13
TH. LUÍ, 1998 NOTAS 345 Encontramos a otro cuervo más en la biblioteca de don Rufino. Se trata de The Raven, el poema más popular de Poe y considerado por él mismo como su mejor obra de arte. En el fondo no es de admirar que figure en los estantes de cualquier hombre culto y se sabe que don Rufino solía descansar de su ardua investigación lingüística y de la corrección de pruebas dedicándose a la lectura de obras literarias de diversa índole. Es normal que conociese el poema y, en efecto, poseyó The poetical works of Edgar Alian Poe, s. f., edición prefaciada por Joseph Skipsey y Walter Scott, que se halla entre sus libros guardados en el Fondo Cuervo [F. C. 286] de la Biblioteca Nacional de Bogotá. Pero llama la atención el que encontráramos allí, además, tres ediciones que contienen el solo poema tres veces en inglés y dos veces en versiones españolas: EDGAR ALLAN POE, The Raven, París, s. f. [F. C. 3615, mise. 12]; EDGAR A. POE, El cuervo, en inglés y en traducción castellana por FELIPE GAZENUEVE, Texas, s. I., 1890 |F. C. 4013]; E. A. POE, El kuerbo, en inglés y en traducción castellana por J. A. PÉREZ BONALDF, Balparaiso, 1895 [F. C. 4072, mise. 9]. Aunque en el caso de este último libro la ortografía sorprendente del traductor venezolano podía haber sido un motivo para su compra, sospe- chamos que a pesar del tema más bien triste del poema —la separación, por la muerte, de una persona querida— una que otra de estas adquisiciones o todas juntas se debieron a cierto sentido de la relación onomástica sea de los mismos hermanos Cuervo, sea de algunos amigos quienes les hicieron obsequio de aquellos cuervos. No se puede dudar de que don Rufino, al ver este poema en los últimos tres lustros de su vida, debía de acordarse cada vez de su querido hermano Ángel cuya muerte en 1896 lo afectó profundamente para el resto de su vida. GÜNTHER SCHÜTZ Erlangen, Alemania. RUFINO J. CUERVO Y FRANCISCO A. GAMBOA En uno de los numerosos epistolarios editados en el, por él dirigido, Departamento de Historia Cultural del Instituto Caro y Cuervo, Don Mario Germán Romero publicó en 1992 tres cartas que Francisco A. Gamboa mandó a Cuervo ', cuyos originales se conservan en el Instituto. Las cartas fueron escritas el 4 de marzo, el 2 de septiembre de 1893 y el I 9 de enero ' Cf. Ep. XXIII, págs. 109-113.

Rufino J. Cuervo y Francisco A. Gamboa - cvc. · PDF fileobsequio de aquellos cuervos. ... al ver este poema en los últimos tres lustros de su vida, ... Francisco Antonio Gamboa nació

Embed Size (px)

Citation preview

TH. LUÍ, 1998 N O T A S 345

Encontramos a otro cuervo más en la biblioteca de don Rufino. Setrata de The Raven, el poema más popular de Poe y considerado por élmismo como su mejor obra de arte. En el fondo no es de admirar que figureen los estantes de cualquier hombre culto y se sabe que don Rufino solíadescansar de su ardua investigación lingüística y de la corrección depruebas dedicándose a la lectura de obras literarias de diversa índole. Esnormal que conociese el poema y, en efecto, poseyó The poetical works ofEdgar Alian Poe, s. f., edición prefaciada por Joseph Skipsey y WalterScott, que se halla entre sus libros guardados en el Fondo Cuervo [F. C.286] de la Biblioteca Nacional de Bogotá. Pero llama la atención el queencontráramos allí, además, tres ediciones que contienen el solo poematres veces en inglés y dos veces en versiones españolas:

EDGAR ALLAN POE, The Raven, París, s. f. [F. C. 3615, mise. 12];EDGAR A. POE, El cuervo, en inglés y en traducción castellana por FELIPE

GAZENUEVE, Texas, s. I., 1890 |F. C. 4013];E. A. POE, El kuerbo, en inglés y en traducción castellana por J. A. PÉREZ BONALDF,

Balparaiso, 1895 [F. C. 4072, mise. 9].

Aunque en el caso de este último libro la ortografía sorprendente deltraductor venezolano podía haber sido un motivo para su compra, sospe-chamos que a pesar del tema más bien triste del poema —la separación, porla muerte, de una persona querida— una que otra de estas adquisiciones otodas juntas se debieron a cierto sentido de la relación onomástica sea delos mismos hermanos Cuervo, sea de algunos amigos quienes les hicieronobsequio de aquellos cuervos.

No se puede dudar de que don Rufino, al ver este poema en losúltimos tres lustros de su vida, debía de acordarse cada vez de su queridohermano Ángel cuya muerte en 1896 lo afectó profundamente para el restode su vida.

GÜNTHER SCHÜTZ

Erlangen, Alemania.

RUFINO J. CUERVO Y FRANCISCO A. GAMBOA

En uno de los numerosos epistolarios editados en el, por él dirigido,Departamento de Historia Cultural del Instituto Caro y Cuervo, Don MarioGermán Romero publicó en 1992 tres cartas que Francisco A. Gamboamandó a Cuervo ', cuyos originales se conservan en el Instituto. Las cartasfueron escritas el 4 de marzo, el 2 de septiembre de 1893 y el I9 de enero

' Cf. Ep. XXIII, págs. 109-113.

346 N O T A S TH. uní, 1998

de 1897. Son las únicas conocidas que fueron expedidas a Cuervo desdeEl Salvador. En la última de ellas, Gamboa habló de otra que le escribió "elaño antepasado", es decir, en 1895, para agradecer el obsequio de dosfolletos, Disquisiciones sobre antigua ortografía y pronunciación caste-llanas 2 y Los casos enclíticos y proclíticos del pronombre de tercerapersona en castellano 3. Esta carta no se ha encontrado.

Pero hemos hallado y reproducimos aquí dos cartas, la primera de1893 y la segunda de 1894, que Cuervo escribió a Gamboa, quien laspublicó en dos diferentes obras. Dado que en el epistolario arriba citadofalta la introducción a la vida y obra de Gamboa, nos permitimos ofrecertambién algunas indicaciones biobibliográficas.

Francisco Antonio Gamboa nació en Cali en 1866 y murió muytemprano en San Salvador en 1908, poco después de ser nombrado Cónsulgeneral de Colombia en ese país. Pasados sus primeros estudios en elColegio de Santa Librada de su ciudad natal, entró a la Escuela Normal dePopayán en 1882. Debido a la sublevación liberal contra la reelección deRafael Núñez (1884), este centro fue cerrado en 1885. El joven Gamboase puso del lado de los liberales y fue hecho prisionero. Terminada laguerra volvió a Cali pero en el mismo año de 1885 se fue a San Salvador,a la edad de solo 19 años, en compañía de sus compatriotas Víctor Dubarry,Marcial Cruz, Justiniano Rengifo Núñez y del alemán Gustav Radlach,integrantes de la Misión Colombiana solicitada por el General FranciscoMenéndez. Pronto tuvo una gran influencia en la vida cultural del país.Nombrado director general de la Instrucción Pública, se encargó de suestructuración. En esta función fundó y organizó la Escuela Normal deInstitutores. La dirigió junto con Radlach y ocupó las cátedras de pedago-gía y castellano. Representó a El Salvador en el ls Congreso PedagógicoCentroamericano celebrado en Guatemala en 1894, donde fue aceptado ypuesto en práctica por los respectivos Gobiernos un plan de estudioselaborado por él.

Según nos ha informado el historiador salvadoreño Gilberto AguilarAviles, don Francisco, de quien nos ha procurado generosamente unretrato, introdujo el pensamiento reformador de Pestalozzi, no sin causaral principio el disgusto del magisterio, que se aferraba al anacrónicométodo lancasteriano, adoptado desde los días de la Independencia.

2 Se trata de la primera parte de la I ! versión, en Revue Mspanique, t. II, 1895,págs.1 -69; la segunda apareció allí mismo, t. V, 1898, págs. 273-307 (en Obras, t. II, págs. 240-343).

3En/?oma/iia,t.XXIV, 1895, págs. 95-113 y 219- 263 (en Obras.t. II, págs. 167-239).

TH. LUÍ, 1998 N O T A S 347

Se puede decir con justicia que este colombiano fue uno de lospersonajes que más profunda huella han dejado en la cultura de los salvado-reños. Estos lo aceptaron como uno de los suyos y siguen honrándolo hastahoy día. En una necrología, su colega Alonso Reyes Guerra, catedrático depsicología de la Escuela Normal, destacó el amor a la libertad y al progresode este "varón justo" de "honor caballeresco" y "cortesía social", "obreroinfatigable y sabio en literatura y enseñanza", así como "escritor ameno yfluido". El poeta salvadoreño Francisco Herrera Velado expresó en unpoema el dolor por la muerte de Gamboa.

En 1936 se fundó la Escuela Francisco A. Gamboa, ocasión en queel profesor Saúl Flores exaltó afectuosamente en nombre de los exalumnoslos méritos del "Maestro, Poeta y Filósofo", celebrando los "años felicesque vivimos en la Escuela Normal". Al cumplirse 25 años de existencia delcentro bautizado con el nombre de Gamboa, Flores volvió en 1961 a hablarde la "gallarda figura" de don Francisco y de su hermano Isaías 4, maestrosllegados de "Colombia, el clásico país de la Cultura, de la patria de RufinoJosé Cuervo, Félix Restrepo, de Miguel Antonio Caro, Guillermo Valen-cia y José Asunción Silva", maestros que no venían a enriquecerse sino aenriquecer y que representaron los grandes ideales de la humanidad. Laveneración que se guarda al gran educador colombiano la expresó Flores enun himno entemecedor entonado por primera vez en aquellas Bodas de Plata:

De Colombia, la tierra encantadaEl Maestro llegó a El SalvadorCon la luz de su antorcha sagradaY el más dulce mensaje de amor.

Y plantó en nuestra patria su tiendaY llevó a nuestros niños la luzY fue dura y tenaz su contiendaPor hacer florecer la virtud.

Fue la Ciencia su ley y su meta,Su deber sacrosanto: el Honor.Gran Maestro, sublime poeta,De la idea, genial sembrador.

Hoy cantamos su nombre y su gloriaExaltamos su vida ejemplar

Y eterniza su excelsa memoriaDe esta Escuela su nombre inmortal.

4 ISAÍAS GAMBOA (Cali 1872-Callao 1904) siguió a don Francisco a El Salvador en1893, donde publicó sus primeros versos —Flores de otoño y El Cauca— y regentó variascátedras en colegios públicos y privados hasta 1897. Después fue profesor en Bogotá,

348 N O T A S TH. un, 1998

Gamboa fue miembro de varias corporaciones científicas y literariasy secretario de la Academia de Ciencias y Bellas Letras. Se desempeñótambién como poeta y novelista. Publicó Doce poesías, pero quedaroninéditas varias obras suyas, entre ellas la novela Victrix. Editó la BibliotecaEconómica y dedicó mucho tiempo al periodismo redactando El Reperto-rio Salvadoreño, La Nueva Enseñanza y La Escuela Normal. Ademáscolaboró en otras revistas de América central y meridional, así como en laRevista ¡lustrada de Nueva York.

En el campo de la lingüística Gamboa se destacó por una elogiadaGramática práctica de la lengua castellana, conforme á las prescripcio-nes de la Real Academia Española (San Salvador, 1892), que habíacompuesto para la escuela elemental y que alcanzó muchas reediciones5.Según su Advertencia de 1892 6, era concebida en tres libros, pero se quedóen el primero, destinado a la enseñanza para niños de diez a doce años de

subdirector del Instituto Frocbel en 1898-1899, participante de la revolución de 1899,encargado de misiones importantes en Venezuela y ayudante del general Uribe en lacampañade la costa atlántica. Decepcionado partió nuevamente a Centroamérica y se radicó finalmen-te en Chile donde fue institutor, periodista y miembro del Ateneo. Publicó allí tres poemasy la novela La tierra nativa. Ya terminado nuestro trabajo, el señor Matías Romero, secretarioadjunto de la Academia Salvadoreña de la Lengua, nos ha comunicado que según un folletopublicado en Costa Rica con algunas poesías de don Isaías, fue en 1905 cuando este murióen Chile, adonde se había ido en 1902; nos indicó también que el mencionado académicoGilberto Aguilar dispone de algunos datos sobre I. Gamboa y de un buen retrato de alrededorde 1900.

5 La 31 edición apareció ya en 1895. Agradecemos muy sinceramente al doctor TitoMosquera Irurita, embajador de Colombia en El Salvador, el envío de una fotocopia de estaedición y de un valioso artículo de su pluma sobre El educador Francisco A. Gamboa,publicado en el periódico salvadoreño El Diario de Hoy del 9 de septiembre de 1995 conocasión de celebrarse cincuenta y nueve años de la existencia de la escuela que lleva elnombre del pedagogo colombiano. Además nos procuró copias de varios recortes deperiódico de gran utilidad para el presente trabajo. Desgraciadamente, estos carecen en sumayoría de referencias de fechas, lugares y autores, fallas que no han podido subsanarse apesar de los esfuerzos del señor Mosquera. Según nos comunicó, los periódicos a quecorresponden los recortes ya no existen y no hay archivo de los mismos. A nuestro pedidocontactó también a los descendientes del profesor Gamboa, pero estos no tienen másinformación. Nos llegó el material reunido por el señor Mosquera gracias al amableintermedio de la Embajada de El Salvador en Bonn y debido a los atentos esfuerzos de laLicda. Ligia Helena Segovia, Directora de Cultura del Ministerio de Relaciones Exterioresde El Salvador. El ya mencionado señor Matías Romero nos ha informado que la AcademiaSalvadoreña, fundada en 1875, nodisponede los documentos solicitados por nosotros, ya quepasó muchos años inactiva y volvió a trabajar tan solo en 1915, según consta en los boletinesde la época.

6 Cf. págs. 3-4 de la 1! ed. y págs. 9-10 de la 3« ed.

DON FRANCISCO A. GAMBOA

TH. Lili, 1998 N O T A S 349

edad. Primordialmente una guía para las clases orales del maestro y nolecciones para aprender de memoria. En la parte principal, de 73 páginas,se explica la gramática paso por paso en palabras sencillas y con ejemplos.Cada sección está seguida de ejercicios. Al final del libro se agregó unaclave de 29 páginas para dar solución a casos en que el niño no pueda porsí solo satisfacer la tarea. Los ejercicios están basados en pasajes deescritores modernos, casi todos del siglo xix. Algunos de ellos sonespañoles como Bécquer, Iriarte, Larra, Núñez de Arce, Samaniego,Sbarbi y Zorrilla. Pero se apoya sobre todo en hispanoamericanos comoBatres Montúfar, Bello, Daño, J. V. González, Luz y Caballero, R.Carrera, Mera, Merchán, Montalvo, Palma, Piñeyro y Barri y Zenea; entreellos varios colombianos como Arboleda, Caicedo Rojas, Carrasquilla,Isaacs, Pombo y Vergara y Vergara. Se encuentra citada también unadefinición sacada de la Gramática latina de Caro y Cuervo: "Las conjun-ciones sirven para coordinar palabras ó grupos de palabras" 7.

En su función como secretario de la Academia de Ciencias y BellasLetras de San Salvador, Gamboa comunicó aCuervo el 4 de marzo de 1893que —a propuesta suya— aquella Academia lo había elegido SocioCorrespondiente por unanimidad de votos el 19 de febrero. Según elrespectivo diploma, que se conserva en el Fondo Cuervo de la BibliotecaNacional de Bogotá8, este nombramiento fue registrado en el acta 84 dela Academia.

En su tarjeta del 2 de septiembre de 1893 Gamboa agradeció aCuervo el obsequio de Las segundas personas de plural en la conjugacióncastellana 9 y le envió "varios periódicos y un ejemplar de un ensayo deGramática castellana", es decir, como se evidencia más adelante, aquelprimer libro de la Gramática práctica arriba descrito.

La razón de por qué Gamboa no había podido enviársela sino tantarde, se nos revela consultando esta primera edición de 1892 l0: precedena la gramática un informe favorable extendido por dos examinadores el 6de junio de 1893 y, basado en ello, el visto bueno para la adopción del libro

7 Gramática práctica, Is ed., pág. 57; 3§ cd., pág. 63.8 Lo encontramos casualmente al revisar el legado de los libros de Cuervo en los años

'60; pero interesados en aquel entonces en otros temas, no anotamos el número de registrodel correspondiente tomo de misceláneas.

9 Se trata de la 1 • versión publicada en Romanía, t. XXII, 1893, págs. 71 -86 (en Obras,t. II, págs. 119-137).

10 Esta consulla nos fue posible gracias a la amabilidad de doña Gloria M. Ibarra M.y de la dirección de la Biblioteca Nacional de Colombia, que nos procuraron una xerocopiadel ejemplar conservado en el Fondo Cuervo bajo el número de registro 5178.

350 N O T A S TH. LUÍ, 1998

como texto oficial por parte del secretario de la Instrucción Pública, del 10de junio de 1893. Fue solamente después de insertar estos documentoscuando la gramática fue encuadernada y puesta a la venta.

El I9 de enero de 1897 Gamboa expresó a Cuervo su pasmo por la"erudición maravillosa, el caudal inmenso de doctrina y el método admi-rable que campean en sus escritos, todos magistralmente clásicos" y suorgullo "como colombiano que soy" de ver honrado a su compatriota conla condecoración de Caballero de la Legión d'Honneur por parte delGobierno francés el 11 de agosto de 1896.

Entre los libros conservados en el Fondo Cuervo de la BibliotecaNacional de Bogotá, encontramos una reproducción del artículo de Cuer-vo sobre Las segundas personas de plural en la conjugación castellana,en el Repertorio Salvadoreño, t. VIII, núm. 6, San Salvador, 1893, págs.207-221 IF. C. 5460, mise. 4] ".

A esta reproducción siguen Ecos simpáticos a los méritos delRepertorio Salvadoreño con la transcripción de una carta de Cuervoprocedente de París y fechada8 de octubre de 1893 (pág. 223). Esta nosenseña que Gamboa le había enviado efectivamente su Gramática prác-tica, además de varios números del Repertorio Salvadoreño dirigido porél y de la Nueva Enseñanza, donde era colaborador. Como queda dicho,aquel ejemplar de la primera edición de la Gramática práctica de 1892 seencuentra todavía entre los libros legados por Cuervo. Este prometióestudiar la obra y comparar sus datos con los de sus Apuntaciones. Estascarecen de un índice onomástico y ha sido en vano el que hayamos tratado,hojeándolas, de hallar alguna mención de Gamboa.

En la sexta edición (postuma, 1914) de las Apuntaciones estánregistradas como colombianismos la mayoría de las formas indicadas porGamboa como salvadoreñismos incorrectos. Pero Cuervo no llamó laatención sobre estos paralelismos. Además, los colombianismos se en-cuentran ya en las ediciones anteriores a la Gramática práctica. En elsiguiente recuento agregamos a estos salvadoreñismos, en caso dado, enlas notas los comentarios de Cuervo y su primera aparición en lasApuntaciones l2:

1 ' Esta reimpresión no está registrada en el correspondiente lugar de la bibliografíapublicada por R. TORRES QUINTERO en Obras, t. II, Bogotá, 1954, pág. 1770.

12 Agradecemos al doctor Carlos Valderrama Andrade el favor de habernos comuni-cado las respectivas referencias de estos colombianismos en las ediciones anteriores a 1892.

TH. LUÍ, 1998 N O T A S 351

peche (flaco), chele 13 o mono 14 (rubio) 15, narizón, narizudo(narigón, narigudo)16, ñato (chato)l7, chucho (tacaño) is,fuerzudo (forzu-do) 19, comelón (comilón) 2(), dientan (dentón), desdientado (desdenta-do)21, chachaco, tuso n (hoyoso) 23, adulón, ovejo (carnero) 24, percal(percala) 25, cartucho (cucurucho) 26, tolda (toldo) 27, manilo (manita,

13 No está en Apuntaciones. El NDC registra chelele ' rubio ' .14 Advirtió en una nota que mono se dice en Colombia y también catire.15 Cuervo menciona mono ' rubio ' en su lista de acepciones nuevas (Obras, 1.1. § 531 ,

pág. 574). Está ya en la I» ed. (1867-1872) § 460, pág. 322 (por bermejo).16 Cuervo trae narizón 'nar igón ' c o m o ejemplo de substitución por acción psicológica

(Obras, t. I, § 553 , pág. 831). Está registrado en la 3 ! ed. (1881), § 710, pág. 546.17 La voz aparece en el NDC con las acepciones de 'cha to ' y ' gangoso ' . Cuervo dice

al respecto del sentido ' gangoso ' : " remedo de la pronunciación nasal del que tiene ciertodefecto en la nariz, o habla cuando otro se la aprieta (en Asturias ñatu)" (Obras, 1.1, § 827,pág. 762). Palabra registrada desde la 3 ' ed., § 708, pág. 542.

18 Cuervo trae chucho, pero no en el sentido de ' tacaño ' . El NDC lo registra solo conlas acepciones de 'viejo ' , ' a r rugado ' .

19 En el índice Cuervo remite bajofuerzudo a 'fuerza: forzado' (Obras,\. I, § 253, pág.264). Lo registra desde la le ed., § 674, pág. 488 .

20 Cuervo: "nosotros decimos comelón, y es de uso antiguo, según Salva "(Obras, (.I, § 926, pág. 807). Aparece desde la 1 ! ed., § 547, pág. 387. Forma registrada también en elNDC.

21 En el índice Cuervo remite bajo desdientado a 'diente: desdentado ' (Obras, t. I, §253 , pág. 264). Está en la 2S ed. (1876), § 216, pág. 98.

22 Agregó: "cacaruso en Colombia" .23 Cuervo: "Aplicamos las desinencias genéricas a algunos sustantivos para conver-

tirlos en adjetivos [...] luso (picado de viruelas, hoyoso, cacarañado como la tusa o zuro demaíz)" (Obras, 1.1, § 925, pág. 806). Está en la l ' e d , § 542, pág.384. El NDC trac la palabraen el sentido de ' rapado ' y restringe a la provincia de Cundinamarca la acepción 'que tienemarcas causadas por la viruela ' .

24 Cuervo rechaza el uso de ovejo por 'carnero ' (cf. Obras, 1.1, § 212, pág. 232). Estáen la 1 ! ed., § 160, págs. 71-72. La forma aparece también en el NDC.

25 Cuervo: "percal (el) nos impone el Diccionario, peropercatina sugiere el primilivola percala, si es que no andan en ello los franceses, que llaman esta tela la percate. (Lo queen Bogotá los mercaderes y costureras llaman percala es la percalina de la Academia)"(Obras, t. I, § 235 , págs. 248-249) . En la 1* ed., § 158, pág. 7 1 , aparece percala (la formapercal no se registró en las primeras cuatro ediciones).

26 Cuervo trae la voz como acepción nueva por semejanza en el empleo de las cosaso en el servicio que ellas prestan: " l lamamos Cariucho (que es cilindrico, como el del fusil)al cucurucho (que es cónico, como el capirote de los nazarenos), porque uno y otro se usanpara echar dulces, especias, e tc ." (Obras, 1.1, § 525, pág. 568) . Primera aparición en la 2- ed.,§ 433 , pág. 282.

27 Cuervo, hablando de distinciones aplicadas a objetos que carecen de género:"Distinguimos toldo, el pabellón o la tienda, y tolda, la tela misma" (Obras, 1.1, § 221, pág.

352 N O T A S TH. LIII, 1998

manecita) 28, túnico (túnica)29 y cirgüela (ciruela)30-3I.

He aquí la reproducción de aquella carta insertada por Gamboa en elRepertorio Salvadoreño, que es un testimonio más del arte con que Cuervosupo expresar su benevolencia y modestia:

París, 8 de octubre de 18934 rué Frédéric Bastiat

Señor don F. A. Gamboa.San Salvador

Muy señor mío y respetado colega:

Al volver del campo, donde estuve cosa de dos meses 32, tuve el placer de reci-bir con la bondadosa tarjeta de U.33 la Gramática Práctica y los números del RepertorioSalvadoreño y de la Nueva Enseñanza que ha tenido U. la fineza de enviarme.

Basta que la Gramática sea obra de U. para que yo la reciba con el mayor agra-decimiento y la estudie con vivo interés. Hace días que, a ratos perdidos, estoyrefundiendo un librito mío sobre el lenguaje de Bogotá M , y me propongo, en cuantoalcance, comparar éste con el habla popular de los países americanos y de España 35;sobre el Salvador me faltan datos, por manera que el trabajo de U., fuera de su partedoctrinal y metódica, prestará grande auxilio a mi empresa, en cuanto me dará luzsobre puntos importantes. Con doble motivo doy pues a U. las más expresivas gracias.

239). Voz registrada desde la 2! ed., § 180. pág. 80. El NDC explica en la entrada tolda:'Cubierta de tela fuerte (toldo)'.

28 Cuervo: "Singular es que cuando en el lenguaje culto se dice manila, el vulgo digala manilo" (Obras, t. I, § 237, pág. 251). Aparece desde la l ? ed.,§ 165, pág. 74. El NDCtambién registra la manilo.

29 Cuervo: "Como de estimación es la diferencia que hacemos entre túnica, la de lossantos, y túnico la de los nazarenos y la de las mujeres (como ropa interior)" (Obras, 1.1, §221 , pág. 239) . Aparece en l ' e d . , § 170, pág. 75.

30 En su explicación de la evolución fonética. Cuervo trae también la forma vulgarcirgüela (Obras, 1.1, § 766, pág. 717). La voz aparece en la 4» ed. (1885), § 689, pág. 483 .

31 Cf. Gramática práctica, §§ 7 0 , 7 9 y 80; 1« ed., págs. 18 y 20; 3 ! ed., págs. 23 y 25.32 Entre jul io y septiembre de 1893 Cuervo había veraneado en el pueblo suizo de

Weggis , cerca de Lucerna, en el lago de los Cuatro Cantones (cf. SCHÜTZ, pág. 273).33 La Tarjeta del 2 de septiembre de 1893 arriba mencionada.34 Cuervo estaba preparando en aquel entonces la 5 ? edición de las Apuntaciones,

París, 1907.35 En la hoja ti tular d e la 5* edición, " m u y a u m e n t a d a y en su mayor par te comple ta -

mente refundida". Cuervo explica que se hace frecuente referencia al lenguaje de los paíseshispanoamericanos.

TH. LUÍ, 1998 N O T A S 353

Aún no me ha alcanzado el tiempo para leer las revistas; he recorrido, sí, lossumarios, y visto que de sus artículos, particularmente de los de U., sacaré tanto delei-te como aprovechamiento. De antemano presento a U. mi agradecimiento por uno yotro.

Ha sido para mí motivo de mucha satisfacción el ver cómo florecen las letras ylas ciencias en la patria de U., y como el menor de sus aficionados en América meapropio de las glorias de ustedes y me enorgullezco de ellas.

Reiterando a U. la expresión de mi gratitud, me complazco en ofrecérmele comosu más adicto colega y

S. S. Q. B. S. M ,R. J. Cuervo.

Debemos el segundo documento epistolar a la amabilidad del doctorTito Mosquera Irurita, quien nos mandó fotocopia de la tercera edición dela Gramática práctica (1895), sacada del ejemplar que le había sidoobsequiado por una descendiente de Gamboa. Allí se encuentra, en laspágs. 7-8, la reproducción de otra carta de Cuervo, con omisión delcomienzo que Gamboa suprimió sin duda por ser de carácter muy privado.Esta carta, tan afable como la anterior, confirma el recibo de la segundaedición de la Gramática práctica 36 y demuestra sobre todo el beneficioque Cuervo vio —debido a su propia experiencia iniciada bajo la guía desu padre— en el entrenamiento activo del análisis gramatical desdetemprana edad, por engendrar esto efectos educativos más allá de la solacompetencia lingüística:

París, 8 de mayo de 18944 rué Frédéric Bastiat.

Señor don Francisco A. Gamboa.

San Salvador

Muy estimado señor y amigo:

Felicité á U. de corazón por la primera edición de su preciosa Gramática

práctica3*; reitero hoy los plácemes, al recibir la segunda, y los reitero encareciéndolos,

porque el pronto despacho de aquélla demuestra la justa acogida que la obra ha tenido.

Considero esto como fausto indicio del buen camino que en nuestros países va tomando

36 Este ejemplar de la segunda edición (1894) no se ha encontrado entre los libroslegados por Cuervo.

37 C o m o no poseemos el original de esta carta, no sabemos de qué asuntos —por ciertopr ivados— trataron estas líneas suprimidas en la publicación.

38 Alusión a la carta arriba transcrita del 8 de octubre de 1893.

354 N O T A S T H . LUÍ, 1998

la enseñanza, que no puede ser fecunda sin la alianza de los principios y de la práctica,

sin la observación de los hechos y la inducción científica. Y no hay que pensar que la

aplicación en la gramática es de poca importancia: el que se acostumbra á observar y

generalizar sobre las palabras y frases, querrá después hacerlo con los números, las

plantas, los animales, las enfermedades. El vicio fundamental de la enseñanza que

heredamos de la Metrópol i consistió en que ella era puramente teórica, en que se reducía

casi á aprender libros de memoria; y á eso se debe en mucha parte el que las ciencias

no busquen entre nosotros su campo de acción en la naturaleza que nos rodea, sino que

se limiten á reproducir y aplicar bien ó mal lo que nos llega de fuera. Es pues de primera

necesidad dirigir desde un principio las inteligencias á los métodos científicos del

examen y la producción madura, renunciar á la ciencia pasiva para cultivar la activa.

Perdóneme U. que me haya dejado ir a estas consideraciones, que me sugirió el

mérito de la obra de U. y su feliz éxito.

Con mis agradecimientos reitero á U. la expresión de mi sincera estimación y

amistad.

R. J. Cuervo.

Con estas cartas y las publicadas por Romero, la correspondenciaentre los dos colombianos parece quedar completa con excepción de lacarta de Gamboa de 1895 arriba mencionada y del agradecimiento queCuervo envió, sin duda, después de su nombramiento como socio corres-ponsal a la Academia de Ciencias y Bellas Letras, cuya instituciónsucesora es el Centro Nacional de Artes.

GÜNTHER SCHÜTZ

Erlangen, Alemania.

BIBLIOGRAFÍA

Apuntaciones - RUFINO JOSÉ CUERVO, Apuntaciones críticas sobre el len-guaje bogotano, 8S ed. (reimpresión de la 6- ed., París, 1914), enRUFINO JOSÉ CUERVO, Obras, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1954,t. I.págs. 103-906.

Ep. XXIII = Epistolario de Rufino José Cuervo con corresponsales his-panoamericanos, t. II, edición, presentación y notas de MARIO GERMÁN

ROMERO, Archivo Epistolar Colombiano, t. XXIII, Bogotá, InstitutoCaro y Cuervo, 1992.

Gramática latina = MIGUEL ANTONIO CARO y RUFINO JOSÉ CUERVO, Gramá-tica de la lengua latina para uso de los que hablan castellano,Bogotá, 1867; 2°- ed., Bogotá, 1869; 3* ed., Bogotá, 1876; 4a ed.,Bogotá, 1886 y reimpresiones en 1893, 1905, 1915 y 1929.

TH. Lili, 1998 N O T A S 355

Gramática práctica = FRANCISCO A. GAMBOA, Gramática práctica de lalengua castellana, conforme á las prescripciones de la Real Acade-mia Española, San Salvador, 1892; 2S ed., 1894,3S ed., 1895 y otrasediciones.

NDC = Nuevo Diccionario de Colombianismos (t. I del Nuevo Dicciona-rio de Americanismos), Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1993.

Obras = RUFINO JOSÉ CUERVO, Obras, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo,1954, 2 ts.

SCHÜTZ = GÜNTHER SCHÜTZ, Los veraneos europeos de Rufino José Cuer-vo, en Thesaurus, t. XXVIII, 1973, págs. 261-278.

EL CONCEPTO DE TIEMPOEN « LA TEJEDORA DE CORONAS »UNA ASTRONÓMICA DESMITIFICACIÓN

DEL TIEMPO HISTÓRICO

Cierta novela latinoamericana de fin de siglo se caracteriza por sureflexión en torno a la historia. Es la llamada novela histórica. En ella, lahistoria se revisa, se critica, se analiza, siempre desde diferentes puntos devista literarios. En general, es importante el Qué se narra, pero el Cómohacerlo parece ser la cuestión fundamental. El asunto cede importancia ala manera de relatarlo. La primera pregunta, el qué, sería simplementehistoriográfica; la segunda, el cómo, es estética. Dentro del denominadorcomún que es el tiempo, para la historia el pasado aunque sea recienteadquiere el mayor significado, posee un carácter mítico y general —esinstitución—. En la novela por el contrario, no solo el pasado, sino lacontemporaneidad de la experiencia y el futuro constituyen la base mismade la narración; ella busca desmitificar aquella verdad general de lahistoria, construir una realidad particular y excepcional, más humana. Eneste sentido, la novela es el cómo de la historia sentido en una vida. Elescritor colombiano Germán Espinosa (Cartagena, 1938),alrespectodice:

Las novelas no pueden prescindir de una referencia histórica. En un cuento dehadas el tiempo puede ser indefinible, pero en una novela no. Ese famoso 'Érase unavez' no funciona en la novela. Ella se ocupa de la realidad y debe dar la impresión derealidad '.

1 Espinosa, tejedor de historias, entrevista de MAR(A PAULINA ORTIZ, en £7 Tiempo,Santafé de Bogotá, abril de 1996, pág. 10 C.