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03sistema-mundo ¿EL DELITO? SER INMIGRANTE REPORTAJE// CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS POR ESTHER MARTÍN Hay quien dice que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son como cárceles de inmigran- tes, pero lo cierto es que sus condiciones son mucho peo- res y han sido denunciadas reiteradamente. Quizás, por ese motivo se ha populariza- do la expresión, que parece más acertada, de “guantána- mos españoles” debido a que comparten con el enclave estadounidense la invisibili- dad, la ambigüedad jurídica y la violación de todo tipo de derechos. “Es un espacio donde se retiene a las personas por no tener un permiso de re- sidencia o de trabajo. Están encerrados como medida cautelar, no como delito. Yo siempre he dicho que son como centros logísticos don- de se almacenan naranjas, pero con la diferencia de que son personas y no naranjas. En un cárcel hay trabaja- dores sociales, psicólogos, se hacen talleres..., pero los CIE son almacenes de perso- nas”. Quien habla es Xavier Torregrosa, miembro de la plataforma CIEs No que des- de finales de 2009 lleva fun- cionando en Valencia. Dicho colectivo se constituyó con la finalidad de conseguir el cierre de los Centros de In- ternamiento de Extranjeros después de conocer a través del informe CEAR de 2009 lo que pasaba en su interior. El documento contiene in- formación sobre los centros de Aluche en Madrid, Zapa- dores en Valencia y el ya ex- Samba Martine murió en el centro de Aluche el 19 de di- ciembre de una infección por no recibir asistencia médica necesaria, a pesar de que acudió en diversas ocasiones al servicio médico. Su caso sirvió de inspiración para la obra de teatro dirigida por Juan Diego Botto, Un tro- zo invisible de este mundo. Unos días más tarde, el 6 de enero, Idrisa Diallo fallecía en el CIE de Zona Franca, Barcelona, por una parada cardíaca y sus causas aún no han sido aclaradas, aunque sus compañeros afirmaban que había pedido asistencia sanitaria, hecho que niega la policía. Sería ingenuo pensar que Europa es ajena a esta rea- lidad, cuando es quien la alimenta y la fomenta. Un total de 280 centros de re- tención están repartidos por todo el territorio de la Unión Europea, de los cuales ocho se ubican en el Estado es- pañol (ver mapa). “Siem- pre decimos que los CIE no son como setas que crecen en ciudades como Valencia o Madrid, sino que respon- den a una política contra las personas migrantes en Europa, no solo en el Estado español, que también. Res- ponde a aquella Europa del bienestar donde nadie puede moverse de sus fronteras”, señala Torregrosa. En 2008 la Unión Euro- pea aprobó la directiva del retorno 2008/115/CE, lo que se conocería coloquialmen- te como “la directiva de la tinto Capuchinos en Málaga y, entre otros datos, revelaba la prohibición del acceso a organizaciones, problemas de hacinamiento y con las instalaciones, falta de vi- deovigilancia, la existencia de celdas de aislamiento y, lo más importante, abusos graves tipificados como tor- turas. Pero no es el único. Son muchos los informes y las or- ganizaciones que desde hace años se cuestionan y denun- cian las condiciones bajo las que viven las personas que son privadas de libertad por el hecho de no tener papeles, es decir, se trata como un delito penal una simple falta administrativa. Ya en el año 2006 un informe encargado por el Parlamento Europeo evidenciaba las severas con- diciones en las que viven los internos en el Estado español, uno de los más duros, donde se han denunciado torturas, abusos y han fallecido per- sonas por falta de atención médica. Hace un año se co- nocieron los casos de Sam- ba Martine e Idrisa Diallo. La implicación ciudadana ha provocado que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) hayan dejado de ser una realidad oculta para estar en el punto de mira. Un total de 280 centros de retención están repartidos por todo el territorio de la Unión Europea

REPORTAJE// CENTROS DE INTERNAMIENTO DE … · hecho en el año 2011 de las 13.481 personas encerradas tan solo 6.825 personas, un 48%, fueron expulsadas se-gún la memoria de la

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03sistema-mundo

¿EL DELITO? SER INMIGRANTEREPORTAJE// CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS

POR ESTHER MARTÍN

Hay quien dice que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son como cárceles de inmigran-tes, pero lo cierto es que sus condiciones son mucho peo-res y han sido denunciadas reiteradamente. Quizás, por ese motivo se ha populariza-do la expresión, que parece más acertada, de “guantána-mos españoles” debido a que comparten con el enclave estadounidense la invisibili-dad, la ambigüedad jurídica y la violación de todo tipo de derechos.

“Es un espacio donde se retiene a las personas por no tener un permiso de re-sidencia o de trabajo. Están encerrados como medida cautelar, no como delito. Yo siempre he dicho que son como centros logísticos don-de se almacenan naranjas, pero con la diferencia de que son personas y no naranjas. En un cárcel hay trabaja-dores sociales, psicólogos, se hacen talleres..., pero los CIE son almacenes de perso-nas”. Quien habla es Xavier Torregrosa, miembro de la plataforma CIEs No que des-de finales de 2009 lleva fun-cionando en Valencia. Dicho colectivo se constituyó con la finalidad de conseguir el cierre de los Centros de In-ternamiento de Extranjeros después de conocer a través del informe CEAR de 2009 lo que pasaba en su interior. El documento contiene in-formación sobre los centros de Aluche en Madrid, Zapa-dores en Valencia y el ya ex-

Samba Martine murió en el centro de Aluche el 19 de di-ciembre de una infección por no recibir asistencia médica necesaria, a pesar de que acudió en diversas ocasiones al servicio médico. Su caso sirvió de inspiración para la obra de teatro dirigida por Juan Diego Botto, Un tro-zo invisible de este mundo. Unos días más tarde, el 6 de enero, Idrisa Diallo fallecía en el CIE de Zona Franca, Barcelona, por una parada cardíaca y sus causas aún no han sido aclaradas, aunque sus compañeros afirmaban que había pedido asistencia sanitaria, hecho que niega la policía.

Sería ingenuo pensar que Europa es ajena a esta rea-lidad, cuando es quien la alimenta y la fomenta. Un total de 280 centros de re-tención están repartidos por todo el territorio de la Unión Europea, de los cuales ocho se ubican en el Estado es-pañol (ver mapa). “Siem-pre decimos que los CIE no son como setas que crecen en ciudades como Valencia o Madrid, sino que respon-den a una política contra las personas migrantes en Europa, no solo en el Estado español, que también. Res-ponde a aquella Europa del bienestar donde nadie puede moverse de sus fronteras”, señala Torregrosa.

En 2008 la Unión Euro-pea aprobó la directiva del retorno 2008/115/CE, lo que se conocería coloquialmen-te como “la directiva de la

tinto Capuchinos en Málaga y, entre otros datos, revelaba la prohibición del acceso a organizaciones, problemas de hacinamiento y con las instalaciones, falta de vi-deovigilancia, la existencia de celdas de aislamiento y, lo más importante, abusos graves tipificados como tor-turas.

Pero no es el único. Son muchos los informes y las or-ganizaciones que desde hace años se cuestionan y denun-cian las condiciones bajo las que viven las personas que

son privadas de libertad por el hecho de no tener papeles, es decir, se trata como un delito penal una simple falta administrativa. Ya en el año 2006 un informe encargado por el Parlamento Europeo evidenciaba las severas con-diciones en las que viven los internos en el Estado español, uno de los más duros, donde se han denunciado torturas, abusos y han fallecido per-sonas por falta de atención médica. Hace un año se co-nocieron los casos de Sam-ba Martine e Idrisa Diallo.

La implicación ciudadana ha provocado que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) hayan dejado de ser una realidad oculta para estar en el punto de mira.

Un total de 280 centros de retención están repartidos por todo el territorio

de la Unión Europea

04sistema-mundovergüenza”. Según fuentes oficiales buscaba la conse-cución de una política co-mún de inmigración para los 27, aunque luego se com-probaría que la dureza del tratamiento a las personas migrantes sería su principal punto compartido. En ella se establece que una vez que se dicta la orden de expulsión se “concede” a la persona un periodo que oscila entre 7 y 30 días para abandonar voluntariamente el estado. Si por el contrario no lo ha-cen, pueden estar encerradas hasta 18 meses en centros de retención, además de poder repatriar a menores de edad sin su familia. Aunque hay estados como el francés o el español donde el periodo de estancia es menor, hay otros donde no se establece un máximo de días o, como en el caso Alemania, se apli-ca el periodo de 18 meses. Cuando una persona es ex-pulsada no puede volver a la Unión Europea durante un periodo de cinco años.

La legislaciónA pesar de que es ahora

cuando existe una mayor sensibilidad social, los CIE superan las dos décadas de vida. Fueron creados bajo la primera Ley de Extranje-ría1 que data de 1985. En el apartado sexto, dedicado a infracciones y sanciones, el artículo 26.2 -que fue recu-rrido ante por considerarse inconstitucional, aunque sin éxito- recogía la “posibili-dad de acordar judicialmen-te, con carácter preventivo o cautelar, el ingreso en cen-tros que no tengan carácter penitenciario de extranjeros incursos en determinadas causas de expulsión mien-tras se sustancia el expe-diente”. Quince años más tarde la Ley Orgánica sobre Derechos y Deberes de los extranjeros en España y su

integración social establecía que “el instructor podrá so-licitar al Juez de Instrucción competente que disponga el ingreso del extranjero en un centro de internamiento en tanto se realiza la tramita-ción del expediente sancio-nador”.

No tener documentación en regla no es un delito, mo-tivo por el que los CIE no se acogen al régimen general penitenciario y dependen de la Dirección General de la Policía lo que provoca que todos los aspectos de los centros sean llevados por agentes. Aunque las leyes orgánicas ponían las bases para la creación de estos centros, no existía ningún documento que regulase su funcionamiento interno. No será hasta 1999 cuando una Orden Ministerial2 re-gule “la precaria situación” -como se puede leer en el propio documento- que has-ta ese momento vivían los CIE. Esta orden ha sido muy criticada por no ser suficien-temente específica y por no regular aspectos importan-tes, dejándolos a juicio de los directores y funcionarios de policía, como por ejemplo la normativa de infracciones y sanciones. En la actuali-dad el periodo de privación de libertad tiene un máximo de 60 días, ampliado por la Ley Orgánica 2/2009. Como aclara Xavier Torregrosa “son espacios opacos don-de no hay asistencia social ni jurídica, solo abogados de oficio. La policía hace lo que quiere dentro y no están regulados por reglamento,

sino que se basa en una or-den ministerial de medio fo-lio que dice lo que son y ya está. Es una salvaje vulnera-ción de los derechos”.

Los juzgados de instruc-ción localizados en el lugar de la detención son los en-cargados de autorizar o no el internamiento de la persona. Una vez internada, el control del cumplimiento de sus de-rechos pasa a manos de los juzgados de control de ins-tancia. Aunque la ley esta-blece que en cada lugar don-de hay un CIE debe haber un juzgado, no se cumplía hasta principios de 2012.

Manejar el miedo¿Pero cuál es el verdadero

objetivo de estos centros? Según la legislación los CIE

son creados para retener a los ciudadanos extranjeros a la espera de la deportación. En cambio, Torregrosa tiene una opinión diferente. “No se expulsa ni al 50% de las personas encerradas. Está claro que lo que buscan es amedrentar y asustar para que las personas migrantes se vayan. No se expulsa a la mayoría y están siendo ence-rrados de forma preventiva para que no se escapen”. De hecho en el año 2011 de las 13.481 personas encerradas tan solo 6.825 personas, un 48%, fueron expulsadas se-gún la memoria de la Fiscalía General del Estado de 2012 (capítulo III, punto 7.4).

La gestión del miedo a tra-vés de las fronteras se mez-cla con la trampa de la libre

CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROSEN EL ESTADO ESPAÑOL

-El Matorral (Fuerteventura) - 2001-Barranco Seco (Las Palmas) 1998-La Piñera (Algeciras) 2004-Zapadores (Valencia)-Aluche (Madrid) 2005-Zona Franca (Barcelona) 2006-Sangonera la verde(Murcia) reapertura en 2012 tras reformas-Hoya Fría (Tenerife) 2003-Capuchinos (Málaga) cerrado en 2012

La gestión del miedo a través de las fron-teras se mezcla con la trampa de la libre circulación de las personas

05sistema-mundocirculación de las personas, tan nombrada en todas las declaraciones de derechos, la cual se supedita a la situa-ción económica del estado, quien decide cuando nece-sita importar mano de obra barata, caso en que se favo-rece la inmigración y cuando le sobra, es el momento en que actúan las políticas de retorno.

De CIE a CECELas exigencia por parte de

los movimientos sociales de cerrar los centros en unos casos o de regular el funcio-namiento de los mismos en otros ha sido respondida por parte del gobierno con un anteproyecto de ley que vio la luz en junio de 2012. Fue presentado como la solución para cubrir el vacío legal existente en los centros, pero CIEs No extrae que la “úni-ca solución es cerrarlos”.

Una de las principales novedades es el cambio de nombre a Centros de Estan-cia Controlada para Extran-jeros (CECE), un eufemismo que pretende disfrazar lo que ocurre en el interior de los centros: la retención de per-sonas por no tener papeles o por no estar en regla.

En el anteproyecto se deli-mitan las funciones de la po-licía -que recibirá formación específica en inmigración- únicamente a aquellas que tienen relación con la segu-ridad, dejando la gestión de los centros en manos de la figura del administrador, de nueva creación. Mientras, las labores asistenciales y de ocio serán ofrecidas por ONG, quitando la responsa-bilidad al estado de ser ga-rante de los derechos de las personas retenidas.

Movilización ciudadanaLa lucha de los CIE está en

auge. Cada vez más personas son conscientes de esta rea-lidad que ha sido escondida

a la opinión pública durante muchos años y los movi-mientos por el cierre de estos centros están creciendo de manera positiva. Hace unos días se ha celebrado con gran éxito en Barcelona el segun-do encuentro estatal CIEs No, donde se han enmarcado las jornadas de formación, reflexión y acción en torno a los centros de internamiento de extranjeros.

La campaña CIEs No, que ha atendido a Revista Exar-

chia, trabaja en Valencia a través de tres comisiones: jurídica, de acompañamien-to y de visibilidad. La pri-mera es la que da luz a la campaña y se encarga del entramado jurídico y de las denuncias pertinentes. Por otra parte, en la campaña de acompañamiento, como na-rra Xavier Torregrosa, “los compañeros y compañeras acompañan a las personas en su periplo. Desde que son detenidos, van a visitarlos y

La lucha de los CIE está en auge. Cada vez más personas son conscientes de esta realidad que ha sido escondida a la opinión pública

PARA SABER MÁS:

se encargan de observar y comprobar que no hay nada malo. Hay gente sola y nos ocupamos de acompañarla a todos los niveles”. Final-mente, una vez al mes or-ganizan una concentración a las puertas del centro de Zapadores (Valencia) para denunciar su cierre.

Pero no es la única campa-ña, ya que en Barcelona Tan-quem els Cies funciona con el mismo objetivo y el año pasado en Málaga el movi-miento ciudadano consiguió el cierre del centro de Capu-chinos, en pésimas condicio-nes y que acogió durante 22 años miles de historias car-gadas de sufrimiento que se unen a las vividas por todas aquellas personas que están siendo encerradas por el he-cho de ser migrantes. Sin duda, un increíble éxito de la labor ciudadana que día a día lucha por que los CIE sean anécdotas del pasado.

ciesno.wordpress.comcerremosloscies.wordpress.comtanquemelscie.blogspot.commigreurop.orgbrigadasvecinales.org

Fotos cedidas por la Campaña “CIES NO” (Valencia)