Upload
trinhbao
View
219
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Reflexión y refracción de la luz
LA HIPÓTESIS de los rayos rectos luminosos no es la única hipótesis de
la óptica geométrica. Para explicar el fenómeno de la reflexión de la luz (Figura
4) es necesario suponer que la dirección de los rayos luminosos cambia en
algunas circunstancias. Una imagen en un espejo se ve como si el objeto
estuviera atrás, y no frente a éste. La óptica geométrica explica este familiar
fenómeno suponiendo que los rayos luminosos cambian de dirección al llegar
al espejo. La forma precisa en que ocurre este cambio se conoce como ley de
la reflexión de la luz. Es una ley muy sencilla: los rayos incidente y reflejado
hacen ángulos iguales con el espejo; o con la perpendicular al espejo, que es
como suelen medirse estos ángulos (Figura 10). Esta ley, por cierto, también se
puede deducir aplicando la ley de variación del tamaño aparente con la
distancia para explicar los tamaños aparentes de un objeto y de su imagen en
un espejo plano. O, dicho de otra forma, si vemos nuestra imagen en un espejo
plano del tamaño que la vemos es porque los rayos incidente y reflejado
forman ángulos iguales con el espejo.
Figura 10. La ley de la reflexión de la luz: el
ángulo de incidencia, i, y el de reflexión, r,
de un rayo luminoso sobre una superficie
son iguales; esto es i = r.
La ley de la refracción de la luz: el seno del ángulo de incidencia, sen i, y
el seno del ángulo de refracción, sen r', de un rayo luminoso que atraviesa la
superficie de separación de dos medios transparentes están en las misma
proporción para cualquier valor del ángulo i; esto es, sen i /sen r' = n. Si la luz
pasa de aire al agua, sen i /sen r' = 4/3.
Un cuerpo parcialmente sumergido en agua se ve chueco; como si se
doblara al entrar al agua. Este fenómeno se llama refracción. Además del agua
se observa en muchos otros medios transparentes, como el vidrio, llamados
refringentes. Era uno de los problemas ópticos pendientes de solución todavía
hacia el siglo XIII (Figura 4). Los fenómenos de refracción se incorporan a la
óptica geométrica simplemente suponiendo que los rayos luminosos cambian
de dirección no sólo al reflejarse sino también al pasar de un medio refringente
a otro; por ejemplo, del agua al aire, o del agua al vidrio, o del vidrio al aire. Un
experimento sencillo que demuestra este cambio de dirección se muestra en la
figura 11. Una moneda pequeña en el fondo de una taza vacía está apenas
oculta por el filo de la taza en la figura 11 (a). Llenando lentamente la taza con
agua la moneda aparece poco a poco, hasta observarse por completo, en la
figura 11(b). Los rayos luminosos emitidos por la moneda que llegan al ojo
debido a que son refractados en la superficie del agua se muestran en esa
figura; la moneda se ve en la dirección de estos rayos. El experimento muestra
también que los rayos refractados están más cerca de la superficie en el medio
menos denso; el aire en la figura 11(b).
Figura 11. Un experimento para demostrar
la refracción de la luz. En (a) la moneda
está apenas oculta por una orilla de la
taza. En (b) la moneda aparece al llenar
lentamente la taza con agua. Los rayos
luminosos cambian de dirección al pasar
del agua al aire.
La forma precisa en que cambia la dirección de los rayos en la
refracción, esto es, la ley de la refracción, no es tan simple como la ley de la
reflexión. Tal vez por esto, aunque el fenómeno de la refracción era conocido
desde la antigüedad, la ley de la refracción no fue descubierta sino hasta el
siglo XV por el astrónomo holandés Willebrord Snell, quien, inexplicablemente,
no la dio a conocer, describiéndola solamente en sus notas personales de
investigación. La ley de la refracción fue divulgada por Descartes en 1627, pero
se conoce universalmente como la ley de Snell. No relaciona los ángulos de los
rayos luminosos con la perpendicular a la superficie de refracción, sino los
senos de esos ángulos. En símbolos matemáticos se expresa así: sen (i) / sen
(r') = constante = n; esto es, el cociente de los senos de los ángulos de
incidencia i y de refracción r' toma el mismo valor para todos los valores
posibles de estos ángulos. Por ejemplo, si los rayos pasan del aire al agua la
cantidad constante n, llamada índice de refracción, vale 4/ 3 y se tiene sen (i) /
sen (r') = 4/ 3.
La ley de la refracción de la luz también puede ser deducida aplicando la
ley de variación del tamaño aparente con la distancia. La figura 12 muestra un
sencillo experimento para hacer esto. Dos monedas pequeñas se ponen en dos
tazas, una vacía y la otra parcialmente llena de agua. Observándolas desde
arriba y a la misma altura, la moneda sumergida en agua se ve más grande
debido a que por la refracción de la luz los rayos que emite se abren más al
pasar por la superficie del agua y llegan al ojo como si hubieran sido emitidos
por una moneda más cercana. De los tamaños aparentes de las dos monedas
se deducen los ángulos que forman los rayos con la perpendicular a la
superficie; el de los rayos refractados depende de la altura de llenado de la
taza. Los senos de estos ángulos se obtienen de una tabla de valores y
dividiendo el mayor entre el menor se encuentra que su cociente siempre es 4/
3, el índice de refracción del agua; independientemente de la altura de llenado
de la taza.
Figura 12. Un experimento para comprobar la ley de la refracción. La moneda
sumergida en el agua se ve más grande porque los rayos que parten de ella se abren al
salir al aire y parecen llegar de una moneda más cercana. Relacionando los tamaños
aparentes con los ángulos de los rayos se obtiene la ley de la refracción, o ley de Snell.
La hipótesis de los rayos luminosos y las leyes de la reflexión y de la
refracción de la luz son el fundamento de la óptica geométrica. Con ellas es
posible predecir el curso que tomarán los rayos luminosos que lleguen a lentes
o a espejos. Por ejemplo, en la figura 13, los rayos que llegan de un punto
luminoso a la lente de una lupa común son divergentes, pero se hacen
convergentes al atravesarla debido a las refracciones que ocurren en las dos
superficies del vidrio. Después de alcanzar el punto de convergencia los rayos
vuelven a ser divergentes, de manera que si los vemos desde un lugar más
lejano aún, los percibimos como si se originaran en el punto de convergencia;
es decir, como si el objeto hubiera sido transportado a ese lugar. Se dice que
en este punto se forma una imagen real del objeto. Las leyes de la refracción
permiten calcular el lugar preciso donde se forma esa imagen. Mirando con otra
lupa en ese lugar se observa la imagen amplificada del objeto. Así es,
esencialmente, como funciona un telescopio (Figura 14). Este instrumento
utiliza dos lentes del tipo llamado convergente, parecidas a la de una lupa en
que son más gruesas en medio que en la orilla. La primera de ellas —llamada
objetivo— produce una imagen real de un objeto lejano, como la Luna, en un
punto atrás y cerca de la lente. La segunda lente del telescopio, llamada ocular,
se usa simplemente como una lente de aumento común para amplificar y
observar esta imagen (Figura 14).
Figura 13. Una lupa intercepta rayos
divergentes emitidos por un punto
luminoso y los reúne en otro punto. Los
rayos reunidos parecen salir de este lugar.
Se dice que aquí se forma una imagen real
del punto luminoso.
Figura 14. Un telescopio sencillo se
compone de una lente, llamada objetivo,
que forma cerca de ella una imagen real
de un objeto lejano, y de una lente de
aumento, llamada ocular, con la que se
examina esta imagen.
Resumiendo lo anterior, la óptica geométrica está compuesta por una
hipótesis, la de los rayos rectos luminosos; por dos leyes derivadas de la
experiencia, la de la reflexión y la de la refracción de la luz, y por una ciencia
matemática, la geometría, con la que se puede aplicar metódicamente a los
problemas ópticos. La óptica geométrica ha sido extraordinariamente fructífera
por estar basada en leyes que se cumplen con precisión y en una ciencia tan
completa como la geometría, pero parte de su éxito es resultado de su
hipótesis principal. Es decir, aunque no se ha intentado siquiera aclarar de qué
están hechos los rayos luminosos, deben estar hechos de algo que se propaga
como esos rayos; de otra manera la teoría no habría tenido tanto éxito.
Isaac Newton suponía que los rayos luminosos están compuestos por
partículas extraordinariamente diminutas que los cuerpos luminosos arrojan a
gran velocidad y que al penetrar al ojo e incidir sobre la retina estimulan la
visión. Newton apoyaba estas ideas en el fenómeno de la propagación
rectilínea de la luz, pues sólo suponiéndola compuesta por partículas
independientes podía imaginar que los rayos de luz pudieran ser separados
unos de otros por medio de un popote como en la figura 1, o de una lente
convergente como en la figura 13. Otro importante argumento que Newton
daba en apoyo a esta idea era que la luz no da la vuelta a cuerpos opacos; o
bien, que la sombra geométrica de un cuerpo está limitada por líneas rectas
como en la figura 7. Este argumento se esgrimía principalmente en contra de
las ideas de Descartes, quien suponía que la luz era una "especie de presión"
propagada alrededor de los cuerpos luminosos que al llegar al ojo estimulaba la
visión. Pero, argüía Newton, una zona de presión como ésta no tendría por qué
no propagarse alrededor de los cuerpos y entrar en la sombra geométrica; esto
es, si la luz fuera causada por esas "zonas de presión", también debería
percibirse en la sombra geométrica de cuerpos opacos.
Las ideas de Newton desembocaban también en importantes
conclusiones al aplicarlas a la refracción de la luz. La figura 15 intenta explicar
la refracción estudiando el movimiento de una pelota de tenis. Debido a que la
velocidad de la pelota es diferente en el agua que en el aire, la dirección de su
movimiento cambia al atravesar la superficie; esto es, se refracta. Y se puede
demostrar que si la velocidad en el agua es menor que en el aire el ángulo de
refracción r' es mayor que el de incidencia i, como aparece en esa figura. Pero
en la refracción de la luz ocurre precisamente lo contrario, el ángulo de
refracción es menor que el de incidencia al pasar del aire al agua, o al pasar a
cualquier otro medio más denso como, por ejemplo, el vidrio. Es, entonces,
inevitable concluir que, si estuviera compuesta por partículas, la luz sería más
rápida en los medios más densos. En particular, debería ser más rápida en
cualquier medio transparente que en el vacío. En tiempos de Newton (1642-
1727) sólo era posible medir la velocidad de la luz por medios astronómicos y
de ninguna manera en un laboratorio, como hubiera sido necesario para
medirla en agua, o en vidrio, y comparar este valor con el ya conocido para el
vacío. Por este camino, pues, no fue posible adentrarse en el conocimiento de
la naturaleza de los rayos luminosos por muchos años.
Figura 15. La velocidad de una pelota de
tenis disminuye y la dirección de su
movimiento se acerca a la superficie al
entrar al agua. La luz, por el contrario, al
entrar al agua se aleja de la superficie. De
esto se deduce que, si la luz estuviera
formada por partículas, éstas se moverían
más rápidamente en agua que en aire.
Fuente:
BELTRÁN L., VIRGILIO (1992) La ciencia para todos. México: Fondo de
Cultura Económica. Disponible en:
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/107/htm/para
atra.htm
Espejos y Lentes
ESPEJOS
ESPEJO PLANO
Los espejos planos los utilizamos con mucha frecuencia. Si eres buen
observador te habrás fijado en que la imagen producida por un espejo plano
es virtual, ya que no la podemos proyectar sobre una pantalla, tiene el mismo
tamaño que el objeto y se encuentra a la misma distancia del espejo que el
objeto reflejado
Habrás observado también que la parte derecha de la imagen
corresponde a la parte izquierda del objeto y viceversa. Esto se llama inversión
lateral.
Si la superficie del segundo medio es lisa, puede actuar como un espejo
y producir una imagen reflejada (figura 2). En la figura 2, la fuente de luz es el
objeto A; un punto de A emite rayos en todas las direcciones. Los dos rayos
que inciden sobre el espejo en B y C, por ejemplo, se reflejan como rayos BD y
CE. Para un observador situado delante del espejo, esos rayos parecen venir
del punto F que está detrás del espejo. De las leyes de reflexión se deduce que
CF y BF forman el mismo ángulo con la superficie del espejo que AC y AB. En
este caso, en el que el espejo es plano, la imagen del objeto parece situada
detrás del espejo y separada de él por la misma distancia que hay entre éste y
el objeto que está delante.
Si la superficie del segundo medio es rugosa, las normales a los distintos
puntos de la superficie se encuentran en direcciones aleatorias. En ese caso,
los rayos que se encuentren en el mismo plano al salir de una fuente puntual
de luz tendrán un plano de incidencia, y por tanto de reflexión, aleatorio. Esto
hace que se dispersen y no puedan formar una imagen
ESPEJOS ESFÉRICOS
Los espejos: Por definición, espejo es el nombre que recibe toda
superficie o lamina de cristal azogado por la parte posterior, o de metal bruñido,
para que se reflejen en ella los objetos. Por extensión se denomina “espejo” a
toda superficie que produce reflexión de los objetos, por ej. : la superficie del
agua.
Por lo tanto, y a partir de la definición que hemos establecido
previamente, extendemos el concepto: un espejo esférico esta formado por una
superficie pulida correspondiente a un casquete esférico.
Los espejos esféricos pueden clasificarse en cóncavos o convexos; son
cóncavos, aquellos que tienen pulimentada la superficie interior y son convexos
los que tienen pulimentada la parte exterior
Hay dos clases de espejos esféricos, los cóncavos y los convexos.
El centro de curvatura (O) es el centro de la esfera a la que pertenece el
casquete. Cualquier rayo que pase por este punto se reflejará sin cambiar de
dirección.El centro del casquete esférico (C) se denomina centro de figura.La
línea azul, que pasa por los dos puntos anteriones se denomina eje óptico.
El foco (F) es el punto en el que se concentran los rayos reflejados, para
el caso de los espejos cóncavos, o sus prolongaciones si se trata de espejos
convexos. Llamamos distancia focal de un espejo a la distancia entre los
puntos F y C.
Elementos de los espejos esféricos:
Centro de curvatura: Es el centro de la esfera a la que pertenece
el casquete.
Radio de curvatura: Es el radio de la esfera a la cual pertenece el
espejo.
Vértice del espejo: Es el polo del casquete esférico al que
pertenece el espejo.
Eje principal: Es la recta que pasa por el vértice y el centro de
curvatura
Eje secundario: Cada una de las rectas que pasa por el centro de
curvatura.
Abertura (o ángulo) del espejo: Es el ángulo formado por los ejes
secundarios que pasan por el borde del espejo.
En los espejos esféricos se verifican las mismas leyes de reflexión que
en los espejos planos. De hecho, se considera que el punto de incidencia del
rayo pertenece al plano tangente al espejo esférico, en ese mismo punto.
La trayectoria de los rayos y los focos:
En los espejos esféricos cóncavos, se cumple que:
* Todos los rayos paralelos al eje principal se reflejan pasando por el
foco (ubicado sobre el eje principal).
* Cualquier rayo que pase por el foco principal se refleja paralelo al eje
principal.
* Todo rayo que pase por el centro de curvatura, se refleja sobre sí
mismo. Esto se explica fácilmente en forma geométrica, ya que, si pasa por el
centro de curvatura, es un radio y, todo radio es perpendicular a la recta
tangente a la circunferencia en el punto donde ese radio corta a la
circunferencia.
* Puede demostrarse geométricamente que el foco principal de un
espejo esférico es el punto medio del radio de curvatura. Dada la relación entre
lo anterior y la distancia focal, podemos también afirmar -y demostrar- que la
distancia focal es igual a la mitad del radio de curvatura.
Hasta aquí, hemos hablado de los espejos esféricos cóncavos,
ocupémonos ahora de los convexos:
En estos, también se cumplen las leyes de la reflexión ya conocidas y
analizadas, pero debemos hacer la aclaración de que: “el foco principal de un
espejo esférico convexo, es virtual”, por lo tanto, la distancia focal de un espejo
convexo es negativa.
Puede verificarse fácilmente que la trayectoria de los rayos en los casos
de espejos esféricos convexos, es similar a la trayectoria en los espejos
cóncavos, pero... como el foco es virtual, decimos:
* Cualquier rayo paralelo al eje principal, en un espejo convexo, se
refleja de manera tal que su prolongación pasa por el foco.
* Todo rayo que incidiendo sobre un espejo convexo tiende a pasar por
el foco se refleja en forma paralela al eje principal.
* Todo rayo que incide en dirección al centro del espejo, se refleja sobre
sí mismo.
La imagen que surge en un espejo esférico convexo, es virtual, de igual
sentido y menor que el objeto reflejado.
Los espejos “curvos”
Estas son algunas de las utilidades de estos espejos que hemos
analizado:
* El dentista, el otorrinolaringólogo, etc. utilizan espejos esféricos
cóncavos que tienden a concentrar los rayos luminosos en el lugar que desean
observar en detalle.
* En el caso de los automóviles, la parte “pulida” de los faros son
también espejos cóncavos.
* Los espejos retrovisores de los autos son de tipo convexo y, por lo
tanto, forman una imagen virtual visible para el conductor.
Formación de imágenes
Espejos cóncavos:
1º) Si el objeto se encuentra entre el centro de curvatura y el infinito, la
imagen que se formará será real, de menor tamaño, invertida y ubicada entre el
centro de curvatura y el foco.
2º) Si el objeto se encuentra sobre el centro de curvatura, la imagen que
se formará será real, de igual tamaño, invertida y ubicada sobre el centro de
curvatura.
3º) Si el objeto se encuentra entre el centro de curvatura y el foco, la
imagen que se formará será real, de mayor tamaño, invertida y ubicada entre el
centro de curvatura y el infinito
4º) Si el objeto se encuentra sobre el foco, no se formará imagen
5º) Si el objeto se encuentra entre el foco y el espejo, la imagen que se
formará será virtual y de mayor tamaño.
Espejos convexos
En los espejos convexos siempre se forma una imagen virtual y
derecha con respecto al objeto:
LENTES
Las lentes son medios transparentes limitados por dos superficies,
siendo curva al menos una de ellas.
Lente convexa. Una lente convexa es más gruesa en el centro que en
los extremos. La luz que atraviesa una lente convexa se desvía hacia dentro
(converge). Esto hace que se forme una imagen del objeto en una pantalla
situada al otro lado de la lente. La imagen está enfocada si la pantalla se
coloca a una distancia determinada, que depende de la distancia del objeto y
del foco de la lente. La lente del ojo humano es convexa, y además puede
cambiar de forma para enfocar objetos a distintas distancias. La lente se hace
más gruesa al mirar objetos cercanos y más delgada al mirar objetos lejanos. A
veces, los músculos del ojo no pueden enfocar la luz sobre la retina, la pantalla
del globo ocular. Si la imagen de los objetos cercanos se forma detrás de la
retina, se dice que existe hipermetropía.
Lente cóncava. Las lentes cóncavas están curvadas hacia dentro. La luz
que atraviesa una lente cóncava se desvía hacia fuera (diverge). A diferencia
de las lentes convexas, que producen imágenes reales, las cóncavas sólo
producen imágenes virtuales, es decir, imágenes de las que parecen proceder
los rayos de luz. En este caso es una imagen más pequeña situada delante del
objeto (el trébol). En las gafas o anteojos para miopes, las lentes cóncavas
hacen que los ojos formen una imagen nítida en la retina y no delante de ella.
Las lentes con superficies de radios de curvatura pequeños tienen
distancias focales cortas. Una lente con dos superficies convexas siempre
refractará los rayos paralelos al eje óptico de forma que converjan en un foco
situado en el lado de la lente opuesto al objeto. Una superficie de lente cóncava
desvía los rayos incidentes paralelos al eje de forma divergente; a no ser que la
segunda superficie sea convexa y tenga una curvatura mayor que la primera,
los rayos divergen al salir de la lente, y parecen provenir de un punto situado
en el mismo lado de la lente que el objeto. Estas lentes sólo forman imágenes
virtuales, reducidas y no invertidas.
Si la distancia del objeto es mayor que la distancia focal, una lente
convergente forma una imagen real e invertida. Si el objeto está lo bastante
alejado, la imagen será más pequeña que el objeto. Si la distancia del objeto es
menor que la distancia focal de la lente, la imagen será virtual, mayor que el
objeto y no invertida. En ese caso, el observador estará utilizando la lente como
una lupa o microscopio simple. El ángulo que forma en el ojo esta imagen
virtual aumentada (es decir, su dimensión angular aparente) es mayor que el
ángulo que formaría el objeto si se encontrara a la distancia normal de visión.
La relación de estos dos ángulos es la potencia de aumento de la lente. Una
lente con una distancia focal más corta crearía una imagen virtual que formaría
un ángulo mayor, por lo que su potencia de aumento sería mayor. La potencia
de aumento de un sistema óptico indica cuánto parece acercar el objeto al ojo,y
es diferente del aumento lateral de una cámara o telescopio, por ejemplo,
donde la relación entre las dimensiones reales de la imagen real y las del
objeto aumenta según aumenta la distancia focal.
La cantidad de luz que puede admitir una lente aumenta con su
diámetro. Como la superficie que ocupa una imagen es proporcional al
cuadrado de la distancia focal de la lente, la intensidad luminosa de la
superficie de la imagen es directamente proporcional al diámetro de la lente e
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia focal. Por ejemplo, la
imagen producida por una lente de 3 cm de diámetro y una distancia focal
de 20 cm sería cuatro veces menos luminosa que la formada por una lente del
mismo diámetro con una distancia focal de 10 cm. La relación entre la distancia
focal y el diámetro efectivo de una lente es su relación focal, llamada también
número f. Su inversa se conoce como abertura relativa. Dos lentes con la
misma abertura relativa tienen la misma luminosidad, independientemente de
sus diámetros y distancias focales.
Tipo de lentes
Existen lentes convergentes y divergentes:
Tipos de lentes convergentes
Las lentes convergentes son más gruesas por el centro que por el borde,
y concentran (hacen converger) en un punto los rayos de luz que las
atraviesan. A este punto se le llama foco (F) y la separación entre él y la lente
se conoce como distancia focal (f).
Observa que la lente 2 tiene menor distancia focal que la 1. Decimos,
entonces, que la lente 2 tiene mayor potencia que la 1.
La potencia de una lente es la inversa de su distancia focal y se mide en
dioptrías si la distancia focal la medimos en metros.
Las lentes convergentes se utilizan en muchos instrumentos ópticos y
también para la corrección de la hipermetropía. Las personas hipermétropes no
ven bien de cerca y tienen que alejarse los objetos. Una posible causa de la
hipermetropía es el achatamiento anteroposterior del ojo que supone que las
imágenes se formarían con nitidez por detrás de la retina.
Tipos de lentes divergentes
Si las lentes son más gruesas por los bordes que por el centro, hacen
diverger (separan) los rayos de luz que pasan por ellas, por lo que se conocen
como lentes divergentes.
Si miramos por una lente divergente da la sensación de que los rayos
proceden del punto F. A éste punto se le llama foco virtual.
En las lentes divergentes la distancia focal se considera negativa.
La miopía puede deberse a una deformación del ojo consistente en un
alargamiento anteroposterior que hace que las imágenes se formen con nitidez
antes de alcanzar la retina. Los miopes no ven bien de lejos y tienden a
acercarse demasiado a los objetos. Las lentes divergentes sirven para corregir
este defecto.
Reglas de construcción de imágenes en las lentes.
Las trayectorias de los infinitos rayos que salen de un objeto están
definidas por estas reglas:
Todo rayo que marcha paralelo al eje óptico antes de entrar en la lente,
pasa, al salir de ella, por el foco imagen, F' .
Todo rayo que pasa por el foco objeto, F, llega a lente y se refracta en
ella, emergiendo paralelo al eje óptico.
Todo rayo que pasa por el centro óptico (que es el centro geométrico de
la lente) no sufre desviación.
Para localizar el punto imagen que de un objeto da una lente, debemos
construir por lo menos la trayectoria de dos de los rayos más arriba
mencionados. En el punto de cruce se forma el punto imagen:
Casos de formación de la imagen según la posición del objeto
Lentes convergentes
Formación de imágenes:
Si tomas una lente convergente y la mueves acercándola y alejándola de
un folio blanco que sostienes con la otra mano, comprobarás que para una
cierta distancia se forma una imagen invertida y más pequeña de los objetos
que se encuentran alejados de la lente. Cuando es posible proyectar la imagen
formada decimos que se trata de una imagen real, y si no la podemos proyectar
la denominamos imagen virtual.
De cada uno de los puntos del objeto salen miles de rayos que llevan la
información del objeto y se concentran en un punto donde se forma su imagen.
Las lentes convergentes, para objetos alejados, forman imágenes reales,
invertidas y de menor tamaño que los objetos
En los gráficos que siguen el objeto se dibuja en negro. Si la imagenes
real se ve de color azul y si es virtual en verde.
1.- Si el objeto está situado entre 2F y el infinito (menos infinito), la
imagen estará entre F' y 2F' y será invertida, real y más pequeña.
2.- Si el objeto está situado en 2f, la imagen estará en 2 F', y será de
igual tamaño, invertida y real.
3.- Si el objeto está situado entre 2F y F, la imagen estará situada más
allá de 2 F' y será mayor, invertida y real.
4.- Si el objeto está situado en F la imagen no se forma (se formaría en
el infinito)
5.- Si el objeto está situado entre F y la lente, la imagen estará entre F y
el infinito y será virtual (la forman las prolongaciones de los rayos), mayor y
derecha.
Lentes divergentes
Sea cual sea la posición del objeto frente a la lente la imagen siempre
será virtual, menor y derecha.
Fuente:
Sciarini, Ernesto G. Ciencias Naturales, Física. Disponible en:
http://cienciasnaturales-fisica.blogspot.com.ar/2007/03/fsica-ii-varios.html