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GUÍA DE LA ALHAMBRA. Rafael Esparragoso Vázquez
La Alhambra se asienta sobre la Sabika,
una colina que avanza desde las últimas
estribaciones de Sierra Nevada hacia el
interior de la ciudad. Esta colina también
fue conocida como “Cerro de San Pedro”
o “Colina Roja”, por el color de su tierra.
Puede que por esta última
denominación la llamaran La Alhambra,
es decir, la Roja. Allí se asentaba una
antigua fortaleza, tal vez del s. IX, y sobre
ella, el primer rey de la dinastía nazarí,
Alhamar, mandó construir la
fortificación en el año 1.239.
La Alhambra conformaba una auténtica
ciudadela inexpugnable. Su forma es
alargada e irregular, adaptándose a las
irregularidades del monte de la Sabika. Su
longitud es de 740 metros y su anchura varía
entre los 40 metros y los 180 metros. El
recinto está rodeado por una muralla que
estaba unida a la muralla de Granada. La
principal función de sus veintisiete torres
era la defensiva, aunque también servían
como viviendas.
Las puertas que comunican la muralla con el
exterior están diseñadas “en recodo”, por lo
que hay que girar varias veces antes de
entrar al interior. Para acceder al recinto
existen cuatro puertas principales:
- Puerta de las Armas (Alcazaba) y Puerta del Arrabal, (Torre de los Picos), situadas al norte
- Puerta de los Siete Suelos y Puerta de la Justicia o Explanada, situadas al sur.
-
La Puerta del Vino (5) es una de las puertas interiores más representativas. Comunica la
Alcazaba con el recinto de la Alhambra. Tiene un pasillo central con dos estancias
laterales, con bancos para la guardia real. Las albanegas del arco están decoradas con
azulejos de cuerda seca.
ALCAZABA
La Alcazaba se sitúa en el extremo más alto de la colina, frente al barrio del Albaicín. Con
forma triangular, este espacio está delimitado por tres barrancos: el de la Sabika (al sur),
el del Darro (al norte) y el que había en la actual Plaza del Aljibe (al este).
El acceso principal a la Alcazaba se realiza a través de la Torre del Homenaje. En este
barrio castrense vivían los soldados de élite del Sultán, junto con sus familias. En la Plaza
de Armas, un espacio abierto y diáfano, se realizaban las paradas militares en tiempo de
paz, y se preparaba la defensa en tiempos de guerra.
GUÍA DE LA ALHAMBRA. Rafael Esparragoso Vázquez
Los materiales empleados son el ladrillo,
en el interior de las torres, los baños, el
aljibe y las casas; el hormigón (mezcla de
cal, arena, tierra y agua) en las murallas y
el exterior de las torres; la piedra, en la
base de los muros y los arcos.
La Alcazaba cuenta con dos silos (grandes
agujeros para mantener frescos los
alimentos en verano).
Ante la inexistencia de agua en la Alcazaba,
una de las primeras actuaciones fue la
construcción de una acequia (la Acequia
Real) para traer agua del río Darro. El aljibe
era un depósito donde el agua de la
acequia entraba, reposaba, se limpiaba y se
almacenaba.
La Torre de la Vela, de cuatro plantas, es la
más alta de las veintisiete que hay en las
murallas de la Alhambra. Las almenas de la
torre se destruyeron por los efectos del
terremoto de 1522. Desde el campanario de
la torre se regularon los turnos de riego en la
Vega de Granada.
PALACIO DE COMARES
Situado junto a la Alcazaba, su construcción
se prolongó durante el siglo XIV, coincidiendo
con el reinado de Yusuf I, que impulsó de
importantes obras hidráulicas y fundó la
Madraza. Por su amplia cultura se le conoce
como el Rey Sabio.
El palacio se organiza en torno a cuatro patios con
una orientación norte- sur: patio de la madraza de
los príncipes, patio de la machuca (entrada
principal), patio del cuarto dorado (acceso a las
dependencias privadas del Sultán) y patio de
Comares.
MADRAZA DE LOS PRÍNCIPES
Era un centro de estudios para la familia real, en el
que estudiaban ciencia y filosofía. El espacio
contaba con sala de estudio, pila de abluciones,
oratorio y otras estancias para los funcionarios. En
Al-Andalus se crearon numerosas bibliotecas y
madrazas. Aunque en Granada se
elaboraron numerosos manuscritos, sólo
unos pocos sobrevivieron a la conquista
cristiana. A finales de s. IX al-Andalus
liberaba la ciencia europea, se tradujeron
al árabe obras de científicos y filósofos
griegos (Aristóteles, Arquímedes o
Tolomeo).
MEXUAR
En este espacio se reunía el Consejo de
Ministros y se celebraban audiencias
públicas. Las sucesivas transformaciones
han dejado pocos elementos originales,
salvo algunos alicatados.
GUÍA DE LA ALHAMBRA. Rafael Esparragoso Vázquez
PATIO DEL CUARTO DORADO Y FACHADA DE
COMARES
La fachada del Palacio de Comares es una de las
más decoradas de la Alhambra, al servir de
acceso al lugar en el que se celebraba las audiencias públicas. Cuenta con dos puertas
iguales, que fueron diseñadas para confundir a los posibles asaltante. Originalmente, la
puerta situada a la derecha no conducía a ninguna parte, mientras que la de la izquierda
llevaba a las habitaciones privadas del sultán. Las fachadas laterales del patio son lisas y sin
decoración, para no distraer la mirada y concentrar toda la atención en la fachada principal.
En el interior, todo el conjunto estaba concebido para impresionar e intimidar a las
personas que se dirigían al sultán. Las paredes interiores estaban decoradas con
inscripciones de poemas en honor al sultán realizadas por los poetas coetáneos.
Decoración de la Fachada de Comares: Temas:
- Escritura: pueden ser poemas, frases repetidas (la más abundante es el lema de los
nazaríes: “Sólo Alá es vencedor” o “Sólo Alá permanece”.
- Figuras organizadas geométricamente o repetidas de forma lineal o por efecto de
rotación.
- Ornamentación vegetal, como las hojas de acanto.
Materiales:
- Madera en los techos, vigas, aleros, frisos, puertas y ventanas.
- Escayola en arcos falsos y bóvedas.
- Cerámica en azulejos y alicatados en el interior de las paredes.
- Estuco (mezcla de cal muerta y polvo de mármol, alabastro o yeso) en las paredes.
- Mármol blanco en los pavimentos y columnas.
PATIO DE LOS ARRAYANES
Las mejores viviendas
granadinas tenían un patio
rectangular con alberca en el
centro. Aportaba luz y aire a la
casa. La alberca refrescaba el
ambiente en verano. El reflejo
de los pabellones y la torre en el
agua produce una sensación de
mayor profundidad. Alrededor
del patio se distribuyen las
estancias privadas:
- Torre de Comares (norte),
donde se situaban las
habitaciones del Sultán.
- En las zonas laterales se
sitúan las viviendas de las
esposas. En verano se ocupaba
la planta baja y en invierno la
planta alta Cada vivienda tenía
dos puertas, una para acceder a
la planta baja, y otra, más
pequeña, para acceder a la
planta alta.
GUÍA DE LA ALHAMBRA. Rafael Esparragoso Vázquez
-Habitaciones de las concubinas y del
servicio (sur). Esta área quedó
destruida tras la construcción del
palacio de Carlos V. No obstante, se
conserva la estructura y decoración
externa del pabellón.
Aunque el patio está enlosado con
mármol, originalmente tenía un jardín
con naranjos, granados y plantas
aromáticas, a un nivel inferior. Se
podía pasear por el jardín sobre dos
estrechos pasillos de mármol.
TORRE DE COMARES
La denominación de “comares”
proviene de las vidrieras de colores
que cerraban los nueve balcones que
se abren hacia la gran sala de los
embajadores, vidrieras que aún hoy
reciben en Oriente el nombre de
“comarías”. Es la torre más grande de
la Alhambra, tiene una planta
cuadrada con dieciocho metros de
largo. Exteriormente tiene aspecto de fortaleza, símbolo del poder. El interior está
profusamente decorado. En este espacio se sitúan las dependencias privadas del sultán, y
el espacio donde recibía a personalidades.
La vivienda de invierno estaba en el primer piso de la torre, que tiene una ventana en el eje
central. La sala de la barca era la vivienda de verano. Tenía dos alcobas laterales que se
cerraban con puertas plegables de madera.
Las instalaciones que más utilizaba el Sultán eran el oratorio para sus devociones, el baño
para la higiene personal, los baños turcos para relajarse, el patio del Cuarto Dorado para
dictar sentencias y el salón de embajadores.
SALÓN DE EMBAJADORES
Situado en el interior de la Torre, era el lugar donde se celebraban las audiencias privadas
con embajadores y personalidades. La cúpula representa los siete cielos superpuestos del
cosmos musulmán, sobre los que sobresale el trono de Dios (Corán). En el centro del suelo
hay un cuadrado de azulejos con el nombre de Alá. Las paredes están decoradas diferentes
motivos. A través del salón se accede a pequeñas alcobas para los asistentes. El trono se
situaba en la alcoba central que ofrece una visión del Albaicín.
PALACIO DE LOS LEONES
El palacio albergaba las dependencias privadas, alejadas de las obligaciones del protocolo.
Tiene cuatro edificios que giran en torno a un patio central sin alberca y con una galería
continua que lo rodea Está orientado en dirección oeste-este, aunque las salas principales
tienen una orientación norte-sur.
PATIO DE LOS LEONES:
Es un patio rectangular con una fuente en el centro y dos más pequeñas que están
resguardadas por templetes. La galería de arcos decorativos tiene 124 columnas diferentes,
realizadas en mármol blanco de Macael (Almería).
GUÍA DE LA ALHAMBRA. Rafael Esparragoso Vázquez
Las columnas tienen un pequeño trozo de plomo en la parte superior e inferior de las
mismas. Estos elementos les otorga cierta flexibilidad para soportar posibles terremotos.
- El alero del tejado está decorado con lazos de madera ensamblados.
- El antiguo zócalo estaba alicatado: en la parte alta tenía un friso de yeso decorado.
- Los cuadrantes de tierra del jardín estaban a un nivel más bajo que el suelo, con
flores y naranjos.
- El agua de los jardines y patios no sólo tenía un sentido práctico (refrescar el
ambiente y regar las plantas) y de simbolismo puesto que la abundancia de agua
era un símbolo de lujo y prosperidad. El rumor del agua y los juegos de luz que
producían los reflejos produce sensaciones placenteras. Muchas pilas y pilares
estaban dedicados a la ablución de los creyentes.
- Utilizaban las acequias de un modo decorativo. Plantaban flores junto a ellas,
representando el sistema de riego.
SALA DE LOS MOCÁRABES
La Sala de los Mocárabes (oeste) y la Sala
de los Reyes (este) se utilizaban para
fiestas y banquetes en épocas de buen
tiempo, por lo que no disponían de
puertas. La bóveda original se cayó por
una explosión a finales del siglo XVI. La
actual es del siglo XVII.
- Los mocárabes son unos elementos
decorativos de yeso formados por la
repetición de pequeños prismas que
caen hacia abajo.
SALA DE LOS ABENCERRAJES
Recibió esta denominación a
partir del siglo XVI. Según la
tradición fue el escenario de
sangrientas disputas
cortesanas que acabarían con
los principales miembros de esa
familia norteafricana.
Es un espacio con planta
cuadrada en cuyo centro se
sitúa una fuente de mármol. A los
lados de este espacio, mediante dobles arcos, se encuentran dos amplias alcobas. Gran
parte de su decoración de yesería fue muy restaurada en el siglo XVI, al que también
corresponde el principal zócalo de azulejos, de procedencia sevillana.
Lo más espectacular de la Sala es su impresionante cúpula de mocárabes en forma de
estrella de ocho puntas al abrirse sobre ocho trompas también de mocárabes.
SALA DE LOS REYES
Estaba dividida en tres alcobas de
planta cuadrada, rematadas con
cúpulas de mocárabes que sobresalen
de la cubierta general a semejanza de
linternas -otro elemento característico
de la arquitectura nazarí-.
Las tres falsas bóvedas albergan
pinturas sobre cuero con una
iconografía profana. El estilo se
corresponde con el gótico lineal
destacando el empleo de la línea y el
dorado
GUÍA DE LA ALHAMBRA. Rafael Esparragoso Vázquez
El conjunto se atribuye a artistas cristianos conocedores del mundo musulmán. Representa
una mezcla de la estética italiana con la islámica, poniéndose de manifiesto la influencia
del taller toledano como base de la amistad existente entre don Pedro I de Castilla y
Muhammad V de Granada. En las bóvedas laterales parecen representarse las escenas de
un relato novelesco medieval. Unos caballeros, identificados por sus ropas musulmanas y
cristianas, realizan diversas pruebas para obtener los favores de una dama. La historia, que
comienza en la bóveda izquierda, puede tener su desenlace en la bóveda de la derecha.
Todas las escenas se desarrollan entre una extraordinaria representación de la naturaleza:
aves y animales silvestres en movimiento entre una profusa vegetación y arboleda.
La Sala de los Reyes recibe su nombre por los diez personajes enigmáticos que aparecen
en la bóveda de la alcoba central. Fue considerada impropiamente desde antiguo como la
representación de los sultanes más destacados de la dinastía nazarí. Lo que sí parece cierto
es que la escena representada debía ser muy parecida a la que tenía lugar habitualmente
en la estancia: una reunión de notables con la presencia del Sultán o de destacados
miembros de la Corte.
SALA DE DOS HERMANAS:
Es la vivienda más completa
del palacio, posee tres
dependencias: dos alcobas
laterales (sala de Dos
Hermanas), sala de los
Ajimeces y Mirador de
Lindaraja.
Es la única puerta de
entrada original que se
conserva en todo el recinto,
expuesta en el Museo de la Alhambra.
Recibió esta denominación por las dos grandes losas de mármol de Macael (Almería),
centradas por una fuentecilla que evacua por un canalillo al Patio de los Leones.
El zócalo de alicatados es uno de los más originales de la Alhambra, formado por una
composición geométrica a base del entrelazado de cintas de varios colores.
Los muros están decorados con yesería que se divide en grandes paños separados por
inscripciones epigráficas. Destaca una cúpula de mocárabes que, a partir de una estrella
central, se desarrollan mediante el conocido teorema de Pitágoras.
MIRADOR DE LINDARAJA
Es un mirador con ventanas bajas para sentarse en el suelo y apoyar los brazos en el borde.
Desde ellas contemplaba el sultán el Albaicín y el Sacromonte, antes de que Carlos V
construyera la Torre del Peinador de la Reina. Para crear este mirador, los arquitectos
nazaríes se reservaron los modelos decorativos más complejos. Tiene una vidriera de
diversos colores en el techo que está muy deteriorada. Debió ser uno de los rincones más
íntimos y preferidos del sultán para la contemplación y el placer. El mirador hay inscritos
unos versos cuya traducción sería “En mí, a Granada ve, desde su trono califal”
