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Naciones Unidas A/ES-10/273 Asamblea General Distr. general 13 de julio de 2004 EspaÒol Original: francÈs e inglÈs 04-41989 (S) 120704 140704 *0441989* Décimo período extraordinario de sesiones de emergencia Tema 5 del programa Medidas ilegales israelíes en la Jerusalén oriental ocupada y el resto del territorio palestino ocupado Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre las consecuencias jurídicas de la construcción de un muro en el territorio palestino ocupado Nota del Secretario General 1. En la 23™ sesiÛn de la continuaciÛn de su dÈcimo perÌodo extraordinario de sesiones de emergencia, la Asamblea General, por la resoluciÛn ES-10/14, de 8 de diciembre de 2003, decidiÛ, de conformidad con el p·rrafo 1 del ArtÌculo 96 de la Carta de las Naciones Unidas, pedir a la Corte Internacional de Justicia que emitiera con urgencia una opiniÛn consultiva sobre la siguiente cuestiÛn: ìøCu·les son las consecuencias jurÌdicas que se derivan de la construcciÛn del muro que levanta Israel, la Potencia ocupante, en el territorio palestino ocupa- do, incluida JerusalÈn oriental y sus alrededores, seg˙n se describe en el informe del Secretario General, teniendo en cuenta las normas y principios de derecho internacional, incluido el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General?î 2. El 9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia emitiÛ su OpiniÛn Consultiva sobre la mencionada cuestiÛn. 3. El 13 de julio de 2004, recibÌ el testimonio debidamente firmado y sellado de esa OpiniÛn Consultiva de la Corte. 4. Por la presente transmito a la Asamblea General la OpiniÛn Consultiva emitida por la Corte Internacional de Justicia el 9 de julio de 2004 sobre el caso relativo a las consecuencias jurÌdicas de la construcciÛn de un muro en el territorio palestino ocupado, asÌ como las opiniones separadas y la declaraciÛn adjuntas a dicha OpiniÛn Consultiva.

Resolución Muro Palestino

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Construcción y valoración del muro.

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  • Naciones Unidas A/ES-10/273

    Asamblea General Distr. general13 de julio de 2004EspaolOriginal: francs e ingls

    04-41989 (S) 120704 140704

    * 0 4 4 1 9 8 9 *

    Dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergenciaTema 5 del programaMedidas ilegales israeles en la Jerusaln oriental ocupaday el resto del territorio palestino ocupado

    Opinin Consultiva de la Corte Internacionalde Justicia sobre las consecuencias jurdicasde la construccin de un muro en el territoriopalestino ocupado

    Nota del Secretario General

    1. En la 23 sesin de la continuacin de su dcimo perodo extraordinario desesiones de emergencia, la Asamblea General, por la resolucin ES-10/14, de 8 dediciembre de 2003, decidi, de conformidad con el prrafo 1 del Artculo 96 de laCarta de las Naciones Unidas, pedir a la Corte Internacional de Justicia que emitieracon urgencia una opinin consultiva sobre la siguiente cuestin:

    Cules son las consecuencias jurdicas que se derivan de la construccin delmuro que levanta Israel, la Potencia ocupante, en el territorio palestino ocupa-do, incluida Jerusaln oriental y sus alrededores, segn se describe en elinforme del Secretario General, teniendo en cuenta las normas y principiosde derecho internacional, incluido el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 y lasresoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General?

    2. El 9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia emiti su OpininConsultiva sobre la mencionada cuestin.

    3. El 13 de julio de 2004, recib el testimonio debidamente firmado y sellado deesa Opinin Consultiva de la Corte.

    4. Por la presente transmito a la Asamblea General la Opinin Consultiva emitidapor la Corte Internacional de Justicia el 9 de julio de 2004 sobre el caso relativo alas consecuencias jurdicas de la construccin de un muro en el territorio palestinoocupado, as como las opiniones separadas y la declaracin adjuntas a dicha OpininConsultiva.

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    Corte Internacional de Justicia

    Ao 2004 2004

    9 de julio Lista generalNo. 131

    Consecuencias jurdicas de la construccinde un muro en el territorio palestino ocupado

    Competencia de la Corte para emitir la opinin consultiva solicitada.

    Prrafo 1 del Artculo 65 del Estatuto Prrafo 1 del Artculo 96 de la Carta Facultad de la Asamblea General para solicitar opiniones consultivas Activida-des de la Asamblea.

    Acontecimientos que llevaron a la aprobacin de la resolucin ES-10/14 de laAsamblea General por la que se solicit una opinin consultiva.

    Argumentacin segn la cual la Asamblea General actu ultra vires respectode la Carta Prrafo 1 del Artculo 12 y Artculo 24 de la Carta Prctica de lasNaciones Unidas respecto de la interpretacin del prrafo 1 del Artculo 12 de laCarta La Asamblea General no excedi sus competencias.

    Solicitud de opinin aprobada por la Asamblea General en su dcimo perodoextraordinario de sesiones de emergencia Perodo de sesiones celebrado de con-formidad con la resolucin 377 A (V) (Unin pro Paz) Condiciones estableci-das por esa resolucin Regularidad del procedimiento seguido.

    Presunta falta de claridad de los trminos de la cuestin ndole supuesta-mente abstracta de la cuestin Aspectos polticos de la cuestin Motivos en losque se haba inspirado la solicitud y posibles consecuencias de la opinin La ndole jurdica de la cuestin no se ve afectada.

    La Corte es competente para emitir la opinin consultiva solicitada.

    * * *Facultad discrecional de la Corte para decidir si debe emitir o no una opinin.

    Prrafo 1 del Artculo 65 del Estatuto Pertinencia de la falta de consenti-miento de un Estado afectado La cuestin no debe considerarse nicamente comoasunto bilateral entre Israel y Palestina, sino que interesa directamente a las Na-ciones Unidas Posibles efectos de la opinin en una solucin poltica y negociadaal conflicto israelo-palestino La cuestin representa solamente un aspecto delconflicto israelo-palestino Suficiencia de la informacin y las pruebas a disposi-cin de la Corte Finalidad til de la opinin Nullus commodum capere potest desua injuria propria La opinin se dirigir a la Asamblea General, y no a un Esta-do ni una entidad concretos.

    Falta de razn imperiosa para que la Corte haga uso de su facultad discre-cional de no emitir una opinin consultiva.

    * * *

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    Consecuencias jurdicas de la construccin de un muro en el territorio pa-lestino ocupado, incluida Jerusaln oriental y sus alrededores Alcance de lacuestin planteada La solicitud de opinin se limita a las consecuencias jurdicasde la construccin de las partes del muro situadas en el territorio palestino ocupado Utilizacin del trmino muro.

    Contexto histrico.

    Descripcin del muro.

    * * *Derecho aplicable.

    Carta de las Naciones Unidas Resolucin 2625 (XXV) de la Asamblea Gene-ral Ilegalidad de toda adquisicin territorial derivada de la amenaza o el uso dela fuerza Derecho de los pueblos a la libre determinacin.

    Derecho internacional humanitario Reglas anexas al Cuarto Convenio deLa Haya de 1907 Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 Aplicabilidad delCuarto Convenio de Ginebra en el territorio palestino ocupado Derecho de losderechos humanos Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos PactoInternacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales Convencin sobrelos Derechos del Nio Relaciones entre el derecho internacional humanitario y elderecho de los derechos humanos Aplicabilidad de esos instrumentos de derechoshumanos fuera del territorio nacional Aplicabilidad de dichos instrumentos en elterritorio palestino ocupado.

    * * *Asentamientos establecidos por Israel en el territorio palestino ocupado con-

    traviniendo el derecho internacional La construccin del muro y su rgimen cone-xo crean un hecho consumado sobre el terreno que puede pasar a ser permanente Riesgo de que la situacin resulte equivalente a una anexin de facto La construc-cin del muro es un grave obstculo para el ejercicio por el pueblo palestino de suderecho a la libre determinacin y consiguientemente es una violacin de la obliga-cin de Israel de respetar ese derecho.

    Disposiciones aplicables del derecho internacional humanitario y de los ins-trumentos de derechos humanos pertinentes para el presente caso Destruccin yrequisa de bienes Restricciones a la libertad de circulacin de los habitantes delterritorio palestino ocupado Impedimentos al ejercicio por los afectados del dere-cho al trabajo, a la salud, a la educacin y a un nivel de vida adecuado Cambiosdemogrficos en el territorio palestino ocupado Disposiciones de derecho inter-nacional humanitario que permiten tomar en consideracin imperativos militares Clusulas de los instrumentos de derechos humanos que limitan los derechos ga-rantizados o que prevn su suspensin Imposibilidad de justificar la construccindel muro y su rgimen asociado por imperativos militares o por necesidades de se-guridad nacional u orden pblico Violacin por Israel de varias de las obligacio-nes que le incumben en virtud de las disposiciones aplicables del derecho interna-cional humanitario y de los instrumentos de derechos humanos.

    Legtima defensa Artculo 51 de la Carta Los atentados contra Israel noson imputables a un Estado extranjero La amenaza invocada para justificar la

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    construccin del muro proviene de un territorio controlado por Israel El Artculo51 no es pertinente para la presente cuestin.

    Estado de necesidad Derecho internacional consuetudinario Condiciones La construccin del muro no es el nico medio para proteger los intereses de Israelcontra el peligro invocado.

    La construccin del muro y su rgimen conexo contravienen el derechointernacional.

    * * *Consecuencias jurdicas del incumplimiento de las obligaciones que incumben

    a Israel.

    Responsabilidad internacional de Israel Israel est obligado a cumplirlas obligaciones internacionales que ha violado mediante la construccin del muro Israel est obligado a poner fin a la violacin de sus obligaciones internacionales Obligacin de detener de inmediato las obras de construccin del muro, de des-mantelarlo de inmediato y de revocar o dejar sin efecto de inmediato los actos le-gislativos y reglamentarios relativos a su construccin, salvo cuando sean perti-nentes para el cumplimiento por Israel de su obligacin de reparar los perjuicioscausados Israel est obligado a reparar los daos y perjuicios causados a todaslas personas fsicas o jurdicas afectadas por la construccin del muro.

    Consecuencias jurdicas para Estados distintos de Israel Carcter erga omnesde algunas de las obligaciones violadas por Israel Obligacin de todos los Esta-dos de no reconocer la situacin ilcita resultante de la construccin del muro y deno prestar ayuda ni asistencia para mantener la situacin creada por esa construc-cin Obligacin de todos los Estados de velar, dentro del respeto a la Carta y alderecho internacional, por que se ponga fin a los impedimentos para el ejerciciopor el pueblo palestino de su derecho a la libre determinacin resultantes de laconstruccin del muro Obligacin de todos los Estados partes en el Cuarto Con-venio de Ginebra de asegurar, dentro del respeto a la Carta y al derecho interna-cional, de hacer que Israel respete las reglas de derecho internacional humanitarioincorporadas al Convenio Necesidad de que las Naciones Unidas, y especialmentela Asamblea General y el Consejo de Seguridad, examinen las nuevas medidas quesea necesario adoptar para poner fin a la situacin ilcita emanada de la construc-cin del muro y su rgimen conexo, teniendo debidamente en cuenta la OpininConsultiva.

    * * *La construccin del muro debe colocarse en un contexto ms general Obliga-

    cin de Israel y Palestina de observar escrupulosamente el derecho internacional hu-manitario Aplicacin de buena fe de todas las resoluciones pertinentes del Consejode Seguridad, en particular las resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) Hoja de ruta Necesidad de fomentar los esfuerzos por conseguir lo antes posible, sobre la base delderecho internacional, una solucin negociada de los problemas pendientes y el esta-blecimiento de un Estado palestino, con paz y seguridad para todos en la regin.

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    Opinin Consultiva

    Presentes: Presidente Shi; Vicepresidente Ranjeva; Magistrados Guillaume,Koroma Vereshchetin, Higgins, Parra-Aranguren, Kooijmans, Rezek,Al-Khasawneh, Buergenthal, Elaraby, Owada, Simma, Tomka;Secretario Couvreur.

    Sobre las consecuencias jurdicas de la construccin de un muro en el territoriopalestino ocupado,

    La Corte,

    Compuesta por los miembros antes mencionados,

    Emite la siguiente Opinin Consultiva:

    1. La cuestin con respecto a la cual se ha solicitado la opinin consultivade la Corte est enunciada en la resolucin ES-10/14, aprobada el 8 de diciembrede 2003, por la Asamblea General de las Naciones Unidas (en adelante, la Asam-blea General) en su dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia. Enuna carta de fecha 8 de diciembre de 2003, recibida en la Secretara por facsmile el10 de diciembre de 2003 cuyo texto original se recibi posteriormente, el SecretarioGeneral de las Naciones Unidas comunic oficialmente a la Corte la decisin adop-tada por la Asamblea General de someterle la cuestin para que emitiera una opi-nin consultiva al respecto. A esa carta se adjuntaron copias certificadas conformesde los textos en francs y en ingls de la resolucin ES-10/14. El texto de dicha re-solucin es el siguiente:

    La Asamblea General,

    Reafirmando su resolucin ES-10/13, de 21 de octubre de 2003,

    Guiada por los principios de la Carta de las Naciones Unidas,

    Consciente del principio establecido del derecho internacional sobre lainadmisibilidad de la adquisicin de territorio por la fuerza,

    Consciente tambin de que el desarrollo de relaciones de amistad entrelas naciones basadas en el respeto del principio de la igualdad de derechos y dela libre determinacin de los pueblos es uno de los propsitos y principios dela Carta de las Naciones Unidas,

    Recordando las resoluciones pertinentes de la Asamblea General, inclui-da la resolucin 181 (II), de 29 de noviembre de 1947, por la cual se efectu laparticin de Palestina, entonces bajo mandato, en dos Estados, uno rabe yotro judo,

    Recordando tambin las resoluciones del dcimo perodo extraordinariode sesiones de emergencia de la Asamblea General,

    Recordando asimismo las resoluciones pertinentes del Consejo de Segu-ridad, incluidas las resoluciones 242 (1967), de 22 de noviembre de 1967, 338(1973), de 22 de octubre de 1973, 267 (1969), de 3 de julio de 1969, 298(1971), de 25 de septiembre de 1971, 446 (1979), de 22 de marzo de 1979, 452(1979), de 20 de julio de 1979, 465 (1980), de 1d de marzo de 1980, 476(1980), de 30 de junio de 1980, 478 (1980), de 20 de agosto de 1980, 904(1994), de 18 de marzo de 1994, 1073 (1996), de 28 de septiembre de 1996,

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    1397 (2002), de 12 de marzo de 2002, y 1515 (2003), de 19 de noviembrede 2003,

    Reafirmando la aplicabilidad del Cuarto Convenio de Ginebra1, as comodel Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra2, al territorio palestinoocupado, incluida Jerusaln oriental,

    Recordando el reglamento anexo a la Convencin de La Haya relativa alas leyes y costumbres de la guerra terrestre, de 19073,

    Acogiendo complacida la celebracin en Ginebra, el 15 de julio de 1999,de la Conferencia de las Altas Partes Contratantes del Cuarto Convenio deGinebra sobre medidas para aplicar el Convenio en el territorio palestinoocupado, incluida Jerusaln,

    Manifestando su apoyo a la declaracin aprobada por la Conferencia delas Altas Partes Contratantes del Cuarto Convenio de Ginebra, que se volvi areunir en Ginebra el 5 de diciembre de 2001,

    Recordando en particular las resoluciones de las Naciones Unidas en quese afirma que los asentamientos israeles en el territorio palestino ocupado, in-cluida Jerusaln oriental, son ilegales y constituyen un obstculo para la paz ypara el desarrollo econmico y social, as como aquellas en que se pide la ce-sacin completa de las actividades de asentamiento,

    Recordando las resoluciones de las Naciones Unidas en que se afirmaque las medidas tomadas por Israel, la Potencia ocupante, para cambiar la con-dicin jurdica y la composicin demogrfica de la Jerusaln oriental ocupadano tienen validez legal y son nulas y sin valor,

    Observando los acuerdos a que llegaron el Gobierno de Israel y la Orga-nizacin de Liberacin de Palestina en el marco del proceso de paz del OrienteMedio,

    Profundamente preocupada porque Israel, la Potencia ocupante, ha em-pezado a construir y sigue construyendo un muro en el territorio palestinoocupado, incluida Jerusaln oriental y sus alrededores, que se aparta de la lneadel armisticio de 1949 (Lnea Verde) y ha supuesto la confiscacin y destruc-cin de tierras y recursos palestinos, la perturbacin de la vida de miles de ci-viles protegidos y la anexin de facto de extensas zonas de territorio, y subra-yando que la comunidad internacional se opone unnimemente a la construc-cin de ese muro,

    Profundamente preocupada tambin por los efectos an ms devastado-res que tendrn las partes proyectadas del muro para la poblacin civil palestinay para las perspectivas de resolver el conflicto palestino-israel y establecer lapaz en la regin,

    Acogiendo complacida el informe de 8 de septiembre de 2003 del RelatorEspecial de la Comisin de Derechos Humanos sobre la situacin de los dere-chos humanos en los territorios palestinos ocupados por Israel desde 19674, enparticular la seccin relativa al muro,

    Afirmando la necesidad de poner fin al conflicto mediante la solucinconsistente en dos Estados, Israel y Palestina, que convivan uno al lado delotro en paz y seguridad, sobre la base de la lnea de armisticio de 1949, de

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    conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de laAsamblea General,

    Habiendo recibido con reconocimiento el informe presentado por el Secreta-rio General de conformidad con lo dispuesto en la resolucin ES-10/135,

    Considerando que el paso del tiempo no hace sino agravar las dificulta-des sobre el terreno, en la medida en que Israel, la Potencia ocupante, continanegndose a aplicar el derecho internacional en lo que respecta a la construc-cin del mencionado muro, con todas las implicaciones y consecuencias nega-tivas que ello conlleva,

    Decide, de conformidad con el Artculo 96 de la Carta de las NacionesUnidas, pedir a la Corte Internacional de Justicia, en virtud del Artculo 65 delEstatuto de la Corte, que emita con urgencia una opinin consultiva sobre lasiguiente cuestin:

    Cules son las consecuencias jurdicas que se derivan de la cons-truccin del muro que levanta Israel, la Potencia ocupante, en el territoriopalestino ocupado, incluida Jerusaln oriental y sus alrededores, segn sedescribe en el informe del Secretario General, teniendo en cuenta lasnormas y principios de derecho internacional, incluido el Cuarto Conve-nio de Ginebra de 1949 y las resoluciones pertinentes del Consejo de Se-guridad y de la Asamblea General?

    Notas1 Naciones Unidas, Recueil des Traits, vol. 75, No. 973.2 Ibd., vol. 1125, No. 17512.3 Vase Dotacin Carnegie para la Paz Internacional, Las Convenciones y Declaraciones

    de La Haya de 1899 y 1907 (Nueva York, Oxford University Press, 1915).4 E/CN.4/2004/6.5 A/ES-10/248.

    A la carta tambin se adjuntaron los textos certificados en francs y en ingls del in-forme presentado por el Secretario General el 24 de noviembre de 2003, de confor-midad con la resolucin ES-10/13 (A/ES-10/248) de la Asamblea General, al que sehace referencia en la resolucin ES-10/14.

    2. En sendas cartas de fecha 10 de diciembre de 2003, el Secretario, de con-formidad con el prrafo 1 del Artculo 66 del Estatuto, notific a todos los Estadoscon derecho a comparecer ante la Corte la solicitud de opinin consultiva.

    3. En una carta de fecha 11 de diciembre de 2003, el Gobierno de Israel in-form a la Corte de su posicin respecto de la solicitud de opinin consultiva y elprocedimiento que se haba de seguir.

    4. En una providencia de 19 de diciembre de 2003, la Corte decidi que lasNaciones Unidas y sus Estados Miembros podan suministrar informacin sobre to-dos los aspectos planteados por la cuestin respecto de la cual se solicitaba opininconsultiva a la Corte, de conformidad con el prrafo 2 del Artculo 66 del Estatuto,y fij un trmino que vencera el 30 de enero de 2004 para la presentacin de expo-siciones escritas sobre la cuestin, de conformidad con el prrafo 4 del Artculo 66

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    del Estatuto. En la misma providencia, la Corte decidi tambin que, a la luz de laresolucin ES-10/14 y del informe del Secretario General transmitido adjunto a lasolicitud, y teniendo en cuenta que la Asamblea General haba otorgado a Palestinala condicin especial de observador y que Palestina era copatrocinadora del pro-yecto de resolucin en que se solicitaba la opinin consultiva, Palestina tambin po-dra presentar una exposicin escrita sobre la cuestin dentro del trmino indicado.

    5. En dicha providencia, la Corte decidi asimismo, de conformidad con elprrafo 4 del artculo 105 de su Reglamento, celebrar audiencias pblicas en las quepodran presentar exposiciones y observaciones orales las Naciones Unidas y susEstados Miembros, hubieran o no presentado exposiciones escritas, y fij el 23 defebrero de 2004 como fecha de apertura de dichas audiencias. En la misma provi-dencia, la Corte decidi que, por las razones expuestas ms arriba (vase el prrafo4 supra), Palestina tambin podra participar en el procedimiento oral. Por ltimo, laCorte invit a las Naciones Unidas y a sus Estados Miembros, as como a Palestina,a informar a la Secretara, a ms tardar el 13 de febrero de 2004, de si tenan inten-cin de participar en dicho procedimiento oral. En sendas cartas de fecha 19 de di-ciembre de 2004, la Secretara les inform de las decisiones de la Corte y les trans-miti una copia de la providencia.

    6. Respecto de las solicitudes presentadas posteriormente por la Liga de losEstados rabes y la Organizacin de la Conferencia Islmica, la Corte decidi, deconformidad con el Artculo 66 de su Estatuto, que esas dos organizaciones interna-cionales podan suministrar informacin sobre la cuestin sometido a la Corte y que,por lo tanto, podran presentar a tal fin exposiciones escritas, dentro del trmino fi-jado por la Corte en su providencia de 19 de diciembre de 2003, y participar en elprocedimiento oral.

    7. De conformidad con el prrafo 2 del Artculo 65 del Estatuto, el Secreta-rio General de las Naciones Unidas transmiti a la Corte un legajo de documentosque podran arrojar luz sobre la cuestin.

    8. En una providencia motivada de 30 de enero de 2004, relativa a su com-posicin en el asunto, la Corte decidi que la ndole de los hechos sealados a suatencin por el Gobierno de Israel en una carta de fecha 31 de diciembre de 2003, yen una carta confidencial de fecha 15 de enero de 2004 dirigida al Presidente, deconformidad con el prrafo 2 del artculo 34 del Reglamento de la Corte, no era su-ficiente para determinar que el Magistrado Elaraby estuviese impedido para conocerdel caso.

    9. Dentro del plazo fijado por la Corte para ese fin, se presentaron lasexposiciones escritas que se enumeran a continuacin, en el orden en que fueronrecibidas: Guinea, Arabia Saudita, Liga de los Estados rabes, Egipto, Camern,Federacin de Rusia, Australia, Palestina, Naciones Unidas, Jordania, Kuwait,Lbano, Canad, Siria, Suiza, Israel, Yemen, Estados Unidos de Amrica,Marruecos, Indonesia, Organizacin de la Conferencia Islmica, Francia, Italia,Sudn, Sudfrica, Alemania, Japn, Noruega, Reino Unido, Pakistn, RepblicaCheca, Grecia, Irlanda en nombre propio, Irlanda en nombre de la Unin Europea,Chipre, Brasil, Namibia, Malta, Malasia, Pases Bajos, Cuba, Suecia, Espaa,Blgica, Palau, Estados Federados de Micronesia, Islas Marshall, Senegal,Repblica Popular Democrtica de Corea. Una vez recibidas las exposiciones, elSecretario transmiti su texto a las Naciones Unidas y sus Estados Miembros, a

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    Palestina, a la Liga de los Estados rabes y a la Organizacin de la ConferenciaIslmica.

    10. La Secretara dirigi varias comunicaciones a estos ltimos, en particularen relacin con las medidas adoptadas para la organizacin de los procedimientosorales. En comunicaciones dirigidas el 20 de febrero de 2004, la Secretara transmi-ti un calendario detallado de las audiencias a quienes, dentro del plazo fijado alefecto por la Corte, haban expresado su intencin de tomar parte en los procedi-mientos mencionados.

    11. Con arreglo a lo dispuesto en el artculo 106 de su Reglamento, la Cortedecidi poner las declaraciones escritas a disposicin del pblico, con efecto a par-tir de la apertura de los procedimientos orales.

    12. Durante las audiencias celebradas del 23 al 25 de febrero de 2004, laCorte escuch declaraciones orales en el orden que se indica a continuacin:

    En nombre de Palestina: Excmo. Sr. Nasser Al-Kidwa, Embajador, ObservadorPermanente de Palestina ante las Naciones Unidas,

    Sra. Stephanie Koury, miembro de la Dependenciade Apoyo a las Negociaciones, Consejera,

    Sr. James Crawford, S.C. Profesor Titular de la CtedraWhewell de Derecho Internacional, Universidadde Cambridge, miembro del Instituto de DerechoInternacional, Consejero y abogado,

    Sr. Georges Abi-Saab, Profesor de Derecho Internacional,Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales(Ginebra), miembro del Instituto de DerechoInternacional, Consejero y abogado,

    Sr. Vaughan Lowe, Profesor Titular de la Ctedra Chichelede Derecho Internacional, Universidad de Oxford,Consejero y abogado,

    Sr. Jean Salmon, Profesor Emrito de DerechoInternacional, Universidad Libre de Bruselas, miembrodel Instituto de Derecho Internacional, Consejeroy abogado;

    En nombre de laRepblica de Sudfrica:

    Excmo. Sr. Aziz Pahad, Viceministro de RelacionesExteriores, Jefe de Delegacin,

    Magistrado M. R. W. Madlanga, S.C.;

    En nombre de laRepblica ArgelinaDemocrtica y Popular:

    Sr. Ahmed Laraba, Profesor de Derecho Internacional;

    En nombre del Reinode Arabia Saudita:

    Excmo. Sr. Fawzi A. Shobokshi, Embajadory Representante Permanente del Reino de Arabia Sauditaante las Naciones Unidas en Nueva York, Jefede Delegacin;

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    En nombre de laRepblica Democrticade Bangladesh:

    Excmo. Sr. Liaquat Ali Choudhury, Embajador de laRepblica Democrtica de Bangladesh ante el Reinode los Pases Bajos;

    En nombre de Belice: Sr. Jean-Marc Sorel, Profesor de la Universidad de Pars(Panthen-Sorbonne);

    En nombre de laRepblica de Cuba:

    Excmo. Sr. Abelardo Moreno Fernndez, Viceministrode Relaciones Exteriores;

    En nombre dela Repblicade Indonesia:

    Excmo. Sr. Mohammad Jusuf, Embajador de la Repblicade Indonesia ante el Reino de los Pases Bajos, Jefede Delegacin;

    En nombre del ReinoHachemita de Jordania:

    Su Alteza Real el Prncipe Zeid Raad Zeid Al-Hussein,Embajador y Representante Permanente del ReinoHachemita de Jordania ante las Naciones Unidasen Nueva York, Jefe de Delegacin;

    Sir Arthur Watts, K.C.M.G., Q.C., Asesor JurdicoSuperior del Gobierno del Reino Hachemita de Jordania;

    En nombre dela Repblicade Madagascar:

    Excmo. Sr. Alfred Rambeloson, RepresentantePermanente de Madagascar ante la Oficina de lasNaciones Unidas en Ginebra y ante los organismosespecializados, Jefe de Delegacin;

    En nombre de Malasia: Excmo. Sr. Datuk Seri Syed Hamid Albar, Ministro deRelaciones Exteriores de Malasia, Jefe de Delegacin;

    En nombre de laRepblica del Senegal:

    Excmo. Sr. Saliou Ciss, Embajador de la Repblicadel Senegal ante el Reino de los Pases Bajos, Jefede Delegacin;

    En nombre de laRepblica del Sudn:

    Excmo. Sr. Abuelgasim A. Idris, Embajador de laRepblica del Sudn ante el Reino de los Pases Bajos;

    En nombre de la Ligade los Estados rabes:

    Sr. Michael Bothe, Profesor de Derecho, Jefe del EquipoJurdico;

    En nombre de laOrganizacin de laConferencia Islmica:

    Excmo. Sr. Abdelouahed Belkeziz, Secretario Generalde la Organizacin de la Conferencia Islmica,

    Sra. Monique Chemillier-Gendreau, Profesora de DerechoPblico, Universidad de Pars VII-Denis Diderot,en calidad de Consejera.

    * * *13. Cuando examina una solicitud de opinin consultiva, la Corte debe con-

    siderar primero si tiene competencia para emitir la opinin solicitada y, en casoafirmativo, si existe alguna razn por la cual deba abstenerse de ejercer tal compe-tencia (vase Legality of the Threat or Use of Nuclear Weapons, Advisory Opinion,I.C.J. Reports 1996 (I), pg. 232, prr. 10).

    * * *

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    14. La Corte se ocupar pues, en primer lugar, de la cuestin de si es com-petente para emitir la opinin consultiva solicitada por la Asamblea General el 8 dediciembre de 2003. La competencia de la Corte a este respecto emana de lo dis-puesto en el prrafo 1 del Artculo 65 de su Estatuto, segn el cual la Corte podremitir opiniones consultivas respecto de cualquier cuestin jurdica, a solicitud decualquier organismo autorizado para ello por la Carta de las Naciones Unidas, o deacuerdo con las disposiciones de la misma. La Corte ya ha tenido ocasin de sea-lar que:

    Es ... requisito esencial para que la Corte tenga competencia que la opi-nin consultiva sea solicitada por un rgano debidamente autorizado para ellode conformidad con la Carta; que se refiera a una cuestin jurdica y que, salvoen el caso de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad, dicha cuestinsurja dentro de la esfera de actividades del rgano que solicita la opinin.(Application for Review of Judgement No. 273 of the United Nations Adminis-trative Tribunal, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1982, pgs. 333 y 334,prr. 21.)

    15. Incumbe a la Corte cerciorarse de que la opinin consultiva ha sido soli-citada por un rgano u organismo competente para formular tal solicitud. En el pre-sente caso, la Corte observa que la Asamblea General, rgano que solicita la opininconsultiva, est autorizada para hacerlo en virtud de lo dispuesto en el prrafo 1 delArtculo 96 de la Carta, que establece lo siguiente: La Asamblea General o el Con-sejo de Seguridad podrn solicitar de la Corte Internacional de Justicia que emitauna opinin consultiva sobre cualquier cuestin jurdica.

    16. Si bien la disposicin antes mencionada establece que la Asamblea Gene-ral puede solicitar una opinin consultiva sobre cualquier cuestin jurdica, en ca-sos anteriores la Corte ha hecho referencia algunas veces a la relacin existente en-tre la cuestin que constituye el objeto de la solicitud de opinin consultiva y lasactividades de la Asamblea General (Interpretation of Peace Treaties with Bulgaria,Hungary and Romania, I.C.J. Reports 1950, pg. 70; Legality of the Threat or Useof Nuclear Weapons, I.C.J. Reports 1996 (I), pgs. 232 y 233, prrs. 11 y 12).

    17. La Corte proceder de la misma manera en el presente caso. La Corte ob-serva que el Artculo 10 de la Carta confiere a la Asamblea General competenciarespecto de cualesquier asuntos o cuestiones dentro de los lmites de la Carta, yque en el prrafo 2 del Artculo 11 se le otorga especficamente competencia res-pecto de toda cuestin relativa al mantenimiento de la paz y la seguridad interna-cionales que presente a su consideracin cualquier Miembro de las Naciones Unidas..., as como para hacer recomendaciones en las condiciones establecidas en dichosartculos. Como se explicar ms adelante, la cuestin de la construccin del muroen el territorio palestino ocupado fue sometida a consideracin de la Asamblea Ge-neral por varios Estados Miembros en el contexto del dcimo perodo extraordinariode sesiones de emergencia de la Asamblea, convocado para ocuparse de lo que laAsamblea, en su resolucin ES-10/2, de 25 de abril de 1997, consider que consti-tua una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.

    * * *

    18. Antes de seguir examinando los problemas de competencia que se hanplanteado en el presente caso, la Corte considera necesario describir los hechos quellevaron a la aprobacin de la resolucin ES-10/14, en la cual la Asamblea General

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    solicit una opinin consultiva sobre las consecuencias jurdicas que se derivan dela construccin del muro en el territorio palestino ocupado.

    19. El dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia de la Asam-blea General, en el que se aprob esa resolucin, fue convocado inicialmente luegode que, los das 7 y 21 de marzo de 1997 el Consejo de Seguridad, rechazara, envirtud del voto negativo de un miembro permanente, dos proyectos de resolucinrelacionados con ciertos asentamientos israeles en el territorio palestino ocupado(vanse, respectivamente, los documentos S/1997/199 y S/PV.3747, y S/1997/241 yS/PV.3756). En una carta de fecha 31 de marzo de 1997, el Presidente del Grupo deEstados rabes pidi entonces que se convocara un perodo extraordinario de se-siones de emergencia de la Asamblea General, en virtud de la resolucin 377 A (V),... titulada Unin pro paz, para examinar las Medidas ilegales israeles en la Je-rusaln oriental ocupada y el resto del territorio palestino ocupado (carta de fecha31 de marzo de 1997 dirigida al Secretario General por el Representante Permanentede Qatar ante las Naciones Unidas, A/ES-10/1, de 22 de abril de 1977, Anexo). Ha-bida cuenta de que la mayora de los Estados Miembros de las Naciones Unidasconvinieron en esta solicitud, la primera sesin del dcimo perodo extraordinario desesiones de emergencia de la Asamblea General se celebr el 24 de abril de 1997(vase el documento A/ES-10/1, de 22 de abril de 1997). Al da siguiente se aprobla resolucin ES-10/2, en la cual la Asamblea General expres su conviccin deque:

    la repetida violacin por Israel, la Potencia ocupante, del derecho internacio-nal y el hecho de que no haya cumplido las resoluciones pertinentes del Con-sejo de Seguridad y la Asamblea General ni los acuerdos alcanzados entre laspartes van en desmedro del proceso de paz en el Oriente Medio y constituyenuna amenaza a la paz y la seguridad internacionales,

    y conden las actividades ilegales israeles en la Jerusaln oriental ocupada y elresto del territorio palestino ocupado, en particular la construccin de asentamientosen ese territorio. El dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia fueluego levantado temporalmente y desde entonces se ha reanudado 11 veces (el 15 dejulio de 1997, el 13 de noviembre de 1997, el 17 de marzo de 1998, el 5 de febrerode 1999, el 18 de octubre de 2000, el 20 de diciembre de 2001, el 7 de mayo de2002, el 5 de agosto de 2002, el 19 de septiembre de 2003, el 20 de octubre de 2003y el 8 de diciembre de 2003).

    20. En una carta de fecha 9 de octubre de 2003, el Presidente del Grupo deEstados rabes, en nombre de los Estados miembros de la Liga de los Estados ra-bes, solicit que se convocara inmediatamente una reunin del Consejo de Seguri-dad para examinar las graves y continuas violaciones por parte de Israel del dere-cho internacional, incluido el derecho internacional humanitario, y adoptar las me-didas necesarias al respecto (carta de fecha 9 de octubre de 2003 dirigida al Presi-dente del Consejo de Seguridad por el Representante Permanente de la Repblicarabe Siria ante las Naciones Unidas, S/2003/973, de 9 de octubre de 2003). Dichacarta iba acompaada de un proyecto de resolucin que se someta a consideracindel Consejo de Seguridad y en el que se condenaba, por ser ilegal, la construccinde un muro en los territorios palestinos ocupados por parte de Israel, apartndose dela lnea de armisticio de 1949. El 14 de octubre de 2003 el Consejo de Seguridadcelebr sus sesiones 4841 y 4842 con el fin de examinar el tema titulado La situa-cin en el Oriente Medio, incluida la cuestin de Palestina. En ese momento el

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    Consejo tuvo ante s otro proyecto de resolucin presentado el mismo da por Gui-nea, Malasia, el Pakistn y la Repblica rabe Siria, en el que tambin se condena-ba la construccin del muro. Este ltimo proyecto de resolucin fue sometido a vo-tacin despus de un debate abierto y no fue aprobado a causa del voto negativo deun miembro permanente del Consejo (S/PV.4841 y S/PV.4842).

    El 15 de octubre de 2003 el Presidente del Grupo de Estados rabes, en nom-bre de los Estados miembros de la Liga de los Estados rabes, pidi que se reanuda-ra el dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea Ge-neral para tratar el tema de las Medidas ilegales israeles en la Jerusaln orientalocupada y el resto del territorio palestino ocupado (A/ES-10/242); dicha solicitudfue apoyada por el Movimiento de los Pases No Alineados (A/ES-10/243) y por elGrupo de la Organizacin de la Conferencia Islmica en las Naciones Unidas(A/ES-10/244). El dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia reanu-d su labor el 20 de octubre de 2003.

    21. El 27 de octubre de 2003 la Asamblea General aprob la resolucinES-10/13, en la que exigi que Israel detuviera y revirtiera la construccin delmuro en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusaln oriental y sus alrededo-res, que se apartaba de la lnea de armisticio de 1949 y era incompatible con las dis-posiciones pertinentes del derecho internacional (prr. 1). En el prrafo 3, laAsamblea General pidi al Secretario General que informara peridicamente delcumplimiento de la ... resolucin y que presentara en el trmino de un mes el pri-mer informe sobre el cumplimiento del prrafo 1 de dicha resolucin. El dcimoperodo extraordinario de sesiones de emergencia fue suspendido temporalmente, yel 24 de noviembre de 2003 se public el informe elaborado por el Secretario Gene-ral (A/ES-10/248) en cumplimiento de la resolucin ES-10/13 de la Asamblea Gene-ral (en lo sucesivo denominado el informe del Secretario General).

    22. Mientras tanto, el 19 de noviembre de 2003, el Consejo de Seguridadaprob la resolucin 1515 (2003), en la cual hizo suya la Hoja de ruta basada en laejecucin para una solucin biestatal permanente del conflicto israelo-palestino pro-puesta por el Cuarteto. El Cuarteto est integrado por representantes de los EstadosUnidos de Amrica, la Unin Europea, la Federacin de Rusia y las Naciones Uni-das. En la misma resolucin, el Consejo

    Exhort[] a las partes a que [cumplieran] las obligaciones que les[incumban] en virtud de la Hoja de ruta en cooperacin con el Cuarteto y aque [hicieran] realidad la visin de dos Estados que vivan uno junto al otro enpaz y seguridad.

    Ni en la Hoja de ruta ni en la resolucin 1515 (2003) figuraba ninguna disposicinconcreta sobre la construccin del muro, que no fue considerada por el Consejo deSeguridad en este contexto.

    23. Diecinueve das ms tarde, el 8 de diciembre de 2003, se reanud una vezms el dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea Gene-ral, en respuesta a una nueva solicitud del Presidente del Grupo de Estados rabes,formulada en nombre de los Estados miembros de la Liga de los Estados rabes, yde conformidad con la resolucin ES-10/13 (carta de fecha 1d de diciembre de 2003dirigida al Presidente de la Asamblea General por el Encargado de Negocios interinode la Misin Permanente de Kuwait ante las Naciones Unidas, A/ES-10/249, de 2 de

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    diciembre de 2003). En la sesin celebrada ese da se aprob la resolucin ES-10/14,por la cual se solicit la presente opinin consultiva.

    * * *

    24. Tras recordar as la secuencia de hechos que condujeron a la aprobacinde la resolucin ES-10/14, la Corte pasar ahora a analizar las cuestiones de com-petencia que se han planteado en el presente caso. En primer lugar, Israel ha alega-do que, en vista del activo papel desempeado por el Consejo de Seguridad en rela-cin con la situacin en el Oriente Medio, incluida la cuestin de Palestina, laAsamblea General haba excedido los lmites de la competencia que le confiere laCarta cuando solicit una opinin consultiva sobre las consecuencias jurdicas de laconstruccin del muro en el territorio palestino ocupado.

    25. La Corte ya ha sealado que el tema objeto de la presente solicitud deopinin consultiva est comprendido en el mbito de competencia de la AsambleaGeneral que surge de las disposiciones de la Carta (vanse los prrafos 15 a 17 su-pra). No obstante, el prrafo 1 del Artculo 12 de la Carta establece lo siguiente:

    Mientras el Consejo de Seguridad est desempeando las funciones quele asigna esta Carta con respecto a una controversia o situacin, la AsambleaGeneral no har recomendacin alguna sobre tal controversia o situacin,a no ser que lo solicite el Consejo de Seguridad.

    La solicitud de una opinin consultiva no es en s misma una recomendacin dela Asamblea General con respecto a [una] controversia o situacin. Sin embargo,en este caso se ha aducido que la aprobacin por la Asamblea General de la reso-lucin ES-10/14 haba excedido los lmites de la competencia de la Asamblea envirtud de que no se ajustaba a lo dispuesto en el Artculo 12. Por consiguiente,la Corte estima que corresponde examinar el alcance de dicho Artculo, a la luzde los textos pertinentes y de la prctica de las Naciones Unidas.

    26. Con arreglo al Artculo 24 de la Carta, el Consejo de Seguridad tiene laresponsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Ental sentido, puede imponer a los Estados una obligacin expresa de acatamiento si,por ejemplo, imparte una orden o mandato ... con arreglo al Captulo VII y puede,para ello, exigir el cumplimiento mediante medidas coercitivas (Certain Expensesof the United Nations (Article 17, paragraph 2, of the Charter), Advisory Opinion of20 July 1962, I.C.J Reports 1962, pg. 163). No obstante, la Corte desea subrayarque el Artculo 24 se refiere a una competencia primordial pero no necesariamenteexclusiva. La Asamblea General, de conformidad con el Artculo 14 de la Carta, tie-ne, entre otras cosas, la potestad de recomendar medidas para el arreglo pacficode diversas situaciones (Certain Expenses of the United Nations, ibd., pg. 163).[L]a nica limitacin que el Artculo 14 impone a la Asamblea General es la res-triccin que figura en el Artculo 12, a saber, que la Asamblea General no deberarecomendar medidas mientras el Consejo de Seguridad se est ocupando del mismoasunto, a menos que el Consejo as lo solicite. (Ibd.)

    27. En lo que respecta a la prctica de las Naciones Unidas, inicialmentetanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad interpretaron y aplicaronel Artculo 12 en el sentido de que la Asamblea no poda formular una recomenda-cin sobre una cuestin relacionada con el mantenimiento de la paz y la seguridadinternacionales mientras el tema estuviera en el orden del da del Consejo. Por lotanto, la Asamblea, en su cuarto perodo de sesiones, se neg a recomendar ciertas

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    medidas sobre la cuestin de Indonesia fundndose, entre otras razones, en que elConsejo segua ocupndose de la cuestin (Documentos Oficiales de la AsambleaGeneral, cuarto perodo de sesiones, Comisin Poltica Especial, Actas resumidasde las sesiones, 27 de septiembre a 7 de diciembre de 1949, 56 sesin, 3 de diciem-bre de 1949, pg. 339, prr. 118). El Consejo, por su parte, elimin temas de su or-den del da en varias ocasiones para que la Asamblea General pudiera mantener de-liberaciones al respecto (por ejemplo, en el caso de la cuestin de Espaa (Docu-mentos Oficiales del Consejo de Seguridad, primer ao: segunda serie, No. 21, 79sesin, 4 de noviembre de 1946, pg. 498); en relacin con los incidentes en lafrontera griega (Documentos Oficiales del Consejo de Seguridad, segundo ao, No.89, 202 sesin, 15 de septiembre de 1947, pgs. 2404 y 2405), y con respecto a laIsla de Taiwn (Formosa) (Documentos Oficiales del Consejo de Seguridad, quintoao, No. 48, 506 sesin, 29 de septiembre de 1950, pg. 5)). En el caso de la Rep-blica de Corea, el 31 de enero de 1951 el Consejo decidi eliminar el tema respecti-vo de la lista de asuntos de los que se estaba ocupando para que la Asamblea pudie-ra deliberar sobre esa cuestin (Documentos Oficiales del Consejo de Seguridad,sexto ao, S/PV.531, 531 sesin, 31 de enero de 1951, pgs. 11 y 12, prr. 57).

    Sin embargo, esa interpretacin del Artculo 12 fue evolucionando posterior-mente. En efecto, la Asamblea General consider que tena facultades para adoptarrecomendaciones, en 1961 sobre la situacin en la Repblica del Congo (resolucio-nes 1599 (XV) y 1600 (XV)), y en 1963 con respecto a las colonias portuguesas (re-solucin 1913 (XVIII)), mientras esos casos continuaban figurando en el orden delda del Consejo, pero el Consejo no haba aprobado ninguna resolucin reciente enrelacin con ellos. En respuesta a una pregunta planteada por el Per durante el vi-gsimo tercer perodo de sesiones de la Asamblea General, el Asesor Jurdico de lasNaciones Unidas confirm que la Asamblea interpretaba las palabras est desem-peando las funciones, que figuraban en el Artculo 12 de la Carta, en el sentido deque est desempeando las funciones en este momento (vigsimo tercer perodoordinario de sesiones de la Asamblea General, Tercera Comisin, 1637 sesin,A/C.3/SR.1637, prr. 9). En efecto, la Corte observa que, con el tiempo, ha habidouna tendencia cada vez mayor de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad aocuparse en forma paralela de los mismos asuntos relacionados con el manteni-miento de la paz y la seguridad internacionales (vanse, por ejemplo, las cuestionesrelativas a Chipre, Sudfrica, Angola, Rhodesia del Sur y, ms recientemente, Bos-nia y Herzegovina y Somalia). Sucede con frecuencia que, mientras el Consejo deSeguridad tiende a centrarse en los aspectos de dichas cuestiones, que se relacionancon la paz y la seguridad internacionales, la Asamblea General adopta un enfoquems amplio y considera tambin sus aspectos humanitarios, sociales y econmicos.

    28. La Corte estima que la prctica aceptada de la Asamblea General, talcomo ha evolucionado, es compatible con lo dispuesto en el prrafo 1 del Artculo12 de la Carta.

    Por lo tanto, la Corte entiende que la Asamblea General, al aprobar la resolucinES-10/14, en la que solicit una opinin consultiva de la Corte, no infringi las dispo-siciones del prrafo 1 del Artculo 12 de la Carta. La Corte concluye que, al formularesa solicitud, la Asamblea General no excedi los lmites de su competencia.

    29. No obstante, se ha argido ante la Corte que la presente solicitud de opi-nin consultiva no rene los requisitos esenciales establecidos en la resolucin 377 A(V), en virtud de la cual se convoc y ha seguido sesionando el dcimo perodo

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    extraordinario de sesiones de emergencia. A este respecto se ha dicho, en primer lugar,que el Consejo de Seguridad nunca tuvo ante s un proyecto de resolucin en el quese propusiera que el propio Consejo solicitara una opinin consultiva de la Corte sobrelos temas que actualmente se controvierten y que, en vista de que esa cuestin con-creta nunca fue planteada ante el Consejo, la Asamblea General no poda invocar lainaccin del Consejo para formular tal solicitud. En segundo lugar, se ha aducido que,cuando aprob su resolucin 1515 (2003), por la cual hizo suya la Hoja de ruta, an-tes de que la Asamblea General aprobara la resolucin ES-10/14, el Consejo de Segu-ridad haba seguido cumpliendo con su responsabilidad de mantener la paz y la seguri-dad internacionales y, en consecuencia, la Asamblea General no tena facultades paraactuar en su lugar. Tambin se ha cuestionado la validez del procedimiento aplicado enrelacin con el dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia, sobre todo elcarcter continuo del perodo de sesiones y el hecho de que fuera convocado paradeliberar sobre la solicitud de opinin consultiva mientras la Asamblea General estabacelebrando su perodo ordinario de sesiones.

    30. La Corte recuerda que en la resolucin 377 A (V) se establece que:

    si el Consejo de Seguridad, por falta de unanimidad entre sus miembros per-manentes, deja de cumplir con su responsabilidad primordial de mantener lapaz y la seguridad internacionales en todo caso en que resulte haber una ame-naza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de agresin, la AsambleaGeneral examinar inmediatamente el asunto, con miras a dirigir a los miem-bros recomendaciones apropiadas para la adopcin de medidas colectivas ...

    Para que pueda ponerse en marcha el procedimiento previsto en esa resolucin, de-ben cumplirse dos condiciones, a saber, que el Consejo haya dejado de cumplir consu responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales co-mo consecuencia del voto negativo de uno o ms miembros permanentes, y que lasituacin sea tal que parezca configurar una amenaza a la paz, un quebrantamientode la paz o un acto de agresin. La Corte debe por ende determinar si tales condi-ciones se cumplieron en relacin con la convocatoria del dcimo perodo extraordi-nario de sesiones de emergencia de la Asamblea General, particularmente, en elmomento en que la Asamblea decidi solicitar una opinin consultiva de la Corte.

    31. En vista de la secuencia de hechos que se describen en los prrafos 18 a23 supra, la Corte observa que, en el momento en que se convoc el dcimo perodoextraordinario de sesiones de emergencia en 1997, el Consejo no haba podidoadoptar una decisin sobre el caso de determinados asentamientos israeles en el te-rritorio palestino ocupado, debido a los votos negativos de un miembro permanente,y que, segn se establece en la resolucin ES-10/2 (vase el prrafo 19 supra), exis-ta una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.

    La Corte observa adems que el dcimo perodo extraordinario de sesiones deemergencia de la Asamblea General fue convocado nuevamente el 20 de octubrede 2003, por los mismos fundamentos alegados en 1997 (vanse las declaraciones delos representantes de Palestina e Israel, A/ES-10/PV.21, pgs. 2 y 5), tras el rechazopor el Consejo de Seguridad, el 14 de octubre de 2003, de un proyecto de resolucinrelativo a la construccin por Israel de un muro en el territorio palestino ocupado,nuevamente como consecuencia del voto negativo de un miembro permanente. LaCorte considera que una vez ms, el Consejo de Seguridad ha dejado de actuar en laforma prevista en la resolucin 377 A (V). A juicio de la Corte la situacin en talsentido no parece haber cambiado entre el 20 de octubre de 2003 y el 8 de diciembre

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    de 2003, ya que el Consejo no examin la cuestin del muro ni aprob ningunaresolucin al respecto. Por lo tanto, la Corte entiende que, hasta el 8 de diciembrede 2003, el Consejo no haba reconsiderado la votacin negativa del 14 de octu-bre de 2003. De lo anterior se deduce que, durante ese perodo, el dcimo perodoextraordinario de sesiones de emergencia fue debidamente convocado y podaocuparse vlidamente al amparo de lo dispuesto en la resolucin 377 A (V), de lacuestin actualmente planteada ante la Corte.

    32. La Corte destaca asimismo que, durante ese perodo extraordinario de se-siones de emergencia, la Asamblea General poda adoptar cualquier resolucin quese refiriese al tema para cuyo examen se haba convocado el perodo de sesiones, oque estuviera de otro modo comprendida en su mbito de competencia, inclusiveuna resolucin por la que solicitara la opinin de la Corte. En tal sentido es irrele-vante que no se haya presentado ninguna propuesta al Consejo de Seguridad para quesolicitara dicha opinin.

    33. Pasando ahora a las dems alegaciones de irregularidades de procedi-miento que se haban cometido en relacin con el dcimo perodo extraordinario desesiones de emergencia, la Corte no considera que el carcter continuo de ese pe-rodo de sesiones, es decir, el hecho de que haya sido convocado en abril de 1997 yposteriormente se haya reanudado 11 veces, tenga pertinencia alguna con respecto ala validez de la solicitud formulada por la Asamblea General. La Corte observa aese respecto que el sptimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia de laAsamblea General, convocado el 22 de julio de 1980, se reanud posteriormenteen cuatro ocasiones (el 20 de abril de 1982, el 25 de junio de 1982, el 16 de agostode 1982 y el 24 de septiembre de 1982), y que la validez de las resoluciones o deci-siones adoptadas por la Asamblea en esas circunstancias nunca fue controvertida.Tampoco se ha impugnado la validez de ninguna de las resoluciones aprobadasanteriormente durante el dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergencia.

    34. La Corte nota asimismo el argumento de Israel de que no correspondaque se reanudara el dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergenciamientras se estaba celebrando el perodo ordinario de sesiones de la Asamblea Ge-neral. La Corte considera que, si bien tal vez originalmente no se hubiera previstoque procediese que la Asamblea General celebrara simultneamente un perodo desesiones de emergencia y un perodo ordinario de sesiones, no se ha sealado laexistencia de ninguna regla constitucional de la Organizacin cuya violacin habradeterminado la nulidad de la resolucin por la cual se decidi solicitar la presenteopinin consultiva.

    35. Por ltimo, el dcimo perodo extraordinario de sesiones de emergenciaparece haber sido convocado de conformidad con el inciso b) del artculo 9 del Re-glamento de la Asamblea General, y las sesiones correspondientes se han celebradoen cumplimiento de las normas aplicables. Como seal la Corte en su opinin con-sultiva del 21 de junio de 1971 sobre las Consecuencias jurdicas para los Estadosde la continuidad de la presencia de Sudfrica en Namibia (frica sudoriental) pesea lo dispuesto en la resolucin 276 (1970) del Consejo de Seguridad, una resolu-cin de un rgano de las Naciones Unidas debidamente constituido que se apruebade conformidad con el reglamento de dicho rgano y es declarada aprobada por suPresidente, debe presumirse que ha sido vlidamente aprobada (I.C.J. Reports1971, pg. 22, prr. 20). En vista de lo anterior, la Corte no ve ninguna razn por laque esa presuncin deba desestimarse en el presente caso.

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    36. A continuacin la Corte pasa a ocuparse de otra cuestin relacionada conla jurisdiccin en el presente caso, a saber, la alegacin de que la solicitud de unaopinin consultiva formulada por la Asamblea General no se refiere a una cuestinjurdica en el sentido del prrafo 1 del Artculo 96 de la Carta y del prrafo 1 delArtculo 65 del Estatuto de la Corte. Se ha argumentado a este respecto que, paraque una cuestin se considere cuestin jurdica a los efectos de esas dos disposi-ciones, debe ser razonablemente precisa, puesto que de no ser as no se prestara pa-ra que la Corte le diera una respuesta. En cuanto a la peticin formulada en el pre-sente procedimiento consultivo, se ha afirmado que no es posible determinar concerteza razonable el significado jurdico de la pregunta que se plantea a la Corte por dosmotivos.

    En primer lugar, se alega que la cuestin referente a las consecuencias jurdi-cas de la construccin del muro slo admite dos posibles interpretaciones, cual-quiera de las cuales determinara que la Corte siguiese una lnea de conducta que nole corresponde adoptar. La cuestin planteada podra interpretarse en primer lugarcomo una peticin dirigida a la Corte para que sta determine si la construccin delmuro es ilegal y a continuacin exponga su opinin sobre las consecuencias jurdi-cas de dicha ilegalidad. En este caso se ha sostenido que, la Corte debera abstenersede responder a la cuestin planteada por diversas razones, algunas de las cuales tie-nen que ver con la jurisdiccin y otras con una cuestin de prudencia judicial. Encuanto a la jurisdiccin, se afirma que, si el objetivo de la Asamblea General hubie-se sido obtener la opinin de la Corte sobre la cuestin sumamente compleja y deli-cada de la legalidad de la construccin del muro, la Asamblea debera haber solici-tado expresamente una opinin sobre ese punto (cf. Exchange of Greek and TurkishPopulations, Advisory Opinion, 1925, P.C.I.J., Series B, No. 10, pg. 17). Tambinse ha indicado que una segunda interpretacin de la solicitud, podra ser la de que laCorte debera partir del supuesto de que la construccin del muro es ilegal y a conti-nuacin dar su opinin sobre las consecuencias jurdicas de dicha ilegalidad que seha dado por supuesta. Se ha alegado que, en tal hiptesis, la Corte debera tambinabstenerse de dar respuesta a la solicitud planteada, porque sta se basara enuna presuncin discutible y porque, en cualquier caso, sera imposible pronunciarsesobre las consecuencias jurdicas de una ilegalidad sin especificar la naturaleza dedicha ilegalidad.

    En segundo lugar, se ha sostenido que la cuestin que se plantea a la Corte notiene carcter jurdico debido a su imprecisin y a su naturaleza abstracta. En par-ticular, se ha afirmado a este respecto que en la cuestin no se especifica si se pide ala Corte que determine las consecuencias jurdicas para la Asamblea General o al-gn otro rgano de las Naciones Unidas, los Estados Miembros de las NacionesUnidas, Israel, Palestina o alguna combinacin de los anteriores, u otra enti-dad diferente.

    37. En cuanto a la supuesta falta de claridad de los trminos de la solicitud dela Asamblea General y sus consecuencias sobre la naturaleza jurdica de la cuestinplanteada ante la Corte, esta ltima observa que dicha cuestin se refiere a las conse-cuencias jurdicas derivadas de una situacin de hecho determinada teniendo en cuentalos principios y normas del derecho internacional, en particular, el Convenio de Gine-bra sobre la proteccin de personas civiles en tiempo de guerra, de 12 de agosto de1949 (en adelante el Cuarto Convenio de Ginebra), y las resoluciones pertinentes delConsejo de Seguridad y la Asamblea General. As pues, la cuestin planteada por laAsamblea General, siguiendo la terminologa utilizada por la Corte en su Opinin

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    Consultiva sobre el Shara Occidental, est planteada en trminos jurdicos y suscitaproblemas de derecho internacional, de modo que por su misma naturaleza es sus-ceptible de obtener una respuesta fundada en el derecho; en realidad difcilmente pue-de drsele una respuesta que no se funde en el derecho. En opinin de la Corte, se trataen efecto de una cuestin de carcter jurdico (vase Western Sahara, Advisory Opinion,I.C.J. Reports 1975, pg. 18, prr. 15).

    38. La Corte desea sealar que la falta de claridad en la redaccin de unacuestin no podra privar a la Corte de su jurisdiccin. En todo caso, en razn de talincertidumbre la Corte deber precisar la interpretacin que debe darse a la cuestin,cosa que ha hecho con frecuencia.

    En el pasado, tanto la antigua Corte Permanente como la actual Corte han ob-servado en algunos casos que en el texto de una solicitud de opinin consultiva nose enunciaba con precisin el tema sobre el que se peda la opinin de la Corte(Interpretation of the Greco-Turkish Agreement of 1 December 1926 (Final Protocol,Article IV), Advisory Opinion, 1928, P.C.I.J., Series B, No. 16 (I), pgs. 14 a 16),que dicho texto no se corresponde con la verdadera cuestin jurdica sometida aexamen (Interpretation of the Agreement of 25 March 1951 between the WHO andEgypt, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1980, pgs. 87 a 89, prrs. 34 a 36). En uncaso, la Corte afirm que la cuestin que se ha sometido a la Corte, consideradaen s misma, pareca a la vez mal planteada y vaga (Application for Reviewof Judgement No. 273 of the United Nations Administrative Tribunal, AdvisoryOpinion, I.C.J. Reports, 1982, pg. 348, prr. 46).

    En consecuencia, la Corte se ha visto con frecuencia obligada a ampliar, inter-pretar e incluso reformular las cuestiones que se le plantean (vanse las tres opinio-nes citadas ms arriba; vanse tambin Jaworzina, Advisory Opinion, 1923, P.C.I.J.,Series B, No. 8; Admissibility of Hearing of Petitioners by the Committee on SouthWest Africa, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1956, pg. 25; Certain Expenses ofthe United Nations (Article 17, paragraph 2, of the Charter), Advisory Opinion,I.C.J. Reports 1962, pgs. 157 a 162).

    En el caso que nos ocupa, la Corte slo tendr que hacer lo que ya ha hecho amenudo en el pasado, es decir, determinar los principios y las normas vigentes, in-terpretarlos y aplicarlos ... , para dar as una respuesta con fundamento jurdicoa la cuestin planteada (Legality of the Threat or Use of Nuclear Weapons, I.C.J.Reports 1996 (I), pg. 234, prr. 13).

    39. En el presente caso, si la Asamblea General pide a la Corte que determi-ne las consecuencias jurdicas derivadas de la construccin del muro, el uso deestos trminos implica necesariamente una evaluacin sobre si dicha construccinviola o no ciertas normas y principios del derecho internacional. As pues, a la Cortese le pide en primer lugar que determine si tales normas y principios han sido y si-guen siendo violados en virtud de la construccin del muro a lo largo del trazadoprevisto.

    40. La Corte no considera que la naturaleza supuestamente abstracta de lacuestin que se le presenta plantee una cuestin de jurisdiccin. Incluso cuando eltema se formul como una cuestin de prudencia ms que de jurisdiccin, en el casorelativo a la Legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares, la Corte con-sider que el argumento de que no deba entender de cuestiones enunciadas en tr-minos abstractos era una mera afirmacin, desprovista de toda justificacin y que

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    la Corte debe emitir una opinin consultiva sobre cualquier cuestin jurdica, seaabstracta o no (I.C.J. Reports 1996 (I), pg. 236, prr. 15, citando los casos si-guientes: Conditions of Admission of a State to Membership in the United Nations(Article 4 of the Charter), Advisory Opinion, 1948, I.C.J. Reports 1947-1948,pg. 61; Effect of Awards of Compensation Made by the United Nations Administra-tive Tribunal, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1954, pg. 51; y Legal Consequen-ces for States of the Continued Presence of South Africa in Namibia (South WestAfrica) notwithstanding Security Council Resolution 276 (1970), Advisory Opinion,I.C.J. Reports 1971, pg. 27, prr. 40). En cualquier caso, la Corte considera que lacuestin que se le plantea en relacin con las consecuencias jurdicas de la construc-cin del muro no es abstracta, y, adems, que a la Corte le incumbe determinar paraquines se derivan tales consecuencias.

    41. Adems, la Corte no puede aceptar la opinin, que tambin se ha expre-sado en el presente procedimiento, de que carece de jurisdiccin debido al carcterpoltico de la cuestin planteada. Como se desprende con claridad de su jurispru-dencia bien asentada en la materia, la Corte considera que el hecho de que unacuestin jurdica tambin presente aspectos polticos

    como, por la naturaleza de las cosas, ocurre con tantas cuestiones que surgenen la vida internacional, no basta para privarla de su carcter de cuestin jur-dica ni para privar a la Corte de una competencia que le ha sido expresa-mente conferida por su Estatuto (Application for Review of Judgement No.158 of the United Nations Administrative Tribunal, Advisory Opinion, I.C.J.,Reports 1973, pg. 172, prr. 14). Cualesquiera que sean los aspectos polticosde la cuestin, la Corte no puede negarse a admitir el carcter jurdico de unacuestin que la invita a desempear una tarea esencialmente judicial, a saber,una evaluacin de la legalidad del posible comportamiento de los Estados conrespecto a las obligaciones que les impone el derecho internacional (cf. Con-ditions of Admission of a State to Membership in the United Nations (Article 4of the Charter), Advisory Opinion, 1948, I.C.J. Reports 1947-1948, pgs. 61 y62; Competence of the General Assembly for the Admission of a State to theUnited Nations, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1950, pgs. 6 y 7; CertainExpenses of the United Nations (Article 17, paragraph 2, of the Charter), Ad-visory Opinion, I.C.J. Reports 1962, pg. 155). (Legality of the Threat or Useof Nuclear Weapons, I.C.J. Reports 1996 (I), pg. 234, prr. 13.)

    En su Opinin relativa a la Interpretacin del Acuerdo de 25 de marzo de 1951 entre laOMS y Egipto, la Corte resalt que en situaciones en que las consideraciones polticasson importantes puede ser especialmente necesario para una organizacin internacionalobtener una opinin consultiva de la Corte acerca de los principios jurdicos aplicables alasunto que se debate ... (I.C.J. Reports 1980, pg. 87, prr. 33). Adems, en su opininsobre la Legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares la Corte afirm quela naturaleza poltica de los motivos que pueda decirse que han inspirado la peticin ylas consecuencias polticas que la opinin emitida podra tener no son relevantes a la ho-ra de determinar su competencia para emitir dicha opinin (I.C.J. Reports 1966 (I), pg.234, prr. 13). La Corte opina que en las presentes actuaciones no existen elementos quepermitan apartarse de esta conclusin.

    * * *

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    42. En consecuencia la Corte tiene jurisdiccin para emitir la opinin con-sultiva solicitada en virtud de la resolucin ES-10/14 de la Asamblea General.

    * * *43. Sin embargo, en el presente procedimiento se ha alegado que la Corte

    debera abstenerse de ejercer su jurisdiccin debido a que ciertas caractersticas es-pecficas de la solicitud de la Asamblea General hacen que el ejercicio de la jurisdiccinpor parte de la Corte sea inadecuado y ajeno a su funcin judicial.

    44. En el pasado, la Corte ha recordado en reiteradas ocasiones que el prra-fo 1 del Artculo 65 de su Estatuto, que establece que la Corte podr emitir opinio-nes consultivas ... (cursiva aadida), debera interpretarse en el sentido de que laCorte tiene la facultad discrecional para negarse a emitir una opinin consultivaaun cuando se hayan reunido los requisitos necesarios para que tenga competencia(Legality of the Threat or Use of Nuclear Weapons, Advisory Opinion, I.C.J. Reports1996 (I), pg. 234, prr. 14). No obstante, la Corte es consciente de que su respuestaa una solicitud de opinin consultiva representa su participacin en las actividadesde la Organizacin y, en principio, no debera denegarse (Interpretation of PeaceTreaties with Bulgaria, Hungary and Romania, First Phase, Advisory Opinion,I.C.J. Reports 1950, pg. 71; vase tambin, por ejemplo, Difference Relating toImmunity form Legal Process of a Special Rapporteur of the Commission of HumanRights, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1999 (I), pgs. 78 y 79, prr. 29). Dadassus responsabilidades como rgano judicial principal de las Naciones Unidas(Artculo 92 de la Carta), en principio la Corte no debera negarse a emitir una opi-nin consultiva. De acuerdo con su jurisprudencia constante, esa negativa slose justificara por razones imperiosas (Certain Expenses of the United Nations(Article 17, paragraph 2, of the Charter), Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1962,pg. 155; vase tambin, por ejemplo, Difference Relating to Immunity from LegalProcess of a Special Rapporteur of the Commission of Human Rights, AdvisoryOpinion, I.C.J. Reports 1999 (I), pgs. 78 y 79, prr. 29).

    La Corte actual no se ha abstenido jams de responder a una solicitud de opi-nin consultiva invocando su facultad discrecional. Su decisin de no emitir la opi-nin consultiva sobre la Legalidad del empleo de armas nucleares por un Estado enun conflicto armado, solicitada por la Organizacin Mundial de la Salud se fund enla falta de competencia de la Corte, y no en consideraciones de prudencia judicial(vase I.C.J Reports, 1966 (I), pg. 235, prr. 14). Slo en una ocasin el rganopredecesor de la Corte actual, la Corte Permanente de Justicia Internacional, estimque no poda responder a una cuestin que se le haba planteado (Status of EasternCarelia, Advisory Opinion, 1923, P.C.I.J, Series B. No. 5), pero debido a

    las especialsimas circunstancias del caso, entre las que se encontraba el he-cho de que estaba directamente relacionado con una controversia ya existente,uno de cuyos Estados partes, que no era ni parte en el Estatuto de la CortePermanente ni miembro de la Sociedad de Naciones, se opuso al procesoy rehus participar en l en forma alguna (Legality of the Threat or Use ofNuclear Weapons, I.C.J. Reports 1996 (I), pgs. 235 y 236, prr. 14).

    45. Estas consideraciones no eximen a la Corte de su deber de cerciorarse,cada vez que se le presenta una solicitud de opinin, de que sea procedente ejercersu funcin judicial, sobre la base del criterio de las razones imperiosas citado ms

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    arriba. En consecuencia, la Corte examinar en detalle y a la luz de su jurispruden-cia cada uno de los argumentos que se le han presentado.

    * * *46. Segn el primero de estos argumentos, la Corte no debera ejercer su ju-

    risdiccin en el presente caso debido a que la solicitud se refiere a un asunto con-tencioso entre Israel y Palestina, respecto del cual Israel no ha prestado su consen-timiento para el ejercicio de dicha jurisdiccin. Segn ese punto de vista, la materiaobjeto de la cuestin planteada por la Asamblea General es parte integrante de lacontroversia ms amplia entre Israel y Palestina, que se refiere a las cuestiones delterrorismo, la seguridad, las fronteras, los asentamientos, Jerusaln y otros asuntosconexos. Israel ha insistido en que nunca ha prestado su consentimiento para queesa controversia ms amplia sea resuelta por la Corte, ni en el marco de cualquierotro tipo de arreglo obligatorio; por el contrario, alega que las partes han convenidoreiteradamente en que esas cuestiones deben solucionarse por medio de la negocia-cin, con la posibilidad de que se prevea un eventual recurso al arbitraje. Se sostieneen consecuencia que la Corte debera negarse a emitir la presente Opinin, sobre labase, entre otras cosas, del precedente de la decisin de la Corte Permanente de Jus-ticia Internacional en el caso del Estatuto de Carelia Oriental.

    47. La Corte observa que la falta de consentimiento a la jurisdiccin conten-ciosa de la Corte por parte de los Estados interesados no tiene relacin alguna con lajurisdiccin de la Corte para emitir una opinin consultiva. En una opinin consulti-va de 1950, la Corte explic que:

    El consentimiento de los Estados que son partes en una controversia esel fundamento de la jurisdiccin de la Corte en materia contenciosa. La situa-cin es diferente con respecto a los procedimientos de ndole consultiva, inclu-so cuando la peticin de opinin consultiva se refiere a una cuestin jurdicapendiente entre Estados. La respuesta de la Corte tiene nicamente carcterconsultivo y, como tal, no es vinculante. De ello se sigue que ningn Estado,sea o no Miembro de las Naciones Unidas, puede impedir que se emita unaopinin consultiva que las Naciones Unidas consideren conveniente para poderdiscernir con claridad qu decisiones debe adoptar. La Corte no da su opinina los Estados, sino al rgano autorizado para solicitarla; la respuesta de laCorte, que es un rgano de las Naciones Unidas, representa su participacinen las actividades de la Organizacin y, en principio, no debiera denegarse.(Interpretation of Peace Treaties with Bulgaria, Hungary and Romania, FirstPhase, Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1950, pg. 71; vase tambin WesternSahara, I.C.J. Reports 1975, pg. 24, prr. 31).

    De ello se desprende que, en ese caso, la negativa de la Corte a responder a la soli-citud de una opinin consultiva no se fund en que, en tales circunstancias concre-tas, careciera de jurisdiccin. No obstante, la Corte ha examinado la oposicin deciertos Estados interesados a la solicitud de la Asamblea General desde el punto devista de la prudencia judicial. Al comentar la decisin de 1950 en su Opinin Con-sultiva sobre el Shara Occidental, la Corte explic que haba reconocido quela falta de consentimiento poda constituir un argumento para no emitir la opininsolicitada si, en las circunstancias de un caso particular hubiese consideraciones deprudencia judicial que obligasen a la Corte a negarse a emitir una opinin. Y continudiciendo:

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    En determinadas circunstancias ... la falta de consentimiento de un Es-tado interesado puede dar lugar a que la emisin de una opinin consultiva seaincompatible con el carcter de rgano judicial de la Corte. Tal sera el caso silas circunstancias revelaran que el hecho de dar una respuesta equivaldra asoslayar el principio segn el cual un Estado no est obligado a someteruna controversia a un arreglo judicial si no ha prestado su consentimiento.(Western Sahara, I.C.J. Reports 1975, pg. 25, prrs. 32 y 33).

    Al aplicar ese principio a la peticin respecto del Shara Occidental, la Corte de-termin que exista realmente una controversia jurdica, pero que se trataba de unacontroversia surgida en los debates de la Asamblea General y en relacin con cues-tiones examinadas por la Asamblea. No haba surgido independientemente, en elmarco de relaciones bilaterales (Ibd., pg. 25, prr. 34).

    48. En lo que respecta a la solicitud de opinin consultiva que tiene actual-mente ante s, la Corte reconoce que Israel y Palestina han expresado opiniones ra-dicalmente opuestas sobre las consecuencias jurdicas de la construccin del muropor parte de Israel, sobre las cuales se ha pedido que se pronuncie la Corte. Sin em-bargo, como la propia Corte ha sealado, Existen diferencias de opinin ... encuestiones de derecho en casi todos los procedimientos consultivos (Legal Conse-quences for States of the Continued Presence of South Africa in Namibia (SouthWest Africa) notwithstanding Security Council Resolution 276 (1970), AdvisoryOpinion, I.C.J. Reports 1971, pg. 24, prr. 34).

    49. Adems, la Corte no cree que el asunto que dio pie a la peticin de laAsamblea General pueda considerarse nicamente una cuestin bilateral entre Israely Palestina. En vista de las facultades y responsabilidades de las Naciones Unidas encuestiones relativas a la paz y la seguridad internacionales, la Corte opina que laconstruccin del muro debe considerarse un asunto que interesa directamente a lasNaciones Unidas. La responsabilidad de las Naciones Unidas al respecto tambintiene su origen en el Mandato y en la resolucin sobre la Particin de Palestina(vanse los prrafos 70 y 71, infra). Las Naciones Unidas han definido a esa responsa-bilidad como una responsabilidad permanente con respecto a la cuestin de Palestinahasta que la cuestin se resuelva en todos sus aspectos en forma satisfactoria de conformi-dad con la legitimidad internacional (resolucin 57/107 de la Asamblea General, de3 de diciembre de 2002). Dentro del marco institucional de la Organizacin, esa res-ponsabilidad se ha manifestado en la aprobacin de numerosas resoluciones delConsejo de Seguridad y la Asamblea General y en la creacin de varios rganossubsidiarios con la finalidad especfica de prestar asistencia para la realizacin de losderechos inalienables del pueblo palestino.

    50. El objeto de la solicitud que tiene ante s la Corte es obtener de ella una opi-nin que la Asamblea General considera de utilidad para el buen ejercicio de susfunciones. La opinin solicitada se refiere a una cuestin que preocupa especial-mente a las Naciones Unidas y que se sita en un marco de referencia mucho msamplio que una controversia bilateral. Dadas las circunstancias, la Corte no cree queemitir una opinin equivalga a soslayar el principio del consentimiento en materiade arreglo judicial, y por consiguiente la Corte no puede, en el ejercicio de su dis-crecionalidad, dejar de emitir una opinin fundndose en ese motivo.

    51. La Corte examinar seguidamente otro argumento planteado en los pro-cedimientos en curso, segn el cual debera optar por no ejercer su jurisdiccin.Algunos participantes han afirmado que una opinin consultiva de la Corte sobre

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    la legalidad del muro y las consecuencias jurdicas de su construccin podra obs-tar al logro de una solucin poltica y negociada del conflicto israelo-palestino. Msconcretamente, se ha afirmado que dicha opinin podra socavar el plan contenido enla Hoja de ruta (vase el prrafo 22, supra), que requiere el cumplimiento porparte de Israel y Palestina de ciertas obligaciones en varias fases, segn se especificaen dicho plan. Se ha afirmado que la opinin solicitada podra complicar las nego-ciaciones previstas en la Hoja de ruta, y que, por consiguiente, la Corte deberaejercer su discrecionalidad y abstenerse de responder a la cuestin formulada.

    Se trata de un tipo de argumento que la Corte ya ha tenido la oportunidad deexaminar en varias ocasiones anteriores. Por ejemplo, en su Opinin Consultivasobre la Legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares, la Corte expres:

    ... se ha dicho que una respuesta de la Corte en este caso podra afectar nega-tivamente a las negociaciones sobre el desarme y, por tanto, ira en contra delos intereses de las Naciones Unidas. La Corte sabe que, sean cuales fuerenlas conclusiones de cualquier opinin que pueda emitir, afectarn al debate encurso sobre la cuestin en la Asamblea General y constituirn un elemento msen las negociaciones sobre el tema. Aparte de esto, el efecto de la opinin esuna cuestin de apreciacin. La Corte ha odo argumentos contrapuestos y nohay criterios evidentes para preferir una u otra evaluacin. (I.C.J. Reports1996 (I), pg. 237, prr. 17; vase tambin Western Sahara, I.C.J. Reports1975, pg. 37, prr. 73).

    52. Un participante en los procedimientos en curso ha indicado que si la Cortefuese a responder a la peticin, debera hacerlo en todo caso teniendo en cuenta

    dos aspectos clave del proceso de paz: el principio fundamental de que lascuestiones relativas al estatuto permanente deben resolverse por medio de ne-gociaciones; y la necesidad de que durante el perodo de transicin las partescumplan con sus responsabilidades en materia de seguridad para que el proce-so de paz pueda llegar a buen fin.

    53. La Corte es consciente de que la Hoja de ruta, aprobada por el Consejode Seguridad en su resolucin 1515 (2003) (vase el prrafo 22, supra), constituye unmarco de negociacin para la solucin del conflicto israelo-palestino. Sin embargo,no se sabe qu influencia podra tener en las negociaciones la opinin de la Corte:existe diversidad de opiniones al respecto entre los participantes en los procedi-mientos en curso. La Corte no puede considerar que ese factor sea una razn con-vincente para dejar de ejercer su jurisdiccin.

    54. Algunos participantes tambin recordaron a la Corte que la cuestin de laconstruccin del muro era slo un aspecto del conflicto israelo-palestino, que no sepoda abordar adecuadamente en los procedimientos en curso. No obstante, la Corteno cree que sta sea una razn para dejar de responder a la pregunta formulada. LaCorte es muy consciente de que la cuestin del muro forma parte de un todo msamplio, y habr de poner el mayor cuidado en tener presente esa circunstancia encualquier opinin que pudiera emitir. Al mismo tiempo, la cuestin que la AsambleaGeneral ha decidido plantear a la Corte se circunscribe a las consecuencias jurdicasde la construccin del muro, y la Corte slo habr de examinar otras cuestiones en lamedida en que fueren necesarias para sus deliberaciones sobre la pregunta formulada.

    * * *

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    55. Varios participantes en los procedimientos han argumentado tambin quela Corte debera optar por no ejercer su jurisdiccin porque no tiene a su disposicinlos hechos y las pruebas que necesitara para poder alcanzar sus conclusiones. Enparticular, Israel, refirindose a la Opinin Consultiva sobre la Interpretacin de lostratados de paz con Bulgaria, Hungra y Rumania, ha afirmado que la Corte no po-dra emitir una opinin sobre aspectos en que se plantean cuestiones de hecho queno se pueden elucidar sin escuchar a todas las partes en el conflicto. Segn Israel, sila Corte decidiera emitir la opinin solicitada, se vera obligada a especular sobrehechos esenciales y a hacer suposiciones sobre argumentos jurdicos. Ms concre-tamente, Israel ha afirmado que la Corte no podra emitir un dictamen sobre las con-secuencias jurdicas de la construccin del muro sin investigar en primer lugar lanaturaleza y el alcance de la amenaza a la seguridad a la que se pretende dar unarespuesta con el muro, as como la eficacia de dicha respuesta, y en segundo lugarlas consecuencias de la construccin para los palestinos. Esa tarea, que ya sera dif-cil en un caso contencioso, se complicara an ms en un procedimiento consultivo,especialmente porque Israel posee gran parte de la informacin necesaria y ha afir-mado que no desea entrar en el fondo del asunto. Israel ha concluido que la Corte,ante la imposibilidad de esclarecer determinadas cuestiones de hecho en los proce-dimientos en curso, debera hacer uso de su discrecionalidad y no acceder a la soli-citud de opinin consultiva.

    56. La Corte observa que la determinacin de si las pruebas disponibles sonsuficientes para emitir una opinin consultiva es una cuestin que debe decidirse encada caso particular. En su Opinin relativa a la Interpretacin de los tratados depaz con Bulgaria, Hungra y Rumania (I.C.J. Reports 1950, pg. 72), y nuevamenteen su Opinin respecto del Shara Occidental, la Corte dej claro que lo decisivo enesas circunstancias era si la Corte dispone de informacin y pruebas suficientes quele permitan llegar a una conclusin judicial acerca de cuestiones de hecho objeto decontroversia, y que es necesario determinar esa cuestin para emitir una opinin encondiciones compatibles con su carcter judicial (Western Sahara, I.C.J. Reports1975, pgs. 28 y 29, prr. 46). As, por ejemplo, en los procedimientos respecto delEstatuto de Carelia Oriental, la Corte Permanente de Justicia Internacional opt porno emitir una opinin entre otras cosas porque en la pregunta formulada se plan-teaba una cuestin de hecho que no se poda elucidar sin escuchar a las dos partes(Interpretation of Peace Treaties with Bulgaria, Hungary and Romania, First Phase,Advisory Opinion, I.C.J. Reports 1950, pg. 72; vase Status of Eastern Carelia,P.C.I.J., Series B, No. 5, pg. 28). Por otra parte, en la opinin sobre el SharaOccidental, la Corte observ que se le haba facilitado amplia documentacin comoprueba de los hechos pertinentes (I.C.J. Reports 1975, pg. 29, prr. 47).

    57. En el presente caso, la Corte tiene a su disposicin el informe del Secreta-rio General, as como el voluminoso legajo que present a la Corte, con informacindetallada no slo sobre el trazado del muro, sino tambin sobre sus consecuencias hu-manitarias y socioeconmicas para la poblacin palestina. El legajo comprende tam-bin varios informes basados en visitas sobre el terreno realizadas por relatores espe-ciales y rganos competentes de las Naciones Unidas. El Secretario General ha pre-sentado adems a la Corte una exposicin escrita en la que se actualiza el informe coninformacin suplementaria. Asimismo, otros muchos participantes han presentado a laCorte exposiciones escritas que contienen informacin pertinente para la cuestinplanteada por la Asamblea General. La Corte seala en particular que la exposicinescrita de Israel a pesar de limitarse a cuestiones relacionadas con la jurisdiccin y la

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    prudencia judicial, contiene observaciones sobre otros aspectos, como las preocupa-ciones de Israel en materia de seguridad, y va acompaada de los anexos correspon-dientes; existen otros muchos documentos al respecto dados a conocer por el Gobiernode Israel que son de dominio pblico.

    58. La Corte determina que tiene ante s informacin y pruebas suficientespara poder emitir la opinin consultiva solicitada por la Asamblea General. Adems,el hecho de que otros puedan evaluar e interpretar esos hechos de manera subjetivao poltica no puede ser argumento para que una corte de justicia se abstenga decumplir sus tareas judiciales. Por tanto, no existe en el presente caso falta de infor-macin que constituya una razn imperiosa para que la Corte deje de emitir la opi-nin solicitada.

    59. En sus exposiciones escritas, algunos participantes tambin argumenta-ron que la Corte deba negarse a dar la opinin consultiva solicitada sobre las con-secuencias jurdicas de la construccin del muro porque dicha opinin no tendraninguna utilidad. Sostuvieron tambin que las opiniones consultivas de la Corte de-ban considerarse como un medio para que un rgano o a una institucin obtuvieranuna aclaracin jurdica en relacin con una medida futura que tomaran. En el pre-sente caso, contina el argumento, la Asamblea General no necesitara una opininde la Corte porque ya ha declarado que la construccin del muro es ilegal y ya hadeterminado las consecuencias jurdicas al exigir que Israel detenga y revierta laconstruccin del muro y adems, porque la Asamblea General nunca expres clara-mente cmo pensaba usar la opinin solicitada.

    60. Como se desprende de la jurisprudencia de la Corte, las opiniones con-sultivas tienen la finalidad de proporcionar a los rganos solicitantes los elementosde derecho necesarios para sus actividades. En su Opinin relativa a las Reservas ala Convencin para la Prevencin y la Sancin del Delito de Genocidio, la Corteobserv: El objeto de la presente solicitud de opinin es orientar a las NacionesUnidas respecto de su propia accin (I.C.J. Reports 1951, pg. 19). Del mismomodo, en su Opinin sobre las Consecuencias jurdicas para los Estados de la con-tinuidad de la presencia de Sudfrica en Namibia (frica sudoccidental) pese a lodispuesto en la resolucin 276 (1970) del Consejo de Seguridad, la Corte seal quela solicitud haba sido presentada por un rgano de las Naciones Unidas en relacincon sus propias decisiones para obtener una opinin jurdica de la Corte sobre lasconsecuencias y los efectos de dichas decisiones (I.C.J. Reports 1971, pg. 24,prr. 32). La Corte determin en otra ocasin que la opinin consultiva que iba a darproporcionara a la Asamblea General los elementos de carcter jurdico necesariospara volver a abordar la cuestin de la descolonizacin del Shara Occidental(Western Sahara, I.C.J. Reports 1975, pg. 37, prr. 72).

    61. En cuanto al argumento de que la Asamblea General no ha aclaradocmo utilizar la opinin consultiva sobre el muro, la Corte recordar lo que afirmen su Opinin Consultiva sobre la Legalidad de la amenaza o el empleo de armasnucleares, pues tambin se aplica al presente caso:

    Algunos Estados han sealado que la Asamblea General no ha explicadoa la Corte los fines especficos para los que solicita la opinin consultiva. Sinembargo, no cabe a la Corte decidir si la Asamblea necesita la opinin consul-tiva para el desempeo de sus funciones. La Asamblea General tiene derecho adecidir por s misma, a la luz de sus propias necesidades, sobre la utilidad deuna opinin. (I.C.J. Reports 1996, pg. 237, prr. 16.)

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    62. Se deduce de ello que la Corte no puede negarse a responder a la cuestinplanteada aduciendo que su opinin no tendra utilidad. La Corte no puede pretenderque su evaluacin de la utilidad de la opinin solicitada sustituya la del rgano quela solicita, es decir, la Asamblea General. Adems, en todo caso, la Corte consideraque la Asamblea General an no ha determinado todas las posibles consecuencias desu propia resolucin. La tarea de la Corte consistira en determinar en forma com-pleta las consecuencias jurdicas de la construccin del muro, y por su parte laAsamblea General y el Consejo de Seguridad podran entonces extraer sus pro-pias conclusiones basndose en las determinaciones de la Corte.

    * * *

    63. Por ltimo, la Corte examinar otro argumento presentado en relacincon la conveniencia de dar una opinin consultiva en este procedimiento. Israel hasostenido que Palestina, habida cuenta de su responsabilidad en los actos de violen-cia contra Israel y su poblacin a los que se pretende poner fin con el muro, no pue-de pedir a la Corte la reparacin de una situacin resultante de sus propios actos il-citos. En este contexto, Israel ha invocado la mxima nullus commodum caperepotest de sua injuria propria, que considera pertinente tanto en procedimientos con-sultivos como en casos contenciosos. Por tanto, Israel concluye que la buena fe y elprincipio de manos limpias son razones imperiosas para que la Corte se niegue aacceder a la peticin de la Asamblea General.

    64. La Corte no considera que este argumento sea pertinente. Como ya seha subrayado, quien ha solicitado la opinin consultiva es la Asamblea General yla opinin se dirigir a la Asamblea General y no a un Estado o a una entidad de-terminados.

    * * *

    65. A la luz de lo antedicho, la Corte concluye no slo que tiene competenciapara dar una opinin sobre la pregunta planteada por la Asamblea General (vase elprrafo 42 supra), sino tambin que no hay ninguna razn imperiosa para que use sufacultad discrecional para no emitir esa opinin.

    * * *66. La Corte abordar ahora la cuestin planteada por la Asamblea General

    en la resolucin ES-10/14. La Corte recuerda que dicha pregunta es la siguiente:

    Cules son las consecuencias jurdicas que se derivan de la construc-cin del muro que levanta Israel, la Potencia ocupante, en el territorio palestinoocupado, incluida Jerusaln oriental y sus alrededores, segn se describe en elinforme del Secretario General, teniendo en cuenta las normas y principios dederecho internacional, incluido el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 y lasresoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General?

    67. Como se explicar en el prrafo 82 infra, este muro es una obra com-pleja, de modo que el vocablo no puede entenderse en su estricto sentido fsico. Sinembargo, los trminos utilizados por Israel (valla) o por el Secretario General(barrera), tampoco resultan ms precisos si se entienden en su acepcin fsica. LaCorte, por tanto, ha decidido utilizar en la presente opinin la terminologa emplea-da por la Asamblea General.

    Fede Paz

  • 28 0441989s.doc

    A/ES-10/273

    La Corte seala, adems, que la solicitud de la Asamblea General se refiere alas consecuencias jurdicas del muro que se est construyendo en el territoriopalestino ocupado, incluida Jerusaln oriental y sus alrededores. Como tambin seexplicar ms adelante (vanse los prrafos 79 a 84 infra), algunas partes de estacompleja obra se estn construyendo o se construirn en el propio territorio deIsrael; la Corte no considera que deba examinar las consecuencias jurdicas de laconstruccin de esas partes del muro.

    68. La cuestin planteada por la Asamblea General se refiere a las conse-cuencias jurdicas de la construccin del muro en el territorio palestino ocupado. Sinembargo, para indicar a la Asamblea