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Ruta por el río Talegones (Soria)
DIA: 10 de abril de 2011
HORA: 07:00
LUGAR: entrada campus plaza San Francisco U.Z.
La sierra de Pela es la cadena montañosa más oriental y de menor altura del Sistema Central
español, con vertientes a la cuenca del Duero, al norte, y a la cuenca del Tajo, al sur. Se extiende
linealmente de oeste a este a lo largo de unos 35 kilómetros entre las provincias de Segovia, Soria
y Guadalajara, desde Santibáñez de Ayllón hasta Romanillos de Atienza, componiéndose a su vez
de tres subsierras: la de Grado al oeste, la de Pela en el centro y la del Bulejo al este. En sus faldas
nacen varios cursos fluviales de cierta importancia en la zona repartiendo sus aguas entre las
cuencas del Duero, al norte, y del Tajo, al sur. Uno de estos cursos, al norte, lo forma el río
Talegones, el cual va describiendo un impresionante cañón a su paso por los páramos subyacentes
de las sierras de Pela y del Bulejo.
La excursión parte del pueblo de Arenillas siguiendo el cartel indicativo del GR-86 o Sendero
Ibérico Soriano, sendero que desde las tierras del Moncayo, al noreste de la provincia, hasta Santa
María de Huerta, al sureste, recorre en 46 etapas 510 kilómetros de la misma atravesando las
distintas sierras del sistema Ibérico en Soria y alargándose hacia el sur para conectar en el límite
de la provincia con las estribaciones del Sistema Central. La primera parte del recorrido, desde
Arenillas a Lumías, discurre entre campos de labor y pequeños desfiladeros a través de caminos
acondicionados con viejas paredes de piedra. A lo largo del mismo, podremos contemplar posados
o describiendo trayectorias circulares los primeros grupos de buitres de la jornada. Es este tramo
en el que deberemos prestar mayor atención para seguir los hitos rojos y blancos del sendero de
gran recorrido, ya que cambiaremos de caminos y de pequeños valles en más de una ocasión. A
mitad de recorrido, y en las colinas más elevadas, podremos contemplar, si el día es despejado, los
límites provinciales con las sierras de Urbión y Cebollera, al norte, la del Moncayo, al este, y la
sierra de Pela, al sur.
Al cabo de cerca de dos horas de marcha llegaremos al pequeño pueblo de Lumías, lugar donde
comienza como tal el cañón del río Talegones. Lumías es un pueblo adaptado perfectamente a la
fisonomía del cañón, cruzando el río por la mitad del mismo, situándose tainas y palomares en las
repisas de sus cortados rocosos, con sus vertiginosos senderos de acceso asistidos con muros de
piedra en sus puntos más débiles. Las calles más altas del pueblo se ven interrumpidas por la
misma pared rocosa. Detrás del cerro que conforman los cortados rocosos se esconde un castillo
hispano musulmán en el que, según cuentan, Almanzor realizó maniobras militares. En el centro
del pueblo se encuentra la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, con su ábside románico que
ha visto pasar la vida ante sus canecillos.
El camino que sigue a la salida de Lumías, después de pasar por una zona de huertos donde
destacan las peras tardías o sabucos -elimina el dolor de muelas- y de dejar atrás la Fuente de las
Ventanillas, se encuentra con los primeros colosos calizos y se va adentrando poco a poco en el
cañón del río Talegones. El mismo cuenta con un buen muestrario de avifauna -buitre, águila real,
halcón peregrino, cernícalo…-, así como con vegetación esteparia en contraste con la exuberante
vegetación de su ribera. Asimismo, se pueden encontrar ejemplares de quejigos salpicados de
otros árboles como arces y encinas, reductos de una vegetación que existió en otras partes de la
zona ahora colonizadas por aliagas y otros matorrales aromáticos. En sucesivas ocasiones, a lo
largo de este tramo, el sendero cruza por el río por pasos improvisados con grandes piedras,
bordea el mismo o atraviesa alguna pradera donde se desdibuja su traza. De forma intermitente, el
sendero entra y sale de una variada vegetación riparia de praderas, fresnos, chopos, mimbreras,
endrinales, huertos, majuelos y álamos. Cuentan también que entre las increíbles paredes de piedra
del cañón, Almanzor combatió en una de las contiendas en las que tuvo que participar para ganar
la línea del Duero. Un arroyo, a unos dos kilómetros de Lumías, abastece al Talegones al
deslizarse por una vaguada. Y si lo que gusta es la arquitectura, las majadas y las tainas de origen
celtibérico de los pastores, así como los antiguos molinos, pintan el camino.
Al cabo de algo menos de dos horas de discurrir por el cañón nos encontraremos con el pintoresco
pueblo de Torrevicente, punto culminante de la excursión, donde el arroyo "Los Majuelos" da
agua al río Talegones. Previamente a la llegada al pueblo, podremos subir a unos cerros desde
donde podremos divisar el cañón a vista de pájaro y visitar una zona de nidificación de buitres.
Torrevicente fue un lugar estratégico en las guerras entre musulmanes y cristianos, presentándose
este mestizaje de culturas en las propias casas, ya que los tejados tienen reminiscencias árabes o
siendo anteriormente la misma iglesia de La Natividad de Nuestra Señora una mezquita hispano-
musulmana. También es digna de ver la ermita gótica de la Soledad ubicada a la entrada del
pueblo. Fue restaurada en 1989 y en su interior hay una talla muy interesante de Santa Ana.
Torrevicente, lugar hospitalario donde los haya, nos recibirá con los brazos abiertos, e incluso nos
abrirá el bar para que podamos tomar la merecida cerveza de final de la excursión.
Hay que señalar que el río debe cruzarse en varias ocasiones y el paso del mismo se hace a través
de una serie de piedras colocadas a tal efecto. Dadas las fechas en las que se va a realizar la
excursión, bajará agua por el río, con lo que es aconsejable llevar calzado de repuesto.
MIDE
Ruta por el río Talegones (Arenillas-Retortillo)
Horario 5 h
Desnivel de subida 400 m
Desnivel de bajada 320 m
Distancia horizontal 14 km
Tipo de recorrido Travesía
Tres estaciones
2 Severidad del medio natural
2 Orientación en el itinerario
3 Dificultad en el desplazamiento
3 Cantidad de esfuerzo necesario