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Semblanza de Wittgenstein JUAN E n 1889, año en que Friedrich Nietzsche pierde la razón, nace en Viena Ludwig Wittgenstein, "el filósofo más im- portante del siglo xx, un antisócrates" (Hartnack); "ante él sabíamos que nos hallábamos en presencia de la extrema serie- dad, ensimismamiento y fuerza de intelecto" (Moore); "era tremendamente impresionante, poseía fuego, penetración y pureza intelectual hasta un punto completamente extraordi- nario" (Russell, que añadía:) "lo que lo hace ser una persona te- mible, incluso terrible". Y también, como el mismo Wittgenstein decía con frecuencia de sí mismo sin contradicción con las anteriores opiniones: "Soy un perfecto imbécil" y "mi mente se vuelve cada vez más estúpida". Karl Popper proclamaba de él: "Es una bestia." Estos e innumerables otros juicios sobre su persona(lidad) pueden resumirse --quizá- en el comentario de John Maynard Keynes cuando lo vio por vez primera en Cambridge en 1929: "Dios llegó. Lo encontré en el tren de las cinco quince." Pasaporte Nombre: Ludwig Joseph Johann Wittgenstein. Lugar y fecha de nacimiento: Viena, abril 26 de 1889. Estatura: 1.68 m. Color: Moreno. Complexión: Delgada. Color de ojos: Café. Tono de voz: Elevado, autoritario (absolutamente inso- portable). Pelo: Oscuro, rizado. Expresión de la mirada: Violenta. Aficiones: La música de Schubert, las máquinas, Carmen Miranda y Betry Hutton, la prosa de Gottfried Keller, los aforismos de Lichtemberg, las novelas policiacas, la soledad. Personalidad: Decididamente imperial. Nacionalidad: Austriaca. CARVAJAL Profesión: Ingeniero- Matemático- Filósofo-Arquitecto- Modisto-Jardinero-Monje-Clarinetista-Maestro de escuela- Escultor-Inventor. EstatÚJ civil: Germánicamente célibe (cfr. Holderlin, Hugo Wolf, Nietzsche, Beethoven, Kant, Schopenhauer, et aL). Religión: Bautizado en la Iglesia católica, de padres judíos. Señas particulares: Viste pantalones de franela de color gris (los únicos), camisa con cuello abierto y una vieja chaqueta de cuero o en invierno de lana, junto con una gorra de tweed En sus paseos lleva por lo general una caña ligera. No posee ninguna orra prenda en su guardarropa, que es un clavo. Anotaciones marginales La violenta antipatía expresada por el Fellowdel Trinity College de Cambridge, L. W, ante las manifestaciones culturales in- glesas, pronto lo volvieron extremadamente apreciado por sus colegas y alumnos británicos. En tanto admirador de Carmen Miranda y Betty Hutton, de esta última llevaba siempre una ajada fotografía en su car- tera, más luida aún, en la que jamás había dinero alguno; de la primera tenía una fotografía fijada con tachuelas en la parte interior de su puerta, vestida con el traje de enormes holanes yel ombligo al aire de Carnaval en Río, con el desmesura- do sombrero cargado de frutos. Después de oírle decir que el lenguaje es del todo tautológico y que pensar no pasa de ser una "perplejidad lingüística", sus alumnos estábamos seguros de que la vedette nos guiñaba un ojo al salir de las clases que impartía en sus escasamente amuebladas habitaciones (un catre de cam- paña y un banco de madera, ni una mesa; los libros en el suelo, amarrados con cuerdas en atados que no debían exceder la docena de volúmenes, ya que éste era su método de lectura: "mantener la mirada sobre un paquete de libros sin desatarlos, ya sean de filosofía, matemáticas o aun novelas policiacas, durante perio- dos de quince minutos. La mayor parte de mis conocimientos 28

Semblanza de Wittgenstein · Semblanza de Wittgenstein • JUAN En 1889, año en que Friedrich Nietzsche pierde la razón, nace en Viena LudwigWittgenstein, "el filósofo más im

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Semblanza de Wittgenstein•

JUAN

En 1889, año en que Friedrich Nietzsche pierde la razón,

nace en Viena Ludwig Wittgenstein, "el filósofo más im­

portante del siglo xx, un antisócrates" (Hartnack); "ante él

sabíamos que nos hallábamos en presencia de la extrema serie­

dad, ensimismamiento y fuerza de intelecto" (Moore); "era

tremendamente impresionante, poseía fuego, penetración y

pureza intelectual hasta un punto completamente extraordi­

nario" (Russell, que añadía:) "lo que lo hace ser una persona te­

mible, incluso terrible". Y también, como el mismo Wittgenstein

decía con frecuencia de sí mismo sin contradicción con las

anteriores opiniones: "Soy un perfecto imbécil" y "mi mente

se vuelve cada vez más estúpida". Karl Popper proclamaba de

él: "Es una bestia." Estos e innumerables otros juicios sobre su

persona(lidad) pueden resumirse --quizá- en el comentario

de John Maynard Keynes cuando lo vio por vez primera en

Cambridge en 1929: "Dios llegó. Lo encontré en el tren de lascinco quince."

Pasaporte

Nombre: Ludwig Joseph Johann Wittgenstein.

Lugar y fecha de nacimiento: Viena, abril 26 de 1889.Estatura: 1.68 m.

Color: Moreno.

Complexión: Delgada.

Color de ojos: Café.

Tono de voz: Elevado, autoritario (absolutamente inso-portable).

Pelo: Oscuro, rizado.

Expresión de la mirada: Violenta.

Aficiones: La música de Schubert, las máquinas, Carmen

Miranda y Betry Hutton, la prosa de Gottfried Keller, los

aforismos de Lichtemberg, las novelas policiacas, la soledad.Personalidad: Decididamente imperial.

Nacionalidad: Austriaca.

CARVAJAL

Profesión: Ingeniero-Matemático-Filósofo-Arquitecto­

Modisto-Jardinero-Monje-Clarinetista-Maestro de escuela­

Escultor-Inventor.

EstatÚJ civil: Germánicamente célibe (cfr. Holderlin, Hugo

Wolf, Nietzsche, Beethoven, Kant, Schopenhauer, et aL).Religión: Bautizado en la Iglesia católica, de padres judíos.

Señasparticulares: Viste pantalones de franela de color gris

(los únicos), camisa con cuello abierto y una vieja chaqueta de

cuero o en invierno de lana, junto con una gorra de tweed En

sus paseos lleva por lo general una caña ligera. No posee ninguna

orra prenda en su guardarropa, que es un clavo.

Anotaciones marginales

La violenta antipatía expresada por el Fellowdel Trinity College

de Cambridge, L. W, ante las manifestaciones culturales in­

glesas, pronto lo volvieron extremadamente apreciado por sus

colegas y alumnos británicos.

En tanto admirador de Carmen Miranda y Betty Hutton,

de esta última llevaba siempre una ajada fotografía en su car­

tera, más luida aún, en la que jamás había dinero alguno; de

la primera tenía una fotografía fijada con tachuelas en la parte

interior de su puerta, vestida con el traje de enormes holanes

yel ombligo al aire de Carnaval en Río, con el desmesura­

do sombrero cargado de frutos. Después de oírle decir que el

lenguaje es del todo tautológico y que pensar no pasa de ser una

"perplejidad lingüística", sus alumnos estábamos seguros de que

la vedette nos guiñaba un ojo al salir de las clases que impartía

en sus escasamente amuebladas habitaciones (un catre de cam­

paña y un banco de madera, ni una mesa; los libros en el suelo,

amarrados con cuerdas en atados que no debían exceder la docena

de volúmenes, ya que éste era su método de lectura: "mantener

la mirada sobre un paquete de libros sin desatarlos, ya sean de

filosofía, matemáticas o aun novelas policiacas, durante perio­

dos de quince minutos. La mayor parte de mis conocimientos

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UNIVERSIDAD DE MExlCO

la debo a este método"); todos percibíamos ese guiño y eJJo no

era una prueba inconsistente del valorde su filosofía. Sabíamos en

ese instante que salíamos de una antigua ceremonia filosófica

(mental) solemne y trágica y que esa mirada era nuestra recom­

pensa y la afirmación de una verdad. Ese movimiento del párpado

de la vedette nos daba la certeza de sabernos una especie de pacien­

tes aquienes se hubiera librado de los complejos intelectuales, queno son problemas, sino meras tautologías (Magister dixit).

Ante nosotros, y por demás está decir que de manera im­

presionante, desarrollaba una infinita serie de inhabituales cues­tiones, por ejemplo:

"Un tratado filosófico no debe contener sino preguntas (norespuestas). "

"Dios no se manifiesta en el mundo."

"¿Por qué no puede un perro simular dolor?"

"No se puede pensar decentemente si uno no se quiere hacerdaño a sí mismo."

"La filosofía no es una teoría, sino una actividad."

"Lo que no puede mostrarse no puede decirse."

'Todo aquello que puede ser pensado puede ser pensa­do claramente."

"El mundo es independiente de mi voluntad." ("¡Novalisdijo: 'El mundo es tal como yo lo deseo'!", le interrumpió unalumno, al que no volvió a dirigirle la palabra.)

"Es claro que la ética no se puede expresar.La ética es trascendental.

(Ética y estética son lo mismo)."

"Qué y no cómo es el asunto de la mística."

"Lo que en el lenguaje se refleja, el lenguaje no puede re­presentarlo. "

"Racionalmente no es posible tener ira ni contra Hitler,mucho menos contra Dios."

"Los animales acuden al oír su nombre, lo mismo que loshombres."

"Si el cristianismo es la verdad, es falsa toda filosofía alrespecto."

"La ambición es la muerte del pensamiento.""Lo que el lector también puede, déjaselo a éL""Quisiera ser mejor y más inteligente. Ambas cosas son

una y la misma."

"También los pensamientos caen a veces inmaduros delárboL"

"Cuando se leen los diálogos socráticos se tiene el sen­timiento: ¡qué espantosa pérdida de tiempo! ¿Para qué esos ar­gumentos que nada prueban y nada aclaran?"

y otros dictums JJenos de expresión y sentido, como elsiguiente:

"Hay, ciertamente, lo inexpresable, lo que se muestra a símismo; eso es lo místico."

Que desembocaron en el justamente célebre:"De lo que no se puede hablar, mejor es callarse."Era notable su aborrecimiento de la vida académica,

como también fue notable la aceptación de ese odio de partede Cambridge. Intentó en todo momento disuadir a sus alum-

nos (y lo consiguió en dos casos notables) del deseo de estu­diar filosofía:

"Un ser humano normal no puede ser a la vez profesor enla Universidad y persona serie y honesta."

Y: "¡Hagas lo que hagas no te cases con una filósofa!"

Evidentemente, enseñar filosofía no es filosofar.

Una de las ideas centrales de su pensamiento inicial, lanoción de 'juego lingüístico' nació al pasar por un campo de

futboL De pronto, al ver la pelota en el aire y escuchar al mis­

mo tiempo los gritos de los jugadores, concibió por primera

vez la idea de que, al igual que en la cancha, en el lenguaje, en­

tendido como otro "campo", combinamos juegos con palabras.No en balde los griegos, a quienes tanto admiraba, solían

filosofar en la palestra, en los campos de juego, y no es super­fluo señalar que su ideal estético eran las esculturas griegasdel periodo clásico.

En ese tiempo estableció en su Logisch-philosophische-abhand­lunguna síntesis de la teoría de las funciones de verdad y la idea

de que ellenguaje es una imagen de la realidad(idea que posterior­mente rechazó). De ahí extrajo un tercer ingrediente: su doctri­na de lo que no puede ser dicho sino solamente mostrado.

Continúa la semblanza

Su alteza el príncipe Von Wittgenstein se sorprende siemprede sentirse desbordantemente orgulloso, encantado, de queel cegato y sabio barón de Metz \o confunda con el autor delTractatus Iogico-philosophicus, fascinado ante el calor y venera­

ción contenidos en las palabras del ciego. "Pero vamos, queridobarón, yo sólo soy el príncipe." Expresión que el anciano repi­te con deleite: "Yo sólo soy..."

En una pequeña población de Austria se oía en tiemposal maestro de la escuela primaria Wittgenstein L. ]. ]. silbarde .fUi a fa el Clarineteconcert de Mozart para delicia de susalumnos y de Dogo, el gran mastín del Burguermeister, que loseguía a todas partes. Todo lo cual le llegó a merecer la seriareconvención del Privatdozen Schultz: "¡Verboten pfluschen!",que posteriormente Lacan interpretó como Verboten pflücken.

De la inmensa fortuna (ochenta millones de dólares) queheredó a la muerte de su padre, magnate acerero, y que recha­zó en su totalidad con el consecuente e irrebatible argumentode que "un filósofo no puede vivir con dinero", instituyó, entreotras donaciones, una considerable subvención anónima parael fomento de la literatura con la que se favorecieron econó­micamente Trakl y Rilke, entre otros artistas, en tanto él vivíade manera ascética. Admiraba y quería a Trakl, a quien jamásvio, en cambio a Rilke lo consideraba "amanerado".

El enorme Brahms ("El poder avasallador de Brahms")era un gran amigo de sus padres y él recordó toda la vida labarba y las bellas manos del músico.

Poseía o estaba poseído, además, por una desbordante sen­sualidad, que lo lanzaba en numerosas ocasiones al Prater deViena "en busca de jóvenes fuertes".

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UNIVERSIDAD DE MIOXICO

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Sufrió inmensamente por esta causa. Sus anotaciones en

el Geheime Tagebücher son un lamento que desgarra:

¿Qué hacer contra esto? Están devorándome unas circunstancias

repugnantes. Toda la vida exterior, con toda su vulgaridad, se

abalanza sobre mí. Interiormente estoy lleno de odio y no con­

sigo dejar que penetre en mí el espíritu. Dios es el amor - Soy

como un hornillo consumido, lleno de escorias y suciedad.

No le gustaba Nietzsche, decía. Y no le gustaba.

Tarareaba -a veces dentro de la capilla misma del King's

College-, con un tono siempre distinto, una melodía cuya le­

tra era: "¿What is mínd? No maner. ¿What is maner? Never mínd."

("¿Qué es espíritu? Lo que no es materia. ¿Qué es materia? Lo

que nunca es espíritu." Pero que también significa: "¿Qué es

espíritu? No importa. ¿Qué es materia? No se preocupe.")

"Un tal Wittgenstein", ayudante de jardinero de los mon­

jes de Hütterdorf, hablaba, mientras podaba los arriates y para

la estupefacción de quienes le oían, de que "el impulso hacia

lo místico viene de la insatisfacción de nuestros deseos por la

ciencia". "¿Qué puede significar para ese individuo la palabra

ciencia?", preguntaba exasperado el abad ("¡Que nos ahoga el

lego!", clamaba gemebundo el buen abad).

En I9I4 fUe a la guerra alistado como voluntario en el ejérci­

to austriaco y estuvo encargado de manejar por las noches el

reflector a bordo del Goplana, buque que patrullaba el río Vístula.

Vivo rodeado de infamia y ordinariez, desterrado entre más­

caras [...] Se trata de gentuza, malvados, ttistes miserables, un

hatajo de bribones, una banda de cerdos [...] Que gritan [...]

berrean. Llenos de grosería, estupidez, maldad, insolencia,

abyección, infamia [...] No sólo la tropa, sino también los ofi­

ciales, aunque entre éstos se encuentra con mayor facilidad

gente simpática y distinguida [oo.]

Después de la contienda, se consideró un "renacido" en el sen­

tido dostoievskiano y pudo escribir: "Ahora soy un poco más

decente. Con ello sólo quiero decir que ahora que ahora tengo

más clara mi indecencia que antes." Dejó dicho también que

en I 9 14 se había alistado porque buscaba la muerte, atormen­

tado más que nada por su sensualidad.

El señor ingeniero L. Wittgenstein, que no era en modo

alguno un filósofo, proclamaba que el conocimiento está íntima­

mente relacionado con el hacer. "¡Cómo puedo ser un lógico

si todavía no soy un hombre!"

Los pescadores de Galway, en la costa occidental de Ir­

landa, pueden decir a usted cómo un alemán, Hert W, domes­

ticaba y enseñaba a silbar a los pájaros de la localidad. Leshablaba de Da Vinci, "ven, maquinita leonardina", les decía,

y les daba alimento, que tomaban de su mano.

Algunos otros rasgos

Peleó con todo el mundo, por causas que jamás quedaban claras

para sus antagonistas, que nunca se sintieron tales. Parecía su­

frir hondamente la existencia, la propia y la ajena. Lo que le

hizo escribir expresiones eternas:"Dios es lo único que el ser humano necesita."

"Mi tema se ha alejado mucho de mí. Es la muerte, y no

otra cosa, lo que da su significado a la vida.""Sólo un hombre muy infeliz tiene el derecho de compa­

decer a orro.""En la vida estamos rodeados por la muerte; en la salud

del entendimiento por la locura."

En su lecho de muerte dijo:-Me hubiera gustado hacer una filosofía basada en

chistes.-¿Y por qué no la hizo?

-Porque no tengo sentido del humor.Antes de perder la conciencia pudo decir a la persona que

lo cuidó durante toda la noche, la señora Bevan, esposa de

su médico:-Dígales que he tenido una vida maravillosa.•

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