Seguridad en la Contratación por Internet: Firma Electrónica y Fe

Pública

JUAN BOLÁS ALFONSO

Presidente del Consejo General del Notariado

l.- INTRODUCCIÓN.

llustrísímos señores, señoras y señores, queridos amigos, sean mis primeras palabras de agradecimiento a las entidades organizadoras de estas jornadas por su invitación, especialmente a mi buen amigo Juan Manuel Fernández.

Conforme al programa me corresponde hablarles a Vds. de la relación existente entre la firma electrónica y la fe pública dentro del marco de la seguridad en la contratación.

. La materia tiene una evidente actualidad pues, de un lado el Gobierno está elaborando una ley sobre la firma electrónica y, de otro, el Notariado, tanto español como extranjero, está reflexionando sobre cual puede .ser el papel de los notarios en la modernísima técnica de contratación electrónica.

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Los profesionales del Derecho decimos con frecuencia que la vida va por delante de las leyes de manera que éstas se dictan para regular las nuevas situaciones y necesidades que la realidad social plantea a los ciudadanos.

Pues bien, no cabe duda de que el fenómeno del comercio electrónico es hoy un caso claro de ello, una realidad nueva que suscita la cuestión fundamental de su regulación. Hay que proporcionar un marco legal a este fenómeno imparable.

Pero, a diferencia de la regulación de ámbito estatal, las características del comercio electrónico impiden proceder con los métodos tradicionales porque no se trata simplemente de regular una situación nueva, que esté enmarcada dentro del territorio de un Estado soberano, sino de regular algo que tiene un funcionamiento "mundial" sin estar asentado físicamente en un territorio determinado sino en "La Red".

En este punto, como europeos, observamos que, de una parte, la Unión Europea está haciendo un gran esfuerzo para marcar las directrices de esta regulación, de este nuevo marco legal. Los trabajos de la Comisión se han plasmado en diversos proyectos o propuestas de Directivas sobre la firma electrónica, el comercio electrónico, y los servicios financieros a distancia.

Pero, de otra parte, estamos muy retrasados respecto de los E.E.U.U. que, según las últimas estadísticas, copan más del 80% del comercio electrónico e imponen sus reglas.

Las posibles discrepancias entre estas reglas, europeas y norteamericanas, las resolverá la ley del mercado, pues evidentemente ninguna empresa europea estará dispuesta a perder su cuota de mercado en E.E.U.U. por sujetarse a reglas no admitidas en dicho país.

El único elemento que puede proporcionar cierta cohesión es el principio de defensa de los consumidores. Partiendo de la idea de que estamos en presencia de una nueva vía de comunicación que no afecta al contenido ni a las reglas generales de la contratación sino tan sólo a la forma empleada para la transmisión de un mensaje, parece oportuno que iniciemos esta charla

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haciendo ciertas precisiones sobre la función notarial y la seguridad jurídica, para poder comprender mejor cual pueda ser la utilidad de la actuación notarial en esta materia y cuales son las diferencias esenciales entre el documento público notarial y el documento con firma electrónica.

En esta breve exposición tan sólo pretendo dejar esbozadas algunas de las ideas que el nuevo fenómeno del comercio electrónico sugiere desde la perspectiva notarial. Para ello, dados los tópicos que suelen rodear todo lo relativo a la fe pública notarial, corno dije, resulta necesario o, al menos, conveniente, hacer previamente un breve excurso sobre el papel del notario en la contratación en general.

Il.- EL NOTARIO Y LA CONTRATACIÓN.

El punto de partida ha de ser necesariamente la referencia a especial naturaleza de la función notarial y su significado y alcance.

En efecto, la naturaleza de esta función es compleja, pues el Notario tiene en nuestro ordenamiento jurídico el doble carácter de profesional del Derecho y de funcionario pública Es funcionario público en la medida que ejerce, por delegación del Estado, la fe pública, pero para la mayor eficiencia del sistema el notario actúa con una estructura similar a la de un profesional.

La razón de ser del notario es proporcionar seguridad jurídica a los ciudadanos en sus relaciones .personales, familiares y económicas.

La seguridad jurídica es un derecho de todo los españoles, conforme al artículo 9 de la Constitución, pero no siempre se comprende su significado y valor.

La noción de seguridad jurídica tiene un doble aspecto:

En un sentido objetivo, la seguridad jurídica supone la existencia de leyes, claras y suficientes, sin lagunas, y su aplicación ~fectiva por los Tribunales.

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En un sentido subjetivo, la seguridad jurídica consiste, de una parte, en la posibilidad de todo ciudadano de conocer la le su significado y alcance y de otra, en la libertad de con arreglo a aquella confiando en la eficacia de lo actuado. '

En este sentido la seguridad jurídica es un saber a que atenerse. Ello implica contar con un asesoramiento previo y con un adecuado ajuste de la voluntad, del contrato, a las leyes, todo lo cual genera en el ciudadano la confianza en que lo actuado producirá los efectos previstos, es decir, que su validez y eficacia no será contradicha.

Partiendo de estas ideas, se comprende fácilmente la relación existente entre la seguridad jurídica y la labor notarial, labor que a los ojos de la gente parece muy simple, como si el Notario se limitara a plasmar en un documento lo que otros le manifiestan y a dar fe de sus firmas, pero que, en rigor, es una labor compleja que abarca en esencia la siguientes fases:

1.- En primer lugar el notario está obligado a escuchar a las partes a aconsejarlas y asesorarlas acerca de la posibilidad y de los medios de lograr los fines lícitos que aquellas se proponen alcanzar en cada caso.

2.- Obtenida la conformidad de las partes, el notario debe redactar o controlar la redacción del contrato y su ajuste a la legalidad.

3.- Redactado el documento, el Notario debe autorizarlo, es decir, asumir su autoría, garantizando la autenticidad formal de su contenido, además de la identidad, capacidad y legitimación de los otorgantes y la fecha y lugar de la celebración del negocio jurídico.

De ahí que si bien el Notario, en c..c.u • .cO qu. ~ da fe, es un fedatario , no todo fedatario es notario, pues algunos fedatarios, como los anglosajones, limitan su actuación a dar fe solamente de las firmas de los contratantes, de su identidad y de su fecha, sin entrar en el contenido del contrato, lo que explica que para ser simplemente un fedatario anglosajón no sea necesario ser jurista, conocedor del Derecho.

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Esta diferenciación entre el mero fedatario y el Notario es básica. No obstante no siempre se comprende a lo que contribuye claramente el hecho de que el propio Notario actúe a veces como simple fedatario.

Ello sucede porque el ámbito de actuación del Notario es muy amplio. Unas veces el Notario autoriza escrituras públicas, en las que se plasman negocios o contratos pero otras, el Notario actúa como fedatario puro y sólo da fe de los hechos.Cuando el notario se limita a dar fe de los hechos no autoriza escrituras sino lo que se conoce como Actas (de sorteo, de requerimiento de pago, de notificaciones, etc.).Lo mismo sucede cuando el Notario expide testimonios, dando fe de la concordancia de la fotocopia de un documento con su original, o de la identidad y autenticidad de las firmas puestas al pie de un documento, como sucede, en ocasiones,en las certificaciones de los acuerdos de las Juntas Generales de las Sociedades Mercantiles.

Pues bien, como decimos, aunque estas ideas son sencillas, sin embargo, en la práctica no siempre se tienen en cuenta, lo que explica que exista a veces cierta confusión cuando se habla de documentos públicos notariales y de documentos privados con firmas legitimadas por fedatario .

Así, se cree, equivocadamente, que un documento cuya firma esté autenticada por notario es, sin más, documento público.

Este error obedece sin duda al olvido de la clara diferencia entre documento público y documento privado. El documento público es el autorizado por notario u otro funcionario público competente como fruto de la actuación antes comentada(cfr.artÍculo 1.216 del Código Civil), mientras que en la elaboración y gestación del documento privado no interviene ningún funcionario dotado de fé pública. Por ello, un documento privado que tenga las firmas legitímadas notarialmente no se convierte en documento público. Por la mis~a razón, el hecho de que determinados documentos tengan eficacia ejecutiva, como la letra de cambio, o puedan tener cierta especial eficacia probatoria en juicio, no quiere decir que sean documentos públicos, porque una cosa es la naturaleza del documento y otra sus efectos. La producción de efectos similares en algunos casos no

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transforma la naturaleza sustantiva de un documento privado ni lo equipara al autorizado notarialmente.

Por su calidad, por su rigurosa elaboración, el documento público notarial tiene una gran importancia en el comercio, en el tráfico de bienes y derechos, estando dotado siempre de especiales efectos sustantivos, ejecutivos y probatorios, lo que le convierte en un mecanismo de gran valor socio económico que reduce notablemente la litigiosidad.

111.- PERSPECTIVA NOTARIAL DE LA CONTRATACIÓN CON FIRMA ELECTRÓNICA.

Dicho todo ello, estamos ahora en condiciones de explicar la perspectiva notarial del fenómeno de la contratación con base en la firma electrónica.

- Así, en primer lugar, cuando se habla del papel que le puede corresponder al N otario en la contratación electrónica, debe quedar claro que una cosa es recurrir a la actuación puramente fedataria, de dación de fe de la identidad de unas firmas, ni más ni menos, y otra distinta solicitar la actua~ión propiamente notarial de autorización de documentos públicos, garantizando el notario no solamente el hecho de su celebración, su fecha, y lugar sino también su legalidad, el ajuste de su contenido a la ley y la prestación de un consentimiento contractual libre y

conscientemente emitido por hs partes debidamente asesoradas del alcance legal de sus actos.

Trasladando estas ideas a la contratación electrónica, cabría distinguir dos grandes supuestos:

A) El documento público electrónico.

Tan sólo es imaginable un documento público electrónico en la contratación a distancia, a través de Internet, estando asistidas las dos partes contratantes de un Notario. Una parte, por ejemplo la vendedora, emite su voluntad ante Notario y la otra, la compradora, acepta el contrato también

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ante Notario, y todo este proceso se realiza vía Internet, garantizando los notarios la identidad, capacidad y legitimidad de las partes así como la legalidad y realidad del contenido del contrato.

Este tipo de contratación sería plenamente equivalente a la que se realiza tradicionalmente mediante el documento público notarial y, por tanto, deberá quedar revestida de sus efectos privilegiados.

Pero la posibilidad y conveniencia o necesidad de este documento público informático está todavía en estudio. Que nosotros sepamos esta experiencia ya se conoce en Canadá, especialmente en Quebec, donde rige el sistema notarial latino, de notario jurista, garante de la legalidad del documento.

B) El contrato privado con firma electrónica.

El segundo supuesto de contratación a distancia es el que tiene lugar sin observar los requisitos que atribuyen a un documento su carácter de documento público notarial, . por cuanto que el contenido del contrato es obra de las partes, como sucede hoy en la contratación tradicional mediante documento privado.

Lo que cambia es el sistema de comunicación, la Internet, que facilita la contratación a distancia, sin presencia física de las partes.

Hoy por hoy este es el supuesto tipo, por la sencilla razón de que toda la contratación electrónica está inspirada y dominada por los E.E.U.U. Y ya se sabe que en los E.E.U .U ., salvo la excepción de Florida, no se conoce el sistema del notariado latino-germánico. En norteamérica, como en el mundo anglosajón, el notario es un mero autenticador de firmas y fechas .

De ahí que cuando, bajo esta influencia, se plantea en Europa cuál puede ser la función, el papel, del notario en la contratación electrónica, la respuesta se orienta hacia la mera autentificación de firmas.

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Coherentemente con lo dicho, no es correcto hablar entonces de "notario electrónico" en referencia a quienes certifiquen la firma electrónica, sino a lo sumo de "fedatario electrónico".

Añádase a ello que la contratación que habitualmente se formaliza en documento público notarial no es propia mente la que se efectúa a través de Intranet.Contratos de compraventa de productos industriales, objetos de consumo, suministros agrícolas, etc. etc. nunca han sido el campo de la contratación notarial.Los contratos formalizados ante Notario son contratos de clara base personal:contratos matrimoniales,donaciones,permutas, compra de terrenos, compraventa de viviendas, préstamos, hipotecas, sociedades, particiones hereditarias, etc.

Pero como la técnica avanza que es una barbaridad, es posible que en un futuro no muy lejano algunos de estos contratos se celebren tambien por contratación electrónica. En este sentido es . de destacar que actualmente se está elaborando una Directiva sobre la contratación electrónica de servicios financieros en cuyo texto, de momento, se ha excluido la aplicación de la Directiva a los préstamos con garantía hipotecaria.

IV.- LA FIRMA ELECTRÓNICA Y LA FÉ PÚBLICA.

Así las cosas, vamos_~ centrarnos ahora en los contactos entre firma electrónica y fe pública.

En toda esta materia confluyen. dos ideas fundamentales:

- De un lado es imprescindible potenciar el comercio electrónico y, para ello, es necesario suprimir obstáculos formales, derivados de las exigencias establecidas por las legislaciones nacionales.

- Pero, de otro, hay que adoptar las medidas necesarias para conseguir seguridad, para que los ciudadanos confien en las nuevas técnicas de contratación puesto que la seguridad en el comercio electrónico es presupuesto indispensable para su desarrollo.

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En otras palabras, estamos en presenc1a del clásico binomio AGILIDAD-SEGURIDAD. El comercio ha de ser ágil, pero seguro.Sin seguridad jurídica el comercio no puede desarrollarse. Lo mismo sucede a nivel del consumo. un:a contratación cuya validez y eficacia no quede asegurada es una contratación desprestigiada y, por tanto, está condenada de antemano al fracaso.

Ante esta exigencia de seguridad, caben dos respuestas o soluciones:

- Establecer unos mecanismos técnicos y jurídicos que garanticen la validez y eficacia del contrato.Es el sistema de seguridad jurídica al que responde, como dijimos, la existencia misma del notariado latino-germánico. En este sistema, que es el nuestro, además de proporcionar a las partes seguridad jurídica, en los términos expuestos, se les proporciona también un importante margen de seguridad económica en virtud del seguro de responsabilidad civil notarial que deja indemne a las partes del perjuicio económico que hayan podido sufrir por la actuación negligente del notario.

- Cabe, en segundo lugar, establecer solamente un sistema de seguridad económica, de manera que no se garantiza la validez y eficacia del documento pero si el contrato no es válido y no produce sus efectos naturales, hay siempre un sujeto o una entidad que responde de ello, indemnizando a los perjudicados del daño sufrido. Este es el llamado sistema de tÍtulos, o de seguro, que es el tradicional en los E.E.U.U.

Por ello, dada la ya comentada influencia ejercida en el campo de la contratación electrónica por N orteamérica, cuando los expertos estudian la seguridad en este tipo de contratación, encaminan sus soluciones más que haci a la seguridad jurídica, hada la seguridad económica, exigiendo la adopción de normas que determinen fa responsabilidad de los partícipes en la contratación electrónica.

Esto explica, por ejemplo, que cuando se habla de la firma, sólo preocupe la identidad o prueba de su autenticidad, y, en cambio, no se plantea cuestión alguna sobre el control de la capacidad del firmante . un ejemplo aclarará lo dicho.Somos muchos los que hemos aprendido a navegar

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en la red llevados de la mano de nuestro hijo de diez años de edad. Es posible que nuestro niño utilice mejor que nosotros la firma electrónica. Si así lo hace, en la mentalidad latino-germánica, el contrato es nulo, por ser otorgado por un menor de edad, en cambio en el sistema americano, el contrato producirá sus efectos, asumiendo el padre del niño las consecuencias económicas de dicho contrato.

Admitida esta realidad, los notarios, por todo lo dicho, no vemos en la contratación electrónica un enemigo, un peligro, que pueda convertirnos en instrumentos obsoletos del sistema de seguridad jurídica, sino un nuevo campo en el que podemos seguir prestando, como desde hace siglos, importantes dosis de seguridad y confianza.

Como veremos a continuación, la perspectiva notarial es la misma tanto desde el punto de vista internacional como del nacional.

V. EL COMERCIO ELECTRÓNICO Y EL NOTARIADO INTERNACIONAL.

La visión de la relación existente entre el notariado y el comercio electrónico transciende de las posiciones e intereses nacionales.

En el plano internacional, los notariados latinos forman parte de la U .I.N.L. que al día de hoy está integrada por unos setenta países de todo el mundo (América del Sur, Caribe, Marruecos, Canadá y la práctica totalidad de los países de la Europa Continental, como Italia, Francia, España, Bélgica, Holanda, Austria, Luxemburgo, Alemania, Grecia, República Checa, Eslovenia, Polonia, Hungría, Rusia etc.).

La importancia de la cuestión motivó que la UNION INTERNACIONAL DEL NOTARIADO LA TINO (U.I.N.L.), en su Asamblea de 2 de octubre de 1.998, celebrada en la ciudad de Buenos Aires, formulara una DECLARACION que, por su interés, transcribimos en lo esencial.

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1.- Significado y alcance de la nueva tecnología.

"El creciente interés despertado por la creación del documento electrónico y del comercio electrónico, si por un lado ha suscitado grandes esperanzas de progreso, es innegable que induce a dudas y temores pues se podría temer que las nuevas tecnologías impliquen un coloquio de máquina a máquina con un aporte de inteligencia y de control humano mínimo o 1nex1stente.

Pero esta sensación no tiene ninguna razón de ser. Aunque sea aparentemente revolucionaria, la nueva tecnología no representa más que un cambio de instrumento de comunicación, sin que implique necesariamente una modificación de las tradiciones de intercambio comercial o del ordenamiento mismo. Al contrario, tal moderno instrumento de comunicación contiene una amplia promesa de aumentar las relaciones humanas entre las personas y, por ende, comerciales, permitiendo la casi anulación dé distancias y del tiempo" .

2.- Necesidad de una regulación.

"Para que las posibilidades ofrecidas por esta tecnología alcancen un completo desarrollo, es necesario que sean introducidas nuevas reglas y, nuevas formas respecto a aquellas tradicionalmente en uso en la praxis comercial. Para prevenir las dudas y los temores que, innegablemente, pudieran surgir debido al solo hecho de hallarse ante una técnica que sustituye con símbolos matemáticos la firma realizada con signos trazados con la mano humana, es de la máxima importancia quje las normas, técnicas y jurídicas, que regulan el nuevo sistema brinden las máximas garantías de seguridad. Hoy tenemos la extraordinaria posibilidad de participar en el nacimiento de un fenómeno comercial, pudiendo dictar las normas de funcionamiento, tarea en la cual el legislador y los técnicos del Derecho deben intervenir para que en el futuro se eviten del todo controversias y conflictos". -

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3.- Las garantÍas de seguridad.

"El comercio electrónico, según el desarrollo actual, se basa en una arquitectura denominada INFRAESTRUCTURA DE LLAVES PUBLICAS (P.K.I.).- El sistema de P.K.I. utiliza un par de llaves, interconectadas entre ellas, siendo por tanto posible a una parte utilizar una llave ~lave secreta) para firmar electrónicamente el documento pudiendo la otra parte utilizar la otra llave Olave pública) para verificar la autenticidad de la firma electrónica que ha sido puesta. Si aplicando al documento la pareja de llaves el resultado no coincidiere, querrá decir que el documento ha sido firmado por otra persona o ha sido alterado. Para que el que utiliza la llave pública, a fin de verificar la autenticidad de un documento, pueda obtener la certeza de que la llave pública ha sido atribuida a la persona que declara ser su titular y no a otros, es indispensable la introducción de un tercero de probada confianza (TRUSTED THIRD PARTY- T.T.P.) En el sistema P.K.I. el tercero de probada confianza (T.T.P.) adjunta a la llave pública un certificado que contiene la identificación del titular de la llave y tcida otra información Útil.Pero es evidente que para que el sistema tenga éxito, el tercero debe gozar realmente no sólo de la más amplia confianza de las partes sino asimismo de la sociedad entera y debe estar provisto de capacidades técnico~jurídicas para poder efectuar el necesario control de legalidad sobre el documento firmado y enviado con la nueva tecnología".

4.- El papel del Notario.

Por ello, lejos de ser una materia ajena al notario, es un nuevo campo de actuación notarial, en competencia con otras personas e instituciones pues "En realídad, tales requisitos indican a una profesión que, por más de un milenio, ha cumplido ese rol con plena satisfacción de los usuarios y de la sociedad. La función notarial consiste propiamente en la íntima fusión de lols deberes de certificar la identidad y capacidad de las partes y de ofrecer a aquellas partes que requieren tal certificación el asesoramiento jurídico necesario para que el interés que se proponen obtener las partes se realice en el respeto del ordenamiento jurídico.

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Para que el notario pueda seguir cumpli,endo tal función, a la cual no es absolutamente posible renunciar, para el desarrollo ordenado y pacífico del comercio jurídico, será necesario que el notario adquiera los conocimientos concernientes al funcionamiento de las nuevas tecnologías, para poder informar a las partes y responder del procedimiento que se dispone a utilizar".

Podrá decirse que, sobre todo por el origen anglosajón de la tecnología, habrán otros que ofrecerán en el mercado sus servicios de T.T.P. (Bancos, Cámaras de Comercio, Service Providers en Internet,Empresas) análogamente a lo que ocurre hoy en día en el mundo del papel que nos es familiar; pero ninguno, de todos modos, podrá garantizar un tal nivel de imparcialidad y, sobre todo, que tal posición de equilibrio y de tercería sea unánimemente y universalmente reconocida. Esta exclusividad notarial -independientemente del instrumento técnico utilizado- merece ser siempre subrayada".

Por ello, además de seguir desarrollando su propio rol de garante del documento (incluso electrónico) el notario podrá ejercer, con ventajas para la sociedad, ulteriores funciones en el ámbito del comercio electrónico, tales como:

- Archivo y conservación del documento electrónico: la posibilidad para las partes de presentar en juicio una copia certificada por el notario que conserva el original, con la misma fuerza probatoria del original mismo, indudablemente permitirá atribuir mayor confiabilidad a documentos que son, en muchos aspectos, incorporales.

- Conservación de las llaves: el notario, aún salvaguardando por entero la necesaria reserva, puede conservar una copia de la llave, para toda necesidad de su cliente, sea para el caso que se pierda, sea en el caso de que se necesite demostrar la existencia de la propia llave en cierto momento.

Time stamping: algunos documentos, aunque no sean notariales, podrán necesitar que sea marcada la fecha y la hora; asimismo, el control de la máquina que inserta esta marca podrá ser útilmente confiado al notario.

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- Ventanilla electrónica notarial: no todos los ciudadanos estarán provistos de las tecnologías o conocimientos requeridos para enviar o recibir documentos electrónicos; el notario podrá útilmente cumplir esta función sustitutiva suministrando al documento el valor agregado de la intervención notarial y de su certificación, lo cual será aún más Útil para el proceso de intercambio de datos desde y para la Administración Pública.

- Certificación internacional: la eliminación de tiempo y espacio perderá cualquier ventaja si al documento se le ponen los obstáculos constituidos por las fronteras nacionales; los Notariados podrán garantizar la circulación del documento electrónico de un ordenamienbto a otro.

En este último sentido, podrá asumir una enorme importancia la Unión Internacional del Notariado Latino; es evidente que una cadena continua de certificación podrá ser constituida desde cada notario hasta su propia organización nacional a la organización superior regional o federal, hasta aquella universal de la U .I.N.L. Esta ininterrumpida cadena de certificaciones podrá garantizar al documento electrónico una amplísima circulación sin tener que aguardar los tiempos necesariamente muy largos para la aprobación de tratados internacionales como los de La Haya.

"Este es el desafío lanzado al Notariado en el tercer milenio, la adaptación a las nuevas técnicas para colaborar en el desarrollo de la sociedad y del tráfico jurídico".

Hasta aquí la primera parte expositiva de la DECLARACIÓN DE BUENOS AIRES.

A continuación, entrando en la declaración propiamente dicha, su tenor literal es el siguiente:

"Visto:- Que en el mundo actual el ciudadano precisa más que antes de una seguridad jurídica preventiva.

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Visto.- Que la globalización de la economía, la internacionalización de los negocios, y la regionalización de los países, hace necesario una compatibilización en las formas documentales.

Vista.- La creciente circulación del comercio y del documento telemático, en el actual sistema de firma digital y claves asimétricas, tendentes a identificar fehacientemente a los titulares de los mensajes que utilizan esas vías para formalizar un acto o negocio con consecuencias jurídicas.

CONSIDERANDO: Que la formación de los negocios debe ir· precedida del imparcial asesoramiento jurídico de los legítimamente interesados en el mismo. .

CONSIDERANDO: Que a ello debe agregarse la certificación de la identidad y capacidad de las partes, que asegure el cumplimiento de las obligaciones contraídas.

CONSIDERANDO: Que el Notariado de tipo latino ha venido realizando correctamente esas funciones desde hace siglos, bajo su absoluta responsabilidad profesional y personal, con el debido control establecido por las respectivas leyes orgánicas notariales de cada país.

LA ASAMBLEA GENERAL DE NOTARIADOS MIEMBROS DE LA UNION INTERNACIONAL DEL NOTARIADO LATINO

DECLARA

1.- La necesidad de promover la promulgación de leyes que reconozcan la intervención del notariado de tipo latino, asegurando la legalidad, autenticidad y conservación de los documentos electrónicos, que sirvan de base a las relaciones jurídicas entre las personas físicas y jurídicas de todo el mundo.

2.- Las organizaciones · notariales nacionales aportarán su apoyo técnico a los respectivos poderes estatales, para materializar normas que regulen esta nueva forma documental para que mantenga las mismas

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garantías que ofrece el documento público notarial.Las organizaciones notariales nacionales colaborarán con sus notarios a fin de crear las infraestructuras que sean necesarias.

3.- La U.I.N.L., a través de su Comisión de Informática y de Seguridad Jurídica, colaborará en la solicitud de apoyo que demanden los Notariados miembros.

VI.- TENDENCIAS EN EL NOTARIADO EUROPEO.

El posicionamiento de los notariados europeos ante la contratación electrónica es diverso.

Los notariados alemán e italiano cuentan ya con una legislación que les permite constituirse en Autoridad de Certificación.

En la misma linea se manifiesta el notariado Holandés.

Por su parte, en Notariado Belga entiende que será difícil entrar en competencia con las grandes firmas de certificación, que formarán un auténtico olígopolio, por lo que encamina sus esfuerzos a funcionar como Autoridad de Registro.

Finalmente, el Notariado Francés se muestra muy cauteloso en esta cuestión. Téngase en cuenta que el Gobierno Francés es muy restrictivo en cuanto al empleo de la criptografía, hasta el punto de que está casi totalmente prohibido por razones de seguridad nacional.

Por lo que respecta la Notariado Español, es claro que se ha incorporado rápidamente a las nuevas tecnologías. Quien conozca hoy un despacho notarial por dentro sabe hasta que punto todos los notarios dependemos de la informática.

Hace unos años la novedad fue el tratamiento de textos, luego los programas de gestión en red, más tarde el fax, que hoy se ha convertido en instrumento indispensable para la contratación inmobiliaria mediante la

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conexión Notaría-Registro, y ahora casi todos los notarios tenemos nuestro e-mail, y el Notariado cuenta con su página Web y su Intranet.

Especialmente, por lo que se refiere a la contratación electrónica, el Notariado es patrono de PESTE junto con el consejo General de la Abogacía y el de los Corredores de Comercio.

PESTE es la "Fundación para el -estudio de la seguridad de las telecomunicaciones" . Entre sus objetivos está el de constituir una infraestructura que combine la seguridad tecnológica con la jurídica, y facilite la intervención de los fedatarios en el modelo de confianza, de modo semejan

te a como hoy éstos desempeñan su función en la sociedad española. Se pretende que notarios y corredores de comercio sean fedatarios de las comunicaciones electrónicas, constituyéndose como servicio de certificación, mediante la publicación de la clave pública de sus usuarios y salvaguardando la seguridad y garantía de las comunicaciones electrónicas mediante la conservación en depósito por parte de los notarios que así lo decidan por encargo de sus titulares de la clave privada de éstos.

Una de las últimas aportaciones de PESTE ha sido la elaboración de estudios para la presentación de enmiendas en la tramitación de las Directivas sobre comercio y firma electrónica, respectivamente, citadas al comienzo de esta charla que damos así por concluida.

Muchas gracias.

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