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REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DÉ LA ARQVEOLOGIA MONTEVIDEO, 1938-41 TOMO IX

Revista de la Sociedad "amigos de la arqueología"

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Montevideo 1938 - 41

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  • REVISTADE LA

    SOCIEDADAMIGOS D LAARQVEOLOGIA

    MONTEVIDEO, 1938-41 TOMO IX

  • SOCIEDAD"AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    FUNDADA EL 29 DE JUNIO DE 1926

    Avenida 18 de Julio 1195Montevideo.Uruguay

    PRESIDENTE HONORARIO:

    Alejandro Gallina!

    COMISIONES DIRECTIVAS

    1938-40

    Presidente Juan GiuriaVce Pte. Horacio Arredondo 'Secretario Carlos A. de Freitas

    " Juan E. -Pivel DevotoTesorero Santiago1 L. AbellaVocales Alberto Alves

    Ergasto H. CorderoSilvio S. GeranioCarlos Prez MonteroCaries Seifo

    1940-42

    Presidente Horacio ArredondoVce Ptc. Juan E. Pivel DevotoSecretario Carlos A. de Freirs' - " Carlos Prez Montero

    Tesorero Santiago L. AbellaVocales Juan GiurLa

    Rafael SchiaffinoCarlos SeijoSilvio S. GeranioAlfredo II. Campos

    COMISIONES DE REVISTA

    Jv.an GiuraErgasto H. CorderoRafael Schiaffino

    Rafael SchiaffinoJuan E. Pivel DevetoHoracio Arredondo

    Artculo 10 de los Estatutos

    Los socios, sean honorarios o activos, pueden asistir a las sesio-nes ordinarias de la Comisin Directiva y tienen derecho a participaren sus deliberaciones, pero no a votar.

    Nota: La Comisin Directiva se rene los mircoles a las 18 horas.

  • REVISTA

    DE LA

    .SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

  • REVISTADE LA

    SOCIEDADAMIGOS DE LAARQVEOLOGIA"

    MONTEVIDEO, 1938 - 1941 TOMO IX

  • APUNTES DE ARQUITECTURACOLONIAL ARGENTINA

    POR EL

    ARQ. JUAN GIURIA.

    El motivo que lia inspirado este modesto trabajo, no esotro que el de contribuir al estudio y mayor conocimiento delos muchos e interesantes modelos de arquitectura hispanaque todaVa existen en el pas hermano.

    Son bastante conocidos los hermosos monumentos de laprovincia de Crdoba, pero lo son menos las bellas casonas sal-teas, las graciosas capillas diseminadas por 'los valles jujeos,la magnfica iglesia de San Francisco en Santa Fe, el hist-rico convento de San Lorenzo y muchos otros venerables edi-ficios tanto religiosos como civiles creados -por la colo-nizacin espaola, en la Repblica Argentina.

    Para comipar estos apuntes me han sido de gran utili-dad las publicaciones de eruditos autores argentinos que nanestudiado con entusiasmo la arquitectura colonial vantado por Sebastin Gaboto en la margen derecha del Para-*n y a igual distancia de las actuales ciudades de Santa Fe y Ro-sario de Santa Fe. Aos ms tarde, en febrero de 1536, Pedro deMendoza lleva a cabo la primera fundacin de BUENOS AIRESy poco despus Juan de Ayolas, uno de sus tenientes, cons-truye al norte de Santi Spiritus, el fuerte de CORPUS CHRISTI.El mismo Pedro de Mendoza fue el fundador de la factora deBUENA ESPERANZA, tambin a no mucha distancia del estable-cimiento anterior. De todas estas intentonas, de crear pobla-ciones de carcter definitivo, no qued bien pronto ni el mas

  • 6 REVISTA DE A SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    leve rastro, pues fueron entrmente destruidas por los ind-genas.

    Con grandes dificultades deben haber tropezado los espa-oles para colonizar la Repblica Argentina, pues ja mayorade las ciudades importantes de este pas fueron fundadas dosy aun tres veces; sin embargo, en todo el siglo XVI van apare-ciendo nuevas aldeas, las que, con el transcurso del tiempo, ad-quirirn gran incremento y sern las ciudades de SAN JUAN(1562), MENDOZA (1562), SANTIAGO DEL ESTERO (1563),SANTA FE (1573), BUENOS AIRES (fundada por segunda vezen 1580), SALTA (1582), CORRIENTES (1588), SAN LUIS(1593) y JUJUY (1593).

    Durante el siglo XVII la colonizacin, que podramos lla-mar oficial, acusa, un ritmo ms lento que en el anterior y ape-nas s podemos citar las fundaciones de MORN (1600?)1, BA-.RADERO (1616), LUJAN (1630), QUILMES (1663), CATA-MARCA (1683) y TUCUM (1685). En cambio, es en estesiglo que comienzan a surgir por todas partes, pero especial-mente en la hoy Gobernacin de Misiones, numerosas y flore-cientes "reducciones" jesuticas, contndose entre las ms an-tiguas las de SAN IGNACIO MINI (1610); CONCEPCIN(1619), SANTA MARA MAYOR (1626) y SAN JAVIER (1629).Despus vendrn las de LORETO (1632), APSTOLES (1633),SANTA ANA (1638), CORPUS (1647) y MRTIRES (1698).

    En el ao siguiente, entre 1700 y 1715, son tambin losJesutas, los que inician las prsperas reducciones cordobesasde ALTA GRACIA, SANTA CATALINA, JESS MARA y CANDE-LARIA, aparte de otras, distribuidas por las actuales provinciasde Santa Fe, Jujuy, Salta y Buenos Aires. Entre las poblacio-'nes de origen no religioso, nacidas de esta poca, se encuen-tran: ROSARIO DE SANTA FE (1725), SAN NICOLS "de losarroyos" (1748), SAN PEDRO (1723 y ARRECIFES (1756).Adems hay que tener en cuenta la larga cadena de fortinesestablecidos para contener los avances de los iridios y que hoy:son las importantes ciudades de MERCEDES (1752), NAVARRO'.

  • APUNTES D ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 7

    Buenos AiresLa primera Buenos Aires, fundada por Pedro de Mendo-

    za, tuvo poca vida y sus moradores continuamente acosados.por los indios querandes, tuvieron que abandonarla en el ao1541 y trasladarse a la ciudad de Asuncin del Paraguay, re-cientemente fundada por Domingo Martnez Irala.

    De esa misma ciudad de Asuncin deba venir, casi 40^aos ms tarde, Juan de Garay para fundar nuevamente aBuenos Aires el 11 de junio de 1580 "trazando un paralel-

    ;gramo de 2416 varas de base con frente al ro y 1360 de fondoal Oeste y dividindolo en manzanas de 151 varas reparti so-lares a sus compaeros, seal el local ptra la iglesia y nombrel Cabildo como solan hacerlo los conquistadores espao-les". (1)

    Por un plano que se conserva en el Archivo General deIndias sabemos que el amanzanamiento y divisin de solaresproyectados por Juan de Garay se extenda de Norte a Sur,desde la calle Viamonte hasta la de Estados Unidos (2) y deEste a Oeste, desde las de 25 de Mayo y Balcarce hasta las deLibertad y Salta. Como se ve, se trataba de una extensin enor-me, sumamente desproporcionada para el escaso nmero defundadores, alrededor de 300, y que slo se la explica te-'niendo en cuenta que en las manzanas prximas a la "Plaza Ma-yor", moraban nicamente cuatro familias y que las alejadasfueron destinadas a una sola.

    Segn dicho plano se haban adoptado las*siguientes dis-,posiciones:

    a) La "Plaza Mayor" ocupaba el rectngulo comprendidoentre las calles Bolvar, Defensa, Rivadavia y Victoria,o sea la mitad oeste de la actual plaza "de Mayo". Fren-

    (1) Manuel Bilbao: "Buenos Aires desde su fundacin hasta nuestrosdas".

    (2) Para mayor claridad designaremos a las calles porteas con los.nombres que tienen actualmente.

  • , 8 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    . te a ella se reservaron solares para la "Iglesia mayor" y eTCabildo, los que no son otros que los que hoy ocupan la

    , Catedral y los restos del viejo Cabildo colonial... b) La otra,mitad de la plaza de Mayo o sea la que est fren-

    te a la "Casa Rosada" o Palacio de Gobierno, fue adjudi-cada al entonces "Adelantado" Don Juan' Torres d Ve-

    ; ra.y Aragn.c) Tres manzanas no muy distantes de la Plaza mayor no

    fueron subdivididas y se las destin a las rdenes religio-sas de San Francisco y Santo Domingo y al hospital ".de:San Martn". "

    d) Las manzanas, divididas en cuatro solares, llegaban has-ta las calles de Maip y Chacabuco y de all hacia elOeste cada lote representaba una entera manzana de 151varas castellanas de lado.

    - La incipiente urbe fundada por Garay permaneci casiestacionaria durante los ltimos aos del siglo XVI; por lomenos as parece demostrarlo el "recuento Trllez" de 1602que le asigna 500 habitantes. Algo ms positivos fueron Ios-progresos realizados en el siglo siguiente: otro "recuento", he-cho en 1664, hace subir a cuatro-mil el nmero de sus mora-dores y tal vez fluctuasen'alrededor de seis1 mil en las postri-meras de aquel siglo.

    En otro plano trazado a principios del siglo XVIII y que,con toda seguridad, se refiere al aspecto que deba presentarla ciudad en el siglo anterior, ya se notan las siguientes inno-vaciones: ;

    a) Frente a la manzana destinada al "Adelantado" se levan-ta un rudimentario "Fuerte", cuya construccin fueiniciada por Fernando de Zarate que fue Gobernador de-Buenos Aires entre los aos 1593 y 1595.

    b) Esta misma manzana "del Adelantado" pas a manos delos Jesutas en 1646 y .1649, debido a dos donaciones su-

    | cesivas y en ella, aquellos religiosos construyeron unamodesta capilla y un pequeo colegio. En 1661, por ra-zones de ndole militar, la Compaa de Jess1 abandonaesta propiedad obteniendo, en cambio, la manzana quecircundan las calles Alsina, Moreno, Bolvar y' Per. De-

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA )*

    bido a esta circunstancia la "Plaza de Mayo" se extien-de desde el Cabildo hasta el Fuerte.

    c) Continan figurando los conventos de San Francisco yde Santo Domingo, pero este ltimo abandona su pri-mer solar y se traslada a la manzana limitada por las ca-lles Belgrano, Venezuela, Defensa y Balcarce.

    d) El Hospital tampoco mantiene su interior ubicacin, si-no que pasa a ocupar la manzana en que se asienta la "Ca-sa de Moneda". (Defensa, Balcarce, Mjico y Chile). Eramas bien un convento de monjes betlemitas, que se dedi-can al cuidado y asistencia de enfermos.

    e) Se nota la presencia de otros dos nuevos establecimientosreligiosos, que son el Convento de la Merced, instalado enla esquina de las calles Reconquista y Cangallo (3) y la,para aquellos tiempos lejana, parroquia de San Juan "delos Indios" (4).

    Es durante el'siglo XVIII que la modesta aldea creada porJuan de Garay, adquiere carcter e importancia de ciudad. Lasfacilidades comerciales otorgadas por los monarcas de la CasaBorbn y la creacin del Virreinato del Ro de la Plata, delcual Buenos Aires era la capital, provocaron un notable au-mento de poblacin la que, en 1778 y segn un censo levantadopor el virrey Vrtiz, ya pasaba de las 24 mil almas y no bajarade 40 mil al finalizar aquel siglo.

    Analizando un plano" que data de 1774 y1 del cual presen-tamos una copia muy simplificada en la figura podemoshacer las siguientes observaciones:

    a) El "Fuerte" ya aparece con la silueta que tena en la poca,de su demolicin (18 53) y consta de un ncleo centralcuadrado y de cuatro bastiones angulares, es decir, con la

    (3) Era la misma manzana que Juan de Garay haba reservado a.los Dominicos.

    (4) Todas, o por lo menos, casi todas las iglesias destinadas a los in-dgenas convertidos, llevaban el nombre de San Juan o de San Pedro y sslas construa algo distante de la parte cntrica de las ciudades. Esta tenala misma ubicacin que la hoy lujosa iglesia de San Juan situada en el cru-ce de las calles Alsina y Piedras. '

  • 1 0 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    tpica forma "a la Vauban". Esta disposicin la adquirial ser reconstruido por los ingenieros militares Jos Ber-mdez y Domingo Petrarca, cuando fue Gobernador DonBruno Mauricio de Zabala (1717-1728).

    b) Surgen nuevas iglesias, como San Miguel, La Concepcin,Nuestra Seora de Montserrat, La Piedad, San Telmo,San Nicols de Bari (5) y el Convento de Santa Catalina.

    c) Aparecen las plazas de "La Concepcin", "de Montse-rrat" y la "Plaza nueva" (6).

    d) Empiezan a esbozarse otros espacios libres que, con eltiempo, se transformarn en las plazas "del Parque" (7)y "de Lorea" (8).

    e) En el extremo Nordeste del amanzanamiento se destacaun gran descampado que, en el futuro, ser la bellsimaplaza de San Martn.

    f) En dicho plano del ao 1774, ya las calles tienen nom-bres y, en su mayora, estn designadas con nombres desantos (9).

    g) La edificacin relativamente compacta estaba limitada,al este, por el ro y al oeste por las calles Suipacha y Ta-cuar; las de Corrientes y Mjico eran los respectivos l-mites norte y sur de este ncleo. En las restantes man-zanas, haba casas sueltas separadas por huertas, jardinesy terrenos baldos.

    - .h) Fuera del amanzanamiento hacia el Noroeste y no. muylejos de la ribera del ro, se haba instalado un conventode monjes franciscanos: o "recoletos" que construyeronla iglesia de Pilar, (10).

    (5) Estaba ubicada en el ngulo que formaban las calles de CarlosPellegrni y Corrientes. Fue demolida hace pocos aos, al efectuarse laapertura de la avenida Presidente Roque Saenz Pea.

    (6) Es el solar que actualmente ocupa el mercado "del Plata".(7) Es la plaza Lavale de hoy.(8) Qued englobada en la enorme plaza del Congreso.

    ' . (9) Se exceptuaban la "de las Torres" (Rivadavia), llamada as por-estaren su eje, los campanarios de la Catedral y la "del Cabildo" (Victoria).

    (10) De este Convento procede el nombre del actual Cementerio del"Norte a "Recoleta".

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 1 1

    No proseguiremos ocupndonos del proceso evolutivo dela ciudad de Buenos Aires, durante el siglo XIX, por creer queest fuera de nuestro plan, que es el de dedicarnos exclusivamen-te al estudio de la arquitectura perteneciente a la poca colo-nial, o sea, anterior a 1810, Con todo, agregaremos que en laprimera dcada del siglo pasado, se llevan a cabo dos importan-tes obras que son la llamada ''Recova vieja" y la Plaza de Toros.Para esta ltima se destin parte del descampado que es noy laplaza San Martn y, en cuanto a la Recova vieja ,diremos queera un doble prtico protegiendo una edificacin central, queiba de norte a sur y que divida en dos partes a la "Plaza Ma-yor" (11).

    Pasaremos ahora a describir detalladamente los principa-les monumentos coloniales de la capital argentina.

    Edificios existentes

    De todas las obras arquitectnicas que hemos ido citandoa medida que explicbamos el desarrollo de la ciudad de BuenosAires, todava quedan, casi intactas, tres de ellas que son: laCatedral y las iglesias de San Ignacio y "El Pilar". Tambinhan llegado hasta nuestros das, si bien muy desfigurados, ElCabildo y las iglesias de San Francisco, Santo Domingo, SanJuan, San Miguel, San Telmo, La Concepcin, Nuestra Seorade Montserrat, La Merced, y el Convento de Santa Catalina.

    La Catedral

    Es necesario llegar hasta el gobierno de Jos Martnez Sa-lazar (entre 1661 y 1670) para encontrar en Buenos Aires unaiglesia algo decente que pudiese oficiar de Catedral (12). Di-cha iglesia haba sido levantada gracias a los tenaces esfuerzosdel dinmico obispo Fray Cristbal de la Mancha y Velazco ya la generosidad del citado Gobernador Martnez de Salazar:

    (11) Ambas construcciones estn indicadas con puntos en el plano dela figura.

    (12) El Obispado de Buenos Aires fue creado en 1620, siendo el pr-rnier obispo, Fray Pedro de Carranza.

  • 12 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    constaba de tres naves, sus muros eran de ladrillo y la cubraun techo de tejas con armadura de madera labrada. Adems, nocareca de su correspondiente torre y de una capillita anexa yfue inaugurada en diciembre de 1671.

    "Pero la buena volunad de prelados y gobernantes no po-da suplir la falta de conocimientos arquitectnicos, y por ellotodas sus construcciones duraban poco tiempo. Una vez ms-fu necesario demoler el templo hasta sus cimientos y recomen-

    . Fig. 2. Buenos Aires. Planta de la Catedral. (Rele-vamiento del Ai q. M. f. Buschiazzo)

    zarlo, utilizando maderas que hiciera cortar el propio obispoen Corrientes y levantando nuevamente pilares y arcos. La to-rre haba sido forzoso derribarla poco tiempo antes, porqueera de adobe y un temporal le haba volado todo un lienzo depared" (13).

    Esta restauracin o, mejor dicho, esta reedificacin fuehecha en tiempos del obispo Fray Antonio de Azcona e Imber-

    (13) Mario J. Buschiazzo: "Las viejas Iglesias y Conventos de Buenos-Aires", (Pg. 4) . * .

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 1 3

    to, sucesor de Mancha (14) pero, en resumidas cuentas, no pa-rece que la nueva iglesia se diferenciara mucho de la construi-da durante el gobierno de Martnez de Salazar.

    En 1727 se le rehizo a la iglesia de Azcona, el prtico y lafachada principal y hay fundadas razones para sospechar quelos autores de sta obra hayan sido los clebres jesutas PP. Blan-qui y Prmoli- Dicha fachada ostentaba dos torres entre las cua-les se desarrollaba un prtico.

    El 23 de Mayo de 1752 se derrumba toda la iglesia exceptola fachada de Blanqui y Prmoli, pero no se demora mucho enconstruir otra catedral de grandes dimensiones que rebas enancho y altura el prtico que escap al derrumbe. Estas obrasfueron proyectadas y dirigidas por el arquitecto turins Anto-nio Masella. En 1770 fue necesario demoler y rehacer la cpulaconstruida por este tcnico.

    Era de todo punto imprescindible dotar al nuevo monu-mento de otra fachada pues la existente, aparte de su estado casiruinoso, quedaba .muy desairada. "En febrero de 1778 elev D.Manuel de Basavilbaso una peticin al Virrey Cevallos en el sen-tido de que se demoliese la vieja fachada y torres, por las razonesya indicadas de su desproporcin respecto al nuevo cuerpo deltemplo. Nombrse peritos a los Ing. Brigadieres Ricardo Ayl-mer y Jos Custodio de Sa y Fara, quienes de acuerdo con elArq. Rocha determinaron la forzosa necesidad de proceder a sudemolicin, como efectivamente se hizo" (15). Con tal moti-vo, el virrey encarg a Sa y Fara un proyecto de fachada parareemplazar la desaparecida y el arquitecto lusitano prepar unhermoso estudio que, por desgracia, nunca fue llevdo a cabo.

    Apesar de carecer de frontispicio, la iglesia fue habilitada alculto el 25 de marzo de 1791 y permaneci en esas condicioneshasta 1822 en cuyo ao se le agreg la actual fachada neo-cl-sica, trazada por el ingeniero francs Don Prspero Catelin y

    (14) El obispado de Azcona fue muy largo pues dur desde 1676 has-ta 1709.

    (15) Mario J. Buschtazzo: Obra citada, (Pgs. 6 y 7).

  • 14 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA,

    aceptada en 1821 por el Gobernador Don Martn Rodrguez ysu ministro Rivadavia (1.6).

    Como sabemos, esta fachada se reduce a un enorme prticoadintelado, dodecstilo y ms parecido al del "Palacio Borbn"o "Cmara de Diputados" de Pars que no a la iglesia de "I-aMa'deleine" de la misma ciudad, que es ms bien un temploperptero. "Por otra parte La Madelene tiene ocho columnascon un esbelto y proporcionado frontis, en tanto que nuestraCatedral tiene 12 columnas que, al carecer de base dan como re-sultado un edificio desagradablemente ancho y desproporciona-do" (17). El bajorelieve del tmpano fue ejecutado, a mediadosdel siglo pasado, por el escultor francs Dubourdieu.

    Fg. 3 . Buenos Aires.La Catedral.Fot. del Arq. M. J. Buschiazzo.

    Pasaremos ahora a dar algunos detalles respecto a la forma,y dimensiones de este notable monumento. Su. interior es detres naves pero, debido a las'capillas dispuestas entre los contra-fuertes, parecera constar de cinco y presenta una amplitud po-

    (16) El ingeniero Caten desempeaba la Jefatura del Departamento-de Ingenieros, de reciente creacin.

    (17) Mario J. Buschiazzo: Obra citada, (Pg. 8 ) .

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 1 5 -

    co comn. El ancho del edificio, contando las capillas laterales,alcanza a 42 metros pero, si se incluyen el prtico lateral oestey la capilla que sirve de panten al General San Martn, pasa de5 5. La longitud, sin tener en cuenta el prtico de fachada prin-cipal, no baja de unos 80 metros y, comprendiendo el citadoprtico y la escalinata de acceso, se acerca a los 90. Por ltimo,en la interseccin del crucero y la nave central, se levanta unacpula cuya altura interna no es inferior a los 36 metros.

    La estructura es idnica a la de las iglesias llamadas "jesu-ticas"; la nave central est abovedada en can seguido, en elque forman profundos lunetos las ventanas que iluminan direc-tamente dicha nave por sobre el techo de las laterales. Estas l-timas estn cubiertas por bvedas de arista y casquetes esfri-cos alternados y, a las capillas ubicadas entre los contrafuertes, selas ha provisto de pequeas cpulas peraltadas por un tamborcilindrico de no gran altura y que llevan en el vrtice un "ocu-lus" iluminante.

    Es indiscutible que el ambiente interno de la Catedral por-tea es muy superior, bajo el punto de vista arquitectnico, alprtico greco-romano que le sirve de fachada. Es por esa cir-cunstancia que creemos que sea nesesario proteger este templocontra todo futuro proyecto de "embellecimiento". Estamoscompletamente de acuerdo con las siguientes palabras de un dis-tinguido profesional argentino: "Desproporcionada por fuera,,pero hermosa y majestuosa por dentro, nuestra Catedral debeconservarse, cualquiera sea el destino que ulteriormente se Id, como una reliquia vinculada a todo nuestro pasado, poniendouna nota de recogimiento y uncin en medio del bullicio de lavida moderna que la rodea" (18).

    San Ignacio '

    En prrafos anteriores tuvimos ocasin de decir que, cuan-do los jesutas se establecieron en Buenos Aires, empezaron porconstruir su primer capilla delante del "Fuerte", es decir, en la.hoy plaza de Mayo, frente al terreno donde dos siglos ms tarde

    (18 ) Mario J. Buschazzo: Obra citada, (Pg. 9 ) .

  • 1 6 REVISTA D' LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA^ '

    ' . ' ' *

    se levantara el primer Teatro Coln y luego el Banco de laNacin.

    En 1661 tuvieron que abandonar esa propiedad y pasarona ocupar la manzana donde ahora se encuentra la iglesia de SanIgnacio. En un principio se contentaron con una capilla de re-ducidas dimensiones pero con el trancrso de los aos y debido.a su estado poco menos que ruinoso, fue necesario reemplazarlacon el hermoso templo actual. Este ltimo, a lo que parece, fueproyectado por el Hno. Juan Kraus, nativo d Pilsen (Bohemia)y llegado a Buenos Aires en 1699, siendo este mismo jesuta

    quien iniciara los trabajos all por el ao 1712.La construccin de la iglesia ,conjuntamente cont el cole-

    gio anexo, dur ms de veinte aos, sucedindose en la direc-cin, de las obras cinco arquitectos, jesutas todos ellos, y queson-los siguientes: el Hno. Juan Kraus, o sea el proyectista(1712-1714); el Hno. Juan Wolff (1714-1720); los Hnos.Andrs Blanqui y Juan Bautista Prmoli (1723-1730) y elHno. Pedro "Weger (1731-1733). No estamos muy seguros dola absoluta exactitud de estas fechas, pero son bastante aproxi-madas y sirven para fijar la poca en que se construy el tem-plo y colegio de los Jesutas de Buenos Aires.

    El Hno. Weger debe haber dejado casi enteramente ter-minada esta enorme masa de construccin, que cubra una su-perficie no inferior a siete mil metros cuadrados, sin incluirlos patios, pues poco ms de un ao despus de ocurrido sufallecimiento (19), fue consagrada esta bella obra arquitecto-

    .nica, segn lo comprueba un documento existente en l sacris-ta del mismo (20).

    (19) El Hno Weger falleci a consecuencia de haberse cado de un.andamio.

    (20) Dicho documento est escrito en latn y, traducido al castella-no, dice as: "Fray Jos de Palos de la Orden de San Francisco por la gra-cia de Dios y de la Sede Apostlica obispa del Paraguay y regio concilia-dor, el 7 del mes de Octubre del ao 1734 consagr la iglesia y el altar ma-yor en honor del santo padre Ignacio de Loyola y las reliquias de los S.S.mrtires Honorato, Juvendi, Crescencia y Columba, incluso las reliquiasque estn colocadas en la piedra ara del altar mayor. A todos y cada uno delos fieles que visitaren la iglesia en el aniversario de la consagracin conce-d cuarenta das de indulgencia y en la fiesta de la consagracin debe de ce-

  • Fig. 4. Buenos Aires. -Planta de la iglesia de San Ig-nacio. (Relevamiento del Arq.

    Mario J. Buschiazzo) .

    . IGLESIA EJE SAH IGNACIO. SatxlOn I r u u m x i l

    Fig. S. Buenos Aires. Iglesia de SanIgnacio. Seccin Transversal. (Rele-

    vamiento del Arq. Mario J. Buschiazzo)

  • 1 8 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    San Ignacio consta de tres naves y, lo mismo que la Ca-tedral, tiene la bveda central cubierta con un can seguido ylas laterales con bvedas de arista y ''vidas" o casquetes esfri-cos; slo que estas ltimas no estn alternadas, como puede com-probarse en la planta de la figura 4. La seccin transversalya es muy distinta a la de la Metropolitana portea, pues lasnaves laterales son de dos pisos y casi tan elevadas como la prin-cipal, aparentando la iglesia, estar cubierta por un techo nico.(Fig. 5) (21). Esta disposicin impide iluminar directa-

    mente la nave central y de ah que el ambiente interno fuesealgo oscuro a no intervenir la luz que proporcionan los venta-nales de la cpula del crucero; esta cpula es de planta cua-drada, con pechinas y est peraltada por un tambor que, in-teriormente es cilindrico pero que, visto de fuera, aparenta sercbico.

    Ahora dedicaremos alguncte prrafos al aspecto -externo:,de esta iglesia. La fachada actual consta de un motivo centralmuy barroco, encuadrado entre dos elevados campanarios deneas muy tranquilas, casi clsicas. En el primero aparecen ele-mentos de desenfrenado barroquismo, como el violento escor-zo de los mensuiones que flanquean la puerta axial y las lneasmovidas del pin de coronamiento, que hacen recordar las-creaciones de los arquitectos flamencos y alemanes. No es dif-cil que esta fachada de marcado sabor germnico, apesar delas modificaciones que experiment en dos siglos de existencia,. conserve an, muchas de las lneas generales que presentaba

    lebrarse el da aniversario, a saber, el da 7 de Octubre de acuerdo a las fa-cultades concedidas por m y por la santa romana iglesia.

    "En fe de lo cual mand que se expidieran las presantes, letras f'rimdas,.selladas y refrendadas por nuestro secretario".

    "Dada en la ciudad de la Santsima Trinidad de Buenos Aires, da oc-tavo de Octubre dl ao 1734. Fray Jos, obispo del Paraguay.

    Por mandato del limo, y Rev. seor obispo Fray Jos Cazn, secreta-rio". (Enrique Udaondo, Resea Histrca d:l Templo de San Ignacio).

    (21) Esta disposicin es parecida a la de la Catedral de Montevideo,,habiendo tambin gran semejanza en las plantas de ambos monumentos.

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTNA 1 9 '

    la compuesta por el Hno. Kraus al preparar su proyecto, m-xime si se tiene en cuenta el pas de origen de este religioso.

    Naturalmente que en los dos aos que estuvo al frente delos trabajos, slo podr haber ejecutado las fundaciones y parte-de los muros hasta cierta altura, pero es muy probable que su$sucesores hayan respetado cuidadosamente sus planos y dibu-jos. Por otra parte el Hno. Wolff, su sucesor directo, era mshbil ebanista que arquitecto (22) y el ltimo director de lasobras de San Ignacio, el,Hno. Weger, ya encontr el edificiomuy adelantado para poder modificar fundamentalmente laslneas de fachada.

    De manera, que slo queda la duda de que el imafrontede San Ignacio pudiese ser atribuido a los Hnos. Banqui y Pr-moli, que tanta participacin tuvieron en la construccin deesta iglesia, pero no parece ser esta la opinin del arquitectoBuschiazzo que ha estudiado a fondo el proceso constructivoesta iglesia, a juzgar por los siguientes prrafos: "Mas me in-clino a atribuir ambas obras (23) al arquitecto alemn (Kraus)que no a Blanqui y Prmoli, puesto que todas las construccio-nes de estos que conocemos son, si bien ms clsicas, muy sim-ples y pesadas; no aparecen nunca esas audaces combinacionesde arcos y pequeas cpulas qu vemos en la escalera del coroporteo (24), o la violenta distorsin de los entablamentos dela magnfica iglesia cordobesa" (25). (26). Son tanto ms

    (22) Revista del Instituto Histrico y Geogrfico del Uruguay: To-mo VII, Ao 1930, pg. 252. "El Ro de la Plata visto por viajeros alema-nes del siglo XVIII, segn cartas traducidas por Juan Miihn, S. / . " (Cartadel Hno Miguel Herr al R. P. Provincial Francisco Molinder. Esta cartaparece haber sido escrita entre 1724 y 172S.)

    (23) Se refiere a San Ignacio de Buenos Aires y 3 la iglesia de la "re-duccin" d Santa Catalina. (Crdoba).

    (24) Se refiere a la escalera que conduce al coro de la iglesia que esta-mos describiendo.

    (25) La iglesia de la "reduccin" jesutica de Santa Catalina.

    (26) Mario J. Buschiazzo: "La construccin del Colegio e Iglesia deSan Ignacio de Buenos Aires". (Trabajo publicado en el nmero 324 de larevista "Estudios"; Buenos Aires, 1 de Julio de 1938).

  • 20 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    verosmiles las sugestiones del Arq. Buschiazzo, si se tiene encuenta que, a principios del siglo XVIII, el arte barroco estabaen todo su apogeo en los pases germnicos, mientras que en

    Fig. 6. Buenos Aires. Fachada de la iglesiade San Ignacio. (Fotografa del autor)

    muchas regiones italianas ya se notaba una fuerte reaccin an-ti-barroca y en favor.de las lneas clasicistas (27). De ahi que

    (27) Dos ejemplos tpicos que comprueban lo dicho existen en Roma.Uno es la famosa fu:nte t-de Trevi", construida por Nicols Salvi en 1698y el otro es la no m?ncs clebre fachada que Alejandro Galile agreg, ha-ca 1730, a la iglesia de Sari Juan de Letrn. Ambas obras, especialmente laprimera? acusan el ms puro clasicismo.

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 2 1

    la muy barroca fachada de esta iglesia, haya que atribuirla msbien al arquitecto alemn Kraus que no a los italianos Blanquy Prmoli (28).

    Contiguo a la iglesia de San Ignacio y ocupando casi laentera manzana que limitan las calles Bolvar, Per, Alsina yMoreno, habia un grandioso bloque de edificacin que com-prenda: el COLEGIO, cuyo vasto y hermoso claustro de dospisos deba producir un gran efecto, la ESCUELA, la PROCU-RADORA DE MISIONES y LA RESIDENCIA.

    En la esquina de las calles Bolvar y Moreno, un vasto "si-tio" que tendra unos dos mil quinientos metros cuadrados desuperficie (alrededor de 50rn00 x 50mO0), estaba destinado ahuerto.

    Por desgracia, la mayor parte de estas dependencias handesaparecido y apenas s hoy puede verse solamente un ala delclaustro, adosada a la fachada sur del templo. Esta amplia gale-ra de bvedas por arista, apoyadas sobre recios pilares, da unaplida idea de lo que sera aquella admirable masa de nobles in-muebles, que tanto deba contrastar con el pobre casero delBuenos Aires de principios del siglo XVIII. Pese a las dificulta-des creadas por los escasos y rudimentarios medios de transpor-te terrestre, por la lentitud de las comunicaciones martimasy hasta por la carencia casi absoluta de obreros idneos, losmonjes arquitectos consiguieron, a fuerza ele inquebrantableperseverancia, llevar a cabo una obra gigantesca, que, s estu-viera intacta, sera un motivo de legtimo orgullo para el Bue-nos Aires contemporneo.

    "Poco es lo que queda del inmenso conjunto de construc-ciones levantadas a costa de tantas fatigas. Basndome en al-gunos planos de los archivos de la Direccin General de Arqui-tectura y Obras Sanitarias de la Nacin, otro facilitado gentil-mene por el doctor Nielsen y, por limo, relevando paciente-mente lo que an queda en pie, he podido reconstruir la tota-

    (28) Durante ms de un siglo, San Ignacio tuvo una sola torre, hasta,que, a mediados del siglo pasado, el arquitecto Don Felipe Ssnillosa le agre-g otra, enteramente igual a la ya existente.

  • "22 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE .LA ARQUEOLOGA,

    lidad de las edificaciones de la clebre manzana, tal como debiencontrarse a mediados del siglo XVL La parte del COLEGIO,propiamente dicha, desapareci no hace muchos aos para darlugar al moderno Colegio Nacional Buenos Aires; las seccionesque ocuparon la Procuradora de Misiones y la Residencia han

    ! Fig. 7. Buenos Aires. Iglesia de SanIgnacio. Portal de la calle Alsina.

    (Fct. del autor)

    sido tan modificadas que es bien difcil reconocer la distribu-cin general que tuvieron; y finalmente, lo que debi ser Es-cuela se demoli para construir en su lugar el Aula Magna dela Facultad de Ciencias Exactas" (29).

    (29) Mario J. Buschiazzo: Estudio citado en la revista "Estudios".Pg. 553).

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONtAL ARGENTINA 23

    La figura 7 se refiere a la bella puerta de fachada late-ral de la calle Alsina, la que ha sido'inteligentemente restaura-

    ba en estos ltimos aos y conserva todava intacto su carcterprimitivo y arcaico.

    1 Pilar

    En 1716, el rey de Espaa Felipe V, dio su real autoriza-cin para que los "recoletos" (30) erigiesen, en Buenos Aires,un convento con una iglesia anexa, pero con la base de que laCorona no contribuira ni con un maraved a ambas fiinda-ciones.

    Con todo, los buenos franciscanos encontraron generososprotectores en Sud Amrica; el capitn de corazas Don Fer-nando Miguel de Valdz Incln y su seora esposa Doa Gre-goria de Herrera Hurtado, les hicieron "donacin del terreno ypor su parte, el rico comerciante Don Juan Narbona contri-buy con veinte mil pesos para iniciar las obras. En estas, tu-vieron eficaz intervencin los clebres jesutas PP. Blanqui yPrmoli, pero no se sabe a ciencia cierta quin fue de los dos,el que dio las trazas.

    Esta bella iglesia consta de una sola nave de impecablesproporciones, abovedada en can seguido y con robustsimospilares interiores que han sido utilizados para disponer profun-das capillas laterales; adems, es de bside cuadrada, tiene trestramos en la nave y dos en el presbiterio y, entre este ltimo yla nave, se ha dispuesto un tramo cuadrado cubierto por unacpula chata y sin tambor.

    Llama la atencin el doble porche que existe en la fachadaprincipal. En un principio no hubo ms porche que e internopero, habindoselo transformado en dos capillas para ubicar enuna de ellas un "altar de reliquias", donado por Carlos III, seimpuso la construccin del porche exterior, que es algo mspequeo que e primero.

    (30) Los "recoletos" forman una orden franciscana reformada.

  • 24 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    La fachada principal, de sobria elegancia y de carcterbastante neo-clsico, lleva adosada una sola y airosa torre re-matada por un cupuln en forma de campana y recubierto dbrillantes azulejos.

    En el costado opuesto existe "una espadaa coronada porun originalsimo reloj, cuya esfera es una enorme bola de co-bre" (31).

    Las ventanas de esta iglesia estuvieron en un principio,.guarnecidas por piedras traslcidas en lugar de vidrios o cris-tales; dichas piedras desaparecieron con el tiempo y fueron sus-tituidas por vidrios comunes. En estos limbs aos, cuando serestaur afondo y con mucho tino este antiguo templo, losventanales fueron provistos nuevamente de piedras idnticas alas que exisan en la poca colonial, originarias de la provinciade Mendoza, de tono opalino y que proyectan una suave y agra-dable claridad dentro de la nave. " .

    Nuestra Seora del Pilar es un verdadero museo que guar-da numerosas y excelentes obras artsticas y. algunas de ellas son.indiscutiblemente de gran vala. El retablo mayor ostenta unmagnfico frontal de plata, trado del Cuzco y el ya citado 'al-tar de las reliquias "contiene numerosas imgenes trabajadas encera y huesos de santos guardados en pequeas urnas y relica-rios" (32). Adems hay varios otros altares, de cedro y de muybuena factura americana y en el antiguo coro,se conserva un.valioso rgano y varias viejas sillas, tambin de cedro. Estas l-timas, si bien no son comparables a las de otros coros america-nos, con todo, no carecen de mritos, por lo menos, histricols.

    Pero la obra de talla ms valiosa que posee la Baslica del Pi-lar ,(33), es la imagen de San Pedro de Alcntara la que, contoda probabilidad, parece haber sido esculpida nada menos que

    (31) Mario J. Buschiazzo: "Las Viejas Iglesias y Conventos de Buenos:Aires".. (Pg. 12).

    (32) Enrique Udaondo: "Sntesis histrica del Templo de Nuestra Se-ora del Pitar". (Pg. 3).

    (33) Por decreto del Sumo Pontfice Po XI fue elevada a la catego-ra de Baslica.

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 25

    por Alonso Cano, eximio escultor espaol del siglo XVII (34).Segn la tradicin esta estatua es un obsequio hecho a los "reco-letos" por el rey de Espaa, Carlos III, en 1783 y no de otramanera puede explicarse la presencia, en Amrica, de tan mag-

    Fig. 8. Buenos Aires. Iglesia delPilar. (Fot. del autor) .

    nfica obra de imaginera. "Al restaurarse el templo se habilital costado derecho del mismo una pequea capilla, donde se ve-nera la imagen de San Pedro; la ubicacin no puede ser ms fe-

    (34) Alonso Cano (1601 - 1667) es un verdadero Miguel ngel espa-ol. Demostr ser un arquitecto de talento construyendo, en su ciudad deorigen, la hermosa iglesia de "La Magdalena" y agregando a la Catedral dela misma, su bella y original sima fechada principal. Sus numerosas pntu-

  • 26 REVISTA.DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA,

    liz, pues al. propio tiempo que permite apreciar perfectamentetan. estupenda obra de arte, forma marco adecuado a la misma,con su techo bajo, como sabemos fue la celda del santo y conlos muros encalados sobre los cuales resalta la flacura, del ascetaque no' pareca sino hecho de races de rboles, segn lo' describiSanta Teresa de Jess. Esta capilla debi ser probablemente laprimera iglesuca de los Recoletos, antes de iniciarse el temploactual, pues en la escritura de donacin del terreno, fechada a22 de setiembre de 1716, ya se habla de una capilla con cuatroceldas y sus oficinas necesarias para la dicha fundacin y habi-tan en ella algunos religiosos recoletos descalzos. Contra el murode esta primitiva capilla vino a adosarse el templo actual, con-tinundose luego los claustros y las obras conventuales, en direc-cin al este como hoy se ven". (35).

    Para terminar con el Pilar, diremos que fue inaugurada el12 de octubre de 1732 "bajo la advocacin de Nuestra Seoradel Pilar y de San Pedro de Alcntara, siendo obispo de Bue-nos Aires el Ilustrsimo Fray Juan de Arregui, porteo; y go-bernador de estas Provincias, el ilustre mariscal de campo, DonBruno Mauricio de Zabala" (36).

    San Francisco

    En la expedicin de Pedro de Mendoza figuraban frailesfranciscanos, pero ignoramos que suerte habrn corrido ni sillegaron a fundar ningn establecimiento. En 1580, Juan deGaray les destin la manazna que rodean las calles Defensa, Al-sina, Moreno y Balcrce y probablemente los monjes de SanFrancisco, iniciaron all una "reduccin" o "misin" enteramen-

    ras distribuidas en distintos museos de Espaa (Madrid, Sevilla y Granada)y Alemania (Berln y Dresde) lo proclaman un pintor de primer orden.Por ltimo, es umversalmente conocida su formidable actuacin como es-

    . cultor.(3 5) Mario J. Buschiazzo: "Las Viejas Iglesias. . . etc." (Pg. 12).(36) Enrique Udaondo: "Sntesis histrica del Templo de Nuestra Ser

    ora del Pilar". (Pgs. 2 y 3).

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 27

    te semejante a las que, algunos aos ms tarde, crearon, los je-sutas en numerosas regiones sud-americanas. Sea como sea, fuela fundacin religiosa ms antigua de la ciudad y se la llamaba"de las Once mi! Vrgenes".

    Alguna edificacin ya habra en 1587 pero, es casi segu-ro que la citada "reduccin" no seria otra cosa que una agru-pacin de ranchos, semejante a la que contemporneamente ocu-paba una parte del solar de la Catedral. La primera! capilla concarcter definitivo fue erigida donde actualmente est la pe-quea iglesia de San Roque o "de la Orden Tercera"; talvezfuese de estructura un poco ms cuidada que la de las restan-tes construcciones y "sbese que no era mucho ms capaz quela actual capilla y que estaba techada con madera de palma yteja antigua, segn consta en las Actas de dicha Orden. Estaprimera iglesia, iniciada en 1602, sirvi al culto hasta 1754, aoen que se inaugur el templo actual, pasando entonces aquellaa ser capilla de San Roque" (37).

    Las obras del templo de San Francisco, hoy existente, nodeben haber sido iniciadas antes de 1726; segn el P. Alegre lofueron en 1730 y segn Quesada en 1731, habiendo sido autorde los planos el P. Blanqui a quien secund eficazmente el legofray Vicente Muoz (38).

    Esta hermosa iglesia es de una sola nave, pero de dimensio-nes respetables; su longitud alcanza a unos 90 metros y !a cu-bre una atrevida bveda en can seguido de ms de 12 metrosde luz; la iluminan numerosas ventanas colocadas a gran altu-ra y que originan fuertes lunetos en aquella bveda. Lo mismoque algunas otras iglesias porteas, San Francisco est precedi-da por una pequea plaza angular de aspecto muy atrayente yen uno de cuyos costados se levanta la ya citada capilla de SanRoque.

    A fines de 1807 se desplomaron fachada y torres ocasio-nando graves perjuicios y grietas en el resto del edificio. En

    (37) Mario J. Buschiazzo: "Las Viejas Iglesias. . . etc." (Pg. 13).(38) La actuacin de Fray Muoz, que era un experto alarife, parece

    Jiaber sido la de un sobrestante o director de obras.

  • 28 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    vista de lo ocurrido, el virrey Liniers hizo reconocer el monu-mento por una comisin de peritos, presidida por el Coman-dante del Real Cuerpo de Ingenieros Don Jos Santiago PrezBrito y, entre otras medidas, se dispuso la demolicin de la c-pula sustituyndola por otra ms baja y luego se aconsej lla-mar el arquitecto Don Toms Toribio que, a la sazn, estaba,en Montevideo.

    Con el objeto de aminorar los empujes de la amplsima b-veda de can, Toribio hizo ligar los arranques de la misma congruesos tirantes y anclajes de hierro los que subsistieron hastahace pocos aos; adems proyect una nueva fachada que me-reci la aprobacin del Virrey en 6 de diciembre de 1807. Di-cha fachada no fue construida sino algunos aos ms tarde,encargndose de su ejecucin el maestro Don Francisco Cae-te (39).

    En 1834, el ingeniero Don Santos Sartorio (40) hizo agre-gar otra serie de tirantes similares a los de Toribio, as comotambin mand retirar gran cantidad de escombros deposita-dos sobre el rion de la cpula, con lo cual consigui aligerarnotablemente a esta. '

    Sin embargo, en 1901 y a pesar de las precauciones toma-das por Toribio y Sartorio, fue necesario demoler la cpulafranciscana y reemplazarla por otra construida bajo la direc-cin de los ingenieros Benoit, Ayerza y Morales.

    En una hermosa acuarela, ejecutada en 1834, por el Ing..Don Carlos Pellegrini, aparece San Francisco con la correcta ysimptica fachada neo-clsica de Toribio y Caete, terminadaen 1815. La capilla de San Roque conservaba en aquel enton-ces su ingenua fachada barroca en la que se destacaban un gra-cioso frontn ondulado y las sencillas pilastras que abarcabanlos dos pisos de aberturas.

    El Convento anexo al templo, fue planeado por el Capi-tn de navio Don Jos de Echevarra y las obras fueron dirig-

    (39) Es el mismo que construy la histrica pirmide de Mayo en eLao 1813.

    (40) Ms tarde fue el tcnico del dictador Juan Manuel de Rozas.

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 29

    das por el lego fray Vicente Muoz el que, como ya dijimos,tambin tuvo activa intervencin en las obras de la iglesia. Elprimer claustro data de 1757 y la escalera principal fue termi-nada en 1763, habindose introducido algunas innovaciones enel proyecto de Echevarra.

    El arquitecto Jos Custodio de Sa y Fara, probableproyectista de la Catedral de Montevideo, prepar las trazasde un vasto cenobio que comprenda 72 celdas y una capillapero, de este grandioso proyecto slo se pudo construir unas 40celdas y la capilla.

    Santo Domingo

    Juan de Garay haba reservado para los Dominicos la man-zana limitada por las ^calles Cangallo, Sarmiento, Reconquistay 25 de Mayo; sin embargo, en 1603, aquellos monjes ya esta-ban establecidos en su solar actual e ignoramos los motivos queexistieron para ese cambio de ubicacin.

    Lo mismo que las otras iglesias porteas del tiempo de lacolonia, Santo Domingo, en un principio fue una modesta "re-duccin" de indios, las que siempre estaban compuestas por dosgrupos de ranchos; uno de estos grupos lo componan la capi-lla, los dormitorios de los religiosos, la sala capitular, la biblio-teca, el refectorio y dems dependencias. El otro grupo, llama-do "La Ranchera", estaba destinado a albergue de indios con-versos; la ranchera del primitivo convento de Santo Domin-go ocupaba la esquina de las calles de Venezuela y Balcarce.

    Es algo incierta la fecha en que dio comienzo a la cons-truccin de la iglesia actual. Hay quien afirma que fue cons-truida entre 1751 y 1779 y no falta quien haga retroceder es-tas fechas en varios aos, asegurando que el proceso construc-tivo de Santo Domingo se desarroll entre 1734 y 1750.

    Se trata de un monumento de gran importancia, puesconsta de tres naves, crucero y cpula, con nave central above-dada en can seguido, iluminada directamente por ventanasde no grandes dimensiones. Las naves laterales son de un solopiso y estn cubiertas con bvedas por arista y casquetes esfri-

  • 3 0 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA*

    eos alternados; en una palabra, la estructura netamente "jesu-tica".

    Un cuadro del pintor ingls Vidal, nos indica el as-pecto que presentaba esta interesante iglesia de los comienzosdel siglo XIX. Aparece ya completa, si bien con una sola torre,fachada muy sobria y modesta en la que slo se destacan, sobreel desnudo paramento unas simples pilastras de poco saliente ysin base ni capitel y los vanos lisos y sin chambranas de las

    '. Fig. 9. Buenos Aires. La iglesia de San Francisco en 1834.(De una acuarela del Lng. C. E. Pellegrini)

    grandes puertas de acceso y reducidas ventanas que iluminanel coro. Una graciosa cornisa ondulada corona a este frontis-picio el cual, si bien no llama la atencin por su riqueza deco-rativa, asimismo no se puede negar que est bien proporciona-do y que no carece de cierta distincin arquitectnica. A mo-do de zcalo se destaca una baja blanca, de gran altura, que tai-vez fuese una mano de blanqueo provisoria, pues esta faja noexiste en una acuarela que el lng. Don Carlos Pellegrini hizoen elao 1836.

    L torre' occidental fue construida en 1856 y en la deleste tstn incrustadas unap pequeas esferas de madera que

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 3 1

    reemplazan a los autnticos proyectiles disparados, el 5 de juliode 1807 por los caones del "Fuerte", para desalojar a los solda-dos ingleses que se haban acantonado en ella.

    A principios de este siglo se llevaron a cabo grandes refor-mas en esta iglesia, cuyo aspecto ya es1 muy distinto al que pre-senta en los cuadros de Vidal y de Pellegrini. El interior no hasido posible modificarlo fundamentalmente y no acusa grandesdiferencias con el de pocas anteriores. Naturalmente que hasido muy decorado y enriquecido, pero las lneas generales de laestructura no han cambiado mucho.

    Los Dominicos fueron expulsados de. la Repblica Argen-tina por Rivadavia y en su convento se estableci un Museo deHistoria Natural, dirigido por el sabio botnico italiano PabloFerrari. No dur mucho, sin embargo, el alejamiento de aque-llos religiosos pues, en 183 5 y durante el gobierno de Juan Ma-nuel de .Rozas, se restaur la Orden Dominica.

    Para terminar agregaremos que se ignora a ciencia cierta,quien o quienes intervinieron en la preparacin de planos y di-reccin de obras de esta vieja iglesia; con todo ,hay presuncio-nes de que su arquitecto haya sido el mismo que construy lacpula de la Catedral; o sea, el turins Antonio Masella y comomaestro de obras se sindica al alarife Francisco Alvarez.

    Otras iglesias

    Quedan otras varias iglesias porteas, muy ricamente or-namentadas y de gran importancia, cuya construccin, se re-monta a la poca hispana. Las hay de una y de tres naves y en-tre las primeras podemos citar, La Merced, San Miguel, SanJuan y la del Convento "de las Catalinas"; todas ellas constande una sola nave cubierta con una bveda en can seguido,presentan profundas capillas laterales y acusan un esbozo decrucero con su correspondiente cpula. En La Merced, estacpula sobresale de los techos por estar apoyada sobre un ele-vado tambor cilindrico pero, en las restantes, se trata de sim-ples casquetes esfricos no acusados exteriormente y que que-

  • 32 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    dan ocultos por las cubiertas. La Merced fue construida contrazas del P. Blanqui entre los aos 1727 y 1743.

    Pocos datos hemos obtenido respecto a San Miguel, perosabemos que en el sitio que hoy ocupa dicha iglesia, a mediadosdel siglo XVIII, hubo una pequea capilla que perteneca a laHermandad de Caridad (41) y las noticias ms verosmilespermiten suponer que e! bello templo de hoy debe haber sidolevantado entre los aos 1782 y 1788.

    Ya tuvimos oportunidad de decir que la iglesia de SanJuan es de muy vieja fundacin y que, en sus comienzos, fueun simple oratorio de indios. En la segunda mitad del sigloXVII amenazaba ruina y se la reconstruy enteramente. Es enesta iglesia y al costado derecho del altar mayor, que estn se-pultados los restos del virrey Don Pedro de Mel y Portugal,fundador de la ciudad uruguaya que lleva su nombre.

    El Convento "de las Catalinas" no siempre estuvo instala-do en su solar actual, calle San Martn esquina Viamonte, sino que el primer establecimiento de dicha orden fue iniciadopor el Dr. Dionisio de Torres Briceo, en la esquina de las callesDefensa y Mjico "haciendo cruz" con el edificio ocupado porla Casa de Moneda. A lo que parece se trataba de una slida cons-truccin cuyas trazas fueron proporcionadas por el ya tantas ve-ces citado P. Blanqui, "con su templo sumamente alargado y conentrada por un costado, caracterstica muy frecuente en lasiglesias americanas de monjas de las cuales es el mejor ejemploSanta Rosa de Viterbo en Quertaro" (42). Por razones quesera ocioso explicar aqu, pareci ms conveniente trasladarel cenobio a su ubicacin actual, siendo el P. Prmoli el proyec-tista y director de las nuevas obras, las que hacia 1745 debanestar lo suficientemente adelantadas como para poder inaugu-

    (41) La Hermandad de Caridad fue fundada por el Licenciado y Pres-btero Juan Alonso Gonzales en ocasin de una mortfera^epdemia que aso-l a Buenos Aires durante los aos 1727 y 1728; el principar cometido deaquella Corporacin era el de enterrar los pobres de solemnidad, los ajusti-ciados y muchos otros que moran violentamente.

    (42) Mario J. Buschiazzo: "Las Viejas Iglesias... etc. (Pg. 19).

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 33

    rar el nuevo Convento de las Catalinas el 25 de Diciembre dedicho ao.

    Entre las iglesias de tres naves, las que pueden ser inclui-das en este estudio son las de San Telmo, Nuestra Seora de-Montserrat y Nuestra Seora de la Concepcin. El origen de laprimera est unido a una leyenda que puede ser muy verosmil:un marino, en medio de una deshecha tempestad y a punto dezozobrar su navio, hizo voto de construir una capilla dedica-da a San Temo, si escapaba con vida de aquel terrible trance.Parece que la oferta no fue hecha en vano, pues el atribuladonavegante lleg sano y salvo a Buenos Aires y, una vez en estaciudad, se dirigi a las autoridades eclesisticas exponindoles eldeseo de no dejar sin cumplimiento el voto que haba hecho.

    Ya en aquella poca (43) exista, donde ahora se levantala lujosa iglesia de San Telmo, una "ranchera" de indios mi-sioneros con una capilla incompleta y que distaba mucho deestar en condiciones de ser habilitada. El entonces obispo deBuenos Aires aconsej al marino que contribuyese con su dona-cin a terminar aquella capilla.

    No creemos que la iglesia actual sea la capilla construida aexpensas del piadoso hombre de mar. Por capilla se entiendeuna construccin de no grandes dimensiones y de una sola nave(44); en cambio, el San Telmo de hoy es un templo de tres na-ves, de respetables dimensiones y cuya construccin esmerada yhecha a todo costo debe, sin duda alguna, haber exigido con-siderables desembolsos. Por lo tanto no es aventurado suponerque la capilla o ermita terminada por el marino, haya sido re-emplazada por la suntuosa iglesia que hoy ostenta su imponen-te fachada sobre la calle Humberto I.

    No hay certeza absoluta respecto a la poca en que se ini-"nici la construccin de la definitiva iglesia de San Telmo pero,con toda seguridad, debe haber sido antes de 1740, si se acep-

    (43) Es probable que se trate de los primeros aos.del siglo XVIII.(44) Es cierto que no faltan ejemplos de capillas de tres naves, pero

    son muy poco frecuentes.

  • 34 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    ta que sus trazas son debidas al Pl. Blanqui (45) lo que, porotra parte, parece ser muy verosmil. "Anexo al templo se en-cuentra el Colegio sumamente deteriorado y transformado porhaberse destinado a Crcel Correccional de Mujeres y Iuegoruna interesantsima capillita con cpula, invisible desde la ca-lle, que debi ser seguramente la casa de Ejercicios de los jesu-tas" (46).

    San Telmo no siempre se llam as, sino que en sus co-mienzos fue conocida con el nombre de iglesia "de Beln" y deella, as como del Colegio anexo, dependa la "reduccin de lasHurfanas" o "del arroyo de las Vacas", existente en el Uru-guay y no muy lejos de la ciudad de Carmelo. (Departamentode Colonia) (47) .

    Nuestra Seora de Montserrat acusa una estructura bas-tante original o, por lo menos, distinta a la de la mayora de las-iglesias ya descriptas, con su nave central cubierta con bvedaspor arista y las laterales con casquetes esfricos muy chatos ycuyo trasds es en forma de terraza, lo que permite iluminarampliamente a la 'primera. Su planta tambin contiene un de-talle que ya lo hemos notado en la baslica del Pilar, es decir, un.doLle porche adosado a su fachada principal.

    El nombre que lleva, parece haberle sido impuesto porsu fundador, Don Juan Sierra, subdito cataln y muy devotode la Virgen de Montserrat, tan venerada en Catalua. En lostiempos del coloniaje fue una iglesia de suburbios y el barrio enque estaba ubicada era habitado por mucha gente de origenafricano. A este barrio se lo llamaba "del tambor o del candom-be", a causa de las numerosas sociedades de negros que haba ense barrio y que celebraban ruidosas fiestas y bailes cuya msi-ca constituanla principalmente esos tambores llamados can-

    (45) El P. Blanqui falleci en 1740.(46) Mario J. Buschiazzo: "Las Viejas Iglesias... etc." (Pg. 18).(47 Es ms que probable que uno de los arquitectos que intervinie-

    ron en la construccin, de la capilla "de las Hermanas", haya sido el mismo"de la iglesia de San Telmo, o sea el P. Blanqui quien, junto con su colega elP. Primoli, tuvo a su cargo el proyecto y direccin de las obras.

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 35

    dombes que hasta no hace muchos aos atronaban en los corsosde carnaval. Hago notar de paso que la Virgen de Montserrat-es tambin de color" (48).

    En el mismo sitio que hoy ocupa la Iglesia "de la Concep-cin" exista, desde 1730 ms o menos, la primera capillita queposey la ya citada "Hermandad de Caridad". Por considerarlamuy alejado del centro urbano de entonces, fue que aquellaCongregacin construy otra en el mismo lugar en que hoy se le-vanta la lujosa iglesia de San Miguel, de la cual ya nos hemosocupado en pginas anteriores. Segn todas las probabilidades,,la primera de estas capillas subsisti hasta 1769 ao en que se lademoli para construir "en su lugar el actual templo en mate-rial que desde esa fecha fue elevado a la categora de Parroquia"(49), (50). :

    San Telmo, Nuestra Seora de Montserrat y "La Concep-cin", aparte de sus tres naves, tienen crucero y airosa cpulaperaltada por un tambor cilindrico; sus fachadas principales es-tn encuadradas entre dos elevadas torres y, a pesar de que hansufrido algunas alteraciones, no perdieron su primitiva gran-diosidad. Debido a los azulejos que recubren cpulas y rematesde campanarios se desprende de estas fachadas una suave impre-sin de arcasmo.

    El Cabildo

    Sabemos que Juan de Garay, al trazar la segunda ciudad deBuenos Aires, reserv en el ngulo de las calles Bolvar y Vic-toria un vasto solar destinado a la sede del gobierno municipalde la ciudad o "Cabildo" (51). Probablemente el citado solar

    (48) A. Taullard: "Nuestro antiguo Buenos Aires". (Pg. 211).(49) A. Taullard: "Nuestro antiguo Buenos Aires". (Pg. 212) .(50) Esta iglesia est situada en la esquina de las calles Tacuar e

    Independencia.(51) El Cabildo desempeaba en las ciudades de la Amrica hispana el

    mismo papel que el Ayuntamiento en las de la Metrpoli y no era otra cosaque "una corporacin municipal, con funciones sociales y polticas. Sus

  • 36 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    estuvo desocupado durante mucho tiempo y recin en 1608 selevantaron, en l, algunas rudimentarias construcciones desti-nadas a las oficinas de aquella Institucin. As describe un au-tor este primer edificio: "Pobre, baja, oscura, techada de tejapor unos 'tejeros venidos del Brasil, con un mezquino corredor,aquella casa primitiva se compona apenas de una sala de reunio-nes, un cuarto que serva de prisin y al lado, pared por medio,dos pequeas piezas para alquilar" (52).

    Debi construirse muy mal la primera "Casa capitular"portea cuando, ya en 1619, los cabildantes debieron reunirse enlas "Cajas Reales" (53) y, si bien se le hicieron algunas repara-

    miembros se denominaban regidores; los alcaldes ds primero y segundo vo-to, a cuyo cargo estaba a administracin de justicia de menor cuanta, for-maban parte integrante de l.

    "Para ser miembro del Cabildo se requera la condicin de ser vecino,y se preferan para 'ocupar estos puestos los descendientes de los conquista-dores. Los cargos eran gratuitos y su aceptacin, bajo fianza de buen cum-plimiento, era obligatoria. Adscriptos al Cabildo, existan tambin el alfrezreal, que llevaba el estandarte, representativo de la autoridad real n lasfiestas pblicas; el procurador general, que propona reformas, atenda lasnecesidades y actuaba siempre en defensa de la Institucin; el mayordomo,que corra con las ceremonias del culto y las fiestas; el escribano pblico,que daba f en las actas de resoluciones del Cabildo; luego el oficial de jus-ticia, el cuidador de crcel, el sargento mayor de la ciudad, el juez de me-nores, el defensor de naturales y el-alguacil mayor.-Todos los intereses, pues,.tenan su autoridad o su representante legal en el Cabildo".

    "Los" Cabildos desempeaban funciones de polica, de administracin deabasto, de justicia, interviniendo siempre en los pleitos y querellas como lohara un buen padre de familia. Todos los vecinos podan dirigirse al Ca-bildo, para formular quejas o solicitudes. Distribua solares, daba permisopara vaqueras y saca de grasa y sebo, atenda las fiestas pblicas, regimen-taba las procesiones; opona valla a los avances de la autoridad eclesistica;daba permiso de edificacin, inspeccionaba las pulperas, para conocer elprecio de venta y calidad de mercaderas a venderse; fijaba el precio dela carne^ yerbad tabaco'y otros gneros; defenda a los pobres de los excesosde los ricos," y obligaba" a stos a entregar, en caso de necesidad, el exceso decosechas y productos que tuvieran; para el 'bien comn". (Ricardo Levene.Historia Argentina. Tomo I Pgs. 220 a 223).

    (52) A. Taullard: OBra citada, (Pag. 67).(53) Estaban ubicadas dentro del recinto del "Fuerte".

  • Fig. 10. Buneos Aires, El antige Cabildo. (Ao 1829)(De una acuarela de C. E. Pellegrini)

  • 38 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    ciones, al fin y a la postre hubo necesidad de desalojarla defini-tivamente hacia 1632. Durante casi un siglo qued abandonad.!aquella ruinosa construccin hasta que, en 1724, el ingenieroDon Domingo Petrarca pudo dar comienzo a un nuevo Cabildoplaneado ya desde el ac 1719 por el arquitecto jesuta P. Pr-moli.

    Hasta 1727 se ejecutaron obras por valor de 27.000 pesos(54) y en 1740 pudo ser inaugurada la obra de Prmoii y Pe-trarca (55). Asimismo no deba estar del todo terminada pues,en el ao 1744, se solicitaba al rey de Espaa que concediese ala ciudad de Buenos Aires, "el exceso sobre el dos por ciento dealcabalas terrestres que se mand cobrar por Cdulas de 25 deAgosto de 1743 y que exista en las Cajas reales, con destino aJas obras de las Casas de Cabildo y Crcel de la Ciudad" (56).

    Este monumento civil era un hermoso inmueble de dos pi-;sos cuya planta afectaba la forma de una U, con su fachadaprincipal porticada sobre la "Plaza Mayor" y teniendo adems.amplios prticos en su patio intericr y frente a las tres alas deconstrucciones. La fachada principal presentaba arqueras en losdos pisos, en nmero de once y todas de medio punto. En 1763se agreg en el eje de esta fachada una elegante torre en la cualse coloc "un reloj regulador que haba sido comprado en Espa-a por Don Juan Snchez de la Vega, por cuenta y orden delAyuntamiento, quien desde Cdiz lo remiti cuidadosamenteembalado a esta (Buenos Aires) en la fragata Nuestra Seora del Carmen" (57).

    (54) Informe de los "Oficiales Reales" al rey de Espaa, de fecha.28 de mayo de 1727. (Recopilacin de Documentos y planos relativos alperodo edihcio colonial de Buenos Aires, por el doctor Enrique B. Pea.

    'Tomo II).(55) Petrarca no solamente estuvo al frente de los trabajos, sino que

    tambin agreg un piso ms al edificio proyectado por el P. Primoli, elcual constaba slo de planta baja.

    (S6) Memorial de D. Domingo de Marcoleta, secretario de S. M. y..apoderado de la ciudad de Buenos Aires, fechado en 30 de octubre de 1744.(En la citada "Recopilacin" del Doctor Enrique B. Pea. Tomo II).

    (57) A. Taullard: Obra citada, (Pg. 68).

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 39

    En una acuarela del ingeniero Carlos Pellegrini aparece es-te edificio, tal como era en 18 3 0 y no se puede negar que su as-peto externo era sumamente simptico debido al doble prtico,al histrico balcn corrido soportado por mnsulas de hierro ycon baranda del mismo metal y a la ingenua torre central queremedaba los tradicionales "beffrois" de los ayuntamientos me-dievales.

    Asi permaneci el monumento creado por Prmoli hasta1880, ao en que el arquitecto francs Sr. Benoit peralt la to-rre y modific fundamentalmente la arquitectura de la facha-da; esta ltima perdi todo su agradable sabor colonial y encuanto a la torre, como se le haban agregado dos pisos ms, los.pilares que la soportaban no pudieron resistir semejante aumen-to de carga y fue necesario demolerla algunos aos despus. Elreloj del ao 1764 ya haba sido trasladado, en 1861, a una delas torres de la iglesia de Balvanera sustituyndoselo por otro queactualmente est colocado en el campanario septentrional de lade San Ignacio.

    En 1891 lo perjudic seriamente la apertura de la Avenidade Mayo, que provoc la desaparicin de tres arqueras del alaizquierda y otro tanto ocurri en 1931 al crearse la AvenidaPresidente Roca, que absorbi otras tres simtricamente coloca-das con relacin a las primeras.

    Es indiscutible que el Cabildo porteo, menos afortunadoque el montevideano, ha sufrido gravsimas mutilaciones noquedando en pie sino una mnima parte de su masa de otrostiempos y todava, por aadidura, lo poco que lleg hasta nues-tros das est completamente desfigurado. Sin embargo, as ytodo, sus restos son de un valor histrico incalculable y bienmerecen ser conservados religiosamente. En la actualidad se estnllevando a cabo importantes obras de restauracin en este edifi-cio y juzgamos muy acertada la idea de devolverle su aspecto an-cestral, lo ms fielmente que sea posible, mxime teniendo encuenta que de el existe una documentacin considerable. Hubie-ra sido un verdadero sacrilegio borrar hasta el recuerdo del ve-nerable Cabildo donde se gest la trascendental Revolucin deMayo, que deba tener como corolario la independencia de granj>arte de la Amrica hispana.

  • 40 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    Edificios DesaparecidosEl Fuerte

    Al fundarse por segunda vez la ciudad de Buenos Aires, losespaoles de Juan de Garay, recordando lo ocurrido durante laprimera fundacin de Pedro de Mendoza y conociendo la belico-sidad de los indgenas que poblaban los alrededores de la nacienteurbe, establecieron una slida empalizada que pudiera servir deproteccin en caso de alguna posible agresin de los naturalesdel pas recin conquistado.

    Esta empalizada dur bastante tiempo hasta que, en 159)%.Fernando de Zarate sustituy la valla de puntiagudos maderospor un grueso terrapln rodeado de un foso, obligando, este l-timo, a disponer un puente levadizo para unir el rudimentario-reducto con-la "Plaza Mayor".

    En el siglo XVII sufre importantes transformaciones laobra de Fernando de Zarate. Hernando Arias de Saavedra, du-rante su segundo perodo de gobierno (58) mejora sensiblemen-te sus condiciones ofensivas y defensivas, pero fue Jos Martnde Salazar (59) quien lo modific y casi lo reconstruy comple-tamente entre los aos 1666 y 1670. Se.le agregaron cuatro ba-luartes, uno en cada ngulo, (60), se reforzaron las cor-tinas que los unan y dentro del recinto se construyeron espa-ciosos locales destinados a la Contadura Real ("Cajas Reales"),salas de tropa y oficiales, enfermera, alojamiento de presos, ta-Ueres de herrera y carpintera, panadera, etc., etc. Adems, losbaluartes fueron artillados con numerosas bocas de fuego.

    Da una idea de la importancia de estas obras, el hecho deque ellas hayan exigido un desembolso avaluado en ms de 54.000pesos, suma considerable para la poca, mxime si se tiene en;.

    (5 8) Hernando Arias de Saavedra, criollo nacido en Asuncin, fueGobernador del Ro de la Plata en dos ocasiones: la primera de 1597 a 1599y la segunda entre los aos 1602 y 1616.

    (59) Jos Martnez Salazar gobern a Buenos Aires desde el ao 1660hasta el de 1670.

    (60) Probablemente, el "fuerte" de Fernando de Zarate careca dbastiones y se reduca a un simple recinto cuadrado.

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 4 1

    cuenta que Salazar hizo gran economa de mano de obra nha-ciendo que los soldados del Pressidio los das que no estn ni en-tran de Guardia Trauagen Tres oras, por la -maana, y Tres a laTarde en los Terraplenos. . ." (61).

    En los comienzos del siglo XVIII. ya fuese porque se con-siderase insuficiente la obra de Salazar o porque el estado de con-servacin de aquel reducto fuese poco satisfactorio, como loasegura una carta dirigida al rey por el Gobernador Don Ma-nuel de Velasco y Tejada, en julio de 1710, el hecho es que sepens en reconstruirlo por segunda vez. Ya en 1701, el Inge-niero militar Don Jos Bermdez haba proyectado una nuevafortaleza, pero este proyecto no debe haber sido nunca llevadoa la prctica, por cuanto en el plano de aquel tcnico apareceuna fortificacin de silueta poligonal y en cambio el limo"fuerte" de Buenos Aires afectaba una forma casi cuadrada.

    Del mismo Bermdez hay otro plano trazado en 1709(62), en el cual, junto con la ciudad de Buenos Aires, figura elfuerte de Salazar con las ampliaciones propuestas por l, resul-tando una forma ms verosmil que la del proyecto de 1701.

    Probablemente fue durante el gobierno de Don, BrunoMauricio de Zabala, que se inici la construccin del "tercerfuerte" porteo y no sera difcil que al principio estuviesenlas obras, a* cargo del citado ingeniero Bermdez, pero es indis-cutible que tuvo considerable intervencin, en ellas, el tambiningeniero, Don Domingo Petrarca pues existe un plano firma-do por este ltimo, en el cual se indican los trabajos ejecutadosdesde la venida de Zabala y los que aun quedaban por hacer.Por otra parte, este plano coincide casi exactamente con elconfeccionado por Bermdez en 1709. (63).

    Comprueba la presencia de Petrarca en las construcciones

    (61) Infome del Gobernador Martnez de Salazar dirigido a la Coro-na de Espaa el 3 de diciembre de 1667. (Ver "Documentos y planos,etc., recopilados por el Doctor Enrique B. Pea y publicados por la Mu-nicipalidad de Buenos Aires en el ao 1910". Tomo I, Pg, 30).

    (62) Recopilacin citada del Doctor Enrique B. Pea (Tomo I, Pg. 297).(63) Recopilacin citada del Doctor Enrique B. Pea (Tomo I, Pg. 336).

  • 42 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA*

    militares del puerto de Buenos Aires, una carta dirigida porZabala al rey. Felipe V, en la que solicitaba un aumento de suel-do para dicho tcnico, dado que este tena a su cargo, apartede las obras del fuerte de aquella ciudad, las fortificaciones quese estaban ejecutando en la naciente poblacin de Montevideo(64).

    No se conoce exactamente la poca en que fue terminadoel "Fuerte" pero, segn los datos ms verosmiles, su inaugura-cin debe haber tenido lugar entre 1724 y 1725 (65). Afecta-ba la forma de un cuadrado, algo irregular, con baluartes an-gulares siendo, los que estaban dirigidos hacia el ro, mucho msimportantes que los que miraban a la ciudad; esta circunstan-

    (64) De la lectura de dicha carta se desprende claramente que Petrar-ca dirigi, por !o menos, una parte considerable de los trabajos; en ella Za-bala dice al rey: "El capitn Don Domingo Petrarca vino en mi compaade orden de Vuestra Magestad por Yngeniero de esta Plaza, desde qu lle-g a ella continuado con suma aplicazin en la obra de este Fuerte ejecutan-do diferentes viaxes la otra Vanda de este Rio reconocer los puestos1, ydesde el mes de Henero de este ao se halla en Montevideo con la dirczinde las fortificaciones que se construien en aquel paraje . . ."

    Ms adelante el fundador de Montevideo solicita que se le mejore elsueldo a su abnegado colaborador "por ser el vnico en su profesin y mere-cedor'por su zelo, y suficiencia de que la piedad de Vuestra Magestad leconceda el alivio de aumentarle su sueldo ygualmente con el de los Capita-nes de Ynfantera de este Pressdio . .". (Carta de fecha 19 de diciembrede 1724 que figura en la citada Obra del Dr. Enrique B. Pea, Tomo I,Pg. 339).

    (65) Probablemente slo estaran terminados el recinto amurallado yalgunas de las construcciones englobadas en el mismo. Con toda seguridadlas obras del "Fuerte'* duraron muchos aos ms, pues en notas fechadas eni- de junio de 1727 y 2 de diciembre de 1729 y dirigidas por los OficialesReales de Buenos Aires a Felipe V, se solicitaban crditos para levantar unnuevo edificio destinado a "Cajas Reales" debido a que el antiguo, cons-truido en tiempos de Salazar, amenazaba total ruina. Dichos pedidos debenhaber sido resueltos favorablemente a juzgar por el contenido de otra notade fecha 9 de diciembre de 1743, en la cual otros "Oficiales Reales" sequejan dla descuidada ejecucin de "Esta Casa en que est el Thesoro yCaja Real de V. M. y en que dizen que en su construccin se gastaran-muchos pesos. - . " (Obra citada del Dr. Enrique B. Pea. Tomo I, Pg. 3 55).

  • at t t 2 DE tuno

    F i g . 11. Buenos Aires. El Fuerte y la Plaza Mayor a principiosdel siglc XIX.

    1) Cabildo.- 2) Seminario.- 3) Casa "de D u v a l " - 4) Altos de U n *, ^ S) Catedral. 6) Pirmide de Mayo. 7)' Recova Vieja. 8)} Re-

    cova nueva. 9) El Fuerte.

  • 4 4 v REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA*

    cia tena por objeto concentrar el fuego del mayor nmero depiezas que fuese posible contra alguna probable flota enemiga.

    Ignoramos a ciencia cierta sus dimensiones pero, por loque se puede sacar en limpio examinando algunos planos de laprimera mitad del siglo XVIII, no es aventurado afirmar quedeba ocupar una superficie considerable que talvez no bajarade unos 15.000 metros cuadrados y que sus muros tendran undesarrollo no inferior a 500 metros. Como vemos este monu-mento guerrero era algo mayor que nuestra antigua "Ciudade-la" y prximamente igual a la fortaleza de Santa Teresa, Todala manipostera era exclusivamente de ladrillo.

    Dentro de los muros y rodeando a la "plaza de armas" es-taban incluidas las mismas dependencias que ya existan en elfuerte de Salazar, si bien la mayor parte tuvieron que ser recons-truidas; ellas eran: la "Contadura Real" o "'Cajas Reales",Aduana, Casa del Gobernador, etc., aparte de cuadras para,la tropa, alojamiento de oficiales y sargentos, cocinas, depsitos,.enfermera, calabozos, etc.

    En 1827, durante la presidencia de Rivadavia, se supri-mieron el foso y el puente levadizo; este ltimo fue reempla-zado por una portada monumental en forma de arco del triun-fo, con un gran vano central de medio punto y cuya silueta omasa de conjunto recordaba algo las de las "Puertas" "de SanDionisio" y "de San Martn" de Pars y aun mismo, haciendoabstraccin de la diferencia de tamao, con la del clebre "Ar-co de la Estrella" de la misma ciudad (66)

    (66) Parecera que la Administracin de Rivadavia hubiera provocado-una cierta corriente neo-clsica do la cual ya tenemos claros indicias en la: fa-chada de la Catedral y que ahora encontramos aqu en la portada del "Fuerte".Aos ms tarde se reconstruir la iglesia del Socorro con una estructura en-teramente semejante a la de uno de los vestbulos del Museo del Louvre,el de la calle de Rivoli, construido par los arquitectos Percier y Fontane-en el ms puro estilo neo-clasicista. No ha faltado quien afirme que el pro-yecto de fachada para la Catedral portea fue llevado, desde Pars a Bueno*

    -Aires, por Rivadavia. Es ms que probable que esto no sea cierto, pero no--rera difcil que el eminente estadista haya pedido al Ing. Catelin que pro-yectase un prtico parecido a los que l haba visto en la Cmara de Dipu

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 45

    En 18 53 fueron demolidos el recinto de murallas y los ba-luartes conservndose solamente el "arco de triunfo" o prticode entrada construido por Rivadavia y una parte de las cons-trucciones interiores las que, una vez reparadas conveniente-mente, continuaron siendo utilizadas como "Casa de Gobierno".

    . Esta "Casa de Gobierno" sufri dos grandes incendios enlos meses de Junio y Julio de 1867 que le ocasionaron perjuicios

    de mucha importancia, los que fueron reparados durante la ad-ministracin del presidente Sarmiento (1868-1874). Se mejo-r su aspecto exterior, enjardinando los espacios libres que ha-ba a su alrededor, rodendola de una verja y rehacindose en-teramente revestimiento de sus fachadas, al cual se le dio untono ligeramente rosado y de ah el nombre de "Casa Rosada"con que se la conoci hasta su completa demolicin qu tuvolugar en 1882, durante la primera presidencia del general Roca.En el sito que ella ocupaba se levant el Palacio de Gobiernoactual, (67).

    tados, "La Madeleine", La Bolsa, El Panten y otros monumentos de la ca-pital francesa; por lo tanto, talvez no nos equivoquemos al insinuar que Ri-vadavia haya influido en el gusto arquitectnico de su poca.

    (67) Aparte "Fuerte", Buenos Aires contaba con otro reductoubicado en la boca del Riachuelo y del cual nos da una idea la "relacin"dirigida por Martnez Salazar a la reina de Espaa, en 22 d julio de 1669 yen la que figura una "tassacin del Reducto ds campaa nombrado San.Juan Baptista que se Hico en la boca del Riachuelo". . - "Consta dichofuente'de quatro medios baluartes con cientto y cinquenta pies de frenttepor lado con su banqueta parapetto y escarpe a la campaa de cinqutentapies de largo y su fosso de quarenta pies de ancho con su cuneta o refosseseen medio. . ." (Obra citada "del Dr. Enrique B. Pea. Tomo I, Pg. 87,).

    Durante varios aos se proyect construir otra importante fortifica-cin en un paraje que los documentos de la poca designan con el nombre

    .de "San Sebastin" y que, sin gran temor de equivocarnos, lo podramosubicar en las inmediaciones del actual Parque de Palermo. Los motivos in-vocados para llevar a cabo esta nuevo obra defensiva eran: "Que por el Rio-de la Plata arriua, hacia la derecha vanda del Norte de la Ciudad ay grannmero de surgidores por donde pueden con lanchas y vareos hechar genteen.Tierra los Portugueses, sin ser sentidos de la ciudad y acercarse ella

  • 46 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    La Aduana

    Ignoramos la ubicacin de la primera Aduana de BuenosAires colonial,- si bien sospechamos que entre los numerosos lo-cales encerrados dentro del "Fuerte" habra algunos dedicadosa las oficinas aduaneras los que talvez no estuviesen muy dis-

    Fig. 12. Buencs Aires. La Aduanavieja en el ao 1891. (Fot. Roverano) .

    de noche, lo qual se impide con e fuerte de San Sebastin". (Obra citadadel Dr. Enrique Pea." Tomo I Pg. 21 5).

    Este proyecto tuvo un principio de ejecucin en el ao 1682 pero, en1686 se suspendieron. los trabajos. No debemos olvidar que en 1680, los lu-sitanos se haban establecido en Colonia o sea frente a Buenos Aires y, porlo tanto, no eran pueriles los temores manifestados por los que propiciaban-la construccin del fuerte "de San Sebastin".

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 47

    tantes de las "Cajas Reales". Sin embargo, a fines del' sigloXVIII exista, en la calle Belgrano, entre la de Balcarce y elPaseo Coln una hermosa casona destinada a "Aduana".

    Dicho edificio, de grandes dimensiones y con amplias sa-las cubiertas con techo de tejas, haba sido construido en 1782y ocupado sucesivamente por las familias de Basavilbaso y deAzcunaga. Sobre la calle Belgrano tena su fachada ms im-portante, en cuyo eje campeaba una monumental portada delms puro estilo barroco colonial, con amplsima puerta escar-zana flanqueada por pilastras y coronada por un elevado fron-tn de curvas caprichosas y muy movidas del cual se destaca-ban tres elevados pinculos en forma de jarrones. Lo mismoque en todo edificio barroco espaol, nicamente la portadacentral acusaba gran derroche de decoracin siendo el resto dela fachada muy sobrio y desnudo y slo se distinguan sobre elblanqueado paramento, grandes ventanas con simples cham-branas lisas y provistas de slidas rejas de hierro.

    Hasta 1858 estuvo dedicada a Aduana esta interesantemansin de otros tiempos (68) y, a la cual, un autor tilda de"el ms hermoso de los edificios de la arquitectura civil por-tea" (69). Todava permaneci en pie largos aos hasta quefue demolida en 1891.

    La Plaza de Toros

    Desde muy antiguo, hubo en Buenos Aires decidida afi-cin por la tauromaquia y hay quien afirma que la primera co-

    (68) En 18 5 5, una vez arrasados los muros del "Fuerte" se constru-y entre lo que quedaba de este ltimo y las orillas del ro un espaciosoedificio destinado a "Aduana nueva" y cuya planta presentaba la particu-laridad de ser semi-circular. Esta "Aduana nueva" dur hasta 1890, en cu-yo ao, la iniciacin de las obras del Puerto Madero determin su desapa-ricin.

    (69) Martin S. Noel: "Contribucin a la Historia de la ArquitecturaHispanoamericana", Pg. 137).

  • 48 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA

    rrida de toros fue celebrada en la "Plaza Mayor" y en el dade San Martn del ao 1609 (70).

    Durante ms de un siglo y medio continu oficiando de"plaza de toros" la Plaza Mayor y, para tener una idea de co-mo se la adaptaba a ese uso, transcribimos lo que dice un eru-dito historiador respecto a unas grandiosas corridas que tuvie^ron lugar en noviembre de 1760, con motivo de la jura del reyCarlos III.

    "La construccin de la plaza se sac a remate y obtuvo lacontrata Juan Silva, por la suma de 900 pesos. Se dispuso unespacio cuadrado de 60 varas ms 6 menos, por frente, entreel edificio del Cabildo y una imitacin del mismo, con alego-ras, que se haba levantado con motivo de la jura, en el lado dela Fortaleza o de la Mariquita (71), como se deca entonces.En los cuatro lados se plant la barrera y detrs de ella los pal-cos y andamios (72) para la concurrencia. En los altos del Ca-bildo tomaron asiento las autoridades civiles militares y eclesis-icas; frente a la Catedral se hicieron palcos para las familias,en la acera de los Trucos o del Sur, denominada despus VeredaAncha (73); se pusieron andamios para el pueblo, lo mismoque en el costado dicho de la Mariquita, donde se cedieron! a lostelogos del colegio, a los gramticos de l clase mayor y a losestudiantes de San Francisco, cuatro varas de frente gratis acada grupo estudiantil".

    "Los cuatro frentes de la plaza estaban embanderados conprofusin. . . En este arreglo se destacaba la Casa del Cabildo,con cortinados en las arcadas superiores, dosel en el balcn delcentro tapices pendientes de rejas y parapetos, con un lucidocoronamiento de banderas" (74).

    (70) San Martn, cuyo fiesta se celebra el 11 di noviembre, es el pa-trono de la opulenta capital argentina.

    (71) Se refiere al "Fuerte" llamado tambin Mariquita por el vulgo.(72) En este caso, andamios es sinnimo de gradas.(73) Se trata de la acera Sur de la hoy Plaza de Mayo o sea la de

    la calle Victoria entre las de Defensa y Bolvar. No tena prticos en aque-lla poca y era tan ancha como actualmente,

    . (74) Jos Antonio Pillado "Buenos Aires colonial". (Pgs. 257 y 258).

  • APUNTES DE ARQUITECTURA COLONIAL ARGENTINA 4>

    De esta pintoresca descripcin sacamos en consecuenciaque, en el Buenos Aires de antao, suceda lo mismo que ocu-r/re actualmente en1 algunas ciudades espaolas de poca impor-tancia y que carecen de plaza de toros; en estas ciudades, lascorridas se celebran tambin en la plaza principal, la que seadapta al efecto por medi de barreras, ubicndose el pblico-en los balcones de las casas aledaas a la plaza o circundandolas barreras.

    Hacia 1790 se crey conveniente suprimir los espectcu-los taurinos en la Plaza Mayor y entonces se construy un cir-co estable y definitivo en la "Plaza de Montserrat" (75). Noera de forma circular pues lo impeda la poca anchura del te-rreno disponible y su constructor, el carpintero RaymundoMarino, le dio una forma rectangular teniendo exeriormente11.0 varas de longuitud por 70 de ancho, al paso que la pista oarena tendra alrededor de 90 por 50. En esta plaza se habanprevisto palcos para los altos funcionarios y familias pudientesy numerosos "andamios" (unos 50) para el pblico en general;-de estos andamios los haba "de sol" y "de sombra", segn laubicacin y la hora celebrarse el espectculo. Oficiaba de to-ril la calle "del Pecado" (76).

    Este circo, cuya capacidad sera como para unos 2.000 es-pectadores, fue inaugurado el 26 de agosto de 1793. Sin embar-go parece que las corridas oficiales continuaron celebrndoseen la Plaza Mayor y que, en la de Montserrat, slo tenan lugarnovilladas para divertir a la gente de modesta condicin.

    Debido a las continuas quejas de los vecinos de la plaza**del tambor" o "del candombe" (77), la plaza de toros cons-truida por el carpintero Marino fue demolida en 1800 y en-tonces se pens levantar otra en un paraje ms alejado del cen-tro de la ciudad, eligindose para ello el terreno baldo, situadoal final de las calles Maip y Esmeralda o sea donde actualmen-

    (75) Hoy plaza Moreno.

    (76) Coincida con la actual calle Aroma.

    (77) Ya dijimos que este era uno de los nombres con que se desig-naba entonces a la plaza de Montserrat.

  • 50 REVISTA DE/ I.A SOCIEDAD AMJGOS^.DEILA. ARQUEOLOGA

    te se' encuentra la hermosa plaza d San- Martn, y conocido*en aquella poca con lf nombr de "El'Retir" (78)'.

    El nuevo circo, proyectado y construido en- 1801 bajo la.

    ^ i . . . . . .

    Fig. 13,. Buenos Aires,. Ubicacin de la Plazad Toros. Construida en "el' ao 1801.

    direccin del Capitn, de Ingenieros Don Martn Boneo, pre-sentaba la1 forma de" un prisma de base octogonal con murosexteriores d manipostera de ladrill (79)7 los que encerraban.

    (78) Se llamaba "El Retiro" una. casa-quinta existente all,, desde el.siglo XVII y cuyo primer propietario fue el Maestre He.- Campo y. Goberna-dor d Buenos Aires" Don Agustn d Robles. se nombre se generaliz' mscarde a los alrededores.

    (79) A ttulo de curiosidad diremos que tambin era de planta octo-gonal la Plaza de Toros que ss construy en) Montevideo, a fines del siglaXVIII, mucho ms modesta que la portea y que ocupaba la manzana querodean las calles Washington, Sarand Maciel y Guaran. Probablemente, conla forma- octogonal era- ms fcil, la ejecucin de los muros d ma.-nposte-ra que con la circular.

  • APUK.TES..,.,I>E, ARQUITECTURA. COLONIAL. , ARGENTINA 5L

    una gradera de madera de forma circular "y una ancha gale-ra que rodeaba los palcos y gradas en los altos. Cuatro' puertasdaban acceso al pblico, si bien no podemos decir con seguri-dad a que lado se abran. . . Suponemos que su entrada princi-pal estaba del lado de ciudad en direccin a la calle del empe-drado, hoy Florida, que en 1800 estaba pavimentada hasta all"(80).

    Ya' dijimos que exteriormente afectaba una forma pris-mtica' y, segn un' dibujo hecho en 1*820' por el pintor inglsVidal, en: todo su' permetro se notaba una amplia faja blanca-de, gran altura, ms de la mitad de la total, a modo de z-calo y sobre esta haba otra de tono rojizo que probablementerio era otra cosa que la manipostera de ladrillo desprovista derevoque. En esa' faja bermeja figura una fila de ventanas cuyaforma no es fcil de definir pero que indudablemente no eran"ojivales" como pretenden algunos autores; ms bien parecen:haber sido adinteladas o escarazanas (81).

    En el mismo dibujo1 se distinguen una serie de pinculosque sobresalen de la lnea uniforme de la mamposteria de ladri-llo; es muy probable que representen las perillas o vasos de ba-rro cocido que coronaban la parte alta (82).

    Dnrante el ataque ingls del 5 de julio de 1807, leste edificiofue teatro de una sangrienta lucha y lo- tomaron por asalto las-fuerzas del general Sir Samuel Auchmuty, despus de haber si-do muertos o heridos casi todos sus defensores. F esta', porotra parte, la nica ventaja obtenida por los britnicos en aque-lla tremenda jornada y, una vez que los invasores abandonaron'Buenos Aires y todo volvi a-la normalidad, se repararon los da-os causados por la refriega en la plaza de toros del Retiro y sereanudaron en ella los espectculos taurinos. Sin embargo^ de

    (80) Juan Antonio Pillado:' Obra citada, (Pgs. 311 y' 312).(81) "La plaza de toros era un octgono de ladrillos, cubierto de re-

    voque de cal, con una alta' y espaciosa galera abierta por grandes venta-nas parapetadas en forma elptica''^ (Francisco Segu: "Dominacin Espao-la", (Pg. 71).

    (82) Juan Antonio Pillado: Obra citada, (Pg. 311).

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    1813 en adelante, la obra de Boneo empez a dar tan evidentesseales de ruina que fue necesario demolerla en el ao 1820(83). - '

    La Recova vieja

    Hasta el ao 1384 se conoca con el nombre de Recovavieja una construccin de planta rectangular que divida endos partes a la "Plaza Mayor"j con su eje' longitudinal orientadode norte a sur y que estaba provista de soportales en sus cuatrofachadas. Era de considerable longitud, pues se exenda desdela calle Victoria hasta la de Rivadavia y su fachada occidentalcoincida con la lnea de edificacin correspondiente a la aceraoriental de las calles Defensa y Reconquista. Una vez termina-da esta obra, se conserv el nombre de "plaza mayor" para laseccin ubicada entre ella y la calle Bolvar al paso que el espa-cio restante, situado frente al "Fuerte", se lo llam plaza "delFuerte".

    Como podemos verlo en la planta de la figura 14 se com-pona en dos pabellones independientes cuyo primitivo destinofue el de servir de mercado pblico, para lo cual estaban divi-didos en 40 locales utilizados como "puestos" para la venta decarne, pescado y verduras.

    El nombre de "recova" procede de los prticos, llama-dos tambin recovas, que la rodeaban y el adjetivo de "vie-ja" le fue dado para distinguirla de la que, hacia el ao 1820, seconstruy en la acera meridional de la plaza Victoria (84).

    (83) Las corridas de toros fueron suprimidas en la Repblica Argenti-na, mucho antes que en nuestro pas. Ya en 1822 un decreto del Goberna-dor Don Martn Rodrguez, prohiba la lidia de toros que no fuesen des-'cornados previamente y esta medida hizo decaer mucho el entusiasmo porlos espectculos tauromquicos. En 18 56, se dict, una ley prohibiendo el

    establecimiento de plazas de toros en todo el territorio argentino.(84) La "Plaza Mayor", o sea la situada entre la Recova y el Cabildo,

    fue llamada "Plaza Victoria", despus de la expulsin de los invasores ingile-ses, en 1807.

  • Fig. 14. Buenos Aires. Planta de la antigua "Recova" demolida en elao 1883.

  • 54 REVISTA DE LA SOCIEDAD AMIGOS DE LA ARQUEOLOGA,

    La primera-idea de construir la Recova data de 1756. Endicho ao, Don Francisco Alvarez Campana, Hermano mayorde la Hermandad de Caridad "se present al Gobierno, a razde la fundacin de la Casa de la Hurfanas, proponiendo laconstruccin, por su cuenta, de puestos para la venta de co-mestibles en a Plaza Mayor, es decir, la edificacin de una Re-cova (85), segn el plano formado por el Capitn de navio dela Real Armada don Juan de Echevarra, en el mismo terrenoque 45 aos despus ocup definitivamente el Cabildo paraigual destino" (86). Una tercera parte de la renta producidapor los puestos deba vertirse en las cajas del Cabildo y el restose lo empleara exclusivamente en las obras de beneficenciaque estaban a cargo de la Hermandad. El Cabildo, en una se-sin celebrada el 1.* de Febrero de 1757, desestim la proposi-cin del Sr. Avarez Campana.

    En 1766, ltimo ao del Gobierno de Cevalls, fue elAyuntamiento el que acarici el proyecto