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Resumen
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Umberto Eco
TRATADO DE SEMIÓTICA GENERAL – 1.0 a 2.1
INTRODUCCIÓNEl tratado de semiótica general de Humberto Eco tratará de explicar y explorar diversos aspectos de una
teoría semiótica general. A lo largo de la introducción, el autor planteará muchos objetivos a cumplir a lo largo del
texto. Para empezar plantea que esta teoría puede explicar la totalidad de los casos de función semiótica pensados
como sistemas relacionados por códigos. Por tanto comprendería una teoría de los códigos y una teoría de la
producción de signos. Ésta última comprende un espectro muy extenso: el uso natural de los diversos “lenguajes”, la
evolución y transformación de los códigos, los diferentes tipos de interacciones comunicativas, el uso de los signos,
etc. Esto último será lo que habrá que estudiar con cuidado: el concepto de signo y los problemas que su definición
plantea. Eco prefiera utilizar el concepto de función semiótica sobre el de “signo”, explicado en el marco de una
teoría de los códigos. Esa distinción permitirá, llevar a cabo la distinción entre (y delineación) entre una semiótica de
la significación y una semiótica de la comunicación, lo que será tratado más adelante. El autor continuará, sin
embargo, utilizando el concepto se signo siempre que sea correcto su uso en correlación con el de función semiótica.
Esto se debe a que “signo” es más cómodo, pues se utiliza en el leguaje ordinario. La “tipología del signo” será
analizada partiendo de la tricotomía de Peirce: símbolos, indicios, íconos.
Lo que también intentará el libro es delinear una teoría de los códigos que tenga en cuenta las mismas
reglas de competencia discursiva, de formación textual, de desambiguación contextual y circunstancial. Esto formula
la posibilidad de una semántica que resuelva en su marco problemas adscritos, comúnmente, a la pragmática.
Una teoría semiótica general debe dar cuenta de límites o umbrales, respetarlos o sobrepasarlos. Los que se
determinarán mediante un acuerdo transitorio, serán los llamados límites políticos; los que se establecerán por el
propio objeto de la disciplina serán los límites naturales.
Lo que Humberto Eco intentará demostrar en este libro es delinear un concepto muy amplio de función
semiótica, analizar todo lo que involucra e intentará hacer coextensivos los fenómenos semióticos a los fenómenos
culturales.
UNA TEORÍA DE LA “MENTIRA”Al estudiar el conjunto de la cultura, descomponiendo en signos una infinita cantidad de objetos y de
acontecimientos, una teoría semiótica general puede parecer imperialistamente pretenciosa. Esta disciplina define
como objeto propio “toda clase de cosas”, y por lo tanto se autoadjudica la autoridad de definir “todo” a través de
sus propios aparatos categoriales. Una objeción dirigida al semiólogo plantea que si una manzana es un signo,
entonces la compota también será objeto de estudio se la semiología. Mediante ella, el autor pretende demostrar
que desde el punto de vista semiótico no hay ninguna diferencia entre una manzana y una compota de manzana, por
un lado, y las expresiones lingüísticas /manzana/ y /compota de manzana/, por otro. El rango del estudio semiótico
es cualquier cosa que pueda considerarse como signo, lo cual es definido como cualquier cosa que pueda
considerarse sustituto significante de cualquier otra cosa. No es necesario que esta exista en el momento en que el
signo lo represente. De ese modo la semiología es una disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir.
Si una cosa no puede usarse para mentir, en consecuencia tampoco puede usarse para decir la verdad, por lo tanto
no puede usarse para decir nada. Entonces “teoría de la mentira” podría ser una definición válida para una semiótica
general.
¿DOMINIO O DISCIPLINA?Habitualmente se cae en la duda se di la semiótica es una disciplina específica con un objetivo y métodos
propios o un dominio de estudios, una colección de intereses aún sin unificar y que posiblemente no sea unificable.
Si se considera a la semiótica como esto último (un dominio de intereses), los diversos análisis semióticos
estarán justificados por el simple hecho de existir, y podría definirse extrayendo un modelo de investigación
unificado de una serie unificable de tendencias. Si la semiótica es, en cambio, una disciplina, el modelo deberá ser
establecido deductivamente.
Ya que una investigación teórica debe tener la valentía de especificar sus propias contradicciones,
explicitándolas cuando se encuentre escondidas, hay que considerar, ante todo, el dominio semiótico. De esa manera
será posible proponer un modelo de investigación. Éste deberá ser cuestionado constantemente revelando todos los
fenómenos que no se adapten a él, obligándolo a reestructurarse y a ampliarse.
COMUNICACIÓN Y/O SIGNIFICACIÓNDesde un comienzo ya se dirá que una semiótica de la significación es la desarrollada por una teoría de los
códigos. Por otro lado, una semiótica de la comunicación incumbe a la teoría de la producción de los signos.
Hay sistema de significación (y código) cuando existe una probabilidad dada por una convención social de
crear funciones semióticas. Hay proceso de comunicación, en cambio, cuando se saca ventaja de las posibilidades
previstas por un sistema de comunicación para producir físicamente expresiones. Es la oposición “regla vs proceso”.
Pero cuando los requisitos para la ejecución de una proceso son socialmente reconocidos y preceden al proceso,
entonces aquellos requisitos deben ser considerados como reglas de competencia procesal. Consiguientemente
puede estudiarlas una teoría de la producción física de los signos en tanto y en cuanto se hayan codificado
previamente.
Todos los procesos culturales son estudiados por la semiótica como procesos de comunicación. Ellos
parecen existir, sin embargo porque por debajo de ellos se establece un sistema de significación. Hay una gran
diferencia entre una semiótica de la comunicación t una semiótica de la significación.
Se define, entonces, un proceso comunicativo como el paso de una Señal, desde una Fuente, a través de un
Transmisor, a lo largo de un Canal, hasta llegar a un Destinatario. Si el proceso se da entre dos máquinas, no hay
comunicación a pesar de que haya un paso de información; la señal no tiene capacidad “significante” alguna.
Cuando, en cambio, el destinatario es un ser humano, sí hay un proceso de comunicación, siempre y cuando la señal
no sea un simple estímulo, sino que, al contrario, solicite una respuesta interpretativa del destinatario. Este proceso
se verifica cuando hay un sistema de significación que reúne entidades presentes y ausentes, es decir, un código.
Siempre que algo materialmente presente a la percepción del destinatario representa alguna otra cosa a partir de
reglas, hay significación. Para la relación de significación basta con que el código establezca una correspondencia
entre lo que representa y lo representado. Por lo tanto un sistema de significación es una construcción semiótica
autónoma. En cambio, cualquier proceso de comunicación entre humanos presupone un sistema de significación
como condición necesaria. Por consiguiente una semiótica de la significación es independiente de una semiótica de la
comunicación, sin embargo, no puede haber una semiótica de la comunicación independiente de una semiótica de la
significación.
A pesar de haber hecho una diferencia entre estas dos semióticas, los dos fenómenos van íntimamente
ligados en los procesos culturales.
DOS DEFINICIONES DE SEMIÓTICALa definición de Saussure
Para Saussure (uno de los pioneros de la semiótica contemporánea) la lengua es un sistema de signos que
expresan ideas. Es comparable con la escritura, pero es simplemente el más importante de todos los sistemas. Es
más abarcativa que la lingüística misma; ésta, formaría parte de la semiología, y por lo tanto las leyes de la
semiología serían aplicables a la lingüística. Concibió, entonces, la existencia de una ciencia que estudie los signos en
el seno de la vida social. Según él, debería formar parte de la psicología social; de ella dependería determinar el lugar
exacto de la semiología. “Aún no existe, pero tiene derecho a existir”. Ferdinand de Saussure define al signo como
una entidad de dos caras: significante y significado. Al tiempo en que esa relación se va estableciendo sobre la
plataforma de un sistema de reglas (la lengua), va pareciendo una semiología de la significación. Sin embargo,
Saussure no definió claramente el concepto de significado, que quedó entre una imagen mental, un concepto y una
realidad psicológica. Aunque insistió en que es algo que se refiere a la actividad mental de los individuos dentro de la
sociedad.
Se considera, entonces, al signo como un artificio comunicativo que afectaba a dos seres humanos
intentando comunicarse y expresarse algo intencionalmente. Por lo tanto las manifestaciones naturales y no
intencionales no son signos.
La definición de Peirce
La definición de Peirce es más amplia. Para él la semiosis era una cooperación de tres sujetos: un signo, su
objeto y su interpretante. Además no es necesario que sean humanos, sino que son tres entidades semióticas
abstractas. Según Peirce, el signo es algo que está en lugar de alguna otra cosa para alguien en ciertos aspectos o
capacidades. Su definición agrega a la de Saussure que no es necesario que se emita intencionalmente ni que se
produzca artificialmente.
LÍMITES POLÍTICOSHay tres tipos de límites:
- Límites “académicos”: otras disciplinas ya investigaron temas que también incumben a la semiología.
- Límites “cooperativos”: varias disciplinas han elaborado teorías que se reconocen mundialmente como
típicamente semióticas.
- Límites “empíricos”: son fenómenos aún no analizados, pero cuya importancia semiótica es indudable.
Muchas zonas de investigación pueden considerarse aspectos del dominio semiótico. Recorre muchos y
diversas áreas.
Así incluye a la zoosemiótica (conforma el límite inferior de la semiótica, ya que considera el
comportamiento comunicativo de comunidades no humanas, por lo tanto, no culturales) donde se plantea la
dificultad de si simplemente se da, a nivel animal, un intercambio de señales sin que existan sistemas de
significación.
Los sistemas olfativos se encuentran entre el mundo animal y el mundo humano. Revela que los olores
funcionan como indicios y como indicadores proxémicos.
Los comportamientos sociales como el beso, el abrazo son objeto de estudio de la comunicación táctil.
El dominio paralingüístico estudia desde las diferentes formas de entonación y la ruptura del ritmo de
elocución hasta los leguajes silbados o los lenguajes tamborileados.
La semiótica médica tiene dos aspectos: por un lado, la relación motivable entre determinadas alteraciones
internas o externas (el estudio de los síntomas). Por el otro, la relación comunicativa y los códigos empleados en la
interacción entre médico y paciente (el psicoanálisis).
La cinésica y la proxémica que se encargan de los gestos, las posturas del cuerpo, su relación con el espacio,
etc.
También se encuentran dentro del dominio semiótico el estudio de los sistemas más culturizados: los
lenguajes fomalizados (lógica, química), los alfabetos, los sistema de escritura, los sistemas musicales, etc.
Más tarde se pasa las comunicaciones visuales: desde sistemas institucionalizados en los que parecen
producirse procesos de comunicaciones y cuyo carácter cultural está reconocido; hasta las diferentes gramáticas,
sintaxis, léxicos que parecen regir la comunicación arquitectónica y el lenguaje de los objetos.
También aparece las gramáticas narrativas y estructuras del relato; las gramáticas textuales , que intentan
descubrir sistemas de reglas que actúan al nivel de sectores del discurso vinculadas a la lógica de presuposiciones y
por otro a ramas de la retórica.
En el nivel más complejo de todos, se encuentran las tipologías de las culturas, donde la semiótica
desemboca en la antropología cultural y analiza los comportamientos sociales, los mitos, las creencias, como
elementos de un sistema de significaciones que permite la comunicación social, la sistematización de las ideologías,
el reconocimiento de grupos.
El dominio invade también la estética y la comunicación de masas.
LÍMITES NATURALES: INFERENCIA Y SIGNIFICACIÓN
En la vida cotidiana abundan los actos de inferencia; se ha definido al signo como el antecedente evidente
de un consecuente. Podemos inferir que llovió por la presencia un charco.
Hay una identificación entre la inferencia y la significación cuando esa asociación está reconocida
culturalmente y codificada sistemáticamente. Al hacerse la primera relación entre el consecuente y el antecedente,
se hace un inferencia; pero cuando quedó convencionalizada hubo una convención semiótica. Entonces, existe signo
siempre que un grupo de humanos decide usar una cos como vehículo de cualquier otra cosa.
Los fenómenos proceden de una fuente natural, pueden entenderse como signos.
Hay otro caso en el que los signos no se encuentra institucionalizados. Un ser humano realiza un acto que
otro percibe como artificios señalatorio que revelan alguna otra cosa. Puede suceder que el emisor desee comunicar
algo y el destinatario entienda que fue algo sin intención; o bien el emisor puede actuar inconscientemente y el
destinatario le atribuye una intención comunicativa.
Los comportamientos se convierten en signos gracias a un s decisión por parte del destinatario o a una
decisión por parte del emisor, para estimular la decisión de entender dichos comportamientos como signos.
EL UMBRAL INFERIOR
Un fenómeno de origen no humano, así como los de origen humano para sin intención pueden ser
considerados signos. En realidad, si cualquier cosa puede entenderse como signo, con tal de ue exista una
convención que permita a dicha cosa cualquiera representar a cualquier otra, y si las respuestas de comportamiento
no se provocan por convención, los estímulos no pueden considerarse como signos. Sin embargo, ciertos fenómenos
entre los estímulos, en algún aspecto, funcionan como signos “para alguien”.
El objeto específico de una teoría de las información son las unidades de transmisión que pueden
computarse cuantitativamente e independientemente de su significado posible: dichas unidades se llama señales. Se
duda si carecen de valor para la semiótica.
De la información física, los fenómenos genéticos y neurofisiológicos no son objeto de estudio de la
semiología; sin embargo las teorías informacionales de la genética y de la neurofisiología sí lo son.
EL UMBRAL SUPERIOR
Si se acepta el término cultura en su sentido antropológico, se encuentran tres fenómenos culturales que no
están dotados, aparentemente, de función comunicativa: a) la producción y el uso de objetos que transforman la
relación hombre-naturaleza; b) la relación de parentesco como núcleo primario de las relaciones sociales
institucionalizadas; c) el intercambio de bienes económicos.
El autor propone que frente a estos tres fenómenos se pueden formular dos hipótesis: 1) la cultura por
entero debe estudiarse como fenómenos semiótico (la más radical); 2) todos los aspectos de la cultura pueden
estudiarse como contenidos de una actividad semiótica (la más moderada). La más radical circula en dos formas
extremas: i) la cultura es sólo comunicación; ii) la cultura no es otra cos que un sistema de significaciones
estructuradas.
“La cultura por entero debería estudiarse como un fenómeno de comunicación basado en sistemas de
significación”
Se produce un fenómeno cultural: un ser pensante estableció una nueva función de la piedra y la ha
denominado como “piedra que sirve para algo”. Ahora el ser pensante puede reconocer la misma pierda o una
pierda similar a la “piedra que responde a la función de F y que lleva el nombre de Y”; sólo basta con que sepa
reconocerla. S1 y S2 como especimenes del tipo P son formas que remiten a F. Ambas son tanto significante como
significado de F; a esto puede llamárselo ley de reversibilidad total.
El nombre denota la piedra-tipo como su significado, pero de forma inmediata connota la función cuyo
significante son tanto la piedra-espécimen como la piedra-tipo. Esto establece un sistema de significación y no
supone un proceso de comunicación.
El primer uso de la piedra no constituye ni intuye cultura. El cultura establecer la forma como se puede
repetir la función y transmitir esa información.
Durante un intercambio económico no se intercambian señales, sino bienes de consumo. A pesar de ello es
posible considerar el intercambio de bienes como un proceso semiótico, ya que el valor de uso de los bienes es
transformado en valor de cambio . Ese es un proceso de simbolización. El dinero está en lugar de otra cosa. El valor
de cambio se refiere a la cantidad de trabajo humano necesario para la producción de C1 y C2 (mercancías cuyo valor
de uso no es considerado), y a esa cantidad de trabajo se la llama TH. El análisis marxista muestra que el diagrama
semiótico que rige la economía capitalista diferencia tanto a TH como a VC (que son equivalente recíprocamente) de
el Salario, recibido por el trabajador que realiza TH. La diferencia entre TH, VC y salario es la “plusvalía”.
En el intercambio primitivo las mujeres eran tomadas como objetos físicos que podía consumirse. Pero si
fueran solo cuerpos, ¿por qué no puede cualquier hombre copular con cualquier mujer? Existen convenciones que
obligan a un hombre a escoger una mujer porque el valor simbólico de la mujer coloca en oposición a otras mujeres.
En el momento en que se convierte en esposa, deja de ser exclusivamente un cuerpo físico para convertirse en un
signo que connota un sistema de obligaciones sociales.
Considerar la cultura en su globalidad sub especie semiótica no quiere decir que sean solamente
comunicación y significación. La cultura en su conjunto puede comprenderse mejor si se la aborda desde un punto de
vista semiótico, dice Eco. Los objetos, los comportamientos, los valores funcionan como tales porque obedecen a
leyes semióticas.
Los sistemas de significados están organizados en estructuras que siguen las mismas reglas semióticas
descubiertas por los sistemas de significantes.
Existe, comenta el autor, un modo de considerar todos los fenómenos culturales desde el punto de vista
semiótico: las cosas que la semiótica no puede estudiar entran, de todos modos en su dominio por lo menos al nivel
de una semántica estructural.
Tanto a nivel social, como a nivel funcional, el objeto desempeña una función significante. Y la segunda
hipótesis remite a la primera y cualquier fenómeno cultural puede estudiarse en su funcionamiento de artificio
significante. Así, la cultura puede estudiarse íntegramente desde el punto de viste semiótico.
LÍMITES EPISTEMOLÓGICOSHay un tercer umbral de carácter epistemológico. Se duda si la semiótica constituye la teoría abstracta de la
competencia de un productor ideal de signos o si es el estudio de fenómenos sociales sujetos a cambios y
reestructuraciones. Eco acepta la segunda hipótesis; entonces habría que aceptar otra condición: la investigación
semiótica deja huellas, senderos, interviene para modificar el paisaje, y al mismo tiempo forma parte integrante de
él. La investigación semiótica estará regida por el principio de indeterminación, ya que significar y comunicar son
funciones sociales, que según el autor, determinan la organización y la evolución cultural “hablar” de los “actos de
habla”, significar la significación o comunicar sobre la comunicación puede influir en el universo del habla, del
significante, del comunicar. Ninguna investigación es objetiva o neutral; todas están motivadas de algún modo. La
investigación teórica es una de las formas de práctica social.
TRATADO DE SEMIÓTICA GENERAL – 2.1 a 2.7.4
INTRODUCCIÓNEntre los capítulo 2.1 y 2.7.4 de su Tratado de semiótica General, Humberto Eco tratará los siguientes
temas: la función semiótica; la expresión y el contenido; denotación y connotación; el mensaje y el texto; el
contenido y el referente; el significado como unidad cultural; el interpretante. En este trabajo nosotras intentaremos
dar cuenta de estos contenidos.
LA FUNCIÓN SEMIÓTICASegún el autor una función semiótica se produce cuando expresión y contenido entran en mutua relación.
Para entender esto, explicaremos los conceptos mencionados anteriormente. El código asocia los elementos un
sistema trasmisor con los elementos de un sistema transmitido. El sistema transmisor es la expresión del sistema
transmitido, mientras que este último es el contenido del sistema transmisor.
En relación a esto, podemos discriminar señal de signo. Por un lado, una señal puede ser la unidad de un
sistema de expresión en relación a un contenido; por otro lado, sin embargo, puede ser la unidad de un sistema de
elementos físicos sin una función semiótica (es decir, que no hay relación entre contenido y expresión). Una señal
puede actuar como un estímulo sin significado alguno, pero que provoca una reacción. Pero la señal puede ser
admitida como signo cuando es el antecedente conocido de un consecuente.
En cambio, un signo está siempre formado por elementos del plano de la expresión relacionado con
elementos del plano del contenido. Esta correlación es reconocida por una sociedad humana; de otra manera el
signo no podría existir. Esto lo plantea el pionero de la semiología, Ferdinand de Saussure, al mencionar que la
semiología es la ciencia que estudia a los signos dentro de el seno social y por otra parte que el signo es una
correspondencia entre significante y significado.
Esas hipótesis general algunos resultados: un signo no es una entidad física ni una entidad semiótica fija. En
contraposición a esta última consecuencia, el signo es la asociación de elementos independientes procedentes de
dos sistemas diferentes y relacionados. Por esta razón, Eco plantea (citando a Hjelmslev) que no existen signos, sino
funciones semióticas. Existe la posibilidad de que una expresión tenga diferentes contenidos; así se formarían
diversas funciones semióticas. Por ejemplo la expresión /dorado/ posee una serie de contenidos entre los cuales se
encuentra: “feliz”, “radiante”, “brillante”, “chapado” “bruñido”1. Esta definición también sirve para la concepción en
la que la función expresiva pueden ser cadenas de palabras. De esa manera, la expresión /tomá todo/ tiene
diferentes contenidos dependiendo del contexto.
EXPRESIÓN Y CONTENIDOLas coyunturas internas de los signos pueden ser analizadas como:
a) un continuum de posibilidades físicas
b) especimenes concretos de artificios expresivos
c) un sistema de posiciones vacías en el cual los especimenes concretos de artificios expresivos (b) aceptan su
naturaleza posicional y oposicional
d) los especimenes concretos de artificios expresivos y el sistema de posiciones vacías del plano de la
expresión de un plano del contenido representado por sus respectivo sistema de posiciones vacías y
especimenes concretos de unidades del contenido.
e) Un sistema de posiciones vacías en el cual algunos especimenes concretos de unidades del contenido
aceptan su naturaleza posicional y oposicional.
f) Especimenes concretos de unidades del contenido que representan elementos elegidos por un continuum
indefinido de hechos y conceptos.
g) Un continuum de posibilidades físicas a los que un sistema de especimenes concretos de unidades del
contenido, ha ordenado eligiendo un conjunto de unidades semánticas.
Plano de la expresión Plano del contenido
continuum Unidad Sistema Sistema Unidad continuum
Materia no semióticaFunciones semióticas
Especimenes de signos
Materia no semiótica
Por lo tanto un código instituye la correlación de un plano de la expresión con un plano del contenido;
mientras que la función semiótica establece la correlación entre un elemento abstracto del sistema de la expresión y
un elemento abstracto del sistema del contenido. El código implanta tipos generales, los cuales producen la regla que
genera especimenes concretos, esas entidades que aparecen en los procesos comunicativos y llamamos signos. Los
dos continuum representan los elementos que anteceden a la correlación semiótica; no tiene nada que ver con ella.
MENSAJE Y TEXTOA partir de una convención triple hablamos que el destinatario recibe tres mensajes cedidos por el mismo
significante, a causa que existen tres códigos que establecen tres funciones.
En conclusión podemos definir que habitualmente un solo significante es capaz de transmitir contenidos
diferentes y asociados entre si, por la tanto, lo que adopta el nombre de mensaje, normalmente en un texto, cuyo
contenido es un discurso a varios niveles.
1 Diccionario de sinónimos y antónimos. ED. LARUOSSE. México D. F. (1996)
Citando a Metz ( 1970),hablamos de su hipótesis; esta explica que en cualquier caso de comunicación es
posible encontrarnos ante un texto. En este argumento, el texto es el resultado de la coexistencia de varios códigos o
sub códigos, por lo tanto, se discute sobre la pluralidad de los códigos.
CONTENIDO Y REFERENTEEn el modelo semiótico es necesario que exista un signo real, en nuestro ejemplo, queda claro que los
signos transmitidos tienen objetos correspondientes, en este caso la luz roja. Si esta no existiera, no podría haberse
llegado a formular toda la construcción que tanto citamos.
Pero es esta luz roja, condición tan necesaria para la confección del modelo, no comparte la misma
necesidad para su funcionamiento semiótico. Cuando se ha establecido el modelo, este funciona
independientemente si el signo es real o no, por lo
tanto la luz roja puede ser una mentira; basta con que el aparato transmisor este manipulado por alguien y este
decida emitir una falsedad. El funcionamiento semiótico de la cadena entera con sus respectivas respuestas de
comportamientos de nuestro destinatario no cambian en nada.
Por lo cual, cuando existe la ocasión de mentir ,nos encontramos ante una función semiótica, tenemos la
posibilidad de comunicar algo a lo que no corresponde un determinado estado real de hechos. Siempre que exista la
mentira, hay significación.
De esto, la semiótica ha descubierto un nuevo umbral, el que hay entre Condiciones de significación y
Condiciones de verdad, o entre una semántica Extensional y una semántica Intencional. Esta ultima ,es la que
estudia la teoría de los códigos, mientras a la teoría de los valores, le interesa la semántica extensional.
COMPARACIÓN SAUSSURIANA Y PEIRCIANAPara Saussure y Peirce las semióticas son teorías de la relación semiosica entre símbolo - referencia, y entre
el signo y su serie de interpretantes. Mientras Saussure no tiene en cuenta los objetos, para Pierce estos entran solo
cuando se discuten tipos particulares de signos como los indicios y los iconos. Los objetos pueden considerarse solo
cuando la Bedeutung es entendida como el objeto real al cual puede referirse el signo. Entonces es posible
considerar a la Bedetung como un objeto-type y no un objeto-token entonces se convierte en algo muy parecido al
contenido.
Desde el punto de vista del funcionamiento de un codito, el referente no es una presencia importante que
compromete la pureza teórica de la teoría. Aunque si bien, este referente puede ser objeto designado por una
expresión, hay que pensar que por princio que una expresión no designa un objeto, sino emite un contenido
cultural. Por lo tanto, el objeto semiótico de una semántica es primordialmente el contenido, no su referente.
Para concluir podemos analizar que significado no es necesario asociarlo con un objeto real, ya que hechos
u objetos irreales como el unicornio o una sirena son significados existentes, de modo que una teoría extensional
prefiere llamarlos “extensión nula”. Pero en el marco de una teoría de los código, hablar de extensión no es
necesario, ya que los códigos, al estar aceptados por una sociedad, constituyen un mundo cultural que no es ni
posible ni actual.
EL SIGNIFICADO COMO UNIDAD CULTURALAl intentar definir el referente de un signo, el autor, sugiere que debe hablarse en términos de una entidad
abstracta que representa una convención cultural.
Desde un comienzo se define al significado como una unidad cultural, algo establecido como unidad
diferente a otras por una cultura particular. Por lo tanto, puede ser una persona, un sentimiento, una cosa, etc. Estos
significados pueden ser substituidos al transmitir una unidad ”intercultural”, que, sin embargo, permanece invariable
cuando eso sucede: por ejemplo, /vaca/ denota una unidad intercultural que no varía aunque se exprese como
/cow/, /muca/ o /vache/. En cambio, otras unidades culturales, que varía según la cultura. Así también, a un campo
semántico es conferido un análisis más matizado en unas culturas que en otras. En el caso de estar ante un campo
semántico de otra cultura, o algo que nos acerque a el, la cadena de significantes que explican los significados de
significantes precedentes, representa la cadena de los interpretantes.
Ferdinand de SaussureEl texto de Saussure se titula “Curso de lingüística general”. Así, comienza con la intención de definir el objeto de la lingüística. Esto es tarea difícil porque de cualquier lado que se mire la cuestión, en ninguna parte se nos ofrece entero el objeto de la lingüística (no lo son las articulaciones de las palabras, ni los sonidos, tampoco la parte individual del lenguaje, ni la social, tampoco se lo puede considerar como sistema establecido solamente, ni como sólo evolución). Se presenta entonces un dile: a bien aplicarse a un solo lado de cada problema, con el consiguiente riesgo de no percibir las dualidades mencionadas, o bien, si estudiamos el lenguaje por muchos lados a la vez, el objeto de la lingüística se nos aparece como un montón confuso de cosas heterogéneas y sin trabazón. La solución a esto es colocarse desde el primer momento en el terreno de la lengua y tomarla como norma de todas las otras manifestaciones del lenguaje.
Para ubicar en el lenguaje la esfera que corresponde a la lengua, hay que situarse ante el acto individual que permite reconstruir el circuito de la palabra: este acto supone por lo menos dos individuos. El punto de partida del circuito está en el cerebro de uno de ellos, donde los hechos de la conciencia (conceptos) se hallan asociados con las representaciones de los signos lingüísticos (imágenes acústicas). Cuando un concepto desencadena en el cerebro una imagen acústica correspondiente, el fenómeno es enteramente psíquico. A él le sigue a su vez un proceso fisiológico: el cerebro transmite a los órganos de la fonación un impulso correlativo a la imagen. Luego las ondas sonoras se propagan de la boca de uno al oído del otro en un proceso físico. Y vuelve a empezar la cadena.
De todas maneras, para comprender bien el papel de la lengua, hay que salirse del acto individual y encararse en el hecho social. El origen de la cristalización social se funda, no en la parte física (cuando oímos una lengua desconocida, por ejemplo, aunque percibamos los sonidos quedamos fuera del acto social) ni en la parte psíquica (porque el lado ejecutivo de esta parte queda fuera ya que la ejecución nunca está a cargo de la masa, sino que siempre es individual y siempre el individuo es su árbitro), sino que se funda en el funcionamiento de las facultades receptiva y coordinativa. El lazo social que constituye la lengua se encuentra en la suma de imágenes verbales almacenadas en todos los individuos, el tesoro depositado por la práctica del habla en los sujetos de una misma comunidad. Y ese habla es el lado ejecutivo de la parte psíquica, que es individual y que está regido por este individuo. Así, la lengua no está completa en ninguno de ellos y no existe perfectamente más que en la masa.
Las características de la lengua son:- Es la porción determinada del circuito donde una imagen acústica viene a asociarse con un concepto, como ya dijimos. - Es la parte social del lenguaje, exterior al individuo, que por sí sólo no puede modificarla. - El individuo tiene necesidad de un aprendizaje para conocer su funcionamiento. - A diferencia del lenguaje, que es heteróclito, la lengua es homogénea: es un sistema de signos y las dos partes de ese signo son igualmente psíquicas. - No menos que el habla, es de naturaleza concreta.
Luego, hace falta determinar una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social. Esta ciencia sería parte entonces de la psicología social, y, por lo tanto, de la psicología general. Denominaremos a esta ciencia semiología (estudio de los signos). Ella nos enseñará en qué consisten los signos y cuáles son las leyes que los gobiernan. La lingüística no es más que una parte de esta ciencia general. La unidad lingüística, el signo lingüístico, es una cosa doble, hecha con la unión de dos términos, ambos psíquicos, unidos en nuestro cerebro por un vínculo de asociación. Más que una cosa y un nombre, el signo une un concepto y una imagen acústica. Esta imagen acústica no es el sonido material sino su huella psíquica, su representación. Para eliminar la ambigüedad que puedan presentar estos nombres, se reemplazará las palabras concepto e imagen acústica con significado y significante respectivamente. El signo lingüístico posee dos características primordiales que a su vez son los principios de todo estudio de este orden:
1. Primer principio: La arbitrariedad del signo
El lazo que une al significado y al significante es arbitrario. Así, el signo lingüístico mismo es arbitrario. De la misma manera, todo medio de expresión recibido de una sociedad es arbitrario ya que e apoya en principio en un hábito colectivo, en la convención. Al decir que el signo es arbitrario, lo que en realidad se tiene la intención de decir es que el significante es inmotivado, es decir, arbitrario con relación al significado. De todas maneras, dos objeciones se podrían hacer a este principio, con respecto a la idea de que la elección del significante no es siempre arbitraria, - Como en el caso de las onomatopeyas, primero. Sin embargo, la elección es parcialmente arbitraria igual, porque ellas no son más que una imitación aproximada y ya medio convencional de ciertos ruidos, por ejemplo, “waw waw” es inglés y “guau guau” en español.
- Y el otro caso son las exclamaciones, ya que se tiene a ver en ellas expresiones espontáneas de la realidad, dictadas como por naturaleza. Pero para la mayor parte de ellas se puede negar que haya un vínculo necesario entre significado y significante, como por ejemplo ¡Ai! y ¡Ouch! para expresar dolor.
2. Segundo principio: linealidad del significante
Este carácter lineal del significante se debe a que por su naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo representando una extensión mensurable en una sola dimensión: una línea. En el caso de la escritura, la sucesión en el tiempo es sustituida por la línea espacial de los signos gráficos. Además de estas dos características primordiales, que constituyen los principios del estudio, el signo lingüístico posee otra característica que es su inmutabilidad y mutabilidad: Con relación a la idea que representa, el significante aparece como elegido libremente, en cambio, con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es libre sino que impuesto, es decir que la masa hablante está atada a la lengua tal cual es. Por esta razón, el signo para el individuo es inmutable. De todas maneras, está en condiciones de alterarse porque se continúa. Y esta alteración representa un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante. La posibilidad de que se den estas cuestiones es una consecuencia de la antes mencionada, arbitrariedad del signo.
El valor de una palabra tomado solamente como propiedad que tiene la palabra de representar una idea, sería igual a la significación. Sin embargo, ése es sólo uno de los aspectos del valor lingüístico. El valor, tomado en su aspecto conceptual, es por otra parte un elemento de la significación. En realidad, el valor está constituido por: - Una cosa desemejante susceptible de ser trocada por otra cuyo valor está por determinar. - Por cosas similares que se pueden comparar con aquella cuyo valor está por ver.
Como la palabra forma parte de un sistema, está revestida, no sólo de una significación, sino también, y sobre todo, de un valor. Dentro de una lengua, todas las palabras que expresan ideas vecinas (es decir, todos los significados) se limitan recíprocamente, y no tienen valor propio más que por su oposición. El valor de todo término está dado por lo que lo rodea. Esto determina la más exacta característica de los signos que la de ser lo que los otros no son. En el aspecto material del signo (es decir, el significante) sucede lo mismo: lo que importa en la palabra no es el sonido por sí mismo, sino las diferencias fónicas que permiten distinguir esas palabras de todas las demás. Así, arbitrario y diferencial son dos cualidades correlativas. Y en la escritura sucede lo mismo: los signos son arbitrarios, el valor de las letras es puramente negativo y diferencial, y el medio de producción del signo es totalmente indiferente.
Las relaciones y diferencias entre diferentes términos de una lengua se despliegan en dos esferas distintas que corresponden a dos formas de nuestra actividad mental: - sintagma: dos o más unidades (palabras) consecutivas, contraídas entre sí, en virtud de su encadenamiento (ej.: re-leer, la vida humana) - paradigma: son coordinaciones que ya no se basan en la extensión, sino que forman parte del tesoro interior que constituye la lengua de cada individuo. Su sede está en el cerebro.
Con respecto a las relaciones sintagmáticas, la oración es el tipo de sintagma por excelencia. Pero ella pertenece al habla. Sin embargo, el sintagma no pertenece al habla debido a que lo propio del habla es la libertad de combinaciones, mientras que los sintagmas no son todos igualmente libre; la gran mayoría son frases hechas. Pero hay que reconocer que en el dominio del sintagma, no hay límite señalado entre el hecho de la lengua, testimonio del uso colectivo, y el hecho del habla, que depende de la libertad individual. Por otro lado, por medio de las relaciones asociativas una palabra cualquiera puede siempre evocar todo lo que sea susceptible de estarle asociado de un modo o de otro. Los términos de una familia asociativa no se presentan ni en número definido (aunque no todas las veces) ni en orden determinado (en todos los casos).
SÍNTESIS DE LENGUA Y HABLASaussure toma primero el concepto de lenguaje y lo define como un conjunto de signos articulados que permiten un cierto tipo de comunicación.El mismo va a estar constituido por la lengua y por el habla.
LENGUAEs a la vez una institución social y un sistema de valores
a. Institución social : es la parte social del lenguaje. Un contrato colectivo adquirido por aprendizajeb. Sistema de valores : constituida por un cierto número de elementos (los signos), de valores
contractuales por la sociedad para ser utilizada. No puede ser modificada por un individuo. Es una convención social.
HABLAEs un acto individual de selección y actualización.El sujeto hablante utiliza el código de la lengua para expresar su pensamiento individual: piensa.Luego por mecanismo psico-físicos exterioriza esas combinaciones: habla (emite voz) o escribe.
La lengua es a la vez producto e instrumento del habla.- No hay lengua sin habla: del habla el hombre dedujo la convención de la lengua.- Tampoco hay habla sin lengua: al niño que nace le enseñamos la lengua preestablecida para que aprenda a
expresarse. En la historia, los hechos de habla preceden a los de la lengua.
EJEMPLOS DE AMBIGÜEDADES EN LA DICOTOMÍA CÓDIGO/MENSAJE Sintagma cristalizado: “Picaflor”, para denominar al colibrí. Está compuesto por las palabras “pica” y “flor”.
Del hecho de extraer el néctar de las flores, se forma un sintagma cristalizado para denominar al animal.
Estructuras dobles: Circularidad: “Mi tío dijo ‘me tengo que ir’, mientras agarraba la campera”. Construye un mensaje dentro de
otro, ya que las palabras de un interlocutor son utilizadas en el discurso de un segundo interlocutor. Autonimia: “Murciélago tiene todas las vocales”. La palabra “murciélago” no está usada en función de su
significado, sino de su caracter de palabra. No nos referimos a que el animal realmente tiene cierta clase de letras, sino que su designación en el código, su significante, contiene cierta característa gramatical.
Shifters: “Traje este plato”, se refiere a una relación entre dos ubicaciones espaciales. Interpretamos que el emisor movió el plato desde cierto lugar hasta donde pronuncia la frase. Sin embargo, si la dijera otro interlocutor, en otro espacio, interpretaríamos otro mensaje.
APLICACIÓN DE LENGUA/HABLA DE SAUSSURE EN OTROS SISTEMASLa modaEjemplo: foto de un vestido en una revistaHay tres sistemas diferentes:
1. Descripción del vestido: escrita en una revista de modas = lengua, porque responde a un sistema de signos y reglas. (es habla sólo a nivel de la comunicación verbal).
2. Foto del vestido: comparte ambas. El vestido es parte de una Lengua de modas; la modelo que lleva el vestido es un individuo elegido: habla.
3. El vestido real: Distinguimos la lengua del habla. La Lengua vestimentaria = el vestido en sí: las piezas utilizadas y la combinación entre ellas. El Habla vestimentaria = el modo de vestirse: todo lo que la hace particular a la pieza: tamaño, uso, asociaciones libres entre piezas, etc.
Esta asociación no es igual a la del lenguaje ya que el vestido precede el modo de vestirse (y en caso del lenguaje, el habla precede a la lengua)
La alimentaciónLa lengua alimentaria está formada por:
- reglas de exclusión (tabúes)- oposiciones de unidades (ej., dulce/salado)- reglas de asociación simultánea (en el alimento) o sucesiva (menú)- protocolos (retórica alimentaria)
El habla: todas las variaciones personajes o familiares de reparación y de asociación.
La lengua alimentaria se forma con el uso creándose un valor institucional. Le falta un grupo de decisión (como en la moda): es un uso o ampliamente colectivo o de un habla individual.
El automóvil o MobiliariaAutomóvil:
- Lengua: conjunto de formas y detalles que crea prototipos.- Habla: elección relativa al precio. Es muy limitada: entre 2 o 3 modelos y algunos colores.
Mobiliaria: - Lengua: oposición de muebles con la misma función (tipos de roperos, camas, etc.) y el amoblamiento
(ubicación de muebles en el cuarto)- Habla: mínimas variaciones en una unidad (carpintería etc.) o las libertades de asociación de muebles.
Relaciones de “volumen” entre Lengua y HablaExiste una desproporción entre sus volúmenes.Ejemplo:
. Lenguaje: la Lengua es finita y el Habla infinita
. Alimentación: pasa lo mismo.
. Automóvil o Mobiliario: la Lengua es mucho mayor que el Habla (pequeña cantidad de combinaciones).
. Moda escrita: el habla es casi nula.
En los sistemas semiológicos no-lingüísticos hay tres planos, la lengua, el uso y la materia (materialidad de la lengua).Si la lengua necesita materia (y no habla), el sistema tiene un origen utilitario y no significante.
Louis HjmelmslevESQUEMA, NORMA Y USO
Esquema: “Los jugadores de River son buenísimos”, muestra concordancia en la relación sujeto-verbo. En ningún caso, se puede decir “Los jugadores de River es buenísimos”. Lo mismo pasa con la relación en sujeto-adjetivo, usados en plural o singular. Nadie con conocimiento de la lengua diría “Los jugadores de River son buenísimo”. Estas reglas del lenguaje no varían según el lugar donde se hable, sino que constituyen cuestiones básicas, inmutables.
Norma: “Abrí el refrigerador para tomar un refresco” y “Abrí la heladera para agarrar una gaseosa”. La primera frase, podría haberse dicho en España, mientras que en Argentina más comunmente utilizaríamos la segunda. Seguramente se entendería el mensaje del interlocutor, aunque no se corresponda con los términos que se utilizan en el lugar de habla.
Uso: “Me fue mal, tipo a Román”. Se utiliza una palabra, que en este caso existe, pero no con ese significado. Tiene que ver plenamente con el lugar donde se habla, probablemente no lo entienda aquel que proviene de otro lugar. No hay ninguna institución que pueda regular el uso de la lengua, y está moldeado por la utilización cotidiana.
Sistema “La Moda”. Hay un grado de subjetividad muy bajo: si está sucio, roto. Esquema: Sweaters, remeras, pantalones. Norma: Diferentes tipos de sweaters: más largo, más corto. Uso: Materialización del estilo. Cada individuo actualiza dentro de un grupo, las normas de la sociedad.
EXPRESIÓN Y CONTENIDOHjelmslev desarrolla el concepto de significado y significante de Saussure.
Plano de la expresión: vehículo material por donde se transmite el concepto (significante). Plano del contenido: concepto transmitido, idea cultural (significado).
Cada uno de estos planos, a diferencia del significado y el significante, tiene a su vez: Forma: modo particular de presentar un concepto. Cosas que sólo se estudia desde el punto de vista
lingüístico. Sustancia: concepto. No es exclusivo de la lingüística. Comparte con otras ciencias. Para analizarlo hay que
reunir criterios epistemológicos de otras ciencias. Es previa a la significación.
Cine Plano rojo Gomita de pelo
Expresión Forma Relación entre los planos, dada por la duración y el montaje
Plano de dos minutos de duración. La manera en que se trabaja el rojo durante el film
Combinación de colores
Substancia Imagen (signos gráficos, imágenes) y sonido (ruidos, música, diálogos)
Rojo como color. Pertenece al sistema de colores
Colita en si misma, tela, elástico
Contenido Forma Campos de significación social (cine de autor, género, etc.)
Comunismo. Tiene que ver con la estructura del montaje, dependiendo del próximo plano
Cultura Rastafari, Reggae
Substancia Clasificación del sentido que organiza el mundo
Significado social del rojo. Puede hacer referencia al rojo en sí, como denotación, o puede hacer referencia al comunismo, la pasión, como connotación
Sostener el pelo
DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓNConsiderada la cuarta dicotomía. El signo se funda en la relación entre el plano de la expresión y el plano del contenido.
Denotación: Sistema de significación simple P. E. + P. C. Connotación: Sistema de significación compuesto. El plano de la expresión del segundo sistema de
significación está formado por un primer sistema de significación. Está siempre formada por un sistema de denotación; por dos sistemas de significación.
Cuando el sistema de connotación se vuelve común, como el semáforo, se cristaliza y pasa a ser un sistema denotado.
Según Hjlemslev la semiótica connotativa es representada por la “superelevación” de códigos, que es producido por una significación transmitida por una significación previa. Podemos dar como ejemplo la luz roja de un semáforo. La respuesta de comportamiento del conductor no es estimulada por la señal: es significada (o transmitida imperativamente) por el hecho de que se ha comunicado un estado del tránsito previamente.
Expresión Contenido
Expresión Contenido
Rojo = peligro = detención
La semiótica es connotativa cuando el plano de la expresión está conformado por otra semiótica. Por lo tanto existe el código connotativo cuando el plano de la expresión es otro código. En nuestro ejemplo rojo denota “peligro” y connota “detención”.
La connotación se establece parasitariamente a partir de un código previo y que no se puede comunicar sin que se haya denotado el primer contenido (el conductor sabe que debe detenerse sólo cuando sepa que no circularán más vehículos por la calle perpendicular). En consecuencia, la diferencia entre denotación y connotación se debe al mecanismo convecianalizador del código. El código connotativo puede precisarse como un sub-código ya que se basa en un código-base.
Puede suponerse, a la vez, que una convención social conduzca a el conductor a pensar en un tercer sistema de contenido, en nuestro ejemplo, choque. Hay, entonces, un tercer sistema enroscado en el primero, que permite una doble connotación. Su forma es:
contenido expresión expresión contenidocontenido expresión contenido
expresión contenido
La decisión de cual de las connotaciones son de la preferencia del conductor, no incumbe a la teoría de los códigos, sino a lo que llamamos pragmática, y podrá interesar a una teoría de la producción e interpretación de los signos.
Una teoría de los códigos deberá establecer a que punto de superlevación connotativa se puede llegar.
METALENGUAJESistema de significación compuesto en el que el plano de contenido está formado por un primer sistema de significación. Se toma como objeto de lo que se va a hablar, por ejemplo, a un sistema de significación.
El modelo de la lingüística sirve para explicar todo sistema de signos. La base del signo lingüístico es un metalenguaje: sirve para analizar otros sistemas de signos, también para analizar lo sistemas de signos no-lingüísticos.
Esta es la forma de la semiótica connnotativa
Julia Kristeva
LA SEMIÓTICA CIENCIA CRÍTICA Y/O CRÍTICA DEL CIENCIA
I. La semiótica como modelado En este nuevo capítulo, Kristeva vuelve a la relación entre la semiología y la lingüística, pero esta vez
críticamente, oponiéndose a la teoría de Saussure sobre la amplitud de la semiología, que incluso abarca a la lingüística. La autora, sin embargo, refuta esta teoría diciendo que el signo sólo es accesible al conocimiento mediante la lengua. Por lo tanto la semiología es quien forma parte de la lingüística, y que se ocupa de las unidades significativas del discurso. La semiótica, por otro lado, es una producción de modelos, de sistemas formales cuya estructura es análoga a la estructura de otro sistema. En un tercer lugar, la semiótica se produciría como una axiomatización de los sistemas significativos, tomando elementos de las ciencias formales, que la lingüística podría usar para actualizarse. Los modelos realizados por la semiótica son como los modelos de las ciencias exactas, por tanto se realizan en coordenadas temporoespaciales. Por otro lado, la semiología puede ocuparse de lo que no pertenece al orden de las representaciones; de allí surge su diferencia con las ciencias exactas. Por los tanto se deduce que siempre hay implícita una teoría en los modelos de cada ciencia. La semiótica no existe sin esa teoría que la constituye; entonces compone a su vez el objeto de su estudio y el instrumento mediante el cual ese objeto será estudiado.
La semiótica se autocrítica constantemente. Es un círculo que jamás se cierra, porque su principio rechaza su final y se abre a otro discurso, a otro objeto y a otro método.
La semiótica es la ciencia de las ideologías y/o la ideología de las ciencias. A su vez tiene una particular relación con las demás ciencias, en especial con la lingüística, la matemática y la lógica, de las cuales toma sus respectivos modelos. Introduce una terminología nueva y el cambio de la ya existente. De esta manera un término matemático puede tener un significado totalmente diferente en un contexto distinto. Es así como la semiótica revela la causa del nacimiento de la ciencia en una ideología, mediante el juego de la “novedad de la no-novedad”, esa diferencia de sentido según el contexto teórico. El “significante” puede mantener marcas que remitan a su antiguo significado. Un gran ejemplo de esta teoría se da en Karl Marx, cuando cambia completamente el sentido de elementos que en la economía anterior a él: ese el caso de plusvalía entre otros. La renovación del pensamiento científico se logra mediante una renovación terminológica; la invención propiamente dicha es cuando se crea un nuevo término.
II. La semiótica y la producción Marx es quien plantea por primera vez el problema del trabajo productivo como característica principal en
la definición de un sistema semiótico. La producción se plantea como un problema y como una combinación que determina lo social, pero de ser de ese modo, -cuestiona Kristeva- la producción sería estudiada solamente desde el punto de vista de la distribución y la circulación de mercaderías, y no desde el interior de la propia producción. Lo que critica la autora es que Marx cuestiona al capitalismo por vil mercantilismo, pero analiza la producción desde el punto de vista que él mismo critica.
El alemán esboza los siguientes problemas desde el punto de vista de la comunicación (la distribución y el consumo social) , donde el trabajo es siempre un valor de uso o de cambio. Por tanto este trabajo-valor (como lo llama Kristeva) puede ser medido por la cantidad de tiempo social necesario para la producción. Esta idea de trabajo es sacada de contexto (del espacio capitalista), pero otro espacio es posible en el que el trabajo pueda ser aprehendido fuera del valor: en el lugar donde el trabajo no representa ningún valor, por lo que no tiene ningún sentido.
Más tarde Freud interpretará, en cambio, la producción como proceso, no como intercambio. Así comienza la problemática del trabajo como sistema semiótico particular.
La autora plantea que la problemática de la semiótica actual se encuentra en: seguir formalizando los sistemas semióticos desde el puntos de vista de la comunicación o abrir en el interior del problema de la comunicación aquel lugar que es la producción del sin sentido, del sentido anterior al sentido. Si se opta por esta última existen dos posibilidades: por un lado se aísla un aspecto medible y en consecuencia representable del sistema significativo estudiado como fondo, un concepto no medible (el trabajo, la producción o la huella, la diferencia); o por el otro se trata de crear una nueva “ciencia “ después de haber definido un nuevo objeto: el trabajo como práctica semiótica distinta del intercambio.
III. Semiótica y “literatura” Para la semiótica, la literatura no existe. No existe como objeto estético. Es una práctica semiótica
particular que hace más comprensible la problemática de la producción de sentido que plantea la semiótica moderna.
Todo texto literario puede ser pensado como productividad. Desde final del siglo XIX, sin embargo, existen textos modernos que se piensan como producción irreductible a la representación (como puede ser el caso del Ulises de Joyce, el cual es en su totalidad un fluir de la conciencia). Entonces, una semiótica de la producción debe tratar esos textos para alcanzar la práctica de la escritura vuelta hacia su producción en un pensamiento científico a la búsqueda de la producción. Creados a partir de esos textos modernos, los modelos semióticos así producidos, se vuelven hacia el texto social.
CONCLUSIONES Mediante un lenguaje muy complicado que parece serlo para aparentar la no repetición de conceptos; que
parece ser soberbio, la autora, Julia Kristeva, presenta un texto cuyas puntos más sobresaliente son expuestos a continuación.
La semiótica es la ciencia que estudia las significaciones en el seno de la vida social.Quien da conciencia de la lengua (que es muy endeble), es el texto. Éste esta orientado por un lado hacia la
lengua y el lenguaje de una sociedad precisas) y hacia el proceso social en el que participa como discurso. Es decir que el texto (y la lengua a su vez) está íntimamente ligado al contexto en el cual se encuentra. Lo mismo sucede cuando un término es utilizado en otra esfera de conocimiento y significa algo distinto; allí juega el contexto. Así un mismo significante puede tener diversos significados.
La característica de la semiótica es que tiene una particular relación con las demás ciencias, en especial con la matemática, la lingüística, y la lógica. Por otro lado introduce terminologías nuevas y el cambio de las ya existentes. La rareza de esta ciencia es que es un hecho tan teórico como científico. La semiótica es además una producción de modelos. Estos modelos son representaciones (al igual que en las ciencias exactas) por lo que se realizan en coordenadas especio-temporales. Mas se diferencia de aquellas ciencias, pues puede afrontar también lo que no corresponde al orden de la representación.
La semiología es la que forma parte de la lingüística y no viceversa, pues el signo solamente es accesible al conocimiento mediante la lengua.
La semiótica se autocrítica constantemente. La problemática de la semiótica actual se encuentra en: seguir formalizando los sistemas semióticos desde el puntos de vista de la comunicación o abrir en el interior del problema de la comunicación aquel lugar que es la producción del sin sentido, del sentido anterior al sentido. Si se opta por esta última existen dos posibilidades: por un lado se aísla un aspecto medible y en consecuencia representable del sistema significativo estudiado como fondo, un concepto no medible (el trabajo, la producción o la huella, la diferencia); o por el otro se trata de crear una nueva “ciencia “ después de haber definido un nuevo objeto: el trabajo como práctica semiótica distinta del intercambio.
Charles PeirceFUNCIONES LÓGICAS DEL SIGNOPeirce propone 3 funciones lógicas, sin relaciones temporales ni físicas, del SIGNO.
1- REPRESENTAMEN (SIGNO). Un signo es una cosa que se encuentra en referencia de otra ALGO2- OBJETO: a lo que representa el signo (EN LUGAR DE) OTRA COSA
a- OBJETO INMEDIATO: es el interior a la semiosis. Objeto representado por el signo mismo.
b- OBJETO DINAMICO: es el exterior a la semiosis. Objeto que arbitra la forma de determinar el signo a su Representamen.
3- INTERPRETANTE: el signo equivalente o más desarrollado en la mente. A lo que hace referencia el signo (PARA ALGUIEN QUE PODRÍA PENSAR) ESA RELACIÓN
a- INTERPRETANTE INMEDIATO: Concepto del signo en sí.b- INTERPRETANTE DINAMICO: Efecto particular en la mente del intérprete.c- INTERPRETANTE FINAL: Interpretación reciente y estable de un signo.
SEMIOSIS INFINITA/ILIMITADA: continua producción de signos. Un Representamen que representa a un objeto, ligado a un interpretante, que a su vez es un signo, etc. Ej.: VIRGEN MARIA – MARILYN.
EL INTERPRETANTEMuchas veces se confunde al interpretante con el intérprete (el mejor – o podría decirse peor- ejemplo es el
del diccionario incorporado en el programa Microsoft Word). El interpretante es, lo que garantiza la validez del signo
aún estando ausente el intérprete. Para Peirce es lo que el signo produce en el intérprete. Esto, no obstante, puede
ser también la definición del representamen y su definición. Sin embargo, que el interpretante es otra
representación referida al mismo objeto, es la hipótesis filosófica más difundida. Es decir que se produce una
semiosis ilimitada ya que para establecer el significado de un significante es necesario señalar el primer significante
que puede ser interpretado por otro significante y así sucesivamente. Este proceso es la garantía de que un sistema
semiótico puede explicarse a su mismo. Por lo tanto, según Peirce, el signo (toda cosa que realice lo que diremos a
continuación) determina su interpretante (otra cosa) a referirse a un objeto al que el mismo signo se refiere; así el
interpretante se convierte así mismo en un signo y sucesivamente por siempre.
El objeto es lo que el signo representa para la idea a la que da origen; significado, es lo que transmite;
interpretante es la idea que produce. Así puede darse cuenta de la semiosis ilimitada, ya que el interpretante es otra
representación que por serlo, tiene a su vez un interpretante, y así infinitamente. El signo final, como Eco corrige a
Peirce, es todo el campo semántico que conecta los signos entre sí.
Para el autor, el interpretante puede acoger diferentes formas: i) el significante equivalente en otro sistema
semiótico, es decir que puede hacer corresponder el diseño de una cama con la palabra /cama/; ii) el indicio directo
sobre el objeto particular; iii) una definición científica en palabras del propio sistema semiótico (/sal/ por /cloruro de
sodio/); iv) una asociación emotiva que tiene el valor de connotación fija (/perro/ por “fidelidad”); v) la traducción de
un término de un idioma a otro o su cambio por un sinónimo. Interpretante podría ser identificado con el sistema de
las denotaciones y connotaciones de un significante. Éstas conforman las representaciones de la unidad semántica
llamada “semema”.
El interpretante satisface las exigencias de la teoría de los códigos, mas esta con agota las posibilidades del
interpretante.
La significación refiere un signo a otros signos o a otras cadenas de signos. Así la semiosis se explica a sí
misma. Esa circularidad constante es la condición para la significación y permite el uso comunicativo de los signos
para referirse a cosas.
Las unidades culturales son abstracciones “materializadas” ya que la cultura traduce determinados signos
en otros, palabras en iconos, etc. Propone, entonces una cadena ininterrumpida de unidades culturales que forman
otras unidades culturales. Así, ellas se encuentras, según Eco, a nuestro alcance. Esto se debe a que, en la vida social,
estamos constantemente en contacto con esos signos. Determinados signos dan una información cultural, como
sonidos, colores, etc. Son verificables por el significante material que remiten constantemente.
Si se quiere limitar el concepto de interpretante a la teoría de los códigos, es preciso identificarlo con tres
categorías semióticas:
a) El significado de un significante, entendido como una unidad cultural comunicada por otros significados y,
en consecuencia, independiente semánticamente del primer significante. Esta definición se asemeja a la
definición de significado como sinonimia.
b) El análisis intencional que fracciona una unidad cultural en marcas semánticas y presentada como semema,
que amalgamando sus propios sentidos, puede entrar en las diversas combinaciones textuales. Esta
definición asimila al interpretante a la representación componencial de un semema.
c) Cada una de las marcas que conforman la representación componencial de un semema, por lo que la marca
semántica estará representada por otro significante y abierta a una representación componencial. Esta
definición asimila al interpretante componente semántico.
CATEGORÍASPeirce diferencia categorías dentro de cada función lógica del signo, respondiendo a un proceso tríadico.
1- PRIMERIDAD: Momento inicial del conocimiento. Sin referencia alguna. Abstracto. Responde a las cualidades del signo.
2- SEGUNDIDAD: Fenómenos existentes. El signo en existencia real y hecho bruto del mismo.3- TERCERIDAD: Enlace lógico de la primeridad y la segundidad. Responde a leyes propias del signo.
PRIMERA TRICOTOMÍARelación entre el signo consigo mismo (REPRESENTAMEN).1ridad CUALISIGNO: el signo según su cualidad.2didadSINSIGNO: presencia concreta del signo. 3ridadLEGISIGNO: norma o modelo donde el signo esta entendido.
La palabra “perro” escrito en tiza en un pizarrón
Un billete
1º Color, trazo, tamaño Numeración, color, tacto, ícono de procer2º La palabra “perro” en su totalidad El billete en su totalidad3º Animal de cuatro patas, mamífero, etc. Equivalente a cierta cantidad de oro
SEGUNDA TRICOTOMÍARelación entre el signo y su OBJETO.1ridad ÍCONO: relación de semejanza del signo con su objeto. El ícono de la palabra “frío” es la imagen que se forma en nuestra mente y que se asemeja a nuestra experiencia del frío. Pero también es un ícono un cuadro de paisaje, una fotografía, un mapa, o un diagrama.2didadÍNDICE: relación existencial del signo con su objeto. Las huellas de un caballo sobre el camino, o el pronombre “vos” para indicar la persona con la que se habla. El índice es indicativo y remite a alguna cosa para señalarla.3ridad SÍMBOLO: relación por convención con el objeto. Es un signo arbitrario, que presenta un rudimento de vínculo entre significado y significante. El símbolo de la balanza como representación de la justicia, tiene una relación impuesta por aceptación de su uso.Ejemplo de la segunda tricotomía: Una remera del Che Guevara.
TERCERA TRICOTOMÍARelación entre el signo y su INTERPRETANTE. 1ridad REMA: aquellos signos capaces de ofrecer información pero que no se interpreta que lo hagan. Interpretación posible.2didadDICENTE: Signo de existencia real. No puede ser un ícono. Es un interpretante condicionado por su existencia.3ridadARGUMENTO: aquellos que se interpretan como signos y como lo que quiere referir.
1. Signo mismo (1/1) 2. Objeto (1/2) 3. Interpretante (1/3)Cualidad/posibilidad Cualisigno Ícono RemaExistencia Sinsigno Índice DicenteLey Legisigno Símbolo Argumento
EL ARGUMENTOPeirce investigó sobre los procesos de razonamiento de la mente humana para generar conocimiento. Estudió el modo de operar las dos formas clásicas de argumentación: el deductivo y el inductivo. Ambos aparecen como “modelos” aptos para que nuestra mente acceda al conocimiento de la realidad.Lo propio de la argumentación es ordenar los términos, los conceptos y las premisas, para establecer alguna conclusión a nivel lógico. Es innegable que el conocimiento adquirido, a través de las operaciones argumentativos, ha permitido el avance de las ciencias y un mayor dominio del ser humano sobre la naturaleza. Cada vez que algún fenómeno requiere de una explicación, tratamos de aplicar alguna “regla” (categorías, modelos, teorías) con el fin de obtener mayor claridad e información acerca del mismo.Peirce analizó las características de los modelos tradicionales de la argumentación, la inducción y deducción. Luego se detuvo a estudiar más profundamente y a describir la abducción como otra forma satisfactoria de explorar la realidad y verificar la verdad de las cosas."La deducción prueba que algo debe ser, la inducción muestra que algo es realmente operativo mientras que la abducción se limita a sugerir algo que puede ser"
LA DEDUCCIÓNEl argumento deductivo, es aquel en el que las premisas garantizan la validez de la conclusión. Incluye necesariamente lo que de él se deduzca.
1. Todos los perros son animales. 2. “Sultán” es un perro. 3. Por lo tanto “Sultán” es un animal.
Peirce distingue la deducción necesaria de la deducción probable. La deducción necesaria tiene validez universal por la verdad lógica que encierra. En cambio la deducción probable depende de las variables de frecuencia o de estadística que gradúan la fuerza de verdad de las conclusiones.
LA INDUCCIÓN El argumento inductivo, es aquel que prescribe la validez de una conclusión a partir de premisas probables. Aquí el proceso semiótico es distinto del anterior, ya que se trata de verificar una serie de fenómenos para luego poder extraer de ellos, leyes o reglas más generales consideradas válidas.La inducción es una forma de inferencia a partir de un conjunto de pruebas o de experimentos. Las conclusiones a las que llegan las investigaciones de las ciencias positivas, ordinariamente se obtienen con argumentos inductivos.El rigor del argumento inductivo no es total, pero se suele dar por válido, ya que casi siempre se comprueba.
1. Los troncos cortados que están junto al bosque son de pinos.2. Los árboles de ese bosque son todos de pinos.3. En consecuencia, esos troncos provienen de ese bosque.
LA ABDUCCIÓNEl argumento abductivo, es aquel cuyo enlace entre las premisas y la conclusión es de tipo hipotético. Peirce lo considera como un método para obtener “una predicción general sin certeza positiva”, pero permite indagar las causas de un fenómeno, con la esperanza de descubrirlas mediante el uso de una hipótesis.Se postulan un tipo de posibilidades adivinatorias, en referencia a intuiciones razonables. Allí esta la validez del razonamiento abductivo. La abducción, a diferencia de la inducción, usa el mecanismo de la hipótesis para “descubrir la causa”. Se apoya sobre una “hipótesis de intuición y adivinación”.
COMPARACIÓN DE LOS MÉTODOS, PROPUESTA POR PEIRCEArgumento Deductivo
1. Todos los porotos de esta bolsa son blancos,2. Estos porotos provienen de esta bolsa3. Por tanto son blancos
Argumento Inductivo1. Estos porotos provienen de esa bolsa2. Son porotos blancos3. Probablemente todos los porotos de esa bolsa son blancos
Argumento Abductivo1. Todos los porotos de esta bolsa son blancos2. Estos porotos son blancos3. Probablemente provienen de esta bolsa
El modo novedoso y original que tuvo Peirce de entender los conceptos de deducción, inducción y abducción, constituye una “ruptura epistemológica”, debido a que propone formas argumentativas que se convalidan unas a otras, en diferentes grados combinatorios de la tríada que da unidad a todo su pensamiento.
Graciela F. ToledoEL MITO COMO LENGUAJE
El mito se construye por medio del lenguaje. Hay diferentes funciones que el lenguaje cumple dentro del mito. En función de qué entendemos como lenguaje vamos a entender lo que es el mito.
3 MODALIDADES1. EL MITO COMO DECIR DE LO ACONTECIDO EN EL ILLO TEMPORE (eterno presente o eternidad)2. EL DECIR CONSTRUYE AL MITO: mito como producto del lenguaje. 3. EL MITO ES UN METALENGUAJE: punto de vista semiológico. La autora apoya éste.
PRIMERA MODALIDAD: El mito como decir de lo acontecido en el Illo temporePlantea 2 relaciones: el decir y el illo tempore. El relato mítico tiene como objeto traducir en términos de lenguaje lo acontecido en un tiempo inmemorial.Algo que ocurrió fuera del registro del tiempo humano. Los hombres mantienen una relación con lo ocurrido en el illo tempore a través del decir. 2 momentos de la hermenéutica del signo:
el Mito Imagen: portador de sentido pero mantiene un tiempo desconocido. Tiempo del acontecer mítico: tiempo escondido. No puede ser capturado. Acontecer muy significativo que no logra ser explicado por una sola.
El Mito Especulación: la explicación se cristalizó. Tiempo agotado que no puede ser explicado. Necesita recuperar la fuerza.
[Llega un momento en que el mito se cristaliza. Luego, en otro tiempo histórico, se retoma otro mito por otra sociedad; luego se cristaliza; luego otro mito, etc… esto es el illo tempore.]
Dos interpretaciones de esta modalidad:I. RICOEUR: El acontecer mítico tuvo existencia. Analiza el decir en relación al acontecer. El tiempo histórico se lo dio el lenguaje. El decir trata de capturar una parte de la historia perdida. Las sociedades construyen su pasado por medio del decir.Doble estructura temporal: (A) tiempo mítico ≠ (B) tiempo histórico.
(A) tiene que ver con el tiempo sincrónico; eterno presente; no-tiempo. Se actualiza por un ritual (ej: la ostia hace presente el cuerpo de Jesús). Volver presente algo.
(B) tiene que ver con el tiempo diacrónico. Por medio del lenguaje se construye la historia con un pasado, presente y futuro.
Los hombres por medio del decir construyen el tiempo mítico y lo vuelven diacrónico.Por medio del ritual lo hace sincrónico.
II. MAX MÜHLEREl mito carece de existencia real. El hombre necesita crear un mito, resultado de la ambigüedad del lenguaje: uso extensivo de la metáfora, la sinonimia y la homonimia (punto vulnerable del lenguaje y posibilidad de mito). Esto es para dar explicación, justificación. Mito: producto de la ambigüedad del lenguaje.
SEGUNDA MODALIDAD: El decir construye al mitoEl lenguaje hace; construye entidades.
2 EJES:1. EL DECIR MODIFICA LO NATURAL. La palabra construye un acontecimiento del mundo natural; tiene la fuerza de modificar y de construir una entidad. Esto viene de la edad media en donde el hombre era una parte del todo: unión entre la palabra, el cuerpo y la naturaleza.Ej: muñequito que pincho y le duele a la persona a la que representa.
2. EL HOMBRE SE VE COMO MODIFICADOR DE LA NATURALEZA: cae la función de la palabra. La cosmovisión del mundo modifica la relación entre el mito y la palabra. El decir no modifica la naturaleza son que construye símbolos de lo que es: la religión, las brujas, etc. Aparece la función semántica de las palabras: el hombre organiza grandes estructuras de sentido y se convierte en la víctima de sus propias palabras: ENTIDAD SIMBÓLICA. Hoy en día conviven ≠ discursos y creencias.
TERCERA MODALIDAD: el mito como metalenguajeLa función de la semiología es la de desarticular el mito.El mito forma parte de la semiología porque su función es producir significantesLa autora dice que los mitos deben ser más justos. El metaleguaje del mito se construye de la siguiente manera:
Significante SignificadoSignificante Significado
Se elimina el significado del primer sistema de significación y se resignifica el significante.Ejemplo: PIEDRA
Pedazo de roca que…
Talismán