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Octubre 2011 Nº6 Año 1

TíquetNº 6. Octubre 2011Revista de la Sala de Arte Escénicode la Universidad de Playa Anchawww.salaupla.cl

Director: Equipo Sala de Arte Escénico de la Universidad de Playa Ancha Editor revista: Medium ComunicacionesDiseño: instruccionesdeuso.clFotografías: Nelson Campos, La Tercera,Daniel Labbé, Archivos y Compañías.Impresión: Oikos

EL TEATRO TOMADO POR ASALTO: LA ESCENIFICACIÓN DEL RECLAMODejar de escribir es una manera de crear silencio. Olvidar por un tiempo la dramaturgia del cuerpo crea el estado paralítico del teatro. Perder la mirada sobre el otro es también perder la memoria sobre sí mismo. Desde hace cinco meses venimos apoyando el movimiento estudiantil. La toma universitaria se ha instalado como la metáfora de la indignación que nos parece necesaria y poderosa. La detención de los procesos y de los modelos estructurales neoliberales que dominan la educación en Chile, son la única opción que tienen los estudiantes para reconstruir el presente inmóvil. Curiosamente, es la escenifi cación de esa indignación por la desigualdad y la precariedad la que se trasunta en una teatralidad inesperada y novedosa que arma una puesta en escena masiva hoy.

EDITORIAL

“…hay cosas en la vida que se dan gratuitamente o, al menos deberían

darse gratuitamente: una de ellas, el derecho de todo joven a lograr su plena

humanidad. Este es el derecho que diferencia una sociedad histórica real

de una sociedad anónima”. (Humberto Giannini)

Una estética escénica de la marcha de los cuerpos, así como también una composición del espacio del reclamo, impone a la ciudad una sintaxis corporal que no habíamos visto antes. La ciudad está cruzada por emplazamientos corporovisuales que funcionan como intervenciones del recuerdo, en tanto vemos signos de una territorialidad de los años 70 u 80, además, de una política de la máscara que no tiene otro fin que re-velar la cara de indignación y violencia que hoy por hoy existe.Con todo, se ha recuperado una especie de espectador urbano que está obligado a ver su condición de habitabilidad drásticamente y en todas las manifestaciones posibles: coreografía/grito/muchedumbre/encapuchado/policía/Hinzpeter. Casi no se puede estar ajeno a esta teatralidad nueva que

desplaza esa reflexividad de la vida cotidiana: domicilio/calle/trabajo/domicilio. Junto a ello, la aparición de una micropolítica de la transparencia, del sí se puede y de la diversidad y diferencia que licúa toda práctica significante de un gobierno y oposición que no saben qué hacer.

Sigo creyendo en un teatro abierto. En el relato de una Sala de Arte Escénico universitaria que también reclama su discurso de la indignación y su reencuentro con el teatro regional. Valparaíso es la escena que toma por asalto la acción dramática de los estudiantes. La Sala de Arte Escénico de la Universidad de Playa Ancha es el lugar exacto para re-tomar la marcha histórica de una sociedad que reclama lo que le pertenece.

Giulio Ferreto SalinasDirector Departamento de Artes Escénicas, Facultad de Arte , UPLA.

Crear, significa dar origen, hacer posible una nueva legalidad, descubrir lo que estaba oculto, inventar o reinventar lo que se hallaba ausente. El teatro, como producto final de una práctica social determinada, ha sido el campo de interés específico sobre el que se han centrado las investigaciones teóricas. Pero esta práctica intelectual, por más rigurosa que sea, no siempre es capaz de expresar con claridad las condiciones en que se desenvuelve el proceso de creación y sus distintos estadios, que lo van construyendo como un variado complejo, que combina la existencia en un determinado tiempo y una coyuntura socio-política, con la adquisición de técnicas y formas de expresión que dan como resultado un objeto estético que se instala en un campo histórico-cultural que lo recibe y modifica.

Dentro de la programación de la Escuela del Espectador de Valparaíso,

el Foro Teatro Contemporáneo opera como un espacio de producción y formación que pretende establecer un puente entre los creadores y el público.

Nuestro objetivo es generar espacios de goce y reflexión con respecto a un elemento fundamental de las artes en general: el proceso creador. Es por ello que invitamos a directores, coreógrafos, músicos, regionales, nacionales e internacionales al Foro.Para debatir, preguntar, exponer sus ideas estéticas y dialogar directamente con el público en el marco de un encuentro democrático de opiniones cuyo eje conductor es el proceso creador de la obra de arte en los siglos XX y XXI. También, como una forma de aportar contextos al proceso creador, se realizarán charlas por parte de especialistas del área del teatro, las artes contemporáneas, la danza, la historia del teatro. La asistencia es libre y gratuita.

FORO TEATRO CONTEMPORÁNEO

Dentro de la programación de la Escuela del Espectador de Valparaíso, el Foro Teatro

Contemporáneo opera como un espacio de producción y formación que pretende establecer un puente

entre los creadores y el público.

Actor, director teatral. profesor de Educación Física. Entre 1994 y 1998 integra la compañía Teatro del Silencio, dirigida por Mauricio Celedón, en las obras “Malasangre”, “Taca-Taca Mon Amour” y “Nanaqui”, participando en Festivales Internacionales en Francia, Bélgica, Holanda, España, Polonia, Venezuela, Colombia, Brasil, Bélgica, Holanda, España, Polonia, Venezuela, Colombia, Brasil. Administrador de la Sala “Juan Edmundo González” del Teatro Mauri de Valparaíso entre los años 2000 y 2004. Director dela compañía Teatro El Artificio. Obras: “Piratas”, “Los Vivientes”, “Brujos”, “Yo Como, Ella está muerta”. Actor y codirector de la compañía Teatro El Lunar. Obras: “Oficio de tinieblas”, “El Quijote no existe”, “Pájaros en la tormenta”, “La mano inocente”, “Exit”.

Director teatral, profesor de Castellano y Director de la compañía Investigaciones Privadas. Desde el año 2003, junto con la re apertura de la carrera de Teatro de la Universidad de Playa Ancha, es su Director. Actualmente dirige el Departamento de Artes Escénicas, Facultad de Arte, UPLA. Como director teatral ha realizado diversos montajes entre los que se destacan: “El ángel de la culpa”, “Tartufo o El Impostor” (Fondart Nacional 1998), “Matatango” de Marco Antonio de la Parra, (Fondart Nacional 2002), Mejor Obra del Año premiada por el Círculo de Críticos de Valparaíso, seleccionada para los Carnavales Culturales de Valparaíso; “Motel West Paradise”, “Las Brujas de Macbeth” (Fondart Regional 2008).

octubre / viernes 21 /12.00 hrs. octubre / viernes 28 /12.00 hrs.

Andrés García Giulio Ferreto

Lugar: Cámara Aduanera de Chile, O´Higgins 1266, Valparaíso. (Plaza Cívica).

Entre el 18, 19 y 20 de noviembre de 2011 se realizará la Prueba Especial Obligatoria

para la postulación a la Carrera de Teatro de la Universidad de Playa Ancha.

Horario: 9.30 – 18.00 hrsLugar: Sala de Arte Escénico

ADMISIÓN 2012 CARRERA DE TEATROARTES ESCÉNICASFACULTAD DE ARTEUNIVERSIDAD DE PLAYA ANCHA

La Prueba Especial Obligatoria está destinada a medir aptitudes y condiciones físicas necesarias para incorporarse a la carrera. El puntaje obtenido será ponderado junto con los demás requisitos de selección PSU para determinar el puntaje de selección final: Prueba Especial, 50%; puntaje ponderado de selección, 50%.Los interesados deberán rendir el examen los días 18, 19 y 20 de noviembre, presentando: cédula de identidad, tarjeta de identificación PSU, certificado médico que acredite poseer salud compatible con la carrera y en condiciones de enfrentar actividad física intensa; fotocopia tamaño pasaporte con nombre completo y cédula de identidad.Los postulantes deben presentarse durante esas fechas equipados con short, traje de baño o malla. Los resultados de selección se publicarán en el sitio web de la Universidad y de la Sala de Arte Escénico.

Juan Radrigán, Premio Nacional de las Artes de la Representación 2011

“El Gobierno tiene las lucas, nosotros ni para comprar limones para la protesta”

De no haberlo visto bromear con sus alumnos, quizás hubiésemos temido un precoz fin de la entrevista. “Ahhhh, pero yo no voy a responder nada de esto”, dijo medio broma medio en serio Radrigán, luego de leer el cuestionario que nos arrebató apenas quedó encima de la mesa. Pero si se la pasa de universidad en universidad enseñando, es porque además de

Por Lorena Álvarez y Daniel Labbé

humor, paciencia tiene el hombre… A los 16 años, según ha confesado, comenzó escribiendo novelas de manera autodidacta. A sus 74 años, no se detiene. La escritura es su motor. “Nunca paro, ahí estoy muy cómodo, ese es mi lugar”, dice en una conversación que sostuvimos al terminar el taller de escritura teatral que imparte junto a su hija Flavia.

¿Qué lo motivó a hacer “Amores de Cantina”?Lo mismo que me ha motivado a hacerlas todas (las obras): un interés por decir algo, ahondar en algo, expresar algo...

¿Y en este caso?Son los amores derrumbados producto de la dictadura. Hubo un enorme quiebre en el amor durante la dictadura. No resistió, se quebró, se agrietó.

¿Y ese quiebre sigue hasta hoy cree usted?Es que las consecuencias son largas. Se pueden echar a andar las fábricas, recuperar cosas físicas, materiales, pero lo demás... tiene

El reconocimiento a este dramaturgo chileno nacido en la capital en 1937, se debe en gran medida a que ha escrito un teatro notable, de trazos muy especiales, en el que se combinan tanto la marginalidad de sus personajes como la universalidad de sus temáticas. El nombre del autor de “Hechos Consumados” (1981) está escrito en un gran afiche que se exhibe en el GAM. Claro, la joyita teatral con la que el centro cultural santiaguino celebra su primer año de existencia no podía sino estar escrita por él. Se llama “Amores de Cantina”, una tragicomedia musical que habla del amor, el desamor, la marginalidad y el sentido de pertenencia a una patria desolada.

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estacionar parece la protesta, si no piensan cómo ir renovando esto. Si no, va a ser insultar al paco y arrancar, insultar al paco y arrancar, y claro, se va a hacer cotidiano eso. Los “otros” (el Gobierno) pueden esperar el tiempo que quieran.

¿Y de qué forma se podría conseguir esa renovación?No sé poh, no te la voy a decir (ríe).

¿Y las tomas, los paros…?¿Y qué otra forma tienen de protestar, de hacerse oír? ¡No tienen otra! Lo que no me gusta son las huelgas de hambre, no se puede pelear dejándose morir: ¡¿Qué le vas a hacer al otro?! Además, “estos” que son tan malos, que esperan que pase un tiempo no más, tranquilos, se sacan un problema de encima.

Pero, por ejemplo, en el conflicto chileno-mapuche, con una huelga se consiguieron cosas…¿De hambre? ¿Pero después de cuánto tiempo?, ¡cuando ya estaban medio muertos!. Sí poh, si es que los “otros” los dejan que estén medio muertos ya.

Pero de alguna forma, frente a los oídos sordos…Bueno, ¡pero no me gusta esa forma!

¿Y cómo cree que podría terminar esta movilización social?Está terminando mal, ya tienen perdido el año y si se retoma va a ser

que pasar un tiempo muy largo para que el hombre vuelva a creer en algo y eso no es de un día para otro.

¿Y usted dejó de creer en algo alguna vez, en escribir por ejemplo?No, nunca, en ningún momento.

Radrigán obtuvo este año el Premio Nacional de las Artes de la Representación. En la carta para postularlo, la Universidad Academia de Humanismo Cristiano lo describe como “un autor de convicciones sólidas y sin concesiones, un clásico de la dramaturgia chilena del siglo XX y del que vivimos, capaz de enfrentar límites sociales y la injusticia humana, trascendiéndolas de la contingencia política y proyectándola a nivel universal”. Destacan además, su calidad de “testigo relevante de nuestro acontecer histórico”. Y este año, en el que recibe un premio que para muchos tarde o temprano tenía que llegar a sus manos, ese acontecer está marcado por la lucha de los estudiantes.

¿Le gusta lo que están haciendo hoy los estudiantes movilizados?Sí, me gusta mucho, porque tienen que lograr cambios. Pero se va a

“No se puede pelear dejándose morir”

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de muy mala manera. Entonces, no pueden retroceder. Tienen que seguir avanzando en la protesta.

¿Y a nivel de sociedad?Lo que ha ocurrido siempre: un reforzamiento del poder. Ellos sí que se renuevan e inventan otras cosas. ¡Cómo cagarte más! en eso se la llevan. Tienen como hacerlo. Tienen los medios. Nosotros no. Tienen las lucas, nosotros ni para comprar limones para la protesta. Esa es la diferencia.

¿Falta un líder cree usted?Podría ser un gran impulso.

¿Camila Vallejo, por ejemplo? Pero, ¿qué va a pasar con ella después? Se dedican a ser diputados y se pierden totalmente. No pueden hacer nada. Hacen campaña, consiguen votos, un escaño y ahí mueren.

“Los marginados son los que ven las vitrinas

y no pueden entrar”

Radrigán los convirtió en los personajes principales de sus obras. Son los marginados, esos por los que le han preguntado hasta el cansancio. Luego de abordar la marginalidad en dictadura “empecé a pensar en otras cosas”, nos advirtió, cuando descubrió que para allá también iba la entrevista.

“Lo que no me gusta son las huelgas de hambre, no se puede pelear dejándose morir. ¡¿Qué le vas a hacer al otro?!”

¿Ve en el teatro de hoy continuidad con la representación de la marginalidad que usted realizó, en algunos dramaturgos u obras?No, fíjate.

¿Pero usted siente que hay personas que están en estos momentos preocupados de hacer teatro donde se represente a las personas marginadas? Se supone que la mayoría está preocupada de eso.

¿Por qué dice “se supone”?Porque lo toman desde distintos puntos de vista, distintos ángulos. Algunos son más directos que otros, pero todos tienden a lo mismo. Pero no es un bloque cerrado el teatro, un bloque que vaya hacia un lugar. Hay diferentes autores a quienes les interesan otras cosas. No son todos revolucionarios.

¿Y cuál es su intención? No tengo ninguna otra intención que escribir. Las etiquetas las ponen los otros.

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“Ellos sí que se renuevan e inventan otras cosas. ¡Cómo cagarte más!, en eso se la llevan. Tienen como hacerlo. Tienen los medios. Nosotros no. Tienen las lucas, nosotros ni para comprar limones para la protesta. Esa es la diferencia”.

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¿Es como un placer? No, es una necesidad de decir cosas.

¿Entonces cuando usted escribe no piensa en su público?No, para nada. A lo sumo en algún actor. Porque no está dirigido a un sector determinado, a un público determinado, es al hombre en general.

¿Qué diferencia hay entre los actuales marginados y los de los años 80, por ejemplo?Ninguna, y tampoco la va a haber más adelante.

¿Y cuáles son las características de esos marginados?Que carecen de muchas cosas que los demás no. Son los que ven las vitrinas y no pueden entrar.

Da la sensación de que quienes hoy están diciendo cosas, expresando su malestar, protestando no son precisamente los más marginados de la sociedad…No tienen espacio, ¿dónde van a expresar su malestar? Y falta organicidad, alguien con carisma. No hay, no se ve alguien en quién creer, que pueda ser considerado como alguien que está diciendo la verdad. Pero no hay todavía, no aparece. Cuando se eligen presidentes, ¡¿a quién vamos a poner, si no creemos en ninguno?!

¿Y ha habido alguno creíble?Allende.

¿El único?Y Espartaco (ríe).

¿Y cómo puede ayudar el teatro que usted crea, a revertir la situación de la marginalidad, a cambiarla?Yo creo que incentiva algo, pero más allá no puede pasar, no es tan poderoso como para cambiar algo. Crear conciencia, sí. El único caso potente con el que sucedió algo fue “Las uvas de la ira”, de John Steinbeck. Ese produjo gran revuelo en Alabama, ese cambió cosas, mostró una situación espantosa y logró que se produjeran cambios. No sé de otra. Marx podría también ser, ¿no?

Y en Chile, ¿usted no ha visto mayores cambios a través del teatro?Es que hay teatro de circunstancia, como el de Augusto Boal, que está hecho para eso, para un tiempo determinado y logra mantener vivo algo. Incentivan, alientan, pero no creo que el teatro logre transformar y menos aquí. Sólo consigue mantener algo vivo. Todas las obras tienen una pregunta, y esa es la que uno logra instalar y la gente debe pensar, pero si no piensa, si no se cuestiona… Podemos motivar, hasta ahí llegamos, no podemos andar repartiendo metralletas, repartimos palabras...así que sonaste conmigo (ríe).

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Sabina: […] (Suspirando) Pucha, si no hubierai perdío el papel.

Rafael: Dale con el papel. Si no servía pa na, oh.

Sabina: ¡Decía que los habían sacao un parte!

Rafael: (Armándose a duras penas de paciencia) ¿Y por qué los habían sacao el parte, a ver?

Sabina: No sé po.

Rafael: ¿No vi?

Sabina: Güeno, decía…Me acuerdo que decía que habíamos hecho no sé qué cosa con la ley.

Rafael: Decía que la habíamos trasgredío.

Sabina: ¡Sí, eso! ¿No vís que sabía?

Rafael: ¿Pero qué ley?

Sabina: Ahí tenía un número. Ese número quería decir lo que habíamos hecho.

Rafael: Justo, pero vos viste que nadie sae a qué ley pertenece ese número.

Sabina: ¡Pero los que la hicieron tienen que saber!

Rafael: Pucha, los que hacen las leyes también se mueren po.

Sabina: ¿Y a quién le vamo a preguntar entonces?

Rafael: A nadie…Tate tranquila, vieja. Si el

“Testimonios de las Muertes de Sabina” {extracto de texto de Juan Radrigán de 1979}

que manda a los impectores ya los dijo que’l parte taba mal hecho.

Sabina: Pero el que lo manda a él los dijo que la ley no se poía equivocar, que teníamos que haber hecho algo (Pausa). ¡Yo no he hecho na: no he hecho ninguna cosa! (Exasperada)¡Por qué no dicen qué quieren!

Rafael: (Yendo a abrazarla) No te aflijai tanto, Sabina. Si esta custión tiene que arreglarse. El quince los toca ir a al jugao y allá vamo a solucionar too este lío. (Pausa) Vos teníai que haberle alegao al desgraciao que te sacó el parte.

Sabina: Pero si no me dijo na, me pidió la patente y después se puso a escribir.

Rafael: Ahí teníai que haberle preguntao.Sabina. Le pregunté pero no me contestó na; Vos sabís como son de paraos, nos miran como delicuentes

Rafael. Pero cuando quieren algo parecen corderos.[…] “Es la ley, no poímos hacer ná”, y la ley no está por ninguna parte, no tiene cara, no tiene ojos, no tiene cuerpo. ¡Así no se pueé peliar! ¿Cómo crestas te vai a agarrar con alguien que no veí, que no’stá en ninguna parte? ¡Entiéndeme, po!… Y la agarrai conmigo. Soy linda voh.

“Teatro de Juan Radrigán”, Ceneca, Instituto para el Estudio de Ideologías y Literatura (U. de Minnesota) Pág. 82 y 83[…] 97.

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Cuando el dramaturgo y director nacional Luis Barrales recibió el premio Altazor 2010 por su obra “La mala clase”, realizó una dura crítica en contra de la “industrialización” del sistema de educación. Cuando se estrenó en 2009, el montaje que habla de estudiantes frustrados, del fin de los sueños colectivos; sacó ronchas. Y hoy, en medio de uno de

los movimientos estudiantiles más potentes de la historia de Chile, la vigencia del discurso tras el texto de Barrales, abisma. Una de las protagonistas de esta historia es la actriz María Paz Granjean quien personifica a una profesora. Aquí, su visión del montaje en tiempos de oídos sordos.

Por Alejandra Delgado

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María Paz Grandjean, actriz

“Con ‘La mala clase’ estamos probando que el teatro es una herramienta, que es arte y que sirve como conducto de provocación y reflexión”

El montaje habla de la primera generación de estudiantes nacidos en democracia y del fin de los sueños colectivos, pero es muy atingente para el actual escenario del movimiento estudiantil ¿Cuál es tu opinión sobre eso? Ha sido cuático el desplazamiento de los contenidos de “La mala clase”. De ser una obra que hablaba de una posibilidad de exigirle al país un mayor compromiso con la educación de sus jóvenes, pasamos a esta revolución estudiantil, que concretamente ha suspendido todos los otros temas de importancia en nuestra sociedad, porque exige un cambio radical ahora, tome el tiempo que tome, entonces, cuando hacemos

funciones hoy, vemos cómo la consciencia se ha modificado y de manera profunda. Ahora sabemos que esta obra será alguna vez testimonio de estos tiempos, y hablará de lo mal educados que hemos sido los chilenos, desde la dictadura hasta ahora y del por qué la revolución estudiantil del 2011 es tan importante. Han llevado el montaje de manera gratuita a tomas en liceos, ¿Cuál ha sido la reacción de los jóvenes?La mayoría no había asistido nunca a un evento teatral que esté dirigido específicamente para ellos, en términos étareos y todos los conflictos que su edad suscita. Como casi todos, han entendido como “espacios recreativos” todo lo que la tele ofrece, y como cultura, lo que la misma tele describe como tal (desde deportes hasta folclore y artesanía).Por lo tanto, esta experiencia fue un acercamiento hacia el arte teatral desde lo más fundamental y básico (texto, personajes, ideas, conflictos, tesis y anti tesis). Ya no interesa el teatro para que se represente una obra que hay que leer, y que da lata leer, para la prueba de lenguaje, por ejemplo, sino como espacio donde los conflictos, ideologías y toda clase de reflexiones pueden provocar el placer estético, es decir, un nuevo “espacio de recreación” que puede invitar a pensar y sentir más conscientemente lo que en esta época se está desarrollando y cómo

cada uno vive en ella. La recepción es variada: desde jóvenes que ponen mucha atención, otros que se sienten agredidos por el retrato, otros que parecieran estar pensando qué se están perdiendo de “Yingo” y les da lata; otros que buscan dentro del público al niño o niña que les gusta; profesores y apoderados que lloran, identificados... Nosotros no estamos haciendo un evento que espera ser bien recibido y entendido como un acto de generosidad de los artistas. No somos actores que hablan en los “actos culturales” que se organizan en un escenario al final de una marcha. Es muy distinto: estamos probando que el teatro es una herramienta, que es arte y que sirve como conducto de provocación y reflexión. Ha sido difícil ir a lugares donde ni siquiera podemos oscurecer una sala o tener un piso adecuado como escenario, o que las personas asistentes contesten el celular mientras actuamos. Estamos probándonos - los espectadores y nosotros- que es posible que este arte tenga algún sentido necesario para todos y en este mismo sentido, educarnos.

A tí te toca hacer el rol de la profesora que intenta ser dura con sus alumnos, pero a la vez le da oportunidades que sabe son escasas y casi imposibles de conseguir en el mundo de la adultez... ¿Cómo te sentiste en esa interpretación? ¿Qué modelos buscaste para preparar el papel?

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La profesora… seguramente uno de los oficios más importantes que existen en cualquier sociedad y que en la nuestra debido a las leyes de mercado que rigen nuestro interactuar y comportamiento social- es completamente despreciado, desvalorizado. No es necesario un trabajo de observación muy específico para lograr ponerse en los zapatos de un profesor. Yo, desde mi oficio, el de actuar, me he sentido múltiples veces haciendo algo muy inútil, y siento que todas estas leyes mercantiles me han dejado afuera y que solo si “actúo” en la tele obtengo cierto “valor”. No es nada de difícil entender cómo se margina un oficio tan fundamental y fundacional como la pedagogía. Para mí ha sido un privilegio participar de las funciones de esta obra en cuanto entiendo que represento a un grupo de personas que han sido denigradas de múltiples formas y que, aún así, conocen la importancia de enseñar, de formar personas. Incluso pasando por las variables que el mercado provoca: sueldos miserables, inestabilidad laboral, recursos mínimos en los establecimientos educacionales, falta de respeto por parte de alumnos (los hijos de nuestra democracia, simples objetivos de producción y consumo, base de nuestra economía), desinterés, rabia, depresión, etc. Como modelo me uso a mí misma, con mis ideales y mi inconsecuencia. Me entrevisté

con algunas profesoras que me ayudaron a entender el nivel de estrés que su trabajo involucra y muchos detalles más, pero debo decir, que en todos mis trabajos, es mi cuerpo el que habla y por lo tanto es mi reflexión y mi fracaso los que se expresan mediante este personaje. Recuerdo que la obra empezaba con Nirvana de fondo, ¿qué canción crees que sería ad hoc al contexto de protesta de hoy (a propósito que estás en la música también con la banda que integras junto a Marcela Salinas y Manuela Oyarzún?Realmente no sé. Me gusta mucho esa versión de Nirvana, es de Patty Smith, y durante toda la obra, la música, que es de lo más pop, son covers, versiones de otros artistas distintos a los originales. Eso tiene un sentido, claro. Pero ahora, en estos tiempos, no sé cuál es la mejor canción. El otro día, el de la última marcha no autorizada, me quedé entre atrapada e hipnotizada con todo lo que estaba pasando en la Alameda, afuera de la casa central de la Universidad de Chile, donde estaba quedando la cagada con los pacos. Sucedía que los cabros de la Chile sacaron por las ventanas del tercer piso, unos parlantes por donde ponían canciones alusivas a la rebeldía (esa que dice “pacos culiaos” muchas veces) y echaban la talla transmitiendo lo que

pasaba, muy insolentes con los pacos, los humillaban, a través de los parlantes, a punta de garabatos e improperios, todos los cuales me provocaron mucha gracia. Todos los que esperábamos ahí (no se qué) experimentamos cómo los pacos aplican resentimiento y desprecio a lo humano con sus formas de represión… Me dieron vergüenza en ese minuto los pacos, creo que nunca he visto una forma de ejercer un oficio con tan poca dignidad. En fin, lo que trato de decir es que al “transmitir” la lucha y destrozo que ahí estaba sucediendo, poner canciones y comentar, me sorprendió mucho: es como si, al mismo tiempo que toda esa batalla sucediese, los pendejos estuvieran grabando su video clip. Concluyo que ese era el video clip de los estudiantes en este momento, con las canciones (hiphoperas en su mayoría) que eligen para dar la batalla a los pacos represores. Por otra parte, para mí, las canciones de estas gallas setenteras y ochenteras, que tocamos y trabajamos con mi banda “Lágrimas, celos y dudas” son nuestro video clip: historias cebollas y machistas de nuestra era, de cuando nos educaron para algo a punta de miedo y amenaza, algo que finalmente no fuimos y de lo que tampoco nos revelamos. Simplemente un video clip de una generación que quedó como “cortita de brazos” y que cantamos para no olvidarnos de nada ni de nadie, de

los que nos formaron como parte de nuestra educación en la infancia. Cuando la obra se estrenó en 2009 a la directora Aliocha de la Sotta le preguntaron para dónde creía ella que estaba encaminada la educación pública hoy. La verdad es que no lo sé, respondió. Había mucha incertidumbre, sobre todo después de los escasos logros de la revolución pingüina. Y tú, ¿Para dónde crees que está encaminada la educación pública hoy?Tengo fe que esté encaminada a ser una educación realmente pública, donde todos tengan derecho a una educación de calidad, cuya única deuda a asumir, sea la de retribuirle a la sociedad mediante el ejercicio digno de la profesión que sirva para construir una sociedad más justa y libre. Pero es fe, debo decir, no sé si convicción. Recuerda que soy de la generación de los miedosos. Confío en lo que están haciendo los estudiantes de hoy, que no tienen miedo. ¿Crees en el teatro como mecanismo de denuncia y crítica social?Sí, creo. Pero es un arte, es decir, para mí nunca debe perder “espectáculo”, no es terapia. Mediante lo que llamamos “entretención” es posible profundizar mucho, a veces, mucho más que una clase o una charla, porque ocurre desde el ámbito estético y no

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puramente ideológico, y la belleza es una necesidad fundamental para cualquier persona. ¿Cuál es tu opinión sobre la dramaturga de Luis Barrales?Es excelente. Es un dramaturgo muy hábil e inteligente. Escribe con gran sensibilidad y radicaliza muy atractivamente las tesis y antitesis de cualquier conflicto. Esto lo hace muy especial: nos hace ponernos en los zapatos de uno y otro bando, entonces, el sentir, la emoción y la reflexión se profundizan mucho más, provoca un trabajo de análisis más interno, más honesto.

¿En qué proyecto teatral te encuentras trabajando actualmente?En uno para el próximo año, pero no sé si puedo decirlo aún. Es con el mismo equipo de “La mala clase” y es un proyecto de mayor proyección y alcance.... estamos en eso…

¿Qué papel no aceptarías hacer por nada del mundo?Al contrario, quisiera hacerlos todos, sobre todo esos personajes que uno rechaza, le caen mal. Buscar en mi cuerpo la identificación con los otros cuerpos, aquellos que no entiendo. Prefiero entender que ignorar.

Por último, tu opinión acerca del teatro chileno actual ¿Fecundo, frívolo, contundente....?

Yo creo que es súper bueno el nivel de las puestas en escena en Chile. Cada vez hay mejores dramaturgos y pendejos más arriesgados que se la juegan por su idea, y aunque no les resulte, la idea de hacer, en vez de sólo planear o imaginar, es tanto más enriquecedora. Lo que me pasa, eso sí, es que creo que seguimos trabajado para nosotros mismos, no sabemos difundirnos… o algo así. Nuestras obras, en su mayoría, las hacemos para otros teatristas y le ponemos atención a sus opiniones más que a las del público general. Eso lo transforma en un evento muy fome y aburrido. Yo asumo, en todo caso, que la forma en la que en general ejercemos el teatro es muy burguesa; hecha por y para burgueses, y en este sentido puede ser muy frívolo o poco contundente. Pero siento que esto está variando, y lo bueno es que está variando cualitativamente, es decir, hay más y mejores montajes a las que el público accede, ya no solo atraído porque hay actores de la tele en las obras, sino por otros antecedentes: el director, el elenco diversificado, el dramaturgo, el diseñador…

La Sala ha sido concebida técnica y espacialmente para un uso convencional (un solo frente) y no convencional (diferentes formas de emplazamiento en el lugar del público y del escenario) del espacio. Para ello, cuenta con un escenario modular y un sistema de graderías móviles y plegables que se adaptan a las necesidades espaciales. Un espacio diseñado para acoger la búsqueda de nuevos lenguajes. Este carácter multiuso permite la experimentación en teatro, danza, videodanza, circo-teatro, y performance, convirtiéndola en un laboratorio de las artes de la representación único en la Región de Valparaíso.

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Liturgias para re-sentir Valparaíso“No hay arte si no hay subversión. No hay teatro si no hay rebelión. Me instalo en el ejercicio teatral antes que todo desde el ser social, desde aquella cotidianeidad simple de construir ciudad o de pertenecer a tal o cual territorio. Un porteño que habita, crece y se asusta con un país muy particular. Construir una teatralidad comprometida con la realidad contemporánea es mi motor, una teatralidad que se inmiscuya en los procesos de cambio, contradicción y complejidad de la sociedad contemporánea. Instalar dispositivos escénicos que constantemente dialoguen con el abismo que sufre este país, es mi obligación como creador”, Danilo Llanos actor y director de la Compañía de teatro porteña “La Peste”.

Por Marcelo Islas*

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NUno de los aspectos más controvertidos en el debate de las disciplinas sociales es, sin duda, el que concierne a la cuestión de la identidad cultural. Quizá la dificultad para zanjar esta cuestión resida principalmente en los términos conceptuales de las disciplinas teóricas. Las diferentes propuestas artísticas, en cambio, construyen un ámbito de tematización desde el cual toda la problemática puede ser pensada mediante nociones de un alto grado de imprecisión que aseguran, por ello, la transmisibilidad de contenidos originales.

El director porteño Danilo Llanos - creador de la Compañía de teatro La Peste- se orienta en esa dirección. A partir de textos dramáticos y valiéndose de determinados modos de producción artística llega a elaborar sugerentes textos espectaculares (“I love Valpo” y “Todo es cancha”), con los cuales pretende transmitir una sugestiva noción de identidad cultural. Tal noción podría interpretarse como una nebulosa de contenido,

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en el sentido de que supone la manipulación de materias expresivas heterogéneas para dar soporte a un texto espectacular.

Asumimos que todo texto espectacular es el resultado de diversos tipos de operaciones semióticas por las que se manipula materia expresiva para dar soporte material a contenidos novedosos. Los textos estéticos no se caracterizan solo por el aspecto de la creatividad formal. También proponen invenciones conceptuales al impugnar las verdades establecidas y al operar sobre los códigos generales; transformaciones que afectan tanto a los hábitos perceptuales como a los itinerarios reflexivos frecuentes de los espectadores.

Cultura y ritual re-sentido

Lo identitario tiene que ver con valorar conscientemente la pertenencia a una historia común, a una misma manera de vivir el mundo. En definitiva, se refiere a un patrimonio cultural compartido, compuesto por elementos tangibles e intangibles. Ejemplo de estos últimos son los valores, ritos y tradiciones.

Si partimos de la idea de que el pueblo no vive su cultura como un simple entretenimiento, sino como una forma de concretar el sentido en el que intuitivamente descansa su vida, en una fecha determinada, o en un ritual cualquiera, Danilo Llanos -habitante de dicha cultura- la interpreta como pocos. Y logra –alejado de la teoría- a través de sus trabajos teatrales hablarnos de ese sedimento sobre el cual pisamos, alejado de la teoría, con claridad en la explicación. Mediante el ritual teatral, sea en un teatro o en la reducida cancha de fútbol de una población cualquiera de Valparaíso, accedemos aquí -mediante la mirada del artista- a un tipo de verdad que nos acerca a lo que pensamos y sentimos y que muchas veces no logramos verbalizar con tanta facilidad. Salvo en balbuceos.

Ni el ciudadano común ni los artistas están obligados a pensar como científicos o como teóricos del arte, no obstante, el empecinamiento por narrar sobre lo que nos rodea hace que el artista hable a partir de la tiniebla para ganar la conciencia, pero con el agravante de saber que

OP

INIÓ

NO

PIN

IÓNla conciencia no puede agotar

toda la verdad. Siempre queda en la tiniebla la posibilidad de una verdad mayor que se escapa y que por lo tanto obliga a una nueva búsqueda de superación del balbuceo.

“El resentimiento social me provoca eso: re sentir lo social, re sentir la injusticia, re sentir la mentira, re sentir a este país que engaña... y no nos re sentimos muy a menudo por aquello”, señalaba Llanos a propósito de su participación en el Foro Teatro Contemporáneo, organizado por la Escuela del Espectador de Valparaíso de la Sala de Arte Escénico de la UPLA.

En oposición al significado del término “resentido” (según la RAE: dicho de una persona que se siente maltratada por la sociedad o por la vida en general), Llanos nos ofrece en “I love Valpo” y “Todo es cancha” una visión crítica, ácida, romántica por qué no, si pensamos que el romanticismo es la nostalgia de algo que pasó y que ya no va a volver a ser como era antes. El re-sentimiento de este director porteño se enfila para encarar

los temas que lo conmueven desde una mirada acusadora que lo involucra y que habla de quien es él como habitante de la ciudad puerto junto con ser un creador de dicha ciudad. A diferencia de otros creadores nacidos en Valparaíso en cuyas puestas, su historia personal es negada, en las “a-puestas” de Danilo por narrar su ciudad y lo que ésta produce, hay un foco puesto en el operar cristalizaciones transitorias de un desgarramiento. El artista interrumpe el devenir cultural extrayendo un instante que se ha coagulado y lo plasma frente a los espectadores, tratando de convertirlos en cómplices, en coautores de sus trabajos.

Con el espectador

“-El Portuario: Nos merecemos ganar este campeonato. Todos nos

hemos sacado la mierda para poder llegar a este gran día. Hoy es el momento de sacar

lo mejor de cada uno de nosotros. Este no es cualquier

equipo, es un equipo de un cerro de Valparaíso. No

dejaremos de mirar nunca el

arco rival.Si Valparaíso ya no le da

alegrías a su gente, por lo menos démosle una alegría nosotros, los que vivimos en

los cerros”,

“Todo es cancha”, texto dramático de Danilo Llanos. Llanos busca desatar al espectador tradicional de su ámbito acostumbrado para que su actividad exploradora siga después de haber visto la obra. Por eso es que plantea obras abiertas, en donde cada fragmento es un punto de partida para el espectador co-autor. Otra forma que utiliza es enseñar al espectador a mirar hacia los rumbos que ha descubierto el autor-director. Cuando lo logra, el espectador se convierte en un viajante y deja de ser un simple mirón. El espectador cómplice debe tener múltiples posibilidades para elegir lo que le guste más y convertir en un contínuum el “álbum de fotos” que se le presenta. Y con esto se cumple un principio según el cual, la esencia de algo se encuentra mejor cuando se la crea.

El hombre rebelde

“La rebelión nace del espectáculo de la sinrazón ante una condición injusta e incomprensible. Pero su impulso ciego reivindica el orden en el medio del caos y la unidad en el corazón

mismo de aquello que huye y desaparece”, Albert Camus.

Danilo Llanos es un rebelde porque considera la rebeldía como la única reacción lícita ante un mundo contaminado de locura, de perversión, de cinismo. Y aunque esta actitud, por definición es una negación, de ningún modo significa para él una renuncia. Porque decir “no” a ciertos fenómenos del mundo implica, obligatoriamente, una afirmación de otros. Cuando en “I love Valpo” se habla de cierto personaje que fue Alcalde de Valparaíso y que quiere volver a serlo, ahí tenemos un ejemplo claro de lo que afirmábamos más arriba. Si lo nombro como un fenómeno negativo, es porque por otro lado estoy afirmando que se necesita un cambio para que eso no vuelva a suceder.

Cuando hablamos de reivindicar el orden en el medio del caos, podemos citar el ejemplo de “Todo es cancha”. No cabe duda que esta obra es un acto de rebelión. De rebelión frente al desquicio que se ha perpetrado contra un deporte popular como el fútbol, convirtiéndolo en un negocio que ha ido minando las bases mismas de este deporte en los barrios. De rebelión frente a un nuevo orden profesional-deportivo, arrasador de la cultura futbolística que aunaba a todo aquél que quisiera y pudiera correr en una cancha de tierra o de cemento detrás de una pelota para divertirse y ganar dentro de lo posible. “Todo es cancha” es la búsqueda empecinada del antiguo centro que ordenaba el caos cósmico-humano del barrio alrededor de una pelota y doce “monos” dispuestos a pelar por ella.

Llanos es un rebelde, porque la rebeldía que él promueve busca el establecimiento de vínculos entre los hombres. La solidaridad de la gente se funda en el movimiento de la rebeldía, el cual solo encuentra justificación en esta complicidad. Y eso ocurre,

porque en el acto de rebelarse uno se convierte en otro. Apuntando, a veces señalando con el dedo y con nombre y apellido de por medio, el director porteño busca la construcción del ser social, ese que trasciende al individuo porque ha logrado la identificación con su medio y por lo tanto trabaja para sostenerlo y enriquecerlo solidariamente.

* Marcelo Islas es profesor de la carrera de teatro de la Universidad de Playa Ancha.

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