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Azar y contingencia en la transformación social Jorge Riechmann

Riechmann, Azar y Contingencia 2015

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Azar y contingencia en la transformación social

Jorge Riechmann

07/10/2015 azar y contingencia 2

Animales que anticipan

En un nivel antropológico muy básico, los

seres humanos somos animales que

anticipan. Nos representamos el futuro para

actuar en el presente.

Pero ¿hasta qué punto son fiables esas

representaciones del futuro, en general y en

el concreto contexto histórico en que ahora

nos encontramos?

Pero ¿quién había previsto…?

En agosto de 1989 ¿quién había previsto la

transformación revolucionaria de los países satélites

de la URSS– y luego de la propia Unión Soviética?

En diciembre de 2010 ¿quién había previsto las

revoluciones en Túnez, Egipto, Libia…?

En abril de 2011 ¿quién habría previsto el M15M –

Movimiento del 15 de mayo– en España?

Somos buenos, sobre todo, en predicción

retrospectiva…

07/10/2015 contingencia, azar y sostenibilidad 3

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Un camino que no voy a emprender aquí: repasar la

historia de la prospectiva o “futurología” en los últimos

decenios. Cf. Jorge Riechmann, “Las amenazas globales y la necesidad de

anticipación social”, en Un mundo vulnerable (segunda edición), Los Libros de la

Catarata, Madrid 2005, p. 207-211.

En lugar de eso, vamos a iniciar nuestra reflexión

interrogándonos sobre un asunto que preocupa y turba a

los seres humanos desde hace milenios: la cuestión del

azar (que los antiguos griegos personificaban en la diosa

Tyché, y los antiguos romanos en la diosa Fortuna). Martha

Nussbaum es autora del imponente estudio La fragilidad del bien. Fortuna y ética en la

tragedia y la filosofía griega (Visor, Madrid 1995).

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BANDAZOS (un poema de Jesús

Munárriz)

“Da bandazos la vida, sacudidas/ que desbaratan

planes y proyectos,/ amistades y afectos,/ y traen

desamor y despedidas.// Va de aquí para allá,

descarrilada,/ y nos lleva y arrastra en sus vaivenes/

la vida; nuestros bienes/ bajo sus ruedas caen, no son

nada.// Cambia de dirección y de sentido/ sin previo

aviso, arrolla y atropella./ Siendo, como es, tan

bella,/ no le gusta caer en el olvido.// Eso explica su

rumbo caprichoso:/ nos recuerda que todo es

azaroso.” Algo de mí (antología), Caza de Libros, Colombia 2009, p. 78.

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Una anécdota de McMillan

A la pregunta de un joven periodista

“¿Cuál es el peor problema del primer

ministro?”

el premier británico Harold McMillan

contestó: “Los acontecimientos, hijo

mío, los acontecimientos”.

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Una reflexión de Schopenhauer

“Tres grandes fuerzas tiene el mundo, dice muy

acertadamente un pensador de la antigüedad:

frónesis, kratos kai tyché, prudencia, fuerza y azar.

Creo que la más poderosa es la tercera, pues el curso

de nuestra vida se parece a la navegación de un

barco. El azar (...) desempeña el papel del viento,

que nos hace avanzar o retroceder rápidamente;

contra él pueden muy poco nuestros esfuerzos y

actuaciones.” Arthur Shopenhauer, Aforismos sobre el arte de vivir (ed.

de Franco Volpi), Alianza 2009, p. 258. Cf. nuestra reflexión sobre “navegar de

bolina” en ppt LIBERTAD.

Maquiavelo y la Fortuna

Por Fortuna entiende el gran pensador

renacentista todo aquello que no depende de la

voluntad de los seres humanos, y manifiesta:

“Considero que puede ser cierto que la Fortuna

rija la mitad de nuestros asuntos; pero la otra

mitad, más o menos, nos la deja gobernar a

nosotros mismos. Yo comparo la Fortuna con un

río peligroso que, cuando crece, anega las llanuras,

derriba árboles y edificios, quita tierra de un sitio

y la acumula en otro.”

“Todo el mundo huye ante él [la crecida del río] y

se doblega sin poder oponerle resistencia. Y sin

embargo, los hombres pueden tomar precauciones

en épocas de calma, pueden poner diques y

vallados, de modo que cuando el río crezca haya

de discurrir por un canal o que su ímpetu, al

desbordarse, no sea tan incontenible y no cause

tantos daños. Lo mismo ocurre con la Fortuna…” El Príncipe, en Obras de Maquiavelo, Ed. Vergara, Barcelona 1961, p. 229-230.

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Aristóteles y la acción humana

“Aristóteles exalta al hombre sin divinizarlo; hace

de él el centro de su ética, pero sabe que la ética no

es lo más alto, que Dios está más allá de las

categorías éticas (...).

Abandonado a sus solas fuerzas por un Dios

demasiado lejano, que es lo bastante visible para ser

deseado, pero se mantiene a suficiente distancia

como para ser poseído, el hombre está expuesto, en

la región del mundo que habita, a un azar que no

puede dominar por completo.”

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Entre dos azares

“O, más bien, la vida del hombre se mueve entre dos

azares: el azar fundamental del nacimiento, que hace

que el bien natural no esté equitativamente repartido; el

azar residual de la acción, que hace que sus resultados

nunca sean previsibles del todo.

(...) A medio camino entre un saber absoluto, que haría

inútil la acción, y una percepción caótica, que haría la

acción imposible, la prudencia [frónesis] aristotélica

representa (...) la posibilidad y el riesgo de la acción

humana.” Pierre Aubenque, La prudence chez Aristote, París 1963, p. 176-177.

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Tres formas de azar

1 Azar natural, por ejemplo en la

distribución de capacidades y características

personales como el sexo, la inteligencia, la

belleza, la resistencia a las enfermedades...

2 Azar social: nos encontramos siempre

viviendo en contextos sociales que no

hemos escogido. Nos vienen dadas una

sociedad determinada, una clase social

dada, una familia concreta...

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3 Azar eventual: conjunto de

acontecimientos contingentes (que fueron

así, pero pudieron ser de otra forma) que no

dependen de cuáles sean nuestras

características personales o circunstancias

sociales. Sufrir un accidente, ganar un

premio, conocer al hombre o a la mujer que

nos cambian la vida...

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Un mundo lleno de azar

El mundo --incluso si nos hallásemos en un

cosmos determinista-- está lleno de azar. (O

quizá cuasi-azar, insistirán los deterministas estrictos: bueno.)

Por ejemplo: la formación de los billones de

conexiones neuronales en nuestro cerebro.

El genoma humano, pese a su extensión –

unos 25.000 genes--, es demasiado pequeño

para especificar todas las conexiones que se

forman entre las neuronas.

07/10/2015 azar y contingencia 15

Lo que los genes especifican son procesos que

disparan grandes aumentos en la población de

neuronas --muchas más de las que nuestros

cerebros usarán nunca--;

éstas despliegan terminaciones de manera

aleatoria;

y en muchos casos conectan casualmente con

otras neuronas.

Las conexiones que resultan útiles tienden a

sobrevivir, las otras mueren y son desmanteladas.

Evo-devo

La biología evolutiva del desarrollo (o informalmente evo-

devo, del inglés evolutionary developmental biology) es un

campo de la biología que compara el proceso

de desarrollo de diferentes organismos con el fin de

determinar sus relaciones filogenéticas.

En la década de los ochenta se descubrieron los genes

homeóticos o genes Hox, que están involucrados en el

control de la expresión de otros grupos de genes durante el

proceso de desarrollo embrionario y en la organización de los

diferentes segmentos del cuerpo.

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Genes homeóticos

Los genes Hox están dispuestos en fila,

alineados en el mismo orden en que están

dispuestas las partes del cuerpo en las que

actúan: a esto se lo denominó colinearidad.

Lo más sorprendente fue encontrar que los

mismos genes homeóticos están presentes en

casi todos los animales, desde la mosca hasta

el ser humano. Así se abrió esta perspectiva

evo-devo… 07/10/2015 azar y contingencia 17

07/10/2015 azar y contingencia 18

Esta teoría evolutiva contemporánea (desarrollada

desde los años ochenta) concede a la

contingencia un papel mucho mayor que el

darwinismo clásico.

Perspectiva EVO-DEVO: una pequeña caja de

herramientas genética (muy poquitos genes, y los

mismos para las diferentes especies) permite

construir un organismo a lo largo de su

desarrollo.

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Más espacio para la contingencia

Las modificaciones en esos pocos genes (o más bien en

su regulación conjunta) crea una gran diversidad

morfológica.

Así, en esta teoría evolutiva contemporánea, menor

papel de la selección natural, menor determinismo, y

pluralidad de mecanismos evolutivos.

“La historia evolutiva está plaga de sucesos

contingentes”. Ramón Muñoz-Chápuli (catedrático de biología animal en la

Universidad de Málaga) en el curso de verano de la Universidad de Málaga “Humanos y

animales: ¿qué hemos aprendido de Darwin?”, Ronda, 12 al 16 de julio de 2010.

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Lo que nos han enseñado las

matemáticas del caos

Muchos fenómenos de interés, tanto en la

naturaleza como en la sociedad, pueden

cambiar radicalmente con sólo pequeñas

alteraciones en las condiciones iniciales.

Sabemos desde finales del siglo XIX que el

determinismo más estricto puede conducir

a la imprevisibilidad: recordemos el

problema de los tres cuerpos de Henri

Poincaré.

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El problema de los tres cuerpos

El gran matemático francés Poincaré descubrió --para su gran

sorpresa-- que las ecuaciones diferenciales que ligan las posiciones

de sólo tres cuerpos --por ejemplo el Sol, la Tierra y la Luna--

con sus atracciones gravitatorias recíprocas no son integrables.

No es posible describir sus coordenadas por venir como funciones

explícitas del tiempo.

El devenir de estos tres cuerpos se define de manera absoluta por la

influencia de las fuerzas gravitatorias, pero resulta imposible

calcular sus posiciones para un instante lejano cualquiera, pues

habría que conocer las posiciones iniciales con una precisión

absoluta (y no existe tal medición infinitamente precisa en el

mundo real). Albert Jacquard, Éste es el tiempo del mundo finito, Acento, Madrid 1994, p. 56.

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Taleb: nuestro mundo es mucho

más complicado...

“Nuestro mundo, lamentablemente, es mucho más

complicado que el problema de los tres cuerpos: contiene

mucho más que esos tres objetos. Estamos ante lo que hoy

se llama un sistema dinámico; y el mundo, como veremos,

es un sistema demasiado dinámico. (...)

La dificultad multiplicativa que lleva a la necesidad de una

precisión cada vez mayor en los supuestos se puede ilustrar

con el siguiente ejercicio sencillo, referente a la predicción

de los movimientos de las bolas de billar sobre la mesa.

Empleo el ejemplo tal como lo computó el matemático

Michael Berry.”

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El ejemplo de la bola...

“Si conocemos un conjunto de parámetros básicos sobre la

bola en reposo y calculamos la resistencia de la mesa (algo

muy elemental) junto con la fuerza del impacto, entonces

es bastante fácil predecir qué ocurrirá con el primer golpe.

El segundo impacto resulta más complicado, pero también

se puede calcular: hay que poner mayor cuidado en nuestro

conocimiento de los estados iniciales, y se requiere mayor

precisión.

El problema es que para computar correctamente el noveno

impacto, debemos tener en cuenta el tirón gravitacional de

alguien que esté de pie junto a la mesa (los cálculos de

Berry utilizan un peso de menos de 75 kilos).”

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...en la mesa de billar

“Y para computar el impacto 56, cada una de las partículas

elementales del universo debe estar presente en nuestros

supuestos. Un electrón que se encuentre en el límite del

universo, a diez mil millones de años luz de nuestro

planeta, debe figurar en los cálculos, pues ejerce un efecto

significativo en los resultados.

Ahora bien, pensemos en la carga adicional que supone

tener que incorporar predicciones sobre dónde estarán esas

variables en el futuro. Predecir el movimiento de una bola

sobre una mesa de billar exige conocer la dinámica de todo

el universo, hasta el último de los átomos.”

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“(...) Observemos que esta historia de las bolas de billar da por

supuesto un mundo simple y llano; ni siquiera tiene en cuenta

esos peligrosos asuntos sociales que el libre albedrío

posiblemente conlleva.

(...) En un sistema dinámico, donde consideramos algo más que

una bola en sí misma y donde las trayectorias dependen en cierto

sentido unas de otras, la capacidad para proyectar en el futuro no

sólo se reduce, sino que queda sometida a una limitación

fundamental. Poincaré defendía que sólo podemos trabajar con

asuntos cualitativos: se puede hablar de alguna propiedad de los

sistemas, pero no podemos computarla.” Nassim Nicholas Taleb, El Cisne

Negro. Sobre el impacto de lo altamente improbable, Paidos, Barcelona 2008, p. 257.

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Caminos con bifurcaciones

múltiples

Conclusión: “La reflexión científica en este final de siglo

nos hace comprender que la mayoría de los procesos, aun

descritos mediante fórmulas matemáticas simples, sigue

caminos con bifurcaciones múltiples.

Por más preciso que sea el conocimiento de la situación

inicial, es imposible prever la situación final sin recorrer

todas las etapas.

Hoy no permite prever mañana. Esta comprobación es

suficiente para admitir, en contra de Laplace, que

disponemos de un espacio de libertad.” Albert Jacquard, Éste es el

tiempo del mundo finito, Acento, Madrid 1994, p. 59.

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Aquí sólo estamos hablando de “libertad” en el

sentido de impredecibilidad de los

acontecimientos, sin prejuzgar la cuestión de si el

sistema del que hablamos es determinista o no.

Por tanto, el futuro está subjetivamente abierto

para el agente. Nada más (pero tampoco nada

menos...)

Sigamos reflexionando un momento sobre la

cuestión.

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El “efecto mariposa”

Identificado en 1963 por un meteorólogo del

MIT (Inst. Tecnológico de Massachusetts),

Edward N. Lorenz.

Su famosa conferencia (pronunciada el 29 de

diciembre de 1972 ante la Asociación

Norteamericana para el Progreso de la

Ciencia) “Predecibilidad. El aleteo de una

mariposa en Brasil ¿originó un tornado en

Texas?”.

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Los sistemas deterministas

pueden no ser predecibles

El tiempo atmosférico es intrínsecamente

impredecible a largo plazo aunque

hayamos identificado completamente sus

“leyes de movimiento”.

Tiene un comportamiento no lineal (o

“caótico”) a lo largo del tiempo.

Por tanto, insistamos en ello, hemos de

separar las nociones de determinismo y

predecibilidad.

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Sistemas no lineales

En sistemas no lineales, la incertidumbre

en la medición del estado inicial hace que

la calidad de la información se degrade

aceleradamente con el tiempo.

Las pequeñas divergencias entre el estado

inicial real y el estado inicial medido se

magnifican con el tiempo... Y esto origina

impredecibilidad.

07/10/2015 azar y contingencia 31

¿Y qué pasa con los sistemas

sociales?

Ahora bien: más allá de los sistemas físicos, ¿qué sucede con

los sistemas sociales? Donde además de todo lo dicho operan

las indeterminaciones que resultan de la capacidad

simbólica, el lenguaje, la cultura, la libertad humana...

Cuando los sistemas sociales cambian en el tiempo histórico,

no parece probable que lo hagan de forma determinista...

Hace falta un concepto menos estricto que el de

“dependencia sensible de las condiciones iniciales” (que ya

hemos introducido para los sistemas no lineales): un concepto

que deje abierta la cuestión de si el sistema en cuestión se

comporta de forma determinista o no.

07/10/2015 azar y contingencia 32

Dependencia de la senda

Ese concepto es la noción de dependencia de la senda (path dependency).

Lo que refleja es la importancia crucial de las contingencias históricas en las rutas evolutivas de individuos, organizaciones, tecnologías, sociedades... Juan Antonio Rivera, El

gobierno de la fortuna, Crítica, Barcelona 2000, p. 27-28.

En forma de máxima: la historia cuenta (history matters). Un excelente ensayo de interpretación histórica se

titula con este lema: Enric Tello, La historia cuenta. Del crecimiento económico al desarrollo humano sostenible, Libros del Viejo Topo, Barcelona 2005.

Otra traducción: histéresis

Se ha propuesto traducir la expresión inglesa path

dependency por histéresis. Así Tomás Fdez. Aúz y Beatriz Eguíbar, los traductores del gran libro de Fred Spier, El

lugar del hombre en el cosmos. La Gran Historia y el futuro de la humanidad, Crítica,

Barcelona 2011: véase su nota en p. 212.

La histéresis es la tendencia de un material a

conservar una de sus propiedades en ausencia del

estímulo que la ha generado. Por extensión se

aplica a fenómenos que no dependen sólo de las

circunstancias actuales, sino también de cómo se

ha llegado a esas circunstancias.

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Lo anticipó Aristóteles

Recordemos la importancia que concedía a la

(formación de buenos) hábitos:

“Las acciones no son voluntarias del mismo modo que los

hábitos. De nuestras acciones somos dueños desde el

principio hasta el fin, si conocemos las circunstancias

particulares; de nuestros hábitos [somos dueños] al

principio, pero su incremento no es perceptible, como

ocurre con las dolencias. No obstante, como estaba en

nuestra mano [al principio] comportarnos de tal o cual

manera, son por ello voluntarios” (EN 1115a). 07/10/2015 azar y contingencia 34

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Sistemas complejos adaptativos

“La dependencia de la senda puede dar cuenta

de la evolución divergente de sistemas con

punto de partida similar, sin prejuzgar la

condición determinista o no de dicha evolución.

La divergencia evolutiva estudiada es la de

sistemas complejos adaptativos, es decir

sistemas capaces de ganar (o perder) estructura

y complejidad a lo largo de sus vicisitudes

históricas.” Rivera, El gobierno de la fortuna, Crítica, Barcelona 2000, p. 28.

La noción de sistema complejo adaptativo

proviene de Murray Gell-Mann y sus

colaboradores en el Instituto de Santa Fe,

institución estadounidense consagrada a la

investigación interdisciplinar que centra sus

esfuerzos en el estudio de la complejidad.

De forma intuitiva, el conjunto de los sistemas

complejos adaptativos es coextensivo con el

fenómeno de la vida: la naturaleza animada. 07/10/2015 azar y contingencia 36

“A diferencia de la naturaleza inanimada, todas las

formas de vida tienden a adaptarse al mundo

exterior, aunque a menudo traten de acomodar el

mundo exterior a sus propias necesidades.

Desde este punto de vista [evolutivo], la

adaptación a las cambiantes circunstancias del

entorno se produce fundamentalmente a través de

los procesos de eliminación no aleatoria [selección

natural, en términos darwinianos].” Fred Spier, El lugar

del hombre en el cosmos. La Gran Historia y el futuro de la humanidad,

Crítica, Barcelona 2011, p. 184. 07/10/2015 azar y contingencia 37

07/10/2015 azar y contingencia 38

Sistemas que se autoorganizan

Los sistemas naturales son sistemas autoorganizados (y “sistema que se autoorganiza” es sinónimo de “sistema complejo adaptativo”): el desarrollo del sistema no está predeterminado, sino que se produce adaptándose a su medio.

Por eso hablamos de sistemas complejos adaptativos, cuyas principales características son la estabilidad o “resiliencia” (capacidad de mantener sus funciones frente a impactos exteriores), la heterogeneidad, la no linealidad, la jerarquía y los flujos entre los componentes.

07/10/2015 azar y contingencia 39

Sistemas que aprenden

La naturaleza está formada por

multitud de sistemas complejos

adaptativos: células, organismos,

ecosistemas, la biosfera en su conjunto.

Los sistemas complejos adaptativos

son sistemas que aprenden, y que en

cierto sentido capturan el tiempo.

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Sistemas autorreflexivos

Sistemas complejos adaptativos y autorreflexivos: un último escalón.

“El lenguaje modifica radicalmente el comportamiento humano, dando lugar a nuevas posibilidades de operación que experimentamos como conciencia, como ‘nuestra mente’. Las sociedades, entonces, son un tipo particular de sistema autoorganizador, caracterizado por la reflexividad, por la capacidad de condensar núcleos –instituciones– que acumulan información y capacidad de decisión –poder--.” Ernest Garcia, Medio ambiente y

sociedad, Alianza, Madrid 2004, p. 23.

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Excurso: un experimento

biológico

Un experimento biológico (de Edward O. Wilson)

permite ilustrar la dependencia de la senda.

En 1965, seleccionó islotes de manglar de

distintos tamaños en los Cayos de Florida,

situados a diferentes distancias del continente.

Se recolectaron y clasificaron las diversas especies

animales que moraban en los islotes (insectos

sobre todo). Cf. Juan Antonio Rivera en El gobierno de la fortuna,

Crítica, Barcelona 2000, p. 91-93

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Luego, en octubre de 1966, cubrieron con

una tela de náilon cauchutado los islotes y

los fumigaron con el plaguicida bromuro de

metilo.

Se acabó así con toda vida animal, pero

respetando la vegetación.

Se estudió después la paulatina

recolonización de los islotes.

07/10/2015 azar y contingencia 43

“Rebobinar y volver a pasar la

cinta”

Los biólogos observaron que los islotes más cercanos a

la masa continental, o más grandes, acabaron con un

número de especies mayor que los más alejados y/o

más pequeños.

El número de especies con que contaban las

comunidades de cada islote coincidía aproximadamente

con el que existía antes del exterminio.

La composición de especies de cada uno de los

ecosistemas se había modificado, a veces muy

sustancialmente.

07/10/2015 azar y contingencia 44

“Después de rebobinar y volver a pasar la cinta, se pudo

comprobar que la comunidad que originariamente residía en cada

islote era sólo una de las comunidades de especies posibles, y que

el azar y la historia podían dar lugar a una composición de

especies diferentes sobre el mismo hábitat.

(...) El experimento de zoogeografía insular de Wilson y

Simberloff puso de manifiesto que, para un ecosistema dado, si

bien la cantidad de especies de que consta su comunidad es

predecible, no lo es en cambio la identidad de esas especies. Los

detalles de la composición específica del ecosistema son

dependientes de la senda, es decir, son el resultado de

contingencias históricas que pudieron muy bien no ocurrir.” Juan

Antonio Rivera, El gobierno de la fortuna, Crítica, Barcelona 2000, p. 93

07/10/2015 azar y contingencia 45

Notemos lo que aparece: por una parte

regularidades predecibles (el número de

especies en una comunidad),

por otra parte fenómenos impredecibles

que resultan del azar y la contingencia

histórica (identidad de las especies).

No sería demasiado diferente en los

sistemas sociales...

07/10/2015 azar y contingencia 46

La Revolución Francesa,

¿cuestión de azar?

“Si se quiere saber si la Revolución Francesa fue ‘cuestión

de azar’ o no, la respuesta tiene que ser que sí y que no.

Sí, debido a su improbabilidad [por el encadenamiento de

una gran cantidad de sucesos contingentes].

No, si se considera la probabilidad de que se hubiera

producido otra conjunción de sucesos improbables que,

dada la situación de Francia, hubieran tenido similares

efectos a largo plazo en lo que se refiere a establecer los

grupos, comunidades e instituciones constitutivos

resultantes.” W.G. Runciman, “Cuestión de azar” capítulo 5 de El animal social,

Taurus, Madrid 1999, p. 106.

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Leyes en segundo plano, y

contingencia en los detalles

Cabe recordar el lema de Stephen Jay Gould, a la hora de hacer frente a lo peculiar de los acontecimientos históricos (tanto naturales como sociales):

leyes en segundo plano (que sobre todo excluyen como imposibles o extremadamente improbables determinados estados de cosas)

y contingencia en los detalles. Véase Gould, La vida

maravillosa, Crítica, Barcelona 1991.

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Las estructuras socio-históricas y

el azar según Tocqueville

Esto no queda muy lejos del punto de vista de

Tocqueville, al interpretar fenómenos históricos.

Distingue entre dos tipos de causas, las generales y las

accidentales (o secundarias). Las generales pueden

hacerse retrospectivamente inteligibles; pero las

accidentales resultan imprevisibles y de imposible

anticipación. Cf. Manuel Zafra Víctor, Tocqueville, Eds. del Orto, Madrid 2000 p. 30-31.

El entramado de causas accidentales a menudo se explica

por las consecuencias no intencionales de la acción

humana.

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Tocqueville en La democracia en

América:

“Detesto esos sistemas absolutos, que hacen depender

todos los acontecimientos de la historia de grandes causas

primeras que se ligan las unas a las otras mediante una

cadena fatal, y que eliminan a los hombres, por así decirlo,

de la historia del género humano.

(...) El azar --o más bien ese entrelazamiento de causas

segundas al que damos ese nombre porque no sabemos

desenredarlo-- tiene una gran intervención en todo lo que

nosotros vemos en el teatro del mundo, pero creo

firmemente que el azar no hace nada que no esté preparado

de antemano.” Citado en Manuel Zafra Víctor, Tocqueville, Eds. del Orto,

Madrid 2000 p. 70.

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Napoleón en Borodino (según Rivera, El

gobierno de la fortuna, p. 207 y ss.)

Tolstoi en Guerra y paz narra la batalla de Borodino (7 de

septiembre de 1812). Se enfrentaron cerca de un cuarto de millón

de soldados en la mayor y más cruenta batalla de las guerras

napoleónicas. ¿Era Napoleón un estratega genial que anticipaba el

curso futuro de la batalla y replicaba a los movimientos del

enemigo con contramovimientos devastadores?

Tolstoi lo cuenta de otro modo. Napoleón está con frecuencia en

retaguardia, lejos del escenario bélico; le llegan con retraso y

distorsionadas las noticias de lo que ocurre en primera línea;

por ello imparte ordenes desajustadas e incluso

contraproducentes; una y otra vez le sorprenden las

consecuencias inesperadas de sus propias decisiones.

07/10/2015 azar y contingencia 51

Son los mandos intermedios, o los mismos soldados, quienes tienen que responder a las situaciones imprevistas. Improvisan decisiones a partir del cuadro inevitablemente parcial de la batalla que ellos pueden dominar, ignorando los efectos que sobre el conjunto van a tener esas resoluciones...

La batalla --donde probablemente perecieron cien mil hombres-- se acaba tejiendo como el resultado impremeditado de esa maraña de improvisaciones.

07/10/2015 azar y contingencia 52

Tolstoi describe cómo los propios protagonistas directos de

la contienda salen aturdidos de ella, sin saber si han

triunfado o han sido derrotados.

Son los historiadores quienes, décadas después,

proporcionan un cuadro coherente de la batalla de

Borodino y (exagerando el grado de control racional

que efectivamente se dio) la interpretan como un triunfo

parcial para los planes estratégicos de Napoleón.

Tolstoi pone de manifiesto “la poca trascendencia que,

según mis ideas, tienen los llamados grandes hombres en

los acontecimientos históricos”.

07/10/2015 azar y contingencia 53

Grandes Acontecimientos y

pequeñas mutaciones

Runciman explica: “Nadie discutirá que los GGAA (Grandes

Acontecimientos) desvían el curso de la evolución social del camino

que hubiera seguido de otro modo.

Pero lo mismo ocurre con lo que denominaré ppmm (pequeñas

mutaciones).

(...) Algunas tienen consecuencias fuera de toda proporción con su

tamaño. Quizá son más evidentes que en ningún otro sitio en el campo

de la tecnología, donde la búsqueda de innovación en todos los niveles

genera una proliferación de diseños nuevos para todo, desde los

utensilios de cocina a las naves espaciales, y donde su aceptación o

rechazo mediante un proceso secuencial de ensayo y error recuerda de

forma directa a la de la propia selección natural.” W.G. Runciman, “Cuestión de

azar” capítulo 5 de El animal social, Taurus, Madrid 1999, p. 106.

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Azar en los procesos selectivos

Pero veamos con cierto detalle de qué manera pueden intervenir el azar y la contingencia en los procesos de selección sociocultural, a partir de ejemplos tomados de la

historia de la adopción de tecnologías (seguiremos a Juan Antonio

Rivera, El gobierno de la fortuna, Crítica, Barcelona 2000, p. 35-43, p. 127).

Cuando diferentes tecnologías compiten por ganarse el favor de los usuarios, la mera contingencia histórica puede dar lugar a pequeñas ventajas en una fase temprana del proceso de selección, y tal ventaja --interactuando con mecanismos de autorrefuerzo, es decir, bucles de retroacción positiva-- puede llevarla al triunfo (aunque no sea “superior” en un sentido significativo).

07/10/2015 azar y contingencia 55

Azar y mecanismos de

retroacción positiva

1. Economías de escala: supongamos dos tecnologías en

competición, A y B (por ejemplo, magnetoscopios en formato

VHS o Beta; o dos sistemas operativos para ordenador). Si A

logra aumentar un poco su cuota de mercado, el coste unitario de

facricar sus productos se reducirá y podrá venderlos más baratos

que la competencia, lo que aumentará adicionalmente su cuota de

mercado, etc.

Sucesos históricos más o menos contingentes pueden dar lugar a

“accidentes congelados” que luego determinan decisivamente la

historia posterior. Por ejemplo, el surgimiento de Estados prístinos (de modo

independiente y en seis ocasiones históricas: Mesopotamia, Egipto, valle del Indo,

China, Mesoamérica y Perú) angostó irreversiblemente el canal por donde podía

discurrir la evolución histórica e institucional posterior.

07/10/2015 azar y contingencia 56

2. Externalidades positivas de red: ventajas

adicionales que recibe un consumidor cuando

otros compran bienes que emplean la misma

tecnología, o tecnologías compatibles a la que se

encuentra incorporada a un bien de su propiedad.

Análogamente para los productores: en presencia

de “externalidades de localización”, a una empresa

le puede interesar emplazarse donde ya hay otras

empresas para coordinarse con ellas.

07/10/2015 azar y contingencia 57

3. Efectos de (los costes de) aprendizaje.

Como a todos nos cuesta aprender

novedades, tendemos a preservar las

prácticas antiguas. El ejemplo del tejado

QWERTY (un verdadero “accidente

congelado”), que se introdujo inicialmente

para ralentizar el ritmo de tecleado (y así

evitar que se enganchasen las teclas de las

viejas máquinas de escribir mecánicas).

07/10/2015 azar y contingencia 58

4. Expectativas adaptativas. Si entre los

consumidores se fragua la creencia de que

una determinada tecnología prevalecerá, sus

decisiones de compra reflejarán esta

creencia, lo que a su vez no hará otra cosa

que fortalecerla.

Se trata de una “profecía que se

autocumple”.

07/10/2015 azar y contingencia 59

5. Adaptación acumulativa. Un sistema se

adapta a su medio ambiente desde el conjunto de

sus adaptaciones previas, del que no podrá

desprenderse. Pensemos, por ejemplo, en una persona con hábitos (de

pensamiento y conducta) fuertemente arraigados...

Los sistemas complejos adaptativos van

generándose constricciones en el curso de su

propia evolución, y con ello limitan las

direcciones viables de esa evolución en el futuro.

07/10/2015 azar y contingencia 60

Recapitulemos los mecanismos

de autorrefuerzo

Recapitulemos estos mecanismos de autorrefuerzo (o retroacción --realimentación-- positiva) que son “figuras de dependencia de la senda”:

Economías de escala

Externalidades positivas de red

Costes de aprendizaje

Expectativas adaptativas

Adaptación acumulativa...

07/10/2015 azar y contingencia 61

El “principio de San Mateo”

Todos los mecanismos de autorrefuerzo se

vinculan con el “principio de San Mateo”:

a quien más tiene, más se le dará.

Textualmente, como colofón a la parábola

de los talentos: “Porque a todo el que tiene,

se le dará y le sobrará; pero al que no tiene,

aun lo que tiene se le quitará”. Evangelio de San

Mateo 25, 29.

07/10/2015 azar y contingencia 62

El “principio de San Mateo” en

ecología

El principio de San Mateo fue introducido por

Ramón Margalef en ecología y teoría de sistemas. Cf.

http://www.revistaecosistemas.net/articulo.asp?Id=82. Seguiremos aquí la exposición de

Josep Peñuelas: De la biosfera a la antroposfera, Barcanova, Barcelona 1988.

Sirve para explicar las diferencias en los sistemas

naturales, al constatar que éstas, en lugar de

mitigarse, tienden a hacerse más bruscas y acusadas

tras la interacción a través de cualquier frontera

asimétrica, entendiendo como tal a la que separa dos

subsistemas con diferente grado de organización.

07/10/2015 azar y contingencia 63

Por esta propiedad básica de la naturaleza, la información --en su sentido más amplio de estructura y función-- aumenta del lado que ya era más complejo y se mantiene igual o disminuye en el menos organizado.

El subsistema más complejo mantiene el control del sistema entero, hace mejor uso de la información, la asimila y la conserva mejor y la multiplica relativamente más, e incluso parece alimentarse del más simple, al cual puede llegar a absorber.

07/10/2015 azar y contingencia 64

La diversa utilización de los recursos por los diferentes

organismos generan las diferencias en la adquisición de

información y en la utilización de la energía. El mayor

tamaño proporciona mayor dominio del tiempo y del

espacio, y la acumulación de información, primero

genética y después cultural.

Tenemos de todo ello ejemplos paradigmáticos en biología: las relaciones

entre el depredador y la presa, entre el zooplancton y el fitoplancton, entre

bosques y claros, entre los ecosistemas bentónicos (del fondo de lagos y

mares) y los pelágicos (en suspensión en las aguas), entre las especies de

estrategia k (basada en maximizar la conservación), por ejemplo el mero, y las

de estrategia r (basada en la maximización de la reproducción), por ejemplo la

sardina...

07/10/2015 azar y contingencia 65

El “principio de San Mateo” en

sistemas sociales

Este principio general --sin duda expresión de las leyes de

la termodinámica-- puede aplicarse también a los sistemas

sociales. En el panorama internacional se observa el

progresivo enriquecimiento de las sociedades

industriales avanzadas y el acentuado empobrecimiento

de las “subdesarrolladas”.

Parece inmediato cuestionar el principio de las ventajas

comparativas del intercambio entre países que es una de

las bases del comercio internacional. Dicho principio

establece que el intercambio comercial entre dos países es

mutuamente provechoso.

07/10/2015 azar y contingencia 66

El punto cuestionable está en la presuposición de

que los sistemas intercambiantes se rigen por las

mismas leyes y funciones de producción, cosa que

parece evidente que no se cumple cuando los que

intercambian son, por ejemplo, Estados Unidos,

Alemania o Japón con Bolivia, Guinea o Nepal.

De hecho, las relaciones que se establecen son de

total asimetría, regidas por tanto por el

mencionado principio de San Mateo. Hasta aquí según Josep

Peñuelas: De la biosfera a la antroposfera, Barcanova, Barcelona 1988.

07/10/2015 azar y contingencia 67

Naredo: la analogía depredador/

presa

Los ecólogos que estudian el modelo depredador-presa explican que

se produce, como consecuencia de las capturas, un flujo de energía y

materiales desde la población de presas hacia la de depredadores.

A la vez, ambas poblaciones muestran pautas demográficas diferentes:

La esperanza de vida de las presas suele ser mucho menor que la de los

depredadores.

En las presas la probabilidad de supervivencia cae desde edades muy tempranas;

en los depredadores se mantiene alta hasta edades avanzadas y al final se

desploma bruscamente.

Las presas son muy prolíficas y se reproducen durante la mayor parte de su vida;

los depredadores tienden a hacerlo en intervalos de edad más limitados.

07/10/2015 azar y contingencia 68

Pues bien, José Manuel Naredo observa que “la polarización

social y territorial que se observa a todos los niveles de agregación

[en el mundo contemporáneo] llega a escindir también los

patrones demográficos entre países, entre regiones y entre barrios

ricos y pobres de acuerdo con los modelos indicados.

(...) En el último cuatro del siglo XX, las curvas de supervivencia

y las curvas de natalidad por edades de la población de la mayoría

de los países ricos y pobres se ajustaban, respectivamente, a las

típicas de depredadores y presas, encontrándose en posiciones

intermedias los países llamados ‘en vías de desarrollo’.” Naredo,

Raíces económicas del deterioro ecológico y social,Siglo XXI, madrid 2006, p. 217.

07/10/2015 azar y contingencia 69

Y en realidad pueden encontrarse

precedentes muy lejanos...

“El poder de un hombre (por tomarlo universalmente) es su medio

presente de obtener algún bien futuro aparente. Y es o bien original o

bien instrumental.

El poder natural es la eminencia de las facultades del cuerpo, o de la

mente; como extraordinaria fuerza, forma, prudencia, artes, elocuencia,

liberalidad, nobleza. Son instrumentales aquellos poderes que,

adquiridos por la fortuna, son medio e instrumento para adquirir más;

como riquezas, fama, amigos y la secreta actuación de Dios que los

hombres llaman buena suerte.

En cuanto a la naturaleza del poder, es en este aspecto semejante a la

fama, que aumenta conforme avanza, o como el movimiento de los

cuerpos pesados, que cuanto más lejos van más se aceleran.” Thomas

Hobbes citado en Martin Cohen, Filosofía política, Cátedra, Madrid 2002, p. 75.

07/10/2015 azar y contingencia 70

Realimentación positiva,

realimentación negativa y azar

Bucles de retroacción –o realimentación— positiva, que son mecanismos de autorrefuerzo;

bucles de retroacción negativa, que son mecanismos de reequilibrio;

y azar. Dice Peter M. Allen que con esos tres mimbres sistémicos se teje el cesto de la vida en el universo: la perspectiva es interesante. Lo menciona Juan Antonio Rivera en El gobierno de la fortuna. El poder del

azar en la historia y en los asuntos humanos, Crítica, Barcelona 2000, p. 353.

07/10/2015 azar y contingencia 71

La “pequeña filosofía de la historia” de Juan

Antonio Rivera en El gobierno de la fortuna:

“La dependencia de la senda no tendría la importancia que tiene si estuvieran ausentes los mecanismos de retroacción positiva. En un ámbito desprovisto de tales mecanismos, la evolución histórica de un sistema complejo adaptativo seguiría una ruta más predecible, y el relato que presenta la historia como una trayectoria de progreso sería mucho más verosímil.

Las fluctuaciones azarosas menos que eficientes no pasarían los filtros selectivos, y a medio y largo plazo carecerían de relevancia; los mecanismos de retroacción negativa (mercado, selección natural, selección cultural) amortiguarían y finalmente llevarían a la extinción las variaciones aleatorias comparativamente desventajosas.”

07/10/2015 azar y contingencia 72

“El azar empieza a contar en la historia cuando se combina con alguno de los mecanismos de retroacción positiva señalados en este escrito, y que actúan como incubadoras que alimentan las inicialmente quizá minúsculas desviaciones contingentes, proporcionándoles finalmente dimensiones macroscópicas, al margen en buena medida de que beneficien o perjudiquen a los más directamente afectados por ellas.”

07/10/2015 azar y contingencia 73

“La presencia de esos bucles de retroacción positiva socava de una vez por todas la visión progresista de la historia: siempre es posible que una contingencia histórica aparentemente insignificante resulte magnificada por un mecanismo de autorrefuerzo, de suerte que un cierto rumbo histórico quede reorientado, y quizá en una dirección aciaga. (...)

Son esos mecanismos de retroacción positiva los que confieren toda su relevancia al azar, e incluso al azar minúsculo, y los que convierten a la historia en algo considerablemente más dramático y necesitado de vigilancia racional” (p. 53-54).

07/10/2015 azar y contingencia 74

Naturaleza, convención y

subproductos colectivos

Pensemos en los ejemplos históricos que hemos ido

desgranando... La clasificación de los productos en

naturales y artificiales no es exhaustiva.

Hay una tercera categoría, menos obvia pero muy

importante, que es la de los subproductos

colectivos.

Ejemplos: un sendero en el bosque, las normas

sociales, el lenguaje, la ciencia, los mercados... Cf. Juan Antonio Rivera, El gobierno de la fortuna, Crítica, Barcelona 2000, p. 66 y

210.

07/10/2015 azar y contingencia 75

Los subproductos colectivos se parecen a

los productos artificiales en que son debidos

a la intervención humana;

y se parecen a los naturales en que no son el

fruto de proyectos deliberados de los seres

humanos.

La historia humana también entra dentro

de esta categoría.

07/10/2015 azar y contingencia 76

¿Podremos controlar

racionalmente nuestro destino?

La idea prometeica de la Ilustración –

prometeicamente continuada por Marx– era

que la humanidad tomase en sus manos

su propia historia y construyese su

destino, configurando racionalmente el

porvenir de la especie.

Pero ¿era razonable esta propuesta, o

apuesta? ¿Cabe seguir manteniéndola hoy?

07/10/2015 azar y contingencia 77

¿Es absurda la idea de que los seres humanos

puedan salvarse a sí mismos o al planeta?

“El humanismo es una doctrina de salvación: la creencia en

que la humanidad puede hacerse con el control de su

destino. Para los verdes, esto se ha traducido en una

aspiración: la de que la humanidad se convierta en sabia

administradora de los recursos del planeta. Pero cualquier

persona que no cifre esperanzas vanas en su propia especie

se dará cuenta de lo absurda que es la idea de que los

propios seres humanos, a través de su acción, puedan

salvarse a sí mismos o al planeta. Saben que el resultado

final no está en manos humanas.” John Gray, Perros de paja.

Reflexiones sobre los humanos y otros animales, Paidos, Barcelona 2003, p. 25.

En otro lugar, el mismo autor escribe: “Los

pensadores modernos creen por lo general que los

seres humanos pueden decidir sus destinos, lo que

prácticamente equivale a pensar que no existe el

destino como tal. Freud se une a los antiguos al

aceptar que el destino da forma a nuestras vidas y

también al afirmar [como los estoicos] que podemos

formar nuestra propia actitud hacia el destino.” John Gray,

El silencio de los animales. Sobre el progreso y otros mitos modernos, Sexto Piso, Madrid 2013, p. 75.

07/10/2015 azar y contingencia 78

07/10/2015 azar y contingencia 79

Pero lo que se presenta como lucidez

descreída ¿no será, sobre todo, culpable

dimisión de la responsabilidad humana?

(Dicho sea sin prejuzgar la cuestión teórica de

fondo.)

Sigamos examinando la cuestión. Analicemos

algunos de los factores específicos que nos

dificultan (o quizá nos imposibilitan) el control

racional de nuestro destino.

07/10/2015 azar y contingencia 80

La ilusión de control

Un sesgo cognitivo bien estudiado --por

ejemplo, en los jugadores de azar-- es la

ilusión de control.

Se trata de la tendencia innata de los seres

humanos a creer que pueden controlar, o

al menos influenciar, resultados en los

que claramente no tienen ninguna

influencia: por ejemplo, sucesos aleatorios.

07/10/2015 azar y contingencia 81

Por ejemplo: el “experimento

vudú”

“Experimento vudú” de Dan Wegner, un psicólogo de Harvard, y

Emily Pronin, de Princeton. En él, se invita a dos personas a jugar al

hechicero.

Una persona, el sujeto, lanza una maldición a la otra clavando agujas a

un muñeco.

Sin embargo, la segunda persona participa en el experimento y, según

ha convenido anteriormente con los médicos, actúa de manera

detestable para caer mal al que clava las agujas, o con simpatía.

Al cabo de un rato, la supuesta víctima se queja de un dolor de cabeza.

En los casos en los que la persona había sido desagradable, el sujeto

tendía a hacerse responsable de su dolor de cabeza: un ejemplo de

ese "pensamiento mágico” que llamamos ilusión de control.

07/10/2015 azar y contingencia 82

Más sobre la ilusión de control

“Todos tratamos de darle sentido a la vida mediante la

construcción de un relato coherente fundado en relaciones de

causa y efecto. Nos decimos, y les decimos a los demás, que

algo sucedió porque hicimos esto o porque se nos hizo aquello;

pero el vínculo entre causa y efecto suele ser más tenue de lo

que nos gusta pensar.

La actual ola de afirmaciones exageradas sobre el poder de la

medicina preventiva forma parte del mismo fenómeno.

Queremos creer que si nos comportamos bien, si comemos los

alimentos adecuados y con moderación, si hacemos ejercicio de

manera habitual, etc, se nos recompensará con una vida larga y

saludable. Sin embargo (...) no necesariamente es así.” Iona Heath,

Ayudar a morir, Katz, Madrid 2008, p. 24.

07/10/2015 azar y contingencia 83

El núcleo inexorable...

“El cáncer es un recordatorio

perturbador del núcleo inexorable

de azar, incertidumbre e injusticia -

-todas ellas cuestiones de valor--

de la condición humana.” Arthur

Kleinman citado en Iona Heath, Ayudar a morir, Katz,

Madrid 2008, p. 25.

07/10/2015 azar y contingencia 84

Excurso: el realismo de los

depresivos

Según diversos estudios, la gente con depresión

parece tener una percepción más realista de su

importancia, reputación, posibilidades de control o

capacidades que la gente “normal”.

Los no deprimidos son más propensos a

funcionar con autoimágenes exageradamente

positivas, y a mirar el mundo a través de “gafas

de color de rosa” (gracias a la disonancia

cognitiva y a otra serie de mecanismos

defensivos, entre ellos la ilusión de control).

07/10/2015 azar y contingencia 85

Arrogancia epistémica

“Desde luego sabemos muchas cosas, pero tenemos una

tendencia innata a pensar que sabemos un poco más de lo

que realmente sabemos, lo bastante de ese poco más para

que de vez en cuando nos encontremos con problemas.

(...) Es verdad, nuestro conocimiento crece, pero está

amenazado por el mayor crecimiento de la confianza, que

hace que nuestro crecimiento en el conocimiento sea al

mismo tiempo un crecimiento en la confusión., la

ignorancia y el engreimiento. (...) La arrogancia epistémica

produce un efecto doble: sobreestimamos lo que sabemos e

infravaloramos la incertidumbre.” Nassim Nicholas Taleb, El Cisne

Negro, Paidos, Barcelona 2008, p. 208 y 211.

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Demasiado cómodos con lo que

(creemos que) sabemos...

Un ejemplo de este tipo de investigaciones en psicología social y

neurociencia cognitiva: si se pide a una muestra representativa de

sujetos humanos que calibren un rango de valores para un número (que

puede referirse a cualquier cosa, desde la población de un país lejano

como El Salvador al número de amantes de Catalina II de Rusia) de

manera que piensen que tienen el 98% de posibilidades de acertar y

menos del 2% de posibilidades de equivocarse (es decir, que sea lo que

sea lo que imaginen, que haya menos de un 2% de probabilidades de

que quede fuera del rango que han imaginado), resulta que el índice de

error del 2% resulta ser, muchas veces, hasta de un 45% en las

poblaciones analizadas.

Se mueve en un rango de entre el 15 y el 45%. Se diría que nos

sentimos veinte veces demasiado cómodos con lo que sabemos...

Creemos ser más libres que los

demás

Tendemos a pensar que somos más dueños de

nuestros actos que lo que lo son los demás.

Si preguntamos a alguien si él o ella no es libre, está

condicionado por los medios de masas, vota a una

opción política o consume de manera ostensiva en

virtud de los efectos de la propaganda, la respuesta

suele ser contundente: “no, no es mi caso, pero sí el de

la mayoría de la gente”. Emily Pronin y Matthew B. Kugler (2010):

“People believe they have more free will than others”, Proceedings of the National

Academy of Sciences USA 107 (52): 22469-22474

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El valor de la humildad

La humildad, como proponía en 1968 Gregory Bateson, ha de

concebirse no sólo como una virtud moral, sino como un

principio para la investigación científica.

“Durante el período de la Revolución Industrial, el desastre más serio fue quizás

el incremento enorme de la arrogancia científica. Habíamos descubierto cómo

fabricar trenes y otras máquinas. Sabíamos cómo poner un cajón encima de otro

para llegar a la manzana, y el hombre occidental se vio a sí mismo como un

autócrata con poder absoluto sobre un universo que estaba hecho de física y de

química. Y los fenómenos biológicos tendrían, finalmente, que ser controlados

como procesos en un tubo de ensayo. (...) Pero esa arrogante filosofía científica

está ahora obsoleta, y en su lugar alboreó el descubriomiento de que el hombre es

sólo una parte de sistemas más amplios, y que la parte nunca puede controlar el

todo.” Gregory Bateson, Pasos hacia una ecología de la mente, Planeta/ Carlos Lohlé, Buenos

Aires 1991, p. 468.

Si fuéramos más humildes respecto a

nuestra capacidad de control…

Se diría que no controlamos mucho ni lo de fuera ni lo de dentro, ni el mundo exterior ni nuestro fuero íntimo.

“Y, sin embargo, vivimos como si todo dependiera exclusivamente de nosotros. Así, tenemos tendencia a sentirnos culpables por infortunios moldeados por corrientes invisibles, a desilusionarnos cuando no se cumplen nuestras detalladas expectativas, a rompernos la cabeza indagando porqués cuando se esconden en los designios inescrutables de nuestros pensamientos subterráneos... Si fuéramos más humildes respecto a nuestra capacidad de control, sufriríamos menos.” Jenny Moix, “¿Controlamos nuestras vidas?”, El País Semanal, 13 de noviembre de 2011.

07/10/2015 azar y contingencia 90

La dificultad de la transmisión

intergeneracional

“Esta no transmisibilidad de la experiencia o, digamos,

escasa eficacia de la transmisibilidad de la experiencia,

sigue siendo una de las realidades más desalentadoras en el

mecanismo histórico y social.

No hay modo de impedir que una generación se tape los

ojos; la historia sigue moviéndose por impulsos no

dominados por completo, por convicciones parciales y no

claras, por decisiones que no son decisiones y por

necesidades que no son necesidades.” Italo Calvino, “¿También

yo fui estalinista?”, en Ermitaño en París. Páginas autobiográficas, Siruela,

Madrid 1994, p. 220.

07/10/2015 azar y contingencia 91

Norgaard y la coevolución

Mas para contestar en serio a la pregunta por el control racional de nuestro destino tenemos que descender a un nivel teórico básico.

La perspectiva en que se sitúan estas reflexiones es evolutiva y sistémica.

Quizá quien mejor haya desarrollado esta perspectiva, en los últimos decenios, sea Richard B. Norgaard, con sus notables estudios sobre coevolución.

07/10/2015 azar y contingencia 92

Coevolución en ecología

La noción de coevolución se toma de la ecología, donde se utiliza para explicar el desarrollo paralelo de las características fisiológicas y morfológicas de dos o más especies de tal modo que cada una depende de la otra para su

reproducción continua. Véase Josep Peñuelas: De la biosfera a la antroposfera,

Barcanova, Barcelona 1988, apartado 4.3.

Un artículo seminal de Paul Ehrlich y Peter Raven en 1964 mostró cómo coevolucionaban los mecanismos de defensa de las plantas y las características de los insectos que se alimentaban de ellas (en una típica “carrera de armamentos”

evolutiva). Paul R. Ehrlich y Peter H. Raven, “Butterflies and plants: a study in

coevolution”, Evolution vol. 18, 1964, p. 586-608.

07/10/2015 azar y contingencia 93

“Las características más importantes de los nichos

[ecológicos] de la mayoría de las especies son las

características de las otras especies. Cuando la

evolución se considera en el contexto de las especies

que interactúan, podemos ver cómo las características

de las especies ejercen una presión selectiva mutua y

coevolucionan juntas (...). En un mundo

coevolucionista se pierde toda dirección [evolutiva] y

predictibilidad.” Richard B. Norgaard, “Una sociología del medio ambiente

coevolucionista”, en Michael Redclift y Graham Woodgate (eds.), Sociología del medio

ambiente. Una perspectiva internacional, McGraw Hill, Madrid 2002, p. 170.

07/10/2015 azar y contingencia 94

Concepto amplio de coevolución

El concepto amplio (aplicado también a sistemas

socioculturales) lo desarrolló Richard B. Norgaard

a partir de los años setenta: lo emplea para definir

el desarrollo paralelo e interactivo de la sociedad y

la naturaleza. Cf. por ejemplo Norgaard, “Coevolutionary

agricultural development”, Economic Development and Cultural

Change, no. 32, 1984.

El cambio social, a lo largo de la historia, es un

proceso de coevolución entre sistemas sociales y

ecosistemas.

07/10/2015 azar y contingencia 95

Cuatro subsistemas

Su obra básica es Richard B. Norgaard, Development Betrayed, Routledge,

Londres y Nueva York 1994.

En ella Norgaard subdivide los sistemas sociales

en sistemas

de conocimiento

de valores

de organización social

y de tecnología,

que coevolucionan entre sí y con los ecosistemas.

07/10/2015 azar y contingencia 96

Coevolución: esquema gráfico

07/10/2015 azar y contingencia 97

Norgaard explica:

“En esta descripción, cada uno de estos sistemas

se relaciona con todos los demás, y cada uno

cambia e influye en todos los demás.

En cada sistema ocurren innovaciones deliberadas,

descubrimientos de posibilidades, cambios

aleatorios (mutaciones) e introducción de

oportunidades, y todo ello influye en la idoneidad

[fitness] y, por tanto, en la distribución y las

propiedades de los componentes de cada uno de

los demás sistemas.”

07/10/2015 azar y contingencia 98

“(...) Como las características de cada sistema

ejercen presión selectiva sobre las características

de los restantes, coevolucionan de tal manera que

cada uno refleja al otro.

La coevolución explica el modo en que todo

parece estar estrechamente interrelacionado, y al

mismo tiempo todo parece estar cambiando.” Richard

B. Norgaard, “Una sociología del medio ambiente coevolucionista”, en Michael Redclift

y Graham Woodgate (eds.), Sociología del medio ambiente. Una perspectiva

internacional, McGraw Hill, Madrid 2002, p. 171.

07/10/2015 azar y contingencia 99

El materialismo histórico como

caso particular de este modelo

Un aspecto interesante es el siguiente: si en el modelo anterior

equiparamos --simplificando un poco-- “tecnología” con fuerzas

productivas, y “organización social” con relaciones sociales de

producción,

entonces aparece el materialismo histórico (desarrollado por

Marx, Engels y otros autores marxistas) como un caso

particular de la perspectiva coevolucionista.

Precisamente, el caso particular en que se asigna una particular

fuerza causal a la tecnología (a las fuerzas productivas).

Una vigorosa actualización de esta perspectiva: el materialismo

cultural de Marvin Harris (cf. p. ej. Nuestra especie, Alianza, Madrid 1993,

p. 473-474).

07/10/2015 azar y contingencia 100

Aunque el propio Norgaard no

hace eso:

“En cualquier momento del tiempo cada sistema determina a

los demás. Con el tiempo, ninguno es más importante que

otro.

(...) Así, la perspectiva coevolucionista explica por qué las

opciones son inquietantemente limitadas en el corto plazo: la

cultura ha determinado el medio ambiente y el medio

ambiente ha determinado la cultura. En cada momento existe

una mezcolanza de conocimiento, valores, tecnologías,

organización social y entorno natural coevolucionados.

Pero a largo plazo nos dirigimos a la situación igualmente

inquietante de que nada determina nada, y de qur todo cambia

de manera impredecible.” (p. 172)

07/10/2015 introducción a la sociología 101

Efectos de agregación y

consecuencias inesperadas

Desde los orígenes de las ciencias sociales, “la sociología busca las consecuencias involuntarias e inesperadas que tienen las acciones humanas en la sociedad.” Antonio Izquierdo Escribano, Fundamentos de sociología, Playor,

Madrid 1985, p. 19

¿Qué ocurre? “Los fenómenos sociales son efectos de agregación, y estos efectos pueden no ser buscados por los actores”. Raymond Boudon, La logique du social,

Hachette, París 1979, p. 14.

Ejemplos sencillos: el ahorrador que retira su dinero de un banco; el festejador que grita “fuego” en una discoteca abarrotada...

07/10/2015 introducción a la sociología 102

Resultados no intencionales

Dicho de otra manera: muchos fenómenos sociales

pueden ser, a través de la agregación, resultados

no intencionales de acciones intencionales.

Esto lo han visto muchos sociólogos, incluyendo

los clásicos como Max Weber (quien lo llamó la

paradoja de las consecuencias) o Karl Marx

(“los seres humanos hacen la historia, pero no

saben que la hacen”). Raymond Boudon habló de

los efectos perversos de la acción social.

07/10/2015 introducción a la sociología 103

Las determinaciones del pasado

“Los seres humanos hacen su propia historia,

pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo

circunstancias elegidas por ellos mismos, sino

bajo aquellas circunstancias con que se

encuentran directamente, que existen y les

han sido legadas por el pasado. La tradición

de todas las generaciones muertas oprime

como una pesadilla el cerebro de los vivos.” Karl Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Espasa Calpe (col. Austral), Madrid 1985, p.

241.

07/10/2015 introducción a la sociología 104

Otra formulación célebre es la de Adam Ferguson:

“La historia es el resultado de la acción humana y

no de la intención humana.” En inglés: “...the result

of human action but not of human design”. Adam

Ferguson, Essay on the History of Civil Society, Edinburgh University Press

1966, p. 122.

Y un breve poema de Mathias Schreiber titulado

DEMOCRACIA: “Yo quiero/ tú quieres/ él quiere/

lo que nosotros queremos/ sucede/ pero lo que

sucede/ no lo quiere ninguno de nosotros” Véase el cap. 10 de Tuercas y tornillos de Jon Elster (Gedisa, Barcelona 1990).

07/10/2015 introducción a la sociología 105

La causalidad no es una categoría

de la acción social (mejor: no una de las más importantes)

“Aquellos desarrollos que a posteriori parecen

causales, consecuentes o incluso inevitables, en el

tiempo en el que transcurrió la acción social

surgieron de un modo casual, sinuoso o

autopotenciador, y siempre se podrían haber dado

de otro modo.

De ahí que sea necesario desprenderse por

completo de la idea de que la causalidad es una

categoría de la acción social.” Harald Welzer: Guerras climáticas.

Por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI, Katz, Buenos Aires/ Madrid 2011, p.

143.

07/10/2015 introducción a la sociología 106

Acción social: no causal, sino

recursiva

“En los procesos sociales, B no se

desprende de A. Cuando las personas actúan

de manera conjunta o enfrentada, lo que

resulta más determinante es la capacidad de

interpretar, anticipar y adelantarse a las

intenciones del otro. Por eso un hipotético B

siempre está contenido en A, y uno de los

actores es parte de la percepción del otro

actor.”

07/10/2015 introducción a la sociología 107

“Por eso la acción social no se desarrolla

como una cadena de acciones a-b-c-d-e, etc.,

ni tampoco como una secuencia de acción y

reacción, sino como un desarrollo de

relaciones.

Sin embargo, no es en absoluto necesario que

a estas relaciones subyazgan imágenes

racionales o realistas del otro; más aún, es

probable que muy rara vez ése sea el caso.”

07/10/2015 introducción a la sociología 108

“Pero de un modo absolutamente independiente de

ello, esas percepciones, interpretaciones y

acciones recíprocas van modificando las

relaciones entre los actores, y en el próximo

movimiento el juego continúa.

Es decir que la acción social no es causal, sino

recursiva, y precisamente por eso suele terminar

en algo que se desvía de los planes originales.” Harald Welzer: Guerras climáticas. Por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI,

Katz, Buenos Aires/ Madrid 2011, p. 144.

07/10/2015 introducción a la sociología 109

Algunas de las mejores cosas de la vida entran

en esta categoría de resultados no intencionales

“También los Cantos [de Ezra Pound] me habían dejado frío. El error

principal era un viejo error: la búsqueda de la belleza. Alguien como

él, después de haber vivido tantos años en Italia, tenía que haberse

dado cuenta de que la belleza no puede ser programada, siendo

siempre el efecto secundario de otras búsquedas, muchas veces muy

normales.” Joseph Brodsky [cf. la noción de serendipidad]

“Los hombres sobreviven y se reproducen mediante acciones

intencionales. Alcanzamos la felicidad y nos sentimos realizados

yendo en pos de nuestros objetivos y alcanzándolos. En términos

evolutivos, podríamos decir que la felicidad funciona como una

recompensa interna por nuestros logros. (...) Nuestra propia felicidad

es un subproducto del intento de alcanzar algo más, y no algo que se

obtenga poniéndonos como meta la felicidad solamente.” Peter Singer,

Ética práctica, Ariel, Barcelona 1991, p. 269.

07/10/2015 introducción a la sociología 110

La evolución no está dirigida

La evolución –ya de trate de la biológica

o la social– no está dirigida, y no

“progresa” hacia objetivos que quepa

conocer de antemano. El papel del azar es

muy importante.

Un buen ejemplo –procedente de la

paleontología– nos lo proporciona el destino

de los dinosaurios.

07/10/2015 introducción a la sociología 111

Arcosaurios crurotarsales y

dinosaurios

“Un equipo de científicos del Museo Americano de Historia Natural de la Universidad de Columbia (Nueva York) y del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol (Reino Unido) estudiaron una serie de fósiles con el objetivo de determinar la relación entre la evolución de los dinosaurios y la de sus principales competidores, los arcosaurios crurotarsales ('Crurotarsi'), durante el Triásico tardío, hace unos 200 millones de años.

Los análisis revelan que, al contrario de lo que se creía, los dinosaurios no reemplazaron a los arcosaurios crurotarsales como grupo dominante a través de la competición y la superioridad, sino que compartieron nichos y recursos durante los primeros treinta millones de años de la existencia de los primeros.”

07/10/2015 introducción a la sociología 112

“Los arcosaurios - del griego 'Archosauria', que quiere decir 'reptiles

dominantes'-, son un grupo de reptiles que evolucionaron de los

'Archosauriformes' durante el Triásico temprano. Se dividen en dos grupos: el

conjunto de los crurotarsales ('Crurotarsi'), del que derivan los actuales

cocodrilos, los únicos supervivientes del grupo, y los 'Ornithodira', que

comprenden los dinosaurios y pterosaurios.

Las conclusiones del estudio, publicado en Science, apuntan que los

arcosaurios crurotarsales murieron por casualidad y no como resultado de una

sustitución por competencia.

Además, indican que los dinosaurios, por su parte, no estaban predestinados al

éxito, sino que más bien se beneficiaron de la extinción del primer grupo.”

07/10/2015 introducción a la sociología 113

“Aunque ambos grupos lograron sobrevivir el cuarto periodo de extinción masiva que se conoce, hace 228 millones de años, sólo unos cuantos crurotarsales lograron superar los duros procesos de calentamiento global de finales del Triásico. Los dinosaurios por el contrario sobrevivieron a estos fenómenos sin mayores problemas.

‘De haber vivido más tiempo, no nos cabe duda de que los crurotarsales hubieran sido el grupo dominante’, afirma Stephen Brusatte, del Museo Americano de Historia Natural. ‘El poderío de los dinosaurios frente a otros grupos no es más que una racha de buena suerte’, añade.

Para poner a prueba estas teorías, los científicos midieron la evolución en ambos grupos. Basados en los datos recogidos de 437 esqueletos de 64 especies de dinosaurios y crurotarsales y en nuevos árboles filogenéticos, desarrollaron dos cálculos para analizar sus patrones evolutivos.”

07/10/2015 introducción a la sociología 114

“El primero de los cálculos les sirvió para medir las tasas evolutivas. Los investigadores no encontraron diferencias en la rapidez con la que ambos grupos se desarrollaron.

El segundo cálculo fue el de la disparidad morfológica, una medida que sirve para conocer las variaciones físicas y las formas de vida que tiene un grupo. Sorprendentemente se encontró que los crurotarsales tenían un rango de formas corporales, dietas y estilos de vida mucho más amplio que el de los dinosaurios.

A estos resultados los científicos añaden dos hallazgos de estudios anteriores: los crurotarsales eran mucho más abundantes que los dinosaurios en la mayoría de ecosistemas triásicos y en algunos casos era incluso más diversos, es decir, con un número mucho más amplio de especies. Todas estas conclusiones permiten a los investigadores cuestionar la superioridad de los dinosaurios.”

07/10/2015 introducción a la sociología 115

“ ‘Para muchos es difícil aceptar que los dinosaurios encontraron su posición dominante en el mundo por casualidad al extinguirse otro grupo, al igual que pasó con los mamíferos cundo estos reptiles se extinguieron hace 65 millones de años’ explica Michael Benton, un paleontólogo de la Universidad de Bristol.

‘Lo cierto es que no sabemos con exactitud por qué se extinguieron los crurotarsales y no los dinosaurios, pero las contundentes conclusiones a las que hemos llegado ratifican que fue por pura y mera suerte’, puntualiza Benton”. Raaida Mannaa, “La suerte de los dinosaurios”, El Mundo, 12 de

septiembre de 2008

Nunca partimos de cero

No partimos nunca de cero, no hay “tabla rasa”

o encerado vacío sobre el que dibujar.

Una condición necesaria para una sociedad

verdaderamente democrática, dijo en alguna

ocasión Tony Judt, es una conciencia colectiva

sostenida en el tiempo de que las cosas siempre

están cambiando de diversas formas y, sin

embargo, el cambio total es siempre ilusorio. Tony Judt (junto con Timothy Zinder), Pensar el siglo XX, Taurus, Madrid

2012, p. 260.

07/10/2015 introducción a la sociología 117

No hay estado social final

especificable de antemano

“La historia del comportamiento social humano es

ineludiblemente ‘evolutiva’ en el sentido de que todas

sus formas nuevas se han desarrollado a partir de

formas previas, pero no --de ninguna manera-- en el

sentido de que el cambio de unas a otras se produzca

en dirección de un estado final de cosas que sea

posible especificar de antemano: ése es precisamente

el error que, justificadamente, desacreditó a los ojos

del siglo XX las ideas decimonónicas sobre evolución

social.” W.G. Runciman, El animal social, Taurus, Madrid 1999, p. 16.

Una dinámica indeterminista

“Los estados futuros de un sistema complejo como la sociedad no son predecibles. Dependen de forma no lineal de las interacciones entre múltiples estados del sistema y múltiples decisiones colectivas de los actores sociales. (…) La dinámica es radicalmente indeterminista, inserta en la incertidumbre de la historia.” Ernest Garcia, “Líneas para un debate sobre el decrecimiento y la

naturaleza humana”, en Alberto Matarán y Fernando López Castellano (eds.). La Tierra no es muda –Diálogos entre el desarrollo sostenible y el posdesarrollo, Universidad de Granada 2011, p. 220.

Un estudio empírico sobre las

predicciones de los expertos

En un famoso estudio, Phillip Tetlock invitó a cerca de

trescientos investigadores a realizar predicciones acerca de

asuntos económicos y políticos, muchos de su

especialidad.

Al final disponía de 82.361 asignaciones de probabilidad

sobre hipotéticos acontecimientos futuros. El resultado,

cumplidos los plazos, era que las predicciones de los

expertos no mejoraban al simple azar. “Vamos, los

mismos que un mono borracho apretando botones”,

comenta Félix Ovejero. “La ignorancia de los indignados”, El País, 13 de junio de

2011.

07/10/2015 introducción a la sociología 119

07/10/2015 introducción a la sociología 120

La sociología no es predictiva

Repitámoslo: la evolución --sea biológica,

cultural o social-- no avanza hacia ningún

estadio final predeterminado.

Pero entonces “los sociólogos nunca tendrán

más posibilidades de predecir el futuro de

instituciones y sociedades que los antropólogos

de predecir el futuro de las culturas o los

biólogos de predecir el futuro de las especies.” W.G. Runciman, El animal social, Taurus, Madrid 1999, p. 20.

07/10/2015 introducción a la sociología 121

¿Por qué no es predictiva? Tres

razones al menos:

1. Imposibilidad de calcular las consecuencias de la

interacción de una enorme diversidad de sucesos

independientes.

2. No podemos prever nuestro conocimiento futuro, porque si

fuéramos capaces de ello, ya dispondríamos de este

conocimiento en el presente (argumento de Karl Popper). La

variante del trompetista Humphrey Lyttelton: “Si supiera hacia

dónde va el jazz yo ya estaría allí”.

3. Al hacer previsiones y pronósticos, afectamos los futuros

estados de cosas: “profecías que se autocumplen” o se

autorrefutan.

07/10/2015 azar y contingencia 122

Consecuencias de la perspectiva

coevolutiva para nuestra pregunta sobre control racional:

“La explicación coevolucionista del cambio admite

que las personas diseñan nuevos elementos y los

introducen en sus culturas, pero su énfasis en la

presión selectiva de los componentes de los sistemas

existentes, así como en el cambio global dirigido por

la naturaleza aleatoria de las mutaciones y las

introducciones en todo el sistema, contribuye a

explicar por qué los diseños suelen fracasar y sólo

ocasionalmente tienen éxito al evolucionar hacia

algo bastante inesperado.” Richard B. Norgaard, “Una sociología del

medio ambiente coevolucionista”, op. cit., p. 172.

07/10/2015 azar y contingencia 123

Un mazazo para la idea de

control instrumental

¡Reparemos en el mazazo que se asesta, desde esta perspectiva, a la idea de control instrumental racional, tan central en la Modernidad!

“La gente está constantemente intentando usar racionalmente el conocimiento que tiene para influir en el resultado futuro, pero sólo un puñado de nuestros diseños tecnológicos y organizativos son seleccionados como aptos.” Richard B. Norgaard, “Una sociología del medio ambiente coevolucionista”, op. cit., p. 173.

07/10/2015 azar y contingencia 124

Insistamos:

“En un mundo newtoniano, se puede

conocer y predecir el futuro del medio

ambiente [o de la sociedad]; nuestras

transformaciones medioambientales [o

sociales] tienen resultados igualmente

previsibles.

Pero en un mundo que coevoluciona, el

futuro a medio plazo es turbio y, a largo

plazo, invisible.”

07/10/2015 azar y contingencia 125

En el pasado --dice Marvin Harris--

hemos actuado como sonámbulos...

“Los principales procesos de la evolución

cultural no atestiguan la capacidad de

nuestra especie para ejercer un control

consciente e inteligente sobre el destino del

hombre.

(...) Todos los pasos importantes en la

evolución cultural tuvieron lugar sin que

nadie comprendiera conscientemente lo que

estaba pasando.”

07/10/2015 azar y contingencia 126

...al introducir cambios

socioculturales...

“Los hombres que participaron en las transformaciones que

llevaron desde los recolectores hasta los faraones tomaron

decisiones conscientes y eran tan inteligentes, despiertos y

reflexivos como nuestras generaciones modernas.

Decidieron prolongar o aplazar tal o cual actividad por un día o

una temporada, cazar o no cazar determinada especie, levantar

el campamento o permanecer en el mismo lugar, alimentar o

abandonar a un niño en particular, escuchar a un cabecilla o

hacer caso omiso de él, asaltar o no determinada aldea, trabajar

para un redistribuidor en lugar de otro, o plantar más ñames ese

año que el anterior.”

07/10/2015 azar y contingencia 127

...de enorme trascendencia...

“Pero nunca decidieron transformar bandas recolectoras con

papeles sociosexuales igualitarios e intercambio recíproco en

aldeas agrícolas sedentarias con jerarquías sociosexuales e

intercambio redistributivo.

Nadie decidió jamás convertir la residencia patrilocal en

matrilocal, o las formas de redistribución igualitaria en formas de

redistribución estratificada, o la guerra interna en guerra externa.

Cada una de las grandes transformaciones que tuvieron lugar en

la historia y prehistoria fue consecuencia de decisiones

conscientes, pero las decisiones conscientes no tuvieron por

objeto grandes transformaciones.”

07/10/2015 azar y contingencia 128

...sin consciencia de lo que

estábamos haciendo

“La destrucción completa de recursos naturales, que ha

desempeñado un papel primordial en la historia de la

evolución cultural, corrobora esta forma inconsciente de

conciencia.

Los recolectores del periodo glaciar no perseguían de

forma intencionada la extinción de los mamuts, bisontes

gigantes, caballos y otras especies de caza mayor; los fores

y los sambias no pretendían convertir la selva de Nueva

Guinea en praderas, y los mayas no encenagaron sus

canales de drenaje a propósito.” Marvin Harris, “Malestar cultural y

consciencia”, en Nuestra especie, Alianza, Madrid 1993, p. 474-475.

07/10/2015 azar y contingencia 129

¿Control consciente de la

evolución cultural?

“Me pregunto si efectivamente estamos algo más

cerca del control consciente de la evolución

cultural que nuestros antepasados de los albores de

la Edad de Piedra.

Como ellos, no paramos de tomar decisiones; pero

¿acaso somos conscientes de que estamos

determinando las grandes transformaciones

necesarias para la supervivencia [o no] de nuestra

especie?” Harris, op. cit., p. 477.

Gestión adaptativa

Más que control en ningún sentido mecanicista, habría

que tener en mente lo que distintos especialistas han

denominado gestión adaptativa: dado que siempre

habrá niveles de incertidumbre importantes en la acción

sociopolítica, se trataría de ser timoneles responsables

en el gobierno de nuestro “navío espacial Tierra”,

recabando constantemente información ecológica, social

y económica e integrándola adecuadamente, con el

objetivo de lograr sortear los peores escollos y lograr

mejoras adaptativas.

¿El futuro puede ser lo que

queramos que sea?

“El futuro puede ser lo que queramos que sea”,

sentencia el animoso Rob Hopkins, iniciador del

movimiento de Ciudades (y pueblos) en

Transición. Faja de la Guía del Movimiento de Transición de Juan del Río,

Catarata, Madrid 2015.

Esa posición es exageradamente voluntarista

(recordemos la noción de path dependency: las

trayectorias pasadas imponen restricciones a las

posibilidades futuras).

07/10/2015 azar y contingencia 131

Raúl Zibechi glosando a

Immanuel Wallerstein

Si pensamos que nuestras sociedades son sistemas

complejos adaptativos…

“Hemos creído que una transición es un fenómeno que

puede controlarse [señalaba Immanuel Wallerstein en

Impensar las ciencias sociales, Siglo XXI, 1998, p. 186)].

Si la transición sólo puede producirse como consecuencia

de una bifurcación en un sistema en situación de caos,

como señalan los científicos de la complejidad, pretender

dirigirla es tanto ilusión como riesgo de relegitimar el

orden en descomposición si se accede al poder estatal.”

07/10/2015 132

No tengamos (demasiado) miedo

al derrumbamiento

“Lo anterior no quiere decir que no podamos hacer

nada. Todo lo contrario. Debemos perder el miedo a

una transición que toma el aspecto de derrumbamiento,

de desintegración, la cual es desordenada, en cierto

modo puede ser anárquica, pero no necesariamente

desastrosa, escribió Wallerstein en el citado texto.” Raúl

Zibechi, “Caos sistémico y las transiciones en curso”, La Jornada, 23 de enero de

2015. Puede consultarse en

http://www.jornada.unam.mx/2015/01/23/index.php?section=opinion&article=021a2p

ol

Un texto clave para este debate: http://transitionmilwaukee.org/profiles/blogs/agency-

on-demand-holmgren-hopkins-and-the-historical-problem-of-a

07/10/2015 133

07/10/2015 azar y contingencia 134

Recapitulemos: cinco vías por las

que se quebró el determinismo

Sistemas cuánticos

Sistemas caóticos (deterministas no lineales)

Sistemas complejos adaptativos (autoorganizados)

Sistemas con dependencia de la senda (que en buena medida coinciden con los sist. complejos adaptativos). Cf. Juan Antonio Rivera en El gobierno de la fortuna, Crítica,

Barcelona 2000, p. 144-145.

A esto hay que añadir –a tenor de lo que antes analizamos-- los sistemas que coevolucionan.

07/10/2015 azar y contingencia 135

Dos nociones clave: complejidad

autoorganizada y coevolución

A mi entender, las importantes nociones de complejidad autoorganizada y coevolución ponen definitivamente en entredicho cualquier idea “fuerte” de control instrumental;

limitan severamente nuestra capacidad de controlar racionalmente nuestro destino;

y suponen un fuerte correctivo a la arrogancia epistémica del ser humano.

07/10/2015 azar y contingencia 136

En el desarrollo de trayectorias

sociales...

En resumidas cuentas, en el desarrollo de trayectorias

sociales (tanto individuales como colectivas):

1 Leyes en segundo plano (entre ellas, los mecanismos

de autorrefuerzo, o retroacción positiva, que pueden

magnificar pequeños acontecimientos y dar lugar a

“accidentes congelados”)

2 Elección más o menos racional de los sujetos

libres (pero atención a la “paradoja de las consecuencias”)

3 El importante papel de la contingencia y el azar

en un mundo coevolutivo.

07/10/2015 azar y contingencia 137

El papel del azar: última

reflexión

El curso de la historia humana es más cuestión de

azar, y de consecuencias no intencionadas ni

deseadas, y menos cuestión de elección racional

de lo que nos resulta cómodo creer: W.G. Runciman, El

animal social, Taurus, Madrid 1999, p. 170.

“La teoría de la elección racional es ciega a la

historia. (...) Este defecto es grave porque el azar

y la historia son los artífices más sustantivos de las

vicisitudes vitales...” Juan Antonio Rivera en El gobierno de la fortuna,

Crítica, Barcelona 2000, p. 17.

Para toda esta cuestión, véase también El Cisne Negro de Taleb.

07/10/2015 azar y contingencia 138

La historia, proceso abierto

“Comprender la historia es

comprender el proceso abierto de la

autocreación humana. La historia

para Berlin, como para Vico, es un

proceso en cambio perpetuo sin

objetivos fijados ni finales.” Ramin

Jahanbegloo, Conversaciones con Isaiah Berlin, Arcadia, Barcelona 2009, p. 18.

07/10/2015 azar y contingencia 139

Y el propio Berlin en ese diálogo: “Lo que encuentro

valioso en Vico y Herder es la idea misma de la

diversidad cultural como intrínseca a la historia

humana; que la historia no se mueve en línea recta;

que entre las diferentes culturas hay una interacción,

a veces de tipo causal, pero no existe clave alguna

para el futuro ni para el pasado. Es decir, que no hay

analogía con las ciencias físicas, cuyas leyes sí

permiten acceder a cadenas causales que se repiten y

pueden resumirse en pautas generales.” (p. 74)

Manuel Sacristán recomendaba

en 1979:

“Creo que hay que aceptar bastante más voluntarismo que hasta ahora en el pensamiento revolucionario. Uno de los elementos más necesitados de revisión en el tronco mayoritario del pensamiento marxista es la confianza en el carácter benéfico de los procesos sociales objetivos, por ejemplo aquella inverosímil ingenuidad de Lenin según la cual la marcha de la historia --¡vaya casualidad!— coincide con los deseos de los socialistas. Mejor no fiarse e intentar alterar el proceso con la voluntad del movimiento.” “Una conversación

con Wolfgang Harich y Manuel Sacristán” (mayo de 1979), publicada primero en el número 8 de mientras tanto (1981) y luego en Salvador López Arnal y Pere de la Fuente (eds.), Acerca de Manuel Sacristán, Destino, Barcelona 1996, p. 147.

Desde la perspectiva coevolucionista

arriba esbozada, habrá que añadir, a la

recomendación de más voluntarismo

revolucionario, la sugerencia de más

modestia epistémica,

así como una conciencia renovada de

la propia falibilidad.

Una observación final

En la medida en que aumenta la

incertidumbre, tanta mayor

importancia tiene conducirnos

según principios (buenos

principios), más que orientarnos

hacia fines.