Revista del ISMP N° 15

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REVISTA D E L

INSTITUTO SAN1VIARTINIANO D E L

ENERO - JUNIO

1958

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© 1935 - 2015 Instituto Sanmartiniano del Perú. Todos los derechos reservados.

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MIEMBROS FUN DADORES DEL INST ITUTO SANMARTIN IANO DEL PERU

1935

Dr. José Pacífico Oter'o, historiador argent ino

Dr. Luis Alaiza Paz Soldán

Genera l C.1rlcs Dell epiZJ ni

Dr. Ri c.:irdo Ca"'.e ro Egúsquiza

[;r: J. M. Val eoa

Sr . Rafael La.reo H .

Sr. César García Rosell

Sr. Scip ión E. Llona

Sr. Enrique de l<s Casas Arris

General Dan iel Matto

Dr. Manuf:.I Vegas Castillo

C0rone! Vida! C. Panizo

Dr. Carlos E. Paz Sol~án

Dr . Miguel A. M9rtínez

Dr. Atili o Sivirichi

Dr . Gonzalo Herrera

Dr. Alfredo M tÍñoz

Sr . Luis Vargas Prada

Dr. S. Mariátegui Oliva

Dr. Abdon Max Pajuelo

Dr. · Enrique Gamarra Hernández

Señora Adr iana E. de Sarria

Sr . lsaías Mendoza del Solar

Sr. Lu i1s Sa~ta María

Sr. E. A. Moya del Barco

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R E V 1 STA D E L

Instituto S 'ª n m a r ti ni· ano de 1 Pe r u Afü~ XIV Enero - Junio 1958 "Q 15

EDtTORl·AL

Lp celebFar;ión c/.el 1379- aniversario de la proclalT).acíón de la Indgf!E!nqepcía, en Hµaura POr el GE1.ner:al don !,osé dé! {:).an Martín, que se quq:¡· plíó el 27 de Noviembre pasado, dió Jugar a una nuevq. y elocuente manifestación de la gratitud de lo.s pueblos pernanos para con el ilustre General y

Líbe-rtador argen.tíno que vino. al Pe·rú a prestarnos, para nuestra libertad, eI valiosísimo apoyo de su espada Y, de su talento militar y político al servicio de lq. e_mancipación americana.

Como todos los años la villa de Huaura sirvió de escenario a una se11-tida y patriótica demostración de homenaje a la memoria del Libertador 3,an Martín y de su valiente Ejército que par.a realizar su empresa libertaría escogió-el valle de ese nombre como base de operaciones, estableciendo allí su cuartel general y emplazando sus regimientos e'n las numerosas ha.cien das y caseríos a los que sirve de marco el río de HHaura.

Ei Instituto SanmB.rtiniano del Perú, se bí.zo piesente, como todos los· años, en la ceremonia del 27 de Noviembre, asoeiándose. a la recordación de. tan siqnifkatíva efemérides, y rindiendo su tributo de gratitud y admiración, al Gerieral San Martín y a s.us esclarecidos eoJabor.adores peruanos como, eJ1 cornnel R,e;y;es, el general Vidal', el corone) _f..0ps~a, y el canónigo Reqµena. y la pléyade de ilustres h~ios de_, Ja. prnvLnc,ia .de C]lq.p.cay q:ue se alistc;¡ron eAl· el Eié.FCL(~ Líbertaqor y ·c.ont,ribuyeren al triuJ:J.fo de la sagrada .causa de la em~eipp.eión nacional.

E,stQ... v;ez la e,QnmemqracíQn de la Independencia ,del Perú en lii! vílli;l el.e Id1J1aura, b,a inspirado una bríl)ante ink~ativa, que. el Ir;stHutc¡ hq.ce $l¡lyé;l:

-za de es.tablecer en Huaura un Museo His.tór~eo $apmartiniano, que guarde las. i:e_liq1:1ia,s qe los s,alde.dos d$.L ~iércíto Lil:).er:ta.dor gue desembarcarqn en lq.,s playas de la Proviry;ia de Chane,ay, todo lo que hable y proclame la grand.f;:,?a e;~Jilí.rituq.l 9fl Ja, lucha por la libertad qel Perú, y que sirva, al in,ismq tl?qJ;PQ, q.e e.entro de e,ducac.ión cív:ica para las i,óvenes generaciones del lu<J_q~.

La. ínicíatiya es digna de todo aplauso, 7 es de esrerar que con el' apoyo de los Representantes a ·Congreso de Ja Provincia de ·f:hancay y el deJi Supremo Gobierno, el Museo Histórico Sanmartiniano de Huaura sea p ronto una magnífica y reconfortante · realidad.


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LA CELEBRACION DEL 1379 ANIVERSARIO DE LA JURA EN CHIC'LAYO Y TRUjlLLO

:; ' _Conmemorándose el 27 y 29 de Diciembre último el 1379 . aniversario de la proclamación de la independencia en las c iudades de Chiclayo )'. Truji il o, el Instituto Sanmartiniano del Perú preparó una significativa ceremonia en el Panteón de los Próceres y ante la tumba que guardan los re'stos de los corone,l es Pasisual Saco Oliveros y Andrés Rázuri, em inentes soldados que contribuyeron a la emancipación nacional y tomaron p·arte en d ichos acontecimientos.

El acto tuvo lugár a las 12 del día y asist ieron el Agrega.do Naval1 ~oronel R. Vásquez , en· rep resentación del señor Embajador de la República Argentina, General Dalton; el teniente· é:Oronel Corzo, en nombre del General de la Barra, Presidente del Centro de Estudios Históricos Militares y del 1 nstituto Libertador Ca'sti lla, representa ntes de·I Centro La mba.yeque y de l departamento de La Libertad, y los miembros del Consejo Directivo de·I Instituto Sanmartinia n~, así como e l ingenieno Pascual Sa·co Lanfranco, y familiares descendientes del Prócer, y numerosas personas.

El discurso de orden estuvo a .ca rgo de l señor J. Ricardo Vá1squez, pro-tesorero del Inst ituto Sanmartin ia no del Perú, quien en otras cosas d ijo que " El Instituto Sanma rtin iano llega hasta el sagrado lug,ar donde reposan las cenizas de los fundadores de nuestra independencia para rendir su ha .. menaje a los próceres que en un día como hoy, en el año de 1820 abrazaron ia causa de la libertad, en la c iudad de Lambayeque para jurar állí, lá independencia del Perú. Entre este grupo de jóvenes patriotas que a~umieron fa tarea de levantar la . provincia de Lambyeque contra el despotismo. realista se encontró el ten iente de caballería don Pa'scual Saco Olivares, prócer ilustre que habría de alcanzar las más altas jerarquías en el ején; ito de la Repúbl icá, y que dirigió -el ataque al cuartel de las tropas realistas, decidiendo con su intrepidez. y valor, el éxito de -la memorable j'ornada , que sirvió co~o ejemplo a las 'otras provincias vecinas qué se levantaron sucesivamente hasta termi nar con los ! ealistas en la heroica batalla de Ayacucho. Por eso, dijo e l señor Vásquez,'_el Instituto Sanmartiniano se congrega aquí bajo es~ t~- cúpula sagrada , pa ra tesúmoniar ante la 'tumba del Coronel Pascual Sáco Olivero's la respetuosa veneración de las a.ctuales generaciones que no olvidan ~-¡ ~l\lidarán jamás q~~ debido al pronunciamiento por la Patria el día 27

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de diciembre de 1820, en Lambayeque hace ya 137 años, fué posible socavar las base's del poderoso virreynato español'. ' . .

A continuación, y dando término a la sencill~ céremonia, hizo uso de la palabra el nieto del prócer homenajeado ingeniero Pascual Saco Lanfranco, para agradecer en nombre de Ta familia del ilustre patriota, el ho-1 menaje· que el presidente del Instituto Sanmartiniano, señor César García Rosell, había organizado, así com'o al presidente del Club Lambayeque, señor Alejandro Legufa Alvarez.

Ante la tumba del ilustre pat riota, situada en la Cripta del Panteón de lo's Próceres, se colocaron dos ofrendas florales a nombre del 1 nstitutQ

· y del Club Lambayeque respectivamente .

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_., ........ i::'A ·&&lb\ l>I' S.A'N MAR.~JN y·41;os·~C)íl.Jt;B()RJ\:DOR:n. ;p.E IH¡J A:N'O& 16N

LA ·tNDEPEMHN!OtA

<Pe• -1.i.uis 1E'dmundo . .c:Ob·~áhal

fiublicamos ~parte -del trabajo1 q:.ue '!beti~i:9 .et 29!' i'remio én el 'C:<>ncurso >tli4óricfo :fsc;ol'ar .pro~

pGi' e• •~n&tih1to Sah Ma«infal\o 'd~I' Rem, en ~ mies de mayo de 1957. ''Su autor, :Cadete .ae\t Colegio Mrti1'ar- '"~Leoncio if-'rado''", <revela .en este t-mbiajo su i>r&funla admi:ración "Pº' ·et. 1Genera:I: San Martín.

"El1 Perú es desde este momento Libre e lndependie·nte po·r fa vo-luntad gene·ral de los Pueblois y por la justicia de su causa quie Dios defiende. ¡Viva el Pe·rú ! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia!".

Aquel 28 de julio de 1821 fué el día más grande de nuestra historia porque sellamos nuestra 1 ndependencia y nuestra 1 ndependencia significa Libertad y la Libertad es un Derecho y el De·recho es e1 tesoro másgrande que Dios ha dado a los HOMBRES.

La gran obra fué llevada a cabo por el Generalísimo Don José de Saíl" .. Mart'ín Mat'orras y por un pueblo deseoso de Libertad, de Derecho y justicia. Este pueblo fu i§ América y, principamente el Pe rú; El mestizo y er criollo, las eternos paladines de la Libertad , fueron los que más combatieron por la santa causa .

En una mañana de enero de 1812, San Martín emprendía una tra~ vesía de la lejana Europa a su Patria: Argentina, a darle con los hechos el rango de Nación que ya tenía desde su independencia; a·cosada por dos frentes : el Alto Perú y la Plaza de Montevideo, fué salvada por el General Don. José de San Martín; en el que peleó el Mayor peruano Francisco Luzuriaga.

Curtido y fogueado, sabedor, dé las tácticas de un gran general, se· le reconoció el grado de Coronel y se hiz10 trasladar a la provincia de Cuyo· como gobernador por dos grandes motivos9 1 ) por su inapreciable salud; 2) para preparar la Expedición Libertadora o Ejército de l'O's Andes, como as¡íf fué llamado por el Cenera!; se puso al amparo de la Virgen del Carmen, en la base de Cuyo.

Por aquel tiempo presidía las Provincias Unidas del Río de la Plata el ilustre militar peruano, General Don Ignacio Alvarez Thomas quien proporcionó ayuda moral y material a! Libertador; y éste, que ya se había:

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j:füe5'to ·e-n c:o·nve·(sacie>1"res c<:7n el C<1ronel D. J"dsé de '.f·a.· .~-va Agoier-~. estaba

eonvencido que 'la 'libet't"ad del l'é·tú éra la un:[ta fo1r<tAa ·de G:~~tváf 't ~e_guYél'r lci indepéndentia de lais nacie'n-tes tepi;jbl i·tas y q' la ún:i'éá ma'r:rer-a. de irllcfepe'hdh:a·r el 'P'eró era invadi·entfc> ChHe )'.Xlr lbs Al1des porque· la ·invasi'éM po; e'I All1' Perú e'ra im¡:mict'i'cable, como 10' 'habían Clemostr-ado seis a:rlos .di!!! ¡;¡ue'rFas éS'térHes.

'El Mari·scal Tor'ibio Luzuriaga, que por 1817 era Intendente de 'Cu•yó, tol-aboró con San Mart·ín, y el Ejército de los Andes cruzaba la gran 'Cotdille;ra por Uspallata y LO's Patos , para independizar la Capitanía General de Chile; convergiendo en Chacabuco, donde derrotó a las fue·rzas reaÍi'Stas del Brigadier Marcó de Pont, reafirmándola en la batalla de Maipú, en la qLl'e fué derrotado el Brigadier Osario, qu ien , anteriormente, so'rprendió a San Martín, en la batalla nocturna de Cancha Ravadá . Con lás dos a·nteriores batallas , fué reaf irmada la iridependenó a de Chile.

Una vez en Chile San Martín y el General O' Higgins, Di·rector supremó de aquella nacier:ite república, se procedió a formar la escuadra del, .Pacífic0.

Al regreso de la segunda expedición marítima al Perú se tomó la _¡¡ilaza fu erte de Valdiv ia por wna acc ión heroica del alférez peruan0 Francisco Vidal.

La actividad de San Martín en Chile fué inmen'sa: preparativos par.a la futura campaña sobre el Pe_rú, al mismo tiempo que proponía a Joaquín de la Pezuela, por entonces Virrey de l Perú, un cambio de prisioneros. Sí,: .así fo é . Después de Ma.ipú, quedaron en poder de San Martín gran cantidad de prisioneros de guerra. Para esto e( General mandó una comrisión presi~ <licia por Domingo Torres, que secretamente llevaba por objet'o ponerse en comur:ii-cación con los patriotas peruands; Torres se pudo comunicar cot1 éstos mediante la señora Bríg ida Silva. Los patriotas peruanos, Dr. López -Aldana , José de la Riva Aguer'o , Franc.isco-de Paula Quiróz, Sánchez Carrión, Manci! la, Pezet y muchos otros, propor-cionaron a Torre.s datos geográfi•c-os, claves,. mapas, situación de parque'S y fuertes de los ejércitos real is,. tas y, en fin , gran número de informes que San Ma~ín logró aquilatar' : 'J'>restándole grandes servidos como en adelante veremos.

También debemos .consignar la labor de los patriotas peruanos en 'Chile, se ñores Franci'sco Fernández Paredes y José García, quienes pb!sieron a San Martín al tanto de. lo que ocurría en el Perú.

La comisión del Dr. Alvarez Jonte, que mantenía ·correspondencia <con los patri0tas del Perú y , desde el Callao, a riesgo de su vida, informaba ·el estado del Perú a San Martfn.

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El 20 de agosto de 1820, las tranquilas aguas del Pacífico veían la más grande· expedición que hasta entonces había cruzado su•s mare~ 4,430 entre je.fes, oficiales y subalternos. Era la Expedición Libertadora del Perú y el Ejército de ·los Andes, compuesto por gentes de mluchas nacionalidades, infinidad de razas, variedad de condiciones social y cultural:mente, p E'ro de un mismo pen'samiento: dar libert ad al Perú e incorporarlbc al imp_erio de la justicia. Esta expedición se componía de 4,430 hombres. 418 soldados, el resto jefes y oficiales. De los 4 , 118, 3,053 eran de infan ~

tería , 652 de caballeri"~ , 403 artilleros y 38 piezas de cañón, pertrechos para armar quince mil hombres , como así lo pensaba San Martín . En och10

nave's de guerra y quince embarcaciones de transporte , después de 18 días de navegación , las arenas de Pisco sintiernn su peso y el pueblo estallo en alegr[a , expulsando al Corone.! realista Quimper.

De Pisco se desprendió una un idad al mando del General Antonio Alvarez de Arenales . Esta expedición fué de gran impo"rtancia. San Mar

tín recibió en Pisco informes ace~ca de las tropa•s realistas desde Lim~, por parte del Coronel Riva Aguero, Sánchez Carrión, López Aldana y otros•. /

Mientras tanto el Virrey Pezuela no 'sabía a qué atenderse. Tan sólo reforzó la columna Quimper. San Martín, en hábil man iobra, movió sus 3,500 hornpres situándolos sobre el valle de Cañete.

Después de proteger a Arena les, el Libertador, c'on todo su ejército se embarcó en las naves que traj10 de Chile y puso rumbo al norte, pasan·:.

do el 29 de octubre por Lima, donde San Martín quiso hacer ala~+:le de las¡ fuerzas patriotas y los realistas de sus defensas. Dice· un conocido testigQ

presencial: " La Expedic:ión Libertadora y la Capital del Perú están en m.utua exhibición". De Lima, San Martín siguió rumbo al norte dejando una

parte de la escuadra b loqueando el Callao. Al pasar junto a Ancón, 36 "kitlómE'tros , al norte de aquel puerto, un destacamento de 200 hombres al· mando del mayor Andrés Reyes desembarcó tom1ando inmediatamente la

villa de Chancay y recolectando víveres y ganado para el ejército; pero lo5t realistas acantonados en Asnapuquio, desprendieron una columna al man

do del Coronel Gerónimo Valdéz. Los Dragones, como as.í se llamaban e~ tos, avanzaron sobre el destacam~ento patriota; en tanto que· Reyes , apercibido de este avance, se reti ró a t oda prisa; pero al pasar por la hacieni;lal Cas1a Blanca, en un estrecho desfiladero, 'supo igua lar la inferio ridad numé~ica con la táctica , empeñándose en furioso combate, c;:on ayuda del tenjent€' peruano Paulina López, logra derrotar y h 3ce r huir a u n batallón su ..

perior en número de hombres y en armas, en los desiertos de Ancón. El

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jefe español Verme.jo fué mue.rto por el capitán . a_rgentino Federico Brandzen.

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"Todo va bien. Cada día se asegura más la independen:cia del Pe:" rú" exclamaba el Libertador. Y así era. Seis r;¡randes hechds se prodµcían 'c.asi simultáneamente.

"El espasmo del realista extenuado hace caer hasta rendirse con toda solemnidad de sus pompas y fiestas".

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Guayaq ui l, por aquel lejano día, formaba parte de la Capitanía de ( 'Quito, pero accidentalmente se hallaba a l m~ndo . po lítico y militar del

Virrey Pezuel-a. Sublevado el batallón Granaderos a Caball10 al mando de Don Gregorio E'scobedo, el pueblo se uni formó con el movimiento declarándose unido a San Martín. España pe rdía así su único puerto libre de Sud América , toda vez que el Call'ao se hallaba bloqueado. El movimien\'o pr-oporcionó al General Sucre, que por entonces venía con Bol ívar a l mando de la Expedición Libertadorá del Norte, armas y hombres para incrementar sus

fue rzas y a San Martí'n un puerto más para sus campañas, ofred endo su's va'stos recursos n aturales.

San Martín, aclamado por el pueblo limeño, convocó un cabildo para saber la voluntad del pueblo. Todos, a una voz, se declararon por la Independencia. San Martín cumplía su destino: "Serás lo que debes ser y si no, no serás nada" .

Aquel 28 de julio de· 1821, San Martín, henchido de emoción patriótica ante los vítores del pueblo, repique de campanas, con voz grave, proclamó la oración que encabeza este artículo. El acta fué redactada por el patr iota Manuel Pérez Tudela. Seguidamente, se nombró al prócer Protector de la República Peruana. El Protectorado fué un gobierno que asumió lo1s poderes Ejecut ivo y Leg islativo, rese rvando el Jud ic ial para las cámaras de justicia. En uno de los Ministerios colaboró efectivamente Hipólito Unánue. En estos m'omentos llegaba Arenales de la sierra.

Diez días después, los realistas, en un po'strer esfuerzo por recuperar lo perdido, enviaron un lucido ejército al mando de Canterac . Al saber esto San Martín, ordenó la defensa de la Capital. Pero la expedición sólo


jefe español Verme.jo fué mue_rto por el capitán _ argentino Federico Brandzen.

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"Todo va bien. Cada día se asegura más la independeJ'.)dá del Pe.:; rú" exclamaba el Libertador. Y así era. Seis grandes hechds se producían 'c.asi simultáneamente.

"El espasmo del realista extenuado hace caer hasta rendirse con toda solemnidad d.e sus pompas y fiestas".

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Guayaq uil , por aquel lejano día, formaba parte de la Capitanía de ( 'Quito, pero accidenta lmente se hallaba a l mFJndo. político y militar del

Virrey Pezuel·a.. Sublevado el batallón Granaderios a Caball10 al mando de Don Gregario E1scobedo, el pueblo se unifo rmó con el movimiento declarándose unido a San Martín. España pe rdía así su ún ico puerto libre de Sud América , toda vez que el Call•ao se hallaba bloqueado. El movimien\'o proporcionó al General Sucre, que por entonces venía con Bolíva r al mando de la Expedición Liber tado rá del Norte, armas y hombres para inc rementar sus

fue rzas y a San Martín un puerto más para sus campañas. ofredendo su's va'stos recursos n atu rales.

San Martín, aclamado por el pueblo limeño, convocó un cabildo para saber la voluntad del pueblo. Todos, a una voz, se declararon por la In-dependencia. San Martín cumplía su destino: "Serás lo que debes ser y si no, no serás nada" .

Aquel 28 de julio de· 1821, San Martín, hench ido de emoc1on pa-. triótica ante los vítores del pueblo, repique de campanas, con voz grave, pr'Oclarnó la oración que encabeza este artículo. El acta fué redactada por el patriota Manuel Pérez Tudela . Seguidamente, se nombró al prócer Protector de la República Peruana. El Protectorado fué un gobierno que asumió lo1s poderes Ejecutivo y Leg islativo, reservando el Judicia l para las cámaras de justicia . En uno de los Ministerios colaboró efectivamente Hipólito Unánue. En estos m'omentos llegaba Arenales de la sierra.

Diez días después, los realistas, en un po'strer esfuerzo por recuperar lo perdido, enviaron un lucido ejército al mando de Canterac . Al saber esto San Martín, ordenó la defensa de la Capital. Pero la expedición sólo


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Iba en áyúcfa de l Reál tf'ellip'é, arsena'I 'de impb'fta'ncia que feñífa 1tddc, mét'lós víveres. El Coronel José de la Riva Agüero, con elocuencia sin par, a r'e ñgo al pueblo de Lima. el cual respondió a este llamado.

Por San Mate~ y Lurín bajaban la'S fuerzas rea listas , llegando al CaU~l:i> ~f !J @1 1~- ~ttem'tl1ftE!. '$ari · Mart·Írtr¡ ·t~n ién<li01os •en sus manos, ho las atacó. Strfi :pt;aéf . i:ft:Ml'l'Sr :a' 'la · fo'ritafoza :Cantenac, vadeand0 e.I Rímac, se ·a lejó, p're tend iendo a ntes volar la fÓ rta leza. lo cual n o fue acepta<fo por el Genera t La Mar, gobernador del Cal lao. Ert 'Su ret irada ,·por la •quebra@a de Chillón , fue a tacado por Mill e r ·con una fuerza muy menáÍ a la sw,ya. Este fu e pron~ tamente réchazado y Car'fte:rac llegn a •jau.ja con la mi tad de los efect ivos con q ue saliera . Una vez más, San Ma rtín ganaba si n comba t ir. lrremed ia-151·emen'te él Casfi ll'o del Cal lao se rindió, prop'o rcionahdo a la República inmensas cantidades de material bélico y soldados pa ra la Patria.

H Rey de España perd íá su últmo bal uarte en América de l Sur. Los realist·ás sé c irc unscribían en la sierra del Perú, ún ico si tio de resistencia.

Hemds visto e·I gran d rama peruano. No p0demos dejar de nom{b rar, e'rrfpénli, a los páfriota's c:jue colabora ron en ultramar y en o t ras nac iones. Hemos ';-lsto a a lgunos, pero ·no a todos . En Argentina, med iante su pa labra, é l Dr. José barre.gueyra ayudó efectivame nte a San Mart ín, lo m ismo que los hérmanós Luzu riaga; Don Tor ibio vino al Perú con la Exped ic ión de San Martín con el g rado de Ma riscal.

NOTA. - Publicamoas este trabajo a mal}era de est~mulo a los estudiantes per\uanos que manifiestan int erés por la Historia Nacional y saben ya rendir cult o a la s01grada :riremdria de lós grandes 1LH:íertaaores, en t re estos el General ·san Martín, cuya vida Y. hechos- es el m€j,or eJemplo para la juven tu d peruana.


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La len.guas indígenas en las ca.mpañas de la independencia

L<il i:nsurrección de Tupac Amaru , aunque domi·nada por las autoridades españolas en 17@0, puso en evidencia el desconcie rto y deswntento de Jas masas indígenas contra la adm in istrac ión e'spañola no tanto por los abu~

sos y exacciones de que eran objeto, desde tiempo lejanos, sino por la forma implacable y cruel con que restablecieron el orden en las provincias sublevadas. La animosidad del indígena quedó latente. y se pu'so a l descubie rto cada vez que las c ircun·stancias lo perm.ítieron.

Esa situación de franco repudio al sistema español fué tomado en -cuenta por los líderes de. los movimientos populares que e'stallaron en América a ·partir de 1809, y en particular por los gobernantes del Rí10 de la Pla

. ta, que desde e l comienzo de la lucha en 181 O p rocuraron recuperar e l territorio de l Alto Perú reconquistado por los realistas después del desastre de Huaqui. Goyeneche había dominado ente.ramente la situación en e l Alto Perú. Pe ro nueva's fuerzas armadas que se organiza ron en Buenos Ai res 'y1

en las provinc ias árgehtinas estaba n listas para reanudar la gue rra que de lJía llevar las has ta el Desaguaderú.

Para e l éxito de la ~11;Jerra la tolasoración de los inEiígenas de Alto y 8-ajo Perú e-ra esencial y · hasta necesaria. Tras la retaguardia de lás tropas real ist as establecidas en Potosí, La Paz y Cochabamba, se encontraba n los numerosos pueblos quechuas y aimaras de·f Cuzco y Puno, situados predsarne.rite sobre la línea de !as comunicaciones milita res entre Lima y e TI j:ércif-0 de Goyeneche y más tarde del de Pezuela; pueblos ardorosamente opuestO's a l g1obierno español, que conservaban ínvívito el re.cuerdo penoso de las represalias de 178Q, y se hallaban d ispue.stdS a combatir de nuevo de swr-g ir el ·ca udi l.lo que las 11 €>Vase a ta lucha.

Comenzó entorrces la propaganda, ar.al y €scriita, en kl ioma que'Ghua para llevar a la lwcha a los puéblos indígenas. Está pe rfectamente d emostrado que Belgraho mantuvo contacto di-recto con los cabecil'las de la revolución del Cusca de 1814; que también envió emisarios, tre.s años a·ríltes, a Ta·éna y Arequ ipa para promover la insurrección de est as provintias, y que todavía en 1 8 1 5, el gerie·ra l R.ondeau pudo ocupar con sus tro·pas e l pueb lo de Ta rapacá. Con los líderes mestizos, los jefes argentinos e mple·a ron é l idioma e·spa11ol, en e l que están redactados los ofic.kls de

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12. _-_

Belgrano a José Angulo. Pero para mover a las masas indígenas les fué

preciso recurrir a fas lenguas nativas, especialmente el quechua. en el que se se imprimieron proclama's y manif iestos que luego los agentes de

castelli y de Belgrano se encargaron de leer a lo's mism'os indios. Estas proclamas comienzan con las mismas palabras: SI NCH l CARIS, LLACTA MASIS, es decir VALEROSOS COMPATRIOTAS. Cien tos de estas papeles, impresos en la imprenta de los Niños Expósitos, de Buenos Aires,

ci rcu la ron por nuestras provincias del sur, Cuzco, PuRo, Arequipa, llevando a todas partes el hálito revolucionario y el impulso, que fué avasalla

dor, de la· emancipación de América. La historia, sin embargo, guarda silencio de este important íl!imo.

factor de la independencia que fué el idioma indíg·ena, elemento de enlace

espiritual entre los caudillos de la emancipación y los pueblos del interior del Perú y de Bolivia, y el med i10 más efectivo para la difusión de los prin

cipios revolucionarios en los año's más difíciles de la lucha, los de 1809 a l 81 5, en que habían fracasado todos los intentos sube rsivos del Cusco,

f -1\aona, Huánuco y Lima .

Prueba documenta l de la p ropaganda en ienguas indígenas es la

pr0darna que se adjunta al prese.nte trabajo, impresa en Buenos Aire's, en

agl)sto 9 de 1810, y dir igida por EL MAS PERSEGUIDO AMERICANO A SUS PAYSANOS DE LA NOBLE, LEAL Y VALEROSA CIUDAD DE COC

CHABAfvl¡jA. Como esta proc lama muchas otras f ueron ig ua lmente im

presas y distri bui das en e l Atto 1-'erú y en las provinóas de l Cuzco y Punp,

lo que constituyen el test i~on i o irrecusable de la propaganda ideológica en el viejo idioma de los lnca's.

En la1 campaña libertadera que acaudilló el General San Martín, el

año de 1820, se recurrió también a la propaganda libertaria empléandose el idioma aborigen para ganar a la causa de la Independencia nac ional a

as poblaciones serranas del interior del pe ír.- Conocidas . sor:i lasi p~rocl~.~

mas de San Martín impresas en quechua que los agentes del Libertadpr

se encargaron de introducir en la sierra y que tan buenO's efectos produ

jeron du rante el asedio de Lima hasta su eva·cuación p'or las tropas del Rey. El quechua, no solo escrito sino en la forma de mensajes verbales

sirvió par-a promover la insu rrección popular. Esta forma de ganar adeptos para la independencia de los pueblo:s

americanos, rebate , en principio, la tesis planteada recientemente en el

Instituto Riva Agu.ero de que la emancipación del Perú fué producto de - una élite il ustrada y no movimiento de masas . La existe ncia de documen .:.


~- --· : ~ 13 .-.

tos impresos en las lenguas aborígenes del sur del Perú, dem.ue'stra lo _ contrar io, pues I'ª ' partic ipación del indio, en la forma colectiva de los levan-, tamientos populares, señala y prueba la intervención mas iva de los pueblos: que· después de todo fueron los autén t kas ejecutores del pensamiento in .;, dependentista.

César Carc>Ía Rosell


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LA PRCt:LAMACI·ONJ· DE' LA H~DE:PENO'ENCIA EN' IC/>\

Ofrció del" G'eneraI Salas al Líbe:rtador San M-arlín

lea, 20 de Octubre de 1820. Excelentísimo señor don José de San Martín. Mi agraciado señor Cenera!:

Teniendo a la vista la muy apreciable carta de V. E. de 17 del corriente, diré a su contestación que ya está jurada la independencia con mucha solemnidad y satisfacción del puebl10 como oficialmente se ha comunicado a esa superioridad, y consta de esta acta celebrada al intento, que aunque sólo 'se circunscribe · la corporación Municipal, se extendió efectivamente a la oorta porción del pueblo que en aquel acto se pudo congregar, porque la emigración de vecinos no permitió más por entonces.

No se trata en el acta del pueblo, po rque como V. E. ordenó que la jura se generalizase en los términos prevenidos, ha sido forzoso dar lugar a que el vecindario se reintegre., y que el se1ñor Coronel Arenales tenga ocasión y desah ogo para intervenir en la función. Todo e'stá ya resuelto y a

cordado a propósito; y no se ha verificado hoy porque a nuestro Corbnel1

le fué indispensa ble d iferirlo para el día de mañana e•n que sin duda se hará del modo indicado, y luego se dará cuenta a V. E. con testimonio de esta nueva acta .

Queda alojado en mi casa el caballe.r:o Bermúdez, ( l) cuyas actitudes y carácte r sosten ido, me llenan de sati'sfacción como creo lo esté en el orden a mi trato familiar y consideradones con que lo miró. Y no dudo que con su auxilio y completa derrota de Quimper, quedamos en seguridad , mientras que V. E. pasa a la capital a atacar al Virrey.

· No hay que dar cuidado sobre nuestra cooperación a la justa causa de la Independenc ia, que sostendremos con energía, unión y con1stancia como

V. E. quiere y se necesita desde luego para triunfar, nada más tengo que decir a V. E. , pues que sabe mis buenas dispo'siciones, y la alta consideración con que difiere a su voluntad su afectísimo reconocido servidor que be-sa las manos de V. E.

Juan José de Salas

"Archivo de San Martín" . ( l) Francisco Bermúdez, Teniente Cornnel argentino . Hizo en compañía de Adao una brillante campaña contra Jos españ•oles en la Sierra del Perú.


El Centenario . del ·G·eneral Ignacio Alva,:t:ez T~emas

Mi pri,rn~ra palªbrél será de aQraoecimiento al Centro de "Estudios Hi.$.tórLc:;o~ Milit9re~ por haberme confiado la delkada ta·rea de· rendir ho. menªi,~ a los fyndadores de nuestra Independencia; y, en seguncro lugar a la Okecciqn ge· e'Sta importante emisora .nacioniai , que me pe~m'ite eumpl+r el ~ncarg9 citado.

El Perú ha celebrado en estos días una fecha más de su naeimien· to a l<:i Ubertad. Ha· rendido culto .a sus héroes máximos de la emancipacLó:o, tanto a los ql,le m~rcaron el rumbo de la epopeya lib·ertadora con su' ej.empl.o, cqn su,s ll,lces y ·hast_a con 'su sacrificio, cuanto a 1-os ·que supieron c;ylr:ninarla en l·as grandes batallas que consol.idaron la independencia nai::i'Qnal, y la de los otros pyeblos americanos, hermanos del nuestrO\. :Se ha rendido, a'sí, cu lto a fos .pirecursores, a los ideólogos, a 1-os peruanos EfUe'

~sembraron la semilla _ redentora en los años difícil·es que precedieron a la .(xpedi<:iqn sanmartiniana ; y ha evocado también a los mártires, a les h&

roes, hombres y mujeres, qµe .se dieron por entero a la lucha en ese larg0 la,p~o .que va desde la impulsión de· TL!pac Amaru a · la de Olaya; desde el fusilamient'o de Melgar hasta el de esa bravía mujer que se llamó Marí-a P.;iré;Jdo de Bellido; desde la prisión de Zeta, muerto en el presidio de 'Chabres el mismo día en .g.ue se i,uraba la libertad ·del Perú, hasta fa rendición del CaHao. El Per(l ha exaltado a sus próceres y ha hecho llegar 1'lasta sv.,s tumbas ~I homenaje de su reconocimiento, d'e su gratitud, siempre renovada, y_ por tanto, perdurable e inextinguib'le a través de l·ds af1tes, y de los siglos.

Esta ve~ l.a conmemoración que hace el Centro de Estudios Hist6-ri.co Milit1a·res, por mi intermedio, coincide con el centenario de uno ·de los más ilustres, soldaqos que ~ornbatier'on y lucharon por la emancipación de América , Ignacio Alvarez Thomas, arequ ipeño de nacim iento, mayor ge· neral de lqs ejércitos argentinQ's, ministro pienipotenciario, inspector ·general de armas , comandante en jefe en compañ í'a, y Director Supremo de las Provincias del Río de 'La Ptata alto cargo al gue IÍegó cuando sofo conta ~ ba· 28 afios de edad . Fué, pues, sin exceptuar ·a 'Safaverry, el gob-emanté, más joven que haya tenido una na-d6n amerrcan::i. .


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En los aCtos realizados en Lima, exaHando la memoria del genera~ Alvarez Thomas, se ha dicho todo I~ que se debería recordar de su brillante astucia· militar y política. Pero creo que debe agremgar alguna's considerac iones más s'obre su amistad ·con el general San Mart ín a quien lo unió además de su· cordial compañerismo de armas, la comunidad de ideales y de propósi tos a favor de la independencia de América. Ambos habían def~ndido con su espada l·a· libe rtad de las Provi nc ias Uni da1s del Río de La P..lata ; los dos- gana ron sus altas cla'ses m ili ta~es -ba jo las mismas banderás,

esos eolore's g loriosos que fÚeron ereados por el genera l Belgrano. Y los dos ' p_udi·e ron identif icarse en cma causa que era necesa ria y hasta sagrada :1

de ·cambiar 6'1 rég imen político q ue dominmaba en Buenos Aires, en 1815 y -

/ establecer e l gob ierno que debía ampa rar y hace r posible la formación del ejérc ito de los Andes y la exped ición al Padf ico.

A lvarez Thomas, d irector de las Provincias del Plata , y la más alta autoridad en la nación arg·entina, en todo ese año de 1815, dió la primera ayuda económica y materia l a los proyectos del Libertador; a la ayuda inicial, la· más · d ifícil de todas pu1esto que es la que abre la ruta qúe los demás siguen. Los primeros subs idios en d inero para las tropas que se forman en Mendoza, la•s suministró Alvarez Thomas, quién, además, aprueba el proyecto elaborado por San Mart ín pa ra el paso de los Andes.' Fué colaborador y am igo, colaborador eficaz, y ,amigo cordial y sincero. ·y aun así, aunque limitad.a esa ayuda a solo el año 15, el General Alvarez -Thomas la prestó sin reservas, amplia y generosa como e ra amplio lael y generoso el espíritu del so ldado peruano.

A ese prócer, que dió la luz primera bajo el cielo limpio y 'Siempre a,zul de Arequipa, a quien San Martín dió el título más excelso que pudo recibir uno de los harnes de nuestra independencia: el de "Libertador de habitantes oprimidos", rendimbs hoy nuestro homenaje. recordándolo entre los grandes fundadores de la emancipación, noble; desinteresado patriótica, valeros; que nunca, ni cuando disfrutaba el favor de la fortuna, quiso seguir rumbos torcidos. porque como él lo dijo ya anciano y. retirado del se·rvici'o ac7 tiV'o , "su patriotismo y su conciencia se oponen a todo acto que se desvía del sendero del honor" y que· cuando ejerció los más altos empleos públicos siempre procuró "hacer todo el bien posible a 'sus semejantes y sin excluir a s.us; enemigos personales" . Así fué Alvarez Thomas, amigo y ccilabor.ador de San MartÍ'n como también 110 fueron otros dos grandes peruanos: el mariscial Luzuriaga y el- mariscal Castill.a.

Gracias estimables . radio-escuchas. NOTA.~Charla trasmitida por Radio '.M<Undial .por el señor César García Rosen al cwmplirse el primer centenario del Prócer.


Hipólito Unanue Hombre - Símbolo

El Cl ub de Leones de Lima ,a l invitar a los escolares perua nos de quince años de primaria, para que digan cual es la personalidad más ilustre para el concepto del estudiantado, y por qué, les dá la opor.tunidad de que exteriorice la opinión que le merece la;s grandes figuras n'O solo de nuestra Historia sino de la historia americana; y es aceptando es.a gentil ínvitación que como alumno de la Escuela de Varones de Chaclacayo, envío a ustedes el siguiente t rabajo.

Realmente el espíritu del estud~ante peruano vacila ante la tremenda tarea de escojer ,entre tantos hombres ilustres y d igno'S de la admiración de la juventud , una figLlra que por sus mérit'os singul.ares sobrepase a la de las demás y adquiera la calificación de símbolo o guía tanto espiritual como moral de los niños peruanos. Si fuéramos a meditar sobre cuál de las grandes figuras americanas merece todo nuestro respeto y toda nuestra gratitud, téndr íamos que pensar en San Martín o en Bolívar, l1os dos Libertadores de la

'-América española, tan gra·nde uno como e! otro, y los dos coronados por I~ Gloria.

Y si nuestra elecc ión recayera en la's grandes personalidades de la historia peruana, la vacilación 'sería igualmente inevitable, porque el Perú ha dado muchos hombres eminentes, en las letras, en las ciencias, en la industri.a y sobre todo en las armas, en las que han bri i iado con extrao rdinario fulgor en las luces de la independencia y en defensa del honor y de la integridad . del Perú.

Entre los primeros podríamos escoger por ejemplo al general Salarver'ry, el joven y glorioso jefe supremo que cayó en defens-a del Peru fusilado en Arequipa, pero, Salaverry, aunque veterano de las luchas por la liber~ tad del Perú , en Zepita, en Junín y en Arequipa , aunque de contornos brillantes, y aunque auroleado p'or el martirio. no es, por desgracia la figura excelsa que reclama nuestra juventud, porque su gobierno fué· ilegal , fruto de la ambición y ·de su carácter temerario que l'O hizo pronunciarse contyi el ,Gobierno legalmente constituído en la plaza del Call.ao. De no haber/ caído ~n Arequipa , Salaverry habría sid<? · uno de · los tantos c:audillos militares del siglo IXX. · ·

Podríamos escojer también · al · Mariscal Castilla; pero c·omo léi figura i:le Salavérry tiené sus pro: y sus contra. Fué prócer, porque combatió en Ayacucho; y un ·est.adista eminente porque ré'stableció' e1 orden e'n · el Petú;


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después de la anarquía y de la lucha de los caudillos; porque echó las bases

de nues..tJ1~ JWd~~ Y; .d~ .Q'*~tCJi ;:lí~r;:iq~z.a ~gr¡nq Oil<;~Ó.n en . ~m,é¡i&é!.; ~.rque-, reconstruyó la esc~adra nacional; porque libertó al indio de la car.ga injusta del tributo; porque emancipó al esclavo, rompiendo sus cadenas; ponqu·e defendió IO's derechos del !'>erú a sus ten·itorios ama·zónk0s; 'Y ·11>-0rq.ue tuvo otros méritos más que han cont'l";ibuíd0 a su -exaltaciéA hist0.r; ic>a.

Pero CastiHa, aparte de su labor--pol.ítiea -y su actuac:ión glor:i0sa en A., yacucho, fué otro de los caudillos qt:ie intieFvini-eroA efl las guerras eivi!les.; luchó contra Vivanc-G, luch6 col!)tra f:chern-iql!:le, l·uefió c0ntra ·Praeo; g.ue,n-a entre hermanos que así wmo le conquist-arnn l·a adhesión y e·I apfaU'so d:eJ · partido triunfante, le ganó la animadversión de los caídos. Y <?Sto, c0n ioo, do respeto a la memoria del Gran Mariscal, n0 hace cl·e· él, il'lfortunaclamente, la figura símbole, el guí.a espiritual y moral de la j:uventud que busca u.ri Maestro que señal-e ~as rutas del porvenir nacional.

Entonces, para mí, cuál e•s la figura peruana , más que extrantera , deba exaltar como la del gran arquetiP'o de la nacionatidad y como la del hombre eminente cuya m·emoria pueda guiar nuestFos pasos hacia el futuro , como escolares que solo piensan en l'a Patria, por encima de todo, y de la, cuftura como un medie para alcanzar tan elevados fines?

Para mí, esa figura es la de José Hipólito Unánue . Unánue, nacido en Arka en 1755, e0Asagra su juventud al estudio.

y al cultivo de las ciencia's. Lleg.a a ser UA méd-ieo eminente hasta alcainza.lí• el título de Protomédko del Virreinato. Su tiemp o lo comparte er:it~e su pr<fr

, fesión , al servicio ele la numanidad, y la investigación, al s·ervicí0 de la cultu.,·a, no so lo del Perú sino de América y del muAdo1.: Es de \0s fundador4/>f de" la Sociedad Amantes del País , redactor del fam'oso Mercuri.o Pe.ruano, ·la primera tribuna del pens.amient0 l,ibre e.n las colonias españo.la•s. Escribe el ,

1

Clima de Urna, 0bra mor:iumental, no igualada desp1,1és , y qLte Joda.v.í~ al cabo, de más de un siglo es una fuente v.al'iosa de c0r.isuha sobre la sanidad públ·ica y sobre la demo§rafía nacional. P0r: esta obra Unár.iue. r·esulta .ser el pr·ime.r dimatólogb y el primer hig¡ienista ~emano, en una époc-a er:i que estas dis!-i c.i·¡:>lirias erar-i casi deseonocidas en el re.sto de l.a Amé.rica . Por su ilustrac::ióR. es una g·l-0ria del ·Perú y haee de él confidente y el' c0nst1ltor de 10s úlH!1'1os virreyes.

Unánue no sol.0 es un sabio, sino también un patriota. Los •servicios de Unánue a la patria puede· afirmarse que comenza.ron

ar.i.t-e-s ~ 1"8H::J. euél{ld© reéfaeta MeFet.1ri0- ;Pe.ruar.w- es y-a ti~ aol'ep.to convenci-d«J de1 derecl<io, qe l:0s ameri'Garn0s a ser, l'ibres. ~Sta. l.ab0r 1lia inte.nsif..iea en :Est- ,, páfta ccuan~ -v.a a. Cádi:z ·c0~ cl:iptítéld<:>g>or A~i:pa, ai las .Cor.tes. de l8.11(') y


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1812. De regreso al Perú, continúa 's u cruzada redentora , y unido a San Martí[n y después a Bolívar, llega a ocupar los primeros dé'stinos de ia Patr~a·

naciente. Unánue, es Ministro de Hacienda y luego Presidente del Consejo de Gobierno en 1825.

En José H ipól ito Unánue se he.rmana la sabiduría y el patriotismo,

como pocas veces lo comprueba la historia; es realmente un " caso" extraol"dinario de devoc ión a las ciencia•.:; y a la Patria, que· no solamente honra al . Pe0rú si·no a l1os demás pueb los americanos que ya han rendido su más alto· homena je al insigne prócer a l colocarse su efigie en el salón de la Unión Panamericana de Washington.

Unánue es una figura limpia y pura y par.a los escolares peruanos la• única que puede guiar 's us pasos. Fué Maestro en toda la extensión de· ta palabra, pues corno él mismo dijo : "de 66 años de mi vida , he consagr.ado 45 a enseñar a la Juventud",

Por eso admiro a ]'osé Hipóito Unánue, y par.a mí, modesto escolar, es el hombre más eminente, no solo de su época sino de todos los tiempos.

A. Z. M.


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Librería é Imprenta "D,. Miranda" ..:......Azángaro 858


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Revista del ISMP N° 15