15
REFLEXIONES Transformación del Ser Interior H.C. ELÍAS

Reflexiones 47 transformación del ser interior

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Como todo camino, el de la transformación del ser conlleva riesgos. Tanto la semilla del cambio como la "tierra" donde es plantada son componentes fundamentales para determinar si la transformación será positiva o no.

Citation preview

Page 1: Reflexiones 47 transformación del ser interior

REFLEXIONES

Transformación del Ser Interior

H.C. ELÍAS

Page 2: Reflexiones 47 transformación del ser interior

Transformación del Ser Interior

H.C. ELÍAS

Extracto del libro: “El Hombre de las Mil y una Voces” ©H.C. Elías Registro Indautor 03-2012-110712193400-01 ISBN 978-607-00-7741-8

Page 3: Reflexiones 47 transformación del ser interior

MISTERIOS SOBRE EL REINO DE LOS CIELOS

La Parábola del Sembrador

Y les habló muchas cosas por parábolas diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar, y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la

comieron. Parte cayó en pedregales donde no había mucha tierra; y brotó pronto porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol se quemó; y porque no tenía raíz se secó. Parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cual a ciento, cual a sesenta y cual a treinta por uno. El que tiene oídos,

para oír, oiga.

Evangelio de Mateo 13:3-9

Como veremos YESHÚA utiliza varias parábolas para tratar de explicar lo que el discípulo debía entender por Malkuta- Reino.

El cambio que encierra esta palabra, es uno que involucra poder y autoridad y debe ocurrir de adentro hacia afuera, en el que “el adentro”, señala a la parte subconsciente del yo, o lo que en arameo se denomina napsha.

Esta es una de las pocas parábolas que el mismo YESHÚA interpreta, y su explicación se centra en los diferentes tipos de personas y por tanto de napsha que reciben la semilla, misma que representa la Palabra de el Di-ses.

El vocablo en arameo para la palabra-melta sugiere un flujo de ideas o narración, algo que sigue su curso de principio a fin.

Está más relacionado con el mundo oscilante de shemaya que con el mundo fragmentado de ar´ah.

Por otra parte la palabra semilla- indica una realidad en la que algo en el interior se saca, extrae, o se proyecta hacia afuera como manifestación de las condiciones que la rodean.

Si YESHÚA nos enseña que la Palabra de el Di-ses está representada por la semilla, de acuerdo a los dos párrafos anteriores esta semilla no es sólida como normalmente imaginamos una semilla, por el contrario es como una onda formada por la superposición de estados diferentes, es decir, como una onda de probabilidad.

YESHÚA nos dice que el considerar a la Palabra como semilla equivale a verla no como algo puntual o limitado, sino como algo vibrante y compuesto de posibilidades sobrepuestas coexistiendo simultáneamente.

Page 4: Reflexiones 47 transformación del ser interior

Eventualmente esa superposición de posibilidades colapsara como manifestación de las condiciones que la rodean y se proyectará desde el interior napsha hacia el exterior.

El término arameo nephal que se utiliza para indicar la caída de la semilla, señala, por su origen el napsha, con la que comparte una de sus raíces. La palabra indica algo que cambia su estado al diseminarse, si es algo sólido; o se destila, si es líquido.

Cuando la Palabra cae en el napsha o subconsciente, o de forma metafórica cuando la semilla cae en la tierra, esta se transforma.

La parábola en sí se refiere a los diferentes tipos de tierra en los que puede caer la semilla. Donde, independientemente del caso particular, la semilla que es la Palabra cae en el subconsciente y se transforma.

Junto con el análisis de la parábola del sembrador, consideraré los significados alternos de la interpretación que YESHÚA hace de dicha parábola, porque seguramente su intención fue tanto revelar, como encubrir algo.

YESHÚA dice:

Cuando alguno oye la Palabra del Reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Evangelio de Mateo 13:19

Satana es una palabra en arameo que significa adversario, o aquello que hace que uno se desvíe o equivoque el camino, y que aquí se traduce como malo. Además, en la parábola original, los pájaros se llevan la semilla.

YESHÚA dice:

He aquí, el sembrador salió- tomó un puñado, arrojó. Algunas en verdad cayeron en el camino-vinieron los pájaros, las recogieron… (Apotema 9)

Evangelio de Tomás

Pájaro parahta proviene de un verbo que significa volar alrededor, aletear, malgastar, dispersar o esparcir algo. En términos del napsha, se refiere a un aspecto que esta renuente a concentrarse o a ubicarse.

Cuando las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto no tienen espacio donde puedan ser acogidas, se produce un rechazo por parte de aquellos aspectos del napsha que están desviados por caminos equivocados y

permanecen renuentes a ubicarse.

Page 5: Reflexiones 47 transformación del ser interior

YESHÚA continúa diciendo:

Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la Palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o

la persecución por causa de la Palabra, luego tropieza.

Evangelio de Mateo 13:20,21

Esta es la explicación acerca de la semilla que cae en piedra, donde la tierra no tiene profundidad y por tanto prácticamente no tiene raíz.

Piedra-su´a básicamente significa parar u obstruir algo. De forma metafórica implica cerrar los sentidos o el corazón. También se asocia con una acción precipitada o imprudente.

Profundidad-umqa se deriva de un vocablo que significa cavar, ahuecar o buscar algo, desde luego todas estas acciones implican un esfuerzo.

Raíz-´eqara proviene de un vocablo que de manera paradójica, sugiere hacer que algo se vuelva estéril. Es decir, que para que una raíz sea fuerte requiere desplazar a otra cosa, o absorber nutrientes de un algo, el cual quedará estéril a consecuencia del proceso.

Por su parte cuando el sol cuyo vocablo en arameo se relaciona con la luz, y por tanto con el shem, advierte la falta de raíz, es decir la falta de profundidad o arraigo en el corazón, el nuevo brote se quema, se desvanece.

Cuando las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto tienen espacio donde puedan ser acogidas, pero este espacio se ha creado

de forma precipitada, y por esto es débil, no puede mantenerse para albergar las imágenes, entonces aquello que el espacio original creado no puede desplazar acaba por

provocar que las imágenes se desvanezcan.

Continúa YESHÚA con la explicación,

El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la Palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra y se hace infructuosa.

Abrojo o espino provienen de un verbo que significa sentir dolor o aflicción. Las raíces de la palabra sugieren cualquier cosa que impida nuestra evolución natural o que la detenga.

En este las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto tienen espacio donde pueden ser acogidas, y aunque las imágenes

permanecen en su espacio y no se desvanecen, no pueden fortalecerse y desarrollarse pues hay partes del napsha que impiden su desenvolvimiento.

Page 6: Reflexiones 47 transformación del ser interior

Para finalizar su explicación YESHÚA dice:

Más el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

Lo importante en este último fragmento de la parábola es que taba, la palabra aramea utilizada para bueno, también significa maduro.

En aquel cuyo napsha ha madurado, las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto no solo tienen espacio donde ser acogidas,

sino que colapsan y son proyectadas al exterior.

Estas personas que se han reintegrado a la Unidad Sagrada, y por ello logrado el cambio de corazón que es tan necesario para la transformación de la sociedad de la que habla YESHÚA, al proyectar su interior en el exterior, juegan el mismo papel que la semilla en su napsha, en otras palabras, son las semillas en el napsha de la sociedad, siendo su fruto el cambio de corazón de otros individuos.

Algo que me llama la atención de esta parábola, es el hecho de que el sembrador esparza la semilla, en vez de dirigirse directamente a la tierra buena, donde de antemano sabe que dará fruto.

La respuesta está en las colinas de Galilea, en aquel entonces y aún ahora, se encuentran capas delgadas de tierra sobre los acantilados. Esto hace que este método de sembrar sea muy práctico. Pues de antemano es difícil saber qué tierra está preparada, además debido a las condiciones climáticas es posible que la tierra solo esté lista en ciertos momentos del día y bajo ciertas condiciones de humedad. Por esto es necesario esparcir la semilla. Pues aún la tierra que parece madura podría no estarlo en todo momento, y la tierra que aparenta no estarlo, podría estar en su momento propicio.

Es así que la parábola “arrojada” al subconsciente se difunde con amplitud para que todos (internos y externos-que en última instancia también son internos), puedan oír lo que necesitan escuchar.

En síntesis esta parábola nos habla de la madurez necesaria de las diferentes partes del subconsciente para acoger la Palabra y poder dar frutos. La forma que usa para realizar la siembra indica que de antemano no se sabe que partes están maduras y listas, además la madurez no es algo que ocurra de forma continua, por el contrario depende de las condiciones externas, y por condición externa debemos entender tanto los estímulos de “afuera” como las interacciones con otras partes del subconsciente.

Page 7: Reflexiones 47 transformación del ser interior

Por esto, en lo que se refiere a la Palabra de el Di-ses, debemos escuchar sin prejuicios, ni ideas preconcebidas, o buscando un mensaje muy específico, por el contrario, lo conveniente es simplemente escuchar y dejar que todo permee el alma; ella sabrá.

El miedo se manifiesta en formas diversas por eso hay que sembrar “esparciendo”, porque no sabemos, incluso “lo que no sabemos” que mora dentro de nuestro napsha, diferentes aspectos pueden representar en cierto momento cualquiera de los cuatro tipos de terreno de la parábola y cambiar al siguiente instante.

Page 8: Reflexiones 47 transformación del ser interior

La Parábola del Trigo y la Cizaña

YESHÚA dice:

El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron

entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde pues tiene cizaña? El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los

siervos le dijeron: ¿Quieres pues que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntos lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la ciega yo diré a los segadores: Recoged primero la

cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

Evangelio de Mateo 13:24-30

Mientras que la parábola del sembrador habla de la madurez del terreno, la del trigo y la cizaña se refiere a la naturaleza de la semilla.

Esta parábola también la interpreta YESHÚA,

El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró

es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará

el Hijo del Hombre a sus ángeles y recogerán de su Reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre.

El que tiene oídos para oír, oiga.

Evangelio de Mateo 13:37-43

Lo primero es percatarse de que la buena semilla, esto es, si lo relacionamos con la parábola anterior, se refiere a aquellos en los que la Palabra cae en tierra [napsha] buena o madura, estos son los llamados Hijos de Di-s, que son puestos en el mundo.

En secciones anteriores se dijo que el Reino de los Cielos lo abarcaba todo, desde el subconsciente hasta las galaxias y todo el cosmos, y que entrar al Reino implicaba un “despertar” de la conciencia. Cuando en la parábola se dice que “son puestos en el mundo”, significa que los Hijos de el Di-ses coexisten con aquellos que no se han percatado conscientemente de su pertenencia a la Soberanía.

En cuanto a la cizaña o los Hijos del Diablo, recordemos que YESHÚA dice que lo uno es uno, pero también lo que no es uno es uno. Por tanto, en la fase actual del Reino, es decir,

Page 9: Reflexiones 47 transformación del ser interior

en aquellos cuya conciencia puede percibirlo, hay en quienes fue sembrada la semilla por el Hijo del Hombre y en quienes la semilla fue sembrada por el malo.

De esta forma, el Reino existe en el mundo y de hecho es el mundo, pues todo lo abarca, solo que únicamente aquellos que tienen semilla, ya sea buena (simiente de Adán-REFLEXIONES 37) o mala (simiente de la Serpiente- REFLEXIONES 38), perciben y son conscientes de la unidad, el resto del “mundo” está compuesto por aquellos que no tienen ningún tipo de semilla (animales con apariencia de hombres- REFLEXIONES 38), es decir, no se han percatado conscientemente del Reino.

¿Hay alguna razón oculta para dejar que la cizaña crezca junto al trigo además de la mencionada? Tal vez.

Nuevamente y con base en el principio fundamental de que “como es afuera es adentro”, pensemos en el campo no como el mundo sino como la totalidad de nuestro subconsciente, es decir, el napsha.

Entre los hombres de campo se sabe que la cizaña- tares que en este caso representa una variedad de trigo silvestre, pero comestible es útil para conservar la tierra en su lugar. Además de ser muy similar al trigo en sus primeras etapas, solo diferenciable al momento de la cosecha, que es cuando se recoge para atarse y quemarse luego.

Mientras el trigo es sembrado en el día, esto significa que es parte del aspecto consciente del ser, la cizaña es sembrada de noche, por tanto ha sido sembrada indirectamente, con desconocimiento del individuo y bajo esquemas de desorden y caos en el subconsciente.

Esto ocasiona que se produzca una oposición al cambio, recordemos que enemigo- ba´eldababa significa discutir o interrogar.

Debido a esta siembra nocturna, habrá aspectos del ser que engañosamente estén proporcionando estrategias que parecen ser necesarias para la supervivencia.

Estas semillas se parecen a las de la verdadera doctrina pero son falsas. Sin embargo son necesarias por un tiempo, hasta que la buena doctrina madure y de fruto, pues ayuda a mantener al napsha donde debe estar, esto es, en la parte más profunda del subconsciente.

Pues es desde lo más profundo del subconsciente de donde debe germinar y luego crecer la semilla depositada en tierra buena en su camino hacia el estado consciente y luego hacia el “exterior”.

En esta parábola el napsha es la tierra donde se han depositado tanto la semilla del Reino, como la semilla de la mentira.

Page 10: Reflexiones 47 transformación del ser interior

Entendamos que en la interpretación “interna” de esta parábola, tanto la semilla buena como la mala, son cosas de naturaleza diferente al napsha. Sin embargo por ser semillas tienen que alimentarse de la tierra, esto significa que son los diferentes aspectos del yo subconsciente los que las nutren, y al nutrirlas parte de sí mismas se integran al desarrollo de la semilla pasando por las diferentes capas del subconsciente hasta llegar al consciente, donde se manifestaran como “Hijos de el Di-ses” o como “hijos de Satanás”.

Al fungir los aspectos del napsha como nutrientes de la semilla, ambos, tanto los nutrientes como la semilla se transforman en aquello a lo que dan origen. Por tanto lo que aflora, ya sea el trigo o la cizaña, no son meras amplificaciones de los aspectos subconscientes del napsha, sino que son algo totalmente diferente a lo que eran en sí antes de actuar como nutrientes de la semilla.

Es importante notar que en esta parábola ambas semillas son sembradas en tierra madura, es decir, que está lista para proporcionar los nutrientes necesarios para que alguna de ellas germine y crezca.

Esto implica que el malo no es como el Hijo del Hombre que esparce la semilla, sino que sólo siembra en la tierra que sabe que es buena porque ya ha acogido la Palabra de el Di-ses, por esto es que la cizaña representa a los incrédulos religiosos, aquellos que fingiendo pertenecer al Reino, enseñan doctrinas falsas, cimentadas en la mentira, o participan de ellas, y el engaño es tan grande, que ellos mismos creen que se trata de una doctrina sana y verdadera.

Esta parábola nos dice que el que la tierra sea buena no garantiza que el fruto también lo sea, dado que en esta tierra se han plantado dos tipos de semillas que por su naturaleza no pueden diferenciarse al principio de su desarrollo, sino solo al momento que están listas para la siega.

Al final, la semilla que dará fruto será aquella que absorba la mayor cantidad de nutrientes, o la que consiga atraer e integrar más partes del napsha, inhibiendo el desarrollo de la otra por falta de alimento.

Solo los que están suficientemente maduros como para recibir la Palabra y de hecho la reciben, pueden terminar siendo trigo o cizaña.

Page 11: Reflexiones 47 transformación del ser interior

La Parábola del Grano de Mostaza

YESHÚA dice:

El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha

crecido es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que viene las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

Evangelio de Mateo 13:31,32

La palabra para grano de mostaza se deriva de una raíz que describe algo que se extiende con toda libertad, como un incendio destructivo.

Esto va ligado totalmente con la parábola anterior del trigo y la cizaña, primeramente porque ambos tipos (el trigo y la cizaña) pueden crecer en la tierra madura, y al crecer, esto es, al utilizar las partes del napsha como sus nutrientes, se extenderán destruyendo, como en un incendio, aquellas partes que no quisieron participar en su desarrollo para brindarle fortaleza.

Por lo general pensamos en la mostaza como una semilla comestible, pero en tiempos de YESHÚA algunos creían que esta especia ocasionaba demencia.

Entonces, esa misma mostaza que tiene un inicio apenas discernible en el subconsciente y que al crecer se manifiesta como una enorme hortaliza, imposible de no ser notada, podría ser tanto fuente de alimento sano, como de demencia, y que sea de una o de otra forma, no depende de la especia misma, sino de la idea bajo la cual crece.

Aquella semilla que absorbe los nutrientes del napsha y ha sido plantada como trigo o mostaza comestible, y que en alguna parte de su desarrollo los pensamientos que acompañaban su crecimiento se modificaron, ocasionando que algunas partes del napsha sucumbieran a la idea de que la verdad, no lo es, sino que es demencia, aunque en apariencia y en esencia comestible, parecería inapropiada para su consumo.

Esto es una gran ironía, pues algo bueno como lo es esta especia para el consumo humano, se presenta como peligroso y por tanto no recomendable como alimento. En otras palabras, la verdad envuelta en una falsa apariencia de demencia.

Es por esto que los hijos del malo no solo disfrazan la mentira de verdad, sino también, la verdad de mentira.

Page 12: Reflexiones 47 transformación del ser interior

La Parábola de la Levadura

YESHÚA continúa diciendo:

El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.

Evangelio de Mateo 13:33

Creo conveniente escribir este mismo versículo pero como lo traduce la Biblia Peshitta,

El Reino de los Cielos se puede comparar a la levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó por completo.

La palabra aramea para levadura es hemira y de acuerdo a sus raíces M y AR, significa algo dentro de un cuerpo que está caliente y fulgurante y que expande su calor hacia fuera.

Por la forma en la que esta palabra es usada en las Escrituras parecería que está vinculada a la palabra “doctrina”. Y por lo general sirve de adjetivo para nombrar doctrinas falsas; por ejemplo cuando YESHÚA se refiere a la levadura de los Fariseos, hablaba de formalismo religioso; o a la levadura de los Saduceos, hacía referencia al escepticismo respecto a lo sobrenatural y a las Escrituras; o incluso al hablar de lo mundano se refería a levadura de los Herodianos.

Aunque la palabra en sí no tiene un sentido que sugiera alguna desviación de la verdad, se le vincula con doctrinas erróneas llenas de malicia o maldad.

En esta parábola la levadura representa el principio de corrupción que obra sutilmente, y que se expande desde adentro hacia afuera.

Por otra parte, la harina se usaba en una de las ofrendas de olor suave y servía de alimento para los sacerdotes, por tanto representa la sinceridad y la verdad.

Nuevamente nos encontramos con el número tres. Tal como lo explique anteriormente, el hecho de que YESHÚA mencione justamente tres, indica que la levadura solo se mezcla cuando hay una clara intención en términos de sinceridad y verdad.

El que sea una mujer quien realiza la mezcla con el balance perfecto, y no un hombre, sugiere que tal mezcla busca introducir un engaño.

La parábola viene a constituir una advertencia respecto a la verdadera doctrina, la cual fue revelada para alimento-semilla de los Hijos del Reino y por tanto con una intención perfectamente definida (3 medidas de harina), pues se mezclará con doctrinas corruptas y

Page 13: Reflexiones 47 transformación del ser interior

corruptoras (levadura), y esto de una manera oficial por la misma iglesia apóstata (la mujer).

Resulta interesante analizar está parábola desde otra perspectiva, para esto supongamos que las tres medidas de harina son las tres dimensiones de espacio en nuestro universo y la levadura “ la materia” que requiere de este marco para presentarse ante nosotros como “la realidad”. Hemos visto que todo aquello que percibimos es tan solo una ilusión, no es real, sin embargo es esa levadura (los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida), la que perpetra el engaño, situación que provoca que permanezcamos en el olvido y por ende no procuremos reencontrar el camino de regreso a la Unidad Sagrada.

De esta forma el Reino de los Cielos, tanto en el “exterior” (individuos), como en el “interior” (napsha), es una mezcla de lo falso y lo verdadero, un sistema contaminado por el formalismo, la duda y la mundanalidad.

En sí el Reino lo abarca todo, pero solo aquellos que contienen cualquiera de ambas semillas que al crecer se transforman en trigo o cizaña son conscientes del Reino, el resto, al que YESHÚA llama mundo son aquellos que no son conscientes de su pertenencia al Reino.

En los que son parte consciente de Malkuta siendo trigo y aún cizaña, surgen el poder y la autoridad dentro del napsha para guiarlos en el momento preciso al lugar correcto.

Los llamados Hijos de el Di-ses, el trigo (simiente de Adán- REFLEXIONES 36)), son seres que perciben el sentido y designio en sus vidas y el objetivo de ALaHa conforme se expresa a través de ellos. Son seres plenos a través de los cuales fluye la savia o torrente de vida del universo, en completo acuerdo con la voluntad de ALaHa.

En tanto que en los Hijos del Diablo, la cizaña (simiente de la Serpiente- REFLEXIONES 38), aunque el deseo de ALaHa también se expresa a través de ellos, esto ocurre en una aparente ignorancia de la voluntad de ALaHa.

Las autoridades pensaban que por su propia fuerza y voluntad realizan lo que hacen. Pero la Sagrada Espíritu en secreto (todo el tiempo) estaba dando energía a la totalidad por

medio de ellos como ella quiere. (Apotema 16)

Evangelio de Felipe

YESHÚA le dijo,

No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te hubiera sido concedida de arriba…

Evangelio de Juan 19: 11

Page 14: Reflexiones 47 transformación del ser interior

La diferencia entre el trigo y la cizaña, es que el trigo está consciente de que es la voluntad de ALaHa la que siempre se realiza cuando la Espíritu Sagrada opera a través del ser, mientras que la cizaña cegada por su egoísmo piensa que es su propia voluntad la que se realiza, aunque siga siendo la voluntad de ALaHa la que se lleva a cabo.

Dentro de este contexto la frase de YESHÚA que dice que es salvo aquel que hace la voluntad del Padre, se interpreta, como aquel que está consciente que aquello que guía hacia el lugar correcto en el tiempo justo, que nace en el interior y se expande al exterior, es la voluntad de ALaHa y no la propia, aunque el engaño del padre de mentira radica justamente en hacer creer al hombre que cada uno realiza su propia voluntad.

En el Reino hay dos tipos de seres, los que creen que actúan conforme a su propia voluntad, y los que saben que realizan la voluntad de ALaHa.

En tanto que en el mundo hay un tercer tipo, el que ni siquiera se adjudica la noción de una voluntad propia.

Quien carece de raíz también carece de fruto. Pero a pesar de eso, (la persona) piensa en sí misma: *he llegado a ser, por eso falleceré- porque todo lo que (antes) no existía (todavía

después ya) no existirá*. Por eso, ¿cómo desea el Padre que tal persona piense con respecto a sí misma? *¡He sido como las sombras y los fantasmas de la noche!* Cuando

brilla el alba sobre esta persona, averigua que el terror que la había agarrado no era nada. Así no conocían al Padre, porque no lo vieron. En consecuencia, sucedieron terror y confusión y debilidad y duda y división, con muchas decepciones y fricciones vacías

actuando a través de éstos. (Apotema 25)

Evangelio de la Verdad

Pero todos, en este mundo y en todos los demás mundos lo acepten, entiendan, compartan, participen o no, hacen la voluntad de ALaHa.

Y entonces surge la pregunta ¿qué pasa con el libre albedrío?, bueno, todo depende de qué entendamos por este tipo de libertad. Como lo he mencionado en libros anteriores, el libre albedrío no apareció como una forma de decisión entre el bien y el mal, pues humanamente es imposible hacer una separación clara, bajo cualquier circunstancia e inequívoca de ambos; entonces el libre albedrío no es para decidir entre el bien y el mal, es para someter libremente nuestra voluntad a la voluntad de el Di-ses.

Sí hay un Plan Divino, la diferencia es la manera en la que participamos en él.

Y es la manera en la que se participa y no el juego mismo la que determina si estaremos actuando como trigo, como cizaña o como ninguna de ambas.

Page 15: Reflexiones 47 transformación del ser interior

El trigo sabe que todo lo que realiza es por voluntad divina, y le da la honra y la gloria a el Di-ses.

La cizaña cree que todo lo que lleva a cabo lo hace por su propia voluntad y se da la honra y la gloria a sí mismo por ello.

Los del mundo creen que todos les pasa por culpa de otros.