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1. Relaciones prematrimoniales y extramatrimoniales La mayoría de las personas son heterosexuales, es decir, escogen un compañero sexual del sexo opuesto y no del mismo sexo. Por su parte, la conducta heterosexual tiene varias manifestaciones. Examinaremos dos formas que, si bien no son aceptadas oficialmente en nuestra cultura, no por eso dejan de presentarse con mucha frecuencia: las relaciones prematrimoniales y extramatrimoniales. a. Relaciones prematrimoniales La iglesia católica continúa manteniendo su doctrina de que las relaciones prematrimoniales son contraria a la moral católica y por tanto no permisible. Estas relaciones son licitas en un noviazgo formal o en una relación presidida por la solicitud y el afecto mutuos. Esto está indicando que los valores éticos y culturales del pasado han cambiado pero no han sido derrumbados. Ciertamente otro cambio que se observa en el comportamiento sexual prematrimonial es una mayor aceptación de la llamada “cohabitación”, es decir, la vida en común de una pareja heterosexual no unida en matrimonio. Es de tal forma que en la inmensa mayoría de relaciones prematrimoniales no existe madurez sicoafectiva porque no existe la capacidad de compromiso y de responsabilidad con quien amo. b. Relaciones extramatrimoniales Se define como cualquier forma de actividad sexual ente una persona casada y otra que no sea el cónyuge. Pero ¿Por qué se buscan las relaciones extramatrimoniales? Algunos individuos encuentran en ellas una descarga o una tensión acumulada, o el medio de tomar desquite de su esposa o del marido por algo acontecido, o un medio de satisfacer una curiosidad malsana, o un medio de sentirse joven y dinámico a una edad ya bastante adulta. 2. Lo masculino y lo femenino Es indudable que la sociedad ha sido prevalentemente “masculina”. La prevalencia masculina se ha notado especialmente en la toma de decisiones: la mujer, por regla

Relaciones Prematrimoniales y Extramatrimoniales

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Page 1: Relaciones Prematrimoniales y Extramatrimoniales

1. Relaciones prematrimoniales y extramatrimoniales

La mayoría de las personas son heterosexuales, es decir, escogen un compañero sexual del sexo opuesto y no del mismo sexo. Por su parte, la conducta heterosexual tiene varias manifestaciones. Examinaremos dos formas que, si bien no son aceptadas oficialmente en nuestra cultura, no por eso dejan de presentarse con mucha frecuencia: las relaciones prematrimoniales y extramatrimoniales.

a. Relaciones prematrimoniales La iglesia católica continúa manteniendo su doctrina de que las relaciones prematrimoniales son contraria a la moral católica y por tanto no permisible. Estas relaciones son licitas en un noviazgo formal o en una relación presidida por la solicitud y el afecto mutuos. Esto está indicando que los valores éticos y culturales del pasado han cambiado pero no han sido derrumbados. Ciertamente otro cambio que se observa en el comportamiento sexual prematrimonial es una mayor aceptación de la llamada “cohabitación”, es decir, la vida en común de una pareja heterosexual no unida en matrimonio. Es de tal forma que en la inmensa mayoría de relaciones prematrimoniales no existe madurez sicoafectiva porque no existe la capacidad de compromiso y de responsabilidad con quien amo.

b. Relaciones extramatrimoniales Se define como cualquier forma de actividad sexual ente una persona casada y otra que no sea el cónyuge. Pero ¿Por qué se buscan las relaciones extramatrimoniales? Algunos individuos encuentran en ellas una descarga o una tensión acumulada, o el medio de tomar desquite de su esposa o del marido por algo acontecido, o un medio de satisfacer una curiosidad malsana, o un medio de sentirse joven y dinámico a una edad ya bastante adulta.

2. Lo masculino y lo femenino Es indudable que la sociedad ha sido prevalentemente “masculina”. La prevalencia masculina se ha notado especialmente en la toma de decisiones: la mujer, por regla general, no ha tomado decisiones a nivel de estado, de religión, de política, de cultura… se ha mantenido aislada del centro del poder de toma de decisiones. Hoy la ciencia hablan de complementariedad: la polaridad y la contradicción excluyente se convierten en complementariedad cuando la ciencia crece.