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Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
nadie así te amará.
Gustavo Adolfo Bécquer se incluye en el Romanticismo tardío , en que se empiezan a realizar tendencias realistas , que indican todo mas descriptivo . Bécquer se caracteriza por un tratamiento delicado y moderado del amor y el poder evocativo de sus versos.
Al largo de su vida Bécquer hizo muchas obras, unas de esas obras son las “Rimas”, aunque hay cuatro temas que las dividen.
Las “ Rimas“ que hablan de aquel amor desgraciado y del dolor que el abandono de Elisa Guillén produjo en Bécquer, son del apartado del cuarto tema, que se desenvuelve desde la rima LII, hasta la LXXVI.
Se divide en tres partes:
Primera parte: se incluyen la primera y la segunda estrofa, que cuentan que las
golondrinas volverán como cada año, igual que cuando estaban juntos , pero también
dice que las que volverán no serán las mismas que estaban cuando ellos estaban
juntos .
Segunda parte: se incluyen la tercera y la cuarta estrofa, que cuentan que las
madreselvas volverán a subir por la tapia otra vez , pero que esas madreselvas no
serán las mismas que había cuando ellos estaban juntos, y que tampoco será igual.
Tercera parte: se incluyen la quinta y la sexta estrofa, que cuentan que el autor le
dice a la mujer que puede que vuelva a sentir el amor de otro hombre, pero que
ningún hombre podrá amarla como la amó él.
Utiliza el procedimiento del paralelismo
entre los sentimientos humanos y
fenómenos de la naturaleza.
los fenómenos de la naturaleza se
repiten constantemente pero aquellos
fenómenos que fueron testigos de los
sentimientos humanos no volverán
nunca ("no volverán").
Frente a la originalidad de los
fenómenos de la naturaleza, los
sentimientos humanos no pueden
volver a coincidir con aquellos. Esto
hace que el dolor sea más profundo e
irremediable.
No habla de su dolor directamente sino
mediante la constatación de los
fenómenos de la naturaleza. Expresión
delicada, alusiva al dolor. Los
elementos de la naturaleza que figuran
en la antítesis son pájaros y flores.
Mientras que la naturaleza siempre
vuelve a renacer, en un eterno
retorno, en una rueda sin fin el
sentimiento humano una vez muerto
no puede renacer en constante
contraste con esta naturaleza siempre
y perpetuamente renaciste.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
nadie así te amará.
Número de sílabas: el cuarto verso de
cada estrofa son heptasílabos, el resto son
versos endecasílabos, por tanto, de arte
mayor estos últimos y los heptasílabos de
arte menor.
Estructura métrica: son seis estrofas de cuatro versos cada una , con el siguiente esquema:-, A , -, a Tipo de Rima: siguiendo una de las características del Romanticismo, este poema no utiliza ninguna de las estrofas clásicas. La rima de los versos impares es libre; en los versos pares es consonante, exceptuando el número veinte, que rima en asonante.
Estrofa: Silva
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
nadie así te amará.
ANÁFORA: “Volverán” (v.v 1, 9, 17). PERSONIFICACIÓN: “Aprendieron nuestros
nombres”(v 7) “ Tu corazón de su profundo sueño (v 19) tal vez despertará” (v 20) EPÍTETO: “tupidas madreselvas” (v 9) HIPÉRBATON: “Volverán del amor en tus oídos” (v
17) “Las palabras ardientes a sonar” (v 18) “Tu corazón de su profundo sueño (v 19) tal vez despertará” (v 20) POLISÍNDETON: “Pero mudo y absorto y de
rodillas” (v 21)