Revolucion Mexicana

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REVOLUCION MEXICANALaRevolucin mexicanafue un conflicto armado que tuvo lugar en Mxico, dando inicio el20 de noviembrede1910. Histricamente, suele ser referido como el acontecimiento poltico y social ms importante del siglo XXenMxico.Los antecedentes del conflicto se remontan a la situacin de Mxico bajo elPorfiriato. Desde1876el general oaxaqueoPorfirio Daz ejerci elpoderen el pas de maneradictatorial. La situacin se prolong por 34 aos, durante los cuales Mxico experiment un notable crecimiento econmico y estabilidad poltica. Estos logros se realizaron con altos costos econmicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposicin poltica al rgimen de Daz. Durante la primera dcada delsiglo XXestallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato.Cuando Daz asegur en una entrevista que se retirara al finalizar su mandato sin buscar la reeleccin, la situacin poltica comenz a agitarse. La oposicin al gobierno cobr relevancia ante la postura manifestada por Daz. En ese contexto,Francisco I. Maderorealiz diversas giras en el pas con miras a formar un partido poltico que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones. Daz lanz una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado enSan Luis Potosporsedicin. Durante su estancia en la crcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Daz.Madero logr escapar de la prisin estatal y huy a losEstados Unidos. DesdeSan Antonioproclam elPlan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Daz el20 de noviembrede1910. El conflicto armado tuvo lugar en primera instancia al norte del pas y posteriormente se expandi a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevadosocuparon Ciudad Jurez(Chihuahua), Porfirio Daz present su renuncia y se exili enFrancia.En1911se realizaron nuevas elecciones en las cuales result electo Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros lderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento deEmiliano ZapatayPascual Orozcocontra el gobierno maderista. En1913un movimiento contrarrevolucionario, encabezado porFlix Daz,Bernardo ReyesyVictoriano Huerta, dio ungolpe de Estado. El levantamiento militar, conocido comoDecena Trgica, termin con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidentePino Surez. Huerta asumi la presidencia, lo que ocasion la reaccin de varios jefes revolucionarios comoVenustiano CarranzayFrancisco Villa. Tras poco ms de un ao de lucha, y despus de laocupacin estadounidenses de Veracruz, Huerta renunci a la presidencia y huy del pas.A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que haban luchado contra Huerta, lo que desencaden nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolucin de acuerdo con elPlan de Guadalupe, convoc a todas las fuerzas a laConvencin de Aguascalientespara nombrar un lder nico. En esa reuninEulalio Gutirrezfue designado presidente del pas, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza desconoci el acuerdo. Despus de derrotar a la Convencin, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redaccin de una nueva constitucin y llevar a Carranza a la presidencia en1917. La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, yObregnen 1928.Actualmente no existe un consenso sobre cundo termin el proceso revolucionario. Algunas fuentes lo sitan en el ao de1917, con la proclamacin de la Constitucin mexicana,123algunas otras en1920con la presidencia deAdolfo de la Huerta4o 1924 con la dePlutarco Elas Calles.5Incluso hay algunas que aseguran que el proceso se extendi hasta los aos 1940.6

ANTECEDENTES ECONOMICOS Y SOCIALES Durante laColoniamuchos pueblos pudieron conservar algunas propiedades comunales, llamadas de forma genrica ejidos. LaLey Lerdode1856declar baldas las propiedades corporativas, particularmente las de la Iglesia y las comunidades indgenas. Entre1889y1890el gobierno de Daz dispuso que las tierras comunales se hicieranparcelables. Los nuevos propietarios, no acostumbrados a lapropiedad privada, fueron estafados por particulares o funcionarios. Como resultado mucha de la poblacin indgena se vio sin posesin de tierras y tuvo que emplearse en las haciendas cercanas. Otra serie de leyes dedeslindede los aos 1863, 1883 y 1894, en las que una parcela sin su respectivo ttulo poda considerarse como terreno baldo, propici que aquellos que tuvieran los recursos necesarios se hicieran con grandes porciones de tierra. Para1910menos del 1% de las familias en Mxico posean o controlaban cerca del 85% de las tierras cultivables. Los pueblos, donde se albergaba el 51% de la poblacin rural, contaban con tan slo pequeas porciones de tierra y la mayor parte de ella dependan de las haciendas vecinas. Adems, las leyes y la situacin nacional favoreca a los hacendados, pues eran los nicos con acceso acrditosy a proyectos deirrigacinpor ejemplo. Por su parte, los pequeos pueblos y agricultores independientes se vean obligados a pagar altsimos impuestos. Esta situacin afect grandemente a la economa agrcola, pues las haciendas tenan grandes porciones sin cultivar y eran menos productivas que las propiedades menores.12Otra de las repercusiones del deslinde de tierras y el fraccionamiento de las tierras comunales indgenas fue que algunos de ellos se rebelaron contra el gobierno. Los conflictos, que tuvieron lugar a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron protagonizados pormayas,tzotziles,coras,huicholesyrarmuris, entre otros. Los conflictos ms duraderos fueron los ocurridos enYucatn,Quintana RooySonora. Ante dichos grupos se tom un poltica de deportacin, Yucatn y Quintana Roo fueron los principales destinos.13En el norte el gobierno de Daz tom contra losyaquisuna poltica de violenta represin y deportacin hacia el sur del pas. El momento cumbre contra este grupo tuvo lugar en 1908, momento para el cual entre un cuarto y la mitad de su poblacin haba sido enviada a las plantaciones dehenequnen Yucatn. A la postre, estos grupos tnicos habran de colaborar con las fuerzas revolucionarias.14A principios delsiglo XXcomenz la explotacin petrolera en Mxico, aunque las concesiones se dieron a compaas extranjeras comoStandard Oily laRoyal Dutch Shell.15Este proceso finalmente llev al pas a una transformacin industrial. Inversionistas extranjeros, protegidos por el gobierno, invirtieron en industrias y explotacin de materias primas, se impuls la minera y fue modernizada la industria textil, lo que adems desarroll el sistema ferroviario.15Para 1910, ya existan 24.000 kilmetros de lneas ferroviarias.16Sin embargo, en1907se desat una fuerte crisis internacional en Estados Unidos y Europa, lo que llev a la disminucin de las exportaciones, el encarecimiento de las importaciones y la suspensin de crditos a industriales. La situacin desat un fuerte desempleo, adems de que disminuyeron los ingresos del resto.17Una sequa que tuvo lugar en1908y1909afect la produccin agrcola,18por lo que se tuvo que importarmaz18por un valor de 27 millones de pesos.15Esta situacin afect a gran parte de la poblacin, ya que el maz era parte de la dieta del 85% de la poblacin.19La consecuente disminucin en la actividad econmica del pas redujo drsticamente los ingresos del gobierno. Se intent solucionar este problema castigando salarialmente a laburocraciay aumentando losimpuestosy la base fiscal, lo que afect a los miembros de la clase media, tanto urbana como rural, as como a los miembros de la clase alta que no estaban adheridos a los Cientficos,20grupo selecto de intelectuales, profesionales y hombres de negocios que compartan las creencias del positivismo y darwinismo social e influan en la poltica del pas.21En trminos generales, la crisis econmica desacredit severamente la imagen presidencial y de su grupo de allegados.22 REVOLUCION MEXICANALaRevolucin Mexicanaes el movimiento armado iniciado en 1910 para terminar la dictadura de Porfirio Daz y que culmin oficialmente con la promulgacin de una nueva Constitucin en 1917, aunque los brotes de violencia continuaran hasta finales de la dcada de los aos veinte.El movimiento tuvo gran impacto en los crculos obreros, agrarios y anarquistas a nivel internacional pues la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 fue la primera en el mundo en reconocer las garantas sociales y los derechos laborales colectivos. Se estima que en el transcurso de la lucha murieron ms de novecientas mil personas, civiles y militares.Mucha gente tiene la idea de que la Revolucin se inici gracias a Francisco Madero, pero la realidad es que desde el inicio del mandato dePorfirio Dazhubo algunas sublevaciones de personas que pertenecan al antiguo rgimen del liberal Sebastin Lerdo de Tejada. A continuacin se enumeran algunas de estas sublevaciones. 1876: Mariano Escobedo 1877: Pedro Valds 1878: Lorenzo Hernndez, Javier Espino 1879: Miguel Negrete, Manuel Carren, Francisco A. Nava, Jos del RoPero estas sublevaciones eran de tipo militar para tomar el poder, sin una ideologa de cambio social y econmico.Fue hasta 1900 cuando surgieron los llamados "Clubes Liberales" en los que se agrupaban polticos de tradicin liberal jacobina.En 1901 se celebr el Congreso Liberal en San Luis Potos promovido porCamilo Arriaga, durante 1902 y 1903 se llevaron a cabo mltiples protestas contra la reeleccin de Daz, quien respondi con crcel y muerte a los inconformes.La accin ms significativa fue la pancarta con la leyenda "La Constitucin ha muerto..." en las oficinas del peridicoEl hijo de El Ahuizote.Las libertades de prensa y asamblea, garantizadas en la Constitucin de 1857 fueron suprimidas, adems de que las condiciones de miseria y explotacin de obreros y campesinos eran perpetuadas por las concesiones a empresas extranjeras, latifundios y tiendas de raya fomentadas durante el Porfiriato.LaTienda de rayaera un establecimiento de crdito para el abasto bsico, ubicada junto a las fbricas o haciendas y donde los obreros o campesinos eran obligados a realizar sus compras. Se conocieron como tiendas de raya pues la gran mayora de los trabajadores era analfabeta y en el libro de registro de pago de nmina ponan una raya en lugar de su firma.Un grupo de liberales entre los que se encontraban los hermanos Flores Magn comprendieron que Daz no dejara la presidencia a travs de una derrota electoral. Este grupo consideraba que la dictadura se sostena por la fuerza de las armas y slo por la fuerza de las armas podra caer.Por esta razn, cuando los liberales salen de la crcel en 1904, y se exilian en los Estados Unidos, ya se haban creado dos tendencias, unos proponan reformar slo las estructuras polticas y otros buscaban estallar la revolucin social, estos ltimos comenzaron a organizar en 1905 el Partido Liberal Mexicano (PLM) que hizo pblico su programa al siguiente ao en San Luis, Missouri.El 1906 es un ao clave para la historia de Mxico, ya que en ese perodo comienzan a organizarse las primeras insurrecciones promovidas por el PLM contra la dictadura de Porfirio Daz.El 16 de septiembre de 1906 (aniversario de la Independencia de Mxico) el PLM haba programado el inicio de la Revolucin, sin embargo la sublevacin fue descubierta por la polica porfirista y detectives norteamericanos. A pesar de que el levantamiento armado general fue postergado, ese ao acontecieron sucesos que despus fueron considerados precursores del levantamiento de 1910: 1 de junio: Huelga de Cananea en Sonora contra la "Cananea Consolidated Copper Company", reprimida con un saldo de veintitrs muertos y veintids heridos, ms de cincuenta personas detenidas y cientos de desplazados. 1 de julio: Programa del Partido Liberal Mexicano difundido en el peridicoRegeneracin. 30 de septiembre: Rebelin de Acayucan, Minatitln y Puerto Mxico, Veracruz, reprimida por el ejrcito.Desde el principio del siglo, la situacin poltica de Mxico tuvo una nueva fisonoma: muchos mexicanos consideraban que era necesaria una participacin del pueblo en la vida poltica de Mxico, y estimaban urgente que se emprendieran reformas sociales en el pas.En el campo de la cultura destac, tambin con fines renovadores, el Ateneo de la Juventud, que a partir de 1908 emprendi una labor crtica contra el positivismo educativo implantado desde Benito Jurez y sostenido como doctrina oficial por el Porfiriato.El Ateneo se rebel igualmente contra lo que consideraba limitaciones al desarrollo de la personalidad humana. Militaron en l hombres de la generacin anterior como los poetas Luis G. Urbina y Enrique Gonzlez Martnez, y de la nueva promocin: Antonio Caso, Jos Vasconcelos, Pedro Henrquez Urea, Alfonso Reyes Ochoa, Julio Torri, Jess T. Acevedo, Alfonso Cravioto y Ricardo Gmez Robelo.Con varios matices las ideas de cambio social y poltico se apuntaban lo mismo en el Club Liberal Ponciano Arriaga, gracias al cual se puso en marcha el Partido Liberal Mexicano, y entre quienes participaban en los centros catlicos de mayor visin, o entre quienes, simplemente, queran que la democracia fuera algo efectivo en el pas.Contra esta actitud de Reforma y de renovacin, estaban los porfiristas, que no queran que las cosas comenzaran a cambiar. Pese a ello la agitacin comenz a crecer, y se sinti inquietud en muchos sitios.Los miembros del Partido Liberal Mexicano aumentaron sus actividades pblicas y clandestinas, lo mismo editaban peridicos comoRegeneracinque lleg a imprimir hasta 28.000 ejemplares- como formaban sociedades secretas para preparar y excitar la lucha armada.

Relacin con los Estados UnidosPocos das despus de la decena trgica,Woodrow Wilsonasumi la presidencia de los Estados Unidos.108Wilson, que no simpatizaba con Huerta,109envi a agentes para que le informaran la situacin que prevaleca en el pas. John Lind lleg a Mxico para sustituir a Henry Lane Wilson y present a Huerta en agosto de 1913 cuatro propuestas del gobierno estadounidense:108 Cese al fuego inmediato y armisticio definitivo. Elecciones libres inmediatas con la participacin de todas las facciones. Que el general Huerta no participara en dichos comicios. Acuerdo de todos los partidos de acatar el resultado y cooperar en el nuevo gobierno.Las propuestas fueron rechazadas por medio del secretario de Relaciones Exteriores,Federico Gamboa, por lo que el presidente Wilson declar a los Estados Unidos neutral en el conflicto. De esta forma ninguna de las dos facciones podra comprar armamento del pas fronterizo.109RELACIONES ENTRE MXICO Y LOS ESTADOS UNIDOS: 1921[1]Martha Strauss Neuman

Sera imposible comprender el estado de las relaciones entre Mxico y los Estados Unidos en 1921 sin tomar en cuenta la situacin que privaba entre ambas naciones cuando menos a partir de 1917. Dicho ao marc la cristalizacin de la Revolucin Mexicana: la promulgacin de una nueva Constitucin que fortaleci el nacionalismo mexicano y provoc, entre otras cosas, que algunos de sus artculos fuesen considerados por algunos crculos de capitalistas extranjeros como el fin de su preponderancia econmica en nuestro pas.Es de todos sabido que para el segundo decenio de este siglo, buena parte de la vida econmica mexicana se encontraba en manos extranjeras, situacin provocada por la poltica que sigui Porfirio Daz al dar una franca bienvenida a los inversionistas de todo el mundo. Primero el movimiento armado y despus la nueva Constitucin amenazaron abiertamente a capitalistas ingleses, franceses y belgas, pero sobre todo a norteamericanos, cuyas inversiones en Mxico sumaban ya alrededor de seiscientos cincuenta y dos millones de dlares y eran las ms importantes de todas las inversiones extranjeras en Mxico.Los capitales estadounidenses y europeos se encontraban diseminados en prcticamente todas las ramas de la economa mexicana, pero en el caso de los norteamericanos, las inversiones en las industrias extractivas -petrleo y minera- eran las predominantes; de all el esfuerzo estadounidense por defender la situacin que haba prevalecido en nuestro pas durante el Porfiriato.Sin embargo, despus de la primera veintena de aos del siglo, el panorama ya no era igual ni en Mxico ni en nuestro vecino norteo. En Mxico, la Revolucin de 1910 y la guerra civil provocaron la ruptura de la paz porfiriana que se haba prolongado por treinta aos y que, en muchos aspectos, transform al pas para siempre. Los Estados Unidos, a pesar de no haber atravesado por una revolucin armada, s fueron partcipes directos en la primera conflagracin mundial y el resultado de la guerra prob ser econmicamente muy ventajoso para nuestros vecinos.No solamente fue la nica nacin vencedora en el conflicto, sino que su economa se desarroll a tal grado, que por primera vez en su historia pas de ser pas deudor a pas acreedor. Esto, aunado a su creciente industrializacin, dio como resultado un gran auge econmico que, salvo algunas depresiones, se prolongara durante toda la dcada de los veinte.La creciente expansin econmica estadounidense llev, a su vez, a la concentracin de capitales cada vez mayores que debieron buscar salida en mercados externos. Ya para esta poca era un hecho la consolidacin de la hegemona estadounidense sobre Amrica Latina, de all que no fuese extrao que inversiones importantes se realizaran en el rea, distinguindose como principales receptores Mxico y Cuba. La regin tambin se caracterizara por captar buena parte de las manufacturas norteamericanas y por proveer a los Estados Unidos de una constante, abundante y econmica fuerza de trabajo, de la cual hablaremos ms adelante.Esto nos lleva a la conclusin de que precisamente los aos en que Mxico estaba luchando por recuperar el control sobre los recursos de la nacin coincidieron con la etapa expansiva del capitalismo industrial, es decir, con la apropiacin de mercados en dnde invertir, en dnde vender sus bienes y de dnde extraer las materias primas necesarias en el proceso productivo.Al iniciarse el ao de 1921, el presidente mexicano, lvaro Obregn -uno de los caudillos ms populares y carismticos de la Revolucin - con apenas un mes en la silla ejecutiva, tena ya ideas bien concretas respecto al plano internacional. No as su homlogo estadounidense, el republicano Warren G. Harding, quien, despus de asumir la presidencia en marzo de ese mismo ao, deleg casi de inmediato la poltica hacia Mxico en manos del Departamento de Estado, en parte por su falta de conocimientos sobre la problemtica de nuestro pas, sobre todo, porque las tensiones y reacomodos surgidos despus de la Paz de Versalles ocuparan con creces su atencin.Varios eran los problemas que aquejaban las relaciones mexicanoamericanas en 1921. Sin embargo, el ms urgente para Mxico -y que se fue dramatizando al transcurrir los meses- fue el de lograr el reconocimiento oficial de Washington; este hecho representaba una necesidad urgente para legitimar al rgimen obregonista ante el mundo entero, dndole un consenso de mayor firmeza tanto poltica como econmica. Pero la estabilidad poltica -hablando en trminos generales- estaba presente en la escena mexicana en 1921, as que el reconocimiento estadounidense result no tanto una necesidad nacional sino un requisito para satisfacer el orgullo personal del general sonorense.La cuestin del reconocimiento de un gobierno mexicano por el norteamericano no era nuevo en la historia de las relaciones entre ambos pases, pero la lucha por lograrlo -y los medios que se utilizaron- caracterizaran la mayor parte de la administracin obregonista.[2]Los motivos por los que los Estados Unidos se negaban a reconocer al general Obregn eran bastante claros: la Casa Blanca no poda otorgar su aprobacin a regmenes que amenazaran con daar a los intereses econmicos de los norteamericanos en Mxico. La amenaza concreta era la interpretacin y prctica del artculo 27 constitucional, por cuyos preceptos se decretaba que tanto la superficie como el subsuelo -y todo lo que en l existe- dentro de los lmites del territorio mexicano pertenecan a la nacin. Esta disposicin contravena los cdigos mineros de fines del sigloXIXy principios de ste, por medio de los cuales Porfirio Daz haba otorgado la propiedad del subsuelo al dueo de la superficie, acciones que en mucho nos explican el desenfrenado crecimiento de la inversin extranjera en Mxico durante dicha poca.[3]Los principales intereses afectados por la nueva legislacin eran, obviamente, mineros y petroleros, quienes, por el monto de sus inversiones en Mxico, resultaron -como ya hemos dicho- en su mayor parte de ciudadanos norteamericanos, seguidos muy de lejos por los de los capitalistas ingleses.Hacia 1921 tanto petroleros como mineros tenan ya organizaciones bien establecidas para defender sus intereses en Mxico. A pesar de que en ese ao las inversiones norteamericanas en minera sobrepasaban a las dedicadas a la industria petrolera, los representantes de este ltimo grupo tuvieron una mejor capacidad de organizacin porque se trataba de una industria en mayor expansin que la minera pero sobre todo por la homogeneidad que les dio el hecho de que el petrleo slo se explotase en los estados del Golfo de Mxico, en tanto que los yacimientos mineros se encontraban diseminados en ms de una docena de entidades, lo que a su vez provoc la creacin de organizaciones mineras a nivel local, aunque propensas a unirse para presionar a su gobierno en contra la poltica mexicana.[4]Durante todo 1921, los petroleros y su principal organismo, la Asociacin de Productores de Petrleo en Mxico, lucharon denodadamente en contra del reconocimiento del gobierno mexicano. Sus tcticas fueron variadas: difamacin, propaganda contraria a nuestro pas, informes alarmistas sobre la situacin mexicana (que iban desde afirmar que Obregn no permanecera por mucho tiempo en el poder debido a la falta de estabilidad de su gobierno hasta la acusacin de que la amenaza bolchevique estaba convirtiendo a nuestro pas en una "pequea Rusia"); una de sus formas efectivas de presin fue la de boicotear la produccin petrolera, reiterando su temor ante la confiscacin y la retroactividad de las leyes mexicanas.El temor de los petroleros no era del todo injustificado; cuando menos hasta 1927 el nacionalismo perme la escena poltica mexicana y no slo esto, sino que concretamente 1921 fue un ao muy importante, ya que Mxico alcanz la cspide de su produccin petrolera con ms de ciento noventa y tres millones de barriles, convirtindose as (al menos durante ese ao, porque despus la produccin comenz a declinar), en el segundo productor mundial, despus de los Estados Unidos y aportando este ao el veintisis por ciento de la produccin total de hidrocarburos.Uno de los principales aspectos de la democracia americana es, sin duda alguna, el acceso de los diferentes grupos que conforman la opinin pblica a las altas esferas en donde se toman las decisiones. Por esta razn, durante esa poca, los grupos capitalistas norteamericanos seran los ms influyentes en el Departamento de Estado, de all que no resulte extrao que las decisiones del secretario Charles Evans Hughes con respecto a nuestro pas reflejaran directamente las necesidades de los grupos norteamericanos con intereses en Mxico. Aunque la presin se dej sentir tambin por crculos de intelectuales, de liberales y aun de polticos, la fuerza indudable del grupo capitalista, determin, en buena medida, el enfoque que Washington dio a sus problemas con Mxico.Durante todo el ao de 1921, as como en 1922, el Departamento de Estado condicion el reconocimiento de Obregn a la firma previa de un tratado de amistad y comercio, el cual sentara las bases legales e internacionales para evitar que el artculo 27 se pudiera aplicar en forma confiscatoria y retroactiva, como alegaban las compaas petroleras.[5]Obregn, an antes de ascender a la presidencia, haba prometido defender el derecho internacional, no solamente al no aplicar retroactivamente las leyes mexicanas, sino que tambin haba garantizado la solucin de otros dos conflictos, que junto con el petrolero, empaaban las relaciones con la Casa Blanca: uno era el de la reanudacin del pago de la deuda exterior y, el otro, relacionado con el primero, el pago a los extranjeros que hubiesen sufrido daos en su vida o propiedades durante el reciente conflicto armado.Con respecto a las obligaciones financieras de Mxico en el exterior, el pago de la deuda y sus intereses haba quedado suspendido desde 1914, ao en el que el entonces presidente, Victoriano Huerta, haba declarado su incapacidad de hacer frente a sus responsabilidades internacionales.Los acreedores extranjeros, al igual que los grupos petrolero y minero, decidieron unificar sus esfuerzos con el fin de presionar con mayor eficacia; por un lado al gobierno americano para que ste a su vez lo hiciera con el nuestro, y, por el otro, al mexicano directamente; presin que qued plasmada en forma definitiva al negar todo tipo de crdito a Mxico hasta que liquidara sus viejas deudas.As, pues, en 1919 nace el Comit Internacional de Banqueros de Mxico y su importancia como grupo de presin persistira hasta bien entrada la dcada de los treinta. En 1921 van a unir fuerzas con el grupo petrolero logrando con su propaganda evitar la reanudacin de las relaciones diplomticas con nuestro pas.[6]Cabe especificar, sin embargo, que la presin bancaria en Washington no fue tan importante como la petrolera, ya que de toda la deuda mexicana (calculada en 1921 en ms de 508 millones de dlares), slo de veinte por ciento corresponda a tenedores norteamericanos y el resto a europeos, por lo que el Departamento de Estado asuma que este rengln no era tan fundamental como la defensa del grupo petrolero, el cual controlaba casi el sesenta por ciento de nuestras riquezas de hidrocarburos.[7]Aun con todo el peso que esta presin representaba, Obregn result ser un poltico hbil y sumamente audaz, lo que quedara demostrado a mediados de 1921 cuando finalmente rompi el frente petrolero-bancario. En julio, el gobierno decret el aumento de los impuestos a la exportacin del petrleo en un veinticinco por ciento.[8]Esto obviamente despert protestas airadas por parte de las compaas, quienes inmediatamente predijeron -en forma por dems alarmista- su bancarrota total. Pero aun antes de que las acongojadas compaas recurrieran a pedir apoyo al Comit de Banqueros, el presidente mexicano anunciaba que el capital obtenido por concepto de los impuestos petroleros (que de mantenerse estable la produccin ascendera a treinta millones de pesos anuales) sera utilizado en su totalidad para reanudar el pago de la deuda. Bajo esas condiciones, no slo los banqueros no apoyaron a los petroleros en contra de Obregn, sino que incluso los instaron a aumentar su produccin en aras del beneficio de los tenedores de la deuda.Aunado a esto, al poco tiempo lleg a la ciudad de Mxico Thomas Lamont, representante de los intereses bancarios, e inici una serie de plticas con Obregn y sus ministros, las cuales culminaran con la firma del tratado De la Huerta-Lamont en 1922 y la pacificacin temporal de este poderoso grupo.[9]En cuanto al pago de reclamaciones por los daos ocasionados durante la Revolucin, a fines de 1921 el canciller mexicano, Alberto J. Pani, introdujo una sugerencia, que finalmente en 1923 se adoptara como la nica solucin posible. Esta iniciativa fue la creacin de dos convenciones de reclamaciones, una general, que abarcaba el periodo de 1868 a 1910 y que funcionara bilateralmente, y la otra, una especial, que oira de las reclamaciones sobre daos ocurridos entre 1910-1920 y de carcter unilateral, ya que servira nicamente a los quejosos norteamericanos.[10]A pesar de la alianza entre el Departamento de Estado y los petroleros en contra de Mxico, en modo alguno podemos afirmar que no existieran segmentos de la opinin pblica norteamericana que favorecieran a Obregn. El mismo grupo capitalista estuvo dividido, pues mientras petroleros, mineros y banqueros le declararon la guerra al general sonorense, los comerciantes y, en forma incipiente todava, en 1921 los industriales apoyaron el reconocimiento oficial del presidente mexicano.[11]1921 fue un ao caracterizado, entre otras cosas, porque un nmero considerable de cmaras comerciales de diversos estados de la Unin Americana visitaron nuestro pas. Claro que estuvieron auspiciadas por el gobierno obregonista como parte de su contrapropaganda, como lo demuestra la formacin, en febrero, de la Mexico-American Excursions con capital inicial de cien mil pesos para conducir excursiones a nuestro pas;[12]estos viajes resultaron benficos pues los viajeros regresaban a su pas -y as lo manifestaban ante los medios de comunicacin- con una visin muy positiva de Mxico, alegando que el reconocimiento era necesario para el estrechamiento de los lazos econmicos entre ambas naciones.Esto nos lleva a considerar el otro gran evento que estara presente tambin durante todo 1921. ste fue el despliegue de una enorme campaa publicitaria por parte del gobierno mexicano, no solamente en los Estados Unidos, sino en Europa y Latinoamrica por igual.[13]Convencido de que sus promesas no eran escuchadas por el Departamento de Estado y negndose a firmar un tratado previo al reconocimiento que, como Obregn deca, era ofensivo y cuestionaba la legitimidad por medio de la cual haba ascendido a la presidencia, el general se dedic, junto con la ayuda de un puado de colaboradores, a organizar un contraataque propagandstico hacia los grupos de presin norteamericanos que se haban empeado en impedir su reconocimiento.[14]Ya en su informe al Congreso en 1921, Obregn admita las difciles relaciones que existan entre los Estados Unidos y Mxico. Adems en ese mismo documento, el ejecutivo mexicano atacaba a la prensa extranjera (sobre todo a la norteamericana) por publicar frecuentemente noticias falsas o exageradas sobre sucesos ocurridos en Mxico. Para contrarrestar dichas acciones, Obregn anunciaba la reorganizacin de la Secretara de Relaciones Exteriores y la creacin de la Seccin de Informacin y Propaganda, adscrita a la propia secretara y que tendra a su cargo el envo de informacin a consulados y legaciones extranjeras sobre datos exactos del pas, boletines postales, peridicos, mapas, libros, fotografas, pelculas, etctera, para ser proporcionada a quienes la pidieran.[15]Aunado a esto, se crearon numerosas "agencias financieras" en las principales ciudades estadounidenses, europeas y latinoamericanas, para mantener informada -adecuadamente- a la opinin pblica de aquellos lugares con respecto a la situacin mexicana.[16]No sin pesar, el cnsul norteamericano, en Tampico, asuma, a mediados de ese ao, que el gobierno mexicano estaba gastando de siete a ocho millones de pesos en propaganda para lograr su reconocimiento.Aun cuando esta cifra sea ms alta de lo creble, existen ciertos indicadores que sealan la enorme preocupacin obregonista por ver legitimado su gobierno internacionalmente. No solamente se gastaron miles de pesos en traer y entretener a docenas de comerciantes (que adems celebraron ese ao una conferencia internacional de comerciantes en la capital mexicana), sino que los preparativos para las fiestas del centenario de la consumacin de la Independencia (a conmemorarse en septiembre) implicaron el aumento presupuestal a la Secretara de Relaciones Exteriores (que tendra a su vez la obligacin, entre otras, de contratar veinticinco autos de lujo para el traslado de todo el personal diplomtico asistente a los festejos), tambin se aument el presupuesto de la Secretara de Industria y Comercio, que tendra a su cargo el montaje de todo el espectculo.[17]El proyecto sobre los festejos era por dems fastuoso: inclua un banquete a todo el cuerpo diplomtico en la rotonda monumental del Bosque de Chapultepec, la iluminacin de todas las calzadas y fuentes del bosque, fuegos artificiales, bailes y hasta el retiro de todos los pordioseros del rea, para presentar ante el mundo la imagen de un Mxico progresista, estable y, por qu no?, sin menesterosos.[18]La propaganda obregonista incluy tambin la contratacin de agentes tanto mexicanos como extranjeros que dieron a conocer -en forma oral y escrita- la estabilidad poltica que exista en Mxico y pregonaron las riquezas -y la facilidad para adquirirlas- que haba en nuestro pas. Se trataba sobre todo de realzar la personalidad del sonorense y al parecer fueron tan benvolos sus pagos, que el Archivo General de la Nacin, en su ramo dePresidentes,contiene un sinnmero de ofrecimientos de diversas personas para prestar sus servicios como oradores o escritores, a quien acu la famosa frase de "no hay quien se resista a un caonazo de cincuenta mil pesos".[19]El gobierno mexicano intent -en cuanto pudo- negar que fuertes sumas del erario nacional tuvieran como destino final el pago de publicidad en el extranjero, pero para nadie eran ya secretas las actividades gubernamentales. stas se hicieron an ms patentes entre la opinin pblica mexicana ante dos hechos concretos: el primero, que la cadena periodstica Hearst (con mucho la ms importante en aquella poca en los Estados Unidos) dej su postura ya clsica de oprobio hacia Mxico y su actitud altamente intervencionista, para concentrarse en presentar en sus diarios nicamente noticias favorables de nuestro pas;[20]el otro hecho, que los estados sureos, tradicionalmente defensores de la lnea dura en contra de Mxico, revirtieran su poltica, ya que a mediados de ao, las legislaturas de Texas, Nuevo Mxico y Arizona reconocan al rgimen obregonista aun cuando su gobierno estaba todava muy lejos de hacerlo.Estos cambios, obviamente no nacieron de una actitud natural, benvola hacia nuestro pas, sino que fueron la consecuencia directa de la publicidad y el soborno obregonistas.A mediados de ao, Obregn haba enviado una carta al presidente Harding con el fin de esclarecerle los principales problemas que, a su juicio, impedan la reanudacin de las relaciones entre ambas naciones. Segn el presidente mexicano, la interpretacin del artculo 27, el pago de reclamaciones y el pago de la deuda exterior constituan las notas de discordia entre ambos gobiernos.[21]Obregn recalcaba que todo se solucionara, pero estas promesas no parecieron impresionar mucho al presidente norteamericano, quien, despus de esperar ms de un mes, contestaba a su colega mexicano dicindole que l no crea en promesas y que si esperaba el restablecimiento de las relaciones debera firmar primero el tratado de amistad y comercio.[22]Como si el desplante epistolar del presidente Harding hubiera sido insuficiente para convencer a Obregn de la intransigencia norteamericana, este incidente coincidi con otro que alarm an ms al gobierno mexicano: dos buques de guerra estadounidenses, elClevelandy elSacramentose acercaron peligrosamente a las costas del Golfo, en virtud de que el cnsul norteamericano en Tampico as lo haba solicitado, por el carcter tan precario que estaba tomando la situacin y con el fin de defender a los norteamericanos en aquella rea petrolera.[23]La alarma generada en los corredores del Castillo de Chapultepec- entonces residencia del ejecutivo- es de imaginarse, incluso el propio Obregn pens que la intervencin era ya inevitable. En la embajada norteamericana el ambiente no era menos desconcertante. El mismo encargado de negocios, George T. Summerlin -entonces el diplomtico de mayor rango, ya que no haba embajador-, telegrafi al Departamento de Estado tan pronto se enter de las maniobras navales, pidiendo que se le informara con qu carcter venan los buques.[24]El arribo de las embarcaciones ciertamente coincidi con el anuncio del aumento a los impuestos a la exportacin del petrleo y aunque tres das despus los barcos regresaron a los Estados Unidos sin causar mayores problemas, s dejaron en la mente de los mexicanos la idea bien impresa, de que el gobierno norteamericano seguira defendiendo a sus conciudadanos en Mxico, aun a costa de la soberana misma de nuestro pas.Independientemente de todos estos acontecimientos, durante todo el verano de 1921, circularon rumores del pronto reconocimiento obregonista, rumores propagados sobre todo por ciertos peridicos tanto mexicanos como norteamericanos. Se pensaba que el gobierno de la Casa Blanca reanudara sus relaciones formales con Mxico en honor del centenario de la independencia. Inclusive elNew York American(de la cadena Hearst) informaba de la adquisicin de una mansin en Washington por las autoridades mexicanas por la nada despreciable suma de trescientos cincuenta mil dlares, para establecer all la embajada.[25]Sin embargo, tan pronto aparecan noticias de este tipo eran cuestionadas por la prensa conservadora norteamericana, encabezada por elNew York Times,que por lo regular manifestaba su incredulidad con respecto a la estabilidad mexicana, acusando frecuentemente a sus dirigentes de tener lazos con el bolchevismo sovitico. Pero a estos ataques contestaban nuevamente las voces liberales, como la revistaThe Nation,que alguna vez afirm vehementemente: "Obregn no es bolchevique, ni comunista, ni siquiera socialista. Es un demcrata jeffersoniano".[26]Aun cuando el Departamento de Estado saba de toda la propaganda y contrapropaganda de los diferentes sectores pblicos tanto en Mxico como en los Estados Unidos, los rumores del creciente radicalismo mexicano no dejaron de causar enorme inquietud. Obregn se haba rodeado de un grupo de hombres (entre los que destacaba Plutarco Elas Calles, quien ocupaba la Secretara de Gobernacin) identificados -segn los polticos estadounidenses- con las fuerzas contrarias al capitalismo. La situacin mexicana, sin embargo, debe enmarcarse en el panorama global que presentaba la opinin pblica norteamericana en los primeros aos de la dcada con respecto al socialismo o a cualquier ideologa izquierdista y que podra resumirse de la manera siguiente: apoyo y alianza gubernamentales con las grandes corporaciones, rechazo sistemtico a las demandas sindicales y una poltica sumamente agresiva en contra de los radicales extranjeros, que iba desde la amenaza hasta la expulsin del pas o del encarcelamiento de individuos durante meses sin derecho a ser juzgados.Esta histeria colectiva en contra de todo lo que pudiera tener tintes rojos pronto rebas las fronteras nacionales, y tomando en cuenta esta situacin, no es de extraar la actitud que asumi Washington cuando la ciudad de Mxico fue sede, a principio de 1921, de la Reunin Panamericana del Trabajo, a la cual asisti la Federacin Americana del Trabajo, ya con mucho, la organizacin sindical ms importante de los Estados Unidos. Su lder, Samuel Gompers, se entrevist con Obregn y algunos miembros de su gabinete, quienes lo convencieron de interceder ante su gobierno en favor del reconocimiento. Ciertamente la influencia de Gompers no alcanz los niveles requeridos, pero al menos su organizacin manifest pblicamente, meses despus de su contacto con los dirigentes mexicanos, que la Federacin Americana del Trabajo reconoca -independientemente de lo que opinara Washington- a lvaro Obregn como presidente de Mxico. El apoyo sindical norteamericano sin lugar a dudas ayudara a convencer a los elementos conservadores de la influencia del socialismo en nuestro pas.[27]En este contexto plagado de propaganda por uno y otro bando, debemos hacer mencin de la creacin de lo que es hoy el Centro de Enseanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, cuyo sexagsimo aniversario se festej, con sobrada razn, el pasado mes de julio.Conocida es la inquietud de Obregn con respecto a todo lo referente a la cultura. Probablemente l hizo ms por la educacin que cualquier otro presidente mexicano hasta entonces, esfuerzos que quedaron plasmados con la creacin, en los primeros meses de 1921, de la Secretara de Educacin e Instruccin Pblica encabezada por el clebre Jos Vasconcelos.[28]El inters de Obregn no fue efmero, sino slido y constante; estimul continuamente los programas vasconcelistas y provey de cuantos fondos pudo a la difusin de la cultura. Casi mil escuelas rurales se fundaron bajo su administracin y entraron en funcionamiento bibliotecas y centros culturales en un afn de llevar la educacin hasta las regiones ms apartadas de la repblica.Paralelamente, y en un contexto ms amplio, se iniciaron plticas entre funcionarios mexicanos y norteamericanos constituidos en el Comit para el Intercambio Estudiantil entre los Estados Unidos y Mxico, que dieron como fruto que veintids planteles norteamericanos ofrecieran en diferentes formas, becas o exenciones para un total de cien estudiantes extranjeros, en su mayora mexicanos. Entre estas instituciones se encontraban las universidades de Texas, Nebraska, Minnesota y la de Nueva York.[29]Adems, algunas firmas estadounidenses ofrecan a los estudiantes latinos trabajos de medio tiempo en sus empresas, mientras realizaban sus estudios en los Estados Unidos, e incluso se integraron agrupaciones que se reunan para discutir literatura e historia latinoamericanas. Uno de estos grupos sostena veladas regulares para que los jvenes practicaran su espaol, y tan rgido era su sistema de aprendizaje, que se prohiba en absoluto hablar en ingls, teniendo que pagar -aquel que no cumpliera los requisitos- un centavo por cada palabra pronunciada en otro idioma que no fuera el espaol.[30]En su informe de gobierno de 1921 -al que ya hemos hecho alusin anteriormente-, Obregn anunciaba la inauguracin del sistema de cursos de verano para extranjeros y demostraba su satisfaccin al declarar: "asistieron cerca de cien alumnos [...] y adems profesores distinguidos de distintas universidades norteamericanas".El gobierno mexicano haca un descuento del cincuenta por ciento en el transporte por ferrocarril desde todas las ciudades fronterizas hasta la capital mexicana a los estudiantes y maestros que asistieran a los cursos, as como exencin de otros pagos y becas hasta por mil pesos.[31]Este tipo de facilidades no fueron otorgadas nicamente a estudiantes y profesores norteamericanos; el mismo tipo de intercambio se dio, sobre todo, con universidades centroamericanas. Pero cabe resaltar que estos actos se debieron en parte al inters obregonista por fomentar la cultura, pero ms que nada, fueron un medio para captar la atencin de Washington y entibiar un poco las relaciones entre ambos pases.Otro aspecto de 1921 que es importante destacar es el relativo a los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos. A pesar de no haber causado fricciones peligrosas entre ambos gobiernos, como el asunto petrolero o las reclamaciones, s desat una ola de debates en los Estados Unidos (por cierto ms numerosos que relevantes) sobre la conveniencia o no de contratar a trabajadores mexicanos, y el trato por ellos recibido obtuvo enorme atencin -y no menor preocupacin- por el pblico mexicano.Para situar el problema concretamente en nuestro ao de estudio, es prudente recordar que la emigracin masiva de Mxico a los Estados Unidos comenz poco despus de iniciado este siglo. Entre 1910-1920 casi un milln de mexicanos emigr al norte, como consecuencia directa de la Revolucin, la inflacin y el hambre. Este movimiento indudablemente coincidi con una etapa de plena expansin capitalista en los Estados Unidos, que a su vez produjo un enorme mercado abierto a todos aquellos que buscaban trabajo. Los braceros se movilizaron hacia el norte a travs de la frontera, atrados por el amplio desarrollo del suroeste agrcola y por las marcadas diferencias de salarios entre ambos pases. Su arribo durante esta primera etapa fue callado; de todos los grupos de inmigrantes no anglosajones, los mexicanos probablemente fueron los que pasaron ms desapercibidos.Cuando los Estados Unidos entraron a la Primera Guerra Mundial en 1917, su necesidad de mano de obra fue an mayor. Se requera de miles de brazos para cultivar, producir y manufacturar alimentos, ropa, armamento, etctera, fuerza de trabajo que en buena parte fue reclutada al sur de la frontera.[32]Pese a que en 1917 el gobierno americano aprob una ley que restringa la inmigracin, el Departamento del Trabajo eximi especficamente a los trabajadores agrcolas mexicanos de cualquier limitacin para entrar legalmente a territorio americano. Asimismo, los mexicanos quedaban exentos de pagar un impuesto per cpita de ocho dlares, as como del examen de alfabetizacin y otras clusulas impuestas a los nacionales de otros pases.Despus de la guerra, los mexicanos en los Estados Unidos comenzaron a hacerse cada vez ms visibles para los anglos. Hacia 1921, los trabajadores mexicanos ya ocupaban puestos en plantas acereras y empacadoras de carnes en Chicago, en fbricas automotrices en Detroit, en minas y en actividades ferroviarias por todo el pas; ni qu decir de los campos agrcolas del suroeste y de la regin de las Rocallosas, donde los mexicanos se haban convertido en el grupo numricamente dominante.[33]Esta urbanizacin y dispersin geogrfica del inmigrante mexicano despert gradualmente la conciencia americana sobre la naturaleza de este grupo, su relacin con la sociedad anglosajona y su posible lugar dentro de ella.Pese a su enorme crecimiento, la expansin econmica estadounidense no fue duradera. La inflacin y la sobreproduccin se dejaron sentir a partir de mediados de 1920; para principios del ao siguiente, los precios de los principales productos agrcolas haban cado por debajo de los niveles existentes en vsperas de la guerra.[34]Una de las consecuencias que tuvo esta depresin fue que cerca de cien mil trabajadores mexicanos perdieron sus empleos y tuvieron que regresar a su lugar de origen. El retorno de estos hombres produjo no pocos problemas al rgimen obregonista, ya que ste se encontraba restringido de fondos y acosado por complejos problemas poltico-econmicos originados por la Revolucin.[35]No obstante, el presidente mexicano se ocup personalmente del financiamiento y funcionamiento de un grupo diseado para el regreso de los trabajadores, obra que trascendera debido a la alteracin que produjo en la actitud obregonista hacia la emigracin a los Estados Unidos.Por otra parte, algunos sindicatos y polticos norteamericanos desataron una campaa para deportar a los braceros con el fin de que sus puestos fuesen ocupados por trabajadores estadounidenses. Samuel Gompers, lder de los trabajadores, inst a los miembros de la Federacin Americana del Trabajo a que persuadieran a los mexicanos a cambiar de nacionalidad, pues de lo contrario seran expulsados de los sindicatos.[36]Asimismo, comenz una ola de terror y abuso hacia las familias mexicanas, destruyendo sus propiedades y atemorizndolas constantemente. El sentimiento popular sealaba, en pocas palabras, que, en pocas de crisis, los mexicanos deban ser los primeros en quedarse sin empleo.[37]ste es el contexto en el que se desatara uno de los debates ms largos y menos fructferos de la dcada, acerca de la legislacin relativa a restringir la inmigracin mexicana. Sin embargo, y esto para nosotros es de mayor relevancia, tanto defensores como oponentes aceptaban abiertamente la idea estereotipada del mexicano; ambos bandos crean que la mayora de los inmigrantes mexicanos eran peones indgenas cuyas caractersticas y potencialidades estaban determinadas por su raza. Los describan como dciles, indolentes y atrasados. Una buena parte de la opinin pblica americana crea que los mexicanos, viniendo de un pas al que el economista Walter Weyl (futuro editor deThe New Republic) llamaba la tierra de "maana", se preocupaban poco por el trabajo y jams planificaban su futuro. Debido a su atraso -concluan- siempre permaneceran en un estrato inferior.[38]No obstante, exista un pequeo grupo de americanos que se negaba a admitir la descripcin del mexicano aceptada por el grueso de la poblacin. Este grupo consista sobre todo de misioneros protestantes, quienes, aun cuando intentaban convertir a los trabajadores mexicanos, tambin reconocan y elogiaban los valores de la cultura hispnica. Afirmaban que todos los grupos tnicos posean rasgos culturales distintivos cuya importancia podra contribuir al desarrollo de la civilizacin americana. Hacan hincapi en las habilidades del mexicano para las artes y la msica y sostenan que el americano tena mucho que aprender de su vecino sureo.[39]Pero sta fue la excepcin a la regla. En aquel entonces estaban muy en boga las teoras seudocientficas que intentaron explicar las diferencias culturales con base en las diferencias raciales, y supuesto que la mayora de los mexicanos no era blanca (color de los ms inteligentes y aptos, segn las teoras spencerianas), esto los colocaba automticamente en una escala inferior.Por todo el pas los anglos comenzaron a utilizar el trmino "mexicano" como signo de distincin. Un congresista texano en 1921 notaba que dicha palabra era usada para indicar raza y no procedencia o ciudadana. Ese ao haba aproximadamente doscientos cincuenta mil mexicanos en Texas, nacidos en el estado, pero catalogado como mexicanos por su color, as como los negros eran "africanos a pesar de tener ms de tres siglos en Amrica. De all que la palabra "mexicano" llegara a tener matices claramente racistas.[40]A pesar de que varios polticos, sindicatos y otras organizaciones exigieron una deportacin masiva para librar al pas de los mexicanos pobres y desempleados, el Departamento del Trabajo se neg a utilizar fondos federales para dar solucin al "problema mexicano".Los informes diarios de los cnsules mexicanos y las noticias periodsticas describan un cuadro dramtico sobre los sufrimientos de la comunidad mexicana en los Estados Unidos. A principios de 1921 no exista ninguna oficina gubernamental que se encargara de dicho asuntos, de all que Obregn quedara al frente de un aparato diseado para lidiar con semejantes problemas; slo l podra utilizar partidas de los fondos nacionales y los cnsules quedaban como responsables directos de la proteccin de los nacionales en el extranjero as como de preparar su viaje de retorno al pas; por su parte, la Secretara de Gobernacin asuma la responsabilidad sobre los trabajadores una vez que stos hubiesen cruzado la frontera.[41]Los costos de transporte eran frecuentemente el gasto ms gravoso para el gobierno obregonista, independientemente del lugar en donde se encontraran los trabajadores desempleados. El cnsul de Los ngeles, Eduardo Ruiz, trat de hacer frente a estas dificultades solicitando a varias compaas ferrocarrileras la venta de boletos a precio de descuento. Las compaas, sin embargo, consideraban que no exista ninguna razn vlida para acceder a su peticin. Cuando Obregn recibi esta informacin, envi una carta personal al presidente del Southern Pacific Railroad recordndole que miles de mexicanos haban ayudado a construir su empresa o haban prestado sus servicios en muchos otros sectores de la economa americana. La carta no pareci impresionar a los directivos de la compaa, quienes se limitaron simplemente a no escuchar las peticiones mexicanas.[42]La experiencia de la repatriacin masiva llev a Obregn a tomar medidas para evitar que algo similar volviera a ocurrir. En mayo de 1921 orden la creacin del Departamento de Repatriacin dentro de la Secretara de Relaciones Exteriores. As, el poltico mexicano nunca ms se involucrara personal y directamente en problemas de esa naturaleza.Paralelamente, se inici una campaa de propaganda intensiva para evitar la salida de los trabajadores mexicanos. Se explicaba que los patrones no siempre cumplan los trminos de los contratos y se citaba frecuentemente a las compaas algodoneras de Arizona por el mal trato dado a sus empleados. Docenas de artculos en los peridicos comenzaron a describir a partir de aquel ao, el desempleo, el desamparo y el hambre generados inevitablemente por la emigracin.[43]A pesar de toda esta publicidad, la emigracin mexicana continu, por lo que Obregn trat, cuando menos, de establecer un sistema de contratacin proteccionista para los trabajadores que salan de nuestro pas. Asimismo, se esforz por ampliar y acondicionar las sociedades mutuas de beneficencia que se encontraban en las comunidades de braceros en los Estados Unidos. Durante la crisis de 1921 vigil que los fondos puestos a disposicin de estos grupos fueran utilizados bsicamente para ayudar a los mexicanos que quisieran regresar al pas.[44]Entre julio y octubre de aquel ao, la situacin de los mexicanos en los Estados Unidos pareci aligerarse levemente, debido a la estabilizacin de las condiciones econmicas del pas. Obregn entonces anunci que ya no era necesario un programa especial para la repatriacin de braceros. Se haban gastado miles de pesos y ms de cincuenta mil trabajadores haban recibido ayuda econmica o pases de ferrocarril.[45]Aun as, una vez en el pas, poco poda hacerse por los repatriados ya que la economa mexicana no estaba en posicin de proveerles sustento. De all que la mayora de ellos se encontrara desempleada y, lo peor, sin posibilidad cercana de obtener trabajo. Puede asegurarse, pues, que gran parte de los mexicanos que volvieron en 1921, se encontraban de nuevo en los Estados Unidos aproximadamente un ao despus.Aun cuando los esfuerzos del gobierno fracasaran, es necesario resaltar que Obregn fue el primer presidente mexicano que enfrent las mltiples consecuencias de la debilidad del gobierno al tratar de solucionar los azarosos problemas de la emigracin, y ya desde entonces se perfilaba el esquema que en los aos venideros se repetira una y otra vez: por un lado, la intensidad y direccin del flujo migratorio iba en relacin directa con las necesidades propias de la economa estadounidense. Cuando sta experimenta un crecimiento, la inmigracin mexicana es apenas mencionada; cuando hay pocas de recesin, inmediatamente sale a flote el "problema mexicano". Por otra parte, y esto era ya un hecho indiscutible hace sesenta aos, el sistema econmico mexicano se encontraba imposibilitado para crear suficientes empleos para que la poblacin en edad productiva no se viera en la necesidad de buscar nuevos horizontes en tierras lejanasConclusionesEl ao de 1921 debe verse como una etapa difcil en las relaciones entre Mxico y los Estados Unidos. El Departamento de Estado, ejecutor de la poltica exterior, estuvo fuertemente dominado por ciertos grupos capitalistas que lograron sus propsitos: evitar el reconocimiento norteamericano del gobierno mexicano para luego tratar de debilitarlo y, en ltima instancia, lograr la abolicin de ciertos preceptos constitucionales que los incomodaban.La lucha de ambas facciones, por un lado los defensores de la lnea dura en contra de Mxico y por el otro los propagandistas obregonistas, no se redujo solamente a 1921, sino que se prolong hasta bien entrado el ao de 1923. En septiembre de ese ao finalmente se reanudaron las relaciones entre ambos pases, no sin que antes el gobierno mexicano acatara ciertas disposiciones americanas y se sentaran las bases para el pago de indemnizaciones a los ciudadanos estadounidenses que hubiesen padecido los desmanes revolucionarios. No obstante, todos estos arreglos fueron simplesmodus vivendi,pactos temporales, ya que las tensiones, las presiones de ciertos grupos y hasta el peligro intervencionista se prolongaran hasta principios de la dcada de los cuarenta.Finalmente, 1921, y todo lo que en ese ao sucedi, no fue sino un punto ms en las relaciones -por cierto nada fciles entre dos socios histricamente muy desiguales: por un lado, Mxico, un pas pobre, desangrado tras una dcada de revolucin, y por el otro, los Estados Unidos, perfilndose ya como una gran potencia en todos sentidos; unidos -o separados, como quiera verse- por tres mil kilmetros de frontera, pero sobre todo, con una ideologa, una cultura un desarrollo histrico, una economa y, en fin, una idiosincrasia tan distinta de ste y aquel lado, que sin temor a equivocarse podra afirmarse que ambas naciones configuran indudablemente una de las vecindades ms contrastantes de este mundo.