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REDACTORESMariano BarragánLeandro Urquiza RomeroMáximo JurcinovicMartín Olguín

EDITOR DIGITAL Javier Prat

CORRECCIÓN Natalia Fernández Fatala

DISEÑO GRÁFICOEugenia Gazagne, para Meg Disenios

ARTE DE TAPAFlorencia Barsellini

En recuerdo de Pablo González, miembro fundador de Honor Riverplatense e hincha fanático de River.

honorriverplatense @honorriverplate

www.honorriverplatense.com.ar | honorriverplatense@gmail.com

revistahonor@hotmail.comCONTACTO

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HONESTIDAD Y ORGULLO DE SER RIVERPLATENSE

El día 12 de mayo de 2013 cumpliremos dos años como agrupación política del Club Atlético River Plate. Ese día la Comisión Directiva dictaminó por unanimidad que Honor Riverplatense fuera una realidad, logrando plasmar un sueño que fue conseguido gracias al enorme trabajo y es-fuerzo que realizaron los miembros de la primera Comisión Directiva y varios adherentes más. La palabra HONOR encierra entre sus sílabas las primeras letras de los principios con los que decidimos regirnos a partir de nuestra fundación: Honestidad y Orgullo de ser riverplatense.

Desde nuestros comienzos venimos trabajando denoda-damente para ayudar a River y a nuestros hinchas, para que en el peor momento de nuestra historia le mostremos a todo el mundo por qué somos el más grande. El éxito no es para los que creen que pueden hacer algo, sino para quienes lo hacen. Esto es lo que necesita nuestro club: trabajar honestamente para beneficiar a River. Logramos, junto a otros movimientos y agrupaciones, crear el Frente Angel Labruna (FAL) y a través de éste organizamos: | Las últimas fiestas de las tribunas en los superclásicos con la participación y esfuerzo de miles de hinchas. | El homenaje a los Campeones del Mundo de 1986 en el mítico Café de los Angelitos, donde concurrieron 500 personas a ovacionar y agradecerle al Beto Alonso, a Antonio Alzamendi, al Enzo Francéscoli, al Cabezón Ruggeri, al Bambino Veira, al Tapón Gordillo, a Jorgito Villazán, a Montenegro, a la Araña Amuchástegui, al cuerpo médico (Dr. Paladino y el kinesiólogo Arias), al utilero Galíndez y al Sr. Hugo Santilli , quien presidía nuestra institución en ese momento. | El 8 de octubre de 2012 creamos La Bandera Más Larga del Mundo e hicimos que 150.000 hinchas desplegasen nuestro estandarte de 7829,75 metros en una impresionante caravana que unió la vieja cancha de River, ubicada en Figueroa Alcorta y Tagle, con el estadio Monumental. | Participamos activamente en la organización y producción de la película de Federico Peretti, “Esos Colores que Llevás”, la cual se estrenará en el Luna Park y se convertirá en el film que más espectadores tendrá en

una misma sala y en un solo día de TODA LA HISTORIA DEL CINE ARGENTINO. | Hemos donado materiales deportivos, como colchonetas, redes, pelotas, etc. a las distintas disciplinas del club para que todos los socios puedan desarrollar de la mejor manera sus actividades. Además entregamos elementos al Centro de Madres Solteras que se encuentra a 2 cuadras del Monumental, conseguimos 4 toneladas de alimentos para la parroquia San Marcelo de Don Torcuato, y colaboramos donando frazadas, agua mineral, elementos de limpieza y alimentos no perecederos para los vecinos damnificados por las inundaciones registradas en la ciudad de La Plata.

Me siento muy feliz de trabajar codo a codo con los adherentes de Honor (y de haber trabajado con los demás grupos del FAL) y de lo conseguido a partir nuestro nacimiento. Esperemos que el día de mañana nos toque trabajar desde adentro del club, estoy convencido de que estaremos a la altura de lo que River merece. Estoy completamente seguro de que la mediocridad o la grandeza de River residen en nosotros, sus socios y sus hinchas.

Seguiremos trabajando, desde la Agrupación Honor Riverplatense, para lograr un River moralmente honesto, deportivamente fuerte y económicamente sólido del que todos estemos orgullosos!!!

> CARLOS TRILLO. Presidente

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UNA MANO PARA LOS VECINOS DE LA PLATA

El tremendo temporal que azotó a la ciudad de La Plata provocó una inundación sin precedentes en la historia de la capital bonaerense. Decenas de barrios quedaron bajo el agua y miles de vecinos se vieron afectados.

Con el objetivo de dar una mano a quienes más lo necesitaban, Honor Riverplatense organizó una colecta voluntaria de dinero. Una gran cantidad de socios y adherentes de la agrupación se sumaron a la iniciativa y la movida solidaria terminó siendo un éxito rotundo.

Se lograron recaudar 2350 pesos, con los cuales se compraron 20 bidones de 5 litros de lavandina, 6 bidones de 5 litros de detergente, 48 litros de leche larga vida, 144 latas de arvejas, 100 paquetes de polenta y 50 paquetes de arroz. El dinero también permitió comprar un rollo de tela que, gracias a la colaboración de varios familiares, sirvió para confeccionar mantas. Además se recolectaron donaciones de ropa y zapatos que acercaron amigos y vecinos de la agrupación.

Todas las cosas fueron entregadas a la Casa Guevarista de la ciudad de La Plata, ubicada en las calles 5 y 61. Gracias al impulso de los vocales titulares de nuestra agrupación, Alejo Cufre y Emiliano Trípoli, lo recolectado llegó a destino y sirvió para ayudar a mucha gente necesitada.

Quienes formamos parte de Honor Riverplatense sentimos el orgullo de haber aportado nuestro granito de arena ante esta enorme tragedia, y la satisfacción de saber que en tan poco tiempo se logró llevar a cabo una acción muy efectiva.

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LA MÁQUINA DE FABRICAR 10 DESAPARECIÓ

Este verano tuvimos la novela del enganche, las interminables idas y vueltas por Jonathan Fabbro. Reuniones, charlas, cifras siderales y caprichos dirigenciales que terminaron en la nada. Los meses pasaron y el principal refuerzo que reclamaba Ramón Díaz no apareció. Una vez más, River desaprovechó el mercado de pases y el puesto clave del esquema táctico quedó vacante.

El show mediático de la llegada de Fabbro dejó a Ramón sin mucho campo de acción: o cambiaba el esquema o usaba los enganches que tenía en el plantel. El técnico de River eligió la segunda opción. Le pidió a Mauro Díaz que rechace la oferta que le había hecho la Unión Española para volver a Chile, subió al pibe Tomás Martínez al plantel profesional y apostó a sacarle el jugo a Manuel Lanzini. Hoy, a cuatro meses del inicio del año, el problema sigue siendo el mismo... no tenemos enganche. En una época la palabra enganche en River era un simple sustantivo, un hecho cotidiano. Hoy es un problema dantesco. Antes todos sabíamos que River tenía un enganche de calidad. Antes decir enganche era decir Gallardo, Aimar, D’Alessandro. Era saber que esos pibes venían de la misma escuela de Alonso y Francescoli, que llevaban el mismo gen. Hoy decir enganche es rogarle a Dios un milagro, es una

melancolía eterna, es recordar algo que hace mucho tiempo no vemos.

Pasaron técnicos, se probaron miles de esquemas pero el drama siempre fue el mismo. Algunos apostaron por el “5” adelantado, otros por retrasar a un media-punta y en el último tiempo por un inamovible 4-4-2. En todos los casos, el resultado fue similar: decadencia futbolística y fracaso deportivo.

La cantidad de manotazos de ahogado, de volantazos de urgencia, destruyeron la esencia del juego. River incendió varios buenos proyectos por culpa de la falsa vorágine, por culpa de la desesperación. Buonanotte y Lamela son los ejemplos más claros. Puras promesas que quedaron en nada, pibes que no pudieron hacer pie, que no lograron afianzarse, que no pudieron convertirse en el 10 de River, pibes que rápidamente escaparon al Viejo Continente. River perdió su base primaria menospreciando la posición que más rédito le dio en la historia. Años y años de desolación, pregonando la falsa premisa de ser más dinámicos. Se creyó que de la debacle se salía adaptándose al “nuevo fútbol”. Todos compraron la teoría del tacticismo por sobre el concepto. Hoy Ramón busca y busca, analiza y cambia, prueba y apuesta. Hoy Ramón ruega y no encuentra. Hoy Ramón sabe que la máquina de hacer 10 desapareció hace mucho tiempo.

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Nació en cuna de paja, abrazado a una pelota. Desde que aprendió a caminar en su Ledesma natal, forjó su amor por el fútbol. En sus prime-ros años deslumbró en los potreros jujeños. Ahí, donde la tierra seca y las matas son inconfundibles, él se cansó de gambetear, se cansó de bailar a sus rivales.

A los 16 años dejó sus raíces y llegó a Buenos Aires. En su bolsito trajo una tremenda timidez que le inundaba el alma pero también, el ferviente deseo de triunfar. Él quería cumplir su sueño, quería jugar en River.

En sólo 15 minutos dejó boquiabierto a Delem. El magistral coordinador de las divisiones inferiores no podía salir de su asombro. Se deslumbró con sus quiebres de cintura y se dio cuenta de que estaba frente a un diamante en bruto. Lo fichó casi de inmediato y lo sumó a la sexta división. Once partidos después ya entrenaba con la reserva y al poco tiempo Daniel Passarella lo incorporó al plantel de primera división. Era un distinto.

Los que saben dicen que los grandes jugadores aparecen en las más difíciles. ¡Mamita querida qué quilombo les armó a Mac Allister, Soñora, Simón y

Navarro Montoya! Los superclásicos eran su esencia, porque en su sangre siempre llevó el amor incondicional por la camiseta.

Magia es la palabra que lo define. Él nos enseñó que la gambeta es de las pocas mentiras que dan satisfacciones. Su habilidad, su desparpajo, su quiebre de cintura y sus amagues endiablados representan el arte del juego. Él es el símbolo del fútbol espectáculo, del potrero, de la alegría, de la naturalidad en su máxima expresión.

Aquel tímido Ariel Ortega que debutó a fines de 1991 se transformó en El Burrito, y ese Burrito es hoy uno de los ídolos más importantes de la historia de River. Él lo sabe, se siente querido, y lo demuestra. En la charla con Honor Riverplatense Revista dejó claro que su pasión por la banda roja sigue intacta.

¿Qué significa River para vos?- “River es parte de mi vida. La mayor parte de mi vida la pasé adentro del club y, desde que dejé de jugar, mi vida sigue ligada a River. Tengo un hijo que está jugando en River y prácticamente voy todos los días. River es mi casa. Más allá de que no esté ligado en ningún aspecto institucional ni deportivo, mi corazón está en River.

Traer a mi hijo me emociona y me hace feliz”.

¿Cómo era jugar en el Monumental a estadio lleno?- “Esas son cosas únicas, uno no las puede describir. Cuando me tocaba entrar al Monumental y empezaban a corear mi nombre, sinceramente, era maravillo. Nunca entendí por qué tanta gente coreaba mi nombre. Somos pocos a los que nos ha pasado eso. Era algo único e indescriptible”.

¿Que sentís al ver la impresionante pasión de la gente? - “Personalmente me impresiona la cantidad de gente que River lleva a la cancha. Hoy por hoy creo que es de los equipos que más gente lleva en el mundo. Antes de haberse ido al descenso también llevaba muchísima gente, hasta los propios periodistas lo reconocían. Como hincha de River me pongo muy contento cuando me entero que se hacen cosas lindas, como lo de La Bandera Más Larga del Mundo. No tuve la posibilidad de ir pero vi todo por televisión. La cantidad de gente era impresionante, se me puso la piel de gallina”.

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Con la vuelta de Ramón Díaz, la gente recuperó la esperanza, ¿cómo ves hoy al equipo?- “Sinceramente me alegra mucho la actualidad de River, más que nada por la gente. A todos los que somos hinchas de River nos encanta. Yo ahora estoy viniendo a la cancha y al ver el marco que hay en las tribunas me dan ganas de estar ahí adentro de la cancha”.

A más de un año de su último partido oficial, Ariel todavía no cerró su carrera, le falta la frutilla del postre: quiere despedirse en el Monumental. Su partido homenaje está previsto para los primeros días de julio. La ilusión ya le come la cabeza y le saca una sonrisa. Sabe que será un día especial, para disfrutar, para recordar por siempre. Sueña con un partido lleno de amigos, de figuras reconocidas, pero sobre todo, sueña con un Monumental repleto. Quedáte tranquilo, Burrito, jamás te vamos a fallar.

Agradecemos especialmente al director de cine, Federico Peretti, por su enorme colaboración en la producción de la entrevista.

BiografíaNació el 4 de marzo de 1974 en

Ledesma, Jujuy.Debutó en primera división el 14 de

diciembre de 1991.En River jugó un total de 361 partidos

y marcó 79 goles. Ganó 7 torneos locales y 1 Copa Libertadores

Además fue campeón en Newell’s y consiguió una Supercopa de Italia

con el Parma. Jugó 3 mundiales (1994, 1998 y

2002), y con la Selección Argentina ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos Mar del Plata 1995 y la medalla de plata en los Juegos

Olímpicos de Atlanta 1996.

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Lamentablemente hay ciertas cosas que no llegan por casualidad sino por causalidad. Passarella es fiel a su estilo y concepción política. Sus medidas muestran la total incompetencia y el absoluto desprecio por el socio. La receta económica es apretar la soga para aumentar la recaudación, obviando una concepto elemental: recaudar más no sólo es cobrar más cuota, también es buscar nuevos recursos de ingresos.

En River no existen las alternativas inteligentes, a nadie se la cae una idea creativa que genere un flujo de ingreso externo. En River seguimos teniendo una tribuna Centenario Alta para 10.000 personas de la cual sólo se usa el 25% de su capacidad. En River se estuvo 2 años con el cartel que da a la avenida Lugones sin publicidad. Simples ejemplos que demuestran la realidad: Hoy padecemos la política económica de la inutilidad.

En River nadie se pone los pantalones, nadie actúa y todos se dejan llevar por las recetas mágicas neoliberales. No importa si son medidas antipopulares, no importa si hay que inventar un abono anual para que el socio pague 2000 pesos extras. Lo importante es tapar los agujeros y seguir el falso lema del “campeonato económico”.

La exigencia de conseguir 3.500.000 euros en junio para comprar a Mora y la necesidad de tener liquidez para la campaña electoral abren un panorama espeluznante de cara al último semestre. ¿Cómo comprar a un jugador de categoría si no se pudo contratar al enganche que pedía Ramón Díaz? ¿Cómo gastar en una campaña electoral cuando no se consiguió plata para gestionar durante 3 años?

Las respuestas son una incógnita. La única certeza es que necesitan plata urgente y la receta que siempre usan es aumentar la cuota social.

EL SOCIO, LA VARIABLE DE AJUSTE

El desorden económico reina. Nos quieren vender el slogan del “campeonato económico” pero todos sabemos que no existe. La mentira oficialista tiene patas tan cortas que la verdad sale a la luz inmediatamente.

Esta vez, la cortina de humo duró dos meses. Prometieron refuerzos de jerarquía y no llegaron. Se vanagloriaron de tener vendido a Funes Mori en una cifra millonaria pero todo era un dibujo para que el balance dé superávit. La realidad es que seguimos con la soga al cuello y… ¿quién paga los platos rotos? Nosotros, los socios.

Ni bien comenzó el mes de marzo, sufrimos un nuevo aumento en la cuota social. Así los activos simples pasaron de pagar 119 a 140 pesos, y los plenos de 162 a 190 pesos. Una suba que insólitamente comenzó a regir antes de que se apruebe en la Asamblea de Representantes de Socios. Sí, aunque parezca mentira, no estaba aprobada que ya la estaban cobrando. Desesperación a la enésima potencia.

Fue el tercer incremento desde el inicio de la gestión Passarella. El presidente de River asumió el cargo en diciembre de 2009 y fijó la primera suba en mayo de 2010. La segunda fue en septiembre del año pasado. Sólo nos salvamos en 2011 por una insoslayable razón: el descenso. Para ese período estaba presupuestado un aumento del 25% pero el repudio total de los hinchas obligó a los dirigentes a dejarlo sin efecto.

A lo largo de estos tres años, la cuota se acrecentó un 174% para el socio simple (en diciembre 2009 pagaban 51 pesos) y en un 150% por ciento para el socio pleno (pagaban 76 pesos). O sea, una suba promedio de más del 50% anual, una aberración superior a cualquier índice de inflación medido por consultoras privadas.

A lo largo de estos tres años, la cuota se acrecentó

un 174% para el socio simple y en un 150% por ciento para el socio pleno

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LA POLÍTICA DE LA IMITACIÓN El 19 de marzo se conoció el primer fallo de una historia que empezó hace más de 4 años. River perdió un juicio contra Eduardo Tuzzio y deberá pagarle casi 850.000 pesos ($495.575 + intereses) por adeudarle el impuesto a las ganancias del contrato que rescindió en enero de 2009.

La deuda millonaria está relacionada principalmente con el uso abusivo de las primas. La premisa económica del desastre financiero de la gestión Aguilar se habría radicado en la contratación de jugadores prometiendo primas exorbitantes libres de impuestos que posteriormente no se cumplían. Al no poder pagar, los vendían ante la más mínima oferta obligándolos a ceder esa deuda o los dejaban que se vayan con el pase en su poder, perjudicando el patrimonio del club.

Vale tener presente que el tributo que cobra la AFIP se aplica por la suma fijada en el contrato, por consiguiente, aunque River nunca saldaba esa deuda de primas, el pago de ganancias se mantenía vigente. Así fue como en muchos casos el pasivo por primas era tan grande que el pago por el impuesto a las ganancias superaba el valor del propio pase del futbolista. Hoy la pelea judicial busca decidir si es River el responsable de esa deuda con el Fisco que inicialmente le corresponde al jugador, dado que los dirigentes prometían pagar sumas sin gravámenes.

La disputa con Tuzzio tiene un antecedente previo: el caso Daniel “Rolfi” Montenegro. El volante ofensivo hizo el mismo reclamo. Denunció ante la Justicia que el club debía hacerse cargo del pasivo que él acarreaba con la AFIP por los 492.000 dólares libres de impuestos que River aún le adeudaba por el contrato firmado en mayo de 2005.

Según consta en la causa, en esa oportunidad, el club reconoció la deuda en dólares que mantenía con el jugador, sin embargo, los jueces de la Sala I de la Cámara del Trabajo confirmaron la sentencia de primera instancia y rechazaron el reclamo de Montenegro aduciendo que la obligación fiscal estaba a cargo del titular del impuesto porque los acuerdos entre partes no liberan el compromiso ante la AFIP.

Ahora el tema cambió. La Sala X de la Cámara Laboral se contrapuso a la jurisprudencia fijada por el caso Montenegro y condenó a River por no acreditar el pago del impuesto,

puesto que en el contrato suscripto con Tuzzio se había comprometido a hacerlo. Ante la diferencia de criterios judiciales aplicados, River decidió apelar y la causa pasó a la Corte Suprema. Conclusión: la pelota se pateó para adelante y por ahora el pago de la sentencia quedó stand by.

La batalla judicial que ganó Tuzzio deja en evidencia una de las miles irregularidades de la gestión anterior. Lo peor es que la gestión actual se estuvo moviendo de la misma forma. El balance 2009/2010 indicó que River se endeudó en 68.822.000 pesos debido esencialmente a las deudas generadas en primas por rescisión y no renovación de contratos a jugadores. Un año después, en febrero de 2011, el propio Passarella le reconoció al diario La Nación que existía una deuda de 30.000.000 de pesos con el plantel en concepto de primas, sueldos y premios. Por ende, es muy probable que pronto seamos noticia por otros incumplimientos y juicios por pagar.

River perdió un juicio contra Eduardo Tuzzio y deberá pagarle

casi 850.000 pesos por adeudarle el impuesto a las ganancias del contrato que

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LA CARRERA 2013 ESTÁ EN MARCHA

Empezó el 2013 y con él arrancó la carrera por el sillón presidencial. La desidia administrativa y futbolística de la actual gestión le abren las puertas al cambio. El socio ya no soporta el cúmulo de errores y los manejos oscuros. Hoy todos reclamamos a gritos dirigentes serios, capaces y transparentes para poner fin a estos años de decadencia política.

Ya en los partidos de verano pudimos ver un gran despliegue de afiches, pasacalles y pintadas de decenas de precandidatos que buscan posicionarse de la mejor manera en este año electoral. Y obviamente en el inicio del torneo esos posibles nombres presidenciales se multiplicaron.

Muchos sueñan con reunir el poder necesario para llegar con fuerzas a agosto-septiembre. El inicio del segundo semestre del año es el momento clave, ahí se definen las candidaturas. Para otros, en cambio, este tiempo es sólo una cuestión mediática para colocar su nombre en el mundo River y obtener lugares en las futuras listas.

Daniel Passarella ha perdido imagen en el tiempo de gestión. Está claro que todas las esperanzas políticas del oficialismo descansan en los resultados deportivos, en la mística ganadora de Ramón Díaz y en la fragmentación de sus contrincantes. Sin embargo, a diferencia de lo que muchos creen, el entorno presidencial ya trabaja en la carrera electoral. De manera solapada comenzaron a mover la estructura institucional con el objetivo de apuntar a la reelección. La idea inicial es intentar cambiar la imagen pública, a pesar de ser la gestión que nos envió al nefasto descenso; de hacer figurar en el balance la venta de un jugador que pasa más tiempo sentado en al banco de suplentes que jugando; de aumentar el pasivo de la institución a más del doble del que recibió, por citar algunos ejemplos.

La política nacional y porteña también amenazan con meterse en la disputa electoral. Excepto Passarella, todos los presidentes de River han sabido generar puentes con las autoridades gubernamentales. La posibilidad de tener

contactos con las altas esferas del gobierno de Cristina Kirchner o de la administración de Mauricio Macri da una perspectiva distinta y brinda un campo de acción extra para el beneficio del club. Hoy por hoy esta vertiente aún es incierta.

La carrera presidencial es ambiciosa y la política es el arte de lo posible. Quienes hoy aparecen como enemigos, mañana pueden convertirse en aliados. Quienes hoy dan portazos furiosos, quizás mañana se vuelven acérrimos compañeros. Por ahora todos se animan a postularse. La vara está tan baja que cualquiera se cree capacitado. El antecedente es peligroso: Si Passarella logró ser presidente, ¿por qué no podría serlo otra persona sin preparación? Tengamos memoria.

La desidia administrativa y futbolística de la actual gestión le abren las puertas al cambio. El socio ya no soporta el cúmulo de errores y los manejos oscuros.

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LAS ESTRELLAS VIVAS DE NUESTRA GRANDEZA

Todos los lunes en la cancha auxiliar Nº1 del estadio Monumental se reúnen las glorias de River Plate para despuntar el vicio de jugar al fútbol vistiendo la camiseta de sus amores.

Allá por el 2003, un socio vitalicio e hincha apasionado que participaba en la Comisión de Filiales tuvo el sueño de armar un equipo de veteranos. Mario Argenta consideraba que el público riverplatense se merecía tener un contacto más cercano y frecuente con aquellos jugadores que habían sido parte de nuestra historia. Ese sueño se transformó en idea posible cuando se empezó a reunir con viejos amigos ex futbolistas y esa idea se hizo realidad en 2004. Así fue como surgió el equipo de Fútbol Senior del Club Atlético River Plate.

Con el tiempo y el creciente entusiasmo de la gente, el plantel tomó otra magnitud. Se fueron sumando cada vez más jugadores: el Beto Alonso, Enzo Francescoli, el Burrito Ortega, el Mencho Medina Bello, Hernán Díaz, Juanjo Borrelli, Matías Almeyda, el Luigi Villalba, Guillermo Rivarola, el Gaby Amato, el Mono Claut, entre otros tantos. Inmediatamente el boom llegó a la AFA, se creó el campeonato de “veteranos” y hasta apareció el interés de los medios de comunicación por televisar los partidos.

Sin embargo, no todas fueron rosas en la concreción del sueño. A principios de 2010, Daniel Passarella quiso suspender la actividad por diferencias con los coordinadores. Gracias a las gestiones de los propios jugadores, el actual presidente debió rever su postura, asumir su error y permitir que los ídolos millonarios puedan seguir desplegando su magia en el verde césped.

Hoy casi 500 personas concurren semanalmente a ver los partidos. No obstante, para los muchachos nada cambió. Los próceres riverplatenses se convierten cada lunes en la expresión máxima de la pasión por el fútbol. Para ellos es la excusa perfecta para volver al vestuario, a las viejas bromas y las risas siempre vigentes. Ahí las glorias de River se vuelven terrenales y alcanzables. Firman autógrafos, se sacan fotos, se ríen de sus pases, toman mate en el entretiempo y recuerdan miles de anécdotas.

Es imposible no mencionar la palabra nostalgia si en una cancha de fútbol están los grandes ídolos de la historia del club. Ellos abren el arca de los recuerdos y millones de imágenes imborrables se nos vienen a la cabeza, centenares de alegrías reaparecen otra vez en nuestras retinas. Ellos son las estrellas vivas de la grandeza, son el reflejo de un pasado maravilloso. Ellos mantienen vigente la llama de la excelencia, porque son el gen riverplatense que debemos recuperar.

Para más la información del Fútbol Senior https://www.facebook.com/F.S.CARP

Pablo LavallénGuillermo RivarolaRamón Ismael “Mencho” Medina BelloJavier “Mono” ClautCarlos KarabinMaxi SequeraAlejandro MontenegroPedro Vega

Marcelo “Pepo” Morales“Pato” MiguezCristian CastilloAdrián PasceriJuan Carlos CataldoJorge “Pulga” EstecheJuan RañaJavier SoderoAlberto LabroziOrlando RomeroAxel ClazonGuillermo Lepore

CUERPO TÉCNICO

Mario Argenta (Coordinador)Tito Di Leo (Colaborador)Martin Olguin (colaborador)Carlos Russo (Director Técnico)Guillermo Silicaro (Preparador Físico)Carlos “Turco” Ferrazzini (Planillero)Pío Enriquez (Masajista)

PLANTEL FUTBOL SENIOR

Enzo FrancescoliAriel OrtegaJuan José BorrelliGustavo “Chapa” ZapataGabriel AmatoMatias AlmeydaHernan DiazLuigi VillalbaMariano Juan

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UNA HISTORIA, UN TRIUNFO Y UN ADIÓS

A finales de la década del ‘80, la AFA copió una idea del fútbol uruguayo y creó un mini-torneo que generó gran repercusión en la Argentina. Fue la llamada “Liguilla”, certamen que clasificaba a un equipo a la Copa Libertadores de América.

River jugó por primera vez ese torneo en el año 1989, y durante la etapa de reclasificación se disputó un inolvidable River - Boca. Los más memoriosos se acordarán que la Liguilla 88/89 tuvo rueda de ganadores y de perdedores. En aquel certamen, Boca había salido segundo y River cuarto, por eso ambos se encontraron en la final de la rueda de perdedores.

En sólo 8 días hubo tres superclásicos. Los dos primeros terminaron empatados 0-0, el tercero es un recuerdo imborrable para todos los corazones millonarios. Ese desempate tuvo dos condimentos especiales: se jugó en cancha neutral y marcó el retiro de un defensor emblemático. Era un jueves, noche muy fría y lluviosa sobre la Capital Federal. A River lo dirigía Reinaldo Carlos Merlo. ¡Cómo olvidar su imagen entrando con el sobretodo color mostaza y su bufanda! Aquel 27 de julio de 1989 River le ganó a Boca 2 a 1 en el estadio de Vélez. Ese fue el último partido como profesional de Daniel Alberto Passarella.

Fue un clásico intenso, peleado, un auténtico partidazo. El primer gol de River, frente al arco de la avenida Juan B. Justo, lo hizo José Tiburcio Serrizuela, de recordada pegada,

que en 1990 terminó jugando el mundial de Italia. A ese mismo jugador, Alfredo Graciani le pegó una inolvidable trompada después de un forcejeo que derivó en la expulsión del delantero de Boca. A los pocos segundos de esa tarjeta roja, se produjo el momento histórico. El árbitro Juan Bava expulsó a Passarella por hablar de más y puso punto final a su carrera como jugador.

El segundo tanto de River lo hizo Ramón Centurión. Después de una gran jugada de Omar Palma, la pelota pegó en el travesaño y el delantero capturó el rebote de cabeza. El descuento de Boca llegó gracias a Claudio Marangoni, pero fue sólo para decorar el resultado. Llegó el final y el delirio de la gente fue total. La tribuna que da al tablero electrónico desbordó y la hinchada cerró la noche desplegando una bandera gigante.

Ese día River formó con: Comizzo, Basualdo, Higuaín, Passarella, Gordillo; Corti, Serrizuela, Batista; Palma, J.J.Borrelli y Centurión.

Finalmente la Liguilla 88/89 la terminaría ganando River. Tras eliminar a Boca y ganar la ronda de perdedores, derrotó a San Lorenzo (ganador de la ronda de ganadores) y se clasificó a la Copa Libertadores.

Para todos nosotros sigue siendo un recuerdo imborrable de un clásico ganador. Un torneo inédito, un partido lejos del Monumental y un festejo que lleva más de 24 años.

> Fotos: Revista Sólo Fútbol

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