1
Siglo XIX enriquecido por avances de la ciencia Columna 2. Nos falta mucho de esa luz que es la verdad que es la que está recorriendo la ciencia. Hombre: dedicar a curar las enfermedades que nos atacan la vida. Columna 2 recorte 3. Verdadero progreso de los pueblos, el progreso moral. En medio del progreso de la ciencia hay un cáncer: el escepticismo religioso, ese virus moral… porque esa sed de oro es el monstruo que devora nuestro espíritu, ofusca la luz de la conciencia y tortura nuestro corazón. Con su aliento se corrompen las virtudes cívicas del hombre y se marchitan las bellas flores de la felicidad doméstica, cuyo perfume no se exhala sino a la sombra del amor y de la felicidad. Vemos nuestra sociedad convertida en una gran bolsa mercantil. El hombre del siglo XIX parece que quiere avaluarlo todo reduciéndolo todo a guarismos representativos. Pag. 2 para combatir estos males no hay sino que ilustrar a la mujer. La instrucción de la mujer es el enemigo más poderoso contra el escepticismo y el fanatismo. P.3. para que la mujer pueda ayudar al hombre y elevar su alma al verdadero conocimiento de Dios es preciso que él no vea en ella a la ignorancia Ella ve en su esposo errores un alma privada de gracia del cielo; él ve a una ignorante. Dos cuerpos que viven en espantosa oposición. Acercad a la mujer al santuario de la ciencia para que ella a su vez pueda acercar al hombre al altar de Dios. En ella se reconciliarán religión y ciencia. Felicidad y paz de la familia.

Resumen El Papel de Blanca

Embed Size (px)

DESCRIPTION

El papel de Blanca

Citation preview

Siglo XIX enriquecido por avances de la ciencia Columna 2. Nos falta mucho de esa luz que es la verdad que es la que est recorriendo la ciencia. Hombre: dedicar a curar las enfermedades que nos atacan la vida. Columna 2 recorte 3. Verdadero progreso de los pueblos, el progreso moral. En medio del progreso de la ciencia hay un cncer: el escepticismo religioso, ese virus moral porque esa sed de oro es el monstruo que devora nuestro espritu, ofusca la luz de la conciencia y tortura nuestro corazn. Con su aliento se corrompen las virtudes cvicas del hombre y se marchitan las bellas flores de la felicidad domstica, cuyo perfume no se exhala sino a la sombra del amor y de la felicidad. Vemos nuestra sociedad convertida en una gran bolsa mercantil. El hombre del siglo XIX parece que quiere avaluarlo todo reducindolo todo a guarismos representativos. Pag. 2 para combatir estos males no hay sino que ilustrar a la mujer. La instruccin de la mujer es el enemigo ms poderoso contra el escepticismo y el fanatismo. P.3. para que la mujer pueda ayudar al hombre y elevar su alma al verdadero conocimiento de Dios es preciso que l no vea en ella a la ignorancia Ella ve en su esposo errores un alma privada de gracia del cielo; l ve a una ignorante. Dos cuerpos que viven en espantosa oposicin. Acercad a la mujer al santuario de la ciencia para que ella a su vez pueda acercar al hombre al altar de Dios. En ella se reconciliarn religin y ciencia. Felicidad y paz de la familia.