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José Manuel Rodríguez Villanueva NIF 29.044.438-S Calle Sainete 11 – 3º B, Huelva. España. 21007 Nacionalidad: Español Fecha de nacimiento: 20 de septiembre de 1970 Teléfonos: +34 959 820924 + 34 647 220 139 Email: yorovi@ono.com Página web: yorovi.blogspot.com

Asignatura: Antropología Social

Profesor: Dra. Dña. Carloni Franca Alida

Licenciatura en Humanidades

alida@uhu.es

Tristes Trópicos – 12 de marzo 2013

Antropología sin dolor

Una Frase que alguien dijo…

“Prefiero la satisfacción de los obreros que trabajan conmigo que un Ducado”

Define muy bien, la figura de Elena Whishaw, humanitaria y especial, define ésta frase su trayectoria humana. Expondrá el Doctor D. Juan María Acosta Ferrero, dedicada su tesis a Dña. Elena, mujer inglesa, mujer del cónsul británico en España, Bernard Whishaw en 1885, con sede en Sevilla, pero con su residencia en la localidad onubense de Niebla. Desde siempre le atrajo, de esa ciudad, sus murallas y su castillo, como recordatorio de su ciudad natal. Vivió en una época en la que hubo un gran interés por conocer la cultura de territorios alejados del ambiente victoriano, en gran medida motivado por las descripciones que los viajeros ingleses realizaban de los países alejados del territorio británico a los que llegaban. En mundo como el de hoy, donde hay una falta de valores permanentes, donde en todos los niveles

sociales vemos como la consecución de objetivos personales se ponen por encima de intereses

colectivos y del bien común, ésta mujer Elena, vemos como rehúye de la apariencia social y contribuye

a muestras de valores permanentes, inmutables, eternos y caballerescos, propio de un ser humano de

alto espíritu, la satisfacción de que sus obreros se encuentren bien, a gusto con ella, frente al egoísmo

de poseer más o de que las clases sociales la vituperen, por ser marquesa o duquesa. Probablemente, en un mundo como el de hoy, éste tipo de valores serían considerado como nimios o tontos, puesto que no es común, en nuestro presente que existan personas así y el que muestra éste comportamiento, lamentablemente, es rechazado por nuestra sociedad, si bien no de manera inmediata, si es verdad, que es tanto el volumen de egoísmo existente en nuestra actualidad, que su voz será acallada, en pro de una mayoría más absolutista y personal e independiente. De ahí que actualmente, nuestra sociedad no avance, en rasgos éticos o de ayuda personal a otras capas menos favorecidas.

ANTROPOLOGÍA SIN DOLOR

La mujer que trabajó con las piedras.

Dado su interés por la cultura árabe esta arqueóloga buscó la manera de poder investigar en yacimientos como Medina Azahara en Córdoba o incluso estudiar más a fondo edificios con claros elementos de esa cultura, como ocurre con los Reales Alcázares de Sevilla, al que ella le da una mayor antigüedad de la estimada hasta entonces, y a pesar de las diferencias que mantuvo con las autoridades que controlaban la arqueología en Andalucía, pudo llevar a cabo excavaciones en Sevilla en la Cuesta del Rosario. También creó junto a su marido el Museo de cerámicas y bordados de Andalucía, donde fue recopilando los materiales que extraía de sus excavaciones así como objetos de gran valor etnológico como eran los bordados, no sólo por el trabajo manual en sí sino porque ella consideraba que en ellos se reflejaba una fuerte influencia árabe, dado que sus motivos eran muy similares a las ornamentaciones de edificios de esa cultura.

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Quizás motivada por su dedicación a la arqueología, tras el fallecimiento de su marido, se trasladó en 1916 a Niebla (Huelva) donde instaló el Museo en la finca de la Puerta del Buey en dicha localidad. Allí vio la necesidad de divulgar el patrimonio histórico de esa localidad y de su entorno y para ello creó la Escuela de Arqueología Anglo-Hispano-Americana, para la que buscó el patronazgo de personalidades españolas y extranjeras que con su aportación económica ayudaran a mantener este centro. Entre éstas se encontraban el Duque de Alba y algunos embajadores que de alguna manera servían también de apoyo para facilitar la presentación de esta entidad en la sociedad española del momento, ese motivo la llevó a buscar también la participación del Rey Alfonso XIII utilizando su nombre incluso antes de que éste asumiera el patronazgo de dicha institución, sólo real a partir de 1923. Ella se dedicó a investigar los orígenes de Niebla a través de las excavaciones arqueológicas que llevó a cabo en dicha localidad, haciendo hincapié en el ámbito tartesio y aunque expuso algunas teorías fantásticas acerca de los mismos, hay que hacer notar la importancia que le otorga a los restos minero-metalúrgicos como indicadores del desarrollo económico de aquella civilización, algo que posteriormente ha sido estudiado de forma continuada en la historiografía referida a Tartesios. Entre las obras que dejó escritas destaca la más conocida Atlantis in Andalucía publicada en inglés como la mayoría de sus escritos, salvo la reeditada en Clásicos de la Arqueología de Huelva nº 9 Notas sobre el puerto de Palos y las basílicas de San Jorge de Palos y Santa María de Niebla, en las que además del estudio histórico que presentaba, siempre hacía referencia a la importancia de dar a conocer los vestigios antiguos de nuestra provincia. A pesar de su continuada labor de divulgación de la historia de Niebla y de las excavaciones que llevó a cabo en la provincia, el Museo tras su fallecimiento en 1937 contó con escasos recursos económicos para su mantenimiento tal y como a ella le hubiera gustado y fue poco a poco dispersándose su contenido, como se da a conocer en noticias publicadas en los periódicos de Huelva en las décadas de los 40 y 50, en las que se hace referencia al estado ruinoso en el que se encontraba el Museo y la falta de apoyo por parte de las autoridades para conservar lo conseguido por esta arqueóloga inglesa afincada en Niebla. El episodio de vida de Elena, encontrándose con el contacto de mujeres españolas en un pueblecito, donde la mujer ni siquiera tenía acceso a la educación y formación, sólo asentadas para la vida familiar y condenadas a ser madres y mujeres de su marido, frente a ella como mujer, una inglesa victoriana, abierta a la formación y a la cultura, le abre a ella, unas posibilidades de preparación de cultura en un terreno totalmente virgen, y a la que le llevó a un experimento, una realidad de campo, en el apartado arqueológico, totalmente nuevo para nuestra España del principio del siglo XIX, eso desde el punto de vista de la cultura por otra parte tenemos la visión de una mujer humana, que desarrolla en todos sus apartados la humanidad con respecto a sus vecinos. Véase por ejemplo, como la criada que trabajó con ella mucho tiempo, al final le regaló una vivienda y como hizo un sindicato agrícola realizando una repartición de las tierras que no se cultivaba para que los más pobres lo aprovecharan. Por otro lado, otro detalle a destacar era el papel que jugó enfrentándose a una realidad rural, mandada en aquellos años por el Alcalde y por el Párroco del pueblo de Niebla, precisamente ella tuvo el valor de oponerse a la opinión del Párroco, con lo que podemos incluso diagnosticar que eso le trajo malas simpatías, incomprendida y vilipendiada. Esto último como comentamos, generó una leyenda negra sobre ella. Sin embargo, debemos constatar cómo sus teorías, han sido olvidadas o no tenida en consideración, sin embargo hoy se le descubre y se pone en funcionamiento muchas líneas antecedentes abiertos por ella. A pesar de no ser una mujer, con una cultura totalmente plena, sin embargo, investigó y quiso hacer lo que decían los mejores de sus especialistas, por tanto rodeada por ellos. Pero en aquello época, siempre se daba ese choque, bien por ella misma, con un pensamiento más abierto, bien por la sociedad de aquella época, línea política y social.

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Tapear por el mundo… Comida por el mundo.

Elena adaptada a los gustos culinarios de la zona, v.g. potajes, y sobre todo a la recolección de productos hortofrutícolas.

Destaca por ejemplo, la tagarnina con huevos, véase en la foto, un producto salvaje y autóctono de la zona del mediterráneo, planta con espinas, que debería sufrir un trato antes de su consumo humano, pero que los habitantes de la zona, con escasos recursos, habían adaptado para su consumo humano. Las aves de corral, y los productos ganaderos autóctonos de la zona. También era amiga de repostería, pastas de mantequilla por ejemplo, que era muy aficionada, al igual que aquellos dulces propios de la zona y tradicional como los pestiños, eso le dio mucha cobertura en la zona en cuanto su aceptación. Como buena inglesa, era también mujer de licores, tanto el escocés que se lo hacía traer de Inglaterra como el vino dulce de la zona, donde ella decía que servía para quitar las telarañas del estómago. La mitad del cielo… Hombres y Mujeres. Elena era una mujer inglesa, que aunque no tenía estudios universitarios, casada con un Licenciado en Humanidades en nuestros días, es decir, con una amplitud de mira tremenda, rodeada de libros en su biblioteca privada, de viajes, por tanto conocedora y atraída por diferentes culturas, mujer que podríamos decir, pionera en arqueología y antropología. Parece que las mujeres inglesas en esa época, si que estaban abierta a la cultura, no así en el resto de Europa, sobre todo en el sur, en España. En los años que vivió poseyó gran influencia, destacando incluso que la localidad de Niebla, tuvo agua gracias a las peticiones ejercidas por ella. Actualmente el lugar donde está enterrada, la sitúa en una plaza que lleva su nombre. Se destaca porque quería sobre todo, la felicidad de su pueblo. En ella se movía desde dos aspectos, tener una complicación con sus gentes y al mismo tiempo tener principio de autoridad, que le llevaba a ser en muchas ocasiones controvertida en cuanto a su comportamiento o incluso dual. Rincones del mundo… Vive en Montevideo, se casa y vive dos años allí, su marido era asesor cultural en aquella embajada y la cultura de Hispanoamérica le sirve para conectar con la de España. Y recorre innumerables paisajes y países porque su marido estaba enfermo y necesitaba un ambiente más seco y soleado, hasta llegar a Andalucía, donde se recupera y llega hasta el final de sus días, tanto el marido como ella. Erase una vez…

Al final de sus días Elena que no había tenido descendencia lega sus propiedades

a organismos científicos. La Hispanic Society Of America, en la actualidad, con

Odón Betanzos Palacios (Rociana del Condado, España, 16 de septiembre de 1925 — Nueva

York, 24 de septiembre de 2007 fue poeta, novelista y crítico literario de dimensión universal) se

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hizo cargo de ayudar en la investigación para recuperar todo su testimonio y sus

vestigios, y gracias a su colaboración junto con las investigaciones del Dr. Acosta

Ferrero, hoy día podemos saber lo que se ha comentado.