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PIERRE ROSANVALLON La contrademocracia La política en la era de la desconfianza MANANTIAL Buenos Aires

Rosanvallon, Índice

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Rosanvallon, Índice

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  • PIERRE ROSANVALLON

    La contrademocracia

    La poltica en la era de la desconfianza

    MANANTIALBuenos Aires

  • Ttulo original: La contre-dmocratie. La politique lge de la dfiance

    ditions du Seuil, Parsditions du Seuil, 2006

    Traduccin: Gabriel ZadunaiskyRevisin tcnica: Carlos de Santos

    Diseo de tapa: INICIATIVA, Rey/Can

    Cet ouvrage, publi dans le cadre du Programme dAide la Publication Victoria Ocampo, bnficie du soutien du Ministre franais des Affaires

    Etrangres et du Service de Coopration et dAction Culturelle de lAmbassadede France en Argentine.

    Esta obra, publicada en el marco del Programa de Ayuda a la PublicacinVictoria Ocampo, recibi el apoyo del Ministerio de Relaciones Exterioresde Francia y del Servicio de Cooperacin y Accin Cultural de la Embajada

    de Francia en la Argentina.

    Hecho el depsito que marca la ley 11.723Impreso en la Argentina

    2007, de la edicin en castellano y de la traduccin,Ediciones Manantial SRL

    Avda. de Mayo 1365, 6 piso(1085) Buenos Aires, Argentina

    Tel: (54-11) 4383-7350 / [email protected]

    ISBN 978-987-500-107-7

    Derechos reservadosProhibida la re pro duc cin par cial o to tal, el alma ce na mien to, el al qui ler, latrans mi sin o la trans for ma cin de es te li bro, en cual quier for ma o porcual quier me dio, sea elec tr ni co o me c ni co, me dian te fo to co pias, di gi ta li -za cin u otros m to dos, sin el per mi so pre vio y es cri to del edi tor. Su in frac -cin es t pe na da por las le yes 11.723 y 25.446.

    Rosanvallon, PierreLa contrademocracia : la poltica en la era de la desconfianza. - 1a

    ed. 1a. reimp. - Buenos Aires : Manantial, 2007.320 p. ; 14x21 cm.

    ISBN 978-987-500-107-7

    1. Teora Poltica. I. TtuloCDD 320.1

  • DESCONFIANZA Y DEMOCRACIA. (INTRODUCCIN).......................................................... 19

    La sociedad de la desconfianza..................................... 23

    La disociacin de la legitimidad y de la confianza. La confianza comoinstitucin invisible. Las instituciones destinadas a compensar la ero-sin de la confianza por la organizacin de la desconfianza. Desconfian-za liberal y desconfianza democrtica. Las formas de esta ltima delineanuna contrademocracia. Definiciones. Los factores de orden cientfico,econmico y sociolgico que explican el advenimiento de una sociedadde la desconfianza. El teln de fondo de las mutaciones de la democracia.

    Las tres dimensiones de la contrademocracia................ 30

    Los poderes de control. El trmino y la cosa. La puesta a prueba dela reputacin de un poder. Los poderes de sancin y de obstruccin. Losfactores formales y sociolgicos de su multiplicacin. El consiguienteadvenimiento de un pueblo-veto. El fortalecimiento del pueblo-juez.

    El mito del ciudadano pasivo ....................................... 35

    Ms all de la cuestin de la abstencin. La diversificacin de losrepertorios, de los vectores y de los objetivos de la actividad poltica.Democracia de expresin, de implicacin y de intervencin. Los fen-menos emergentes a conceptualizar y sintetizar.

    ndice

  • 8 LA CONTRADEMOCRACIA

    Despolitizacin o impoltica?...................................... 38

    La inadecuacin de la nocin de despolitizacin. El problema no esel de la pasividad sino el de la impoltica. La superposicin de una acti-vidad democrtica y de efectos no polticos. La evolucin hacia unademocracia civil.

    Releer la historia de la democracia ............................... 39

    El carcter a la vez post y pre-democrtico de los tres poderesindirectos. Ejemplos. La historia como laboratorio en actividad del pre-sente. La poltica como espacio de experiencia. Una desoccidentaliza-cin de la mirada.

    I. LA DEMOCRACIA DE CONTROL.............................. 43

    1. VIGILAR, DENUNCIAR, CALIFICAR ..................................... 49

    La vigilancia................................................................. 49

    La vigilancia como disposicin poltica. Los dos registros de lavoluntad y de la atencin. La historia del trmino control [surveillan-ce] y la idea de gobierno indirecto. El poder de censura de la opininpblica se ejerce sin representacin: los anlisis del perodo revoluciona-rio en Francia. El pblico como termostato regulador de la accin gu -bernamental.

    La denuncia ................................................................. 56

    1789 y la electricidad de la denuncia. La figura del escndalo. Elejemplo de los muckrakers estadounidenses. Las funciones de agenda yde institucin. La economa de la reputacin en las democracias de opi-nin. El poder de la vergenza.

    La calificacin.............................................................. 66

    La puesta a prueba de la competencia de los gobernantes. Las prcti-cas de evaluacin como forma de crtica poltica: elementos de historia.El control, entre racionalizacin del Estado y apropiacin ciudadana.

  • 2. LOS ACTORES DEL CONTROL............................................ 71

    El ciudadano vigilante .................................................. 72

    La visin del filsofo Alain. La democracia definida por el control yla interpelacin. Una visin escptica de la poltica, a doble distancia deluniverso militante y del parlamentarismo republicano.

    La nueva militancia ...................................................... 74

    Los movimientos sociales de la dcada de 1970: nuevos actores,nuevos campos y nuevas formas. La necesidad de pensar tambin sufuncionamiento propiamente democrtico. Su especificidad se organizaen torno de las actividades de vigilancia, de denuncia y de calificacin.Tienen ms por objeto tratar situaciones que representar poblaciones.

    Internet, forma poltica ................................................ 78

    Los medios-asociaciones. Internet no es slo un medio. Es unaforma social y una forma poltica. La dcada de 1980 y el optimismoe-democrtico. La situacin de Internet como encarnacin de la fun-cin de control.

    El control funcional de los notables............................. 82

    Las autoridades independientes y la funcin de vigilancia. El ejemplode la Comisin Nacional de Deontologa de la Seguridad en Francia.

    Las agencias internas de auditora y evaluacin............ 84

    El efecto del New Public Management. Las tres figuras de un terce-ro vigilante en las democracias contemporneas: como funcionalidad,tica o actividad social.

    3. EL HILO DE LA HISTORIA ................................................. 87

    Los tres momentos ....................................................... 87

    El surgimiento de la democracia y la competencia por el ejercicio delcontrol y la rendicin de cuentas. El objetivo del control precede al delejercicio del poder. El parlamentarismo como institucionalizacin y

    NDICE 9

  • racionalizacin de estos contrapoderes. La visin de John Stuart Mill.La repblica jacobina es tambin visceralmente parlamentaria.

    El dualismo democrtico:los elementos de una larga historia ............................... 94

    Procedimientos electorales-representativos y poderes de control: eldualismo griego. Las categoras de magistrados encargados del controlen Atenas. El rol de los foros. La visin del siglo XVIII sobre esas magis-traturas. La creacin de un consejo de censores por la Constitucin de1776 en Pensilvania. Los proyectos franceses de 1791 a 1793.

    La institucionalizacin imposible ................................. 101

    El fracaso ejemplar de la experiencia de Pensilvania. El Tribunadodel ao VIII en Francia. Cmo hacer existir una institucin puramentefuncional, exterior al juego poltico? Los proyectos de institucionaliza-cin de un poder de control en los socialistas franceses de 1830 a 1848.

    4. EL CONFLICTO DE LAS LEGITIMIDADES ............................... 111

    La pluma y la tribuna................................................... 111

    La competencia de las democracias simbolizadas por las figuras deldiputado y del periodista. El periodismo como funcin pblica en1789. La crtica bonapartista del poder meditico. La visin jacobina.La libertad y la institucin. El decisionismo opuesto a la nocin de con-trol.

    Las tres legitimidades ................................................... 118

    Legitimidad institucional y legitimidad de experiencia. La calidad degeneralidad en el fundamento de la legitimidad poltica. Las tres moda-lidades de la generalidad: el nmero, la independencia, el universal mo -ral. Las tres legitimidades: social-procedimental, por imparcialidad, sus-tancial. La dimensin histrica de esa tipologa.

    Las nuevas vas de la legitimidad.................................. 121

    La nueva percepcin sociolgica y poltica de la nocin de mayora.La desacralizacin de la eleccin. La reduccin de esta ltima a un

    10 LA CONTRADEMOCRACIA

  • modo de designacin de los gobernantes. La nocin jurdica de rganoaplicada a los medios: condiciones y consecuencias.

    II. LA SOBERANA DE OBSTRUCCIN......................... 125

    1. DEL DERECHO DE RESISTENCIA A LA SOBERANA COMPLEJA... 131

    Las teoras medievales de la resistencia y del consentimiento ....................................................... 131

    La idea de consentimiento del pueblo es anterior al surgimiento delideal democrtico. La centralidad de la nocin de tirana. La formacinde una teora poltica negativa.

    La era de la Reforma.................................................... 133

    La profundizacin de la nocin de derecho de resistencia. Las obrasde Calvino, John Knox y John Ponet. Los monarchomaques francesesy su tentativa de dar un cuadro constitucional y ya no solamente morala la resistencia. Althusius y la idea de foros elegidos por el pueblo.

    La Ilustracin, el poder negativo y los tribunos del pueblo .................................................................... 138

    La lectura del tribunado romano por Montesquieu y Rousseau.Poder negativo y divisin de poderes en el siglo XVIII. La transformacindel trmino veto.

    La experiencia revolucionaria francesa ......................... 141

    Los debates de 1791 y 1793 sobre la institucionalizacin de unpoder de obstruccin. Condorcet y su visin de una soberana comple-ja. La retrica jacobina y la cuestin de la insurreccin.

    Fichte y la idea de un eforado moderno ........................ 145

    Fichte y el proyecto de establecimiento de un poder de prohibi-cin. Su visin de la divisin de los poderes entre fuerza positiva yfuerza absolutamente negativa. El problema: cmo hacer existir eleforado segn un modelo puramente funcional?

    NDICE 11

  • El sentido de un olvido................................................. 149

    De la nocin de eforado a la visin liberal de la limitacin de pode-res. La empresa de Mommsen para borrar la dimensin constitucionaldel tribunado. El derecho de resistencia en el siglo XX.

    2. LAS DEMOCRACIAS CRTICAS DE S MISMAS ........................ 153

    La lucha de clases como poltica negativa..................... 154

    La cultura obrera de la resistencia en el siglo XIX. La huelga comopoder de obstruccin. Proudhon y la separacin social. Jaurs y el pro-yecto de transformar la fuerza negativa del proletariado en fuerzapositiva. El reconocimiento de una legitimidad social especfica.

    Las metamorfosis de la oposicin ................................. 158

    La organizacin de una oposicin como modalidad del poder deobstruccin. Las visiones liberales del rol de la oposicin. La aprehen-sin constructiva y funcional de Guizot. La oposicin como sistemaen Inglaterra: de John Stuart Mill a la idea contempornea de un esta-tuto.

    El rebelde, el resistente y el disidente ............................ 161

    Las diferentes figuras morales y polticas del rebelde: Wilkes en laInglaterra del siglo XVIII; Thoreau y Emerson en el Estados Unidos delsiglo XIX; Blanqui en Francia. El resistente y su negativa a ceder al fata-lismo. El disidente o el hombre que sobra, fuerza de descalificacindel poder, heraldo de una antipoltica.

    La declinacin de la dimensin crtica en las democracias........................................................ 168

    La soberana crtica conforma un sistema con los mecanismos elec-torales representativos. Las condiciones de su erosin: el desdibujamien-to de las identidades sociales ligado a las transformaciones del capitalis-mo; el rol estructurante de la oposicin minado por la declinacin delos partidos; los descontentos han reemplazado a los rebeldes. El adve-nimiento consiguiente de una soberana negativa mucho ms estrecha.

    12 LA CONTRADEMOCRACIA

  • 3. LA POLTICA NEGATIVA ................................................... 173

    La era de la deseleccin ............................................ 173

    La entrada en una democracia de sancin. Las elecciones de ruptu-ra. El juicio del pasado, variable decisiva. El nuevo estilo de las campa-as electorales. El ejemplo estadounidense de la prioridad dada a ladenigracin del adversario. La democracia de rechazo.

    Obstruccin y veto ....................................................... 179

    El rol creciente del veto. Los diferentes regmenes estn definidoscada vez ms por las posibilidades de bloqueo por los diferentes actores.Las razones de esta evolucin: los factores ideolgicos; la transforma-cin del liberalismo del miedo; la mayor facilidad para organizar coa-liciones reactivas heterogneas. La eficacia aparentemente superior delas acciones negativas. No confundir poltica negativa y despolitizacin.

    La democracia dbil ..................................................... 184

    Pasividad y consentimiento por ausencia de protesta. La necesidad deinteresarse por las zonas grises de la poltica, por las energas dbiles. Elejemplo del procedimiento de eleccin tcita (un candidato es nombradosin que se realice la eleccin si es el nico que se presenta). La democra-cia por defecto, por falta de eleccin explcita, y la actitud de los recha-zantes contemporneos.

    III. EL PUEBLO-JUEZ....................................................... 189

    1. REFERENCIAS PARA UNA HISTORIA.................................... 195

    El ejemplo griego ......................................................... 195

    El ciudadano es a la vez jurado y miembro de la asamblea. Los jui-cios polticos en Atenas: procedimientos de invalidacin de decretos yprocedimientos de denuncia. El sentido de la atraccin por los juicios.Mayoras compuestas y minoras compactas.

    El impeachment ingls.................................................. 201

    NDICE 13

  • El poder de juzgar, primer poder. Acto jurdico y evaluacin polti-ca se mezclan. La contribucin de Coke. Del procedimiento de impeach-ment al voto de desconfianza. Responsabilidad penal y responsabilidadpoltica.

    El recall estadounidense ............................................... 205

    El procedimiento y su campo de aplicacin. Es una forma de demo-cracia directa? Los ciudadanos que votan en un recall son jueces y noelectores. Tres ejemplos de petitorios de recall. Recall e impeachment.

    2. LOS CUASILEGISLADORES ................................................. 211

    La calidad democrtica del jury.................................... 211

    La historia racionalista y probabilstica del jury. El jury es tam-bin una institucin poltica. Las experiencias revolucionarias america-na y francesa. Historias cruzadas del jury y del sufragio universal.

    La produccin de las normas en competencia ............... 216

    Los jurados como productores de normas. La cuestin de las abso-luciones escandalosas en el siglo XIX. Las decisiones de los jurados enmateria poltica en la Revolucin Francesa. Los jurados como protec-tores del pueblo y actores polticos en Estados Unidos.

    Los legisladores en las sombras .................................... 220

    Los conseils des prudhommes [tribunales laborales] en Francia. Ladistancia de sus decisiones respecto de la ley. Las estrategias jurdicas delas grandes asociaciones estadounidenses. El ejemplo de la ACLU.

    3. LA PREFERENCIA POR EL JUICIO ........................................ 223

    La cuestin de la judicializacin de lo poltico.............. 223

    Lo poltico y lo penal. El pasaje de democracias de confrontacin yrepresentacin a democracias de imputacin. Las formas de puesta aprueba de los gobernantes. La demanda de enjuiciamiento.

    14 LA CONTRADEMOCRACIA

  • El imperativo de justificacin ....................................... 226

    El proceso obliga a las partes a explicarse y justificarse pblicamen-te. La diferencia entre un juicio y una campaa electoral en este sentido.Las condiciones de la argumentacin.

    La obligacin de decidir ............................................... 228

    Gobernar y juzgar. El juicio, conjuncin del entendimiento y lavoluntad. Una modalidad de la accin para formar un mundo comn.

    El espectador activo ..................................................... 229

    El juicio mira al pasado, la decisin poltica, al futuro. El juez es unespectador activo que participa de la institucin y de la regulacin de lapolis. Poltica del juicio vs. poltica de la voluntad.

    El hecho de la teatralidad ............................................. 231

    Los ritos de soberana. Arquitectura poltica comparada de una salade audiencia y una cmara parlamentaria. La funcin de institucinsocial de una corte de justicia.

    El espacio de la particularidad ejemplar ....................... 233

    El juicio, entre particularidad y generalidad. La apora expuesta porPlatn en La Poltica. Una manera de relacionar los hechos y los valo-res.

    Votar y juzgar .............................................................. 235

    Un mismo poder de la ltima palabra. La competencia de juicios.Esbozo de una economa general del juicio poltico. La oposicin comojuicio simblico hecha al gobierno.

    IV. LA DEMOCRACIA IMPOLTICA.............................. 241

    NDICE 15

  • 1. SENTIMIENTO DE IMPOTENCIA Y FIGURASDE LA DESPOLITIZACIN .................................................. 247

    La era de la impoltica.................................................. 247

    La organizacin de la desconfianza mina el supuesto de una confian-za surgida de las urnas. La era del consumismo poltico. La declinacinde la legibilidad y la visibilidad de lo poltico. La nocin de impoltica.

    El horizonte de la transparencia ................................... 250

    El problema es el de una forma de democracia. La perspectiva de latransparencia sustituye el ejercicio de la responsabilidad.

    Las dos despolitizaciones ............................................. 252

    La nocin de gobernanza: las razones de un xito. Tres caractersti-cas. Despolitizacin por descentramiento y despolitizacin por vacia-miento.

    2. LA TENTACIN POPULISTA ............................................... 257

    Una patologa de la democracia electoral-representativa ................................................ 258

    Populismo y visin sustancialista de la representacin. Un criterioinsuficiente.

    Populismo y contrademocracia..................................... 259

    Una patologa del control. El encierro de la soberana negativa en suinmediatez. La exacerbacin destructora de la idea del pueblo-juez. Lasuperioridad de una caracterizacin funcional sobre una aprehensinideolgica.

    3. LECCIONES DE ECONOMA IMPOLTICA.............................. 265

    El regreso de un trmino .............................................. 265

    La reaparicin del trmino control [surveillance] en la dcadade 1970. Significacin y relaciones.

    16 LA CONTRADEMOCRACIA

  • La funcin econmica de control ................................. 266

    El mercado y la necesidad de un supervisor, de un tercero corrector.El rol de las agencias de calificacin como tercero evaluador. Un meca-nismo de mano visible. Certificacin y control experto. Los mecanismosde auditora. Los whistleblowers.

    El mercado o el triunfo del veto ................................... 272

    El mercado y el forum. Exit y Voice. La expresin lograda de unasoberana negativa. El mercado es ms el revelador que la causa de laimpoltica contempornea. Es la figura absolutizada de la democraciacivil.

    La economa impoltica ................................................ 274

    Desarrollo de las formas indirectas de regulacin y declinacin delmodelo representativo en economa. Consecuencia sobre la idea denacionalizacin. Las visiones concurrentes de un control eficaz. El capi-talismo puede al mismo tiempo estar ms regulado y ser ms injusto.

    EL RGIMEN MIXTO DE LOS MODERNOS.(CONCLUSIN) ............................................................. 279

    Las nuevas vas de la democracia electoral-representativa ................................................ 282

    Las tensiones estructurantes. Pueblo-principio y pueblo-sociedad. Eldesarrollo de las formas de democracia participativa. El ejemplo fran-cs. El riesgo de una democracia disminuida. El giro deliberativo ysus lmites.

    Consolidar la contrademocracia ................................... 288

    Retorno sobre la historia. La imposibilidad de hacer existir unainstitucin pura. La pluralizacin necesaria de las formas contrade-mocrticas. Algunas propuestas. Las condiciones de una apropiacinciudadana: la obligacin permanente de justificacin puede ser ms efi-caz que la eleccin peridica. Hacia nuevos poderes de obstruccin yjuicio.

    NDICE 17

  • Repolitizar la democracia ............................................. 294Superar la impoltica. Una democracia definida por sus trabajos y

    no slo por sus estructuras. La dimensin cognitiva de lo poltico.Gobernar significa hacer inteligible el mundo y dar a los ciudadanos losmedios para manejarse. Reconsiderar la cuestin de la voluntad en pol-tica. Cmo recuperar una cierta teatralidad de lo poltico. Las condicio-nes de un trabajo de resimbolizacin.

    El rgimen mixto de los modernos ............................... 300

    Los tres pilares de la expresin democrtica y sus respectivos demo-nios. La base de una comparacin ampliada. De lo nacional a la cosmo-poltica.

    El experto y el ciudadano ............................................. 302

    Un nuevo tipo de realismo poltico. Rechazar la opcin entre la iro-na y el radicalismo, la razn fra y el compromiso ciego.

    ndice de nombres ............................................................. 305

    18 LA CONTRADEMOCRACIA

  • DESCONFIANZA Y DEMOCRACIA

    (INTRODUCCIN)

  • El ideal democrtico hoy no tiene rival, pero los regmenesque lo reivindican suscitan casi en todas partes fuertes crticas.ste es el gran problema poltico de nuestro tiempo. Por eso mis-mo, la erosin de la confianza de los ciudadanos en sus dirigentesy en las instituciones polticas es uno de los fenmenos ms estu-diados por la ciencia poltica en los ltimos veinte aos. Una seriede estudios importantes, tanto nacionales como comparativos,han establecido claramente el diagnstico en la materia. Proliferaigualmente la literatura consagrada al anlisis del desarrollo de laabstencin electoral. Hecho significativo, ni siquiera las democra-cias ms recientes escapan al problema, como lo testimonia lasituacin en los ex pases comunistas de la Europa del este, ascomo la que predomina en aquellos de Asia o Amrica latinadonde hubo dictaduras. Cmo entender estos hechos general-mente vistos como indicativos de una crisis, de un mal, deuna desafeccin o de una avera? Hoy en da dominan lasinterpretaciones que invocan, a menudo confusamente, los efec-tos del crecimiento del individualismo, el pusilnime replieguesobre la esfera privada, la declinacin de la voluntad poltica, laaparicin de elites cada vez ms alejadas del pueblo. Comnmen-te, el origen de lo que se estigmatiza en bloque como una funestadeclinacin de lo poltico se relaciona con distintas formas deceguera o de renunciamiento de los gobernantes y con actitudesde desaliento o relajamiento de los gobernados. Se deplora unacarencia o un abandono, se seala el alejamiento de un modelo

  • inicial, se denuncia la traicin a una promesa. Estas apreciacionesestn en boca de todos y aparecen en todos los escritos, vinculan-do de modo vago y al mismo tiempo repetido una consideracinmorosa o agria sobre el presente con la nostalgia de un pasadociudadano ampliamente idealizado. Del seno de esa decepcintermina por emerger de manera problemtica un odio sordohacia las democracias.Esta obra explora otras pistas para comprender el estado

    actual de las democracias. Propone ampliar el campo del anli-sis, tomando en cuenta de manera dinmica las reacciones de lasociedad a las disfuncionalidades originales de los regmenesrepresentativos. Histricamente, la democracia se ha manifesta-do siempre como una promesa y un problema a la vez. Promesade un rgimen acorde con las necesidades de la sociedad, funda-da sobre la realizacin de un doble imperativo de igualdad yautonoma. Problema de una realidad que a menudo est muylejos de haber satisfecho estos nobles ideales. El proyecto demo-crtico ha quedado siempre incumplido all donde se lo procla-m, ya sea que haya sido groseramente pervertido, sutilmentelimitado o mecnicamente contrariado. En cierto sentido, jamshemos conocido regmenes plenamente democrticos, en laacepcin ms rigurosa del trmino. Las democracias realmenteexistentes han quedado inacabadas o incluso confiscadas, enproporciones muy variables segn cada caso. De all que eldesencanto haya convivido permanentemente con las esperanzasque hicieron nacer las rupturas con los mundos de la dependen-cia y el despotismo. El principio de la construccin electoral dela legitimidad de los gobernantes y la expresin de la desconfian-za ciudadana respecto de los poderes han estado as prctica-mente siempre vinculados. El famoso Acuerdo del pueblo, publi-cado en Londres el 1 de mayo de 1649, que constituye el primermanifiesto democrtico moderno, mostraba ya de manera ejem-plar esa dualidad. Garanta de libertades civiles y religiosas, ins-titucin del juicio por jurados, sufragio universal, limitacin delos mandatos electivos, estricta subordinacin del poder militar alos poderes civiles, acceso de todos a las funciones pblicas:todos los principios que alimentaran las revoluciones de lossiglos XVII y XVIII se encontraban ya formulados en ese texto pre-cursor. Pero es significativo que hiciera referencia al mismo tiem-po a la dolorosa experiencia de la corrupcin del poder, al

    22 LA CONTRADEMOCRACIA

  • riesgo de que se impusieran los intereses particulares, a pesar detodas las precauciones tomadas, y que la representacin se vol-viera dominacin. La determinacin de las condiciones de for-macin de un poder legtimo y la formulacin de una reservade desconfianza se expresaron as en conjunto desde uncomienzo.

    LA SOCIEDAD DE LA DESCONFIANZA

    La historia de las democracias reales es indisociable de unatensin y un cuestionamiento permanentes. Desde un comienzoha estado continuamente en discordancia aquello que la teora delos gobiernos representativos-democrticos haba ligado en elmecanismo electoral: la legitimidad y la confianza. Esas dos cua-lidades polticas que se consideran superpuestas en el resultadode las urnas no son de la misma naturaleza. La legitimidad esentendida aqu como una cualidad jurdica, estrictamente proce-dimental; es producida de modo perfecto y absoluto por la elec-cin. La confianza es mucho ms compleja. Constituye una espe-cie de institucin invisible, para retomar una frmula famosadel economista Arrow,1 que cumple al menos tres funciones. Enprimer lugar, produce una ampliacin de la calidad de legitimi-dad, agregando a su carcter estrictamente procedimental unadimensin moral (la integridad en sentido amplio) y una dimen-sin sustancial (la preocupacin por el bien comn). La confian-za tiene tambin un papel temporal: permite presuponer el carc-ter de continuidad en el tiempo de esa legitimidad ampliada.Simmel destaca, de manera muy esclarecedora en esa perspectiva,que es una hiptesis sobre una conducta futura.2 La confianzaes, en fin, un economizador institucional, permite ahorrarse todoun conjunto de mecanismos de verificacin y prueba. Esta diso-

    DESCONFIANZA Y DEMOCRACIA 23

    1. Cf. Kenneth J. Arrow, The Limits of Organization, Nueva York, Norton,1974, pg. 26.

    2. Georg Simmel, Sociologie, tudes sur les formes de la socialisation (1908),Pars, PUF, 1999, pgs. 355-356. Bastante seguros porque fundamos la accinprctica basados en ella, la confianza es tambin un estado intermedio entre elsaber y el no saber sobre el prjimo. El que sabe todo no necesita la confianza. Elque no sabe nada no puede razonablemente tener confianza (ibid.).

  • ciacin de la legitimidad y de la confianza ha constituido un pro-blema central en la historia de las democracias. La disociacin hasido la regla; la superposicin, la excepcin (en Francia se hablade estado de gracia por expresar que existe despus de unaeleccin un perodo muy breve en el que las dos cualidades seconfunden excepcionalmente). Las reacciones a esta situacin dehecho se han desarrollado en dos direcciones. Se han multiplica-do en primer lugar las propuestas y las experiencias que buscanreforzar los condicionantes de la legitimidad procedimental. Seaumenta por ejemplo la frecuencia en que se recurre a las urnas,se desarrollan tambin mecanismos de democracia directa, seintenta adems reforzar la dependencia de los elegidos. Lo que sebusca en todos esos casos es la mejora de la democracia electo-ral. Pero paralelamente tambin se ha formado todo un entre-cruzamiento de prcticas, de puestas a prueba, de contrapoderessociales informales y tambin de instituciones, destinados a com-pensar la erosin de la confianza mediante una organizacin dela desconfianza. No se puede pensar la democracia y rehacer suhistoria sin ocuparse de estas ltimas formas.Hay as dos dimensiones a tener en cuenta para comprender

    correctamente el movimiento de las diversas experiencias demo-crticas: el funcionamiento y los problemas de las institucioneselectorales-representativas, por un lado, y la constitucin de esteuniverso de la desconfianza, por el otro. La primera dimensines la que hasta ahora retuvo principalmente la atencin de loshistoriadores y tericos polticos. Por mi parte, yo he propuestoun abordaje sistemtico de este campo al elaborar un anlisisrazonado de las tensiones estructurantes que operan en las insti-tuciones de la ciudadana, de la representacin y de la sobera-na.3 Ahora es necesario ocuparse de la segunda dimensin. Cier-tamente, las diversas expresiones de esa desconfianza ya hansido objeto de mltiples estudios puntuales: la historia de lasresistencias y las reacciones a las presiones de los poderes, socio-loga de las formas de desafeccin cvica o de rechazo del sistema

    24 LA CONTRADEMOCRACIA

    3. Vase mi triloga Le Sacre du citoyen. Histoire du suffrage universel enFrance, Pars, Gallimard, 1992; Le Peuple introuvable. Histoire de la reprsen-tation dmocratique en France, Pars, Gallimard, 1998; La Dmocratie inache-ve. Histoire de la souverainet du peuple en France, Pars, Gallimard, 2000.

  • poltico, etc. De esta manera se han considerado acciones y acti-tudes particulares. Pero no han sido resituadas en un conjunto,salvo cuando fueron relacionadas de manera muy general y vagacon el combate de los hombres y mujeres por vivir en un mundoms justo y libre. El objeto de esta obra es, por el contrario,comprender las manifestaciones de la desconfianza en un marcoglobal que reubique de manera articulada y coherente sus carac-tersticas ms profundas, en sntesis, entenderlas en tanto confor-man polticamente un sistema. Sobre esta base se propondr unacomprensin ampliada del funcionamiento, de la historia y de lateora de las democracias.Para situar en forma adecuada el problema, es necesario

    sealar previamente que la expresin de esa desconfianza hatomado dos grandes vas, la liberal y la democrtica. La descon-fianza liberal respecto del poder ha sido teorizada y comentada amenudo. Montesquieu le ha dado su expresin cannica4 y losPadres Fundadores del rgimen norteamericano le han dado for-ma constitucional. Toda la visin de un Madison, en el perodode debate de la Constitucin Federal, se basa en la obsesin porprevenir la acumulacin de poderes. Su proyecto no fue edificarun gobierno bueno y fuerte fundado en la confianza popular,sino constituir un poder dbil e institucionalizar la sospecha. Elobjetivo para l era ms bien proteger al individuo de las inva-siones del poder pblico antes que coronar al ciudadano. Por ellado francs, Benjamin Constant o Sismondi, un economista quefue tambin uno de los grandes tericos polticos de principiosdel siglo XIX, defendi posiciones comparables. Para este ltimo,la piedra angular del tipo de rgimen que l defenda es la dis-posicin constante a la resistencia.5 El recuerdo del antiguorgimen es determinante para estos autores. Quieren hacer impo-sible un regreso al despotismo. Ms democracia significa, bien

    DESCONFIANZA Y DEMOCRACIA 25

    4. Recordemos a ttulo informativo la formulacin en De lesprit des lois(1758): Es una experiencia eterna, que todo hombre con poder es llevado aabusar de ste; avanza hasta que encuentra lmites. Quin lo dira! La virtudmisma necesita lmites. Para que no se pueda abusar del poder es necesario que,por la disposicin de las cosas, el poder contenga al poder (libro XI, cap. 4).

    5. Jean Charles Lonard Simonde de Sismondi, tudes sur les constitutionsdes peuples libres, Bruselas, 1836, pg. 230. Contina: Es bajo la garanta deesa disposicin que deben establecerse todas las instituciones (ibid).