Diego Montero B.

José Luis Granier Bulnes con Juan Contreras Moraga

Resumen:

Este caso trata sobre un juicio de nulidad del testamento fundado, por un lado, en la incapacidad del causante para testar por hallarse privado de razón, y en la falta de voluntad libre y espontánea por haber influido en ella dolo y fuerza por parte del señor Contreras. En efecto, don José Luis Hernán Granier Bulnes, deduce demanda en procedimiento ordinario de nulidad de testamento, para que se declare la ineficacia de los testamentos otorgados por su tío abuelo don Federico Carlos Sánchez de Loria Errázuriz. El apoderado de los demandados contesta la demanda, solicitando su rechazo porque el causante se encontraba en su sano juicio al momento de otorgar los testamentos impugnados por la contraria, y que no es efectivo que haya existido dolo o fuerza con respecto al otorgamiento del último testamento.

Lo que motivo esta controversia fue en definitiva el último testamento que otorgo don Federico Sánchez, pues en este se instituyen siete legados para: a) Juan Araya Araya por la suma de $ 55.000.000, b) Irma Matus Faúndez por la suma de $ 55.000.000, c) Carmen Romero Guajardo por la suma de $ 101.000.000, d) Rosa Romero Guajardo por la suma de $ 101.000.000, e) José Luis Granier Bulnes por la suma de $ 60.000.000, f) María Josefina Granier Bulnes por $ 60.000.000 y g) Luz Elena Granier Bulnes por la suma de $ 60.000.000. El testador instituye heredero universal del remanente de sus bienes a don Juan Contreras Moraga, y se designa albacea con tenencia de bienes a don Hernán Latorre Sánchez, y en su reemplazo a don Juan Contreras Moraga, a las mismas personas se las designa para el caso de ser necesario efectuar partición de sus bienes, con una remuneración del 10% en el primer caso y de 3% en el segundo. Por último, en la cláusula novena se establece que cualquiera de sus herederos titular o suplente o personas favorecidas en este testamento con un legado o los miembros de su familia que intenten o procedan a criticarlo o a crear dificultades en la transmisión de sus bienes, quedará él o sus ascendientes privados de la herencia o legado que se les asigna.

Por su parte el demandado, el señor Contreras, deduce demanda reconvencional, solicitando que se declare al demandante indigno de suceder al causante por haber ocultado o detenido dolosamente el testamento. En subsidio a esto, el demandante reconvencional pide que se aplique la cláusula resolutoria de las disposición novena del testamento, ya que el demandante habría incurrido en el hecho que ella expresa, esto es, establece que cualquiera de sus herederos titular o suplente o personas favorecidas en este testamento con un legado o los miembros de su familia que intenten o procedan a criticarlo o a crear dificultades en la

transmisión de sus bienes, debiendo en consecuencia quedar el asignatario, o sus ascendientes, privados de la herencia o legado que se les asigna.

De manera que la discusión en este juicio discurre sobre la voluntad como requisito del testamento, así como de todo acto jurídico, y en particular en lo relativo a los requisitos de validez del testamento: capacidad para testar y voluntad exenta de vicios. En efecto la Corte Suprema resuelve que el testamento es un acto jurídico unilateral, por cuanto, para nacer a la vida jurídica requiere de la sola voluntad de quien la formula, esto es, el testador. Constituye el caso más típico de esta clase de actos, y sus efectos están destinados a producirse una vez que muere la persona que ha manifestado esta voluntad.

Como puede apreciarse la voluntad es siempre requisito y fundamento de todo acto jurídico, pero en el caso del testamento ella adquiere un carácter relevante, y por ello el legislador se ha preocupado de tomar el máximo de precauciones en orden a resguardar que esta voluntad del testador se manifieste libre de todo vicio, pues se tiene en especial consideración que esta voluntad va a producir los efectos precisamente cuando la persona que la ha manifestado haya fallecido. El testamento requiere de la concurrencia de los requisitos generales que condicen la validez de tales actos, dentro de estos requisitos se distinguen los de carácter internos y externos. Los primeros dicen relación con la capacidad de testar y con la voluntad del testador, la que debe estar exenta de vicios; los segundos se refieren a la manera cómo el testamento debe ser otorgado, a las formalidades o solemnidades de que está revestido.

El demandante alega, por un lado, que el testador era incapaz para otorgar un testamento valido pues se encontraba actualmente privado de razón; y por el otro que como el demandado obtuvo, a lo menos, una disposición testamentaria en su favor empleando fuerza y dolo, el testamento en su integridad, o al menos las clausulas viciadas en el caso del dolo, son nulas. Después de rendirse por ambas partes variados medios de prueba el tribunal tiene por acreditado que el causante otorgo varios testamentos, de los cuales tres fueron otorgados en los 5 meses anteriores a su fallecimiento. A su vez el tribunal a partir de las probanzas aportadas por la demandante determino, por medio de una presunción judicial, que efectivamente el testador no tenía la capacidad necesaria para otorgar un testamento válido, pues en el último tiempo, y como consecuencia de distintas enfermedades que lo afectaban, su salud física y mental se vio fuertemente perjudicada.

Así se desprende de las declaraciones de los testigos presentados por el demandante, quienes conocían al testador cuando este se encontraba sano y desde hace muchos años, por lo que fueron capaces de explicar el deterioro progresivo de las facultades cognitivas del difunto. Por su parte se desestimaron las declaraciones de los testigos así como los peritajes, aportados por la parte demandada. En lo que se refiere a los testigos, el tribunal no considero sus declaraciones como suficientes, pues estos solo vieron al testador ocasionalmente, no lo conocían lo suficiente. En lo que se refiere a los peritajes médicos

presentados por la demandada, tampoco fueron considerados como suficientes por el tribunal, toda vez que carecían de la especialidad técnica necesaria para evaluar la salud mental del testador.

El tribunal también considera relevante el hecho de que el causante haya procedido a otorgar en un período de tiempo tan breve tres testamentos, que en el último de éstos cambie el criterio mantenido en casi todos los testamentos que otorgó, instituyendo heredero universal a un empleado suyo, y no a sus únicos familiares, sin que haya constancia de algún antecedente o hecho que lo justifique, revelan una conducta variable e incoherente del testador. En este mismo sentido resulta inexplicable la inclusión de la cláusula novena del último testamento otorgado por el causante, por la que se pretende que ninguno de los herederos o legatarios impugne el testamento, la que no ha tenido una antecesora en ninguno de los testamentos anteriores otorgados por el causante.

Por todas estas razones la Corte tiene por acreditada la causal de incapacidad, y en consecuencia acepta la demanda de nulidad del testamento por no tener el testador la capacidad necesaria para otorgar un testamento valido. La Corte también se hace cargo de la demanda reconvencional, que acaba por rechazar pues no se entiende configurada la causal de indignidad respecto del demandante, en consecuente este es capaz y digno de suceder al testador. A su vez el tribunal rechaza que se aplique la cláusula novena del último testamento otorgado por el difunto. No puede considerarse que el ejercicio de acciones legales que dicen relación precisamente con la nulidad de un acto testamentario, en razón de haber sido otorgado por una persona incapaz legalmente, puede ser constitutivo de la causal de desheredamiento, aun cuando haya sido así estipulado por el testador, por cuanto y debido a la naturaleza de orden público que tienen las normas sobre capacidad legal de las personas, no resultan estas susceptibles de ser modificadas ni renunciadas por las partes ni aun por el propio testador.

Opinión personal:

Me parecio muy interesante el caso ya que en este estan presente muchos de las materias de derecho sucesorio vistas en clases. Tanto la asignacion de legados, causales de desheredamiento, como que quien sucede debe ser capaz y digno de hacerlo y quien realiza un testamento debe ser tambien capaz. Tambien respecto a la redaccion de clausulas como la novena del tercer testamento en este caso.

Me gustaria tratar el tema del desheredamiento en relacion a la clausula novena del tercer testamento en este caso ya que me parecio un tema interesante. El régimen de asignaciones forzosas requiere un correctivo que es el desheredamiento ya que es necesario que el causante disponga de un recurso para privar a los legitimarios de su legítima y sancionar, de este modo, los graves atentados de que le haga víctima la infracción de sus deberes. No sería equitativo que el causante, contra quien el legitimario ha cometido una grave ofensa, no obstante, deba dejarle una parte considerable de sus bienes. El art. 1207 define el desheredamiento: "es una disposición testamentaria en que se ordena que un legitimario sea privado del todo o parte de su legítima". Eso sí debemos agregar en virtud de justa causa, taxativamente señalada por la ley. Y en este ultimo punto es donde se encuentra el fondo del problema. En cuanto me parece a mi que la corte resuelve bien al establecer el rechazo a la aplicación de la citada clausula novena en cuanto, si bien, el desheredamiento es una indignidad testamentaria y no legal, esta debe tener una justa causa específicamente señalada en la ley (en el 1208 del Código Civil) además de los otros requisitos (una cláusula testamentaria, especificación de la causal y prueba de la causal). Esta justa causa se encuentran establecidas taxativamente en la ley por el carácter de orden publico del derecho sucesorio y que no se pase a llevar a los legitimarios. Por esto la citada clausula establecía requisitos adicionales a los de la ley al establecer que cualquiera de sus herederos titular o suplente o personas favorecidas en este testamento con un legado o los miembros de su familia que intenten o procedan a criticarlo o a crear dificultades en la transmisión de sus bienes, quedará él o sus ascendientes privados de la herencia o legado que se les asigna.

Por ultimo me gustaria destacar que tambien estoy de acuerdo con la declaracion de nulidad del testamento en cuanto falta el requisito de capacidad del testador por no haberse encontrado actualmente con suficiente uso de razon. Lo cual queda de manifiesto con los tres testamentos otorgados con condiciones tan distintas y en tan poco tiempo. Para mí claramente tambien hay un caso de voluntad viciada en cuanto al haberse acreditado la falta de sano juicio del testador se podria entender que a quien beneficie de forma tan grosera un testamento posterior claramente él es quien se ha beneficiado y presumiblemente valido de esa incapacidad. Resaltar tambien la importancia de la prueba de testigos para poder mostrar la evolucion de la degeneraciond e las capacidades cognitivas del testador.