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1 Revista mensual de circulación gratuita www.revistapedalea.com Fernando Milagros: Pedalear me ayuda a pensar, le ayuda a mi corazón, me aclara Chris Carlsson Pionero de la masa crítica en Editorial Actualidad Intendencia Metropolitana y Gehl Architects, trabajan en la intervención de dos puntos de Santiago Vivencial El clan Del Valle, la familia que hacía bicicletas año 03_n° 25_ junio 2016

Revista pedalea #25

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Revista Pedelea, impulsando el ciclismo urbano desde Santiago de Chile. Edición #25, estrenamos nuevo diseño. En portada Fernando Milagros. www.revistapedalea.com

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1Revista mensual de circulación gratuitawww.revistapedalea.com

Fernando Milagros:Pedalear me ayuda a pensar, le ayuda a mi corazón, me aclara

Chris CarlssonPionero de la masa crítica en Editorial

ActualidadIntendencia Metropolitana y Gehl Architects, trabajan en la intervención de dos puntos de Santiago

VivencialEl clan Del Valle, la familia que hacía bicicletas

año 03_n° 25_ junio 2016

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www.revistapedalea.com

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ContenidosRevista digital sobre ciclismo urbano, de edición mensual.

//DirectoraMyriam Salazar

//TextosMyriam SalazarMichelle RaposoSusana Castro Colaboración especial de Chris Carlsson

//FotografíasVíctor Rojas Myriam Salazar

//PortafolioPamela Mesa, Bianca Contreras, Caterina Salazar, Alexis Collao, Arsenio Espinoza y Nicolás Farfán

//Diseño y DiagramaciónAribel González

//VentasVíctor [email protected]+56 9 78528444

//[email protected]+ 56 9 57143245

Mi Primera BicicletaFernando Milagros.

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EditorialCon prisa... Para parar.

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El TallerPraxis: Un nuevo concepto de taller.

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PortafolioIlustraciones.

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ActualidadLa mirada danesa para peatones y ciclistas que se viene en la Región Metropolitana.

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EmprendencletaCrespa-Alforjas Urbanas: Diseño, color y de fácil instalación.

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VivencialEl clan Del Valle: La familia que hacía bicicletas.

32Urbanos

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Revista Pedalea es una publicación in-dependiente, editada por La Máquina Editores Limitada. Revista Pedalea no se responsabiliza por las opiniones de sus colaboradores. Todos los derechos reservados. Las imágenes publicadas no pueden ser reproducidas por ningún me-dio sin autorización.

www.revistapedalea.com

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Como un ciclista urbano durante los últimos 40 años, he visto cambios consi-derables en el mundo a mi alrededor. Mi impulso inicial de optar por el ciclismo sobre el uso de automóviles o transpor-te público, fue mi frustración frente a la congestión, buses y trenes inadecuados o desfinanciados y una impaciencia general. Odio esperar! Sobre mi bicicleta puedo llegar a mi destino en menos tiempo que viajando en automóvil o bus, y sin la ago-nía de mis amigos por encontrar estacio-namiento. Como cualquier joven, me gus-ta acelerar a través de la ciudad, entrando y saliendo del tránsito con un sentido de invulnerabilidad, con la suerte de que no he sufrido accidentes de seriedad en todo este tiempo.

Al final de la década de los ’70 los telé-fonos celulares eran sólo una fantasía de ciencia ficción. Internet no se había es-tablecido como un espacio común de co-municación (estaba tomando forma detrás de escena), y para muchas personas tene-mos tiempo para ver a nuestros amigos. Si queremos encontrarlos, toma varios correos electrónicos y llamadas telefóni-cas, más una docena de mensajes de tex-to, para finalmente acordar que nuestras agendas nos permitirán encontrarnos en

Con prisa… para parar

Por_ Chris Carlsson_

Activista del ciclismo urbano, pionero de la “masa crítica”

en San Francisco, Estados Unidos.

tres semanas, por 20 minutos, para com-partir un café, rápido. ¿Qué sucedió?

Durante los ’70, la economía mundial aún era local, con una gran parte de los bienes de consumo diario siendo produ-cidos dentro de las fronteras de nuestros países. A finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, el mercado mundial alteró completamente nuestras vidas. Hoy mu-chos de los bienes que consumimos son producidos lejos, en industrias cruzando los océanos. El dinero corre alrededor del planeta 24 horas por día a la velocidad de la luz, buscando las oportunidades más rentables en la oscuridad de cada rincón y grieta. Más personas han sido desplaza-das de sus lugares tradicionales de asen-tamiento que en cualquier otro período mundial de la historia. La dictadura del dinero los ha empujado en busca de me-jores oportunidades económicas dentro de los países o cruzando las fronteras na-cionales (legalmente o no). Nuestras vidas han sido re moldeadas por estas dinámi-cas. Ya sea relocalizándonos o quedándo-nos en un lugar, también hemos soportado una “aceleración” enorme en nuestro dia-rio vivir. Especialmente en los últimos 20 años, nuestras vidas se han acelerado de una forma que nadie pudo anticipar.

La mirada danesa para peatones y ciclistas que se viene en la Región

editorial

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Donde vivo en San Francisco, epicentro del tan anunciado “boom tecnológico”, todos están tan ocupados todo el tiempo, que las amistades se están debilitando y muchos no tienen tiempo para una “rela-ción real”. La velocidad en la que estamos viviendo es vista como algo inevitable, como el clima, y en cualquier caso, nuestra adaptación a ello es necesaria si queremos ser empleados y tener un “futuro”. La gente corre del trabajo para comer, para dormir teniendo poquísimo tiempo para cualquier otra cosa. Las jornadas de ocho horas por las cuales lucharon nuestros ancestros en duras batallas, se transformaron en reli-quias olvidadas de la era industrial. Hoy en día, es común trabajar de 12 a 14 horas por día, incluyendo el tiempo de transporte en buses y trenes equipados con internet.

La bicicleta se ha transformado en un san-tuario para esta locura. Sobre mi bicicleta no estoy conectado. Yo estoy en mi cabeza, tengo control de cuan rápido quiero mo-verme a través de la ciudad y puedo apro-vechar cualquier oportunidad durante mi ruta, de parar y hablar con mis amigos o aquellos que encuentro. Si bien es cierto que puedo cruzar la ciudad más rápido en una bicicleta que en automóvil o bus, la bicicleta esta representando un ritmo de vida diferente, una forma de movimiento más lenta. En este caso, “lento” se refiere menos a la velocidad que a la filosofía de vida. En un mundo que nos empuja in-cesantemente a trabajar más, en jornadas más intensas, dedicar más y más tiempo a la expansión de nuestras habilidades para tener más posibilidades de empleo, la bici-cleta entrega una rara oportunidad de “sa-lir” de esta rueda para hámster y reconec-tarnos con nuestros pensamientos. Más aún, nos permite experimentar el aire, la lluvia, los sonidos y los olores de la ciudad, que perdemos cuando nos encerramos en las cajas de metal y vidrio que bloquean las ciudades, ensuciando el aire y el agua.

Cuando pedaleamos, experimentamos la vida en forma directa, sin la mediación de la propaganda radial de corporaciones o de gobierno, que dominan nuestra vida mien-tras dirigimos un automóvil. Podemos hablarle a las personas que encontramos, averiguar lo que esta ocurriendo un una manifestación, en un accidente, del accio-nar de la policía o de acciones políticas, sin ser explicado por editores trabajando para los dueños de la sociedad. Pedalear a través de ambientes urbanos, desafía nuestras ca-pacidades intelectuales para interpretar la realidad de forma directa, para llegar a in-terpretaciones y explicaciones que se basan en nuestras propias ideas y conocimiento inmediato, en lugar de confiar en reportes histéricos y distorsionados que son entre-gados como “noticias” en gran parte de este “mundo libre”.

El tiempo desacelera cuando te adentras en tus pensamientos. El ciclismo es una d e las actividades que nos cuesta práctica-

mente nada y nos entrega mucho. Podemos salirnos de la trotadora de la vida diaria por media hora o más para saborear los gustos perdidos de la ciudad, para darle espacio a nuestros propios pensamientos y para de-terminar nuestro propio ritmo.

Vivimos en una cultura en expansión que quiere reducir todo al eslogan degradado “tiempo es dinero”. Bueno, el tiempo se ha agotado absurdamente. El ciclismo nos ha ayudado a recuperar nuestra independen-cia. Vamos a darnos prisa en dirección a un mundo donde podamos calmarnos, oler las flores, tener tiempo para conversar con un buen amigo y disfrutar de la vida.

¡Para disfrutar

plenamente, no

por pleno empleo!

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Por_Michelle Raposo

La mirada danesa para peatones y ciclistas que se viene en la Región MetropolitanaLa Intendencia de la Región Metropolitana junto a la oficina danesa conocida por la transformación de Copenhagen, Gehl Architects, trabajan en la intervención de dos puntos de Santiago.

actualidad

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Se imaginan partes de Santiago con espa-cios peatonales como el Time Square de Nueva York o una intervención urbana como la Praia Paulista que se hizo en Sao Paulo o por qué no ver espacios en que peatones, ciclistas y automovilistas conflu-yan naturalmente como en la capital danesa.

En eso es lo que está la Intendencia de la Región Metropolitana, junto al Banco In-teramericano de Desarrollo, la Subsecreta-ría de Desarrollo Regional y la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas junto a la oficina de Jan Gehl Ar-chitects con el plan “Santiago Camina”.

En el caso de la Región Metropolitana, los lugares elegidos son el sector de la Explanada de los Mercados en el centro de Santiago y el eje Gran Avenida -Padre Hurtado-(ex Los Morros), en la comuna de La Cisterna.

“El arquitecto y urbanista danés Jan Gehl tiene mucha experiencia y ha pasado su vida estudiando la manera en que se com-portan las personas en el espacio público y busca principalmente transformar el es-pacio público en lugares dinámicos, par-ticipativos y democráticos, esto significa ir conquistando estos espacios y quitán-dole lugar a los vehículos motorizados”, cuenta Pablo Fuentes, arquitecto y di-rector regional de arquitectura del MOP quien se encuentra dentro del grupo de trabajo de esta iniciativa.

ENCUENTRO OPORTUNOToda esta iniciativa partió por un encuen-tro casual, cuenta el director regional de arquitectura del MOP. “El año pasado el intendente Orrego estuvo en Washing-ton y se encontró con Jan Gehl en una actividad y le comentó que estaba muy interesado en trabajar con él en la ciudad de Santiago. Ahí Gehl le contó que ya estaba trabajando con el BID en Chile, en las ciudades de La Serena-Coquimbo y Puerto Montt-Puerto Varas, así que el Intendente le dijo que con mayor razón esperaban la participación de su oficina acá en Santiago y logró convencer a la gente del BID y de la Subdere para que fi-nanciara un proyecto acá y se sumara a los que habían en el norte y el sur”, explica.

Esto coincidió en el tiempo con la orga-nización del Foro Mundial de la Bicicleta que se realizó a finales de marzo y comien-zos de abril. Uno de los desafíos era cruzar esta gestión con la visita de Andreas Røhl

de la oficina de Gehl Arquitects como ex-positor del evento y elegir al menos dos puntos de la ciudad para intervenir, uno de esos puntos fue a sugerencia del Foro.

SACANDO LA FOTO AL ENTORNOEntre el 11 y el 14 de mayo se realizó la primera etapa del proyecto que corres-ponde al levantamiento de información primaria de peatones y ciclistas en diver-sos puntos de Santiago para caracterizar o elaborar un diagnóstico de la situación actual de los flujos de estos en los entor-nos urbanos.

“Hicimos una convocatoria de volunta-rios. Necesitábamos 40 personas para cu-brir los dos puntos de intervención: la ex-planada de los mercados y Gran Avenida donde se bifurca con avenida Padre Hur-tado y llegaron 160 en total. Esto porque se sumaron las organizaciones de ciclistas y cursos de urbanismo de distintas uni-versidades como la U. Mayor, USACH, la UDP, U. Católica y la UTEM. Entonces como tenía más gente decidimos testear dos lugares más, uno el paseo Ahumada y el otro el entorno de la plaza de bolsillo en Morandé 83”, cuenta Fuentes.

No solo se contó el número de peatones y ciclistas, “también se caracterizaron esos flujos, con rangos etários o si eran hom-bre o mujer. El tipo de actividades que se desarrollaban en el espacio público. Por ejemplo en el área de análisis se hacía un recorrido donde se identificaba si había

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gente sentada, mirando, niños jugando, personas descansando, etc. Una caracte-rización del comercio formal e informal y con eso la idea era conocer cuál era el tipo de actividades que mejor se desarrollaban en el espacio público”, agrega el arquitecto.

INTERVENCIÓN AESCALA HUMANAUna vez que la información recolectada llegue a Gehl Arquitects, dentro de un mes, mes y medio, se espera que lleguen las propuestas de diseño preliminar para los dos puntos seleccionados “a fin de que podamos trabajar y afinar el diseño en una próxima visita”, comenta Fuentes. Luego de eso viene la presentación de anteproyectos más específicos y el finan-ciamiento a través de los conductos regu-lares. La idea es que para noviembre estén ejecutadas las obras preliminares.

Andreas Røhl-

Experto en sistemas de transporte urbano eficientes

Tan simple como lavarse los dientes

Andreas Røhl trabaja para Gehl Arquitects y antes de eso estuvo

por 8 años a cargo del programa de bicicletas de Copenhagen. Además

de su trabajo con la intendencia vino a Chile a exponer en el FMB5 en los temas de Políticas Públicas desde la

Ciudadanía y Equidad Social.

Desde su visión profesional y por lo que alcanzó a ver en esa visita comen-tó que “fue bueno ver a mucha gente andando en bicicleta y yo que vengo

de Copenhagen esto es una actividad normal, es como lavarse los dientes.

Tú no hablas de cómo te lavas los dientes solo lo haces, y mucha de la

gente que vi pedaleando andaban así relajados, usando ropa normal como

si no fuera una gran cosa, solo usan la bicicleta de un punto a otro”.

En cuanto al crecimiento de los ciclistas en el país, agregó que

“también noté que tienen el mismo problema que en muchas ciudades

donde el ciclismo se vuelve popular. Y el problema es que los que andan en bicicleta quieren ir donde todo el mundo va y si no hay las facilidades, los ciclistas no van a esos lugares o empiezan a pedalear en la vereda y

eso creo una especie de problema un poco injusto entre los peatones y los ciclistas donde ambas partes hacen cosas buenas para la ciudad pero no

hay espacio para ambos”.

Otro tema en común que se repite con lo que está pasando en Chile es sobre las políticas públicas y lo

importante que es tener autoridades comprometidas. “Incluso en Copen-hagen fue difícil la decisión de poner

una ciclovía en una calle, porque también había que decidir si sacar una pista de circulación o estacio-

namientos de autos, pero había una voluntad política para promover este

tipo de acciones”, concluye.

“En este tipo de intervención más que la majestuosidad se busca más bien interve-nir inteligentemente y que sea detonante en un proyecto de mayor envergadura. Pero una de las novedades es que en la re-gión existe una preocupación no solo por las grandes intervenciones, que resuelven grandes problemas, sino también está preocupada de aquellos problemas me-nores pero que tienen un gran significado para las comunidades donde se emplazan y que se resuelve con propuestas urbanas innovadoras”, elabora el arquitecto.

Andreas Røhl

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Divoom Store: El lugar para

experimentar la música

Parlantes portátiles de alta def inición

Caracterizada por su estilo trendy y sus diseños atractivos, Divoom lleva más de 10 años traspasando todas las bondades del audio de alta fidelidad a los parlantes portátiles, respondiendo a las tendencias actuales del mundo digital con productos de mucha calidad, a un precio accesible y complementando el estilo de vida de gen-te moderna que tiene una vida activa.

Para que sus clientes sintieran la emoción que transmiten sus parlantes, hace 10 me-ses abrieron su tienda boutique Divoom Store en Providencia 2237 (local P35-G) y a contar del 01 de julio la marca inau-gurará una nueva tienda en la Galería Drugstore (local 62). “Hemos visto que a la gente le gusta experimentar las cosas, quieren escuchar, jugar con los productos, probar los parlantes, tiene que ver con algo mucho más personal que comprar un simple accesorio”, cuenta Johny Shats, di-rector comercial de la marca en Chile.

Con un diseño arquitectónico sustenta-ble y un mesón que emula la idea de una barra, “la idea es que la gente realmente tenga una experiencia con el sonido, se siente y escuche tranquilamente todos los parlantes que quiera y de ahí elegir”, complementa el ejecutivo.

Otro factor que destaca Shats, es que “la gente valora mucho la buena atención y tenemos el respaldo de una marca inter-nacional, con productos que tienen ga-rantía por año. Cuando las personas van a la tienda a comprar al final se sienten

tan cómodos que se quedan conversando de música y se vuelve una relación de mu-cha camaradería”.

LLEVANDO LA MÚSICAA OTRO NIVELAlgo que caracteriza los parlantes Di-voom (www.divoom.cl), además de la calidad del sonido, es su multifunciona-lidad. Uno de los más populares dentro de la gama pequeña es el Airbeat10, “que lo usan mucho para las bicicletas, porque a pesar de su mini tamaño, suena súper bien y tiene un bonito diseño. Además como funciona como manos libres es muy útil en términos de seguridad para los ci-clistas. Y no solo te sirve para la bicicle-ta, también lo puedes usar para la ducha, porque es resistente al agua. Tiene una ventosa y todos los accesorios para ocu-parlo donde quieras”, explica Shats.

Con la misma capacidad todoterreno, re-sistentes al agua, nieve, tierra, arena y gol-pes, pero con una estructura más robusta y mejor sonido, se encuentra la línea Voom-box. “Hay tres modelos, el más chico es el Travel que lo puedes colgar en cualquier parte, después viene el Outdoor360, que trae el sistema True360 que da un efecto envolvente a la música y por último está el modelo Party que es el tope de línea con una estructura de subwoofer 2.1”, comen-ta el director comercial.

Otras opciones son los smart speakers de la línea Aura, que ya son un poco más como juguetes, que mezclan el audio con luces

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LED y se manejan a través de una apli-cación en el celular. “El más básico es el Aurabulb que es un parlante con forma de ampolleta con luces que cambian de color según la música. Luego viene el Aurabox, que trae una pantalla con diferentes leds de colores que manejas a través de una aplicación y puedes hacer figuras y anima-ciones que después se ven en el parlante e incluso te avisa si te llegó un whatsapp. A los jóvenes son los que más les atraen estos productos”, comenta Shats.

“Una característica de Divoom es que con-voca a cualquier persona que disfrute con la música. Puedes tener a alguien muy eru-dito musicalmente y se van a ir por los par-lantes de alta gama, mientras que hay gen-te que quiere escuchar algo piola que suene bien y que puedan llevar fuera de la casa y otros que se van por el diseño. Al final tie-ne que ver con el disfrute de uno. Algo que te hace sentir bien”, concluye Shats.

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Pedalear me ayuda a pensar,

le ayuda a mi corazón,

me aclara.

Fernando Milagros-

Por_Myriam SalazarFotos_Víctor Rojas

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Fernando Milagros llega pedaleando a la sesión de fotos, en todas ellas posará con lentes oscuros, le dice al fotógrafo “Yo soy con lentes”. El músico prefiere su bi-cicleta para moverse por Santiago aunque cuando tiene que cargar la guitarra se le hace más difícil.

Cada jueves a las 3 de la tarde suena una nueva edición de El Giradiscos, programa donde Fernando es el encargado de llevar un agradable viaje entre vinilos, canciones y amigos, todo esto bajo el soporte de Sú-bela Radio.

Fernando Milagros no siempre se dedicó a la música, comenzó como diseñador tea-tral donde trabajó junto a la dramaturga y directora Manuela Infante. A sus 36 años y con una carrera musical en alza nos cuenta: “Creo que siempre lo fui y nunca me lo creí hasta grande. Cuando comencé a grabar las primeras canciones. Estuve un tiempo trabajando en el teatro y cine antes de dar el paso y dedicarme por com-pleto a la música”.

Junto a Gepe, Javiera Mena y Denver, Fer-nando Milagros es hoy referente en la mú-sica nacional alternativa, con trabajos como “Vacaciones en el patio de mi casa” (2007), “Por su atención gracias” (2009), “San Sebastián” (2011) y “Nuevo sol” (2014).

mi primera bicicleta

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Actualmente está terminando de grabar y producir un nuevo single. “Ha sido un proceso largo de cambios en mi vida y en la forma de hacer, componer y producir mi música. Y todos estos cambios están dan-do frutos inesperados y luminosos”.

-¿Qué banda escuchas por éstos días?Pegado con un disco de un dúo alemán que se llama Rythm & Sound. Y reecontrán-dome con la discografía de The Clash.

-¿Cómo ha sido la experiencia de hacer radio?Es toda una experiencia. Siempre me ha gustado poner música y soy adicto a hacer playlist de todo tipo, entonces me parece una extensión de eso poder compartir la música que decidamos poner y conversar con cada invitado al programa.

-¿Qué es para ti la bicicleta y qué es lo mejor de pedalear?La solución a muchos problemas si se usa responsablemente. Me ayuda a pensar, le ayuda a mi corazón, me aclara. ¡Y lo mejor de todo es pedalear a casa el día viernes a la hora del taco!

-¿Cómo te gustaría Santiago?Me gustaría que los barrios fueran más respetados, que las inmobiliarias tuvie-sen más normas para que no destruyan la ciudad, y terminen expulsando a los ciu-dadanos de su comuna, construyendo sus edificios de cartón. Que hubiese un diseño de ciudad que nos permitiera vernos más, conocer a tus vecinos, juntarnos.

RECUERDOS DE INFANCIAEl camino del colegio a mi casa hasta los 7 años quedaba en línea recta por la ca-lle Lord Cochrane hacia la Alameda. Lo hacíamos caminando y pasábamos por el Paseo Bulnes. Luego de llegar al departa-mento bajaba la bici para pedalear con mis amigos o para hacer cualquier otra cosa.

Tenía muchos amiguitos y yo era uno de los más pequeños de edad. Luego a los 7 me fui a vivir con mi mamá a Puerto Na-tales. Lo más rico de esa ciudad era que podías recorrerla en muy poco tiempo y que en invierno la nieve era un tremendo panorama. Podías estar toda la tarde ju-gando en ella.

-¿Cómo fue tu primera bicicleta y quién te enseñó a pedalear?Recuerdo que la heredé de una tía para una navidad, era una Lahsen azul de paseo con freno torpedo. Era el único del barrio que tenía ese freno y me permitía hacer una frenada que dejaba una huella muy bacán en el piso. Pasábamos el día haciendo eso. Me enseñó un amigo del edificio, Cristián Vera, yo tenía 5 o 6 años y él 9.

“Me gustaría que los ba-rrios fueran más respeta-dos, que las inmobiliarias tuviesen más normas para que no destruyan la ciu-dad, y terminen expulsan-do a los ciudadanos de su comuna, construyendo sus edificios de cartón”

Fernando Milagros en su infancia

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DIPLOMADO EN FOTOGRAFÍA

Nuevas herramientas para el lenguaje visual

DF I 2016El vertiginoso desarrollo del soporte digital ha significado que el viejo sueño de uno de los pioneros en democratizarla, George Eastman, se cumpla en forma más rápida que en la era análoga: la masificación de la imagen fotográfica y su fácil producción a través de distintos medios tecnológicos implica que como nunca antes la cultura icónica de la sociedad se vuelva compleja y variada, entregando a los profesionales del ámbito visual, nuevas herramientas para repensar sus métodos de trabajo, así como el uso del lenguaje visual a manera de estrategia para alcanzar objetivos comunicacionales.

CONTACTO+56 2 2689 20 [email protected]

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PRAXIS:Nos tomamos el

tiempo necesario para que las

bicicletas queden en excelente estado

Por_Myriam Salazar

Víct

or R

ojas

el taller

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Damián Olivares y Gonzalo Luna se conocieron trabajando como mecánicos de bicicletas en Kamaleón Bikes, proyec-to que cerró sus puertas y donde hoy se ubica Praxis.

Olivares y Luna se asociaron para crear este nuevo taller, Damián es quien admi-nistra el negocio y supervisa que cada bi-cicleta salga en óptimas condiciones. Para esto tuvo que empezar desde cero. “Mi in-terés principal fue netamente transpor-te como para la mayoría de las personas. Percances que me ocurrieron en el camino me hicieron querer aprender este oficio. Estudiaba ingeniería en construcción y empecé en un taller cerca de mi casa don-de aprendí mecánica. Después llegué a trabajar en Kamaleón Bikes, aquí tuve un crecimiento como mecánico bastante am-plio, conocí otro mundo, otras bicicletas.”

“Cuando Kamaleón Bikes decidió cerrar, nos quedamos sin pega, juntamos unos ahorros que nos quedaron y decidimos seguir con el taller”, cuenta Olivares.

¿Conservaron algo del anterior taller?Principalmente las herramientas eran nuestras, junto con la formación en mecánica fuimos adquiriendo las herra-mientas para comenzar el taller, los con-tactos. Con Praxis quisimos darle otro enfoque, no solo dedicado a bicicletas de pista, sino que abierto a la comunidad en general. Tenemos muchos vecinos que ahora vienen. Este cambio le ha dado un plus al taller, nos ha empezado a ir mu-cho mejor, porque al final la mecánica es la que para la olla.

Un nuevo concepto de taller de bicicletas en un local

conocido por muchos ciclistas.

El nombre del taller tiene un especial significado para sus dueños. “Praxis es un método de aprendizaje que dice que se puede aprender haciendo. Ese fue nues-tro inicio. No sabía nada de contabilidad, entonces todo lo fuimos aprendiendo ha-ciendo. Lo único que sabíamos era mecá-nica, pero en el resto fue todo un mundo nuevo que descubrir”.

¿Cuál es la línea que seguirá Praxis?Queremos ser un taller inclusivo, seguir perfeccionándonos, hace poco entramos con el tema de los frenos hidráulicos, que está súper en auge ahora con las bicicletas de montaña. Queremos ser un taller in-tegral y abierto a todos. Recibir desde la bicicleta de competición hasta la bicicleta del vecino de la esquina que es la más bá-sica, ese enfoque como taller. Como tien-da queremos seguir con lo que siempre hemos hecho, la bicicleta de pista, y por lo mismo tratamos de tener los compo-nentes que no todos tienen, somos bien busquilla en eso, traemos productos de afuera que acá no se encuentran mucho y se están usando harto.

Praxis es parte del Centro Leñería, un es-pacio colaborativo donde también están Chol1 y Te Cuido La Bici.

La clientela es local y crece constante-mente con el desarrollo inmobiliario.

“Nuestra mayor herramienta de difusión es el boca a boca, nos esforzamos en que las mantenciones queden súper bien, nos tomamos el tiempo necesario para que las bicicletas queden en excelente estado, so-

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mos muy metódicos, nuestra reputación nos avala. Los clientes nos recomiendan y vuelven ya somos el taller de confianza”.

Gonzalo Castillo es uno de los mecánicos en Praxis. “Estoy del año pasado a inter-valos y desde marzo fijo. Además soy di-señador industrial trabajo free lo que me permite trabajar aquí. El taller abre a las 10:30, eso nos facilita bastante el trans-porte. El otro mecánico es de San Ber-nardo y yo vivo en Quilicura, vengo todos los días en bicicleta, me demoro una hora. Es mucho más rápido que el transporte público. Por lo menos Panamericana tie-ne la seguridad de que los conductores siempre han visto trabajadores en bici-cleta, entonces los camiones y buses se apartan, no como cuando entras a la ciu-dad, los autos están muy pujantes con los ciclistas. Los camioneros y buses tienen la costumbre de correrse, tienen incorpo-rado el metro y medio de distancia hace mucho tiempo. Mucha gente que vive en Quilicura trabaja en la construcción, es el típico ciclista urbano antiguo que usaba la rutera antigua. En ese sentido es más fácil que cuando entras a la ciudad, ahí es más complicado”.

¿Cómo aprendiste el oficio?Aprendí a andar en bicicleta a los 27 años. Antes de eso aprendí a armar bici-cletas, agarré la bicicleta de mi abuelo y dije quiero salir a andar en bici. Empecé a armarla, iba a tiendas, preguntaba, veía videos. Me gustó harto, agarré la bici me puse a pedalear y al mes me fui a la Lagu-na de Aculeo. Al mes siguiente me fui al Valle del Limarí en bici, de ahí no paré. Empecé a ver tipos de bicis, la mecánica, me llamaba la atención como eran mecá-nicamente diferentes a otras y la diferen-cia entre tecnología y lo esencial, eso me gustó. Es un trabajo tranquilo, me encan-ta el olor a bicicleta, cada bici que llega es un nuevo desafío.

PraxisTaller Ciclista

Seminario # 1307 Ñuñoa

TIPS DEL MECÁNICOConocer los diferentes pernos de tu bici y tratar de unificarlos, llevarlos a una me-dida para llevar pocas herramientas, por ejemplo llevar una alen 5 o 6 y no pasarse de eso. Lo que hay que aprender sí o sí es a cambiar una cámara, todos los talleres es-tán eliminando ese servicio por tiempo y un ciclista debe saber hacerlo. El bombín es muy necesario, andar con los neumáti-cos bien inflados, buenas luces y ojo en la calle, sin audífonos e invertir en seguridad y ser súper predecible en la calle. Respetar la velocidad en ciclovías porque por ellas transitan adultos mayores y niños.

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Diseño, color y de fácil instalación

Crespa - Alforjas Urbanas-

emprendencleta

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María José Abarzúa nos recibe en su departamento en Providencia, donde por ahora tiene su taller y centro de operación, un acogedor espacio donde crea sus coloridas alforjas.

Soy de Con Con, de Viña en realidad. Me vine a Santiago el 2006 a estudiar, mi hermano ya vivía acá y me decía que me moviera en bicicleta. Me daba susto porque no agarraba la bicicleta desde que era chica, hasta que un día le hice caso y me prestó su bici. Vivíamos en Portugal y trabajaba en Guardia Vieja, ¡el pique era súper corto y la hice jajaja!, no me bajé más de la bicicleta.

¿Cómo armaste tu primera alforja?Me compré mi bici y pedaleando necesite un bolso, iba a la universidad en Cami-no Agrícola y de ahí al trabajo. En el día estudiaba y en la noche trabajaba como garzona en un restaurant. Llegaba toda transpirada. Siempre le pegué a la costura, así que me hice un bolso. Mi mamá siem-pre cosió, viéndola a ella desde chica algo sabía. Siempre me hacía bolsos, me arre-glaba la ropa que no me gustaba. Así me hice una alforja bien fea jajaja. Después compré tela y me hice una más bonita. La gente me empezó a preguntar en la calle de dónde había sacado esa alforja.

Terminó su carrera como preparadora física pero no le gustó, “No tuve buenas experiencias y conseguir trabajo fue muy difícil, el medio está lleno de autodidac-tas, a nadie le importa si estudiaste, lo importante es tener grandes músculos y tirar pinta”.

Anteriormente María José estudió dise-ño mecánico en la Universidad Federico Santa María en Viña del Mar, “Egresé e hice mi práctica y me di cuenta que no me gustaba. Cuando me estaba titulan-do, el proceso se fue alargando y me de-primí mucho. Mi mamá me inscribió en un gimnasio, para tratar de sacarme de la depre, fui y me gustó. Me hice adicta al gimnasio, me pasaba todo el día haciendo ejercicio. Alguien me dijo: ‘No es bueno convertir tu hobby en tu pega’ y así fue”.

Mientras administraba una academia de Kung Fu empezó a hacer las alforjas para probar si resultaba como negocio, “Ya me habían preguntado varias personas y te-nía la idea de cómo sería esa alforja. Te-nía que agarrarse a la parrilla, con fuelle a los lados y con correa para poder llevarla. Como no sabía mucho no tenía acolcha-do, tampoco era impermeable, de igual forma se empezaron a vender”.

El 2010 comenzó a prender el negocio de las alforjas, así se convirtió en un pro-yecto personal al que dedica al 100% de su tiempo.

¿Cómo fuiste mejorando el producto?Con la experiencia, encontrando mejores materiales, por ejemplo sabía que tenía que ser impermeable, pero no sabía cómo hacerlo. Como empecé a visitar las tien-das de telas de Independencia los vende-dores me ofrecían nuevos materiales. No sabía cómo se hacía el acolchado, partí desarmando una mochila, le saqué el re-lleno y partí con él a buscar donde lo ven-dían. Me compré una máquina de coser industrial porque al principio trabajaba con una común y era un desastre.

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Hace dos años María José fue mamá y tuvo que dejar por un tiempo las alforjas. La gente siguió escribiéndole por nuevos pedidos. Simón Pérez de la tienda y café El Cicletero la contactó para llevar las alforjas a su local, “él me dio el empuje inicial” en enero de 2016 partió todo de nuevo.

El producto oficial es la alforja doble, cua-drada y redonda, es impermeable, con hin-cha reflectante y correa para llevarla como bolso. La instalación en la parrilla es muy simple y todas tienen mucho diseño.

¿Dónde se pueden comprar Crespa-Al-forjas Urbanas?Las alforjas se venden en Nación Pedal, Envy Bikes, El Cicletero, Lobo Bike, Mundo Cleta y Buena Bici.

El proyecto de La Crespa María José si-gue en crecimiento, la idea es tener una fábrica de alforjas y trabajar con más per-sonas, “Estoy falta de producción por la alta demanda, necesito producir más”. Además de la fábrica se vienen nuevos productos “estoy probando con pequeños bolsos para el manubrio, varias personas me han pedido un bolso donde quepa el notebook, estoy trabajando en ese proto-tipo tipo mochila”.

/crespa_alforjas urbanas

María José Abarzúa

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ilustraciones

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1_Bianca Contreras2_Arsenio Espinosa

3_Pamela Meza4_Nicolás Farfán5_Pamela Meza

6_Arsenio Espinosa7_Caterina Salazar

8_Alexis Collao

portafolio

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Ilustraciones es una muestra colectiva que reúne el trabajo de distintas gene-raciones de Ilustradores Artísticos de escuela ALPES, poniendo de manifiesto una multiplicidad de miradas respecto al rol del ilustrador.

Esta muestra nos invita a reflexionar en torno al quehacer del ilustrador como comunicador de ideas, conceptos, reali-dades y fantasías, que utilizando diver-sos medios logra crear imágenes carga-das de significados.

Vivimos en una sociedad llena de imá-genes y nos servimos de ellas para co-municarnos, la publicidad, la moda, la televisión, internet y los emoticones, etc. Es por ello que el rol autoral y social del ilustrador cobra cada vez mayor relevan-cia en nuestra sociedad; autoral a través del estilo personal de cada ilustrador, esa

Por_Susana Castro Gallero

Bianca Contreras

marca o impronta que nos permite reco-nocerlo, apreciarlo y que va de la mano con la responsabilidad social de entregar contenidos y significados en sus imágenes que nos lleven a la reflexión.

Desde el exquisito uso del trazo a lápiz y acuarela de Pamela Meza y Caterina Salazar respectivamente hasta el univer-so fantástico construido digitalmente por Alexis Collao pasando por las expresivas caricaturas de Nicolás Farfán, los ino-centes relatos de Bianca Contreras y los históricos personajes en alto contraste de Arsenio Espinoza, Ilustraciones se plan-tea como una instancia de aproximación de este arte al público, no solo poniendo ante los espectadores piezas de alta factu-ra técnica, sino también, un potente relato del que hacer de nuestra escuela.

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Leo del Valle junto a una

foto familiar.

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El clan Del Valle: La familia que hacía bicicletas

Leonardo del Valle, nieto del primer fabricante de cuadros de bicicletas en Chile mantiene vigente

la tradición familiar entorno al ciclismo.

Por_Myriam SalazarFotos_Víctor Rojas

Todo comenzó con su abuelo Francisco del Valle, quien confeccionó el primer marco de bicicletas en 1918 y de paso inició la tradición familiar. Samuel del Valle, su pa-dre e hijo de Francisco, continuó con el oficio. A los 15 años fabricó su propia bicicleta y trabajó por más de 30 años en la Federación de Ciclismo como mecánico y pre-parador de corredores, lo que le permitió viajar por todo el mundo. Hizo las bicicletas de grandes ciclistas como Fernando Vera, Miguel Droguett, Richard Tormen, entre otros. El camino de Leonardo estaba trazado.

“Mi tío Vicente del Valle fue quien me impulsó a no tener miedo. En el mesón trabajábamos los tres: mi viejo, mi tío y yo. Miraba y le preguntaba a mi viejo. No, me decía, ‘mira y aprende’. Me daba vueltas y vueltas, hasta que un día le dije: Tío, ¿me puede decir para qué es esto? Él me explicó y en 5 minutos me quedó todo claro. Por eso a mi tío le agradezco muchas cosas. Él murió. Todos los del Valle somos porfiados. Iba en bicicleta y lo atropellaron. Llegó al hospital, porque el golpe fue en la cabeza, no se quiso quedar y se fue para la casa. En la noche le vinieron las convulsiones, cayó en coma. Pasaron tres meses y salió del coma, quedo con la parte izquierda muerta, en silla de ruedas y no hablaba. Pero me reconocía, fue fuerte e impactante. Me emociona…”, relata Leonardo.

Toda la vida han estado relacionados a las bicicletas, como ciclistas y mecánicos. “Toda mi familia ha estado ligada al ciclismo. Mi tía Silvia del Valle -que también era ciclista- en ese tiempo era la única que hacía tricotas en Chile. Mi tío y mi padre fueron fabricantes de cua-dros, al igual que mi abuelo. Él fue el primer fabricante de cuadros en Chile, muchos ciclistas corrieron con sus bicicletas. No conocí a mi abuelo, tenía dos años cuan-do él falleció. Su historia la supe por conversaciones de

familia y sobre todo por los clientes como ‘Plumita’ Dro-guett, papá de ‘Topo Gigio’ Droguett que en ese tiempo también corría con bicicletas hechas por mi padre. Todos los ciclistas antiguos llegaban al taller donde mi viejo y contaban anécdotas que yo escuchaba. Que mi abuelo era muy inteligente, que estaba adelantado 50 años a su época. Comenzó haciendo mecánica de motos y su hobby era fabricar cuadros de bicicletas. Nació en Chillán, debe haber llegado en los años ‘30 a Santiago, porque la mesa que tenemos para rectificar cuadros llegó por esos años. Era la única mesa para rectificar cuadros en Sudamérica, aún la conservamos ya que sin ella no se puede hacer un cuadro derecho”, cuenta Del Valle.

Francisco del Valle instaló uno de los primeros talleres de bicicletas en Santiago. Según cuenta Leonardo, quedaba por las calles Eyzaguirre con San Diego. Vivía cerca de la Pla-za Bogotá. Luego compró un terreno por Departamental donde construyó su casa e instaló su taller.

“Mi papá creció en los fierros, ha-ciendo cuadros y siempre se dedicó

a eso. No era muy comunicativo, pero cuando hablaba siempre era sobre ciclismo. Fue a su primer mundial en los ‘70 en Venezuela, ahí conoció a Eddy Merckx -cinco veces ganador del Tour de Francia y considerado uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos-. Así se empe-zó a conocer la calidad de su trabajo en Europa. Como trabajaba en la Federación de Ciclismo todo el mundo llegaba al taller ya que las bicicletas se hacían a medi-da, además la mecánica se hacía toda ahí. Al principio trabajaba solo, después nos sumamos con mi hermano, trabajábamos todos juntos”.

Entre la fabricación de cuadros y la mecánica de bicicletas Leonardo prefería la primera. Al llegar cuadros de alu-minio y titanio la fabricación nacional empezó a decaer

vivencial

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por lo que tuvo que buscar un modo de trabajar apatronado, así llegó a trabajar en el taller en que trabajaba su hermano.

Leonardo también trabajó en la Federa-ción Ciclista cuando en Chile el ciclismo vivía su apogeo: “Llegué a trabajar a la casa que tenía el Comité Olímpico donde vivían los deportistas, porque a mi papá le faltaba una persona. Él viajaba mucho, comenzó a viajar por el año 1959 con la selección de ciclismo, primero en Suda-mérica, y no paró. Recorrió Europa con la federación. De repente pasaba el año completo en giras, era parte del equipo, estaba a cargo de hacer y mantener las bicicletas, era el mecánico oficial de la selección. Cuando llegué me dijo ‘tienes que limar un cuadro’. Tenía como 20 años y me costó tres días. Soy muy metódico, aprendí mirando. Me decía ‘míralo bien, demórate 5 minutos más pero déjalo bueno’. Mi padre era duro. Así empecé limando, limando. Después corté tubos y así hasta armar el cuadro casi completo, me costó un montón. Porque mirando uno aprende, pero no aprende todo”.

HISTORIAS DE CICLISMO“Fernando Vera -uno de los mejores ci-clistas que han habido en Chile-, corrien-do la final de una carrera de persecución, hizo una salida, pensó que había pincha-do, porque la pista tenía un bache y él pasó por ahí, pensó que pinchó y levantó la mano -en ciclismo se puede repetir la prueba por falla mecánica- pero si levanta la mano y no tiene falla mecánica queda descalificado. Él no había pinchado. Mi viejo llegó corriendo donde él y le pregun-tó qué había pasado, le dijo ‘la embarré, maestro pensé que había pinchado y no’. Mi viejo puso la mano en la rueda y apretó hasta que reventó el rayo para que no lo descalificaran. Llegaron los dirigentes y empezaron a revisar rayo por rayo, trans-piraban como locos, Fernando estaba des-calificado porque había cometido un error. Llegan al rayo quebrado y se tuvo que re-petir la prueba. Gracias a eso Fernando Vera salió campeón panamericano de per-secución olímpica”, cuenta Leonardo.

Otra historia que contar se produjo cuan-do hacia correr a Antonio Urquijo: “Mi viejo veía los desarrollos y el preparador físico lo mandaba a dirigirlo. Como sabía tanto de carreras, de solo mirarle el pla-to y el volante sabía con cuántos metros iba, así le daba instrucciones. Se estaba corriendo la Copa Europa en Italia, Chile estaba como país invitado y competía con Francia, Alemania, Italia, Checoslovaquia y Polonia. En ese tiempo corrían Roberto Muñoz, Eduardo Cuevas, Daniel Ara-vena y no me acuerdo si estaba Richard Tormen. Roberto Muñoz iba escapado en el velódromo con un italiano. El que tuviera más puntos ganaba la prueba, era uno y uno. Una ganaba Roberto Muñoz y la otra ganaba el italiano. Lo trataba de pillar y no había caso. Le tocaba al italia-no la penúltima vuelta de embalaje que era doble puntaje, si ganaba esa prueba era campeón el italiano. El italiano debía pasar primero, Roberto tenía que respetar eso y mi viejo, como estaba dirigiendo, le dijo pata e lana para la próxima atácalo, que atacara entrando al viraje. Roberto lo hizo y ganó doble puntaje. Salió campeón de la Copa Europa. Llegó el entrenador italiano y subió y bajó a garabatos en ita-liano a mi viejo. Él le dijo ‘¡Saaaale, no en-tiendo italiano!’”.

“Mi papá visitó muchos países. Todo Sudamérica y gran parte de Europa. Te-nía visa indefinida a Estados Unidos, podía entrar y salir las veces que quería. Participó en los Juegos Olímpicos y el Mundial de Ciclismo. En todos los even-tos importantes del ciclismo en el mundo estuvo él”, añade Del Valle.

“Luego de trabajar en la federación traba-jé como mecánico en un taller junto con mi hermano, sí o sí me empezó a gustar la mecánica. Un día me dijeron que era me-diocre y me dolió. Trabajé mucho y me pre-paré para ser uno de los mejores. Cuando fabricas cuadros, involucras la mecánica, te das cuenta de que van de la mano arreglar e inventar cosas. Eso se me hacía fácil, tra-bajé duro en eso. No me costó nada y logré lo que quería”: Ese fue el desafío de su vida.

En su adolescencia Leonardo probó sus habilidades con la bicicleta: “En ese tiem-po cuando corría me gustaba el fútbol, tenía 13 años y corría en las infantiles. Mi viejo no me dejaba correr. Empecé como a los 15 en juveniles, salía a entre-nar con mi hermano o con ciclistas de la época. Aprendí a correr en el velódromo, me preparé para competir pero no me lle-varon y como jugando fútbol me iba tan bien, me alejé de las carreras. Me iban a buscar de todos lados para jugar, incluso alcancé a jugar en Magallanes. Me tiraba más la pelota que el ciclismo. En el ciclis-mo se sufre harto. Alcancé a correr ocho meses en un circuito que se hacía en La Florida, alcancé a llegar a un segundo lu-gar. Guardo lindos recuerdos de mi bici. Todavía tengo mi bicicleta y salgo en ella los fines de semana a Las Vizcachas, San José de Maipo, a pasear con mi señora: a ella también le gusta el ciclismo. El lega-do de la familia Del Valle llega hasta aquí, a mis hijos les gusta el ciclismo pero solo como aficionados. Creo el ciclismo en mi familia llegó hasta acá. Tengo 56 años y seguiré hasta que las pilas se agoten”.

“Cuando falleció mi viejo se me declaró la diabetes. Hice todo lo posible para que estuviera bien. Su muerte fue repentina, por un paro respiratorio. Lo pasaba a ver todos los días porque vivo al frente de su casa. Llegaba de mi trabajo y pasaba a verlo. Mi viejo siempre fue arisco, no le gustaba que le hicieran cariño. Me dejó marcado cuando estaba en su cama y me acosté a su lado, me tomó la mano, algo que nunca había hecho, me la apretó y eso lo tengo guardado. Recuerdo a mi pa-dre como un grande, todo el mundo sabe quién fue Samuel del Valle”, cuenta Leo-nardo como epílogo de su historia.

“Recuerdo a mi padre

como un grande, todo el

mundo sabe quién fue

Samuel del Valle”

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La familia del Valle junto a una bicicleta rutera, réplica a escala fabricada por Samuel del Valle.

Samuel del Valle soldando un marco.

©Federico N

acif, Docum

ental "El hom

bre que hacia bicicletas"

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