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EL GALLERO EL GALLERO EL GALLERO Biografía don Margarito Martínez Orozco Biografía don Margarito Martínez Orozco Biografía don Margarito Martínez Orozco Programa Programa Programa Elaboración de Materiales Sencillos e Impresos Elaboración de Materiales Sencillos e Impresos Elaboración de Materiales Sencillos e Impresos . SECRETARIA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO DE MICHOACÁN SUBSECRETARIA DE EDUCACIÓN BÁSICA DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN NO FORMAL SUBJEFATURA DE COMUNICACIÓN EDUCATIVA COORDINACIÓN ESTATAL DE CRECE´s CENTRO REGIONAL DE COMUNICACIÓN EDUCATIVA Nº 5 COALCOMÁN, MICHOACÁN. C.C.T.: 16FAQ0005-Q P R E S E N T A Año: II Número: 008 26 de agosto de 2013 Coalcomán, Michoacán a 12 de sepembre de 2013. Autor Autor Autor Profr. Juan Medina Villegas Profr. Juan Medina Villegas Profr. Juan Medina Villegas (1952 (1952 (1952—2013) 2013) 2013)

Revista reencuentro gallos septiembre2013

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Presentamos la Revista Reencuentro, editada y publicada por Comunicación educativa de Coalcomán. Septiembre de 2013.

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EL GALLEROEL GALLEROEL GALLERO Biografía don Margarito Martínez Orozco Biografía don Margarito Martínez Orozco Biografía don Margarito Martínez Orozco

Programa Programa Programa

Elaboración de Materiales Sencillos e ImpresosElaboración de Materiales Sencillos e ImpresosElaboración de Materiales Sencillos e Impresos...

SECRETARIA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO DE MICHOACÁN

SUBSECRETARIA DE EDUCACIÓN BÁSICA

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR

DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN NO FORMAL

SUBJEFATURA DE COMUNICACIÓN EDUCATIVA

COORDINACIÓN ESTATAL DE CRECE´s

CENTRO REGIONAL DE COMUNICACIÓN EDUCATIVA Nº 5

COALCOMÁN, MICHOACÁN.

C.C.T.: 16FAQ0005-Q

P R E S E N T A

Año: II Número: 008 26 de agosto de 2013

Coalcomán, Michoacán a 12 de septiembre de 2013.

AutorAutorAutor

Profr. Juan Medina VillegasProfr. Juan Medina VillegasProfr. Juan Medina Villegas

(1952(1952(1952———2013) 2013) 2013)

Page 2: Revista reencuentro gallos septiembre2013

Centro Regional de Comunicación Educativa Nº 5Centro Regional de Comunicación Educativa Nº 5Centro Regional de Comunicación Educativa Nº 5

Mina 118 “A”. Colonia centro, Coalcomán, Michoacán.Mina 118 “A”. Colonia centro, Coalcomán, Michoacán.Mina 118 “A”. Colonia centro, Coalcomán, Michoacán.

Año: ll Número: 012 12 de septiembre de 2013.Año: ll Número: 012 12 de septiembre de 2013.Año: ll Número: 012 12 de septiembre de 2013.

Por Juan Medina Villegas.Por Juan Medina Villegas.Por Juan Medina Villegas.

(1952 (1952 (1952 --- 2013)2013)2013)

“Este no es un adiós Juanito“Este no es un adiós Juanito“Este no es un adiós Juanito Si no que es un... hasta pronto Maestro.”Si no que es un... hasta pronto Maestro.”Si no que es un... hasta pronto Maestro.”

EL GALLEROEL GALLEROEL GALLERO Margarito Martínez OrozcoMargarito Martínez OrozcoMargarito Martínez Orozco

Programa e

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El GALLERO

Biografía

Don Margarito Martínez Orozco

Por Juan Medina Villegas.

—¡Qué calor¡

—Y del agua del río Chiquito sólo los suspiros

quedan.

Decía don Alfonso Mora a Consuelo, una bella

joven.

Ella pasaba camino a su casa en La loma.

Eran los principios del mes de abril.

La Semana Santa estaba en puerta.

A don Alfonsito, como le decía al artista la

gente, le habían encargado el arreglo del Salón de

Jorge para una boda.

Ese local, había sido palenque de gallos, allí,

sobre la calle Morelos.

Era ya tarde.

El sol estaba en sus últimos rayos rojos y el

manto gris daba paso a lo que sería una hermosa

noche calurosa.

—¿Por qué no nos echas una mano para la

fiesta de mañana Consuelo?

Dijo el robusto y canoso hombre sesentón, a

la morena mujer, esbelta, de enorme trenza de

cabello negro.

—Sí don Alfonso, ahorita tengo tiempo.

Contestó ella con seguridad.

—Mira Chelo, ya vienen para acá con algunas

cosas para la boda de mañana.

—Quieren adelantar algo los muchachos, en

eso del arreglo del salón.

—¡Entonces, aquí me quedo ya!

Afirmó Chelo aplaudiendo al aire, alegre por-

que ya tenía chamba.

La mujer esperó varios minutos a la entrada

del local, sin prisas porque el compromiso y la

paga le daban tranquilidad.

Pasaba gente saludándola y preguntado:

—¿Cómo está Don Wenceslao?, Mi papá está

bien ahorita, se la pasa con mi mamá todas las

tardes, como ya no juega gallos...

Contestaba...

El tiempo pasaba y no llegaba nadie y pensó

—Voy a entrar para ver cómo está esto.

Sólo penumbra observó en todo.

Ya estaba oscuro en la calle.

Eran las ocho treinta en su reloj de pulso.

Caminó sobre sus negros zapatos de tacón de

punta, sonaban mucho al caminar.

Había cables de energía eléctrica para las co-

nexiones del sonido, se enredaron con sus zapati-

llas y cayó al piso la joven.

Intentó levantarse, estaba medio inconscien-

te y suavemente depositó su mejilla en el piso, se

cuidó de no golpear su hermosa cara que levantó

al escuchar algarabía, gritos de muchos, cantos

de gallos, ríspido y prosaico lenguaje.

¿Estaba soñando? Se sentía mareada.

Intentó levantarse, no pudo.

Page 4: Revista reencuentro gallos septiembre2013

—¡Tortas, refressscosss!

—¡Tortas, refressscosss!

—¡Cerveza… cerveza…!

—¡Agarre su gazpacho...!

—¡Gazpachos, gazpachos…!

—¡¡Ochenta a veinte al verde…!!

—¡¡Ochenta a veinte al verde…!!

—¡¡Quién agarra…!!

—¡¡Quién agarraaa…!!

—¡¡Silencio…!!

—¡Cieeerreeenn las pueertaass seeñooreess!

Dijo alguien a todo pulmón.

Aquello quedó en silencio.

Chelo incrédula miraba y escuchaba.

Lo dicho había sido una orden ¿O señal?

Hasta los gallos dejaron de cantar.

Miguel “El Squirt” tenía entre sus manos al

gallo giro.

Jacob “El Jaco”, acariciaba las plumas eriza-

das del colorado, listo el ave para el desafío.

Tensas las amarras de las navajas.

Ya habían “toreado” con la “mona” a los va-

lientes adversarios.

Las manos de los soltadores, acariciaban los

lomos de los plumíferos gladiadores, a los que

habían entrenado a diario, corriendo tras ellos

hasta el cansancio, antes de que saliera el sol.

Los soltadores jalaron las plumas del pescue-

zo de los dos contrincantes.

—¡¡Y empezó la pelea!!

Los dos gallos corrieron de frente para en-

contrarse y levantar con fuerza el vuelo, impulsa-

dos por toda su furia para lanzar, la patada en

criminal navajazo.

Porque portaban ambos una filosa navaja.

Debían ser tan rápidos como si de lan-

zar rayos se tratara.

Casi en seco frenaron su ca-

rrera, pico con pico,

ojos de odio sobre

otros iguales, tensos

los músculos, listos para cambiar de dirección el

ataque en micro segundos, el descuido del movi-

miento ajeno, era mortal, el instinto se los adver-

tía.

Se agacharon tanto que sus picos rosaban la

tierra del redondel, las plumas de sus buches es-

taban crispadas en círculo como aro de fuego,

eran un escudo bellamente bordado a semejanza

del sol en nacimiento.

Los dueños de los equipos, los preparadores,

los amarradores, los soltadores, los apostadores,

los vendedores de cerveza, refrescos y tortas, los

simples mirones, quedaron espantados u horrori-

zados ante el cruel y letal desafío.

Los pescuezos de las aves, estaban más gran-

des que lo ordinario.

Parecía que el aire no llenaba sus pulmones.

Aunque animales, sabían que el duelo era a

muerte.

Estaban entrenados para matar o morir.

Ese era su destino.

Lo intuían...

Las miradas de los soltadores, estaban sobre

los movimientos de sus gallos.

Boquiabiertas, estaban las pocas mujeres,

unas para vender, otras para apostar otras a ver

el espectáculo de los cantantes que en el interva-

lo de cada pelea, deleitaban con la música ran-

chera a los palenqueros.

—¡Aquí está mi gallo colorado para echarle

Page 5: Revista reencuentro gallos septiembre2013

un buen tapado en la rueda del palenque…!

—¡¡Y enmudeció el palenque cuando un gira-

zo en el redondel, con las alas al suelo, sin darle

tiempo a Don Luís soltar, se le estrelló en el pe-

cho, se le estrelló en la cara y de fiera cuchillada,

la vida le arrebató...¡¡

Las coplas de “Juan colorado” el de Apatzin-

gán, —¡Viva Aguascalienteesssnn!.., —¡¡Vivaaa!!

Había mariachis, grupos norteños, y bandas

de Sinaloa.

Porque así son las fiestas de una de las más

mexicanas de las fiestas; los gallos.

Pero todos enmudecieron cuando se enfren-

taron pecho a pecho, navaja con navaja los dos

gallos.

El giro tomó altura, más que el colorado y le

encajó una cuchillada en la base del pescuezo a

su rival.

Cayeron los dos al redondel.

El colorado, instintivamente, dio una vuelta

en redondo pudiendo levantar el vuelo y atrave-

sar una pata del giro, éste, voló nuevamente so-

bre su adversario y le asestó otra cuchillada sobre

un ala, destrozándola en su base.

Ya no pudo volar el colorado.

Jaco levantó a su gallo argumentado cambio

de navaja, todos sabían que era para darle tiem-

po al colorado.

El Squirt también levantó al suyo, sólo revi-

sando su plumaje y pasando la yema de su dedo

pulgar, sobre el filo de la navaja de su ave.

El juez ordenó poner a los gallos sobre mar-

cas a la distancia convenida.

Las manos de los soltadores estaban empa-

padas de sudor y de sangre de sus animales.

Los gallos se jugaban la vida, ellos su esfuer-

zo, su trabajo y su honor, los empresarios juga-

ban su dinero.

El colorado se paró fijamente frente a su ad-

versario esperando el ataque final.

El giro lo miró, fintó una vuelta y nuevamen-

te sus alas alcanzaron el aire, casi lo cercenó en el

buche.

Agonizaba el colorado.

El giro se paró y ya no atacó.

Sabía que moría su rival al que rendía honor

respetando su agonía.

Cuando el pico del contrincante tocó la tie-

rra.

Lanzó un canto al aire; —¡¡¡Kikirikí!!!

Aleteó y se puso a buscar granos qué comer

en el palenque.

—¡Gané…. gané…!

Dijo eufórico Margarito con los ojos encendi-

dos de pasión pero con respeto al equipo rival.

Era el dueño del equipo verde que llevaba

tres a una de las peleas sobre el equipo amarillo.

Rápido ordenó la preparación de su siguiente

gallo a Mijail, su brazo derecho en la preparación

y la custodia de sus gallos, su percha, hombre de

su estricta confianza.

Esa era una más de sus actuaciones en los

palenques.

Esa era su vida, esa era su emoción.

Page 6: Revista reencuentro gallos septiembre2013

Pero el recorrido en redondeles,

le habían hecho frio como una piedra a

la hora de aceptar un triunfo o una

derrota, por dolorosa o cuantiosa

que fuera.

La pasión por dentro de

sí mismo, solamente.

Don Margarito Martínez

Orozco, es hijo de Ignacio

Martínez Torres y de Tomasa Orozco Rodríguez.

Sus hermanos son: Víctor Manuel; Miguel;

Ignacio; José Luís; Adalberto y Ana.

Nació en Coalcomán de Matamoros, Michoa-

cán el 1º de junio de 1937.

Vivió toda su infancia en su pueblo natal.

Su escuela primaria la cursó en la “Dr. Miguel

Silva”, en su antigua sede del centro de la pobla-

ción.

Profesor de carrera que estudió en el Institu-

to Federal de Capacitación del Magisterio en Mo-

relia, Michoacán.

La entrevista se realiza en una tarde de mar-

zo, en una de las mesas del Café Rosita de Coalco-

mán, Michoacán.

Su primer trabajo en la Docencia lo hizo co-

mo alfabetizante en El Aguacate, posteriormente,

en Ocorla de éste municipio.

Ya con plaza de Maestro de Primaria, lo co-

misionan a Los Laureles (Benito Juárez, municipio

de Tuzantla) en la región Zitácuaro.

Se jubiló en Jiquilpan, Michoacán trabajando

en la Escuela “Aureliza Marín” de ese municipio,

como directivo.

—Los gallos me gustan, desde que tuve uso

de razón, porque en mi casa, mi papá tenía gallos

amarrados en las patas de los catres, ya enton-

ces, oía cantar a los gallos.

—Como de unos doce años, es-

taba un señor que se llamaba Ro-

gelio Arias y era gallero, mi padre

también era gallero, tenía muchos ga-

llos en la casa, pero se fue

al norte y me dejó como res-

ponsable de la casa y de los gallos.

—Yo pasaba todos los días a la escuela y él -

Rogelio Arias-, me retaba una pelea, me decía no

seas esto, no seas lo otro, -lo cucaba-, y en total

que me calentó, me hirió el amor propio y dije; le

voy a jugar la pelea a éste hombre.

—Él era un hombre con hijos y todo, -mayor-,

agarré un gallo de los que andan sueltos allí y lo

traje a pelear.

—Mi desilusión muy grande fue, de estar ju-

gando mi gallo huyó porque era animal bronco,

no tenía preparación ninguna, lo escogí del mon-

tón y lo llevé a pelear, perdí esa pelea.

—Yo le agradezco a Don Hilario Quiroz, más

contando que fue un hombre, para mí, de los ga-

lleros mejores de aquí de Coalcomán, y él fue a

solicitar a mi padre, en paz descanse, que me

prestaran con él para enseñarme a pasear los ga-

llos que él estaba preparando.

—Yo con mucho gusto lo hice porque en ese

tiempo, la orden del padre no se revocaba como

ahora lo estamos haciendo muchos.

—Y posteriormente le agradezco mucho,

también en paz descanse, al señor Leopoldo Mar-

tínez Ochoa, que fue unos de los hombres que tra-

jeron aquí, los primeros gallos de Estados Unidos

para hacer los criaderos formales.

—Él me dijo cuando yo perdí esa pelea, -la

primera-, —Mira, ven, te voy a enseñar a amarrar

y te voy a dar un gallo para que lo prepares, y ya

que esté preparado, tu ve juntando unos centavos

y lo que haga falta, yo lo pongo.

—Y todas las noches, me dijo que le cortara

Page 7: Revista reencuentro gallos septiembre2013

una pata al gallo, -una herida-, la pata izquierda

para amarrar, y yo con mucho interés y entusias-

mo hice todo lo que él me dijo.

—Y logramos preparar el gallo.

—Yo junté unos centavitos y le hicimos otra

vez la pelea al señor Rogelio Arias y le ganamos.

—Nosotros, los que hemos luchado por mu-

chos años, como le estoy hablando, desde 1950

hasta el 2010, ya han pasado muchos años.

—Yo cuando me jubilé de maestro de ense-

ñanza media superior, pues me dediqué de lleno a

los gallos, y hemos visto que el gallo americano

tiene la consanguinidad y mucho muy bien califi-

cada, puesto que todos los criadores norteameri-

canos, en sus granjas, tienen un médico para que

esté haciendo las cruzas de los animales y la san-

gre y la pureza de los mismos y cuando los cruzan

salen mejores.

—Y en segundo lugar, tanto el agua está pu-

rificada como los alimentos que les dan desde que

nacen.

—Y nada más están esperando el cambio de

la edad y les cambian la alimentación.

—Y los gallos se desarrollan fuertes y más

finos y se ha comprobado en las peleas cuando un

gallo mexicano y un gallo norteamericano entran

en pelea y cuando hay puñaladas iguales, el gallo

americano aunque esté hecho pedazos y todo, la

cabeza nunca la baja y el de nosotros siempre ya,

cuando se siente mucho muy herido, baja la cabe-

za y perdemos la pelea.

Don Margarito, ¿Existe dife-

rencia entre un amarra-

dor y un soltador?

—Existe una diferencia

muy grande porque el ama-

rrador aprende a poner su

navaja en cierto lugar, y

nada más se dedica a amarrar.

—Y hay amarradores que son también solta-

dores, y pues en su mismo gallo como lo hacemos

en la familia.

—Yo soy el preparador, mi hijo -Mihail- ama-

rra mi gallo y lo suelta, entonces, hay unos que

nomás amarran y otros nomás sueltan, esa es la

diferencia.

¿Qué diferencia existe entre un palenque chi-

quito como Coalcomán y un palenque de Guada-

lajara?

—La diferencia es muy grande, porque aquí,

los palenques que se han hecho en Coalcomán,

pues se han hecho palenques solamente para ju-

gar toda clase de partidos que quieren venir aquí,

pero la jugada de aquí, es en pequeño, por eso

podemos decir, ahorita hay mano a mano que le

llamamos, de siete peleas de compromiso, donde

se juegan, podemos decir, cinco mil pesos, diez

mil pesos ó veinte mil pesos.

—En Guadalajara, ahorita acabo de venir de

una jugada en Las Lomas municipio de Guadala-

jara, donde están jugando compromisos de cin-

cuenta mil pesos, entran 20 personas a competir

en un Derby y además, diez mil pesos por cada

pelea, estamos hablando en un momento dado, si

logras ganar unas cinco peleas consecutivas tú

sólo, te llevas un millón de pesos.

—Aquí en Coalcomán, yo soy el que ha

hecho los compromisos más grandes,

lo más que jugamos fueron cien mil pe-

sos, allá en esos palenques, -

Guadalajara-, se juegan compromisos

más grandes; cincuenta mil pe-

sos, trescientos mil pesos, un mi-

llón de pesos.—

—Hay personas que se dedican

y tienen los medios para hacer ese

tipo de jugadas, y esa es la dife-

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rencia.

Don Margarito; ¿Qué siente un gallero

cuando le matan a un gallo de su criadero?

—Para mí es una decepción muy grande.

—Prácticamente, yo soy criador en pequeño,

porque he visto que dos años mantienes al pollito,

desde que nace, va creciendo y ya gallo grande, lo

cambias de pluma, al cabo de dos años para ju-

garse, es cuando está en edad madura, y pues se

siente muy feo que tú hayas conducido al animal

dos años y por un fenómeno de tener ganada tu

pelea, te matan tu gallo y te sientes mucho muy

decepcionado.

—Yo como gallero, casi siempre mejor doy a

que me críen los animales otras personas, yo

compro los sementales y ya me los entregan

grandes de un año, y pues lo meto a jugar o a

vender, ya no siento tan feo criarlos desde que

nacen, desde que se forman en su huevo, sacar-

los, estarlos vitaminando, inyectándolos contra

las enfermedades y todo, para que en dos años

posteriormente, jugarlos y perderlos, y siento yo

muy feo como criador.

—Pues sí me gusta criar, pero mejor doy a

criar los animales para no sentir feo cuando los

maten.

Aquí, en Coalcomán; ¿Qué galleros recuerda

usted?

—Yo viví una vida cuando los galleros aquí en

Coalcomán, jugaban el honor de su partido y el

honor de sus gallos, y jugando en cualquier tiem-

po, cuando había la plata 0.720 jugaban peleas

en aquel tiempo, de 300 pesos, 500 pesos ó 1,000

pesos.

—Pero era pura moneda en efectivo de

0.720, me acuerdo muy bien que vivía aquí Don

Hilario Quiroz, Don Luís Comparán, Don Juan

Abarca, Don Rubén Garibay, Don Luís Ochoa, Don

Enrique Mendoza; -El comino-, y Don José Farías

que en paz descansen todos, no existe nadie ya de

ellos, ellos son los famosos galleros de Coalco-

mán, Michoacán, que iban a jugar partidas a

Aguililla, Michoacán, y se llevaban sus gallos de

aquí de Coalcomán a jugarlos allá, y posterior-

mente, venían los de Aguililla; los Hermanos Mén-

dez.

—Dos días se hacían de Coalcomán para allá.

—Jugaban los ocho días.

—Son los galleros que se distinguieron aquí,

porque tenían gallos finos y jugaban todo el dine-

ro que llevaban en costales llenos de pura plata,

ellos traían hasta sus cargadores de dinero que

acomodaban en montoncitos de a veinte pesos,

jugaban sus peleas en efectivo.

—Y también había un maestro que estuvo

aquí, que fue mi maestro que en paz descanse, el

Profesor Luís Torres Osorio.

—Él fue uno de los maestros que se distin-

guieron porque le gustaban mucho los gallos.

—Era amarrador y soltador, también tenía su

criadero de gallos.

¿Qué plazas memorables recuerda usted en

su vida como gallero?

—Yo, cuando salí de Coalcomán y me fui a

Jiquilpan, empecé a salir a toda la república.

—Recuerdo muy bien que me contrataban

como amarrador y soltador.

—Fui a soltar a Zacatecas; a Ensenada; a Te-

cate; en Hermosillo; en Ciudad Juárez; en Aguas-

calientes amarrando y soltando; en León; en Joru-

quilla, Querétaro; en Acapulco; en Pinotepa Na-

cional, Oaxaca.

—De ahí regresamos a Colima, allí estuve sol-

tando en el Mega Palenque.

—Le llaman así porque no hay en la república

o en el mundo, un palenque al que le quepan nue-

Page 9: Revista reencuentro gallos septiembre2013

ve mil personas.

—Recuerdo muy bien que jugamos un com-

promiso de siete peleas a un norteamericano que

estaba en Guadalajara y nos tocó ganarle y de

allí, nos fuimos a Jiquilpan.

—En Tepatitlán, jugamos.

—Conservo el magazine donde participamos

en un Derby Intercontinental donde se presenta-

ron los mejores partidos de Estados Unidos, repre-

sentados por Jani Jómper, Oscar X, y muchos de

los norteamericanos famosos estuvieron ahí, ga-

namos todas las peleas en ese Derby Interconti-

nental, terminamos a las cuatro de la mañana del

día siguiente, habiendo empezado a las siete de la

mañana del día anterior.

—Yo tengo cuando me entregaron el recono-

cimiento con un trofeo de más de un metro de

altura y lo conservo en mi casa de Jiquilpan.

—Tengo la revista que me acredita como ga-

nador, la foto con mi esposa; del que me manda

los gallos de Estados Unidos, con su esposa;

Mihail que era el amarrador y otro muchacho que

iba acompañándonos a dicho Derby.

—Ese es más o menos un pormenor.

—A Las Lomas cerca de Acapulco, en Guerre-

ro.

—Yo cogía el avión y me presentaba a la hora

de empezar las peleas, amarraba y soltaba y me

regresaba al día siguiente, nunca perdí la presen-

cia como director en la escuela “Aureliza Marín”,

de la que tengo muchos recuerdos y muy bonitos,

me estiman los maestros que están ahí,

¿Qué se necesita para ser

un buen soltador?

—Para ser un buen solta-

dor, necesita la habilidad y la des-

treza en el momento nece-

sario, cuando los gallos

están peleando ya con su navaja y se están hirien-

do profundamente.

—El soltador necesita ser una persona que

conozca las condiciones físicas de su gallo y las

del adversario, y en un momento dado, calmar a

su gallo para que se recupere tantito y como son

de sangre muy fina, un buen auxilio de los solta-

dores que tiene y todo, puede ganarse la pelea, si

la persona en el momento dado, no presta la ayu-

da que necesita su gallo, el gallo carece de apoyo

y pierde la pelea.

¿El soltador le transmite a su gallo su tempe-

ramento?

—Sí, eso se ha constatado, si tú, cuando vas a

soltar un gallo te sientes nervioso y no te sientes

contento, muchas de las ocasiones, porque jue-

gan los dueños de los gallos, cantidades muy fuer-

tes de dinero y tú estás entre la espada y la pared,

un error que cometas se puede perder todo ese

dinero y quedas mal tú con la persona a que le

estás sirviendo.

—Nos acaba de suceder eso en julio del año

pasado (2010).

—Estando cuidando yo en Perris, California

una percha, para venir a jugar acá en Guadalaja-

ra, trajimos los gallos escondidos por un amigo de

Tijuana, de ahí volamos a Guadalajara, los man-

tuve dos días en descanso y auxiliándolos, nos

presentamos en un encuentro contra el mejor

partido contrincante que hay a nivel na-

cional y que es el de Parral, Chihuahua,

—Sí, es necesario que estés tranquilo, que

le des confianza al gallo, porque muchas de

las ocasiones, nosotros como

soltadores, que nos invitan y

nos pagan por hacer el traba-

jo, necesitamos transmitirle

al animal, confianza para

que responda positivamente,

porque si no, no se siente el

Page 10: Revista reencuentro gallos septiembre2013

gallo a gusto.

—En Tlaquepaque, empezamos la primera

pelea y me la ganan, la segunda la gano yo, la

tercera la pierdo, la cuarta la gano, la quinta la

pierdo y la sexta la gano, íbamos tres a tres.

—En ese encuentro es cuando se ponen

nerviosos los soltadores, porque se estaban ju-

gando ventajas de trescientos mil dólares, esa

vez, salieron los gallos, mi gallo le gana arriba, le

pega al otro gallo, le da una puñalada muy fuerte

por el pie del cuello, le rompe una pata, se queda

desmayado por unos segundos el otro gallo, se

nombra gano el soltador.

—Los acomodan en las raya, el otro gallo con

los ojos cerrados le dan un jalón, abre los ojos y el

soltador de nosotros para lucirse, aventó al gallo

a que lo rematara, se agarraron a la mordida y el

otro gallo hace un tiro de muerto y se lo encesta

al pie del lado en el corazón a mi gallo, da la vuel-

ta y cae bien muerto y se van a las rayas, los dos

soltadores tenían los gallos bien muertos, el que

lo soltara, perdía la pelea, no quieren soltar, el

juez tiene toda la autoridad y dijo tablas la pelea.

—Esos son errores que solamente se pagan

con dinero, del que perdimos de ganar una canti-

dad muy fuerte por un error.

—Ahorita, estamos saliendo a jugar constan-

temente a Las Lomas, Jalisco, en un palenque re-

gistrado que se juega todo el año, ca-

da ocho días, cada quince días se está

jugando, entra el que quiera participar,

en ese Derby puede hacerlo, única-

mente tiene que llenar los requisitos

necesarios en el aspecto econó-

mico, pagar su entrada y lle-

var los dispositivos para ju-

gar las peleas, y si tiene

buena suerte, pues gana,

ahí se juegan los mejores

gallos a nivel nacional,

que son traídos casi siempre de Estados Unidos,

que son de norteamericanos que se dedican a

criar gallos muy finos.

—Tengo en la casa de usted, --se refiere a mí,

el entrevistador--, gallos de propiedad de un ahi-

jado mío, que le han costado mil dólares cada ani-

mal, para hacer ese tipo de jugadas, como juegan

mucho dinero, tiene oportunidad de ganar, y tam-

bién se puede perder, porque van en las mismas

circunstancias, nadie quiere perder.”

Don Margarito: ¿Ha disminuido la fiesta del

gallo?

—La fiesta del gallo ha disminuido en un por-

centaje muy elevado, podemos decir, un 50 %

ahorita se juegan gallos dondequiera, se juegan

gallos, por decir, de mil pesos mexicanos, dos mil

pesos mexicanos en un Derby de 8, 10 ó 15 parti-

dos, porque desgraciadamente, ya ve la economía

cómo está a nivel mundial, y donde quiera hay

problemas de carácter económico.

—Y ha disminuido porque anteriormente ju-

gaban compromisos mano a mano, y ahora optan

por jugar las formas de trabajar de 20 partidos, y

el que gana más peleas se lleva el monto de to-

dos, y es muy desventajoso, de los 20, te van a

tocar cinco partidos distintos, veces empezar a

jugar a las dos de la tarde, y estás terminando de

jugar a las tres, cuatro, cinco o seis de la mañana,

el ciclo de cuida del gallo es de las doce de la no-

che, y de allí en adelante, el gallo necesita es-

tarlo apoyando, por muchas cosas,

para que a esa hora esté en acti-

vo para poder presentar buena

pelea.

¿Cómo se adiestra a un gallo?

—Todo gallo, cuando lo empieza

uno a preparar, en primer lugar lo

que hacemos, los que nos dedica-

mos al cuido del Gallo, es despara-

Page 11: Revista reencuentro gallos septiembre2013

sitarlos completamente, interno y externo, digo

interno porque traen lombrices y parásitos en el

estómago, externo porque traen gorupo, piojo,

chinche o alguna otra cosa.

—Después de hacer ese trabajo, se em-

pieza a dar una comida preparada a base de gra-

nos selectos que le llamamos, vitaminas, minera-

les y proteínas, y yo, a mi persona me gusta cui-

dar a los gallos, haciendo un preparado que lleva

manzana, plátano, zanahoria, apio y leche.

—Hacemos ese preparado, ahí le pongo la

vitamina en polvo y lo licuo, y se lo pongo a todos

los granos por una hora para que lo absorban y se

suavice, y el gallo tenga menos trabajo en su mo-

lleja para estar digiriéndolos.

—Así es como empieza uno día a día, hasta

terminar 22 días, a los 22 días, el gallo está en

condiciones favorables para jugarlos.

—Antes no, porque el trabajo que les damos

es mucho muy fuerte.

—Termina la entrevista con comentarios de

que al entrevistador, cuando desde que era niño,

también le han gustado los gallos que veía clan-

destinamente, en su tierra natal Zitácuaro, los

días jueves de cada semana por la tarde, en un

terreno baldío, hoy calle Abasolo Sur, en la Heroi-

ca Zitácuaro, Michoacán.

—Don Margarito Martínez Orozco, está casa-

do con la señora Altagracia Contreras Sánchez,

también originaria de Coalcomán, ahora de Váz-

quez Pallares, Michoacán. Procrearon a: Tzetzán-

gari Margarita; Mijail Uriel; Marcela Essio; Livier

Yadira; Margarito, infante fallecido y a Jesús

Erick.

—Algunos viviendo en la ciudad de Jiquilpan,

Michoacán, y otros en éste lugar.

—A algunos de ellos, sus hijos, les gusta la

fiesta del gallo.

—Él, Margarito, tiene el afecto, el respeto y

el apoyo de su familia, tronco vital en el derrotero

de su vida profesional y de su profunda emoción:

las peleas de gallos, herencia cultural de su padre,

Don Ignacio Martínez Torres, como el néctar rojo

de la vida que corre ahora por las venas de sus

nietos, que hipnotizados, escuchan a los gallos

cantar en la madrugada, aletearle al sol al des-

puntar y gritar cuando los gladiadores empluma-

dos, se encuentran suspendidos en el viento, pa-

taleando con sus navajas para defender su vida.

—Agradezco la colaboración de don Margari-

to, para rescatar parte de la fiesta del gallo, algu-

nos de sus principales personajes en su pueblo

natal, y la fantasía de la apuesta en dinero cons-

tante y sonante con monedas de oro y plata, las

que sonaban hermosamente, cuando las lanzába-

mos girando de cara al sol, emitiendo un fino so-

nido, peculiar en las monedas auténticas.

El autor.

Profr. Juan Medina Villegas.

(1954—2013)

Centro Regional de Comunicación Educativa Nº 5 Coalcomán, Michoacán.

Mina 118 “A” Colonia Centro

Director. L.E. Martín Manuel Olguín.

Programa Materiales Sencillos e Impresos Programa Investigación Educativa.

Auxiliar Técnico Pedagógico Ing. Álvaro Neycel Manuel García.

Programa TV y Video un Auxiliar Didáctico.

Auxiliar Técnico Administrativo T.F.C. Ariadna Alejandra Medina Rivera.

Guiones Radiofónicos.

E-mail: [email protected] Facebook: Comunicación Educativa de Coalcomán

Coalcomán, Michoacán a 12 de septiembre de 2013.