Upload
shirleykarlha
View
26
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Secreto Profesional
Citation preview
Mgr. Verónica Meza Mostajo
Antecedentes HistóricosDesde la antigüedad, el
secreto profesional ha sido considerado esencial para el
ejercicio de la medicina.Hipócrates en su célebre
juramento dice que para el médico es una obligación
moral: “todo cuanto en el trato con los demás, tanto en el
ejercicio de la profesión como fuera del mismo viere u oyere,
que no deba divulgarse, lo consideraré absolutamente
como un secreto”. Luego en el transcurso del desarrollo de la
ciencia médica todos los códigos y normas de ética
hacen notar la importancia de guardar el secreto profesional.
El Código de la Asociación Médica Americana declara:
La confidencia nunca debe ser revelada, a no ser que la ley lo exija o
sea necesario para proteger el bienestar de los individuos o de las
comunidades.El Código Internacional de Ética Médica reitera que el
médico debe preservar absoluto secreto de todo lo que se le haya confiado o que él sepa por medio
de una confidencia.
Sobre el secreto profesional
El profesor Diego Gracia define el secreto como: "aquello que jamás debe de trascender".
En el texto de la profesora Pilar Arroyo encontramos definido el secreto profesional como: “el compromiso, la promesa o el
pacto tácito de no divulgar lo conocido durante el desempeño de una profesión".
Es evidente que los secretos se guardan mucho mejor, cuando se accede a ellos desde un nivel de intimidad y de
relación personal, que si los datos, que deben de ser custodiados en secreto, forman parte de una historia clínica, accesible a un número importante de personas y ponderados dentro de las deliberaciones de un equipo de trabajo. El tema está además especialmente dificultado por la incorporación
del recurso informático en la praxis sanitaria.
Es importante destacar la gran relevancia que,
desde hace algunos años, ha ido
adquiriendo la salud pública y que, sin duda, origina conflictos sobre el carácter absoluto de
los secretos que los profesionales de la salud conocen en el
ejercicio de su actividad o profesión.
Las "enfermedades de declaración obligatoria" son el exponente más característico de los dilemas que pueden
surgir en torno al secreto profesional ya que entran o pueden entrar en conflicto con los intereses sociales
defendidos desde la salud pública.
En torno al tema se han presentado diversas
teorías pero la distinción básica es la siguiente:
• SECRETO ABSOLUTO: Su revelación no admite ninguna excepción (ej.: secreto de confesión).
• SECRETO RELATIVO: La revelación queda
supeditada a una “justa causa” es decir, cuando
del mismo derive un gravísimo daño para
terceros o cuando pueda relevarlo un magistrado
competente por justa causa.
La obligación del secreto médico se hace extensible
a la documentación que involucra al paciente como
por ejemplo, la historia clínica. El secreto médico se recoge y guarda en la
historia clínica. Por ello la historia clínica es intrínsecamente
confidencial, a la vez que imprescindible para la
adecuada asistencia del enfermo a lo largo de toda
su vida. Los datos allí almacenados pertenecen al paciente y éste tiene
derechos sobre los mismos.
Sobre la Confidencialidad
La confidencialidad en el ámbito sanitario refiere que los usuarios de la sanidad pública, tienen derecho al respeto a su personalidad,
dignidad humana e intimidad y a la confidencialidad de
toda la información relacionada con su proceso.
También se garantiza el derecho del enfermo a su
intimidad personal y el deber de guardar el secreto
profesional "por quien en virtud de sus competencias
tenga acceso a la historia del paciente".
La confidencialidad en la relación entre los profesionales y sus clientes es imprescindible, y queda plasmada en los
códigos deontológicos profesionales, ya que entendemos la confidencialidad en términos de protección de
comunicaciones entre personas, que se dan en ciertas relaciones especiales.
Entendemos que la confidencialidad, tal y como ha quedado definida anteriormente, nos obliga a los sanitarios
a mantener informado al paciente de todo aquello que tenga que ver con él en reconocimiento del derecho que
tiene a controlar la información sobre sí mismo.
Esta afirmación deja abierto un nuevo dilema en torno a
la información que debe recibir el paciente y en qué medida los registros que
realizamos sobre su valoración, diagnósticos y evolución son "propiedad" del paciente y, desde esta
perspectiva, cabría cuestionarse la manera
como llevamos a cabo los registros, su claridad,
concisión y el acceso del usuario a los mismos.
¡Muchas Gracias!