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Aspectos básicos sobre riñones artificiales
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Centro de Enseñanza Técnica y Superior
Campus Mexicali
“Riñones artificiales” Resumen del capítulo 5
Manuel Muñoz Aguirre 20048
Ing. Cibernética Electrónica
Introducción a la Ingeniería Biomédica
Mexicali, B.C. a 4 de marzo de 2011
Capítulo 5: Diseño de riñones artificiales
1. Introducción
Los riñones regulan el volumen de los fluidos del cuerpo, el contenido iónico y el balance ácido-base a través de la
excreción de agua, exceso de iones y la eliminación de radicales libres, además se encargan de la producción de
hormonas. Existen dos problemas de riñón principales: falla renal aguda, de la cual es posible recuperarse rápidamente;
o bien, una falla crónica la cual causa una serie de problemas graves. El riñón artificial es una oportunidad para salvarse
de esta última condición. En un riñón natural, los nutrientes esenciales, electrolitos y agua se reabsorben a través del
transporte activo y pasivo, mientras que los productos de deshecho son excretados en la orina. Este mecanismo de
filtración es difícil de duplicar en el riñón artificial.
El riñón artificial remueve los deshechos utilizando
el principio de la diálisis, que consiste en el movimiento del
soluto y agua a través de una membrana semipermeable,
separando ambas soluciones. También son llamados
“hemodializadores”. La membrana en estos dispositivos se
elige de tal forma que todo, excepto proteínas y células
sanguíneas, pueda ser transferido. El fluido dializador es
una solución que consiste de glucosa y electrolitos en agua,
y no contiene productos de deshecho como urea,
creatinina, ácido úrico, etc. Generalmente se acumulan
ciertas sustancias como el cloruro de sodio y bicarbonato
de sodio, las cuales también deben ser filtradas. La sangre
de la arteria de un paciente se conecta al riñón artificial y se regresa a la vena a través de un tubo proporcionado por el
dispositivo.
2. Requisitos del riñón artificial
Seguridad biológica: El dispositivo debe tener alta biocompatibilidad y compatibilidad sanguínea, además de no
causar hemólisis (destrucción de células rojas) ni filtrar componentes sanguíneos vitales ni introducir material
tóxico. Es importante no filtrar ciertos tipos de componentes porque pueden causarse complicaciones. Es
necesario un acceso vascular para una hemodiálisis repetida, por lo que es necesario hacer una fístula
generalmente en la muñeca. Se utiliza Dacron y PFTE, los cuales no deben causar trombos.
Seguridad química: Aspecto enfocado a la calidad del agua para el fluido dializador. Normalmente en el agua
para tomar esto no es un peligro, pero dado a que el proceso de filtración se hace a través de diálisis se pueden
originar consecuencias toxicológicas. Sustancias en bajas concentraciones pueden causar daño en la sangre.
Aluminio, plomo, cadmio, mercurio y selenio, inclusive en bajas concentraciones, pueden causar daño. Debe
evitarse el contenido de microbios. La esterilización del dispositivo es esencial.
Seguridad mecánica: La membrana para la diálisis debe ser resistente y mantener su tamaño al estar húmeda.
La resistencia del lado del flujo sanguíneo debe ser lo menor posible para evitar hemólisis. La presión generada
por el corazón del paciente debe ser suficiente para bombear la sangre hacia la máquina y de vuelta al corazón.
Seguridad en factores humanos: El dispositivo debe ser fácil de operar y a prueba de errores. Codificación en
diferentes tamaños y colores ayuda a reducir los errores. Deben de detectarse fugas de aire automáticamente.
Alarmas deben incorporarse en el sistema para indicar mal funcionamiento. El sistema debe poder apagarse y
cerrar sus líneas automáticamente, aislando al paciente en caso de alguna contingencia.
Además deben cubrirse otros puntos como:
Remoción de nitrógeno, material de desecho e iones en exceso.
Debe tener un desgaste de volumen sanguíneo muy bajo. En cada diálisis se pierde alrededor del 5% de la
sangre, por lo que debe minimizarse este volumen.
Debe ser un dispositivo confiable.
3. Diálisis de bajo flujo vs. Diálisis de alto flujo.
La membrana en la diálisis de bajo flujo tiene más baja permeabilidad al agua así que no es necesario algún
dispositivo adicional para evitar la pérdida excesiva de la misma en el paciente. Las de alto flujo tienen mayor
permeabilidad, y los solutos se remueven por difusión y convección. La difusión depende del gradiente de
concentración y el soluto de la permeabilidad de la membrana. La convección depende del coeficiente de la
membrana, permeabilidad del agua, y el gradiente de presión. El flujo del soluto se puede expresar de la forma:
Dónde:
dA = área de la membrana para una longitud diferencial
C = concentración del soluto en la sangre
∆C = diferencia de concentración a lo largo de la membrana
KD = permeabilidad del soluto para la membrana. Depende del radio del poro en contraste con el soluto.
Ku = coeficiente de ultrafiltración. De 20 a 50 ml/h/mmHg
∆P = declive de presión a través de la membrana
∆P = gradiente de presión osmótica
S = coeficiente de tamización. Depende del radio del poro en contraste con el soluto.
Algunas ecuaciones importantes son:
Extracción. Para comparar el desempeño de varios dializadores.
Compensación para el flujo contracorriente en un sistema de bajo flujo.
4. Membranas para diálisis
La membrana debe tener alta permeabilidad al agua y a metabolitos orgánicos y al mismo tiempo debe de poder retener
proteínas plasmáticas. Además debe poder remover ciertas moléculas y no acabar con la albúmina sérica. Debe ser
biocompatible y compatible con la sangre.
Celulosa, celulosa modificada y polímeros sintéticos son tres tipos de membranas utilizadas. Las membranas de celulosa
se usaron inicialmente porque tienen buena permeabilidad con porosidad uniforme y son hidrofílicas, lo que disminuye
la adsorción de proteínas. Sin embargo, ocasionan una serie de problemas de biocompatibilidad y hemocompatibilidad.
La celulosa modificada ha sido desarrollada para reducir los problemas de hemocompatibilidad asociados a la celulosa.
Algunas ventajas están relacionadas a la porosidad y la habilidad de formar membranas muy pequeñas.
Las membranas sintéticas ofrecen superior compatibilidad sanguínea. En general son más hidrofóbicas que las
basadas en celulosa. Polysulfone es la membrana sintética más utilizada. Tiene alta permeabilidad al agua y
biocompatibilidad mejorada. Se utiliza para diálisis tanto de bajo como de alto flujo. Un modelo de membrana
comercialmente disponible es Helixone.
Las membranas de polimetilmetacrilato tienen excelente biocompatibilidad. Además de que elimina ciertos
productos inmunogénicos. Las membranas de poliacrilonitrilo tienen muy buena biocompatibilidad y permeabilidad
mejorada. En general, las membranas de alto flujo tienen mayor biocompatibilidad, hemocompatibilidad comparadas
con las membranas de celulosa y sus derivados. Aun así, dejan algo que desear respecto a un riñón natural.
4.1 Sistema de diálisis
Existen tres circuitos principales en un sistema de
diálisis: el circuito de diálisis, el circuito sanguíneo, y
el circuito de fibra. Los requisitos astringentes para
el agua demandan varios niveles de purificación y
destilación. Los nutrientes requeridos se racionan y
se mezclan con agua. Luego la mezcla se calienta a
temperatura corporal y se le remueve el aire.
Dependiendo del tipo de flujo será la presión a
utilizar. También existe un detector de fuga
sanguínea que funciona a través de un fotoreceptor.
La presión en el fluido es estrictamente regulada. La
presión sanguínea se revisa tanto al inicio del
proceso como al final. También existe un detector
de aire en la línea de regreso, además de un inyector
de heparina para evitar trombos.
5. Protocolo de tratamiento y adecuación de la diálisis
Durante la diálisis, algunas hormonas hacen difusión fuera de la membrana junto
con las moléculas de urea. El proceso rápido de diálisis puede ocasionar depresión
en el paciente por la rápida pérdida hormonal. Por otra parte, una diálisis muy lenta
puede llevar a estancias largas en un hospital. Un modelado simple puede usarse
para calcular los protocolos de tratamiento. Considerando un modelo en el que la
sangre y el tejido estén bien mezclados y que la concentración de urea es uniforme,
podemos plantear el modelo:
Dónde Cbi es la concentración de urea al inicio del dializador en la línea arterial y Cbo es la concentración de urea en la
vena de salida que trae la sangre de regreso al cuerpo. G representa la tasa metabólica de producción de urea, Q es el
flujo sanguíneo y V es el volumen del tejido más la sangre. Además podemos expresar la proporción de extracción para
la diálisis de bajo flujo de la siguiente forma:
Donde A es el área de la membrana y k es la permeabilidad de la
membrana para un soluto en particular. Cuando el paciente no está en
diálisis, la concentración de urea puede incrementar linealmente si la tasa
de producción metabólica es constante, o va a incrementar
exponencialmente si la producción metabólica es una función lineal de la
concentración. Cuando el paciente está en diálisis, la concentración va a
decrementar exponencialmente. Así el protocolo de tratamiento se puede
prescribir utilizando diferentes ciclos de tiempo. Pero un tratamiento con
un aparato de un solo compartimento tiene sus limitaciones, por lo que es
conveniente implementar un modelo de varios compartimentos. Además
de remover los materiales de desechos tóxicos, el riñón natural reabsorbe
muchos nutrientes y aminoácidos en la filtración. El riñón artificial no reabsorbe muchos de estos componentes como
los aminoácidos, proteínas pequeñas y péptidos.
6. Riñón creado a través de bioingeniería
Avances recientes en ingeniería tisular y cultivos de tejidos han creado oportunidades para el desarrollo de riñones
artificiales. Se ha diseñado un dispositivo asistido por túbulos germinando células de túbulos proximales en la superficie
de las fibras de polysulfone. Esto se logró aplicando una capa de la proteína sintética Pro-Nectin-L. Para las pruebas
clínicas los túbulos se extrajeron de cerdos. En estudios más avanzados se han extraído células de riñones de pacientes
recién fallecidos. Este sistema se implementó en conjunto con un dispositivo de alto flujo en una prueba con perros, y
se observó que el sistema de túbulos fue capaz de absorber glucosa, vitamina D3 entre otros elementos. Estos reactores
de túbulos representan el futuro para los riñones creados artificialmente.
7. Conclusiones
El propósito del riñón artificial es remover urea y otras moléculas de desechos tóxicos. La sangre fluye de un lado de la
membrana semipermeable y una solución dializadora fluye desde el otro lado. Las moléculas de desecho se remueven
por difusión, convección o ambos. La diálisis de alto flujo involucra la remoción del soluto por convección y difusión pero
la desventaja es que puede llevar a la pérdida de albúmina sérica. Biocompatibilidad es un requisito importante en las
membranas. Las membranas de celulosa convencionales causan problemas de biocompatibilidad por lo que se crearon
membrana sintéticas para reducir los problemas. Las basadas en poliacrilonitrilo y polysulfone tienen excelente
biocompatibilidad. Hay requisitos para la astringencia del agua utilizada en el fluido de diálisis. Medidas cuantitativas
como kT/V se utilizan para determinar qué tan apta es la diálisis. Los riñones artificiales que existen actualmente no
duplican todas las funciones de un riñón natural, el futuro de los mismos se encuentra en la ingeniería tisular.