Sbado01.09.2007, 11:13 hs. | Montevideo, Uruguay EL
PAISNacional
DESDE EL RECODOLos que se vanEnrique BeltrnUna de las cifras de
quienes abandonan el pas sigue siendo inquietante. Tanto ms, que el
fuerte porcentaje de ese xodo est integrado con figuras jvenes,
muchas de ellas en la plenitud de su inteligencia y de su
capacidad. Son de los filones ms ricos de nuestro acervo espiritual
y material y por lo tanto, su privacin, son nubes para nuestro
futuro. Pese a los sntomas alentadores de nuestro desarrollo
econmico, que en buena parte recoge el sostenido crecimiento de la
economa mundial, siguen aumentando las cifras de la gente que se
desarraiga, toma sus petates y decide labrar en otro pas su suerte.
Despus, seguramente, all volcarn sus desvelos y preocupaciones,
probablemente sus afectos y en muchos casos sus definitivas
races.La mejora no ha calmado la sangra. Es menor, ciertamente, de
la que tanto nos castig en las horas de la crisis. Sin embargo, ha
retomado una lnea ascendente, segn las cifras que se han dado a
conocer por los aos 2004 y 2005, as como las que parecen indicar el
numero de los que no egresaron en el 2006 y en el primer semestre
del 2007, de acuerdo a las cuales, el flujo emigratorio habra
cobrado renovado impulso.Eso indica, que en ese discurrir de tan
importantes energas nacionales no slo operan los factores
econmicos. Otros muchos coadyuvan con ellos, y algunos con
relevancia propia. Tanto mayor, cuanto menos los consideren y los
valoren la mentalidad predominante en el gobierno de turno. Varios
son esos factores que juegan con las expectativas econmicas o al
margen de ellas para impulsar la sangra que no se detiene. Pienso
que un Estado cuya presencia es cada vez ms agobiante y al mismo
tiempo ms encogido, porque se ha hecho ms sectario, ms
exclusivista, ms representante de un partido, que de la comunidad
nacional, con su tendencia a invadir, a digitar, a burocratizar, a
politizar buena parte de lo que toca, no es seguramente una apuesta
a la radicacin, ni mucho menos una convocatoria a la esperanza ni a
la superacin. [CAUSAS]Tampoco lo es la educacin. La rgida
uniformidad de los programas; ese recelo a la libertad que no
vacila inclusive, en desconocer la Constitucin cuando consagra con
la mayor amplitud, la libertad de enseanza; su politizacin
sostenida, exhibida a veces con desenfado, en una nueva violacin
constitucional; sus rendimientos bien poco satisfactorios, su
alejamiento frecuente con la realidad nacional, no ensanchan los
horizontes para una poca que tanto lo requiere y tanto los abre
potencialmente. No obstante en lugar de fijar sus propsitos en
ensanchar los caminos y las libertades, multiplicar las opciones
para dar respuesta a la rica pluralidad de nuestra realidad humana,
ms se cierra por momentos, y tan ensoberbecida se siente, que
pretende encaminarse, sin proclamarlo, al monopolio de la educacin
de nuestros hijos.Se hace mucho menos doloroso abandonar el pas
cuando menos arraigo se siente para con l. Bien poco contribuye a
fortalecerlo cuando los vnculos de la comunidad nacional tan
descuidados se hacen, que el partido de este gobierno parece creer
que la historia slo ha empezado con l, que por ello, tradicionales
smbolos patrios los deja de lado por otros que marcan su presencia
en el poder y las fechas de nuestra independencia transcurren en
medio de descuido oficial. Tal vez un reflejo de ese debilitamiento
nacional es nuestra poltica internacional que parece revelar en
algunos momentos que no se sabe quienes somos, ni lo que
queremos.
ANLISIS El xodo contina Es de jvenes en plenitud de inteligencia
y capacidad Acervo material y espiritual Problema futuro = nubes
Aumentan las cifras de salida a pesar de la mejora econmicaLAS
CAUSAS:El estado, el gobierno y su poltica estaltaLa educaicon
politizada y con pocos resultados , desacompasada con la realidad
Menor arraigo lleva al irse Poca identidad nacional e identificacin
con los smbolos patrios
