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Revista de Arte y Literatura 45 Palabras y Pinceles La Poesía de Rosario Castellanos Ensayo de Edwin Espinal Cuento de Eric Simó Revista Literaria Trimestral. Año X. Abril 2010. No.

Revista Mythos 45

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Revista Literaria dominicana

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Revista de Arte y Literatura

45

Palabras y Pinceles

La Poesía de Rosario Castellanos

Ensayo deEdwin Espinal

Cuento deEric Simó

Revista Literaria Trimestral. Año X. Abril 2010. No.

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Revista de Arte y Literatura

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Bienaventurados los que leen y los que escuchan porque ellos entrarán en cualquier

reino, con esas líneas se me ocurrió empezar un cuento que todavía no publico y que trata sobre el arte de escuchar, sobre una confidencia que es fruto de poner los oídos y la atención a disposición de quien necesita expresarse. Escuchar es un arte tan apreciado, tan común, tan vital para las relaciones entre los seres humanos, que todos conocemos de las profesiones y oficios que utilizan para curar gran cantidad de males la sencilla terapia de escuchar a las personas. Profesiones no justamente valoradas en el ambiente soleado en que nos desenvolvemos, donde todo se comenta con quien nos toque al lado en el autobús, o en la fila del banco o en la sala del dentista. Ya está comprobado que los que conviven por más horas con el sol son mucho más expresivos que los taciturnos a quienes la severidad de las estaciones obliga a guarecerse por mas tiempo en la intimidad. En nuestro medio conversar forma parte de la comunicativa y bullosa forma de ser que nos caracteriza. Así es que no cabe duda de lo bienaventurados que somos en ese aspecto.

La bienaventuranza de leer, en cambio, está repartida entre unos pocos, a quienes les toca en gran proporción el interés y la intensidad con que disfrutan este privilegio. Quizás el exceso de conversación insustanciosa se roba los momentos de reflexión y soledad necesarios, para concentrarse en un libro, para desarrollar esa capacidad de aislarse propia del que ama la lectura.

Siempre he considerado afortunado y feliz a quien descubre el universo de los libros, me identifico muy bien con ése para quien una biblioteca era su idea del paraíso, y con quien sea que tenga el poder de entrar en complicidad con otras almas, de compartir su pensamiento y asombrarse ante la realidad que retrata y el genio con que la describe; con quien sea que desarrolle la capacidad de asentir o diferir sin discusión, de discutir sin

palabras, de entrar en confianza con gente desconocida que desde otras latitudes, otras eras, otra mentalidad y otras costumbres, alcanzan a quien los lee y le amplían el universo.

Dichosos quienes se inclinan ante la palabra y ante quienes tienen el oficio de ensartarlas, creando los puentes que conectan el tiempo y las distancias. Las palabras son en parte creadoras de todos los que existen, filósofos, reyes, dioses, héroes, están ahí por lo que de ellos ha quedado escrito, están ahí porque tienen la palabra como testigo. Sin testimonio gráfico no hay Homero ni dioses del Olimpo, ni Aquiles, ni Sócrates, ni Alejandro ni Nerón. No habría Buda ni Confucio y no habría ni siquiera cristianismo sino tuviéramos a mano los Evangelios, como tampoco habría Mahoma sin Corán. Conseguir la armonía con la palabra es estar conectado con lo acontecido y crear los vínculos con lo que ha de acontecer, es tener un refugio donde guarecerse ante cualquier aviso de tormenta. Dejarse seducir por las líneas de un libro, entrar en su intimidad relega otras prioridades a su verdadera dimensión. Es más - como dijo una escritora mejicana- sólo el beso es mejor que las palabras.

También es cierto que no todas las palabras son para todos los oídos, son como las personas, algunas les caen bien a otros y a uno no, las hay que nos caen a unos mejor que a otros, están las que nos atraen y nos seducen y deseamos tenerlas siempre cerca, como el caso de esos libros que a nadie se le prestan. Y están las que nos dejan indiferentes o aburridos y también las que repugnan y se apartan.

En lo que va del año he estado en muy buena compañía, empecé el 2010 riendo a carcajadas con el Caín de Saramago, un libro que se inicia con una discusión entre Adán y Eva recién expulsados del paraíso, en la cual podría apostar que no hay hombre o mujer que no se identifique con esta divertida descripción, que a mitad de libro va

Palabras

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cambiando de tono y se deja ganar por ese estilo provocativo y transgresor de un autor que termina siendo reiterativo. Luego me trajeron una edición reciente de La dama de las camelias con la intención de que acompañara a un grupo muy simpático que se junta a comentar libros que todos leen con anticipación -Créanlo, soy testigo- y resultó que por un par de tardes volví a entregarme por completo al genio de Alejandro Dumas, el hijo, con esta lectura que hice una vez en la adolescencia y de la cual recordaba a un amante desesperado desenterrando a su amada de quien el celo paternal lo había separado. Lo que descubro en esta relectura es que la persona que fuimos ya no existe, que han cambiado demasiado los puntos de vista y que le estoy dando la razón a los que dicen que se pierde el romanticismo con los años; ahora me pareció un amor tonto que no tenía ningún asidero y que andaba buscando la excusa del primer malentendido para poner pies en polvorosa. Eso sí, lo que no ha variado es la percepción de la genialidad del autor, ahora repleta de curiosidad por su vida, resulta que los Dumas tenían sangre caribeña, el padre, genial autor de El Conde de Montecristo y Los tres mosqueteros nace de la relación entre una esclava negra de Santo Domingo,

cuando la isla era una en 1802, y un noble francés. Tuvo un hijo natural, Dumas Jr, a quien esa misma condición lo llevó a escribir con mucho respeto sobre una cortesana, desdoblándose a la vez entre un narrador moralista y un apasionado personaje, consiguiendo como resultado alzarse con la rosa.

Y como las cosas buenas suelen llegar juntas, de mi inventario conseguido en ediciones económicas adquiridas como sabueso en la feria del año pasado, elegí -después de preguntarme como le dieron el Nóbel a la tan cotidiana D. Lessing, leída de una vez y por todas- un premio Alfaguara que me fascinó, El vuelo de la reina, del argentino Tomás Eloy Martínez quien hace poco falleció, y hay que decir que ese del 2002 es el más merecido de esos premios. Narra la obsesión, loca, al estilo de Tomas Mann en Muerte en Venecia, de un director de periódico por una talentosa reportera a quien le lleva 30 años, una pasión insensata, como todas, degenerada en afán de posesión que lo va corroyendo como una enfermedad hasta un desenlace que no puede evitar, y mientras, salpica la historia con religión, filosofía, política, corrupción permeando todos los sectores de la sociedad y el ambiente decadente -que basta leer los periódicos para saber que para allá vamos-

que precedió al colapso argentino. Lo hizo sin permitir que merme ni por un segundo el interés. Tremenda joya.

Hablo de libros para que nadie olvide que en abril es su fiesta, esa Feria que cada año crece y se engrandece y que ahora tiene a México como país invitado, lo que nos orienta hacia Sor Juana, a Rulfo, a Fuentes que viene en persona, a Pacheco, a Paz, a Mastreta, y a incluir en este número una selección de la exquisita y desafiante poesía de Socorro Castellanos. Este es el momento de explorar entre los títulos y las portadas, para encontrar por instinto propio o por recomendación de algún criterio respetable, a esos amigos que nos van a acompañar en silencio por todo el tiempo que se quiera, esperando tan sólo a que se le preste atención a alguna de sus líneas para aprovecharse y atraparnos, y lo único que exigen a cambio es que los tengamos cerca. Así que vaya a examinar la tramería de la feria que tal vez lo está esperando alguien a quien usted siempre ha querido conocer, o alguien con quien coincide plenamente en las ideas o puede que se monte en la nave de algún apasionante aventurero, personajes que quizás existieron hace cantidad de años pero que todavía están aquí… por la palabra.

Abril 2010. Año X. Número 45

Re vis ta Tri mes tral. Fun da da en San tia go de los Ca ba lle ros. No viem bre de 1999

Directora: Ro sa Ju lia Var gas

Comité editorial:Bruno Rosario Candelier, Luis Beiro, León David, Manuel Mora Serrano, Al ta gra cia Pé rez Al mán zar, Carmen Comprés y Fausto Leonardo Henríquez.

Redacción:Fiordaliza Taveras Arlín Abreu

Di se ño y diagramación:Marleny GenaoEdma’s Grafics / 809-226-5580

Diseño de Portada:Tony De Los Santos

Impresión:Editora de Revistas

Co la bo radores de los primeros números:• Bruno Rosario Candelier • Nelson Julio Minaya • Güido Riggio Pou • Julio Adames • Juan Luis Guzmán • Manuel Llibre Otero • Pura Emeterio • Máximo Vega.

Myt hos re ci be con apre cio las co labora-ciones de es cri to res y se re ser va el de re cho de pu bli car aque llas que con si de re opor tu nas.

VENTAS:

Li bre ría La Tri ni ta riaAr z. Nouel esquina Jo sé Re yes, Santo Domingo.

Cues ta Cen tro del Li bro Su per mer ca dos Na cio nal. San tia go y S to. Do min go.

Li bre ría AvanteArzobispo Nouel. Ciudad Colonial

PhilobibliaAl ma Ma ter esq. Jo sé Do lo res Al fon se ca, UASD, Sto. Do min go.

Librería MacalléArzobispo Nouel, Sto. Do min go.

E-Mail: myt hos re vis ta @hot mail .com • http://issuu.com/revistamythos • Te l.: 809-971-0094 • San tia go

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Contenido6

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La Poesía deRosario Castellanos

La Pintura deDanilo de Los Santos

Para Acceder a Revista Mythos en la Web ingrese a:http://issuu.com/revistamythos

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Biografía de Danilo de Los Santos

Libros Publicados por DLS

Gotas de Tiempo por Baeza Flores

Danicel por Fernando Cabrera

Luis Córdova entrevista a DLS

Cuento de Eric Simó

Cuentos de Virgilio López

Ediciones del Banco Popular

Memorial de la Guazábara por

Edwin Espinal

Zona Franca del Conocimiento por

Arelis Rodríguez

Las Meditaciones de S. Candelario por Ofelia Berrido

Lo que pasó

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Biografía

DANILODe Los Santos

Nació en Puerto Plata, República Dominicana (1942) y se vincula a Santiago de los Caballeros,

donde crece y se educa. Estudia en la Academia Yoryi Morel, en Bellas Artes de Santiago, y en la Pontificia Universidad Madre y Maestra (1965 - 1969), cursando Maestría en la Universidad de Puerto Rico, recinto Rio piedras (1974- 1976).

Posteriormente obtiene certificado en Gerencia Cultural en el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural (CLADEC), Caracas, Venezuela, 1989. Docente universitario, labora en la PUCMM (1969-1989), donde dirige los Departamentos de Extensión Cultural, de Publicaciones y de Historia y Geografía. Fue Director de la Revista EME – Eme Estudios Dominicanos (1980 - 1987).En el campo de las artes se le conoce con el nombre artístico de Danicel, registrando mas de 20 exposiciones individuales al tiempo que participa en colectivas, obteniendo premio en pintura (VI Concurso León Jimenes,

1970), en dibujo e instalación (XVIII Bienal Nacional, 1992) y en escultura (XIX Bienal Nacional, 1994), además del Premio Especial del Jurado de la Primera

Artista visual, crítico de arte, curador, historiador y animador cultural

En clase de Teatro con Yolanda Badía Montes de Oca, 1964

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7Dr. Dobal, Danicel, Ceballos, D. Henríquez, Rosi García, Don Héctor Inchaustegui, Yoryi Morel, Lilian Balcácer y Federico Izquierdo, 1978

María Urgarte, Danicel, Inchautegui Cabrarl y Peña Defillo, 1970

Bienal Paleta de Niquel (Bonao, 2005).Fue presidente de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte, filial de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Ha escrito para diferentes medios periodísticos desde 1978 (El Caribe, El Siglo, Hoy, La Información), dictando, además, conferencias, participando en coloquios, formando parte de jurados de bienales y concursos nacionales, entre

ellos: XVIII Concurso de Arte Eduardo León Jimenes (2000), XXIV Bienal Nacional de Artes Visuales (2007), 2da. Bienal Premio Paleta de Níquel (2007) y X Concurso Nacional de Arte Joven, 2007). Es coautor de libros de historia y literatura. Autor de “Anotaciones de un Joven Pintor” (1989), “La Pintura en la Sociedad Dominicana” (1979), y

“Memoria de la Pintura Dominicana” (2003-2009), Investigación en 10 tomos, auspiciada por el Grupo León Jimenes. Se asocia a la planificación del Centro Cultural Eduardo León Jimenes, laborando en la firma Consultores y Asesores Profesionales (1997-2004). En el referido centro fue curador asociado de las exposiciones inaugurales “Huella y Memoria” y “Génesis y Trayectoria: Arte

Expositores de Expo Nueva Imagen, 1972, Antonio Prats Ventos, Peña Defilló, Sousy de Pellerano, Rosi García, eo Ripley, Danicel, Ada Balcácer, Daniel Henríquez y Lepe.

Los Friordonos, Danicel, Ceballo, Menucci y Henríquez, 1971

De los Santos, Freddy Gaton Arce, Virgilio Díaz Grullón y Aida Cartagena Portalatín. 70’s

Danicel y el maestro Yoryi, 1978

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Revista de Arte y Literatura

El Paraíso Azul de Cándido Bidó 1999

Apeco 2008

Clara Ledesma 2008

Este lado del país llamado el Norte 1998

Pintores de Santiago 1970

La pinturaen la

sociedad dominicana

Memorias de pintura

Dominicana 2003-2007

Lecturas Dominicanas 1979

Visión General de Historia

Dominicana 1978

Danicel 1979

Tres en un tiempo 1969

Libros de Danilo de Los SantosDominicano de los siglos XX y XXI”. Escribe para “Mirada al Arte”, publicación mensual del grupo Omnimedia y para la revista “Arte”. Es además coautor de las monografías “Colección Aduanas”, Tomo I (Dirección General de Aduanas, 2007), “Apeco: Fotografía, Historia y Vida” (Cámara de Diputados de la República, 2008) y “Clara Ledesma, Reino de Fantasía” (Cámara de Diputados de la República, Galería de Arte Nader, 2008).

Danicel y Máximo Aviles Blonda, 1981

Danicel, Said Musa, Myrna Guerrero, Junot Díaz y Julio César Valentín. en los años 2000.

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Exposición Danicel 1984, Marianne y Silvano Lora, Elsa Núñez, Rosa María Vicioso y Danicel.

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Danilo de los Santos es un pintor que viene de la poesía, es un espíritu lírico que lleva la

imaginación poética a la pintura, y la obra pictórica de Danicel incorpora corrientes poéticas a este orbe artístico que gira, con múltiples elementos técnicos expresivos y maneras de expresión pictórica, en el mundo de las Marolas, que son lo mágico y floral, lo simbólico y lo significativo, en esta expresión creadora del arte dominicano. En 1969, en ediciones estudiantiles – UCMM, de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, en Tres en un tiempo, Danilo de los Santos aparece en Gotas de Tiempo, junto a Vámonos de la mano a la tierra prometida de Jorge Morel y Poema Loco de la consecución de Eduardo de Zayas. Carlos Fernández Rocha en la nota de las solapas del cuaderno señala que Danilo de los Santos – Danicel - nació en Puerto Plata en 1944, pero desde pequeño ha vivido en Santiago de los Caballeros. A los once años comienza a pintar. A los quince estudia arte dramático con Divina Gómez, y pasa a formar parte del grupo teatral de la ciudad. Estudia en la Facultad de Educación en la Universidad Católica Madre y maestra. Siendo estudiante de la UCMM, las Ediciones Estudiantiles del Decanato de Estudiantes de la UCMM editan este cuaderno. Héctor Incháustegui Cabral dice en la “Presentación”:“Lo que importa aquí, mas que la calificación de los poemas de Jorge Morel, Danilo de los Santos y Eduardo Zayas, es considerarlos como índices,

localizando preocupaciones, definiendo las posiciones tomadas frente al mundo y frente al hombre en cuanto ser de angustias que busca y se busca.”“No es sólo una búsqueda de tono, ni de lugar, ni de altura para tirar mejor las piedras. Es una búsqueda de la verdad, de la verdad a que tenemos derecho los hombres, que depende mucho de lo que pensemos de todos los demás hombres.” Danilo de los Santos, desde su juventud de estudiante inquieto, de creador preocupado en múltiples vías culturales

– pintura, t e a t r o , l i t e ra tura – habla del tiempo que gotea en el ser

humano y esta gota del tiempo lleva al ser a meditar en lo pasajero de la vida y en el plazo que ella fija para la creación. Danilo de los Santos, ya graduado y ya profesor en la propia Universidad Madre y Maestra, seguirá la onda de estas preocupaciones vitales, temporales, existenciales. En poema “Tres” nos dirá: “Quiero una luz / para blanquear las caras de la muerte”. Y hacia lo pictórico expresará: “Quiero una luz preñada de rosales”.El poema “Seis” profundiza aún más esta preocupación por el latido temporal. Héctor Incháustegui Cabral llamó a uno de sus libros De vida temporal. Danilo de los Santos nos presenta el existir desde ángulos donde la angustia vital está presente (“En el momento / en que me leo y me puedas leer / quisiera ser la infinidad / de una nada sonriente.”) Entre el amar y el morir transcurre la sístole y la diástole de la existencia; se ama muriendo, se muere amando y la angustia asoma su ojo de testimonio (“Amar es distorsión de angustias”… “Morir es estar y no ser”… “Morir es quedar en lo ausente / sin balbucir lo apetecido”, dice en poema “Siete” y estos últimos dos versos son de estremecimiento).En el poema “Nueve” – dedicado a Héctor Incháustegui Cabral –, dice Danilo de los Santos: “Tan sólo el lodo quedará / de esas cenizas lloviznadas / de llanto y de miel”…“El hombre es el despojo de la angustia. / Quiere ser y no es”. Y en el poema “Diez”, nos da este lírico testimonio del creador: “Soy. / Soy marea que tropieza / y que encalla en la brisa”. Finalmente, dice en el “Once”: “En lo infinito / gota / En las paredes / tiempo”.

“Gotas de Tiempo” Alberto Baeza Flores

Intelectual Chilenoque residió en Rep. Dominicana

(La poesía Dominicana en el siglo XX: historia, crítica, estudio comparativo y estilístico. Santo Domingo: Biblioteca Nacional. 1986.)

Danilo de los Santos:

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La expresión plástica de Danicel alcanza su más certera aproximación de alquimista

como indagación de las peculiaridades aportadas por los tres grupos raciales que originaron nuestro mestizaje: a saber, la ingenuidad taína, la vigorosa y vibrante nostalgia primitiva del involuntario africano y los siglos de racionalismo e iluminismo europeo. Sincretismo y conjunción armónica de lo distinto, que da cuerpo y alma a esa utopía posible que es la dominicanidad. Sus polifórnicas anatomías, sus infinitos rostros, tocan una composición desnuda, para a poco transformarse en barroca orquestación ornamentada, respondiendo a una intención mayor de dotar de una identidad orgánica el ser que somos como pueblo. Primero ha perseguido con obsesión expresionista la femineidad entronca en todas sus circunstancias sociales y culturales, con paisajes insulares y merengues de fondo: después con cirujana dedicación ha pasado a forjar en trazos coloreados los arquetipos populares de nuestra masculinidad caribe con sus alardes, sus debilidades y sueños, para desembocar en sus trabajos recientes, sobre todo en esta florida fauna que ha denominado “Fulanos, menganos, perencejos y zutanejos”, a retratos de entes colectivos que esquematizados o difuminados nos refieren a un andrógino simbolismo u onírico figurar de nuestras esencias; donde por propia vocación existencial, en cada obra nos vemos referidos a ese infinito espacio de preocupación que es propio del género humano. Hablará en voz de alta experimentación textural

InstantáneasFernando Cabrera

Poeta yEnsayistaDominicano

Danicel

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de Nuestro Mestizajede colores brillantes y composiciones sólidas, de seres asexuados, de modelos temáticos preñados de connotaciones sicológicas como son nuestra urgencia mítico – religiosa, la honda soledad y pesimismo, los avatares materiales, la visceral tristeza y el inexorable dolor. Es esta muestra un abigarrado desfile de figuras negroides en anecdóticas y mágicas huidas hacia su propia interioridad, en paganos ceremoniales del espíritu, ritmo ga–gá en atmósfera judeocristiana. Amplia colección de saltimbanquis o “sanquipankis” de amarillentas o rojizas polleras, con su porte internacional y su ancestral indigencia, versión criolla del ideal moderno del “latín lover”, con su ingenuidad herida o indefinidamente postergada. Sus obras encierran un espacio común poblado de múltiples figuras corneadas que bien nos refieren a la tradición de la representación mefistofélica, de virilidad fantástica, por lo de macho cabrío y un seductor mirar sin pupilas. Es el impúber o la impúber de floridas galas, de existencial indefinición. Es el adolescente genérico atrapado entre lo “punk” foráneo y el folklorismo fisgón, entre Washington Heights o el barrio, con sus complejos afroantillanos y sus espúreas cadenas lumínicas. Es el adulto con sus pelucas, carnosidades y vestuarios de payaso, y una otredad lastimera encerrada en sus dos ventanas del alma disimuladas tras gafas o antifaces, ojos perfilados hasta convertirse en puntos compositivos focales, como túneles o perspectivas de inquietante profundización. Continuo fluir de personajes escultóricos azulados sobre luminosos

cielos, de ardiente, y tropical decorado, atravesados por nocturnales o diurnos cuerpos celestes y aguerridos dardos lanzados directo al corazón por un Cupido que se me antoja marginal Apolo engendrando pasión caribe. Es la vida en ambientes movedizos terriblemente atractivos donde al son del cuero, el aromático tabaco o el embriagante ron, como toque de Rey Midas, la realidad en ficción se prende. Danicel nos toca con sus gamas de verde que tanto rememoran la esperanza, la vitalidad de la naturaleza, o nos acercan al dramatismo del ridículo, piruetas afortunadamente salvadas a toque de aguarrás, thinner o alcohol, sobre figuras de algodón, raspar de espátula u horadar de los dedos desnudos. Sus collages de coloreadas hojas plásticas, redes transparentes que igual que fragmentan el color, separan en hilillos de sensibilidad, la mirada. Sus pincelados planos, que refieren el “por art”, rompen en progresivas difuminaciones como olas entre arrecifes, en interesantes efectos de transparencias acuareladas. Este gráfico diluir es, sin embargo, esporádicamente acentuado por trazos crayonados, texturados carbones o raspado lineal de su superficie trabajada. Aparece la velocidad que la cotidianidad entraña en este final de milenio representada en incorporaciones fotográficas de multicolores y diversos medios mecánicos de transporte, con su agresividad, su smog, su estrés y su increíble liberación de adrenalina, que nos traen la contemporaneidad de golpe, con la indeleble marca del status quo, de lo alucinante y estéril. Hay en su serie de marrones un referir la tierra, con sus manchas

de islas, implicando un sosiego que sabe a resignación, evidenciables en geométricos rostros de mirar hacia arriba, hacia un cielo que por conveniencia asumimos está habitado por algún cemi, Luá o Dios. Signos del sincretismo religioso de las islas (vudú, ñañiga) en el negro, negro en el azul, amarillo y rojo, es la piel. El artista produce una grafía que entremezcla la cruz desde una progresión o involución, partiendo de la naturaleza representada por ramas de alveoladas hojas, hasta banderas de colonización humana, mutando luego en pistolas, sables y lanzas del poder mortal, para devenir en el instrumento de redención o sometimiento del espíritu. Se cree porque no se sabe, por que no se entiende, porque no se quiere aceptar lo concreto que es el dolor y la miseria, miseria y dolor… Todo en ritmo y contraste, armonía de los extremos, de un sufrir como se debe, con estilo. Danicel en sus rostros, en sus medios cuerpos o cuerpos enteros, en sus adornos de fetichismo añejo hasta la nueva idolatría importada a través del satélite, la televisión por cable, o bien en bocas erráticas de emigrantes megalómanos o turistas sexuales, que exudan un mulataje en busca de los elementos definitorios de nuestra idiosincrasia. Viven sus fábulas pintadas en eterna carnestolendas, en celebrar de la farsa como alternativa para tocar la felicidad en medio de duras circunstancias existenciales, en el anonimato, en el olvido. Danicel es perito de nuestra anatomía y de nuestras almas inmersas en un Caribe negro e ignoto.

Texto para la presentación del Catálogo:Danicel: Fulanos, Menganos, Perencejos y Zutanejos… Santo Domingo: Galería Ultimo Arte. 1997.

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Estaba abordando la Metro cuando devolví una llamada

perdida de Rosa Julia. Como siempre, luego de terminar con el invariable cuestionario de cómo está su hija (bellísima por cierto) y de saber algunas noticias de mi colega cazador de jazz session, su esposo Marte, me dijo: “el próximo número de Mythos será dedicada a tu amigo Danilo de los Santos.” “Era justo”, le comenté. Me puse a sus órdenes para cualquier asunto, porque ella como muchos saben de los vínculos que unen a Danilo (también Danicel el artista) y a mí. Entonces hablé con De los Santos y me dijo que me había reservado el encargo de la entrevista. ¿Una entrevista? Ahora la sorpresa de pasar a entrevistar a un personaje que los años me ha revelado de tantas formas, que en el tiempo que tenemos vinculados las anécdotas de ambos se repiten y repiten y nuestros secretos han sido desvelados sin necesidad de rasgar las mantas del altar. ¿Qué preguntar? Ni idea. En el mismo viaje, inicié otro más profundo, en mis adentros, en la memoria. No pude recordar el día exacto en que me acerqué a ese señor que veía ciertas tardes en la hemeroteca de Amantes de la Luz, cuando yo era un estudiante de bachillerato del Colegio Duarte. Ese

señor con el que Puro Tejada trabajaba. Aquel que luego supe era el de la firma en el hoy desaparecido Suplemento Cultural del periódico El Caribe. Hacia aquel Don nada me podría sugerir una amistad. Al tiempo, en el Taller de Narradores de Santiago (en los momentos del primer Taller), mi amigo Máximo Vega me dijo: “¿Conoces a Danilo? Me ha llamado para ver si quieres trabajar con él. Es un asunto con la reimpresión del libro de la pintura”. Acepté el trabajo y descubrí al personaje. Al inicio, nada fácil. Un profesional excepcional con fino trato pero rigurosa exigencia en la entrega de documentaciones, informes. Esa etapa de mi vida, de lecturas metódicas y de cafés con nuez moscada entre recortes de Horia Tanassescu y Valldeperes, me impregnó el amor definitivo a las letras y proporcionó la solvencia minúscula, pero en extremo necesaria, para las urgencias de esas horas vitales.

Cuento todo esto porque son los espirales que me han llevado a entrar en su esfera familiar. A que sus hermanos me asuman como el “hijo de Danilo” y que Don Pancho me relate infinitamente sus anécdotas de un Puerto Plata que ha muerto por completo. Los años han exagerado los límites y no nos ha importado algún pecado ajeno de

quien ponga apellidos a nuestra amistad, a nuestra hermandad, al apadrinamiento que Danilo ha tenido y mantiene conmigo. Por todo esto ha sido difícil la entrevista, porque es pensar en qué cosas pudieran interesarle a otros. Qué no saber o con qué sorprenderme porque a este hombre, a este artista ya lo he interiorizado por completo. Bajé de la guagua. El viaje había terminado pero la estación de mis memorias con Danilo continuaba proyectándose. Distante, muy distante estaba un bulevar color Marola en el que el artista me esperaría, intacto, lleno de memorias. Al inicio las risas de lugar como para confirmar que los dos nos sorprendíamos de estar en condiciones inéditas. Un silencio. Apreté mi vieja grabadora y aquí transcribo:

Por Luis Córdova

Diálogo en un bulevarcolor Marola

• Premio Nacional de la Juventud• Premio Nacional de Cuento Jaime Colson.

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Revista de Arte y Literatura

Es santiaguero. No puede ser otra cosa porque sus primeros pasos y las atenciones médicas que le salvaron de la muerte se las otorgaron en el amor familiar que, de meses, lo traen desde Puerto Plata. Llega, crece, estudia. Explora las artes. Entonces el estudiante inquieto, el joven apasionado. El teatro, la oratoria, el canto.

¿De esas inquietudes, de esas primeras preocupaciones estéticas al hombre que Danilo es hoy cuáles han sido las experiencias más importantes?Yo creo que la experiencia más compensatoria ha sido la del teatro porque tuve la suerte, si se puede decir así, de encontrarme con una gran maestra como fue Divina Gómez. Ella me ayudó a disciplinarme, fortaleció mucho mi amor a la lectura. Con ella comencé a leer la gran literatura: leía lo mismo teatro que poesía, narrativa que ensayo. Siempre con énfasis en lo dominicano y pienso que ese amor a lo nuestro me marcó de modo definitivo.

¿Esa exploración al teatro, se realiza antes que a las artes plásticas o es de modo paralelo? Las búsquedas estéticas están todas colindando. Me inicio con la pintura orientado por Mario Grullón cuando me descubre en el patio de mi casa haciendo dibujitos, haciendo mariquitas. Mi madre me llevó a la Academia de Yoryi, de esta pasé a Bellas Artes, fue en ésta donde comenzó a interesarme el teatro. Yo declamaba, cantaba. Ingresé al coro de la Catedral, pero lo abandoné porque realmente desentonaba.

¿Podemos decir que es la adolescencia, previo a la entrada en la Universidad Católica Madre y Maestra (UCMM) que decide su vida de pintor? Yo siempre he pintado. Realmente tuve la experiencia de encontrarme con dos maestros sumamente diferentes, cuando estuve en Bellas Artes: uno era Yoryi Morel y el otro Federico Izquierdo. Yoryi, cuando me veía pintando, me señalaba verbalmente cosas que debía hacer y que sobretodo debía interpretar lo que estaba mirando. En cambio Federico Izquierdo, me tomaba el trabajo, y realmente las “correcciones” que hacía era terminar el cuadro, para que entonces yo supuestamente comprendiera. Eran dos maestros diferentes. De todos modos Yoryi era un maestro pero también una especie de torpedo, de cometa, a veces iba o no iba a clases, entonces todo el peso de la Escuela de Pintura descansaba en el Profesor Izquierdo, lo que complicaba las clases porque me molestaba sobremanera que me quitara mis trabajos para él terminarlos.

¿Vista esta experiencia podemos decir que hay una obra de Danicel que responde a la Escuela Tradicional de Santiago, o supera lo tradicional ese pintor de vanguardia?Yo siento que por la localización, en un medio tan poderoso desde el punto de vista de la escolaridad, quizás yo calé algunos rasgos de la escuela de pintura, donde me llevaban al Parque Duarte a pintar paisajes, pero realmente la relación mía con la escuela tradicional de Santiago es una relación disonante.

Es decir, cuando yo comienzo a militar en el Grupo Friordano, nosotros somos rotundamente contrarios a la escolaridad tradicional.Nuestro arte es ajeno a pintar burritos, marchantas sin embargo en uno de los temas que yo pinto hay una referencia a la marchanta, existiendo una experiencia citadina. Incluso, no como pintor, pero Santiago a calado muy hondo en mí como creador recuerda que yo llegué a escribir la composición “Los Pregones de Santiago”, que llegaron a tener una gran a acogida en los actos públicos, popularizados por Rosmery Lora y que en la UCMM montó con estudiantes Arturo Jiménez Savater.

Ya como estudiante de Educación, ese inquieto y muy joven Danilo de los Santos, funda junto a otros compañeros el colectivo Friordano. ¿Sobre éste podemos decir que es grupo de jóvenes inquietos que deciden hacer arte o un puñado de estudiantes de la universidad santiaguera dedicados a la promoción cultural o a promocionarse personalmente?Nosotros fuimos, algunos de los Friordanos, de todo un poco. Es un momento muy importante en la vida de la Madre y Maestra, que en el desenvolvimiento en el campus donde hoy está ubicado, coincide con la llegada de un grupo de seminaristas jesuitas, registrando además la residencia del poeta Héctor Incháustegui Cabral. Se crea el Decanato de Estudiantes y es fundado el Comité de Extensión Cultural (integrado por personalidades notables como

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Margarita Luna, Iván García, Armando Hoppelman, Carlos Dobal y del cual yo formaba parte como el estudiante del grupo).

¿Los Friordanos es un hito en la historia de la plástica de Santiago, circunscribiéndolo solo a ese espacio geográfico, o irrumpe el plano nacional adhiriéndose al arte de vanguardia? ¿Existe en las generaciones siguientes algún rastro, alguna influencia de los Friordanos?En el momento en que nosotros aparecimos como grupo, no solamente alcanzamos una proyección, sobretodo patrocinada por el entonces Rector Monseñor Roque Adames, quien no desaprovechó ninguna oportunidad para que nosotros estuviéramos presentes en

exposiciones tan importantes como la del Grupo Proyecta o entrevistas para la emisora de la OEA.Mira, como grupo movíamos exposiciones de artistas notables en la sede de la Universidad y llegamos a organizar dos exposiciones estudiantiles a nivel nacional con jurados constituidos por personalidades como María Ugarte, Aída Cartagena Portalatín, el arquitecto Carlo Álvarez, Incháustegui Cabral, Papo Peña Defilló, es decir que eran figuras reconocidas. Además organizamos la primera exposición histórica que antologa lo que se dio por llamar “La Escuela de Santiago”. Esta muestra se extiende desde artistas que aparecen en el siglo XIX hasta los que se comienzan a destacar en los 70, que trabajan, nacen o se vinculan en la ciudad de Santiago, esto lo anota el crítico Peña Defilló descubriendo esta tradición pictórica.

Nosotros como artistas tomábamos de las fuentes que estaban en las colecciones de Paúl Guidicelly y de Incháustegui Cabral y los cursos que tomábamos con el Dr. Carlos Dobal o Aída Cartagena Portalatín o con el arquitecto Camarena de arte mucho más de vanguardia.

Esta efervescencia estudiantil lo va a conectar con Danilo de los Santos el académico, vinculado especialmente a la UCMM, tanto como docente como en puestos administrativos. ¿Qué guarda Danicel (el artista) de Danilo de los Santos (el académico) que luego se va a convertir en crítico? ¿Cuál es el tránsito?Yo creo que uno (el artista) y el otro (el académico) reciben influencias mutuamente. Yo me convierto en docente de la Universidad, lo cual fue algo que no esperaba. Había sido el estudiante inquieto pero en términos de notas era de baja calificación, creo que los demás hasta tuvieron honores. Me ofrecieron enseñar gramática, pero como soy muy mal gramático dije que no. Me volvieron a llamar para enseñar historia, le dije que sí. Puedo confesarte que no tenía en mi haber grandes conocimientos, algunos cursos pero nada sobre lo normal.Pero fui creando un estilo propio en mis cátedras. Filosofábamos sobre los temas de la historia. Redacté gran parte del material, pero ya venía con la experiencia del Grupo Friordano, porque yo escribía todo lo que era las críticas, las presentaciones, las notas de prensa. Inclusive llegué a redactar algunas entrevistas del grupo de nosotros claro que no firmaba estos trabajos.Pero la gran oportunidad se presenta cuando, por encargo de don Héctor (Incháustegui Cabral) debí escribir un texto que se llama “Los pintores de Santiago”. Entonces empecé a plantear cosas, a pensar, a elaborar criterios. Ese fue mi inicio. Pero nunca me consideré crítico sino un facilitador en los medios escriturales.

¿A partir de ahí nace Danilo, el crítico?Bueno no sé si a partir de ahí, lo que sí es el

inicio de mi formación como historiador. El crítico surge cuando me atrevo a escribir notas, textos, que se los envío a María Ugarte quien accede en publicar uno de esos trabajos y quien me alienta a seguir escribiendo. Así luego me fueron llamando para escribir presentaciones de exposiciones. Me atreví a expresar opiniones y a ser siempre disidente.Cuando íbamos a Santo Domingo a visitar y escuchar las orientaciones de doña Aída Cartagena Portalatín sobre pintura un poco más de vanguardia, ella aceptaba mis irreverencias. Una tarde pasaba diapositivas y señaló una supuesta obra de Van Gogh. Le dije que esa no era una imagen del pintor y ella, en tono seco me dijo: “Danicel, pero usted sólo interrumpe para destacar cuando yo me equivoco”. Le dije: “maestra, disculpe pero esa no es una imagen de Van Gogh”. Pero era una excelente crítica con la cual aprendí mucho.

¿Para qué sirve un crítico?Para educar. No es para demostrar erudición o tener grandes conocimientos. Mi experiencia como activista de la crítica, es que cada vez que tengo que hacer un texto tengo que leer, no puedo inventar. En una sociedad como la nuestra no se puede citar teóricos sin enmarcarlo en su contexto, sin informar, sin formar al lector.

¿Se libera del compromiso de su labor crítica a la hora de crear? ¿O tuvo Danicel que hacer obras fieles a los criterios que emite como crítico por miedo a una palpable contradicción?Yo suelo separar mi labor crítica. Exceptuando conceptos de lo dominicano, de lo caribeño cuando escribo y hablo de artistas latinoamericanos, y artistas dominicanos especialmente, han sido nutrientes de mis obras. Inconsciente, solapado, coincidente. No puedo negar que la simbólica Marola, esté emparentada con la afrodominicanidad. Pero separo mucho la labor crítica de la artística.

En el año 1979 usted presenta: “Danicel+Danicel”. En ese momento

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el crítico Luis Lama publica: Danicel+Danicel = 150 cuadros de más. ¿Cuándo un pintor, que además es crítico, expone qué valor le merece el juicio de sus colegas de la crítica?Esa exposición, que fue montada en el Mueso de Arte Moderno, fue una muestra que debía ser curada. Estaba recién nombrada Rosa Meléndez de Peña Gómez. Lo cierto es que encontré una oposición muy grande. Yo tenía la fecha acordada, concedida por el Director anterior, me empeciné y busqué un camión y recogí todas las obras que tenía: eran muchas, casi doscientas.Para mí que no tenía una gran trayectoria de crítico, había publicado La Pintura en la Sociedad Dominicana (un estudio escrito en Puerto Rico), no creí en ese momento que era un crítico, es más, aún no me lo creo. Pero cuando se publica el artículo de Lama, aunque muchos de los colegas salieron a defenderme, viéndolo objetivamente yo creo que es verdad: había 150 cuadros de más. Aprendí la lección que muchos no quieren aprender: el que expone se expone.

¿Fue esa la experiencia? La enseñanza de esas críticas y de muchas otras es que en países como el nuestro se debe fomentar la disensión, sin ella no es posible crecer. En la República Dominicana no se vive la experiencia democrática de la opinión. Se tiene un gran miedo de emitir un juicio en lo político, en lo cultura, en todos los sectores. Hay miedo a las “vacas sagradas”.

¿Es complaciente la crítica dominicana o es un accesorio mercadológico para promover nombres de artistas visuales?Actualmente hay una gran crisis de la crítica. Pero hubo un momento (70-80) donde se fomentó un estímulo excesivo a muchísimos artistas. En un momento de ebullición de las manifestaciones plásticas, el respaldo que merece la generación es justificado: como el caso de Marianne de Tolentino. Contrariamente existió otra crítico que fue tildada de terrorista. En mi caso asumí una cuarta

o quinta tendencia. Me criticaron porque no entendieron que en La Pintura en la Sociedad Dominicana yo hablara de “maestros dominicanos”. Aunque reconozco que en los momentos actuales el término maestro se ha relajado. En mi caso me niego a que me nombren así.

¿Para el crítico Danilo de los Santos los diez volúmenes que constituyen Memoria de la Pintura Dominicana es su consagración como historiador de las artes visuales o simplemente un gran proyecto? ¿Qué opinión le merece el que le llamen el gran enciclopedista de las artes plásticas dominicanas?Yo tuve la suerte de encontrar la oportunidad de auspicio para redactar esta historia de la pintura en base a los archivos que siempre he conservado desde que comencé a militar en las artes dominicanas. No hay ninguna obra que consagre a nadie. No es que la consagración viene después de la vida, con la muerte, pero realmente lo que hago es una labor contributiva. La Memoria de la Pintura Dominicana, esos volúmenes que muchos consideran pesados, inaccesibles, extremadamente caros, es decir, lo que me ha permitido es sostener que el arte dominicano es un cuerpo que no solamente se expresa desde el área de la ciudad capital, sino que tiene pintores regionales. Sobre lo que se piensa de ellos o de mí sólo puedo señalar que me creo solamente ha sido un trabajo arduo.

¿Tienen esos volúmenes la idea de ubicar en el contexto caribeño al arte dominicano?El arte dominicano ha sido una manifestación desconocida, marginada, no solamente por los conocedores de las artes latinoamericanos sino por la dejadez del Estado Dominicano, sin referirme a ninguno de los gobernantes, que no han promovido el arte nacional, como lo hace la Cuba revolucionaria, como lo han hecho los haitianos que a pesar de vivir al amparo del desamparo lo han realizado a partir de un arte marginal,

llegando a cimentar una posición en la escuela latinoamericana. La idea es visualizar el arte dominicano, destacar a qué responde, dónde está en el contexto caribeño y de la América Latina.

¿Qué tanto guarda Danicel el artista de Marola y que tanto proyecta Marola de Danilo de los Santos?Me he puesto a mirar muchos de los trabajos pasados, luego de la exposición en el Museo de Arte Moderno, y me río porque he descubierto que esa Marola soy yo. He descubierto rasgos y entiendo por qué alguna vez Peña Defilló dijo sobre mí que yo era un pintor extremadamente sincero. En cierta manera reflejo en ellas la parte femenina, aparte de la afroantillanidad.

Marola una negra que se presenta con pañoleta, que luego se quita la pañoleta; que aparece con vestidos lisos de un solo color, que luego se ciñe de estampados. Llega a tener cierta cadencia, cierta sensualidad. Pero su rostro, Marola no ríe, no proyecta tristeza. Es negra sin embargo no tiene los ojos tristes de los negros. No pide compasión, pero no comparte alegría. De la poética que entraña a Marola qué entiendes que siente ese personaje?Es que quizás yo proyecto parte del inconsciente colectivo al que pertenezco, es decir, nosotros celebramos la vida pero en el fondo somos tristes. Realmente somos tristes. Una sociedad oprimida. No solo en momentos históricos de dictaduras, porque aún existe dictadura, sino triste porque todo el peso de la sociedad recae sobre la protagonista

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que se llama Marola. El emisor de esas imágenes, que no es un hombre triste, sino que es un hombre con gratitud de la vida, que he ido encontrando los elementos para construir mi alegría.

En el 1997 a raíz de la exposición Las Marolas de Rufina, en una declaración a la prensa dijo que esta iconografía había llegado a su fin, que con esa muestra cerraba el ciclo y no pintaría una Marola más. ¿Se ha cumplido la palabra del artista?Es imposible cumplirla. En la serie de los luáses está la Marola transformada, espiritualizada, con ciertos elementos sensuales. Es un código que tiene variantes expresivas. Pero imagínate si la Marola soy yo, no puedo suicidarme.

¿Los Fulanos, Menganos y Sutanejos, estos personajes qué relación en su trayecto discursivo tienen con los Luáses?Esta serie es la resulta de que calé una expresión que escuchaba mucho de mis tías, se referían como fulano o fulana para hacer alusión a un personaje que se conoce pero cuyo nombre no se quiere mencionar. En mis investigaciones encontré que parte de esos nombres tenían descripciones raciales o incluso mágicoreligiosos. Pero si esto anota las fuentes populares también se destaca las fuentes populares. Es decir yo soy un lector de la poesía sin discrimen. Estoy abierto de igual modo a la música. Puedo iniciar el día escuchando salsa y terminarlo con salsa o regueton.

Ahora que cita la música en referencia a los fulanos, la parte popular y folklórica lo lleva hasta la farándula y encontramos la iconografía de Fefita la Grande, que ha sido tema de varias de sus obras.Sí, pero de Fefita La Grande solo se conoce el cuadro que ganó Premio de Dibujo en la Bienal Nacional de 1992. Pero para mi Fefita es una obsesión porque es una de las grandes divas, no del punto de vista despectivo, sino desde la valorización de su figura. De la misma forma que Casandra Damirón. Es un

ícono y para mí algún día debo asumirla como tema de una serie.

¿Ha tenido resistencia el artista dominicano de incorporar a sus obras personajes representativos de la dominicanidad o se mantiene divorciado de esta tema? ¿Es dominicano el artista dominicano?Uno se pregunta si el artista dominicano asume patrones o no, creo que raras excepciones no. Por ejemplo ahora acaban de premiar una obra en la última Bienal, un desastre de bienal, y es en que las nacionales se han perdido la democracia en el arte. En ese certamen hay una obra de una joven apellido Guzmán, titulada “Cuando mi hermana se casó con Omega”, a mí esa obra me interesó desde el punto de vista del tema porque está incorporando no solo al hombre que golpea a las mujeres, él también golpea nuestros oídos, pero creo que hay una aludida temática nacional. Así como en el caso de Raúl Recio que habla de la realidad nacional pero no habla de nadie.

Desde principio de los setenta las instalaciones forman parte del abecedario de las artes visuales. A la hora actual las instalaciones y los performance parecen matrimoniarse con el arte digital. ¿Le parece ajeno el mundo virtual y digitalizado en sus aplicaciones al arte y cree o no perecedera estas obras?Yo creo que lo digital es una herramienta inevitable para la producción artística. Aquí los críticos, los jurados, los concursos no han entendido lo que es el arte digital y confunden una fotografía resuelta por un medio digital con arte digital. Esta es una manifestación autónoma, perecedera o no. Uno no sabe

hasta que punto una obra es eterna. El performance se hizo en la República con Silvano Lora y Apeco en los años sesenta. Ahora en las ambientaciones, como también se le llama a las instalaciones, se integran todos los elementos que puedan ayudarlo o llevarlo a lo extremo-contemporáneo.Los críticos dominicanos no han sabido buscarle un nombre al arte nuevo. Nos limitamos a llamarlo contemporáneo, imagínate si Pascal Meccariello es contemporáneo qué es Ramón Oviedo. En España, en Madrid el Museo de Arte Contemporáneo fue clausurado y pasaron al Centro de Arte Reina Sofía, con otro criterio museístico, no como museo sino como centros culturales. Fíjate que en nuestro país no hay museos regionales de las artes. Una ciudad tan importante como Puerto Plata o Santiago no tienen museo, podrá tener una sala pero no una muestra antológica que es necesaria.

¿Como asumió Danilo de los Santos la declaración como Activo Cultural de la Nación por parte del Estado?No fue el Estado porque no vi al Presidente… Me costó mucho interiorizarlo y aceptarlo. En eso me dijo un amigo que si los reconocimientos llegan hay que aceptarlos. Yo no estoy acostumbrado a los homenajes. Creo que el único homenaje que uno se puede dar es la fe a la vida.

¿Todo esto. La vida misma. Hablando con el interior: el arte salva?El arte es curativo. Dice Jodoroski que si la gente llegara a saber lo que es, pintara sin importarle ser pintor. Porque el arte es terapéutico. El arte es curativo porque va directamente al alma yo creo que salva.

¿En qué cree Danilo de los Santos?Yo creo mucho en Dios. Pero no el que está lejos allá arriba, el Dios mío esta en una iglesia que es la de mi interior. Ese Dios me energiza, me hace creer en la vida, me hace desprenderme y ser solidario. Que me coloca no frente al pecado sino frente al gozo de la vida. Es el Dios que me prepara para la muerte.

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(inédito)

Selección de Poemas del libro ProtocantosOchoJugando entre las sábanassin sueños ellos me daban las caricias de párvulos mayoresde la cama que compartíamosen el cuarto pequeñodonde los “cucos” acechabandesde todas las rendijasque no debía mirar.

Ellos jineteaban sobre mi miedo mientras las lágrimas corrían por un temblor de culpa convertido en mi pecado original.

CuatroTambién fantaseandofuiste obsesión; más no como ella a quien encarnaste desde tu semental.Callado y quieto crecí viéndote salir de la casa,

mudada muchas veces por toda la ciudad.

Silencioso y tranquilo te veía regresar cada tarde, abriendo tus brazos donde cabía toda tu prole, excepto yo que te evadía para esperar el momento del baño, y a escondidas meterme en la pieza interior donde exhalaba el aroma sudoroso de tu intimidad.

Con ese rito aprendí que era distintoa todos mis hermanosy frente a esa virilidad tuyaque buscaste inculcarme, Arcángel,de este hijo que nació débilenfermizo y sensiblecon gardenias y rosas en el corazón.

Ellas, las que marchitaron cuando alcancé la

dualidad de tus vellos, de tus pasos, de

tus silencios y a veces

esa inmensa mansedumbre del hombre que amo

desde niño, y al través

de los años que

ahora bordan la senectud

sin sumarias mi extendida multiplicación.

Oh! Árido desierto este cuerpo donde han muerto los peces de tu pozo.

QuinceDeclaro:Soy el que soy a pesar de la genteque hace historia de mis cuitas,murmurando que soy esta o tal cosa:un enigma.

Mas, nada me importa porque libre en esta vidatomo la flor que buscobordo recuerdos,tejo ternuras.

Y en el amor soy todo un manifiesto, claro, firme, decidido, no tengo que ocultar porque nací desnudo.

TreceTres rosas frente a mis ojos:una espigada como la noviaque de mis sueños no toque, rosa de rosas.

La segunda, fresca como el beso que si apenas movióalgunos de sus pétalosfue para insuflarme aliento,rosa de los vientos.

La tercera, rosa del albaabierta, lisonjera,rosa del desamor,rosa del rocío. Rosa del sol, que no quemó mis apetencias.

Ante estas tres rosas desiguales, te tengo a tirosa de carnerosa con vozrosa con nombrerosa de la ternura

rosa de la pasiónrosa del perdónrosa del retoñorosa criollarosa eternarosa que guarda todas mis espinas.

Del Poemario Canto de Manos (inédito)

TerceroSoltaré todos mis cantos,me extenderé hacia ti,desconociéndote, y sin sabercual de mis partes llenará tu apetito vulnerable: si mi cuerpo que agotó las aguas del mancebo o de quimérica Sirena de la emoción que insólita todavía esparce el perfume desencantadode una mala pasión.

Cantaré.Me extenderé hacia tisin saber si quieres agujerearlas adustas paredes de la carne o tal vez solazarteen lo poco que queda de la esencia aparte de esta identidad que han difundido algunas cuartillas licenciosasy muchas bocas ajenas,indigestas.

Cantaré las estrofas de lo mucho y de la nada.Hasta ti descenderé de pies,de cabeza con todo el cuerpocon el alma que se desnuda desde las manospara esta fiesta tuya.

17

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Revista de Arte y Literatura

Me aproximo al pasado, y le escribo:

Pasado: Un día de octubre, noviembre o de diciembre llegué al mundo sin saber quien era. Aprendí a saberlo porque me llamaron por un nombre y consecuente con aquellos que me hicieron una extensión del amor y de la carne, aprendí a saberme nominalmente. Fue distinto conocerme después en el miedo y en la enfermedad, en la travesura y en la fantasía, en el consentimiento maternal y en la timidez que ocasiona cierta pobreza familiar; pobreza no de espíritu y cariño sino del zapato que no llega a tiempo o del juguete que hay que buscar con los ojos desmesurados y la esperanza. Fue distinto conocerme

fuera de lo nominal que es decir en el adentro profundo que moldea el crecimiento. Todo fue asunto de tiempo.

La niñez. De ella recuerdo grandes cosas. Aquel mal aire que me produjo una bizquera, y fui bizco hasta la pubertad. También recuerdo aquel granito de sal aquella tarde de lluvia que introdujeron en mi boca después del agua bautismal. Traigo presente el cuido para que el aire o la llovizna no afectaran mis bronquios o pulmones. El tanto cuido y vigilancia me hacía permanecer mas tiempo en la casa, y entre mujeres y muñecas comenzó a girar un mundo íntimo, “no propio de un muchacho que ha de ser hombre”, pensaba mi padre para entonces, pero mi delicada salud se confabulaba con la tolerancia.

Recuerdo las muñecas vinculadas a la mayor de mis hermanas para entonces se ponían de moda las “mariquitas”, y aparte de escasas eran carísimas, por lo que mi imaginación me llevó a crear constantemente numerosas de ellas. Y eran frondosas y voluptuosas. Para vestirlas tomaba los figurines de la casa y en papel copiaba los diseños coloreando con lápices los detalles, el estampado, los adornos. Cada muñeca tenía su nombre y su ajuar, y mi hermana y yo las sometíamos a una historia imaginaria llena de dramas. Algunas veces pienso que en las muñecas de mi infancia está el enraizamiento de un tema que me cuesta trabajo dejar en lo que a lenguaje pictórico se refiere.

Regularmente me escabullo de esta creencia que de hacerla suya Freud, encontraría fácilmente por donde cortar mi personalidad. Aun muerto Freud, el tema lo podrá reservar para el análisis cualquier adentrado en la psicología. ¿La Conclusión?, no podrán decirme algo en lo que yo no esté cierto. Desde que me conocí, me llevó de la mano.

DanicelDaniceltrasTexto tomado del volumenDanicel: anotaciones de un joven pintor, 1979.

Por Danilo De Los Santos

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Catálogos de las exposiciones de Danicel

Marola Jugando con las formasLa floración de Marola

Mar

ola

es O

limpi

a

El Loa de la Sangre

Paisaje de Piedra Blanca

De la serie Fulanos

El b

año

de lo

s hijo

s

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Mi nombre es José Joaquín Jerez Jiménez. Mis amigos gustaban de llamarme el hombre de las

cuatro jotas, y los más íntimos me decían Jota Jota. Quizás muchos piensen que esto no viene al caso, pero lo menciono, como la vida es a veces tan misteriosa y enigmática y como tantas leyes actúan ocultas, hasta en la caída de una hoja; por si hay en este mundo algún místico cabalista que pueda encontrar una probable conexión con el inaudito hecho que me ha acontecido en esta existencia.Por cierto, nací bajo el signo de Piscis. Precisamente en un año bisiesto, el día 29 de febrero. Y por favor, que nadie me diga que esto no tiene ninguna relación con mi desgracia. Mas, dejémonos de andanzas. No sé si nací sin sombra, o si la perdí en algún momento de mi vida. Un día... ¡Maldición! Mil veces maldigo el día en que lo descubrí... Un día me di cuenta de que mi cuerpo no reflejaba su sombra en el concreto de la acera. Era una de las tantas noches en que padecíamos, como de costumbre, uno de nuestros diarios y rutinarios apagones. Unos niños jugaban en la penumbra. Aprovechaban la escasa luz de un diminuto menguante para simular con las sombras de sus manos figuras de animales en movimiento. Fue algo que me resultó gracioso, quizás porque en mi infancia nunca lo hice (una razón más para pensar que nací sin sombra). Por lo que empecé a emular a los pequeños. Junté ambas manos y abrí los dedos con el objeto de crear la imagen de un pavo real; pero no se reflejó nada en el suelo. Pensé que se trataba de la luz o de la

posición en que me encontraba, por lo que cambié de lugar. Me acerqué a un banco que estaba vacío y que visiblemente mostraba su sombra. Me senté en éste y sorpresivamente me percaté de que mis pies no se reflejaban. Inicié ya con cierto desespero una serie de movimientos con las manos, sin que se vislumbrase la mínima sombra. Por último, tomé un peine del bolsillo de la camisa y para mi sorpresa, su imagen se observó nítida en la acera, como si el peine estuviese flotando en el aire, ya que la sombra de mis dedos no era visible. Nunca le había dado importancia a mi sombra. Nunca la necesité. Ni siquiera recuerdo haberla utilizado en algo, pero como dicen: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Quizás nací sin sombra, quizás la perdí, ¿cómo saberlo? El caso es que empecé a sentir una increíble nostalgia. Y una gran envidia me embargaba cada vez que veía a alguien caminar por las calles acompañado de su fiel imagen reflejándose en paredes, aceras y calles. Comencé a tener la sensación de ser un individuo imperfecto, o más bien incompleto. Sentía que algo me faltaba, que ya no era yo. Atravesé por una de las más grandes crisis de identidad que ser humano alguno haya podido sufrir. Padecí agudas depresiones, hasta llegar al extremo de intentar suicidarme; pero por suerte o desgracia fracasé al hacerlo. Y digo por suerte o desgracia, porque fue a partir de este hecho que se involucró en mi vida el Dr. Sergio Matos, psiquiatra y psicólogo, especializado en todo tipo de terapias psicofísicas. El Dr. Matos me recomendó poner un aviso en la prensa. Incluso

hasta me ayudó a redactarlo. El anuncio decía así: “SOMBRA EXTRAVIADA. Se gratificará materialmente a todo aquél que ofrezca información sobre mi sombra, la cual he perdido. Inf. J. J. Jerez, Tel...”. Durante una semana completa esperé impaciente, ansioso y desesperado; pero sin perder la esperanza de que alguien pudiese saber donde estaba mi sombra. Mas, nadie se molestó en llamar, ni siquiera para burlarse. En la medida en que transcurrieron los días, se fue creando una estrecha amistad entre el doctor y yo. Ya, hasta nos tuteábamos y nos llamábamos por nuestros nombres de pila. Sergio consideró prudente llevarme a un programa de televisión donde presentaban casos extraños de la vida. Al principio esta idea me pareció absurda, pero luego asentí, convencido de que era la única forma de conseguir información sobre mi sombra. Los efectos del programa fueron increíbles. Todo el país se conmocionó con el insólito hecho. En el afamado espacio televisivo participaron distinguidos hombres de ciencia, parapsicólogos, teólogos y por supuesto mi apreciado psiquiatra. Rigurosas y estrictas medidas fueron tomadas por todos los

El hombre sin sombraEric Simó

CuentistaDominicano

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participantes con el fin de comprobar la veracidad de mi singular caso. Después de un minucioso examen por parte de cada uno de los investigadores, fui presentado en la pantalla chica como el gran descubrimiento del siglo veinte.Creo, ciertamente, que ni la presentación de un fantasma o la presentación del Yeti hubiesen causado la expectación y el interés que provocaron mi aparición ante el público. Ya a la semana, el hombre sin sombra era el tema de preferencia en las conversaciones, discusiones y polémicas de toda la gente. Cientos de hipótesis y teorías se suscitaron en torno a mi persona. Hubo alguien incluso, que llegó a afirmar que yo era el prototipo del hombre sin alma, que ya estaba naciendo en la Tierra como parte de las señales del fin del mundo. Nadie podría imaginarse las sandeces e idioteces que tuve que soportar; ni las traiciones, en especial la de mi querido amigo el psiquiatra. El excelso y dedicado científico que descubrió lo indescubrible, ahora era famoso y aclamado por todos. Nuevos términos psicológicos eran introducidos al vocabulario médico y psiquiátrico por el Dr. Sergio Matos en su libro “El hombre sin sombra a la sombra del siglo XXI”. Pero había uno en especial que me producía escalofríos cada vez que lo escuchaba, era “el complejo de las cuatro jotas”, que fue precisamente el término utilizado para bautizar mi caso. Definitivamente fue un abuso de confianza... ¡Maldición! Otra vez maldigo el día en que escuché los consejos del jodido Dr. Matos. ¡Ah, las cosas de este mundo! Mi psiquiatra publicaba un “best-seller”, que se traducía en más de diez idiomas, se enriquecía de la noche a la mañana y yo me convertía en un fenómeno. Todos me asediaban. Me hacían las más descabelladas proposiciones. Simpatizantes de cierto culto satánico querían adorarme y ofrecerme sacrificios.

Mientras que otros religiosos me llamaron “el hombre sin mácula”. Afirmaban que yo era una de las reencarnaciones del Ser Supremo y por eso no tenía sombra. Los políticos llegaron a hastiarme. Más de diez partidos ofrecieron llevarme como candidato presidencial. Ellos aseguraban que un candidato que no tuviese sombra era incuestionable e inobjetable, por lo que el triunfo de mi candidatura sería aplastante y avasallador. Pero lo que más me dolía era la expectación que producía mi presencia en las calles. Los secreteos, comentarios y señalamientos continuos. Todo el mundo parecía conocerme. Sentía como si todos me miraran, como si todos me acusaran: ¡He ahí, ése es el hombre sin sombra! No lo decían, pero sé que lo pensaban. Y eso bien podría saberlo cualquiera que pudiese leer el secreto lenguaje de los ojos. En conclusión: me convertí en el gran evento del siglo. Un boom publicitario empezó a girar en torno a mí. Recibí las más atractivas ofertas. Una firma licorera internacional me ofreció un contrato exclusivo para promocionar un nuevo producto que no causaba embriaguez ni resaca. El slogan del anuncio decía: “Al tomar, no pierdas tu sombra”. Y entonces aparecía yo en la pantalla del televisor con una botella de mal Whisky en la mano, borracho y lamentando haber perdido mi sombra. Al concluir la escena salía una bella modelo mostrando una escultural figura y diciendo: “Beba Sombra de Oro”. De igual forma tuve solicitudes de exclusividad de parte de Nike, Coca Cola y Visa Internacional. La verdad es que empezaba a irme bien. Hasta una serie de cartones animados se estaba presentando por televisión y se especulaba acerca de la posibilidad de filmar un largo metraje. Ese es el gran don de la publicidad: poder convertir un veneno en remedio.

De fenómeno me transformé en héroe. El hombre sin sombra enviaba al olvido al hombre invisible, a Batman y a Superman. No era extraño ver mis fotos en cualquier habitación, tienda, casa de videos, bares y discotecas. Para no cansarles: me hacía famoso y rico. Comenzaba a ser feliz y a ver la vida con optimismo, cuando me ocurrió el más trágico suceso. ¡Ah, paradojas las de la vida! ¿Por qué siempre tendrá que girar el péndulo? Una mañana tocaron a mi puerta. Tres hombres vestidos de civil irrumpieron en la casa ante mi asombro; me interrogaron, revisaron mis pertenencias y me arrestaron sin mostrarme ninguna identificación.Fui conducido a un lugar desconocido y bastante distante de la ciudad. Algo que me resultó chocante y sospechoso. Después de recorrer cientos de kilómetros en mal estado, llegamos a un edificio aparentemente abandonado. Por fuera daba la impresión de ser un antiguo hospital. Entramos. Recorrimos un largo pasillo lleno de polvo y telarañas. Mientras más nos adentrábamos, más tétrico se tornaba el escenario. Uno de los hombres que me acompañaban sacó del bolsillo del pantalón un llavero con una pequeña cajita negra. Apretó un botón que activó una alarma y como si de repente saliera de la nada, una puerta apareció ante nuestros ojos. Era un moderno ascensor, oculto tras una falsa puerta, nos subimos en él y descendimos varios pisos. Durante todo ese tiempo yo permanecí callado. Estaba quizás un poco asustado, pero nunca pensé que se me fuera a causar algún daño. Creo que mi autoestima había aumentado con la fama, o tal vez algo en mí ya se creía ser un superhéroe; pero la verdad es que me comporté como tal: sereno, calmado e inalterable. Al detenerse el ascensor se abrió

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Él no era un ladrón cualquiera, era un experto; no era un simple criminal, era un sanguinario. Lo

hicieron preso más de treinta veces, pero con malas artes lograba salir de la cárcel. Su vida eran la calle y el robo, el ron y las fechorías. Robó en todas las casas y en todas las iglesias. Sus delitos repugnaban en el pueblo. Sólo decir su nombre daba náusea y hacía vomitar al menos sensible de los compueblanos. Pero todo tiene su fin, en la ciudad lo tenían en la mirilla. Se juntaron los vecinos, la Policía, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra, en un esfuerzo conjunto para atraparlo. Se avisó a los pueblos cercanos,

se distribuyeron miles de su fotografía. Otras naciones estaban en alerta roja. En Europa y Asia los noticieros lo pasaron en primer plano. En los otros continentes la situación era también de

extrema seguridad. Pronto todo el mundo estaba pendiente

al ladrón más famoso, ese que provino de un pueblo pequeño, pero que se convirtió en un monstruo para todo el mundo.

Ayer salió publicado en todos los diarios y en todos

los noticieros de televisión del mundo al mismo tiempo.

El no tenía escapatoria. Se sentía atrapado. Pero sus deseos de robar crecieron, se alzaron a la cima de su alma y esa noche decidió subir al cielo y robarse los muebles en la casa de Dios.

No era una gota de agua común, como

esas de lluvia que caen en los aleros o una gota de rocío encima de una rosa en pleno estío. No, era una gota de agua grande, más grande que un huevo, que estaba allí reflejando un mundo confinado al misterio de la soledad. Esa gota de

la cual hablo pudo haberse convertido en gotitas pequeñas, pero no fue así. Se quedó en el pretil de la mañana, esperando incubar alegrías o un mundo lleno de colores, donde se levanten paisajes azules, rojo-amarillo o quizás un verde como el de los olivos.

La gota de agua estaba en la mesa y sólo tembló su cuerpo cuando un lagarto blanco de ojos verdes rayados y sangre descolorida cayó muy cerca. El lagarto vio a ese huevo transparente, a esa imagen oval extraña. Con toda la maestría del mundo observó. Allá, en el fondo, se reflejaba una mariposa de esas nocturnas que circundan el alumbrado eléctrico. Tranquilo, con sigilo, dio el salto y como era obvio, se llevó una gran desilusión, pues la mariposa no existía dentro de la gota, estaba en el techo del comedor. Allá, adentro, el lagarto tragó en seco. Sacó la lengua y lamió sus labios, en ese momento se dio cuenta que estaba dentro de la lágrima de un sueño.

22

la puerta y penetramos a un sofisticado laboratorio. Fui conducido a una cama rodeada de aparatos extraños y se me pidió que me acostara. Yo colaboré en todo, ya que pensé que sólo me harían algunas pruebas y luego sería despachado para mi casa, donde disfrutaría de la nueva fortuna que me había obsequiado el destino. Me pusieron unas fuertes luces en los ojos. Me tomaron muestras de sangre, saliva y sudor. Me hicieron una tomografía del cerebro y por último me inyectaron algo que me hizo dormir. Por lo que no puedo narrarles las demás cosas que pudieron haberme hecho. Eso sería especular y mentir... y recuerden que yo soy el hombre sin sombra. Cuando desperté estaba encerrado en una especie de celda. Creo más bien que era una habitación para enfermos mentales, ya que tenía las paredes acolchadas y las rejas de las ventanas y de la puerta cubiertas por una goma que evitaba el contacto con la dureza del hierro. Supongo que ustedes no se imaginan lo que ocurrió conmigo. Se me diagnosticó locura crónica. Se me encerró en un hospital inexistente, escondido bajo la pantalla de las ruinas de un viejo edificio abandonado. Y como era un hombre sin sombra, fácilmente se me desapareció del mundo. Creo, ciertamente, que el hombre sin sombra despertó grandes temores en todo el mundo. El peligro de que un héroe contemporáneo, real y genuino, que no respondía a los esquemas impuestos por una sociedad ensombrecida, fuese imitado por toda la gente; fue la causa de que se me desapareciese como si nunca hubiese existido. Fui eliminado sin dejar rastros, sin dejar huellas y peor aún: sin dejar sombras. Y aquí estoy yo, el más grande héroe de los finales del siglo veinte, convertido en un sueño, en una leyenda; mencionado tan sólo en la letra de un olvidado merengue; ridiculizado, acusado de loco; irónicamente encerrado en un manicomio inexistente, y lo más penoso de todo: sin sombra.

CUENTOS DE Virgilio López AzuánEl tercer ladrón

La historia de una LÁGRIMA

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Con motivo de la celebración en el 2008 del 45 aniversario del Banco Popular Dominicano,

se ha iniciado una peculiar colección coordinada por el Área de Relaciones Públicas, que dirige José Mármol en esa institución. Tiene esta colección la finalidad de rescatar y proyectar valores culturales que son parte de la dominicanidad, según puede observarse en los dos tomos anuales publicados, dirigidos a un público interesado en algunos aspectos de nuestra nación a los que sólo es posible acceder a través de archivos e investigaciones especializadas. Espléndidas ediciones en contenido y en presentación, que pueden considerase desde ahora obras imprescindibles de las bibliotecas dominicanas. La primera, Imágenes Insulares-cartografía histórica dominicana, 2008, está orientada principalmente a estudiosos, historiadores, geógrafos y urbanistas que ahora disponen de la ̈ más grande y exhaustiva colección impresa de mapas que se ha realizado en el país¨, una visión cartográfica de la evolución de nuestro territorio y del entorno circundante durante estos últimos cinco Siglos de historia americana. Esta obra

que constituye tan valioso aporte a nuestra bibliografía fue presentada por Manuel A. Grullón, compilada por José Chez Checo y prologada por Frank Moya Pons. La segunda, Arquitectura Popular Dominicana, 2009, es de la autoría de Víctor Manuel Durán Núñez y Emilio José Brea García, e incluye traducciones al inglés y al francés. Toda la riqueza, el color y la variedad de la arquitectura popular dominicana fue magistralmente captada por las fotografías de Víctor Manuel Durán Núñez, ICOMOS, Gustavo Torres, Emilio Martínez, José Antigua y Julio Peña. Presentada por Manuel

A. Grullón, prologada por el arquitecto y escritor Manuel S. Gautier, contamos ahora en el país con este recorrido de 15 años a través de la geografía nacional mostrándonos la diversidad y el encanto de su arquitectura popular. Esperamos que estas ediciones anuales de rescate y proyección de algún aspecto de nuestra dominicanidad permanezca con igual calidad por muchos años. RJV

Ediciones del Banco Popular

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Accidente

Temí... no el gran amor.

Fui inmunizada a tiempo y para siempre con un beso anacrónico y la entrega ficticia—capaz de simular hasta el rechazo— y por el juramento, que no es más retórico porque no es más solemne.

No, no temí la pira que me consumiría sino el cerillo mal prendido y esta ampolla que entorpece la mano con que escribo.

Autorretrato

Yo soy una señora: tratamiento arduo de conseguir, en mi caso, y más útil para alternar con los demás que

un título extendido a mi nombre en cualquier academia.

Así, pues, luzco mi trofeo y repito: yo soy una señora. Gorda o flaca según las posiciones de los astros, los ciclos glandulares y otros fenómenos que no comprendo.

Rubia, si elijo una peluca rubia. O morena, según la alternativa. (En realidad, mi pelo encanece, encanece.)

Soy más o menos fea. Eso depende mucho de la mano que aplica el maquillaje.

Mi apariencia ha cambiado a lo largo del tiempo —aunque no tanto como dice Weininger que cambia la apariencia del genio—. Soy mediocre. Lo cual, por una parte, me exime de enemigos y, por la otra, me da la devoción de algún admirador y la amistad de esos hombres que hablan por teléfono y envían largas cartas de felicitación. Que beben lentamente whisky sobre las rocas y charlan de política y de literatura.

Amigas... hmmm... a veces, raras veces y en muy pequeñas dosis. En general, rehuyo los espejos. Me dirían lo de siempre: que me visto muy mal y que hago el ridículo

cuando pretendo coquetear con alguien.

Soy madre de Gabriel: ya usted sabe, ese niño que un día se erigirá en juez inapelable y que acaso, además, ejerza de verdugo. Mientras tanto lo amo.

Escribo. Este poema. Y otros. Y otros. Hablo desde una cátedra. Colaboro en revistas de mi especialidad y un día a la semana publico en un periódico.

Vivo enfrente del Bosque. Pero casi nunca vuelvo los ojos para mirarlo. Y nunca atravieso la calle que me separa de él y paseo y respiro y acaricio la corteza rugosa de los árboles.

Sé que es obligatorio escuchar música pero la eludo con frecuencia. Sé que es bueno ver pintura pero no voy jamás a las exposiciones ni al estreno teatral ni al cine-club.

Prefiero estar aquí, como ahora, leyendo y, si apago la luz, pensando un rato en musarañas y otros menesteres.

Sufro más bien por hábito, por herencia, por no diferenciarme más de mis congéneres que por causas concretas.

Sería feliz si yo supiera cómo. Es decir, si me hubieran enseñado los gestos, los parlamentos, las decoraciones.

Poesía

ROSARIO CASTELLANOSLos poemas de

Rosario Castellanos (1925-1974). Nació en la Ciudad de México y vivió su infancia y adolescencia en Chiapas, falleció en Tel Aviv mientras se desempeñaba como embajadora de su país. Obtuvo el Premio Chiapas 1958, por Balún Canán. En 1961 se le otorgó el Premio Xavier Villaurrutia por Ciudad real. En 1962 su libro Oficio de tinieblas obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz. Además, fue merecedora al Premio Carlos Trouyet de Letras, 1967, y al Premio Elías Sourasky de Letras, 1972. Su obra ha sido incluida en diversas antologías y traducida a varios idiomas. Su muerte prematura, un accidente doméstico antes de cumplir 50 años, dejó inconclusa la obra creativa de esta genial y exquisita poeta y escritora. Basta esta muestra de su obra poética para reconocer que dejó su nombre inscrito entre los grandes del parnaso mundial.

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Revista de Arte y Literatura

En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto es en mí un mecanismo descompuesto y no lloro en la cámara mortuoria ni en la ocasión sublime ni frente a la catástrofe. Lloro cuando se quema el arroz o cuando pierdo el último recibo del impuesto predial.

Del libro: Poesía no eres tú

Lecciones de las cosas Me enseñaron las cosas equivocadamente los que enseñan las cosas: los padres, el maestro, el sacerdote pues me dijeron: tienes que ser buena. Basta ser bueno. Al bueno se le da un dulce, una medalla, todo el amor, el cielo.

Y ser bueno es muy fácil. Basta abatir los párpados y no ver y no juzgar lo que hacen los otros, porque no es de tu incumbencia.

Basta no abrir los labios para no protestar cuando alguno te empuje porque, o no quiso herirte o no pudo evitarlo o Dios está probando el temple de tu alma.

De cualquier modo, pues, cuando te ocurra el malhay que aceptarlo, agradecerlo inclusopero no devolverlo. Y no preguntespor qué. Porque los buenos no son inquisitivos.

Y dar. Si tienes una capa córtalaen dos y entrega la mitad al otro-aunque el otro no sea mas que un coleccionista de mitades de capa-Eso es asunto suyoy tu mano derecha debe ignorar... etcétera.

Y recibir con ambas mejillas, eso sí.

No siempre serán golpes.

A veces será el ramo de flores que suscita fiebre de heno. A veces el

marisco que produce la alergia.A veces el elogio que, si no es falso, humilla la raíz y que, si es falso, ofende. Tú perdona, que es lo que hacen los buenos.Obedecía. Se sabe: la obedienciaes la virtud mayor.

Y pasaron los años y yo era la piedra de tropiezo contra la que chocaba el distraído o, si mejor emplazada, punching bag en el que ejercitaban su destreza los fuertes.

A veces me ponía a hacer “viva la flor”con mis cartas del naipe y llovía la graciaindiferentemente sobre mis amigosy los que eran amigos de mis amigos, es decir mis enemigos.

Y me senté a esperar la medalla o el dulce y la sonrisa, el premio, por fin, en este mundo.

Y sólo vi desprecio por mi debilidad,odio por ser el instrumento de la maldad ajena.

¿Con qué derecho quería santificarmeutilizando vicios o carencias de los demás? ¿Por qué yo me elegíacomo única elegida y era el mecanismo como el grano de arena que paraliza toda función? Y, paralíticos,los activos, pensaban. Y yo era la causa eficiente de aquellos pensamientosy no había para mí sino condenación.Hasta que comprendí. Y me hice un tornillo bien aceitado con el cual la máquina trabaja ya satisfactoriamente.

Un tornillo. No tengo ningún nombre específico ni ningún atributo según el cual poder calificarme como mejor o peor o más o menos útil que los otros tornillos.

Si tuviera que hacer mi apologíaante alguien (que no hay nadie, que nunca hubo ningún testigo de lo que acontece) diría que estuve en mi lugar y que giré en la dirección correcta y a la velocidad requerida y con la frecuencia necesaria.

Y que no procuré ni que me emplazaranantes de tiempo, ni que me permitieranseguir cuando había sido declarada inservible.

Y, antes de terminar, quiero que quedebien claro que no hice nada de lo que hice por humildad. ¿Acaso los tornillos son humildes? ¡Ridículo! Y que, menos aún, mi conducta se entiende merced a la esperanza.

No, ya hace mucho tiempo que el cielo es un factor que no entra en mis cálculos.

Conformidad, tal vez. Lo que de ningún modo en un tornillo, como yo, es un mérito sino, a lo sumo, es una condición.

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La anunciación(Cortesía de Grace Candelario)

I

Porque desde el principio me estabas destinado.Antes de las edades del trigo y de la alondra y aun antes de los peces.Cuando Dios no tenía más que horizontes de ilimitado azul y el universoera una voluntad no pronunciada.Cuando todo yacía en el regazodivino, entremezclado y confundido,yacíamos tú y yo totales, juntos.Pero vino el castigo de la arcilla,me tomó entre sus dedos desgarrándome de la absoluta plenitud antigua.Modeló mis caderas y mis hombros,me encendió de vigilias sin sosiegoy me negó el olvido.Yo sabía que estabas dormido entre las cosas y respiraba el aire para ver si te hallaba y bebía de las fuentes como para beberte, huérfana de tu peso dulce sobre mi pecho, sin nombre mientras tú no descendieras languidecía, triste, en el destierro.Un cántaro vacío semejaba nostálgico de vinos generosos y de sonoras e inefables aguas.Una cítara muda parecía.No podía siquiera morir como el que cae aflojando los músculos en unabrusca renunciación. Me flagelabala feroz certidumbre de tu ausencia,adelante, buscando tu huella o tus señales.No podía morir porque aguardaba.

Porque desde el principio me estabas destinado era mi soledad un tránsito sombrío y un ímpetu de fiebre inconsolable.

II

Porque habías de venir a quebrantar mis huesos y cuando Dios les daba consistencia pensaba en hacerlos menores que tu fuerza.

Dócil a tu ademán redondo mi cinturay a tus orejas vírgenes mi voz, disciplinada en intangibles sílabas de espuma.Multiplicó el latido de mis sienes,organizó las redes de mis venasy ensanchó las planicies de mi espalda.Y yo medí mis pasos por la tierrapara no hacerte daño.Porque ante ti que me estás hecho de nieve y de vellones cándidos y pétalosdebo ser como un arca y como un templo:ungida y fervorosa, elevada en incienso y en campanas.

Porque habías de venir a quebrantar mis huesos, mis huesos, a tu anuncio, se quebraban.

III

Para que tú lo habites quisiera depararteun mundo esclarecido de céfiros, laureles,fosforescentes algas, litorales sin término,grutas de fino musgo y cielos de palomas.

La nostalgia Si te digo que fui feliz, no es cierto.

No creas lo que yo creo cuando me engaño.

El recuerdo embellece lo que toca:te quita la jaqueca que tuviste,el sopor de la siesta lo transfigura en éxtasisy, en cuanto a ese zapato que apretabatanto que te impidió bailar el primer baile,no hubo zapato. Mira: estás descalza, danzaseternamente ingrávida en el círculocerrado de un abrazo.

Danzas sin esa doble barbilla de tu gula,sin esa arruga arteraque está acechando alrededor de tu ojo.

Economía doméstica He aquí la regla de oro, el secreto del orden:Tener un sitio para cada cosay tenercada cosa en su sitio. Así arreglé mi casa.Impecable anaquel el de los libros:Un apartado para las novelas,otro para el ensayoy la poesía en todo lo demás.

Si abres una alacena huele a espliegoy no confundirás los manteles de linocon los que se usan cotidianamente.Y hay también la vajilla de la gran ocasióny la otra que se usa, se rompe, se reponey nunca está completa.La ropa en su cajón correspondiente.

Y los muebles guardando las distanciasy la composición que los hace armoniosos.Naturalmente que la superficie(de lo que sea) está pulida y limpia.Y es también naturalQue el polvo no se esconda en los rincones.Pero hay algunas cosasque provisionalmente coloqué aquí y alláo que eché en el lugar de los trebejos.Algunas cosas. Por ejemplo, un llantoque no se lloró nunca;una nostalgia de que me distraje,un dolor, un dolor del que se borró el nombre,un juramento no cumplido, un ansia.

Que se desvaneció como el perfumede un frasco mal cerradoy retazos de tiempo perdido en cualquier parte.Esto me desazona. Siempre digo: mañana…y luego olvido. Y muestro a las visitas,orgullosa, una sala en la que resplandecela regla de oro que me dio mi madre.

ROSARIO CASTELLANOS

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Valium 10 A veces (y no trates de restarle importancia diciendo que no ocurre con frecuencia) se te quiebra la vara con que mides, se te extravía la brújula y ya no entiendes nada.

El día se convierte en una sucesión de hechos incoherentes, de funciones que vas desempeñando por inercia y por hábito.

Y lo vives. Y dictas el oficio a quienes corresponde. Y das la clase lo mismo a los alumnos inscritos que al oyente. Y en la noche redactas el texto que la imprenta devorará mañana. Y vigilas (oh, sólo por encima) la marcha de la casa, la perfecta coordinación de múltiples programas —porque el hijo mayor ya viste de etiqueta para ir de chambelán a un baile de quince años y el menor quiere ser futbolista y el de en medio tiene un póster del Che junto a su tocadiscos.

Y repasas las cuentas del gasto y reflexionas, junto a la cocinera, sobre el costo de la vida y el ars magna combinatoria del que surge el menú posible y cotidiano.

Y aún tienes voluntad para desmaquillarte y ponerte la crema nutritiva y aún leer algunas líneas antes de consumir la lámpara.

Y ya en la oscuridad, en el umbral del sueño, echas de menos lo que se ha perdido: el diamante de más precio, la carta de marear, el libro con cien preguntas básicas (y sus correspondientes respuestas) para un diálogo elemental siquiera con la Esfinge.

Y tienes la penosa sensación de que en el crucigrama se deslizó una errata que lo hace irresoluble.

Y deletreas el nombre del Caos. Y no puedes dormir si no destapas el frasco de pastillas y si no tragas una en la que se condensa, químicamente pura, la ordenación del mundo.

Pasaporte ¿Mujer de ideas? No, nunca he tenido una.Jamás repetí otras (por pudor o por fallas nemotécnicas).¿Mujer de acción? Tampoco.Basta mirar la talla de mis pies y mis manos.

Mujer, pues, de palabra. No, de palabra no.Pero sí de palabras,muchas, contradictorias, ay, insignificantes,sonido puro, vacuo cernido de arabescos,juego de salón, chisme, espuma, olvido.

Pero si es necesaria una definiciónpara el papel de identidad, apunteque soy una mujer de buenas intencionesy que he pavimentadoun camino directo y fácil al infierno.

“A propósito de Algarrobos”

1

La nada tiene la duda como espina clavada, la duda quiere ser alguien, la nada no desampara. En su vientre profundo crecen soles, piedras y algarrobos, y los duendes, y los fantasmas, y el olor a la cebada llenan las casas. En su vientre se queman el soplo y la desgana.

2

En la N-A-D-A anda A-D-Á-N invertido, reptando por Eva, arropado de olvidos. La nada es lo primero, es el Adán convexo del paraíso. Primero fue la nada y en ella se idearon los mundos. Primero fue la imagen, segunda la palabra. Antes de Adán era la nada, después de Adán, las letras circulando. Después del soplo, primero fue la mentira, la verdad petrificada. En el A-V-E anda E-V-A, invertida, volando por Adán, la que te sube, la que te eleva, que enciende y que se queda.

3

Todo se hace ciclo en los anagramas, Noé con su historia del Arca, arca no es, es el fragor de la llama, Arcano del alma. Y en la R-O-M-A milenaria los REMOS, baten el agua de RÓMULO y es A-M-O-R invertido, palabra transmutada.

5

La duda es amarga, la nada no es retama. La duda es espuma, la nada es filigrana. La nada es niña, la duda es anciana. La nada es la miel, la muchacha enamorada. La nada tiene palomas, la duda tiene perros. La duda es el encierro, la nada es el misterio. La nada es amiga, la duda es enemiga. La nada es de canela, la duda es de espinas. La nada es un verso, la duda un exceso.

Virgilio López Azuán

FRAGMENTOS DEL LIBROPARAISOS

DE LA NADA

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Revista de Arte y Literatura

En su ensayo “Los aborígenes en literatos y cronistas”, de enero de 1990, Bruno Rosario

Candelier concluía en que era de esperar que el tema indígena en la literatura nacional cobrara impulso con “otros brotes de creación” que retomaran “el aliento original de nuestros literatos y cronistas” . Tras veinte años de espera, José Miguel Soto Jiménez se inscribe con “Memorial de la Guazábara” en la tradición indigenista dominicana, inspirado como Manuel de Jesús Galván con Enriquillo, José Joaquín Pérez con Fantasías indígenas, Abelardo Rodríguez Urdaneta con Caonabo encadenado y Luis Desangles con La prisión de Caonabo, en las desventuras y adversidades de los aborígenes quisqueyanos, asumiendo nuestra herencia indígena como expresión de filiación telúrica y símbolo de identidad y ante todo como posición nacionalista.

Como lo evoca su título, “Memorial de la Guazábara” es una crónica de la etapa primigenia de la conquista de la isla entre 1494 y 1505, esto es, entre la captura de Caonabo en el cacicazgo de Maguana por Alonso de Ojeda y la pacificación del cacicazgo de Higuey con el ahorcamiento de Cotubanamá, cacique de Higuey, en la ciudad de Santo Domingo. “Los aborígenes” – como recordaba Manuel García Arévalo en su discurso de ingreso como Miembro de Número a la Academia Dominicana de la Historia en 1989 – “no se entregaron a su triste suerte ni sometieron su voluntad a la férrea dominación del conquistador. Lucharon por sobrevivir y oponerse a las penosas tareas que les habían sido impuestas en las minas y las plantaciones, tratando de mantener sus creencias y sus ídolos, sus costumbres alimenticias y

su lengua” . Los taínos se enfrentaron a los españoles en batallas, peleas y escaramuzas. Le hicieron, en otras palabras, guazábara, término taíno para significar guerra y palabra fundacional con la que Soto Jiménez nos remite al heroísmo precolombino.

El autor articula su relato con el apoyo de la secuencia cronológica de los episodios claves de esa etapa de nuestra historia - indiferente y frágil, como la calificó en una ocasión Marcio Veloz Maggiolo - , abordando con vehemencia e imbuido de la lengua nativa, las cualidades del paisaje, las conductas, los ambientes, los perfiles y los talantes físicos y sicológicos de los protagonistas taínos y españoles.

Escrita con el lenguaje de la narración histórica, su agilidad expositiva hace que su lectura sea agradable, fácil y fluida, evidenciando las cualidades y el talento de su autor, ya demostrado en “Areíto del cimú” (1979), “El corrido de los taitas”, “Los motivos del machete” (2000) y “Memorias de Concho Primo” (2006), último este del que “Memorial de la Guazábara” es su “capítulo prehistórico”. El empleo de una infinidad de indigenismos, dominicanismos, refranes, expresiones populares, malas palabras, versos y elegancias del lenguaje y la reconstrucción imaginaria de los hechos y personajes actuantes y figurantes que troquelaron la impronta de la historia en ese período determinante, dan la sensación de sentirlo metido en los acontecimientos como si los hubiera vivido o compartido desde el centro mismo de sus gravitaciones; se trata, sin dudas, de una prosa emotiva, entusiasta, ardorosa, trepidante, con aliento expresivo, que, sin dejar de acudir a figuraciones metafóricas, atrapa

al lector y lo hace vivir o revivir, con el dramatismo de sus relatos, cada una de las instancias de la historia.

De la visión edénica de la isla de Quisqueya, su poblamiento por arauacos suramericanos y su entramado mitológico, que trasvasa en una versión en prosa de su “Areíto del Cimú”, la trama parte de aquel drástico cambio de la visión ideal que anotó Cristóbal Colón en su Diario respecto de los nativos después del encuentro con los caribes en el Golfo de las Flechas y la tragedia del fuerte de la Navidad . Si bien lo narrado atiende como dijimos a una cronología, su curso no se sujeta a ella. En sus primeros cinco capítulos, el autor ficciona a partir de la prisión de Caonabo en La Isabela, pero el discurso se desenrolla remontándose al pasado: la construcción de la fortaleza de La Navidad en la costa norte de la isla con la ayuda del cacique Guacanagarix; los abusos que se lanzaron a cometer los españoles que quedaron en aquella guarnición contra la población indígena; su muerte a manos del cacique Caonabo en el territorio del cacicazgo de Maguana; la destrucción, por Caonabo y otros caciques, del fuerte de La Navidad, construido con el maderamen de la encallada nao Santa María; la exploración del interior de la isla por Alonso de Ojeda y Ginés de Gorvalán; la gran expedición militar organizada por Colón desde La Isabela para intimidar a los indios y obtener el codiciado oro del Cipango, transitando por el Paso de Los Hidalgos; las fundaciones de las fortalezas de La Magdalena en las inmediaciones del río Yaque, que Colón dejó al cuidado de Luis de Arriaga, y la de Santo Tomás, en Jánico, cuyo mando confió a Pedro Mosén Margarit; la sublevación de algunos jefes

Palabras de presentación del Lic. Edwin Espinal Hernández de la obra “Memorial de la Guazábara”, de José Miguel Soto Jiménez, Alianza Cibaeña, Santiago, 8 abril 2010.

Memorial de la GuazábaraDe: José Miguel Soto Jiménez

Edwin Espinal Hdez

Historiador y EnsayistaDominicano

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indígenas como Guatiguaná, Guarionex, Caonabo, Bohechío y otros caciques menores; el incendio por Guatiguaná de una casa donde se encontraban cuarenta enfermos; el cerco por Caonabo del fuerte de Santo Tomás y el sitio del fuerte de La Magdalena. Es luego de este amplio ritornelo cuando el autor entronca con los dos puntos de inflexión de la resistencia indígena en 1494: el confinamiento de Caonabo en La Isabela, después de su apresamiento por Alonso de Ojeda y la fundación de la fortaleza de La Concepción en territorio del cacique Guarionex, intimidado por los castigos que Colón había dado a los indios de Guatiguaná.

Del ciclo de Caonabo, cuya personalidad es explotada por el autor con profundidad sicológica, se pasa a la sumisión de los caciques del Cibao y la Vega Real con la imposición de tributos en oro, tras su derrota en la batalla del Santo Cerro, que tendría lugar en Esperanza ,

por el elemental argumento de

la cercanía geográfica con La Isabela, y no en La Vega como muchos piensan .

Después sobreviene la segunda etapa de conquista de la isla. Bartolomé Colón sojuzgaría el cacicazgo de Jaragua sin mayores inconvenientes, gracias a la influencia de Anacaona, esposa de Caonabo, sobre su hermano el cacique Bohechío. Cosa diferente sucedió con los caciques veganos, que después de la sustracción y enterramiento de imágenes religiosas de los españoles y el castigo que por aquel sacrilegio sufrieron, se insurreccionaron con Guarionex a la cabeza. Ese nuevo levantamiento terminaría con el apresamiento de Guarionex y del también cacique Mayobanex, que había acogido al primero en sus dominios.

El libro se cierra con los más cruentos momentos de la pacificación y cristianización del sur de la isla bajo el gobierno de Nicolás de Ovando, cuando fueron sometidos los cacicazgos de Higuey y Jaragua, sublevados en 1502

y 1503, respectivamente. Con la imaginación sobrepuesta a la historia, se dibuja a Juan de Esquivel venciendo la tenaz resistencia que se le planteó en el cacicazgo de Higuey, y en la horca a la anciana cacica Higuanamá y al fornido cacique Cotubanamá. Emerge también Ovando en Jaragua, encabezando personalmente una histórica matanza, de la que sólo se salvó Anacaona, que sería más tarde ahorcada en la plaza de armas de Santo Domingo.

C o m o r e c r e a d o r de épocas, ambientes y

personajes, Soto Jiménez engarza

cada retablo que cuenta con dosis de poesía y descripción. Su versión ficticia se funda en la verosimilitud y la vitalidad de la historia sobre la que novela. Aunque literatura, el autor se empeñó en

repetir el curso de los acontecimientos, la participación de los personajes y los escenarios de los hechos.

De su “curcuteo” en el arsenal de la historia, más que Caonabo, Guarionex, Cotubanamá, Ojeda, Ovando, Esquivel o Anacona – para nosotros, descrita en forma inexplicable como una joven y deseada cacica, cuando ya era abuela de una nieta casada - , el personaje más dramático es una sombra viviente, que sigue imprimiendo a las circunstancias actuales el impacto de aquella impronta epocal: el cacique Guacanarix. De él dice el autor: “Guacanarix, sólo es un maldito ejemplo. Una “vaina” azarosa que debemos recordar. Porque está ahí en nuestro inconsciente colectivo (…) en nuestra conducta nacional, cuando nos pasamos de hospitalarios, y nos ponemos de “sabrosos” a dar al extraño más de lo debido, dando hasta lo que no podemos ni debemos dar. Guacanarix es la duda. La falta de fe. La ausencia de confianza en nosotros mismos, la comodidad y la indolencia. (…) Un complejo que no debemos asumir (…) Un antecedente indeseable que no debemos replicar cuando nos toque hacer la historia” (…) La sombra difusa de un alma enferma que tenemos guardada en la memoria ante la imposibilidad de corregir la historia, pero que fermenta de vez en cuando en ciertas actitudes enfermizas de determinados individuos, personas y sectores, que tarde o temprano habrá que castigar y desterrar de la memoria” (p.126-127).

El ya citado Bruno Rosario Candelier, en “El sentido de la cultura” escribió: “Creo que la historia, contrario a la estimación generalizada, debe escribirse con pasión porque la pasión anima los hechos, sobre todo, los grandes acontecimientos hazañosos, y está en el trasfondo de las empresas humanas significativas” . En “Memorial de la Guazábara”, José Miguel Soto Jiménez ha escrito con pasión y en tanto virtud del sentir, asumió e interpretó audazmente nuestra vinculación emocional, telúrica y sanguínea con nuestros ahiacavos taínos.

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ZONAS FRANCAS para el conocimiento y la innovacion.A propósito del anuncio de la creación del parque científico

de inversión de La India en nuestro país.

Los parques científicos-tecnológicos se han constituido en elementos fundamentales

para el desarrollo económico de muchos países. Forman parte de las empresas de la sociedad del conocimiento y del nuevo modelo de economía fundamentado en la investigación y la innovación para el desarrollo basado en la integración de los diferentes sectores e instituciones sociales y productivas.

Los primeros parques científicos y tecnológicos se iniciaron en EEUU en los años 50 (Silicon Valley es un ejemplo) introduciéndose en Europa en los años 80 y desarrollándose en España en los

90. Actualmente la Asociación Española de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE) cuenta con 79 miembros.

Para insertarlo con mayor efectividad en la producción de la

RD hay que vincularlos a la universidad como fuente del saber científico y a las empresas, lo que dará por resultado “las zonas francas del conocimiento”.

En estas zonas francas se realiza la transferencia multidisciplinar de la investigación en productos concretos para las empresas. Esto se consigue creando el ambiente propicio de interacción entre universidad, empresas y el gobierno que

garantice el beneficio económico y el desarrollo social del entorno.

Los objetivos fundamentales van siempre acorde con los planes y políticas nacionales pero de manera general son:

• Estar al servicio del desarrollo del ciudadano

contribuyendo al bienestar social.

• Contribuir a la generación de conocimiento.

• Contribuir a la mejora de la competitividad empresarial

La universidad utiliza varias modalidades para incentivar el espíritu de la innovación que van desde el fomento del vivero de empresas vinculadas a la institución, promoción de la cultura emprendedora; captación de nuevas empresas y laboratorios para acompañarlos en la investigación; lo que representa una nueva manera de pensar, de gestionar el conocimiento y la universidad en el XXI.

La instauración de estas zonas francas

del conocimiento se logra cuando cada uno de los sectores asume el rol que les corresponde: la universidad se encarga de su papel social como centro académico que aúna enseñanza, investigación y trasferencia de conocimiento, que se plasma con la participación en programas de apoyo a la Investigación y el Desarrollo empresarial y en la realización de proyectos de Investigación y Desarrollo bajo la forma de contratos, convenios y acuerdos de investigación, prestando servicios de asesoramiento, consultaría y asistencia técnica, e impartiendo cursos especializados para capacitación del personal necesario para operar estas empresas. La universidad caracterizada por su compromiso con la calidad y la excelencia de su capital humano como su principal activo configuran una estructura científica sustentada en la realidad dominicana.

Por su parte el gobierno se encarga de formular políticas públicas y planes de estímulos similares a los que se estipula en las normativas de las zonas francas tradicionales ya que esto va a crear fuentes de empleos especializados y diversificar la producción nacional entre los muchos beneficios.

La empresa y la universidad ejercen el papel que le corresponde para contribuir al desarrollo del País. Se invierte en investigaciones específicas dirigidas a sectores de la producción nacional que van llenar nichos del mercado con productos innovadores y de calidad científicamente probada. A la vez se promueve la inversión extranjera.

El empresariado local se muestra muy entusiasmado con esta clase de proyectos ya que representa una fuente

Por Arelis Rodríguez

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de creatividad y dinamismo para la empresa aumentando los márgenes de beneficios y ampliando su portafolio con una gama de nuevos productos.

Las Universidades, las empresas y el gobierno diseñan estrategias con la finalidad de ampliar el tejido productivo tan importante para la economía aportando dinamismo y crecimiento; la universidad con su avanzada especialización en sectores tecnológicos y de gestión de conocimiento, la convierten en un área clave en el desarrollo.

Conocer la experiencia de la gestión del Parque científico Leganés de la Universidad Carlos III de Madrid, España es muy alentadora porque el municipio de Leganés era un pueblo dormitorio sin actividad importante; inició como un pequeño proyecto dentro de la universidad y recientemente acaban de inaugurar un moderno y amplio parque empresarial con casi tres millones de metros cuadrados que ha transformado aquella pequeña localidad

en un importante pueblo donde todo gira alrededor del parque, de la universidad y desde luego de la innovación y el conocimiento.

En el año 2000 la Universidad Carlos III de Madrid, el Ayuntamiento de Leganés y la Comunidad de Madrid, a través del Instituto Madrileño de Desarrollo (IMADE), constituyeron el Consorcio Urbanístico de Leganés Tecnológico para gestionar el desarrollo urbanístico, las infraestructuras necesarias y la implantación de empresas, privilegiando aquellas de base científica y tecnológica.

Desde el año 2002 hasta la fecha se ha apoyado la creación y consolidación de 31 empresas de base tecnológica. Actualmente son 13 las empresas y proyectos empresariales que cuentan con los servicios de asesoramiento del Vivero de Empresas del Parque Científico y 6 las graduadas por haber concluido su proceso de Incubación. En el 2012 se estima que 300 empresas relacionadas

con la Investigación y Desarrollo e innovación darán empleo de calidad y sostenible a 10.000 personas.

Las Universidades dominicanas vienen perfilándose por un concepto más amplio de vinculación con la sociedad tratando de ir a la vanguardia de la transferencia, se va aumentando la investigación y este proyecto es una excelente fuente de financiación por lo que realmente ya podemos dar este paso. Contamos con una cantera de jóvenes que “aroman nuestras aulas persiguiendo un mejor destino” inteligentes, creativos capaces de competir con su talento y hacer realidad este nuevo modelo de desarrollo basado en la ciencia y la innovación: es lo que va hacer posible lograr las verdaderas transformaciones sociales que necesitamos. Es una forma de acercar el futuro al presente redefiniendo una nueva historia “La Zona Franca del Conocimiento” en República Dominicana.

Por Arlyn Desire Abreu

La vida es un camino que recorrer, un camino complejo y hasta cierto punto difícil. Pero, nuestro

camino está determinado por muchas cosas, ¿cómo llevarlo hacia la alegría? Llevar la vida a un estado de alegría es una tarea fácil y a la vez difícil, sobre todo cuado no se sabe muchas veces lo que se quiere, ni lo que se tiene…

El autor de “Mi Camino a la Alegría de la Vida” el señor: Gunter (Harry) Eberl, terapeuta, experto en acupuntura, con muchos años de experiencia en la materia, fundador del programa Rami Life, entendió otro concepto de cómo concebir la vida. Y precisamente comparte con todo el público mediante la publicación de este libro, sus aseveraciones sobre la realidad del ser humano y cómo llevar la vida hacia un estado de felicidad.

“La alegría de la vida es un secreto que está durmiendo dentro de nosotros”, expresa Guenter. Lo que significa que ser feliz o infeliz es una decisión que está en nosotros.

El ser, conectado con el cosmo, no sólo con el cosmo del espacio sideral, sino con el de nuestro interior. Es esa búsqueda que permite observar la vida a través de otra mirada.

“Mi Camino a la Alegría de la Vida” recoge, según nos plantea su autor, una búsqueda de acercarnos “a nosotros mismos” esto último como el misterio más grande del universo.

Mi Camino a la Alegría de la Vida de Gunter Eberl

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Sélvido Candelaria, michense de nacimiento, es escritor y gestor cultural. Este autor de

“Meditaciones” primero, es un hombre rebelde y necesitado de la libertad como del aire que respira. Ha conocido la oscuridad tenebrosa del abismo y la luz divina que cae sobre el pico de la montaña; y en segundo lugar, es un gran poeta, un buscador de las esencias y más que nada “Interiorista” de nacimiento.

Hoy hablaré de su décima obra, la más reciente: “Meditaciones” -101 perogrulladas filosóficas-. El espacio en blanco que dejó el autor en cada página resultó poco para la cantidad de pensamientos y reflexiones que provoca cada meditación en el lector. La obra me luce más bien una catarsis del escritor, un análisis de su conciencia y es que “el objeto del conocimiento”, como diría Kant, al cual la conciencia se refiere es una reflexión acerca de los valores del hombre y de la cultura.

El autor presenta ante sí mismo y ante los demás acciones y cuestionamientos que preocupan a la humanidad desde tiempos inmemoriales y otros generados por los temas que surgen con los “avances” contemporáneos. Pretende que nos miremos al espejo y que nos quitemos la máscara de una vez por todas. Y es que reflexionar en voz alta como lo hace el autor a través de su obra es hablar de sí mismo y de su percepción del mundo, pero resulta que cuando

hablamos somos el eco de muchas voces: de la familia, de los amigos, de los profesores, del sentir del país donde nacimos y de la época histórica en que nos tocó nacer. Entonces… hablar de uno y de sus reflexiones es también hablar de los demás, es un poco contar la historia de todos y plantear sus cuestionamientos.

Tras leer la obra usted podrá elegir como preferido los contenidos filosóficos que más afines le sean o que más necesite para este momento de su vida: los de origen religioso, los sociales o los simplemente humanos… y entonces… podrá indagar como en todo quehacer que pretenda filosofar: acerca de la verdad, de la belleza, de la bondad, del cosmos y de Dios…

El escritor expone sus “meditaciones” y de inmediato provoca en el lector una intensa reflexión que conlleva a que ciertos temas sean evaluados, sopesados y entendidos. El resultado es un ver hacia las profundidades del ser, retomar las más íntimas creencias y cuestionarse una y otra vez.

Enjuiciar la validez de lo propuesto en las reflexiones de Sélvido equivaldría a determinar su verdad o falsedad, problema ineludible de la lógica, pero yo prefiero dejarme provocar por sus aseveraciones y cuestionamientos e indagar después de cada meditación el modo en que se nos presenta la verdad. A sabiendas de que con las limitaciones

que tenemos como seres humanos las reflexiones filosóficas son un poco “caer en el saber que no sabe” y como en toda búsqueda de respuestas realizadas con el corazón se corre el riesgo de perderse en la obstinación de moverse alrededor de un circulo vicioso. ¡Corramos el riesgo!, ¿quién sabe?, existe la posibilidad de que en el proceso de reflexión se nos revelen verdades ocultas…

Experimentemos algunas de las “Meditaciones” o quizás he de decir “provocaciones” de Sélvido Candelaria y las reflexiones que como respuesta surgieron en mí como lectora. Quizá en usted emerjan otras… diferentes y más ricas. Cada cabeza es un mundo, y este tipo de ejercicio a veces es catártico no solo para el autor sino para el mismo lector: pensar y reflexionar sobre asuntos importantes que están lejos de nuestro monótono diario vivir resulta ser la más de las veces, un proceso curativo. Veamos: “Antes de Dios ya existían los milagros. Si no es así. ¿Cómo es que Él aparece?” (Sélvido Candelaria). Ante esta aseveración que solo busca cuestionarse a sí misma habría que confesar que

“Meditaciones” 101 perogrulladas filosóficas de

Sélvido Candelaria

Ofelia Berrido

NarradoraDominicana

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todos nos hemos preguntado alguna vez de dónde vino Dios, si no había nada antes que Él y si fue Él quien lo creó todo. ¿Fue acaso Él mismo quien creó el caos? Otros, incluso se han cuestionado acerca de la existencia de Dios.

Y de inmediato esta meditación sigue generando asociaciones de ideas y pienso… Dios es el Absoluto y por tanto no depende de otra cosa; tiene valor en sí mismo y existe en sí mismo. La filosofía dice que el Absoluto contiene todo lo existente y que es Incondicionado. Kant por su lado explica que la razón tiende a querer explicaciones y entonces busca al Incondicionado, pero para otros como los neopositivistas la idea del Absoluto es vacía, una construcción de la mente o de la lengua.

Desde el argumento cosmológico todo tiene una causa y quiero y debo saber la causa de la causa. Entonces busco la causa última: Dios. Pero vuelve y surge la duda hasta buscar la causa de la causa infinitamente…Y entonces recordamos a Santo Tomás de Aquino cuando dice que si observamos que todo está movido por algo es porque tiene que haber algo que mueva y no sea movido, el motor inmóvil: Dios.

Pero el argumento ontológico –el de San Anselmo- parte de que tenemos a Dios en el alma. Él es parte de nosotros y por eso somos capaces de sentirlo de intuirlo y así Dios sencillamente “ES”.

Descartes por su parte asegura que la esencia de Dios nos lleva necesariamente a su existencia. Decir que Dios no existe es caer en una contradicción. No se puede negar lo que no existe. Si puedo negar algo es porque necesariamente existe.

El budismo prefiere callar sobre estos asuntos, no niega a Dios, solo dice que es mejor no hablar de aquello que las limitaciones de la mente humana no puede comprender y se enfoca más en el aquí y el ahora como forma de utilizar el instrumento –el cuerpo y la mente- que nos fue dado para vivir a plenitud la experiencia de la existencia con espíritu de servicio y compasión.

A mi parecer la idea de Dios está desde siempre en nuestra mente como

la idea más pura; es una idea con la cual nacemos y que se confirma al observar un amanecer o al ver el nacimiento de un niño: ¡Dios como la idea innata! Creo firmemente en la idea de Platón de que…“el alma conoce las ideas puras”.

Es imposible negar a Dios cuando estamos inmersos en Él. Cuando somos una parte más del Todo y estamos constituidos por su misma sustancia. Como diría Espinoza somos una extensión de los atributos de esa sustancia infinita.

Creo que antes del Dios antropomórfico creado por nosotros mismos; ya existía el verdadero Dios: el Innombrable, Innominado, el Absoluto, el que nuestra mente humana y finita es incapaz de describir y entender.

Sobre este tema la claridad y precisión conceptual que deseamos es imposible pues solo los místicos pueden arrojar luz al respecto, lo demás son puras pretensiones. Quizás podemos deducir, pero para ello necesitaríamos que las premisas fueran verdaderas.Y este razonar acerca de la existencia de Dios no tiene salida, una mente finita no puede conocer lo infinito por tanto las premisas en la mayoría de los casos terminarían siendo dudosas.

Creo firmemente que lo que no nos miente es la intuición: la intuición como sede de la verdad: y yo intuyo la existencia de Dios como certeza: aparte de los dogmas y los misterios es una verdad, para mi, clara como el agua.

Lo que acabo de decir puede lucirles cierto o falso, pero es solo mi mente tratando de transmitirles mi realidad; es una proposición; un producto de la disposición mental de reflexión filosófica provocada por Sélvido Candelaria: él es el culpable de esta palabrería que va y viene.

El autor guía con sus meditaciones, sugiere el camino, provoca con sus auto reflexiones cuando se piensa a si mismo pensando. Propone algo y deduce algo que surge como pregunta mediante el uso de la razón. ¡Ah! Sélvido, como pones a trabajar la loca de la casa -la mente- con tu nueva obra. Debo dejar de jugar con las palabras y los conceptos,

dejar de tocar el teclado de las palabras y mostrarles otras de las “Meditaciones” del escritor. Esta vez son ustedes los que harán el ejercicio de reflexión, yo solo se las brindo como una fina carnada para que disfruten el libro de primera mano. Una que nos deja sin palabras porque en ella se manifiesta una verdad oceánica es la siguiente:

“La oscuridad es un guiño de la LUZ ante el temblor de la verdad” Y así encontrarán muchas más. Veamos algunas otras… “El tiempo nunca ha pasado. Es más, nunca ha llegado”; “¿Vivimos entre muertos o morimos entre vivos?”; “¿Cómo es que podemos derrotar las contrariedades de la vida y nos dejamos vencer tan fácilmente por sus ensueños?”. ¿Qué les parece?...Yo por mi parte les invito a que hagan el ejercicio de verse en el espejo de las “Meditaciones” de Sélvido Candelaria; les aseguro que el resultado será revelador; cada uno estará de acuerdo conmigo en que a cada página le falta espacio para las refexiones que provoca…

Gran genio de la ingeniería de su tiempo, apenas terminando un palacio,

se embarcaba en la construcción del próximo, pues su sabio Sultán le había revelado que cuando se cumple un deseo, entra la muerte, si no se plantea el reto de consumar otro. Era viudo, estaba endeudado y su salud empeoraba, seguía erigiendo palacios en busca de cambiar su suerte, sin entender que los proverbios para sultanes no funcionan para los ingenieros.

MediaIsla, 29 de marzo 2008.

ExactitudPor Manuel Llibre Otero

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JOSUÉ KENNEDY NÚÑEZ:EL NIÑO PRODIGIO DEL PIANO EN LA REPUBLICA DOMINICANA

A pocos meses de gestación Josué Kennedy Núñez, sabía que llegaría a mundo marcado por la música. Desde que su madre sintió en el vientre movimientos que no le permitían dormir, descubrió gracias a una pariente como tranquilizar el bebe, con melodías de clásicos como Mozart y Beetethoven, sin imaginarse que su hijo se convertiría en un niño prodigio del piano.Cuando cumplió los 7 años tocó por vez primera el instrumento que lograría convertirlo en un genio de la música, porque interpretó varias piezas de la categoría de “Para Elisa” y “La novena Sinfonía” de Beethoven, así como “Rondón a la Turca” de Mozart, entre otras composiciones solo posible en pianistas conocedores. Sólo una hora había escuchado el piano para poder interpretar las referidas piezas, cuenta su padre, Juan Alberto Núñez.La historia de este niño que cuenta con solo 12 años, ha dado vuelta al mundo, con entrevistas, conciertos y grabaciones que se difunden en la red, colocándolo en posiciones privilegiadas en You Tube y otras redes sociales del internet. Además por sus records como compositor de piezas “Ternura”-primera pieza que escribió bajo la inspiración de su mascota, una perrita- “Sentimiento Profundo”, “Camino de Sueños”, “Renacer” y su más representantita melodía “Caribe Picante” y otras que completan casi una decena de composiciones como “Descubrimiento”, la cual se la dedicó al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. El mandatario conoció la melodía y le agradeció el gesto al niño dominicano, a través de un correo electrónico.Pero este genio del piano, nacido en la Ciudad Corazón y sin tener influencia, ni herencia musicale, presentó sus credenciales en la majestuosa Sala De la Restauración del Gran Teatro del Cibao, donde el concurrido público fue testigo de la calidad y virtuosidad del novel músico.Josué, para perfeccionar su arte, ha tomado clases de maestros como Juan Almonte, Catherine Ely y su profesor privado Emilio Bonilla, del staff del Centro de la Cultura. Todos descatan la cualidades excepcionales de este aventajado pianista, que promete ser uno de los grandes en el país.Y aunque no tiene los recursos económicos, cuenta con su propio piano donado por la Cámara de Diputados a través de su presidente Julio César Valentín.

Pero, el sueño de Josué Kennedy es lograr la prometida beca en el exterior que le hizo el ministro de Cultura, Jose Rafael Lantigua y que parece frustrar su mayor anhelo de convertirse en uno de los grandes del Caribe y América; “estamos desesperados esperando que Josué pueda viajar al extranjero y el tiempo se agota para esos estudios”, argumentaron sus padres.Al preguntársele a quien admira, con timidez al hablar, confiesa su admiración por los genios Ludwid Van Beethoven, Wolfrang Amadeus Mozart, Richard Cleiderman y el criollo Michael Camilo. Su composición “Caribe Picante”, fue influenciada por este virtuoso pianista, a quien ha conocido y de quien ha recibido consejos para lograr su meta de ser un gran músico.Josué Kennedy Núñez, manifiesta que el piano es su vida y que cuando toca cualquier pieza esta lo eleva y espera sentir esa misma sensación cuando logre tocar el piano en el Teatro Mozart en Alemania.//

REMODELAN ATENEO AMANTES DE LA LUZ.

La centenaria entidad cultural Ateneo Amantes de

la Luz, luce remozado, luego de que el Ayuntamiento de Santiago realizara una inversión que lo hace lucir más acogedor para los cientos de usuarios de la emblemática institución Cibaeña. El sindico José Enrique Sued y el presidente del Ateneo, periodista Carlos Manuel Estrella, en la ceremonia de inauguración hablaron de la importancia de la ampliación del parqueo, iluminación, verja y otras áreas de la institución fundada por el insigne Manuel de Jesús Pena y Reynoso en el 1874. Ambos, valoraron el trabajo de los profesionales Marcos Molina y Antonio García, en la remodelación que tuvo una inversión de cinco millones de pesos. En gratitud la directiva entregó una placa de reconocimiento al alcalde, José Enrique Sued, por el remozamiento de una de las mas antiguas entidades culturales del país. El presidente del Ateneo, expresó que con ese trabajo, ‘’hoy cosechamos la semilla que sembraron grandes ateneístas’’. La cinta para dejar inaugurada la nueva etapa, fue cortada por las autoridades, que se hicieron acompañar del Padre Carlos Santana, el senador Francisco Domínguez Brito y Rafael Cruz, del Ayuntamiento de Santiago.

CLAUDIO PACHECO EXPONE DELIRIUM TREMENS

El artista plástico, Claudio Pacheco, presentó en la Sala Natalio Puras del Vice Ministerio de Cultura de esta ciudad, su más reciente propuesta en la técnica

del dibujo ‘Delirium Tremens’’.Esta muestra individual exhibe los rostros de personalidades del país entre los que sobresalen artistas y escritores, Pedro Mir, René del Risco, Manuel Del Cabral, Tony Raful, Dionisio López Cabral, Puro Tejada y Enegildo Peña entre otros que suman 15 propuestas.En cada obra el artista demuestra su dominio en la técnica y su evolución como hacedor de las artes.Claudio Pacheco, es un pintor conocido por su serie ‘’El Quijote Caribeño’’, individual que lo ha proyectado dentro y fuera del país como uno de los buenos en el color y la sombra.//

EDICIONES UAPA EN LA XIII FERIA DEL LIBRO

La feria está dedicada al escritor Freddy Gatón Arce y a México como país invitado. La Universidad Abierta para Adultos (UAPA), en el marco de la XIII Feria del Libro Santo Domingo 2010, presentó dos obras didácticas que se enmarcan dentro de la producción Ediciones UAPA. Los libros fueron Fundamentos de Medio Ambiente y Sociedad, de la autoría de los facilitadores de la referida entidad académica, Milagros Gómez y José Manuel de la Cruz. Ademas de Matemáticas Hoy, del también profesor Rafael Uribe. La presentación de las obras fue responsabilidad de Arismendy Rodríguez y Geovanny Arturo Lachapelle, quienes resaltaron la calidad del contenido y la presentación. El director del Departamento de Publicaciones de la UAPA, Arismendy Rodríguez, destacó que la editora tiene pretensión a nivel internacional, dada la calidad de las investigaciones realizadas por profesionales de distintas áreas de la entidad, conocida como la pionera de la educación a distancia. Expresó que más de 30 obras se han publicado con el respaldo de Ediciones UAPA y que a finales de año, se podrán a circular una veintena de libros. La vicerrectora de Relaciones Internacionales, Magdalena Cruz, también habló en el auditorio del Museo de Arte Moderno de la Plaza de la Cultura, sobre los objetivos de la Universidad en contribuir con libros que apoyan la formación docente.//

Por Fior D’aliza Taveras

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SOTO JIMENEZ PONE A CIRCULAR LIBRO EN ALIANZA CIBAEÑA

SANTIAGO.- “Memorial de la Guazábara”, el título de la más reciente producción literataria del destacado escritor e historiador, el exsecretario de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez, el cual puso en circulación en la centenaria institución Alianza Cibaeña.El presidente de la entidad anfitriona, doctor Jhonny Guerrero, valoró la obra del autor como un gran aporte a la cultura dominicana y que es la misma es una referencia académica para todas las generaciones.El historiador Edwin Espinal, al presentar la obra se refirió al contenido basado en fuentes originales de los llamados cronistas de India y en los trabajos de investigación sobre las palabras indígenas de Emiliano Tejeda.La obra editada por Editora Corripio, aborda la epopeya de la resistencia indígena ante la conquista española. El cuidado de la edición fue responsabilidad del investigador Orlano Inoa y los gráficos de Rafael Hutchinson.El autor de “Memorial de la Guazábara” al dirigirse al concurrido publico asistente, manifestó que su obra se enfoca en demostrar que los aborígenes no han muerto y que están presentes en el temperamento de los dominicanos; “no en un estado sublime, sino físico y que se puede apreciar en la mezcla del blanco, negro e indio”.El también presidente de la Fundación V República, expresó que los aborígenes se pueden encontrar en las calles y que su resistencia se puede apreciar en el “cuero duro de los dominicanos, porque hemos aguantado mucho”.La hoja de vida de Soto Jiménez, fue leída por el escritor Avelino Guzmán y la participación artística fue de la violinista Karina Guerrero, quien con su versatilidad en el instrumento deleitó a la concurrencia en la casa de cultura fundada por el insigne Eugenio Deschamps.El poeta y escritor Puro Tejada, fungió como maestro de la ceremonia.//

ARZOBISPO DE SANTIAGO PONE A CIRCULAR LIBRO

Con el título “Dicernimiento de Espíritus”, el arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, puso en circulación su nueva obra sobre espiritualidad, durante un concurrido acto celebrado en la centenaria Sociedad Cultural Alianza Cibaeña. De la Rosa y Carpio, expresó que la obra esta dirigida a sacerdotes y laicos con una vida consagrada y que la misma puede ser utilizada como guía para

conferencias, talleres y retiros, además de una ayuda para la formación de líderes; ́ ´realmente es un aporte al ejercicio de ministerios y responsabilidades´´, apuntó. Su Excelencia Reverendísima, dedicó la publicación a sus formadores jesuitas, quienes lo educaron en el ´´arte del discernimiento´´ en sus años como seminarista, así como a la Renovación Carismática en la República Dominicana y en España. También mostró su gratitud a entidades y personalidades como la Revista Alabanza en la persona de su directora Margarita Armenteros de Guerra, entre otros más. Explicó que el discernimiento no es más que distinguir una cosa de otra y que en el caso de lo espiritual es un conocimiento íntimo: ´´ que nos hace diferenciar que viene del Espíritu de Dios, que viene del espíritu malo y que viene de nuestro propio espíritu humano´´, expresó La presentación de la obra fue responsabilidad

de Monseñor Vinicio Disla, quien se refirió a los diez capítulos que integran el libro, tales como: Discernimiento, Señales de discernimiento, El discernimiento en la Biblia, Textos de la tradición sobre discernimiento, San Ignacio de Loyola y el discernimiento, Santa Teresa de Jesús y el discernimiento, Discernimiento en la profecía, Ritual de exorcismos y discernimiento; y El combate personal con el Maligno. La vicepresidenta del Ateneo Amantes de la Luz, Elsa Brito de Domínguez, leyó la hoja de vida del escritor religioso.

REINAUGURACIÓN DE LA SALA DE ARTES VISUALES GÉNESIS Y

TRAYECTORIA DEL CENTRO LEÓN

Con la celebración del primer Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, en 1964, se comienza a formar una muestra de obras que con el tiempo

ha ido creciendo gracias a las veintidós ediciones que el concurso lleva hasta nuestros días. También otros factores favorecieron a que la Colección de Arte Eduardo León Jimenes se consolidara más: la inauguración en el 2003 del Centro León que permitió que muchas personas se acercaran a donar piezas y al tiempo que la Fundación Eduardo León Jimenes dinamizó la adquisición de obras de arte.El Centro León presenta esta cuarta edición de Génesis y Trayectoria, la misma busca que los diversos públicos tengan un acercamiento a la cultura dominicana mediante el quehacer y la producción artística autóctona. Toda la muestra está realizada por artistas criollos de reconocimiento nacional e internacional, que mediante sus propuestas artísticas y técnicas del lenguaje muestran el desarrollo de las artes visuales dominicanas.La muestra está distribuida en distintos ámbitos: pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas, grabados, fotografías, instalaciones y obras de video-arte.Esta nueva versión expositiva de Génesis y Trayectoria presenta una novedad, esta consiste en tener dispuesto un sendero para personas con discapacidad visual. Lo que permitirá que este público disfrute del arte dominicano. Esta exposición es un recorrido por la historia de las artes plásticas en Dominicana desde el siglo XX hasta la fecha, como lo expresara la Asesora de Artes Visuales del Centro León, Sara Hermann.

PUESTA EN CIRCULACIÓN DE EDITORIAL SANTUARIO

La escritora dominicana Mary Collins de Colado presentó al público su nuevo libro “El pájaro de lindos colores” durante una actividad realizada en el auditorio de La Trinitaria, de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana.La publicación,

consta de tres cuentos ilustrados por el artista Ramiro Manzano y por la escritora Virginia Read Escobal, con diseño general a cargo de Editorial Santuario. Aidita Selman, quien tuvo a su cargo la presentación de la obra, expresó que “El pájaro de lindos colores” es una trilogía de cuentos que tienen en común la apreciación de su autora por la naturaleza.Mary Collins de Colado manifestó su agradecimiento a todos los presentes llena de emoción y exhortó a los padres para que incentiven a sus hijos a leer libros que aumenten sus conocimientos.“El pájaro de lindos colores” es la confrontación del hombre y la naturaleza de la más auténtica estirpe clásica, desarrollada dentro de la riquísima cultura taína”, expresó Mary Collins.

Por Arlyn Abreu

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