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K. Makowski Conferencia Virú - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005. “LAS RELACIONES VIRÚ MOCHE: IDENTIDAD TECNOLÓGICA, PREFERENCIAS ESTILÍSTICAS E IDENTIDAD ÉTNICA DE PRODUCTORES Y USUARIOS DE LA CERÁMICAKrzysztof Makowski Pontificia Universidad Católica del Perú 1. Introducción: definición de la cultura Virú-Gallinazo. 2. Interpretaciones. 3. Cronología de la Costa Norte: nuevas evidencias. 4. Virú-Gallinazo y Moche en Piura. 5. Identidades étnicas y el papel político de la cerámica decorada con motivos figurativos. 6. Relaciones entre las iconografía Virú y Moche v/s el problema de la identidad étnica. 7. Etnicidad y cultura material. 1 INTRODUCCIÓN Los orígenes de las polémicas actuales acerca de cómo interpretar a las culturas-estilos Virú-Gallinazo y Moche- Mochica se encuentran, poca duda cabe, en los trabajos de Rafael Larco Hoyle (1945) y de Wendell C. Bennett (1939), así como de los miembros del Proyecto Virú, y en particular de William Duncan Strong y Clifford Evans Jr., de Gordon R. Willey (1953) y de James A. Ford (1949, Ford y Willey 1949 a,b). Considero que, las culturas-estilos corresponden en primera instancia a sistemas clasificatorios, los que fueron creados a partir de metodologías diferentes a lo largo del último siglo para ordenar la variabilidad tecnológica, formal e iconográfica con criterios de lo más diversos. No se puede por ende intentar de responder a la pregunta si corresponden o no a un fenómeno social o político concreto en el pasado prehistórico sin analizar previamente la definición con la que habían sido introducidos en la literatura del tema. Wendell Bennett (1939) ha sido el primero en demostrar a partir de los pozos de cateo en el complejo Gallinazo del valle de Virú que podría hablarse de una cultura regional relacionada con un particular estilo de cerámica. Un alto porcentaje de material cerámico, el 70.83% (ibid.:71), carecía de decoración a pesar de que la muestra provenía tanto de contextos domésticos y ceremoniales, como de entierros. Sin embargo, el porcentaje restante revelaba obvias conexiones con Early Chimu Moche, y con Recuay, en menor grado con Epigonal Horizonte Medio 2-3. Los hallazgos de un fragmento de tapíz-kelim Recuay directamente asociado a una botella Moche I (Entierro 5 A-a, ibid.:57, 66; Fig.15a), dentro del entierro de un individuo sentado en posición flexionada, dieron un sustento adicional a los vínculos arriba mencionados: el pozo del entierro se encontraba en medio del recinto en la cima de una plataforma con abundante material Gallinazo. Bennett

Relacion Viru Moche

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  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    LAS RELACIONES VIR MOCHE:

    IDENTIDAD

    TECNOLGICA, PREFERENCIAS

    ESTILSTICAS E IDENTIDAD

    TNICA DE PRODUCTORES

    Y USUARIOS DE LA

    CERMICA

    Krzysztof Makowski Pontificia Universidad Catlica del

    Per

    1. Introduccin: definicin de la cultura Vir-Gallinazo.

    2. Interpretaciones. 3. Cronologa de la Costa Norte:

    nuevas evidencias. 4. Vir-Gallinazo y Moche en Piura. 5. Identidades tnicas y el papel

    poltico de la cermica decorada con motivos figurativos.

    6. Relaciones entre las iconografa Vir y Moche v/s el problema de la identidad tnica.

    7. Etnicidad y cultura material.

    1 INTRODUCCIN

    Los orgenes de las polmicas

    actuales acerca de cmo interpretar a las

    culturas-estilos Vir-Gallinazo y Moche-

    Mochica se encuentran, poca duda cabe, en

    los trabajos de Rafael Larco Hoyle (1945) y de

    Wendell C. Bennett (1939), as como de los

    miembros del Proyecto Vir, y en particular

    de William Duncan Strong y Clifford Evans Jr.,

    de Gordon R. Willey (1953) y de James A.

    Ford (1949, Ford y Willey 1949 a,b).

    Considero que, las culturas-estilos

    corresponden en primera instancia a

    sistemas clasificatorios, los que fueron

    creados a partir de metodologas diferentes

    a lo largo del ltimo siglo para ordenar la

    variabilidad tecnolgica, formal e

    iconogrfica con criterios de lo ms diversos.

    No se puede por ende intentar de responder

    a la pregunta si corresponden o no a un

    fenmeno social o poltico concreto en el

    pasado prehistrico sin analizar previamente

    la definicin con la que haban sido

    introducidos en la literatura del tema.

    Wendell Bennett (1939) ha sido el primero

    en demostrar a partir de los pozos de cateo

    en el complejo Gallinazo del valle de Vir que

    podra hablarse de una cultura regional

    relacionada con un particular estilo de

    cermica. Un alto porcentaje de material

    cermico, el 70.83% (ibid.:71), careca de

    decoracin a pesar de que la muestra

    provena tanto de contextos domsticos y

    ceremoniales, como de entierros. Sin

    embargo, el porcentaje restante revelaba

    obvias conexiones con Early Chimu Moche,

    y con Recuay, en menor grado con Epigonal

    Horizonte Medio 2-3. Los hallazgos de un

    fragmento de tapz-kelim Recuay

    directamente asociado a una botella Moche I

    (Entierro 5 A-a, ibid.:57, 66; Fig.15a), dentro

    del entierro de un individuo sentado en

    posicin flexionada, dieron un sustento

    adicional a los vnculos arriba mencionados:

    el pozo del entierro se encontraba en medio

    del recinto en la cima de una plataforma con

    abundante material Gallinazo. Bennett

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    concluye (ibid.: 75) que la posicin sugerida

    para Gallinazo en la secuencia cronolgica

    del valle de Vir es la entre los periodos Early

    Chim y Huaca de la Cruz Middle. El Periodo

    Epigonal, representado de manera poco

    densa en esta parte de la Costa Norte es

    probablemente contemporneo en parte con

    Gallinazo, a juzgar por pocos fragmentos

    encontrados en los cateos.1 Bennett

    (ibid.:146) ubica finalmente al material

    Gallinazo en su Middle Moche One, despus

    del periodo de la supuesta influencia de

    Recuay sobre la costa con el principal centro

    en el valle de Chicama, y antes de la

    presencia del Tiahuanaco costeo en Middle

    Moche Two. Las propuestas cronolgicas de

    Bennett pertenecen por supuesto slo a la

    remota historia de la arqueologa andina,

    pero sus observaciones sobre los potenciales

    vnculos estilsticos han guardado vigencia

    puesto que fueron confirmados por las

    investigaciones posteriores.

    Finalizada la segunda guerra mundial

    Rafael Larco (1945) publica un breve estudio

    con el que introduce el concepto de la

    cultura Vir. Sus conclusiones son algo

    contradictorias. Por un lado, demuestra con

    argumentos firmes que las culturas-estilos

    Mochica y Vir son plenamente

    contemporneas. Tan es as, que percibe

    1 The suggested position for Gallinazo in

    the chronological set-up of Viru Valley is then one

    between the Early Chimu and the Huaca de la

    Cruz Middle periods. The Epigonal period,

    although sparsely represented on this part of the

    North Coast is probably partly contemporaneous

    with Gallinazo, judging by the few trade

    fragments found in the pits. Furthermore, the

    Early Chimu Period, which the Gallinazo supplants

    in this section, was probably decadent.

    slo dos fases, cito la que denominamos

    auge coetnea con Mochica, y la

    decadente que sobrevive hasta la dominacin

    Tiahuanaco (Larco 1945:1). La recurrencia

    de botellas asa-puente Vir con formas

    escultricas Mochica I (Fig. ) y de otras

    botellas hbridas Vir-Mochicoide (Larco

    1945:9), as como de las botellas asa-estribo

    que imitan formas Mochica brind

    argumentos slidos a favor de esta

    cronologa. Por otro lado, Larco est

    convencido que el estilo definido a partir de

    una serie de botellas asa-estribo, asa-puente

    y cntaros cara-gollete o con aplicaciones

    escultricas en los hombros (Fig.),

    corresponde a un pueblo que si bien no ha

    experimentado, cito una gran expansin, es

    necesario anotar el admirable espritu de

    independencia que demuestran al sostener

    su religin, sus costumbres, y sus artes, no

    obstante la dominacin de otros pueblos.

    Esta conclusin se sustenta enteramente

    sobre los criterios estilsticos y en especial en

    la iconografa, pero entra en contradiccin

    con las evidencias antropolgicas, cito: no

    encontramos uniformidad en los crneos.

    Haba braquicfalos, mesocfalos y

    dolicocfalos. Tampoco hay uniformidad en

    la deformacin del crneo, aunque se

    observa frecuente propensin a efectuar

    deformaciones tabulares en la parte superior

    del occipital (Larco, ibid:3). El rea de

    hallazgos de cermica Vir registrada por

    Larco es efectivamente estrecha y se limita al

    valle bajo de Vir, y la margen izquierda del

    ro Santa. En otros dos valles como Chao y

    Chicama, dice Larco (ibid.:3) los cementerios

    son muy pequeos y el nmero de tumbas

    muy reducido. Larco (1948) modifica sus

    ideas tan slo tres aos ms tarde en la

    influyente Cronologa de la Costa Norte.

    Bajo la influencia de las discusiones con los

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    miembros del Proyecto Vir en su hacienda

    Chicln (Willey 1946) ubica ahora a todas las

    formas de cermica Vir que carecen de

    nexos con el estilo Mochica en la fase final

    del Periodo Formativo. Larco sigue pensando

    que el estilo Vir sobrevivira el avance de la

    cultura Mochica pero slo en la primera fase

    del desarrollo de esta ltima. Interesado en

    sustentar con argumentos materiales los

    orgenes del estilo Mochica como producto

    de la fusin creativa de experiencias de los

    alfareros Cupisnique y Salinar, el estudioso

    precursor de la arqueologa de la Costa Norte

    considera ahora que el particular estilo Vir

    de Chicama, en el que se mezclan las

    influencias de Vir y de Salinar, es

    contemporneo con el nacimiento del estilo

    Mochica al inicio de su Periodo Auge.

    Ford y Willey (1949 a,b), y Strong y

    Evans (1952) han reconocido que las piezas

    en el estilo Vir de Larco se clasifican dentro

    de las fases que denominaron Gallinazo,

    mientras que las vasijas Mochica III, IV y V en

    su fase Huancaco. Sin embargo, las

    diferencias metodolgicas y conceptuales

    entre las dos propuestas son abismales. Los

    investigadores norte-americanos clasificaron

    los fragmentos procedentes de

    prospecciones y de cateos de prueba

    excavados por niveles arbitrarios,

    priorizando las variables de color y de

    textura de pasta, as como las caractersticas

    de acabado de superficie. Posteriormente,

    compararon los fragmentos con las piezas

    enteras, en especial con la coleccin Larco.

    Los grupos clasificatorios (taxones) fueron

    sometidos luego a un doble anlisis, el de

    recurrencia en sitios y niveles excavados, y

    estadstico, en cuanto al nmero de

    fragmentos correspondientes a cada unidad

    de recoleccin. Los resultados fueron

    procesados por medio de una matriz de

    abundancia. Es menester recordar que las

    fases respectivas Gallinazo y Huancaco, al

    igual que otros segmentos de la secuencia no

    guardan relacin necesaria y directa con

    cambios culturales, como variaciones

    estilsticas, iconogrficas o modificaciones

    relevantes en los comportamientos

    funerarios, ni menos con evidencias crneo-

    mtricas. Es ms, la seriacin hecha con

    estos criterios permite dibujar el cuadro de

    una pronunciada continuidad tecnolgica.

    Las fases se definen simplemente como

    periodos en los que ciertas unidades

    clasificatorias estn muy bien representadas

    numricamente mientras que la recurrencia

    de otras est en ascenso o en declive. En el

    caso de Gallinazo, el segmento de la

    secuencia seriada denominado Gallinazo se

    define (Strong y Evans 1952:260-326):

    - como el periodo de declive de

    Puerto Moorin White-on-Red;

    - como periodo de auge de

    Huacapongo Polished Plain (Fig.);Sarraque

    Cream (Fig ); Gloria Polished Plain (Fig.

    );Castillo Plain (Fig.Queneto Polished Plain

    (Fig. ); Valle Plain (Fig. );

    - como el periodo del origen del

    escasamente representado Vir Plain (Fig. );

    - como el periodo de ascenso e inicio

    del auge del Tomaval Plain;

    - como el periodo de ascenso de

    Gallinazo Negative y de Carmelo Negative

    (Fig. );

    - por el ascenso del Castillo Modeled

    (Fig. ), que aparece en Salinar Tardo; este

    taxn esta compuesto por Castillo Plain

    (61.2%), Sarraque Cream (19.6%),

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    Huacapongo Polished Plain (6.19%) y

    Gallinazo Negative (6.19%);

    - por la recurrencia del Castillo

    Incised (Fig. ) compuesto en 83.4% por las

    pastas de Castillo Plain, 11.8% de

    Huacapongo Polished Plain, 1.47% de

    Sarraque Cream, 0.735% de Queneto Plain,

    1.47% de Gloria Polished Plain y 1.1% de

    Puerto Moorin Incised Red;

    - por la recurrencia del escasamente

    representado Gallinazo Broad-line incised.

    En esta secuencia seriada Strong y

    Evans han corregido el error de Ford (1949),

    quin inicialmente haba invertido la

    secuencia Gallinazo-Huancaco en su matrz

    de abundancia, y ha ubicado los

    componentes Gallinazo-Vir despus de la

    secuencia Huancaco-Moche. Luego de la

    correccin quedo en claro que el origen de

    todas las unidades clasificatorias recurrentes

    en el Periodo Gallinazo se sita en los

    segmentos finales de Salinar, y que tambin

    todas conservaran su popularidad durante el

    Periodo Huancaco, por lo menos en el mismo

    grado que en la secuencia correspondiente a

    la segunda mitad del Periodo Gallinazo. El fin

    del Periodo Gallinazo se define por la

    presencia significativa de la cermica

    decorada en el estilo Mochica, llamada

    Huancaco Red and White, Huancaco Red,

    White and Black, Huancaco Polished Black,

    as como de la cermica Vir Plain. Algunas

    formas de la cermica llana apareceran

    tambin de manera exclusiva en el Periodo

    Huancaco, pero con un nmero mnimo de

    fragmentos. Esta desproporcin entre la

    recurrencia de formas utilitarias y las formas

    potencialmente ceremoniales con la

    decoracin figurativa y/o acabado fino llama

    poderosamente la atencin. En el Periodo

    Huancaco las botellas, los floreros, los

    cancheros, los cntaros chicos y medianos,

    con el engobe y la decoracin pintada y/o

    escultrica, igualan e incluso superan a las

    formas utilitarias y no decoradas, mientras

    que en el periodo previo, el Gallinazo-Vir,

    constituan un porcentaje siempre menor de

    aproximadamente 10%.

    El estudio pionero de Willey (1953)

    sobre los patrones de asentamiento en el

    valle de Vir con la cronologa de Ford en la

    mano constituye el ltimo y decisivo paso en

    la construccin de la hiptesis acerca de las

    relaciones entre periodos-estilos Gallinazo-

    Vir y Huancaco-Mochica. Comparando la

    complejidad de obras pblicas en ambos

    periodos con los antecedentes Puerto

    Moorin-Salinar, Willey (ibid.: 396, 397)

    concluye: Los complejos sistemas de riego,

    que se extienden entre las bocatomas en

    Huacapongo alto y bajan hacia la costa

    pudieron haber funcionado slo gracias a

    mecanismos perfectamente coordinados de

    gestin. Los proyectos colosales de

    construccin de edificios en este mismo

    Periodo Gallinazo Tardo han requerido de un

    gobierno fuerte y centralizado o de una

    confederacin que haba funcionado de

    manera sorprendentemente eficiente y haya

    logrado tejer lazos densos de

    interdependencia Los primeros centros

    poblados extensos datan del Periodo

    Gallinazo Dichos sitios han tenido carcter

    urbano, a pesar de que carecen de diseo

    planificado como Chanchan La

    organizacin espacial de asentamientos y los

    tipos arquitectnicos permanecen los mismos

    en el Periodo Huancaco, sin cambios respecto

    a la fase previa de Gallinazo Tardo. El sitio

    de Huancaco, de extension inusual, el que

    tiene apariencia de impresionante Montculo

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    Piramidal con un complejo palaciego

    adosado, es probablemente la capital del

    valle unificado bajo un solo mando durante

    este periodo. La presencia de los mecanismos

    de control por un poder central se desprende

    tambin del arte del Periodo Huancaco, el

    que se puramente Mochica. Como la cultura

    Mochica se origina y se desarrolla en los

    valles de Chicama y Moche al norte, su

    brusca aparicin en el valle de Vir, como un

    estilo maduro, difcilmente puede atribuirse a

    un desarrollo local o a prstamos graduales.

    En la cermica decorada proveniente de

    entierros del Periodo Huancaco, el viejo estilo

    Gallinazo ha sido completamente

    remplazado por vasijas Mochica; y en ciertas

    fortificaciones del Castillo Gallinazo la

    cermica mochica fue encontrada en niveles

    sobrepuestos sobre las capas del Periodo

    Gallinazo. Las implicancias de este cambio

    abrupto van ms all de una simple

    modificacin cultural; significan la expansin

    poltica mochica hacia el sur, hacia el valle de

    Vir. En el Periodo Huancaco Vir se

    convierte en la provincial del estado multi-

    valle. (Willey 1953:396,397; traduccin

    K.Makowski)2.

    2 The complex irrigation systems,

    extending from the canal intakes high in the

    Upper Huacapongo down to the coast, could have

    functioned only under a closely coordinated

    management. The mammoth buildings projects of

    this same Late Gallinazo Period also demanded a

    strong, centralized government or a tightly knit

    and amazingly smooth-running confederacyThe

    first large population centers in the Valley date

    from the Gallinazo PeriodSuch sites were urban

    concentrations, although the differ in lack of plan

    form the urban centers of the late periods of Per,

    such as Chanchan Settlement organization and

    architectural types remain much the same in the

    De este modo hace ms de

    cincuenta aos, entre 1948 y 1953, se han

    introducido en la literatura del tema tres

    modos de interpretar las relaciones entre

    Vir-Gallinazo y Moche-Mochica, diferentes

    pero emparentados por la idea que el estilo

    de cermica es un indicador segura de la

    identidad tnica, a saber (Fig. ):

    Larco: Vir =

    dimensin tnica, competidores y sbditos

    de los Mochica

    Ford, Strong y Evans: Gallinazo =

    dimensin temporal, antecedente de Moche

    Willey: Gallinazo-Vir =

    dimensin poltica, del estado o de la

    confederacin de macro-

    Huancaco Period as they did in the Late Gallinazo

    phase. The unusually large site of Huancaco,

    which has the appearance of an impressive

    Piramid Mound joined to a palace complex, is the

    most probable capital for a unified Valley

    command during the period. Their presence and

    control is implied in the art style of Huancaco

    Period which is pure Mochica. As Mochica culture

    had its rise and development in the Chicama and

    Moche Valleys to the north, its sudden presence in

    the Vir Valley, as represented by the fully

    developed style, can hardly be attributed to local

    development or even gradual borrowing. In the

    decorated grave pottery of the Huancaco Period,

    the old Gallinazo styles have been completely

    replaced by the Mochica ware; and at some of the

    Gallinazo Castillo Fortifications Mochica ceramics

    are found overlying those of the Gallinazo Period.

    The implications behind this abrupt change are

    more than those of cultural replacement; they

    signify political expansion of the Mochica,

    southward , into Vir. In the Huancaco Period Vir

    becomes a province in a multi-Valley state.

    (Willey 1953: 396, 397).

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    cacicazgos enfrentada y finalmente

    subyugada por los

    habitantes del vecino valle de

    Moche.

    2 INTERPRETACIONES

    Estas tres maneras de entender las

    relaciones Gallinazo-Vir con Moche-

    Huancaco-Mochica han marcado la discusin

    sobre el tema hasta nuestros das, puesto

    que cada uno de los puntos de vista ha

    ganado nuevos partidarios entre los

    estudiosos de la costa norte prehispnica. La

    propuesta de Ford, Strong y Evans se ha visto

    fortalecida por los hallazgos del proyecto del

    Valle de Moche Chanchan dirigido por

    Michael Moseley. Theresa Topic (n.d.1977:

    51-128, 138) ha registrado una ocupacin

    Gallinazo en la considerable profundidad

    entre 3.05 y 5.60 m., debajo de los niveles

    con la cermica Mochica en el norte y oeste

    del extenso de descampado que se extiende

    entre las Huacas del Sol y de la Luna. Cinco

    cementerios alrededor de la Huaca del Sol se

    asociaban al asentamiento (Fogel n.d. 1993:

    165). El ro pasaba posiblemente cerca del

    lmite del asentamiento. Asimismo, los

    productores de la cermica Gallinazo

    parecan haber sido los responsables (Topic

    1982:160) de la construccin del extenso

    asentamiento fortificado en el Cerro Orejas

    (Topic 1982:260), similar a los Castillos de

    Sarraque, Tomaval, Vir Viejo y San Juan

    (Fogel n.d.1993:136). Otro sitio con

    caractersticas defensivas fue localizado en el

    Cerro Pasqueda (ibid.: 166,167). Sin embargo

    se ha identificado tambin asentamientos

    como la Huaca Chica y la Huaca Estrella, un

    complejo de patios, plataformas y recintos

    techados con una extensin de 4,200 m2

    (loc.cit.). Cabe enfatizar que los contextos

    funerarios con la cermica Vir-Gallinazo

    cuentan tambin con las piezas Moche I, II, y

    el estilo hbrido Gallinazo-Moche (Topic n.d.

    128-132). De este modo la secuencia

    propuesta por Larco (1948): Salinar Vir-

    Gallinazo Vir- Gallinazo/Mochica

    anaranjado/Mochica I Mochica II-V pareca

    confirmarse con evidencias estratigrficas

    procedentes de excavaciones sistemticas.

    Las prospecciones emprendidas por

    David J.Wilson (1988) en los valles bajos de

    Santa y Casma han contribuido tambin en

    fortalecer el escenario propuesto por los

    miembros del Proyecto Vir con nuevas

    evidencias. Wilson no slo us la

    metodologa de registro de sitios de Willey, y

    hasta cierto punto sus criterios tipolgicos,

    sino tambin la cronologa de Ford, Strong y

    Evans. Hay, sin embargo, una diferencia

    metodolgica sustancial entre ambos

    procedimientos. Wilson (ibid.:66-72) no ha

    credo conveniente crear su propia matrz de

    abundancia, y a partir de ella proponer un

    cuadro cronolgico local para cada uno de

    los valles prospectados. Tampoco busc un

    fundamento estratigrfico para su

    propuesta. Su cronologa se fundamenta en

    la comparacin entre el material proveniente

    de los sitios que el crea mono-componentes

    en Santa y Casma, y los dibujos y fotografas

    con las que Ford, Strong y Evans haban

    ilustrado su cronologa del valle de Vir. Por

    consiguiente, la tipologa formal y algunos

    rasgos de acabado adquieren el peso

    decisivo como variables diagnsticas. Por

    ejemplo el Early Suchimancillo se define por

    medio de 6 tipos de cuencos (bowl), 11 tipos

    de cntaros (jars), caras escultricas de

    animales modelados sobre los hombros de

    los cntaros, la decoracin blanco y naranja

    sobre rojo (White-and-Orange /Redware) y la

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    cermica de caoln (kaolin ware). Cuencos

    decorados de lneas bruidas se proyectan

    hacia el Early Suchimancillo desde el periodo

    anterior Vinzos-Puerto Moorin-Salinar. El

    ndice de vnculo estilstico-formal con la

    sierra es particularmente alto: 65%. En el

    Late Suchimancillo (Wilson, op.cit.:67,68) son

    diagnsticos 5 tipos de cuencos, 11 tipos de

    cntaros, tringulos de puntos incisos en los

    bordes de cntaros, banda ancha blanco

    sobre rojo, caras humanas y animales, as

    como kaolin ware. El ndice de vnculos

    estilstico-formales con la sierra baja hasta

    30%. Como en la cronologa del Proyecto

    Vir, Puerto Moorin-Salinar-Vinzos y

    Gallinazo-Suchimancillo-Vir se caracterizan

    esencialmente por las formas y escasas

    decoraciones de la cermica utilitaria llana,

    con formas predestinadas para almacenar,

    cocer y servir lquidos y slidos. En cambio, el

    periodo subsiguiente el Guadalupito-

    Huancaco-Mochica IV-V est caracterizado

    por formas y decoraciones de cermica fina

    de clara funcin ceremonial que comprende

    tambin algunas formas utilitarias como

    cntaros chicos y medianos: 1 tipo de

    cuenco, 3 tipos de cntaros, vasos

    acampanados, decoraciones figurativas y

    geomtricas Blanco sobre Rojo, Rojo sobre

    Blanco, huacos-retrato, representaciones de

    la deidad Moche con colmillos, golletes

    caractersticos para las botellas asa-estribo

    Mochica. La perfecta coccin oxidante que se

    expresa en el color rojo-ladrillo y la

    confeccin por medio de molde son tambin

    diagnsticas para el periodo. Wilson observa

    asimismo que si bien hay semejanzas en

    cuanto a los colores utilizados en la

    decoracin y en el diseo, hay diferencias

    sustanciales en cuanto al nmero y al

    repertorio tipolgico de motivos presentes

    respectivamente en el conjunto que procede

    de cada valle. Ello sugiere, entre otros, que la

    cermica fue producida localmente, aunque

    los alfareros seguan de cerca los patrones

    Moche (ibid.:69)3.

    A partir de la densidad poblacional

    inferida, de la supuesta rea de cultivo de

    maz, de la complejidad y tamao de centros

    poblados, Wilson (1988:296-345) infiere,

    como lo ha hecho Willey, que recin en el

    Periodo Guadalupito-.Huancaco-Moche el

    valle de Santa fue incorporado en un estado

    multi-valle cuya capital se encontraba en el

    valle de Moche. No obstante, el Periodo

    Suchimancillo-Gallinazo-Vir se caracterizaba

    tambin por un complejo patrn de

    asentamientos con cuatro niveles

    jerrquicos, y por una red de riego. La

    propuesta se fundamenta en la historia de

    estilos cermicos locales y regionales, as

    como en las evidencias iconogrficas, en

    particular las escenas de combates y las

    imgenes de personajes con trajes de

    guerreros sentados al interior de audiencias

    o/y en la cima de estructuras escalonadas

    con rampa de acceso. Wilson las interpreta

    como testimonios de que una autoridad

    central vestida como guerrero del valle de

    Moche estuvo capaz de organizar guerras de

    conquista y someter pueblos aledaos. El

    razonamiento se sustenta tambin en los

    3 that while there are similiraties with

    respect to colors used in decoration (e.g. white,

    cream and red) and design features, there is also

    substantial variability in the number and types of

    specific motifs presents in the assemblages of

    each of the valleys. Among other things this

    suggests that ceramics were produced locally for

    the most part during this period, even though

    potters clearly followed Moche canons rather

    closely. (Wilson 1988:69).

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    ndices de semejanza resultantes del cluster-

    anlisis con el uso del coeficiente (coefficient

    of agreement) Brainerd-Robinson. Durante

    el Periodo Suchimancillo, las muestras de

    cermica de la parte alta del valle ostentan

    ndices altos de semejanza (132.1 150.2), lo

    que est interpretado como seal de

    relaciones pacficas entre las comunidades

    agrcolas que forman parte del mismo

    seoro complex-chiefdom. En cambio, la

    distancia se incrementa drsticamente (33.5)

    al comparar las muestras de la cermica

    procedente de dos mrgenes opuestos en el

    valle bajo. Esta situacin cambia en el

    Periodo Guadalupito, y an ms en los

    periodos posteriores en los que se supone

    que la distribucin de la cermica haya

    estado en parte controlada por el estado: los

    ndices de semejanza entre las muestras del

    valle alto, medio y bajo poseen ndice altos

    que oscilan entre 117.8 (valle alto-valle

    medio) y 148.0 (valle medio-valle bajo).

    Wilson se sirve asimismo del argumento de

    la observacin de Kroeber (1944:126) sobre

    el reducido nmero de formas bsicas que

    caracterizan al estilo Mochica en contraste

    con la notable variabilidad local derivada de

    la creatividad ilimitada de alfareros, en las

    pocas anteriores. El estado Mochica habra

    impuesto sus normas y estndares.

    Curiosamente no se percata que estas

    formas bsicas se relacionan con recipientes

    chicos y medianos para servir y manejar

    lquidos las que no hubieran podido sustituir

    funcionalmente a ollas y cntaros, tan tpicos

    para la cermica Suchimancillo-Gallinazo.

    En dos inditas tesis sucesivas de

    maestra, y de doctorado, Heidy Fogel (1987,

    1993) ha hecho una revisin del material

    Vir-Gallinazo proveniente de las

    excavaciones y prospecciones sistemticas

    en los valles de Vir, Moche y Santa. La

    revisin crtica de los resultados de sondeos

    estratigrficos de Bennett a partir de la

    documentacin de campo y a partir del

    anlisis del material cermico (Fogel 1987)

    constituye el punto de partida. La estudiosa

    logra definir tres fases consecutivas

    Gallinazo Temprano, Medio y Tardo que

    difieren sustancialmente tanto de las

    propuestas de Ford, Strong y Evans, como de

    la de Wilson. A diferencia de estas ltimas las

    fases estn constituidas a partir del

    seguimiento de relaciones estratigrficas

    entre pisos, recintos y entierros de los cateos

    de Bennett.

    La secuencia de Fogel tiene desde

    nuestro punto de vista dos debilidades. En

    primera instancia su fase Gallinazo

    Temprano esta definida a partir de un

    nmero muy reducido de fragmentos

    (muestras 588, 589, 591, Unit V59B, south

    room, levels c,d, and north room, level e ;

    muestra 612, Unit V-157 a, room B, level e;

    muestras 615-617, Unit V-257A levels b-d ) y

    an menor de rasgos considerados

    diagnsticos. Los niveles ms bajos con esta

    cermica provienen de niveles con

    estructuras construidas con adobes

    esfricos, tapial y adobes de gavera de caa.

    En cambio, la arquitectura de los niveles

    sobrepuestos con la cermica Gallinazo

    Medio y Tardo posee muros construidos

    exclusivamente con adobes que poseen

    marcas de caa. La fase est definida slo

    por tres subtipos de cntaro mediano y chico

    con cuello recto divergente, un ejemplo no

    muy diagnstico de tazn-rallador, un borde

    engrosado de olla sin cuello y un fragmento

    tampoco diagnstico de base pedestal (Fig.).

    El carcter poco diagnstico de esta muestra

    impide una comparacin convincente con el

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    material procedente de otros valles. No est

    clara tampoco la real distancia cronolgica

    en el trmino de aos cronolgicos entre los

    niveles sobrepuestos atribuidos a la fase

    temprana y media. Otro problema consiste

    en el hecho de que la investigadora no hace

    seguimiento sistemticos asociados a

    Gallinazo en las colecciones de los valles de

    Moche, Vir y Santa, y en particular, Recuay

    y Moche Temprano. Tampoco toma en

    cuenta las fechas C 14 relacionadas con la

    presencia respectiva de estos estilos. Fogel

    (1993:164-165) est convencida, a pesar de

    varias evidencias en contra, que el Mochica I

    de Larco se origina al final de su fase Late

    Gallinazo4. Sugiere tambin la posibilidad

    que las fases Moche I y II formaban parte de

    lo que ella llama estilo transicional Gallinazo-

    Moche, y por ende no se debera

    considerarlas como fases autnomas

    (ibid.:237). Ello est en concordancia con su

    tesis central, a saber: un fuerte centro

    poltico expansivo con la capacidad de

    someter a las valles vecinas se forma durante

    4 Fogel (1993:164) cita hallazgos de

    Teresa Topic en los sondeos al pie de la Huaca de

    la Luna, con las evidencias de plataformas,

    recintos alargados y plazas, as como de entierros

    con la cermica Moche I y II.

    Uno de los entierros del cateo 1 contena

    dos vasijas Moche I y una hbrida Gallinazo-

    Moche. El otro del cateo 4 una sola botella

    Moche III. Segn ella One could posit that these

    Moche I and II vessels were intrusive, and the

    first two phases of the Moche sequence were

    extant elsewhere. One could also propose that

    the Moche I and II phases were actually ceramic

    forms that where part of a terminal Gallinazo III

    phase, similar hybrid vessels have been found in

    the Vir Valley (Collier 1953).

    la fase Gallinazo Medio en el valle Vir. Las

    supuestas evidencias de conquista del valle

    de Moche (ibid.:204-209) provienen de esta

    misma fase media y estn constituidas por

    cementerios y asentamientos. En la fase

    Gallinazo Tardo se agrega a ella la

    arquitectura pblica de adobe en gavera de

    caa excavada en Cerro Orejas (K5737) y

    posiblemente presente debajo de la Huaca

    del Sol.

    Tambin a fines de los 80 se lleva a

    cabo el primer proyecto de excavaciones

    sistemticas a mediano plazo en el Alto Piura

    que contaba con varias lneas paralelas de

    investigacin a cargo de Jean Guffroy, Peter

    Kaulicke y Krzysztof Makowski. Makowski (en

    Guffroy,Kaulicke, Makowski 1989:123) se ha

    propuesto elucidar las relaciones entre los

    mltiples estilos, locales y potencialmente

    forneos, presentes en este valle en el

    Periodo Intermedio Temprano. Gracias a

    generosas becas consecutivas del CONCYTEC

    que nos fueron concedidas a ttulo personal,

    hemos realizado excavaciones en el Cerro

    Vics y en Pampa Juarez, sitios contiguos con

    los ms importantes cementerios

    depredados por los huaqueros en los que

    fueron destruidos entierros con la cermica

    Moche Temprano y Vir- Gallinazo (Fig.).

    Paralelamente hemos realizado, junto con el

    grupo de nuestros alumnos (Amaro 1994,

    Murro Ms, Elespuru Ms, Makowski, Amaro,

    Elespuru 1994) el registro y el anlisis

    sistemtico de piezas de cermica en estos

    mismos estilos provenientes de las

    excavaciones de Guzmn y Casafranca, as

    como sin procedencia, en las colecciones

    pblicas y privadas (Makowski et al. 1994).

    Los resultados fueron coincidentes con los

    que provenan de las excavaciones de la

    arquitectura monumental Vics, Moche-

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    Gallinazo (Kaulicke 1991, 1992, 1993) en

    cuanto a la cronologa relativa respaldada

    por slidas evidencias estratigrficas.

    Componentes diagnsticos de Gallinazo-Vir

    como la arquitectura de tapia y la tpica

    cermica con estrechos paralelos en los

    valles de Vir y de Jequetepeque aparecen

    bruscamente en los niveles estratigrficos

    sobrepuestos a los niveles con la

    arquitectura y la cermica Vics-Vics de la

    fase ms temprana en el desarrollo de este

    ltimo estilo. Los fragmentos diagnsticos de

    botellas y cancheros en estilo Moche se

    asocian directamente al material Vir-

    Gallinazo en los contextos primarios y niveles

    de ocupacin no alterados. Cabe enfatizar

    que el estilo Vics se desarrolla

    paralelamente al estilo Moche y Vir-

    Gallinazo durante toda la secuencia del

    Periodo Intermedio Temprano, a juzgar por

    las fechas C14, asociaciones directas y

    frecuentes prstamos (Makowski et al. 1994,

    passim). A partir de estas evidencias, y de la

    evaluacin de las caractersticas objetivas y

    de consenso, las que posee la cultura Moche,

    Makowski (op.cit.: ; 2004) ha desarrollado la

    siguiente propuesta interpretativa. Entre las

    fases Vics-Vics (Tamarindo A de Kaulicke

    1991) y Vics-Moche Temprano (200-500

    d.C.; Tamarindo B y C1 de Kaulicke 1991)

    ocurre un importante cambio en la secuencia

    ocupacional del Alto Piura: se hacen

    presentes poblaciones que producen y usan

    la cermica mayormente utilitaria en el estilo

    Gallinazo-Vir y asimismo la cermica fina,

    ceremonial en el estilo Mochica Anaranjado,

    Mochica I, II as como algunas variantes de III

    de Larco. Estas poblaciones someten a los

    habitantes locales lo que se desprende del

    lugar privilegiado que ocupan las

    construcciones en estilo Moche y los

    entierros como los de Loma Negra o de la

    Huaca de la Cruz en medio de las

    construcciones y entierros Vics. Lo mismo

    se desprende del anlisis de la evolucin del

    estilo Vics y en particular de su iconografa.

    Tambin en 1994 Shimada y

    Maguia (1994) propusieron una

    interpretacin diferente de las relaciones

    entre Vir-Gallinazo y Moche, en la que

    retomaron el punto de vista inicial de Rafael

    Larco. Segn ellos, cada uno de los estilos

    corresponde a otro grupo tnico coexistente

    en el amplio territorio de la cultura Moche. El

    estilo Gallinazo-Vir correspondera

    asimismo a la poblacin sometida por las

    elites usuarias de la cermica fina Mochica.

    Los autores citados demuestran de manera

    convincente que ambos estilos son

    coetneos y se encuentran presentes en los

    mismos contextos desde la secuencia inicial

    de la cultura Moche hasta sus fases tardas.

    3 CRONOLOGA DE LA COSTA

    NORTE: NUEVAS EVIDENCIAS.

    En la luz de las nuevas evidencias

    acumuladas durante los ltimos diez aos se

    ha hecho imperativo introducir importantes

    modificaciones en la cronologa de la costa,

    las que afectan tambin en buena parte la

    problemtica de las relaciones entre

    Mochica-Huancaco y Vir-Gallinazo. En

    primera instancia qued en claro que los

    rasgos morfolgicos de la botella asa-estribo

    Mochica I y II pueden ser considerados

    plenamente contemporneos con los

    Mochica III. Asimismo no existen evidencias

    firmes que respaldaran la existencia de la

    fase II en los trminos ocupacionales, de

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    desarrollo cultural. Los argumentos

    provienen tanto de los contextos

    estratificados de la Huaca de la Luna (Fogel

    1993, Kaulicke 1992), del Brujo (Franco,

    Galvez y Vsquez 2003:157, 158), de

    Huancaco (Bourget 2003) como de

    conjuntos de materiales de entierro con

    fechas C 14 plenamente confiables como los

    de Dos Cabezas (Donnan 2003) y de

    Pacatnamu (Ubbelohde-Dering 1966:

    23,24). Si bien entonces se puede afirmar

    que algunos rasgos estilsticos relativamente

    arcaicos, en la morfologa de vasijas y en la

    pintura de lnea fina con golletes I y II, se

    asocian con el origen mismo del estilo

    Mochica (Donnan y Mc Clelland 1999), no es

    menos cierto que la presencia de estos

    mismos rasgos no basta para atribuir la pieza

    a las fases iniciales de la secuencia

    cronolgica. Hay tres aspectos objetivos que

    hacen difcil la correccin definitiva de la

    cronologa a partir de los contextos

    estratificados, a saber: las cmaras

    funerarias fueron frecuentemente re-

    abiertas en diferentes pocas para sepultar

    nuevos cuerpos o extraer los anteriores y

    redepositarlos en otro lugar junto con parte

    de ajuar (vg. Franco, Galvez y Vsquez

    2003:163-165); las piezas de cermica ms

    antiguas pueden ser usadas como ofrenda en

    los entierros posteriores (Hecker y Hecker

    1992); los materiales diagnsticos en la

    arquitectura ceremonial monumental como

    la de la Huaca Cao Viejo provienen a menudo

    de las deposiciones segundarias en rellenos y

    sellos5. A pesar de estas limitaciones resulta

    5 La asociacin del material cermico

    ms temprano procede de un contexto de relleno

    correspondiente a la capa D, niveles 1 y 2 de la

    parte baja del frontis oeste. De la muestra de

    claro que los contextos primarios con la

    cermica que posee los rasgos de las fases

    morfolgico-estilsticas Mochica I, II y III de

    Larco (1948) subyacen, salvo excepciones

    relacionadas con las causas que acabamos de

    citar, debajo de los que contienen vasijas

    estilsticamente IV y V. Las fechas C 14

    asociadas con una sola sigma, y previa

    calibracin, sugieren que el Periodo Mochica

    Temprano dura aproximadamente entre 200

    y 500 d.C., mientras que el Periodo Mochica

    Tardo entre 500 y 800 d.C. La situacin

    observada en dos principales centros

    ceremoniales y urbanos de la cultura

    Mochica en los valles de Moche y Chicama,

    los resultados de los Proyectos Alto Piura,

    Sipn y Dos Cabezas respaldan a mi

    modo de ver plenamente esta conclusin.

    Cabe enfatizar que el material cermico Vir-

    Gallinazo no slo est siempre asociado con

    el Mochica en este primer periodo, sino que

    constituye 80% o 90% de cada muestra

    registrada durante excavaciones

    sistemticas. La proporcin porcentual se

    invierte en los contextos funerarios, en

    particular los de la alta elite mochica

    (Donnan 2003).

    Las novedades en el campo de

    cronologa invitan a realizar una

    reconsideracin de las influyentes

    propuestas de Willey (1953). Bourget (2003)

    2,188 fragmentos, 146 son diagnsticos,

    incluyendo tiestos Mochica I y del estilo

    Gallinazo. Todo este material formaba parte del

    relleno de viviendas o recintos residenciales que

    estaban anexos al lado oeste del edificio, los

    cuales haban sido sellados con un grueso piso

    (Franco, Galvez y Vsquez 2003:157).

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    ha reunido pruebas que la supuesta capital

    Mochica y el sitio-epnimo de la fase,

    Huancaco, cuyo componente arquitectnico

    principal, el castillo fue abandonado en los

    siglos VI o VII d.C. de acuerdo con 3 fechas

    C14 calibradas, no guarda relaciones directas

    con la cultura del valle de Moche, por lo

    menos en cuanto a la cermica burda y fina.

    La nica botella estilsticamente Moche es de

    la fase I y se parece a la que registra Bennett

    (1939, Fig.15) en su entierro n5 del grupo

    Gallinazo. La arquitectura del palacio es

    similar a la que se encuentra en los valles de

    Moche y Chicama, tanto en cuanto al sistema

    constructivo, la organizacin del espacio

    dividido en plazas y ambientes techadas

    dispuestas en tres niveles ascendentes, el

    sistema de entradas restringidas, como la

    pintura mural. Cabe enfatizar que las

    evidencias de la Huaca de la Cruz tampoco

    sustentan necesariamente la propuesta de

    Strong y Evans (1952:192-203) y Willey

    (loc.cit.) sobre la expansin militar del estado

    Mochica Sur en sus fases medias, Mochica III

    y IV que conlleva inmediatamente a

    implementar un eficiente sistema de control

    territorial de todo el valle bajo y medio.

    Mogrovejo (1995:42-55) observa con razn

    que tanto Bennett (1939: 31,32,34,50) como

    Strong y Evans (1952:192-203) registraron

    asociaciones directas entre la cermica

    Mochica I y II y los niveles con la arquitectura

    y la cermica Gallinazo. El caso ms flagrante

    es el de entierro G11 A de Bennett (loc.cit. y

    Fig.7) que contiene dentro de la misma

    cmara los botellas y cntaros con rasgos

    formales y de diseo decorativo recurrentes

    en las fases I, II y en menor parte III de Larco

    (1948).

    Nuestras propias investigaciones

    realizadas con Milosz Giersz en el valle de

    Culebras, en la frontera Sur del rea mochica

    proporcionan argumentos adicionales para la

    revisin de la influyente cronologa del

    proyecto Vir. Durante las temporadas 2003

    y 2004 en Quillapampa hemos excavado un

    conjunto residencial de elite y ceremonial

    mochica. La estructura de trazo ortogonal se

    distribuye en varias terrazas ascendentes en

    la cima de una loma de arena elevada sobre

    el fondo del valle en un lugar de ubicacin

    estratgica. Quillapampa se encuentra en el

    camino (Fig. ) desde Paamarca en Nepea

    hasta Huarmey y controla visualmente un

    amplio segmento del valle de Culebras. Los

    muros de contencin son de piedra y las

    edificaciones en la cima de las terrazas son

    hechas de quincha. Los techos estuvieron

    adornados con porras de cermica. Un

    sistema laberntico de accesos parcialmente

    expuesto durante los trabajos llevaba a la

    cima. Hemos descubierto tambin una

    cmara de adobes paralelippedos de gavera

    lisa construida en relacin con los trabajos de

    ampliacin del edificio. Su contenido fue

    completamente alterado por la actividad de

    los huaqueros, pero se ha podido recuperar

    parte del ajuar rico con adornos de cobre

    dorado y abundante material cermico fino

    Mochica III (Fig. ). Los perfiles de la unidad

    que contiene la cmara dieron una buena

    informacin sobre la secuencia cronolgica.

    La cmara se asocia al segundo de tres pisos

    sucesivos que se extienden en los ambientes

    de la cima. La construccin y el primer piso

    se relacionan con los fragmentos Gallinazo

    blanco sobre rojo y negativo y Mochica, rojo

    sobre crema. Debajo del edificio que

    correspondera al Periodo Mochica

    Temprano (200 500 d.C.) hay un nivel con

    arquitectura de quincha relacionado con la

    cermica del fin de Horizonte Temprano

    decorada con crculos con punto y tringulos

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    rellenos de incisiones. La cermica Mochica y

    Gallinazo-Vir de Quillapampa (Fig.: cermica

    conservada en las casas) es similar a la que

    se asocia a las primeras fases de ampliacin

    de la Huaca Cao Viejo y tambin de la Huaca

    de la Luna. Sin embargo las caractersticas

    particulares de la pasta y de engobe de la

    mayora de piezas sugiere que estas fueron

    producidas localmente. La presencia de la

    residencia de elite de esta envergadura con

    entierros de cmara demuestra que las

    poblaciones identificadas plenamente con la

    cultura Mochica, con sus ritos e iconografa

    controlaban la ruta desde Nepea hasta

    Huarmey desde las fases tempranas. Por

    cierto habra que re-evaluar el papel de la

    produccin de la cermica ceremonial en la

    vida poltica del Periodo Intermedio

    Temprano. Los resultados de nuestros

    trabajos en Piura, en el otro extremo del

    mundo Moche ayudan a aproximarnos a

    este complejo problema.

    4 VIR-GALLINAZO Y MOCHE EN

    PIURA.

    La ocupacin Moche en el la

    cuenca del ro Piura tiene el carcter de una

    enclave en medio de la ms importante

    entre las rutas de trueque a larga distancia

    que atravesaban los Andes, la de Spondylus

    sp., Conus sp. y Strombus sp. (Hocquenghem

    1991). En los primeros siglos de nuestra era

    el ingreso hacia el camino de la sierra que

    atraviesa Loja estuvo bajo control de

    poblaciones vinculadas culturalmente con el

    rea nor-andina. Sus elites han tenido acceso

    directo a productos y especialistas del rea

    Tumaco-La Tolita. Las poblaciones guerreras

    cuya presencia en Piura se relaciona con la

    cermica Gallinazo predominante en

    contextos domsticos, y tambin con la

    cermica Moche Temprano, la que es

    particularmente recurrente en las tumbas de

    gobernantes como las de Loma Negra, pero

    por lo general no llega a sobrepasar el 10%

    de la totalidad de fragmentos o piezas

    halladas, parecen haber seguido la ruta por

    Olmos, el pie de monte y la cuenca alta-

    media del ro Piura. Su llegada se relaciona

    con el abandono del hipottico centro

    ceremonial Vics en Loma Valverde. Las

    superposiciones estratigrficas, la

    distribucin respectiva, frente a frente, de la

    arquitectura monumental Vics y Moche, as

    como el discurso estilstico entre los

    ceramistas de elite, respectivamente Vics y

    Moche-Gallinazo (fig.) durante el Periodo

    Vics-Moche Temprano sugieren que

    durante los primeros uno o dos siglos de

    dominacin los lderes sureos llevaban las

    polticas de inclusin de los gobernantes

    locales en la vida poltica, y por ende

    religiosa. Posteriormente se observa la

    desaparicin de los talleres de produccin de

    cermica Vics de elite con sus

    consecuencias: la reduccin del repertorio de

    temas y de personajes, la difusin de formas

    y de tcnicas de cermica domstica

    conocida como Sechura (en la terminologa

    de Lanning), los que son adaptados para

    fines ceremoniales (Makowski, comp. 1994:).

    Las excavaciones y las prospecciones

    del Proyecto PUCP-ORSTOM Alto Piura han

    permitido una aproximacin relativamente

    detallada al funcionamiento de uno de los

    principales centros del poder en el Alto Piura

    ubicado al pie del Cerro Vics, sobre la

    margen izquierda del ro Piura (Fig). Su

    ncleo est conformado por dos altas

    plataformas de adobe rectangular de gavera

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    lisa sin marcas (con varias fases sucesivas de

    crecimiento desde el Vics Mochica

    Temprano hasta bien avanzado el Vics

    Mochica Tardo. Frente a ellos se extienden

    plazas con evidencias de reuniones sucesivas

    que implicaban consumo de lquidos y de

    carne en el contexto ritual. Hay evidencias de

    posibles sacrificios humanos y de camlidos

    (Kaulicke 1991). La ocupacin domstica que

    se extiende alrededor no es necesariamente

    densa ni permanente y parece tener relacin

    con rituales peridicos. Un cuadro similar se

    observa hacia el sur del complejo donde se

    extienden sobre ms de 1 km2 los

    cementerios de Ycala y de Loma Negra. En

    el borde de cementerios hemos registrado

    un extenso campo de talleres relacionados

    con viviendas y campamentos. Los hallazgos

    de superficie y las excavaciones han revelado

    la existencia de hornos alfareros y

    metalrgicos (Makowski y Velarde 1998). La

    cermica asociada a estas actividades es

    Gallinazo, Moche y Vics, as como algunas

    tradiciones minoritarias exticas de la costa y

    de la sierra. Esta misma combinacin de

    estilos aparece en los cementerios aledaos.

    Hemos interpretados estas evidencias de

    manera siguiente. Creemos que la

    produccin de ajuares funerarios, y las

    ceremonias que implicaban sacrificios y

    banquetes compartidos por poblaciones de

    diverso origen, han servido de plataforma

    poltica con slido sustento religioso para

    que los lderes sureos, Moche, puedan

    establecer cmodas relaciones de

    parentesco ritual. Estas mismas relaciones

    les abran las puertas hacia las preciadas

    conchas tropicales y quizs tambin hacia las

    fuentes de cobre en el desierto de Sechura y

    del oro en el ro Quirz.

    Cmo fundamentar empricamente

    un posible origen tnico sin caer en el

    razonamiento circular a partir de algunas

    variables de forma y de estilo? Desde nuestra

    perspectiva, una aproximacin relativamente

    cmoda a este problema consiste en cruzar

    la identidad tecnolgica del productor con su

    capacidad de reproducir las formas, las

    tcnicas decorativas y los diseos,

    recurrentes en uno o varios estilos. Hemos

    utilizado para este fn primero un anlisis

    convencional, macroscpico de pastas.

    Makowski y Amaro (Makowski 1994 y Amaro

    1994) distinguieron por esta va un total de

    19 alfares correspondientes a igual nmero

    de tradiciones tecnolgicas diferentes con las

    siguientes filiaciones culturales y estilsticas:

    5 de estilo Mochica, 8 de estilo Vics, 4 de

    estilo Vir y 2 alfares que por sus

    caractersticas de pasta y sus influencias

    ecuatorianas (de la costa y sierra

    respectivamente) fueron clasificados como

    exticos (Fig.). Los alfares se diferencian

    unos de otros por la seleccin de arcillas y

    temperantes, tcnicas de preparacin de

    pasta y de confeccin as como condiciones

    de quema y preferencias en tcnicas de

    acabado. Luego Ivn Ghezzi ha realizado el

    anlisis de lminas delgadas con microsonda

    en los laboratorios de la Universidad de Yale.

    Estas mismas muestras fueron tambin

    analizadas con LAA por Hector Neff.

    Adicionalmente se ha hecho un intento de

    precisar la recurrencia de los componentes

    mineralgicos en cada pasta. La microsonda

    arroja resultados que permiten obtener la

    descripcin de la composicin qumica de las

    muestras de cermica en trminos

    cualitativos y cuantitativos (bulk chemistry

    analisis), as como identificar los minerales.

    Los resultados qumicos fueron procesados

    estadisticamente con la ayuda de SAS

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    Statistical Package. Para completar el estudio

    petrogrfico con un analisis cuantitativo

    mineralgico de inclusiones se ha hecho en

    la PUCP el anlisis de las microfotografas de

    lminas delgadas. Estas fueron sometidas al

    anlisis de formas, tamaos, densidades y

    caractersticas mineralgicas de inclusiones

    con Image Tool por R. Alvarez-Caldern y M.

    Lizrraga.

    La muestra no es an representativa

    estadsticamente por razones de costos. Se

    ha analizado 34 laminas, 2 tomas por

    muestra. El mtodo tiene tambin sus

    limitaciones que son inherentes al

    procedimiento. Sin embargo, los resultados

    son coincidentes con los que se ha obtenido

    por la va macroscpica tradicional. Los

    alfares Gallinazo son muy cercanos a los

    alfares Moche. Salvo un alfar los ceramistas

    parecen manejar las mismas fuentes de

    arcilla y de hecho utilizan tcnicas

    emparentadas de preparado de pasta y de

    construccin de vasijas. Hemos constatado

    mediante la revisin macroscpica que los

    alfares Gallinazo comprenden un nmero

    significativo de formas y diseos Moche. Los

    alfares Vics son distantes pero an ms

    distantes son los alfares exticos de origen

    ecuatoriano (cluster con 6 variables). Cabe

    sin embargo mencionar que un nmero de

    fragmentos con pastas tpicamente Vics se

    relaciona con las formas Moche. Hemos

    llegado a la misma constatacin mediante las

    comparaciones estilsticas. Ello concuerda

    bien con las evidencias de entierros y

    contextos ceremoniales donde es muy

    frecuente la presencia de ms de un estilo en

    contextos primarios sellados.

    5 IDENTIDADES TNICAS Y EL PAPEL

    POLTICO DE LA CERMICA

    DECORADA

    Consideramos en lneas generales

    que las redes de distribucin de cermica no

    guardan relacin directa con las identidades

    polticas o tnicas de sus usuarios,

    particularmente cuando se analiza casos de

    sociedades complejas (Makowski y Vega

    Centeno 2005). La correspondencia entre el

    espacio poltico, el rea de difusin del estilo

    cermico y la identidad tnica se da slo en

    contados casos. En cambio no cabe duda que

    la distribucin cronolgica y espacial de los

    estilos cermicos se desprende de manera

    directa de la organizacin de produccin y

    distribucin de los artefactos. Es asimismo la

    expresin de las relaciones polticas,

    econmicas e ideolgicas en la sociedad. Por

    ende no hay que esperar que el mapeo de la

    distribucin de estilos permita configurar

    siempre los espacios tnicos y precisar de

    manera clara las fronteras que separan a

    pueblos y estados diferentes. Mientras tanto

    la tradicin tecnolgica es un indicador ms

    directo pero inequvoco de la identidad

    tnica. Un indicador importante que se

    deriva de estas ideas es que los talleres de

    produccin, si bien poseen una tradicin

    tecnolgica definida, pueden utilizar su

    repertorio amplio de materias primas y

    procedimientos para producir cermica de

    estilos muy variados.

    La existencia hipottica de

    desarrollos paralelos Salinar-Mochica y

    Gallinazo Temprano Vir-Gallinazo, como

    expresin de dos identidades tnicas

    diferentes, una subordinada a la otra, es

    posible fundamentar en trminos de una

    evolucin estilstica abstracta y/o en base a

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    algunos prstamos o continuidades

    tecnolgicas en la produccin especializada

    de alfarera. Estos ltimos se desprenderan

    de las identidades de productores ms no

    necesariamente las de los usuarios de

    vasijas. No obstante. no hay evidencias

    contextuales ni ocupacionales que lo

    respalden. No se ha demostrado en ninguna

    parte del rea cultural Mochica, como en el

    caso de Vics del Alto Piura (Makowski 1994;

    vase tambin Kaulicke 1991), que los

    usuarios de la cermica utilitaria Gallinazo-

    Vir tuvieron que abandonar sus centros

    ceremoniales y los asentamientos de elite, y

    en su lugar los usuarios de la cermica

    utilitaria Moche-Mochica hayan construido

    los edificios monumentales y residencias

    propias. Todo lo contrario. El nombre Vir-

    Gallinazo se usa para definir el componente

    numricamente mayoritario en toda muestra

    de contextos habitacionales del Periodo

    Mochica Temprano. Resulta evidente que

    este componente comprende tipos

    relacionados funcionalmente con la coccin,

    y el almacenamiento de alimentos, as como

    con la accin de servirlos. Slo

    ocasionalmente los talleres que hacan

    nforas-tinajones de almacenamiento,

    cntaros, ollas, tazones-ralladores producan

    tambin algunas formas ceremoniales como

    botellas, cancheros (Fig.). En cambio, la

    cermica conocida como Mochica-Moche se

    compone casi exclusivamente de formas

    ceremoniales (Fig.): botellas, cancheros,

    vasos acampados en el Sur, cntaros chicos y

    medianos. En el Periodo Mochica Temprano

    los talleres especializados en la cermica

    ceremonial fina y burda se encargaban

    tambin ocasionalmente de la produccin de

    formas utilitarias. En el Periodo Mochica

    Tardo, en los siglos VI VIII d.C. la

    tecnificacin de la produccin con el uso

    generalizado de molde y de paleta, as como

    de hornos grandes tiene sus repercusiones

    naturales. Los grandes talleres como los de

    Huaca de la Luna (Uceda y Armas 1997,

    1998) o de Mayal (Russell, Leonard y Briceo

    1994,a,b,;Russell y Jackson 2001) se

    encargan en cubrir la mayor parte de las

    necesidades de las poblaciones aledaas e

    imponen un estilo relativamente uniforme

    relacionado con la tradicin de la alta

    tecnologa mochica. Donde existen estos

    talleres la presencia del estilo Gallinazo

    relacionada con talleres locales de nivel local

    e incluso aldeana disminuye

    sustancialmente. Algunos rasgos Gallinazo

    sobreviven, como por ejemplo las caras

    modeladas en los golletes de cntaros o las

    modalidades de diseo inciso del interior de

    los tazones-ralladores. Por supuesto los

    primeros en dejar de producirse son las

    vasijas ceremoniales finas Vir. El estilo

    transicional Vir-Moche (Larco 1945, Fogel

    1993) marca la poca de su desaparicin.

    Los entierros con la cermica Vir-

    Gallinazo comparten por lo general las

    caractersticas de la matriz o de cmara, as

    como la posicin extendida del cuerpo con

    los definidos como tpicamente mochica

    (Larco 1945, Millaire 2003), salvo por los

    casos de la probable interaccin con la

    tradicin serrana Recuay. Asimismo, no se

    menciona diferencias notables entre los

    casos de arquitectura monumental

    considerada respectivamente Gallinazo

    Medio y Tardo y Mochica en los valles de

    Moche, Chicama, Santa y Vir.

    6 RELACIONES ENTRE LAS

    CULTURAS-ESTILOS VIR-

    GALLINAZO Y MOCHICA-MOCHE

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    Vir-Gallinazo:

    Mochica-Moche:

    mayormente cermica utilitaria:

    cermica ocasionalmente utilitaria:

    (aprox. 90%)

    (aprox. 10%)

    tinajones, ollas con y sin cuello,

    ollas con y sin cuello, cntaros chicos

    tazones con ralladores, cntaros,

    y medianos, cuencos y platos;

    cuencos;

    cermica ocasionalmente

    ceremonial: mayormente

    cermica ceremonial:

    (aprox. 10%)

    (aprox. 90%)

    botellas asa-puente, gollete central y

    asa-cinta, botellas asa-estribo, gollete

    central y

    asa-puente, cancheros.

    asa-puente, cancheros, cntaros chicos

    y medianos, vasos acampanados,

    floreros, cancheros.

    entierros en cmara

    y fosa, posicin extendida decbito dorsal

    objetos de cobre en

    la boca;

    tocados con pluma

    vertical y dos signos escalonados, tipos de

    vestidos;

    arquitectura

    ceremonial de adobe con gavera de caa, a

    veces decorada

    con relieves

    policromados;

    arquitectura

    domstica aglutinada y estructuras

    ortogonales de elite;

    recintos defensivos

    y ceremoniales tipo castillo;

    Asociacin recurrente y directa de

    componentes diagnsticos para ambos

    estilos-culturas en los mismos espacios

    habitacionales, ceremoniales, en las mismas

    cmaras de entierro y en los mismos

    cementerios.

    La misma distribucin regional

    en la costa norte entre el Alto Piura y

    Huarmey

    7 RELACIONES ENTRE LAS

    ICONOGRAFAS VIR Y MOCHE.

    La iconografa comparada

    proporciona algunos argumentos de peso

    ms para descartar definitivamente el

    escenario de dos pueblos, los Gallinazo-Vir

    y los Mochica enfrentados en los rboles de

    la formacin del estado expansivo Moche.

    De ser cierta esta hiptesis habra que

    esperar por un lado una fuerte diferenciacin

    de vestidos y tocados en el periodo de

    conflicto abierto; tales conflictos suelen

    afirmar las identidades tnicas respectivas.

    Por otro lado se esperara tambin que los

    lderes de ambos grupos se haran

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    representar en las imgenes que adornaba la

    parafernalia de culto y que los atributos de

    los jefes Vir desapareceran por completo

    en los periodos posteriores a la supuesta

    victoria de los Moche y el definitivo

    sometimiento de su pueblo. Nada de ello

    ocurre. Los cascos, tocados y vestidos

    recurrentes en las escasas botellas y cntaros

    figurativos Vir estn presentes en la

    iconografa Moche, tanto el periodo

    temprano, como tardo. Los cascos con dos

    signos escalonados (eg. Museo Larco, ns

    cat. 16299, 16300 16305, y 16310, Fig.),

    correspondientes a guerreros del alto rango,

    los turbantes con cabeza o cuerpo de felino y

    los tocados con pluma vertical doble (eg.

    Museo Larco, n cat. 16294, Fig. ), que llevan

    en la cabeza los oficiantes (Makowski

    1994b), se repiten entre los participantes de

    los diferentes rituales mochica y no se

    asocian preferentemente a las

    representaciones de pueblos vecinos de la

    sierra. No cabe duda que los individuos con

    vestidos y tocados Vir participaban en las

    procesiones (Hocqueghem 1987, Fig.46),

    bailes (ibid.,Fig.96) caceras de venado

    (Kutscher 1983: Fig. 74, 75, 77 83, 87), caza

    de lobos marinos (Hocquenghem 1987,

    Fig.121), ofrendas nocturnas con consumo

    de coca (ibid., Figs 68,70-72,74), recoleccin

    de caracoles (Bourget ), lanzamiento de

    flores (Hocquenghem 1987, Fig.3), combates

    (Hocquenghem 1987, Fig.147; Kutscher

    1983: Fig.111) y presentacin de la copa

    (Presentation Theme, Donnan 1975),

    relacionada con el sacrificio humano y la

    carrera de prisioneros desnudos (Kutscher

    1983: Fig.123), a lado de otros con atuendos

    que consideramos tpicos para los Moche.

    Estos personajes juegan papeles de

    guerreros, oficiantes, msicos, jefes y nada

    indica su papel diferenciado o

    particularmente subordinado a los dems. El

    tocado de felino (Morales et al. 2000) se

    relaciona estrechamente con papeles

    sacerdotales. Lo lleva en la cabeza el

    personaje que preside la ceremonia de

    sacrificio (Kutscher, loc.cit.). Es ms, los

    atributos recurrentes de los personajes Vir

    que acabamos de mencionar caracterizan a

    importantes deidades costeas como el

    Mellizo Terrestre (turbante con la cabeza,

    protoma o cuerpo de felino: Giersz et al.

    2005: ns cat. 297, 298, 302, 303, 305-315,

    318-320, 322-333, 335-336, 338, 339-342,

    345-347; Lieske 2001:51-77, deidad a-F,

    Fig.1-73), el Mellizo Marino (cinta con dos

    plumas verticales en el frente: Giersz et al.

    2005: Lieske, 2001:31-37, 89, deidad a-D,

    Figs 15,19,23,25,26,29-31-con cuerpo de

    cangrejo, 34,35,37; deidad a-J, ibid.:89,

    Figs.1-3; Giersz et al., ns cat. 128, 169, 174,

    175), el Buho guerrero o sacrificador, el

    Murcilago sacrificador, el guila guerrero

    (tocado con dos signos escalonados y una

    pluma en medialuna en el centro:

    Hocquenghem 1987, Fig.3; Lieske 2001:109-

    113, deidad z-B, Figs 4,10,17,23; ibid.: 124,

    deidad z-E, Figs 5-7; ibid.:111, deidad z-C,

    Fig.11 ). Cabe enfatizar que los dos mellizos

    juegan un papel de importancia central en la

    ideologa religiosa Moche y cuentan entre

    personajes cuyas gestas se reproducen con

    mayor frecuencia y lujo de detalles (Castillo

    1989, Bourget 1994). El listado de sus

    actuaciones (temas) en las escenas

    representadas en relieve y en la pintura de

    lnea fina hace pensar en su papel como

    ancestros-hroes civilizadores de la sociedad

    Moche (Hocquenghem 1987:184-185). A su

    vez, los bhos y los murcilagos

    sobrenaturales se desempean como

    encargados de sacrificio humano, como

    aclitos y epifanas del dios de las montaas

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    y del mundo de abajo (Makowski 1996).

    Bourget (1996) cree que los bhos tuvieron

    el papel de raptores de almas.

    8 ETNICIDAD Y LA CULTURA

    MATERIAL.

    El breve recuento de la historia de

    investigaciones sobre las relaciones entre

    Vir-Gallinazo y Moche demuestra la fuerte

    influencia que los tradicionales enfoques del

    tema de del ethnos y la cultura siguen

    ejerciendo sobre la arqueologa de la Costa

    Norte. En estos enfoques through the

    concept of an archaeological culture the past

    is reconstructed in terms of the distribution

    of homogeneous cultures whose history

    unfolds in a coherent linear narrative

    measured in terms of objectified events, such

    as contacts, migrations and conquests, with

    intervals of homogeneous, empty time

    between themThis kind of temporal

    framework that Fabian (1983:23) identified

    as tipological time (Jones 1996:65,76, note

    3). Es til recordar tras Trigger (1989:155-

    174) y Renfrew (1996:126-128) que esta

    acepcin de la cultura se origina en el calor

    del debate sobre los orgenes de la

    civilizacin occidental. Las obras y los puntos

    de vista de Kossinna y de Childe han ejercido

    una influencia decisiva sobre ella.. Por otro

    lado, como bien lo observa Jones (1996: 64),

    the expectations of boundedness,

    homogeneity and continuity which have been

    built into ideas concerning culture since

    nineteenth century are related to nationalism

    and emergence of the nation-state. Tres

    antecedentes han marcado profundamente

    los fundamentos conceptuales de la

    aproximacin histrico-cultural a la que

    acabamos de aludir: el mtodo tipolgico de

    Montelius, las ideas del kultur-kreise de

    Frobenius (Diaz-Andreu 1996:55), y las

    propuestas normativas de Kossinna. Este

    ultimo crea que la consistencia,

    permanencia y homogeneidad de la cultura

    arqueolgica guarda relacin directa con el

    grado de pureza y consistencia del ethnos,

    caracterizado no slo por una lengua sino

    tambin por una raza, una religin, un

    conjunto de instituciones y costumbres, as

    como por una particular capacidad creativa

    que pesa sobre su rol histrico. Para el, como

    para Childe, prehistory can recognise

    peoples and marshal them on the stage to

    take place of the personal actors who form

    the historians troupe (Childe 1940:2).

    Desde que Childe escriba estas

    lneas, profundos cambios han acontecido en

    la manera de percibir el problema de la

    identidad tnica en arqueologa y

    antropologa. Segn Jones (1996:66), stos

    se inician en los aos sesenta y al inicio de

    los setenta del siglo pasado, cuando se

    observaba the proliferation of research into

    ethnicity and the use of ethnic group in

    place of tribe and race, as como

    increasing emphasis was placed on the self-

    identification of the social actors concerned,

    the process involved in the construction of

    group boundaries, and the interrelationships

    between socio-cultural groups(loc.cit.). Para

    Barth (1969:19), cuyo aporte

    particularmente influyente y significativo

    constituye el verdadero turning point en la

    discusin del tema, la identidad de los

    grupos tnicos no se desprende del listado

    de similitudes y diferencias establecido por el

    investigador sino de categories of ascription

    and identification by the actors themselves.

    Se trata de un subjetivo we-feeling (Francis

    1947:397) que puede ser abordado slo de la

    perspectiva emic en lugar de etic (Renfrew

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    1996:130). De ser as, habra que concluir

    con Fardon (1987:176) que rather the

    discovering a general form of universal

    difference archaeologists, along with other

    social archaeologist, invented it! y

    considerar que el tema est vedado para

    arqueologa. No obstante, los aportes de la

    reflexin estructural en materia de la

    identidad tecnolgica (chane operatoire), de

    los comportamientos funerarios, y de la

    organizacin del espacio domstico, as

    como la teora post-estructural de Bourdieu,

    han abierto nuevos derroteros.

    Vista desde la perpectiva de la teora

    de la prctica de Bourdieu (1977) the

    subjective construction of ethnic identity in

    context of social interaction are grounded in

    the shared subliminal disposition of the

    habitus which shape, and are shaped by

    commonalities of practice (Jones 1996:68).

    Shared habitus engender feelings of

    identification among people similarly

    endowed. Those feelings are consciously

    appropriated and given form through

    existing symbolic resources (Bentley

    1987:173). Las identidades se construyen y

    reconstruyen en el constante discurso

    interno y con el exterior. It is at such a

    discursive level that ethnic categories are

    produced, reproduced and transformed

    through the systematic communication of

    cultural difference with relation to the

    cultural practices of particular ethnic others.

    Hence, configurations of ethnicity and

    consequently the style of material culture

    involved in the signification and structuring

    of ethnic relation, may vary in different social

    contexts and with relations to different forms

    and scales of social interaction. From an

    archaeological point of view the likely result

    is a complex pattern of overlapping material

    culture distributions relating to the repeated

    realization and transformation of ethnicity in

    different social context, rather than discrete

    monolithic cultural entities. Patterns in the

    production and consumption of material

    culture involved in the communication of the

    same ethnic identity may vary qualitatively

    as well quantitatively in different contexts.

    Furthermore, items of material culture which

    are widely distributed and used in a variety of

    social and historical contexts may be curated

    and consumed in different ways and become

    implicated in the generation and signification

    of a variety of expression of ethnicity The

    systematization and rationalization of

    distinctive cultural styles in the process of the

    recognition, expression, and negotiation of

    ethnic identity is likely to result in continuous,

    non random distribution of material culture

    in the type suggested by Hodder (1982) and

    Wiessner (1983). (Jones 1996:69, 72).

    Nuestro enfoque de las relaciones

    entre culturas-estilos Vir-Gallinazo y

    Moche es coincidente con los

    planteamientos tericos que acabamos de

    resumir. Estamos asumiendo a ttulo de

    hiptesis que la identidad que se expresa por

    medio del estilo Vir-Gallinazo puede

    definirse en trminos tnicos, y se ha forjado

    en el proceso de expansin y confrontacin

    con las poblaciones autctonas de la costa al

    Norte del valle de Vir. Su importancia ha

    tenido tambin la convivencia y la constante

    confrontacin con los vecinos de la sierra,

    usuarios de estilos-culturas, clasificadas

    como componentes del horizonte blanco

    sobre rojo, as como de sus posteriores

    expresiones Cajamarca, Huamachuco,

    Recuay. Segn Dragadze (1980:162) y

    Renfrew (1996:130) la etnicidad se

    fundamenta en varios aspectos y factores

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    potencialmente co-existentes e

    interrelacionados:

    1.on shared territory, or land;

    2.on common descent,

    blood, as we, like the ancient Greeks term it:

    i.e. on genetic relationship;

    3.on a shared language;

    4.on a community of

    customs, or culture;

    5.on a community of beliefs,

    or religion;

    6.on a name, an ethnonym,

    to express the identity of the group;

    7.on self-awareness, self-

    identity: ethnicity is what the people in

    question believe it to be. and in

    general an important ingredient of the self-

    awareness is a perception of the

    otherness, of the others, the outsiders, the

    barbarians, those who are not

    us;

    8. on a shared history, or

    myth of origin.

    La persistente identidad tecnolgica

    Vir-Gallinazo, perceptible en las tcnicas de

    confeccin y de acabado de la cermica de

    uso domstico, el caracterstico repertorio

    de recipientes con formas no usadas por los

    vecinos como cancheros y ralladores, las

    exclusivas tcnicas de construccin (eg.

    tapia, adobe de gavera de caa), as como

    formas de arquitectura ceremonial, las

    costumbres funerarias asociadas, permiten

    definir de manera cmoda y convincente el

    espacio (shared territory) y el tiempo Vir-

    Gallinazo. Este territorio no necesariamente

    fue continuo. Es an prematuro agregar a la

    lista de los potenciales reflejos de las

    identidades tnicas a las tcnicas textiles y

    metalrgicas, pero las primeras

    investigaciones en este campo hacen

    entrever que tambin en aquellos aspectos

    se observan caractersticas muy propias y

    distintas en comparacin con los vecinos

    Vics, Cajamarca, o Recuay. Resulta

    interesante constatar que las idiosincrasias

    de los portadores de todas estas culturas-

    estilos parecen afirmarse en el mismo

    tiempo y en el mismo contexto de

    confrontacin por el control de los valles de

    la Costa durante el Ir y IIo siglo d.C. (C14

    cal.). El repertorio de tocados y vestidos, an

    pendiente del anlisis sistemtico, sugiere

    que la autoconciencia de ser diferentes que

    los dems (self-awareness) se manifestaba

    en la manera de vestirse, particularmente en

    contextos ceremoniales y festivos as como

    el smbolo del poder ejercido. Por otro lado,

    el hecho de que los dioses que se comportan

    como ancestros de los guerreros costeos,

    llevan vestidos y tocados Vir-Gallinazo, hace

    pensar en la existencia de mitos de origen

    compartidos.

    En nuestro escenario interpretativo,

    la cultura Vir-Gallinazo caracterizaba al

    pueblo guerrero responsable de la conquista

    de la costa norte del Per hasta el valle de

    Piura durante el siglo II. Consideramos

    asimismo, que la identidad tnica de los

    invasores, ha permanecido viva como el eje

    de la identidad poltica de las elites Moche.

    No obstante, la creacin y la consolidacin

    de poderosos estados territoriales, y la

    consecutiva e indispensable negociacin con

    las poblaciones conquistadas, as como el

    acceso a nuevas tecnologas forneas y a la

    mano de obra experimentada, pronto han

  • K. Makowski Conferencia Vir - -Gallinazo Trujillo, 2.07.2005.

    causado la rpida y profunda transformacin

    de la cultura Vir-Gallinazo. Esta qued

    gradualmente sustituida por la cultura

    Moche entre el siglo II y el siglo VI d.C. (C14

    cal.). Las elites de distinto origen

    convivientes pacficamente en las fronteras

    de los estados Moche tuvieron acceso a

    vasijas ceremoniales, textiles, adornos

    metlicos y armas producidas en los talleres

    especializados. Es de suponer, a juzgar por

    las caractersticas frecuentemente

    cosmopolitas (Makowski 1994) del estilo

    Moche Temprano (Moche I, II, y

    parcialmente III), que las identidades tnicas

    de los productores y de los usuarios a

    menudo coincidan. Por otro lado, la

    negociacin entre elites autctonas y las

    nuevas elites Moche tambin dejaba su

    impronta. Nuevos centros ceremoniales

    construidos con el trabajo mancomunado de

    los conquistadores y de los conquistados

    sustituyeron a espacios locales de fiesta,

    combate ritual y sacrificio. Las maneras

    tradicionales de hacer y adornar los

    recipientes y los vestidos se mantuvieron

    vigentes por el tiempo mayor en la

    produccin local para fines domsticos.

    Desde nuestro punto de vista, la

    presencia/ausencia de la cermica Vir-

    Gallinazo o Moche en un contexto dado no

    es, por lo tanto, un indicador confiable por s

    solo para emitir juicio sobre el carcter de

    relaciones entre el lugar estudiado y los

    estados Moche. La recurrencia de los objetos

    cermicos en estilo Moche dependa

    potencialmente del acceso que la autoridad

    local tuvo a los artesanos especialistas

    diestros en este estilo, de las caractersticas

    funcionales del contexto (lugar de

    produccin, espacio pblico, taller, almacn,

    espacio ceremonial de ofrenda o sacrificio,

    vivienda etc.) y del estatus/rango del

    usuario. Consideramos que los vestidos y los

    recipientes de uso ceremonial (botellas,

    cntaros medianos, floreros y cancheros)

    estaban a disposicin de todo aquel poblador

    que era considerado miembro de plenos

    derechos de la sociedad costea Moche,

    siempre y cuando la produccin local

    especializada y el reducido intercambio

    pudieron satisfacer la demanda de los

    pobladores del valle.