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Semana del 14 al 20 de Diciembre
2015
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Canción 50][E. Libro] [Inicio]
ia cap. 4 párrs. 16-31 y preguntas de repaso de la
página 41
16-18. a) ¿Con qué palabras expresa Rut su amor
leal? b) ¿Qué decide hacer Rut debido al amor leal
que siente por su suegra? (Vea también las
ilustraciones de Rut y Noemí.)
16 El corazón de Rut rebosa de amor por Noemí y por
su Dios. Así que no tiene ni la más mínima duda de lo
que quiere hacer. Sola con Noemí en aquel
polvoriento camino, la mira a los ojos y le dice: “No
me instes con ruegos a que te abandone, a que me
vuelva de acompañarte; porque a donde tú vayas yo
iré, y donde tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu
pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde
mueras tú, yo moriré, y allí es donde seré enterrada.
Que Jehová me haga así y añada a ello si cosa alguna
aparte de la muerte hiciera una separación entre tú y
yo” (Rut 1:16, 17).
(Rut 1:16, 17) Y Rut procedió a decir: ―No me instes con
ruegos a que te abandone, a que me vuelva de
acompañarte; porque a donde tú vayas yo iré, y donde
tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu pueblo será mi
pueblo, y tu Dios mi Dios. 17
Donde mueras tú, yo
moriré, y allí es donde seré enterrada. Que Jehová me
haga así y añada a ello si cosa alguna aparte de la
muerte hiciera una separación entre tú y yo‖.
“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios”
17 ¡Qué palabras tan memorables! Tanto es así que
siguen recordándose hoy día, unos tres mil años
después de que Rut las pronunciara. Resaltan una
hermosa cualidad: el amor leal. El amor que Rut
siente por Noemí es tan grande, leal e inquebrantable
que está decidida a nunca apartarse de su lado, no
importa adónde vaya. Solo la muerte podría
separarlas. Rut está lista para formar parte del
pueblo de Noemí y dejar atrás todo lo que conoce en
Moab, incluidos sus dioses. A diferencia de Orpá, ella
desea de corazón servir al Dios de Noemí,
Jehová.*Nota:
Nota: * Es digno de mención que Rut no solo empleó el
título “Dios”, como habrían hecho otros extranjeros, sino
que también utilizó su nombre: Jehová. En La Biblia, de
Salvatore Garofalo, se comenta: “Al emplear el nombre
de Yavé [o Jehová] para el juramento de fidelidad, Rut
muestra que pertenece ya al pueblo de Israel”.
18 De modo que ambas retoman el largo camino que
las conducirá a Belén. Según cierto cálculo, el viaje
bien pudo tomarles una semana. Pero seguro que
recorrer ese trayecto juntas les hace las penas más
llevaderas.
19. ¿Cómo podría usted imitar el amor leal de Rut
en la familia, con los amigos y en la congregación?
19 Hoy día vivimos rodeados de dolor y sufrimiento.
Como dice la Biblia, estos son “tiempos críticos,
difíciles de manejar”, en los que afrontamos todo tipo
de desgracias (2 Tim. 3:1). Por eso es más necesario
que nunca mostrar amor leal, tal como lo hizo Rut.
¿En qué consiste esta sobresaliente virtud? Se trata
de una fuerza que nos impulsa a hacer el bien a pesar
de vivir en un mundo lleno de maldad. Quien la
manifiesta es leal al objeto de su amor y no lo
abandona, pase lo que pase. Es una cualidad
imprescindible en el matrimonio, en la familia, en las
amistades y en la congregación cristiana (lea 1 Juan
4:7, 8, 20). Si cultivamos este tipo de amor, estaremos
imitando el magnífico ejemplo de Rut.
(2 Timoteo 3:1) Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.
(1 Juan 4:7, 8) Amados, continuemos amándonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y adquiere el conocimiento de Dios. 8 El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque
Dios es amor.
(1 Juan 4:20) Si alguno hace la declaración: ―Yo amo a Dios‖, y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto.
Rut y Noemí en Belén
20-22. a) ¿Cómo han afectado a Noemí los años
que vivió en Moab? b) ¿Qué punto de vista
equivocado tiene Noemí sobre sus sufrimientos?
(Vea también Santiago 1:13.)
20 Una cosa es decir que uno siente amor leal por
alguien, y otra muy distinta es demostrarlo. En el
caso de Rut, ella probó con hechos el amor leal e
inquebrantable que sentía por Noemí y por Jehová, el
Dios que había elegido. Veamos cómo.
21 Por fin las dos viudas llegan a Belén, situada a
unos 10 kilómetros (6 millas) al sur de Jerusalén. La
emoción que causa el regreso de Noemí parece
indicar que ella y su familia habían sido bastante
conocidas en esta pequeña ciudad. Las mujeres la
observan detenidamente y se preguntan: “¿Es esta
Noemí?”. Sin duda, los años tan difíciles que vivió en
Moab la han cambiado mucho y han dejado huella en
su aspecto (Rut 1:19).
(Rut 1:19) Y ambas siguieron adelante hasta que
llegaron a Belén. Y aconteció que, en cuanto llegaron a
Belén, toda la ciudad se conmovió a causa de ellas, y
las mujeres seguían diciendo: ―¿Es esta Noemí?‖.
22 Noemí les cuenta a sus parientes y antiguas
vecinas todas las angustias que ha sufrido. Hasta
ruega que le cambien el nombre —que significa “Mi
Agradabilidad”— por Mará, que quiere decir
“Amarga”. ¡Qué triste está! Al igual que hizo Job, ella
cree que es Jehová quien la ha hecho sufrir tanto (Rut
1:20, 21; Job 2:10; 13:24-26).
(Rut 1:20, 21) Y ella decía a las mujeres: ―No me llamen Noemí. Llámenme Mará, porque el Todopoderoso me ha hecho muy amarga [la situación].
21 Estaba llena
cuando me fui, y con las manos vacías Jehová me ha hecho volver. ¿Por qué deben llamarme Noemí, cuando es Jehová quien me ha humillado, y el Todopoderoso quien me ha causado calamidad?‖.
(Job 2:10) Pero él le dijo: ―Como habla una de las mujeres insensatas, tú también hablas. ¿Aceptaremos solamente lo que es bueno de parte del Dios [verdadero], y no aceptaremos también lo que es malo?‖. En todo esto Job no pecó con sus labios.
(Job 13:24-26) ¿Por qué ocultas tu mismo rostro y me consideras como enemigo tuyo?
25 ¿Harás temblar una
mera hoja impelida [por el viento], o seguirás persiguiendo al simple rastrojo seco?
26 Porque sigues
escribiendo contra mí cosas amargas y me haces poseer [las consecuencias de] los errores de mi juventud.
23. ¿En qué piensa Rut, y qué medida para ayudar
a los pobres incluye la Ley? (Vea también la nota.)
23 Suegra y nuera se adaptan poco a poco a la vida de
Belén, y Rut piensa en cómo va a cuidar de sí misma y
de Noemí. Se ha enterado de que la Ley que Jehová
entregó a Israel incluye la rebusca, una bondadosa
medida para ayudar a los pobres. Durante la
temporada de la cosecha pueden entrar en los
campos para ir recolectando lo que los segadores
dejan atrás. También pueden recoger lo que ha
crecido en las orillas y esquinas de los terrenos de
cultivo (Lev. 19:9, 10; Deut. 24:19-21).*Nota:
Nota: Esta era una medida muy solidaria, distinta a todo
lo que Rut había conocido en Moab. En el Oriente
Próximo de la antigüedad no se trataba bien a las
viudas. Una obra de consulta explica: “Por lo general,
tras la muerte de su esposo, la viuda dependía de sus
hijos. Y si no tenía, solo le quedaba venderse como
esclava, vivir de la prostitución o morir”.
(Levítico 19:9, 10) ‖‘Y cuando ustedes sieguen la mies de su tierra, no debes segar las orillas de tu campo completamente, y no debes recoger la rebusca de tu siega.
10 Además, no debes juntar los sobrantes de tu
viña, y no debes recoger las uvas esparcidas de tu viña. Para el afligido y el residente forastero los debes dejar. Yo soy Jehová el Dios de ustedes.
(Deuteronomio 24:19-21) ‖En caso de que siegues tu mies en tu campo, y se te haya olvidado una gavilla en el campo, no debes volverte atrás para conseguirla. Debe quedar para el residente forastero, para el huérfano de padre y para la viuda; a fin de que Jehová tu Dios te bendiga en todo hecho de tu mano.
20 ‖En
caso de que apalees tu olivo, no debes recorrer sus ramas, en rebusca tras de ti. Debe quedar para el residente forastero, para el huérfano de padre y para la viuda.
21 ‖En caso de que vendimies tu viña, no debes
recoger los sobrantes, en rebusca tras de ti. Estos deben quedar para el residente forastero, para el huérfano de padre y para la viuda.
24, 25. ¿Qué hace Rut cuando llega a las tierras de
Boaz, y cómo era el trabajo de rebuscar los
campos?
24 Ha llegado el tiempo de cosechar la cebada
(alrededor del mes de abril según nuestro
calendario). Rut sale a los campos en busca de
alguien que le permita trabajar. Por casualidad, acaba
en las tierras de un rico terrateniente llamado Boaz,
quien resulta ser pariente de Elimélec, el difunto
esposo de Noemí. Aunque Rut tiene el derecho de
entrar a rebuscar, no lo da por sentado y le pide
permiso al joven capataz de los segadores. Él se lo
concede, y ella se pone a trabajar de inmediato (Rut
1:22–2:3, 7).
(Rut 1:22-2:3) Así efectuó Noemí su regreso, y Rut la moabita, su nuera, estaba con ella cuando volvió de los campos de Moab; y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.
2 Ahora bien, Noemí tenía un pariente de su esposo, un hombre poderoso en riquezas, de la familia de Elimélec, y su nombre era Boaz.
2 Con el tiempo Rut la moabita
dijo a Noemí: ―Por favor, déjame ir al campo y rebuscar entre las espigas, siguiendo detrás de cualquiera a cuyos ojos halle favor‖. De modo que ella le dijo: ―Ve, hija mía‖.
3 Ante eso, ella se fue, y entró y se puso a
espigar en el campo detrás de los segadores. Así, por casualidad, llegó a dar en la porción del campo que pertenecía a Boaz, que era de la familia de Elimélec.
(Rut 2:7) Entonces dijo: ‗Déjame espigar, por favor, y ciertamente recogeré entre las espigas cortadas detrás de los segadores‘. De modo que entró y ha estado de pie desde aquel momento de la mañana hasta precisamente ahora que se sentó un ratito en la casa‖.
25 Mientras los cosechadores cortan la cebada con
sus hoces de pedernal, Rut va detrás. Se agacha para
recoger lo que se les cae o pasan por alto, hace
gavillas atando las espigas y las lleva a un lugar
donde después pueda sacar el grano. Es una labor
lenta y agotadora, que se vuelve más y más difícil a
medida que avanza la mañana. Con todo, Rut no se
distrae y solo se detiene para secarse el sudor de la
frente y comer algo “en la casa”, que posiblemente
sea un refugio para que los trabajadores descansen a
la sombra.
26, 27. ¿Qué clase de persona es Boaz, y cómo
trata a Rut?
26 Lo más probable es que Rut no espere llamar la
atención de nadie. Pero cuando Boaz la ve, le
pregunta al capataz quién es ella. Boaz es un hombre
entrado en años, de admirable fe y profundo amor a
Dios. Al llegar saluda a sus trabajadores con estas
palabras: “Jehová esté con ustedes”, y ellos —algunos
de los cuales tal vez son solo jornaleros o incluso
extranjeros— le responden de forma parecida. Al ver
a Rut, se interesa por su bienestar y la trata con
cariño, como un padre a una hija (Rut 2:4-7).
(Rut 2:4-7) Y, ¡mire!, Boaz vino de Belén y procedió a
decir a los segadores: ―Jehová esté con ustedes‖. A su
vez, ellos le decían: ―Jehová te bendiga‖. 5 Posteriormente, Boaz dijo al joven que estaba puesto
sobre los segadores: ―¿A quién pertenece esta joven?‖. 6 De modo que el joven puesto sobre los segadores
contestó y dijo: ―La joven es una moabita, que volvió con
Noemí del campo de Moab. 7 Entonces dijo: ‗Déjame
espigar, por favor, y ciertamente recogeré entre las
espigas cortadas detrás de los segadores‘. De modo
que entró y ha estado de pie desde aquel momento de
la mañana hasta precisamente ahora que se sentó un
ratito en la casa‖.
27 De hecho, la llama “hija mía” y le aconseja que siga
espigando en sus campos y se mantenga cerca de las
jóvenes que trabajan para él, a fin de que ninguno de
los segadores la moleste. Además, se asegura de que
no le falte comida a la hora del almuerzo (lea Rut 2:8,
9, 14). Pero ante todo, la felicita y la anima. ¿Por qué?
(Rut 2:8, 9) Más tarde Boaz dijo a Rut: ―¿Has oído, no es verdad, hija mía? No te vayas a espigar en otro campo, y tampoco debes pasar de este lugar, y así debes mantenerte cerca de las jóvenes mías.
9 Estén
tus ojos en el campo que ellas sieguen, y tienes que ir con ellas. ¿No he mandado yo a los jóvenes que no te toquen? Cuando tengas sed, entonces tienes que ir a las vasijas y beber de lo que saquen los jóvenes‖.
(Rut 2:14) Y Boaz procedió a decirle a la hora de comer: ―Acércate acá, y tienes que comer parte del pan y mojar tu pedazo en el vinagre‖. De modo que ella se sentó al lado de los segadores, y él le brindaba grano tostado y ella comía, de modo que quedó satisfecha y aún le sobró algo.
28, 29. a) ¿Qué reputación se había ganado Rut?
b) ¿Cómo podemos nosotros refugiarnos bajo las
alas de Jehová?
28 Cuando Rut le pregunta a Boaz a qué se debe que
la trate tan bien a pesar de ser extranjera, él le
responde que se ha enterado de todo lo que ha hecho
por Noemí. Esta debe haber hablado bien de su
querida nuera a las mujeres de Belén. Es más, él
también sabe que Rut ha decidido servir a Jehová,
pues le dice: “Que Jehová recompense tu manera de
obrar, y que llegue a haber para ti un salario perfecto
procedente de Jehová el Dios de Israel, bajo cuyas
alas has venido a buscar refugio” (Rut 2:12).
(Rut 2:12) Que Jehová recompense tu manera de obrar,
y que llegue a haber para ti un salario perfecto
procedente de Jehová el Dios de Israel, bajo cuyas alas
has venido a buscar refugio‖.
29 No cabe duda de que Rut se ha refugiado bajo las
protectoras alas de Jehová, tal como un polluelo se
acurruca bajo las alas de su madre. Se siente muy
animada por las tranquilizadoras palabras de Boaz y
se las agradece de corazón. Después del almuerzo,
sigue trabajando hasta que cae la tarde (Rut 2:13,
17).
(Rut 2:13) A esto ella dijo: ―Halle yo favor a tus ojos, señor mío, porque me has consolado y porque has hablado de modo tranquilizador a tu sierva, aunque yo misma no sea como una de tus siervas‖.
(Rut 2:17) Y ella continuó espigando en el campo hasta el atardecer, después de lo cual batió lo que había espigado, y esto llegó a ser como un efá de cebada.
30, 31. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Rut sobre
ser trabajadores, agradecidos y demostrar amor
leal?
30 Las obras de fe de Rut son un gran ejemplo para
todos nosotros, en especial en esta época de tantas
dificultades económicas. Como Rut no daba por
sentado que tenían que ayudarla, agradecía todo lo
que le ofrecían. No se avergonzaba de trabajar de sol
a sol en una labor humilde para cuidar de la persona
que amaba. Además, valoró y aceptó los buenos
consejos sobre cómo trabajar con seguridad y en
buena compañía. Pero sobre todo, nunca perdió de
vista dónde encontraría verdadero refugio: en su
Padre y Protector, Jehová.
31 Si demostramos amor leal como hizo Rut y
seguimos su ejemplo al ser personas humildes,
trabajadoras y agradecidas, nuestra fe también
inspirará a los demás. Ahora bien, ¿cómo cuidó
Jehová de Rut y Noemí? Lo analizaremos en el
siguiente capítulo.
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
Lectura de la Biblia: 2 Crónicas 15 a 19 | Puntos Sobresalientes
Respuestas a preguntas bíblicas:
15:9; 34:6. ¿Qué postura adoptó la tribu de Simeón con respecto a la división del reino de Israel? Puesto que su herencia consistía en varios enclaves en medio de Judá, la tribu de Simeón se hallaba geográficamente dentro del territorio del reino de Judá y Benjamín (Josué 19:1). Sin embargo, en el aspecto religioso y político estaba alineada con el reino norteño (1 Reyes 11:30-33; 12:20-24). Así pues, la tribu de Simeón se contaba como parte del reino de diez tribus.
16:13, 14. ¿Fue incinerado Asá? No. La ―quema funeral extraordinariamente grande‖ alude, no a la cremación de Asá, sino a la quema de especias (nota).
Lecciones para nosotros:
16:1-5, 7; 18:1-3, 28-32; 21:4-6; 22:10-12; 28:16-22. Hacer alianzas con extraños o no creyentes tiene trágicas consecuencias. Damos prueba de sensatez cuando evitamos mezclarnos innecesariamente con el mundo (Juan 17:14, 16; Santiago 4:4).
16:7-12; 26:16-21; 32:25, 26. La altivez hizo que el rey Asá se comportara mal en los últimos años de su vida. Una actitud arrogante fue la perdición de Uzías. Ezequías obró imprudentemente y quizás con orgullo cuando mostró su tesoro a los emisarios babilonios (Isaías 39:1-7). ―El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse —advierte la Biblia—; y un espíritu altivo, antes del tropiezo.‖ (Proverbios 16:18.)
16:9. Jehová ayuda a cuantos le sirven de todo corazón y está presto a emplear su poder a favor de ellos.
18:12, 13, 23, 24, 27. Como Micaya, debemos ser valientes y audaces al hablar de Jehová y sus propósitos.
19:1-3. Jehová busca lo bueno en nosotros aun cuando le demos motivos para enojarse.
Núm. 1: 2 Crónicas 16:1-9
16 En el año treinta y seis del reinado de Asá, Baasá el rey de Israel subió contra Judá y empezó a edificar a Ramá, para no permitir que nadie saliera ni entrara a Asá el rey de Judá.
2 Asá ahora sacó plata y oro de los
tesoros de la casa de Jehová y de la casa del rey y
envió a decir a Ben-hadad el rey de Siria, que moraba en Damasco:
3 ―Hay un pacto entre yo y tú y entre mi
padre y tu padre. Aquí te envío en efecto plata y oro. Anda, rompe tu pacto con Baasá el rey de Israel, para que se retire de mí‖.
4 De modo que Ben-hadad escuchó al rey Asá y
envió a los jefes de las fuerzas militares que eran suyas contra las ciudades de Israel, de manera que hirieron a Ijón y Dan y Abel-maim y todos los lugares de almacenamiento de las ciudades de Neftalí.
5 Y
aconteció que tan pronto como Baasá tuvo noticia de ello, inmediatamente dejó de edificar a Ramá y suspendió su obra.
6 En cuanto a Asá el rey, él tomó a
todo Judá, y procedieron a llevarse las piedras de Ramá, y sus maderas con las cuales Baasá había edificado, y él empezó a edificar con ellas a Gueba y Mizpá.
7 Y en aquel tiempo Hananí el vidente vino a Asá el
rey de Judá y entonces le dijo: ―Porque te apoyaste en el rey de Siria y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por esa razón la fuerza militar del rey de Siria se ha escapado de tu mano.
8 ¿Acaso los etíopes y los libios
mismos no constituían una inmensa fuerza militar en multitud, en carros y en hombres de a caballo?; y, porque te apoyaste en Jehová, ¿no los dio él en tu mano?
9 Pues, en cuanto a Jehová, sus ojos están
discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él. Has actuado tontamente respecto a esto, pues desde ahora en adelante existirán guerras contra ti‖.
Núm. 2: ¿Dónde quedaba Caldea, y quiénes eran sus habitantes? (it-1 pág. 390)
CALDEA, CALDEO
En un principio estos términos designaban la tierra y el pueblo que ocupaba la parte meridional de la llanura aluvial de Babilonia, es decir, la rica región del delta de los ríos Tigris y Éufrates. Hubo un tiempo en que estos ríos quizás desembocaron por separado en el golfo Pérsico, siendo las ciudades de Eridu y Ur puertos de mar. Sin embargo, es posible que con el paso de los años el cieno llenara progresivamente la bahía y empujara el litoral hacia el SE., de modo que los ríos Tigris y Éufrates se unieran antes de desembocar en el mar. En épocas pasadas, la población más importante de la región era Ur, la ciudad natal de Abrahán, desde la que él y su familia partieron por mandato de Dios antes de 1943 a. E.C. (Gé 11:28, 31; 15:7; Ne 9:7; Hch 7:2-4.) Unos trescientos años más tarde Satanás el Diablo hizo que los invasores caldeos ocasionaran graves pérdidas al fiel Job. (Job 1:17.)
Cuando la influencia de los caldeos se extendió hacia el N., todo el territorio de Babilonia llegó a conocerse como ―la tierra de los caldeos‖. En sus profecías, Isaías anticipó la ascensión de los caldeos al poder y su posterior caída. (Isa 13:19; 23:13; 47:1, 5; 48:14, 20.) Esta dominación se manifestó en particular durante los siglos VII y VI a. E.C., en el tiempo en que
en Babilonia, el tercer imperio mundial, gobernaba Nabopolasar, natural de Caldea, y sus sucesores: Nabucodonosor II, Evil-merodac (Awel-Marduk), Neriglisar, Labashi-Marduk, Nabonido y Belsasar. (2Re 24:1, 2; 2Cr 36:17; Esd 5:12; Jer 21:4, 9; 25:12; 32:4; 43:3; 50:1; Eze 1:3; Hab 1:6.) Aquella dinastía llegó a su fin cuando ―Belsasar el rey caldeo fue muerto‖. (Da 5:30.) Más tarde, Darío el medo fue ―rey sobre el reino de los caldeos‖. (Da 9:1; véase BABILONIA núm. 2.)
Desde tiempos remotos los caldeos se destacaron por su conocimiento de las matemáticas y la astronomía. En los días de Daniel se llamaba caldeos a un grupo especial de pronosticadores que se consideraban peritos en la llamada ciencia de la adivinación. (Da 2:2, 5, 10; 4:7; 5:7, 11.)
Núm. 3: Esaú. Tema: Nuestras decisiones revelan cuánto nos importan las cosas sagradas (it-1 págs. 828, 829)
ESAÚ
(Velludo).
Primogénito de Isaac y Rebeca, hermano mellizo de Jacob y antepasado de los edomitas. Se le puso por nombre Esaú debido a su singular apariencia velluda al nacer, pero se le dio el nombre de Edom (que significa ―Rojo‖) por el guisado rojo de lentejas por el que vendió su primogenitura. (Gé 25:25, 26, 30.)
Aun antes de su nacimiento, acaecido en 1858 a. E.C., cuando Isaac tenía sesenta años de edad, los gemelos lucharon en el vientre de su madre. En respuesta a la pregunta de Rebeca con respecto al significado de este suceso, Jehová le reveló que de sus entrañas saldrían dos grupos nacionales y que el mayor serviría al menor. (Gé 25:22, 23.)
Desdeña los asuntos espirituales. Esaú se convirtió en un cazador hábil y audaz, un ―hombre agreste‖. A diferencia de su hermano Jacob, que era un hombre ―sin culpa‖, Esaú era materialista y de inclinaciones carnales. (Gé 25:27.) Pero Isaac amaba a Esaú ―porque significaba caza en su boca‖. (Gé 25:28.)
Cierto día Esaú llegó del campo cansado y hambriento mientras Jacob preparaba un guisado. A la petición de Esaú: ―¡Aprisa, por favor, dame un bocado de lo rojo... lo rojo que está allí!‖, Jacob le pidió que le vendiera su primogenitura. Como no apreciaba las cosas sagradas —la promesa de Jehová a Abrahán respecto a la descendencia por medio de la que todas las naciones de la tierra se bendecirían—, el impetuoso Esaú vendió con un juramento su primogenitura a Jacob por un guisado de lentejas y pan. Al despreciar de este modo la primogenitura, considerándola como de poco valor, mostró una total falta de fe. Quizás no quiso tener nada que ver con el cumplimiento de la palabra de Dios concerniente a la descendencia de Abrahán: ―Tu descendencia llegará a ser residente forastera en tierra ajena, y tendrá que servirles, y estos ciertamente la
afligirán por cuatrocientos años‖. (Gé 15:13; 25:29-34; Heb 12:16.)
A la edad de cuarenta años Esaú decidió casarse siguiendo su propio criterio. Escogió la poligamia, y, a diferencia de su padre Isaac, que había permitido que Abrahán le consiguiese una esposa de entre los adoradores de Jehová, se casó con dos mujeres hititas paganas: Judit (Oholibamá[?]) y Basemat (Adá[?]). Estas mujeres resultaron ser una fuente de amargura de espíritu tanto para Isaac como para Rebeca. (Gé 26:34, 35; 36:2; 24:1-4, 50, 51; véanse BASEMAT núm. 1; JUDIT.)
Jacob recibe la bendición. Cuando Isaac ya estaba entrado en años, deseó dar su bendición a su hijo mayor, Esaú, de modo que le mandó que cazara un venado y le preparara un plato sabroso. Esaú procedió a hacerlo, con la perspectiva de recibir la bendición de primogénito, aunque en realidad ya no tenía derecho a esa bendición por haber vendido su primogenitura. De modo que estaba dispuesto a quebrantar el pacto que él mismo había jurado cuando la vendió. Sabiendo lo que Jehová le había dicho antes del nacimiento de los gemelos, Rebeca intervino aconsejando a Jacob que se presentara delante de su padre como si fuera Esaú, a fin de obtener la bendición que le correspondía. Jacob se presentó ante su padre ciego vestido con las prendas de Esaú y con pieles de cabritos sobre las manos y la parte lampiña del cuello. Isaac no lo reconoció. (Gé 25:23; 27:1-23.)
Cuando Isaac terminó de bendecir a Jacob, llegó Esaú de la cacería y procedió a preparar un plato sabroso para su padre. Una vez que se presentó ante él para recibir de forma indebida la bendición y se enteró de que Isaac ya había bendecido a Jacob, ―empezó a clamar de una manera extremadamente fuerte y amarga‖. Buscó con ansiedad una bendición de su padre, pero su motivo era egoísta. No obstante, ni siquiera sus lágrimas hicieron que Isaac cambiara su determinación y se retractara de la bendición que había pronunciado sobre Jacob. Isaac debió reconocer la guía de Jehová en todo el proceso. A continuación procedió a decirle a Esaú: ―Mira, lejos de los terrenos fértiles de la tierra se hallará tu morada, y lejos del rocío de los cielos arriba. Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás. Pero ciertamente ocurrirá que, cuando te inquietes, verdaderamente romperás su yugo de sobre tu cuello‖. (Gé 27:30-40; Heb 12:17.)
Esaú sabía que Jacob tenía derecho a la bendición porque había adquirido la primogenitura de forma legal. (El testimonio arqueológico confirma que entre los pueblos antiguos del Oriente Medio existía la práctica de intercambiar la primogenitura por algo material. Por ejemplo, un texto de Nuzi habla de un hermano que recibió tres ovejas a cambio de su parte de la herencia.) Pero Esaú, al igual que Caín, abrigó rencor a su hermano Jacob, y esperaba una oportunidad para darle muerte. Cuando Rebeca se enteró de esto, aconsejó a Jacob que huyera a Harán, a la casa de su hermano Labán. Cuando le pidió el consentimiento a Isaac, bondadosamente decidió no revelarle la intención
asesina de Esaú, y solo le dijo cómo se sentiría si Jacob alguna vez llegaba a tomar una esposa como las hijas de Het. Así que Isaac llamó a Jacob, le bendijo y le instruyó para que fuera a Padán-aram, a la familia de Rebeca, a fin de conseguir esposa. Cuando Esaú vio esto, se sintió impulsado a tomar una tercera esposa, Mahalat (Basemat[?]), hija de Ismael, el hijo de Abrahán. (Gé 27:41–28:9; 36:3; véase BASEMAT núm. 2.)
Acontecimientos posteriores. Durante la ausencia de veinte años de Jacob, Esaú se estableció en Seír, el campo de Edom. (Gé 32:3; Jos 24:4.) Sin embargo, parece ser que años más tarde se trasladó definitivamente a Seír, y se llevó a su familia y todas sus posesiones. (Gé 36:6-8.) Cuando Jacob regresó a Canaán, se inquietó mucho al saber por medio de los mensajeros que había enviado que Esaú iba a su encuentro con 400 hombres. Esaú fue con un grupo tan numeroso quizás para impresionar a su hermano con una fuerza superior, o para mostrar que era un jefe poderoso. Jacob oró a Jehová y envió por delante un magnífico regalo de más de 550 cabezas de ganado. Al ver a Esaú, Jacob con humildad ―se adelantó a ellos y procedió a inclinarse a tierra siete veces hasta que llegó cerca de su hermano‖. A continuación Esaú fue corriendo a su encuentro y le abrazó, cayendo sobre su cuello y besándolo. Ambos prorrumpieron en lágrimas. Al principio Esaú rehusó aceptar el ganado que Jacob le regalaba, diciendo: ―Tengo muchísimo, hermano mío. Continúe tuyo lo que es tuyo‖. No obstante, ante la insistencia de Jacob, por fin aceptó el regalo. Después se ofreció para acompañar a Jacob, pero este fue prudente y rehusó. Tampoco aceptó la proposición de Esaú de poner a algunos de sus hombres a su disposición, quizás como protección. Luego, Esaú y sus hombres partieron y regresaron a Seír. El registro bíblico dice que unos veintitrés años más tarde, cuando murió Isaac, Esaú y Jacob lo enterraron. (Gé 32:6, 7, 10-15; 33:1-3, 8, 9, 11-16; 35:29.)
Principios divinos destacados. La personalidad de Esaú muestra con claridad que la selección de Jacob como antepasado de la descendencia prometida no fue una elección arbitraria ni una muestra de favoritismo irrazonable de parte de Jehová Dios. La falta de aprecio de Esaú por las cosas espirituales y su marcada tendencia a satisfacer los deseos carnales no lo hicieron merecedor de figurar en la línea directa de la descendencia prometida. Por estos motivos Jehová dijo mediante su profeta Malaquías: ―Pero yo amé a Jacob, y a Esaú lo he odiado‖. Además, Esaú no aparece entre la nube de testigos fieles incluidos en el capítulo 11 de Hebreos, donde Pablo dice: ―Por fe Abrahán [...] moró en tiendas con Isaac y Jacob, herederos con él de la mismísima promesa‖. (Mal 1:2, 3; Heb 11:8, 9; 12:1.)
El que Jehová pasara por alto a Esaú y eligiera a Jacob muestra que Su selección no depende de los dictados del hombre. El apóstol Pablo utiliza este incidente como ilustración de que los verdaderos hijos de Abrahán no son necesariamente los de la descendencia carnal, ni aquellos que dependen de sus propias obras, sino los que tienen la fe de Abrahán. (Ro 9:6-12.)
Esaú se presenta a los cristianos como ejemplo amonestador para que no lleguen a ser culpables, como lo fue este hombre materialista, de falta de aprecio por las cosas sagradas o espirituales. (Heb 12:16; véase EDOM, EDOMITAS.)
[R. Servicio] [Inicio]
Reunión de Servicio
Tema del mes: “Tenemos que entrar en el reino
de Dios a través de muchas tribulaciones”
(Hechos 14:22).
Canción 128
30 min. “Andamos por fe, no por vista”. Preguntas
y respuestas. Utilice el primer párrafo para hacer una
breve introducción y el último para la conclusión.
“Andamos por fe, no por vista”
Poco antes de que Jerusalén fuera rodeada y
destruida, el apóstol Pablo escribió a los cristianos
que, como excelentes soldados de Cristo, debían
esperar dificultades y dejar a un lado sus
comodidades y placeres (2 Tim. 2:3, 4). Ahora que se
avecina la calamidad sobre este mundo alejado de
Dios, necesitamos fe para centrarnos en las cosas
espirituales (2 Cor. 4:18; 5:7). Vea el video “Andamos
por fe, no por vista” (podrá encontrarlo en jw.org, en
la sección PUBLICACIONES > DOCUMENTALES Y
PELÍCULAS). Fíjese en cómo la visión de Nadab y
Débora sobre las cosas materiales fue para ellos una
trampa mortal. A continuación, analice las siguientes
preguntas.
(2 Timoteo 2:3, 4) Como excelente soldado de Cristo Jesús, acepta tu parte en sufrir el mal.
4 Ningún hombre
que sirve como soldado se envuelve en los negocios comerciales de la vida, a fin de conseguir la aprobación de aquel que lo alistó como soldado.
(2 Corintios 4:18) mientras tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque
las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
(2 Corintios 5:7) porque andamos por fe, no por vista.
1) ¿Qué representaba “la cosa repugnante [...] de pie
en un lugar santo” en el primer siglo, y qué tuvieron
que hacer los cristianos de Jerusalén? (Mat. 24:15,
16).
(Mateo 24:15, 16) ‖Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector),
16 entonces
los que estén en Judea echen a huir a las montañas.
2) ¿Por qué necesitaron fe para huir de la ciudad?
3) ¿Qué sacrificios tuvieron que hacer?
4) ¿Por qué salieron más tarde Nadab y Débora?
(Mat. 24:17, 18).
(Mateo 24:17, 18) El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa;
18 y el que esté en el
campo no vuelva a la casa a recoger su prenda de vestir exterior.
5) ¿Qué otra prueba se le presentó a Raquel cuando
dejó Jerusalén? (Mat. 10:34-37; Mar. 10:29, 30).
(Mateo 10:34-37) No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada.
35 Porque
vine a causar división, y estará el hombre contra su padre, y la hija contra su madre, y la esposa joven contra su suegra.
36 Realmente, los enemigos del
hombre serán personas de su propia casa. 37
El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí.
(Marcos 10:29, 30) Jesús dijo: ―En verdad les digo: Nadie ha dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa de mí y por causa de las buenas nuevas,
30 que no reciba el
céntuplo ahora en este período de tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y campos, con persecuciones, y en el sistema de cosas venidero vida eterna.
6) ¿Qué buen ejemplo de fe y confianza en Jehová
puso Jafet?
7) ¿Qué dificultades afrontaron los cristianos en Pela?
8) ¿Cómo se fue debilitando la fe de Nadab y Débora?
9) ¿Cómo cuidó Jehová de los cristianos que vivían en
Pela? (Mat. 6:33; 1 Tim. 6:6-8).
(Mateo 6:33) ‖Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.
(1 Timoteo 6:6-8) Ciertamente es un medio de gran ganancia, [esta] devoción piadosa junto con autosuficiencia.
7 Porque nada hemos traído al mundo, y
tampoco podemos llevarnos cosa alguna. 8 Teniendo,
pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas.
10) ¿Cómo podemos imitar a Abrahán y Sara según
nos acercamos al fin de este mundo? (Heb. 11:8-10).
(Hebreos 11:8-10) Por fe Abrahán, cuando fue llamado, obedeció, y salió a un lugar que estaba destinado a recibir como herencia; y salió, aunque no sabía adónde iba.
9 Por fe residió como forastero en la tierra de la
promesa como en tierra extranjera, y moró en tiendas con Isaac y Jacob, herederos con él de la mismísima promesa.
10 Porque esperaba la ciudad que tiene
fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios.
11) ¿Por qué volvieron a Jerusalén Nadab y Débora, y
por qué se estaban engañando a ellos mismos? (Luc.
21:21).
(Lucas 21:21) Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de [Jerusalén] retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella;
12) ¿Cómo era realmente la vida en Jerusalén cuando
Nadab y Débora volvieron allí?
13) ¿Por qué debemos fortalecer nuestra fe ahora,
antes de que llegue el fin? (Luc. 17:31, 32; 21:34-36).
(Lucas 17:31, 32) ‖En aquel día, el que esté en la azotea, pero cuyas cosas movibles estén dentro de la casa, no baje a recogerlas; e, igualmente, el que esté en el campo no vuelva a las cosas atrás.
32 Acuérdense de
la esposa de Lot.
(Lucas 21:34-36) ‖Mas presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente
35 como un lazo.
Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra.
36 Manténganse despiertos, pues, en
todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre‖.
Andar por fe significa 1) confiar en Jehová, 2) dejar
que él guíe nuestros pasos y 3) dar más importancia a
las cosas espirituales que a las materiales. ¡Que todos
nosotros también caminemos por fe y hagamos la
voluntad de Dios! Como dice 1 Juan 2:17, “el mundo
va pasando, y también su deseo, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre”.
Canción 133 y oración
CANCION 94 [Atalaya] [Inicio]
Sirvamos a Jehová sin distraernos
“María [...] se sentó a los pies del Señor y se quedó
escuchando su palabra. Marta [...] estaba
distraída atendiendo a muchos quehaceres.”
(LUC. 10:39, 40)
CANCION 134
¿QUÉ RESPONDERÍA? ¿Qué buen ejemplo nos pusieron Marta y María? ¿Qué significa no usar el mundo al máximo? ¿Qué están haciendo muchos para seguir el ejemplo de Jesús y el de Pablo de servir a Dios sin distraerse? 1, 2. a) ¿Por qué le tenía cariño Jesús a Marta? b)
¿Cómo sabemos que Marta no era perfecta?
¿QUÉ es lo primero que le viene a la mente cuando
piensa en Marta, la hermana de Lázaro y María?
Marta fue una de las mujeres con las que Jesús hizo
amistad. Otra de ellas fue la hermana de Marta. Y, por
supuesto, Jesús sentía cariño por su propia madre
(Juan 11:5; 19:25-27). ¿Qué clase de mujer era Marta?
(Juan 11:5) 5 Ahora bien, Jesús amaba a Marta y a su
hermana y a Lázaro.
(Juan 19:25-27) 25 Junto al madero de tormento de
Jesús, pues, estaban de pie su madre y la hermana de
su madre; María la esposa de Clopas, y María
Magdalena. 26 Entonces Jesús, al ver a su madre y al
discípulo a quien él amaba, de pie allí cerca, dijo a su
madre: “Mujer, ¡ahí está tu hijo!”. 27 Entonces dijo al
discípulo: “¡Ahí está tu madre!”. Y desde aquella hora
el discípulo la llevó consigo a su propio hogar.
2 Jesús le tenía cariño a Marta no solo porque era
hospitalaria y trabajadora, sino porque era una mujer
espiritual. Ella creía todo lo que Jesús decía y estaba
convencida de que era el Mesías (Juan 11:21-27).
Claro, como todo ser humano, tenía sus defectos. En
una ocasión en la que Jesús había ido a comer a su
casa, Marta se atrevió a pedirle que corrigiera una
situación que le parecía injusta. “Señor —le dijo—,
¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola
para atender las cosas? Dile, por lo tanto, que me
ayude.” (Lea Lucas 10:38-42.) Este relato nos enseña
una importante lección. Veamos cuál es.
(Juan 11:21-27) 21 Marta entonces dijo a Jesús: “Señor, si
hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto. 22 Y
sin embargo, actualmente sé que cuantas cosas pidas a
Dios, Dios te las dará”. 23 Jesús le dijo: “Tu hermano se
levantará”. 24 Marta le dijo: “Yo sé que se levantará en la
resurrección en el último día”. 25 Jesús le dijo: “Yo soy la
resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque
muera, llegará a vivir; 26 y todo el que vive y ejerce fe en
mí no morirá jamás. ¿Crees tú esto?”. 27 Ella le dijo: “Sí,
Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,
Aquel que viene al mundo”.
(Lucas 10:38-42) 38 Ahora bien, mientras seguían su
camino, él entró en cierta aldea. Aquí cierta mujer, de
nombre Marta, lo recibió en la casa como huésped. 39 Esta
también tenía una hermana llamada María, quien, sin
embargo, se sentó a los pies del Señor y se quedó
escuchando su palabra. 40 Marta, por otra parte, estaba
distraída atendiendo a muchos quehaceres. De modo que
se acercó y dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me
haya dejado sola para atender las cosas? Dile, por lo tanto,
que me ayude”. 41 En contestación, el Señor le dijo:
“Marta, Marta, estás inquieta y turbada en cuanto a muchas
cosas. 42 Son pocas, sin embargo, las cosas que se
necesitan, o solo una. Por su parte, María escogió la buena
porción, y no le será quitada”.
MARTA SE DISTRAJO
3, 4. a) ¿Por qué dijo Jesús que María escogió “la
buena porción”? b) ¿Qué lección aprendió Marta?
(Vea la ilustración del principio.)
3 Para agradecer a Marta y a María su invitación,
Jesús comenzó a enseñarles valiosas verdades. María
aprovechó esa oportunidad única, “se sentó a los pies
del Señor y se quedó escuchando su palabra”. Si
Marta hubiera hecho lo mismo, Jesús de seguro la
habría felicitado por su buena decisión.
4 Pero estaba demasiado atareada tratando de hacer
que Jesús disfrutara su estancia. Entre otras cosas, se
puso a preparar una comida especial. Eso no solo la
distrajo, sino que la puso muy nerviosa, y acabó
enfadándose con María. Jesús se dio cuenta de que
Marta quería hacer demasiado, así que le dijo con
bondad: “Marta, Marta, estás inquieta y turbada en
cuanto a muchas cosas”; además le dio a entender
que bastaba con cocinar un solo plato. Luego
defendió a su hermana diciendo: “María escogió la
buena porción, y no le será quitada”. Es probable que
con el tiempo María olvidara lo que comió en aquella
ocasión; lo que de seguro nunca olvidó fueron las
palabras de felicitación que recibió de Jesús y las
cosas que aprendió por haberle prestado toda su
atención. Más de 60 años después, el apóstol Juan
escribió: “Jesús amaba a Marta y a su hermana” (Juan
11:5). Estas palabras inspiradas nos hacen pensar
que Marta escuchó el consejo de Jesús y siguió
esforzándose por servir fielmente a Jehová el resto de
su vida.
(Juan 11:5) 5 Ahora bien, Jesús amaba a Marta y a su
hermana y a Lázaro.
(1 Corintios 7:29-31) 29 Además, esto digo, hermanos: el
tiempo que queda está reducido. En adelante, los que
tienen esposas sean como si no tuvieran, 30 y también los
que lloran sean como los que no lloran, y los que se
regocijan, como los que no se regocijan, y los que compran,
como los que no poseen, 31 y los que hacen uso del
mundo, como los que no lo usan a plenitud; porque la
escena de este mundo está cambiando.
(Eclesiastés 3:1) 3 Para todo hay un tiempo señalado, aun
un tiempo para todo asunto bajo los cielos:
(Eclesiastés 3:6) 6 tiempo de buscar y tiempo de dar por
perdido; tiempo de guardar y tiempo de desechar;
(Efesios 5:15-17) 15 Así es que vigilen cuidadosamente
que su manera de andar no sea como imprudentes, sino
como sabios, 16 comprándose todo el tiempo oportuno
que queda, porque los días son inicuos. 17 Por esta razón
dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan
percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.
5. a) ¿Por qué es más fácil que nunca distraerse?
b) ¿Qué pregunta debemos hacernos?
5 Hoy día es mucho más fácil distraerse que en la
época de Marta. Hace más de 60 años, un hombre de
negocios dijo a un grupo de estudiantes de Estados
Unidos que nunca antes habían existido tantos
medios de comunicación: revistas a todo color, la
radio, el cine, la televisión... Luego añadió que todos
los días parecía inventarse una nueva distracción.
Según él, su generación vivía en la era de las
distracciones. La Atalaya del 1 de abril de 1959 dijo lo
siguiente: “Las distracciones probablemente
aumentarán a medida que este mundo se acerque a
su destrucción”. ¡Qué ciertas han resultado ser estas
palabras! En vista de la situación, ¿cómo podemos
concentrarnos en servir a Jehová sin distraernos,
igual que hizo María?
USEMOS EL MUNDO, PERO NO AL MÁXIMO
6. ¿Cómo ha hecho el pueblo de Jehová buen uso
de la tecnología?
6 La organización siempre ha hecho buen uso de la
tecnología de este mundo a fin de promover los
intereses del Reino. Un ejemplo es el “Foto-Drama de
la Creación”, que se presentó en la época de la
Primera Guerra Mundial. Se trataba de una
proyección a color que combinaba películas con
diapositivas y sonido. La proyección concluía
describiendo el pacífico Reinado de Mil Años de Jesús,
y millones de personas de todo el mundo recibieron
consuelo al verla. Tiempo después, usamos la radio
para transmitir el mensaje del Reino a millones de
personas de todo el planeta. Y hoy día usamos
dispositivos electrónicos e Internet para llevar las
buenas nuevas hasta los rincones más apartados.
7. a) ¿Por qué es peligroso usar al máximo lo que
ofrece el mundo? b) ¿De qué debemos tener
cuidado? (Vea la nota.)
7 Ahora bien, la Biblia nos advierte que es peligroso
usar al máximo lo que el mundo ofrece (lea 1
Corintios 7:29-31). Es fácil perder el tiempo en
pasatiempos que no son necesariamente malos, como
leer libros y revistas, ver la televisión, viajar, ir a
pasear a centros comerciales o tener lo último y lo
más caro. Otras cosas que pueden consumirnos horas
y horas, y hasta convertirse en una obsesión, son las
redes sociales, enviar y reenviar mensajes y correos,
y estar siempre pendiente de los eventos deportivos
y las últimas noticias (Ecl. 3:1, 6).*Nota: Si no
controlamos el tiempo que les dedicamos a estas
actividades, podemos descuidar lo más importante:
nuestro servicio a Jehová (lea Efesios 5:15-17).
Nota: Vea el artículo “El ingenuo cree todo lo que le
dicen”.
8. ¿Por qué debemos seguir el consejo de no amar
las cosas que están en el mundo?
8 El Diablo ha diseñado este mundo para distraernos
de lo que realmente vale la pena. Los cristianos del
siglo primero lo comprobaron y nosotros también (2
Tim. 4:10). Por eso, no debemos amar “las cosas que
están en el mundo”. Si nos esforzamos por poner en
práctica este consejo bíblico, no nos distraeremos y
podremos concentrarnos en hacer crecer nuestro
amor por el Padre. Así será más fácil obedecerlo y
conservar su amistad para siempre (1 Juan 2:15-17).
(2 Timoteo 4:10) 10 Pues Demas me ha abandonado
porque ha amado el presente sistema de cosas, y se ha ido
a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia.
(1 Juan 2:15-17) 15 No estén amando ni al mundo ni las
cosas [que están] en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él; 16 porque todo [lo que hay]
en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y
la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se
origina del Padre, sino que se origina del mundo. 17
Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el
que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
MANTENGAMOS EL OJO BIEN ENFOCADO
9. a) ¿Qué dijo Jesús sobre el ojo simbólico? b)
¿Qué hizo para poner el ejemplo?
9 Marta no fue la única a la que Jesús aconsejó que
evitara las distracciones. Al resto de sus discípulos
también les dijo que debían mantener el ojo
“sencillo”, es decir, la mirada enfocada solo en el
Reino (lea Mateo 6:22, 33). Y él mismo puso el
ejemplo: no tenía ni casa ni tierras que demandaran
su atención. Tenía muy pocas posesiones (Luc. 9:58;
19:33-35).
(Mateo 6:22) 22 ”La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso,
si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante;
(Mateo 6:33) 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y
la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán
añadidas.
(Lucas 9:58) 58 Y Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas y
las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del
hombre no tiene donde recostar la cabeza”.
(Lucas 19:33-35) 33 Pero al desatar el pollino, sus dueños
les dijeron: “¿Por qué están desatando el pollino?”. 34
Ellos dijeron: “El Señor lo necesita”. 35 Y lo condujeron a
Jesús, y echaron sus prendas de vestir exteriores sobre el
pollino y pusieron encima a Jesús.
(Lucas 4:42-44) 42 Sin embargo, cuando se hizo de día,
salió y prosiguió a un lugar solitario. Pero las
muchedumbres andaban buscándolo y llegaron hasta
donde estaba, y trataron de detenerlo para que no se fuera
de ellos. 43 Pero él les dijo: “También a otras ciudades
tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios,
porque para esto fui enviado”. 44 Por consiguiente, iba
predicando en las sinagogas de Judea.
(Lucas 8:23) 23 Pero, mientras navegaban, él se durmió.
Ahora bien, una violenta tempestad de viento descendió
sobre el lago, e iban llenándose de [agua] y estaban en
peligro.
(Juan 4:6) 6 De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora
Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal
como estaba. La hora era a eso de la sexta.
10. ¿Qué hizo Jesús al principio de su ministerio?
10 Durante el ministerio de Jesús sucedieron muchas
cosas que pudieron haberlo distraído, pero él no lo
permitió. Por ejemplo, poco después de comenzar su
ministerio, predicó e hizo varios milagros en
Capernaum. Lógicamente, la gente le suplicó que se
quedara. ¿Cómo respondió a esta petición tan
halagadora? Les dijo: “También a otras ciudades
tengo que declarar las buenas nuevas del reino de
Dios, porque para esto fui enviado” (Luc. 4:42-44). Y
eso fue precisamente lo que hizo: trabajó muy duro y
recorrió Palestina de norte a sur y de este a oeste
enseñando a la gente. Claro, aunque era perfecto,
tenía las mismas necesidades y limitaciones que
cualquier otro ser humano. Por eso de vez en cuando
tenía que parar a descansar (Luc. 8:23; Juan 4:6).
11. a) ¿Qué dijo Jesús cuando un hombre le pidió
que interviniera en un problema familiar? b)
¿Qué advertencia dio Jesús?
11 En otra ocasión, mientras Jesús estaba enseñando
a sus discípulos cómo hacer frente a la persecución,
un hombre lo interrumpió para pedirle: “Maestro, di
a mi hermano que divida conmigo la herencia”. En
vez de meterse en esa discusión familiar, Jesús le
contestó: “¿Quién me nombró juez o repartidor sobre
ustedes?” (Luc. 12:13-15). Entonces continuó
enseñando a sus oyentes y les advirtió que no se
dejaran distraer por el deseo de tener cosas
materiales.
(Lucas 12:13-15) 13 Entonces uno de la muchedumbre le
dijo: “Maestro, di a mi hermano que divida conmigo la
herencia”. 14 Él le dijo: “Hombre, ¿quién me nombró juez
o repartidor sobre ustedes?”. 15 Entonces les dijo:
“Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte
de codicia, porque hasta cuando uno tiene en abundancia,
su vida no resulta de las cosas que posee”.
12, 13. a) ¿Por qué querían conocer a Jesús unos
judíos de origen griego? b) ¿Cómo respondió
Jesús a esa petición?
12 La última semana antes de su muerte, Jesús estuvo
bajo mucha presión (Mat. 26:38; Juan 12:27). Estaba
a punto de ser sometido a un juicio humillante y
sufrir una muerte muy dolorosa. Por si fuera poco,
tenía muchísimo que hacer. Veamos, por ejemplo, lo
que hizo el domingo 9 de nisán del año 33. Como
había predicho la Biblia, Jesús entró a Jerusalén
montado en un burro mientras la gente lo aclamaba
con estas palabras: “¡Bendito es El que viene como
Rey en el nombre de Jehová!” (Luc. 19:38). Al día
siguiente entró en el templo y echó con valor a los
vendedores que estaban abusando de sus hermanos
judíos al cobrarles precios excesivos (Luc. 19:45, 46).
(Mateo 26:38) 38 Entonces les dijo: “Mi alma está
hondamente contristada, hasta la muerte. Quédense aquí y
manténganse alerta conmigo”.
(Juan 12:27) 27 Ahora mi alma está perturbada, ¿y qué
diré? Padre, sálvame de esta hora. No obstante, por esto he
venido a esta hora.
(Lucas 19:38) 38 y decían: “¡Bendito es El que viene como
Rey en el nombre de Jehová! ¡Paz en el cielo, y gloria en los
lugares más altos!”.
(Lucas 19:45-46) 45 Y entró en el templo y comenzó a
echar fuera a los que vendían, 46 diciéndoles: “Está
escrito: ‘Y mi casa será casa de oración’, pero ustedes la
hicieron cueva de salteadores”.
13 En Jerusalén había algunos judíos de origen griego
que habían ido a celebrar la Pascua. Impresionados
por los milagros de Jesús, le pidieron a Felipe que les
permitiera conocerlo. No obstante, Jesús estaba
concentrado en cosas demasiado importantes para
dejarse distraer. No le interesaba ganarse el apoyo de
la gente para que lo defendiera de sus enemigos, que
estaban a punto de matarlo. Por eso, después de
recordarles a Andrés y a Felipe que estaba a punto de
morir, les dijo: “El que tiene afecto a su alma la
destruye, pero el que odia su alma en este mundo la
resguardará para vida eterna”. En vez de tratar de
satisfacer la curiosidad de aquellos judíos griegos, les
aconsejó que siguieran su ejemplo de abnegación y
les prometió: “Si alguien quiere ministrarme, el Padre
lo honrará”. De seguro, Felipe llevó de vuelta esta
animadora respuesta (Juan 12:20-26).
(Juan 12:20-26) 20 Ahora bien, había unos griegos entre
los que habían subido a adorar en la fiesta. 21 Estos, pues,
se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y
empezaron a solicitarle, diciendo: “Señor, queremos ver a
Jesús”. 22 Felipe vino y se lo dijo a Andrés. Andrés y Felipe
vinieron y se lo dijeron a Jesús. 23 Pero Jesús les contestó,
y dijo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea
glorificado. 24 Muy verdaderamente les digo: A menos que
el grano de trigo caiga en la tierra y muera, permanece un
solo [grano]; pero si muere, entonces lleva mucho fruto. 25
El que tiene afecto a su alma la destruye, pero el que odia
su alma en este mundo la resguardará para vida eterna. 26
Si alguien quiere ministrarme, sígame, y donde yo esté, allí
también estará mi ministro. Si alguien quiere ministrarme,
el Padre lo honrará.
14. ¿Cómo sabemos que Jesús era un hombre
equilibrado?
14 Es cierto que Jesús llevó a cabo su misión de
predicar las buenas nuevas sin distraerse. Pero eso
no significa que solo pensara en el trabajo. La Biblia
dice que aceptó por lo menos una invitación a una
boda y hasta contribuyó a la alegría de la ocasión
convirtiendo agua en vino (Juan 2:2, 6-10). También
aceptó varias invitaciones a comer con amigos
cercanos y personas interesadas en escuchar su
mensaje (Luc. 5:29; Juan 12:2). Y más importante
aún, tenía la costumbre de sacar tiempo de su horario
tan ocupado para orar, meditar y descansar (Mat.
14:23; Mar. 1:35; 6:31, 32).
(Juan 2:2) 2 Jesús y sus discípulos también fueron
invitados al banquete de bodas.
(Juan 2:6-10) 6 Sucedió que había puestas allí seis tinajas
de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos
de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía
contener dos o tres medidas de líquido. 7 Jesús les dijo:
“Llenen de agua las tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el
borde. 8 Y les dijo: “Saquen un poco ahora y llévenlo al
director del banquete”. De modo que ellos lo llevaron. 9
Pues bien, cuando el director del banquete probó el agua
que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde
venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían
sacado el agua, el director del banquete llamó al novio 10
y le dijo: “Todo otro hombre pone primero el vino
excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior.
Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”.
(Lucas 5:29) 29 También, Leví le hizo un gran banquete de
recepción en su casa; y había una gran muchedumbre de
recaudadores de impuestos y otros que estaban con ellos
reclinados a la mesa.
(Juan 12:2) 2 De modo que le dieron una cena allí, y Marta
estaba sirviendo, pero Lázaro era uno de los que estaban
reclinados a la mesa con él.
(Mateo 14:23) 23 Por fin, habiendo despedido a las
muchedumbres, subió solo a la montaña a orar. Aunque se
hizo tarde, estaba allí solo.
(Marcos 1:35) 35 Y levantándose muy de mañana,
mientras todavía estaba oscuro, salió y se fue a un lugar
solitario, y allí se puso a orar.
(Marcos 6:31-32) 31 Y él les dijo: “Vengan, ustedes
mismos, en privado, a un lugar solitario, y descansen un
poco”. Porque eran muchos los que venían e iban, y ellos
no tenían tiempo libre siquiera para tomar una comida. 32
De modo que se fueron en la barca a un lugar solitario
donde estuvieran solos.
QUITÉMONOS TODO PESO DE ENCIMA
15. a) ¿Qué consejo dio el apóstol Pablo? b) ¿Por
qué fue Pablo un buen ejemplo?
15 El apóstol Pablo dijo que los cristianos son como
corredores que participan en una carrera de larga
distancia. Por eso aconsejó: “Quitémonos nosotros
también todo peso” (lea Hebreos 12:1). Pablo
practicaba lo que enseñaba: aunque tenía un futuro
brillante en la religión judía y pudo haberse hecho
rico y famoso, lo dejó todo por servir a Jehová. Se
concentró en “las cosas más importantes” y dedicó su
vida a viajar por Siria, Asia menor, Macedonia y Judea
predicando las buenas nuevas. Su vista estaba
enfocada en el premio que tenía reservado en los
cielos, como les dijo a los filipenses: “Olvidando las
cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia
adelante a las cosas más allá, prosigo hacia la meta”
(Filip. 1:10; 3:8, 13, 14). Además, como estaba
soltero, Pablo pudo “atender constantemente al
Señor sin distracción” (1 Cor. 7:32-35).
(Hebreos 12:1) 12 Pues, entonces, porque tenemos tan
grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos
nosotros también todo peso, y el pecado que fácilmente
nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está
puesta delante de nosotros,
(Filipenses 1:10) 10 para que se aseguren de las cosas más
importantes, para que estén exentos de defectos y no
hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo,
(Filipenses 3:8) 8 Pues, en cuanto a eso, de veras sí
considero también que todas las cosas son pérdida a causa
del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi
Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las
cosas y las considero como un montón de basura, a fin de
ganar a Cristo
(Filipenses 3:13-14) 13 Hermanos, todavía no me
considero como si [lo] hubiera asido; pero hay una cosa en
cuanto a ello: Olvidando las cosas que quedan atrás, y
extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá, 14
prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia
arriba por Dios mediante Cristo Jesús.
(1 Corintios 7:32-35) 32 En realidad, quiero que estén
libres de inquietud. El hombre no casado se inquieta por
las cosas del Señor, en cuanto a cómo ganar la aprobación
del Señor. 33 Pero el hombre casado se inquieta por las
cosas del mundo, en cuanto a cómo ganar la aprobación de
su esposa, 34 y está dividido. Además, la mujer no casada
—y la virgen— se inquieta por las cosas del Señor, para ser
santa tanto en su cuerpo como en su espíritu. Sin embargo,
la mujer casada se inquieta por las cosas del mundo, en
cuanto a cómo ganar la aprobación de su esposo. 35 Pero
esto lo digo para la ventaja personal de ustedes, no para
echarles un lazo, sino para moverlos a lo que es decoroso y
a lo que resulta en atender constantemente al Señor sin
distracción.
16, 17. a) Seamos solteros o casados, ¿cómo
podemos seguir el ejemplo de Pablo? b) ¿Qué
hicieron Mark y Claire?
16 Igual que Pablo, algunos siervos de Jehová han
decidido quedarse solteros para poder dedicar más
tiempo al Reino, pues por lo general los solteros
tienen menos responsabilidades familiares que los
casados (Mat. 19:11, 12). Pero sean cuales sean
nuestras circunstancias, todos debemos quitarnos de
encima cualquier peso y distracción que nos impida
servir a Dios de toda alma. Quizás eso exija cambiar
hábitos que consumen demasiado tiempo.
(Mateo 19:11-12) 11 Él les dijo: “No todos hacen lugar
para el dicho, sino únicamente los que tienen el don. 12
Porque hay eunucos que nacieron así de la matriz de su
madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los
hombres, y hay eunucos que a sí mismos se han hecho
eunucos por causa del reino de los cielos. Quien pueda
hacer lugar para ello, haga lugar para ello”.
17 Veamos el caso de Mark y Claire, un matrimonio
de Gales. Ambos se hicieron precursores cuando
terminaron sus estudios y continuaron siéndolo
después de casarse. Mark comenta: “Mi esposa y yo
vivíamos en una casa de tres habitaciones y teníamos
empleos de media jornada. Sin embargo, decidimos
dejarlo todo para colaborar en el programa de
construcción internacional”. Aunque a veces han
tenido muy poco dinero, Jehová siempre los ha
cuidado. Durante los últimos 20 años han viajado por
toda África construyendo Salones del Reino. Claire
continúa: “No hay nada que nos produzca tanta
satisfacción como pasar todo el día trabajando para
Jehová. Hemos hecho muchos amigos y nunca nos ha
faltado nada. Las cosas a las que hemos tenido que
renunciar no son nada en comparación con la
felicidad de haber dedicado nuestras vidas a servir a
Jehová”. Muchos siervos de tiempo completo opinan
lo mismo.*Nota:
Nota: También puede leer la historia de Hadyn y
Melody Sanderson en el artículo “No basta con saber lo
que es correcto: hay que hacerlo”, de La Atalaya del 1
de marzo de 2006. Hadyn y Melody dejaron un
próspero negocio en Australia para comenzar el
servicio de tiempo completo. Descubra lo que pasó
cuando se quedaron sin dinero mientras eran
misioneros en la India.
18. ¿Qué preguntas es probable que tengamos
que hacernos?
18 ¿Qué hay de usted? ¿Siente que ya no apoya el
Reino con el mismo entusiasmo de antes? ¿Será que
se ha dejado distraer? En ese caso, trate de mejorar
sus hábitos de lectura y estudio de la Biblia. ¿Quiere
saber cómo? El siguiente artículo se lo dirá.
Canción 50
Dios nos enseña a amar
Vista alternativa del documento
(1 Juan 4:19)
1. Jehová, nuestro Dios, nos puso el modelo
del amor,
del amor.
Es nuestro deber tratar de imitarlo
con atención,
con atención.
La senda de Dios sigamos a diario,
gran paz y unidad tendremos a cambio;
Jehová nos dará un justo salario.
Él es amor,
la fuente de amor.
2. Andando con Dios, serás un amigo
servicial
y leal.
La mano darás al necesitado
sin vacilar,
sin vacilar.
Sabrás perdonar a quienes te ofendan,
sin alimentar jamás la contienda;
así cumplirás con la ley perfecta
que Dios nos dio:
la ley del amor.
3. Servimos a Dios con alma sincera,
con fervor,
con ardor.
Nos causa placer seguir sus mandatos
de corazón,
de corazón.
A todo lugar las nuevas llevemos,
el nombre de Dios al mundo enseñemos,
que sepan quién es el Dios verdadero:
eso es amor,
auténtico amor.
(Véanse también Rom. 12:10; Efe. 4:3; 2 Ped. 1:7.)
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Canción 128
“La escena de este mundo está cambiando”
Vista alternativa del documento
(1 Corintios 7:31)
1. La muerte, el mal y el pecado
al hombre han esclavizado,
mas Dios su amor ha mostrado
al darnos al Redentor.
(ESTRIBILLO)
La escena del mundo
ya cambia,
Dios colmará nuestras ansias
de una vida mejor.
2. El mundo está agonizante,
su fin se avista adelante.
El Reino de Dios triunfante
nos traerá bendición.
(ESTRIBILLO)
La escena del mundo
ya cambia,
Dios colmará nuestras ansias
de una vida mejor.
(Véanse también Sal. 115:15, 16; Rom. 5:15-17; 7:25;
Rev. 12:5.) volver
Canción 133
Busca al Dios de tu salvación
Vista alternativa del documento
(Sofonías 2:3)
1. Los pueblos marchan hoy
unidos en rebelión;
en vano intentan combatir
al Rey que Dios eligió.
Van rumbo a su final,
su día agoniza ya.
Jesús será el gran vencedor,
su cetro los quebrará.
(ESTRIBILLO)
Oh, busca a Dios, tu Salvador,
acude a él por protección;
lo que es justo haz,
muéstrate leal,
a su Reino da tu adhesión.
Oculto él te mantendrá
de la destrucción.
2. Es hora de elegir
a quién le vas a servir.
Si buscas a Jehová, tu Dios,
tendrás un gran porvenir.
No dejes que el temor
se aloje en tu corazón.
Camina siempre con rectitud,
y Dios oirá tu clamor.
(ESTRIBILLO)
Oh, busca a Dios, tu Salvador,
acude a él por protección;
lo que es justo haz,
muéstrate leal,
a su Reino da tu adhesión.
Oculto él te mantendrá
de la destrucción.
(Véanse también 1 Sam. 2:9; Sal. 2:2, 3, 9; Pro. 2:8;
Mat. 6:33.) volver
Canción 94
Satisfecho con los dones de Dios
Vista alternativa del documento
(Santiago 1:17)
1. Las cosas que te dan placer
y alegran tu existir
son dones del Altísimo,
de nuestro Dios feliz.
Las sombras que produce el Sol
no cesan de cambiar;
mas Dios, el Padre de las luces,
él nunca cambiará.
2. Jamás te inquietes por saber
con qué vas a vivir;
las aves alimenta Dios,
él velará por ti.
No te dediques a buscar
riquezas con afán;
conténtate con lo que tengas,
Dios no te dejará.
3. La gloria de este mundo es
tan solo una ilusión,
los bienes que el dinero da
no otorgan salvación.
Sé rico para con Jehová
y nunca perderás:
serás feliz en el presente
y por la eternidad.
(Véanse también Jer. 45:5; Mat. 6:25-34; 1 Tim. 6:8;
Heb. 13:5.) volver
Canción 134
¿Te ves en el nuevo mundo?
Vista alternativa del documento
(Revelación 21:1-5)
1. Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo empieza a latir.
¡Qué gran placer vivir en paz
y disfrutar de la libertad!
No más dolor, no más crueldad,
tal como lo prometió Jehová.
No cabe en mi pecho la felicidad,
y como un torrente, mi voz te alabará:
(ESTRIBILLO)
“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,
un mundo nuevo ha visto la luz.
La gloria y el honor siempre tuyos serán.
Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.
2. Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo contemplo feliz.
Se fue el pesar, se fue el temor,
el mundo viejo por fin pasó.
No es ilusión, es muy real,
ya mora Dios con la humanidad.
Muy pronto, los muertos van a despertar
y junto a nosotros gozosos cantarán:
(ESTRIBILLO)
“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,
un mundo nuevo ha visto la luz.
La gloria y el honor siempre tuyos serán.
Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.
(Véanse también Sal. 37:10, 11; Isa. 65:17; Juan 5:28; 2
Ped. 3:13.) volver
2 Crónicas 15 a 19
15 Ahora para Azarías hijo de Oded, el espíritu de Dios llegó a estar sobre él.
2 Por consiguiente, él salió
delante de Asá y le dijo: ―¡Óiganme, oh Asá y todo Judá y Benjamín! Jehová está con ustedes mientras ustedes resulten estar con él; y si lo buscan, se dejará hallar de ustedes; pero si lo dejan, él los dejará a ustedes.
3 Y
muchos fueron los días en que Israel había estado sin Dios verdadero y sin sacerdote que enseñara y sin Ley. 4 Pero cuando en su angustia se volvieron a Jehová el
Dios de Israel y lo buscaron, entonces él se dejó hallar de ellos.
5 Y en aquellos tiempos no había paz para el
que salía ni para el que entraba, porque había muchos desórdenes entre todos los habitantes de los países.
6 Y
fueron triturados, nación contra nación y ciudad contra ciudad, porque Dios mismo los mantuvo en desorden con toda suerte de angustia.
7 Y ustedes, sean
animosos y no dejen caer las manos, porque existe un galardón para su actividad‖.
8 Y tan pronto como Asá oyó estas palabras y la
profecía de Oded el profeta, cobró ánimo y procedió a hacer que las cosas repugnantes desaparecieran de toda la tierra de Judá y Benjamín y de las ciudades que había tomado de la región montañosa de Efraín, y a renovar el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.
9 Y empezó a juntar a todo Judá y
Benjamín y a los residentes forasteros con ellos desde Efraín y Manasés y Simeón, porque se habían pasado a él de Israel en gran número cuando vieron que Jehová su Dios estaba con él.
10 De manera que se juntaron en
Jerusalén el tercer mes del año quince del reinado de Asá.
11 Entonces en aquel día hicieron sacrificios a
Jehová del despojo que habían traído, setecientas reses vacunas y siete mil ovejas.
12 Además, entraron en un
pacto de que buscarían a Jehová el Dios de sus antepasados con todo su corazón y con toda su alma; 13
que a cualquiera que no buscara a Jehová el Dios de Israel se le diera muerte, fuera pequeño o grande, fuera hombre o mujer.
14 De modo que juraron a Jehová con
voz alta y con gozosa gritería y con las trompetas y con cuernos.
15 Y todo Judá se entregó a regocijo debido a
lo que se había jurado; porque era con todo su corazón como habían jurado, y con pleno placer de parte de ellos como lo habían buscado, de modo que él se dejó hallar por ellos; y Jehová continuó dándoles descanso todo en derredor.
16 En cuanto a aun Maacá [su] abuela, Asá el rey
mismo la removió de [ser] dama, porque ella había hecho un ídolo horrible para el poste sagrado; y entonces Asá cortó el ídolo horrible de ella y lo pulverizó y lo quemó en el valle torrencial de Cedrón.
17 Y los
lugares altos mismos no desaparecieron de Israel. Solo que el corazón mismo de Asá resultó completo todos sus días.
18 Y procedió a introducir en la casa del Dios
[verdadero] las cosas santificadas por su padre y las cosas santificadas por él mismo, plata y oro y utensilios. 19
En cuanto a guerra, no ocurrió sino hasta el año treinta y cinco del reinado de Asá.
16 En el año treinta y seis del reinado de Asá, Baasá el rey de Israel subió contra Judá y empezó a edificar a Ramá, para no permitir que nadie saliera ni entrara a Asá el rey de Judá.
2 Asá ahora sacó plata y oro de los
tesoros de la casa de Jehová y de la casa del rey y envió a decir a Ben-hadad el rey de Siria, que moraba en Damasco:
3 ―Hay un pacto entre yo y tú y entre mi
padre y tu padre. Aquí te envío en efecto plata y oro. Anda, rompe tu pacto con Baasá el rey de Israel, para que se retire de mí‖.
4 De modo que Ben-hadad escuchó al rey Asá y
envió a los jefes de las fuerzas militares que eran suyas contra las ciudades de Israel, de manera que hirieron a Ijón y Dan y Abel-maim y todos los lugares de almacenamiento de las ciudades de Neftalí.
5 Y
aconteció que tan pronto como Baasá tuvo noticia de ello, inmediatamente dejó de edificar a Ramá y suspendió su obra.
6 En cuanto a Asá el rey, él tomó a
todo Judá, y procedieron a llevarse las piedras de Ramá, y sus maderas con las cuales Baasá había edificado, y él empezó a edificar con ellas a Gueba y Mizpá.
7 Y en aquel tiempo Hananí el vidente vino a Asá el
rey de Judá y entonces le dijo: ―Porque te apoyaste en el rey de Siria y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por esa razón la fuerza militar del rey de Siria se ha escapado de tu mano.
8 ¿Acaso los etíopes y los libios
mismos no constituían una inmensa fuerza militar en multitud, en carros y en hombres de a caballo?; y, porque te apoyaste en Jehová, ¿no los dio él en tu mano?
9 Pues, en cuanto a Jehová, sus ojos están
discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a
favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él. Has actuado tontamente respecto a esto, pues desde ahora en adelante existirán guerras contra ti‖.
10 No obstante, Asá se ofendió contra el vidente y lo
puso en la casa de los cepos, porque estuvo enfurecido con él a causa de esto. Y Asá empezó a aplastar a otros del pueblo en aquel mismo tiempo.
11 Y, ¡mire!, los
asuntos de Asá, los primeros y los últimos, allí están escritos en el Libro de los Reyes de Judá y de Israel.
12 Y Asá, en el año treinta y nueve de su reinado,
llegó a tener una dolencia en los pies hasta que estuvo muy enfermo; y aun en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los sanadores.
13 Por fin Asá yació con
sus antepasados, y murió en el año cuarenta y uno de reinar.
14 De modo que lo enterraron en su grandiosa
sepultura que él había excavado para sí en la Ciudad de David; y lo acostaron en la cama que había sido llenada de aceite balsámico y diferentes clases de ungüentos mezclados en un ungüento de confección especial. Además, le hicieron una quema funeral extraordinariamente grande.
17 Y Jehosafat su hijo empezó a reinar en lugar de él y a fortalecer su posición sobre Israel.
2 Y procedió a
poner fuerzas militares en todas las ciudades fortificadas de Judá y a poner guarniciones en la tierra de Judá y en las ciudades de Efraín que Asá su padre había tomado. 3 Y Jehová continuó con Jehosafat, porque anduvo en
los caminos anteriores de David su antepasado y no buscó a los Baales.
4 Porque fue al Dios de su padre a
quien buscó, y en su mandamiento anduvo, y no según las acciones de Israel.
5 Y Jehová mantuvo el reino
firmemente establecido en su mano; y todo Judá continuó dando presentes a Jehosafat, y él llegó a tener riquezas y gloria en abundancia.
6 Y su corazón se hizo
denodado en los caminos de Jehová, y hasta quitó de Judá los lugares altos y los postes sagrados.
7 Y al año tercero de reinar envió por sus príncipes, a
saber, Ben-háil y Abdías y Zacarías y Netanel y Micaya, para que enseñaran en las ciudades de Judá,
8 y con
ellos los levitas, Semaya y Netanías y Zebadías y Asahel y Semiramot y Jehonatán y Adonías y Tobiya y Tob-adonías los levitas, y con ellos Elisamá y Jehoram los sacerdotes.
9 Y ellos empezaron a enseñar en Judá,
y con ellos estaba el libro de la ley de Jehová; y siguieron yendo alrededor por todas las ciudades de Judá y enseñando entre la gente.
10 Y el pavor de Jehová vino a estar sobre todos los
reinos de los países que estaban todo en derredor de Judá, y no pelearon contra Jehosafat.
11 Y de los
filisteos traían a Jehosafat presentes y dinero como tributo. Los árabes también le traían rebaños, siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
12 Y Jehosafat continuó adelantando y
engrandeciéndose a un grado superior; y siguió edificando lugares fortificados y ciudades de depósitos en Judá.
13 Y hubo muchos intereses que llegaron a ser
de él en las ciudades de Judá; y había guerreros, hombres valientes y poderosos, en Jerusalén.
14 Y estos
eran sus oficios por la casa de sus antepasados: De Judá los jefes de millares, Adnah el jefe, y con él había trescientos mil hombres valientes, poderosos.
15 Y bajo
su control estaba Jehohanán el jefe, y con él había doscientos ochenta mil.
16 Y bajo su control estaba
Amasíah hijo de Zicrí el voluntario para Jehová, y con él había doscientos mil hombres valientes, poderosos.
17 Y
de Benjamín estaba el hombre valiente y poderoso Eliadá, y con él había doscientos mil hombres armados con el arco y escudo.
18 Y bajo su control estaba
Jehozabad, y con él había ciento ochenta mil hombres equipados para el ejército.
19 Estos eran los que
ministraban al rey aparte de aquellos a quienes el rey había puesto en las ciudades fortificadas por todo Judá.
18 Y Jehosafat llegó a tener riquezas y gloria en abundancia; pero formó una alianza de matrimonio con Acab.
2 De modo que años más tarde bajó [a ver] a
Acab en Samaria; y Acab procedió a sacrificar ovejas y reses vacunas en abundancia para él y para la gente que estaba con él. Y empezó a ilusionarlo para que subiera contra Ramot-galaad.
3 Y Acab el rey de Israel
pasó a decir a Jehosafat el rey de Judá: ―¿Quieres ir conmigo a Ramot-galaad?‖. Ante esto, él le dijo: ―Yo soy lo mismo que tú, y mi pueblo es como tu pueblo y [está] contigo en la guerra‖.
4 Sin embargo, Jehosafat dijo al rey de Israel: ―Por
favor, inquiere en primer lugar por la palabra de Jehová‖.
5 De modo que el rey de Israel juntó a los
profetas, cuatrocientos hombres, y les dijo: ―¿Vamos contra Ramot-galaad en guerra, o me guardo de hacerlo?‖. Y ellos empezaron a decir: ―Sube, y el [verdadero] Dios [la] dará en la mano del rey‖.
6 Pero Jehosafat dijo: ―¿No hay aquí un profeta de
Jehová todavía? Entonces inquiramos por medio de él‖. 7 Ante eso, el rey de Israel dijo a Jehosafat: ―Todavía
hay un hombre por medio de quien inquirir de Jehová, pero yo mismo ciertamente lo odio, porque no está profetizando respecto a mí para bien, sino, todos sus días, para mal. Es Micaya hijo de Imlá‖. Sin embargo, Jehosafat dijo: ―No diga el rey semejante cosa‖.
8 Por consiguiente, el rey de Israel llamó a un oficial
de la corte y dijo: ―Trae pronto a Micaya hijo de Imlá‖. 9 Ahora bien, el rey de Israel y Jehosafat el rey de Judá
estaban sentados cada cual en su trono, en vestidos de vestir, y estaban sentados en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban actuando como profetas delante de ellos.
10 Entonces
Sedequías hijo de Kenaaná se hizo unos cuernos de hierro y dijo: ―Esto es lo que ha dicho Jehová: ‗Con estos empujarás a los sirios hasta exterminarlos‘‖.
11 Y
todos los demás profetas estaban profetizando de la misma manera, diciendo: ―Sube a Ramot-galaad y logra éxito, y Jehová ciertamente [la] dará en la mano del rey‖.
12 Y el mensajero que fue a llamar a Micaya le habló,
diciendo: ―¡Mira! Las palabras de los profetas son a una de bien para el rey; y deja que tu palabra, por favor, llegue a ser como [la de] uno de ellos y tienes que hablar el bien‖.
13 Pero Micaya dijo: ―Tan ciertamente
como que Jehová vive, lo que mi Dios diga, eso es lo que hablaré‖.
14 Entonces entró a donde el rey, y el rey
procedió a decirle: ―Micaya, ¿vamos a Ramot-galaad en guerra, o me guardo de hacerlo?‖. Al instante él dijo: ―Suban y logren éxito; y serán dados en la mano de ustedes‖.
15 Ante esto, el rey le dijo: ―¿Cuántas veces
van que te pongo bajo juramento de que no me hables nada sino la verdad en el nombre de Jehová?‖.
16 Por lo
tanto él dijo: ―Ciertamente veo a todos los israelitas esparcidos sobre las montañas, como ovejas que no tienen pastor. Y Jehová pasó a decir: ‗Estos no tienen amos. Que se vuelvan cada cual a su casa en paz‘‖.
17 Entonces el rey de Israel dijo a Jehosafat: ―¿No te
dije: ‗Él no profetizará acerca de mí cosas buenas, sino malas‘?‖.
18 Y él pasó a decir: ―Por lo tanto, oigan la palabra de
Jehová: Ciertamente veo a Jehová sentado sobre su trono, y a todo el ejército de los cielos de pie a su derecha y a su izquierda.
19 Y Jehová procedió a decir:
‗¿Quién engañará a Acab el rey de Israel para que suba y caiga en Ramot-galaad?‘. Y hubo habla: este decía así, y aquel decía asá.
20 Finalmente salió un espíritu y
se situó delante de Jehová y dijo: ‗Yo mismo lo engañaré‘. Ante esto, Jehová le dijo: ‗¿De qué manera?‘.
21 A esto él dijo: ‗Saldré y ciertamente llegaré
a ser un espíritu engañoso en la boca de todos sus profetas‘. De modo que él dijo: ‗Lo engañarás, y, lo que es más, saldrás ganador. Sal y hazlo así‘.
22 Y ahora
sucede que Jehová ha puesto un espíritu engañoso en la boca de estos profetas tuyos; pero Jehová mismo ha hablado calamidad tocante a ti‖.
23 Sedequías hijo de Kenaaná ahora se acercó y le
dio un golpe a Micaya en la mejilla y dijo: ―¿Por qué camino, precisamente, pasó el espíritu de Jehová desde mí para hablar contigo?‖.
24 A lo que dijo Micaya: ―¡Mira!
Estás viendo [por qué camino] en el día que entres en la cámara más recóndita para esconderte‖.
25 Entonces el
rey de Israel dijo: ―Tomen a Micaya y devuélvanlo a Amón el jefe de la ciudad y a Joás el hijo del rey.
26 Y
ustedes tienen que decir: ‗Esto es lo que ha dicho el rey: ―Pongan a este individuo en la casa de detención y aliméntenlo con una ración reducida de pan y una ración reducida de agua hasta que yo vuelva en paz‖‘‖.
27 Ante
eso, Micaya dijo: ―Si vuelves de manera alguna en paz, Jehová no ha hablado conmigo‖. Y añadió: ―Oigan, gentes todas‖.
28 Y el rey de Israel y Jehosafat el rey de Judá
procedieron a subir a Ramot-galaad. 29
El rey de Israel ahora dijo a Jehosafat: ―Habrá [para mí] un disfrazar[me] y entrar en la batalla, pero tú, por tu parte, ponte tus prendas de vestir‖. Por consiguiente, el rey de Israel se disfrazó, después de lo cual entraron en la batalla.
30 En
cuanto al rey de Siria, él había dado orden a los jefes de los carros que eran de él, y había dicho: ―No deben pelear ni con pequeño ni con grande, sino con el rey de Israel solamente‖.
31 Y aconteció que, tan pronto como
los jefes de los carros vieron a Jehosafat, ellos, por su parte, se dijeron: ―Es el rey de Israel‖. De manera que se volvieron contra él para pelear; y Jehosafat se puso a clamar por socorro, y Jehová mismo le ayudó, y Dios en seguida los atrajo de donde él.
32 Y aconteció que en
cuanto los jefes de los carros vieron que no resultaba
que fuera el rey de Israel, inmediatamente se volvieron de seguirlo.
33 Y hubo un hombre que dobló el arco en su
inocencia, pero logró darle al rey de Israel entre los accesorios y la cota de malla, de modo que él dijo al conductor de su carro: ―Da vuelta a tu mano, y tienes que sacarme del campamento, porque me han herido gravemente‖.
34 Y la batalla siguió subiendo en
intensidad aquel día, y al rey de Israel mismo lo tuvieron que mantener en posición erguida en el carro, de cara a los sirios hasta el atardecer; y gradualmente murió al tiempo de ponerse el sol.
19 Entonces Jehosafat el rey de Judá regresó en paz a su propia casa en Jerusalén.
2 Jehú hijo de Hananí el
hombre de visiones salió ahora delante de él y dijo al rey Jehosafat: ―¿Es a los inicuos a quienes se ha de dar ayuda, y es para los que odian a Jehová para quienes debes tener amor? Y por esto hay indignación contra ti procedente de la persona de Jehová.
3 No obstante, hay
cosas buenas que se han hallado contigo, porque has eliminado del país los postes sagrados y has preparado tu corazón para buscar al Dios [verdadero]‖.
4 Y Jehosafat continuó morando en Jerusalén; y
empezó a salir de nuevo entre la gente desde Beer-seba hasta la región montañosa de Efraín, a fin de traerlos de vuelta a Jehová el Dios de sus antepasados.
5 Y
procedió a apostar jueces por todo el país en todas las ciudades fortificadas de Judá, ciudad por ciudad.
6 Y
pasó a decir a los jueces: ―Vean lo que hacen, porque no es para el hombre que ustedes juzgan, sino que es para Jehová; y él está con ustedes en el asunto de juicio.
7 Y ahora, que el pavor de Jehová llegue a estar
sobre ustedes. Tengan cuidado y actúen, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia ni parcialidad ni aceptación de soborno‖.
8 Y en Jerusalén también Jehosafat apostó a algunos
de los levitas y los sacerdotes y algunos de los cabezas de las casas paternas de Israel para el juicio de Jehová y para las causas judiciales de los habitantes de Jerusalén.
9 Además, les impuso un mandamiento,
diciendo: ―Así es como deben hacer en el temor de Jehová con fidelidad y con corazón completo.
10 En
cuanto a toda causa judicial que venga a ustedes de sus hermanos que moran en sus ciudades, que tenga que ver con derramamiento de sangre, que tenga que ver con ley y mandamiento y disposiciones reglamentarias y decisiones judiciales, ustedes tienen que advertirles para que no obren mal contra Jehová y no tenga que haber indignación contra ustedes y contra sus hermanos. Así es como deben hacer para que no incurran en culpa.
11 Y aquí está Amarías el sacerdote
principal sobre ustedes para todo asunto de Jehová; y Zebadías hijo de Ismael el caudillo de la casa de Judá para todo asunto del rey; y como oficiales los levitas les están disponibles. Sean fuertes y actúen, y Jehová resulte estar con lo que es bueno‖.
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