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Revista Manuscrito

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revista estudiantil, historia, chile.

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Editorial

“El jardín infantil en manos de los niños”. Sin duda se han utilizado y mal

utilizado muchas energías en discutir y pensar sobre el movimiento estudiantil de estos últimos 6 meses. También es innegable la importancia de los temas de fondo que la causa proclama y ha puesto en la palestra nacional. Ampliamente compartida, la lucha por una mejor educación y un mejor país es un sentimiento aceptado al cual el gobierno de turno parlamentarios y políticos en general no han estado a la altura de las circunstancias poniendo en peligro la institucionalidad de un sistema que se dice ser “democrático”. los cuales se han enfrascado en apoyo y lucha en contra de los estudiantes-dirigentes que buscan ser los agentes de un “dialogo” de imposiciones y descalificaciones, sin detenerse a pensar si tienen o no alguna capacidad de entender lo que realmente discuten y piden. Extraño fenómeno ha ocurrido en estos seis meses, donde nunca se ha contemplado escuchar a los especialistas que saben de los temas de fondo, donde inescrupulosamente cualquier personaje con un minuto de pantalla busca imponer sus “opiniones” respecto a temas de impotencia.

Como pretender que estudiantes

decidan o participen en toma de decisiones de estructuras universitarias, consejos políticos, comisiones parlamentarias por el solo hecho de que sepan leer un documento y tener la capacidad de pronunciar discursos llenos de retórica populista. Estudiantes que están en procesos formativos, llenos de ideales, inquietudes, y expectativas que deben ser escuchadas y satisfechas en lo posible por la sociedad, pero que en ningún caso saben como en el desarrollo de dinámicas globales o de conjunto que si tiene, por obvias razones, los mas experimentados.

Esta situación es igual de incompresible como dejar a los niños de un jardín infantil que decidan lo que van a comer en el almuerzo todos los días, lo mas probable es que terminen tomando helado y comiendo galletas hasta enfermarse. +

Nicolás Araya.

Editor

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Contenido

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+ Editorial + ¿Qué es Manuscrito? + Tesis. Tamara Inostroza Rodríguez.

La Representación de los crímenes femeninos en Santiago, 1923-1925.

+ Tesis, Ángela Victoria Maureira Ladino

De Guerrillero a Intelectual. La figura del Subcomandante Marcos.

+ Libro. Natalia Pavez Sepúlveda

Estudiante de magíster en historia. UNAB. Marcos Fernández L., Prisión común,

imaginario social e identidad, Chile, 1870-

1920, Santiago de Chile, Ed. Andrés Bello y DIBAM, Colección Sociedad y Cultura XXXIII, 2004, 243 páginas.

+ La UNAB. ”Subiendo en cantidad, bajando en calidad”. + Entrevista a Carlos Donoso. Director de escuela

+ Actividades: 31ª Feria Chilena del Libro de Santiago.

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¿Qué es Manuscrito?

El proyecto “Manuscrito” consiste en desarrollar una revista estudiantil, motivado por la reflexión e inquietudes de un grupo de estudiantes de licenciatura en historia, campus casona, ante las reiteras situaciones de escasa participación y presencia del alumnado en que hacer académico e intelectual de la carrera y de la universidad.

El impulso de esta iniciativa radica en la

necesidad de fomentar el desarrollo de propuestas historiográficas, por lo mínimas y simples que sean, para ir desarrollando y perfeccionando habilidades durante los periodos académicos, dentro de un marco de independencia respecto de la universidad, de la dirección de escuela y del mismo centro de alumnos con el fin de exponer opiniones y debates que potencien momentos de discusión y reflexión sobre planteamientos e ideas que hasta ahora deambulan sin tener gran consideración y difusión dentro del alumnado, Así también se busca crear una instancia de participación y comunicación entre todos los grados estudiantiles, los que por falta de mecanismos de participación se encuentran muy fragmentados y con escasos vínculos, buscando revalorar las interrelaciona que puedan desarrollar personas que comparten un mismo nicho formativo.

Entendiendo que nuestra disciplina se caracteriza por el aislacionismo en sus procesos de trabajo y desarrollo intelectual, también creemos que en un mundo más conectado e integrado el trabajo interdisciplinario se convierte en parte esencial en el desarrollo de nuevas temáticas profesionales. Conjugándose con las experiencias de vida personales, los cuales

traspasan las barreras formales que en épocas pasadas dividían la realidad profesional con la realidad personal, acercando los espacios, acortando distancias y conjugando en una sola lectura todos los sentidos. El mundo es más integral y como futuros historiadores debemos encausarnos en ese camino para proponer una disciplina más real y más cercana a las personas y sus realidades. Confiamos en el formato de “revista” como medio de expresión y de difusión masiva, ya que conjuga dos aspectos relevantes en nuestra pospuesta: la posibilidad de implementar un formalismo propio de la historiográfica, permitiendo el desarrollo de trabajos rigurosos y con algún tipo de proyección, y la posibilidad de la versatilidad y dinamismo grafico y audiovisual. Este ultimo punto es lo que nos permite acercarnos a la realidad, es innegable que un trabajo bien desarrollado termina en revistas de especialidad o libros editados, pero en la practica solo se difunden en los círculos de intelectuales del área marginado al resto de la población de un conocimiento que puede ser de importancia para el desarrollo de la sociedad. La revista permite difundir estas temáticas “serias”, documentas, problematizadas, en un formato más afable hacia un lector menos instruido conjugando herramientas audiovisuales con las plataformas sociales de comunicación y de difusión, con la finalidad de acercar al lector común y corriente nuestro trabajo.

Imagen de fondo. Nicolás Araya

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“Manuscrito” busca desarrollar sus propuestas sobre tres conceptos fundamentales e irrenunciables, que son: libertad de expresión, tolerancia e independencia, lo cuales permiten un espacio libre de las particularidades de la contingencia y de las opiniones de quienes conforman la comunidad universitaria y social en torno a nuestra carrera. La revista tiene cinco pilares básicos para desarrollarse; el primero, es la publicación de ensayos desarrollados por los estudiantes en las diferentes cátedras, entendiendo que muchas veces se presentan buenos trabajos e ideas que no son planeadas ni discutidas mayormente y que pueden ser un aporte para otros; segundo, es la publicación de las tesis de los alumnos egresados y de aquellos que estén en proceso de evaluación permitiendo conocer lo que se esta haciendo en nuestra escuela, medirnos entre nosotros y usar el trabajo hecho por los “mayores” para desarrollar un mejor aporte historiográfico a las posibles temáticas comunes, mientras que creamos una integración generacional para obtener licenciados de calidad y con una carga identitaria propia .

El tercer pilar es la publicación de trabajos profesionales, tanto de profesores como de ex alumno y otros profesionales, que sean considerados por algún estudiante o por los mismos mencionados que deseen exponer y difundir sus planteamientos, idea que busca dar a conocer nombres de profesionales y áreas temáticas tratadas, para aportar a la expansión de campo intelectual que desarrollamos como estudiantes. El cuarto pilar se refiere a las opiniones y temas de

debate, el cual consiste en un espacio de expresión y discusión libre, de inquietudes, propuestas, ideas, sueños, etc., que como estudiantes y personas desarrollamos, siempre en un marco de respeto, veracidad y tolerancia, entendiendo que cada critica o aporte permite crecer, tanto como grupo y como personas.

Imagen de fondo. Matías Varela.

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Y el quinto punto es el de reportajes, el

cual busca ser el espacio y mecanismo de conexión formal y directa para acercarnos hacia las autoridades, profesores y profesionales que tengan influencia en nuestra área y universidad, en un marco tipo “periodístico” se buscara “entrevistar” a aquellas personas para obtener la información que sea de algún interés para nuestro mundo estudiantil.

El proyecto “Manuscrito” se materializa

y estructura con un Consejo Administrativo, en el cual descansan las ideas relevantes y esenciales de la propuesta, así como conserva la autoria del proyecto en su conjunto y la revista en su particular, conformado por los estudiantes fundadores de “Manuscrito” y otros estudiantes que se incorporen en el tiempo al trabajo y desarrollo del mismo. El Consejo Administrativo, en su obligación de organizador, define al Editor responsable de la revista y la jerarquía de las funciones y responsabilidades que cada integrante debe desarrollan en la revista.

EL proyecto busca desarrollar una publicación mensual, el primer lunes de cada mes, dentro del año académico. para el año 2011 se proyecta tener una publicación en el mes de noviembre, la cual esta en su fase final de desarrollo, y una publicación para el mes de diciembre, proyectando un trabajo durante el verano 2012 con los tesis y futuros egresados de la promoción 2012, la cual proyecta una publicación durante las primeras semanas tras el ingreso de ese año académico. Para estas proyecciones nos hemos enfocado en un trabajo voluntario y sin recursos, donde el objetivo es concretar las ideas, dejando para una segundo proceso la posibilidad de obtener recursos de la universidad y/o de la Dirección de Asuntos estudiantiles. +

Imagen de fondo. Eduardo Gutiérrez.

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Tesis

Tamara Andrea Inostroza Rodríguez. La Representación de los crímenes femeninos en Santiago, 1923-1925. Tesina de Grado para optar al grado de Licenciado en Historia. Universidad Andrés Bello. Profesora Guía: Carla Rivera Aravena. Santiago de Chile, Diciembre del 2010.

Resumen.

La presente investigación, tiene por finalidad analizar las representaciones que se construyen sobre las mujeres criminales, en la prensa, durante los años de 1923 a 1925, en Santiago. Para ello nos basaremos en el connotado caso “cajitas de agua”, crimen pasional que marcó los anales periodísticos modernos, del periodo y quedó inscrito en la memoria de nuestro país como se puede apreciar en las obras del artista plástico Eugenio Dittborn, entre otras manifestaciones culturales. Las representaciones, que circulan en torno a este caso, a través de los distintos medios periodísticos escritos y sus secciones, permiten dar cuenta de imaginarios que se construyen sobre el criminal, y de cómo ellas se hacen presentes en la sociedad chilena en las primeras décadas del siglo XX. A partir del relato de María Rosa Faune Cavieres, es posible constatar que estos discursos dejan en evidencia otros elementos, quizás ignorados, como el género sexual, por ejemplo, que intervienen en la construcción de supuestos sobre el mundo del delito. Asimismo, la “monstruosidad” que es posible apreciar en los artículos de prensa sobre las mujeres que trasgreden las normas morales, sociales y jurídicas en la sociedad, actúan como un factor crítico al interior de la mentalidad colectiva. Esto, porque da cuenta de que las instituciones, el Estado y la medicina, vale decir, las prácticas y discursos dominantes carecen de la flexibilidad, de los

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instrumentos y de la comprensión para dar cuenta de ellas El actuar de estas mujeres, significó cuestionar aquel pensamiento cristiano occidental, se transforman en criaturas amenazadoras, ya que no son más que errores de la naturaleza, de su propio ser mujer. En este sentido, la sociedad como lector- espectador, ve y re-significa estas representaciones de lo femenino. No obstante, la “monstruosidad” a la que alude el discurso no es, como pareciera, y como impone la violencia simbólica ejercida por la prensa, como una “anomalía” inabarcable, sino más bien una manera de situar dichas prácticas del delito femenino a un lugar útil al sistema. Introducción. Desde finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX, la ciudad de Santiago, protagonizó una serie de transformaciones que poco a poco la fueron consolidando como una capital moderna, en estos años se experimento una importante inmigración producto de la ampliación de zonas urbanas, asunto que hizo que en esta ciudad, surgieran nuevos barrios, que solo reflejaron las desigualdades sociales y por ende, la inestabilidad del proyecto modernizador. Se iniciaban los planes de transformación, cuyo propósito se basaba en romper la antigua imagen colonial, instaurando una serie de cambios en la fisionomía de la capital, se postula a una red de alcantarillado, agua potable e iluminación de calles, plazas y casas, sólo por nombrar algunas. En definitiva, una ciudad con aires “modernos”, con enormes fachadas, palacios y edificios imitados a los de Europa, más aún las ideas reformistas implantadas por Benjamín Vicuña Mackenna, entre otros, sólo agudizaron los problemas sociales que se presentaban en la capital, evidenciando un gran espacio pero con dos realidades que se

contraponen totalmente. Demostrando una vez más la predominancia de un solo sector al interior de ciudad. Así, a la luz del progreso y el orden, convivía la marginalidad, miseria, las enfermedades y una barbarie incontrolable, que atentaba claramente con los ideales del “positivismo”, afirmando que en la realidad existe un orden único que tiende al progreso indefinido de la sociedad, y en este sentido el salvajismo de estos grupos no concuerda con el ideal de ciudad. En este aspecto se postula al “asociacionismo” un mecanismo “civilizador” a través de una gama de instituciones que buscan integrar a estos sujetos y de esta manera, hacerlos sentir parte de una comunidad por ejemplo, evitando de este modo algún tipo de revelación. No obstante, las diferencias y estigmatización de ciertos barrios hicieron que estos ideales no llegaran a un buen puerto, destacando un ambiente incierto, donde la violencia se transforma, en uno de los ejes principales de estos nuevos barrios suburbanos, siendo un factor clave entre los principales problemas que aquejan a las sociedades. Asimismo el “crimen” y el “delito” se presentaban muy bien a este doble juego, por un lado ejemplificaba los “nuevos problemas” urbanos que desafiaban los mecanismos de control social y proporcionaban con sus “tipos” y especificidades el saber médico y el criminológico. De esta manera, Santiago no sólo tenía a sus criminales y crímenes modernos, sino también sus zonas y sus barrios que le servían de refugio. A la luz de estas coordenadas, es posible manifestar, que durante este periodo de “cambios”, se comienza a constituir, distintos dispositivos culturales, como novelas, teatros, música, siendo el más importante y el que nos convoca la prensa, en este escenario las publicaciones escritas jugaron un papel esencial, en la construcción de ciertos imaginarios sobre el criminal moderno, la

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competencia por la noticia exclusiva e impactante (característica de la prensa moderna), cronistas y reporteros en verdaderas hazañas competitivas por adquirir los máximos detalles de los hechos, de sus protagonistas, y finalmente de los posibles desenlaces. Empresas ambiciosas y tecnológicas, apoyadas en dibujos o fotografías, circulaban por la ciudad en decena de miles de ejemplares que lograron reconstruir la imaginación punitiva en una era en que esta había sido ocultada detrás de las murallas de los presidios. Desde esta óptica, es posible determinar, que las representaciones que se construyen y re- construyen desde estos medios de comunicación, permiten que la sociedad pueda dar cuenta de sí misma a partir de una particular construcción de sentido, donde intervienen las gramáticas de reproducción y reconocimiento, que, en la circulación de los objetos periodísticos y culturales, producirían, dando de este modo, efectos de realidad. Así, es posible apreciar un sistema de comunicación social, propiamente tal, ya no puramente diluido o siendo expresión de los grandes o pequeños poderes. En definitiva, la prensa escrita, se presenta con un grado de autonomía no conocido antes en nuestra historia. Con todo, se aprecia, que la ciudad a principios del siglo XX, viene a cambiar todo un sistema eminentemente tradicional, no obstante la sociedad de la época, aún seguía con patrones de género heredados desde la colonia, de esta manera las mujeres sustentaban su identidad a partir de un ideal impuesto, por la religión y la tradición, en dónde la sumisión, la pureza y la rígida obediencia a las normas establecidas constituían cánones fundamentales. Pero ¿Qué significó que estas mujeres trasgredieran este ideal?; ¿Cómo el sujeto femenino escarba en lo público, generando la construcción y consolidación de nuevos sujetos?

Entre 1900 a 1930, es posible apreciar una serie de cambios en el perfil, físico y moral de la mujer chilena, estás se cortarán el pelo, dejarán atrás los corsets, y expondrán una fisionomía antes jamás mostrada, como el uso de faltas cortas, exhibiendo sus piernas, asunto no expuesto hasta ahora, ya que para la sociedad “tradicional”, esto se ligaba a las connotaciones sexuales que pudieran emerger de éstas. De esta manera, el protagonismo que comienza a tener la mujer, en aquellos años, las sitúa en un nuevo espacio ciertamente infractor, donde las prácticas violentas emitidas por mujeres, comenzaron a ser tema en dichos espacios. En parte esta toma de conciencia “social”, del peligro femenino, denota quiebres, continuidades, reformulaciones que se gestan al interior de la sociedad, para dar cuenta así de los nuevos pactos culturales. Esto sumado, a la nueva fisionomía que adquiere el periódico, ya que permiten dar cuenta, una nueva mirada sobre los estudios de criminalidad y violencia, constatando las mutaciones de los pactos sociales, morales y de género de la sociedad chilena. Asimismo y en base a las ideas presentadas hasta aquí, se han planteado una serie de objetivos, para llevar a cabo de manera certera, el desarrollo de esta investigación. En una primera instancia se desprende, el objetivo general de esté análisis: Comprender, como la prensa de la época actúa como modelo “ideologizante”, que permite reforzar un ideal de mujer. Ahora bien, en este contexto, se desglosara, una serie de objetivos específicos:

- Identificar los elementos que permiten construir una idea de mujer “moderna”.

- Analizar el periódico como medio masivo de información determinando el impacto que provocan en la sociedad.

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- Comprender como la presa legitimiza las prácticas violentas.

En esta materia, la hipótesis de trabajo es la siguiente:

- Las representaciones que se construyen desde la prensa permiten reforzar el ideal femenino hegemónico y a su vez permite comprender todas aquellas prácticas femeninas consideradas anómalas.

Para llevar a cabo estos ideales, necesariamente, hay que realizar una contextualización, de Santiago, ya que a través de los cambios que experimenta durante el último tiempo del siglo XIX y comienzos del XX, como hemos manifestado, es posible distinguir, las transformaciones en los medios de comunicación escritos y apreciar la reformulación o bien la configuración de los pactos sociales. En resumidas cuentas, la modernización de Santiago, implicó un cambio en las estructuras imponentes que se encontraban en la urbe desde los tiempos coloniales, de este modo no sólo la ciudad es la que se moderniza, sino todo lo que se encuentra dentro de ella, y el que no es capaz de encarnar esta nueva dicotomía simplemente se excluye, y es en este punto específicamente, donde salen a la luz todos los problemas que implica la modernidad. Marco Teórico.

Desde la década del ochenta del siglo

XX, los estudios referentes sobre criminalidad, se vuelven relevantes. En parte, este giro epistemológico fue consecuencia de las innovadoras investigaciones que realizó el filósofo Michel Foucault.

Este autor, de hecho publicó en 1975, una de sus obras más relevantes en materia de criminalidad y delitos, “Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión”. Realizando, un estudio sobre la importancia de las

instituciones penitenciarias para construir y mantener el control social. Sin embargo, pese al valor historiográfico que representa este estudio, se puede apreciar una invisibilización de los sujetos que transgreden el orden social. Este silenciamiento impide dar cuenta de las relaciones que se establecieron entre el poder aplicado por el estado y sus distintos organismos como la recepción del discurso hegemónico en los sujetos considerados criminales. No obstante como ya hemos hecho alusión este panorama cambiará al insertarse los medios escritos, que entregarán a la sociedad un conocimiento a grandes rasgos sobre la realidad de estos sujetos. De esta manera, el vuelco innovador de Foucault, permitió introducirse al mundo de las representaciones, dotando de sentido la violencia emitida por los actos criminales, siendo la historia de las mentalidades, un acto de pensar, crear y reaccionar frente al mundo circundante, visto como una expresión cultural, así Ronaldo Mellafe en “Historia de las mentalidades: una nueva alternativa”1, permite dar un acercamiento a la historia cultural y a la aparición del estudio de las representaciones de Roger Chartier; en “ El mundo como representación”.2 La historia intelectual a lo largo de los tiempos, ha estado demarcada con características propias de una determinada época, es decir todo se manifiesta a través de patrones culturales específicos, estos ya sea reflejados ,en la lingüística, en el tipo de relaciones que puedan manifestarse entre los sujetos, así gobernando o moldeando las configuraciones intelectuales que se destacan constantemente al interior de la sociedad, lo importante de esto es que se comienzan a estudiar los discursos que se emiten en torno a la criminalidad como agentes de cambio en un periodo determinado.

1 Rolando Mellafe Rojas, “Historia de las mentalidades: una nueva alternativa. En Revista de Estudios Históricos, Volumen 1, Nº1, Santiago, Agosto de 2004. 2 Roger Charier, El mundo como representación: Estudios sobre historia Cultural, Madrid, Geidisa, 2005, pp.276

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En este contexto, las representaciones de mujeres criminales, es un campo lleno de misterios para la sociedad, probablemente, durante los tiempos anteriores al investigado(1923- 1925), la figura femenina pudo ser protagonista de actos delictivos, sin embargo, es ahora el momento donde estos emergen en los espacios públicos, dentro de un contexto histórico más bien desconocido y poco investigado, así los estudios historiográficos que abordan tópicos como la criminalidad femenina vienen a revelar un sinnúmero de discontinuidades y continuidades que se gestan al interior de la sociedades, obras como las de Rafael Sagredo, Tomás Cornejo, Carla Rivera, Claudia Araya; entre otros; vienen a revelar una serie de actos de criminales, donde la protagonistas son mujeres, verdaderas transformaciones culturales que obligaran a una sociedad eminentemente tradicional a presentarse como integrante de la modernidad, siendo, nuestro punto de inicio para comenzar esta investigación.

Dentro de los estudios exhaustivos existentes que se relacionan a nuestro análisis, nos encontramos con las obras de los historiadores Marcos Fernández y Daniel Palma, en; “La explicación y sus fantasmas. Representaciones del delito y de la de responsabilidad penal en el Chile del siglo XIX (2000)”, o en; «La ley pareja no es dura». Representaciones de la criminalidad y la justicia en la lira popular chilena” o bien “Del delito al encierro, vida carcelaria en Chile en el siglo XIX (2006), respectivamente, estos marcan un punto de inicio en los discursos de violencia, manifestando como las representaciones de y sobre la transgresión permiten re-significar las prácticas e imaginarios de la violencia que operan en una sociedad.

La incorporación historiográfica femenina, permite reconocer a la mujer en el registro histórico del pasado y darle una valoración como un actor social, como esta “mujer criminal”, se hace presente dentro de un espacio que era considerado masculino,

quebrantando un ideal establecido, resultando, tensiones crecientes en las relaciones de género, es precisamente a raíz de estas diferencias de “género” y “poder”, donde se presentan “rupturas” dentro de una sociedad que aún conserva rasgos tradicionales, obligando a esta a reimplantarse en una ciudad y sociedad de cambios.

De este modo para comprender los cambios que experimento Santiago y entender la efectos que estos tuvieron para la sociedad, se hace necesario investigar las construcciones de género en chile, subrayando la movilidad de las relaciones entre lo femenino y masculino, en el contexto de los procesos de urbanización, industrialización y modernización que ha vivido el país; es por esto que nos parece esencial analizar los trabajos realizados por Lorena Godoy en “Disciplina y Desacato; Construcción de Identidad en Chile, siglos XIX Y XX (1995)”.

En este sentido, como es de esperar, la prensa jugara un rol fundamental, con el nacimiento de nuevas secciones, como la crónica, noticia policial y sensacionalismo, donde los periódicos de la época se encargaban de presentar a una ciudad sacudida por golpes de violencia, así las obras de Carla Rivera, ejemplificaran esta situación: La prensa rescata y construye un imaginario femenino a partir de los delitos que tienen relación con la naturaleza femenina. 3

La importancia de estos aportes, radican especialmente en las nuevas representaciones u/o interpretaciones que se gestan en la construcción de estos “sujetos” que traspasan los límites establecidos. De esta manera lo que se intenta dilucidar son las transformaciones culturales que se van adecuando desde una perspectiva tradicional a una moderna.

3 Carla Rivera. “Mujeres malas: La representación del delito femenino en la prensa de principios del siglo XX”. En Revista de Historia Social y de las mentalidades, Santiago, Vol. ½, Nº 8, 2004.

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Marco Metodológico. Sin lugar a dudas, para concretar esta tarea, se debe considerar el espacio temporal de nuestra investigación, esta comprende específicamente entre los años de 1923-1925, que es lo que dura el proceso judicial de nuestra imputada María Rosa Faune Cavieres, no obstante para realizar un análisis preciso de todos los factores que inciden en esta representación, necesariamente hay que volver al último periodo del siglo XIX, que es, cuando en Santiago se inician los planes de transformación. Como fuente primaria, se utilizarán tres periódicos de la época, “El Mercurio de Santiago”, “El Diario Ilustrado de Santiago” y finalmente “Los Tiempos de Santiago”, Más las Revistas Médicas de Chile, correspondientes al año 1924, donde realizan una profundización de la muerte de nuestro involucrado Efraín Santander Jara. De este modo, será posible comprender el juego de discursos que giran en torno a un mismo hecho, más aún si se toman en consideración aspectos como; los dueños de estos, el tiraje, los periodistas y colaboradores involucrados, las secciones de estos, formatos de tipografía e imágenes, que permitirá comprender “el perfil” del medio que es mostrado a la sociedad y en definitiva como la prensa transforma o cambia un actor social dándole diferentes connotaciones, miradas u interpretaciones. Los tres periódicos, a los que hemos hecho mención se caracterizarán por manifestar un giro transcendental, como veremos en el desarrollo de esta investigación. Estos se establecen como una actividad masiva, moderna y comercial, propia de aquel proceso modernizador. Junto al análisis de las fuentes, es necesario mencionar que estas se complementaran con una serie de bibliografía que este en relación al trabajo a investigar.

Capítulo I. Dotando de sentido al mundo: El

origen de la prensa moderna.

En 1900, se fundó en Santiago el primer periódico considerado moderno: El Mercurio de Santiago4. En él se podían apreciar nuevos formatos que daban paso a las nuevas estrategias comunicacionales de la nación, en donde la imagen, la noticia fragmentada, la objetividad y neutralidad ‘política’ se destacan. Así, desde “el clásico o ilustrado público lector devendrá otro, que ampliará y segmentará el ámbito de sus intereses, y será cada vez más sensible al impacto informativo y a los nuevos códigos de la imagen y de fotografía”5. De esta manera, a fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX, podemos evidenciar una transformación de la cultura escrita, que devendrá en el nacimiento de un nuevo público que expresara nuevos gestos y ritmos de lectura. El desarrollo de esta nueva forma de periodismo se debió a las transformaciones estructurales que experimentó el país desde mediados del siglo XIX. Según Carlos Ossandón y Eduardo Santa Cruz, “la modernización en el ámbito de las comunicaciones, tiene como componente importante lo que llamamos la diversificación de los medios. Ello expresa la articulación de dos fenómenos que se retroalimentan: el desarrollo de las tecnologías comunicacionales que van permitiendo masificar reproductivamente el uso de variados códigos y formatos y el desarrollo creciente de públicos con algún grado de especialización en sus demandas e intereses

4 Cabe señalar que los especialistas del tema señalan que

El Ferrocarril, fundado en 1855, fue el primer periódico que agrupó todas las características modernas, de una prensa comercial, noticiosa. Sin embargo, por el peso en el imaginario social se ha consensuado que El Mercurio de Santiago se levanta como el ícono de cambio de los procesos de modernizadores en las comunicaciones. Ver. Carolina Cherniavsky, El Ferrocarril y El Mercurio de Santiago. ¿El comienzo de una época y el fin de otra en la historia de la prensa chilena?, Tesis de Licenciatura en Historia, Instituto de Historia. Pontifica Universidad Católica de Chile, Santiago, 1999. 5 Carlos Ossandón y Eduardo Santa Cruz. Entre las alas y el plomo, la gestación de la prensa moderna en Chile, Santiago, LOM ediciones, 2001, pp. 147.

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culturales”6. Sin embargo, la hegemonía de la prensa como órgano de construcción de opinión pública; es decir, capaz de formar sujetos críticos, alfabetizados, capaces de hacerse cargo de sus acciones racionalmente; no fue una tarea fácil. Con la consolidación del pensamiento liberal como eje ideológico, se consagró la libertad de expresión e información como un derecho fundamental del individuo7. Para el desarrollo del Estado-nación se requería órganos de difusión que educaran e informaran. Esta iniciativa dejó al descubierto la segmentación de la sociedad chilena, pues sólo algunos pocos (ni siquiera toda la elite) gozaba de las competencias lectoras. Por lo mismo, la masificación de la educación fue clave en el desarrollo del campo comunicacional. Como este proceso fue lento, las empresas periodísticas debieron hacer uso de estrategias comerciales que permitieran atraer a una mayor cantidad de lectores/consumidores. La más importante – y quizás la menos estudiada- la incorporación de la imagen. Primero con fotograbado y luego con la introducción fotografía, la cual daba cuenta de la inmediatez de la noticia. El lector, a través de ella, participa en el acontecimiento que relataba la publicación escrita.

“La prensa escrita hizo grandes esfuerzos para posicionarse dentro de un público que mostraba un alto grado de analfabetismo, poniéndose por ello énfasis en la incorporación de imágenes en caricaturas, afiches y propagandas (…) La ampliación de la alfabetización promovió el establecimiento de un potencial público lector, que se sumaría

6Ibíd.

7 Carlos Ossandón y Eduardo Santa Cruz. El estallido de las formas: Chile en los albores de la “cultura de masas”, Santiago, LOM ediciones, Santiago, 2005, p. 126.

progresivamente a los debates culturales”8

Así, los avances tecnológicos en las

formas de impresión – que permitió aumentar el tiraje- y un marco legal complaciente con los inversores9, permitió que las publicaciones escritas funcionaran con la mayor libertad posible. Estas medidas terminaron por dejar fuera de competencia la prensa doctrinaria del siglo XIX, también conocida como francesa, la cual se caracterizó por ser más que nada un órgano de difusión política. De hecho, “la desaparición progresiva de la mayor parte de la antigua prensa capitalina, es el caso de; La libertad Electoral (1911), La Tarde (1903), La Ley (1910) e incluso El Ferrocarril cerrándose en 1911.10

Al inicio de 1900, la entrega de noticias, opiniones e imágenes fue la directriz que impulsó el desarrollo de los periódicos modernos. En donde, “cada día gana más terreno la información sobre los comentarios y las polémicas carácter meramente doctrinario”11.

De esta manera, los cambios suscitados en los medios escritos permitieron el nacimiento de nuevos formatos de publicación. Se diversificaron los estilos de manera tal que cada periódico o revista fue adquiriendo su identidad, que será la síntesis que aparece entre la empresa periodística, los equipos periodísticos y los consumidores de noticias12. Todos estos actores permiten que la empresa decida que noticia va a construir o la representación que va a desarrollar. Porque una cosa es clara, no todo hecho es noticia. Estas representaciones que surgen a diario, señala Carla Rivera, 8 Beatriz Aguirre y Simón Castillo. De la “gran aldea” a la ciudad de masas: El espacio público en Santiago de Chile, 1910- 1929, Santiago, LOM ediciones, 2004, p. 65 9 Ley de imprenta impuesta en 1872. 10Ossandón y Santa Cruz. “Entre las alas y el plomo”, op., cit., p. 32. 11 Ibíd. 12 Carla Rivera. La noticia policial, una lectura moderna de la violencia. Santiago y Buenos Aires, 1900-1920. Tesis para optar al grado de Magíster en Historia, Universidad de Chile, 2010.

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“permiten que la sociedad pueda dar cuenta de sí misma a partir de una particular construcción de sentido en la cual intervienen las gramáticas de producción y reconocimiento que, en la circulación de los objetos periodísticos y culturales, producen efectos de realidad no vinculados mecánicamente con los principios empíricos que constituyen su referente”13.

Por lo mismo en este capítulo

intentaremos pensar cómo eran los posibles o potenciales lectores de El Mercurio, El Diario Ilustrado y Los Tiempos, órganos de difusión periodística modernos, a partir del entendimientos de ellos mismos, es decir de sus secciones.

Prensa Moderna. Descripción de El Mercurio, El Ilustrado y Los Tiempos.

Desde sus orígenes, El Mercurio fue obra de la familia Edwards, siendo uno de los periódicos más antiguo de Latinoamérica14. Su circulación -en los primeros veinte años de vida- en Santiago alcanzó cerca de cincuenta mil ejemplares. El diario gozaba de buena reputación puesto que era considerado como no partidista y neutral, aunque favorecía una política liberal15. La aparición y, principalmente, éxito de este periódico, significó una completa estructuración de la prensa nacional,

13 Carla Rivera, “El crimen de la calle Lord Cochrane”. La representación del delito en la crónica policial de principios de siglo XX en Chile. En Del Nuevo al Viejo Mundo. Mentalidades y representaciones desde América, Santiago, Fondo de Publicaciones Americanistas/ Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile, p. 201. 14 La prensa era dominada por unos pocos diarios santiaguinos que a menudo tenían sucursales en otras ciudades y publican ediciones vespertinas o revistas; es el caso de “El Mercurio”, considerado como la empresa “Líder” del momento con periódicos en Valparaíso, Santiago y más tarde en Antofagasta. Ver. Stefan Rinke. Cultura de masas: reforma y nacionalismo en Chile 1910- 1931, Santiago: Centro de Investigaciones Diego Barros Arana / DIBAM, 2002, p. 40. 15 Ibíd.

provocando de este modo, el surgimiento de otras publicaciones escritas. En 1916, Eliodoro Yáñez -dirigente del partido liberal- fundó La Nación con el fin de competir con El Mercurio. El resultado no fue desastroso pero tampoco alentador como para figurar dentro de las publicaciones escritas más vendidas. De esta manea, así como hubo distintos empresarios y dirigentes políticos que buscaron crear la competencia directa de este diario, otros prefirieron apropiarse de él para alcanzar sus fines. Desde la segunda mitad de 1920, de hecho, Carlos Ibáñez se apropió del diario convirtiéndolo en su vocero. Por su parte, “El Diario Ilustrado” de Santiago, se fundó en 1901 y es considerado el segundo periódico más vendido. Su circulación que en un principio alcanzó cerca de treinta mil ejemplares se duplicó en la década del veinte. Si bien este diario no sigue imprimiéndose como El Mercurio, su importancia fue sumamente importante en la historia de las comunicaciones ya que fue el primer diario que incluyó la imagen como el texto principal de sus páginas, en otras palabras centro y sustentó sus argumentos en la hegemonía visual.

“Fundado por don Ricardo Salas Edwards, el Diario Ilustrado ha mantenido un tono literario sobresaliente en sus columnas. Pueden estar algunos desconformes con sus opiniones, pero nadie puede negar que es un periódico que, desde el punto de vista de las letras nacionales, hace honor a la intelectualidad chilena.16”

Interesante si consideramos que su filiación política era con el Partido Conservador, “En cuanto a su filiación política, es conservador independiente; en lo económico, Libre- cambista; en lo monetario, aboga por la circulación de oro; en lo

16 Ibíd.

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sociológico, proclama el cristianismo informado de leyes y costumbres (…) Su escuela literaria es la clásica moderna, reconociendo entre sus objetivos: La libertad de comercio bajo el libre cambio; El criterio de lo justo sobre los intereses del partido; Protección de las clases pobres con leyes de los llamados sociales que no entreguen libertad, entre otras..17” La característica visual que identificó al Diario Ilustrado, significó que por primera vez existieran publicaciones cotidianas con fotografías, permitiendo así la práctica de ofrecer una caricatura ilustrada en la primera página, por una parte, y dar la sensación de inmediatez y emotividad por otra. Uno era parte de los actores que habían realizado los acontecimientos que se transformaron en noticia. Figura. 1.1 Imagen correspondiente a El Diario Ilustrado, Santiago de Chile Lunes 11 de junio de 1923

17 Ibíd.

Reconstrucción del momento en que María Rosa Faune Cavieres estrangulo a su marido Efraín Santander Jara. Caricatura realizada por el dibujante “Coke”. Estos diarios compartían una estructura interna muy parecida. Constaban con una sección de opinión compuesta principalmente por la editorial y las crónicas periodísticas, y las secciones informativas que tenían por finalidad informar de una miscelánea de acontecimientos que se han desencadenado en la ciudad, en el país y en el mundo. Este objetivo de convocar tantos temas tuvo por finalidad capturar a la mayor cantidad de lectores/consumidores posibles, ya que “económicamente ya no eran posibles los diarios “pobres”. El sólo subsistir implicaba la necesidad de un fuerte respaldo monetario o capital- dinero”18 que se conseguía a partir de la venta de periódicos como de la venta de publicidad en ellos.

Así podemos concluir que “el periodismo se particulariza como práctica, se separa formalmente del poder del Estado y de los partidos políticos, configurándose como una actividad, moderna masiva y comercial”19. Así, las relaciones que se gestan entre lo popular y lo masivo, originaron una prensa que busca satisfacer todos los intereses de los potenciales lectores/consumidores, donde las publicaciones escritas cubrieron todo aquello que pudiese ser de interés “público”, lo político, considerado desde el siglo XIX como público, y lo cotidiano, espacio de publicitar lo privado. Ya que como señala Carlos Ossandón,

“La necesidad cada vez más imperiosa de contar con unos artilugios llamados noticias, (así) como el mayor desarrollo de los reclamos publicitarios y de otras variedades, hacen que pierdan parte de su vigor aquellos juicios, representaciones y

18 Gonzalo Vial. Historia de Chile (1891-1973): La sociedad chilena en el cambio de siglo, Vol. I Santillana del Pacifico, Santiago 1983, p. 60 19 Ibíd.

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prestigios que componían antiguos espacios públicos20” Así, la sociedad chilena, con todas sus particularidades y complejidades, asume un rasgo común en los procesos de modernización: “La cultura desplaza su centro de la esfera privada hacia la esfera pública21” e incorporar nuevos públicos que cuestionan una vez más el orden que se pretendía mantener22. Asimismo, se constituye una nueva forma de mediación, de modos de significación y de circulación de signos, en síntesis de nuevos lectores y formas de lectura que se ve reflejada en su materialidad. Dentro de esas significaciones que circulan gracias a las publicaciones escritas encontramos la nota policial, una de las secciones permanente de estos periódicos. Una sección fija destinada a cubrir las transgresiones de la nación y del mundo entero. Estos acontecimientos, principalmente los vinculados a la sangre, adquirieron nuevas dimensiones y costos, pues “la noticia policial”, la “crónica policial” o bien la “nota roja de la semana” era una novedad que podría vender más periódicos23. Porque una cosa era clara: el crimen vende.

Desde la década del XX, los diarios sensacionalistas comenzaron a surgir ya no como un género que atraviesa la prensa moderna sino más bien como un tipo de periódico específico. El primer diario sensacionalista fue el diario “Los Tiempos” de Santiago, fundado en 1922 y publicado hasta 1931, esté será el primer periódico que intentará “incorporar al hombre de la calle a la prensa mediante el establecimiento de una suerte de cordón umbilical entre el medio y el pueblo24”, por su carácter innovador, nos encontramos con el uso de grandes titulares y fotografías en la primera página; 20 Ossandón y Santa Cruz. “Entre las alas y el plomo”, op., cit., p. 135. 21 Ibíd. 22 Carla Rivera. La noticia policial, op., cit., p.35.

23 Carla Rivera. Mujeres malas, op., cit., p. 101. 24 Ibíd.

“El uso de una titulación sensacionalista de las noticias, el uso de colores y el tamaño tabloide (…) Al interior de sus contenidos posee; la preocupación de las estrellas de cine y las figuras deportivas, la crónica roja y los sucesos policiales, las noticias gremiales, las caricaturas y pasatiempos (…) Y la presentación de la fotografía como apoyo del texto.”25

Figura. 1.2. Portada de “Los Tiempos” de Santiago. Lunes 11 de Junio de 1923.

Otros periódicos que figuran con las características propias del sensacionalismo; son “Las noticias gráficas”, fundado en 1944, por el empresario Antonio Pupain; este medio a nivel de contenidos se mantiene en la altura con “Los Tiempos”, aunque pone mayor énfasis en la crónica policial y de escándalo. Asimismo “EL Clarín”, fundado en 1954 y clausurado luego del golpe militar de 1973, vino a construir su identidad a partir de una doble operación;

25 Ibíd.

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“Por una parte, por oposición de un adversario que es presentado como “el enemigo del pueblo”, por otra por su identificación con “el sentir y el anhelo de transformación total que exigen las masas26.”

Géneros periodísticos. La noticia policial: la escritura de la violencia.

A partir de las transformaciones que experimentó la prensa, surgieron nuevos tipos de publicaciones que buscaban captar más lectores. Así, la estructura narrativa de la noticia subvirtió las formas heredadas del siglo XIX. Ahora se pretendía buscar el impacto informativo novedoso de alta carga emotiva y que mejor que las violencias públicas y privadas, esto es aquellas marcadas por los casos de robos, hurtos u estafas, presentadas por lo general en la ciudad, y, desde lo privado, por los crímenes pasionales. El aumento de noticias criminales no estuvo exento de una dura crítica por parte de las elites gobernantes y especialistas de las nuevas ciencias psiquiátricas, pues ellos consideraban que estas publicaciones podrían tener consecuencias negativas para la población, una de las justificaciones de estas creencias, descansarían en la idea de que las nuevas secciones en la prensa podrían generar una propagación del crimen27. “Por de pronto se impone una fiscalización rigurosa de la publicación de la sección “hechos de policía en la prensa”. Y actualmente no se reducen estas noticias policiales al contenido de la sección respectiva, sino que todos los diarios o grandes columnas anuncian

26 Guillermo Sunkel. La prensa y los sectores populares, Bogotá, Grupo Editorial Norma, 2002, pp. 60-61. 27 Oscar Castelblanco Agüero. Reflexiones sobre la prevención de la delincuencia, Memoria para optar al grado de Licenciado en Leyes y Ciencias Políticas, Universidad de Chile, Santiago, imprenta Las Lagunas, 1924, pp. 8-9.

diariamente la perpetración de nuevos y horrorosos crímenes”28. Frente a todos los problemas que puede acarear este tipo de noticias, los especialistas del tema sólo logran comprenderlo dentro de la lógica comercial ya que “un incremento de este tipo de noticia estaría directamente relacionado con un alza en la venta de periódicos.29” Así, podemos ver que a principios del siglo XX es posible evidenciar un aumento de noticias “delictivas” tal como se manifiesta en la imagen a continuación.

Figura 1.3 Distribución de Noticias Policiales por

Sección. Diario Los Tiempos, Mayo, Junio y Julio de 1923.30

La Política

8%

Boletin de

informaciones

del exterior

13%

Vida al aire

l ibre

4%

De todo el país

75%

Desde esta perspectiva, consideramos que el aumento de los casos de crímenes y delitos en general que aparecen en prensa es una forma de control y orden social como una forma “, quizás no deseada, de exponer el protagonismo de la violencia dentro de los valores y creencias de la sociedad” 31, a través

28 Ibíd. 29. Patricio Gross y Tomás Errázuriz. “Delincuencia y crimen en Santiago a comienzos del siglo XX. La estigmatización de la Visión Ilustrada”. En: Historias Urbanas. Homenaje a Armando de Ramón, Valenzuela, Jaime (editor), Santiago: Ediciones Universidad Católica de Chile, 2007, p. 229. 30 Los datos de este gráfico, se pueden apreciar con más detalle en, Anexo A, p. 82.

31 Carla Rivera. La noticia policial, op., cit., p. 11.

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de la cual se construye una función interpretativa fundamental, en la medida en que se interna el núcleo mismo del problema social: la violencia. Sin embargo, la violencia no sólo se plasma en la noticia delictual sino que surge en otras secciones. Según la profesora Rivera, esto es producto de que lo que se asienta más que noticias propiamente son distintas formas de insertar los discursos sobre la transgresión. Estas representaciones de la violencia se instalarían en la nota policial, la crónica policial y el crimen sensacional o sensacionalista. La crónica es uno de los géneros periodísticos más complejos. Por una parte, contempla elementos de la vieja república de las letras como su aspecto literario y, por otra, su carácter valorativo, es decir, interpretativo32. En otras palabras, “el cronista, al relatar algo, nos da su versión del suceso; pone en su narración un tinte personal. No es la cámara fotográfica que reproduce un paisaje, es el pintor que interpreta la naturaleza, prestándole un acusado matiz subjetivo”33. Otro elemento relevante en la construcción narrativa de la crónica son los hechos, textualmente producidos como noticias. Esto no significa que el formato o estilo escritural sea fijo más bien –como señala- Martin Vivaldi- “no existe un estilo objetivo predeterminado para la crónica y en este caso el cronista estaría libre de los modelos formales.34” En este marco, valen todos los recursos estilísticos y retóricos, es decir; comparación, metáfora, ironía, paradoja e incluso aunque mesuradamente, la hipérbole. La única exigencia que fluye, del presente marco analítico, es la claridad comunicativa en función de un público determinado.

32 Gonzalo Martín Vivaldi. Géneros periodísticos. Madrid, Editorial Paraninfo, 1993, p. 26. 33 Ossandón y Santa Cruz. “Entre las alas y el plomo”, op., cit., p. 30. 34 Ibíd.

La aparición diaria de los sucesos policiales en las publicaciones como El Mercurio o El Diario Ilustrado, dejó entrever los discursos que existían alrededor del mundo delictual. Tratando de cubrir todos las vértices del caso, surgían preguntas como qué sucedió, cómo, dónde, quienes son los involucrados, etc.35 De manera tal que es en el relato donde se va entretejiendo, se exponían sentidos previos que existían sobre ciertas prácticas violentas. Así “el asalto del día” o bien “El crimen del día” caracterizado por extensas y detalladas informaciones que se producían en torno a estos relatos, en donde diarios, revistas y novelas relataban minuciosamente hasta el mínimo detalle del episodio, dieron como resultante un doble impacto en la sociedad de la época. Por una parte, se exponía la bestialidad en la que ‘algunos’ podían incurrir y, por otra, se remecían las bases morales y sociales consensuadas: lo que para algunos era un delito para otros “constituía una forma de reivindicación, resistencia e incluso de liberación.36” Se podían dilucidar claramente las escenas del hecho, la aparición de un cuchillo empapado en sangre, por ejemplo daba el entorno de un aspecto trágico, formando la construcción de todo un imaginario social sobre la transgresión, donde sin lugar a dudas se forjo todo un sensacionalismo que encarnaba aquella representación37.La prensa sensacionalista tiene un lugar significativo en la historia del periodismo chileno. Desde el punto de vista cultural, este género ha conquistado amplías audiencias a pesar del poco prestigio del cual goza. Este descrédito está asociado a la forma de relatar los sucesos, muy opuesto a lo que expresa la prensa moderna como El Mercurio. En esta se manifiesta los extremos las

35 Gross y Errázuriz. op., cit., p. 233. 36 Carla Rivera. El crimen de la calle Lord Cochrane. op., cit., p. 201. 37 Entendemos por sensacionalismo, toda noticia que es capaz de estremecer por su carácter sensacional, es decir exagerado, de relatar el hecho. Apelando a las emociones de los sujetos.

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pasiones, un “negocio, desborde, exageración y escándalo, se le considera como una suerte de perversión del genuino periodismo”38. Así este tipo de prensa tiene una lógica enteramente diferente a la de la llamada “prensa seria”, un asunto que se conecta con una estética melodramática que altera la separación racionalista entre temáticas serias y las que carecen de valor, que se atreve a tratar los hechos políticos y en este caso los criminales como hechos verdaderamente dramáticos y que finalmente rompen con la “ideología de la objetividad”. Una lógica cultural que no opera por conceptos y generalizaciones sino por imágenes y situaciones y que, rechazada del mundo de la educación formal y de la política seria, sobrevive en el mundo de la industria cultural desde el cual sigue siendo un poderoso dispositivo de interpelación de lo popular39. De este modo, hay que ver el consumo cultural, como un proceso fundamental para comprender a las sociedades modernas y, a la vez, va a ser decisivo en la formación de la agenda de los estudios culturales en América Latina, es por esto que los diarios, periódicos y revistas que se han publicado y que se publican en Chile, han constituido y constituyen el fiel exponente de nuestra cultura y nuestra vida institucional. En el caso del desarrollo del diario sensacionalista en cuestión puede ser considerado como un medio de “masificación” de temas, lenguajes y de una cierta estética presente en la cultura popular40.Desde óptica, Carla Rivera y Marcela Orellana señalan que, el diario sensacionalista tiene su antecedente principal en la “lira popular”, forma tradicional de un periodismo en el que expresa ciertos

38 Guillermo Sunkel. op., cit., p. 18.

39 Ibíd. 40 El proceso de masificación supone dos aristas; el primero supone el desarrollo de un soporte material, vale decir, la industria periodística propiamente tal, que haga posible la difusión de ciertos elementos populares a un público masivo. Segundo, el tránsito de una cultura popular rural a una cultura popular urbana de carácter masivo. Ver Guillermo Sunkel. Ibíd., p. 58.

temas, lenguajes y una estética que serán posteriormente retomados a nivel de la cultura de masas. Una suerte de “periodismo poético”, que se desarrollo en Chile a fines del siglo XIX, correspondiente a un tipo de “lectura oral”, “esta es leída, declamada o cantada, en lugares públicos como en la calle, en el mercado41, u otros lugares de manifestación cultural. Asimismo, En definitiva, el contrato de lectura de la prensa sensacionalista, supone la construcción de relaciones de cercanía con el mundo cultural de sus lectores, esto significa que esta prensa no es algo externo al mundo popular, sino que por el contrario, requiere incorporar o bien capturar alguno de los elementos básicos ya que de otra manera, ella no tendría sentido para sus lectores, en este aspecto; “Lo central es la captura de las experiencias de la violencia urbano- marginal y la conexión que a través de ella se hace con el sentimiento del miedo (…) porque en resumidas cuentas la violencia intrafamiliar, la violencia sexual o los crímenes pasionales, por ejemplo, son todas formas de violencia que el lector popular conoce de cerca.” 42 Con todo, podríamos manifestar que el desarrollo de la prensa sensacionalista en Chile, se encuentra conectado con una estética melodramática que altera la separación racionalista entre temáticas serias y las que carecen de valor, que aparece fascinada por lo sangriento y lo macabro. De esta manera, titulares como, “La cabeza del

41 La necesidad de lectura en voz alta y del canto deriva de que el público de la lira es fundamentalmente analfabeto. En esta temática la lira popular posee tres características; 1- Narra y comenta los sucesos del día en versos y puede ser considerado como ya nombramos una especie de “periodismo poético”; 2- La lira popular es escrita, aunque su modo de difusión sea oral; 3- La lira popular comienza a desarrollar un formato cada vez más similar a la de un periódico y, particularmente, al de un diario sensacionalista: Véase en, La prensa y los sectores populares p. 59.

42 Ibíd.

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Mutilado apareció ayer”43 o “En la mañana de hoy aparece la pierna que faltaba al cadáver del mutilado”44, permiten dar cuenta de las distintas representaciones que se estaban mostrando a un público el cual se mostraba alucinado con el encuentro de piezas humanas, poniendo en evidencia una manifestación cultural que lograba reunir gran cantidad de adeptos, una producción periodística (técnicas, géneros, estilos) que conmocionaba la opinión pública y una sustentación económica que reflejaba toda estrategia periodística propia de la modernidad. En consecuencia lejos de intimidar este tipo de representaciones masivas que se gestaban en torno a un ambiente violento, activaba la expectación basada en la truculencia fascinante, en el suspenso y en el desenlace de una “artimaña prohibida”, conducida por un apetito insaciable por el castigo.

Los discursos que se instalan al interior de los medios de prensa escritos, vienen a construir todo un imaginario sobre la “acción violenta”, más aún permite reforzar el discurso hegemónico y establecer el venerado control social; si bien estas prácticas van en contra del tan anhelado orden y progreso, es a partir de estas donde se construyen nuevas formas y expresiones, siendo propias al relativismo que impone el cambio de normas y valores, los distintos juegos, códigos, tópicos o procedimientos que utiliza la prensa, permiten cuestionar no sólo los modos letrados y discursos clásicos, sino permiten dar cuenta de “nuevas necesidades” o bien de “transformar” las distintas experiencias que conectan el ámbito comunicacional con la construcción de imaginarios vividos cotidianamente, donde estás representaciones lejos de provocar “caos” significaron exponer los límites existentes al interior de una sociedad, entre lo “viejo” y “lo nuevo” o bien entre “tradición y modernidad”.

43 El diario Ilustrado, Santiago 11 de Junio de 1923. 44 Los Tiempos, Santiago 11 de Junio de 1923.

Justamente la noticia policial, la crónica policial o bien la prensa sensacionalista, se caracterizaron por brindar una información muy variada de aspectos sociales violentos, donde los homicidios pasionales, ladrones profesionales y asesinos en serie, tuvieron un protagonismo seguro, prácticamente todos los días, “Los crímenes pasionales estaban salpicados de connotaciones “modernas”, como el uso del vitrol o de veneno sabiamente dosificado45. De esta forma se irán estableciendo “tipos de criminales”, formas de delinquir, “Auxiliares del vicio y del delito”, que eran reconocidos por los especialistas e identificados por los ciudadanos46 Desde esta óptica, durante los años de 1923 y 1924, los periódicos de la época dieron a conocer uno de los casos más enigmáticos de la sociedad santiaguina, un crimen pasional que marco los anales periodísticos del periodo y quedo inscrito en la memoria de nuestro país: El crimen de las “cajitas de agua”. Será este crimen que bajo estos parámetros analizaremos en el capítulo III. +

45 Lila Caimari. Apenas un delincuente; Crimen castigo y cultura en la argentina, 1880- 1955, Buenos Aires, Siglo XXI editores, 2004, p. 169. 46 Carla Rivera. Mujeres Malas. Op., cit., p. 100.

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Tesis

Ángela Victoria Maureira Ladino De Guerrillero a Intelectual. La figura del Subcomandante Marcos. Tesina de Grado para optar al Grado de Licenciado en Historia. Profesora Guía: Carla Rivera Aravena. Santiago de Chile, Enero del 2010.

Retrato del subcomandante Marcos- John Berger. El Pais.com.

INTRODUCCIÓN

En 1993, el intelectual mexicano Jorge Castañeda publicó el libro “La utopía desarmada” 47. En ella se expuso la historia de la izquierda latinoamericana, sus luchas y fracasos. A pesar de la fuerte crítica que desarrolla, su conclusión no fue devastadora más bien crítica frente a los postulados de los años setenta. El movimiento de los años setenta con todas sus expectativas revolucionarias había muerto, ahora era necesario reactualizar las formas de acción de acuerdo a una nueva época, abierta a nuevas exigencias, que debía asumir objetivos más asequibles y realistas48. En este contexto, y frente a una izquierda que no lograba re-articularse se gatilló el levantamiento indígena de Chiapas, reabriendo el debate. Desde ahí Castañeda reactualizó su mensaje, diciendo:

La izquierda de todo el mundo fue seducida por los zapatistas. Es increíble constatar como en pocas horas, la intelectualidad de la izquierda olvidó décadas de pensamiento que la llevaron a desechar la lucha armada por el poder. Con el inesperado surgimiento de la guerrilla, muchos volvieron a mirar con nostalgia a Castro y a su revolución, al parecer

47 Jorge Castañeda, La utopía desarmada. Intrigas, dilemas y promesas de la izquierda en América Latina, Editorial Ariel, México, 1993.

48 Alejandro Raiter e Irene Muñoz, El discurso Zapatista, ¿un nuevo discurso o un discurso emergente?, en http://fisyp.rcc.com.ar/Raiter%20y%20Mu%F1oz.1.1.pdf

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ésta no estaba tan superada como se suponía49.

El primero de enero del 1994, en efecto,

los indígenas del sur de México se rebelaron frente a la mirada de un mundo intelectual y político desarmado por el fin de los socialismos materiales. Este movimiento inesperado dejó entrever el supuesto ‘progreso’ que cruzaba el país y que el gobierno alentaba al adscribir sin miramientos a las lógicas económicas actuales. De hecho, Carlos Salinas de Gortari –presidente de México entre 1988 y 1994- enfatizó en cada uno de sus discursos el progreso económico en el cual estaba incurriendo la nación mexicana. Desde diciembre de 1992, México comenzó a pactar una serie de tratados económicos que lo insertaban de lleno en la corriente neoliberal50. Estas medidas llevarían al país a un desarrollo que le devolvería todo el esplendor que había detentado durante

49 Entrevista realizada por Juan Cristóbal Villalobos - enero del 1995- a Jorge Castañeda y publicada en Seminario de Grado para optar al grado de licenciado en comunicación social en la UDP: “Análisis comparativo de los relatos periodísticos de la prensa escrita mexicana y chilena. Los silencios de una rebelión”, Ceina Ibertti y Juan Cristóbal Villalobos, Santiago, Universidad Diego Portales, 1996.

50 “A lo largo de la historia, los Estados y los gobiernos han impuesto infinitas restricciones y regulaciones sobre la actividad económica de los individuos y las empresas, el Neoliberalismo llama a eliminar esas restricciones. Entonces, es una filosofía política que toma una perspectiva de análisis frente a los mecanismos rectores del funcionamiento de la economía; pero que trae como consecuencia el desmedro de las políticas orientadas al bienestar social. Véase: Rafael Muriel, Neoliberalismo. Modelo de desarrollo basado en la competencia global, en www.comfama.com/contenidos/bdd/26875/ElNeoliberalismo.Modelodedesarrollobasadoenlacompetenciaglobal.pdf .En la década de los noventa, México pactó una serie de tratados internacionales que lo insertaron de lleno en la economía global. Este proceso se inicio con el TLCAN (Estados Unidos, México y Canadá), el 1 de enero de 1994; Costa Rica, el 1 de enero de 1995; Grupo de los Tres (Colombia, Venezuela y México), el 1 de enero de 1995,; Bolivia, el 1 de enero de 1995; Nicaragua, el 1 de julio de 1995; Chile, el 1 de agosto de 1999, entre otros.

En http://www.aduanas.gob.mx/aduana_mexico/Descargas/Guia_Importacion/GI07_06.pdf

toda la primera mitad del siglo XX y asimismo consolidaría el régimen democrático y afianzaría la propuesta revolucionaria de principios de siglo. Así, frente a este escenario, el movimiento indígena zapatista más conocido como Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), no dudó en denunciar y llamar a luchar contra el modelo capitalista representado en el Estado

“Hoy Decimos ¡Basta!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vende-patrias. Son los mismos que se opusieron a Hidalgo y a Morelos, los que traicionaron a Vicente guerrero, son los mismos que vendieron más de la mitad de nuestro suelo al extranjero invasor, son los mismos que trajeron un príncipe europeo a gobernarnos, son los mismos que formaron la dictadura de los científicos porfiristas, son los mismos que se opusieron a la Expropiación Petrolera, son los mismos que masacraron a los trabajadores ferrocarrileros en 1958 y a los estudiantes en 1968, son los mismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo. (…) Tenemos al pueblo mexicano de nuestra parte, tenemos Patria y la Bandera tricolor es amada y respetada por los combatientes INSURGENTES, utilizamos los colores rojo y negro en nuestro uniforme, símbolos del pueblo trabajador en sus luchas de huelga, nuestra bandera lleva las letras «EZLN», EJÉRCITO ZAPATISTA DE

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LIBERACIÓN NACIONAL, y con ella iremos a los combates siempre”51.

Para ellos -que adscriben a los nuevos

movimientos sociales que se sustentan en la antigua tradición de la izquierda autonomista- el capitalismo, el Estado y sus instituciones eran inseparables52. Frente a la falta de representatividad de los sectores marginales; esto es los explotados y desposeídos, el movimiento zapatista se presenta como un movimiento social que pretende luchar “por los pueblos indios de México, pero ya no sólo por ellos, sino que por todos los explotados y desposeídos… sin intermediarios ni mediaciones… (con) un programa claramente de izquierda o sea anticapitalista o sea antineoliberal …(para) reconstruir otra forma de hacer política, una que tenga el espíritu de servir a los demás… con honestidad, que cumpla la palabra”. Esta nueva forma de la política se caracterizaría por el “respeto recíproco a la autonomía e independencia de organizaciones, a sus formas de lucha, a su modo de organizarse, a sus procesos internos de toma de decisiones, a sus representaciones legítimas, a su aspiraciones y demandas”53. De esta manera, el movimiento indígena de Chiapas despertó el interés de las ciencias sociales y sus intelectuales –principalmente los de izquierda-, reactualizando el debate político, económico y social de la región. Ya que hasta la fecha,

“no hay precedente en la historia de un grupo armado, que ha tomado las armas como último recurso para

51Primera declaración de la Selva de Lacandona en http://es.wikisource.org/wiki/Primera_Declaración_de_la_Selva_Lacandona

52 Pilar Calveiro, “Institucionalidad y antinstitucionalidad en las resistencias. El caso mexicano”. En Margarita López, Carlos Figueroa y Beatriz Rajland (Eds.), Temas y Procesos de la Historia reciente de América Latina, Editorial ARCIS/CLACSO, Santiago, 2010, p. 95.

53 Ver EZLN Declaraciones de la Selva Lacandona en http://palabra.ezln.org.mx/

pelear por la vida, que se ha preparado para ello más de 10 años, y a los 12 días de combates, se obliga a no usarlas para atacar al mandato de la sociedad que le pide, en una histórica marcha, el 12 de enero del 1994, luchar juntos contra la guerra y por la construcción de espacios políticos que garanticen el cumplimiento de las demandas zapatistas. Inicia así la primera revolución anti neoliberal del mundo”54.

Este movimiento que volvió a hacer creer a muchos en la efectividad de la vía armada como un mecanismo de cambio, también permitió (re) construir una serie de imaginarios sobre ella. Primero, sentó las bases para creer que México había perdido su estabilidad y legitimidad institucional encontrándose en una verdadera guerra civil. Pero, por otra parte, levantó al líder del ejército zapatistas, el subcomandante Marcos, como un ícono de la revuelta, símil del Che Guevara, capaz de traspasar las fronteras nacionales y del propio movimiento55. En otras palabras, él en sí mismo se transformó en el movimiento56. Pero, ¿qué elementos permiten erigir al Subcomandante Marcos como líder absoluto capaz de transformarse en el movimiento? Dicho de otra manera, ¿en qué radica la efectividad insurgente del subcomandante?

En un inicio, sostenemos que la relevancia que adquiere el Subcomandante

54 Ana Esther Ceceña, “Por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo. Líneas centrales del discurso Zapatista”. En Revista de Observatorio Social de América Latina, nº 3, CLACSO, Buenos Aires, 2001.

55 Existen distintos estudios que revisan la relación del movimiento insurgente Guevarista con la figura del Ernesto “Che” Guevara. Ver. Hugo Gambini, El Che Guevara. La biografía, Ediciones Planeta Brooket, Buenos Aires, 2003 (1968). Jon Lee Anderson, Che. Una vida revolucionaria, EMECE Editores, Buenos Aires, 1997.

56 Andrés Oppenheimer, Bordering on chaos. Guerrillas, Stockbrokers, Politicians, and Mexico´s road to prosperity, Little, Brown and Company, Canada, 1996.

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Marcos radicó primero en la capacidad de articular y representar al EZLN como un movimiento insurgente frente a la comunidad mexicana y mundial, para luego cambiar de estrategia tomando la escritura como una forma de acción política. Es en este giro donde podemos pensar al líder zapatista como un intelectual revolucionario. Ya que la palabra no solo expresa actos sino que ella misma es acto, es parte de las prácticas políticas que permiten dilucidar el sentido con que los actores arrojan sus estrategias57. En efecto, las representaciones en las que incurre el Subcomandante Marcos constituyen una dimensión fundamental de la lucha política. En ellas se manifiesta una intensa voluntad de crear un arte político y revolucionario como la que se plantearon los “antiintelectuales” de los sesenta y setentas en la región.

Para Claudia Gilman, la posición ‘antiintelectual’ o intelectual revolucionario implicó adoptar una posición revolucionaria frente a los acontecimientos mundiales (Revolución Cubana, Guerra de Vietnam, Descolonización del Tercer Mundo, etc.). Ellos se caracterizaron por su radicalismo ideológico y por el desarrollo del valor de la política y sus lógicas de eficacia e instrumentalidad. Esta visión estableció un tipo de relación subordinada respecto a las dirigencias políticas revolucionarias especialmente el Estado Cubano y los movimientos guerrilleros58. Para los intelectuales, la implementación de la revolución –y su éxito- recaía en ellos: “actor social fundamental y único factor de transformación en las sociedades pobres y analfabetas del Tercer Mundo”59. En otras palabras ellos eran los únicos mediadores entre los sectores subalternos y las elites dominantes. 57 Michel Foucault. El orden del discurso, Editorial Tusquets, Buenos Aires, 1997.

58 Claudia Gilman, Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina, Siglo Veintiuno Editores Argentina, 2003.

59 Ídem, p. 60.

Desde esta perspectiva, Noam Chomsky señala en 1968,

“Los intelectuales tienen la posibilidad de mostrar los engaños de los gobiernos, de analizar los actos en función de sus causas, de sus motivos y de las intenciones subyacentes. En el mundo occidental al menos, tienen el poder que emana la libertad política, del acceso a la información y a la libertad de expresión. La democracia de tipo occidental otorga a una minoría privilegiada el tiempo libre, los instrumentos materiales y la instrucción que permite la búsqueda de verdad tras el velo de deformaciones, de falsas representaciones, de la ideología y los intereses de clases, a través de los cuales se nos da la historia inmediata. La responsabilidad de los intelectuales, son por consiguientes, mayores que la de los pueblos, dado los privilegios únicos que gozan los primeros”60.

Si bien el Subcomandante Marcos hace uso de la escritura a través de discursos, cartas y comunicados las que dirige a diferentes intelectuales, pueblos y los a medios de comunicación que deseen publicarlos (como el mismo indica), él y el EZLN no se encuentran determinados por algún partido político. Por lo menos así podemos apreciarlo en una primera mirada. Más bien, se abocan a una lógica conceptual marxista-lenilista-guevarista que se funde con el enfoque tradicional indigenista que lo dota de su particularidad. Gustavo Esteva señala que los zapatistas pueden ser vistos como una comunidad de aprendizaje que no se deja atrapar por una ideología o estructura partidaria aunque está abierta a la interacción

60 Véase: Noam Chomsky, La responsabilidad de los intelectuales, Editorial letra e, Buenos Aires, 1969.

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libre con otros, de manera colectiva61. Como expresión central de este aprendizaje, los zapatista han concebido y puesto en práctica una forma específica de epistemología insurgente, de la que forma parte central el encuentro intercultural. Desde esa experiencia fundadora los zapatistas aprendieron a definirse y construirse con una lectura política y epistemológica de la realidad que parte de la recuperación de la palabra –liberándose paso a paso de la pesada carga conceptual de las categorías en que la sociedad entera es educada y aparecen como cadenas y anteojeras de la percepción- y avanza en el encuentro convival, tanto entre los semejantes como entre los diferentes, para forjar los diversos planos del “nosotros” que hace posible la transformación.

Desde esta reflexión, nos proponemos como objetivo central analizar la acción política escritural que encierran los discursos del Subcomandante Marcos con el fin de esclarecer los elementos que le permiten levantarse como un ícono del movimiento zapatista.

Para llegar a este objetivo establecimos tres ejes de análisis u objetivos específicos que quedaran registrados en cada capítulo de la investigación. El primero, contendrá una descripción del escenario mexicano especialmente el chiapaneco con el fin de comprender el espacio donde se desata el levantamiento zapatista. Luego, en el segundo capítulo, reflexionaremos sobre la noción de intelectual y su relación con la idea revolucionaria, con el fin de entender la aparición del subcomandante Marcos en distintos soportes de comunicación. Por último, y en el tercer capítulo, revisaremos los discursos y comunicados que emite el Subcomandante a varios medios de comunicación mexicana e internacional, desde el 1994 hasta el presente, y los que tenemos acceso a través de la publicación de la

61 Esteva, Gustavo, “El zapatismo como opción”. En: Christus (México City, México) , Vol. 73, no. 774 (sept.-oct. 2009), p. 41-47.

ediciones Era (México), titulado “EZLN. Documentos y comunicados”, en Chile asequibles en la biblioteca José María Arguedas. Sumado 16 cartas que ha enviado a intelectuales, donde da cuenta de su rol como intelectual revolucionario. Reflexión Teórico – Metodológico.

Para la historiografía local y mundial, las investigaciones que presentan un campo temporal muy cercano al investigador se vuelve problemático. En parte, esta situación se debe a que son procesos históricos inacabados, en desarrollo, como es el caso del EZLN, por lo que se vuelve muy complejo para el sujeto que conoce y lo alejan de la objetividad científica. De manera tal que la posibilidad de plantearse al presente como ‘objeto de la historia’ constituye un obstáculo para el conocimiento objetivo.

Si bien no existe un consenso epistemológico sobre los límites teóricos y metodológicos, la historia reciente permite recuperar la dimensión de lo resistente y contra institucional vivido por distintas sociedades. De esta manera, no es de extrañar que la mayoría de estas investigaciones se centren en los procesos traumáticos y violentos ocurridos después de la Segunda Guerra Mundial y principalmente, para el caso latinoamericano, a partir de los numerosos golpes de Estado y dictaduras que han cruzado la historia de la región durante el siglo XX, ya que se busca preservar la memoria de los sujetos principalmente de la víctimas o dominados62. Por lo mismo, el estudio de los testimonios, las narraciones de las experiencias personales y sociales de los últimos cincuenta años, han ocupado a un número importante de intelectuales latinoamericanos.

62 Marina Franco y Florencia Levin (Comps.) Historia Reciente. Perspectivas y desafíos para un campo en construcción, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2007. Eric Hobsbwam, Entrevista sobre el siglo XX, Crítica, Barcelona, 2000.

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El problema que se presenta al trabajar con testimonios radica -según distintos especialistas- en su veracidad. Para David Stoll, estos discursos que representan a los sectores subalternos tienden generalmente a consolidar los imaginarios que tiene una elite sobre estos sectores, por lo que la voz del subalterno(s) se diluye. Así hablar en función de un grupo determinado no sería más que una forma que tiene un sector –no siempre perteneciente a los dominados- para sostener una estrategia política63. Entonces, ¿puede hablar el subalterno? Gayatri Spivak responde negativamente ya que ella señala que a pesar de la buena fe de los académicos, intelectuales y etnógrafos “comprometidos”, aun se mantiene un trazo de la producción colonial del otro, un otro que está convenientemente disponible para hablarnos64. Desde esta perspectiva –la de Spivak- John Berverly señala que esto “neutraliza la fuerza de la realidad de la diferencia y el antagonismo que muestra posición relativamente privilegiada en la división del trabajo global o nacional podría producir”65.

Pese a estas críticas, sujetos como Rigoberta Menchú (para el caso guatemalteco) o el Subcomandante Marcos (para el movimiento zapatista), pueden ser considerados intelectuales; es decir, alguien que satisface los criterios y representa la autoridad de la alta cultura, la filosofía y la ciencia, y muestra, a veces, una explícita hostilidad hacia los intelectuales, el sistema

63 El análisis que lleva a cabo Stoll está en relación a las memorias de Rigoberta Menchú. Para él, la elevación de Menchú como santidad de los subalternos guatemaltecos no es más que una estrategia de los sectores de izquierda y activistas de solidaridad. David Stoll, Rigoberta Menchú and the story of all poor Guatemalans, Columbia University Press, Nueva York, 1999.

64 Gayatri Spivak, Can the subaltern Speak? , en Marxism and the Interpretartion of Culture. Cary Nelson y Lawrence Grossberg (eds.) Unv. Illinois Press, Urbana, 1988.

65 John Beverly, Subalternidad y Representación, Iberoamericana, Madrid, 2004, p. 109.

estatal de educación y la autoridad de los libros. Pues a pesar de que mantienen la autoridad o privilegio epistémico de la oralidad en los contextos de modernización que privilegian la alfabetización y la escritura, optan por la hegemonía cultural dominadora como normas culturales.

Sin embargo, más allá de cómo nosotros nos apropiamos de los testimonios, es prudente considerar cómo los narradores se apropian de nosotros para sus propósitos ya que “la voz en el testimonio es una construcción textual, producida por un editor que vive en un muy distinto lugar de enunciación con relación al lugar representado por la voz narrativa misma”66. Si consideramos por ejemplo el caso de Rigoberta Menchú (uno de los casos más trabajado por los estudios subalternos), podemos ver que a pesar que su testimonio está mediado por la traductora y encargada de agrupar los testimonios, la antropóloga Venezolana Elizabeth Burgos; ella se apropia del soporte letrado para contar su testimonio el cual está compuesto por otras historias de la comunidad no vivenciadas directamente por ella. En ese ejercicio de voz narradora, Menchú se instala como una intelectual orgánica preocupada por producir un texto de historia local; esto es, por elaborar hegemonía67. Así, el relato sugiere que la lucha armada en Guatemala se fue haciendo necesaria debido a las condiciones de represión impuesta sobre las comunidades indígenas, en su intento por mantenerse firmes contra las tomas de terreno y la explotación por parte del ejército, los escuadrones de la muerte paramilitares y los latifundistas ladinos.

De la misma forma, el Subcomandante Macos al instalarse en distintos soportes comunicacionales de ‘comprometidos’ o ‘simpatizantes’ de la causa zapatista, levanta 66 Ídem, p. 111.

67 Florencia Mallon, Peasant and Nation: the making of postcolonial México and Perú, Univ. Of California Press, Berkeley, 1995.

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un discurso que le permite justificar su accionar desde las formas comunicacionales hegemónicas. Sin embargo, el relato no siempre está en concordancia con todo el grupo y muchas veces puede discrepar con el resto de las comunidades indígenas, pero no por eso deja de ser verdadero68. Estas discrepancias nos permiten constatar la lucha que dan los distintos discursos del momento en que se crean, los cuales no son otra cosa que las connotaciones sociales, políticas, económicas y culturales del momento en que se están originando. Frente a la reforma constitucional del 14 de agosto del 2001 -que delimitó el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación-, por ejemplo, estallaron una serie de réplicas de los sectores intelectuales indigenistas no todas coherentes. Nadie era ajeno que estas medidas estaban muy lejos de las peticiones políticas y sociales que el EZLN había demandado. Más bien, se siguió subordinando a los pueblos indios y desconociendo la titularidad de sus derechos políticos, territoriales y económicos como pueblos de culturas diferentes. Así, la ANIPA o Asociación Indígena Plural por la Autonomía (fundada en 1994) y el Congreso Nacional Indígena o CNI69, fundado en 1996; construyeron sus propias hipótesis sin considerar los acontecimientos del periodo de los pueblos indígenas por lo que para Hernán Ramírez los lineamientos trazados solo indujeron –y manera errada- ideológicamente a algunos líderes indígenas, los cuales repiten los conceptos de autonomía sin tomar en cuenta las demandas de sus pueblos y comunidades70. Asimismo, Aracely 68 Debemos recordar que todo texto está compuesto por múltiples discursos muchos de ellos antagónicos entre sí. Grínor Rojo, Diez tesis sobre la crítica, LOM Ediciones, Santiago, 2001.

69 El CNI se considera el vocero civil del zapatismo.

70 Zósimo Hernández Ramírez, “Autonomías indígenas en México. Entre la vía legal y la via de los hechos”. En, Laura Giraudo (ed.), Ciudadanía y derechos indígenas en América Latina; poblaciones, estados y orden internacional, Centro de Estudios Políticos y constitucionales, Madrid, 2007, pp. 219 -236.

Burguete Cal y Mayor nos ofrecen otros elementos de reflexión cuando, refiriéndose a la estructura organizativa de los gobiernos autónomos zapatistas, menciona algunas de sus funciones como “impartir justicia, recaudar impuestos, instalar una oficina de registro civil”71. Estas funciones y demandas, de hecho, no son de carácter indígena, más bien nos muestran que el Estado mexicano está incumpliendo con sus obligaciones. Por lo mismo, la autora considera que no se trata de autoridades y funciones tradicionales:

“los nombres con los que llaman y reivindican estos cargos no son los tradicionales; es decir, no son nombrados ni mayales (sic), ni principales, ni con otros nombres que provengan de la tradición, lo que indica una cierta ruptura con los conceptos comunitarios tradicionales y lo que éstos significan, casi siempre asociados a la estructura caciquil de las cabeceras municipales tradicionales”72.

Esta visión claramente está en oposición a la postura zapatista la cual desde la reunión de ANIPA en Oaxaca (1995) ha señalado:

“La autonomía no es algo que tengamos que pedirle o que alguien nos pueda conceder. (…) poseemos un territorio, en el que ejercemos gobierno y justicia a nuestra manera, lo mismo que capacidad de autodefensa. Exigimos ahora que se reconozca y respete lo que hemos conquistado”73.

71 Aracely Curguette Cal y Mayor, “Procesos de autonomías de facto en Chiapas. Nuevas jurisdicciones y gobiernos paralelos en rebeldía” En Shannan L. Mattiace, Rosalva Aída Hernández, Jan Rus (Eds.), Tierra, libertad y autonomía, impacto regionales del zapatismo en Chiapas, CIESAS; IWGIA; México, 2002, p. 294.

72 Ídem., p. 299.

73 Autonomedia, Ya Basta! Documents on the New Mexican Revolution, Autnomedia, Nueva York, 1995.

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Así continúa, “Exigimos gobernarnos por nosotros mismos, con autonomía, porque ya no queremos ser súbditos de la voluntad de cualquier poder nacional o extranjero… La justicia debe ser administrada por las propias comunidades, de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, sin intervención de gobiernos ilegítimos y corruptos”74

De esta manera, no podemos afirmar la

existencia de un estándar para la ‘verdad’ o para la construcción de testimonios o narraciones ya que ellas también son contextuales. Más bien, los relatos de verosimilitud tienen que ver cómo los sujetos sociales construyen distintas representaciones del mundo y tienen distintas memorias históricas aun cuando compartan el mismo hecho. Por lo tanto, estamos en un escenario donde lo que está en juego son las distintas representaciones en pugnas o mejor dicho memorias75. Por lo mismo, no es extraño dar cuenta en la evolución que puede experimentar un discurso en distintos tiempos 74 Ídem., p. 97

75 Toda historia es interpretada desde la actualidad, por lo que “el pasado es constantemente reelaborado según las sensibilidades éticas, culturales y políticas del presente”. Es este acto de “recuerdo” donde se constituye la memoria, entendida como “las representaciones colectivas del pasado tal como se forjan en el presente” [...] La emergencia de una memoria colectiva permite generar identidades sociales, inscribiéndolas en una continuidad histórica y otorgándoles un sentido, es decir, una significación y una dirección en flujo de los acontecimientos. Esta conlleva a su vez un determinado “uso político” del pasado, donde, por un lado se genera una reificación del pasado, como una clasificación de la memoria en objeto de consumo, estetizado […] en torno al cual se instituyen prácticas tendientes bien a reforzar la cohesión del grupo, bien a legitimar instituciones o inculcar valores a la sociedad”. Véase: Enzo Traverso, Historia y Memoria. En Marina, Franco y Florencia, Levin (comp) Historia reciente: perspectivas y desafíos para una historia en construcción, Editorial Paidós, Buenos Aires, Argentina, 2007, p.67-69

y realidades. En otras palabras, no es el mismo subcomandante Marcos al inicio del movimiento en 1994 que a fines de ese mismo año, y menos hoy en día. Pero su identidad de insurgente permanece incólume (aunque las autoridades mexicanas han dado posibles nombres de su identidad, todas él las desmiente). Por lo mismo, pensando en esta reflexión es que el soporte de análisis de la tesina está centrado en los distintos discursos del subcomandante Marcos en distintos medios de comunicación. Para poder dar cuenta de los correlatos de fuerzas impresos en nuestro tema, nos apoyaremos en las interpretaciones que presta la historia cultural, la que Roger Chartier describe como la historia de las representaciones76; es decir, de los discursos que influyen, tensionan y construyen prácticas. Por discurso entendemos “el conjunto de enunciados que dan cuenta de las ideas que predominan en torno a una estructura. El discurso en sí, al contener estos enunciados, nos entrega reglas de estos mismos, que a su vez son normas de existencia. Por otra parte, estas formaciones discursivas tales como la política o la literatura contienen categorías reflexivas y relaciones normativas que funcionan como universos entorno a los cuales nosotros gravitamos”77. Desde esta perspectiva, podremos dar cuenta cómo el subcomandante Marcos rearticula un movimiento a partir de los escritos que inserta en distintas publicaciones periodísticas de internet y, asimismo, se reinventa en cada crónica dejando entrever como va fluctuando su pensamiento revolucionario. Este último punto nos parece relevante, en cuanto la figura del subcomandante Marcos siempre ha tendido a ser más un enigma que una certeza que incluso se acompaña por todo un acto performativo en donde el desconocimiento de su identidad figurativa, esto es, la

76 Roger Chartier, El mundo como representación. La historia cultural, editorial Gedisa, Barcelona, 2002.

77 Michel Foucault, El orden del discurso, op. cit..

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clandestinidad de su cara; permite levantar distintos estereotipos del guerrillero. Desde ahí, podremos comprender en donde se enmarca la figura de guerrillero-revolucionario en América Latina que registra sus bases a mediados del siglo XX, en plena Guerra Fría en donde la figura de Fidel Castro y Ernesto “che” Guevara, fomentarán y limitarán el modelo interpretativo del guerrillero Latinoamericano.

En síntesis, la siguiente reflexión histórica tiene por finalidad aportar al estudio de los movimientos sociales, principalmente indigenistas desde el prisma de la cultura. En donde la figura del líder y su práctica política se sustenta en el manejo de las normas culturales hegemónicas: la escritura.

Capítulo I. El Ejército Zapatista de Liberación

Nacional. Una genealogía de opresión,

explotación y diversidad.

Figura. 1.1 Imagen correspondiente al artículo “solidaridad por quienes luchan por justicia”78

Ejército Zapatista de Liberación Nacional, resguardando el futuro bienestar de los

indígenas de Chiapas.

78En “Desde abajo. ‘seamos realistas y hagamos lo imposible’”, en http://jdesdeabajo.wordpress.com/page/3/; visitada el 30/12/2010 a las 13:24.

Soledad sobre ruinas. , Sangre en el trigo: rojo y amarillo, Manantial del veneno, escudo, heridas, cinco siglos igual.

Libertad sin galope, banderas rotas, soberbia y mentiras,

Medallas de oro y plata contra esperanza, cinco siglos igual.

En esta parte la tierra la historia se cayó, Como se caen las piedras, aún las que tocan el cielo,

O están cerca del sol, o están cerca del sol.

Desamor, desencuentro, perdón y

olvido, cuerpo con mineral, Pueblos trabajadores,

infancias pobres, cinco siglos igual.

Lealtad sobre tumbas, piedra sagrada, Dios no

alcanzo a llorar, Sueño largo del mal, hijos

de nadie, cinco siglos igual. Muerte contra la vida,

gloria de un pueblo desaparecido,

Es comienzo, es final, leyenda perdida, cinco

siglos igual En esta parte de la tierra la

historia se cayó, Como se caen las piedras aun las que tocan el cielo

O están cerca del sol, o están cerca del sol.

Es tinieblas con flores: REVOLUCIONES y aunque muchos no están

Nunca nadie pensó besarte los pies… Cinco siglos igual79. El estallido de la rebelión indígena en el estado de Chiapas, el 1 de enero de 1994, tomó por sorpresa a la mayor parte de la población mexicana, así como al resto de la comunidad internacional. Un ejército de

79 León Gieco, Cinco siglos igual. Canción perteneciente al folclor argentino, creada en el 1992, y publicada en el disco, “el vivo de león”.

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jóvenes soldados, mayoritariamente indígenas tomaron por las armas los pueblos de Altamirano, Chanal, Huistán, Las Margaritas, Oxchuc, Ocosingo y la ciudad de San Cristóbal de las Casas, localizados en el extremo sur del territorio mexicano.

Dicho ejército –que se hizo llamar Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)- se pronunció en rebelión contra el gobierno de Carlos Salinas de Gortari o dicho de otra forma contra la “la ilegítima dictadura” del Partido Revolucionario Institucional (PRI)80. La reacción del gobierno no se hizo esperar. A penas se conoció la noticia se enviaron doce mil miembros del ejército nacional para apoyar a los dos mil que ya estaban en el área de conflicto81. Tras unos cuantos días de lucha, los rebeldes tuvieron que replegarse hacia el este y el sur para refugiarse en la inaccesible selva tropical de las tierras bajas chiapanecas.

Los primeros testimonios dieron cuenta que el ejército estaba conformado principalmente por indígenas de las zonas, quienes frente a las injustas condiciones de vida que experimentaban lograron articularse en el movimiento. Frente a la amplia aprobación y apoyo de la opinión pública el gobierno y la prensa reconocieron la base indígena de movimiento, intentando paralelamente exaltar la condición de No indígena de sus líderes. De esta manera, el movimiento quedaba circunscrito a una situación de manipulación por “subversivos profesionales”. Sin embargo, el 12 de enero de 1994 el presidente Salinas de Gortari decide declarar el cese al fuego con el fin de tratar de llegar acuerdo con los rebeldes. Esto significó el reconocimiento implícito por parte

80 María Concepción Obregón R, “La Rebelión Zapatista en Chiapas: Antecedentes, causas y desarrollo de su primera fase”. En Mexican Studies/Estudios Mexicanos, Vol 13, nº 1, (Winter 1997), pp. 149-200.

81 Stephen Wager y Donald E. Schulz. “Civil-Military Relations in México: The Zapatista Revolt and Its Implications”, Journal of Inter American Studies and World Affairs 37 (Spring), pp. 1-42.

de la presidencia de que los rebeldes tenían legítimas causas de descontento y que constituían una real fuerza política. A partir de las conversaciones de paz del 21 de febrero de 1994, el movimiento entró en una nueva fase caracterizada por el largo forcejeo político entre ambas partes (el gobierno y la guerrilla), que continúa hasta hoy.

El entendimiento integral de un movimiento tan complejo como ha resultado ser el zapatismo a tan corto plazo, sumado la interpretación inicial del movimiento como producto de la ancestral explotación del indígena por el “ladino” (no indígena), del campesino por el terrateniente, resulta una simplificación, ya que se trata de un proceso mucho más complejo. Aunque a primera vista las condiciones de vida de la población indígena chiapaneca parecen ser casi feudales, en realidad -señala Ross- ha sido la acelerada transformación del campo y de la economía en general en dichas comunidades, impuesta por el desarrollo capitalista y la “modernización”, lo que ha acentuado enormemente la diferencia entre la extrema riqueza y la cada vez mayor pobreza de las mayorías82. Asimismo, continúa el autor, sería un error grave simplificar el conflicto considerándolo como resultado de injusticias impuestas por agentes externos a indígenas homogéneas opuestas a los intereses de los grandes terratenientes protegidos por el Estado. Es preciso reconocer la existencia también de importantes conflictos, fruto de la estratificación dentro de las propias comunidades indígenas y campesinas (indígenas pobres, indígenas prósperos, indígenas priístas y no priístas). De hecho, siguiendo a Obregón, podemos señalar que el zapatismo solo representa a los indígenas más pobres que viven en el extremo oriental de Chiapas. Sobre esto volveremos después.

82 John Ross, Shadows of tender fury. The Letters and Communiqués of Subcomandante Marcos and the Zapatista Army o National Liberation, Trans. By Frank Bardacke. New York: Monthly Review Press, 1995.

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Frente a este escenario, los miembros de la prensa y los especialistas (antropólogos, sociólogos, politólogos, etc.) que se encontraban en Chiapas, coincidieron desde sus primeros análisis sobre los orígenes del movimiento: éste se trataba de una causa justa frente a las inaceptables condiciones de vida que se han impuestos a los campesinos del área. Sin embargo, casi todas estas opiniones también compartieron una deficiencia, que fue la de “it makes the rebellion appear to be a spontaneous reaction to injustice when, in fact, a group of organizers had been planning revolution for more than a decade”83.

Al parecer los campesinos del área contaban con una larga tradición (casi diez años) y una extensa infraestructura de organización, surgidas de la necesidad de defender conjuntamente sus intereses. La existencia de esa amplia red de relaciones es lo que permite explicar que las dimensiones y alcances de la rebelión zapatista hayan superado, por mucho, las expectativas de quienes sabían, desde mucho antes de 1 de enero de 1994, de su existencia.

Por lo mismo, en el siguiente capítulo vislumbraremos los elementos que cruzan la conformación del EZLN con el fin de dar cuenta de los elementos que operan como condicionantes en las decisiones del subcomandante Marcos.

Chiapas, la diversidad de un escenario nacional. La rebelión zapatista parece haber surgido específicamente en el área de las Cañadas, paso natural hacia el extremo oriental de Chiapas y zona de transición ecológica entre las tierras Altas (Los Altos) de Chiapas y la selva tropical (Lacandona) poblada aun hoy en día mayoritariamente por 83 George Collier, “Roots of the rebellion in Chiapas”. En Cultural Survival Quarterly 18 (1), p. 45.

indígenas Tzeltales y Tojolabales. Esta zona, en particular el Valle de Ocosingo, desde la época de la colonia fue explotado ganaderamente y para la producción de cultivos de clima templado.

Si miramos el mapa de México podemos constatar que las características geográficas y naturales de Chiapas han permitido que se concentre la mayor cantidad de población indígena del país. Pero así como ha sido considerado un espacio óptimo para la supervivencia de las comunidades indígenas también ha sido un centro de atención para los empresarios (por las riquezas que posee y por ser tierra para generar grandes cultivos). Desde la Colonia, de hecho, la lucha por la dominación y disciplinamiento capitalista de la región evidenciaron el carácter de este pueblo, pues desde 1712 se registran una serie de rebeliones84 contra las condiciones de vida que se les imponía. Sin embargo, no será hasta el siglo XIX que estos sectores se vean realmente perjudicados. Las leyes promulgadas por los gobiernos liberales de México dieron inicio a los sistemas de repartición de tierras comunitarias entre los nuevos empresarios del naciente Estado-

84 En el 1712, Chiapas vivenció una nueva rebelión, abarcó a cerca de treinta y dos comunidades tzeltales, choles y tzotziles. Según los indígenas la aparición de la Virgen María a una joven india llamada María de la Candelaria, miembro de la comunidad tzeltal de Cancuc, fue la que ordenó levantarse a los oprimidos. María de la Candelaria era la pitonisa de la Madre de Dios, su voz transmitía las palabras a los “soldados de la virgen”, y a los sacerdotes y frailes investidos por la nueva orden religiosa que habría de “durar mil años en espera de descenso de la Nueva Jerusalén custodiada de ángeles y señores del monte”. La orden era acabar con todo lo no indígena, dando paso así a la formación de toda una “Iglesia paralela” o “Iglesia de los pobres”, estrictamente jerarquizada y en la cual los naturales (indígenas) se veían como depositarios legítimos de las mejores tradiciones del evangelio, utilizando los motivos bíblicos para revestir sus propios mitos … hasta hoy la tradición oral de las comunidades implicadas muestra la enorme persistencia de una visión del universo y de la historia que retoma los ciclos rotos del mundo maya pre-hispánico… Esta sublevación constituyó uno de los pilares del puente que parece ir desde la comunidad agraria y la lucha sindical de los años treinta Véase: Ismael Colmenares y otros., De Cuauthémoc a Juárez y de Cortés a Maximiliano, Ediciones Quinto Sol, México, 1986.

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nación. Se establecieron haciendas y ranchos privados en las mejores tierras indígenas, obligando a sus dueños originarios a trabajar para los nuevos hacendados. Con el estallido de la Revolución Mexicana85, los sectores originarios pensaron en una transformación de las condiciones en que vivían los indígenas. Se suprimieron, por ejemplo, las formas que los condicionaban a trabajar por poco salario y se abolieron las deudas que tenían. Sin embargo, en Chiapas la división de tierra se aceleró pero esta vez entre las autoridades revolucionarias carrancistas. Surgieron disputas armadas entre los viejos y nuevos hacendados. Luego de un tiempo de conflicto de poder entre los grupos dominantes, en 1920 el ejército revolucionario pactó con los grandes hacendados respetar su propiedad sobre las mejores tierras de la región a cambio del reconocimiento de su autoridad86. Así, podemos constatar que la vida de los indígenas continúo siendo la misma. En la década del treinta los campesinos de la zona sur-este del Estado chiapaneco, comenzaron a organizarse para exigir sus derechos. El abuso y explotación a la que históricamente han estado sujetos hicieron mella en las instituciones de control, ya que comenzaron a desatarse una serie de actos violentos entre los campesinos y los latifundistas. Entonces, ¿qué tiene de actual el movimiento zapatista? O mejor dicho, ¿por qué demoró tanto su estallido?

85 Surge en el 1910 y estalla en el 1911, sus principales ideólogos figuran Francisco Madero, por el sur Emiliano Zapata y en el norte Pancho Villa. Agotados del porfirismo (Porfirio Díaz) la revolución estalla, se forma victoriosa y sus ideólogos formarán parte un mito revolucionario; ésta quedó institucionalizada en la constitución del 1917, donde –supuestamente- entran en una nueva etapa “ordenar la casa”, aunque con el pasar del tiempo, dicha revolución no quedará más que una práctica discursiva del poder hegemónico. Véase: Enrique Semo y otros, México, un pueblo en Historia (tomo I), editorial Nueva Imagen, México, 1983.

86 Brian Hamnett, Historia de México, Cambridge University Press, Madrid, 2001.

Con la reforma agraria implementado por Lázaro Cárdenas87, muchas comunidades indígenas adquirieron nuevas tierras provenientes de sectores baldías o de la división de las haciendas. El Estado se había comprometido a proteger los intereses de las comunidades y a continuar con la repartición de las tierras. De manera que la política agraria permitió construir entre estos sectores una imagen del gobierno federal como su aliado y defensor. Algunos autores señalan que este acto político generó las expectativas necesarias para doblegar cualquier intento de levantamiento popular. Obregón dice que “a través de la promesa de tierras a comunidades individuales, el gobierno mexicano pudo asegurarse por décadas la estrecha lealtad de las distintas comunidades y evitar su organización como fuerza unitaria que pudiera presionarlo para cumplir con dicho reparo”88. Sin embargo, esta imagen no iba a perpetuarse en el tiempo. A finales del gobierno de Cárdenas, las transformaciones del mercado internacional afectaron de lleno

87 El gobierno de Cárdenas (1934-1940) logró un sitial destacado en la historia mexicana. Convencido que la Revolución debía ser renovada constantemente, durante su gobierno drásticas medidas, consideradas claves para el desarrollo de un México moderno. Fomentó la expropiación de las compañías petroleras (1938), medida sin precedentes en la historia de América Latina; y creó la polémica Escuela Socialista, cuyo objetivo era entregar a los niños una enseñanza marxista, imponiéndose por sobre la educación laica y católica tradicional. Una de las principales preocupaciones de Cárdenas fue el problema agrario. “… nuestro programa es integral, tratamos de cumplir con las obligaciones que la Revolución a contraído con el pueblo mexicano, que no nos liga compromiso con ninguna camarilla; y si la sinceridad de nuestros propósitos nos hace ver el panorama social tal cual es, presentándonos la situación angustiosa en que viven lo poblados indígenas, la miserable condición que guardan muchos núcleos de campesinos y las ansias insatisfechas de algunos grupos de la ciudad, debemos robustecer nuestra convicción de que es preciso seguir adelante; ¡si se lastiman intereses, eso no nos importa!... los puntos fundamentales del programa revolucionario son de carácter económico, social y educativo. (Lázaro Cárdenas)”. Véase: Lázaro Cárdenas, Ideario Político. Selección y presentación de Leonel Durán, Serie popular Era N° 17, 1972, p.22

88 María Obregón, op. cit., p. 155.

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la producción agrícola del país89. Para fines de los años cuarenta los salarios se habían desplomado obligando a la población a trasladarse a la parte este y sur de Chiapas.

“…la población se vio notablemente incrementada por la llegada de nuevos colonizadores indígenas (tzeltales, tzotziles, tojolabales y choles), quienes buscaban la oportunidad de poder conseguir tierras en una zona en que supuestamente había muchas desocupadas. Al encontrar ya pobladas todas las Cañadas, se fueron internando progresivamente hacia el este en la selva. En ella no sólo tuvieron que adaptarse a las difíciles condiciones de vida que este tipo de ecosistema ofrece y al rápido deterioro de su productividad, sino también al hecho de que s trata de un área marginal, es decir, una región completamente segregada de los servicios públicos más elementales. Sin embargo, también allí encontrarían la posibilidad de liberarse de la cadena laboral impuesta entre las fincas y las comunidades indígenas de los Altos”90.

Frente el empobrecimiento masivo, le gobierno de los años cincuenta reinicio los programas encargados de promover el desarrollo de los grupos indígenas del país. Para ello se creó el Instituto Nacional Indigenista (INI). Esta institución tenía por finalidad canalizar la ayuda económica a las comunidades y la integración de los indígenas al sector del campesinado nacional. En este proceso, el INI favoreció la separación de los 89 La fuerte demanda internacional de productoras agrícolas de exportación re-estructuró la política económica mexicana. Por una parte, se frenaron abruptamente los repartos de tierras, los productos industriales subieron de precio rápidamente, lo que hizo que los campesinos tuvieran que trabajar más para poder subsistir, presionándolos a trabajar medio tiempo para los latifundistas.

90 Mario Obregón, op. cit., p. 162.

grupos indígenas de la región facilitando el control de estos al Estado. Por lo que las mejoras no llegaron. La condición de vida que aquejaba a estos sectores estalló. A finales del los años sesentas hubo una notable tensión entre campesinos y propietarios de grandes extensiones territoriales. El incremento de la ocupación (invasión) y el posterior reclamo de tierras por parte de los campesinos hizo que los latifundistas presionaran al gobierno para que pusieran un alto a dichas acciones y al mismo tiempo comenzaron a pagarle a grupos armados conocidos como “guardias blancas” para expulsarlos. La violencia que dichos grupos utilizaron no hizo sino promover la proliferación de grupos guerrilleros en distintas áreas del país, como el famoso caso de la Sierra de Guerrero (Lucio Cabañas). El enorme descontento social impulsó también la expansión de un importante movimiento de izquierda protagonizado principalmente por estudiantes universitarios (Movimiento del 68). Sin embargo, tanto los movimientos guerrilleros como el estudiantil91 sufrieron una violentísima represión gubernamental en contra de sus integrantes. El boom petróleo que se desata en la década del 70 transformó las estructuras económicas de la región pero también el ámbito político y social. Con el excedente de capitales se modificó la producción agrícola tradicional por una más rentable para los mercados internacionales. Se repartieron gran cantidad de créditos y financiamientos. Estos cambios promovieron que muchos campesinos dejaran de trabajar en sus tierras

91 El hecho que marcó el principal hito en la lucha, fue la matanza de Tlatelolco. Esta se produjo el 2 de octubre del 1968 durante la manifestación estudiantil realizada en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Al anochecer de ese día, tropas del ejército abrieron fuego contra la multitud, dejando cerca de trescientos estudiantes muertos y un millar de heridos. Esta acción –como es la tónica de las “democracias”- hay dudas de quien la ordenó, pero de lo que certeza hay es que los asesinos fueron los militares del ejército nacional. Véase: Eric Zolov, La juventud se impone: rebelión cultural y los temores de los mayores en México. En De/robar Volumen 1_número 2_2009. 1968.

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y de dedicaran a actividades mejor remuneradas quedando más vulnerables a los cambios generales de la economía (como quedará registrado en el ochenta y dos92). El campesinado chiapaneco se dividió en dos: aquellos que prosperaron y en los que mantuvieron su status quo. La acelerada diferenciación social que ocasionó esto, provocó un giro el liderazgo político, en el cual quedaba sin vigencia el viejo estilo del “apoyo popular”, que movía las políticas pensadas para el beneficio de las mayorías. En otras palabras, se entabla la pérdida de protección por parte de las autoridades. En este escenario, el arribo de la crisis del ochenta y dos, cortó todas las políticas de financiamiento una de ellas las agrícolas y redujo la reforma agraria. Todo auguraba un estallido social que no se materializó por “tres acontecimientos (que) ayudarían a desahogar dicha presión distrayendo la atención y encausando la participación popular hacia otras áreas: el terremoto que sacudió la ciudad de México en 1985, el movimiento estudiantil de 87 y la expectativa electoral de 1988”93. Con la llegada de Carlos Salinas de Gortari al poder la situación del campesinado no se modificó. A pesar de que invirtió grandes cantidades de recursos en Chiapas para contrarrestar la pobreza de la región. Esta medida, sin embargo, causó el efecto contrario: la exaltación de las masas populares. Asimismo, la crisis del sector cafetero quienes perdieron los subsidios del

92 En el 1982, México cayó en su mayor crisis económica desde la Revolución. En febrero, el gobierno devaluó el peso, es decir, reconoció que valía menos que otras monedas. En agosto, la situación se agravó. El gobierno se quedó sin dinero y el país suspendió el pago de su deuda externa. El presidente López Portillo decidió nacionalizar la banca. El peso volvió a devaluarse. Bajó a 70 pesos por dólar y luego a 150. El optimismo petrolero terminó convertido en pesimismo de la sociedad. En este año fue elegido el nuevo presidente, Miguel de la Madrid (1982-1988). En: http://amolt.interfree.it/Messico/spagnolo_storia13.htm

93 Jorge Castañeda, Revista Proceso, 10 de enero de 1994, nº

897, p. 51.

Estado empobreciendo a los medianos y pequeños agricultores quienes se veían imposibilitados de competir con los precios internacionales. Esto debilitó aun más la zona y dejó las bases puestas para el estallido revolucionario. El enemigo era claro: el gobierno.

Frente a esta situación, en el discurso oficial, se sigue pensando en la posición diferenciadora del país; aseguran que México ha gozado de relativa estabilidad –“con 60 años de paz social”, como proclamaban en el 1989 los carteles del PRI- comparado con el resto de América Latina. Esto se debe a que su gobierno, a pesar de serios problemas económicos y desafíos políticos, ha conservado un cierto grado de control, basado por lo menos parcialmente en la legitimidad, algo que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos envidiarían. Los militares han permanecido en sus cuarteles y la sucesión presidencial ha sido fluida94 (más allá del fraude electoral al que responsabilizan la candidatura de Carlos Salinas de Gortari). Chiapas: “hoy decimos ¡basta!”95.

La revolución no ha triunfado. En manos de ustedes

Está la voluntad y la fuerza para salvarla, pero si, por

Desgracia, no lo hacen las sombras de Cuauhtémoc,

Hidalgo y Juárez, y de todos los héroes de todas las épocas

Se agitarán en sus tumbas para preguntar ¿qué

Han hecho con la sangre de sus hermanos? Emiliano Zapata

94

Alan Knight, Revolución, democracia y populismo en América Latina, editorial Centro de estudios bicentenario, Santiago de Chile, 2005

95 “Hoy decimos ¡basta!”, es el nombre que tiene la primera declaración de la Selva Lacandona. En La voz de los armados de verdad y fuego (documentos del EZLN), Revista SurDa ediciones, Santiago de Chile, 1995.

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Corría el primero de enero del 1994 en Chipas. Todos atónitos ven como un grupo militarizado y a rostro cubierto -con un pasamontañas-, arremeten y desplazan a las autoridades locales a hacer efectivas sus demandas sociales; están cansados de ser invisibles frente a clase dominante y como primer acto le declaran la guerra. En declaraciones que publican entre el 8 y 11 de enero del mismo año, en el diario El despertador mexicano, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, da cuenta de una serie de explicaciones para dar sentido a su levantamiento, a sabiendas que hay un mundo que exige explicaciones y saber realmente que es lo que está pasando en este movimiento, desde ahí comienzan diciéndonos que el EZNL recurrió a las armas “porque no nos dejaron otro camino”, declaró el subcomandante Marcos, agregando “hacía falta que alguien diera una lección de dignidad, y ésta le tocó darla a los más antiguos pobladores de este país que ahora se llama México”, Marcos aclaró que el camino elegido, el de las armas “es uno más”, no el único. “El problema de la guerra no es un problema de las armas, no es un problema de quien tiene más armas, mas hombres o más balas, es un problema de quien tiene la razón”96. Marcos, el guerrillero más conocido del EZLN, que asegura no ser indio pero manejar las distintas lenguas indígenas que hablan los chiapanecos, precisa que la edad promedio de los alzados es de 22 y 23 años. Aclara que sólo los jefes de ocultan su cara y explica, que el EZNL no se considera asimismo “vanguardia”, ni la luz, ni nada. “Decimos, vean que ha pasado desde siempre en Chiapas y verán que esto tuvimos que hacer”.97

Frente a las circunstancias, surgieron una serie de preguntas sobre quienes componen el EZLN. Los acontecimientos en Chiapas, desde el alzamiento hasta la

96 EZLN. Documentos y comunicados, ed. ERA, (tomo I).

97 Ibíd.

culminación de las conversaciones, fueron el detonador del cuestionamiento al sistema político económico y social que durante los 79 años, los gobiernos generados por la Revolución Mexicana han implantado en ese país; la zona, aún contempla a una población mayoritariamente indígena, los que estaban “integrados” al sistema nacional sólo como exposición turística y reforzados por vivir en tierras fértiles, de donde poder enriquecer a unos pocos98. Para facilitar la comprensión del tiempo de la rebelión armada (los primeros 12 días), precederemos a facilitar una cronología99, con el fin de explicar la historia del proceso global.

Del 1° al 12 de enero del 1994.

El inicio de 1994 es el comienzo de las incursiones militares del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. La formación de éste ejército para-militar registra sus bases 10 años antes, en pleno desarrollo de la Guerra Fría, cuando los ideales de ver florecer una nación diferente era una opción real. Desde ahí ellos (en la voz de Subcomandante Marcos) los que asumen que fueron influenciados, en gran medida, por el modelo guevarista de la revolución: “que importa dónde nos sorprenda la muerte si el grito de guerra es escuchado” (el “Che”), sumado, reciben influencia de los movimientos revolucionarios

98 Chiapas sigue siendo una zona estratégicas por sus recursos petroleros, hidroeléctricos, forestales, y agrícolas. Las últimas administraciones han invertido mucho en infraestructura: presas, carreteras y cárceles, para extraer de Chiapas los recursos cuyos beneficios no ha podido conocer la mayoría de la población, en particular los indígenas. Véase, Le Bot, Entrevista con el Subcomandante Marcos…Ob. cit., p.34

99 Cronología arbitraria, en relación a marcar sólo los hechos relevantes para la comprensión. Acto posible, gracias a la detallada cronología que presta Le Bot, Entrevista al subcomandante Marcos, el sueño…. ob.cit., y también a Gilberto López y Rivas, Conflictos armados en México: la encrucijada político militar, extraído de: http://www.latautonomy.org/zapatismo.PDF, también véase: http://www.latinamericanstudies.org/ezln/cronologia.htm

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latinoamericanos100, en especial de los guatemaltecos refugiados en Chiapas que arrancaban de las atrocidades de su país, y lo trasmiten a través de cooptaciones simbólicas, como los colores rojo y negro que son parte de sus eslogan y vestimenta de la revolución. Sin embargo, el aspecto político-militar del EZLN reside en su forma simbólica de cómo expresa el mundo, por ello cuando se “alzan” lo que más suman son muertos101.

En un comienzo (1983) el ejército paramilitar no contemplaba la visión indígena como la bandera de lucha, sino el ideal de revolución socialista, aquella que pone como protagonistas a los conceptos de socialismo, lucha de clases y dictadura del proletariado. Entonces –nos cuenta el Subcomandante- el zapatismo registra tres corrientes que lo componen:

Una vertiente sería la de una organización político-militar, marxista-leninista, con un corte muy cercano en su perfil militar –no político, sino militar- al de las organizaciones guerrilleras de liberación nacional de Centro y Sudamérica. Una organización que se planteaba que la lucha pacífica estaba agotada, que era necesario enfrentar, por medio de una guerra popular, al poder, derrotarlo e instaurar un gobierno hacia el socialismo y hacia la implantación de la dictadura del proletario y del comunismo. Y en este sentido se planteaba una guerrilla en términos muy cercanos al foco guerrillero… En sus inicios, esa organización clandestina está muy próxima a lo urbano. Es una organización compuesta por gente mayoritariamente de clase media, casi no hay obreros, pocos campesinos y

100 Experiencia Nicaragüense, Salvadoreña y Guatemalteca, principalmente. Véase, Le Bot, ibíd., p. 70

101 Ibídem.

ningún indígena... se planteaban el entrenamiento militar para actuar cuando fuese necesario, cuando la guerra estalle. Es una organización que no plantea iniciar los combates, sino aparecer cuando sea necesario. (Sin embargo la Revolución llegó, pero no para México)… el trabajo de México era ser solidarios con el resto de los movimientos de liberación de mundo y no hacer nada en nuestro país… así pues, esta organización construye su teoría política, su teoría sobre la revolución, más apegada a México que a la doctrina comunista internacional. Desde aquél análisis brota la urgencia de contemplar un actor que el materialismo histórico ignoró: el indígena. Así nos acercamos a su mundo y de poco encontramos el momento de actuar, de decir ya basta, y surgió la revolución (hablo de lo que me cuentan, porque yo aún era integrante del EZLN) 102

Siendo así, el primero de enero, los

zapatistas se apoderan de seis municipalidades de la región de los Altos de Chiapas: San Cristóbal, Altamirano, Ocosingo, Las Margaritas, Chanal y Huixtan. La táctica fue la toma por sorpresa de las ciudades, bloquear el acceso a ellas, apoderándose de los puntos de abastecimiento y situarse en las plazas principales para establecer los puestos de mando. Así el EZLN realizaba su presentación en sociedad desafiando directamente al gobierno. Las tomas de municipios se realizaron mostrando un ejército disciplinado y sincronizado en sus movimientos, sin embargo bastante débiles al enfrentar el aparataje que dispone el ejército federal. El primero de enero. En San Cristóbal se realizan las primeras conferencias de prensa (principal medio para darse a conocer) y

102 Le Bot, ob. cit., p. 124.

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entrevistas para entregar los principales puntos de su discursos, repartir la declaración de guerra y presentar demandas, incluida la deposición de Carlos Salinas de Gortari como presidente de la República, al que tildan de dictador103. Al son de la libertad, justicia y democracia, sintetizando la consigna: “Vivir por la patria o morir por la libertad”, convocan a todo el país a sumarse a sus peticiones. La idea fundamental fue legimitimar la naturaleza y fin del movimiento, y poder trascender a la opinión internacional. En el intertanto, la secretaría de Gobernación en su primer comunicado convoca a la cordura. Del 2 al 6 de enero, el EZLN, realiza el ataque al Rancho Nuevo y el sitio de Ocosingo, enfrentándose al ejército federal. Mientras en su periódico de comunicación “El despertador mexicano” daban cuenta que El 3 de enero Carlos Salinas, entrega su primera definición ante una comisión de legisladores, donde asegura que “en ninguna región de México existe diferencia superior a nuestra capacidad de diálogo, ni distancia capaz de afectar nuestra unidad fundamental”. Acto seguido en el periódico la Jornada, el mandatario reafirma que “no se trata de trata de un alzamiento indígena, sino de la obra liberada de este grupo violento que lo encabeza”. Sin embargo, empieza a circular en Chiapas y en la Ciudad de México, el periódico prozapatista: el Despertador Mexicano. El 7 de enero, se realizan motines y marchas de protestas en ciudad de México contra el genocidio en Chiapas, es decir, la población civil sale a la calle a pedir un concepto de “paz”. El 8 de enero por intermedio de un comunicado –publicado al diario la Jornada, pero luego será desmentido por el subcomandante- el EZLN pide al gobierno el dialogo para que sus demandas sean acogidas; además se solicita la mediación del Premio Nobel de la Paz, Rigoberta

103 EZLN. Documentos y comunicados, Ediciones Era, México. Primera declaración de la Selva Lacandona, 1° de diciembre del 1993.

Menchú, del director de la revista Proceso, Julio Scherer, y del obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz. El 10 de enero Carlos Salinas designa a Manuel Camacho Solís (entonces secretario de relaciones exteriores y antes regente de la Ciudad de México) para desempañarse como comisionado para la Paz y reconciliación en Chiapas. El 11 de enero, Camacho expresa la urgencia sobre la necesidad de instaurar la paz en la región. Finalmente el 12 de enero, el ejecutivo decreta el cese unilateral del fuego. Este acto emprende el real camino a la conversación con el EZLN, entre ellos y los gobernadores. En suma, desde el cese al fuego instaurado oficialmente el 12 de enero del 1994, surge un nuevo escenario para México y el EZLN; donde tomará real envergadura la figura del Subcomandante Marcos quien será el encargado de escribir los discursos que darán a conocer la nueva situación de Chiapas para dar cuenta del camino de su revolución, donde el uso de la palabra será el actuar principal. Aunque se recuerde con nostalgia y valentía que:

“Fuimos muchos los que quemamos nuestras naves esa madrugada del primero de enero y asumimos este pesado andar con un pasamontañas amordazando nuestro rostro… ¿la toma de poder?, No. Apenas algo más difícil: un mundo nuevo. El mundo que queremos es un mundo donde quepan muchos mundos” 104 +

104 EZLN. Documentos y comunicados. Ediciones Era, México, (tomo I), p.125

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Reseña libro.

Natalia Muriel Pavez Sepúlveda Estudiante de magíster en historia. Universidad Andrés Bello. Marcos Fernández L., Prisión común, imaginario social e identidad, Chile, 1870-1920, Santiago de Chile, Ed. Andrés Bello y DIBAM, Colección Sociedad y Cultura XXXIII, 2004, 243 páginas.

Libro disponible en formato pdf en Memoriachilena.cl

El discurso historiográfico imperante en nuestro país fue, por mucho tiempo, de corte academicista, cuya temática era política principalmente, y a su vez, inserta en los mega relatos de los “grandes procesos”. Una historia vinculada a la conformación de la Nación, a partir de las hazañas de los “grandes hombres” que construyeron nuestra República. Esta perspectiva de estudio –incuestionada durante el siglo XIX y gran parte del XX –cimentó un discurso oficial de nuestra historia, un discurso excluyente, un discurso que hace ver que “lo histórico” esté muy lejos del común de la gente, pero que refuerza el sentido de nación y patria, con un fin político y dominador. En este sentido, por mucho tiempo pensar en hacer un tipo de historia más vinculada a lo social era algo impensado. Sólo hasta la segunda mitad del siglo XX, con autores de la escuela estructural como Álvaro Jara o Rolando Mellafe es que se inicia una historia social y económica. De esta manera, hacer una historia “desde abajo” es algo que en nuestro país es más bien reciente. Los sujetos de sectores populares, vinculados a la marginalidad son ahora considerados sujetos de estudio. Dicho sujeto puede llegar a ser investigado más allá del número que significa dentro de un espectro difícil de identificar, el de los sujetos “subalternos”, como diría el sociólogo italiano Gramsci. El sujeto marginal es valorado

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porque es posible de estudiar de manera no sólo cuantitativa, sino también cualitativa, desde las Ciencias Sociales y desde una nueva perspectiva historiográfica actual, que busca un cruce interdisciplinario que enriquezca las investigaciones. Podemos decir que la obra de Marcos Fernández es un claro ejemplo de esto. Estudiar el mundo de la prisión y los sujetos privados de libertad dentro de ella, nos acerca a las representaciones e imaginario social que de dicha institución y de dichos sujetos se tenía, para la época de 1870 a 1920. El libro se divide en cuatro partes, más las conclusiones finales. En la primera parte, Las palabras ajenas: visiones sobre los reclusos, el texto leído para ésta ocasión es el de Discursos criminológicos, estadísticas y filantropía (pp. 36-47). En esta sección el autor nos habla de la cárcel y los presos ubicados al margen de la modernidad y cómo la criminalidad y la delincuencia son aspectos estudiados desde la criminología positivista y la filantropía. La criminología se constituyó como la ciencia del crimen, y con el apellido dado por el positivismo, como la portadora de la verdad sobre el sujeto criminal, entendido éste como un sujeto enfermo. A diferencia de la Escuela Clásica que asocia la consecución del crimen con el libre albedrío, la criminalidad es una patología, y ésta se manifiesta en los rasgos fisiológicos de quienes cometen delitos. De esta manera, el sujeto criminal posee un perfil determinado el que puede ser estudiado científicamente, porque quien comete un delito lo hace porque está enfermo. Dentro del pensamiento de la época se creía que por el sólo hecho de estudiar a estos sujetos e identificarlos se iba a disminuir los delitos. La escuela positivista pretendía curar al delincuente, cual un enfermo. Se constituyó entonces, todo un cuerpo de conocimiento en torno al tema de la criminalidad, en base a bibliotecas especializadas y estadísticas. Ésta última –la estadística, –otorga información la

que era irreprochable por ser fuente de racionalidad. La estadística cimentó un discurso de conocimiento y establece una especie de “espíritu criminológico” PROTOTIPO MANU NOVel cual está presente en las clases populares. En el fondo, el estudio estadístico en esta materia produjo una estigmatización de los sujetos populares haciéndolos proclives a delinquir, haciendo diferencias de tipo morales en la condición civil ya que el hombre soltero, por ejemplo, está más inclinado a la irreflexión de sus actos que un hombre casado. Ante los esfuerzos por moralizar a estos sujetos, la filantropía surgida fines del siglo XIX entre hombres de los sectores acomodados, fue una de las alternativas. Entendida como una actitud menesterosa hacia los más desposeídos, ésta actuó avalada y avalando la

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criminología positivista. Es decir, la criminología positivista encontró su modo de acción en la filantropía, la que se diferenció de la caridad porque pretendía moralizar y asistir a quienes podía “ser salvados” –los niños –y quienes llevaban el “germen” de la salvación –las mujeres –, en vez de ancianos y hombres, ya enviciados. La filantropía pasa a ser una acción política, relacionada con el parlamentarismo de finales del siglo XIX, y además quiénes la ejercían eran bien mirados, teniendo un claro objetivo estratégico de parte de la élite, ante la inoperancia de la clase dirigente frente a los problemas sociales de la época. Aunque se establecía en ése entonces la diferencia con la caridad, en la práctica no distan mucho, ya que se quedan en una actitud bondadosa hacia el otro, en otorgarle comida, ropa, en organizarles fiestas a los reos en los penitenciarios, etc. Pero no solucionan los problemas de las clases populares. El autor nos muestra cómo en una época de gran bonanza económica para Chile –post Guerra del Pacífico, con la incorporación de las riquezas salitreras, es también un período en donde saldrán a relucir los aspectos más agravantes de la miseria, por ejemplo, las altas tasa de mortalidad infantil, las más altas de Sudamérica. La prosperidad económica no lleva consigo un progreso social, todo lo contrario: acrecienta más aún la brecha entre pobres y ricos, viviendo una real paradoja. Los discursos filantrópicos demuestran una negación de la realidad, una incapacidad de ver la miseria humana en toda su amplitud y sobre todo, el verdadero origen de los problemas. La idea de “moralizar” dentro de los penales apunta a formar al obrero que la clase dirigente necesita para hacer funcionar el progreso de la nación, no apunta a una verdadera integración de la marginalidad. Cuando el ex recluso se reinsertaba en la sociedad, pesaba el estigma y el prejuicio, por mucho que ahora estuviese capacitado para la

vida de trabajador. Las condiciones no eran favorables para ellos, y las oportunidades, escasas, por no decir nulas. En Estadística Criminal de 1900 lo dice claramente: Efectivamente, si antes de la condena era el delincuente objeto de indiferencia para la sociedad, después de la condena este mismo individuo viene a ser, las más de las veces, objeto de repulsión, por no decir de desprecio… (p.47) Existió una preocupación por la reincidencia al salir del presidio, por lo que se dio especial atención a la vigilancia y seguimiento de los ex reclusos. Interesante la labor de los Patronatos y Asilos, que canalizó la filantropía de las clases altas en su accionar y en sus intenciones de vigilancia y control social. Con respecto al primero: La sociedad vigila de cerca de sus protegidos, i dispone de medios eficaces para alejarlos de las ocasiones de reincidir. Estas sociedades están formadas por particulares de alta situación social y política… (p.49) Ante el estigma que cargan los reclusos ya adultos, las sociedades filantrópicas fijarán su atención en los niños –varones –delincuentes. Las niñas no son consideradas como potenciales delincuentes ya que, de acuerdo a la mentalidad de la época, las mujeres tienen diferencias de carácter que vienen de un cerebro “más débil”, y sus acciones tienen un grado menor de criminalidad y mayor de moralidad; éstas serán juzgadas mayormente por abandono de sus hijos, prostitución o por cometer infanticidio. Todo esto se traduce en lo que se denomina “rol incompleto de género”. Los niños delincuentes serían encerrados en las llamadas “casas de corrección” y una de las premisas era el aislamiento de los demás reos dentro del sistema punitivo. Así, se descontaminarían de los vicios de los

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mayores, de acuerdo a la idea de los filántropos.

“Hasta ese momento, la experiencia había demostrado que, en particular con los niños, las cárceles se transforman en verdaderas escuelas de criminales. Aislados precariamente de los reos procesados y rematados mayores, los niños menores de dieciséis años habían poblado los presidios y cárceles chilenas desde siempre. Incapaces de procurar espacios diferenciados para sus habitantes, estos establecimientos facilitaban el contagio criminógenos de los menores con los delincuentes más avezados, confirmando aquel dogma según el cual la criminalidad—o la identidad, de acuerdo a lo hasta aquí visto –era un elemento transmisible, una suerte de microbio o virus, elemento mutante y perverso que, asilado en la mente y genética de los delincuentes, en las cárceles encontraba su lugar de desarrollo predilecto” (p.53)

Se refuerza la idea de la delincuencia y la criminalidad como patologías. Ambas son enfermedades sociales, propias de los sectores populares; son consideradas “virus” que se propagan entre los pobres y, el medio propicio para ello es la cárcel. Por lo que, el reo adulto, ya viciado, no tiene salvación; pero el pequeño y el adolescente son aun posibles de salvar y enrielar por el camino del bien, éste es el de un trabajador decente, sumiso y dócil al sistema. El camino de la salvación se basaría en los principios de educación, corrección, trabajo y disciplina. Y decimos enfermedades sociales porque se refuerzan en determinados ambientes. El concepto de Defensa Social ampara la idea de la enfermedad social, y los niños que viven en un ambiente marcado por la cultura popular,

pobreza, violencia y alcoholismo, están en condiciones de desarrollar la criminalidad. Dentro del programa de rehabilitación de la infancia delincuente, desde 1887 se empezó a estructurar un sistema de reclusión de menores, y los niños irían derivados por sus propios padres o bien por delitos juzgados por los Tribunales de Justicia. Entre los delitos por los cuales ingresan los niños en 1906 tenemos e hurto, el abandono de hogar, la vagancia y la sodomía. Estos reflejan el contexto de pobreza y desigualdad, además de posibles redes de prostitución infantil. La educación de los jóvenes se orientó entonces a la corrección, y contemplaba materias como lecto-escritura, historia, geografía, aritmética, moral y religión, constitución política, dibujo lineal y ornamental; además, trabajo en talleres de zapatería, sastrería, encuadernación y lavandería, y también la enseñanza de la música. Los sectores burgueses ven la debilidad en los pobres, en tanto para poder insertarse al mundo del trabajo y por ello proclives a la criminalidad, así como formadores de familia. La mirada que dan a los sectores populares es desde los valores burgueses y de crítica ante roles incumplidos (de padre y madre), estos sujetos llenos de inmoralidad llevaban a los niños hacia el mismo camino. Y el alcohol, pasa a ser una causa de la patología, más que una consecuencia de un problema social. La causa de los vicios y miserias del pueblo. “Antes que huida, evidencia de corrupción y debilidad congénita y heredable” (p.66). El alcohol, curioso, se asocia sólo a los sectores populares. En los sectores acomodados no existen problemas con él, o más bien no se quieren ver y no se declaran. El alcoholismo es un vicio social, es una debilidad de los pobres. Es interesante que, a pesar de los esfuerzos por erradicar la criminalidad, ésta siguió persistiendo. El problema radica en la

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incapacidad del ver al sujeto popular en su otredad, de acuerdo a la idea de Marco Fernández. Y que comparto, personalmente. Un reduccionismo en el imaginario social de la época al ver al criminal como enfermo, un sujeto lleno de maldad e inmoralidad.

“La familia popular, los pobres, los miserables, sus mujeres y sus niños, fueron entendidos a la vez como incidentalmente rehabilitables, como irremediablemente lejanos y enfermos, como estropajos raídos de vicios y pecaminosidad, como abandono, castigo, desprecio y vergüenza nacional” (pp. 74-75).

Cabría preguntarse cómo hoy vemos a los sujetos populares. Éstos, difícilmente van a compartir los valores de un Estado que robustece las brechas sociales entre pobres y ricos de acuerdo al sistema económico imperante, lo que genera modos y valores de vida que los hacen enfrentar el mundo y que, muchas veces se traducen en violencia material e inmaterial. La obra de Fernández es una obra histórica actual—interdisciplinaria –que nos invita a la reflexión sobre el tema del sujeto preso, desde un punto de vista sociológico y antropológico. Y es contingente, debido a que en la actualidad aún nos hace falta preguntarnos sobre el sistema carcelario y sus condiciones pero de una manera seria y responsable pensando en los reclusos como seres humanos con dignidad y derechos, de acuerdo a su condición de personas. Es cosa de recordar los sucesos acontecidos en año recién pasado, 2010, el incendio en la Cárcel de San Miguel. El discurso de las autoridades, fuera de lamentar la gran cantidad de muertes, no hizo ninguna reflexión más profunda sobre el tema. Aún falta mirar el tema con otros ojos. +

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Opinión.

La UNAB: Subiendo en cantidad y bajando en calidad.

Con 34. 010 alumnos matriculados, según la revista América Economía, nuestra Universidad Andrés Bello es la que tiene mayor matrícula del país, lo que sin duda justifica toda la publicidad que se desarrolla en torno a ello. Pero una universidad “grande” debe cumplir con grandes desafíos y tener grandes propósitos. Según el ranking anual de la revista, la UNAB bajo del puesto 12 al puesto 14 respecto al año 2010 porque acumula un índice de calidad del 44, 9%( la primera del ranking tiene 97,1) debido a que presenta índices muy malos en diversas áreas de importancia. Lo mas preocupante para nuestra disciplina se refleja en los aspectos de investigación (11,1%) y calidad de los alumnos (17,9%), ya que nos muestra en un muy bajo nivel de competitividad respecto otras universidades que tiene la misma carrera, preocupante realidad que se ve materializada en los escasos proyectos adjudicados por la universidad y la facultad en los FONDECYT-CONICYT, donde a la UNAB se le han otorgados 168 proyectos entre 1982 y 2010, 24 de ello el 2010. mientras que la Universidad Católica de Chile ( ranking N°1 en la revista América economía) en el mismo periodo ha recibido 4588 proyectos, 200 de ellos en el 2010. Explicaciones quizás encontraremos muchas, pero las estadísticas son claras y reflejan que hasta ahora la UNAB ha apostado por la cantidad a la calidad, en un desequilibrio abrumador y perjudicial para una disciplina como la nuestra que gira en torno a la creación de nuevas problemáticas

mediante la investigación y el arte del pensar. En ningún caso podríamos despreciar las instalaciones físicas que la UNAB proporciona, pero, ¿para que queremos

edificios si dentro de ellos no se genera gran conocimiento?, o de

igual manera no podemos desvalorar el trabajo que desarrolla en otras áreas de investigación científicas, de salud o de economía, en las cuales ha sustentado un prestigio reconocido. Pero con toda libertad podemos criticar por el desarrollo de nuestra

área y sus proyecciones como parte integral dentro de un desarrollo institucional a largo plazo. + www.americaeconomia.com www.conicyt.cl

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Entrevista:

Carlos Donoso. Director de la Escuela de Historia, campus Casona. UNAB.

Cordialmente el profesor Carlos Donoso nos recibió en su oficina y respondió las preguntas de Manuscrito. Por Matías

Varela.

¿Estudiar Historia en chile es mal visto? Prejuicio al valor de estudiar historia, ¿para que estudiar historia si esta no produce nada? También hay una falta de memoria histórica en los chilenos, solo recuerdan hechos como anécdotas más que hechos que ayuden a la memoria de un pueblo a crecer. ¿Qué significa estudiar Historia? Una buena opción de vida, hay muchos historiadores, pero muy poca historia se ha hecho, hay muchos aspectos para poder escribir y desarrollar historia. ¿Cómo se forma un historiador?

Adquiriendo conocimiento, pero por sobre todo en la práctica, el conocimiento metodológico y las herramientas las da la universidad, los alumnos deben aprovechar esas herramientas. ¿Cómo mejorar esas herramientas de la carrera? Primero, tomando conciencia de que la historia es más que venir a la universidad, es sentir la historia como oficio. La universidad también debe dar las herramientas para el desarrollo de investigaciones, debate y desarrollo de metodologías.

¿Cómo ve al plantel de profesores de la universidad? Se ve bien, con una mezcla entre experiencia y juventud, innovación y nuevas generaciones de buenos profesores que han ido llegando. ¿Cómo ve la UNAB a la carrera de Licenciatura En historia? Da más libertades de organización interna ¿Qué pasa con la malla nueva? La nueva malla esta lista, se presentara en noviembre, funcionara paralelamente a la actual y afectara a los alumnos de primer año de 2013. ¿Qué piensa de que muchos alumnos estén dispuestos a publicar sus trabajos y tesis en la revista? Habla muy bien de un alumnado inquieto, con preocupación de lo que se estudia. ¿Qué piensa de la publicación de la revista “Manuscrito”? Si hay proyectos se deben publicar, para que tengan apoyo de la dirección, también que los proyectos sean innovadores y desafiantes, originales y buenos para que puedan también ayudar a sus compañeros a crear nuevos proyectos.+

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Actividades.

31ª ª ª ª feria internacional de libro de Santiago

28 de octubre al 11 de noviembre de 2011-11-02 Centro Cultural Estación Mapocho.

Presentación Feria “Bienvenidos a la 31º versión de la Feria Internacional del Libro de Santiago En esta 31° versión de Feria Internacional del Libro de Santiago creemos que debemos asumir los desafíos que nos presentan la continuidad y el cambio. Por una parte debemos estar a la altura de la tradición creciente que ha ido transformando esta muestra del libro en uno de los eventos culturales más importantes del país. Por otro lado, es preciso caminar de acuerdo a los signos de los tiempos y encauzar los anhelos de los organizadores y de los lectores. Es así como este año la convocatoria mostrará su tradicional empeño por acercar el autor al lector, pero sobre la base de ejes novedosos.

Hemos querido recoger los vertiginosos cambios tecnológicos que ponen al libro en un nuevo punto de reflexión. Es necesario dar cuenta del mundo digital que se está moviendo subterráneamente en la industria editorial para que los lectores puedan acompañar este proceso con todos los conocimientos. Tendremos a disposición de ellos todas las alternativas que hoy están disponibles para incursionar en los nuevos soportes para el libro y la lectura. A través del más completo Salón del Libro Digital podrán conocer en profundidad las posibilidades que este mundo nuevo ofrece a los lectores. Bolivia será este año el País Invitado de

Honor que promete regalarnos toda la enorme riqueza de su cultura. Su presencia este año tiene un especial significado al inaugurarse la primera jornada de Diálogo Narrativo Latinoamericano. Será un encuentro de escritores latinoamericanos que busca romper las barreras culturales que impiden la circulación de sus obras por el continente. Un diálogo fundacional, con las voces promisorias de las letras, abierto a los lectores y destinado a repetirse en las distintas ferias del mundo de habla hispana. Un punto de partida potente para la internacionalización del libro y los autores chilenos. Además, contaremos con un interesante y extenso programa cultural que reúne al teatro, la música, el cine y un sinfín de expresiones artísticas que darán vida a la “Fiesta del Libro”. Finalmente, cabe destacar las Jornadas Profesionales de esta convocatoria, que hemos querido abrirla también a nuevos actores que rondan el mundo literario. Queremos que sean muchos quienes aprovechen la venida al país de importantes figuras mundiales del libro digital y de la internacionalización de las obras chilenas. Que sus conocimientos nos permitan ponernos al día y reflexionar sobre los enormes desafíos que nos deparan estos nuevos escenarios para el libro y la lectura.” Arturo Infante Reñasco Presidente de la Cámara Chilena del Libro

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Fechas - Horarios - Entradas Fecha: 28 de octubre al 13 de noviembre de 2011 Lugar: Centro Cultural Estación Mapocho. (Estación Cal y Canto, Línea 2 del Metro) Horario: Lunes a Jueves: 14:00 a 22:00. (Excepto festivos lunes 31 y martes 1 de noviembre 11:00 a 22:00) Viernes: 12:00 a 22:00. Sábado y domingo: 11:00 a 22:00 Horario especial Jornadas Profesionales ( 2 y 3 de noviembre) 09:00 a 16:00. * El horario de ingreso de público los días de Jornadas Profesionales, será a las 14:00 horas. Entradas: Lunes a jueves (excepto festivos): Entrada general $1.500. Entrada estudiante $1.000.- Viernes, sábado, domingo y festivos: Entrada general $2.500.- Entrada estudiante $1.500.- Menores de 12 años, entrada liberada. Miércoles 2 y 9 de noviembre DÍA DE LA MUJER Los días miércoles 2 y 9 de noviembre, la Feria estará dedicada a la mujer y por tanto -en ambas fechas- tendrá entrada gratuita. Lunes 7 de noviembre DÍA DEL ADULTO MAYOR El lunes 07 de noviembre será el Día del Adulto Mayor, quienes se verán favorecidos en esa fecha con entrada gratuita.

Martes 8 de noviembre DÍA DEL ESTUDIANTE El martes 08 de noviembre todos los estudiantes podrán disfrutar de las actividades de la Feria de forma gratuita. Informaciones: Tel.: (56-2) 672 0348 [email protected]