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RESERVAS DE BIÓSFERAS DEL ECUADOR (RESERVA DE BIÓSFERA ARCHIPIÉLAGO DE COLÓN) La Red Mundial de Reservas de la Biosfera es el conjunto de espacios naturales que, según definición de la Unesco, son: “Las Reservas de la Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. La red funciona como un modelo que indica la forma de cómo el ser humano debe convivir con la naturaleza. Reservas de Biosfera: Seres humanos, desarrollo y ambiente El gobierno del Ecuador promueve la formulación y aplicación de políticas públicas para armonizar la convivencia entre la naturaleza y las actividades humanas orientadas al desarrollo y al buen vivir o sumak kawsay. En este marco, el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB, Man and the Biosphere) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha planteado la necesidad de que espacios con características excepcionales por sus valores naturales y culturales en el planeta sean declarados Reservas de Biosfera. El Ecuador posee cinco de estos sitios: el Archipiélago de Colón (Galápagos), Yasuní, Sumaco, Podocarpus El Cóndor y recientemente el Macizo del Cajas reconocidos por el Programa MAB, gracias a las nominaciones solicitadas por el Estado ecuatoriano que consideran que estos lugares peculiares contienen áreas de gran biodiversidad y recursos naturales utilizados por sus habitantes, de manera sostenible.

Reserva de Biosfera Archipiélago de Colón

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RESERVAS DE BIÓSFERAS DEL ECUADOR

(RESERVA DE BIÓSFERA ARCHIPIÉLAGO DE COLÓN)

La Red Mundial de Reservas de la Biosfera es el conjunto de espacios naturales que,

según definición de la Unesco, son:

“Las Reservas de la Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, o

una combinación de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales en

el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO.

La red funciona como un modelo que indica la forma de cómo el ser humano debe

convivir con la naturaleza.

Reservas de Biosfera: Seres humanos, desarrollo y ambiente

El gobierno del Ecuador promueve la formulación y aplicación de políticas públicas

para armonizar la convivencia entre la naturaleza y las actividades humanas orientadas

al desarrollo y al buen vivir o sumak kawsay.

En este marco, el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB, Man and the

Biosphere) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la

Cultura (UNESCO) ha planteado la necesidad de que espacios con características

excepcionales por sus valores naturales y culturales en el planeta sean declarados

Reservas de Biosfera.

El Ecuador posee cinco de estos sitios: el Archipiélago de Colón (Galápagos), Yasuní,

Sumaco, Podocarpus El Cóndor y recientemente el Macizo del Cajas reconocidos por el

Programa MAB, gracias a las nominaciones solicitadas por el Estado ecuatoriano que

consideran que estos lugares peculiares contienen áreas de gran biodiversidad y

recursos naturales utilizados por sus habitantes, de manera sostenible.

Si bien en el Ecuador se promovió la nominación de las Reservas de Biosfera y definió

acciones locales desde años atrás, es desde 2008 que el Ministerio del Ambiente (MAE)

con el apoyo de varias organizaciones desarrolla acciones organizadas y coordinadas

entre ellas, incursiona en el fortalecimiento de sus estructuras y reporta el

cumplimiento de los mandatos de la Estrategia de Sevilla y su Marco Estatutario a nivel

internacional.

La conformación de la Red Nacional de Reservas de Biosfera (RNRB) ha permitido mejorar la planificación en estas áreas e iniciar la construcción de sus respectivos Comités de Gestión, apoyados en un proceso participativo que reconoce que la gobernabilidad se reparte entre instituciones públicas, privadas y comunitarias vinculadas al quehacer del ser humano y la naturaleza.

La filosofía de las Reservas de Biosfera es fortalecer las dinámicas que existen entre conservación y desarrollo sostenible.

Red Nacional de reservas de Biósfera

Fuentes: Parque Nacional Galápagos, GTZ, NCI, Programa Yasuní-MAE-ONU, 2010.

Con la designación del Archipiélago de Colón, en 1984, como Reserva de Biosfera, el Ecuador pasó a ser parte de los países que incluyen áreas de su territorio en la lista de la Red Mundial de Reservas de Biosfera. Posteriormente, en 1989, 2000, 2007 y 2013, el Programa MAB aprobó la nominación de las Reservas de Yasuní, Sumaco, Podocarpus El Cóndor y el Macizo del Cajas respectivamente.

La superficie terrestre de las Reservas de Biosfera del Ecuador suma aproximadamente 6’600.000 ha. Si a esta cifra se añaden las 13’500.000 ha de Reserva Marina, el país aporta con 20’100.000 ha a la Red Mundial.

En relación a su superficie, Ecuador se convierte en uno de los países que mayor área aporta a este modelo de gestión territorial en el mundo. Solamente considerando el área terrestre, las Reservas de Biosfera en Ecuador ocupan el 21,8% del territorio nacional.

RESERVA DE BIOSFERA ARCHIPIÉLAGO DE COLÓN

Historia

El 11 de marzo de 1535, el Obispo de Panamá, el español Tomás de Berlanga, descubrió accidentalmente las Islas Galápagos y las llamó Islas Encantadas.

Antes de él, algunos historiadores suponen que balsas de tribus de Manteños y Huancavilcas llegaron hasta ellas. Después del Obispo, navegantes también desviados de sus rutas dieron ocasionalmente con las Islas Encantadas, que conservaron su nombre hasta 1570, cuando su existencia se confirmó al figurar en la carta del flamenco Ortelius con el nombre de Islas de los Galápagos.

Durante la colonia, el Archipiélago fue visitado por piratas que lo usaron como sitio de reparto del botín, lo que hace que hasta hoy circule la leyenda de que tesoros enterrados por ellos.

El pirata e historiador Ambrose Cowley bautizó a las islas en 1684 con nombres de personajes ingleses de la época: Chatham para San Cristóbal, Hood para Española, Charles o Floreana para Santa María, Narborough para Isabela, y Tower para Genovesa.

De 1780 a 1860 fueron destino de barcos balleneros ingleses y norteamericanos que, con los cazadores de focas y tortugas, dieron muerte a miles de ellas. En el siglo XIX los estadounidenses desplazaron al dominio británico.

La posición estratégica y la riqueza de las islas las han hecho codiciadas a lo largo de la historia. Hasta la independencia estuvieron bajo dominio de la corona española y fueron incorporadas al Ecuador el 12 de febrero de 1832, cuando el general José de Villamil tomó posesión de ellas.

En 1835 llegó el naturalista Charles Darwin quien, en una visita de cinco semanas, realizó observaciones de la flora y fauna que contribuyeron a formular su teoría evolucionista en su obra “El Origen de las Especies” (1859).

El 18 de febrero de 1973, el Archipiélago fue elevado a la categoría de provincia del Ecuador. Por ser uno de los archipiélagos oceánicos más grandes, complejos, diversos y mejor conservados en términos ecológicos del planeta, en 1959 el Estado ecuatoriano reconoció como Parque Nacional a cerca del 97% de la superficie emergida del Archipiélago. Actualmente es uno de los lugares legalmente mejor protegidos del mundo.

Tres documentos han definido las políticas para su gestión: el Plan Maestro para la Protección y Uso del PNG, de 1974, primero de este tipo para un área protegida de Latinoamérica; el Plan de Manejo y Desarrollo del Parque Nacional Galápagos, de 1984, elaborado bajo auspicio de la FAO como parte del Plan Maestro de Desarrollo Social y Conservación de la Provincia de Galápagos, y el Plan de Manejo del PNG, de 1996, diseñado con herramientas metodológicas modernas para la época en áreas protegidas que dio lugar al nuevo Plan vigente, de 2005. Este último se denomina Plan de Manejo del PNG “Un pacto por la conservación y el desarrollo sustentable del Archipiélago” y se basa en un enfoque de Reserva de Biosfera.El nuevo Plan reconoce “las interacciones de las zonas habitadas y las áreas protegidas terrestres y marinas, y por lo tanto, de manejo integrado”. Conceptualiza al Archipiélago como un “socio ecosistema” en que el ser humano actúa como custodio del sistema natural.

Ubicación

Ubicadas al Este del Océano Pacífico, están sobre la línea ecuatorial, aproximadamente a 960 km de la costa continental ecuatoriana, entre 1° 20 de latitud Norte y 1° 0 de latitud Sur, y los 89° y 92° de longitud Occidental.

De la superficie terrestre total, el 96,7% es Parque Nacional. El 3,3% restante (26.356 ha) es zona colonizada, formada por área urbana y rural en las islas Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela y Floreana. En la isla Baltra, aunque es parte del área protegida, funciona un aeropuerto y la base de la Armada Nacional y de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. La provincia de Galápagos está dividida en tres cantones, que se corresponden con las islas San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela. Existen cinco parroquias rurales: dos en San Cristóbal, dos en Santa Cruz y una en Isabela.

La distancia máxima entre dos puntos en el Archipiélago son 431 kilómetros que separan la esquina noroeste de la isla Darwin de la sudeste de la Española.

Al Este, el punto más cercano es el Cabo San Lorenzo, a 928 km de San Cristóbal. Al Norte, la masa de tierra más cercana es la isla de Cocos, a 870 km de Darwin.

Incluye 233 unidades terrestres emergidas (islas, islotes y rocas), pero la cifra permanece abierta por el carácter dinámico de los procesos geológicos que modelan este archipiélago volcánico.

La superficie total emergida es de 7.995,4 km2 y posee una línea de costa de 1.688 km. Desde el concepto biológico que aplica el Parque Nacional Galápagos, se reconoce la existencia de 127 islas y al resto, se las considera rocas por no tener ninguna población de flora o fauna establecida.

Clima

Su clima es seco y tropical con dos estaciones diferenciadas: la una, de enero a mayo, cálida y húmeda (invierno) con fuertes y esporádicas lluvias por la influencia de la corriente cálida de El Niño, cielo completamente despejado y temperaturas altas. La temporada fría y seca, conocida como “de garúa”, de junio a diciembre, especialmente en las zonas altas presenta una ligera llovizna, vientos fuertes, cielos nublados y temperaturas relativamente frías, por la influencia de la corriente fría de Humboldt, como se aprecia en la siguiente figura.

Los vientos dominantes (35,8%) provienen del Sur y del Este-Sur-Este (29,9%), la velocidad promedio del viento es de 3,8 m/s, que corresponde a los vientos provenientes del Sur y 3,7 m/s del Este-Sur-Este, que generalmente están presentes durante la época de garúa. En la época caliente los pocos vientos alisios generalmente vienen del Norte, aunque hay aquellos provenientes del Sur.

Geología y suelos

Las islas son de origen volcánico y están consideradas como uno de los 12 hotspots del planeta, desde el punto de vista de actividad volcánica.

Tienen como basamento la plataforma submarina denominada Galápagos que yace cerca de la intersección de dos cadenas submarinas sísmicas: la de Cocos, con rumbo Noreste, y Carnegie, con rumbo Este.

A unos 100 kilómetros al Norte yace la dorsal Galápagos, que corre al Este, desde su intersección con la dorsal del Pacifico Oriental, que se encuentra fallada y desplazada hacia el Norte. Al Sur y al Oeste de las islas, el fondo del mar baja bruscamente a las profundidades abisales. Esa ubicación hace que las islas pertenezcan al límite Norte de la placa de Nazca.

El desarrollo geomorfológico de las islas es consecuencia de los flujos de lava, del intemperismo diferenciado en cada una y de acción de las olas sobre las costas.

Predominan las zonas secas y muy secas, bajo los 250 msnm, y afloramientos rocosos asociados con alteraciones arcillosas superficiales de extensión y espesor reducidos.

Gran parte de estos suelos se caracterizan por un contacto lítico a menos de 50 cm de profundidad, generalmente los horizontes superficiales del suelo contienen escorias, grabas piedras de origen basáltico. Su grado de meteorización varía según las condiciones climáticas del lugar y la edad de cada isla. Sin embargo, existen en las zonas altas de las islas grandes sitios con una buena cantidad de tierra fértil combinada con rocas en proceso de meteorización.

Perfil altitudinal terrestre y marino de Galápagos

Hidrología

Los estudios del ciclo hidrológico son limitados, pese a su importancia sobre la distribución, dinámica y evolución de la fauna y la flora y de sus habitantes. Las características hidrológicas de estos ambientes insulares generan dificultad de acceso para adquirir datos sobre ellos.

Información del Parque Nacional Galápagos27 establece que la escasez de agua define los ecosistemas únicos y determina su naturaleza y comportamiento de las especies. Los árboles de Palo Santo, por ejemplo, quedan sin hojas durante la sequía y los lobos marinos toman el agua de los peces.

A excepción de San Cristóbal, la disponibilidad de agua de fuentes naturales para la agricultura y el uso doméstico es casi nula. Sin embargo, es un territorio de rápido desarrollo humano. Se presentan esfuerzos por recolectar y filtrar agua de lluvia y se ha dado paso al uso de agua entubada que los isleños compran a pequeñas empresas que utilizan plantas desalinizadoras.

El agua para usos no potables proviene de diferentes fuentes según cada isla. En Santa Cruz, el agua salobre se encuentra en grietas, cerca de la costa, y es la principal fuente de agua para Puerto Ayora. Lo mismo ocurre en Puerto Villamil, en Isabela.

San Cristóbal tiene un recurso superficial permanente e importantes aguas subterráneas en la parte alta, una excepción en el Archipiélago. Isabela extrae agua de pozos y Floreana obtiene sus recursos hídricos de pequeños manantiales.

El desarrollo humano y la conservación de la integridad de los ecosistemas naturales han despertado la preocupación de la Dirección Nacional del Parque por el buen manejo del recurso hídrico que, con estudios y monitoreos estrictos de calidad del agua, apoyado por organizaciones locales, nacionales y extranjeras, aspira a minimizar el riesgo de contaminación y desperdicio de agua dulce.

Biodiversidad

Las poblaciones de flora y fauna de las islas presentan similitudes y diferencias que al parecer forman parte de un modelo, según el estudio de Michael H. Jackson.

Esto ha generado que estudiosos de la realidad galapaqueña coincidan en el concepto de “comunidades”. Se recurre al ejemplo de las iguanas marinas que están la mayor parte del tiempo en ciertos tipos de costa que otras especies diferentes, de la misma familia, que habitan en medio de la flora y fauna de lagunas de manglares y playas de arena. Las observaciones establecen que plantas y animales que están a 300 metros de altura en Santa Cruz, son diferentes de las que viven cerca del nivel del mar.

En el concepto de “comunidad” aspiran a agrupar a un conjunto de poblaciones de organismos vivientes en un área o hábitat preciso”30 y si bien esas comunidades tienen características que parecen constantes, los grupos de especies que las conforman no son necesariamente consistentes de un lugar a otro.

Adicionalmente se ha establecido que la altura produce una gradación en la zonificación de especies vegetales, y en menor grado, en especies animales. La clasificación de zonas no es única entre diversos estudios y expertos, pero presenta un esquema que coincide en aspectos básicos, al considerar que “las zonas vegetativas son primordialmente resultado de las diferentes estrategias de adaptación de las especies involucradas para salir adelante en factores ambientales específicos, y por eso se espera que algunas especies pertenezcan a una zona específica (limitada en su tolerancia)”.

Zona litoral costera: tiene un agudo contraste con la zona árida contigua. La franja costera está generalmente siempre verde. No tiene un tipo de vegetación climática, sino una ecológica. Varía y depende del tipo de costa. En caletas protegidas, hay bosques de manglar, mientras en las playas de arena y dunas, enredaderas, hierbas y arbustos suculentos.

Zona árida: desde la costa hacia el interior, está la zona de vegetación más grande con un bosque semidesértico dominado por árboles deciduos que pierden hojas durante la estación seca. Las plantas se adaptan para resistir la sequía o son hierbas anuales que sobreviven durante la estación seca y se presentan como semillas.

Zona de transición: tiene un carácter intermedio entre la zona Scalesia y la árida. La dominan especies diferentes a las de sus áreas contiguas, como la Bursera, o Crotón, característicos de elevaciones más bajas, se hacen menos abundantes o desaparecen. El bosque es dominado por los endémicos “pega pega” (Pisonea Floribunda) y el guayabillo (Psidium galapagrium). Esta zona es más densa y diversa que el bosque de la Zona árida y no hay una especie dominante.

Zona de Scalesia: en su límite superior, la Zona de transición se fusiona con el bosque perennifolio de Scalesia, bosque de neblina en que domina la Scalesia pedunculata, en Santa Cruz. El tronco y las ramas de sus árboles están cubiertos por musgos, helechos y orquídeas. El bosque de Scalesia es diverso y está asociado con especies endémicas. Durante la estación seca de las tierras bajas, está empapado con la humedad de la garúa.

Zona Zanthoxylum o zona café: es rara y corresponde a un estado intermedio entre el bosque de Scalesia y la vegetación tipo arbusto de la Zona de la Miconia. Se manifiesta en un bosque abierto dominado por la “uña de gato” (Zanthoxylum fagara). Los árboles tienen una pesada cubierta de plantas epífitas, particularmente de musgo y helechos, lo que da al área una apariencia café en la estación seca. La Zona prácticamente ha desaparecido por la colonización humana.

Zona de la Miconia: las partes altas del Sur de San Cristóbal y Santa Cruz son los únicos lugares donde hay un cordón de arbustos densos de Miconia robinsoniana. No se encuentran árboles nativos y los helechos son abundantes.

Zona de pampa: Más arriba de la Zona de la Miconia, no hay prácticamente árboles ni arbustos, y la vegetación consiste principalmente en helechos, hierbas y juncias. Es la zona más húmeda, especialmente durante la época de garúa. En determinados años recibe hasta 2,5 cm de lluvia.

En cuanto a los ambientes marinos existen dos importantes complejos: las costas someras y el mar abierto profundo.

Principales hábitats costeros y de aguas abiertas en Galápagos

Flora

La flora nativa incluye 560 especies de plantas vasculares y más de 600 grupos, incluidas subespecies. Posee 60 especies de malezas pantropicales, de las que se desconoce si llegaron naturalmente o fueron introducidas, antes de que se realicen investigaciones botánicas.

Se incluyen 180 especies endémicas y más de 200 taxones endémicos.

El endemismo de las plantas corresponde al 32% a nivel de especie y es mayor en taxones infraespecíficos. El endemismo es mayor en las tierras bajas, que corresponde a los hábitats más áridos, en donde se encuentran el 67% de las especies endémicas vasculares. En las zonas húmedas, se registra el 29%. El 4% restante se localiza en la zona litoral. Este bajo porcentaje se atribuye a la facilidad de dispersión por las corrientes marinas.

Fauna

Existen más de 3.000 especies nativas del Archipiélago. Los invertebrados representan la mayor parte de la biodiversidad terrestre natural. Los invertebrados terrestres que no son insectos representan 71 familias, 117 géneros y 386 especies.

El inventario inicial taxonómico de insectos muestra 1.555 especies nativas y endémicas de Galápagos. Adicionalmente existen más de 490 especies de invertebrados introducidos. Galápagos es el último ecosistema de insectos poco alterado del mundo en que se pueden identificar patrones existentes antes de la homogenización por las especies introducidas de los insectos de “maleza”.

Los patrones de diversidad y endemismo son más simples en los vertebrados. Los grupos menos móviles, es decir de reptiles, mamíferos terrestres, aves (terrestres, de laguna y marinas) y mamíferos marinos, tienen un mayor porcentaje de endemismo.

Riqueza de especies y endemismo de los vertebrados en Galápagos

El aislamiento de Galápagos permite la existencia de una alta proporción de especies marinas endémicas. Sin embargo, comparados con los terrestres, los ecosistemas marinos tienen menores niveles de endemismo.

Se reconocen los siguientes ecosistemas especiales en el Plan de Manejo de la Reserva Marina:

Al oeste de las islas Galápagos, canal Bolívar e isla Fernandina: zona de gran importancia para especies endémicas. Viven en el área el 50% de los lobos peleteros Arctocephalus galapagoensis, endémicos de Galápagos. Es área de alimentación de la ballena Bryde (Balaenoptera edeni), ballena piloto (Globicefala sp.) y delfín nariz de botella (Tursiops truncatus). Su presencia hizo que el archipiélago sea declarado Santuario de Ballenas.

Darwin y Wolf: Poseen el arrecife de coral más representativo del Archipiélago con más de ocho especies de corales hermatípicos, con la mayor diversidad de especies de peces tropicales del sitio.

Marchena, Floreana y Española: Arrecifes de coral y aves endémicas, entre ellas piqueros patas azules que usan los bajos como sitios de alimentación con morenillas o pinchaguas.

Bahía Cartago, Isabela: Tiene el bosque de manglar más grande del Archipiélago. Isabela Sur: Es el único sistema insular oceánico del Ecuador con ecosistemas

especiales y únicos.

Los bajos: en los límites externos de la Plataforma Galápagos, principalmente en el Sur, Sudeste y Este, montañas o probablemente volcanes submarinos se elevan hasta casi cien metros de profundidad, rodeados de agua de entre 2.000 y 4.000 metros. Generan condiciones oceanográficas particulares para la existencia de aves y mamíferos nativos y endémicos de Galápagos.

Una zonificación especial

La singularidad de Galápagos se manifiesta en su estructura territorial en relación a las demás áreas protegidas incluidas en el Programa MAB. En la mayoría de las Reservas de Biosfera existe un núcleo central, rodeado por zonas intervenidas donde se desarrollan actividades humanas compatibles con objetivos de conservación. En Galápagos, esta situación se presenta invertida ya que el área protegida rodea a aquella en que se efectúan las actividades antrópicas. Esta característica ha sido considerada en la zonificación del Parque Nacional.

El sistema de zonificación se establece como un proceso dinámico y adaptativo de ordenamiento para delimitar espacialmente y clasificar las zonas del Archipiélago por intensidades y tipos de uso, para proteger, restaurar o utilizar sustentablemente el capital natural de las islas.

Al combinar como marco legal la figura de PNG al área insular protegida y el modelo de desarrollo sostenible planteado por la figura de Reserva de Biosfera, se ha establecido un proceso de zonificación con los siguientes lineamientos:

1. Se articula alrededor de la concepción de que toda el área protegida insular está destinada a la máxima conservación de la integridad ecológica y la biodiversidad de los ecosistemas insulares protegidos.

2. Considera que los ecosistemas insulares y marinos de Galápagos son componentes indisolubles de un Gran Ecosistema que debe manejarse como una totalidad.

3. Es una herramienta para que, con el ordenamiento pendiente de las zonas agropecuarias y urbanas del Plan Regional, se construya al modelo territorial sustentable.

4. La zonificación u ordenamiento territorial configura un sistema de zonificación en el cual cada zona se interrelaciona con las restantes, pues la alteración de una repercute en todo el sistema.

5. Los límites de las distintas zonas establecidas, a excepción del legalmente establecido del área protegida con la zona agropecuaria y la urbana, no son fijos y pueden alterarse según los objetivos de conservación alcanzados en el manejo adaptativo del Plan de Manejo.

6. El proceso de zonificación del PNG, bajo el marco del modelo territorial regional propuesto, trata de evitar los grandes contrastes que se presentan entre el área protegida –con un ordenamiento territorial y actuaciones de manejo y control- y las no protegidas o pobladas –aún sin ordenación agropecuaria y urbana-. Son las normas de uso y control establecidas para las zonas definidas en el PNG vinculadas a través de programas de manejo con otros programas, actividades o iniciativas en desarrollo o que se puedan cumplir por propietarios de fincas, organizaciones o instituciones en las áreas pobladas.

La nueva zonificación considera bajo la misma unidad territorial, un espacio natural y un humano que promueva un manejo integrado y unitario con cuatro elementos territoriales:

1. Zona agropecuaria.2. Zona urbana.3. Sitios de distribución y acopio (puertos y aeropuertos).4. Vías de transporte y comunicación (carreteras y caminos).

A su vez, el territorio protegido sin asentamientos humanos, salvo situaciones especiales, se divide en insular y marino (con fines operativos), diferenciados por sus figuras de protección pero manejados por la misma institución:

1. Parque Nacional Galápagos y 2. Reserva Marina de Galápagos.

El sistema de zonificación del PNG se articula sobre la disposición espacial de dos zonas, definidas en función de una gradiente de conservación de sus ecosistemas:

1. Zona de Protección Absoluta (Zona Núcleo, ecosistemas más prístinos, con fuertes restricciones de uso): áreas prístinas o casi prístinas libres de impactos conocidos de origen humano, en especial de organismos exóticos. Incluye áreas impactadas y ecológicamente restauradas.

2. Zona de Conservación y Restauración de Ecosistemas (Zona Núcleo): puede presentar o no organismos introducidos u otro tipo de impactos de origen humano, por lo que tienen cierto grado de alteración de los niveles de integridad ecológica de todos o algunos de los distintos tipos de sus ecosistemas.

A estas zonas se añaden otras dos que corresponden a bandas periféricas en las islas pobladas:

3. Zona de Reducción de Impactos (Zona de Amortiguamiento adyacente a la Zona Núcleo, cuya misión es protegerla de impactos humanos): áreas periféricas del Parque Nacional con un grado de alteración importante aunque variable, por estar situadas cerca a zonas agropecuarias o urbanas.

Sobre las tres zonas mencionadas, que presentan diversa intensidad de usos, se acoplan dos tipos de elementos que se manejan a modo de red: Red de Sitios de Uso Público Ecoturístico, repartida en diferentes islas, con un rango amplio en el estado de conservación de sus ecosistemas, desde muy conservados hasta alterados. Estos sitios contienen elementos paisajísticos, geóticos, bióticos o históricos representativos y soportan la presencia de visitantes, locales y externos, individual o colectiva y de forma autoguiada o guiada.Red de Sitios de Uso Público Especial, incluye todos los lugares del PNG con presencia permanente o casi permanente de población humana, expresada en edificaciones, instalaciones, canteras o vertederos. Mantienen ecosistemas muy degradados en su estructura y funcionamiento, pero que por estar dentro de los límites del Espacio Natural Protegido, deben estar limitados y regulados para minimizar el flujo de efectos negativos.

4. Zona Agropecuaria y Urbana (Zona de Transición, de Cooperación con la población local, donde se aplican modelos de desarrollo sostenible): comprende terrenos de las partes altas de las islas pobladas, bajo propiedad privada. Son tierras húmedas que favorecen la formación de suelos más adecuados para la agricultura. Es una zona fragmentada asociada a efectos derivados de actividades agrícolas, ganaderas, expansión urbanística y de vías de comunicación.

Son áreas privadas de las cuatro islas habitadas que conforman las poblaciones de Puerto Baquerizo Moreno en la isla San Cristóbal; Puerto Ayora en Santa Cruz; Puerto Villamil, en Isabela, y Puerto Velasco Ibarra, en Floreana.

Población

La mayor parte de las islas oceánicas en el mundo han sido colonizadas hace cientos o miles de años con la introducción de especies que desencadenaron procesos de competencia o depredación de las nativas, generando tasas de extinción y una radical transformación de los ecosistemas.

En Galápagos, hubo una tardía colonización humana que inició hace 170 años y la mayoría de las islas se mantienen deshabitadas por lo que existe un buen estado en diversidad biológica original. Sin embargo en las dos últimas décadas, se ha dado un acelerado crecimiento demográfico, el incremento incesante del turismo y un consecuente aumento del flujo de mercancías entre las islas y el continente.

En Galápagos reside el uno por mil de los habitantes del Ecuador, pero su importancia en términos absolutos es mayor al proyectar la imagen internacional de un espacio natural único, bien conservado y manejado. Así pudiera convertirse en un símbolo de la nacionalidad ecuatoriana.

Los sistemas sociales existen y se desarrollan como parte de un sistema socio ecológico o socio ecosistema.

Según el último Censo de Población y Vivienda de Galápagos37, la población es de 19.184 habitantes, de los cuales 9.234 son mujeres y 9.950, hombres. Por cada 100 hombres, hay 92,8 mujeres, lo cual varía entre cantones.

Es una sociedad que busca organizarse y pese a su número reducido, cuenta con 57

organizaciones comerciales, seis comunitarias, 16 locales de conservación, cinco

deportivas, 19 centros educativos y grupos vinculados, 17 gremios profesionales, siete

grupos de identidad (esmeraldeños, salasacas, orenses y lojanos), nueve vinculados a

la religión, ocho de empleo y empleados, 61 del gobierno central, 11 del gobierno local

y cinco de donantes bilaterales y multilaterales.

El estudioso Christophe Grenier hizo en 1996 una distinción entre pioneros y colonos.

En los primeros ubicó a los europeos que llegaron a Santa Cruz y Floreana a inicios del

siglo XIX, y en colonos a los ecuatorianos que arribaron desde mediados del siglo XIX

“con una sensación de abandono absoluto del Estado”.

La entrega gratuita de tierras estatales, la organización de viajes y los apoyos con

créditos o impuestos a finales del siglo XIX “son perfectamente insuficientes para

vencer la imagen de soledad y desamparo en que los primeros ecuatorianos que

lograron asentarse en las islas sienten al haber realizado su hazaña”.

La Ley Especial de 1998 vigente fija en cinco años el límite para ser considerado

residente permanente. Los inmigrantes recientes suelen designar a los nativos de

Galápagos como “carapachudos”, recordando al animal emblemático de las islas: un

ser capaz de vivir en medio de la escasez de alimentos y agua, encerrado sobre sí

mismo, impermeable a las influencias externas.

Existe un proceso de formación acelerada de un sentimiento de comunidad en

Galápagos. “La mezcla de procedencias de inmigrantes venidos de todos los rincones

del país ha favorecido el refugio fracasado en una identidad nacional debilitada y ha

dificultado la reconstrucción de las identidades locales que dejaron atrás”.

La investigación científica ha estado centrada en su flora y fauna únicas, mientras el

gobierno invierte alrededor de 50 millones de dólares a través de cerca de 60

instituciones que existen en el Archipiélago para atender el tema humano, a la vez que

los fondos estatales dedicados a la conservación son de 12 millones de dólares, a

través de la única institución oficial encargada de las áreas protegidas, el Parque

Nacional Galápagos.

Diferentes estudios establecen tres momentos en la migración humana al Archipiélago:

De mediados de 1950 a 1975: poblamiento de Santa Cruz, San Cristóbal, Floreana e

Isabela por la expansión de la frontera agrícola.

Hasta fines de 1990: expansión económica concentrada en el turismo y la pesca.

Responde a una inmigración por necesidades laborales que creció con habitantes

temporales.

De 2000 a 2005: se vuelve un foco de atracción del empleo y la inversión. Se

empiezan a aplicar las regulaciones de la Ley Especial para la nueva ola migratoria,

donde legalizaron la residencia y adquirieron derechos para llevar capitales y

trabajadores temporales.

Turismo

El turismo es la principal actividad económica del Archipiélago, que empuja, impulsa y determina la dinámica de las demás actividades, alienta en último término la migración y provoca la creciente apertura de la provincia al exterior.

Existen 717 servicios compuestos por Servicios Turísticos Directos con 528

establecimientos (hospedaje en tierra, transporte turístico marítimo, agencias de

viajes, alimentación, bares y discotecas) y Servicios Indirectos o proveedores de

turismo con 189 empresas (transporte público terrestre, transporte público marítimo,

tiendas de recuerdos, renta de caballos y renta de equipo de buceo superficial y

kayaks). De los servicios directos, 85 están registrados pero no operativos y 84 son

totalmente informales, es decir que no constan en ningún registro. En San Cristóbal

existen 221 establecimientos del servicio directo, en San Cristóbal 146 y en Isabela 73.

Floreana tiene solo cuatro registrados. El 63% de los beneficios indirectos corresponde

a venta de recuerdos.

El número de beneficiarios directos de la operación turística es de 3.451 personas. Si se

estima que cada trabajador tiene cuatro cargas familiares en promedio, se calcula un

total de 13.804 beneficiarios directos, es decir el 72% de la población residente.

La mayoría de empleos son provistos por las embarcaciones turísticas (31%),

empleados en puerto (22%), hospedaje (13%) y guías naturalistas (10%).

El turismo navegable, que con regulaciones e itinerarios establecidos por el PNG,

comenzó a operar en 1969, presentó desde sus inicios la combinación de actividades

de visita en tierra y mar incluyéndose el esnorquel, entre otras. La actividad turística

también se realizó en su momento en botes de pesca artesanal que posteriormente se

acondicionaron para ser embarcaciones exclusivamente de turismo. El enfoque de esta

actividad se centró desde un comienzo en el turismo educativo e interpretativo.

Tradicionalmente los turistas llegaban interesados por la diversidad de especies del

ambiente terrestre, pero a partir de la década de los ochenta, el ambiente submarino

comenzó a atraer la atención como destino para buzos deportivos profesionales y

naturalistas de buceo de esnorquel (de superficie) y de scuba.

Sus características como sitio de buceo han hecho que la prestigiosa organización

oceanográfica Cedam Internacional declare a Galápagos como una de las siete

maravillas del mundo submarino.

A 2008 existían 84 embarcaciones registradas en el Proceso de Uso Público del Parque

Nacional, clasificadas en cuatro grupos de tonelaje. Operan un total de 1.834 plazas

para visitantes45, con 37% de plazas disponibles en las once embarcaciones más

grandes.

Del lado de la población, se intenta desde hace varios años una sensibilización

temprana y diaria sobre el cuidado ambiental para superar la rivalidad entre

conservación y desarrollo humano y permitir un enfoque de sostenibilidad dentro del

área protegida.

Actualmente el Parque actúa con apoyo de Ecolap para actualizar y reforzar el desarrollo del turismo. Para ello se ha establecido un Sistema de Manejo de Visitantes (SIMAVIS), metodología con instrumentos técnicos dirigidos al 97% del área protegida y por otro lado, como innovación, fortalece proyectos con la población a través del MAE, de los municipios y del Consejo de Gobierno.

El objetivo es impulsar el ecoturismo en un esfuerzo conjunto del WWF, la Fundación Charles Darwin y el PNG.

Desde que la UNESCO sacó de la Lista de Patrimonios en Riesgo a Galápagos, esas organizaciones, sus municipios y el gobierno central trabajan en una mayor participación de la población en temas sensibles, como el otorgamiento de cupos turísticos.

Proyectos puntuales planteados desde entonces están, por ejemplo, en Punta Estrada, (Puerto Ayora), que plantea usar la bahía con ingreso de pangas a remos, en una actividad más ecoturística que las actuales en la zona.

Adicionalmente, para facilitar el abastecimiento de las islas, resguardando el posible ingreso de especies introducidas, el Consejo de Gobierno trabaja en la construcción de un único muelle en Guayaquil para que desde ahí salgan los productos dirigidos al Archipiélago con cuidados especiales.

Que haya turismo pero con todos los cuidados es el enfoque: para ello se han establecido regulaciones a los barcos que, entre otras, determina el reemplazo de luces para no atraer insectos. La mayoría de luces usadas en la iluminación de los barcos son incandescentes o fluorescentes en colores amarillos y blancos, tienen longitudes de onda que varían entre los 300 y 700 nm y algunas de ellas sn muy atractivas para los insectos. Una alternativa no usada comúnmente en la luz naranja-roja y luces de sodio de baja presión que no son visibles por los insectos.

Adicionalmente se ha sugerido un mejor diseño de los itinerarios de visita a los diferentes sitios para evitar eventual dispersión de especies a islas prístinas como Fernandina.

A largo plazo se ha formulado la posibilidad de que Galápagos tenga un sello de calidad propio con la mejora de prácticas ambientales. Se trata de un proyecto piloto en Santa Cruz, con el apoyo de WWF, la Cámara de Turismo y el Parque Nacional y la participación de 21 empresas (de pesquería, agricultura y hotelería) que quieren incorporar buenas prácticas ambientales, como captación del agua lluvia, colocación de paneles solares y manejo de residuos.

Por otro lado, está el pedido de la isla Floreana de asumir socialmente el desarrollo del turismo en esa isla. Al momento se realizan trayectos de isla a isla desde Puerto Ayora, en visitas de dos horas a Floreana en que los turistas dejan un promedio de once dólares de gasto. La casa de los Wittmer, familia que colonizó la isla, fue el núcleo para que creciera la iniciativa turística por lo que surgió la inquietud de asumir la tarea socialmente y acogerla como una actividad adicional y complementaria a la agricultura y la pesquería.

Tanto para el tema turístico y demás actividades que afectan patrones de productividad y biodiversidad, la Reserva Marina tiene como subprograma permanente el seguimiento y evaluaciones intensivas en zonas de diferentes regímenes de manejo, para comparar los efectos del manejo con las actividades humanas. Se verifican los efectos del manejo en, por ejemplo, la recuperación o deterioro de algún recurso, comunidad o hábitat.

Pesca

La pesca en Galápagos comenzó con la caza de ballenas y los lobos peleteros a principios del siglo XIX. Con la colonización, a partir de 1832, se empezaron a utilizar recursos marinos en forma rudimentaria. Lentamente los pescadores de mayor experiencia se adentraron en el mar y probablemente la pesca llegó a ser trabajo de jornada completa para algunos en ese siglo. Los botes no tenían motor y los pescados solo se podían preservar al salarlos y secarlos.

La pesca industrial apareció hace varias décadas, realizada por flotas industriales nacionales e internacionales. Barcos de Japón, Estados Unidos, Panamá y Costa Rica han operado en las aguas de Galápagos, dedicados a la pesca de atún. La presencia de estas naves representó una vía de comunicación, aprovisionamiento y comercio frecuente para colonos en la década de 1950, estas operaciones ocurrían en forma furtiva y clandestina. Esa situación fue el argumento central para proclamar aguas territoriales de 200 millas de uso económico exclusivo apoyada por Ecuador, Perú y Chile, con la creación de la Comisión Permanente del Pacífico Sur, en 1952. Solo a principios de la década de 1970 comenzaron a operar barcos cerqueros (purse Seine) y palangreros (long line) ecuatorianos en Galápagos. En 1985 se inició un programa que acomodó a barcos extranjeros asociados, de Japón y Taiwán principalmente, para la pesca con palangra en aguas ecuatorianas bajo bandera nacional, programa que terminó en 1996.

El establecimiento de la base naval norteamericana en Baltra alrededor de 1940 impulsó el desarrollo económico local y los pescadores de Santa Cruz y de San Cristóbal se especializaron en la venta de pescado fresco para la Armada. A fines de la década 1940 la pesca dejó de ser de subsistencia para pasar a ser comercial. Un cambio fundamental se produjo gracias a la fundación en Puerto Baquerizo de la Sociedad Pesquera de Galápagos, llamada localmente La Predial, que tenía un establecimiento frigorífico de unas mil toneladas de capacidad.

Barcos de gran calado podían atracar en el puerto recién construido. La presencia de diez cúteres o balandras de 30 pies, inició una nueva era de la pesca de Galápagos. La primera nave atunera ecuatoriana Rose Marie, llevaba entonces el producto de la pesca costera al continente, junto con las capturas de atún.

El mal manejo condujo al abandono de La Predial, alrededor de 1955. Otras dos naves industriales norteamericanas, Lucy y Jane, recolectaban el pescado fresco a principios de los 70s. La riqueza de acumulación rápida se invirtió en gran medida en la nueva flota en desarrollo en aquellos años. Alrededor de 20 unidades de 30 pies operaban desde San Cristóbal, a principios de los 70, entre 1970 y 1972, aumentó la prosperidad pesquera, cando cuatro embarcaciones de bandera panameña, llegaron a Galápagos para comprar productos pesqueros. Las actividades se hicieron menos intensivas en los años ochenta, dado que el desarrollo del turismo absorbió parte de la gente de Galápagos dedicada a la pesca.

Hasta mediados de la década de 1980, la pesca en Galápagos se realizó sin alteraciones, con excepción de la pesca de la langosta que se hizo más sofisticada por el uso de la tecnología de buceo con aire comprimido. En los noventa los pescadores empezaron a organizarse en cooperativas. La mayor parte de la pesca se centraba en tres tipos de recursos: pescado fresco para el consumo local, langosta para la exportación internacional y seco salado para el Ecuador continental.

Las especies de peces más explotadas eran la lisa y el bacalao. Hasta 1998 esta actividad económica extrajo cientos de toneladas de recursos de pepino de mar y de atún, en aguas alejadas de la costa.

A esa fecha alrededor de 600 personas registradas en cuatro cooperativas y una flota pesquera artesanal de aproximadamente 270 embarcaciones entre botes, fibras y pangas.

La pesca está regulada por la Ley Especial de Galápagos del 18 de marzo de 1998 mediante la cual, entre otras disposiciones, el armador pesquero artesanal debe estar afiliado a una cooperativa legalmente establecida y tener licencia de Pescador Artesanal de la Reserva Marina de Galápagos, otorgada por el Parque. Para formalizar esto, en 2001 se estableció el Registro Pesquero con lo que se frenó el crecimiento de la flota pesquera y, paralelamente, se inició un proceso para ofrecer actividades económicas alternativas a aquellos pescadores que estuvieran dispuestos a dejar esa actividad. El proceso ha logrado reducir el tamaño del sector pesquero de 1.050 personas y 450 embarcaciones, a 350 pescadores activos y 270 embarcaciones, lo que implica una disminución importante en la presión sobre los recursos pesqueros.

Investigaciones científicas

Galápagos como destino de estudio científico se hizo conocido a partir de las publicaciones de Charles Darwin luego de su visita en 1835. Después hubo varias expediciones científicas marinas centradas principalmente en la recolección de especimenes para su identificación y clasificación. La ciencia marina y su aplicación a la conservación empezaron a aumentar después de la formación de la Fundación Charles Darwin, en 1959, su brazo operativo, la Estación Charles Darwin, en 1964, y el Servicio del Parque Nacional Galápagos, que se hizo activo en 1968. Los objetivos son la realización de estudios relativos a preservar y asegurar en el Archipiélago y en los mares que lo rodean, su flora y fauna, la conservación del suelo y salvaguardar la vida de las especies en su ambiente natural.

A partir de 1994, las investigaciones aumentaron para proporcionar información para el manejo, protección y conservación. Otra contribución importante del sector ha sido la formación de científicos nacionales especializados, por medio de programas de voluntarios y becarios de esas instituciones, y el uso de la Reserva Marina como recurso educativo para capacitación de niños y estudiantes de las escuelas locales, y de publicaciones de difusión pública.

Se suma a esto la coordinación de la investigación con científicos visitantes. Desde 1996, el proceso participativo de planificación y discusión de los Planes de Manejo generaron un aumento de información sobre Galápagos.

Proyectos e iniciativas

En el Archipiélago de Colón, la gestión de la Reserva de Biosfera se ha enfocado principalmente a la Zona Núcleo, que corresponde al Parque Nacional Galápagos. Existe sinnúmero de proyectos de los cuales se han seleccionado los siguientes para esta publicación.

Monitoreo de iguanas rosadas en el volcán Wolf

En enero de 2009, estudios genéticos realizados, a través de un proyecto entre la Universidad Tor Vergara, de Roma, y el Parque Nacional Galápagos, concluyeron que la iguana rosada, en el volcán Wolf, en Isabela, era una nueva especie, diferente a las conocidas.

En 1986, en un viaje de campo al volcán, funcionarios del PNG y de la Fundación Charles Darwin (FCD) observaron cinco iguanas de color rosado con manchas negras. Capturaron algunos para tomar datos morfométricos y saber si se trataba de una adaptación de las iguanas terrestres por alguna razón ambiental o alimenticia.

En 2001, se inició un proyecto de investigación para obtener muestras de sangre y con los resultados, los investigadores de Tor Vergara y el PNG, concluyeron su novedad para la ciencia.

La iguana rosada (Conolophus marthae) es terrestre, genética y morfológicamente diferente a las especies que se conocían hasta su hallazgo. Por ser una nueva especie es necesario ampliar los estudios para conocer su estado poblacional y definir si requiere acciones específicas de manejo.

La especie habita exclusivamente en el volcán Wolf, el más alto del Archipiélago.

Proyecto Isabela

Fue una de las acciones de manejo más importantes ejecutadas en Galápagos y se

realizó entre la Fundación Charles Darwin y el Parque Nacional Galápagos. Una razón

fundamental para dotar de recursos a este trabajo fue el grave impacto ecológico que

las cabras provocaban, principalmente en el norte de Isabela. Miles de cabras

provocaban erosión y destruían el hábitat y la fuente de alimento de una variedad

importante de especies propias de Galápagos. Las tortugas terrestres eran

especialmente afectadas. Se trabajó también en el sur de Isabela y en las islas Pinta y

Santiago.

La ejecución del proyecto contempló tres etapas:

1.-Planificación: involucró consecución de fondos, selección y capacitación de

guardaparques, compra de equipos y materiales de campo, contratación de una

empresa de helicópteros con alta capacidad y experiencia en este tipo de trabajos,

construcción de infraestructura básica en Puerto Ayora como centro de operaciones, y

campamentos móviles y temporales.

2.- Cacería terrestre y aérea: el uso de helicóptero para acciones de erradicación de

animales se realizó por primera vez en Galápagos. Se capacitó a guardaparques

cazadores aéreos y se han replicado acciones en otras islas con presencia de cabras

ferales, como Floreana y San Cristóbal. Se ha continuado con la fase de monitoreo de

la erradicación de cabras en las islas Isabela, Santiago, Pinta y Marchena. Las

actividades de cacería terrestre fueron ejecutadas por guardaparques apoyados por

rifles, perros de caza, receptores de GPS (Global Position System), radios portátiles y

otros equipos.

3.- Monitoreo: es uno de los componentes más importantes del proyecto, pues

permite observar los cambios producidos antes, durante y después de la ejecución del

trabajo. Esta fase contempla el uso de la radiotelemetría, usada por primera vez a nivel

mundial con fines de erradicación. Para esta etapa se desarrolló el Programa de Chivos

Judas, que aprovecha el comportamiento gregario de las cabras al colocar un radio-

collar a cabras seleccionadas, esterilizadas y sometidas a medidas de cuarentena, para

su liberación y evitar su reproducción y dispersión de especies de un sitio a otro.

Una de las herramientas innovadoras y usadas durante la ejecución de este trabajo y

permitió determinar los avances de los trabajos fue el uso de Sistemas de Información

Geográfica (SIG), gracias al cual se determinó el sitio en donde se eliminó una cabra

con registros de las coordenadas, a través del uso de un GPS, datos con que se

elaboraron los mapas para tomar decisiones oportunamente.

Actualmente hay evidentes cambios en la composición de los ecosistemas en vías de

restauración. Una de ellas es que la cobertura vegetal en las islas intervenidas es

diferente, y especies de aves terrestres, tortugas, culebras, y otras se recuperan a

ritmos satisfactorios.

El Proyecto Isabela finalizó en marzo de 2006. Se ampliaron las actividades de manejo

de las cabras ferales hacia las islas Floreana y San Cristóbal. En Floreana han sido

erradicadas y en San Cristóbal está en pleno proceso de extirpación que finaliza en

2010. Posteriormente se realizarán acciones en la isla Santa Cruz, con lo cual se habrán

erradicado las cabras ferales del Archipiélago.

Restauración ecológica de la isla Pinta

El 17 de mayo de 2010, la DPNG liberó en la isla Pinta a 39 tortugas gigantes como

medida de manejo a largo plazo para restaurar la integridad ecológica de los

ecosistemas a través del uso de una especie análoga para replicar el papel de la única

herbívora de esa isla.

Desde allí se trasladó en 1972 al emblemático “Solitario Jorge”, único en su especie,

hasta el centro de reproducción y crianza en cautiverio en Santa Cruz, donde

permanece bajo custodia de los guardaparques.

La Pinta sufrió mucha degradación por la presencia de cabras introducidas. En 1959

había tres y aumentaron hasta llegar a 40.000 que destruían la vegetación nativa. Tras

la erradicación de las cabras en 2003, la vegetación se recuperó rápidamente pero la

restauración completa y balanceada requería de la presencia de las tortugas, pues

cumplen el papel de “ingenieras del ecosistema”.

Sin embargo, no era posible repoblar la isla con tortugas de su especie original

(Geochelone abigdoni), puesto que, pese a todos los esfuerzos, no se ha podido

encontrar pareja para que el “Solitario Jorge” se reproduzca. Por lo tanto se decidió

liberar tortugas híbridas, de origen desconocido, mantenidas en centros de crianza de

Santa Cruz y Floreana.

Estas tortugas tienen un peso de entre 40 y 100 kilos y una edad aproximada entre 30

y 70 años. Previamente a su liberación fueron esterilizadas para evitar su reproducción

en la isla y así asegurar que únicamente cumplan su rol de herbívoros.

La esterilización se hizo en noviembre de 2009 por un grupo de veterinarios de los

Estados Unidos, liderado por los doctores Steve Divers, del Colegio de Medicina

Veterinaria de la Universidad de Georgia; Sam Rivera, del Zoológico de Atlanta, y Joe

Flanagan, del Zoológico de Houston, con técnicos de la DPNG.

Antes de ser liberadas en la isla, las tortugas estuvieron en cuarentena, bajo monitoreo

constante de su salud y análisis de sus heces para garantizar que no hayan consumido

semillas, que pudieran ser introducidas en la isla Pinta. Adicionalmente, se colocaron

marcas satelitales y de telemetría sobre las tortugas para que los científicos siguieran

sus movimientos, tras ser liberadas.

Los reptiles fueron transportados en la lancha oceánica Sierra Negra desde Santa Cruz,

hasta la isla Pinta y posteriormente los guardaparques y científicos se encargaron de su

traslado hasta la parte alta de esta isla, con un hábitat adecuado para este tipo de

tortugas.

El proyecto fue financiado por la DPNG y por contribuciones del Panaphil Foundation,

Continental Airlines, SUNY-ESF, el Zoológico de Houston, veterinarios que aportaron

con sus servicios y aproximadamente mil miembros de Galápagos Conservancy.

Actividades humanas: El turismo es la principal actividad económica de la ecorregión. Otras importantes son la pesca, la agricultura y ganadería, la investigación científica y la conservación.

Figuras de protección: El Parque Nacional Galápagos ocupa el 97% de la superficie insular. La Reserva Marina se extiende en 13’300.000 hectáreas, área que incluye las aguas interiores del Archipiélago y una franja de 40 millas náuticas.

Características ecológicas: El Archipiélago es de origen volcánico. Se ubica a 960 kilómetros de las costas del Ecuador continental y está atravesado por la línea ecuatorial. El clima es excepcionalmente seco para los trópicos y presenta dos estaciones, determinantes sobre la vegetación: la estación de invierno va de enero a junio y se caracteriza por temperaturas altas, cielos despejados y algunas precipitaciones fuertes, y la estación seca, más fría, con cielo nublado y escasez de lluvias en las zonas bajas. Evaluaciones recientes sobre los orígenes geográficos, demuestran que hay una alta proporción de plantas: el 87% de las endémicas y el 97% de las especies nativas, que descienden de especies tropicales de amplia dispersión. La fauna está constituida por un número relativamente bajo de especies, en la que es evidente la ausencia de anfibios y una muy baja representación de mamíferos. El grupo más representativo es el de los insectos, con 1.555 especies, seguido por arácnidos y nemátodos. Los vertebrados cuentan con una cantidad reducida de taxones, aproximadamente 117, con un endemismo general del 59%. Los reptiles son uno de los grupos más significativos de Galápagos, por su tamaño corporal y su elevada tasa de endemismo, destacan especialmente las 11 especies de tortugas gigantes existentes en la actualidad (otras tres están ya extintas).

Algunos reconocimientos al archipiélago

Energías alternativas y cero combustibles fósiles

El Ministerio de Electricidad y Energía Renovable del Ecuador, la empresa Elecgalápagos S.A. y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ejecutan el proyecto Ergal, que busca concretar la iniciativa cero combustibles fósiles para Galápagos en las cuatro islas pobladas con iniciativas de energía eólica, fotovoltaica, de biocombustibles y de eficiencia energética.

En San Cristóbal, funciona ya el proyecto eólico desde octubre de 2007. El Cerro El Tropezón es el sitio donde se construyó con una potencia instalada de 2,4 megavatios y se espera que genere hasta 6.600 megavatios por año, con una reducción del 52% del diesel empleado en la generación de electricidad en la isla.

En Floreana, con cooperación española, está en planificación un proyecto de energía solar, mientras que se emprenderá en generación de biocombustible con dos generadores duales que funcionarán de manera alterna a partir de diciembre de 2010. El biocombustible se obtiene del piñón, planta cuya semilla se pela, entra en una compactadora y genera aceite. Se produce con gran efectividad en Manabí por lo que se busca un acuerdo de cooperación entre las dos provincias. Este proyecto tiene fondos alemanes a través del DED y del gobierno ecuatoriano.

En Santa Cruz no fue posible aplicar el proyecto eólico pues el estudio de prefactibilidad de más de un año señaló que el sitio ideal era uno de anidación del petrel pata pegada, por lo que se descartó la iniciativa, y se la trasladó a Baltra, donde, a decir de la población, “siempre hay vientos”, lo que corroboraron los estudios. El proyecto cubrirá en una primera fase el 25% de la demanda actual.

En Isabela, en cambio, está en fase de estudio un proyecto fotovoltaico, con apoyo de la KfW, y adicionalmente se acudirá a tecnología coreana.

La meta es reemplazar con biocombustible el uso de combustibles fósiles para generación eléctrica en su totalidad. Paralelamente el MAE y el Consejo de Gobierno planifican el reemplazo de todo el parque automotor con vehículos eléctricos e híbridos, mientras para el transporte marítimo aun no existen estudios.

Galápagos hacia el siglo XXI

El Archipiélago necesita cambios de fondo y así lo reconoce el gobierno de Ecuador cuando en 2007 declaró en riesgo y de prioridad nacional la conservación y el manejo ambiental de sus ecosistemas.

Para Eliécer Cruz, representante del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en Galápagos, el tema va más allá: existe una dualidad del Estado ecuatoriano respecto a Galápagos que apenas empieza a resolverse: en 1959 cerca del 97% del territorio fue declarado Parque Nacional, y posteriormente, se declaró al Archipiélago como provincia, figura que se superpuso a la del área protegida, lo que lo volvió inmanejable e ingobernable por las distintas formas a través de las que la población aspiraba llegar al poder. Eso impidió además que se construya una visión común de lo que es la conservación y el desarrollo. Actualmente la Ley Especial de Galápagos trata de corregir esa discrepancia al declarar a Galápagos Distrito Especial, el único en el Ecuador, con lo que el nombre de provincia se limita a una denominación. Queda pendiente, apunta Cruz, la formulación de la nueva Ley Especial que debe ajustarse a la realidad de Galápagos y fundamental el futuro de las islas con asuntos como la aplicación del control migratorio, el control de especies introducidas, la reforma educativa, las energías renovables y alternativas, el rediseño de las ciudades, un giro a la calidad de vida en las islas, en fin: la generación de un modelo propio de desarrollo que inclusive replantee el tema del turismo con criterios de ecoturismo que implique una infraestructura mínima y la participación de la población local.

Empeñada en esa participación de la población está la Fundación para el Desarrollo Alternativo y Responsable de Galápagos FUNDAR, primera organización no gubernamental propia de las islas cuya existencia responde a necesidades de los galapagueños, que se planteó trabajar con las personas y no directamente con las especies. Para ello enfatizan en iniciativas de desarrollo agrícola, principal causa para que ingresen productos del continente con especies indeseadas y uso de pesticidas; de manejo de residuos sólidos con apoyo de la Unión Europea que lanzó el ecoladrillo, producto de reciclaje de plásticos, o el desarrollo de tecnología sostenible. Todo se enmarca, explica su principal, Carlos Zapata, en lograr cambios de comportamiento y de estilo de vida que logren la convivencia armónica y enriquecedora de la población con el entorno único de flora y fauna.

El ser humano como objeto de estudio, luego de largos años de olvido frente a la preeminencia de la investigación biofísica, de la historia natural, el clima y la biología, es lo que reconoce Graham Watkins, quien afirma que “la heterogeneidad de la migración implica fricciones. Institucionalización de numerosas organizaciones, cooperativas y fundaciones y el lento proceso de construcción de consensos en el archipiélago van de la mano”. Y añade que encontrar una identidad común en los galapagueños en un elemento en que se debe asentar el futuro sostenible de las islas.

“La comunidad necesita construir una cultura de las islas y que el capital social establezca mecanismos de resolución de conflictos”. Sus ingredientes, sostiene, aparecen ya dispersos: emprendimiento, sentido de la aventura, aprecio por la soledad, ambiente y servicio, confiados y con esperanza en el futuro.

BIBLIOGRAFIA

http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Red_Mundial_de_Reservas_de_la_Biosfera

http://www.cre.com.ec/noticia/16548/unesco-nombra-el-cajas-como-nueva-reserva-de-

la-biosfera-en-ecuador

http://www.orellana.gob.ec/turismo/campana-yasuni/79-parque-nacional-yasuni.html

http://web.ambiente.gob.ec/sites/default/files/users/jloartefls/RB_LibroRBdelEcuador.pdf