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- 3 -Mensapiens
En la Tapa:
Editorial
MENSAPIENSRevista Ofi cial de Mensa Argentina
Año 4 — Número 16Marzo / Abril 2003
Edición:Diego A. Zanandrea
Colaborador Permanente:Rodrigo Pablo Escudero
Colaboran en este número:Robert Abbott (Mensa U.S.A.)Carlos AllendeFacundo CanceloMiguel Angel CrociAndrea De GennaroAriel GriglioRobustiano GarridoYamila GomezErnesto Molina AguirreFederico PachecoVerónica RocchiHéctor Roldán Diego Zanandrea
Colaboración Especial:Gustavo CampotrondiFrancisco Rejon
Comentarios, sugerencias y colaboraciones a:
En la tapa, "Mapa del Caos", de Ernesto Molina Aguirre
Nos encontramos una vez más. Ante todo, en este número tene-mos el resultado del concurso de Arte Digital y felicitamos a los
ganadores: Pablo de la Cruz Martín y Karina Sacco.
También, aprovechando que este es el quinto número consecutivo de la revista que se edita en forma pública, incluimos una encuesta abierta para saber que opinan de la revista y que podemos hacer para mejorarla. Y como agradecimiento pr su participación, sortearemos entre todos un libro sobre los tests de inteligencia.
Entre otras cosas tenemos una nota sobre los videojuegos escrita por un gran inventor de juegos de cartas y tablero, un cuento acerca de Malvinas, juegos del Campeonato Mundial de Juegos de Ingenio de 1999, más sobre estilos musicales, una continuación de la polémica sobre la actividad física, poesía, y hasta la posibilidad de encontrar un tesoro escondido...
Diego
Indice
Editorial ............................................ 3Mensapiens News................................. 4Notas ............................................... 6 Las Cifras Indescifrables............................ 6 El Genio y sus Necesidades......................... 9 Sobre Estilos Musicales (II) ........................10 Libertad de Pensar Diferente......................12 Personajes ........................................12 Los Videojuegos son Increiblemente Estúpidos ....13 De Transgénicos y Política.........................15 Bien de Familia ...................................16 Lorem Ipsum ......................................17 Movimientos simultáneos .........................17Reviews ...........................................18Escritos............................................20 ‘El fantasma de Canterville’ ......................20 ‘Este no es’ .......................................23 ‘El Ascensor’ ......................................23 ‘Antecedente de Guerra’ ..........................24 ‘Experimentar’....................................25 ‘Lamento Final’ ...................................25 ‘Los Ojos Verdes’..................................26Preguntas y Propuestas ........................28Soluciones ........................................28Juegos.............................................29The End ...........................................32
- 4 - Mensapiens
Exámenes de Ingreso
Los exámenes masivos para el ingreso a Mensa
Argentina continúan. Los datos del próximo a realizarse son los siguientes:
- Lugar: Club Argentino de Ajedrez
- Fecha: 09/05/03
- Hora: 19:00 Hs.
- Dirección: Paraguay 1858 1º piso (Confi tería)
- Valor: $30
Encuesta
Llegamos al quinto número consecutivo de edición
abierta al público, y por ello queremos realizar una encuesta entre todos nuestros lectores para saber que opinan de la revista.
Esta encuesta la encontra-rán en la columna siguiente y pueden enviarla por e-mail a [email protected], o bien completar el formulario on-line en www.mensapiens.com.ar/encuesta.
Como agradecimiento por res-ponder la encuesta, entre todos aquellos que participen con su opinion, se sorteará un ejemplar del libro “Los Tests de Inteligen-cia”, de E. Butler y M.Pirie (Ed. Deusto).
ENCUESTA ABIERTA MENSAPIENS
Contestar las siguientes preguntas con una puntuación de 1 a 5 (1=peor / 5=mejor)
1. Valoración general de la revista: ___
2. Contenido: ___
3. Diseño: ___
Asigne su valoración de 1 a 5 a las siguientes secciones:
4. News: __ / Notas: __ / Reviews: __ / Escritos: __ / Juegos: __
Responda las siguientes preguntas según su opinión personal:
5. ¿Qué sección es la que más le gusta de la revista? ¿Porqué?
6. ¿Que sección es la que menos le gusta de la revista? ¿Porqué?
7. ¿Que le falta a Mensapiens?
8. ¿Que le sobra?
9. ¿Le sirvió algún review publicado?
10. ¿Que se podría hacer para mejorar la revista?
11. ¿Podría mencionar algún artículo (nota, cuento, etc.) que le haya
resultado particularmente interesante o entretenido?
12. ¿Que piensa de los concursos?
13. ¿Le gustaría participar en la revista de alguna manera?
14. ¿Algún otro comentario que quisiera realizar?
Las siguientes preguntas son para conocer el perfi l de nuestros lectores:
15. Edad: ___
16. Sexo: ___
17. Ocupación: ___
18. Cantidad de números que leyó de Mensapiens: ___
19. ¿Cómo conoció nuestra revista?
Muchas gracias por participar y... ¡Suerte en el sorteo!
Mensapiens News
- 5 -Mensapiens
Mensapiens NewsRESULTADOS DEL CONCURSO ABIERTO DE ARTE DIGITAL
La selección del ganador se realizó mediante un jurado de 4 integrantes que recibieron todas las obras sin identifi -cación del autor y procedieron a asignar a cada una un puntaje entre 1 y 10 según su opinión acerca de la obra. Se promediaron los puntajes de cada trabajo y los más altos fueron designados ganadores en cada categoría.Los ganadores se hicieron acreedores a un ejemplar cada uno del libro “Argentina para todo el mundo”, un reco-rrido fotográfi co por todo el país. Se les comunicará por e-mail o por teléfono cómo retirar su premio.
Categoría A:Ganador: Pablo de la Cruz Martín (Argentina)Título: Flores 3DHerramienta: 3D Studio Max
Categoría B:Ganador: Karina Sacco (Argentina)Título: Sin título.Herramienta: Photoshop 6
En www.mensapiens.com.ar/galeria podrán encontrar las versiones en tamaño completo de los trabajos, así como los trabajos correspondientes al segundo y tercer puesto de cada categoría.
Muchas felicitaciones a los ganadores.
- 6 - Mensapiens
NotasLas cifras indescifrablesMiguel Angel Croci
En todas las épocas, los reyes, reinas,
gobernantes y generales han depen-
dido de la comunicación efi ciente para
gobernar sus países y ordenar a sus ejércitos.
También, todos ellos han sido conscientes de
las consecuencias que se producirían si sus
mensajes cayeran en las manos equivoca-
das, revelando valiosos secretos a naciones
rivales y divulgando información vital a las
fuerzas contrarias. La amenaza de que el
enemigo interceptara los mensajes motivó
el desarrollo de códigos y cifras: técnicas
para disfrazar un mensaje de forma que sólo
pueda leerlo el receptor a quien va dirigido.
El deseo de mantener secretos ha provo-
cado que las naciones hayan puesto en fun-
cionamiento departamentos encargados de
crear códigos, sobre los que recae la respon-
sabilidad de la seguridad de las comunica-
ciones mediante la invención y la puesta en
práctica de los mejores códigos posibles. Al
mismo tiempo, los descifradores de códigos
enemigos han tratado de desentrañar estos
códigos y robar secretos. Los descifradores
de códigos son alquimistas lingüísticos, una
tribu mística que trata de hacer aparecer
palabras inteligibles de símbolos sin sentido.
La historia de los códigos y las cifras es la
historia de siglos de batalla entre los crea-
dores de códigos y los descifradores, una
carrera de armamentos intelectuales que ha
tenido un impacto enorme en el curso de la
Historia.
La Historia está llena de códigos. Ellos
han decidido el desenlace de batallas, han
protagonizado innumerables intrigas polí-
ticas y han llevado a la muerte a reyes y
reinas. Su historia es tan desmesuradamente
rica que presenta relatos fascinantes y no
pocos misterios, uno de los cuales deseo
presentar aquí.
La información se ha convertido en una
mercancía cada vez más valiosa, y según
la revolución de las comunicaciones fue
cambiando la sociedad, el proceso de cifrar
mensajes, conocido como codifi cación, des-
empeñó un papel cada vez más importante
en la vida cotidiana.
El tesoro Beale. El relato de un misterio
La historia comienza en el hotel Was-
hington de Lynchburg, Virginia, en enero de
1820; un extraño llamado Thomas J. Beale
entró a caballo en Lynchburg y se registró
en el hotel. Su dueño, Robert Morriss, recor-
daba que “en persona, medía unos seis pies,
tenía los ojos negros como el azabache y
el pelo del mismo color, y lo llevaba más
largo de cómo lo dictaba la moda en aquella
época. Su fi gura era simétrica y daba prueba
de una fuerza y una actividad excepciona-
les; pero su rasgo distintivo era su tez oscura,
como si haber estado expuesto tanto al sol lo
hubiera bronceado y descolorido completa-
mente; esto, sin embargo, no restaba valor a
su apariencia...” Aunque Beale pasó el resto
del invierno con Morriss y era “extremada-
mente popular con todos, sobre todo con
las damas”, nunca habló de su pasado, su
familia o el propósito de su visita. Luego, a
fi nales de marzo, se fue tan repentinamente
como había llegado.
Portada de “The Beale Papers”, el folleto que contenía
todo lo que sabemos acerca del misterio del tesoro Beale.
Dos años después, en enero de 1822,
Beale regresó al hotel Washington, “más
moreno y oscuro que nunca”. Una vez más
pasó el resto del invierno en Lynchburg y
desapareció en primavera, pero no sin antes
haber confi ado a Morriss una caja de hierro
cerrada con llave, que, según le dijo, conte-
nía “papeles de mucho valor e importancia”.
Morriss puso la caja en una caja fuerte y no
volvió a pensar en ella y su contenido hasta
que recibió una carta de Beale, con fecha
del 9 de mayo de 1822 y enviada desde San
Luis. Tras varias frases de cortesía y un
párrafo sobre el plan de viajar a las llanuras
“para cazar búfalos y encontrar osos pardos
salvajes”, la carta de Beale revelaba la
importancia de la caja:
Contiene papeles que afectan vital-
mente a mi propia fortuna y la de otras
personas que tienen negocios conmigo, y
en caso de que yo muera, su pérdida sería
irreparable. Por tanto. Comprenderá usted
la necesidad de guardarla con vigilancia y
cuidados para evitar semejante catástrofe.
Si ninguno de nosotros vuelve, por favor
guarde la caja con cuidado durante diez años
a partir de la fecha de esta carta, y si ni
yo, ni alguien con mi autorización, pedimos
su devolución durante ese tiempo, ábrala,
lo que podrá hacer quitando la cerradura.
Encontrará, además de los papeles dirigidos
a usted, otros papeles que serán incompren-
sibles sin la ayuda de una clave. Esa clave
la he dejado en manos de un amigo en esta
localidad, sellada y dirigida a usted, y con
instrucciones de que no se entregue hasta
junio de 1832. Con ella comprenderá total-
mente lo que tendrá que hacer.
Morriss continuó guardando la caja como
se le había indicado, esperando que Beale
la recogería, pero el misterioso hombre de
tez morena nunca volvió a Lynchburg. Des-
apareció sin ninguna explicación y nunca se
le volvió a ver. Diez años después, Morriss
podría haber seguido las instrucciones de
la carta y haber abierto la caja, pero parece
que se sentía reacio a romper la cerradura.
La carta de Beale había mencionado que se
enviaría una nota a Morriss en junio de 1832,
que supuestamente explicaría como descifrar
el contenido de la caja. Sin embargo, la nota
nunca llegó y quizá Morriss sintió que no
merecía la pena abrir la caja si no podía des-
cifrar lo que había dentro de ella. Finalmente,
en 1845, la curiosidad de Morriss pudo más
que él y forzó la cerradura. La caja contenía
tres hojas de caracteres codifi cados y una
nota escrita por Beale en inglés normal.
La fascinante nota revelaba la verdad
sobre Beale, la caja y las claves. Explicaba
que en abril de 1817, casi tres años antes
de su primer encuentro con Morriss, Beale
y otros 29 habían emprendido un viaje por
los Estados Unidos. Después de viajar por
los ricos territorios de caza de las llanu-
ras occidentales llegaron a Santa Fe, y
pasaron el invierno en la “pequeña ciudad
mexicana”. En marzo se dirigieron hacia
el norte y comenzaron a seguir la pista de
una “inmensa manada de búfalos”, matando
todos los que podían por el camino. Luego,
según Beale, les sonrió la buena suerte:
“Un día, mientras los seguíamos, el grupo
acampó en un pequeño barranco, a una 250
o 300 millas al norte de Santa Fe, y, con
los caballos atados, se estaban preparando
para la cena, cuando uno de los hombres
descubrió en una grieta de las rocas algo
que parecía oro. Al enseñarlo a los demás,
se declaró que era oro, y el entusiasmo fue
la consecuencia natural.”
- 7 -Mensapiens
Notas
La carta continuaba explicando que
Beale y sus hombres, con la ayuda de una
tribu local, minaron el lugar durante los
dieciocho meses siguientes, para cuando ya
habían acumulado una gran cantidad de oro,
además de algo de plata que se encontró
cerca de allí. A su debido tiempo acordaron
que su recién encontrada riqueza debía ser
trasladada a un lugar seguro y decidieron
llevarla de vuelta a casa, a Virginia, donde
la ocultarían en un emplazamiento secreto.
En 1820, Beale viajó a Lynchburg con el oro
y la plata, encontró una ubicación apropiada
y lo enterró. Fue en aquella ocasión cuando
se hospedó por primera vez en el hotel Was-
hington y conoció a Morriss. Cuando Beale se
fue al fi nalizar el invierno se reunió de nuevo
con sus hombres, que habían continuado tra-
bajando en la mina durante su ausencia.
Después de otros dieciocho meses,
Beale volvió a visitar Lynchburg con todavía
más para añadir a su colección oculta. Esta
vez tenía una razón adicional para su viaje:
“Antes de dejar a mis compañeros en
las llanuras se sugirió que, en caso de que
sufriésemos algún accidente, el tesoro
escondido se perdería, no pudiendo llegar
a nuestros familiares a no ser que se toma-
sen precauciones contra tal eventualidad.
Por consiguiente, me pidieron que eligiera
alguna persona completamente de fi ar, si
es que se podía encontrar alguna, a la que
debería confi arse, si el grupo lo consideraba
aceptable, que llevase a cabo los deseos de
sus integrantes en relación con sus partes
respectivas de lo encontrado.”
Beale creía que Morriss era un hombre ínte-
gro, por lo que le confi ó la caja que contenía las
tres hojas codifi cadas, las denominadas cifras
Beale. Cada hoja codifi cada contenía una selec-
ción de números (reproducidos aquí en las fi gu-
ras 1, 2 y 3) y el desciframiento de los números
revelaría todos los detalles relevantes. La
primera hoja describía la ubicación del tesoro,
la segunda esbozaba su contenido y la tercera
enumeraba los familiares de los hombres que
debían recibir una parte del tesoro. Cuando
Morriss leyó todo esto habían pasado unos
veintitrés años desde que había visto a Thomas
Beale por última vez. Dando por sentado que
Beale y sus hombres habían muerto, Morriss se
sintió obligado a encontrar el oro y distribuirlo
entre los familiares señalados. Sin embargo, sin
la clave prometida estaba forzado a descifrar
las cifras partiendo de cero, una tarea que le
preocupó durante los siguientes veinte años y
que terminó en fracaso.
La primera cifra Beale
La segunda cifra Beale
La tercera cifra Beale
En 1862, a la edad de 84 años, Morriss
sabía que se aproximaba el fi n de su vida y
que tenía que compartir el secreto de las
cifras Beale, de otra forma cualquier espe-
ranza de cumplir los deseos de Beale moriría
con él. Morriss se confi ó a un amigo, pero por
desgracia la identidad de esa persona sigue
siendo un misterio. Lo único que sabemos
sobre esta persona es que fue él quien escri-
bió el folleto de 1885 que dio publicidad al
caso (fi gura 4). Allí explicaba las razones de
su anonimato:
“Preveo que estos papeles tendrán una
gran difusión y, para evitar la multitud de
cartas con las que me asaltarían desde todos
los rincones de la Unión, planteando todo
tipo de preguntas, y exigiendo respuestas
que, si tratara de responder, absorberían
todo mi tiempo y alterarían la naturaleza de
mi trabajo, he decidido retirar mi nombre
de la publicación, tras asegurar a todos los
interesados que he ofrecido todo lo que se
sobre este asunto, y que no puedo añadir ni
una sola palabra a las declaraciones aquí
contenidas.”
Para proteger su identidad, el autor
pidió a James B. Ward, un respetado miem-
bro de la comunidad local y el topógrafo de
las carreteras del condado, que actuase
como su agente y editor.
Además, el autor es también el res-
ponsable del desciframiento certero de la
segunda cifra Beale. Como la primera y la
tercera cifras, la segunda consta de una
página de números, y el autor asumió que
cada número representaba una letra. Sin
embargo, la gama de números sobrepasa
con mucho el número de letras del alfabeto,
de manera que el autor se dio cuenta de que
se enfrentaba a una cifra que utiliza varios
números para representar la misma letra.
Una cifra que satisface ese criterio es la
denominada cifra libro, en la que un libro, o
cualquier otra pieza de texto, es en sí mismo
la clave.
La clave en el texto de un libro.
Primero, el criptógrafo numera conse-
cutivamente cada palabra del texto-clave.
Después de eso, cada número actúa como
sustituto de la letra inicial de su palabra
asociada.
1Por 2ejemplo, 3si 4el 5emisor 6y 7el 8receptor
9acordaron 10que 11esta 12frase 13sería 14el 15texto-
clave, 16cada 17palabra 18tendría 19una 20etiqueta
21numérica, 22y 23cada 24número 25proporcionaría
26la 27base 28para 29la 30codifi cación.
- 8 - Mensapiens
Notas
A continuación se haría una lista uniendo
cada número a la letra inicial de su palabra
asociada:
1=p / 11=e / 21=n / 2=e / 12=f / 22=y / 3=s
/ 13=s / 23=c / 4=e / 14=e / 24=n / 5=e / 15=t /
25=p / 6=y / 16=c / 26=l / 7=e / 17=p / 27=b /
8=r / 18=t / 28=p / 9=a / 19=u / 29=l / 10=q /
20=e / 30=c
Ahora podemos codifi car un mensaje susti-
tuyendo las letras del texto llano por números
según la lista. En esta lista, la letra p del texto
llano se podría sustituir por 4, 17, 25 ó 28; la
letra e del texto llano se podría sustituir por
2, 4, 5, 7, 11 ó 20; y así sucesivamente. Como
nuestro texto clave es una frase tan corta, no
tenemos números que reemplazarían a letras
infrecuentes como la x y la z, pero tenemos
sufi cientes sustitutos para codifi car la pala-
bra Beale, que podría ser 27-2-9-29-4. Si el
receptor a quien va dirigido tiene una copia
del texto-clave, entonces descifrar el mensaje
codifi cado resulta insignifi cante. Sin embargo,
si una tercera persona intercepta sólo el texto
cifrado, el criptoanálisis depende de poder
identifi car de alguna manera el texto-clave. El
autor del folleto escribió: “Con esta idea, se
hizo una prueba con todo libro que pude con-
seguir, numerando sus letras y comparando los
números con los del manuscrito; todo ello fue
en vano, sin embargo, hasta que la Declara-
ción de la Independencia proporcionó la pista
para uno de los papeles, y reavivó todas mis
esperanzas.”
La Declaración de la Independencia
norteamericana resultó ser el texto-clave
para la segunda cifra Beale, y numerando
las palabras de la Declaración es posible
desenmarañarla. La fi gura 5 muestra el
comienzo de la declaración de la Indepen-
dencia; numerando cada décima palabra
para ayudar a que el lector vea cómo fun-
ciona el desciframiento. La fi gura 2 muestra
el texto cifrado: el primer número es 115 y
la 115° palabra de la Declaración es “insti-
tuted”, de manera que el primer número
representa a la i. El segundo número del
texto cifrado es 73, y la 73° palabra de la
declaración es “hold”, de manera que el
segundo número representa a la h. Aquí está
el desciframiento entero, tal como aparecía
en el folleto:
“He depositado en el condado de Bedford, a
unas cuatro millas de Buford’s, en una excavación
o cámara subterránea, seis pies bajo la superfi cie
del terreno los siguientes artículos, que pertene-
cen conjuntamente a las personas cuyos nombres
aparecen en el papel número 3, adjunto:
“El primer depósito consistió en mil catorce
libras de oro, y tres mil ochocientas doce libras
de plata, depositadas en noviembre de 1819. El
segundo se realizó en diciembre de 1821, y con-
sistía en mil novecientas siete libras de oro, y mil
doscientas ochenta y ocho libras de plata; también
joyas, obtenidas en San Luis a cambio de plata
para facilitar el transporte, y valoradas en 13.000
dólares.
“Todo lo mencionado está embalado de manera
segura en ollas de hierro, con tapas de hierro. La
excavación está más o menos bordeada de piedras,
y las vasijas descansan sobre roca sólida, y están
cubiertas con otras. El papel número 1 describe
la ubicación exacta de la excavación, para que no
haya ninguna difi cultad para encontrarla.”
Merece la pena destacar que hay
algunos errores en el desciframiento. Por
ejemplo, el desciframiento incluye las
palabras “four miles”, basándose en que
la 95° palabra de la Declaración comienza
con la letra u. Sin embargo, la palabra
95° es “inalienable”. Esto podría ser el
resultado de la codifi cación descuidada
de Beale, o podría ser que Beale tenía
una copia de la declaración en la que la
95° palabra era “unalienable”, lo que sí
aparece en algunas versiones que datan
del principio del siglo XIX. En cualquier
caso, el desciframiento certero indica cla-
ramente el valor del tesoro, al menos 20
millones de dólares, según los precios de
los lingotes de hoy día.
No es de extrañar que, una vez que el
autor conoció el valor del tesoro, dedicase
más y más tiempo a analizar las otras dos
hojas de cifras, sobre todo la primera cifra
Beale, que describe la ubicación del tesoro.
A pesar de sus esfuerzos extenuantes, fra-
casó, y lo único que obtuvo de las cifras fue
pesares:
“Como consecuencia del tiempo perdido
en la mencionada investigación, me he
visto reducido de una relativa riqueza a
la más absoluta miseria, acarreando sufri-
miento a quienes era mi deber proteger, y
esto, también, a pesar de sus amonesta-
ciones. Mis ojos se abrieron por fi n a su
situación y decidí romper de inmediato, y
para siempre, toda conexión con el asunto,
y reparar, en lo posible, mis errores. Para
hacerlo, como mejor medio para evitar
exponerme a la tentación, he decidido
hacer público todo el asunto, y pasar la
responsabilidad que recae sobre mis hom-
bros al señor Morriss.”
A la caza del tesoro.
La publicación de 1885 causó un gran
revuelo y, aunque un incendio en un alma-
cén destruyó la mayoría de los folletos, los
que sobrevivieron atrajeron el interés de
los más ardientes cazadores de tesoros. Los
hermanos Hart, George y Clayton se pasaron
años estudiando las dos cifras que queda-
ban, intentando diversas formas de ataque
criptoanalítico, y a veces engañándose a
sí mismos creyendo que tenían la solución.
Una falsa línea de ataque, a veces genera
una pocas palabras tentadoras en medio de
un galimatías, lo que anima al criptoanalista
a inventar una serie de disculpas para justifi -
car el galimatías. Aunque Clayton Hart desis-
tió en 1912, George continuó hasta 1952. Un
fanático de las cifras aún más persistente ha
sido Hiram Herbert, hijo, que se interesó
en ellas en 1923, y cuya obsesión continuó
hasta la década de los setenta. Tampoco a él
le ha reportado su trabajo ningún benefi cio.
Varios criptoanalistas profesionales
se han lanzado también a seguir la pista
del tesoro Beale. Herbert O. Yardley, que
fundó el U.S. Cipher Bureau (Ofi cina de
Cifras de Estados Unidos) -conocida como
la Cámara Negra Americana- al fi nal de la
primera guerra mundial, se sintió intrigado
por las cifra Beale, así como el coronel
William Friedman, la fi gura dominante del
criptoanálisis norteamericano durante la
primera mitad del siglo XX. Mientras era el
responsable del Signal Intelligence Service
convirtió a las cifra Beale en parte del pro-
grama de adiestramiento, presumiblemente
porque, como dijo una vez su esposa, creía
que las cifras poseían un “ingenio infernal,
diseñado específi camente para seducir al
lector incauto”. El archivo Friedman, esta-
blecido tras su muerte en 1969 en el Centro
de Investigación George C. Marshall, es
frecuentemente consultado por los histo-
riadores militares, pero la gran mayoría de
los visitantes son ansiosos adeptos de Beale,
que confían seguir algunas de las pistas del
gran hombre. Más recientemente, una de las
mayores fi guras a la caza del tesoro Beale
ha sido Carl Hammer, el director retirado de
un servicio de ordenadores de Sperry Univac
y uno de los pioneros del criptoanálisis por
computadora. Según Hammer, “las cifras
Beale han ocupado al menos al 10% de las
mejores mentes criptoanalíticas del país. Y
ni un céntimo de este esfuerzo debería ser
escatimado. El trabajo -incluso las líneas
que han conducido a callejones sin salida- ha
compensado con creces haciendo avanzar y
- 9 -Mensapiens
Notas
perfeccionando la investigación de los orde-
nadores”. Hammer ha sido un miembro desta-
cado de la Asociación de la Cifra y el Tesoro
Beale, fundada en los años sesenta para
fomentar el interés en el misterio Beale.
A pesar de los esfuerzos combinados
de la Asociación, los cazadores de tesoros
afi cionados y los criptoanalistas profesiona-
les, la primera y la tercera cifras Beale han
seguido siendo un misterio durante más de
un siglo y el oro, la plata y las joyas aún no
han sido encontrados.
Sin embargo, los entusiastas de Beale con
predilección por las teorías conspiratorias han
sugerido que la NSA (National Security Agenciy)
ya ha encontrado el tesoro. La ofi cina de claves
del gobierno central norteamericano tiene
acceso a los ordenadores más potentes y a
algunas de las mentes más brillantes del mundo
y puede que haya descubierto algo sobre las
cifras que se le ha escapado a los demás.
Finalmente, no podemos excluir la posi-
bilidad de que las cifras Beale sean un elabo-
rado engaño y que Beale nunca existió. Los
escépticos han sugerido que el desconocido
autor, inspirado en El escarabajo de oro de Poe,
inventó toda la historia y publicó el folleto para
aprovecharse de la avaricia de los demás.
Uno de los principales incrédulos es el
criptógrafo Louis Kruh, que afi rma haber
encontrado pruebas de que el autor del
folleto escribió también las cartas de
Beale. Kruh realizó un análisis textual de las
palabras atribuidas al autor y las atribuidas
a Beale para ver si presentaban caracte-
rísticas similares. Comparó aspectos tales
como el porcentaje de frases que comienzan
con “El”, “Si” e “Y”, el promedio de comas
y puntos y comas por frase, y el estilo de
escribir: el uso de negativos, pasivas nega-
tivas, infi nitivos, frases compuestas, etc. El
análisis incluyó, también escritos de otros
tres virginianos del siglo XIX. De los cinco
casos de escritura, el de Beale y el del
autor del folleto mostraron el parecido más
cercano, sugiriendo que podrían haber sido
escritos por la misma persona.
Evidencia a favor de la probidad de las
cifras la ofrecen algunos análisis realizados por
James Gillogly, presidente de la American Cryp-
togram Association, y la investigación histórica.
Peter Viemeister, un historiador local, ha
reunido gran parte de la investigación en su
libro El tesoro Beale - Historia de un misterio.
Viemeister comenzó preguntando si había
pruebas si había pruebas de que Thomas Beale
existió realmente. Usando el censo de 1790 y
otros documentos, Viemeister ha identifi cado
varios Thomas Beale que nacieron en Virginia
y cuyos orígenes encajan con los pocos deta-
lles conocidos. Viemeister ha tratado también
de corroborar los otros detalles del folleto,
como el viaje de Beale a Santa Fe y su des-
cubrimiento de oro. Por ejemplo, hay una
leyenda cheyenne que se remonta hacia 1820
que trata de oro y plata que se tomaron del
Oeste para ser enterrados en las montañas del
Este. También la lista de correos de San Luis
de 1820 contiene a un “Thomas Beall”, lo que
encaja con lo que afi rma el folleto respecto
a que Beale pasó por la ciudad en 1820 en su
viaje hacia el Oeste tras dejar Lynchburg. El
folleto también dice que Beale envió una carta
desde San Luis en 1822.
Así que la historia de las cifras Beale parece
tener base y, por consiguiente, continúa cauti-
vando a criptoanalistas y cazadores de tesoros.
Algunos han abandonado la esperanza
de resolver las dos hojas que quedan por
descifrar y en vez de ello se han concen-
trado en extraer pistas de la cifra que ha
sido descifrada. Cada verano, la región de
Buford atrae a muchos aspirantes esperan-
zados en detectar metales entre las piedras
y cavando hoyos gigantes.
La advertencia fi nal del autor.
Después de leer la historia de las cifras
Beale, puede que usted se anime a tomas el
desafío. El aliciente de una cifra del siglo XIX
aún sin descifrar, junto a un tesoro valorado
en 20 millones de dólares puede resultar
irresistible. Sin embargo, antes de ponerse
a seguir el rastro del tesoro, preste atención
al consejo ofrecido por el autor del folleto:
“Antes de entregar los papeles al público,
me gustaría decir una palabras a los que
pueden interesarse en ellos y darles un
pequeño consejo, adquirido por amarga
experiencia. Es que dediquen a la tarea sólo
el tiempo que les reste de sus ocupaciones
legítimas, y si no les queda nada de tiempo,
que se olviden del asunto... De nuevo, nunca
sacrifi que, como he hecho yo, sus propios
intereses y los de su familia por lo que
podría resultar ser una ilusión: pero como ya
he dicho, cuando ya haya hecho su trabajo
del día y esté cómodamente sentado junto a
un buen fuego, un poco de tiempo dedicado
al tema no hará daño a nadie y puede verse
bien recompensado.”
�
Nota: Podrán encontrar copias en tamaño completo de las páginas en www.mensapiens.com.ar/cifras
Acerca del Genio y sus NecesidadesLic. Carlos Allende
Muchas veces nosotros, los miembros de Mensa, nos hemos preguntado que es la genialidad. Esta abstracción, esta idea que aparece, nos corresponde con muchas actitudes que se nos han presen-tado; algunas las vivimos cotidianamente, otras las hemos escuchado, y muchas las hemos sentido en nuestras tristezas y ocultas profundidades del pensamiento.
Pero... ¿que seria un genio? Desde la perspectiva del sentido común, el genio tiene características propias: es fulgurante, intuitivo y espontáneo; en algunos casos puede ser tranquilo y per-severante, y por último, profundamente asocial en el marco de un modo de vida que a menudo confi na al aislamiento, a la ascesis y a la marginalidad.
Porque para todos, el genio es un ser curioso, excéntrico, peleador de sus puntos de vista... o sea un “loco”. En nuestra sociedad diriamos “un loquito”.
Varios literatos lo han descripto, y he seleccionado algunos comentarios:Paul Claudel en sus Obras Completas
de Rimbaud, plantea que el genio “es un manantial perdido que brota de un suelo saturado...” y dice de Rimbaud que lo clasifi caria como “poeta maldito” inspirado por la Gracia Divina.
¿Que se podria decir entonces de la personalidad del genio? Dice Proust que los genios son los que “han fundado
las religiones y compuesto las obras
maestras”, o la presencia de “demonios
creadores” al decir de Stendhal.La psiquiatria ha abordado también
el tema, tan amplio y anárquico en su “resolución”. Se podria resumir, de manera absolutamente arbitraria, que es la idea obsesiva la que concetra dinamicamente toda la energia de la personalidad en el punto mas preciso del trabajo creativo; idea ridicula, descabellada o grandiosa, con el peli-gro latente del deslizamiento hacia la depresión. Se podria decir que la depresión es el nucleo constitutivo de la personalidad del genio. La depresión se halla presente en el desequilibrio y las heridas del narcisismo, como condición, siempre, del proceso creador. Victor Hugo dijo al respecto: “para descubrir
mas alla de los horizontes las alturas
absolutas, es preciso que uno mismo
este sobre una altura” Asi vemos que el creador, el inven-
tor o el ser genial, es desgraciado, y con frecuencia se siente decepcionado de la imagen que habia formado de si mismo.
Este golpe a la integridad,esta perdida de la ilusion de omnipotencia, constutuye una herida del narcisismo y en muchos casos el motor creativo.
En el próximo número, continuaré con esta explicación mediante algunos ejemplos adicionales.
- 10 - Mensapiens
NotasSobre Estilos Musicales (II)Diego Zanandrea
En este número continuamos con la serie
de artículos comenzada en la edición
anterior referida a la defi nición de diferentes
estilos musicales. En aquella primera nota,
defi nmos “Rock”. Hoy continuamos con su
evolución natural: El Rock Moderno.
MODERN ROCKEl Modern Rock o Rock Moderno es justa-
mente eso: Música moderna de rock. Más
especifi camente, este término se refi ere a
los géneros derivados de los estilos de rock
clásicos que fueron infl uenciados por la lle-
gada del punk. De aquí surge una serie de
ramas que pasamos a detallar:
Alternative Rock
“Rock alternativo” es una defi nición amplia y
vaga. Originalmente se referia a casi toda la
música post-punk alejada de lo masivo, desde
REM hasta Pixies, pero a principios de los ‘90,
con el éxito de bandas como Nirvana o Red
Hot Chili Peppers, la división entre alternativo
y comercial comenzó a desdibujarse: Bandas
completamente comerciales comenzaron a
adoptar elementos “alternativos”, mientras
que bandas alternativas comenzaron a ser
promocionadas para un público más masivo.
Hoy en dia grupos tan dispares como Sound-
garden y Smashmouth pueden ser clasifi cadas
como alternativas, por lo que recurrimos a
una nueva sub-clasifi cación:
Adult Alternative
Nace a mediados de los ‘90, cuando estilos
como el grunge y el alternativo tienen tanta
popularidad que logran sufi ciente acepta-
ción como para que su infl uencia comience a
notarse en bandas de sonido menos aventu-
rado. El suceso de Counting Crows, conside-
rados como la primera banda de Alternativo
Adulto, abrió el camino a otros grupos como
Hootie and the Blowfi sh y Gin Blossoms.
Brit Pop
Este género nace a fi nales de los ‘80s y
principios de los ‘90s con grupos como Stone
Roses, Charlatans UK y otros, pero alcanza
su apogeo recien a mediados de los ‘90
con el suceso de bandas como Blur, Oasis y
Pulp. Si bien en general el Brit pop tiene en
general una base de guitarras, el estilo varía
mucho de una banda a otra; actualmente el
Brit Pop por la actitud de “rock star” que
por un sonido particular. Ademas de los
mencionados, puede nombrarse éxitos más
recientes como Travis y Coldplay.
Grunge
El Grunge Rock comienza a fi nales de los
‘80 combinando el sonido de los primeros
Black Sabbath con una actitud típicamente
Punk, buenas letras y una estética sim-
plista. Soundgarden fue uno de los pioneros,
aunque la repercusión masiva llegó con Nir-
vana y el llamado “Sonido de Seattle”. Otras
bandas grunge incluyen a Stone Temple
Pilots y Bush, entre otros.
Alterlatin
Esta denominación incluye bandas alternati-
vas de todo tipo desde Mexico hasta Argen-
tina, que cantan mayormente en español y
tocan diferentes estilos de rock moderno, a
veces con algún toque típico de su lugar de
origen. Podemos contar, entre otros, a Molo-
tov, ANIMAL, Cafe Tacuba, etc.
Rock Experimental
Se utiliza para defi nir el sonido, las texturas
y la prodcción, pero sin salir de los límites de
lo tradicionalmente llamado “rock”. Si bien
muchas bandas conocidas han sido “experi-
mentales” en algún momento de su carrera
(Beatles con “Sgt. Pepper”, por ejemplo),
este termino se reserva a quienes lo hacen
de manera habitual y como base de su tra-
bajo. Aquí no se puede dejar de mencionar a
Frank Zappa y a Captain Beefheart.
Indie Rock
Esta defi nición no es estrictamente musical
(a pesar de que en general representa grupos
basados en guitarras), sino que en general
engloba a diferentes bandas alternativas que
aun permanecen en el circuito under y editan
sus discos a traves de sellos independientes.
Indie Pop
Parte de las bases del pop tradicional y lo
mezcla con la lírica y la actitud del Indie Rock,
dando un resultado mucho más acabado, inte-
ligente, sensible y experimental que el típico
pop masivo de radio. Podemos mencionar a
Belle and Sebastian y Stereolab como algunos
de sus exponentes más conocidos (claro que
estos es relativo al género, ya que en realidad
no son precisamente masivos...).
Chamber Pop
El “Pop de Cámara” aplica los principios de la
música de cámara al Indie Pop, dando un resul-
tado cuidadosamente orquestado y que incluye
instrumentos poco usados en la música alter-
nativa, como secciones de cuerdas y vientos,
fl autas, órganos, etc. En este género se pueden
encontrar infl uencias de cantautores de los
‘70 como Nick Drake o Scott Walker. Podemos
mencionar nuevamente a Belle and sebastian
e incluso incluir algunos de los últimos trabajos
de Nick Cave dentro de esta categoria.
Indie Folk
Muchos artistas independentes tocan folk,
pero su música es tan diferente de lo que
habitualmente se conoce como “folk” (artis-
tas como Joan Baez, por ejemplo) que se
utiliza este término para diferenciarlos. El
Indie Folk tiene a ser más complicado y
experimental (y muchas veces más crudo)
que el folk tradicional.
Indie Garage
A mediados de los ‘80 surgió este revival del
Garage Rock, principalmente canalizado a través
de sellos independientes. Actualmente se ve un
resurgimiento identifi cado como “Nü Garage”
MODERN ROCK
Alternative
Adult Alternative
Brit Pop
Grunge
Alterlatin
Experimental
Indie Rock
Indie Pop
Chamber Pop
Indie Folk
Indie Garage
Jangle Pop
Lo Fi
New Psychedelia
Noise Rock
Post-Rock
Space rock
New WaveGoth
Synth Pop
Post Punk
Power Pop A.O.R.
Nü Garage
Urban Rock
- 11 -Mensapiens
Notas
Jangle Pop
Es una especie de híbrido de folk-rock y pop
de los ‘60, realizado en un ambiente under
e independiente. La banda de Jangle Pop
por excelencia fue R.E.M., antes de sali del
ambiente independiente y fi rmar con Warner
Brothers.
Lo Fi
Lo Fi o Baja Fidelidad es un término que se
refi ere al Indie Rock grabado en equipos de
cuatro tracks u otros equipos amateur con
el fi n de obtener un sonido áspero y espon-
táneo, muy lejano a las superproducciones
actuales, en un intent de recrear la estética
de las viejas grabaciones de blues. El resul-
tado es a menudo ruidoso y algo caótico,
pero lleno de melodias simples y bonitas.
New Psychedelia
A fi nes de los ‘90 surgió un renovado interes
en el circuito Indie por las bandas de Rock
Psicodélico de los ‘60, sumado al uso de ins-
trumentos raros y equipo analógico. Uno de los
ejemplos más “conocidos” es Flaming Lips.
Noise Rock
Basado en sonidos de feedback y cacofonías,
sus orígenes pueden rastrearse hasta fi nes
de los ‘60, de mano de la Velvet Under-
ground y, más cerca en el tiempo, la No-
Wave de Pixies.
Post Rock
Es una forma experimental de Indie Rock,
que combina elementos de Noise, free jazz y
música electrónica.
Space Rock
Una especie de psicodelia post-punk, hip-
nótica y narcótica. Banda destacable: Spi-
ritualized.
New Wave
La New Wave es música Pop que combina la
energía del punk con cierta estética glam, todo
generalmente acompañado de sintetizadores.
Muchas bandas de fi nes de los ‘70 y principios
de los ‘80 se enmarcan en esta defi nición,
como The Police, Culture Club y Gary Numan.
Synth Pop
Es música Pop que fusiona las innovaciones en
sintetizadores de grupos como Kraftwerk con
las armonias pop comerciales de la New Wave.
Duran Duran, Depeche Mode, A-Ha y muchos
otros se incluyen en esta categorización.
Goth Rock
En sus inicios, la música Goth o Gótica nace
de bandas post-punk como Joy Division
que adoptan elementos de la New Wave
y toma su forma en bandas como Bauhaus
y Christian Death (y mas tarde The Cure).
Básicamente se trata de melodias densas y
muchas veces depresivas, con letras llenas
de imágenes de muerte, desesperación y
angustia, y una estética oscura, basada en
elementos clásicos de la literatura gótica
como Poe, Mary Shelley y Lord Byron,
además de la literatura clásica de vampi-
ros. Actualmente es casi una subcultura o
un estilo de vida que involucra una gran
cantidad de sub-géneros como Romantic,
Medieval, Industrial, Metal, Pop, Ambient,
Victorian, etc. y bandas tan dispares como
Dead Can Dance, Mephisto Waltz, Siouxsie
& The Banshees, Alien Sex Fiend, The Crea-
tures, Marilyn Manson, etc.
Post Punk
Las bandas Post Punk como Echo and Bunn-
ymen y los primeros U2 llevaron la experi-
mentación musical del punk a otro nivel al
abandonar la instrumentación tradicional
del rock y su estructura. Se dejó de lado
la raiz blusera del rock y se adoptaron los
sintetizadores y nuevos estilos de guitarra.
El principal ejemplo de banda post-punk
es Joy Division. Este estilo evolucionó
en diferentes líneas para desembocar en
la New Wave, el goth, el avant-funk de
Public Image Ltd. y, en última instancia,
el movimiento de rock alternativo de fi nes
de los ‘80.
Power Pop
El Power Pop toma las guitarras del Hard
Rock y las envuelve en armonias pop. Gran-
des bandas de los ‘70, como Cheap Trick, se
enmarcan en esta categoría.
A.O.R.
El “Adult Oriented Rock” o “Rock orientado
a adultos” toma, sobre fi nes de los ‘70 y
principios de los ‘80, elementos de rock cla-
sico y de hard rock y los “pasteuriza” para
hacerlos aptos a los oidos no sólo de los ado-
lescentes sino también de muchos padres.
Las letras hablan principalmente de amor y
no tienen rastros de rebeldía, mientras que
la música agrega elementos más melódicos
y accesibles de forma similar al Power Pop.
Ejemplos típicos de AOR son Chicago, Toto,
Survivor, Starship y otros.
Urban Rock
Es básicamente rock tradicional con una
temática centrada en las grandes ciudades y
su vida. Los primeros antecedentes se pueden
ubicar en los trabajos de Velvet Underground
a fi nes de los ‘60 y principios de los ‘70 y
en el posterior trabajo solista de Lou Reed,
llegando a su apogeo en los ‘80 de mano de
Bruce Springteen & the E Street Band.
Nü Garage
El actual resurgimiento del Garage Rock a
través de medios más masivo que el los ‘80
se dió en llamar “Nuevo Garage” o la vuelta
de las “THE Bands”, bandas cuyos nombres
empiezan con la palabra “The” (The Hives,
The White Stripes, The Corals, etc.).
R.E.M.“Murmur”
Joy Division“Substance”
Duran Duran“Rio”
Bauhaus“Volume One”
Pulp“We love life”
Molotov“¿Donde jugaran las niñas?”
The Hives“Veni, Vidi, Vicious”
Belle and Sebastian“Tigermilk”
The Flaming Lips“Yoshimi battles pink robbots”
Nirvana“Nevermind”
The Police“regatta de Blanc”
Toto“Past to present”
- 12 - Mensapiens
NotasLibertad de Pensar DiferenteGustavo Campotrondi
Habiendo seguido de cerca la
polémica entre “gimnastas”
y “haraganes” me subo a la
misma sin tomar partido pero si para
marcarles un par de puntos a nuestros
amigos columnistas.
Para empezar veo en los argumen-
tos Ariel un detalle que no puedo dejar
pasar, y es que busca justifi car ese com-
portamiento (la actividad física) como
si fuese algo malo o algo de que aver-
gonzarse cuando en realidad no es así,
ya que se trata de una actividad más
en nuestras vidas, como ir de compras,
estudiar o trabajar. Con ese error fun-
damental, que es base de su discurso,
se cae toda su argumentación, pero
seguiré un poco más con esta revisión.
Ahora con respecto a la respuesta
de Federico, me limitaré a hacer una
pequeña observación: no todos nece-
sitan ir al gimnasio para tener una vida
sana, ni tienen que ser físicamente
atractivos para tener una oportunidad
en la vida. O acaso nunca se pregun-
taron como nuestros abuelos llegan
“enteros” a la vejez cuando en su juven-
tud no existían ni la “propaganda pro-
gimnasia” (como Ariel la defi ne), ni las
comidas macrobióticas ni lo light; es la
vida de trabajo lo que te puede mante-
ner saludable. Ni hablar de la fragilidad
de nuestro concepto de belleza. Por
que si bien Federico lo plantea como un
triste hecho de la vida, debería saber
que es algo que sostiene (consiente o
inconscientemente) con su analogía
de la biblioteca y la encuadernación.
Ahora bien, no creo que Federico haya
tenido como intención fomentar la dis-
criminación por las apariencias, ni que
Ariel tenga como intención ser un pala-
dín de la justicia defensor de aquellos
que se creen feos (por que el origen de
toda diferencia es el sentirse diferente)
porque seguramente él es igual de pre-
juicioso que cualquiera de nosotros.
Lo importante es aprender de una
buena vez por todas que las personas
tienen libertad para hacer de su vida
lo que ellas mismas dispongan y que la
decisión que tomen no debe apartarlos
de tener una mente abierta para ver
el mundo de otra forma distinta a la
suya, y no cerrarse en defi nir “bueno” y
“malo” con su propia varilla. Porque si
Ariel critica el ejercicio físico es tal vez
porque a él no le sirve, y con ese juicio
en mente juzga al resto de la sociedad
que ejerce su derecho a ejercitarse o
no. Así mismo como Federico defi ende
su postura pensando que su defi nición
de vida sana lo ampara.
En fi n si vamos al gimnasio para
sentirnos mejor con nosotros mismos,
para ser más lindos, para hacer amigos,
por diversión o por masoquismo, no
es asunto de nadie más que uno, y
no es importante tener un motivo ni
una razón, porque es claro que en la
vida miles de cosas ocurren sin razón
escapándose tal vez a los principios de
Newton.
No me extenderé mas con mi “cri-
tica a la critica a la critica al ejercicio
físico”, pero si expresaré con agrado la
llegada de un lugar para desarrollar el
intercambio de opiniones e ideas, ya
que nos obligará a aprender a respetar
la palabra de terceros y a crecer un
poco como persona y como sociedad.
Y eso es algo que hace tiempo que los
argentinos necesitamos.
�
PD: por si alguno se lo pregunta, empece
a ir al gimnasio una par de días antes a la
conclusión de este texto.
PersonajesCarlos Allende
Fedor Mikailovitch Dostoievski, nace en Moscú el 30 de Octubre de 1821. Considerado uno de los padres de la
literatura rusa prerevolucionaria expone, entre muchísmas obras, las cinco que se constituirán en el paradigma de la novela moderna y del realismo fantastico.
La serie de estas cinco obras, compuestas durante los ultimos quince años de su vida y que hacen de él un maestro de la novelistica, se inicia en 1866 con Crimen y Castigo. Ubi-cado en la corriente de la gran literatura rusa, junto a Tolstoi y Turghenev, que alcanzan la mas alta cima del estilo nacional realista, Dostoievski se distingue fundamentalmente de ellos por su modo de acercarse a los hechos de la realidad y por sus predilecciones.
“Tengo una opinion particular sobre la realidad (en arte): Lo que la mayoria de la gente defi ne como excepcional y casi fantástico, a veces representa para mi la sustancia misma de lo real. El hecho que las cosas se repitan cotidianamente y se dejen registrar administrativamente no es realismo. En mi opinion, al contrario...”
Ya Gogol habia percibido el lado fantás-tico de la burocracia, pero para Dostoievski se trata mas que de lo fantástico, de lo espiritual: “Tengo de la realidad y del rea-lismo una opinión totalmente diversa de la de nuestros realistas y críticos. Mi idealismo es mas real que su realismo...”
Dostoievski coloca a sus personajes en situaciones extremas, frente a elecciones decisivas, desgarradoras, de vida o de muerte. Hace de ellos criminales por la intención o de hecho, porque dice: “toda acción concluye hoy en el delito”.
Efectivamente, en muchas de sus novelas encontramos delitos o, por lo menos, tentivas de delito. La acción es condensada en poco tiempo y espacio, concentrada en escenas llenas de dramaticidad. Esta fragmentación de los episodios en escenas que parecen com-puestas menos para ser leidas que represen-tadas y que hacen (aparentemente) tan fácil la adaptacion escénica de dichas novelas, han hecho que se defi nieran sus obras como
“novelas-tragedias”. Ahora bien, la esencia de la tragedia consiste en que se desarrolla en dos planos, el de los acontecimientos reales y un segundo plano más elevado y a la vez más profundo. Lo que más importa a los heroes de Dostoievski es comprender el mas alla, se trate del infi erno o del paraiso. Aún desplazándose en una dimensión cotidiana, participan de aquello que la excede.
Por último podríamos decir que estas cinco últimas obras son: Memorias del Sub-terraneo, Crimen y Castigo, El Idiota, Los Demonios y El Adoles-cente, sin desmerecer otras anteriores como El Jugador, por ejem-plo.
En las proximas entregas de la revista me referire a estas obras en particular.
- 13 -Mensapiens
NotasLos Videojuegos son Increiblemente EstúpidosRobert Abbott
¿Han visto video juegos ultimamente?
Los gráfi cos son grandiosos, la música
es impresionante, y son tan reales que casi
parece estar viendo una película. ¿Pero que
pasa? Bien, la mayor parte del tiempo uno
ve a su héroe por detrás. Se sigue al héroe
mientras atraviesa un pasillo, mira por la
esquina, atraviesa otro pasillo y le dispara
a algo. ¡Y eso es todo! Eso es todo, una y
otra vez. Por supuesto que está tan realís-
ticamente dibujado que uno casi siente que
está allí. ¿Y que?
En otro tipo de juegos, uno vuelve a
estar por detrás del héroe, que en este caso
monta un skate o viaja en auto y recorre un
circuito. Entonces vuelve a recorrer el cir-
cuito. Y luego otra vez. Hay otros personajes
que también recorren el circuito y tratan
de ganarle al héroe. ¡Wow! Muy excitante,
mientras uno no tenga más de cinco años...
Estos dos formatos resumen la mayor
parte de los juegos de video actuales. Hay
algunos juegos mas (en su mayoría disponi-
bles para computadora y no para consola)
que utilizan otros formatos diferentes. Algu-
nos de estos juegos realmente prometen,
pero no me voy a molestar por un par de
excepciones.
Lo que es realmente deprimente acerca
de los videojuegos es que solían ser real-
mente buenos. Espero que algún lector
recuerde los juegos de fi nes de los ‘70 y de
los ‘80, tales como Berserk, Q-Bert, Pac Man,
Donkey Kong, Tetris y el brillante Chip’s Cha-
llenge. La mayoría de estos juegos daban una
vista aérea o lateral del “campo de juego”.
Los gráfi cos eran mínimos. El personaje que
representaba al jugador era normalmente
apenas un muñequito o una pequeña carita.
La mayoría de estos juegos se basaban en la
velocidad de respuesta, pero el jugador de
hecho podía aplicar su razonamiento. Com-
parando con la actualidad, se podría decir
que los ‘70s y ‘80s fueron la época de oro de
los videojuegos.
¿Que ocurrió? ¿Cómo terminaron los
geniales guegos de aquella época de oro
degradados en los aburridos e increible-
mente estúpidos juegos de hoy en día?
Yo encuentro cuatro causas que paso a
detallar.
1. Los jugadores de hoy son increiblemente estúpidos
En los ‘70s y ‘80s, gente de todas las
edades jugaban videojuegos. Los jugado-
res de hoy son casi exclusivamente adoles-
centes varones y niños pequeños. No voy
a atacar a los niños porque ellos siempre
han sido los más serios acerca de todo tipo
de juegos. De modo que me concentraré
en los adolescente que están ·metidos”
en los juegos de rápida respuesta. Una
compañía de videojuegos no editará un
juego a menos que sea atractivo para esta
audiencia principal. Cada tanto algún eje-
cutivo de una compañis de juegos aparece
diciendo algo así como que “Queremos
crear juegos que atraigan también a las
chicas adolescentes”. Nunca se les ocurre
pensar que tal vez esas chicas no sean sufi -
cientemente estúpidas como para jugar
esos juegos.
2. Los críticos son increiblemente estúpidos
Existen muchas revistas dedicadas a
los videojuegos, pero dichas revistas son
tan tontas como los juegos acerca de los
que escriben. Casi todo lo que tienen estas
revistas son consejos sobre como ganar en
los juegos. Explican “Cheats” (“Trampas”)
para pasar al nivel siguiente sin tener que
realmente terminar el nivel actual. Y los
programadores incluyen estos “Cheats” en
sus juegos para que las revistas escriban
acerca de sus juegos.
Si usted se es tan desafortunado como
para tener por cable algún programa sobre
videojuegos, probablemente alguna vez ha
visto a los críticos. Generalmente son un
par de post-adolescentes sobreexcitados
que nos dicen que grandiosos son los juegos.
Sus comentarios habitualmente contienen la
siguiente frase o similar: “La acción es tan
suave, los gráfi cos tan atrapantes y la música
tan excitante que uno realmente siente que
está matando a los monstruos.”. También
suelen decir frecuentemente que la próxima
generación del sistema de juegos del que
estén hablando “será tan tecnológicamente
avanzado , tan realista, que los hará saltar
de sus sillas....”.
Estos críticos y, desafortunadamente, la
mayoría de los jugadores, parten de un con-
cepto errado acerca de la naturaleza de los
juegos. Creen que el propósito de un juego es
imitar algo ede la vida real. Entonces, piensan
que a mayor realismo, cuanto más cerca esté
de la realidad, mejor será el juego. Sensilla-
mente, se equivocan. No jugamos juegos para
sustituir la realidad. De hecho, nadie sabe en
realidad porque jugamos, pero seguro que el
realismo no tiene nada que ver.
Otras formas de arte también han sido
atacadas por esta idea de que el arte debe
imitar la realidad. Los ignorantes siempre
han sostenido que una pintura debe pare-
cerse a algo, y que cuanto mas realista
es esa pintura, mejor es. Estas personas
consideran al arte moderno como una abe-
rración. Afortunadamente existen buenos
críticos, y de hecho toda una escuela aca-
démica al respecto, que han demostrado
que una pintura puede ser mucho mas que
una representación de algo. Por supuesto,
los ignorantes seguirán pensando que una
pintura debe verse igual a algo, aunque
incluso la fotografía, el más realista de los
artes, ha estado intentando mastrar algo
más que imágenes realistas.
- 14 - Mensapiens
Notas
Permitanme hablar de un juego particu-
larmente estúpido que ilustra perfectamente
como la noción de que se debe imitar la rea-
lidad termina arruinando todo. Este juego al
que me refi ero se llama “Battle Chess”. Ya el
ajedrez en si mismo está envuelto en cierta
confusión. El ajedrez en sí es un juego com-
pletamente abstracto al que se le ha apli-
cado un “tema”; esto es que sus piezas han
sido llamadas como personajes de una corte
medieval. Sin embargo hay gente que piensa
que el ajedrez fue diseñado para enseñar el
arte de la guerra y que es una especie de
simulación cruda de la realidad. Esta idea es
completamente errónea, como cualquiera
que sepa algo acerca de juegos puede con-
fi rmar. Sin embargo, esta idea del “arte de la
guerra” se ha repetido una y otra vez.
Ahora bien, como piensan que el
ajedrez es un juego de simulación, natu-
ralmente piensan también que agregando
realismo al juego lo van a mejorar. Enton-
ces aparecieron con “Battle Chess”. En
este juego, si por ejemplo envias a tu
caballo a capturar a determinado peón,
tu caballero montado tomará vida y ata-
cará al peón, representado como un cam-
pesino, y le cortará la cabeza. “¡Wow!
¡Eso sí que hace al ajedrez mucho más
realista!” dijeron los críticos. De hecho
dijeron que este juego cumplía una gran
función: Acercar a los adolescentes al aje-
drez (supongo yo que apelando a su innata
sed de sangre...).
3: Los diseñadores son increiblemente estupidos
No sólo eso, sino que ni siquiera son
diseñadores de juegos. Son simplemente
programadores de computadoras y artistas
gráfi cos. Las compañías de videojuegos ni
siquiera comprenden el concepto de un
diseñador de juegos. Para ellas, un juego o
un puzzle no tienen consecuencias.
Estos “diseñadores” no tienen creati-
vidad. Todo lo que saben hacer es tomar
un viejo juego o puzzle (en lo posible de
dominio público o si no directamente roban
uno nuevo), le agregan mejores gráfi cos,
música y efectos de sonido y ya tienen
listo su videojuego. Y se quedan pensando
que realizaron un trabajo brillante porque
“le agregaron realismo al juego”. Ellos son,
obviamente, fervientes creyentes de la idea
de que el realismo es el único criterio para
juzgar un juego.
4. La tecnología ha mejorado mucho desde 1990
Hasta ahora he repetido varias veces
mi punto que es (para repetirlo una
vez mas): “Agregar realismo no siempre
implica mejorar un juego”. Pero es un
concepto tramposo: A veces, el agregar
realismo hace a un juego PEOR. Esto no
debería sorprender, ya que es algo que
también ocurre en otras formas de arte.
Por ejemplo, en los años ‘20 exstian come-
dias mudas que mantenian a la audiencia
riendose tan fuerte que sacudian sus
asientos y pateaban el piso. Luego, en los
‘30s, llegaron las comedias sonoras y luego
se fueron perfeccionando hasta que ya no
hubo comedias mudas. Desafortunada-
mente, las comedias sonoras nunca fueron
tan divertidas como las mudas. Pero una
vez que la gente vió el realismo de las pelí-
culas sonoras, ya nadie quiso ver películas
mudas (con excepción de “Silent movie”,
de Mel Brooks). Sin embargo, en contraste,
existian dramas mudos que en general
eran bastante malos, que comenzaron a
mejorar con la llegada del cine sonoro y
que siguen mejorando hasta hoy en dia.
Lo que ocurrió con la era de oro de las
comedias ocurrió también con la de los
videojuegos. Fue acabada por los avan-
ces de la tecnología. Las computadoras
evolucionaron tan rápido que los progra-
madores vieron que podian ir más allá de
un muñequito o pequeñas caritas. Ahora
podian dibujar a sus héroes y monstruos
como personajes completamente tridi-
mensionales.
La mejor forma de ver a estos monstruos
tridimensionales es con una vista frontal,
mientras que la mejor forma de ver a nues-
tro héroe es desde atrás. No se los puede
ver de costado o desde arriva, como en los
viejos juegos.
De modo que la vista aérea desapare-
ció con la llegada de los gráfi cos 3D. Esto
podría sonar como una gran mejora, sobre
todo en aquellos juegos que involucran
mapas o laberintos. Si alguna vez se estuvo
en un laberinto real, se sabe que es mas
interesante que mirar una vista superior
del mismo. De modo que estos juegos debe-
rían ser superiores a los antiguos pero,por
supuesto, no lo son.
Pienso que una de las principales razo-
nes de lo malo de los nuevos videojuegos es
el paso de la vista aérea a la vista 3D. La
vista aérea simplemente da mas informa-
ción: Se puede ver donde están todos los
monstruos, el camino que hay que recorrer,
donde estan las barreras, etc. Y uno puede
hacer un plan.
En los juegos de vista 3D uno ve sólo lo
que tiene adelante. Y lo único que hay que
hacer es disparar a lo que se ve.
¿Y que pasa con el laberinto? Bien, en
un laberinto real si uno va por un corredor
y da vuelta en una esquina, uno realmente
sabe que acaba de girar y que ahora tiene
una orientación difeente. Y gracias a
esto puede ir armando un mapa mental.
En cambio, si uno tiene un laberinto en
3D en la pantalla y gira en una esquina,
uno no siente realmente que a cambiado
de orientación. Falta cierta información
- 15 -Mensapiens
NotasDe transgénicos y políticaAriel Griglio
En los últimos tiempos el discurso
ecologista se enfocó en el tema de
los productos transgénicos, moti-
vados quizás por lo marketinero del mensaje,
lo que les redunda en publicidad y apoyo
económico y alentados disimuladamente por
los gobiernos europeos que ven en los tran-
génicos una posibilidad de imponer barreras
para-arancelarias más creíbles y disminuir
así los subsidios que deben realizar a sus
propias producciones agropecuarias.
Estos movimientos hacen hincapié en
dos aspectos del tema. Primero, que no está
demostrada la inocuidad de estos productos y en
segundo lugar, a manera de reaseguro, exigen la
rotulación de todos los productos que contengan
transgénicos. El primer punto es fácilmente
rebatible, aunque el segundo requiere de funda-
mentaciones un tanto incómodas.
Respecto a la inocuidad de los transgé-
nicos, esta es indemostrable, ya que como
conocen los abogados penalistas, los hechos
negativos, los que no ocurren, no pueden ser
demostrados. Veamos en ejemplo sencillo,
demostrar la inocuidad de un vaso de agua. El
encargado de esa demostración podrá realizar
todos los ensayos conocidos, con la tecnología
más avanzada y al no encontrar otra sustancia
presente se vería tentado a afi rmar que el
vaso de agua no puede generar ningún daño
a la salud. Sin embargo debería contemplar la
posibilidad de que existan en el vaso sustan-
cias químicas aún desconocidas (y por lo tanto
no analizadas) o incluso que pudiera haber sus-
tancias en concentraciones tan pequeñas que
fueran indetectables pero que igual fueran
peligrosas. Contemplando esto, solo podría
afi rmar estrictamente que no tiene motivos
para afi rmar que el vaso de agua sea peligroso.
Lo mismo ocurre con los transgénicos. Se
evalúa exhaustivamente aquellas cuestiones
donde hay riesgo de salud (básicamente aler-
gias, debido a la liberación de nuevas proteí-
nas) o de impacto negativo sobre el ambiente.
Solo son liberados cuando se establece que no
hay motivo para asegurar que sean riesgosos
aun cuando nadie pueda asegurar su inocuidad,
ya que no podrá afi rmarlo nunca. Lo mismo
ocurre con los teléfonos celulares, los hornos
microondas, los conservantes químicos, etc.
Son los ecologístas denunciantes, entonces,
los encargados de demostrar cual es el daño
que pueden causar los transgénicos, lo que
todavía no han hecho. En una próxima nota se
intentará una explicación técnica acerca de
en que consisten estas sustancias y por que,
en primera instancia no implican riesgos.
El segundo punto, sobre el que más
presionan estos movimientos, conociendo la
debilidad del primero, es la exigencia de la
rotulación. Este punto solo puede ser reba-
tido desde una posición paternalista que sos-
tiene que la gente no está preparada como
para no caer en una psicosis de rechazo
irracional a los transgénicos. Nuevamente
un ejemplo puede simplifi car el punto. Ima-
gínese el lector consumidor que se acerca a
una góndola de supermercado y lee, en la eti-
queta de un alimento la siguiente adverten-
cia: “Este producto, durante su elaboración,
estuvo en contacto a altas temperaturas
con solvente químico derivado del petróleo,
con soda caústica, con ácido fosfórico y con
tierras de blanqueo. Todos estos productos
fueros eliminados antes del envasado de
este producto”. Difícilmente se decida a
comprar el producto, aunque en realidad
esa leyenda se aplica perfectamente a todos
los aceites vegetales (excepto el de oliva).
Ergo, la exigencia de esa leyenda, que es
correcta, solo benefi ciaría a los productores
del producto más caro (aceite de oliva) y a
los productores inescrupulosos que no cum-
plirían con la legislación. Lo mismo ocurriría
con los transgénicos. Sólo benefi ciaría, y sin
razón valedera, a los que producirían un pro-
ducto más caro (los transgénicos abaratan la
producción) o a las pequeñas empresas
inescrupulosas que no temerían arriesgar
su escaso capital en manejos ilegales, sobre
todo en países subdesarrollados, donde los
controles son excesivamente laxos.
La ciencia no es infalible, pero es lo más
confi able que tenemos. Sino, quedaremos a la
merced de manipulaciones políticas sustentadas
en intereses tan diversos como ajenos al tema.
Un tema de tamaña importancia desde el
punto de vista económico, que puede infl uir
decididamente en las producción de alimento
de las próximas décadas no debería quedar
sujeto a poder de lobby de las multinacionales
productores de estas semillas o de los ecolo-
gistas y países subsidiadores de su agricultura.
La posición más racional radica en analizar el
punto con objetividad y dejar que sea la cien-
cia la que determine la última palabra.
cognitiva. En lugar de sentir que uno ha
cambiado de dirección, simplemente se
ve girar el laberinto alrededor de uno.
Esto hace imposible crear un mapa mental
del laberinto.
Entonces, si esta vista en 3D es tan
mala, ¿Porqué los diseñadores no vuelven
a la vista aérea? Bueno, es por la misma
razón que nadie hace una comedia muda
hoy en día. Una vez que la gente se acos-
tumbró a la vista 3D, siente que falta algo
si se le presenta un juego de vista aérea.
Si hoy en día se publicara un juego de este
tipo, los críticos pensarían “Es evidente
la falta de realismo, así que no puede ser
bueno”.
Acerca del autor:
Robert Abbott es miembro de Mensa U.S.A. y es diseñador
de juegos de cartas y de tablero. Algunos de sus juegos
son “Eleusis”, “Babel”, “Metamorphosis”. “Epaminon-
das” y “Ultima” entre otros. También diseña juegos de
laberintos lógicos y tiene un sitio web acerca del tema:
www.logicmazes.com. En esta misma página pueden
encontrar la nota original que se reproduce en esta revista
y una sección para dejar comentarios al respecto. También
publicó numerosos artículos sobre laberintos lógicos en las
publicaciones de Mensa U.S.A. y gentilmente nos cedió
este ensayo para su publicación en Mensapiens.
- 16 - Mensapiens
NotasBien de FamiliaVeronica Rocchi
Puede resultar difícil despertar el
interés por las fi guras técnicas
de una especialidad en quienes
no han elegido esa especialidad como
medio de vida, pero así como la medi-
cina, sin entrar en tecnicismos, procura
alertar sobre la prevención de ciertas
enfermedades, creo que vale la pena
intentar acercar a la generalidad un ins-
tituto legal que, sin llegar al extremo de
salvar vidas, pude evitar uno de los pro-
blemas más serios a los que un padre
o madre de familia se pueda enfrentar:
perder el techo.
Concepto y utilidad del bien de familia o la
“Teoría de la Campana de Sandwiches”.
El bien de familia es una herra-
mienta de derecho que permite evitar
que los acreedores de una persona,
embargen y rematen su vivienda o
comercio. Se evita así la desprotección
en que pudiera quedar la familia de ese
deudor que, si bien obviamente seguirá
endeudado y podrá tener que respon-
der con otros bienes, al menos dejará a
salvo el techo familiar.
Pero ojo, no es una solución mágica
para evitar el embargo y remate de los
acreedores que me están rondando, la
constititución de bien de familia sólo
protege a futuro; o para ser más gráfi cos:
Imagínese un plato con sandwiches al que
ponemos una campana de esas que usan
en los bares para evitar a las moscas. Si
había moscas sobre los sandwiches, la
campana no va a impedir que sigan ata-
cando la comida. La campana solo va a
servir para protección de las moscas que
no se habían acercado aún al plato. Del
mismo modo, el bien de familia solo va
a proteger al inmueble de los acreedores
que aparezcan después de la constititu-
ción. Si abro una cuenta bancaria, afecto
mi propiedad a bien de familia y luego
hago un desastre con la tarjeta de cré-
dito ligada a esa cuenta, la afectación no
me protege aunque el endeudamiento
sea posterior, porque tiene origen en esa
cuenta que antecede a la constititución
de bien de familia. Ahora, si hago la
afectación, y contraigo una deuda que
no me es posible cancelar luego, el bien
de familia protege al inmueble como un
escudo en que las pretensiones de mis
acreedores rebotan (sin perjuicio de que
puedan cobrarse sobre otros bienes).
El planteamiento que muchos hacen
es: cuál es la necesidad de constituir el
inmueble en bien de familia para una
persona que normalmente no desarrolla
una actividad comercial y que paga sus
deudas como Dios manda. La respuesta
es obvia: los imponderables. No sería la
primera vez que, por ejemplo, alguien
con el auto mata accidentalmente a
un peatón en la calle y la compañía de
seguros se declara en quiebra dejando
al asegurado desprotegido y en la obliga-
ción de pagar decenas de miles de pesos
de la nada, por citar un caso común.
Si consideramos que el bien de familia
puede constituirse mediante un trámite
sencillísimo que a nivel nacional es ABSO-
LUTAMENTE GRATIS, entonces no hay excusa
posible para no hacer la afectación, de la
misma forma que no dejaríamos de vacu-
nar a un chico solo porque consideramos
poco probable que se enferme.
Bienes que puedo afectar a este régimen.
Puede constituirse sobre un único
bien, pero este puede ser mi vivienda o
el comercio que sustenta a mi familia.
¿Quién puede hacer la afectación?
Inexistencia de efectos colaterales.
La afectación puede hacerla sólo el
o los propietarios del inmueble simpre y
cuando, de ser varios, éstos tengan un
vínculo que los una.
Para hacer la constitución es nece-
sario tener benefi ciarios que podamos
declarar como nuestra familia. Puede
ser el cónyuge, un hijo, padres, abuelos
aunque no vivan con nosotros, o si el pro-
pietario no tuviera vínculos tan cercanos,
podrán ser colaterales hasta el tercer
grado: hermanos, tíos, sobrinos (primos
abstenerse), aunque en este caso debere-
mos declarar que viven con nosotros.
Que alguien sea nuestro benefi ciario
no le da derechos sobre nuestra propie-
dad, simplemente se trata de demostrar
que tenemos familia, que es a quien la
ley trata de proteger. Uno sigue siendo
el dueño y puede vender, regalar, hipo-
tecar sin darle explicaciones a nadie,
levantando el bien de familia antes o en
la misma escritura de venta. Unicamente
se requerirá el consentimiento conyugal
para desafectar cuando el propietario
fuera casado, aunque no se exige este
consentimiento para hacer la afectación.
¿Cómo es el trámite?
En todos los casos el propietario
tiene que presentar su título de propie-
dad (original), su D.N.I. y la documenta-
ción que en su caso acredite el vínculo
con la persona que declare benefi cia-
rio: si se trata del cónyuge presentará
la partida de matrimonio, si se trata de
hijos o padres, la partida de nacimiento.
Pero en cuanto al procedimiento exis-
ten tres opciones:
a)Mediante testamento. Esto solo surte efectos para después de nues-tra muerte, así que si son de los que piensan “después de mí la innunda-ción”, olvídense.
b)Por escritura pública. Este es el sistema más cómodo y rápido porque solo tienen que llevarle las cosas a un escribano y hacer cita para ir a fi rmar, pero tiene la desventaja de que van a tener que pagarle al profe-sional interviniente (que es notario pero no otario). Sin embargo con-viene tenerlo muy en cuenta cuando estamos comprando la vivienda, porque en la misma escritura de compra, se puede dejar afectado el inmueble y ahí sí, normalmente los escribanos no cobran nada o chau-chas por el trámite.
c)Por acta ante el Registro de la Pro-piedad Inmueble que corresponda al lugar en que se encuentre el inmue-ble. Este es el procedimiento que, como dije, es por completo gratuito y, aunque es menos cómodo que ir a una escribanía, el trámite es real-mente sencillo y no les damanda más que un par de horas. Pongo como ejemplo la constitución del bien de familia para inmuebles de la Capital Federal: Tiene que ir el propietario con la documentación pertinente en original y fotocopia a la sede del Registro en Av. Belgrano 1130 por la mañana. Verifi cada la documenta-ción les devuelven los originales y les dan un turno para ir a fi rmar. Van el día estipulado (que suele ser un par de meses después) y los atieden en no más de quince minutos, transcu-rridos los cuales ya salen con su bien de familia hecho.
- 17 -Mensapiens
NotasLorem IpsumRodrigo Pablo Escudero
Al crear un documento nuevo, al
comenzar una página web, al pre-
visualizar plantillas, una y otra
vez un párrafo en latín que comienza
con estas dos palabras nos llena de
intriga, más de uno se habrá pregun-
tado qué signifi ca y alguno con más
tiempo se habrá puesto a traducirlo,
y en fl or de lío se metió, el asunto es
que el famoso pasaje comenzado con
Lorem Ipsum se encuentra en muchas
de nuestras aplicaciones. Pero... ¿Qué
es Lorem Ipsum?
El párrafo es simplemente texto
de muestra utilizado en la industria
de la imprenta y la linotipia, y ha sido
empleado como texto estándar en esta
industria desde casi sus comienzos allá
por el siglo XVI, cuando un imprentero
anónimo tomo una serie de tipos, y los
mezcló para hacer un libro de muestra.
Esta serie de tipos no solo sobrevivió
durante varios siglos como modelo, sino
que también ha llegado a nuestros días en
su versión electrónica, permaneciendo
casi inalterada. Su popularidad hizo auge
en los años 60’s con el lanzamiento de
las famosas “Letraset” que contenían un
párrafo del “Lorem Ipsum” como modelo
en la muestra de tipografías y luego
siendo empleada por varios editores de
todo tipo (texto, páginas web, etc.) que
contenían versiones del párrafo.
Al contrario de lo que se cree, el
“lorem Ipsum” no es un simple texto
azaroso, tiene sus bases en la litera-
tura clásica (en latín) del año 45AC.
Richard McClintock, un profesor de
latín del instituto Hampden-Sydney
en Virginia (EE.UU.), observó una
palabra muy característica, con-
sectetur, en el párrafo del lorem y
siendo esta una palabra poco usada
comenzó la búsqueda de su origen
hasta dar con la indudable fuente.
El pasaje del lorem Ipsum había sido
extraído de las secciones 1.10.32 y
1.10.33 del clásico de la literatura
antigua “Los extremos del bien y
del mal” ( de Finibus bonorum et
malorum) de Cicero, escrita en el
año 45AC. Este libro es un tratado
teórico sobre la ética que fue muy
popular durante la época renacen-
tista. La primera línea del lorem
Ipsum puede leerse en la sección
1.10.32 que se reproduce más abajo.
Pero ¿Por qué se sigue usando?, bueno
es un hecho establecido que el lector
tiende a distraerse con el contenido de la
plantilla que está observando, y el lorem
Ipsum tiene una distribución de letras
más o menos normal y preferible a un
parrafo completo de “texto texto texto...”,
haciendo parecer a la muestra más real.
Un detalle interesante sobre este
pasaje, es que al ser utilizado por
tantos editores como texto de muestra,
y en especial editores web, si hacemos
una búsqueda en el en cualquier motor,
el Yahoo! por ejemplo, nos devolverá
una cantidad increíble de páginas y
documentos de los cuales sus autores
olvidaron remover el lorem.
Hoy existen variaciones al párrafo
original de la muestra, muchas con
toques de humor, y en Internet hay
sitios donde se puede obtener un buen
párrafo cargado de palabras en latín y
sin el más mínimo sentido.
Párrafo estándar utilizado desde el 1500 “Lorem ipsum dolor sit amet, con-sectetur adipisicing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exerci-tation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat. Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur. Excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui offi cia deserunt
mollit anim id est laborum.”
Sección 1.10.32 “de Finibus Bonorum et Malorum”“Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusan-tium doloremque laudantium, totam rem aperiam, eaque ipsa quae ab illo inventore veritatis et quasi architecto beatae vitae dicta sunt explicabo. Nemo enim ipsam voluptatem quia voluptas sit aspernatur aut odit aut fugit, sed quia consequuntur magni dolores eos qui ratione voluptatem sequi nesciunt. Neque porro quis-quam est, qui dolorem ipsum quia dolor sit amet, consectetur, adipisci velit, sed quia non numquam eius modi tempora incidunt ut labore et dolore magnam aliquam quaerat voluptatem. Ut enim ad minima veniam, quis nostrum exercitationem ullam corporis suscipit laboriosam, nisi ut aliquid ex ea commodi con-sequatur? Quis autem vel eum iure reprehenderit qui in ea voluptate velit esse quam nihil molestiae con-sequatur, vel illum qui dolorem eum fugiat quo voluptas nulla pariatur?”
Movimientos SimultáneosDiego Zanandrea
Hace unos meses hubo un concurso
internacional donde el objetivo era
inventar un juego para dos o más
participantes con una condición: Las juga-
das de todos los participantes debían ser
simultáneas. La segunda condición era que
los elementos a utilizar sólo podian incluir
papel y lápiz o fi chitas simples (que podían
ser piedritas, monedas, papelitos, etc.).
Se me ocurrió una pequeña idea de
juego, pero quedó archivada por un tiempo
y lamentablemente se me pasó la fecha de
cierre del concurso, así que la presentó aquí.
Cualquier comentario o sugerencia, por
favor enviar a [email protected].
El Juego
Se trata de un juego para dos o más
participantes y requiere una cantidad n de
fi chitas (como ya dije, papelitos, porotos,
piedritas, lo que sea). Son necesarias alre-
dedor de 20 fi chitas por participante.
Las fi chas se reparten en cantidades
iguales entre todos los participantes.
En cada ronda, todos los participantes
seleccionan una cantidad x de sus fi chas (sin
que los demás las vean). Una vez que todos
seleccionaron sus fi chas, todos los partici-
pantes las muestran al mismo tiempo. El
participante que apuesta el mayor número
de fi chas, se las lleva todas.
Claro que existen restricciones:
- Si la apuesta mayor es superior al doble de la apuesta menor, la apuesta no se considera y gana la siguiente.
- Si todas las apuestas son superiores al doble de la menor, la ronda se anula. Las apuestas quedan en el pozo y se las llevará quien gane la siguiente ronda.
Cuando un jugador se queda sin fi chas, se termina el juego. El jugador con mayor cantidad de fi chas es el ganador.
- 18 - Mensapiens
Reviews
Breve Historia de los ArgentinosFélix Luna
Breve es defi nitivamente la palabra clave. En apenas 273
páginas, Luna recorre la historia de la Argentina desde
la segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay
hasta la Revolución Libertadora.
El libro no se concentra directamente en los hechos, que
en muchos casos da por sabidos (la revolución de mayo, las
invasiones inglesas, etc.), sino que se concentra especial-
mente en las causas y los efectos de tales hechos.
El libro está escrito con un estilo ameno, casi de conversa-
ción, que no cansa. Lo único criticable es que en algunas
partes se hecha de menos un detalle más profundo en cier-
tos hechos, sobre todo en el caso de lectores no argentinos,
teniendo en cuenta que el libro se editó en otros países.
Al vuelo: “Cuando digo que ‘selec-
ciono’, es porque estoy usando
ese fascinante poder que tiene el
historiador al afi rmar ‘La historia
es como yo la cuento’. Es decir que
hago uso de esa facultad que tiene
el que hace historia de establecer
que ciertos hechos son relevantes y
otros no.”D.Z.
Gimnasia CerebralMarilym Vos Savant
La mujer con mayor coefi ciente intelectual del mundo
despliega todo su conocimiento en el entrenamiento
de la mente humana. El libro consta de decenas de
consejos desarrollados a traves de un plan de tiempo
que tiene como objetivo fortalecer y ayudar al cerebro
a superarse dia tras dia. De alguna manera se busca
aumentar la inteligencia, apelando a la capacidad no
utilizada del cerebro, que requiere un entrenamiento
como si fuera un músculo más del cuerpo, y el mas
importante para muchas cosas. Un metodo efectivo y
ameno, para todo público.
Al vuelo: “La mente es una cosa
misteriosa que contiene no sólo la
inteligencia y la memoria, sino tam-
bién la percepción y las emociones.
Pero es la inteligencia la que nos dá
la capacidad de razonar, de hacer
preguntas, de sumar dos mas dos, de
separar genes, de transmitir a través
de satélites y de enviar al Voyager
más allá de Saturno.”
F.P.
Operación MasacreRodolfo Walsh
Normalmente se suele mencionar “A sangre fría” (1965),
de Truman Capote, como la primera novela de no-fi cción
de la historia. Sin embargo, muchos consideran “Operación
Masacre” (1957) como un antecedente directo.
Esta mezcla de novela e investigación periodística relata
los hechos de la masacre de Jose Leon Suarez, donde se
intentó fusilar a un grupo de hombres sospechosos de
formar parte del golpe del 9 de junio de 1956. Cuenta
como Walsh se entera del tema y de la posible existencia
de un sobreviviente, que luego resultan ser siete, los testi-
monios de ellos y la documentación correspondiente.
El libro incluye, a modo de apéndices, diferentes prólogos
y epílogos de diferentes ediciones, así como la “Carta
abierta a la Junta Militar”.
Al vuelo: “La primera noticia sobre los
fusilamientos clandestinos de junio de
1956 me llegó de forma casual, a fi nes
de ese año, en un café de La Plata donde
se jugaba ajedrez, se hablaba más de
Keres o Nimzovitch que de Aramburo y
Rojas, y la única maniobra militar que
gozaba de algún renombre era el ataque
a la bayoneta de Schlechter en la apertura
siciliana.”D.Z.
Diario de la Guerra del CerdoAdolfo Bioy Casares
Durante una semana se lleva a cabo en Buenos Aires una
especie de guerra secreta (un secreto a voces) muy
particular. Una guerra contra los viejos.
A traves de la historia de Isidro Vidal, un hombre maduro,
que defi nitivamente no es joven pero que aún no llega
a ser considerado “viejo”, y su grupo de amigos, vamos
siguiendo los sucesos de esa trágica y extraña semana
cuyos motivos podemos intuir, pero que jamás llegamos a
comprender del todo.
Bioy, que cuenta que concibió esta novela en un momento
de su vida en que se sintió envejecer, presenta un grupo de
personajes brillantes, grandes situaciones y diálogos y, por
sobre todo, una historia atrapante.
Al vuelo: “De la penumbra surgían a la
claridad blancuzca, saltarines y ululantes
muchachones armados de palos y hierros,
que descargaban un castigo frenético
sobre un bulto yacente en medio de los
tachos y montones de basura. Vidal entre-
vió caras furiosas, notablemente jóvenes,
como enajenadas por el alcohol de la arro-
gancia. Arévalo dijo por lo bajo ‘El bulto
ése es el diariero, don Manuel’.”D.Z.
- 19 -Mensapiens
ReviewsBuffet FreudRudy
Saliendo del Jumbo, en las gondolitas para compulsivos
(esas en las cajas) encontré este libro de Rudy al increí-
ble precio de 6 $ y ya le dí un buen saque.
El libro es un poco viejo y estos libros son de los que
pasan de moda bastante rápido, pero es muy bueno. Es
todo humor alrededor del psicoanálisis, parecido al humor
de Fontanarrosa, aunque menos desopilante.
Rudy maneja información y el lenguaje y expresiones
tan particular del psicoanálisis.
Es un libro recomendable, como dije, a los afectos al
humor de Fontanarrosa y especialmente a los que para
bien o para mal, están interesados en el psicoanálisis.
Rudy fue psicoanalista y junto a Daniel Paz hacen el
chiste de la tapa de Página 12.A.G.
RetroVarios
Desde el mes de marzo la señal de cable Uniseries profundizó los
cambios de programación que venian asomando desde hacia un
tiempo y cambió de nombre: ahora es “Retro”.
A la pila de series clásicas que se proyectan (Bonanza, Los Intocables,
Combate, Jim West, Misión Imposible, etc.), se suman varios ciclos de
películas donde pueden verse grandes clásicos de todos los tiempos.
Cinemateca: Clásicos del cine de todos los géneros. Se pudo ver Los
siete magnífi cos, Doce hombres en pugna y La noche del cazador, entre
otras. Este mes podrán verse Toro salvaje y Heredaras el viento.
Vade Retro: Cine bizarro y de terror. Desde producciones de la
Universal (Bride of Frankenstein) hasta Hammer (Blood of Dra-
cula), desde Roger Corman (El entierro prematuro) hasta George
Romero (Night of the Living Dead). Este mes es imperdible “El
Abominable Dr. Phibes”, con Vincent Price.
Matine: La reencarnación de Sabados de Superacción, con tres pelícu-
las por semana que incluyen westerns, peplums, guerra, acción, etc.
Shhh: Un ciclo de cine mudo, con clásicos como Nosferatu, Metro-
polis y El Gabinete del Dr. Caligari.
Especiales: Todos los meses un mismo tema ocupa las noches de los lunes.
El mes pasado fueron fi lms futuristas (Rollerball, Pánico en el año cero) y
este mes es Blaxploitation (películas de negros de los años ‘70).
D.Z.
We’re Only in it for the MoneyFrank Zappa & The Mothers of Invention
El tercer álbum de Frank Zappa llegó en pleno “Verano del
amor”, y lo hizo con un disco conceptual que fue la más dura
cachetada que recibiría la cultura hippie ya desde la tapa, una
monumental parodia de la de “Sgt. Pepper’s...”, de los Beatles.
Canciones como “Who needs the peace corps?” o “Are you hang
up?” golpean directamente contra los hippies y su cultura de paz,
amor libre, música y drogas (“Flower Punk” culmina con la explo-
sión de la cabeza del protagonista a causa de una dosis de STP).
Pero los hippies no son las únicas víctimas de la ácida crítica de
Zappa. “Concentration Moon” y “Mom & Dad” cargan contra el
gobierno y temas como “What’s the ugliest part of your body?” toma
la crítica contra los padres, como la ya mencionada “Mom & Dad”.
Lo que originalmente era el lado B del disco era más personal, sin perder
la línea crítica. “Let’s make the water turn black” cuenta la historia de
dos personajes muy peculiares,
mientras que “Nasal retentive
calliope music” y “Chrome
plated megaphone of destiny”,
con su caos sonoro y experimen-
tos electrónicos son un adelanto
de su álbum “Lumpy Gravy”.
Dentro del top 5 de los mejores
discos de Zappa.D.Z.
We’re a Happy Family - A Tribute to Ramones Varios
El mundo de los discos-homenaje está compuesto casi exclusiva-
mente de productos mediocres, en los que participan solamente
uno o dos artistas medianamente conocidos. Defi nitivamente, este
tributo a la mayor banda punk del mundo no es el caso.
Producido por Rob Zombie y Johnny Ramone, este álbum reune
diecisiete artistas de primer nivel interpretando magnífi cas ver-
siones de clásicos de los Ramones. Y no sólo de grupos “obvios”
como Green Day, Offspring o Rancid, sino también bandas y
solistas tan dispares como Pretenders, Kiss, Eddie Vedder, Gar-
bage, Peter Yorn o Metallica.
Las perlas del disco son “Havana Affaire”, interpretado en su
mejor estilo por Red Hot Chili Peppers, “Beat on the brat”, a la
cual U2 le baja un par de velocidades y la sobrecogedora version
de “The KKK took my baby away” por Marilyn Manson.
Finalmente, Tom Waits
les devuelve la genti-
leza a los Ramones por
su cover de “I don’t
wanna grow up” con
una espléndida versión
de “The return of Jackie
and Judy”, lo mejor del
disco.
Un merecido homenaje.D.Z.
- 20 - Mensapiens
EscritosEl Fantasma de Canterville Oscar Wilde
Capítulo IV
Al día siguiente el fantasma se sintió
muy débil, muy cansado.
Las terribles emociones de las cuatro
últimas semanas empezaban a producir su
efecto.
Tenía el sistema nervioso completa-
mente alterado, y temblaba al más ligero
ruido.
No salió de su habitación en cinco días,
y concluyó por hacer una concesión en lo
relativo a la mancha de sangre del “parquet”
de la biblioteca. Puesto que la familia Otis
no quería verla, era indudablemente que no
la merecía. Aquella gente estaba colocada
a ojos vistas en un plano inferior de vida
material y era incapaz de apreciar el valor
simbólico de los fenómenos sensibles.
La cuestión de las apariciones de fan-
tasmas y el desenvolvimiento de los cuer-
pos astrales era realmente para ellos cosa
desconocida e indiscutiblemente fuera de
su alcance.
Pero, por lo menos, constituía para él un
deber ineludible mostrarse en el corredor
una vez a la semana y farfullar por la gran
ventana ojival el primero y el tercer miérco-
les de cada mes. No veía ningún medio digno
de sustraerse a aquella obligación.
Verdad es que su vida fue muy criminal;
pero, quitado eso, era hombre muy concien-
zudo en todo cuanto se relacionaba con lo
sobrenatural.
Así, pues, los tres sábados siguientes
atravesó, como de costumbre, el corredor
entre doce de la noche y tres de la madru-
gada, tomando todas las precauciones posi-
bles para no ser visto ni oído.
Se quitaba las botas, pisaba lo más lige-
ramente que podía sobre las viejas maderas
carcomidas, envolvíase en una gran capa
de terciopelo negro, y no dejaba de usar
el engrasador “Sol-Levante” para engrasar
sus cadenas. Me veo precisado a reconocer
que sólo después de muchas vacilaciones
se decidió a adoptar este último medio de
protección. Pero, al fi n, una noche, mientras
cenaba la familia, se deslizó en el dormitorio
de mistress Otis y se llevó el frasquito.
Al principio se sintió un poco humillado,
pero después fue sufi cientemente razonable
para comprender que aquel invento mere-
cía grandes elogios y cooperaba, en cierto
modo, a la realización de sus proyectos.
A pesar de todo, no se vio a cubierto de
matracas.
No dejaban nunca de tenderle cuerdas
de lado a lado del corredor para hacer
tropezar en la oscuridad, y una vez que se
había disfrazado para el papel de «Isaac el
Negro o el cazador del bosque de Hogsley»,
cayó cuan largo era al poner el pie sobre una
pista de maderas enjabonadas que habían
colocado los gemelos desde el umbral del
salón de Tapices hasta la parte alta de la
escalera de roble.
Esta última afrenta le dio tal rabia, que
decidió hacer un esfuerzo para imponer su
dignidad y consolidar su posición social, y
formó el proyecto de visitar a la noche
siguiente a los insolentes chicos de Eton, en
su célebre papel de «Ruperto el Temerario o
el conde sin cabeza».
No se había mostrado con aquel disfraz
desde hacía sesenta años, es decir, desde
que causó con él tal pavor a la bella lady
Bárbara Modish, que ésta retiró su consen-
timiento al abuelo de actual lord Canterville
y se fugó a Gretna Green con el arrogante
Jach Castletown, jurando que por nada
del mundo consentiría en emparentar con
una familia que toleraba los paseos de un
fantasma tan horrible por la terraza, al
atardecer.
El pobre Jack fue al poco tiempo muerto
en duelo por lord Canterville en la pradera
de Wandsworth, y lady Bárbara murió de
pena en Tumbridge Wells antes de terminar
el año; así es que fue un gran éxito por todos
conceptos.
Sin embargo, era, permitiéndome
emplear un término de argot teatral para
aplicarlo a uno de los mayores misterios
del mundo sobrenatural (o en lenguaje más
científi co), «del mundo superior a la Natura-
leza», era, repito, una creación de las más
difíciles, y necesitó sus tres buenas horas
para terminar los preparativos.
Por fi n, todo estuvo listo, y él contentí-
simo de su disfraz.
Las grandes botas de montar, que hacían
juego con el traje, eran, eso sí, un poco hol-
gadas para él, y no pudo encontrar más que
una de las dos pistolas del arzón; pero, en
general, quedó satisfechísimo, y a la una
y cuarto pasó a través del estuco y bajó a
corredor.
Cuando estuvo cerca de la habitación
ocupada por los gemelos, a la que llamaré el
dormitorio azul, por el color de sus cortina-
jes, se encontró con la puerta entreabierta.
A fi n de hacer una entrada sensacional,
la empujó con violencia, pero se le vino
encima una jarra de agua que le empapó
hasta los huesos, no dándole en el hombro
por unos milímetros.
Al mismo tiempo oyó unas risas sofoca-
das que partían de la doble cama con dosel.
Su sistema nervioso sufrió tal conmo-
ción, que regresó a sus habitaciones a todo
escape, y al día siguiente tuvo que permane-
cer en la cama con un fuerte reúma.
El único consuelo que tuvo fue el de no
haber llevado su cabeza sobre los hombros,
pues sin esto las consecuencias hubieran
podido ser más graves.
Desde entonces renunció para siempre a
espantar a aquella recia familia de america-
nos, y se limitó a vagar por el corredor, con
zapatillas de orillo, envuelto el cuello en una
gruesa bufanda, por temor a las corrientes
de aire, y provisto de un pequeño arcabuz,
para el caso en que fuese atacado por los
gemelos.
Hacia el 19 de septiembre fue cuando
recibió el golpe de gracia.
Había bajado por la escalera hasta el
espacioso “hall”, seguro de que en aquel
sitio por lo menos estaba a cubierto de juga-
rretas, y se entretenía en hacer observacio-
nes satíricas sobre las grandes fotografías
del ministro de los Estados Unidos y de su
mujer, hechas en casa de Sarow.
Iba vestido sencilla, pero decentemente,
con un largo sudario salpicado de moho de
cementerio. Habíase atado la quijada con
una tira de tela y llevaba una linternita y
una azadón de sepulturero.
En una palabra, iba disfrazado de «Jonás
el Desenterrador, o el ladrón de cadáveres
de Cherstey Barn».
Era una de sus creaciones más notables
y de las que guardaban recuerdo, con más
motivo, los Canterville, ya que fue la ver-
dadera causa de su riña con lord Rufford,
vecino suyo.
Serían próximamente las dos y cuarto
de la madrugada, y, a su juicio, no se movía
nadie en la casa. Pero cuando se dirigía tran-
quilamente en dirección a la biblioteca, para
ver lo que quedaba de la mancha de sangre,
se abalanzaron hacia él, desde un rincón
sombrío, dos siluetas, agitando locamente
sus brazos sobre sus cabezas, mientras gri-
taban a su oído:
-¡Uú! ¡Uú! ¡Uú!
Lleno de pánico, cosa muy natural en
aquellas circunstancias, se precipitó hacia la
escalera, pero entonces se encontró frente
a Washington Otis, que le esperaba armado
con la regadera del jardín; de tal modo, que,
cercado por sus enemigos, casi acorralado,
tuvo que evaporarse en la gran estufa de
hierro colado, que, afortunadamente para
él, no estaba encendida, y abrirse paso
hasta sus habitaciones por entre tubos y
chimeneas, llegando a su refugio en el tre-
- 21 -Mensapiens
Escritosmendo estado en que lo pusieron la agita-
ción, el hollín y la desesperación.
Desde aquella noche no volvió a vérsele
nunca de expedición nocturna.
Los gemelos se quedaron muchas veces
en acecho para sorprenderle, sembrando
de cáscara de nuez los corredores todas las
noche, con gran molestia de sus padres y
criados. Pero fue inútil.
Su amor propio estaba profundamente
herido, sin duda, y no quería mostrarse.
En vista de ello, míster Otis se puso a
trabajar en su gran obra sobre la historia del
partido demócrata, obra que había empe-
zado tres años antes.
Mistress Otis organizó un “clam-bake”
extraordinario, del que se habló en toda la
comarca.
Los niños se dedicaron a jugar a la barra,
al ecarté, al “poker” y a otras diversiones
nacionales de América.
Virginia dio paseos a caballo por las
carreteras, en compañía del duquesito de
Cheshire, que se hallaba en Canterville
pasando su última semana de vacaciones.
Todo el mundo se fi guraba que el fan-
tasma había desaparecido, hasta el punto
de que míster Otis escribió una carta a lord
Canterville para comunicárselo, y recibió en
contestación otra carta en la que éste le tes-
timoniaba el placer que le producía la noti-
cia y enviaba sus más sinceras felicitaciones
a la digna esposa del ministro.
Pero los Otis se equivocaban.
El fantasma seguía en la casa, y, aunque
se hallaba muy delicado, no estaba dispuesto
a retirarse, sobre todo después de saber que
fi guraba entre los invitados el duquesito
de Cheshire, cuyo tío, lord Francis Stilton,
apostó una vez con el coronel Carbury a
que jugaría a los dados con el fantasma de
Canterville.
A la mañana siguiente se encontraron a
lord Stilton tendido sobre el suelo del salón
de juego en un estado de parálisis tal que, a
pesar de la edad avanzada que alcanzó, no
pudo ya nunca pronunciar más palabras que
éstas:
-¡Seis doble!
Esta historia era muy conocida en un
tiempo, aunque, en atención a los senti-
mientos de dos familias nobles, se hiciera
todo lo posible por ocultarla, y existe un
relato detallado de todo lo referente a ella
en el tomo tercero de las “Memorias de
lord Tattle sobre el Príncipe Regente y sus
amigos”.
Desde entonces, el fantasma deseaba
vivamente probar que no había perdido
su infl uencia sobre los Stilton, con los que
además estaba emparentado por matrimo-
nio, pues una prima suya se casó en segun-
das nupcias con el señor Bulkeley, del que
descienden en línea directa, como todo el
mundo sabe, los duques de Cheshire.
Por consiguiente, hizo sus preparativo
para mostrarse al pequeño enamorado de
Virginia en su famoso papel de «Fraile vam-
piro, o el benedictino desangrado».
Era un espectáculo espantoso, que
cuando la vieja lady Starbury se lo vio repre-
sentar, es decir en víspera del Año Nuevo
de 1764, empezó a lanzar chillidos agudos,
que tuvieron por resultado un fuerte ataque
de apoplejía y su fallecimiento al cabo de
tres días, no sin que desheredara antes a
los Canterville y legase todo su dinero a su
farmacéutico en Londres.
Pero, a última hora, el terror que le
inspiraban los gemelos le retuvo en su habi-
tación, y el duquesito durmió tranquilo en el
gran lecho con dosel coronado de plumas del
dormitorio real, soñando con Virginia.
Capitulo V
Virginia y su adorador de cabello rizado
dieron, unos días después, un paseo a caba-
llo por los prados de Brockley, paseo en el
que ella desgarró su vestido de amazona al
saltar un seto, de tal manera que, de vuelta
a su casa, entró por la escalera de detrás
para que no la viesen.
Al pasar corriendo por delante de la
puerta del salón de Tapices, que estaba
abierta de par en par, le pareció ver a
alguien dentro.
Pensó que sería la doncella de su madre,
que iba con frecuencia a trabajar a esa
habitación.
Asomó la cabeza para encargarle que le
cosiese el vestido.
¡Pero, con gran sorpresa suya, quien
allí estaba era el fantasma de Canterville
en persona!
Habíase acomodado ante la ventana,
contemplando el oro llameante de los
árboles amarillentos que revoloteaban por
el aire, las hojas enrojecidas que bailaban
locamente a lo largo de la gran avenida.
Tenía la cabeza apoyada en una mano, y
toda su actitud revelaba el desaliento más
profundo.
Realmente presentaba un aspecto tan
abrumado, tan abatido, que la pequeña Vir-
ginia, en vez de ceder a su primer impulso,
que fue echar a correr a encerrarse en su
cuarto, se sintió llena de compasión y tomó
el partido de ir a consolarle.
Tenía la muchacha un paso tan ligero y
él una melancolía tan honda, que no se dio
cuenta de su presencia hasta que le habló.
-Lo he sentido mucho por usted -dijo-,
pero mis hermanos regresan mañana a Eton,
y entonces, si se porta usted bien nadie le
atormentará.
-Es inconcebible pedirme que me porte
bien -le respondió, contemplando estupe-
facto a la jovencita que tenía la audacia
de dirigirle la palabra-. Perfectamente
inconcebible. Es necesario que yo sacuda
mis cadenas, que gruña por los agujeros de
las cerraduras y que corretee de noche. ¿Eso
es lo que usted llama portarse mal? No tengo
otra razón de ser.
-Eso no es una razón de ser. En sus
tiempos fue usted muy malo ¿sabe? Mistress
Umney nos dijo el día que llegamos que
usted mató a su esposa.
-Sí, lo reconozco -respondió incauta-
mente el fantasma-. Pero era un asunto de
familia y nadie tenía que meterse.
-Está muy mal matar a nadie -dijo Virgi-
nia, que a veces adoptaba un bonito gesto de
gravedad puritana, heredado quizás de algún
antepasado venido de Nueva Inglaterra.
-¡Oh, no puedo sufrir la severidad barata
de la moral abstracta! Mi mujer era feísima.
No almidonaba nunca lo bastante mis puños
y no sabía nada de cocina. Mire usted: un
día había yo cazado un soberbio ciervo en
los bosques de Hogsley, un hermoso macho
de dos años. ¡Pues no puede usted fi gurarse
cómo me lo sirvió! Pero, en fi n, dejemos eso.
Es asunto liquidado, y no encuentro nada
bien que sus hermanos me dejasen morir de
hambre, aunque yo la matase.
-¡Que lo dejaran morir de hambre! ¡Oh
señor fantasma...! Don Simón, quiero decir,
¿es que tiene usted hambre? Hay un “sand-
wich” en mi costurero. ¿Le gustaría?
-No, gracias, ahora ya no como; pero, de
todos modos, lo encuentro amabilísimo por
su parte. ¡Es usted bastante más atenta que
el resto de su horrible, arisca, ordinaria y
ladrona familia!
-¡Basta! -exclamó Virginia, dando con
el pie en el suelo-. El arisco, el horrible y
el ordinario lo es usted. En cuanto a lo de
ladrón, bien sabe usted que me ha robado
mis colores de la caja de pinturas para res-
taurar esa ridícula mancha de sangre en la
biblioteca. Empezó usted por coger todos
mis rojos, incluso el bermellón, imposibili-
- 22 - Mensapiens
EscritosCuando una joven rubia logre hacer brotar
una oración de los labios del pecador,cuando el almendro estéril dé fruto
y una niña deje correr su llanto,entonces, toda la casa recobrará la tranquilidad
y volverá la paz a Canterville.
Pero no sé lo que signifi can.
-Signifi can que tiene usted que llorar con-
migo mis pecados, porque no tengo lágrimas, y
que tiene usted que rezar conmigo por mi alma,
porque no tengo fe, y entonces, si ha sido usted
siempre dulce, buena y cariñosa, el ángel de la
muerte se apoderará de mí. Verá usted seres
terribles en las tinieblas y voces funestas mur-
murarán en sus oídos, pero no podrán hacerle
ningún daño, porque contra la pureza de una
niña no pueden nada las potencias infernales.
Virginia no contestó, y el fantasma retorcíase
las manos en la violencia de su desesperación,
sin dejar de mirar la rubia cabeza inclinada.
De pronto se irguió la joven, muy pálida,
con un fulgor en los ojos.
-No tengo miedo -dijo con voz fi rme - y
rogaré al ángel que se apiade de usted.
Levantóse el fantasma de su asiento lan-
zando un débil grito de alegría, cogió la blonda
cabeza entre sus manos, con una gentileza que
recordaba los tiempos pasados, y la besó.
Sus dedos estaban fríos como hielo y sus
labios abrasaban como el fuego, pero Virginia no
fl aqueó; después la hizo atravesar la estancia som-
bría. Sobre el tapiz, de un verde apagado, estaban
bordados unos pequeños cazadores. Soplaban en
sus cuerpos adornados de fl ecos y con sus lindas
manos hacíanle gestos de que retrocediese.
-Vuelve sobre tus pasos, Virginia. ¡Vete,
vete! -gritaban.
Pero el fantasma le apretaba en aquel
momento la mano con más fuerza, y ella
cerró los ojos para no verlos.
Horribles animales de colas de lagarto
y de ojazos saltones parpadearon malicio-
samente en las esquinas de la chimenea,
mientras le decían en voz baja:
-Ten cuidado, Virginia, ten cuidado.
Podríamos no volver a verte.
Pero el fantasma apresuró el paso y Vir-
ginia no oyó nada.
Cuando llegaron al extremo de la estan-
cia, el viejo se detuvo, murmurando unas
palabras que ella no comprendió. Volvió Vir-
ginia a abrir los ojos y voy disiparse el muro
lentamente, como una neblina, y abrirse
ante ella una negra caverna.
Un áspero y helado viento les azotó, sin-
tiendo la muchacha que la tiraban del vestido.
-De prisa, de prisa -gritó el fantasma -, o
será demasiado tarde.
Y en el mismo momento, el muro se
cerró de nuevo detrás de ellos y el salón de
Tapices quedó desierto.
tándome para pintar puestas de sol. Después
agarró usted el verde esmeralda y el amari-
llo cromo. Y, fi nalmente, sólo me queda el
añil y el blanco. Así es que ahora no puedo
hacer más que claros de luna, que da grima
ver, e incomodísimos, además, de colorear.
Y no le he acusado, aún estando fastidiada
y a pesar de que todas esa cosas son com-
pletamente ridículas. ¿Se ha visto alguna vez
sangre color verde esmeralda...?
-Vamos a ver -dijo el fantasma, con cierta
dulzura-: ¿y qué iba yo a hacer? Es difi cilísimo
en los tiempos actuales agenciarse sangre de
verdad, y ya que su hermano empezó con su
quitamanchas incomparable, no veo por qué
no iba yo a emplear los colores de usted
para resistir. En cuanto al tono, es cuestión
de gusto. Así, por ejemplo, los Canterville
tienen sangre azul, la sangre más azul que
existe en Inglaterra... Aunque ya sé que
ustedes los americanos no hacen el menor
caso de esas cosas.
-No sabe usted nada, y lo mejor que
puede hacer es emigrar, y así se formará
idea de algo. Mi padre tendrá un verdadero
gusto en proporcionarle un pasaje gratuito,
y aunque haya derechos de puertas eleva-
dísimos sobre toda clase de cosas, no no le
pondrán difi cultades en la Aduana. Y una vez
en Nueva York, puede usted contar con un
gran éxito. Conozco infi nidad de personas
que darían cien mil dólares por tener ante-
pasados y que sacrifi carían mayor cantidad
aún por tener un fantasma de «familia».
-Creo que no me divertiría mucho en
América.
-Quizás se deba a que allí no tenemos ni
ruinas ni curiosidades -dijo burlonamente
Virginia.
-¡Qué curiosidades ni qué ruinas! -con-
testó el fantasma-. Tienen ustedes su Marina
y sus modales.
-Buenas noches; voy a pedir a papá que
conceda a los gemelos una semana más de
vacaciones.
-¡No se vaya, miss Virginia, se lo suplico!
-exclamó el fantasma-. Estoy tan solo y soy
tan desgraciado, que no sé que hacer. Qui-
siera ir a acostarme y no puedo.
-Pues es inconcebible: no tiene usted
más que meterse en la cama y apagar la luz.
Algunas veces es difi cilísimo permanecer
despierto, sobre todo en una iglesia, pero,
en cambio, dormir es muy sencillo. Ya ve
usted: los gemelos saben dormir admirable-
mente, y no son de los más listos.
-Hace trescientos años que no duermo
-dijo el anciano tristemente, haciendo que
Virginia abriese mucho sus hermosos ojos
azules, llenos de asombro-. Hace ya tres-
cientos años que no duermo, así es que me
siento cansadísimo.
Virginia adoptó un grave continente, y
sus fi nos labios se movieron como pétalos
de rosa.
Se acercó y arrodillándose al lado del
fantasma, contempló su rostro envejecido
y arrugado.
-Pobrecito fantasma -profi rió a media voz
-, ¿y no hay ningún sitio donde pueda usted
dormir?
-Allá lejos, pasando el pinar -respondió
él en voz baja y soñadora -, hay un jardin-
cito. La hierba crece en él alta y espesa; allí
pueden verse las grandes estrellas blancas
de la cicuta, allí el ruiseñor canta toda la
noche. Canta toda la noche, y la luna de
cristal helado deja caer su mirada y el tejo
extiende sus brazos de gigante sobre los
durmientes.
Los ojos de Virginia se empañaron de
lágrimas y sepultó la cara entre sus manos.
-Se refi ere usted al jardín de la Muerte
-murmuró -.
-¡Sí, de la muerte; ¡que debe ser
hermosa! ¡Descansar en la blanda tierra
oscura, mientras las hierbas se balancean
encima de nuestra cabeza, y escuchar
el silencio! No tener ni ayer ni mañana.
Olvidarse del tiempo y de la vida; morar
en paz. Usted puede ayudarme; usted
puede abrirme de par en par las puertas
de la muerte, porque el amor le acompaña
a usted siempre, y el amor es más fuerte
que la muerte.
Virginia tembló. Un estremecimiento
helado recorrió todo su ser, y durante unos
instantes hubo un gran silencio.
Parecíale vivir un sueño terrible.
Entonces el fantasma habló de nuevo
con una voz que resonaba como los suspiros
del viento:
-¿Ha leído usted alguna vez la antigua
profecía que hay sobre las vidrieras de la
biblioteca?
-¡Oh, muchas veces! -exclamó la mucha-
cha levantando los ojos -. La conozco muy
bien. Está pintada con unas curiosas letras
doradas y se lee con difi cultad. No tiene más
que éstos seis versos:
- 23 -Mensapiens
EscritosEl AscensorRobustiano Garrido
Las lucecillas indicadoras marcaban el piso
23 cuando el ascensor, bruscamente, se detuvo.
Edgar Vinaglia, un lúcido presbítero
luterano, apuntó que a su juicio, estaban
varados entre los pisos 23 y 24 de la lujosa
torre de convenciones.
Había atrapadas en el traicionero ascen-
sor, doce representantes de las más diversas
e importantes religiones del planeta.
Doce personas que se dirigían al coqueto
salón del nivel 48. En cuestión de minutos
comenzaría allí, en el centro de conferen-
cias “Nemiberto Ambrosi” un trascendental
debate religioso.
Se discutiría sobre el espinoso asunto de
la existencia de dios.
Era tal el caudal de gente, participantes
y meros curiosos, que habían concurrido
al edifi cio, que el personal de seguridad y
vigilancia fue desbordado en su capacidad;
y nadie se percató de que uno de los treinta
ascensores se hallaba detenido en las sinies-
tras entrañas del complejo.
Dentro de el elevador, reinaba una
calma aparente. Los religiosos permane-
cían quietos, exhibiendo cierta rebuscada
tranquilidad. Estaban seguros de que en
cuestión de instantes, el ascensor retomaría
su marcha normal, y los llevaría a su destino,
unos veinticinco pisos más arriba.
Simultáneamente, en el salón “Nemi-
berto Ambrosi”, la conferencia-debate daba
comienzo. A pesar de la ausencia de doce
de los trescientos oradores, nadie se hizo
ningún problema.
Habrían transcurrido ya treinta minutos, y
la temperatura interna del atiborrado ascen-
sor empezaba a elevarse ostensiblemente.
Gruesas y brillantes gotas de transpira-
ción comenzaban a brotar de los rostros de
los involuntarios prisioneros.
Y fue en ese momento cuando se encen-
dió la peligrosa mecha de la discordia.
Uno de los pasajeros, el rabino León
Waisbein, hizo pública una particular creen-
cia. Dijo en voz alta: “No debemos preocu-
parnos, mi dios nos salvará a todos!”.
Bastó este pequeño pero signifi cativo
comentario, para que Toshiro Kami (un
encendido defensor de las doctrinas de
Buda) reaccionara airadamente espetándole
que cómo podía asegurar tan temeraria-
mente que sería precisamente su dios, y no
el Buda, quien los sacaría de aquella incó-
moda situación.
Entonces, con una risa nerviosa e his-
térica, intervino Mohamed Razullbah, que
expresó:”Queridos amigos, dejad de hablar
sandeces e improperios, como todos segu-
ramente sabéis, en estos casos de detención
imprevista de ascensores, es el mismo Alá
quien nos trae las soluciones.”
Fue ahí que Cotapec Huamoc, acérrimo
defensor de la teología maya, fuera de si, le
lanzó un terrible golpe de puño que partió la
débil mandíbula del sorprendido musulmán.
El caos se adueño del singular universo
religioso que poblaba en ascensor.
Comenzaron a escucharse gritos e insul-
tos de grueso calibre en los más disparatados
idiomas, lenguajes y dialectos.
Todos peleaban descontroladamente,
buscando demostrar a los otros once que
era su dios, exclusivamente su dios quien los
sacaría de ese aprieto.
El normalmente calmo Padre Rodriguez,
anciano cura español, la emprendió a salva-
jes puntapiés contra el rostro consternado
de la sacerdotisa egipcia Anubis Micerino,
quien yacía en el piso, empapada en sangre.
Estaban en el clímax de la batalla,
cuando de repente el ascensor comenzó,
lentamente, a salir de su quietud.
La máquina empezó a ganar velocidad.
La inicial mueca de alivio en los rostros
de los contendientes, dio paso rápidamente
al pánico al percatarse de que el movimiento
del ascensor se debía, no al normal funcio-
namiento del mismo, sino a que el cable se
había cortado.
Un segundo antes de estrellarse contra
el frío cemento del décimo subsuelo, los
gritos de terror en el interior del elevador
alcanzaron decibeles sorprendentes.
Después, el impacto y la consecuente
explosión (ya que uno de los pasajeros era
miembro de una destructiva secta, y por-
taba dos cartuchos de dinamita dentro de un
texto sagrado apócrifo).
En instantes, la belicosa imagen del
grupo de creyentes dio paso a la espantosa
visión de una sangrienta mescolanza de
cadáveres destrozados.
Mientras tanto dios, el verdadero y único
dios, se mataba de risa.
Este no es...
Este no es un poema:
Es mi cobijo de palabras;
palabras que se vieron
desoladas - como yo -
y vinieron a mi encuentro.
Yo...
no tenía nada
y las ordené en una
cuidada estrategia de insinuación.
No esperaba hallar secretas geometrías,
solo deseaba formar una oración;
encontrar esa armonía visceral
que se adueña de todas las cosas.
Y tu...
sencillamente,
eras feliz con tu ración
Hoy...
Ya no estoy buscando respuestas,
mis dudas, herían con dolor.
He detenido el péndulo,
apostando a la razón;
razón que somete a las horas
y me dio nueva prisión.
......................................
Afortunadamente...
Mis palabras,
han venido acompañando,
a mi basta soledad.
HAR, 08/00
- 24 - Mensapiens
EscritosAntecedente de GuerraRojo
Esta historia se basa en la falta de
advertencia. No lo digo tan sólo
en el sentido de anticipar lo que
vendrá. No, es mucho más. Advertir
es también darse cuenta, observar y
considerar lo obvio y lo no tan obvio de
mil maneras distintas. Advertir, lo que
se dice advertir, es no menospreciar ni
pasar por alto nada: ni a los hombres,
ni a sus derechos, ni a sus sentimientos,
ni a sus naciones, ni a sus intereses.
Todo debe ser advertido, todo debe ser
tomado en cuenta: lo bueno, lo no tan
bueno, lo despreciable, lo pasado, lo
presente y lo futuro. No advertir es ser
ciego, y ser ciego teniendo la capacidad
de ver es engañarse, feliz o infeliz-
mente, pero es engañarse al fi n.
Lo primero en pasar aparentemente
inadvertido fue el punto inicial del con-
fl icto, ocurrido hacía casi ciento cin-
cuenta años: en 1833 las Islas Georgias
de Sur habían sido ocupadas por Ingla-
terra. El reloj ya había dado millones de
vueltas desde este hecho, por lo que
quizás debería decirse que la cuenta
estaba cerrada por culpa del tiempo y
del olvido, por gloria de las relaciones
diplomáticas, o por un nuevo avance en
la hermandad entre naciones... Pero
cualquiera haya sido el motivo para
zanjar las diferencias, tanto el gobierno
de Argentina como el británico lograron
acordar y aceptar el desembarco de ciu-
dadanos argentinos en un territorio que
ambos países se disputaban desde hacía
casi un siglo y medio.
El acuerdo se basaba en algo muy
simple: la empresa Georgias del Sur.
S.A. había contratado a treinta y nueve
hombres argentinos para que desmante-
laran una empresa ballenera que había
quedado en desuso. Y por ser simple
este trabajo, ninguno de los dos gobier-
nos lo objetó. Después de todo qué
mal podría causar que unos argentinos
navegaran hasta la Isla de San Pedro, la
más grande de las Islas Malvinas, para
desarmar el esqueleto de algo que ya
había muerto. Sin objeciones, pues se
trataba de algo sencillo. No era una
misión política ni diplomática ni bélica,
sólo debían desarmar grúas oxidadas y
galpones abandonados en medio de un
viento helado y constante. El objetivo
era simple e inofensivo, y fue así como
los trabajadores viajaron en el Buque
de la Marina de Guerra Ara Bahía Buen
Suceso. Buen suceso, misión simple,
suceso simple... o no tanto.
Fue en la mañana del 19 de Marzo
de 1982 cuando los treinta y nueve
argentinos desembarcaron en el Puerto
Leith de la Isla San Pedro. Soledad, frío,
extrañamiento, confusión... realmente
habían viajado a otro país o ese pedacito
de tierra les pertenecía? Era esa isla
tan argentina como ellos? Los treinta y
nueve hombres descendieron del barco
silenciosamente, con mil sensaciones en
el cuerpo y en el alma, sensaciones que
el frío intenso y cruel no lograba disipar.
Caminaron en soledad con sus bolsos, sus
alimentos y los elementos necesarios e
indispensables para su fácil misión de
desmantelar. Sin embargo uno de ellos,
Antonio, desmantelaría algo más que
una empresa ballenera, desmantelaría
una serie de jugadas y acuerdos diplo-
máticos entre dos países alejados.
Antonio era el director de la obra,
pero sin querer se convirtió en el jefe
de una misión más patriótica... Inocen-
temente bajó del buque con una caja
de madera y vidrio. Sólo quería hacer
un breve acto, una corta acción que
atemperara la vorágine de sentimientos
confusos, contradictorios, oprimidos y
pasionales que transitaban su cuerpo
y el de sus compañeros. Antonio cami-
naba lentamente con el cuerpo tem-
bloroso por el frío y por la emoción. El
viento helado le cortaba los labios pero
no la voz... Sacó de esa misteriosa y
pequeña caja, cuya existencia nadie
conocía, una Bandera Argentina, la izó
en un viejo mástil, y no conforme con
ésto comenzó a cantar, con los labios
morados y partidos por el frío, el Himno
Nacional Argentino. Sus compañeros lo
siguieron, y pronto los treinta y nueve
trabajadores hacían salir de sus bocas
palabras patrias junto con el humo
helado del aliento, la tristeza y la
bronca. El panorama era desolador...
unos pocos argentinos entonando el
Himno frente a una bandera fl ameante
en un mástil vencido por el frío y quizás
por la Historia. Para ellos se trataba de
un pequeño y simple acto de orgullo y
patriotismo. Mal pensado. Su misión de
desarmar un montón de aparatos oxida-
dos, viejos e inútiles había perdido su
sentido y su veracidad...
El sonido del Himno y el refl ejo
celeste y blanco llegaron hasta los rinco-
nes del cuartel de marines británico de
Grytviken. Quizás el sonido y el refl ejo
viajaron hacia donde su sangre los lla-
maba, pues en ese cuartel había existido
hasta 1944 una estación meteorológica
argentina. Y Antonio seguía cantando
el Himno, y el sonido se disipaba por
la isla. Los trabajadores pensaban que
se trataba de un breve acto de pasión
argentina y nada más, luego empezarían
a luchar contra fi erros vencidos y pare-
des endebles. Mal pensado. Mal pensado
todo desde un comienzo, porque los
trabajadores argentinos eran argentinos
antes que trabajadores. Mal pensado
porque la vida les deparó a estos hom-
bres una misión más trascendente que la
de desmantelar una máquina oxidada en
medio de un frío infernal. Mal pensado
porque los marines de Grytviken alerta-
ron sobre lo ocurrido al Gobernador bri-
tánico de las Islas. Mal pensado porque
éste imaginó que se trataba de una inva-
sión y envió al instante un buque hacia
el lugar donde un puñado de hombres
supuestamente invadían la isla y procla-
maban su nación. Mal pensado todo. Mal
pensado subestimar a los hombres. Mal
pensado olvidar que se representa a un
país. Mal pensado el invitar a quien se
echó para que vea lo que se pierde. Mal
pensado pensar que se trataba de una
invasión. Mal pensado enviar un buque
al instante. Mal pensada cada una de
estas suposiciones, porque desataron un
incidente diplomático entre dos países
por un territorio que se disputaban
hacía casi ciento cincuenta años. Mal
pensado todo, o no pensado. Inadver-
tido. No pensado nada y olvidado todo.
Olvidado lo principal: no hace falta tener
fama ni poder desmedidos para hacer la
Historia, porque la Historia la hacen los
hombres. Como estos simples treinta y
nueve trabajadores argentinos, que sin
siquiera sospecharlo, en una mañana
helada y con una breve acción, dejaron
en la Historia su huella: el antecedente
de la Guerra de Malvinas.
- 25 -Mensapiens
EscritosExperimentarApolo
Nunca has llorado lagrimas secas, nunca se te ha enturbiado el paladar. Nunca te has ahogado respirando, nunca
has sentido el vacío de una gota en tu mejilla.Y aun con los ojos abiertos, ves una
blancura que te hace desvanecer, ¿nunca lo has visto?. Has tenido alguna vez el pecho oprimido, por una lanza de lagrimas que se te clava en el interior del pecho y que no quieren sangrar con forma de lagrima.
¿Para que sirve llorar? , si el daño ya esta hecho. Por que te preguntas en silencio, por que miras en la oscuridad, no hay nada que más me guste que experimentar.
Por que no convencer a mi cabeza, para que sienta tus manos cuando otras me tocan, por que no convencerme de que tus palabras rezu-man en mi , cuando son otros los que hablan. Por que termino por creerme mis historias.
Por que cierro los ojos y veo gotas de agua, que se humillan tocando mi rostro, y veo como se persiguen, pero nunca se tocan, y se superponen , en el mar de mi piel .
Alguna vez has visto un cuadro y te has fi jado en una esquina. Alguna vez has visto un rostro y has refl exionado en su nuca, ¿Has traspasado tu alma sobre lo físico, tu alma sobre un cuerpo?. Alguna vez te has sentido sordo ante tanto ruido , ¿tú eres capaz?.
Has paseado sin saber andar, alguna vez has corrido intentando volar. Te has preocu-pado por algo tan pequeño que no tenia impor-tancia, el tiempo que invirtieses en ello;
Has escrito alguna vez en sueños, haz rozado las nubes con la mente, has caido alguna vez a drede, para ver que tu no te has movido que son los demás quienes se mueven.
Te has inspirado a ti mismo contem-plándote en un espejo y te has odiado tanto que has empezado a quererte. Has vencido el miedo cuando más cobarde eras. Te has visto besando desde fuera;
Has mirado sin contemplar. Has hablado sin decir palabra. Te has convencido de que no eres nada mas que una suave y fi na pin-celada del refl ejo de tu alma. Has querido tanto que el corazón se te para.
Te has enamorado al mirar a alguien por la ventana. Has leído un nombre tantas veces que hacia que tu piel se quemara. ¿Has deseado?, Has visto la belleza de mi hada, ¿la has visto?....
Alguna vez pensaste que tus dioses vertie-ron gotitas de belleza para que se derramaran en tu mundo, para que pincelaran tu paisaje. Te has sentido alguna vez el alma, lo has visto tan cerca que lo traspasabas con la mirada, te has sentado con la mente, mientras te salían alas. ¿Has volado entre sabanas?.
Te has preguntado por que sientes cuando no tienes ganas de nada, Por que ahogas tu mente en cosas que solo son espurias de una mar ahogada de salientes de lodo y almas, que son confusiones, con gotas embarradas y enclavadas de miradas que se confunden y están entrelazadas.
Has corrido tanto, que pareciera que tu pluma tiene alas, te ha estorbado el cuerpo intentando plasmar tus ganas.
¿Sientes cuando no tienes nada?. Por que tus lagrimas son saladas, pero a la vez son tan dulces cuando rebajan el pesar de tu alma.
Por que lo negro es mas blanco cuando todo se acaba. La muerte es otra fase del alma: ¿Dios mío, que le pasa a mi amada?.
Te has ahogado en tus lagrimas, las has tocado, has visto pasar tus pensamientos tocando tus entrañas. Por que te castigas si en realidad no necesitas nada. Por que cuando mejor lo intentas mas te resbalas. Ojala tuviera alas. Quiero volar... volar alto y no sentir nada, solo el viento rozándome en la cara.
Y olvidar que respiro, para tocar mi alma. Por que la siento, y aun esas lanzas se me clavan, pero tengo ganas.
Quiero rozar las notas de mi vida...¿Has sentido que tu vida es una melodía
que a veces suena descompasada?, Notas que suenan en un pequeño espacio entre tu cara y mi cara.
¿Por que el tiempo hace las cosas vanas?. Por que no puedo querer a quien me ama, y si lo complicado es lo más fácil pero visto al revés y por unos ojos que no quieren ver. ¿Por qué te confundes?, No pienses, siente.
Y ahora por que escribo, si no tengo nada mas que decir, por que mis palabras están moja-das, por qué mis lagrimas no resbalan, porque trago mis gotitas saladas,¿por qué mi alma merece ser castigada, y no ser consolada?.
Por eso no lloro, para no darme lastima, por eso no me miro a la cara, por que soy él más valiente de los cobardes ¿Por qué no me puedo quitar esta lanza?, Por que no entiendes cuando no te digo nada, por que es el momento en el que más cosas te puedo decir. Por que no suena mi corazón en tu mente cuando estoy en silencio ¿Por qué no entiendes? ,
¿Por qué no ves que si no me leyeras, ahora mismo mi pena y mi presente tal vez se entrelazaran?.
Quiero ver el color de las tinieblas de Poe, quiero crear desde mi celda haciendo sonar poesías con tu nombre. ¿Porqué mi salud me hace estar enfermo de amor. Por que amo tanto las letras que un día odie. Por que pregunto si no quiero una respuesta?.
Quizá estoy aprendiendo a conformarme. Quizás..
¿Es verdad que te preocupas?, Mírate, ¿Ahora que haces?, Por que entonas tu vida, coge tus notas y hazlas melodía.
A veces un silencio suena mas que un sostenido, es verdad que no escuchas. Es vedad que aun no has sentido ese viento, esas ganas de tajar por el cielo, lo haces en tierra. ¿Te confundo?. No es normal ser igual a los demás , ¿por que te ocultas?. Quizás...
Exclama tu vida al funesto sonido de tu pensar, siente hambre que te arraigue en pen-samientos; descubre el calor del frío, no es tan difícil ya tu corazón late igual que el mío.
Corres en el vacío, imagina tu mundo sin colores, te falta el aire, respira de tus pensamientos.
Acomoda tus conocimientos, no obligues a tu mente, fi nge si eso te hace pensar mejor.
¿Te apetece volar?, te has visto ahora.Ya puedes abrir los ojos, los tenias cerra-
dos ¿y como lees?, con el alma.Y si mi mejor música es mi mejor arma,
y la defensa no me gusta, por que el ataque es de cobardes.
Te ves ya las alas, sientes el lomo de tu calma, ¿cabalgas?
Acaricia las miradas, respira de la gente con tez cansada, empápate y siente como tu aire embriaga, ¿Notas tus lagrimas saladas?, Ves tu alma.
Estas refl ejándote en cuerpos opacos, sin refl exión ni alma, siente a través de las cosas que sin luz son mas que ondas en la nada.
Te ríes, pero sé que callas. Quizás soy el esperpento de tu mirada, ¿quizás?, ¿Te gustan tus alas?, Por que no experimentar con tus ganas.
Has estado enfermo viendo, como todas las cosas pasan. Por que te acabas en un mañana de pensamientos en alza.
Usa efl uvios de relinchantes mandíbulas azucaradas, has visto como detrás de esto no hay nada. Solo tu alma. Cierra los ojos y cuando no hables, ¡calla! , Abre tus ojos y deja de mirar , ¡nada!, Escucha el ruido de las pala-bras. Ensordécete de este aire que embriaga.
Haz un ejercicio de pasión, concédele tres segundos a tu alma. ¿Te has pregun-tado si estas sentado o sentada?, ¿Has visto lo elegante de tus alas?, Has volado, y no has sentido la calma, lo siento yo no puedo hacer nada, eres tu quien marca el tamaño de tus palabras ¡gracias!.
Necesito descansar, todo esto me empalaga.
Lamento fi nal
Llorando aunque no lo creanpues no soy tan fuerte al fi n,si los cielos me verán moriry los mares con sus mareas
pudieran llevar de verasmi oración a San Agustín.
Mas ya no podré leerPues con otros ojos leo
y ahora que no los tengono puedo pensar en ellocual asteroide perdido en el inmenso universo.
Si demás debo pensarno tendré motivo alguno
para dejarlo pasarhasta que el mundo sea uno
y llegar a razonar que ya no habrá mas que dos
Aunque tenga que pasarpor el infi erno feroz
que a tantos hace temblarpero a mi ni me despiertacomo naturaleza muertaque alguno pueda pintar.
Federico pacheco
- 26 - Mensapiens
EscritosLos Ojos VerdesGustavo Adolfo Bécquer
Hace mucho tiempo que tenía ganas de escri-
bir cualquier cosa con este título. Hoy, que
se me ha presentado ocasión, lo he puesto
con letras grandes en la primera cuartilla de papel, y
luego he dejado a capricho volar la pluma.
Yo creo que he visto unos ojos como los
que he pintado en esta leyenda. No sé si en
sueños, pero yo los he visto. De seguro no los
podré describir tal cuales ellos eran: lumino-
sos, transparentes como las gotas de la lluvia
que se resbalan sobre las hojas de los árboles
después de una tempestad de verano. De
todos modos, cuento con la imaginación de
mis lectores para hacerme comprender en
este que pudiéramos llamar boceto de un
cuadro que pintaré algún día.
I
-Herido va el ciervo..., herido va... no
hay duda. Se ve el rastro de la sangre entre
las zarzas del monte, y al saltar uno de esos
lentiscos han fl aqueado sus piernas... Nuestro
joven señor comienza por donde otros acaban...
En cuarenta años de montero no he visto mejor
golpe... Pero, ¡por San Saturio, patrón de Soria!,
cortadle el paso por esas carrascas, azuzad los
perros, soplad en esas trompas hasta echar los
hígados, y hundid a los corceles una cuarta de
hierro en los ijares: ¿no veis que se dirige hacia
la fuente de los Alamos y si la salva antes de
morir podemos darlo por perdido?
Las cuencas del Moncayo repitieron de
eco en eco el bramido de las trompas, el latir
de la jauría desencadenada, y las voces de los
pajes resonaron con nueva furia, y el confuso
tropel de hombres, caballos y perros, se diri-
gió al punto que Iñigo, el montero mayor de los
marqueses de Almenar, señalara como el más
a propósito para cortarle el paso a la res.
Pero todo fue inútil. Cuando el más ágil
de los lebreles llegó a las carrascas, jadeante
y cubiertas las fauces de espuma, ya el ciervo,
rápido como una saeta, las había salvado de un
solo brinco, perdiéndose entre los matorrales
de una trocha que conducía a la fuente.
-¡Alto!... ¡Alto todo el mundo! -gritó Iñigo
entonces-. Estaba de Dios que había de marcharse.
Y la cabalgata se detuvo, y enmudecieron
las trompas, y los lebreles dejaron refunfu-
ñando la pista a la voz de los cazadores.
En aquel momento, se reunía a la comitiva
el héroe de la fi esta, Fernando de Argensola,
el primogénito de Almenar.
-¿Qué haces? -exclamó, dirigiéndose a su
montero, y en tanto, ya se pintaba el asom-
bro en sus facciones, ya ardía la cólera en sus
ojos-. ¿Qué haces, imbécil? Ves que la pieza
está herida, que es la primera que cae por mi
mano, y abandonas el rastro y la dejas perder
para que vaya a morir en el fondo del bosque.
¿Crees acaso que he venido a matar ciervos
para festines de lobos?
-Señor -murmuró Iñigo entre dientes-, es
imposible pasar de este punto.
-¡Imposible! ¿Y por qué?
-Porque esa trocha -prosiguió el montero-
conduce a la fuente de los Alamos: la fuente
de los Alamos, en cuyas aguas habita un espíritu
del mal. El que osa enturbiar su corriente paga
caro su atrevimiento. Ya la res, habrá salvado
sus márgenes. ¿Cómo la salvaréis vos sin atraer
sobre vuestra cabeza alguna calamidad horrible?
Los cazadores somos reyes del Moncayo, pero
reyes que pagan un tributo. Fiera que se refugia
en esta fuente misteriosa, pieza perdida.
-¡Pieza perdida! Primero perderé yo el señorío
de mis padres, y primero perderé el ánima en
manos de Satanás, que permitir que se me escape
ese ciervo, el único que ha herido mi venablo, la
primicia de mis excursiones de cazador... ¿Lo ves?...
¿Lo ves?... Aún se distingue a intervalos desde aquí;
las piernas le fallan, su carrera se acorta; déjame...,
déjame; suelta esa brida o te revuelvo en el polvo...
¿Quién sabe si no le daré lugar para que llegue a la
fuente? Y si llegase, al diablo ella, su limpidez y sus
habitadores. ¡Sus, Relámpago!; ¡sus, caballo mío!
Si lo alcanzas, mando engarzar los diamantes de mi
joyel en tu serreta de oro.
Caballo y jinete partieron como un hura-
cán. Iñigo los siguió con la vista hasta que se
perdieron en la maleza; después volvió los
ojos en derredor suyo; todos, como él, perma-
necían inmóviles y consternados.
El montero exclamó al fi n:
-Señores, vosotros lo habéis visto; me he
expuesto a morir entre los pies de su caballo por
detenerlo. Yo he cumplido con mi deber. Con el
diablo no sirven valentías. Hasta aquí llega el
montero con su ballesta; de aquí en adelante,
que pruebe a pasar el capellán con su hisopo.
II
-Tenéis la color quebrada; andáis mustio y
sombrío. ¿Qué os sucede? Desde el día, que yo
siempre tendré por funesto, en que llegasteis
a la fuente de los Alamos, en pos de la res
herida, diríase que una mala bruja os ha enca-
nijado con sus hechizos. Ya no vais a los montes
precedido de la ruidosa jauría, ni el clamor de
vuestras trompas despierta sus ecos. Sólo con
esas cavilaciones que os persiguen, todas las
mañanas tomáis la ballesta para enderezaros
a la espesura y permanecer en ella hasta que
el sol se esconde. Y cuando la noche oscurece
y volvéis pálido y fatigado al castillo, en valde
busco en la bandolera los despojos de la caza.
¿Qué os ocupa tan largas horas lejos de los que
más os quieren?
Mientras Iñigo hablaba, Fernando, absorto
en sus ideas, sacaba maquinalmente astillas de
su escaño de ébano con un cuchillo de monte.
Después de un largo silencio, que sólo inte-
rrumpía el chirrido de la hoja al resbalar sobre
la pulimentada madera, el joven exclamó,
dirigiéndose a su servidor, como si no hubiera
escuchado una sola de sus palabras:
-Iñigo, tú que eres viejo, tú que conoces las
guaridas del Moncayo, que has vivido en sus
faldas persiguiendo a las fi eras, y en tus erran-
tes excursiones de cazador subiste más de una
vez a su cumbre, dime: ¿has encontrado, por
acaso, una mujer que vive entre sus rocas?
-¡Una mujer! -exclamó el montero con
asombro y mirándole de hito en hito.
-Sí -dijo el joven-, es una cosa extraña lo
que me sucede, muy extraña... Creí poder
guardar ese secreto eternamente, pero ya no
es posible; rebosa en mi corazón y asoma a
mi semblante. Voy, pues, a revelártelo... Tú
me ayudarás a desvanecer el misterio que
envuelve a esa criatura que, al parecer, sólo
para mí existe, pues nadie la conoce, ni la ha
visto, ni puede dame razón de ella.
El montero, sin despegar los labios,
arrastró su banquillo hasta colocarse junto al
escaño de su señor, del que no apartaba un
punto los espantados ojos... Este, después de
coordinar sus ideas, prosiguió así:
-Desde el día en que, a pesar de sus funestas
predicciones, llegué a la fuente de los Alamos,
y, atravesando sus aguas, recobré el ciervo que
vuestra superstición hubiera dejado huir, se
llenó mi alma del deseo de soledad.
Tú no conoces aquel sitio. Mira: la fuente
brota escondida en el seno de una peña, y cae,
resbalándose gota a gota, por entre las verdes
y fl otantes hojas de las plantas que crecen
al borde de su cuna. Aquellas gotas, que al
desprenderse brillan como puntos de oro y
suenan como las notas de un instrumento,
se reúnen entre los céspedes y, susurrando,
susurrando, con un ruido semejante al de las
abejas que zumban en torno a las fl ores, se
alejan por entre las arenas y forman un cauce,
y luchan con los obstáculos que se oponen a su
camino, y se repliegan sobre sí mismas, saltan,
y huyen, y corren, unas veces, con risas; otras,
con suspiros, hasta caer en un lago. En el lago
caen con un rumor indescriptible. Lamentos,
palabras, nombres, cantares, yo no sé lo que
he oído en aquel rumor cuando me he sentado
- 27 -Mensapiens
Escritos
solo y febril sobre el peñasco a cuyos pies
saltan las aguas de la fuente misteriosa, Para
estancarse en una balsa profunda cuya inmóvil
superfi cie apenas riza el viento de la tarde.
Todo allí es grande. La soledad, con sus mil
rumores desconocidos, vive en aquellos luga-
res y embriaga el espíritu en su inefable melan-
colía. En las plateadas hojas de los álamos, en
los huecos de las peñas, en las ondas del agua,
parece que nos hablan los invisibles espíritus
de la Naturaleza, que reconocen un hermano
en el inmortal espíritu del hombre.
Cuando al despuntar la mañana me veías
tomar la ballesta y dirigirme al monte, no fue
nunca para perderme entre sus matorrales en
pos de la caza, no; iba a sentarme al borde de la
fuente, a buscar en sus ondas... no sé qué, ¡una
locura! El día en que saltó sobre ella mi Relám-
pago, creí haber visto brillar en su fondo una cosa
extraña.., muy extraña..: los ojos de una mujer.
Tal vez sería un rayo de sol que serpenteó
fugitivo entre su espuma; tal vez sería una de
esas fl ores que fl otan entre las algas de su
seno y cuyos cálices parecen esmeraldas...;
no sé; yo creí ver una mirada que se clavó en
la mía, una mirada que encendió en mi pecho
un deseo absurdo, irrealizable: el de encontrar
una persona con unos ojos como aquellos. En
su busca fui un día y otro a aquel sitio.
Por último, una tarde... yo me creí juguete
de un sueño...; pero no, es verdad; le he
hablado ya muchas veces como te hablo a ti
ahora...; una tarde encontré sentada en mi
puesto, vestida con unas ropas que llegaban
hasta las aguas y fl otaban sobre su haz, una
mujer hermosa sobre toda ponderación. Sus
cabellos eran como el oro; sus pestañas bri-
llaban como hilos de luz, y entre las pestañas
volteaban inquietas unas pupilas que yo había
visto..., sí, porque los ojos de aquella mujer
eran los ojos que yo tenía clavados en la mente,
unos ojos de un color imposible, unos ojos...
-¡Verdes! -exclamó Iñigo con un acento de
profundo terror e incorporándose de un golpe
en su asiento.
Fernando lo miró a su vez como asombrado
de que concluyese lo que iba a decir, y le pre-
guntó con una mezcla de ansiedad y de alegría:
-¿La conoces?
-¡Oh, no! -dijo el montero-. ¡Líbreme Dios de
conocerla! Pero mis padres, al prohibirme llegar
hasta estos lugares, me dijeron mil veces que el
espíritu, trasgo, demonio o mujer que habita
en sus aguas tiene los ojos de ese color. Yo os
conjuro por lo que más améis en la tierra a no
volver a la fuente de los álamos. Un día u otro os
alcanzará su venganza y expiaréis, muriendo, el
delito de haber encenagado sus ondas.
-¡Por lo que más amo! -murmuró el joven
con una triste sonrisa.
-Sí -prosiguió el anciano-; por vuestros
padres, por vuestros deudos, por las lágrimas
de la que el Cielo destina para vuestra esposa,
por las de un servidor, que os ha visto nacer.
-¿Sabes tú lo que más amo en el mundo?
¿Sabes tú por qué daría yo el amor de mi
padre, los besos de la que me dio la vida y
todo el cariño que pueden atesorar todas las
mujeres de la tierra? Por una mirada, por una
sola mirada de esos ojos... ¡Mira cómo podré
dejar yo de buscarlos!
Dijo Fernando estas palabras con tal acento,
que la lágrima que temblaba en los párpados de
Iñigo se resbaló silenciosa por su mejilla, mien-
tras exclamó con acento sombrío:
-¡Cúmplase la voluntad del Cielo!
III
-¿Quién eres tú? ¿Cuál es tu patria? ¿En dónde
habitas? Yo vengo un día y otro en tu busca, y
ni veo el corcel que te trae a estos lugares ni a
los servidores que conducen tu litera. Rompe
de una vez el misterioso velo en que te envuel-
ves como en una noche profunda. Yo te amo, y,
noble o villana, seré tuyo, tuyo siempre.
El sol había traspuesto la cumbre del
monte; las sombras bajaban a grandes pasos
por su falda; la brisa gemía entre los álamos
de la fuente, y la niebla, elevándose poco a
poco de la superfi cie del lago, comenzaba a
envolver las rocas de su margen.
Sobre una de estas rocas, sobre la que
parecía próxima a desplomarse en el fondo de
las aguas, en cuya superfi cie se retrataba, tem-
blando, el primogénito Almenar, de rodillas a
los pies de su misteriosa amante, procuraba en
vano arrancarle el secreto de su existencia.
Ella era hermosa, hermosa y pálida como
una estatua de alabastro. Y uno de sus rizos
caía sobre sus hombros, deslizándose entre los
pliegues del velo como un rayo de sol que atra-
viesa las nubes, y en el cerco de sus pestañas
rubias brillaban sus pupilas como dos esmeral-
das sujetas en una joya de oro.
Cuando el joven acabó de hablarle, sus
labios se removieron como para pronunciar
algunas palabras; pero exhalaron un suspiro, un
suspiro débil, doliente, como el de la ligera onda
que empuja una brisa al morir entre los juncos.
-¡No me respondes! -exclamó Fernando al
ver burlada su esperanza-. ¿Querrás que dé
crédito a lo que de ti me han dicho? ¡Oh, no!...
Háblame; yo quiero saber si me amas; yo quiero
saber si puedo amarte, si eres una mujer...
-O un demonio... ¿Y si lo fuese?
El joven vaciló un instante; un sudor frío
corrió por sus miembros; sus pupilas se dila-
taron al fi jarse con más intensidad en las de
aquella mujer, y fascinado por su brillo fosfórico,
demente casi, exclamó en un arrebato de amor:
-Si lo fueses.:., te amaría..., te amaría
como te amo ahora, como es mi destino
amarte, hasta más allá de esta vida, si hay
algo más de ella.
-Fernando -dijo la hermosa entonces con
una voz semejante a una música-, yo te amo
más aún que tú me amas; yo, que desciendo
hasta un mortal siendo un espíritu puro. No soy
una mujer como las que existen en la Tierra;
soy una mujer digna de ti, que eres superior
a los demás hombres. Yo vivo en el fondo de
estas aguas, incorpórea como ellas, fugaz y
transparente: hablo con sus rumores y ondulo
con sus pliegues. Yo no castigo al que osa turbar
la fuente donde moro; antes lo premio con mi
amor, como a un mortal superior a las supers-
ticiones del vulgo, como a un amante capaz de
comprender mi caso extraño y misterioso.
Mientras ella hablaba así, el joven absorto
en la contemplación de su fantástica hermo-
sura, atraído como por una fuerza desconocida,
se aproximaba más y más al borde de la roca.
La mujer de los ojos verdes prosiguió así:
-¿Ves, ves el límpido fondo de este lago?
¿Ves esas plantas de largas y verdes hojas que
se agitan en su fondo?... Ellas nos darán un
lecho de esmeraldas y corales..., y yo..., yo
te daré una felicidad sin nombre, esa felicidad
que has soñado en tus horas de delirio y que no
puede ofrecerte nadie... Ven; la niebla del lago
fl ota sobre nuestras frentes como un pabellón
de lino...; las ondas nos llaman con sus voces
incomprensibles; el viento empieza entre los
álamos sus himnos de amor; ven..., ven.
La noche comenzaba a extender sus sombras;
la luna rielaba en la superfi cie del lago; la niebla
se arremolinaba al soplo del aire, y los ojos verdes
brillaban en la oscuridad como los fuegos fatuos que
corren sobre el haz de las aguas infectas... Ven, ven...
Estas palabras zumbaban en los oídos de Fernando
como un conjuro. Ven... y la mujer misteriosa lo lla-
maba al borde del abismo donde estaba suspendida,
y parecía ofrecerle un beso..., un beso...
Fernando dio un paso hacía ella..., otro..., y
sintió unos brazos delgados y fl exibles que se liaban
a su cuello, y una sensación fría en sus labios ardo-
rosos, un beso de nieve..., y vaciló..., y perdió pie, y
cayó al agua con un rumor sordo y lúgubre.
Las aguas saltaron en chispas de luz y se cerraron
sobre su cuerpo, y sus círculos de plata fueron ensan-
chándose, ensanchándose hasta expirar en las orillas.
- 28 - Mensapiens
Preguntas y Propuestas / SolucionesLa Cucharita y la BotellaFacundo Cancelo
Hace unos números, Pablo San
Martín se preguntaba porque
colocando una cucharita en el pico de
una botella de cerveza o gaseosa, ésta
no perdía el gas. Facundo nos manda la
siguiente teoría:
Lei en un sitio de internet lo siguiente
respecto a lo que podria ocurrir con las
burbujas de una gaseosa cuando se le
pone un elemento metalico:
Cuando una botella está cerrada el
gas que escapa del líquido aumenta su
presión hasta el punto de igualarse la
tasa de evaporación (molèculas de gas
que escapan por agitación térmica) a
la de licuación (moléculas que vuelven
al líquido). Si destapamos la botella,
escapan del líquido más moléculas de
las que vuelven. Además, las molé-
culas que escapan son, por termino
medio, más energéticas que las que
permanenecen en el líquido, dicho de
otro modo, están más calientes. ¿Qué
efecto puede tener la cucharilla? Mi
hipótesis es: la cucharilla, por ser
metálica, es buena conductora del
calor; el mango de la cucharilla queda
dentro de la botella, presentando
sus dos caras planas a las moléculas.
Cuando una molécula choca con el
mango, la energía térmica que lle-
vaba se entrega a las moléculas de
la cucharilla, con lo cual la molécula
de gas, enfriada, tiene mas probabili-
dades de volver al gas que de escapar
de la botella: la cucharilla actua como
un licuador, extrayendo el calor e
irradiándolo a través del mango hasta
fuera de la botella, donde se pierde al
exterior. Como vemos, no tiene impor-
tancia que la cucharilla tape más o
menos el agujero de la botella.
Nota: ¿Y que pasa si la cucharita no está sumergida en el líquido? Supuestamente el método es igual-mente útil, pero no queda explicado por esta hipótesis... (DZ)
Razón de PesoAlejandro Kwiatkowski
Alejandro nos envía un link
donde se explica que el signo
“$” surge de la vieja abreviatura de la
palabra “pesos” que era “PS”, con la
“S” ligeramente superpuesta a la “P”.
Con el tiempo la superposición se hizo
mayor y se terminó simplifi cando con
el actual signo “$”.
El link enviado por Alejandro es:
www.straightdope.com/classics/a3_178.html
Algunos PendientesVarios
Acá les presento un resumen de
algunas de las preguntas pen-
dientes de números anteriores:
- ¿Porque el monumento a Las Heras
en la Catedral de Buenos Aires dice
‘Jeneral’ y no ‘General’?
- ¿Porqué el martillito para romper
el vidrio en caso de emergencia en
el colectivo está asegurado con tor-
nillitos?
- ¿Cuál es el origen de frases como
‘El que como y no convida tiene un sapo
en la barriga’, ‘Chupate esa mandarina’
o ‘Chocolate por la noticia’?
- ¿Porque algunos paises identi-
fi can el nivel del piso de un edifi cio
como ‘primer piso’ y el siguiente como
‘segundo piso’ mientras que otros (como
Argentina) lo identifi can como ‘Planta
baja’ y el siguiente como ‘Primer piso’?
¿Cual resulta más correcto?
A ver si alguien se prende con estas
preguntas...
Errata
En el número anterior se deslizó un error en las soluciones del
concurso: La respuesta de la estrella de números no correspondía al problema.
Aquí va la correcta:
Cuestión de Principios
En el número anterior se planteaban los principios de veinte novelas famosas y
se pedía descubrir a cuales correspondían.El único que respondió correctamente
las 20 novelas fue Hector Roldán, seguido por Andrea De Gennaro, que mencionó sólo
16. Las respuestas correctas:
1. Cien años de soledadGabriel García Marquez
2. El largo adiósRaymond Chandler
3. PapillonHenri Charriere
4. Sobre héroes y tumbasErnesto Sábato
5. El viejo y el marErnest Hemmingway
6. La metamorfosisFranz Kafka
7. RayuelaJulio Cortazar
8. La invención de MorelAdolfo Bioy Casares
9. El padrinoMario Puzo
10. A sangre fríaTruman Capote
11. Moby DickHerman Melville
12. Viaje al centro de la tierraJulio Verne
13. Tom SawyerMark Twain
14. Un mundo felizAldpus Huxley
15. DraculaBram Stocker
16. CarteroCharles Bukowski
17. David Copperfi eldCharles Dickens
18. El hobbitJ.R.R.Tolkien
19. Miedo y asco en Las VegasHunter S. Thompson
20. FundaciónIsaac Asimov
- 29 -Mensapiens
JuegosCuadrado Mágico
Colocá las fi chas dentro de la grilla de modo que queden idénticas fi las y columnas dentro del cuadrado. No podés rotar las fi chas.
Ejemplo
Dominó
Se colocó un juego completo de Dominó (28 piezas)en el diagrama, sin embargo las líneas de los lados de las fi chas fueron borrados y los puntos reemplazados por números. ¿Se animan a dibujar las líneas de las fi chas de modo que el dominó quede completo dentro del diagrama?
Se incluyen las fi chas para poder irlas tachando a medida que se las ubica y un pequeño ejemplo con seis fi chas:
Ejemplo
- 30 - Mensapiens
Juegos
Ejemplo
Robot
Math Bot
Encuentra la mejor forma de ubicar al robot (formado por 25 cuadros) de forma tal que los números que queden dentro del robot sumen el máximo posible. El robot puede ser rotado pero su cuerpo debe quedar dentro de la grilla. Los cuadros que forman al robot no pueden solaparse con los cuadros negros, pero ¡atención! El robot tiene un cuadro vacío en su interior que puede encajar con un cuadro negro.
En el ejemplo la solución suma 138.
- 31 -Mensapiens
JuegosNombres
Colocar los nombres dentro de la grilla de modo que los cuadros alrededor del nombre queden en blanco (incluidas las dia-gonales). Los números fuera de la grulla indican la cantidad de letras hay en esa fi la o columna. Algunas letras están indicadas, estas deben aparecer al menos una vez en la fi la o columna.
Ejemplo
Nombres: Anne, Liz, Lil y Eve
Nombres: Ann, Liz, Sue, Lucy, Kate, Mary, Emily y Nancy.
Todos los juengos anteriores corresponden al Campeonato Mundial de Juegos de Ingenio, Hungría, 1999.
Aros Mágicos
Completar los circulitos del siguiente esquema con los números del 1 al 12, de manera que los seis circulitos unidos por cada uno de los 4 círculos principales sumen lo mismo.
Aros Mágicos
Completar los circulitos del siguiente esquema con los números del 1 al 19, de manera que los tres circulitos unidos por cada uno de los 12 segmentos del hexágono (los seis del perímetro y los seis que parten del centro) sumen 22. Luego hacer lo mismo pero de manera que la suma sea 23.
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The EndAmazonasAndrea De Gennaro
Durante mucho tiempo se creyó en la existencia de
simple como distinta.
ras: Amazonas.
Excusas para no colaborar en MensapiensM.A.E.
1. Estoy en contra de la deforestación, inclusive de árboles binarios.
2. Saqué la mano por la ventana y me la afanaron.
3. Respondí en broma a un test, el psiquiatra laboral lo tomó en serio y me encerraron.Como me enojé, me hicieron una lobotomía.
4. Me acosté sobre el brazo, y la falta de irrigación me lo hizo de hule.
5. Le puse un pararrayos al monitor, a ver qué pasaba.
6. Mi mano es una asesina serial y no le voy a estar dando nada con punta.
7. El chupacabras me sacó todos los huesos.
8. Las ideas se me traban en la birome. Me crecieron los pómulos y no veo.
9. Un tal Stephen King me hackea la compu desde Yankilandia. “Carrie” la escribí yo.
10. Tengo un contrato exclusivo con Piñón Fijo.
11. No evolucioné bien, no tengo el pulgar opuesto para agarrar el lápiz.
12. Sólo escribo en arameo en mi vientre cuando me posesiona Víctor Sueiro.
13. Confundí un Shimmy con un Danonino y me creció tanto la mano que no la puedo levantar.
14. Hoy es SANNOESCRIBO y yo respeto las religiones.
15. Un Rotweiler me comió la cabeza, y ahora no pienso.
16. Me agarró lepra y se me cayeron los dedos; me los pegué con una Gotita comprada en Retiro, pero se me despegaron otra vez y una vecina los puso de velita en una torta.
17. Tengo tanta fuerza que con cada dedazo rompo el teclado.
18. Nací sin manos y sin pies, y mi psicólogo me dijo que yo no servía ni para hacer la “O” con el culo.
19. Mi codo está embarazado y necesita reposo.
20. Debo un crédito a una sociedad caníbal y estoy atrasado en tres cuotas.
21. Me regalaron un teclado faquir, y me ensarto mal.
22. Soy piquetero, y prendí una goma para que nadie llegue a la hoja.
Mas AforismosAriel Griglio
-No es la belleza de la rosa la que la protege de sus enemigos, sino las espinas. De igual manera, un revólver es más efectivo que una sonrisa.
-Las flores florecen para todos. Pero el que las vende no piensa lo mismo.
-La televisión es a la radio, lo que las revistas a los libros sin dibujitos.
-No es el pasado lo que me agobia, sino la posibili-dad que alguien se entere de lo que hice.
-La belleza de una hermana es muy perturbadora.
-Nuestros hijos nos dan la oportunidad de ser los padres que hubieramos querido tener. Y nues-tros padres son los hijos de nuestros abuelos.
-¡Cuánto equilibrio se requiere para castigar a un niño! ¡Y cuanta agilidad!
El búho del mes
Estampillas
Seguimos con las estampillas del mundo dedicadas a famosos matemáticos.Hoy presentamos esta estampilla editada en la Unión Soviética para conmemorar el 250º aniversario del naci-miento de Leonard Euler.
Sobre las colaboraciones
Como siempre, todos los lectores de Mensapiens, sean o no miembros de Mensa, están invitados a colaborar con la revista, enviando notas, cuentos, juegos, poesías, dibujos,
fotos, comentarios, chistes, frases, o simplemente enviando su opinión acerca de la revista. Y por supuesto están invitados a participar en el concurso de arte digital!
Ante algunas consultas acerca del formato preferido para el envio de material, les cuento: Lo ideal es que todo el texto que deseen enviar se encuentre en un archivo de texto plano, un simple archivo .TXT sin ningun tipo de formato. Si el artículo debe ir acompañado de gráfi cos o fotos, adjuntarlas en formato JPG o TIFF, pero no incluirlas dentro del texto. Si es necesario hacer alguna aclaración en el texto sobre la ubicación de las imágenes, que sea sea del tipo “[insertar imagen xxx aquí]”.
Por supuesto no olviden incluir sus datos personales (nombre, e-mail y, si lo desean, el nombre con el que quieren aparecer fi rmando, en caso de preferir no hacerlo con el propio.
La dirección para enviar material es [email protected].
¡Los esperamos!
MENSAPIENS 16 - Marzo / Abril de 2003