de trabajo. http://valle-
mexico.pm.org/evins/. Diciembre 2002.
,
Autoevaluación y su Implicancia en el Mejoramiento de la Gestión Universitaria de la Carrera de Enfermería: Una acción participativa para la transformación
34 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad?
Mg. Alicia Merino LozanoMagíster en Enfermería en Enfermería UNMSMDocente de la Facultad de Enfermería - Universidad Nacional del Centro del Perú
INTRODUCCIÓN
Por muchos años, las enfermeras peruanas refle-
xionamos sobre la imagen social que proyectamos
a la comunidad; es decir, de cómo la población nos
percibe a nosotras las enfermeras, no solo a nivel
nacional, también internacionalmente y muestra
de ello es que se realizan trabajos de investigación
sobre la imagen de la enfermera, lo cual denota un
manifiesto interés y preocupación por desarrollar
nuestra identidad e imagen socioprofesional. Los
autores revisados sobre el tema refieren que la ima-
gen que la sociedad tiene de las enfermeras no coin-
cide con la identidad profesional de este colectivo;
es decir, con lo que realmente las enfermeras son y
hacen, lo cual repercute negativamente en el reco-
nocimiento social de las enfermeras.
La imagen de la enfermera parece no corresponder
al siglo XXI, sino a finales del XIX. Al parecer, todo
ha cambiado y evolucionado, pero la imagen de la
enfermera en la sociedad sigue siendo la misma,
según opinión de diversos estudiosos sobre el te-
ma.
DESARROLLO
La imagen pública y social de las enfermeras la
construye el público en sus mentes a partir de todo
lo que ellas voluntariamente o no, y con intencio-
nalidad comunicativa o no, transmiten a esos pú-
blicos, pero esa imagen social de la enfermera está
muy condicionada por la forma en que los rasgos
de su identidad son reproducidos y transmitidos al
público por los diferentes contextos de trabajo.
Estudios como los realizados por Calvo, Manuel
(2011) en España han demostrado que la identi-
dad o esencia de las enfermeras no coincide con su
imagen social por seguir plagada de estereotipos, y
el público sigue percibiendo una imagen depen-
diente y poco profesional de las enfermeras. Esa
discordancia entre identidad e imagen, en parte, se
debe a que las propias enfermeras no nos hemos
preocupado suficientemente por comunicar eficaz-
mente nuestra verdadera identidad a la sociedad.
Lázaro y Lavado (2005) afirman que, histórica-
mente, la Enfermería es una profesión marcada por
estigmas, que han originado representaciones so-
ciales de la enfermera fuertemente arraigadas a as-
pectos como: el género femenino, grupo más dis-
criminado y subyugado durante gran parte de la his-
toria de la humanidad, incluso en la actualidad, sis-
temáticamente en todas las culturas, pueblos y ra-
zas; otro hecho lo constituye el estrato social hu-
milde de donde provienen históricamente las en-
fermeras, sea del país que sea, los cuales siempre
han sufrido opresión de los estratos superiores.
También, se objetiva el hecho de que Enfermería
creció a la sombra de una profesión tan fuerte y do-
minante socialmente como la Medicina. Realidad
que aún hoy le significa una severa dificultad a la
hora de declarar su autonomía.
En España, Pérez Andrés (2002) señala que, entre
los profesionales de Enfermería, se encuentran tres
sectores: el asistencial, el docente y el gestor. Esa
división, en lugar de suponer un enriquecimiento
de todo el colectivo de Enfermería, provoca más
bien un estado de permanente conflicto, ya que ca-
35Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
da uno de ellos proyecta una imagen distinta mar-
cada por sus objetivos particulares, destacando
que con esta situación les resulta muy difícil trans-
mitir a los estudiantes de la carrera una imagen uni-
ficada y complementaria. Tras realizar una investi-
gación, se encontró que tanto los alumnos como
las profesionales enfermeras señalaron la falta de
reconocimiento social hacia su profesión, que les
impide identificarse ellas mismas, como colectivo
y que hace que la angustia, el estrés y la ansiedad
sean los principales protagonistas durante su tra-
bajo. En todos los grupos se manifiesta que la
Enfermería es una profesión muy poco valorada y
poco reconocida por los pacientes, por sus amigos
de otras carreras universitarias, por los médicos,
por la sociedad en general y por ellos mismos.
Esta falta de reconocimiento social hacia la profe-
sión no permite la identidad del colectivo y genera
la angustia que caracteriza su práctica profesional.
Al no identificarse como colectivo, carecen de obje-
tivos comunes y de la suficiente cohesión para orga-
nizar sus reivindicaciones, lo que les convierte en
personas muy pasivas.
Este escenario socio – histórico ha permitido que la
Enfermería venga batallando por un reconocimien-
to como disciplina y profesión, enfatizando que el
cuidado es la esencia de su práctica, su ideal; sin
embargo, ese cuidado se fue haciendo invisible,
cuando se enlazó a un modelo biomédico, arraiga-
do en el propósito de curar, constituyéndose en un
mero cumplimiento de la prescripción médica, en
un espacio rutinario y burocrático, tal como lo afir-
ma Almeida y Rocha (1989), cuando dicen que la
Enfermería, como práctica social, ha pasado por
diversos modelos, que han originado una práctica
enfermera caracterizada por actividades específi-
cas, volcadas a un fin, que le han proporcionado
diferentes significados sociales.
Un artículo de la OPS (1999) muestra que tanto el
estatus como el reconocimiento social de
Enfermería en la región de las Américas son limita-
dos. En la mayoría de estos países, Enfermería re-
sulta ser un grupo que tiene muy bajo peso social.
Es marcadamente femenino, de salarios reducidos
y baja formación académica. La carencia de identi-
dad profesional asociada con una historia marcada
de subordinación a la profesión médica ha estimu-
lado una actitud psicológica de servicio como sub-
ordinado, carencia de confianza y baja autoestima.
En general, la Enfermería como categoría profesio-
nal tiene dificultades en hacer visible su servicio a
la sociedad.
Profundizar en la imagen de las enfermeras y los
enfermeros es un análisis que se desarrolla desde
las distintas miradas que se consideran represen-
tativas: la imagen que tienen los propios profesio-
nales y proyectan en la literatura profesional, la
que han elaborado los usuarios reales o posibles de
sus servicio, la que transmiten los medios de comu-
nicación y las instituciones, llegando a una imagen
ideal, entendida como la aspiración más comparti-
da actualmente por el colectivo enfermero.
Emprender estudios acerca de la representación de
un objeto social — la imagen de Enfermería por
ejemplo— permite reconocer los modos y procesos
de constitución del pensamiento social, por medio
del cual las personas construyen y son construidas
por la realidad social. Pero, además, nos aproxima
a la “visión de mundo” que las personas o grupos
tienen, pues el conocimiento del sentido común es
el que la gente utiliza para actuar o tomar posición
ante los distintos objetos sociales.
El experto de imagen pública, Víctor Gordoa
(1999), hace un acertado acercamiento a lo que es
el concepto de imagen haciendo uso de cuatro prin-
cipios:
• La imagen es un resultado y por lo tanto está
provocada por algo. Es el efecto de una o varias
causas, las cuales siempre serán externas, aje-
nas al emisor y el efecto será interno.
• La imagen producirá un juicio de valor en quien
la concibe, por lo que su opinión se convertirá
en su realidad.
34 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad?
Mg. Alicia Merino LozanoMagíster en Enfermería en Enfermería UNMSMDocente de la Facultad de Enfermería - Universidad Nacional del Centro del Perú
INTRODUCCIÓN
Por muchos años, las enfermeras peruanas refle-
xionamos sobre la imagen social que proyectamos
a la comunidad; es decir, de cómo la población nos
percibe a nosotras las enfermeras, no solo a nivel
nacional, también internacionalmente y muestra
de ello es que se realizan trabajos de investigación
sobre la imagen de la enfermera, lo cual denota un
manifiesto interés y preocupación por desarrollar
nuestra identidad e imagen socioprofesional. Los
autores revisados sobre el tema refieren que la ima-
gen que la sociedad tiene de las enfermeras no coin-
cide con la identidad profesional de este colectivo;
es decir, con lo que realmente las enfermeras son y
hacen, lo cual repercute negativamente en el reco-
nocimiento social de las enfermeras.
La imagen de la enfermera parece no corresponder
al siglo XXI, sino a finales del XIX. Al parecer, todo
ha cambiado y evolucionado, pero la imagen de la
enfermera en la sociedad sigue siendo la misma,
según opinión de diversos estudiosos sobre el te-
ma.
DESARROLLO
La imagen pública y social de las enfermeras la
construye el público en sus mentes a partir de todo
lo que ellas voluntariamente o no, y con intencio-
nalidad comunicativa o no, transmiten a esos pú-
blicos, pero esa imagen social de la enfermera está
muy condicionada por la forma en que los rasgos
de su identidad son reproducidos y transmitidos al
público por los diferentes contextos de trabajo.
Estudios como los realizados por Calvo, Manuel
(2011) en España han demostrado que la identi-
dad o esencia de las enfermeras no coincide con su
imagen social por seguir plagada de estereotipos, y
el público sigue percibiendo una imagen depen-
diente y poco profesional de las enfermeras. Esa
discordancia entre identidad e imagen, en parte, se
debe a que las propias enfermeras no nos hemos
preocupado suficientemente por comunicar eficaz-
mente nuestra verdadera identidad a la sociedad.
Lázaro y Lavado (2005) afirman que, histórica-
mente, la Enfermería es una profesión marcada por
estigmas, que han originado representaciones so-
ciales de la enfermera fuertemente arraigadas a as-
pectos como: el género femenino, grupo más dis-
criminado y subyugado durante gran parte de la his-
toria de la humanidad, incluso en la actualidad, sis-
temáticamente en todas las culturas, pueblos y ra-
zas; otro hecho lo constituye el estrato social hu-
milde de donde provienen históricamente las en-
fermeras, sea del país que sea, los cuales siempre
han sufrido opresión de los estratos superiores.
También, se objetiva el hecho de que Enfermería
creció a la sombra de una profesión tan fuerte y do-
minante socialmente como la Medicina. Realidad
que aún hoy le significa una severa dificultad a la
hora de declarar su autonomía.
En España, Pérez Andrés (2002) señala que, entre
los profesionales de Enfermería, se encuentran tres
sectores: el asistencial, el docente y el gestor. Esa
división, en lugar de suponer un enriquecimiento
de todo el colectivo de Enfermería, provoca más
bien un estado de permanente conflicto, ya que ca-
35Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
da uno de ellos proyecta una imagen distinta mar-
cada por sus objetivos particulares, destacando
que con esta situación les resulta muy difícil trans-
mitir a los estudiantes de la carrera una imagen uni-
ficada y complementaria. Tras realizar una investi-
gación, se encontró que tanto los alumnos como
las profesionales enfermeras señalaron la falta de
reconocimiento social hacia su profesión, que les
impide identificarse ellas mismas, como colectivo
y que hace que la angustia, el estrés y la ansiedad
sean los principales protagonistas durante su tra-
bajo. En todos los grupos se manifiesta que la
Enfermería es una profesión muy poco valorada y
poco reconocida por los pacientes, por sus amigos
de otras carreras universitarias, por los médicos,
por la sociedad en general y por ellos mismos.
Esta falta de reconocimiento social hacia la profe-
sión no permite la identidad del colectivo y genera
la angustia que caracteriza su práctica profesional.
Al no identificarse como colectivo, carecen de obje-
tivos comunes y de la suficiente cohesión para orga-
nizar sus reivindicaciones, lo que les convierte en
personas muy pasivas.
Este escenario socio – histórico ha permitido que la
Enfermería venga batallando por un reconocimien-
to como disciplina y profesión, enfatizando que el
cuidado es la esencia de su práctica, su ideal; sin
embargo, ese cuidado se fue haciendo invisible,
cuando se enlazó a un modelo biomédico, arraiga-
do en el propósito de curar, constituyéndose en un
mero cumplimiento de la prescripción médica, en
un espacio rutinario y burocrático, tal como lo afir-
ma Almeida y Rocha (1989), cuando dicen que la
Enfermería, como práctica social, ha pasado por
diversos modelos, que han originado una práctica
enfermera caracterizada por actividades específi-
cas, volcadas a un fin, que le han proporcionado
diferentes significados sociales.
Un artículo de la OPS (1999) muestra que tanto el
estatus como el reconocimiento social de
Enfermería en la región de las Américas son limita-
dos. En la mayoría de estos países, Enfermería re-
sulta ser un grupo que tiene muy bajo peso social.
Es marcadamente femenino, de salarios reducidos
y baja formación académica. La carencia de identi-
dad profesional asociada con una historia marcada
de subordinación a la profesión médica ha estimu-
lado una actitud psicológica de servicio como sub-
ordinado, carencia de confianza y baja autoestima.
En general, la Enfermería como categoría profesio-
nal tiene dificultades en hacer visible su servicio a
la sociedad.
Profundizar en la imagen de las enfermeras y los
enfermeros es un análisis que se desarrolla desde
las distintas miradas que se consideran represen-
tativas: la imagen que tienen los propios profesio-
nales y proyectan en la literatura profesional, la
que han elaborado los usuarios reales o posibles de
sus servicio, la que transmiten los medios de comu-
nicación y las instituciones, llegando a una imagen
ideal, entendida como la aspiración más comparti-
da actualmente por el colectivo enfermero.
Emprender estudios acerca de la representación de
un objeto social — la imagen de Enfermería por
ejemplo— permite reconocer los modos y procesos
de constitución del pensamiento social, por medio
del cual las personas construyen y son construidas
por la realidad social. Pero, además, nos aproxima
a la “visión de mundo” que las personas o grupos
tienen, pues el conocimiento del sentido común es
el que la gente utiliza para actuar o tomar posición
ante los distintos objetos sociales.
El experto de imagen pública, Víctor Gordoa
(1999), hace un acertado acercamiento a lo que es
el concepto de imagen haciendo uso de cuatro prin-
cipios:
• La imagen es un resultado y por lo tanto está
provocada por algo. Es el efecto de una o varias
causas, las cuales siempre serán externas, aje-
nas al emisor y el efecto será interno.
• La imagen producirá un juicio de valor en quien
la concibe, por lo que su opinión se convertirá
en su realidad.
36 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
• El juicio de valor es el resorte que impulsa la ac-
ción individual consecuente: aceptar o rechazar
lo percibido.
• Cuando la imagen mental individual es compar-
tida por un público o conjunto de ellas, se trans-
forma en una imagen colectiva, originando la
imagen pública.
Fuente: Víctor Gordoa, “El poder de la Imagen Pública”, México
DIAGRAMA 1
La imagen pública se puede definir como “la per-
cepción compartida que provoca una respuesta co-
lectiva unificada”. La imagen es la figura, represen-
tación, semejanza y apariencia de una cosa.
Somos las propias enfermeras las responsables de
construir nuestra imagen y resulta evidente que en
su configuración y transmisión influye su autoesti-
ma. Resulta evidente la existencia de dificultades y
confusiones a la hora de interpretar la imagen pro-
fesional por parte de las propias enfermeras.
En la prensa, el cine y la televisión la imagen que se
ofrece de la enfermera es poco positiva, así por
ejemplo, la investigadora española Heierle Valero
(2011), en el análisis cualitativo de las películas
que realiza en su investigación imagen social de la
enfermera a través de los medios, hace referencia
de que en alguno de ellos se manifiesta como un
deseo cercano a la realidad de que la enfermera ten-
ga una voz y apariencia dulce, un aspecto femeni-
no, melena corta, mangas largas y uniforme desde
el cuello hasta media pierna y zapatos con platafor-
ma y una expresión cariñosa y compasiva, y una
obediencia ciega; no opinan, solo obedecen tanto a
los médicos como a los curas.
Independientemente de la ideología y las creencias
de estas personas, la imagen que dan de las enfer-
meras es de buenas profesionales, aunque a mi mo-
37Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
do de ver es de demasiado dóciles, quizás por ello
son todas mujeres. En el futuro todo cambia menos
esta imagen que perdura, concluye la autora.
Jean Watson, en una conferencia en nuestro país,
inicia su intervención con dos preguntas: ¿saben lo
que hacen las enfermeras?, y, ¿saben las enferme-
ras lo que hacen?, ¿saben qué son los cuidados en-
fermeros? Cuando se les pregunta a las estudiantes
responden con una definición académica y las en-
fermeras profesionales lo hacen enumerando un
extenso listado de las actividades que llevan a ca-
bo.
Una característica y un término que ha sido nues-
tro estigma en lo profesional, desde el nacimiento
de la profesión reforzado por la toca es la sumisión
en el quehacer profesional según Valendía (1985),
el desempeño profesional de la enfermera está
muy definido. Esto llevó a formar enfermeras para
unos cuantos puestos de trabajo, con funciones y
actividades perfectamente establecidas y posible-
mente influidas por nuestra herencia militar y reli-
giosa.Esto nos llevó a establecer una cantidad de
rutinas “estandarizados”, casi “congeladas”, que
se convirtieron en actividades rutinarias, en donde
se pierde la creatividad y la autonomía. Trabajar
con normas detalladas al mínimo: funciones, acti-
vidades y tareas, nos daba la idea de tener identi-
dad. Sin embargo, no debemos pensar que la iden-
tidad nos la da, el establecimiento, dé más y más
manuales, protocolos, modelos, guías y otro tipo
de “instructivos”, que nos “cuadriculan” el trabajo,
nos “estandarizan”, y en última instancia nos limi-
tan el ejercicio profesional, no permitiendo mostrar
o visibilizar mejor nuestro trabajo profesional.
CONCLUSIONES
• La imagen y el reconocimiento de la enfermera
es la percepción que los demás tienen de nosotras;
es el juicio o la opinión positiva o negativa que el
público forma sobre las enfermeras en función de
determinados comportamientos que van obser-
vando o experimentando. La imagen, en definitiva,
es la suma de experiencias que tiene la población
del profesional enfermero o enfermera.
• La imagen de las enfermeras la construye el pú-
blico a partir de todo lo que nosotras las enferme-
ras voluntariamente o no y con intencionalidad co-
municativa o no, transmiten a esos públicos, pero
esa imagen social de la profesión enfermera está
muy condicionada por la forma en que los rasgos
de su identidad son reproducidos y transmitidos en
los diferentes espacios donde tiene presencia.
• La imagen que la sociedad tiene de las enferme-
ras está llena de estereotipos que incluyen las figu-
ras de santa, heroínas, sumisas, dulces, de género
femenino mostrándoles como asistentes de los mé-
dicos y con ausencia de vida social. Además, la
imagen que las enfermeras tienen de sí mismas es
negativa, causando frustración la falta de autono-
mía que encuentran en la realidad profesional.
RECOMENDACIONES
Resultaría interesante un estudio sobre la imagen
de la enfermera a través de la representación social
para obtener un conjunto de informaciones, opinio-
nes, actitudes, creencias, organizado alrededor de
una significación central de la población peruana.
REFERENCIAS
Almeida, M.C., Rocha, J.S. (1989). Saber de en-
fermagem e sua dimensão prática. São Paulo,
Brasil: Cortez.
Ana Luisa Velandia Mora. (1985). Tres campos de
acción de la enfermera: como profesional, como
trabajadora y como ciudadana. Rev. ANEC (Bogo-
tá) Año XVI, N° 44.
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad?
36 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
• El juicio de valor es el resorte que impulsa la ac-
ción individual consecuente: aceptar o rechazar
lo percibido.
• Cuando la imagen mental individual es compar-
tida por un público o conjunto de ellas, se trans-
forma en una imagen colectiva, originando la
imagen pública.
Fuente: Víctor Gordoa, “El poder de la Imagen Pública”, México
DIAGRAMA 1
La imagen pública se puede definir como “la per-
cepción compartida que provoca una respuesta co-
lectiva unificada”. La imagen es la figura, represen-
tación, semejanza y apariencia de una cosa.
Somos las propias enfermeras las responsables de
construir nuestra imagen y resulta evidente que en
su configuración y transmisión influye su autoesti-
ma. Resulta evidente la existencia de dificultades y
confusiones a la hora de interpretar la imagen pro-
fesional por parte de las propias enfermeras.
En la prensa, el cine y la televisión la imagen que se
ofrece de la enfermera es poco positiva, así por
ejemplo, la investigadora española Heierle Valero
(2011), en el análisis cualitativo de las películas
que realiza en su investigación imagen social de la
enfermera a través de los medios, hace referencia
de que en alguno de ellos se manifiesta como un
deseo cercano a la realidad de que la enfermera ten-
ga una voz y apariencia dulce, un aspecto femeni-
no, melena corta, mangas largas y uniforme desde
el cuello hasta media pierna y zapatos con platafor-
ma y una expresión cariñosa y compasiva, y una
obediencia ciega; no opinan, solo obedecen tanto a
los médicos como a los curas.
Independientemente de la ideología y las creencias
de estas personas, la imagen que dan de las enfer-
meras es de buenas profesionales, aunque a mi mo-
37Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
do de ver es de demasiado dóciles, quizás por ello
son todas mujeres. En el futuro todo cambia menos
esta imagen que perdura, concluye la autora.
Jean Watson, en una conferencia en nuestro país,
inicia su intervención con dos preguntas: ¿saben lo
que hacen las enfermeras?, y, ¿saben las enferme-
ras lo que hacen?, ¿saben qué son los cuidados en-
fermeros? Cuando se les pregunta a las estudiantes
responden con una definición académica y las en-
fermeras profesionales lo hacen enumerando un
extenso listado de las actividades que llevan a ca-
bo.
Una característica y un término que ha sido nues-
tro estigma en lo profesional, desde el nacimiento
de la profesión reforzado por la toca es la sumisión
en el quehacer profesional según Valendía (1985),
el desempeño profesional de la enfermera está
muy definido. Esto llevó a formar enfermeras para
unos cuantos puestos de trabajo, con funciones y
actividades perfectamente establecidas y posible-
mente influidas por nuestra herencia militar y reli-
giosa.Esto nos llevó a establecer una cantidad de
rutinas “estandarizados”, casi “congeladas”, que
se convirtieron en actividades rutinarias, en donde
se pierde la creatividad y la autonomía. Trabajar
con normas detalladas al mínimo: funciones, acti-
vidades y tareas, nos daba la idea de tener identi-
dad. Sin embargo, no debemos pensar que la iden-
tidad nos la da, el establecimiento, dé más y más
manuales, protocolos, modelos, guías y otro tipo
de “instructivos”, que nos “cuadriculan” el trabajo,
nos “estandarizan”, y en última instancia nos limi-
tan el ejercicio profesional, no permitiendo mostrar
o visibilizar mejor nuestro trabajo profesional.
CONCLUSIONES
• La imagen y el reconocimiento de la enfermera
es la percepción que los demás tienen de nosotras;
es el juicio o la opinión positiva o negativa que el
público forma sobre las enfermeras en función de
determinados comportamientos que van obser-
vando o experimentando. La imagen, en definitiva,
es la suma de experiencias que tiene la población
del profesional enfermero o enfermera.
• La imagen de las enfermeras la construye el pú-
blico a partir de todo lo que nosotras las enferme-
ras voluntariamente o no y con intencionalidad co-
municativa o no, transmiten a esos públicos, pero
esa imagen social de la profesión enfermera está
muy condicionada por la forma en que los rasgos
de su identidad son reproducidos y transmitidos en
los diferentes espacios donde tiene presencia.
• La imagen que la sociedad tiene de las enferme-
ras está llena de estereotipos que incluyen las figu-
ras de santa, heroínas, sumisas, dulces, de género
femenino mostrándoles como asistentes de los mé-
dicos y con ausencia de vida social. Además, la
imagen que las enfermeras tienen de sí mismas es
negativa, causando frustración la falta de autono-
mía que encuentran en la realidad profesional.
RECOMENDACIONES
Resultaría interesante un estudio sobre la imagen
de la enfermera a través de la representación social
para obtener un conjunto de informaciones, opinio-
nes, actitudes, creencias, organizado alrededor de
una significación central de la población peruana.
REFERENCIAS
Almeida, M.C., Rocha, J.S. (1989). Saber de en-
fermagem e sua dimensão prática. São Paulo,
Brasil: Cortez.
Ana Luisa Velandia Mora. (1985). Tres campos de
acción de la enfermera: como profesional, como
trabajadora y como ciudadana. Rev. ANEC (Bogo-
tá) Año XVI, N° 44.
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad?
38 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Calvo Calvo, Manuel Angel. (2011) Imagen social
de las enfermeras y estrategias de comunicación
pública para conseguir una imagen positiva. Index
Enfermería, 20(3).
Heierle Valero Cristina.(2011). Imagen social de la
enfermera a través de los medios. Tesis Doctoral.
Universidad de Granada -España.
Lázaro Alcántara Elaine, Lavado Huarcaya Sofía.
(2005). Construyendo la Identidad Profesional de
las Enfermeras a la Luz de las Representaciones
Sociales. Chiclayo-Perú.
Organización Panamericana de la Salud. (1999).
La Enfermería en la Región de las Américas. Serie
Organización y Gestión de Sistemas y Servicios de
Salud. Washington: OPS. Nro 16.
Pérez Andrés, C., Alameda Cuesta, A. & Albéniz
Lizarraga, C. (2002). La formación práctica en en-
fermería en la Escuela Universitaria de Enfermería
de la Comunidad de Madrid. Opinión de los alum-
nos y de los profesionales asistenciales. Un estudio
cualitativo con grupos de discusión. Revista
Española de Salud Pública.
Víctor Gordoa.(1999). El poder de la Imagen
Pública. Edamex, Editores Asociados Mexicanos.
México.
39Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Albert Palmieri, DHSc, EdS, MSc(c), MBA, MSN, RN, ACNP, CHE, CPHQ, CPHRM, FACHE; Profesor, Doctor of Nursing Practice Program, College of Health Sciences, Walden University; Adjunct Professor, Doctor of Health Sciences Program, Arizona School of Health Sciences, A. T. Still University; Accreditation Surveyor, Accreditation Association for Ambulatory Health Care.
Miguel Ramirez Noeding, Dipl. Ing. (FH), MBA; Gerente General Adjunto, Clínica Santa Isabel; Miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Clínicas Particulares; Miembro del Comité de Calidad del Consejo Nacional de Salud
ACREDITACIÓN A TRAVÉS DEL MODELO DE ALTA FIABILIDAD: ESTRUCTURA, PROCESO, RESULTADO (PARTE 2)
Procesos Organizacionales y Alta Fiabilidad
El Instituto de Medicina de los Estados Unidos,
IOM (2000, p. 16), incluye tres aspectos en la defi-
nición de la calidad: "La seguridad contra lesiones
accidentales, la prestación del servicio de forma
consistente con el conocimiento médico actual y
las mejores prácticas, y la capacidad de cumplir
con los valores y expectativas de los consumido-
res”. La combinación de la teoría de la calidad y la
teoría de la gestión conduce a la estructura asocia-
da con la eficacia organizacional (Cole & Scott,
2000; Dean & Bowen, 1994; Leape, 1994;
Schimmel, 1964).
Dentro del ámbito de efectividad organizacional, el
control de calidad se extiende entre la seguridad
del paciente y el mejoramiento de calidad como
una estrategia para la eliminación de fallas, la cual
es una función parcial de ambos campos. Esta fun-
ción es también suministrada por auditores médi-
cos en Perú, teniendo como diferencia que estos se
enfocan en fallas financieras y con menor frecuen-
cia, en errores o problemas que resultan en lesio-
nes de los pacientes. A su vez, existen descripcio-
nes pragmáticas en los enfoques profesionales que
requieren ser considerados: 1) Los profesionales
en el área de mejoramiento de calidad se enfocan
en los procesos clínicos individuales para reducir la
variación en los procesos (Cole & Scott, 2000;
Kelly, 2013); 2) Los profesionales en el área de se-
guridad de los pacientes son los responsables de
mejorar la efectividad organizacional para minimi-
zar los errores y eventos adversos (Helmreich,
2000; Helmreich & Davies, 2004); 3) Los profe-
sionales clínicos son guiados por la evidencia para
aumentar la fiabilidad de los tratamientos (Fi-
neout-Overholt, Melnyk, & Schultz, 2005); y 4)
Los profesionales, en el área de riesgos, se encar-
gan de controlar, a través de programas legales y de
cumplimiento, los eventos adversos en las estrate-
gias de identificación, reducción y mitigación (Run-
ciman, et al., 2006; Weick, 2004). Cada ámbito
profesional de manera independiente carece de su-
ficiente sustentabilidad. Cuando se manejan por
separado, suele presentarse la incapacidad de con-
solidar los cambios en la cultura organizacional
(Weick & Sutcliffe, 2001). Esta es una de las razo-
nes principales por la cual los esfuerzos de cambio
no son sostenibles (Kotter, 1995).
Ciencia de la Seguridad y del Comportamiento
Organizacional
La ciencia de la seguridad y del comportamiento
organizacional prepara nuevos caminos para que
los líderes y médicos puedan mejorar la efectividad
en sus organizaciones de salud correspondientes
(Wiegmann & Shappell, 2003). El modelo de Alta
Confiabilidad de los Servicios de Salud, Figura 1,
nos enseña que cuando los tres campos funciona-
les trabajan en un mismo acuerdo logran producir
la sinergia necesaria para obtener efectividad orga-
nizacional. Este marco es una representación sen-
sible, la cual es apropiada para: 1) Separar la segu-
ridad de los pacientes del contexto de otros conoci-
mientos, como un resultado de efectividad organi-
zacional; y 2) Enlazar la seguridad del paciente con
otras áreas de conocimiento crítico, para así enfati-
zar la importancia de la sinergia producida por me-
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad?
38 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Calvo Calvo, Manuel Angel. (2011) Imagen social
de las enfermeras y estrategias de comunicación
pública para conseguir una imagen positiva. Index
Enfermería, 20(3).
Heierle Valero Cristina.(2011). Imagen social de la
enfermera a través de los medios. Tesis Doctoral.
Universidad de Granada -España.
Lázaro Alcántara Elaine, Lavado Huarcaya Sofía.
(2005). Construyendo la Identidad Profesional de
las Enfermeras a la Luz de las Representaciones
Sociales. Chiclayo-Perú.
Organización Panamericana de la Salud. (1999).
La Enfermería en la Región de las Américas. Serie
Organización y Gestión de Sistemas y Servicios de
Salud. Washington: OPS. Nro 16.
Pérez Andrés, C., Alameda Cuesta, A. & Albéniz
Lizarraga, C. (2002). La formación práctica en en-
fermería en la Escuela Universitaria de Enfermería
de la Comunidad de Madrid. Opinión de los alum-
nos y de los profesionales asistenciales. Un estudio
cualitativo con grupos de discusión. Revista
Española de Salud Pública.
Víctor Gordoa.(1999). El poder de la Imagen
Pública. Edamex, Editores Asociados Mexicanos.
México.
39Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Albert Palmieri, DHSc, EdS, MSc(c), MBA, MSN, RN, ACNP, CHE, CPHQ, CPHRM, FACHE; Profesor, Doctor of Nursing Practice Program, College of Health Sciences, Walden University; Adjunct Professor, Doctor of Health Sciences Program, Arizona School of Health Sciences, A. T. Still University; Accreditation Surveyor, Accreditation Association for Ambulatory Health Care.
Miguel Ramirez Noeding, Dipl. Ing. (FH), MBA; Gerente General Adjunto, Clínica Santa Isabel; Miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Clínicas Particulares; Miembro del Comité de Calidad del Consejo Nacional de Salud
ACREDITACIÓN A TRAVÉS DEL MODELO DE ALTA FIABILIDAD: ESTRUCTURA, PROCESO, RESULTADO (PARTE 2)
Procesos Organizacionales y Alta Fiabilidad
El Instituto de Medicina de los Estados Unidos,
IOM (2000, p. 16), incluye tres aspectos en la defi-
nición de la calidad: "La seguridad contra lesiones
accidentales, la prestación del servicio de forma
consistente con el conocimiento médico actual y
las mejores prácticas, y la capacidad de cumplir
con los valores y expectativas de los consumido-
res”. La combinación de la teoría de la calidad y la
teoría de la gestión conduce a la estructura asocia-
da con la eficacia organizacional (Cole & Scott,
2000; Dean & Bowen, 1994; Leape, 1994;
Schimmel, 1964).
Dentro del ámbito de efectividad organizacional, el
control de calidad se extiende entre la seguridad
del paciente y el mejoramiento de calidad como
una estrategia para la eliminación de fallas, la cual
es una función parcial de ambos campos. Esta fun-
ción es también suministrada por auditores médi-
cos en Perú, teniendo como diferencia que estos se
enfocan en fallas financieras y con menor frecuen-
cia, en errores o problemas que resultan en lesio-
nes de los pacientes. A su vez, existen descripcio-
nes pragmáticas en los enfoques profesionales que
requieren ser considerados: 1) Los profesionales
en el área de mejoramiento de calidad se enfocan
en los procesos clínicos individuales para reducir la
variación en los procesos (Cole & Scott, 2000;
Kelly, 2013); 2) Los profesionales en el área de se-
guridad de los pacientes son los responsables de
mejorar la efectividad organizacional para minimi-
zar los errores y eventos adversos (Helmreich,
2000; Helmreich & Davies, 2004); 3) Los profe-
sionales clínicos son guiados por la evidencia para
aumentar la fiabilidad de los tratamientos (Fi-
neout-Overholt, Melnyk, & Schultz, 2005); y 4)
Los profesionales, en el área de riesgos, se encar-
gan de controlar, a través de programas legales y de
cumplimiento, los eventos adversos en las estrate-
gias de identificación, reducción y mitigación (Run-
ciman, et al., 2006; Weick, 2004). Cada ámbito
profesional de manera independiente carece de su-
ficiente sustentabilidad. Cuando se manejan por
separado, suele presentarse la incapacidad de con-
solidar los cambios en la cultura organizacional
(Weick & Sutcliffe, 2001). Esta es una de las razo-
nes principales por la cual los esfuerzos de cambio
no son sostenibles (Kotter, 1995).
Ciencia de la Seguridad y del Comportamiento
Organizacional
La ciencia de la seguridad y del comportamiento
organizacional prepara nuevos caminos para que
los líderes y médicos puedan mejorar la efectividad
en sus organizaciones de salud correspondientes
(Wiegmann & Shappell, 2003). El modelo de Alta
Confiabilidad de los Servicios de Salud, Figura 1,
nos enseña que cuando los tres campos funciona-
les trabajan en un mismo acuerdo logran producir
la sinergia necesaria para obtener efectividad orga-
nizacional. Este marco es una representación sen-
sible, la cual es apropiada para: 1) Separar la segu-
ridad de los pacientes del contexto de otros conoci-
mientos, como un resultado de efectividad organi-
zacional; y 2) Enlazar la seguridad del paciente con
otras áreas de conocimiento crítico, para así enfati-
zar la importancia de la sinergia producida por me-
¿Cuál es la Representación Social que tiene la población de la enfermera peruana? ¿Cómo nos ve la sociedad?
40 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
dio de una superposición entre conocimiento y tra-
bajo. Los tres componentes que aportan a la seguri-
dad del paciente (mejoramiento de calidad, prácti-
ca basada en evidencia y control de riesgos) no son
propiedades entre sí exclusivas, sino que cada una
exhibe distintas propiedades como se discute más
adelante. La ausencia de accidentes visibles en las
organizaciones de salud no significa necesaria-
mente la presencia de seguridad o de resultados de
calidad. Adicionalmente, la presencia de excelen-
tes resultados no necesariamente refleja la ausen-
cia de condiciones inseguras latentes. Cada una de
estas propiedades, tanto de manera individual co-
mo de manera colectiva, son esenciales para la
efectividad general de la organización (Perrow,
1984, 1999).
Figura 1. Modelo de Alta Fiabilidad para las Organizaciones de la Salud
La filosofía del sistema es la conocida propuesta en
la que se trata a las fallas como el principal prece-
dente con respecto a la seguridad de pacientes. La
complejidad de los sistemas de salud crea peligro-
sas condiciones en los hospitales. Sin embargo,
existen determinadas propiedades para minimizar
las variaciones que conllevan a fallas y eventos ad-
versos. Estas propiedades son llamadas los ele-
mentos de la alta confiabilidad. Weick y Sutcliffe
(2001) describen cinco atributos organizacionales
resumiendo el característico sistema confiable que
contribuye a operaciones efectivas y seguras.
Estas organizaciones de alta confiabilidad son
“conscientes”, lo que significa: 1) Se enfocan en la
reducción de fallas; 2) Se mantienen renuentes a
simplificar errores; 3) Mantienen una elevada sen-
sibilidad en cuanto a fallas latentes; 4) Se compro-
meten a aprender de las fallas; 5) Entregan las deci-
siones a expertos en diversos niveles. Estos ele-
mentos son discutidos frecuentemente por el IOM
(IOM, 2000, 2003, 2004, 2007) quienes hacen
un llamado a la industria de servicios de salud para
41Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
aceptar la propuesta para desarrollar la seguridad
del paciente de forma similar a la desarrollada por
las industrias nucleares y de aviación (Cook &
Rasmussen, 2005). El sistema de servicios de sa-
lud peruano no ha implementado ninguno de estos
elementos. En el Perú no existen organizaciones de
alta confiabilidad.
Incertidumbre es lo que se obtiene de un modelo de
servicios de salud en evolución con poco planea-
miento sistemático. Esta incertidumbre es el resul-
tado de frecuentes alteraciones al sistema que am-
plifican su complejidad. Las “grandes campañas”
anuales de reformas del Ministerio de Salud y los
“cambios” dramáticos en el modelo de provisión de
servicios de EsSalud (políticamente motivados) y
sin el aporte de los organismos claves, como por
ejemplo los enfermeros, la incertidumbre del siste-
ma en el Perú es sustancial, problemática y con con-
secuencias. La incertidumbre contribuye a la cultu-
ra punitiva existente en Perú. Como de costumbre,
los errores médicos y los eventos adversos son rara-
mente reportados y generalmente encubiertos.
Esta misma cultura es la que lleva a los profesiona-
les en el área de salud a falsificar constantemente
la historia clínica y a evadir exponer eventos adver-
sos a pacientes y familiares, incluyendo aquellos
que llevaron a una muerte.
Concepto de Calidad y Seguridad al Paciente
La seguridad del paciente es parecida a las caracte-
rísticas del desempeño humano, pero se mantiene
distante de la mejora de la calidad (Reason et al.,
2001). Los errores representan la inevitable face-
ta de limitaciones del desempeño humano (IOM,
2000; Rasmussen, 1999) y el resultado directo del
incremento en complejidad. Reason (2000, p.
770) declara: “La mayoría de los supervisores . . .
atribuyen la indeseada inestabilidad a la falta de
fiabilidad de los seres humanos y hacen un gran es-
fuerzo para eliminarla.” Un decrecimiento en inci-
dentes de riesgo crítico es parte de un manejo de
errores (Reason, 2000) y el desarrollo de sistemas
mejorados capaces de detectar y contener fallas
peligrosas (Reason et al., 2001). En comparación,
la gestión de la calidad se enfoca en asuntos rela-
cionados con el cuidado de pacientes desde el pun-
to de vista de resultados clínicos (IOM, 2000).
Para esto, se requiere una cultura institucional don-
de el personal de salud tenga la tranquilidad de re-
portar sus errores sin temor a ser sancionados, si-
no, más bien, elogiados al reportar los mismos
(Runciman, et al. 2006; Vincent, 2003).
Calidad es descrita por IOM (1990) como el grado
por el cual los servicios médicos, individuales o gru-
pales, aumentan la posibilidad de resultados favo-
rables y demostrando consistencia en cuanto a nue-
vos conocimientos y prácticas. Por esta razón, las
actividades para incrementar la probabilidad de
obtener los resultados favorables se han convertido
en el enfoque principal de la mejora de la calidad, y
no necesariamente lo es la seguridad del paciente.
Además, el conocimiento profesional actual y las
normas de cuidado describen tratamientos y otras
actividades que se esperan sean incorporadas co-
mo prácticas basadas en la evidencia. Un ejemplo
comúnmente mencionado es la administración de
aspirina al paciente que presenta un infarto agudo
de miocardio (IAM) - asumiendo que no esté con-
traindicado. El no suministrar la aspirina en este
caso no constituye una “práctica insegura”; sin em-
bargo, existe una implicancia en la calidad, ya que
el proveedor pasó por alto el conocimiento profe-
sional actual o los estándares del cuidado. A pesar
de que los estándares del cuidado suelen cambiar
con el pasar del tiempo, gracias a nuevas eviden-
cias, las prácticas y principios de seguridad se man-
tienen mayormente constantes.
Continuando con el ejemplo sobre la aspirina, una
situación en la que el hecho de no administrarle as-
pirina a un paciente se convierte en un asunto que
compromete la seguridad del paciente (versus un
problema de mejora de la calidad) le corresponde a
los líderes del sistema de salud. Si los líderes de
las organizaciones, tanto clínicos como no clínicos,
reconocen la importancia de la aspirina para el tra-
tamiento de IAM y deciden codificar su provisión
como requerimiento clínico en un sistema de cui-
dado médico en particular, entonces, el problema
pasará a tratarse como un asunto de seguridad del
paciente. ¿Por qué se produce este cambio? Porque
la administración de la aspirina se convierte en una
responsabilidad del sistema en vez de la opinión o
discernimiento del proveedor de salud. La respon-
sabilidad de ser individual para convertirse en una
norma prescrita por la organización. Ajustes al sis-
tema como este deben de facilitar el cambio. Por
Acreditación a través del Modelo de Alta Fiabilidad: Estructura, Proceso, Resultado (Parte 2)
Práctica
40 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
dio de una superposición entre conocimiento y tra-
bajo. Los tres componentes que aportan a la seguri-
dad del paciente (mejoramiento de calidad, prácti-
ca basada en evidencia y control de riesgos) no son
propiedades entre sí exclusivas, sino que cada una
exhibe distintas propiedades como se discute más
adelante. La ausencia de accidentes visibles en las
organizaciones de salud no significa necesaria-
mente la presencia de seguridad o de resultados de
calidad. Adicionalmente, la presencia de excelen-
tes resultados no necesariamente refleja la ausen-
cia de condiciones inseguras latentes. Cada una de
estas propiedades, tanto de manera individual co-
mo de manera colectiva, son esenciales para la
efectividad general de la organización (Perrow,
1984, 1999).
Figura 1. Modelo de Alta Fiabilidad para las Organizaciones de la Salud
La filosofía del sistema es la conocida propuesta en
la que se trata a las fallas como el principal prece-
dente con respecto a la seguridad de pacientes. La
complejidad de los sistemas de salud crea peligro-
sas condiciones en los hospitales. Sin embargo,
existen determinadas propiedades para minimizar
las variaciones que conllevan a fallas y eventos ad-
versos. Estas propiedades son llamadas los ele-
mentos de la alta confiabilidad. Weick y Sutcliffe
(2001) describen cinco atributos organizacionales
resumiendo el característico sistema confiable que
contribuye a operaciones efectivas y seguras.
Estas organizaciones de alta confiabilidad son
“conscientes”, lo que significa: 1) Se enfocan en la
reducción de fallas; 2) Se mantienen renuentes a
simplificar errores; 3) Mantienen una elevada sen-
sibilidad en cuanto a fallas latentes; 4) Se compro-
meten a aprender de las fallas; 5) Entregan las deci-
siones a expertos en diversos niveles. Estos ele-
mentos son discutidos frecuentemente por el IOM
(IOM, 2000, 2003, 2004, 2007) quienes hacen
un llamado a la industria de servicios de salud para
41Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
aceptar la propuesta para desarrollar la seguridad
del paciente de forma similar a la desarrollada por
las industrias nucleares y de aviación (Cook &
Rasmussen, 2005). El sistema de servicios de sa-
lud peruano no ha implementado ninguno de estos
elementos. En el Perú no existen organizaciones de
alta confiabilidad.
Incertidumbre es lo que se obtiene de un modelo de
servicios de salud en evolución con poco planea-
miento sistemático. Esta incertidumbre es el resul-
tado de frecuentes alteraciones al sistema que am-
plifican su complejidad. Las “grandes campañas”
anuales de reformas del Ministerio de Salud y los
“cambios” dramáticos en el modelo de provisión de
servicios de EsSalud (políticamente motivados) y
sin el aporte de los organismos claves, como por
ejemplo los enfermeros, la incertidumbre del siste-
ma en el Perú es sustancial, problemática y con con-
secuencias. La incertidumbre contribuye a la cultu-
ra punitiva existente en Perú. Como de costumbre,
los errores médicos y los eventos adversos son rara-
mente reportados y generalmente encubiertos.
Esta misma cultura es la que lleva a los profesiona-
les en el área de salud a falsificar constantemente
la historia clínica y a evadir exponer eventos adver-
sos a pacientes y familiares, incluyendo aquellos
que llevaron a una muerte.
Concepto de Calidad y Seguridad al Paciente
La seguridad del paciente es parecida a las caracte-
rísticas del desempeño humano, pero se mantiene
distante de la mejora de la calidad (Reason et al.,
2001). Los errores representan la inevitable face-
ta de limitaciones del desempeño humano (IOM,
2000; Rasmussen, 1999) y el resultado directo del
incremento en complejidad. Reason (2000, p.
770) declara: “La mayoría de los supervisores . . .
atribuyen la indeseada inestabilidad a la falta de
fiabilidad de los seres humanos y hacen un gran es-
fuerzo para eliminarla.” Un decrecimiento en inci-
dentes de riesgo crítico es parte de un manejo de
errores (Reason, 2000) y el desarrollo de sistemas
mejorados capaces de detectar y contener fallas
peligrosas (Reason et al., 2001). En comparación,
la gestión de la calidad se enfoca en asuntos rela-
cionados con el cuidado de pacientes desde el pun-
to de vista de resultados clínicos (IOM, 2000).
Para esto, se requiere una cultura institucional don-
de el personal de salud tenga la tranquilidad de re-
portar sus errores sin temor a ser sancionados, si-
no, más bien, elogiados al reportar los mismos
(Runciman, et al. 2006; Vincent, 2003).
Calidad es descrita por IOM (1990) como el grado
por el cual los servicios médicos, individuales o gru-
pales, aumentan la posibilidad de resultados favo-
rables y demostrando consistencia en cuanto a nue-
vos conocimientos y prácticas. Por esta razón, las
actividades para incrementar la probabilidad de
obtener los resultados favorables se han convertido
en el enfoque principal de la mejora de la calidad, y
no necesariamente lo es la seguridad del paciente.
Además, el conocimiento profesional actual y las
normas de cuidado describen tratamientos y otras
actividades que se esperan sean incorporadas co-
mo prácticas basadas en la evidencia. Un ejemplo
comúnmente mencionado es la administración de
aspirina al paciente que presenta un infarto agudo
de miocardio (IAM) - asumiendo que no esté con-
traindicado. El no suministrar la aspirina en este
caso no constituye una “práctica insegura”; sin em-
bargo, existe una implicancia en la calidad, ya que
el proveedor pasó por alto el conocimiento profe-
sional actual o los estándares del cuidado. A pesar
de que los estándares del cuidado suelen cambiar
con el pasar del tiempo, gracias a nuevas eviden-
cias, las prácticas y principios de seguridad se man-
tienen mayormente constantes.
Continuando con el ejemplo sobre la aspirina, una
situación en la que el hecho de no administrarle as-
pirina a un paciente se convierte en un asunto que
compromete la seguridad del paciente (versus un
problema de mejora de la calidad) le corresponde a
los líderes del sistema de salud. Si los líderes de
las organizaciones, tanto clínicos como no clínicos,
reconocen la importancia de la aspirina para el tra-
tamiento de IAM y deciden codificar su provisión
como requerimiento clínico en un sistema de cui-
dado médico en particular, entonces, el problema
pasará a tratarse como un asunto de seguridad del
paciente. ¿Por qué se produce este cambio? Porque
la administración de la aspirina se convierte en una
responsabilidad del sistema en vez de la opinión o
discernimiento del proveedor de salud. La respon-
sabilidad de ser individual para convertirse en una
norma prescrita por la organización. Ajustes al sis-
tema como este deben de facilitar el cambio. Por
Acreditación a través del Modelo de Alta Fiabilidad: Estructura, Proceso, Resultado (Parte 2)
Práctica
42 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
ejemplo, la aspirina puede convertirse en una or-
den estandarizada establecida para los casos de
IAM, con procesos añadidos al sistema de tal forma
que el proveedor no sea el único responsable de re-
cordar este requisito. Cuando la aspirina no es pro-
vista a pesar del requerimiento de la organización y
de los ajustes del sistema, el resultado es una si-
tuación peligrosa, ya que el sistema falló debido a
la violación de las normas o a un proceso fallido. En
cualquiera de los casos, hubo un error a pesar de
que es poco probable que la falla se manifieste co-
mo un accidente. La industria de los servicios de la
salud debe considerar los errores y la gran comple-
jidad del sistema como las principales preocupa-
ciones con respecto a la seguridad del paciente.
Otro asunto que crea confusión de conceptos es la
segmentación en el sistema de servicios de salud
entre dos inconfundibles grupos profesionales: los
empleados por los hospitales, comúnmente todos
los empleados no médicos, y los trabajadores médi-
cos “independientes”. A pesar de que algunos médi-
cos trabajan para hospitales desempeñándose en
diversas áreas, la gran mayoría de los médicos pe-
ruanos trabajan como profesionales independien-
tes con autonomía clínica, con amplia discreción
en el tratamiento que ofrecen a sus pacientes. De
hecho, dicha autonomía o práctica sin estructura,
se apoya la práctica por bajo nivel de monitoreo e
inadecuado control de la práctica (Jones, 2002).
“Los doctores se enorgullecen en practicar el arte
de la medicina y son reacios a seguir normas esta-
blecidas, conllevando a altas variaciones en la prác-
tica” (Van der Schaaf, 2002, p. 205). La realidad
social, en cuanto a la creación de principios y direc-
trices está definida por los médicos (Scott &
Backman, 1990), mientras que las organizaciones
implementan políticas de supervisión para simboli-
zar legitimidad en vez de representar controles ope-
rativos seguros y efectivos (Katz-Navon, Naveh, &
Stern, 2007). Cuando existen variaciones de las
prácticas basadas en la evidencia y normas inter-
nacionales que resultan en daño al paciente, estas
suelen ser etiquetadas por los líderes peruanos, en
especial dentro de MINSA y EsSALUD, como "aten-
ción insegura" o "mala praxis". Sin embargo, estos
mismos dirigentes a menudo son conscientes de
estas prácticas inseguras, pero se negaron a inter-
venir. El no abordar estas situaciones tratando de
culpar a los médicos o personal de salud de los da-
ños, es poco ético y poco sincero. De hecho, estos
líderes son la causa fundamental de las condicio-
nes inseguras que conducen a la lesión del pacien-
te (Cook, & Woods, 1994; Gaba, 2000; Reason,
Carthey, & de Leval, 2001).
Marco Organizacional de Alta Fiabilidad
La Seguridad del paciente es propia o característi-
ca de una cultura organizacional efectiva (Palmieri,
Peterson, Flit, & Saettone, 2010). La interacción
de los tres componentes culturales, práctica basa-
da en la evidencia, mejora de la calidad y gestión
de riesgo, culmina con profesionales bien entrena-
dos que utilizan buenas prácticas que contribuyen
con los procesos confiables resultando en sistemas
efectivos (Runciman, et al., 2006). En este mode-
lo, las relaciones son:
1. Gestión de riesgos: Está definida como la com-
petencia operativa de los miembros de la organiza-
ción dentro de su sistema complejo, para reconocer
errores eminentes, evitar errores activos, aprender
de incidentes y moderar eventos adversos en la en-
trega efectiva de los cuidados del paciente (Carroll,
2004; Wiegmann & Shappell, 2003).
2. Práctica basada en evidencia se refiere a la com-
petencia funcional que poseen los profesionales al
proveer servicios clínicos apropiados y de alta cali-
dad a los pacientes, basándose en conocimiento
científico, prácticas y normas mundialmente acep-
tadas (Hunink et al., 2001; Sackett, 2000).
3. Mejoramiento de calidad describe el apoyo que
reciben las políticas funcionales de cuidados, pro-
cedimientos, objetivos y responsabilidades que es-
tablecen y mejoran constantemente las propieda-
des del sistema. Este proceso se logra por medio
de esfuerzos de mejoramiento, planeación de cali-
dad, control, confianza y seguridad (Cole & Scott,
2000; Dean & Bowen, 1994; Donabedian, 1980).
Cuando una organización incorpora calidad, evi-
dencia y riesgo con el adecuado esfuerzo, el resul-
tado es altamente fiable. Alta fiabilidad describe el
punto donde el trabajo organizacional es efectivo y
presenta los resultados esperados con índices de
fallas muy bajos (Palmieri, Saettone, Peterson, &
Flit, 2010). Por lo tanto, la seguridad del paciente
43Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
es habitualmente manifestada por una cultura orga-
nizacional que trabaja en adquirir alta fiabilidad,
para así poder obtener excelentes resultados y la
menor cantidad posible de fallas (Leveson, 2004).
Y, cuando se lleguen a presentar fallas, estas sirven
como oportunidad de mejora para perfeccionar el
sistema de servicios y no como excusa para casti-
gar y culpar a enfermeros y médicos por causa de
un liderazgo que no apoye a una cultura organiza-
cional efectiva (Carayon et al., 2006; Vincent,
2003).
Organizaciones de Alta Confiabilidad y
Acreditación Internacional
En un país en vía de desarrollo, como lo es Perú,
existen muchas leyes, regulaciones, normas, etc.
las cuales están comúnmente obsoletas. No están
basadas en evidencia o son leyes demasiado buro-
cráticas para ser manejadas efectivamente (Pal-
mieri, Pavletich, & Egnatinsky, 2012). Un excelen-
te ejemplo de este fenómeno es la Norma Técnica
de Salud para la Atención Integral de Salud
Materna publicada el 24 de diciembre de 2013,
tiene 19 referencias observadas en la conclusión
del documento, con tan solo una revisión externa
por pares. Dicha referencia es muy obsoleta e inco-
rrectamente referenciada de Cochrane Review.
Además, el gobierno establece regulaciones para el
sector público y después espera que estas sean apli-
cadas en el sector privado, sin importar si encajan o
no. Un ejemplo son los diversos formatos que los
hospitales del MINSA deben usar y están especifi-
cados en la Norma Técnica de Salud para la
Gestión de la Historia Clínica (NT 022-MINSA), los
cuales no necesariamente aplican al sector priva-
do, ni a EsSALUD. Asimismo, el gobierno aplica se-
lectivamente sus regulaciones cuando es conve-
niente. Por ejemplo, el Ministerio de Salud tiene
una Guía de Práctica Clínica (GPC) sobre hiperter-
mia maligna (ftp://ftp2.minsa.gob.pe), la cual re-
quiere que las instalaciones proveedoras de servi-
cios quirúrgicos tengan Dantroleno, a pesar de que
no hay Dantroleno disponible en Perú. El producto
ni siquiera está registrado para ser importado.
Dado este desordenado ambiente de los servicios
de salud, la incorporación de estándares interna-
cionales, tales como aquellos publicados por orga-
nizaciones internacionales de acreditación, es una
importante estrategia para comenzar a construir
organizaciones de alta fiabilidad en Perú. Las acre-
ditaciones internacionales son estrategias impor-
tantes para alcanzar las expectativas del consumi-
dor de un servicio de salud seguro y de alta calidad.
Entendiendo esto, el sector privado de salud en
Perú, ha comenzado a buscar y obtener la acredita-
ción internacional. A la fecha, existen siete organi-
zaciones de servicios de salud acreditados interna-
cionalmente, tanto por Acreditas International
(una división de AAAHC, EEUU) como por Joint
Commission International (EEUU). La primera ins-
titución acreditada en la historia Peruana fue
Aliada (antes Oncocare), un centro ambulatorio pa-
ra el tratamiento del cáncer, y la primera clínica
acreditada fue la Clínica Santa Isabel. Ambas insti-
tuciones muestran así un compromiso real con la
alta fiabilidad de los servicios de salud.
En la primera parte de este documento se discutió
el concepto de estructura más proceso igual resul-
tado. Los estándares de acreditación internacional
proveen a las instituciones de salud con detalles
específicos acerca de la estructura esperada en to-
das las organizaciones de salud de alta calidad.
Los estándares cubren todos los aspectos operati-
vos, con énfasis en la seguridad del paciente, ges-
tión de riesgos, mejora de la calidad, administra-
ción y liderazgo, servicios quirúrgicos, servicios de
anestesia, imágenes, control de infecciones, enfer-
mería y muchos otros. Los estándares proveen co-
nocimiento acerca de los procesos que deben estar
establecidos para apoyar la provisión de servicios
de salud efectivos y seguros. Finalmente, los es-
tándares de acreditación requieren de indicadores
de medición de procesos y resultados como parte
del continuo proceso de mejora de la calidad. Estos
estándares son los requisitos mínimos previstos pa-
ra una organización de salud confiable.
Conclusiones
El futuro estado del sistema de salud peruano será
definido por la capacidad de desarrollo de los pro-
fesionales en el sector de servicios de salud. La ca-
pacidad de desarrollo requiere de la integración del
conocimiento internacional dentro del sistema y la
difusión del mismo por medio de culturas organiza-
Acreditación a través del Modelo de Alta Fiabilidad: Estructura, Proceso, Resultado (Parte 2)
42 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
ejemplo, la aspirina puede convertirse en una or-
den estandarizada establecida para los casos de
IAM, con procesos añadidos al sistema de tal forma
que el proveedor no sea el único responsable de re-
cordar este requisito. Cuando la aspirina no es pro-
vista a pesar del requerimiento de la organización y
de los ajustes del sistema, el resultado es una si-
tuación peligrosa, ya que el sistema falló debido a
la violación de las normas o a un proceso fallido. En
cualquiera de los casos, hubo un error a pesar de
que es poco probable que la falla se manifieste co-
mo un accidente. La industria de los servicios de la
salud debe considerar los errores y la gran comple-
jidad del sistema como las principales preocupa-
ciones con respecto a la seguridad del paciente.
Otro asunto que crea confusión de conceptos es la
segmentación en el sistema de servicios de salud
entre dos inconfundibles grupos profesionales: los
empleados por los hospitales, comúnmente todos
los empleados no médicos, y los trabajadores médi-
cos “independientes”. A pesar de que algunos médi-
cos trabajan para hospitales desempeñándose en
diversas áreas, la gran mayoría de los médicos pe-
ruanos trabajan como profesionales independien-
tes con autonomía clínica, con amplia discreción
en el tratamiento que ofrecen a sus pacientes. De
hecho, dicha autonomía o práctica sin estructura,
se apoya la práctica por bajo nivel de monitoreo e
inadecuado control de la práctica (Jones, 2002).
“Los doctores se enorgullecen en practicar el arte
de la medicina y son reacios a seguir normas esta-
blecidas, conllevando a altas variaciones en la prác-
tica” (Van der Schaaf, 2002, p. 205). La realidad
social, en cuanto a la creación de principios y direc-
trices está definida por los médicos (Scott &
Backman, 1990), mientras que las organizaciones
implementan políticas de supervisión para simboli-
zar legitimidad en vez de representar controles ope-
rativos seguros y efectivos (Katz-Navon, Naveh, &
Stern, 2007). Cuando existen variaciones de las
prácticas basadas en la evidencia y normas inter-
nacionales que resultan en daño al paciente, estas
suelen ser etiquetadas por los líderes peruanos, en
especial dentro de MINSA y EsSALUD, como "aten-
ción insegura" o "mala praxis". Sin embargo, estos
mismos dirigentes a menudo son conscientes de
estas prácticas inseguras, pero se negaron a inter-
venir. El no abordar estas situaciones tratando de
culpar a los médicos o personal de salud de los da-
ños, es poco ético y poco sincero. De hecho, estos
líderes son la causa fundamental de las condicio-
nes inseguras que conducen a la lesión del pacien-
te (Cook, & Woods, 1994; Gaba, 2000; Reason,
Carthey, & de Leval, 2001).
Marco Organizacional de Alta Fiabilidad
La Seguridad del paciente es propia o característi-
ca de una cultura organizacional efectiva (Palmieri,
Peterson, Flit, & Saettone, 2010). La interacción
de los tres componentes culturales, práctica basa-
da en la evidencia, mejora de la calidad y gestión
de riesgo, culmina con profesionales bien entrena-
dos que utilizan buenas prácticas que contribuyen
con los procesos confiables resultando en sistemas
efectivos (Runciman, et al., 2006). En este mode-
lo, las relaciones son:
1. Gestión de riesgos: Está definida como la com-
petencia operativa de los miembros de la organiza-
ción dentro de su sistema complejo, para reconocer
errores eminentes, evitar errores activos, aprender
de incidentes y moderar eventos adversos en la en-
trega efectiva de los cuidados del paciente (Carroll,
2004; Wiegmann & Shappell, 2003).
2. Práctica basada en evidencia se refiere a la com-
petencia funcional que poseen los profesionales al
proveer servicios clínicos apropiados y de alta cali-
dad a los pacientes, basándose en conocimiento
científico, prácticas y normas mundialmente acep-
tadas (Hunink et al., 2001; Sackett, 2000).
3. Mejoramiento de calidad describe el apoyo que
reciben las políticas funcionales de cuidados, pro-
cedimientos, objetivos y responsabilidades que es-
tablecen y mejoran constantemente las propieda-
des del sistema. Este proceso se logra por medio
de esfuerzos de mejoramiento, planeación de cali-
dad, control, confianza y seguridad (Cole & Scott,
2000; Dean & Bowen, 1994; Donabedian, 1980).
Cuando una organización incorpora calidad, evi-
dencia y riesgo con el adecuado esfuerzo, el resul-
tado es altamente fiable. Alta fiabilidad describe el
punto donde el trabajo organizacional es efectivo y
presenta los resultados esperados con índices de
fallas muy bajos (Palmieri, Saettone, Peterson, &
Flit, 2010). Por lo tanto, la seguridad del paciente
43Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
Consejo Regional III Lima Metropolitana del Colegio de Enfermeros del Perú
es habitualmente manifestada por una cultura orga-
nizacional que trabaja en adquirir alta fiabilidad,
para así poder obtener excelentes resultados y la
menor cantidad posible de fallas (Leveson, 2004).
Y, cuando se lleguen a presentar fallas, estas sirven
como oportunidad de mejora para perfeccionar el
sistema de servicios y no como excusa para casti-
gar y culpar a enfermeros y médicos por causa de
un liderazgo que no apoye a una cultura organiza-
cional efectiva (Carayon et al., 2006; Vincent,
2003).
Organizaciones de Alta Confiabilidad y
Acreditación Internacional
En un país en vía de desarrollo, como lo es Perú,
existen muchas leyes, regulaciones, normas, etc.
las cuales están comúnmente obsoletas. No están
basadas en evidencia o son leyes demasiado buro-
cráticas para ser manejadas efectivamente (Pal-
mieri, Pavletich, & Egnatinsky, 2012). Un excelen-
te ejemplo de este fenómeno es la Norma Técnica
de Salud para la Atención Integral de Salud
Materna publicada el 24 de diciembre de 2013,
tiene 19 referencias observadas en la conclusión
del documento, con tan solo una revisión externa
por pares. Dicha referencia es muy obsoleta e inco-
rrectamente referenciada de Cochrane Review.
Además, el gobierno establece regulaciones para el
sector público y después espera que estas sean apli-
cadas en el sector privado, sin importar si encajan o
no. Un ejemplo son los diversos formatos que los
hospitales del MINSA deben usar y están especifi-
cados en la Norma Técnica de Salud para la
Gestión de la Historia Clínica (NT 022-MINSA), los
cuales no necesariamente aplican al sector priva-
do, ni a EsSALUD. Asimismo, el gobierno aplica se-
lectivamente sus regulaciones cuando es conve-
niente. Por ejemplo, el Ministerio de Salud tiene
una Guía de Práctica Clínica (GPC) sobre hiperter-
mia maligna (ftp://ftp2.minsa.gob.pe), la cual re-
quiere que las instalaciones proveedoras de servi-
cios quirúrgicos tengan Dantroleno, a pesar de que
no hay Dantroleno disponible en Perú. El producto
ni siquiera está registrado para ser importado.
Dado este desordenado ambiente de los servicios
de salud, la incorporación de estándares interna-
cionales, tales como aquellos publicados por orga-
nizaciones internacionales de acreditación, es una
importante estrategia para comenzar a construir
organizaciones de alta fiabilidad en Perú. Las acre-
ditaciones internacionales son estrategias impor-
tantes para alcanzar las expectativas del consumi-
dor de un servicio de salud seguro y de alta calidad.
Entendiendo esto, el sector privado de salud en
Perú, ha comenzado a buscar y obtener la acredita-
ción internacional. A la fecha, existen siete organi-
zaciones de servicios de salud acreditados interna-
cionalmente, tanto por Acreditas International
(una división de AAAHC, EEUU) como por Joint
Commission International (EEUU). La primera ins-
titución acreditada en la historia Peruana fue
Aliada (antes Oncocare), un centro ambulatorio pa-
ra el tratamiento del cáncer, y la primera clínica
acreditada fue la Clínica Santa Isabel. Ambas insti-
tuciones muestran así un compromiso real con la
alta fiabilidad de los servicios de salud.
En la primera parte de este documento se discutió
el concepto de estructura más proceso igual resul-
tado. Los estándares de acreditación internacional
proveen a las instituciones de salud con detalles
específicos acerca de la estructura esperada en to-
das las organizaciones de salud de alta calidad.
Los estándares cubren todos los aspectos operati-
vos, con énfasis en la seguridad del paciente, ges-
tión de riesgos, mejora de la calidad, administra-
ción y liderazgo, servicios quirúrgicos, servicios de
anestesia, imágenes, control de infecciones, enfer-
mería y muchos otros. Los estándares proveen co-
nocimiento acerca de los procesos que deben estar
establecidos para apoyar la provisión de servicios
de salud efectivos y seguros. Finalmente, los es-
tándares de acreditación requieren de indicadores
de medición de procesos y resultados como parte
del continuo proceso de mejora de la calidad. Estos
estándares son los requisitos mínimos previstos pa-
ra una organización de salud confiable.
Conclusiones
El futuro estado del sistema de salud peruano será
definido por la capacidad de desarrollo de los pro-
fesionales en el sector de servicios de salud. La ca-
pacidad de desarrollo requiere de la integración del
conocimiento internacional dentro del sistema y la
difusión del mismo por medio de culturas organiza-
Acreditación a través del Modelo de Alta Fiabilidad: Estructura, Proceso, Resultado (Parte 2)
44 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
cionales. Actualmente, el sistema de salud perua-
no presenta resultados de baja calidad dada la falta
de prácticas basada en la evidencia, actividades
para la mejora de la calidad y estrategias para la
gestión de riesgos. Estos atributos deben de ser cul-
tivados por los líderes y acogidos como parte inte-
gral de la cultura organizacional. La importancia de
la alta fiabilidad y de aprender de los accidentes y
errores está bien establecida dentro de la evidencia
empírica de diversas industrias, incluyendo la ma-
nufacturera, aviación, energía nuclear y más re-
cientemente el sector de la salud (Perrow &
Langton, 1994; Wiegmann & Shappell, 2003).
Como tales, los dos documentos en esta serie de
dos partes, proveen el punto inicial de partida para
lo que debe de ser un diálogo activo y continuo para
la definición del concepto de seguridad del pacien-
te dentro del contexto peruano de la salud.
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chasm: A new health system for the 21st century.
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education: A bridge to quality. Washington, DC:
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Institute of Medicine, (2004). Patient safety:
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44 Revista de Ciencia y Arte de Enfermería
cionales. Actualmente, el sistema de salud perua-
no presenta resultados de baja calidad dada la falta
de prácticas basada en la evidencia, actividades
para la mejora de la calidad y estrategias para la
gestión de riesgos. Estos atributos deben de ser cul-
tivados por los líderes y acogidos como parte inte-
gral de la cultura organizacional. La importancia de
la alta fiabilidad y de aprender de los accidentes y
errores está bien establecida dentro de la evidencia
empírica de diversas industrias, incluyendo la ma-
nufacturera, aviación, energía nuclear y más re-
cientemente el sector de la salud (Perrow &
Langton, 1994; Wiegmann & Shappell, 2003).
Como tales, los dos documentos en esta serie de
dos partes, proveen el punto inicial de partida para
lo que debe de ser un diálogo activo y continuo para
la definición del concepto de seguridad del pacien-
te dentro del contexto peruano de la salud.
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