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6 | enfoques | Domingo 20 De octubre De 2013 Rubén Quintana, el defensor de los humedales, un recurso estratégico y muy poco conocido protagonistas c uando el personaje que encarna Chazz Palminteri en Una luz en el infierno le enseña al hijo de Robert De Niro, su rival en el film, que para eva- luar a una chica debe determinar si ella es capaz de destrabarle el segu- ro del auto desde adentro, como un gesto simbólico de solidaridad hacia su muchacho, le está transmitiendo que las personas se revelan en los detalles. Es por eso que esa escena de aque- lla película noventista quedó graba- da en el imaginario colectivo como una metáfora de que la verdad suele esconderse en los actos pequeños. Como en aquella escena de la vida cotidiana que en su momento pasó desapercibida y que tuvo de actores principales a Andrés “el Cuervo” La- rroque y a Pedro Robledo, joven mi- litante de Pro e integrante de la Fun- dación Pensar. La historia comenzó en abril pasa- do, en el despacho de la Presidenta, cuando recibió a Piter (lo llaman así, con “i”) y a su pareja, luego de la agre- sión que había sufrido el joven Pro en una fiesta privada por su condición de gay. A la Presidenta le impactó tanto la historia –que entonces conmocionó al país– que lo primero que atinó a pensar fue que Piter era kirchneris- ta (¿qué otra cosa podía ser un chico gay, agredido por su condición de tal, con ese discurso de inclusión, amor y diversidad?). Por eso, cuando se afectadas de La Plata, Villa Elvira y Tolosa. Y luego de múltiples cruces telefónicos, previos y posteriores, surgió la idea de trabajar en conjun- to dos leyes, la modificación de la ley antidiscriminación y la de acoso es- colar (bullying). Si hay dos seres opuestos en este mundo, ésos son Piter y Larroque. Uno es alto; el otro, bajo. Uno es pe- ronista; el otro, macrista. Uno viene del mundo piquetero; el otro, de la universidad. Uno es gay; el otro, he- terosexual. Es por eso que estos en- cuentros encerraban la promesa de una convivencia en la diversidad y, en última instancia, una lección de democracia. Sin embargo, un día, durante un almuerzo en su despacho, Larroque blanqueó su intención verdadera: a integrar el Estado, en tanto que la juventud kirchnerista no existe si no es desde el poder K? Pero, para ser justos, Larroque no fue el único en querer robarle a Pro su mediático joven. Desde la juventud sindical, Facundo Moyano, con quien el joven Pro también está conectado, lo está tentando para ser candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, en 2015. Curiosa conducta en jóvenes que se enorgullecen de haber legitima- do, ante la sociedad, el matrimonio igualitario y la diversidad sexual. Aplicando la misa lógica de Larro- que, es como si Piter Robledo hubiera querido convencer a “el Cuervo” para “militar” en el territorio gay, con el ar- gumento de que es el “único espacio” para ejercer la sexualidad.ß “No puedo creer que haya jóvenes militando con Macri, la verdad…”. El diálogo siguió con una invita- ción para pasarse a las filas de La Cámpora (a La Cámpora Diversia, aclaró, que es el espacio camporista de la diversidad sexual). “El Cuervo” argumentó que su agrupación es el “único” espacio en el que “los jóvenes pueden militar”. Una frase casual que, sin embargo, esconde toda una ideología y desnuda un sistema de creencias. Un modo faccioso de ver la política. La voracidad imperiosa del kirchnerismo por copar todo el escenario. El desprecio por los par- tidos políticos y el poco interés por construir una sociedad civil separa- da del Estado. Porque, ¿qué otra cosa supone el pase a La Cámpora si no la invitación enteró de que, en realidad, pertene- cía a Pro –nada menos–, no lo podía creer. “Te voy a conectar con «el Cuer- vo» Larroque –le dijo durante la re- unión–. La Cámpora está haciendo un gran trabajo de militancia y quie- ro que ustedes lo conozcan.” A partir de aquel contacto presi- dencial, “el Cuervo” y Piter empeza- ron a trabajar en conjunto. Prime- ro, compartieron un almuerzo en el Congreso, en el que Larroque le regaló a Pedro una de sus biblias, el Manual de conducción política, de Juan Perón (subrayado en las partes que debía leer). En el despacho de La- rroque hay ejemplares, en árabe, de La razón de mi vida. Más tarde, des- pués de la inundación en La Plata, compartieron viajes a las zonas más Gerenta de las áreas de arte y tecnología y de educación y tec- nología de la Fundación Te- lefónica de Argentina, D’Elia confiesa: “Estoy conectada to- do el tiempo que estoy despier- ta”. Cuenta que el smartphone le cambió la vida: “Es casi un híbri- do entre celular y tableta. Ten- go acceso a todo en mi pantalla de inicio”. Para no perderse en el exceso de información, realiza “una curaduría de los conteni- dos, poniendo el foco en los temas que más me inte- resan”. MI Mundo dIgItaL YouTube “Estoy suscripta a varios canales de YouTube. Me inte- resan los temas de actualidad y en especial los referidos a innovación social, educación y tecnología. El de la BBC tiene una serie de producciones en torno al futuro de la ciencia y la tecnología, la medicina del futuro, el mundo de la ro- bótica y la relación humano- máquina.” bbc documentary Big Think HDdocumentary channel TEDxTalks Facebook “Es el lugar donde me actua- lizo de las últimas noticias del medio de la mano de mis amigos y gente cercana.” LinkedIn “Más que un lugar para ver los nuevos lugares de traba- jo de los colegas y allegados, se ha transformado en una fuente de información donde se suben noticias y artículos de actualidad de temas muy especializados a los que uno se suscribe.” rankIng de tuIteros recursos dIgItaLes @EducaRedAR 1 “Educared de Argentina ac- tualiza los temas más impor- tantes del debate en educa- ción en el país.” @sandopen 2 “Cada día lo dedica a un per- sonaje destacado, histórico o contemporáneo.” @cristobalcobo 3 “Autor del libro Aprendizaje invisible; plantea un nuevo paradigma en el cruce entre educación formal e informal.” Alejandrina D’Elia a Rubén Quintana no le im- portó que en el imagina- rio popular los humedales fueran considerados tierras de segunda. O tal vez sí: su tesis doc- toral estuvo íntegramente dedicada al carpincho, una especie típica de humedal. Pero lo que podía ser considerado hace un par de décadas un exceso de detalle, o incluso una excentricidad dentro del mundo de la ecología –esto es, profundizar el conocimiento so- bre los humedales–, se ha vuelto una necesidad estratégica. Hoy se sabe que estos ecosistemas con suelos sa- turados por agua o, incluso, inunda- dos durante períodos relativamente prolongados son, justamente, reser- vorios de agua dulce. Y su proporción en el país no es nada despreciable. Mientras que la superficie ocupa- da por humedales en el planeta os- cila entre el tres y el ocho por ciento, en nuestro país representa el 23 por ciento. Dónde se encuentran ha deja- do de ser un enigma gracias al trabajo de un equipo de científicos, entre los que se encuentra el doctor Quinta- na, que está concluyendo la primera regionalización de humedales en la Argentina. De acuerdo con este trabajo cientí- fico, nuestro país cuenta con diez re- giones diferenciadas de humedales, a su vez fragmentadas en 25 subregio- nes. Se trata de un primer paso deci- sivo tanto para profundizar y ampliar el conocimiento del que disponemos como para poder avanzar en materia de conservación y uso sostenible. “Para proteger cualquier recurso natural, como los bosques, los gla- ciares o los humedales, es necesario saber qué tenemos, en dónde está y en qué condiciones se encuentra. En el caso de los humedales, no conocía- mos lo suficiente. Y venimos de una historia en la que la riqueza y el poten- cial de este recurso siempre fueron subestimados. Entonces, en muchos casos, se los terminaba dragando o canalizando”, se lamenta Quintana, en diálogo con Enfoques. Hoy en día, en cambio, gracias al avance de la ciencia, así como al tra- bajo de organizaciones locales, inter- nacionales e, incluso, a la existencia de una convención mundial que los protege –la Convención Ramsar, a la que nuestro país está suscripto desde 1992– puede saberse que los hume- dales prestan servicios de enorme importancia para la humanidad: sir- ven de reserva y purificación de agua, de amortiguación de inundaciones y hasta de mitigación de los efectos del cambio climático, entre otras venta- jas. Pero aunque esté cambiando la percepción acerca del rol que cum- plen en el medio ambiente, el Estado los sigue tratando como si fueran tie- rras de segunda. Hasta el momento no existe ningún tipo de política que garantice la protección de los hume- dales. Aunque eso podría cambiar en un futuro no muy lejano. Actualmente, hay dos proyectos de ley para proteger los humedales en el Senado. Uno es de la senadora Elsa Ruiz Díaz (Frente para la Victoria) y el otro pertenece al socialista Rubén Giustiniani. Quintana oficia de asesor técnico en el proyecto de la senadora Ruiz Díaz, que promueve también la elaboración de un inventario na- cional de humedales, así como un sistema diferenciado de protección, tomando parámetros como el de la ubicación o el nivel de degradación de cada humedal. Debido a que entre ambos pro- yectos son más las similitudes que las diferencias, el miércoles último, durante una reunión que tuvo lugar en la Comisión de Ambiente y Desa- rrollo Sustentable, los legisladores acordaron tratar de avanzar con un proyecto conjunto. Escasa conciencia mundial A nivel mundial existen más de 1700 humedales de importancia in- ternacional, protegidos por la Con- vención Ramsar, que cubren, en con- junto, más de 161 millones de hectá- reas. Pero el grado de conciencia con respecto a su importancia estratégica ha sido variable. “En los países centrales, la pro- que dos tercios de nuestra superficie está compuesta por regiones áridas y semiáridas, la mayor parte de los humedales está ubicada en el tercio restante, el más húmedo. “En las regiones áridas, en donde los humedales representan una por- ción del territorio no muy significati- va, es donde deberían estar más pro- tegidos. Sin embargo, allí suelen estar afectados por todo tipo de presiones. No sólo de tipo climático, sino tam- bién como consecuencia de algunas actividades productivas que requie- ren de mucha agua”, explica. Pero en las zonas más húmedas, la histórica subestimación que estos ecosistemas han padecido todavía ha- ce sentir sus efectos. Quintana aporta un ejemplo: hay zonas del Delta del Paraná que se han convertido en los últimos tiempos en territorios gana- deros de alta carga, lo que ha provo- cado todo tipo de alteraciones en los ecosistemas. “Para los humedales costeros, la principal amenaza es la urbaniza- ción. Pero también se ha vuelto un peligro preocupante el uso excesivo de agua para algunos emprendimien- tos como la agricultura bajo riego o la minería”, amplía. Por eso es que el experto, doctor en ciencias biológicas con orientación en ecología, hace mucho hincapié en la necesidad de avanzar hacia un inventario nacional de humedales. De lo contrario, no podría cuidarse adecuadamente lo que no se conoce. “El inventario permitiría conocer en detalle cada humedal”, explica. Para llevar a cabo la regionaliza- ción –que estuvo dirigida por la doc- tora Patricia Kandus–, colaboraron especialistas de diferentes provin- cias, como Santa Fe, Corrientes, En- tre Ríos, Mendoza, Tucumán y Bue- nos Aires, entre otras. Es que, como él mismo explica, la preocupación por los humedales fue abrazada en el ámbito académico desde hace varios años. Ahora comienza a formar parte de la agenda pública, según reconoce: “Hoy es más frecuente oír el término en boca de políticos, o en los medios de comunicación”. Por eso se muestra optimista con la posibilidad de que se avance en ma- teria legislativa. Tal vez entonces los humedales dejen de ser vistos como tierras de segunda. O como el costo a pagar en pos del desarrollo.ß Biólogo especializado en ecología, impulsa un inventario de estos reservorios de agua, iniciativa que ya cuenta con un proyecto de ley La Cámpora, el deseo de coparlo todo Nombre y apellido b Rubén Darío Quintana Edad b 53 años Trayectoria académica b Doctor en ciencias biológi- cas con orientación en eco- logía, es investigador inde- pendiente del Conicet y profesor asociado de la UBA. Saber para proteger b Actualmente es presidente de la Fundación Humedales, que promueve la protección de estos espacios a través de la generación y divulgación de conocimiento. quién es opInIón Lorena Oliva LA NACiON Laura Di Marco —PARA LA NACiON— porción de humedales degradados o destruidos puede alcanzar el 50 por ciento del total. En Grecia, se calcu- la que un 66 por ciento del total ha sufrido serios deterioros. Y revertir los efectos de esa degradación es cos- tosísimo. Entonces, ¿por qué mejor no protegerlos y evitar llegar a esas instancias?”, se pregunta Quintana, también presidente de la Fundación Humedales, una ONG con perfil ne- tamente técnico. “Somos ecólogos, pero no ecologis- tas –se apresura a aclarar–. Nuestra visión es científica, para nada ilusa. Sabemos que el desarrollo de nuestro país necesita de un territorio produc- tivo, pero creemos que esto es factible dentro de ciertos límites. Y hay ejem- plos e iniciativas en la Argentina que demuestran que el equilibrio entre desarrollo productivo y sustentabi- lidad es posible.” De todas formas, los casos ejem- plares a nivel local son, más bien, la excepción. Hay demasiados ejemplos de humedales degradados o afecta- dos por todo tipo de presiones. Es que, como Quintana explica, la enorme proporción de humedales que ocu- pan nuestro territorio no está distri- buida de manera equitativa. Mientras Quintana, un adalid de las riquezas naturales que aclara: “Somos ecólogos, pero no ecologistas” marcelo gómez Twitter @looliva

Rubén Quintana, el defensor de los humedales, un recurso … · Manual de conducción política, de Juan Perón (subrayado en las partes que debía leer). En el despacho de La-rroque

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6 | enfoques | Domingo 20 De octubre De 2013

Rubén Quintana, el defensor de los humedales, un recurso estratégico y muy poco conocido

protagonistas

c uando el personaje que encarna Chazz Palminteri en Una luz en el infierno le enseña al hijo de Robert De

Niro, su rival en el film, que para eva-luar a una chica debe determinar si ella es capaz de destrabarle el segu-ro del auto desde adentro, como un gesto simbólico de solidaridad hacia su muchacho, le está transmitiendo que las personas se revelan en los detalles.

Es por eso que esa escena de aque-lla película noventista quedó graba-da en el imaginario colectivo como una metáfora de que la verdad suele esconderse en los actos pequeños. Como en aquella escena de la vida

cotidiana que en su momento pasó desapercibida y que tuvo de actores principales a Andrés “el Cuervo” La-rroque y a Pedro Robledo, joven mi-litante de Pro e integrante de la Fun-dación Pensar.

La historia comenzó en abril pasa-do, en el despacho de la Presidenta, cuando recibió a Piter (lo llaman así, con “i”) y a su pareja, luego de la agre-sión que había sufrido el joven Pro en una fiesta privada por su condición de gay.

A la Presidenta le impactó tanto la historia –que entonces conmocionó al país– que lo primero que atinó a pensar fue que Piter era kirchneris-ta (¿qué otra cosa podía ser un chico gay, agredido por su condición de tal, con ese discurso de inclusión, amor y diversidad?). Por eso, cuando se

afectadas de La Plata, Villa Elvira y Tolosa. Y luego de múltiples cruces telefónicos, previos y posteriores, surgió la idea de trabajar en conjun-to dos leyes, la modificación de la ley antidiscriminación y la de acoso es-colar (bullying).

Si hay dos seres opuestos en este mundo, ésos son Piter y Larroque. Uno es alto; el otro, bajo. Uno es pe-ronista; el otro, macrista. Uno viene del mundo piquetero; el otro, de la universidad. Uno es gay; el otro, he-terosexual. Es por eso que estos en-cuentros encerraban la promesa de una convivencia en la diversidad y, en última instancia, una lección de democracia.

Sin embargo, un día, durante un almuerzo en su despacho, Larroque blanqueó su intención verdadera:

a integrar el Estado, en tanto que la juventud kirchnerista no existe si no es desde el poder K?

Pero, para ser justos, Larroque no fue el único en querer robarle a Pro su mediático joven. Desde la juventud sindical, Facundo Moyano, con quien el joven Pro también está conectado, lo está tentando para ser candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, en 2015.

Curiosa conducta en jóvenes que se enorgullecen de haber legitima-do, ante la sociedad, el matrimonio igualitario y la diversidad sexual. Aplicando la misa lógica de Larro-que, es como si Piter Robledo hubiera querido convencer a “el Cuervo” para “militar” en el territorio gay, con el ar-gumento de que es el “único espacio” para ejercer la sexualidad.ß

“No puedo creer que haya jóvenes militando con Macri, la verdad…”.

El diálogo siguió con una invita-ción para pasarse a las filas de La Cámpora (a La Cámpora Diversia, aclaró, que es el espacio camporista de la diversidad sexual). “El Cuervo” argumentó que su agrupación es el “único” espacio en el que “los jóvenes pueden militar”. Una frase casual que, sin embargo, esconde toda una ideología y desnuda un sistema de creencias. Un modo faccioso de ver la política. La voracidad imperiosa del kirchnerismo por copar todo el escenario. El desprecio por los par-tidos políticos y el poco interés por construir una sociedad civil separa-da del Estado.

Porque, ¿qué otra cosa supone el pase a La Cámpora si no la invitación

enteró de que, en realidad, pertene-cía a Pro –nada menos–, no lo podía creer.

“Te voy a conectar con «el Cuer-vo» Larroque –le dijo durante la re-unión–. La Cámpora está haciendo un gran trabajo de militancia y quie-ro que ustedes lo conozcan.”

A partir de aquel contacto presi-dencial, “el Cuervo” y Piter empeza-ron a trabajar en conjunto. Prime-ro, compartieron un almuerzo en el Congreso, en el que Larroque le regaló a Pedro una de sus biblias, el Manual de conducción política, de Juan Perón (subrayado en las partes que debía leer). En el despacho de La-rroque hay ejemplares, en árabe, de La razón de mi vida. Más tarde, des-pués de la inundación en La Plata, compartieron viajes a las zonas más

Gerenta de las áreas de arte y tecnología y de educación y tec-nología de la Fundación Te-lefónica de Argentina, D’Elia confiesa: “Estoy conectada to-do el tiempo que estoy despier-ta”. Cuenta que el smartphone le cambió la vida: “Es casi un híbri-do entre celular y tableta. Ten-go acceso a todo en mi pantalla de inicio”. Para no perderse en el exceso de información, realiza “una curaduría de los conteni-

dos, poniendo el foco en los temas que más me inte-

resan”.

MI Mundo dIgItaL

YouTube“Estoy suscripta a varios canales de YouTube. Me inte-resan los temas de actualidad y en especial los referidos a innovación social, educación y tecnología. El de la BBC tiene una serie de producciones en torno al futuro de la ciencia y la tecnología, la medicina del futuro, el mundo de la ro-bótica y la relación humano-máquina.”

bbc documentary•Big Think•HDdocumentary channel•TEDxTalks•

Facebook“Es el lugar donde me actua-lizo de las últimas noticias del medio de la mano de mis amigos y gente cercana.”

LinkedIn“Más que un lugar para ver los nuevos lugares de traba-jo de los colegas y allegados, se ha transformado en una fuente de información donde se suben noticias y artículos de actualidad de temas muy especializados a los que uno se suscribe.”

rankIng de tuIteros

recursos dIgItaLes

@EducaRedAR1 “Educared de Argentina ac-tualiza los temas más impor-tantes del debate en educa-ción en el país.”

@sandopen2 “Cada día lo dedica a un per-sonaje destacado, histórico o contemporáneo.”

@cristobalcobo3 “Autor del libro Aprendizaje invisible; plantea un nuevo paradigma en el cruce entre educación formal e informal.”

Alejandrina D’Elia

a Rubén Quintana no le im-portó que en el imagina-rio popular los humedales fueran considerados tierras

de segunda. O tal vez sí: su tesis doc-toral estuvo íntegramente dedicada al carpincho, una especie típica de humedal.

Pero lo que podía ser considerado hace un par de décadas un exceso de detalle, o incluso una excentricidad dentro del mundo de la ecología –esto es, profundizar el conocimiento so-bre los humedales–, se ha vuelto una necesidad estratégica. Hoy se sabe que estos ecosistemas con suelos sa-turados por agua o, incluso, inunda-dos durante períodos relativamente prolongados son, justamente, reser-vorios de agua dulce. Y su proporción en el país no es nada despreciable.

Mientras que la superficie ocupa-da por humedales en el planeta os-cila entre el tres y el ocho por ciento, en nuestro país representa el 23 por ciento. Dónde se encuentran ha deja-do de ser un enigma gracias al trabajo de un equipo de científicos, entre los que se encuentra el doctor Quinta-na, que está concluyendo la primera regionalización de humedales en la Argentina.

De acuerdo con este trabajo cientí-fico, nuestro país cuenta con diez re-giones diferenciadas de humedales, a su vez fragmentadas en 25 subregio-nes. Se trata de un primer paso deci-sivo tanto para profundizar y ampliar el conocimiento del que disponemos como para poder avanzar en materia de conservación y uso sostenible.

“Para proteger cualquier recurso natural, como los bosques, los gla-ciares o los humedales, es necesario saber qué tenemos, en dónde está y en qué condiciones se encuentra. En el caso de los humedales, no conocía-mos lo suficiente. Y venimos de una historia en la que la riqueza y el poten-cial de este recurso siempre fueron subestimados. Entonces, en muchos casos, se los terminaba dragando o canalizando”, se lamenta Quintana, en diálogo con Enfoques.

Hoy en día, en cambio, gracias al avance de la ciencia, así como al tra-bajo de organizaciones locales, inter-nacionales e, incluso, a la existencia de una convención mundial que los protege –la Convención Ramsar, a la que nuestro país está suscripto desde 1992– puede saberse que los hume-dales prestan servicios de enorme importancia para la humanidad: sir-ven de reserva y purificación de agua, de amortiguación de inundaciones y hasta de mitigación de los efectos del cambio climático, entre otras venta-jas.

Pero aunque esté cambiando la percepción acerca del rol que cum-plen en el medio ambiente, el Estado los sigue tratando como si fueran tie-rras de segunda. Hasta el momento no existe ningún tipo de política que garantice la protección de los hume-dales. Aunque eso podría cambiar en un futuro no muy lejano.

Actualmente, hay dos proyectos de ley para proteger los humedales en el Senado. Uno es de la senadora Elsa Ruiz Díaz (Frente para la Victoria) y el otro pertenece al socialista Rubén Giustiniani. Quintana oficia de asesor técnico en el proyecto de la senadora Ruiz Díaz, que promueve también la elaboración de un inventario na-cional de humedales, así como un sistema diferenciado de protección, tomando parámetros como el de la ubicación o el nivel de degradación de cada humedal.

Debido a que entre ambos pro-yectos son más las similitudes que las diferencias, el miércoles último, durante una reunión que tuvo lugar en la Comisión de Ambiente y Desa-rrollo Sustentable, los legisladores acordaron tratar de avanzar con un proyecto conjunto.

Escasa conciencia mundialA nivel mundial existen más de

1700 humedales de importancia in-ternacional, protegidos por la Con-vención Ramsar, que cubren, en con-junto, más de 161 millones de hectá-reas. Pero el grado de conciencia con respecto a su importancia estratégica ha sido variable.

“En los países centrales, la pro-

que dos tercios de nuestra superficie está compuesta por regiones áridas y semiáridas, la mayor parte de los humedales está ubicada en el tercio restante, el más húmedo.

“En las regiones áridas, en donde los humedales representan una por-ción del territorio no muy significati-va, es donde deberían estar más pro-tegidos. Sin embargo, allí suelen estar afectados por todo tipo de presiones. No sólo de tipo climático, sino tam-bién como consecuencia de algunas actividades productivas que requie-ren de mucha agua”, explica.

Pero en las zonas más húmedas, la histórica subestimación que estos ecosistemas han padecido todavía ha-ce sentir sus efectos. Quintana aporta un ejemplo: hay zonas del Delta del Paraná que se han convertido en los últimos tiempos en territorios gana-deros de alta carga, lo que ha provo-cado todo tipo de alteraciones en los ecosistemas.

“Para los humedales costeros, la principal amenaza es la urbaniza-ción. Pero también se ha vuelto un peligro preocupante el uso excesivo de agua para algunos emprendimien-tos como la agricultura bajo riego o la minería”, amplía.

Por eso es que el experto, doctor en ciencias biológicas con orientación en ecología, hace mucho hincapié en la necesidad de avanzar hacia un inventario nacional de humedales. De lo contrario, no podría cuidarse adecuadamente lo que no se conoce. “El inventario permitiría conocer en detalle cada humedal”, explica.

Para llevar a cabo la regionaliza-ción –que estuvo dirigida por la doc-tora Patricia Kandus–, colaboraron especialistas de diferentes provin-cias, como Santa Fe, Corrientes, En-tre Ríos, Mendoza, Tucumán y Bue-nos Aires, entre otras. Es que, como él mismo explica, la preocupación por los humedales fue abrazada en el ámbito académico desde hace varios años. Ahora comienza a formar parte de la agenda pública, según reconoce: “Hoy es más frecuente oír el término en boca de políticos, o en los medios de comunicación”.

Por eso se muestra optimista con la posibilidad de que se avance en ma-teria legislativa. Tal vez entonces los humedales dejen de ser vistos como tierras de segunda. O como el costo a pagar en pos del desarrollo.ß

Biólogo especializado en ecología, impulsa un inventario de estos reservorios de agua, iniciativa que ya cuenta con un proyecto de ley

La Cámpora, el deseo de coparlo todo

Nombre y apellido b

Rubén Darío Quintana

Edad b

53 años

Trayectoria académica b

Doctor en ciencias biológi-cas con orientación en eco-logía, es investigador inde-pendiente del Conicet y profesor asociado de la UBA.

Saber para proteger b

Actualmente es presidente de la Fundación Humedales, que promueve la protección de estos espacios a través de la generación y divulgación de conocimiento.

quién es

opInIón

Lorena OlivaLA NACiON

Laura Di Marco—PARA LA NACiON—

porción de humedales degradados o destruidos puede alcanzar el 50 por ciento del total. En Grecia, se calcu-la que un 66 por ciento del total ha sufrido serios deterioros. Y revertir los efectos de esa degradación es cos-tosísimo. Entonces, ¿por qué mejor no protegerlos y evitar llegar a esas instancias?”, se pregunta Quintana, también presidente de la Fundación Humedales, una ONG con perfil ne-tamente técnico.

“Somos ecólogos, pero no ecologis-tas –se apresura a aclarar–. Nuestra visión es científica, para nada ilusa. Sabemos que el desarrollo de nuestro país necesita de un territorio produc-tivo, pero creemos que esto es factible dentro de ciertos límites. Y hay ejem-plos e iniciativas en la Argentina que demuestran que el equilibrio entre desarrollo productivo y sustentabi-lidad es posible.”

De todas formas, los casos ejem-plares a nivel local son, más bien, la excepción. Hay demasiados ejemplos de humedales degradados o afecta-dos por todo tipo de presiones. Es que, como Quintana explica, la enorme proporción de humedales que ocu-pan nuestro territorio no está distri-buida de manera equitativa. Mientras

Quintana, un adalid de las riquezas naturales que aclara: “Somos ecólogos, pero no ecologistas” marcelo gómez

Twitter @looliva