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RESISTENCIA

RESISTENCIA · La alianza para la guerra de la ultraderecha criolla con el ... El llamado Plan "Patriota" es la plasmación de la misma ... Los lineamientos de Santa Fe IV, del US

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RESISTENCIA

El espectáculodebe continuar!!!

Reservadopara las

víctimas dela intervención

yanquien Colombia

Y les salió el tiro por la culata: el pueblo en armas enterró al “Patriota”Y les salió el tiro por la culata: el pueblo en armas enterró al “Patriota”

RESISTENCIARESISTENCIARESISTENCIA

El fallido e inútil Plan Patriota. Raúl Reyes

La agonía del Patriota. Iván Márquez

Los batallones de la desinformación

El despiporre del “Patriota”

El Putumayo en llamas

El silencio de los generales

El intervencionismo yanki en Colombia

El Plan apátrida del régimen uribista

Con Uribe no habrá intercambio humanitario. Comunicado del Secretariado

Canto de los pobres

Guerreros y amantes

La división es la que nos está matando

La mafia de Ralito

La perversa obstinación del Presidente Uribe

Raíces de Colombia. Jesús Santrich

Sin dar tregua al enemigo

Noticias de Sonia y Camilo

United States Versus Simón Trinidad

Director: Raúl ReyesDirector: Raúl ReyesComisión Internacional de las FARC-EPComisión Internacional de las FARC-EP

www.farcep.orgwww.farcep.orgÍndiceÍndice

A los mandos del ejército

Detengamos a los criminales

Golpear y huir y volver a atacar. Manuel Marulanda Vélez

Movimiento Bolivariano

El colapso del Patriota

Ni un soldado yanqui en Haití

Haití convocatoria de Boys-Caiman. Miguel Louverture

Pag.

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EEl Estado colombiano representado en los sucesivos gobiernos del bipartidismo liberal-conservador des-de 1964 hasta nuestros días ha dispuesto de todos los

recursos a su alcance en el inútil propósito de borrar del mapa político de Colombia a las FARC-EP. Desde entonces las fuerzas militares ejecutaron los planes Lasso, Centauro, Destructor uno y dos, Gato Negro, Tanatos, Colombia y Patriota entre otros, cada vez con mayores inversiones del Estado y de los gobiernos de los Estados Unidos de Améri-ca empeñados en preservar por la fuerza sus intereses de clase a costa de pisotear nuestra soberanía. La alianza para la guerra de la ultraderecha criolla con el imperialismo en la estrategia contra insurgente diseñada, financiada y ejecutada con la asesoría de mandos militares y mercenarios gringos fracasa estruendosamente en cada intento por debilitar o someter a las FARC a sus designios al ignorar deliberadamente el carácter de pueblo en armas de nuestra guerrilla revolucionaria sustentada en las profun-das raíces sociales, culturales, económicas y políticas en permanente desarrollo en toda Colombia debido al fenó-meno de crecimiento de las diferencias entre ricos y pobres apuntaladas en la represión estatal. Cada plan de guerra empieza y termina golpeando con particular dureza a la población civil desarmada. Los cam-pesinos y la población de las regiones más apartadas son las víctimas principales de la furia de la fuerza pública forzada por el presidente de turno a servir de victimaria de su propio pueblo en defensa de los intereses foráneos y de la oligar-quía terrateniente, latifundista, narcotraficante y paramili-tar aferrada a mantenerse en el gobierno a costa de poli-tiquería, corrupción, mentiras, calumnias y engaños, las ex-propiaciones, los desplazamientos, los asesinatos y encar-celamientos indiscriminados. El llamado Plan "Patriota" es la plasmación de la misma estrategia concebida con la misma finalidad y en beneficio de los mismos intereses que lejos de hacer realidad el histó-rico sueño de la ultraderecha con los gringos de liquidar o doblegar el espíritu de lucha política de las guerrillas de las FARC-EP, exacerba los ánimos de la población civil desar-mada, ésta sí directamente afectada en su ya precaria sub-sistencia, en su dignidad, honra y vida, al presenciar y sufrir en carne propia la barbarie, la indolencia, el trato soez y sal-vaje de las tropas estatales o paraestatales, contra ellos y sus familias. En los cerca de 50 años de confrontación fratricida del Estado con el pueblo y sus organizaciones sociales, popu-lares y revolucionarias se ha demostrado con creces que, la solución definitiva del conflicto interno de Colombia no está en la ejecución de más planes militares así estos se fortalezcan con el incremento de más hombres, más armas, nuevas técnicas, asesores y miles de millones de dólares provenientes de los yanquis, de los impuestos para la guerra pagados por la oligarquía, más las elevadas asignaciones presupuestales giradas por los gobiernos, en desmedro de las mayorías pauperizadas.

El fallido e inútil Plan “Patriota”El fallido e inútil Plan “Patriota”

Basta con analizar por un momento los cuestionables resultados del Plan "Patriota" para concluir en el grave daño y la ineficacia de este, por la pér-dida de las vidas de más de 6 mil soldados, policías, suboficiales y oficiales subalternos luego de enfrentarse en fieros combates contra su mismo pueblo, en defensa de los bienes de la oligarquía politiquera, corrupta, paramilitar y narcotraficante, entroncada con los altos mandos del ejército y la policía. Y, por las decenas de muertos y heridos de las guerrillas de las FARC-EP, más los inermes campesinos, indígenas y pobladores muertos o encarcelados por las tropas. Informamos a Colombia y al mundo que el Plan Patriota, es otro fallido experimento de la política de seguridad democrática de Álvaro Uribe Vélez, y que las FARC-EP se mantienen fortalecidas en la experiencia y firmes en las convicciones de proseguir la lucha política con el pueblo por la conquista de mejores condiciones de vida, expresados en nuestra plataforma de 10 puntos por un nuevo gobierno pluralista, patriótico y democrático, garante de la paz con justicia social, la democracia participativa, defensa de nuestra soberanía nacional y la firma del acuerdo humanitario de canje. Nuestra disposición de contribuir en la búsqueda de la solución política al conflicto interno social y armado que nos enfrenta se mantiene inquebran-table, siempre que surja un gobierno distinto al de Álvaro Uribe. De continuar la actual forma de gobernar con el obstinado empeño de perpetuarse en el poder, en igual proporción crecerá la respuesta popular de las masas inconformes, estimuladas por el accionar diario de las FARC-EP. Organización del pueblo alzada en armas contra las injusticias del Estado y sus gobiernos, constituida en oposición política armada al régimen fascista de Uribe Vélez.

2 RESISTENCIA Febrero de 2006

Raúl ReyesRaúl ReyesIntegrante del Secretariado de las FARC

3 RESISTENCIA Febrero de 2006

La doctrina militar contrainsurgente del South Command, estructurada sobre la experiencia acumulada por los halcones de Washington en ese tipo de conflictos, está enredada en la selvas del sur y en la rebelde oro-

grafía de Colombia. Resultaron inocuas la extrapolaciones de sus experiencias en otras latitudes ante la táctica invencible de la guerra de guerrillas móviles que caracteriza la modalidad operativa de las FARC. Las tropas ya se encuentran en el cuartel general insurgente de la fantasía; en el punto X del corazón profundo de la selva. Avanzaron en masa desde distintas posiciones del cerco estratégico. Lo hicieron en hileras de 300 hombres, dis-tantes 200 metros una de otra, abarcando un frente de entre 8 y 12 kilómetros de extensión. Previamente el tramo a recorrer era molido o ablandado con ven-davales de fuegos artilleros y bombardeos de la Fuerza Aérea. Arriba, los cielos eran surcados por aviones espías y aparatos artillados. Todo ese dispositivo pa-ra evitar las sorpresas de la guerra de guerrillas que aún no cesa de sorpren-derlos, como acaba de ocurrir en Vistahermosa. El elevado número de bajas en las tropas oficiales es triste y lamentable, y lo es mucho más cuando son pro-ducto de la obstinación guerrerista, sin sentido, de los gobiernos de Washing-ton y Bogotá. Sudor y lágrimas costó llegar a las coordenadas de la selva tan solo para copar un objetivo intangible. Las FARC no tienen cuartel general porque es una guerrilla móvil. Su cam-pamento principal es Colombia entera. Fue una tontería creer que Manuel Ma-rulanda los iba a esperar inmóvil en un campamento imaginario. Eso sólo se le ocurre a Uribe, al general Mora y a los estrategas del Comando Sur. Al general Carlos Alberto Fracica, jefe de la poderosa Fuerza de Tarea Ome-ga, encargada de batir al Secretariado de las FARC y rescatar a sangre y fuego a los prisioneros de guerra en poder de la insurgencia, lo destituyeron de esa comandancia por “ineficaz”, según se dice en los corrillos de los clubes de la “high”, pero el verdadero ineficaz es el guerrerismo cerrero y contumaz de los señores Bush y Uribe. Fracica es un general capaz, tal vez el más experto en el despliegue y la ma-niobra, pero lo pusieron a pelear contra una quimera. Fue utilizado como fu-sible para que se quemara, como habrá de quemarse cualquier otro general al que le sea asignada la misión imposible de derrotar militarmente a la guerrilla. La ilusión del Palacio de Nariño no tiene medida. Se necesita un desconoci-miento total del adversario, en este caso de las FARC, para pretender llevarlas

La agonía del PatriotaLa agonía del Patriota Iván MárquezIván MárquezIntegrante del Secretariado de las FARC

de rodillas, por disuasión o derrota militar, a la mesa de ne-gociaciones a firmar su incorporación al sistema político vi-gente sin ningún cambio en las injustas estructuras del Es-tado. Debiera Uribe, en lugar de estar echando y regañando ge-nerales, irse él mismo al campo de batalla a poner el pecho como lo hacen los oficiales colombianos del Plan Patriota, con la certeza que haría mucho menos que copar campamen-tos vacíos y caletas de víveres. El drama humanitario dejado por el Plan Patriota entre la población tiene rasgos de hecatombe. El campo ha sido arra-sado al paso de las tropas. Las fincas fueron incendiadas. Robados los ganados y pertenencias de los campesinos. Destruidos puentes y carreteras. Y para rematar el cuadro de desolación, la aspersión del glifosato de la Corporación Monsanto envenenó y mató todos los cultivos de subsis-tencia. Ya no quedan almas en esas áreas porque la población fue sometida al desplazamiento forzoso y victimizada con redadas masivas. Como en Vietnam, como en Irak, en Colombia el objetivo de los halcones era quebrantar la voluntad de lucha de los combatientes de las FARC, pero su intención es ahora un boomerang que resquebraja sin piedad la voluntad y la moral de las tropas del Plan Patriota en agonía. Es un hecho que Uribe cada vez está más lejos de la solución militar y al mismo tiempo más lejos de la solución política.

de rodillas, por disuasión o derrota militar, a la mesa de ne-gociaciones a firmar su incorporación al sistema político vi-gente sin ningún cambio en las injustas estructuras del Es-tado. Debiera Uribe, en lugar de estar echando y regañando ge-nerales, irse él mismo al campo de batalla a poner el pecho como lo hacen los oficiales colombianos del Plan Patriota, con la certeza que haría mucho menos que copar campamen-tos vacíos y caletas de víveres. El drama humanitario dejado por el Plan Patriota entre la población tiene rasgos de hecatombe. El campo ha sido arra-sado al paso de las tropas. Las fincas fueron incendiadas. Robados los ganados y pertenencias de los campesinos. Destruidos puentes y carreteras. Y para rematar el cuadro de desolación, la aspersión del glifosato de la Corporación Monsanto envenenó y mató todos los cultivos de subsis-tencia. Ya no quedan almas en esas áreas porque la población fue sometida al desplazamiento forzoso y victimizada con redadas masivas. Como en Vietnam, como en Irak, en Colombia el objetivo de los halcones era quebrantar la voluntad de lucha de los combatientes de las FARC, pero su intención es ahora un boomerang que resquebraja sin piedad la voluntad y la moral de las tropas del Plan Patriota en agonía. Es un hecho que Uribe cada vez está más lejos de la solución militar y al mismo tiempo más lejos de la solución política.

Las FARC no tienen cuartel generalporque es una guerrilla móvil

CCon el rótulo de Plan Colombia y más recientemente con el de Plan Pa-triota, prosigue el régimen fascista esparciendo veneno y plomo sobre la tierra colombiana, según lo mandó el Pentágono a sus cipayos de la

Casa de Nariño. Los lineamientos de Santa Fe IV, del US. SOUTHCOM y de la sala 2247 Rayburn House Office Bulding del Congreso de los Estados Unidos, fueron órdenes perentorias que dieron paso al recrudecimiento de guerra contrainsurgente en Colombia, tal como lo ha puesto en evidencia el propio General Tapias, ahora que de manera lastimera reconoce el descalabro de las quimeras bélicas uribistas. Estos gobernantes, que además de arrodillados frente al imperialismo por-fían en buscar la derrota militar de la insurgencia, de manera irracional prosi-guen su política de tierra arrasada, sobre todo en el Sur. De nuestra parte, sin lugar a dudas el empeño por derrotar al fascismo cri-minal cada día crece más y más; la disposición de mandos y guerrilleros, aper-trechados con la teoría de la guerra de guerrillas móviles, para proseguir “el golpear y huir y volver a golpear sin dar tregua al enemigo hasta cansarlo”, siempre orientando políticamente a la población. Es lo que está en la con-ciencia y en la práctica de las FARC-EP. En nombre de la Colombia oprimida y de la América Nuestra antiimpe-rialista, el pueblo en armas se sostiene firme en el campo de batalla, resistien-do resueltamente al lado de los más desamparados, a cuyo calor se agiganta su experiencia y moral mientras las tropas agresoras se hunden en la desespe-ranza. Como ejército bolivariano, somos el ejército de la justa causa, somos pueblo combatiendo al grande con lo pequeño, como lo enseñara Giap…; como lo ejemplificara el Libertador con sus guerrillas patrióticas. Así es como segui-mos adelante, con nuestra resistencia “… en la que el frente se encuentra en todas partes y en ninguna…”, logrando nuevos éxitos que indican que la vic-toria nos pertenece, porque estamos convencidos que es en el hombre, en sus ingentes fuerzas morales, en su conciencia, en su combatividad, donde están las armas determinantes para derrotar la maquina militarista del imperialismo. Así se ha demostrado y así seguirá ratificándose en el desenvolvimiento, con paso de vencedores, de la Campaña Bolivariana por la Nueva Colombia.

A continuación algunos parte militares:

4 RESISTENCIA Febrero de 2006

Sin dar tregua al enemigoSin dar tregua al enemigo“Ya no sólo los estaremos esperando en la otra orilla del río,ya no sólo los estaremos esperando en la otra montaña,ya no sólo los estaremos esperando en la otra región.Ahora volveremos a buscarlos”.

Manuel Marulanda VélezManuel Marulanda Vélez

1. El 17 de diciembre de 2005, de las 03:30 a las 09:30 horas, guerrilleros del Bloque José María Córdoba de las FARC y del Frente de Guerra Occidental del ELN, asaltaron y co-paron la base de policía de San Marino, municipio de Bagadó (Chocó). Resultados: 8 policías muertos, 9 heridos y 29 pri-sioneros, entre ellos un teniente Comandante de la base y un cabo. Material recuperado: 46 fusiles galil calibre 5,56/ 1 ametralladora M-60 con un cañón de repuesto/ 2 Lanza-granadas múltiples, MGL/ 1 pistola calibre 9mm./ 15.900 car-tuchos calibre 5,56/ 32 cananas con 3.200 cartuchos calibre 7,62/ 73 granadas de 40 mm./ 166 proveedores para fusil/ 40 equipos de campaña/ 61 uniformes/ 56 chalecos/ 1GPS/ 2 binoculares/ 10 cámaras fotográficas/ Documentos y material de intendencia. Propios: 2 guerrilleros muertos y 3 heridos.

2. El 27 de diciembre de 2005, guerrilleros del Bloque Oriental de las FARC-EP, atacaron a dos batallones de la Bri-gada Móvil del ejército en la vereda Playa Rica del municipio de Vista Hermosa, Meta. Resultados: 29 militares muertos, 26 heridos. Averiado un avión de combate súper tucano, derriba-do un helicóptero. Material recuperado: 22 fusiles Galil cali-bre 5,56/ 3 ametralladoras M-60 con 3 cañones de repuesto/ 1 Lanza Granadas Múltiple, MGL/ 1 mortero con 2 granadas/ 1 rocket/ 14 granadas de 40 mm./ 20 cananas con 2000 tiros/ 59 proveedores para fusil/ 3 mil cartuchos cal 5,56/, 2 radios PRC/ 1 radio Orca/ 60 equipos de campaña. Propios: 8 muer-tos, 10 heridos.

STOPFuera Yanquis de Colombia!!!

El despiporre* del “Patriota”

EL TIEMPOUn golpe severo y preocupante

Diciembre 28 de 2005

5 RESISTENCIA Febrero 2006 de

* Despiporre: Expresión de uso popular de la Costa Caribe colombiana para significar debacle, despelote, desmierde, fracaso, bancarrota, desastre…

El severo revés sufrido por el Ejército el martes en el corregimiento de Playa Rica, en Vista Hermosa (Meta), a manos de las FARC es una luc-tuosa noticia de fin de año, que debe dar lugar a una reflexión de fondo sobre la real situación de esa guerrilla y las políticas con las que se la viene enfrentando. Esta emboscada es un hecho cualitativamente distinto del reciente asalto contra el poblado de San Marino, en Bagadó (Chocó), en el que pere-cieron 8 policías y 29 fueron capturados transitoriamente. Se trataba de inexpertos auxiliares de policía; aquí, de soldados profesionales de la Brigada Móvil 12. Tropas de élite, especializadas en lucha contrague-rrillera. Aunque aún están por esclarecerse los detalles de lo sucedido, hay constataciones preocupantes. Cayó un tercio de una compañía de 90 hom-bres: tres suboficiales y 26 soldados muertos y seis heridos, tres de ellos graves. Los combates duraron tres horas; es mejor no pensar en lo que hubiese podido suceder de no haber llegado prontamente en apoyo la aviación del Ejército. Una emboscada con cilindros y ametralladoras pun-to 50 y solo cinco guerrilleros muertos revela un conocimiento detallado de los movimientos de la tropa. Gentes de la región dijeron haber dado aviso previo a los militares, hasta

el más alto nivel, del potencial peligro en la zona, sin respues-ta ni medidas preventivas visibles. Unos 300 guerrilleros ha-brían participado en el ataque, lo que, al igual que en San Ma-rino y otros eventos, reitera que las FARC han retomado ope-raciones con alto número de hombres. Pese a que han pasado casi cuatro años desde el retorno de las Fuerzas Armadas a esta parte de la antigua zona de distensión, esa guerrilla man-tiene una elevada capacidad operativa y un innegable control territorial. Aunque es tradición que en épocas preelectorales redoble su accionar, las lecciones de este golpe deben apuntar más allá de esta coyuntura. Se trata del más fuerte golpe sufrido por la fuerza pública en este gobierno, pero este año ha habido al menos otros ocho grandes ataques (en Nariño, Putumayo, Chocó, Arauca y Urabá) con más de 100 militares muertos. Más allá de si es el fin del repliegue estratégico de esa guerrilla, como sostienen algunos, es obvio que deben revisarse las afirmaciones ale-gres de que estaría derrotada. Esta nueva prueba de su capa-cidad de mando y operación constituye todo un desafío para la política de seguridad democrática. Aparte de la munición retórica ("asesinos", "narcoterroristas", etc.), el Gobierno de-be preguntarse hasta dónde las actuales estrategias, por cuar-to año en vigor, están en capacidad de asestarles a las FARC golpes militares realmente contundentes.

Ya es comidilla de todos los clubes y mentideros: El Plan "Patriota" quedó aprisionado sin remedio en los atolladeros del sur. Lo dicen tirios y troyanos, desde generales, altos funcionarios del gobierno, expertos en asuntos militares, políticos, editorialistas, hasta el pue-blo llano que no se engaña. Luego que el Presidente Uribe destituyera por "ineficaz" al general Carlos Alberto Fracica, comandante de la Fuerza de Tarea Omega que disponía de un gran poder bélico para intentar una derrota militar

de la guerrilla en Caquetá y Guaviare, fue imposible se-guir tapando el sol con las manos, y el fracaso de la más grande operación contra las FARC en los últimos tiem-pos, ha quedado al desnudo y a la intemperie. Queremos explicar esta situación apoyándonos un poco en las opiniones de agudos observadores difun-didas a través de los más importantes medios impresos del país.

6 RESISTENCIA Febrero de 2006

En la revista SEMANA, edición 1.237, el general (r) Fernando Tapias, quien ocupara los más altos cargos militares de Colombia, sostiene que para ganar-le la guerra a las FARC hay un largo trecho por recorrer, que los conflictos irregulares son los más costosos y ex-tensos y que con la reconstrucción y modernización del ejército llevada a cabo durante el gobierno de Pastrana se sentaron las bases para el desarrollo de la política de seguridad democrática de Uribe Vélez. Devela el general la es-

trategia tramposa de las oligarquías en los diálogos de paz: permitirle al Estado ganar tiempo y espacio para modernizar su fuerza. Tapias respondió así a algunas preguntas de la periodista de SEMANA: ¿Cumplida esta primera etapa, ha llegado la hora de replantear la ofensiva militar contra las FARC?En cualquier situación de guerra irregular, se debe tener un objetivo definido, y cumplido éste, la operación se debe modificar, evolucionar o cambiar. Lo que no puede la fuerza del Estado es dejarse aferrar al te-rreno. La guerrilla no defiende ningún territorio. Si lo hiciera, ya habría desaparecido, porque era para el Estado muy fácil reducirla. La guerrilla es nómada por definición. Una operación militar debe cumplir entonces el propósito inicial y no aferrarse a un terreno. No cometer el error de los norteamericanos en Vietnam. Ni ahora el de Irak… ¿Está sugiriendo que hay que variar un poco la modalidad del Plan Patriota? Un conflicto irregular es un tablero de ajedrez. La reacción se da de acuerdo con las movidas del adversario, y no con movimientos prede-terminados. Este es un juego de iniciativas, de modificaciones perma-nentes. Cuando en nuestra época la amenaza más grave fue la concen-tración de la guerrilla en masas muy grandes y el ataque a pequeñas guarniciones, neutralizamos eso por aire, con los aviones fantasma y los helicópteros artillados. Ahora la guerrilla se divide en pequeños grupos y no se deja localizar, y sólo asesta golpes cuando está el objetivo des-protegido o se ha rutinizado. La guerrilla analiza las respuestas del Es-tado y se acomoda. Se acostumbró al concepto de las fuerzas de desplie-gue rápido, de unidades móviles, del apoyo aéreo. Para la población, el único resultado que sirve es capturar a los cabecillas de la guerrilla… Eso es cierto. Partimos de todas maneras de una desventaja: el Estado pierde mientras no gana, y la guerrilla gana mientras no pierde. Y si al cabo de algún tiempo la opinión no percibe resultados, puede variar ha-cia cualquier lado. Recomendar el replanteamiento de la estrategia contra las FARC implica que dicha estrategia marcha por el camino del despeñadero. Mientras Uribe sos-tiene que las tropas llegaron a la selva para quedarse, el general opina que la fuerza del Estado no puede dejarse aferrar al terreno. Finalmente, admite el general que las FARC asimilaron ya la nueva modalidad operativa del ejército. En privado Uribe ha tenido que admitir el fracaso del Plan Patriota.

“El Estado pierde mientras no ganay la guerrilla gana mientras no pierde”

General Fernando Tapias

ras el seudónimo de Zachariah Bruyn Decker, un especialista internacional, que no entende-T

mos por qué esconde su identidad -a no ser que se trate de un asesor gringo-, se ha referido, en EL ESPECTADOR del 15 al 21 de enero de 2006, al conflicto interno de Colombia. Aludiendo a los contundentes ataques de las FARC ocurridos a finales de año (copamiento de una base policial en San Marino, Chocó y el aniquilamiento de una patrulla militar en Vista hermosa, Meta), sostiene que perder batallas no es perder la guerra, lo cual es cierto, pero no con ese ejemplo del avance de las fuerzas del general Grant sobre Rich-mond Virginia en 1864. ¡Qué rollo y qué confusión! Con toda seguridad el general Lee, su contendiente, nada tenía que ver con los métodos de la guerra de guerrillas. Qué falto de rigor y de seriedad luce Zacarías. Tal vez inspirados en la estrategia de Grant, que confiaba el triunfo de la guerra a la ocupación del corazón de la rebelión, Uribe y los gringos tomaron la determinación de buscar a las FARC en la profun-didad de la selva para quedarse allí y esperar que viniera la derrota de la guerrilla por obra y gracia del espíritu santo. Uribe podrá instalar perpetuamente sus 20.000 hombres de la Fuerza de Tarea en las montañas de Guaviare y Caquetá, ¿pero, y qué? La ocupación militar de un área no garantiza per se ganar la guerra. Es por eso que el general Fernando Tapias, ex comandante del ejército y de las Fuerzas Militares, sostiene que las tropas no pue-den dejarse aferrar al terreno frente a una guerrilla nómada, y que es necesario replantear la estrategia contra las FARC. Desde luego no nos disgusta ver a Uribe aferrado al Plan Patriota del Comando Sur, como Lincoln al plan del general Grant, ni que siga confundiendo al general Lee con la concepción de la guerrilla. ¿De dónde sacará el sesudo “Zachariah Bruyn Decker” que a nivel estratégico las cosas no van bien para las FARC? Se requiere ser un ignorante o un insensible sin remedio para no escuchar el fragor que se levanta desde el pueblo. Lo más razonable de los planteado por mister Bruyn es que las FARC se han adaptado tácticamente ante la ofensiva del gobierno. Y eso no es todo. Lo que viene ahora es el desenrrolle de la piola. Y podríamos agregar: se ha forjado entre la pólvora y el humo, entre las explosiones y el plomo, bajo el vuelo silencioso de aviones espías y las descargas mortíferas de helicópteros y aviones de com-bate una guerrilla de nuevo tipo, cualitativamente nueva, que porta en su experiencia, disciplina y elevada moral el germen para el asalto al cielo, el de la conquista de la Nueva Colombia.

EL ESPECTADOREl colapsoEl colapso

del Patriotadel Patriota

7 RESISTENCIA Febrero 6 de 200

En el sur de Colombia, frontera con Ecua-dor, abrazado por el fuego del “Patriota” arde el Putumayo. Este territorio de selva amazónica, colonos y petróleo, ha sido por décadas teatro de confrontaciones bélicas entre el pueblo alzado en armas y el Estado. En el 90 la operación insurgente “Aquí estamos Putumayo” limpió de paramilitares las cuencas de los ríos San Miguel, Cohembí, Guamuez, el afluente que da su nombre al departamento y los Piñuñas. La toma guerrillera de la base militar de Patascoy resonó por toda

Colombia en el 98, y luego fue noticia el choque de un avión plataforma de espionaje militar de los Estados Unidos contra uno de sus cerros mimeti-zado en la niebla. Siempre ha estado el Putumayo en pie de lucha contra el abandono del poder central y la actitud displicente del gobierno que sólo se preocupa por la extracción de las riquezas del subsuelo y la fumigación criminal con el mortífero glifosato. Para la Casa de Nariño la prioridad es la represión. Los programas sociales y el desarrollo del departamento no están en la agenda. Hoy el Putumayo es ruido de máquinas de guerra y fragor de combates como consecuencia del Plan Patriota, terco empeño guerrerista de Washing-ton y Bogotá que contra las lecciones de la historia pretende aniquilar militarmente la insurgencia del pueblo que lucha por el cambio de estruc-turas y el nuevo poder. En respuesta, las acciones de las FARC le han “pintado la cara” al Plan Patriota y al “paraco” Uribe. Cuantas veces ha querido la guerrilla de Ma-nuel, ha declarado el paro armado y cortado por vía terrestre el departa-mento sin que las tropas ni los mismos consejos de seguridad con la par-ticipación de Uribe y el alto mando, hayan podido hacer algo práctico para evitarlo. En desarrollo de la guerra de guerrillas han sido atacadas guarniciones militares de seguridad en los pozos de Teteyé, destruidas baterías petroleras, depósitos de crudo, oleoductos y voladas decenas de torres de conducción de energía, para obligar al gobierno a sacar recursos del presupuesto de gue-rra para la reconstrucción de la infraestructura. Decía el lenguaraz Ministro del Interior y Justicia de Colombia, el señor Sabas Pretel, que las tropas estaban “resollándole” a Raúl Reyes en la nuca, pero nada de lo acontecido indica que haya sido así. Desesperada la comandancia del ejército porque no puede mostrar los resultados que les exigen los generales del Comando Sur de los Estados Unidos, la ha emprendido contra la población civil la cual es objeto de detenciones masivas arbitrarias, masacres paramilitares, desplazamiento forzoso y destrucción de sus cultivos de subsistencia. Violan con sus naves artilladas el espacio aéreo del Ecuador y sus tropas de infantería cruzan con frecuencia la frontera terrestre con el manido pretexto de la “persecución en caliente”. El gobierno de Colombia le cobra al de Ecuador y a los militares del hermano país su acertada política de neutralidad frente al conflicto interno de Colombia y su firme negativa a considerar a las FARC como terroristas, porque esto alejaría la posibilidades de una solución política del conflicto. Sin duda la concentración de 20.000 hombres contra el Secretariado de las FARC y combatientes de los Bloques Sur y Oriental en las selvas del Ca-quetá, Guaviare y Meta, han hecho que el ejército pierda dominio y control territorial, fenómeno que sin duda habrá de tener desarrollos en toda la geo-grafía nacional.

El plan apátrida del régimen uribistaEl plan apátrida del régimen uribista

8 RESISTENCIA Febrero de 2006

El régimen fascista de Álvaro Uribe Vélez, en desarrollo de su política contrainsurgente, y sobre todo en lo que tiene que ver con los resultados del llamado Plan Patriota, ha ido pa-sando del triunfalismo eufórico a la desilusión total. De boca de sus pro-pios generales, de las palabras de la prensa gobiernista y de las reflexio-nes de gente cuerda que desde el principio lo había advertido, salen los argumentos que hablan de la debacle del Plan Apátrida. Veamos:

Editorial del diario El Tiempo, junio 26 de 2005, refiriéndose a las acciones militares de las FARC en Putumayo: “… las Farc lanzaron el ataque más importante contra las Fuerzas Armadas en lo que va de este Gobierno. Murieron 19 soldados y 8 más queda-ron heridos… El solo hecho de que haya ocurrido es preo-cupante. Tanto, que el presidente Álvaro Uribe declaró que era "un golpe muy, muy duro, que nos obliga a reflexionar"… Algo aún más grave es que los informes pre-liminares dan cuenta de que se habría tratado de una operación con entre 300 y 500 guerrilleros. ¿Cómo, sin que nadie se dé cuenta, semejante fuerza puede concentrarse y atacar por sor-presa? Putumayo ha sido centro de la 'ofensiva en el sur' colombo-estadounidense…; que allí se presente semejante operación guerrillera es alarmante.

De un editorial de El Tiempo, junio 28 de 2005:“… Los cruentos hechos del Putumayo son es-pecialmente preocupantes por tratarse del lugar donde arrancó el Plan Colombia. El Estado y las Fuerzas Armadas lo escogieron, hace ya 4 años, como zona piloto para aplicar su estrategia con-trainsurgente… Se trata, además, de una región petrolera (hay 4.300 soldados dedicados a cui-dar los oleoductos) limítrofe con el Ecuador… Reconoció (Uribe) que, una vez más, hubo falta de coordinación entre el lado operativo y la inteligencia militar. Y resulta significativo que no solo haya afirmado que la retaguardia estra-tégica de las Farc en esa zona está casi intacta, sino que estos dolorosos golpes a la fuerza pú-blica no deben conducir a reacciones furiosas o vengativas, sino a la revisión inteligente de una estrategia eficaz a mediano plazo para enfrentar el desafío en esa parte del país. Lo sucedido deja no pocos interrogantes. Si hay colaboración satelital de Estados Unidos, ¿por qué no se detectó la movilización de un contingente de 500 guerrilleros?...”

De una Crónica de Ineth Bedoya Lima, Enviada especial de El Tiempo. Junio 27 de 2005:

“… Todavía no hemos enfrentado lo que se llama la retaguardia de las Farc", declaró hoy el mandatario desde Putumayo…

Uribe añadió que desde hace dos semanas se ha trasladado "una brigada móvil y ya parte de esos batallones están allí para atacar la retaguardia de las FARC".

Insistió en que se va a redefinir la estrategia "en todos sus componentes, con ánimo de triunfo, con ánimo de victoria…"

EL TIEMPO intentó llegar hasta Teteyé, pe-ro los retenes instalados por la guerrilla no lo permitieron…

El experto en seguridad nacional Andrés Villamizar Pachón afirma que, según lo que ha podido extractar de las informaciones de prensa, es claro que en este ataque hubo fallas de inteligencia. "Siempre que un número grande de guerrilleros ataca una guarnición militar es evidente este tipo de fallas, porque se pudieron haber detectado gracias a la in-formación de la población civil o con patru-llaje…; esta guerrilla tiene una gran capaci-dad ofensiva…"

Ataques más graves este año…: Cauca: Cerco a Toribío. Más de una semana duró el cerco de las Farc a Toribío, que se inició el 14 de abril. Murieron tres policías y cinco mili-tares. / Arauca: 17 militares muertos. Per-dieron la vida en una emboscada de las Farc cuando se desplazaban entre las poblaciones de Fortul y Tame, el 6 de abril./ Putumayo: 8 infantes de Marina muertos. Fueron sor-prendidos por las Farc cerca de Puerto Leguí-zamo el 23 de febrero. Escoltaban a una juez penal militar, que también murió./ Antio-quia: 17 militares muertos. Este fue el saldo de víctimas del Ejército durante un enfren-

tamiento con las Farc en el cañón de La Llo-rona, el 10 de febrero. / Putumayo: 8 militares muertos. Hacían parte de un convoy que cayó en un campo minado de las Farc en la vía Puerto Asís-Santa Ana, el 2 de febrero./ Nariño: 17 in-fantes de marina muertos. Fueron atacados por las Farc en la base de Iscuandé. La Fiscalía señaló que había infiltrados de la guerrilla en las tropas…

"A ver cómo mejoramos inteligencia, iden-tificación de objetivos y acción eficaz de las Fuerzas Especiales contra objetivos especí-ficos", expresó (Uribe) al recordar que en la zona hay una brigada dedicada a cuidar la pro-ducción de petróleo…”

De la columna de opinión de Alirio Calderón en El Tiempo. Agosto 14 de 2005.

“… Pero la estrategia inteligente y bien in-tencionada del Plan Patriota inició equivocada, pues el ecosistema amazónico tiene pecu-liaridades absolutamente diferentes de otras re-giones, en razón a su topografía, su humedad, su pluviosidad, sus enfermedades tropicales, la economía cocalera y la ausencia total del Esta-do. Todo esto hace a la Amazonia compleja y arriesgada.

El primer error cometido fue llevar comba-tientes de regiones distintas… a luchar contra guerrilleros aclimatados y oriundos de esa tro-pical región, lo que llevó a que el 30 por ciento de las tropas tuviesen que salir enfermas (pa-ludismo, leishmaniasis, etc.), sin contar muer-tos y heridos en combate, así como el desgano natural de un ser humano, en medio de tan di-fíciles y desconocidas condiciones. Ello, sin duda, llevó a que de entrada el Ejército ofreciera una ventaja de casi un 40 por ciento de su ca-pacidad operacional…

El Ejército dilapidó absurdamente dicho ac-tivo, al operar bajo la premisa falsa de que quien habita una región de influencia guerrillera, es por ese hecho auxiliador. Los abusos se convir-tieron en una constante de la operación mil-itar…”

Del columnista Alfredo Rangel, Director de la Fundación Seguridad y Democracia:"…En efecto, las Farc pasaron de 9 acciones contra las Fuerzas Militares en el 2002, a 23 en el 2003 y a 30 en el 2004. Sus actos de sabotaje contra la infraestructura petrolera pasaron de 2 a 22 y a 24 en esos mismos años…

Seguimos preguntándonos si es útil y pro-ductivo empeñar tantos esfuerzos en perseguir a los miembros del Secretariado de las Farc en la inmensidad de la selva, en buscar contacto con

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su retaguardia estratégica sin lograrlo después de año y medio de operaciones, como lo reco-noció el presidente Uribe, sin advertir que pro-bablemente nunca lo vaya a haber - y solo poder mostrar como resultados unas cuantas caletas con armas y municiones…

Debemos aceptar con tranquilidad que la po-lítica de seguridad democrática requiere ajustes en su estrategia militar. La historia demuestra que las guerras no se ganan cuando la estrategia se vuelve una cuestión de honor y de orgullo mi-litar.”

En la página WEB de la Revista Semana. Entrevista al Procurador General de la Na-ción Edgardo Maya Villazón:

“... El Plan Patriota está empezando a dar re-sultados, así no sean los espectaculares que está-bamos esperando los colombianos, teniendo en cuenta el número de militares involucrados, que son cerca de 20.000. El problema es que la lucha se está dando en condiciones infrahumanas en un terreno selvático, deshabitado, que era domi-nado por la guerrilla…

… Es muy difícil hacer prevención contra los actos terroristas y aunque es necesaria mayor cautela y más estrategia, la Procuraduría confía en la capacidad de las Fuerzas Armadas.

Semana: Quienes cuestionan el Plan Patriota dicen que se está quedando en los "casis". El último fue "casi cogemos a Raúl Reyes".

Hasta el momento no ha habido resultados en ese aspecto. Pero las Fuerzas Armadas están ejerciendo control territorial, así en regiones co-mo Putumayo sea difícil de consolidar...”

De una carta dirigida por el candidato presi-dencial Álvaro Leyva Durán al Presidente Uribe Vélez. Fechada el 17 de noviembre de 2005 y publicada en diversos medios: “La ineficacia del denominado Plan Patriota la viene adivinando el país; mucho más con el re-tiro reciente de su comandante el General Fra-cica. ¿No se insinuó acaso que se le relevaba por ineficaz? Desde que se inició su mandato nadie sabe cuál es el número de muertos causados en la conflagración fratricida, ni en dónde tienen lu-gar las confrontaciones diarias ni hacia dónde se nos está conduciendo (más de siete mil encuen-tros en los primeros tres años según información no controvertida de la Fundación Seguridad y Democracia). Esto porque usted sentenció que en Colombia no hay conflicto interno…”

De una entrevista de la Cadena Radial Bo-

livariana (CRB), Voz de la Resistencia, al dirigente político dominicano Narcizo Isa-conde, julio de 2005:“… debemos tener en cuenta, que lo que ha pasado en Colombia derrota la tesis de que es imposible resistir con las armas, los planes de dominación, la guerra sucia, las políticas de intervención indirecta y directa incluso, co-mo lo han aplicado otra vez con el Plan Co-lombia a través del Plan “Patriota”; es posible resistir y es posible derrotarlo paso a paso, porque hay señales de eso, pero no sólo aquí se está expresando eso (…)”

Esto se avinagró mi general

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Están callados, mudos, y la elocuencia de su silencio borbota palabras sobre el desinfle sin pena ni gloria del Plan Patriota.

La última vez que vimos triunfalista y parlanchín a mi general Ospina, coman-dante de las Fuerzas Militares, fue aquella tarde apacible en la que RCN tele-visión nos lo mostró sentado y muy relajado a orillas de Caño Cristales, belleza natural sin par, allá en la llanura donde la Macarena se eleva hacia el cielo. Lo acompañaba el hoy defenestrado general Fracica, en ese entonces imbatible comandante tropero de la poderosa Fuerza de Tarea Omega, punta de lanza gringo-cipaya contra las FARC. Le escuchamos decir esa tarde, más con aire de pregonero de destinos turísticos que de partes de guerra, que habían liberado a Caño Cristales y que los colombianos ricos ya podían viajar sin temor a la zona a solazarse con la belleza natural recién arrancada al predominio insurgente. ¡Qué derroche de ternura y candidez! Teníamos entendido que su misión era dar de baja al Secretariado y rescatar por la vía militar a todos los prisioneros de guerra en poder de las FARC, pero ¡Oh sorpresa! La imagen televisiva que nos llegaba era la de unos generales rescatando de manera impresionante y heroica, sin disparar un solo tiro, un caño singular, que siempre ha estado y estará allí a disposición de todo aquel que quiera hallar sosiego y embelezo en sus paradi-síacas pinceladas. Como luego de tres años y medio de Plan Patriota, de despliegue aparatoso de fuerzas, de cercos y estratagemas militares, de candela y de bombas, de satélites y asesores made in USA, no pueden mostrar resultados tangibles, se dedican a vender entonces imágenes de triunfos imaginarios a través de la televisión. Volvimos a ver a Ospina, pero ya sin triunfalismos vanos el día en que echaron a Fracica de la Fuerza de Tarea inventando motivos que explicaran la determi-nación del Presidente Uribe de prescindir de los servicios del mencionado ofi-cial, pero solo logró proyectar la patética imagen de un general buscando fiebres en medio de las sábanas. Luego reapareció con Castellanos y con ese gran embustero que es el general Castro de la policía, “cariacontecidos” todos, por la toma guerrillera de la base policial de San Marino en el municipio de Bagadó, Chocó; y unos días después vuelve a la escena, esta vez en Vistahermosa, a pocos Kilómetros del “liberado”

EEl silencio de los generalesEl silencio de los generales

Caño Cristales, con todos sus arreos de guerra, descon-certado, persiguiendo a los guerrilleros que dieron de baja a 30 militares en el combate del 26 de diciembre en la vereda Playa Rica; y como siempre, echándole la cul-pa del descalabro a los demás: que fue un error del ofi-cial, que no tomaron medidas, que se habían rutinizado, que bla, bla, bla y que bla, bla, bla. Ya es hora señores generales que asuman toda la responsabilidad por los reveses de esta guerra, que se-gún Uribe, no existe. Hay que decirle la verdad a la gente. Esta guerra nunca se ganará porque no se atacan las causas que la generan. El culpable no es Fracica. Ni son los coroneles, ni los mayores, ni lo capitanes. Son Bush y Uribe, el imperio y el cipayo, que quieren solu-cionar con plomo la inconformidad de un pueblo que clama justicia social, empleo, vida digna, educación, tierra, soberanía del pueblo y de la patria, democracia verdadera, fin del alto costo de la vida y paz. Los militares deben hablarle claro al país. Los pro-gramas sociales y los cambios de estructuras son más eficaces que las balas y los operativos. La destrucción de vidas y de patria no puede seguir siendo el precio de una tonta subordinación al Comando Sur del ejército de los Estados Unidos y al inquilino del Palacio de Nariño. La táctica y la estrategia del pueblo en armas es invenci-ble porque enarbola como bandera el anhelo más ar-diente de los pobres de Colombia.

General Carlos Alberto OspinaComandante de las Fuerzas Militares

Maniobra de desembarco de tropas

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Los batallones de la desinformaciónLos batallones de la desinformación

Como en todas sus agresiones, contando con los gobernantes serviles de nuestro país, al lado de su poderío militar, junto

a sus ingentes recursos tecnológicos y huma-nos gringos, al mismo tiempo que con la car-ne de cañón de los miles de humildes solda-dos colombianos enviados al sacrificio, el im-perialismo desplegó todo su arsenal de false-dades para preparar y ejecutar el Plan Patrio-ta. El Comando Sur y sus lacayos han actuado tomando por doctrina aquello de que, en gue-rra, relaciones públicas significa mentir y en-gañar tanto como les sea útil, y convirtiendo en ley de su comportamiento la implantación de la censura con la excusa de que informar sobre la conducción de la confrontación pue-de resultar beneficioso para el enemigo. Una polvareda de embustes levantan en su marcha mientras con sus labios urden falacias y traman hipocresía, victimando la verdad. Y a quienes desde una posición decorosa se atreven a proceder con franqueza, sencilla-mente los reprimen o quitan del camino, tal como lo dijo, a mediados del año pasado, la Coordinadota Colombiana de Medios Alter-nativos (CCMA) cuando explicó “la grave situación a la que está sometido el trabajo pe-riodístico y de comunicación alternativa e i n d e p e n d i e n t e e n C o l o m b i a ” . En nuestras tierra comuneras, para incre-mentar la conflagración no hablaron de la existencia de armas químicas, que fue el li-breto con el que actuaron contra Irak; pero en el despliegue desinformativo de gran inten-

sidad profundizado a partir de la inaugura-ción del Plan Colombia y luego con el Pa-triota, el Comando Sur ha tenido en la llama-da “gran prensa” una obediente División en-cargada de vociferar sobre la existencia de la narcoguerrilla, el narcoterrorismo…, o el te-rrorismo y el narcotráfico, a secas, para es-tigmatizar, para negar el carácter político y criminalizar cualquier forma de protesta y resistencia popular. En la jarana de micrófonos y linotipos que se administran desde cadenas y medios co-mo CARACOL, RCN, EL TIEMPO, SE-MANA, etc. se advierten los artificios de la guerra sicológica, las informaciones encu-biertas, las expresiones de la propaganda ne-gra, blanca y gris en sus diversas combina-ciones diseñadas por la inteligencia militar, en función de la manipulación del público. Personajes siniestros y bufos al mismo tiempo, como los Arismendi, Gossain, San-tos…, convergen en una especie de Auslan-dorganisation, aquel ente que se ocupaba de la propaganda en la Alemania Nazi. Todos al servicio del Führer Uribe Vélez hacen lo imposible por lograr el título de “Nuevo Goebbels”; cada quien trata, así, de convertir en un Der Angriff el medio que conduce. En el caso de la familia dueña del periódico El Tiempo, incluso ya tienen una ficha en el Reichstag del Hitler de Salgar. Bien podemos caracterizarlos a estos pro-pagandizadores del régimen como “Maris-cales”, pero en el campo de las mentiras; amantes de los sofismas, que coadyuvan la

estigmatización de la protesta social, la ne-gación del carácter político de la lucha in-surgente y al encubrimiento de los críme-nes del terrorismo de Estado, a favor de los intereses de los saqueadores trasnacionales y de la oligarquía criolla. No hace parte de la práctica de estos sujetos la salvaguardia de la ética y la dig-nidad de la profesión; pues su búsqueda mayor radica en garantizar, no la calidad y la veracidad de sus mensajes sino la satis-facción de sus amos imperiales. Por su mandato, entonces, nos dan el epíteto de narcoterroristas, entre muchos otros mien-tras justifican y publicitan como benéficos para el país actos intervencionistas de po-tencias extranjeras, como ha ocurrido con el “Plan Patriota”, sin importarles la sangre derramada por el pueblo en tan infames agresiones. Son diestros en mentir pero no por ello han de ganar la guerra. Cómplices del terro-rismo de Estado, por lo general desdeñan las capacidades del pueblo pueblo porque prefieren aferrarse a la lógica difusa de sus propias invenciones asumiéndolas como certezas. Ahora, con el descalabro del Plan de ma-rras también han fracasado; sólo que como ocurre con las ratas cuando se va hundiendo el barco, ellos son los primeros en salir hu-yendo. Eso explica, quizás, por qué desde múl-tiples editoriales, artículos, crónicas, etc. ante el peso de la realidad, se han visto obli-gados a reconocer lo que hasta hace poco tiempo solo murmuraban a regañadientes: su desengaño con el “Patriota”…, su con-trariedad con la “Seguridad Democrática”. No obstante, en la perspectiva de lo estra-tégico, su papel como desinformadores se-guirá vigente; ya lo ha dicho James Petras “… la llamada era de la información no existe en un vacío políticamente neutral; su significado más profundo se revela en las condiciones de hegemonía imperial y las mafias político económicas que actúan ba-jo su amparo. La tecnología no impone sus normas; son las élites privilegiadas de la economía y de la mafia las que determinan el tipo de información y el uso de las tecno-logías informáticas”.

Jesús SantrichJesús SantrichBloque Caribe de las FARC

EL TIEMPO

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A los mandos del ejército de ColombiaA los mandos del ejército de ColombiaCarta abierta de las FARCCarta abierta de las FARC

HHace apenas unos meses el Comandante Manuel Marulanda Vélez en cartas di-rigidas a los señores capitanes, mayores, coroneles y generales del ejército oficial, expresaba una convicción que hoy queremos reiterar: “El futuro de Colombia no

puede ser el de guerra indefinida, ni de expoliación de las riquezas de la patria, ni puede continuar la vergonzoza entrega de nuestra soberanía a la voracidad de las políticas impe-riales del gobierno de los Estados Unidos; y nosotros estamos en mora de sentarnos a conversar en serio para dirimir nuestras diferencias mediante el intercambio civilizado de opiniones hacia la solución definitiva de las causas políticas, económicas y sociales gene-radoras del conflicto interno, para bien de las futuras generaciones de compatriotas”. Hoy queremos compartir este razonamiento también con los sargentos, los hombres de la experiencia, los de la primera línea de fuego, los que ponen el pecho en los combates, pero que a pesar de ello, les está vedado ascender a la oficialidad por su origen de pueblo. Sus opiniones señores mandos de tropas, que ya empiezan a llegarnos por las múltipes trochas de la clandestinidad, nos reafirman que son mucho más poderosas las aspiraciones altruistas y de Colombia nueva que nos unen, que las razones e intereses mezquinos de la oligarquía que nos enfrentan. Muchos ejemplos de dignidad del pasado y del presente de Nuestra América nos convo-can a la acción. En las conciencias militares debe resonar aún la arenga encendida del gene-ral Juan Velasco Alvarado a sus tropas en el Perú: “Ya no seremos los perros guardianes de la oligarquía”. “Campesino: el patrón no comerá más de tu pobreza”. Y ese gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas, del 69 al 75, expropió a la oligarquía latifundista, entregó la tierra a los campesinos y los organizó en cooperativas, nacionalizó los hidrocar-buros y estatizó los medios de comunicación colocándolos en manos de los obreros. No cesa la luz del coronel Francisco Alberto Caamaño resistiendo durante seis meses en República Dominicana la invasión de 42.000 marines yanquis. ¡Ese coronel de abril del 65 que no dudó en entregar las armas al pueblo para defender la patria! O del general Juan José Torres que conformó la Asamblea Nacional Popular o parlamento de Bolivia con un 70% de campesinos, indígenas y obreros, y cogobernó con estos el país. O el ejemplo de Jacobo Arbenz cuya reforma agraria en Guatemala tocó los intereses de la United Fruit Company norteamericana para favorecer a los campesinos pobres. Destellos extraordinarios los de la Revolución Bolivariana de Venezuela, que comandanda por el teniente coronel Hugo Chá-vez, señaliza hoy el camino a los militares del continente. Una revolución que ha enfilado proa hacia el socialismo con el respaldo del pueblo y la Fuerza Armada Nacional. Estos son los ideales que se abren paso en el contexto latinoamericano agitando la con-ciencia de las nuevas promociones de militares. Es un hecho que los mandos colombianos no quieren ser ni cipayos ni subalternos del Comando Sur, y mucho menos verdugos de su propio pueblo. Bolívar formó su ejército en el amor al pueblo y a la libertad y en el odio a la tiranía. Son estos los valores a rescatar. Es el llamado de su última proclama convocando al ejército a emplear sus armas en defensa de las garantías sociales lo que hay que atender, no los dictados de Washington. Si de algo estamos seguros en las FARC es que el día en que unamos estas dos fuerzas, la de ustedes y la nuestra, rodeadas de pueblo y con una plataforma política, habremos reuni-

Manuel Marulanda VélezComandante en Jefe de las FARC

do el más potente fuego artillero contra la oligar-quía y el imperio, alternativa de sociedad justa para las futuras generaciones de compatriotas, tal como lo plantea nuestro comandante en jefe. Finalmente, a estas reflexiones quisiéramos agregarle un asunto de solidaridad que no puede ser ajeno al pueblo uniformado en este momen-to: qué bueno sería que realizaran ustedes una jornada interna en las Fuerzas Armadas promo-viendo el canje de prisioneros, medida que será necesaria mientras persista el conflicto social y armado.

Secretariado de Estado Mayor Central FARC-EP

Montañas de Colombia Octubre de 2005

¡A la carga!¡A la carga!

Contra la oligarquíaContra la oligarquíaFARC, EJÉRCITO Y PUEBLOFARC, EJÉRCITO Y PUEBLO

Con Bolívar

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RESISTENCIA INTERNACIONAL

¡Detengamos a los criminales!¡Detengamos a los criminales!EEl glifosato que se aspersa en cordilleras y extensos territorios de Colombia es

producido por la Corporación Monsanto de los Estados Unidos,la misma transnacional fabricante del agente naranja que mató y alteró la vida en Vietnam. El glifosato es un poderoso tóxico, un veneno letal que no sólo mata plantas de coca y amapola, sino bosques y cultivos de subsistencia. En los humanos produce daños severos al sistema nervioso central, problemas respiratorios y gastro-intestinales, destruye glóbulos rojos, provoca cáncer, abortos y el nacimiento de niños con malformaciones. En los peces es 100 veces más nocivo que en las personas. Afecta lombrices de tierra, bacterias, hongos, an-fibios e insectos. Es una calamidad para el medio ambiente y el ecosistema. La criminal Monsanto gasta millones de dólares en publicidad diciendo que se trata de un producto inocuo. Sólo la idiotez y la carencia de sentido de patria del gobierno corrupto de Colombia hacen posible la fumigación del territorio con el mortífero veneno. Hace poco el gobierno del señor Uribe y su Ministerio del Medio Ambiente dieron su visto bueno para fumigar los parques naturales, importante banco genético, que además contiene el 62% de los nacimientos acuíferos de Colombia. Extensas áreas del país quedaron desoladas al paso de las avionetas fumigadoras. Los cultivos de pancoger fueron arruinados. No hay reparación para el campesino, que parece condenado a morir de hambre. El gobierno del Ecuador se opuso a la fumigación en la frontera y el de Colombia tuvo que ceder. Es urgente detener a los criminales. La movilización social debe exigir el cierre de la empresa Monsanto, el castigo a los involucrados en el envenenamiento de la naturaleza y la indemnización a los pueblos víctimas del brutal atropello. Los gobiernos de Washington y Bogotá deben considerar la propuesta del Comandante en Jefe de las FARC, Manuel Marulanda Vélez de sustitución de los denominados cultivos “ilícitos”, por otros igualmente rentables, que en el marco de un plan de desarrollo, generen verdaderas alternativas de vida a los campesinos.

Pese a la propaganda de las agencias de desinformación que desde el Pentágono reciben el arsenal de mentiras y engaños

para manipular a las comunidades con argu-mentos falsos, como aquel que pretende su-mergir las luchas populares en el estigma del terrorismo; en el caso del Plan Patriota no han podido ocultar que se trata del desenvolvi-miento del intervencionismo yanqui. Desde diversas latitudes del orbe emergen las voces que gritan la verdad al mundo: James Petras, sociólogo prestigioso estado-unidense manifestó en la Revista Koeyu Lati-noamericano, refiriéndose al referéndum pro-movido por el gobernante paramilitar colom-biano Álvaro Uribe Vélez que aún con el apo-yo de EE.UU. y el FMI “no pudo obtener el mínimo del 25% del electorado y se derrotó rotundamente, quedando bloqueada la agen-da neo-liberal de austeridad y las privatiza-ciones planteadas…”. Recordemos que la ne-gativa del pueblo a admitir los designios del nefasto mandatario ha estado presente sin mer-ma desde antes del inicio de su mandato, pues su “elección” fue una imposición de la ultrade-recha paramilitar. Indica Petras que “El pro-grama de contrainsurgencia de Uribe no ha obtenido logros significativos contra las gue-rrillas, incluso cuando las fuerzas paramili-tares continúan matando a miles de campesi-nos en las áreas disputadas…”. Petras ha ubicado los planes de Uribe Vélez dentro de los parámetros de la proyección de las guerras de conquista del poder norteame-ricano; en ese plano están las tensiones creadas entre Venezuela y Colombia, le ha dicho a Ma-teo Grille del medio alternativo Caras y Care-tas, reiterando que “cada éxito militar alimen-ta las nuevas guerras…”, y que “el eje de agresión de Estados Unidos está generalizado pero enfocado primordialmente sobre Vene-zuela, Colombia y Cuba…” El sociólogo ha expresado (entrevista de Resumen Digital, desde Montevideo, martes 25 de octubre de 2005), que en un país como Colombia “donde hay paramilitares en todos lados…, yo no creo que los sectores vitales es-tén a favor de Uribe, pero Uribe recibe respal-do incondicional o condicional de EE.UU. en el sentido que se presta a la agresión contra los movimientos populares y particularmente contra la guerrilla más poderosa en América Latina...”. Hay razones de peso, entonces, que llevan a pensar a petras que “El Tratado de Li-bre Comercio de América del Norte (TLCAN), El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el Plan Colombia, El Plan Andino, y

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El intervencionismo yanqui en ColombiaEl intervencionismo yanqui en Colombiala llamada "guerra contra el terrorismo" son esfuerzos imperiales para recolonizar las economías de los países latinoamericanos, convertir a los ejércitos locales en mercena-rios del imperialismo y mantener la explota-ción de las masas trabajadoras...”

No olvidemos que en los primeros meses del 2005 James Petras, repudiando las tergiver-saciones que se difunden en torno al conflicto colombiano, rompió con el escritor portugués José Saramago porque este, siguiéndole el juego a la oligarquía y al imperialismo tildó de terroristas a los movimientos insurgentes de nuestro país: “En el pasado reciente hemos compartido opiniones y posiciones. Pero de aquí en adelante tomamos caminos divergen-tes. He perdido mi confianza en usted. Usted ha defraudado mis esperanzas. Usted sigue su camino y yo sigo el mío”, le dijo al Premio Nobel de Literatura luego de haberle expre-sado que el gobierno terrorista de Uribe “ha lanzado una política de tierra quemada a lo largo del país...”. “¿Por qué el silencio sobre Uribe?”, le cuestionó; y reafirmando su con-vicción en que Estados Unidos interviene militarmente en Colombia, le increpó di-ciendo: ¿Por qué no condena la masiva pre-sencia norteamericana en Colombia; 3 mil millones de dólares en ayuda, 800 consejeros militares, una docena de bases militares y varios miles de mercenarios pagados por el Pentágono? ¿No cuenta eso como "invasión extranjera", Pepe? ¿O necesita usted 10 mil millones de dólares y 5 divisiones de marines para llamarlo una ocupación militar nor-teamericana, para considerar a las FARC y al ELN auténticos movimientos guerrilleros?” Desde la hermana República Bolivariana de Venezuela, otro intelectual de prestigio, Luís Antonio Vigoth, miembro del PARLANDI-NO, haciendo un esquema de la política yan-qui hacia los pueblos de nuestro continente, en su libro Estrategia de los EEUU para América Latina (Instituto Municipal de Publicaciones de la Alcaldía de Caracas, noviembre de 2005), ha manifestado que en el Plan Puebla Panamá, en el Plan Colombia, en la Iniciativa Andina y la instalación de las basases milita-res norteamericanas, entre las que incluye la de Tres Esquinas (Colombia), se expresa la estrategia norteamericana. Vigoth cita el dia-rio colombiano El Espectador del 4 de junio de 1999 para referirse a un informe del Depar-tamento de Estado en el que se indica “la ne-cesidad de solapar, utilizando el rótulo de “narcoguerrilla”, los objetivos y las

Alfredo Pierre (R. Dominicana)

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actividades de las Forward Operating Loca-tions que funcionan en las bases militares nor-teamericanas en Colombia…”. Acuciosamente Vigoth compila datos sobre el intervencionismo gringo para llegar a con-clusiones que revelan que “La política de im-plante de bases militares en la región se en-cuentra en concordancia con la estrategia de dominación sobre América Latina, expresada con absoluta nitidez en el normativo de Santa Fe IV”. Los objetivos de Estados Unidos son “en especial aquellos dirigidos al control de los mercados, el flujo de narcóticos, la obten-ción de recursos naturales, especialmente energéticos y combatir la insurgencia revo-lucianaria, como lo expresó en el 2004 el Ge-neral Hill”, dice Vigoth citando, además, las siguientes palabras del ex jefe del Comando Sur: “La mayor parte de los activos dispo-nibles por nosotros están enfocados en la pelea táctica en Colombia…”; y denuncia que “En el caso colombiano se transparenta una nueva situación donde aparece una alianza para combatir la insurgencia conformada por las Fuerzas Armadas de Colombia, las unida-des élite de la Infantería de Marina de los EEUU, los contratistas privados bajo las ór-denes del Comando Sur y el sector para-militar”. El autor relaciona los siguientes nombres de corporaciones de contratistas mi-litares que actúan en Colombia: “Air Park Sa-les and Service Inc; Integrated Aero System Inc; Alion; ACS Defense; INS; Sciencie Appli-cations International Corp; Imagery Análisis; Man Tech; Arriscan; Kellogg Brown & Root, subsidaria de Halliburton; Vinnell y El Insti-tute for National Strategic Studies, pertene-ciente a la National Defense University”. Al respecto de esta última señala que “diseña políticas para el Pentágono”, agre-gando que, dicha entidad señaló en marzo de 1998 la existencia de “...situaciones especí-ficas que justifican el uso de la fuerza estado-unidense [...] En caso de una pérdida de la soberanía estatal colombiana a manos de la insurgencia o del crimen organizado trasna-cional, es posible que se busque la asistencia de Estados Unidos para resolver la situación. Puede ser que el llamado no provenga de Co-lombia directamente; la inestabilidad fron-teriza puede trasladarse a los estados vecinos, a tal grado que se podría conformar una coalición para controlar el conflicto o para asistir a las fuerzas gubernamentales en reto-mar el control de FARC, ELN o las mafias de la droga”. Otro aspecto en lo que puntualiza el citado autor es que “la estrategia norteamericana para el área andina conocida como Plan Co-lombia y el Plan Iniciativa Regional Andina,

solapada en el combate al narcotráfico y al terrorismo, apunta hacia las reservas petro-leras de la región”, y reforzo sus afirma-ciones con cuadros y citas de rigurosos inves-tigadores. En el mismo texto de Vigoth encontramos las reflexiones de A. J. Figueroa Salasar, quien como prologuista escribe que “las po-líticas norteamericanas vienen sufriendo re-veces a nivel mundial, algunos bien signi-ficativos en este continente”; y al referirse a los protagonistas de los procesos de cambio que “ni los Estados ni cualquiera de sus ins-tancias…, están por encima de los pueblos”. Frase con la que antecede su llamado a con-tribuir en la unidad de los pueblos de América Latina desde la base, buscándola en la unidad de los movimientos sociales y políticos que propugnan “la integración y la soberanía de la confederación de Estados que soñó Bo-livar”. A. J. Figueroa toma las consideraciones de un “amigo del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia” que observa en Vigoth un método acertado para develar “la estra-tegia, las intenciones, del principal enemigo de los pueblos, del proyecto bolivariano”. Y a partir de tal cita, pasa a referirse “al ignorado y/o tergiversado proceso colombiano…, fren-te al cual, frente a su realidad reclama A. J. Figueroa- pareciese que esquiváramos la mi-rada para eludir confrontar (en aras de una supuesta buena vecindad) al régimen fascista que los sojuzga…; le damos la espalda a la Colombia tan querida por Bolívar”, afirma. Tremendo llamado de atención de un compatriota de la América Nuestra, que con-

cluye su análisis solidario, internacionalista y unitario convocando a impulsar una plata-forma que permita “se vea realizada la pro-puesta esbozada en la Carta de Jamaica de hacer de estos países un sólido bloque de poder”. Cerramos este pequeño muestrario que da una idea de la visión que importantes sectores y personalidades de la comunidad interna-cional tienen sobre el conflicto colombiano, ligándolo a las ansias expansionistas y colo-nialistas de Estados Unidos, citando al diri-gente político dominicano Narcizo Isa Conde, para quien “es admirable, mas allá de cualquier valoración diferente respecto a las formas y métodos de lucha y a sus perti-nencias específicas, la actitud de las FARC... Su dignidad, firmeza y persistencia han sido verdaderamente ejemplares, acompañadas de iniciativas políticas más flexibles y efica-ces. Ni la guerra sucia del Estado Colombiano ni el Plan Colombia -Iniciativa Andina- aus-piciado por EU, mucho menos las campañas estigmatizadoras y los intentos de aisla-mientos (incluso auspiciado por la izquierda “ligth del continente”), han podido contener su arrojo y voluntad de poder. Su proceso de acumulación de fuerzas constituye hoy uno de los factores disuasivos y/o confrontativo más importante frente al plan de conquista por vía militar de la Amazonia por EU y sus aliados y una de las garantías del avance revolucionario en la región! Y de eso Manuel Marulanda es un símbolo!”

Símbolo de la resistencia antiimperialistaManuel Marulanda Vélez

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16 RESISTENCIA Febrero de 2006

Golpear y huirGolpear y huirY volver a golpearY volver a golpear

En su saludo de fin de año a mandos y combatientes, al Movimiento Bolivariano, al Partido Clandestino y a las milicias de Bolívar, el Comandante en Jefe de las FARC, Manuel Maru-landa Vélez, analiza la situación actual del conflicto en Colombia y traza orientaciones para la confrontación política en el futuro. Sus apreciaciones confirman que el "Plan Patriota", que hoy sigue su marcha irrefrenable hacia el fracaso, ha contribuido a forjar y acerar al combatiente guerrillero de la ofensiva final. comparte con sus lectores algunas apreciaciones del legendario jefe guerrillero:

l 2005 está terminando en medio de numerosos hostigamientos al ejército, combates con paramilitares, acciones militares chicas y grandes, … torres eléctricas derribadas, oleoductos y baterías petroleras quemadas, puentes

destruidos, vehículos de empresas reaccionarias quemados. Según expertos en la materia, en tres años llevamos más de 7 mil combates y hostigamientos al ejército, todo ello con base en planes de acción política y militar y de conformidad con el Plan Estratégico. Hemos aplicando la movilidad permanente con buenos resultados, lo cual eleva la moral y capacidad combativa de guerrilleros nuevos y antiguos y de paso alienta a las masas que no han creído en la efectividad de las fuerzas armadas al servicio del gobierno. Las FARC en su recorrido histórico de 41 años en desarrollo del Plan Estratégico, aprobado por la Séptima Conferencia y ratificado por posteriores plenos del Estado Mayor Central, han tenido como herramienta fundamental, en primer orden, la combinación de las diversas formas de lucha, que es válida para la situación pre-sente del país, donde los gobernantes quieren acabar con todas las conquistas de los trabajadores y las costumbres políticas, con caricaturas de democracia, imponien-do reformas mucho más reaccionarias utilizando el gran poder del Estado en todas sus manifestaciones y apoyo internacional. Ha sido y sigue siendo de gran importancia para las FARC el conocimiento es-tratégico y táctico del enemigo en sus diversas manifestaciones en la confrontación militar y el desarrollo de operativos a escala nacional contra la insurgencia deri-vada de las desigualdades sociales que han obligado al pueblo a luchar contra el Estado… Experiencia que estamos obligados a recopilar para que sirva posterior-mente para transmitir conocimientos a la comandancia, y ésta a todos los comba-tientes en las diferentes escuelas de aprendizaje. De tal manera que cada vez este-mos superando nuestras fallas en la conducción de combatientes en los terrenos político y militar, y los llevemos al triunfo final, transformando el Estado en uno nuevo, con el apoyo de las masas. Los expertos en la lucha contra el fascismo de varios países aseguran que este desconoce todas las conquistas democráticas de los pueblos y sólo caen del poder con plomo mediante grandes acciones de masas ligadas a un movimiento armado, en nuestro caso las FARC, como verdadera oposición revolucionaria al sistema imperante oligárquico… Para ello debemos utilizar los diferentes medios a nuestro alcance, apoyados en sectores democráticos y descontentos con el actual gobierno. Se tiene conocimiento del malestar existente en algunos oficiales y suboficiales por la política de guerra del presidente Uribe, el desconocimiento de los derechos humanos, su negativa al intercambio humanitario, los atropellos indiscriminados contra la población civil, el compadrazgo con los paramilitares buscando su reelec-ción a la Presidencia, la desatención a la inversión social, la entrega de la soberanía al imperio gringo, el maltrato a sus tropas quienes sufren las consecuencias de la

RESISTENCIA

E

CABALLERO, comandante del 37 Frente del Bloque Caribe de las FARC-EP exhibe una de las miles de bombas made in USA lanzadas por la Fuerza Aérea Colombiana contra posiciones guerrilleras. En las FARC resiste Nuestra América a la estrategia colonial del imperio.

Manuel Marulanda VélezComandante en Jefe de las FARC

guerra, y como es apenas lógico, también los afecta la grave crisis general que sufre el país en todos los estamentos… Por estas razones debemos llamarlos a reforzar la lucha del pue-blo por sus derechos políticos, económicos y sociales y en lo posible propiciar con ellos un acercamiento. … Es necesario pertrechar a todos los mandos y guerrilleros con la teoría de guerra de gue-rrillas móviles para golpear y huir y volver a golpear sin dar tregua al enemigo hasta can-sarlo… Los entrenamientos militares y polí-ticos requieren de alta disciplina, camuflaje en desplazamientos…, reforzamiento de las me-didas de seguridad en campamentos…, com-pañías, columnas, comandos tácticos... El co-nocimiento de multitud de casos tácticos ofensivos contra el enemigo en poblados, ve-redas, carreteras, bases militares y desplaza-miento de tropas es indispensables para mejo-rar el conocimiento militar, aplicando sufi-ciente inteligencia en la planeación de accio-nes en toda clase de terreno, sin improvisa-ción, trato fraternal a las masas, buen pulso y puntería en todas las acciones para ahorrar munición y causar muertos y heridos al ene-migo. Sin desconocer la capacidad de éste por la utilización de medios técnicos, como me-dios de transporte aéreo, la utilización de

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aviones espías y bombarderos... Si tenemos en cuenta estos elementos, veremos cómo la situación será otra muy diferente porque las masas comienzan a no creer en el triunfo de las Fuerzas Armadas sobre la guerrilla, y aho-ra con el ingrediente de la descomposición de los partidos. Los Estados Mayores del Oriental y Sur hicieron conocer un primer balance al Secre-tariado, al Estado Mayor y a la mayoría de comandantes sobre la operatividad del "Pa-triota" del cuál se desprenden muchas ense-ñanzas importantes en el accionar cotidiano de FARC, que de ser tenidas en cuenta pue-den ser útiles para la escuela nacional, en la formación militar de comandantes con la fi-nalidad de evitar cometer errores en los com-bates en variedad de terrenos, para dejar sin iniciativa operativa al enemigo con buena utilización de los diversos tipos de armas y explosivos apoyados en las masas, las que por encima de cualquier consideración esta-mos obligados a cuidar para evitar que el enemigo las golpee.…Lo importante en esta etapa es demostrar al enemigo que por encima de todos sus deseos no es posible derrotar militarmente la guerri-lla, sin olvidar que lo fundamental para termi-

nar la confrontación armada y política es abrir un cauce democrático con la participa-ción del pueblo en la que obliguen a sus go-bernantes a buscar salidas políticas para diri-mir el conflicto interno derivado de multitud de causas sociales, sin la ingerencia de poten-cias extranjeras con el cuento de contribuir para la paz de Colombia con sus buenos oficios. Las circunstancias políticas son formidables para el accionar del movimiento armado y del Movimiento Bolivariano... Es-tamos en un momento que requiere de noso-tros un gran esfuerzo para el desempeño organizativo y de orientación de masas a to-dos los niveles en ciudades y campos.…Finalmente, felicitaciones a todos los Blo-ques por los éxitos logrados en respuesta al operativo nacional y de acciones militares nuestras. De antemano condolencias a fami-liares y amigos por los combatientes caídos en la confrontación armada teniendo en cuen-ta que su sacrificio no es en vano y es parte de la historia de los luchadores por una nueva democracia en Colombia. A los heridos les deseo una pronta recuperación. Me despido de ustedes con fuerte abrazo revolucionario y apretón de manos.

Manuel Marulanda Vélez

La resistencia antiimperialista de las FARC en Colombia no es terrorismo

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l principal obstáculo que tiene el acuerdo humanitario es la ausencia de voluntad política en el actual Presidente de Co-lombia. No es un secreto que durante más de tres años Uribe E

se la ha jugado toda por el rescate militar de los prisioneros; que en este empeño ha utilizado todo el poder bélico del Estado y los miles de millones de dólares aportados por el gobierno de los Estados Unidos, sin resultados favorables. Fue precisamente su insensatez la que forzó el lamentable desenlace de las montañas de Urrao, don-de murieron el gobernador de Antioquia y el ex ministro de defensa Echeverri Mejía, entre otros. Entendemos que en su afán de explotar electoralmente una ini-ciativa de los países facilitadores del acuerdo de canje, que aún no conocemos, ha lanzado al despeñadero todo un esfuerzo diplomá-tico. Al tiempo que lamentamos esta actitud precipitada y ligera del Presidente, hacemos un reconocimiento a los buenos oficios de los gobiernos de Francia, Suiza y España. El problema de Uribe candi-dato es que pretende "muñequear" a todo el mundo con sofismas y falsas humildades. Afirmar, como lo hizo desde Vista Hermosa que los cultivos ilegales de la Macarena pertenecen a las FARC y decla-rarle la guerra a la población civil a través de los medios, es un acto reprochable que solo apunta a distraer la atención del país sobre el estruendoso fracaso de su política de Seguridad Democrática con inocultables propósitos electoreros.

Con Uribe no habrá intercambio humanitarioCon Uribe no habrá intercambio humanitario Llevamos años buscando un acuerdo humanitario de canje para que los cautivos en poder de las partes salgan de las cárceles y de las mon-tañas y se reencuentren con los suyos, pero ni en Pastrana ni en Uribe hemos hallado reciprocidad. Ningún gesto logramos arrancar del go-bierno cuando por voluntad propia liberamos a más de 300 militares y policías, prisioneros de guerra. El señor Uribe, a pesar de los resultados melancólicos del Plan Patriota, parece seguir obstinado en el rescate a sangre y fuego. Se dirige a las FARC como si se tratara de una guerrilla derrotada, interpone abismos descalificando al adversario y atraviesa escollos insalvables como la extradición de Simón y Sonia a los Esta-dos Unidos. Está claro que con Uribe no habrá intercambio humanitario. El país necesita un Presidente con voluntad política, no solo para el canje, sino para pactar con la insurgencia y con la participación del pueblo, la so-lución del conflicto sobre la base de cambios estructurales en lo social, económico, político y otros ordenes, que beneficien a las mayorías.

Secretariado Estado Mayor Central FARC-EP

Montañas de Colombia, diciembre 29 de 2005

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ue el Presidente Uribe nunca ha tenido voluntad política para pactar el canje de prisioneros, no lo duda ningún colombiano. QFue por esto que las FARC exteriorizaron en diciembre su per-

cepción de que “con Uribe no habrá intercambio humanitario”. Y las últimas declaraciones públicas del prepotente irremediable del Pala-cio de Nariño, reiteran esa terca actitud obstruccionista. Remacha Uribe que no habrá zona despejada con presencia gue-rrillera y que no firmará un acuerdo de canje sin la garantía de que los insurgentes liberados no regresen a sus campamentos en la montaña. Ahí están pintados sus sofismas y falsas humildades que denuncia el comunicado de las FARC. No es difícil entender que ni la Cruz Roja Internacional, ni los ob-servadores internacionales, ni la iglesia, puedan ser garantes a pleni-tud de la seguridad guerrillera. Con todo respeto, nada puede, por ejemplo, un crucifijo frente a un Black Hawk artillado o una tanqueta del gobierno. Por circunstancias históricas e incidentes imborrables, dudamos de las palabras del gobierno. Una zona desmilitarizada sin presencia de las FARC no es una zona desmilitarizada. Cuando habla-mos de desmilitarización nos referimos es al despeje de tropas ofi-ciales. Y el otro gran palo que atraviesa Uribe es el desatino de que los guerrilleros eventualmente liberados claudiquen y renuncien a su lu-cha por la Nueva Colombia. Resultaría ridículo, verbigracia, que las FARC exigieran al gobierno que los prisioneros institucionales libe-rados no regresen a sus actividades políticas ni a sus cuarteles. Pero lo que más produce perplejidad es la pretensión del caballero de marras de desterrar a países de ultramar a los guerrilleros liberados. ¡La pena del destierro por ejercer el sagrado derecho del alzamiento contra un régimen injusto! Eso no existe en la legislación colombiana. Es una extravagancia del führer de Salgar. Definitivamente Uribe requiere con urgencia ayuda sicológica.

Para Jo Rossano, madre de Mark Gonsal-ves, prisionero de guerra en manos de las FARC-EP desde el 13 de febrero de 2003, época en que fue derribado el avión espía en que viajaba con Thomas Howes y Keith Stansell, la suerte de su hijo no le interesa a Bush. En diálogo con EL TIEMPO, la señora Ro-ssano, cuestiona con dureza al presidente George W. Bush:"Me siento con un cuchillo clavado en el corazón", dijo esta mujer/ "Este mo-

mento es una gran oportunidad para buscar una negociación a pesar de las dificultades, para intercambiar a 'Sonia' y a 'Trinidad', y le digo al presidente Bush que si me quiere callar podría hacerlo de frente. Para el intercambio humanitario es necesario tener a personas humanas, pero ni Bush ni Uribe lo son. Traté de hablar el año pasado con el Presi-dente Álvaro Uribe, pero él no respondió. Bush y Uribe no piensan en la condición de los secuestrados sino en ellos mismos. Las operacio-nes militares ponen en peligro la vida de las personas. Me disgusta y molesta la forma como Bush ayuda a estas operaciones. La vida de mi hijo no significa nada para él”.

Un cuchillo en el corazónUn cuchillo en el corazónDe una entrevista de EL TIEMPO

MarK Gonsalves

La perversa obstinaciónLa perversa obstinacióndel presidente Uribedel presidente Uribe “¡Salud!, señor Presidente, los

que van a morir te saludan…”“¡Salud!, señor Presidente, los que van a morir te saludan…”

Jairo J. Hoyos, Diputado de la Asamblea del Valle en poder de las FARC-EP.

El canje, trueque o intercambioEl canje, trueque o intercambio

En el curso del mes de enero, algo más de 400 prisioneros iraquíes, entre hombres y mujeres, fueron liberados por las fuerzas de ocupación yanquis. Todos tienen el “delito” de

ser ciudadanos del país en resistencia, y por tanto señalados como terroristas. Las razones del invasor, genocida, torturador, para ha-ber suspendido el cautiverio no están muy claras aún; pero es ver-sión generalizada aquella que indica que su libertad se debe a un canje de prisioneros; en todo caso, es el resultado de la aplicación de una medida necesaria frente a una realidad sin soluciones in-mediatas: la existencia de la guerra. Algo similar ya había ocurrió respecto a otros centenares de prisioneros palestinos canjeados por los restos mortales de un industrial israelí. El Estado sionista los liberó por que bien tiene claro que la situación de conflicto continuará y alguna salida hay que darle al drama de los cautivos mientras dure la guerra. Pero en Colombia, en esta materia, sigue la negativa aún ha-biéndose demostrado con hechos que es posible realizar el inter-cambio humanitario, tal como ocurrió cuando se entregaron 47 militares por 13 guerrilleros enfermos; o cuando unilateralmente las FARC dejaron libres a más de 300 militares sin que mediara gesto recíproco alguno. Pero no, en tiempos del señor Uribe Vélez lo que se ha introducido son obstáculos a la posibilidad del canje. Evidentemente el argumento gubernamental de que darle vía libre al intercambio generaría desmoralización entre las tropas del régimen es una falacia, pues cuando las FARC entregaron a los militares sin nada a cambio, tratándose de un gesto magnánimo, ningún guerrillero se desmoralizó ni ello demostró debilidad. Miren qué cosas, el señor Uribe Vélez , por órdenes del imperio del norte declaró terroristas a los insurgentes, al mismo tiempo niega la existencia del conflicto, prohíbe a terceros que reconozcan la presencia de la confrontación, y que incluso mencionen el nombre de las FARC. Es decir que, como todo lameculos, el Presidente quiere ser más papista que el papa; pero lo cierto es que la guerra existe, y ni por asomos Uribe está ante una guerrilla de-rrotada, como parece hacer creer cuando propone el ostracismo de los nuestros a cambio de la libertad de los “suyos”. Frente a esta argucia habría que agregar que el susodicho personaje actúa con más saña que el imperio yanqui y sus títeres sionistas, en tanto deja sin respaldo a sus mismos soldados y compañeros de clase en cautiverio. Lo que indica la lógica es que el intercambio de prisioneros, además del anhelo popular lo impone la fuerza de la realidad y la razón. Lo demás es la intransigencia de un gobernante ególatra, fu-rioso y vengativo que se engolosina, o parece disfrutar de manera esquizoide cuando, a punta de artimañas, angustias y zozobras, tortura a los prisioneros, a sus familias y a las mayorías que anhe-lan una justa salida para el problema.

Artemio HernándezArtemio Hernández

Ricardo (RODRIGO GRANDA) combatiente bolivariano

…Lo último es que el Gobierno de Es-tados Unidos por intermedio de la Fis-calía presentó una propuesta al juez donde plantea que se aproveche el pri-mer juicio para adelantar al mismo tiempo un juicio contra las FARC, en el cual yo estaría como acusado en repre-sentación de la organización.Se trata entonces de hacer un juicio para que una corte judicial, mediante un fa-llo respaldado por un jurado y un juez, nos declare organización terrorista y acusarnos de delitos como terrorismo, narcotráfico, conspiración, etc., come-tidos contra ciudadanos, empresas y el

Gobierno de los Estados Unidos. Considera el Gobierno que tendría así mayor poder para ampliar el campo de acción represiva contra la organiza-ción en su conjunto y contra cada uno de sus miembros individuamente. El proceso se llama United Status versus Simón Trinidad, lo cual resulta gracioso por la desmedida proporción. No espero juicios justos, pero eso no significa que seré inferior a la res-ponsabilidad que hoy recae en mi. Se que tengo y mantendré la fortaleza ideológica, la fundamentación política y la moral revolucionaria en el ni-vel que se requieren. Vamos a honrar el banquillo de los acusados con la presencia fariana, a mostrar la dignidad comunista y bolivariana. A extender hasta los estrados judiciales del imperio el ejemplo que nos legó el camarada Jacobo y a an-dar el camino correcto que abrió y que siempre nos ha mostrado el co-mandante Manuel. No se en qué irá lo del canje, pero creo que si la inclusión mía en el grupo de guerrilleros que se canjearían en un eventual intercambio de prisioneros con el Gobierno es un obstáculo, el Estado Mayor Central y su Secreta-riado pueden prescindir de mi nombre. Comprendo perfectamente la im-portancia que tiene no sólo dar otro paso en esto del canje de prisioneros, sino también el regreso al seno de la organización de un buen número de guerrilleros. Pase lo que pase yo seguiré subordinado al EMC, bajo su dis-posición y mando. Llevo 10 meses completos sin recibir el sol, siempre en este clima arti-ficial al interior de la cárcel o dentro de la patrulla en que me trasladan a la Corte o dentro de ésta. De modo que mi piel es toda blanca-amarillenta. Sigo tratado como terrorista y narcotraficante. Cuando voy al médico o a las reuniones con los abogados, no más lejos de 200 metros del área de alta seguridad, siempre van dos policías conmigo, un oficial y un suboficial, que me llevan, uno de ellos agarrándome por la cadena de alrededor de la cintura y el otro va unos pasos adelante devolviendo o apartando a cual-quier otro preso que pueda cruzarse conmigo de camino; nunca me dejan de vigilar aunque esté en el cubículo con los abogados y para devolverme a la celda, antes me encierran en otra donde me hacen desnudar para revisar todas las prendas y ya desnudo tengo que abrir la boca y subir la lengua, levantar los brazos para que vean las axilas, levantarme los testículos y luego dar la vuelta. El único momento en el que permanezco libre de cade-nas es cuando paso de las celdas de la Corte a la sala donde están el juez, los fiscales, los abogados y demás que asisten a las audiencias, pero varios marshalls se ubican detrás de mí, armados y pendientes de todo lo que hago.

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United StatesUnited StatesVersus Simón TrinidadVersus Simón Trinidad

Habla Simón

Simón Trinidad

Estado ColombianoEstado ColombianoEstado ColombianoSecuestrado por el Secuestrado por el Secuestrado por el

AA un año del secuestro de Rodrigo Granda en Caracas, en una operación que algunos analistas calificaron como la resurrección del tristemente célebre “Plan Cóndor” de

la época de las dictaduras y de gorilas como Pinochet, el comandante de dicha operación, el mayor Cruz Curtidor de la DIPOL colombiana -quien fuera momentáneamente retenido en Maracay por autoridades venezolanas-, sigue incursionando con sus hombres en territorio del hermano país, según se desprende de información contenida en documentos de organismos secre-tos que reposan en nuestro poder. A través de una reciente publicación del diario El Tiempo de Bogotá ha trascendido igualãente que un alto funcionario de la seguridad venezolana recibió de autoridades colombianas el pa-go de 1.000 millones de pesos por su activo papel en el secuestro del reconocido combatiente bolivariano. Rodrigo está hoy recluido en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en el departamento de Boyacá. En medio de graves problemas de salud que lo obligaron a una intervención quirúr-gica de urgencia, ha tenido que vérselas con agentes del FBI que buscan desesperadamente argumentos para sustentar su pedido en extradición hacia los Estados Unidos. Su derecho a la defensa ha sido seriamente obstruido por el Estado. En varias ocasiones agentes de la DIPOL han penetrado a la fuerza en la oficina de sus abogados en Bogotá, y uno de ellos, Ernesto Moreno, fue objeto de un grave atentado que lo dejó con el maxilar inferior destrozado y considerables heridas en cuello y brazos. Por esta circunstancia, y pensando en la vida de sus defensores, Rodrigo ha considerado la posibilidad de prescindir de sus servicios para enfrentarse sólo a los tribunales con los contundentes argumentos políticos que lo condujeron al alzamiento contra el régimen oprobioso de Colombia. Mientras tanto aprovecha el tiempo de reclusión estudiando psicología social a distancia, y su moral es tan alta que alcanza “al mismo invisible pecho del cielo”. El gobierno fascista de Uribe ha pretendido encontrar en él un interlocutor para sus afanes, pero Rodrigo le ha dejado bien en claro que su dignidad no le permite ser vocero de las FARC con grilletes y cadenas.

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Me tuvieron seis meses y medio en el hueco soportando toda clase de vejámenes. Como tú te imaginarás asumí todo esto con mucha paciencia, dignidad y aunque fueron días muy difíciles

no me doblegué ante nadie porque la cárcel y la muerte son una realidad cierta para todos los revolucionarios del mundo y quienes luchan por conquistar una sociedad mejor. No me siento frustrada por el hecho de estar encerrada, al contrario la cárcel para mi abre otros espacios y forja al combatiente, así que estoy con mucho ánimo y con la moral en alto porque hay que luchar en contra de un régimen que hace las leyes a su amaño para aplicarlas a la mayoría que son la clase pobre y trabajadora y esto hace que cada día me convenza más de la justeza de nuestra lucha, porque todos los días toma una vigencia y tiene razón de ser y de existir y este encierro no me hace cambiar mi manera de pensar porque a mi me privaron de la libertad física, más no de mis ideales.

Me despido con un fuerte abrazo. Sonia

Noticias de Sonia

“Se que Sonia está en esta cárcel y que hasta un mes atrás estaba en alta seguridad, de donde la pasaron a otro sector en condiciones más favora-bles. Sigue firme, como siempre”

Ahora sabemos que ella fue obligada a permanecer seis meses en el hueco, un antro de castigo del sistema penitenciario gringo. Desde su nuevo lugar de reclusión nos hizo llegar la breve nota que anexamos a continuación:

. Dice Simón Trinidad en carta fechada en diciembre de 2005 desde una cárcel del imperio.

Sonia, la guerrillera, cuando era conducida a los EE.UU.

“ Siento que está preso sólo mi cuerpo, pues mis ideas y mi lucha por la Paz con justicia social, vuelan raudas en las alas de la solidaridad revolucionaria y anti-imperialista de tantas amigas y tantos amigos, de los cuales ustedes forman un gran contingente…”

El cura CamiloEl cura CamiloMisionero de los oprimidosMisionero de los oprimidos

Desde 1997, el padre Oliverio Medina ha estado en el Brasil difun-diendo los mensajes de los oprimidos de Colombia, sus anhelos, las razones de sus luchas…; pero, ante todo, buscando apoyo para impulsar la reconciliaci?n. Con esa gesti?n ha participado en m?ltiples eventos en los que se ha intentado encontrar una soluci?n dialogada al grave conflicto pol?tico, social y armado que padece su pa?s natal; para lo cual continu? su labor de reunirse con representantes oficiales de diversas nacionalidades, tal como también lo hiciera durante los di?-logos de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC-EP en la regi?n del Cagu?n. Los nombres del Premio N?bel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y el Premio Nobel de Literatura José Saramago se en-cuentran entre quienes han compartido espacio con el padre Camilo en ocasiones en que se han convocado esfuerzos para la b?squeda de alternativas de paz en el mundo. He ah?, entonces, los cr?menes del sacerdote revolucionario, vehemente misionero de la justicia social y la fraternidad, quien el 24 de agosto del a?o pasado fue preso por la Po-lic?a Federal brasile?a. Entre el caudal de solidaridad surgido de diversas partes del orbe, con raz?n han dicho las madres de la Plaza de Mayo al Presidente Lula: “Si usted entrega al padre Oliverio se convertir? en c?mplice de los para-policiales colombianos que quieren asesinarlo”. Y raz?n tiene el escri-tor portugués Miguel Urbano cuando recordando los plagios de Sim?n Trinidad y Sonia, dignos combatientes bolivarianos secuestrados por los esbirros del imperialismo, expresa que en el caso del cura Camilo se repite en otro contexto, una "operaci?n" criminal cuyo objetivo es el mismo: capturar en un pa?s extranjero un cuadro destacado de las FARC-EP, llevarlo para Colombia y entregarlo después a los EEUU”. Por eso es justo cuando expresa que “exigir del Gobierno de Lula una toma de posici?n firme que con-duzca a la liberaci?n de Oliverio Medina es un deber para aque-llos que, en Brasil y en el mundo, creen en los principios y valores por los cuales luchan hace m?s de 40 a?os los guerrilleros de Manuel Marulanda, héroe bolivariano de América Latina.” “?Estamos contigo, Oliverio!”, ha dicho el compa?ero Urbano. Y no-sotros, con Oliverio decimos con sus mismas expresiones lanza-das desde Brasilia a todas las conciencias que se han levantado en su favor, que “estamos agra-decidos por su solidaridad inter-nacionalista manifestada a través de mensajes, pronunciamientos, cartas y documentos. Con estos gestos admirables, todas y todos ustedes demuestran y confirman la validez de la lucha por la paz

con justicia social, tanto para Co-lombia como para todos los pa?-ses de Nuestra Grande Patria América…

Cura Camilo de las FARC

Desde 1997, el padre Oliverio Medina ha estado en el Brasil difun-diendo los mensajes de los oprimidos de Colombia, sus anhelos, las razones de sus luchas…; pero, ante todo, buscando apoyo para impulsar la reconciliaci?n. Con esa gesti?n ha participado en m?ltiples eventos en los que se ha intentado encontrar una soluci?n dialogada al grave conflicto pol?tico, social y armado que padece su pa?s natal; para lo cual continu? su labor de reunirse con representantes oficiales de diversas nacionalidades, tal como también lo hiciera durante los di?-logos de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC-EP en la regi?n del Cagu?n. Los nombres del Premio N?bel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y el Premio Nobel de Literatura José Saramago se en-cuentran entre quienes han compartido espacio con el padre Camilo en ocasiones en que se han convocado esfuerzos para la b?squeda de alternativas de paz en el mundo. He ah?, entonces, los cr?menes del sacerdote revolucionario, vehemente misionero de la justicia social y la fraternidad, quien el 24 de agosto del a?o pasado fue preso por la Po-lic?a Federal brasile?a. Entre el caudal de solidaridad surgido de diversas partes del orbe, con raz?n han dicho las madres de la Plaza de Mayo al Presidente Lula: “Si usted entrega al padre Oliverio se convertir? en c?mplice de los para-policiales colombianos que quieren asesinarlo”. Y raz?n tiene el escri-tor portugués Miguel Urbano cuando recordando los plagios de Sim?n Trinidad y Sonia, dignos combatientes bolivarianos secuestrados por los esbirros del imperialismo, expresa que en el caso del cura Camilo se repite en otro contexto, una "operaci?n" criminal cuyo objetivo es el mismo: capturar en un pa?s extranjero un cuadro destacado de las FARC-EP, llevarlo para Colombia y entregarlo después a los EEUU”. Por eso es justo cuando expresa que “exigir del Gobierno de Lula una toma de posici?n firme que con-duzca a la liberaci?n de Oliverio Medina es un deber para aque-llos que, en Brasil y en el mundo, creen en los principios y valores por los cuales luchan hace m?s de 40 a?os los guerrilleros de Manuel Marulanda, héroe bolivariano de América Latina.” “?Estamos contigo, Oliverio!”, ha dicho el compa?ero Urbano. Y no-sotros, con Oliverio decimos con sus mismas expresiones lanza-das desde Brasilia a todas las conciencias que se han levantado en su favor, que “estamos agra-decidos por su solidaridad inter-nacionalista manifestada a través de mensajes, pronunciamientos, cartas y documentos. Con estos gestos admirables, todas y todos ustedes demuestran y confirman la validez de la lucha por la paz

con justicia social, tanto para Co-lombia como para todos los pa?-ses de Nuestra Grande Patria América…

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Guerreros y amantesGuerreros y amantesGuerreros y amantesGuerreros y amantesCon la camiseta de la solidaridadCon la camiseta de la solidaridad“La Camiseta de las FARC, para jóvenes que quieren verse cool (chévere) y manifestarse por la libertad” es el lema con que la empresa Fighters and Lovers (Guerreros y Aman-tes) distribuye en Europa esta prenda de vestir. El pueblo danés enfrenta la “ley antiterrorista” promulgada por sus gober-nantes como mandato del imperio yanqui en el 2002, con un nuevo gesto so-lidario que reivindica el derecho a luchar por la justicia. “No tenemos miedo a que nos hagan un proceso o a ser condenados”, ex-presó Bobby Schultz, vocero de este emprendimiento que busca recaudar recursos para la lucha de resistencia que desarrollan las FARC-EP y el Fren-te Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). Ya en el otoño del 2004, la Organización OPROR (Iniciativa Rebelión), con más de 500 ciudadanos daneses, había realizado también una importante actividad de apoyo incondicional a las luchas por la emancipación, llenando de jolgorio el puerto sobre las costas de Zealand y Christianshavn, en el mar Báltico, en desarrollo de lo que llamaron la “Fiesta Ilegal”. En aquella me-morable ocasión, rompiendo el cerco mediático de la desinformación im-perialista que denigra de la resistencia popular bolivariana llamándola terro-rismo, se expresó la solidaridad y el internacionalismo por encima de las amenazas de los liberticidas de ambos lados del océano. No solamente por las rutas de la clandestinidad, hasta las montañas de Colombia llegaron los com-pañeros de OPROR a traernos el fruto de su compromiso con la causa de los explotados de la América Nuestra, sino que también enfrentaron las jaurías de cipayos lanzadas por la prensa amarilla desde Colombia contra los integran-tes de Rebelión. Habrá de recordarse además cómo de manera ejemplar, valerosa, el ridículo Vice-Presidente Santos fue detenido en Copenhague (København), por quienes le reclamaban su responsabilidad por la masacre de los sindicalistas de Arauca. ¡En aprietos se vio el cobarde personaje! Tal como ocurrió contra los internacionalistas de Iniciativa Rebelión, a quienes les enrostraban su decoro más que su decisión de entregarnos 8.500 dólares, el cuerpo diplomático del gobierno fascista de Uribe Vélez ha pro-testado ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Dinamarca pidiendo judicializar a los representantes de Figthers and Lovers. Pero no, a los guerreros y amantes no los desvelan las listas en que Estados Unidos y la Unión Europea incluyen a FARC y FPLP como terroristas, y mucho menos las bravuconadas del paramilitar de la Casa de Nariño. Bien han dicho enfáticamente que “Nelson Mandela también fue un terrorista para el régimen surafricano del apartheid y los resistentes daneses durante la Segunda guerra Mundial eran considerados igualmente así antes de con-vertirse en héroes”; por eso la determinación de destinar a las organizacio-nes revolucionarias mencionadas 5 de los 23 euros que vale cada prenda, desde la ciudad de La Sirenita, sigue su marcha colorida con todos aquellos muchachos que han decidido ponerse la camiseta de la rebeldía solidaria. Digno ejemplo el de OPROR y Fighters and Lovers, indicando el camino ineludible que han de seguir quienes con sentimiento antiimperialista creen en la posibilidad real de un mundo sin explotadores ni explotados.¡Rebélate contra el fascismo!, ¡lucha por la libertad!, ¡ponte la camiseta!

Fighters and lovers guerreros y amantes fightera and lovers guerreros y amantes

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AA nadie le cabe duda, la oligarquía colombiana hace rato clausuró los reducidos espacios que por hipocresía y apariencia dejaban participación “democrática”, obligando a seguir la lucha popular por los senderos del secreto, para persistir

en la búsqueda de un cambio radical de las estructuras económicas, políticas y sociales que nos devuelvan la tranquilidad y la justicia. En este último período, y con el incremento del fascismo durante el gobierno de Uribe Vélez, los hechos nos reiteran que es acertada la iniciativa que las FARC- EP trazaran cuando fue lanzado el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia. La senda de lucha iluminada por el ideal bolivariano antiimperialista, de democracia, libertad y patria grande…, pero avanzando en la clandestinidad, se consuma como la vía y la forma de la esperanza para la Colombia que se forja diferente aunando esfuerzos con aquellos que desde diversas latitudes del continente buscan también la emancipación. Es hora de profundizar los esfuerzos por la unidad, es momento de perseverar con mayor ahínco en la cohesión de las aspiraciones de los oprimidos por un futuro mejor. Es tiempo de arreciar el combate contra las injusticias, el neocolonialismo, el terroris-mo de Estado y el tenebroso carácter fascista que adopta el capitalismo neoliberal, engendrado por la oligarquía y el imperialismo. En nuestra tierra comunera, el gobierno títere de Álvaro Uribe Vélez, a medida que privatiza las empresas estratégicas del Estado y entrega a su amo yanqui los recursos de la nación, utiliza todos los medios para acrecer el poder militarista, agravando la vio-lación de los derechos humanos; el jefe paraco de Palacio ha impuesto con el nombre de Ley de Justicia y Paz, la normatividad aquella que deja en la impunidad las masacres de las bandas paramilitares, al tiempo que legaliza las fortunas de sus jefes, provenientes del negocio del narcotráfico, clona a sus hordas y las integra a proyectos de inteligencia y “policía cívica”. Y aunque Pilatos y su corte se presenten lavándose las manos expulsando candidatos “ligados” a los paramilitares, es imposible que esconda su esencia: basta mirar sobre el sainete de Ralito y todas las prerrogativas entregadas a sus alatés y compinches. Todo ello hace parte de la estructura montada en torno al execrable Partido de la U y sus afluentes, para buscar a toda costa la reelección. Pero el rechazo del pueblo a este despropósito, crece y se sintetiza en nuevas formas de organización que apuntan a de-rrotar la tiranía.

Movimiento BolivarianoMovimiento BolivarianoPor los senderos de la clandestinidadPor los senderos de la clandestinidad

Como se plantea en nuestro Manifiesto: “De-bemos construir un nuevo régimen, sostenido en la tolerancia y el respeto por la opinión aje-na, que garantice la verdadera redistribución del ingreso, la ética en el manejo de la cosa pú-blica, la soberanía nacional, la justicia social y la solución pacífica de las diferencias”. Esa es la ruta en esta coyuntura en que las fuerzas más reaccionarias del país se juntan bajo el fascismo de la mal llamada Seguridad Democrática y la reelección del Führer de quincalla. Los dirigentes de esta nueva etapa de organi-zación popular siguen preparándose para en-frentar no solamente a Uribe el carnicero, sino al régimen que representa, asumiendo la clandes-tinidad como forma de lucha que nos resguarda del terrorismo de Estado, para al calor del com-bate, seguir avanzando en la construcción de la Nueva Colombia. Por que estamos en cada huelga obrera, en cada protesta barrial, en cada tropel estudiantil, en ca-da expresión de rebeldía indígena y campesina, en cada acción de protesta de los desplazados, de los desempleados, de los vendedores ambulan-tes…, de todos los sectores populares que con esfuerzos construyen unidad, es que tenemos la certeza de nuestro fortalecimiento rumbo hacia la victoria. Y en medio de ello, sin duda, la lucha revolucionaria de las FARC, Ejército del Pueblo, que de manera heroica va derrotando arreme-tidas como la del fracasado “Plan Patriota”, es una de las firmes expresiones de la resistencia popular. En esto, el Movimiento Bolivariano es frutos esencial de la indisoluble fusión de la in-surgencia con las masas. Bolívar sigue más vigente que nunca; sobre todo cuando con tanta determinación se suman nuevas conciencias y puños retomando sus ban-deras que son columnas fundamentales para la construcción de la sociedad que queremos edi-ficar con la idea magnánima de que “nuestra pa-tria es la América”. Encontrándonos en Bolívar, en cada escenario de la vida y de la lucha, creciendo y cualificando las organizaciones de las masas dentro de am-plios frentes de trabajo clandestino, prosegui-remos dando muestra irrefutable de la inmensa capacidad creadora de un pueblo que no se arro-dilla, de un pueblo que resiste, de un pueblo que con absoluta seguridad triunfará sobre el despo-tismo. “Unidos seremos fuertes. Solos pereceremos. Unidos inspiraremos respeto. Aislados seremos humillados.” (S. Bolívar).

¡Bolívar somos todos!¡Viva el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia!

ALFONSO CANO, dirigente del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia

"Se me olvidó decir a usted que hemos pensado fundir juntos dos o tres mitades de

los departamentos de Boyacá, Zulia y Barinas, para que no haya más frontera de

Venezuela ni de Nueva Granada, porque esta división es la que nos está matando y, por lo

mismo, debemos destruírla”. Simón Bolívar a Páez.

T Linderos, fronteras, alambradas y todas las líneas divisorias, tendieron los imperios so-bre nuestro ser desde el Bravo hasta el Cabo de Hornos. Parcelaron el territorio y el alma colectiva del Nuevo Mundo para debilitarlo e imponer así sus ambiciones de expolio y pre-dominio. Más que las armas de Washington, más que sus bombarderos, misiles y portaviones nu-cleares, lo que nos mata es la división. De no haber sido por “malinches” como Santander, Páez, y Torre Tagle, y por las oli-garquías vendepatrias, herederas de su arro-

enía razón el Libertador. Y la sigue teniendo. “Esta división es la que nos está matando y,

por lo mismo, debemos destruirla”. Por ella seguimos arrastrando cade-nas coloniales de siglos. Cadenas rea-listas. Cadenas washingtonianas.

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La división es la que nos está matandoIván MárquezIván Márquez

Integrante del Secretariado de las FARC

dillamiento al nuevo amo, seríamos hoy equilibrio y esperanza del universo. La dispersión de pueblos hermanados por la naturaleza y el cielo no puede prolongar-se indefinidamente en el tiempo. Latino-américa y el Caribe, Nuestra América, la que habla castellano, indio, y lleva a África en sus venas, no puede esperar otros 300 años para abrazarse con su destino de Pa-tria Grande, de potencia expansionista de libertad, igualdad, justicia social y paz. Como el relámpago del Catatumbo que no se apaga, la voz de Bolívar sacude la conciencia y el letargo: “A nombre de Co-lombia os pido que permanezcáis unidos, para que no seáis los asesinos de la patria y vuestros propios verdugos. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión”. Los señores Túdor y Anderson, entonces plenipotenciarios gringos en Lima y Bogo-tá, como avezados espías y saboteadores ya habían sembrado la cizaña. Manejaban los hilos de la desestabilización de las nuevas repúblicas y conspiraban contra la integra-ción. A Bolívar lo llamaban el “loco de Colombia”, el “zambo”. Basta volver la mirada al horizonte pretérito para constatar que los Estados Unidos nunca nos han querido ni nos querrán libres ni unidos. Las

querido ni nos querrán libres ni unidos. Las 13 ex colonias sí podían unirse para buscar el futuro, las del sur no. Cuando observaron en lontananza el es-plendor del alzamiento de Tupac Amaru en el Perú y de los comuneros en la Nueva Granada, un desconcertado Thomas Jefferson convo-caba a atajar por todos los medios la revolu-ción de las colonias españolas hasta que los Estados Unidos pudieran beneficiarse con ella y no Inglaterra. “La mayor ventaja de ese negocio será para Inglaterra”, propagaba con angustia mister J. Adams. Gente así cómo no iba aprobar, como lo hicieron en 1817, esa in-fame ley que castigaba con 10 años de cárcel y 10.000 dólares de multa al ciudadano estado-unidense que vendiera armas a las guerrillas bolivarianas del sur, al tiempo que permitía la venta de fusiles de chispa y de pertrechos a los realistas opresores. Y España les cedió enton-ces el territorio de la Florida como pago a la perfidia de su moral de cálculo aritmético. Podemos decir con el guerrero de Caracas que “jamás política ha sido más infame que la de los norteamericanos hacia nosotros”. Y en esto llevamos180 años. Invasiones, anexiones, saqueo, derrocamiento de gobier-nos, intervenciones militares, asesinato de lí-deres regionales, bloqueos económicos, co-mercio de productos naturales por productos industriales, intercambio desigual, imposi-ción de tratados que hieren la soberanía y la dignidad, ganancias para el norte, miseria para el sur. Y los Iscariotes de la oligarquía ahí…, recibiendo las viles monedas. Gobier-nillos de colonia, herencia maldita de Santan-der. Poderosos signos presagian la alborada de los pueblos. El ciclo vital del imperio que nos subyuga se está apagando. El capitalismo, su economía de mercado, no pudo satisfacer las necesidades de los habitantes del planeta: 3 mil millones de personas viven en la pobreza, 40 millones mueren de hambre al año y 820 millones no tienen empleo. Nuevas dinámicas detonan esperanzas. La resistencia y el decoro se acrecientan. El ALBA se erige como alternativa del sur al ALCA de Wall Street. Y ha empezado a fla-mear en el cielo de Nuestra América la bande-ra del socialismo del siglo XXI, que es el mismo proyecto de Bolívar pugnando por en-carnarse en el anhelo de los pueblos. El Libertador ya está aquí con sus botas de campaña, impaciente por entrarle a la batalla.

Bolívar somos todosBolívar somos todosBolívar somos todosBolívar somos todos

FARC, EJERCITO BOLIVARIANO/ FARC, EJERCITOBOLIVARIANO/ FARC, EJERCITO BOLIVARIANO

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Sólo hace falta reconocernos en él, en la potencia de su pensamiento y de su espa-da. Cuando decimos Bolívar somos to-dos, estamos diciendo unidad, fuerza hu-racanada irresistible, victoria de los de abajo sobre los imperios. Tenemos que juntar todas las luchas, los liderazgos político-sociales, coordinar los esfuerzos de pueblos y gobiernos revo-lucionarios, definir las líneas estratégicas de la nueva Campaña, conformar el Esta-do Mayor Bolivariano de los pueblos her-manos, para que conduzca la batalla por la definitiva independencia y el nuevo orden del futuro. Las explosiones independentistas de 1810 se sucedieron casi al mismo tiempo en Caracas, Buenos Aires, Santafé, Quito, Santiago y Dolores (México). La simul-taneidad pues, es característica y princi-pio de la lucha de Nuestra América y, es igualmente, prueba incontrovertible de nuestra identidad de sueños e ideales y de búsqueda de la libertad. En Cartagena empezó la concreción de Colombia como categoría que expresa in-tegración de pueblos y repúblicas herma-nas. El Manifiesto del derrotado de Puerto Cabello en la Ciudad Heroica, en 1812, desencadenó la solidaridad y retiró el velo de la conciencia que no dejaba vernos co-mo hermanos. Fue así como se prendió la chispa de la revolución que demolería las fronteras coloniales. Bolívar comenzó uniendo voluntades políticas; integrando la fuerza. Preparó y entrenó política y militarmente a su pue-blo: “Vamos a aprender juntos el arte de la guerra y de vencer” arengó a la población y a sus soldados luego de expulsar a las fuerzas realistas del puerto de Mompox, sobre el río Magdalena. Y luego, desde Ocaña, otro punto del itinerario de sus vic-torias de arrojo, prosiguió diseminando semillas de integración: “Nuestra patria es la América” proclamó desde lo profun-do de su alma. Y desde Cúcuta, con un ejército de tropas combinadas, internacio-nalista, de hermanos granadinos y vene-zolanos, emprendió la campaña relámpa-go, de movilidad extraordinaria y de sor-presa, con la que entró triunfante por pri-mera vez a Caracas en 1813. En toda cir-cunstancia Bolívar fue el guerrero de la unidad, un quijote arremetiendo contra lo imposible dispuesto a copar el objetivo. Él trazó nuestro derrotero en 1818 en Angostura: “La reunión de la Nueva Gra-nada y Venezuela es el objeto único que me he propuesto desde mis primeras ar-

mas: es el voto de los ciudadanos de am-bos países, y es la garantía de la libertad de la América del sur”. “Granadinos: Venezuela conmigo marcha a libertaros, como vosotros conmigo en años pasados libertasteis a Venezuela”. Y los triunfos de Boyacá y de Carabobo lo fueron tam-bién del sueño de la Colombia de Miran-da y de los próceres de la unidad conti-nental. Unirnos y liberarnos al interior de cada país. Refundar la Gran Colombia como punto de partida. Fundir ésta con Perú y Bolivia en una Unión de Repúblicas Boli-varianas para que su territorio de liber-tad sea espacio y cuartel general donde los mejores hijos de Nuestra Améri-ca comanden y orienten la ofensi-va por la nueva independencia y la Patria Grande. El prolongado eclipse de nues- tras naciones empieza a ser disi-pado por los primeros rayos del socia-lismo. El mundo es movimiento hacia la hermandad, la democracia verdadera, el fin del egoísmo del capitalismo, del libre mercado. La marcha hacia la justicia so-cial, el progreso y la dignidad de los pue-blos no tiene reversa. Será el fruto de la unidad de millones de voluntades. “Es una grandiosa idea pretender for-mar de todo el Nuevo Mundo una so-la nación, con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo” A demoler fronteras coloniales.A integrar un bloque de poder, de Libertad y garantías sociales, que globalice la felicidad de los pue- blos. Seremos el equilibrio del universo como lo soñara el Li-Bertador Simón Bolívar.

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olombia no es vocablo que puede quedar reducido a significar lo que jamás quisieron sus genitores; es decir, sólo la representación de una parte, importante sí, pero en definitiva una ínfima parte del C

total que en su expresión de origen se deseaba. Colombia es una categoría política que entraña nociones como las de justicia, igualdad, libertad, de-mocracia, genuino republicanismo, autodeterminación, dignidad, integra-ción…, detestando en incesante acción creadora la permanencia del colo-nialismo, la monarquía, el absolutismo, la tiranía, la esclavitud, la servi-dumbre…, la sumisión. Colombia es ansia de independencia y decoro, Co-lombia es el paso a paso dialéctico que va juntando las partes del contexto latinoamericano y caribeño en una dimensión hemisférica que necesa-riamente se utopiza como república ecuménica que ha de dar equilibrio al concierto de los pueblos del mundo. Hay plena coincidencia historiográfica en reconocer al prócer Francisco de Miranda el haber sido quien dio la primera noticia documental sobre la idea de fundir los intereses de Venezuela y Nueva Granada para formar “un solo cuerpo político y social”. Es el héroe venezolano el autor de las pri-meras proclamas de unidad continental emancipadora que más adelante llevaría como bandera de combate y fundamento básico de su Programa Revolucionario nuestro padre espiritual: Bolívar. Cuando Miranda viene a libertar a Venezuela, la construcción de Colom-bia era su causa y motivo. Sus milicias se lanzan a la gesta con un nombre que refleja sus sueños: “Ejército de Colombia para el servicio del pueblo libre de Sur América”, y el juramento que exclama en Jacmel le imprime vuelo que lo eleva hacia el cielo del ideal de la libertad de aquellas anchuras de tierras y pueblos que se extendían desde el río Mississippi -cuando aún el águila yanqui no había arrebatado Texas y California a México-, hasta el estrecho de Magallanes: “ser fiel y leal al pueblo libre de Sur América, independiente de España, y servirle honrada y lealmente contra todos sus enemigos y opositores”. El Libertador había tenido un contacto de inicio con el Precursor en Londres, y sin duda allí recibió influencias indelebles para cimentar su magnífica empresa. En aquel lugar dejará el registro de sus tempranas miras benefactoras e integradoras en el Morning Chronicle (edición del 5 de septiembre de 1810): “El día, que no está lejos, en que los venezolanos se convenzan de que su moderación, el deseo que demuestran de sostener sus relaciones pacíficas con la Metrópoli, sus sacrificios pecuniarios, en

Raíces de ColombiaRaíces de Colombia

fin, no les hayan merecido el respeto ni la gratitud a que creen tener derecho, alzarán definitivamente la bandera de la inde-pendencia y declararán la guerra a España. Tampoco descui-darán de invitar a todos los pueblos de América a que se unan en confederación. Dichos pueblos, preparados ya para tal pro-yecto, seguirán presurosos el ejemplo de Caracas”. Desde su retorno de Inglaterra Bolívar influirá para que la naciente República sentara “la piedra angular” de la indepen-dencia y de la unidad, en aquella iniciativa de mayo de 1811, en que Venezuela firma con Cundinamarca un “Tratado de Alian-za y Federación”, actuando bajo la inspiración de una pieza normativa que asumían como “la primera Constitución libre y representativa que ha visto el Continente Colombiano” (la Constitución sancionada en Caracas el 21 de diciembre de 1811). Más tarde, después de la caída de la primera República, ha-cia noviembre de 1812, es quizás cuando por vez primera Bolívar escribe en alguno de sus textos la palabra cuyo creador habría sido El Prócer: Colombia, o Colombeia, remarcada con la característica del nacionalismo hispanoamericano, con el americanismo para la humanidad y, en todo caso, de proyec-ción universal. En su “Exposición Dirigida al Congreso de Nueva Granada”, Bolívar, aludiendo a la “independencia colombiana”, manifestará: “Sí, los más ilustres mártires de la libertad de la América Meridional, tienen colocada su con-fianza en el ánimo fuerte y liberal de los Granadinos del Nuevo Mundo. Caracas, cuna de la Independencia Colombiana, debe merecer su redención…”

Jesús SantrichJesús SantrichBloque Caribe de las FARC-EP

No pasará mucho tiempo cuando en su Mani-fiesto de Cartagena dejará consignado un lla-mado de prevención a los granadinos sobre los peligros que para todo el continente acarreaba la caída de Venezuela y la reactivación de los elementos de la reacción que “derramándose como un torrente, lo inundarán todo arran-cando las semillas y hasta las raíces del árbol de la libertad de Colombia”. Este manifiesto lo cerraría observando que marchar a liberar a Venezuela significaba marchar “a libertar la cuna de la independencia colombia-na…”. Su pensamiento, en fin, está marcado por la tota-lidad continental. Después de las esplendidas victorias de la Campaña Admirable que se desenvuelve como materialización de los postulados del Manifies-to de Cartagena (referente más inmediato), conjugando solidaridad e internacionalismo, desde la fuerza vital de los soldados granadinos que le acompañan, Bolívar propone la fusión de Venezuela con Cundinamarca. Habiendo reali-zado la campaña con los auspicios de la bande-ra de las Provincia Unidas de la Nueva Granada no penetra con su ejército más allá de Cúcuta para subordinar los territorios y pueblos eman-cipados sino para restituir la Federación caída en desgracia, e incitar la integración. El sentido de sus empeños lo podemos identi-ficar también en los planteamientos que hace en diciembre del mismo año 1813 a Mariño. De manera meridiana vuelve a plasmar en la tabla de la historia de la independencia lo que en-cierra en la idea de la creación de Colombia, advirtiendo una vez más sobre los inconve-nientes que acarrearía la división de Vene-zuela, al tiempo que habla de las ventajas de la unidad hispanoamericana: “Si constituimos dos poderes independientes, uno en el Oriente y otro en el Occidente, hacemos dos naciones distintas, que por su importancia en sostener su representación de tales, y mucho más de figu-rar entre las otras, aparecerán ridículas. Ape-nas Venezuela unida con la Nueva Granada podría formar una nación que inspire a las otras la decorosa consideración que le es

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debida”. Este tipo de alusiones, de manera cada vez más insistente y con nuevos y sólidos argu-mentos, irán apareciendo en la vida de aquel que decía que “nuestra voz es la de la Amé-rica Meridional”. El Libertador ha tenido claro su planteamiento y lo irá a reiterar aun en momentos en que en sus manos no tenía cosa tangible alguna sino reveses; tal como ocurre en la Carta de Jamaica, 1815, donde desde el exilio lo expone con máxima clari-dad y proyección futura. Haciendo de histo-riador del futuro, cuando habla de su idea que no cesa lo hace para expresar la reunión de Venezuela y la Nueva Granada; específica-mente menciona a Maracaibo y Las Casas (ciudad imaginaria que se fundaría en Bahía Honda), para designarlas como capitales po-sibles de tal creación: “esta nación se llama-ría Colombia”, dice. Pero va más lejos cuan-do expresa que “Al contemplar la reunión de esta inmensa comarca, mi alma se remonta a la eminencia que exige la perspectiva colo-sal, que ofrece un cuadro tan asombroso. Vo-lando por entre las próximas edades, mi ima-ginación se fija en los siglos futuros, y obser-vando desde allí con admiración y pasmo la prosperidad, el esplendor, la vida que ha re-cibido esta vasta región, me siento arrebata-do y me parece que ya la veo en el corazón del universo…”. Después de Jamaica, superadas las vicisitu-des de la primera expedición que parte desde Haití, nuevamente con los auspicios del bon-dadoso Petión surgirá la reconstitución de la República. Bolívar instala el Congreso de Angostura, y con su propia iniciativa se dicta la Ley Fundamental de Colombia, que será según sus propias palabras “la garantía de la libertad de la América del Sur”. Con Colom-bia en su corazón y en su conciencia, frente al Orinoco pondría más y más argamasa para edificar el sueño; con un puñado de cosas concretas para su causa al restablecer el in-tento de República en germen, ordena tropas e instituciones…, un Consejo de Estado, un o

Congreso…; es decir, va fundando casi de la nada y desde sus mismos campamentos gue-rrilleros el nuevo Estado. Hasta un periódico crea para difundir el pensamiento; el Correo del Orinoco lo bautiza. Y al mismo tiempo construye bases para partir hacia horizontes que desbordaban los límites visualizados por los caudillos locales. Para 1818 ya los patriotas han acumulado armas y materiales de guerra más o menos su-ficientes para seguir la brega. La construcción no se puede quedar solo en la teoría, y su prác-tica requiere del batallar, del fuego. En la época más terrible del año, con el invierno anegando la llanura y por rutas que se tendían abruptas sobre las canas de los Andes, el Ejército Liber-tador hace su desplazamiento en desarrollo de su “Campaña de la Nueva Granada”. Es una proeza el paso de la cordillera, epopeyas son Gámeza, el Pantano de Vargas y Boyacá. La li-bertad de la Nueva Granada sellada con pól-vora y acero va a dar la fuerza a Bolívar para retornar a Angostura donde el congreso le ren-dirá honores y aprobará la proposición nacida del combate: crear la “República de Colom-bia”. Y como en todo el recorrido de Bolívar, cada meta es tan sólo un nuevo paso hacia otros horizontes, la marcha continúa. Desde abril de 1820 dispone las fuerzas de Oriente, los Lla-nos, los Andes y el Zulia hacia las sabanas de Aragua y Valencia; roto el armisticio pactado con Murillo vendrá el desenlace de Carabobo: en el campo de Tinaquillo, en las vísperas, Bo-lívar prevé la victoria manifestando frente a sus tropas: “Mañana seréis invictos en Carabo-bo”. Efectivamente, el 24 de junio la victoria en el mencionado campo deja independiente a Ve-nezuela. El Libertador se regocija con el triun-fo, pero en su mente el logro se representa en una dimensión mayor a la de Venezuela; él sabe que se trata de un triunfo para una causa mayor y por ello comunicará al presidente del Congre-so General: “hoy se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República de Colombia”.

¡Fuera tropas extranjeras!¡Fuera tropas extranjeras!¡Fuera tropas extranjeras!

Solidaridad bolivariana con HaitíSolidaridad bolivariana con Haití

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LLos estrategas militares de los Estados Unidos al parecer están muy con-cientes de sus enormes dificultades

en Suramérica. El centro de la gran oleada transformadora y su principal ola expansiva están ubicados en esa subregión de nuestro continente: la Revolución Bolivariana de Venezuela. El auge de la insurgencia armada y las movili-zaciones sociales en Colombia. La inestabi-lidad institucional y los recurrentes estalli-dos político-sociales en Ecuador y Bolivia. Los potentes movimientos sociales y el rea-grupamiento político de los mismos en Bra-sil. La prolongada crisis social y las profun-das insatisfacciones del pueblo empobre-cido de la Argentina. La victoria del Frente Amplio en Uruguay y la nueva dinámica en-tre los cambios prometidos y la tentación continuista neoliberal. El enorme creci-miento de la conciencia antiimperialista, del repudio del ALCA, de condena a Bush y sus halcones en toda la extensión del triángulo suramericano. Las dificultades que le crean a EEUU iniciativas como Petroamérica, la Alternativa Bolivariana (ALBA), Telesur y las FARC como ejército del Pueblo. Esto no es nada sencillo para el plan de conquista y reconquista por vía militar, sobre todo cuan-do no han logrado estabilizar la ocupación militar en Afganistán, están perdiendo la guerra en Irak y se activa el frente interno de rechazo al gobierno Bush por esa razón y por lo acontecido durante el huracanes Ka-trina y Vilma. Todo esto explica el por qué progresiva-mente el Pentágono se esfuerza en fortalecer su presencia militar en el Caribe y Centro-américa, como parte importante de su reta-guardia militar; al tiempo que el status colo-nial de Puerto Rico y el Tratado de Libre Co-mercio entre EUUU, Centroamérica y República Dominicana conforman una nueva frontera político-económica dentro de la estrategia neoliberal. El Comando Sur de las Fuerzas Militares de EEUU ha prevalecido sobre el Comando

Ni un soldado yanqui en el CaribeNi un soldado yanqui en el CaribeAtlántico, asumiendo desde el sur de Mé-xico el control y la conducción para toda América Latina y el Caribe, lo que procura superar las grietas en las operaciones “antidrogas”, -y ahora “antiterroristas”-, en los adiestramientos y en los nuevos procesos de tutelaje sobre los militares de la región. Llaman la atención las “posiciones de proyección avanzada” de las fuerzas es-tadounidenses, presentes en su cadena de bases militares y en la presencia de tropas especiales en la región, con tendencia a la proliferación de bases pequeñas en dota-ción humana pero altamente especializa-das (FOL, ubicación de operaciones de vanguardia). A las bases de Rooselvelt Roads, Sabina y Allen de Puerto Rico ha sido trasladado el subcomandante de Fuerzas Operacio-nales Especiales. El ejército Sur reestructurado pasó al Fuerte Buchanan en Puerto Rico y tiene la tutela sobre 16 mil efectivos del ejército boricua, todos bilingües. En el campamento Santiago (Puerto Rico) entrenan fuerzas estadounidenses y de otros países cipayos del imperialismo. Mantienen la base de Guantánamo en Cuba y la de Soto Cano en Honduras e instalaron nuevas pequeñas bases en Aru-ba, Curazao, Ecuador (Manta) y El Salva-dor (Comalapa). Haití está intervenido por las tropas con-juntas de EEUU, Francia, Canadá, Uru-guay, Argentina, Chile, Brasil y otros paí-ses, bajo el disfraz de las Naciones Unidas (cascos azules). La frontera de la República Dominicana con Haití está prácticamente bajo el man-do del Comando Sur del Pentágono. Proyecta instalar una escuela de entre-namiento para sargentos del Caribe y Cen-troamérica, dirigida por el Comando Sur, en las proximidades de la Base Militar de la Marina de Guerra de República Domi-nicana, ubicada en el centro de la costa sur. El gobierno dominicano, como muchos otros gobiernos, firmó el acuerdo que ga-

Rantiza impunidad al personal militar y civil de EEUU radicado en el país. EUUU sigue aspirando a instalar pequeñas bases altamente calificadas en nuestra isla, dentro del programa de desconcentración y extensión de sus fuerzas militares impulsado por Rumsfeld. Algo similar a lo que hicieron en Aruba, Curazao y Ecuador (Manta), y a lo que están haciendo en Paraguay. Y todo esto se articula a los componentes militares del Plan Colombia-Iniciativa Andina. La isla Saona y Alto Velo, próximas a las costas dominicanas, están dentro de sus prio-ridades. La ubicación de estas fuerzas y estas bases militares tienen una doble misión: reforzar su control militar en el Caribe y aumentar su capacidad de agresión contra Venezuela y Co-lombia, países donde se sitúa el vértice de la nueva oleada revolucionaria continental y su vertiente expansiva hacia el sur. Eso plantea nuevos desafíos para las fuerzas revolucionarias y los pueblos del Caribe y Centroamérica. Por eso apurar el paso y desplegar la consigna ¡ni un soldado gringo en nuestras patrias!

Narciso Isa CondeNarciso Isa CondeDirigente de República Dominicana

Tomado de internet

Isa Conde

Unidad de Nuestra America

Contra la estrategia del imperio

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“ ”, dijo un día Petión a Bolívar cuando golpeado por las adversidades se encontraba en Haití sin con qué continuar su sueño de emancipación. Aquella histórica ayuda de parte de quien Bolívar llamara “el primero de los bienhechores de la tierra” fue fundamental para la prosecución de la independencia de Nuestra América. Para ambos patriotas su actividad pública y privada se definía siempre en función de los más sentidos intereses del pueblo. En cambio, algunos de los que hoy ejercen la política, contrarían esta herencia, llenándola de esos lastres del pragmatismo, que la desdibujan al conducirla hacia donde el maniqueísmo sitúa al menos malo como la mejor solución posible. El sábado 8 de enero, Urano Teixeira de Matta Barcellar, general Brasileño que comandaba 7.500 efectivos de las tropas de ocupación en la patria de Pe-tión, moría de un balazo en la cabeza, a cientos de millas de su tierra natal. En Haití, el gobierno de Lula mantiene 1213 invasores. Pero en esa indecen-cia no está solo; la Argentina del presidente el Urguay de Tabaré, el Perú del sucesor de Fujimory y el Chile de Lagos que, en el general Alduante, tuvo de manera interina la conducción de la presencia militar infame, son otros de los que acompañan la estrategia neocolonial de Washington, que ha encon-trado en las banderas de la ONU la mampara tras la que mejor escuda sus actos de intervención y enajenación de la soberanía de los pueblos. En esa parte de la isla de Enriquillo, el valiente de Bahoruco, el filibustero y sus fieles lo han robado todo; y quienes allí están colaborando en la tal misión militar lo saben, como están enterados de su papel de sirvientes de Mister Sam. El interés del yanqui radica en la geopolítica de recolonización en una Améri-ca Nuestra convulsionada por el fuego emancipador de los pueblos, que arden con más fuerza desde Colombia y Venezuela, diciéndole no al imperialismo. Ha dicho el historiador L. A. Vigoth, que “las líneas de acceso y circulación en el Mar Caribe es lo que explica las bases militares en Aruba y Curaçao y la invasión a Haití…”. Habría que agregar que esta perspectiva de control sobre el fogoso norte bolivariano de la América Meridional, es lo que evidencia que los Estados Unidos, mediante el Comando Sur, se hallan hecho al dominio ple-no de la frontera hatiana-dominicana. Ante esta ignominia somos muchos los que deseamos profundamente invocar a Bolívar o a Martí, para desde la luz de sus ideales reencontrar la senda libertaria de Petión. Afortunadamente ya ellos andan por ahí de mente en mente motivando dignidad. Hubo en Haití el 14 de agosto de 1791 una primera convocatoria, en Bois-Cayman, por el sacerdote vudú Boukman, en una ceremonia que cobra vigen-cia, donde los negros esclavos se sublevaron con la fuerza de sus ancestros y sus credos, hasta llegar a la independencia de 1803. Es a partir de esa rebelión de esclavos que se desata el proceso que contaría con el protagonismo de hom-bres de la talla de Desaline, Louverture…, Petión; verdaderos héroes de la Pri-mera Independencia y fundadores del primer Estado negro de Latinoamérica. Así que, todas las fuerzas, pensamientos y sueños que renacen, se juntan de nuevo con aquellos hijos de Changó, ya convocados al son de los tambores que viajan entre los tiempos con la brisa del Caribe, en un ceremonial de esperan-zas que sigue sublevando las conciencias y dando el poder para continuar la marcha. Ante el cadáver de Teixeira, la voz de otro interventor dijo: “la continuidad de nuestros esfuerzos para lograr nuestra misión y la mejor prueba de lealtad hacia usted será garantizar que la paz y la seguridad lleguen a cada esquina de

Cuente con todo lo que esté al alcance de mi posibilidad

Kirchner,

Como en Bois-Caymanconvocatoria contra los invasores

HaitíHaití

Haití”. Pero la farsa del cipayo naufraga sin remedio. Haití estalló en huelga…; y el repique de los tambores aún no cesa… ¿por donde viajará con sus mensajes sobre el mar de las Antillas? Es sabido que para estos militares de bolsillo, la huelga general no es la paz; es sabido que al igual que en los tiempos de Boukman, en el secreto de las voces vestidas de creol y tam tam, se multiplican esos mensajes que jamás sabrán interpretar los invasores. Antes de la muerte del general, el comando brasileño rea-lizaba un operativo militar en algunos barrios populosos de Puerto Príncipe, Cite Militaire y Cite Soleil imponiendo su “paz” de los sepulcros…; ¡no con flores! Visto desde aquel pragmatismo, estos generales victima-rios no dejarían de ser los menos malos en el actual contexto de la política de nuestro continente, y de lo que representan con sus cadenas al cuello azuzados por Washington. Es más, no lo sería tampoco el conjunto de la manida diplomacia que impone interpretar ese tipo de actitudes como “políticas de cuidado” (léase “políticas de Estado”), que debemos abor-dar con el talento que nos libre de perjudicar al “menos ma-lo”… ya que al interior de varios países del continente, en el plano interno, se desarrollan procesos bla…, bla…, bla…, bla... ¿Acaso deberemos ponernos el bozal de la indignidad, para no llamar las cosas por su nombre? El pueblo de Toussaint L'Ouverture, de -

re e , ni ningún pueblo pueden enten-der diez mil argumentos vanos como los que algunos esgri-men para “justificar” la violación de principios sagrados, co-mo ese de la libre determinación, por ejemplo. Nadie jamás debe olvidar que de suelo haitiano se dio el impulso que tornó en irreversible la gesta del Libertador. Es, entonces, una afrenta al ideal bolivariano de la Patria Grande que un país de la América Nuestra mantenga tropas en terri-torio de Haití. ¡Solidaridad con el pueblo Haitiano, fuera yanquis de Haití, fuera tropas extrajeras!

Jean Jacques Dessalines y Alexand P tion

HaitíHaitíMiguel LouvertureMiguel Louverture

o es noticia nueva. El paramilitaris-mo en Colombia siempre ha sido ar-Nma del Estado terrorista. En reciente

época lo que ha ocurrido es que se está vol-viendo de forma mucho más descarada parte “oficial” de sus estructuras. Ahora y después de infinitos crímenes de lesa humanidad, a estos grupos que son “negados”, pero entra-ñables creaciones del régimen, les han servi-do una ley al gusto: la llamada “ley de jus-ticia y paz”, o ley de impunidad que es el nombre que le da el común de la gente. Tan desvergonzadamente favorecedor del crimen es el mamarracho jurídico que el New York Times, conocido periódico grin-go, generalmente alineado a los intereses del Pentágono, ha dicho en uno de sus edito-riales: “la nueva ley, que refleja el consi-derable poder político de los paramilitares, bloqueará la extradición de los líderes para-militares requeridos por traficar a los Esta-dos Unidos y les permitirá perpetuar su trá-fico de drogas, extorsión, el hurto de tierra y otras actividades criminales, sin ser perturbados”. El diario expresó además que “El gobierno de Bush podría haber presio-nado al presidente Álvaro Uribe para que se aprobara una buena ley. Al contrario, el em-bajador William Wood la respaldó con entu-siasmo, dándole el aval de Washington a la capitulación de Colombia a una mafia te-rrorista”. Colombia, señores, esta hace muchos años en manos de una mafia terrorista. Y en esas manos, de las cuales Mancusos, Bernas, Castaños, Macacos…, son simplemente mandaderos, la han puesto los Estados Unidos. Este imperio es responsable prin-cipal del nefasto fenómeno. Se cuentan por miles las matanzas y desapariciones forza-das causadas contra integrantes de orga-

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La mafia de RalitoLa mafia de Ralito

nizaciones populares, o contra gente senci-lla del pueblo, por manos de las llamadas fuerzas oscuras, que no son otras que las de los sicarios y criminales en general que salen de las instalaciones militares o son orientados desde ellas en desarrollo de la política o Doctrina de Seguridad Nacional, la del “enemigo interno”, que tanto se en-señó en la yanqui Escuela de las Américas. Las cifras que suministran algunas orga-nizaciones defensoras de derechos hu-manos pueden dar una idea de la crisis hu-manitaria que ha generado el régimen. Ob-servemos los datos que retoma Libardo Sarmiento Anzola, economista, filósofo e investigador, en su libro La Violencia como Mecanismo de Regulación en La Economía Colombiana: “La coalición de 17 ONG de defensa de los derechos humanos presen-taron en el mes de noviembre de 2.000 el primer informe del proyecto “Nunca Mas” sobre los crímenes de Lesa humanidad co-metidos entre 1966 y 1998 en Colombia. Los 38.000 casos censados en el banco de datos durante 4 años incluyen solamente violaciones de las libertades fundamenta-les: 29.000 ejecuciones extrajudiciales, 7.000 torturas, 2.800 desapariciones forza-das. Según las ONG, estos hechos constitu-yen un genocidio de los movimientos cam-pesino, indígena, trabajadores, cívico re-gionales y políticos de oposición. El infor-me responsabiliza al Estado de 80% de los asesinatos, por medio del ejército o de los grupos paramilitares y denuncia la exis-tencia de mecanismos destinados a impedir el establecimiento de la verdad sobre estos crímenes de lesa humanidad y a perpetuar la impunidad que beneficia a los autores materiales e intelectuales”. Estas cifras seguramente se quedan en

pañales si tenemos en cuenta que, solo en el caso del aniquilamiento de la Unión Patrió-tica, el régimen asesinó y desapareció alre-dedor de 5 mil compatriotas. No obstante hay bastante razón en las explicaciones de Sar-miento Anzola cuando se refiere a los crí-menes de Estado y la posibilidad de su desma-dre. No solamente se incrementaron con el ascenso del paraco Uribe al solio de Bolívar, sino que la impunidad pasó de ser una realidad negada, a ser una situación amparada median-te la “Ley de Justicia y Paz”. Como están las cosas podríamos decir que el poder paramilitar en vez de ser instrumento del Estado pareciera que éste es manejado por aquel. ¿Extraña simbiosis?.., Mas bien genui-na característica de toda clase opresora en los estertores de su deceso. Así que el escándalo reciente sobre la infiltración de paramilitares en el DAS no es más que una astuta pataleta del régimen, pues lo que ha ocurre es que mo-mentáneamente se les cayó el taparrabo. Los paramilitares, legal o ilegalmente -ex-cepto donde han sido combatidos a muerte por la insurgencia-, están en todas partes; están en la Casa de Nariño, están camuflados en el Congreso y en las listas de las campañas elec-torales…, etc. como esencia de lo más recal-citrante de la oligarquía aristocrática. Ahora, aparte de los que se encuentran vacacionando en Ralito y fuera de aquellos que han incluido como “soldados campesinos”, el Presidente Uribe ha resuelto que a 14 mil de sus camara-das que “negociaron” su “reinserción a la vida civil” (?), los pondría a “colaborar con vigi-lancia, con información y en inteligencia”, con el cuento de que debe tenerlos “ocupados” para que no se le descarríen. Y esto sucede en el mismo momento en que desde el departa-mento de Sucre una unidad de derechos huma-nos de la Fiscalía (entidad también “infiltra-da” por paramilitares; recuerden el caso de la fiscal de Cúcuta, amante de uno de estos asesinos), había abierto 73 fosas comunes con decenas de cadáveres de los más de tres mil campesinos asesinados por ordenes del psicó-pata “Jorge 40” (Rodrigo Tovar P.) y sus se-cuaces gamonales, latifundistas, en esa región de la Costa Caribe. Nadie olvide que en el nor-te de Colombia, gobernadores, alcaldes y todo tipo de funcionarios fueron impuestos por Tovar Pupo previo acuerdo de éste con Uribe Vélez en reunión de compadres realizada en Valledupar. La contaminación es tan abominable que desde la misma derecha comienzan ha salir protestas y denuncias, de parte de quienes a lo mejor, recordando el poema de Bertolt Brecht, no quieren que llegue el momento en que sea demasiado tarde. Entre ellos está Horacio

El poder del paramilitarismo de Estado

Ernesto BáezVicente CastañoSalvatore MancusoAlias “Macaco”Alias “Don Berna”

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Serpa Uribe, precandidato liberal a la Presidencia de la Re-pública, quien ha manifestado algo de lo que por supuesto no se acaba de enterar:

"… Lo que hoy vemos es que los paramilitares mandan en muchas regiones del país..; volvieron a hacer masacres, si-guen vinculados con el narcotráfico, desplazan a los cam-pesinos, hacen política armada, desplazan a los empre-sarios honrados de sus negocios… En este momento hay 4 millones de hectáreas en poder de los paras y los narcos y eso debe cambiar…", ha dicho Serpa, quien con certeza debe saber, también, que desde los años ochenta el para-militarismo impuso una contrarreforma agraria, si es que

alguna vez ha habido reforma agraria, a sangre y fuego, concentrando más del 82 % de la tierra en un número ínfimo de propietarios que no sobrepasa el 1.5 %. La mitad de estos “propietarios”, usurpadores narcoparamilitares, concentra al menos cinco millones de hectáreas, del total de nueve millones cultivables que tiene Colombia. Estas cifras, si en algo han cambiado es para empeorar. El señor Serpa no está descubriendo el agua tibia...; todos lo tenemos claro; y sabemos quienes auspician la catástrofe. Naturalmente no lo hacen solo los dos militares estadounidenses del Plan Patriota “sorprendidos” por la Policía en Carmen de Apicalá (Tolima), junto con cuatro colombianos, con aquel famoso cargamento de 32.900 cartuchos de armas de fuego que iba a ser entregado a los paramilitares que operan en la región de La Dorada y Puerto Boyacá. Ni se hace sólo con la coca de los cinco militares estadounidenses que traficaban con 16 kilos del alcaloide desde la base de Apiay (Meta) hasta El Paso (Texas) en un avión militar de su país… ¡No!, hay mucho más. El economista Hector Mondragón, refiriéndose a algunos de los factores que causaron que los precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Colombia superaran los 5700 puntos a mediados de 2005, había dicho que el factor paramilitar también tenía que ver con ello. Se trataba de “Un récord histórico, pero además de una cifra impensable, que significa un alza del 800 % a partir de la crisis pasada, en 6 años; alza del 600 % en 5 años y del ciento por ciento en apenas un año… Semejante bonanza bursátil no concuerda con el moderado crecimiento productivo…”, decía. En su mismo estudio ponía de manifiesto que “el comandante de la Armada, Almirante Mauricio Soto denunció que los paramilitares de las AUC quieren vender a un ritmo ace-lerado sus depósitos de cocaína, para poder lavar esas utilidades con la ley de “justicia y paz” que acaba de ser aprobada en el Congreso por iniciativa del Gobierno. Inusuales decomisos de varias toneladas de cocaína son entonces una muestra de las cantidades enormes de droga que ha salido del país estos meses a cambio de dólares que lavados vienen a inflar desde el mercado de acciones y de TES, hasta los juegos de azar, pasando por las importaciones subvaluadas de calzado o arroz”. Para reforzar sus argu-mentos y hacer caer en cuenta que hay relación entre el incremento de la revaluación del peso [factor clave para el auge de la Bolsa] y la impunidad que garantiza la nueva ley a los paramilitares y sus operaciones de narco-tráfico, Mondragón citó al también economista Mauricio Cabrera: “Las promesas que se debieron hacer en las negociaciones, y que culminaron en la ley de 'justicia y paz' son la explicación clarísima de por qué estos 'inver-sionistas' recuperaron su confianza en el país y decidieron traer sus aho-rritos… Si en otra época los extraditables decían que preferían una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos, ahora pueden decir que prefieren sus latifundios y sus millones en Colombia, y una temporada de reposo en Ralito a una cárcel en Estados Unidos, porque obtuvieron la garantía de no extradición a cambio de su apoyo a la campaña de reelección” [de Uribe co-mo Presidente]

Al analizar el conjunto del fenómeno paramilitar, los estudiosos James Petras y Henry Veltmeyer, han explicado “En vista del aumento de las protestas internacionales por los derechos humanos, las misiones militares de EE UU han incitado en mayor medida a los ejércitos latinoamericanos a trabajar con fuerzas "paramilitares" para cometer masacres en las aldeas y ase-sinatos de sindicalistas, disidentes, defensores de los derechos humanos, etc. El caso de Colombia es una reproducción clásica del de Vietnam… El Plan Colombia, con el pretexto de luchar contra la guerra del narcotráfico, está dirigido contra los sospechosos de simpatizar con los movimientos y gue-rrillas campesinas. El uso de fuerzas paramilitares para reprimir a los ci-viles otorga a Washington y a sus militares adeptos cierta "credibilidad" de negar la realidad (de hecho, Washington incluso critica a los "parami-litares") mientras canalizan armas, fondos y protección a través de los mandos militares colombianos…”

Sin palabras desde Irak

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Canto de los pobresCanto de los pobresJualián Conrado

esde el fragor de la pelea en la trinchera, sigue cantán-donos Julián Conrado con optimismo cada vez mayor en la emancipación de los oprimidos. De rojo libertad, D

verde oliva de esperanza, humo de pólvora, profundos sentimien-tos de amor al pueblo… y firmes ideales de justicia, están hechos los sueños que en la voz del cantautor insurgente viajan en busca de la Colombia Nueva.

Ya son más de 100 las canciones que ha publicado el Cantor de la Insurrección desde aquel 1988 en que, con la motivación del inolvidable Adán Iz-quierdo, realizara los primeros trabajos al aire li-bre, contando solo con una guitarra y una sencilla grabadora de casetes. Sobre su más reciente trabajo ha dicho en entre-vista con la Cadena Radial Bolivariana Voz de la Resistencia que “denominarlo El Canto de los Pobres tiene el sentido de recoger las voces y los sentimientos de la justicia, de la dignidad, de la in-surrección, de la revolución, de la paz. Se trata de cantos en los que se expresa la pobreza…, la mi-seria de un pueblo que ha sido oprimido y explo-tado desde siempre; pero al mismo tiempo es una canción de esperanza…”. En las creaciones musicales de Julián, la libertad y la insurrección hacen presencia como constante, dándose la mano en el amor. Al respecto nos dice: “Como bolivarianos y marxistas no podemos ha-cer nada que no se inspire en el amor hacia la humanidad… Nada nos puede detener si amamos al pueblo y el pueblo nos ama…Y ese es un princi-pal fundamento de coincidencia entre todos los re-volucionarios; obviamente, tal cimiento no puede faltar en esa unidad indestructible que existe y se fortalece entre marxismo y bolivarismo” Canto de los pobres; el espacio, el tiempo y el amor; fiesta de besos; intrépido guerrero; la neu-tralidad; haciendo piruetas…, son algunos de los títulos de las recientes melodías de Julián, quien así no este de cuerpo presente en los estudios de CRB, nos acompaña con sus cantos, como parte del equi-po de trabajo de la Cadena Radial Bolivariana, al lado de todos nuestros queridos artistas guerri-lleros. Lea la entrevista completa en nuestros sitios WEB. CRB, Cadena Radial Bolivariana Voz de la Resistencia.

Voz de la ResistenciaVoz de la Resistencia

Quiero traer de La GuajiraQuiero traer de La Guajira

de las montañas guerrillerasde las montañas guerrillerasun sentimientoun sentimiento

un son de pazun son de paz

Habrá Nueva Colombia,Habrá Nueva Colombia,SOCIALISTASOCIALISTA

VenceremosVenceremos