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alba-montoya
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RESUMEN
Todos los seres humanos en alguna etapa de nuestras vidas nos preguntamos a nosotros mismos
¿Quiénes somos en realidad? ¿De dónde venimos? ¿Por qué somos o actuamos de tal manera?
Siempre estaremos en la búsqueda de nuestra identidad propia pero para poder conocernos y
saber quienes somos y quien queremos ser debemos de retroceder un poco, conocer y analizar el
contexto sociocultural en el cual nos hemos desarrollado toda nuestra vida ya que este es el que
va a forjar nuestra propia identidad y nos va a hacer lo que somos. Entonces para poder
respondernos estas preguntas tenemos que analizar los factores que nos afectan en nuestro
desarrollo como personas, el principal factor es la naturaleza social que todos tenemos como seres
humanos, como vamos desarrollándonos en un contexto social especifico y como nuestro proceso
de socialización nos va concretar como personas en vez de cómo simplemente un ser humano.
Como se había mencionado para poder adquirir una personalidad propia necesitamos
relacionarnos con otros ya que de otro modo no sería posible y lo que nos permite esto es la
naturaleza social que tenemos como ser humano, un recién nacido no podría sobrevivir por su
cuenta a sus primeros años de vida sin una sociedad ya establecida un ejemplo de esto son los
casos de los niños salvajes que lograron sobrevivir y desarrollarse sin otro ser humano pero
necesitaron de otro tipo de estructura social que en estos casos serian animales, entonces somos
seres naturalmente sociales y como consecuencia la formación de nuestra identidad personal en
relación a los otros. Queramos o no, la sociedad y el medio donde nacimos hace lo que somos
porque nacemos en una sociedad establecida y esta sociedad o cultura nos va dictando como
crecer...
En este sentido hay que tener en cuenta el punto de vista del filósofo Estanislao Zuleta porque
identifica democracia con el derecho a la diferencia, "la esencia misma del humanismo moderno"
y no reconoce la democracia como el gobierno de la mayoría, sino como el derecho del individuo a
diferir contra la mayoría; a diferir, a pensar y vivir distinto, en síntesis, al derecho a la diferencia.
Estanislao Zuleta nos dice lo siguiente:
"Un síntoma inequívoco de la dominación de las ideologías proféticas y de los grupos que las
generan o que someten a su lógica doctrinas que les fueron extrañas en su origen, es el descrédito
en que cae el concepto de respeto. No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni
de la vigencia de normas universales. Estos valores aparecen más bien como males menores
propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras
esperanzas. Porque el respeto y las normas sólo adquieren vigencia allí donde el amor, el
entusiasmo, la entrega total a la gran misión, ya no pueden aspirar a determinar las relaciones
humanas. Y como el respeto es siempre el respeto a la diferencia, sólo puede afirmarse allí donde
ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y
espontánea, o en una fusión amorosa.
No se puede respetar el pensamiento del otro, tomarlo seriamente en consideración, someterlo a
sus consecuencias, ejercer sobre él una crítica, válida también en principio para el pensamiento
propio, cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra
boca; porque entonces el pensamiento del otro sólo puede ser error o mala fe; y el hecho mismo
de su diferencia con nuestra verdad es prueba contundente de su falsedad, sin que se requiera
ninguna otra" (El elogio de la dificultad)..