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SENTENCIA DEFINITIVA. Morelia, Michoacán, a
11 once de mayo de 2018 dos mil dieciocho.
V I S T O S, para resolver los autos que
integran el expediente número 214/2014, relativo al juicio
ordinario familiar que, sobre divorcio necesario,
instauró /////////, por su propio derecho, frente a /////////; así
como la reconvención que esta última hizo valer en
contra de aquél; y,
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. Mediante escrito presentado el 3
tres de marzo de 2014 dos mil catorce, ante la Oficialía
de Partes y Turno del Supremo Tribunal de Justicia del
Estado, y turnado a este Juzgado al día siguiente,
compareció /////////, por propio derecho, a demandar en la
vía ordinaria familiar a /////////, de quien reclamó las
siguientes prestaciones:
“A). La disolución del vínculo matrimonial, que me une con la señora /////////, de acuerdo a lo establecido en las fracciones I y XI del artículo 261 del Código Familiar del Estado. B) El desconocimiento de la paternidad respecto del menor /////////. C).- La Anotación y Corrección del acta de Nacimiento del menor marcada con el número /////////, tomo /////////, registrada con fecha /////////, ante la Oficialía 11 del Registro Civil de esta ciudad de Morelia, Michoacán de Ocampo. D).- Como consecuencia del desconocimiento de paternidad, y de la procedencia del divorcio necesario reclamado, exijo además la cesación del Pago de Alimentos Provisionales decretados a favor del menor /////////, como Providencia Precautoria dentro del Juicio Sumario Familiar que sobre Alimentos definitivos promovió en mi contra la ciudadana ///////// por sí y en cuanto representante legal del menor, marcado con el número 37/2013 radicado en el Juzgado Cuarto de lo Familiar de este distrito judicial. E) El pago de los gastos y
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costas judiciales que se originen con motivo de la tramitación del presente juicio.”
Basándose para ello en la narración de hechos que
a continuación se transcriben:
///////// concluyó su libelo actio con la cita de las
disposiciones legales que estimó conducentes, así como
realizando los pedimentos procesales de estilo.
Por acuerdo del 14 catorce de marzo del 2014 dos
mil catorce, una vez que ///////// cumplió con requerimiento
efectuado (exhibir copias certificadas del juicio sumario
familiar número 37/2013, que se sigue en el Juzgado
Cuarto de Primera Instancia en Materia Familiar de este
Distrito Judicial) fue admitida la referida demanda,
encomendándose a la actuaria se constituyera en el
domicilio de la accionada para que con las copias simples
de la misma le corriera traslado y la emplazara a juicio a
fin de que dentro del término de 9 nueve días respondiera
el reclamo enderezado en su contra, bajo apercibimiento
que en caso de no hacerlo se le tendría por contestada
en sentido afirmativo y se presumirían como ciertos los
hechos narrados por su contraparte.
El llamamiento a juicio a ///////// se efectuó el 9
nueve de abril del 2014 dos mil catorce.
SEGUNDO. En proveído del 5 cinco de mayo
de 2014 dos mil catorce, se tuvo a ///////// contestando la
Eliminado
Fueron eliminados 11 once párrafos que contienen
información confidencial de los demandantes.
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demanda instaurada en su contra, lo que hizo en los
términos siguientes:
TERCERO. Asimismo, ///////// presentó demanda
reconvencional en contra del actor principal, de quien
reclamó las siguientes prestaciones:
Apoyando sus pretensiones en la narración de
hechos que a continuación se transcriben:
Así las cosas, mediante dicho proveído del 5 cinco
de mayo de 2014 dos mil catorce, fue admitida la
demanda reconvencional presentada por ///////// en contra
de /////////, facultándose a la actuaria de este Juzgado se
constituyera en su domicilio y con las copias simples de
la contrademanda le corriera traslado y lo emplazara para
que dentro del término de 9 nueve días respondiera la
misma, bajo apercibimiento que de no hacerlo se le
tendría por contestada en sentido afirmativo,
presumiéndose ciertos los hechos ahí enumerados, salvo
prueba en contrario.
Eliminado
Fueron eliminados un párrafo que contienen información
confidencial de los demandantes.
Eliminado
Fueron eliminado un párrafo que contienen información
confidencial de los demandantes.
Eliminado
Fueron eliminado un párrafo que contienen información
confidencial de los demandantes.
4
Diligencia de emplazamiento que se llevó a
cabo el 14 catorce de mayo de 2014 dos mil catorce.
CUARTO. Por auto del 28 veintiocho de mayo
del año en cita, se tuvo a ///////// dando respuesta a la
reconvención instaurada en su contra, lo que hizo en los
términos que a continuación de describen:
QUINTO. En proveído del 18 dieciocho de julio
de 2014 dos mil catorce, se mandó citar a los
contendientes a la audiencia de conciliación prevista por
la ley, misma que se verificó el 14 catorce de agosto de
2014 dos mil catorce, indicando los contendientes que no
se encontraban en condiciones de llegar a un convenio.
En auto del 21 veintiuno de agosto de aquélla
anualidad, se ordenó abrir el juicio a prueba por el
término de 25 veinticinco días hábiles comunes, lapso en
el que los contendientes ofrecieron y desahogaron los
medios de convicción que a sus intereses convinieron.
Mediante acuerdo del 17 diecisiete de marzo de
2016 dos mil dieciséis se pusieron los autos a la vista de
los interesados para que formularan sus alegatos.
Finalmente, una vez recabadas todas aquellas
pruebas que para mejor proveer se ordenaron por este
órgano jurisdiccional, en acuerdo del 14 catorce de
febrero de 2018 dos mil dieciocho, se citó a las partes
Eliminado
Fueron eliminados 4 cuatro párrafos que contienen
información confidencial de los demandantes.
5
para oír sentencia definitiva: empero, debido a que /////////,
ofertó medios de prueba, mismos que se admitieron para
mejor proveer, atendiendo a que en este asunto se
encuentran involucrados derechos de un menor de edad;
probanza con la cual se dio vista a la parte contraria, sin
que manifestara algo al respecto; por lo que, con fecha
10 diez de abril de la anualidad en curso, se mandó citar
a las partes para oír sentencia definitiva, la cual ha
llegado el momento de pronunciar; y,
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. [Competencia] Este Juzgado es
competente para conocer y resolver en definitiva del
presente juicio, ello de conformidad con lo dispuesto por
los artículos 149, 150, 165 y 181 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado, en relación con los
numerales 745, 785, 786, 788 y 789 del Código Familiar,
y 41 fracción II, de la Ley Orgánica del Poder Judicial del
Estado, en atención a que el último domicilio conyugal de
los contendientes se ubicó dentro de la circunscripción
territorial en la que ejerce jurisdicción este Tribunal.
SEGUNDO. [Fijación de la litis] Para empezar, se
tiene que el señor /////////, por propio derecho, demandó a
la señora /////////, de quien reclamó la disolución del
vínculo matrimonial que los une, fundándose para ello en
la causal de divorcio necesario prevista en la fracción IX
del artículo 261 del Código Familiar del Estado, así como
otras prestaciones, apoyándose para ello en la narración
de hechos que quedó precisada en el resultando primero
de este veredicto, cuyo contenido se da por reproducido
en este apartado en obvio de repeticiones innecesarias y
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en acatamiento al principio de economía procesal que
rige en esta materia.
Por su parte, ///////// dio respuesta a dicho
reclamo, tal como se precisó en el resultando segundo de
este veredicto.
Además, también promovió demanda
reconvencional en contra del citado ///////// apoyando sus
pretensiones en la exposición de hechos que quedó
transcrita en el resultando tercero de este veredicto, los
cuales se dan por reproducidos en este apartado como si
a la letra se insertaran.
A su vez, el reconvenido ///////// respondió esa
contrademanda oponiendo las excepciones y defensas
que a su parte interesaron, ello en los términos
precisados en el resultando cuarto de esta sentencia.
TERCERO. [De la disolución del vínculo matrimonial]
Delimitada la litis en los términos citados con antelación,
a continuación se emprenderá el estudio y decisión de la
pretensión formulada por el señor /////////, esto es, la
relativa a la disolución del vínculo matrimonial que lo une
a la señora /////////.
En este sentido, acorde a lo dispuesto por el
artículo 218 del Código Familiar del Estado, el matrimonio
se disuelve:
I. Por muerte de uno de los cónyuges; II. Por divorcio decretado por autoridad
administrativa o judicial; y, III. Por nulidad declarada por el Juez de
Primera Instancia.
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Asimismo, en su orden los numerales 259 y
260 de la codificación en consulta determinan que:
“El divorcio es voluntario o necesario. Es voluntario cuando se solicita de mutuo
consentimiento por los cónyuges y se sustanciará administrativamente o judicialmente, según las circunstancias del matrimonio.”
“Es necesario cuando cualquiera de los
cónyuges lo demanda ante la autoridad judicial, fundado en una o más de las causales previstas en este Código.”
De esta manera, con el propósito de acreditar
su legitimación, el señor ///////// exhibió copia certificada
de la partida matrimonial número /////////, localizable en el
libro /////////, con fecha de registro del ///////////, levantada
por el Oficial Quinto del Registro Civil del municipio de
Ixtlahuaca de la localidad de San Lorenzo Toxico, del
Estado de México, en la que se hace constar el vínculo
matrimonial que contrajeron los aquí contendientes (foja
8).
Documental a la que se le concede pleno valor
demostrativo de acuerdo a lo estatuido por los normativos
19, 37, 884 y 885 del Código Familiar del Estado, en
relación con los numerales 424, fracciones III y V, 426 y
530 del supletorio Código de Procedimientos Civiles, en
atención a que se trata de un acta del estado civil,
expedida por un funcionario público, en ejercicio de sus
atribuciones y respecto de archivos que tiene bajo su
resguardo; acreditándose con ella la existencia del
vínculo matrimonial cuya disolución se pretende, el cual
fue celebrado bajo el régimen patrimonial de separación
de bienes.
Además, también allegó los siguientes
8
documentos:
1. Duplicado certificado de la partida de nacimiento
de /////////, levantada por el Juez del Registro Civil número
22 veintidós, de la Entidad 9, Delegación 1 del Distrito
Federal, localizable en el libro /////////, número /////////, con
fecha de registro del /////////, en la cual se asentó como
fecha de nacimiento el ////////// (foja 9)
2. Reproducción certificada del acta natal de /////////,
levantada por el Oficial Primero del Registro Civil de
Ixtlahuaca, del Estado de México, localizable en el libro
/////////, número /////////, con fecha de registro del /////////, en
la que se anotó como fecha de nacimiento el //////////, (folio
10).
3. Facsímil autorizado del acta de nacimiento de
/////////, levantada por el Oficial Once del Registro Civil de
esta ciudad, en la que se hace constar que nació el
/////////, siendo sus padres los señores ///////// y ///////// (foja
11).
Instrumentos que, al igual que el acta de matrimonio
de los aquí contendientes y por idénticas razones a las
ahí señaladas, tienen pleno valor demostrativo,
acreditándose con ellos que ///////// y ///////// son mayores
de edad, contrajeron matrimonio civil bajo el régimen de
sociedad conyugal, y procrearon al menor /////////, quien al
día de hoy cuenta con 11 once años de edad.
De esta manera, resulta inconcuso que el citado
///////// se encuentra legitimado para ejercitar la acción del
estado civil que sobre divorcio necesario ha instaurado en
contra de la señora /////////.
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En este sentido, y dada la naturaleza jurídica de la
acción que nos ocupa, es importante señalar que la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha establecido jurisprudencia por contradicción de
tesis, de observancia obligatoria para este Tribunal,
en el sentido de que el régimen de disolución del
matrimonio que exige la justificación de alguna causal de
divorcio necesario vulnera el derecho al libre desarrollo
de la personalidad.
Para ello, aquel órgano jurisdiccional precisó que
en el derecho comparado se ha entendido que el libre
desarrollo de la personalidad otorga la posibilidad a cada
individuo de determinar por sí mismo su proyecto vital, sin
que el Estado pueda interferir en esas decisiones, salvo
para salvaguardar derechos similares de las demás
personas.
Que el libre desarrollo de la personalidad constituye
la expresión jurídica del principio liberal de "autonomía de
la persona", de acuerdo con el cual, al ser valiosa en sí
misma la libre elección individual de planes de vida, el
Estado tiene prohibido interferir en la elección de éstos,
debiéndose limitar a diseñar instituciones que faciliten la
persecución individual de esos planes de vida y la
satisfacción de los ideales de virtud que cada uno elija,
así como a impedir la interferencia de otras personas en
la persecución de esos planes de vida.
También sostuvo que en el ordenamiento mexicano,
la Suprema Corte ha entendido que el libre desarrollo de
la personalidad es un derecho fundamental que deriva, a
su vez, del derecho a la dignidad, además de que el
10
individuo, sea quien sea, tiene derecho a elegir en forma
libre y autónoma su proyecto de vida, la manera en que
logrará las metas y objetivos que, para él, son relevantes;
que también ha explicado que el derecho al libre
desarrollo de la personalidad permite "la consecución del
proyecto de vida que para sí tiene el ser humano, como
ente autónomo", de tal manera que comporta "el
reconocimiento del Estado sobre la facultad natural de
toda persona a ser individualmente como quiere ser, sin
coacción, ni controles injustificados o impedimentos por
parte de los demás, con el fin de cumplir las metas u
objetivos que se ha fijado, es decir, es la persona
humana quien decide el sentido de su propia existencia,
de acuerdo a sus valores, ideas, expectativas, gustos,
etcétera".
Asimismo, aquella Sala determinó que si el libre
desarrollo de la personalidad permite a los individuos
elegir y materializar los planes de vida que estimen
convenientes, es evidente que, al tratarse de un derecho
fundamental el contenido de éste debe vincular a todas
las autoridades estatales, por lo que el derecho al libre
desarrollo de la personalidad indiscutiblemente impone
límites al legislador, de tal manera que puede decirse que
éste "no goza de una libertad omnímoda para restringir la
libertad de las personas y, en ese sentido, restringir sus
autónomos proyectos de vida y el modo en que se
desarrollan."
De esta manera, como las legislaciones de Morelos
y Veracruz impiden a una persona decidir libremente el
estado civil que desea tener, toda vez que se le obliga a
11
acreditar una causal para poder disolver el vínculo
matrimonial a pesar de que su voluntad no es
permanecer casado, es evidente que se trata de una
medida que interviene de forma indiscutible en el
contenido prima facie del derecho al libre desarrollo de la
personalidad.
Que en este sentido, el Pleno de aquel Alto Tribunal
sostuvo que "el derecho al libre desarrollo de la
personalidad comprende, entre otras, la libertad de
contraer matrimonio o no hacerlo"; por lo que, si esto es
así, es válido suponer que la decisión de un cónyuge de
no permanecer casado, con independencia de los
motivos que tenga para ello, también forma parte de un
plan de vida elegido de manera autónoma, el cual no
debe ser obstaculizado por el Estado, ni por un tercero,
como ocurre cuando el otro cónyuge se niega a otorgar el
divorcio, lo que significa que esa decisión también está
amparada al menos prima facie por este derecho.
Asimismo, afirmó que al analizar la
constitucionalidad de una legislación que establecía el
divorcio sin expresión de causa, esa Primera Sala señaló
que "es preponderante la voluntad del individuo cuando
ya no desea seguir vinculado con su cónyuge, en virtud
de que esa voluntad no está supeditada a explicación
alguna", habiendo detallado en dicho precedente lo
inconveniente que resulta que no se decrete el divorcio
cuando no se han probado las respectivas causales, pues
lo que subyace a un litigio de este tipo son "matrimonios
que de facto estaban rotos"; y que "el divorcio es sólo el
reconocimiento del Estado de una situación de hecho
12
respecto de la desvinculación de los cónyuges cuya
voluntad de no permanecer unidos legalmente debe
respetarse", pues "la voluntad de las partes es un
elemento esencial del matrimonio y debe ser tomada en
cuenta para decidir si éste seguirá existiendo o si se
disolverá, pues no puede ser reconocida sólo al momento
de celebrarse el matrimonio y soslayarse una vez
tramitado el divorcio".
Que en atención a tales consideraciones, el
régimen de disolución de matrimonio, que exige la
acreditación de una causal cuando no existe el
consentimiento de ambos cónyuges para divorciarse, es
una medida que incide directamente en el ámbito
protegido prima facie por el derecho al libre desarrollo de
la personalidad.
De ahí que partiendo de la forma en la que la
Suprema Corte ha entendido el mandato de protección a
la familia, parece evidente que imponer la obligación de
acreditar causales de divorcio para poder disolver el
matrimonio, no es una medida adecuada para alcanzar
ese fin, ni para salvaguardar los derechos de sus
miembros, pues el hecho de que se obligue a una
persona a permanecer casada en contra de su voluntad,
no contribuye de ninguna manera a proteger los derechos
de los miembros de la familia.
Razón por la cual, esa Primera Sala concluyó en
que el régimen de disolución del matrimonio contemplado
en las legislaciones de Morelos y Veracruz (y
ordenamientos análogos como Michoacán), que exige la
acreditación de causales cuando no existe mutuo
13
consentimiento de los contrayentes para divorciarse, es
una medida legislativa que restringe injustificadamente el
derecho al libre desarrollo de la personalidad, toda vez
que no resulta idónea para perseguir ninguno de los
límites constitucionalmente legítimos que tiene este
derecho fundamental: los derechos de terceros y el orden
público, resultando inconstitucionales los artículos de los
Códigos Familiares para los Estados de Morelos y
Veracruz, en los cuales se establecen las causales que
hay que acreditar para que pueda decretarse la
disolución del matrimonio cuando no existe mutuo
consentimiento de los cónyuges para divorciarse.
Que en atención a ello, la inconstitucionalidad de
dichos artículos debe tener como efecto que los
Jueces de instancia decreten el divorcio sin que
exista cónyuge culpable, no pudiendo condicionar el
otorgamiento del divorcio a la prueba de alguna
causal, de tal manera que para decretar la disolución
del vínculo matrimonial basta con que uno de los
cónyuges lo solicite sin necesidad de expresar
motivo alguno, además de que el hecho de que en esos
casos se decrete el divorcio sin la existencia de cónyuge
culpable, no implica desconocer la necesidad de resolver
las cuestiones familiares relacionadas con la disolución
del matrimonio, como pudieran ser la guarda y custodia
de los hijos, el régimen de convivencias con el padre no
custodio, los alimentos o alguna otra cuestión semejante.
Además, estimó importante destacar que estas
instituciones del derecho familiar, en las cuales resulta
relevante la figura de "cónyuge culpable", no resultan
14
afectadas por la inconstitucionalidad del sistema de
divorcio a través de causales, pues, por un lado, no hay
que perder de vista que en la mayoría de los casos estas
instituciones funcionan de manera independiente al
sistema de causales de divorcio, y por otro lado, esa
Primera Sala también ha sostenido, expresamente en
varios precedentes, que algunas de estas instituciones no
deben relacionarse con la culpabilidad de alguno de los
cónyuges.
Ante este panorama, fue que la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció la
jurisprudencia por contradicción de tesis del siguiente
rubro y contenido, misma que, como se ha dicho, es de
observancia obligatoria para este Tribunal:
Época: Décima Época Registro: 2009591 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 20, Julio de 2015, Tomo I Materia(s): Constitucional Tesis: 1a./J. 28/2015 (10a.) Página: 570
DIVORCIO NECESARIO. EL RÉGIMEN DE DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO QUE EXIGE LA ACREDITACIÓN DE CAUSALES, VULNERA EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD (CÓDIGOS DE MORELOS, VERACRUZ Y LEGISLACIONES ANÁLOGAS). El libre desarrollo de la personalidad constituye la expresión jurídica del principio liberal de "autonomía de la persona", de acuerdo con el cual al ser valiosa en sí misma la libre elección individual de planes de vida, el Estado tiene prohibido interferir en la elección de éstos, debiéndose limitar a diseñar instituciones que faciliten la persecución individual de esos planes de vida y la satisfacción de los ideales de virtud que cada uno elija, así como a impedir la interferencia de otras personas en su persecución. En el ordenamiento mexicano, el libre desarrollo de la personalidad es un derecho fundamental que permite a los individuos elegir y materializar los planes de vida que estimen convenientes, cuyos límites externos son exclusivamente el orden público y los derechos de terceros. De acuerdo con lo anterior, el régimen de disolución del matrimonio contemplado en las legislaciones de Morelos y Veracruz (y ordenamientos análogos), que exige la acreditación
15
de causales cuando no existe mutuo consentimiento de los contrayentes, incide en el contenido prima facie del derecho al libre desarrollo de la personalidad. En este sentido, se trata de una medida legislativa que restringe injustificadamente ese derecho fundamental, toda vez que no resulta idónea para perseguir ninguno de los límites que imponen los derechos de terceros y de orden público. En consecuencia, los artículos 175 del Código Familiar para el Estado de Morelos y 141 del Código Civil para el Estado de Veracruz, en los cuales se establecen las causales que hay que acreditar para que pueda decretarse la disolución del matrimonio cuando no existe mutuo consentimiento de los cónyuges, son inconstitucionales. De acuerdo con lo anterior, los jueces de esas entidades federativas no pueden condicionar el otorgamiento del divorcio a la prueba de alguna causal, de tal manera que para decretar la disolución del vínculo matrimonial basta con que uno de los cónyuges lo solicite sin necesidad de expresar motivo alguno. No obstante, el hecho de que en esos casos se decrete el divorcio sin la existencia de cónyuge culpable no implica desconocer la necesidad de resolver las cuestiones familiares relacionadas con la disolución del matrimonio, como pudieran ser la guarda y custodia de los hijos, el régimen de convivencias con el padre no custodio, los alimentos o alguna otra cuestión semejante.
Bajo este contexto, y como se dijo al inicio de
este considerando, los aquí contendientes aún y cuando
invocaron diversas causales de divorcio, han coincidido
en su deseo de divorciarse, de ahí que la finalidad que
persiguen es la misma.
De esta manera, y atendiendo a los argumentos
expuestos por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en la ejecutoria que culminó con el
establecimiento de la jurisprudencia por contradicción de
tesis reseñada con antelación, incuestionable resulta que
el divorcio reclamado por las partes de este juicio debe
decretarse procedente, lo anterior con total
independencia de las causales en que fundaron sus
pretensión y de que las hubiesen o no acreditado.
Ello es así porque, por un lado, nuestra legislación
familiar resulta análoga a las de Morelos y Veracruz al
establecer una serie de causales para poder decretar el
16
divorcio necesario en aquellos casos en donde no exista
el mutuo acuerdo de los interesados, preceptos que,
acorde a aquélla jurisprudencia resultan
inconstitucionales.
Por otro lado, en el caso que nos ocupa quedó
evidenciado que las partes de este juicio tienen la plena
voluntad de disolver el vinculo matrimonial que los une,
tan es así que esa fue la pretensión principal que el señor
///////// reclamó de la señora ///////// quien, a su vez,
reconvino el mismo reclamo a su contraparte, de ahí que
no queda lugar a dudas en que los aquí contendientes
persiguen un fin común, siendo este, el que se decrete la
disolución de su matrimonio.
Acorde a lo anterior, y tomando en consideración
que este Tribunal no puede obligar o supeditar la
procedencia de la acción de divorcio ejercitada por los
señores ///////// y ///////// a la demostración de alguna de las
causales de divorcio necesario establecidas en el artículo
261 del Código Familiar del Estado, pues ello vulneraría
su derecho al libre desarrollo de su personalidad; por
tanto, al estar acreditada la existencia del vínculo
matrimonial que une a los contendientes, así como su
voluntad de divorciarse, este órgano jurisdiccional decreta
la disolución del vínculo matrimonial que los une,
recobrando ambos su plena capacidad para contraer
un nuevo matrimonio en el momento que lo deseen, ya
que en el caso particular resulta inaplicable el numeral 276
de la legislación familiar.
Por tanto, una vez que este fallo cause ejecutoria, y
en cumplimiento a lo establecido en el precepto 279 de la
17
repetida codificación familiar, deberá remitirse atento
comunicado al Oficial Quinto del Registro Civil de la
localidad de San Lorenzo Toxico, municipio de Ixtlahuaca
del Estado de México, juntamente con copias certificadas
por duplicado de este veredicto y del auto que la declare
ejecutoriada, a fin de que levante la partida de divorcio
respectiva y realice las inscripciones pertinentes en el
acta de matrimonio de ///////// y ///////// que se encuentra
asentada en esa oficina bajo la partida número /////////, del
libro //////////, con fecha de registro del //////////,
Resultando innecesario abordar el estudio y decisión
de las causales de divorcio necesario invocadas por los
señores ///////// y /////////, así como de las pruebas que de
forma directa o indirecta se relacionan con ellas, virtud a
que, como se ha puntualizado, en la jurisprudencia citada
con antelación la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación estableció, entre otras cosas, que el
régimen de disolución del matrimonio contemplado en las
legislaciones de Morelos y Veracruz (y ordenamientos
análogos), que exige la acreditación de causales cuando
no existe mutuo consentimiento de los contrayentes, son
inconstitucionales, de ahí que, siendo obligatoria para este
Tribunal la citada jurisprudencia, este veredicto no puede
fundarse en disposiciones legales que se han considerado
inconstitucionales.
Pero además, la determinación asumida por este
tribunal ningún perjuicio causa a los aquí contendientes,
ya que por una parte, el fin primordial perseguido con la
acción ejercitada se encuentra satisfecho al quedar
disuelto el vínculo matrimonial que unía a los
18
contendientes y, por otra parte, como también se
estableció en aquella jurisprudencia, el hecho de que en
estos casos se decrete el divorcio sin la existencia de
cónyuge culpable no implica desconocer la necesidad de
resolver las cuestiones familiares relacionadas con la
disolución del matrimonio, como pudieran ser la guarda y
custodia de los hijos, el régimen de convivencias con el
padre no custodio, los alimentos o alguna otra cuestión
semejante, lo que así se hará en considerandos
siguientes.
Orienta esta determinación la tesis aislada del
siguiente rubro y contenido:
Época: Décima Época Registro: 2010495 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Libro 24, Noviembre de 2015, Tomo I Materia(s): Civil Tesis: 1a. CCCLXVI/2015 (10a.) Página: 975 DIVORCIO NECESARIO. LA INEXISTENCIA DE
LA CATEGORÍA DE CÓNYUGE CULPABLE NO INCIDE EN LAS INSTITUCIONES DEL DERECHO FAMILIAR (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO). Esta Primera Sala ha establecido que el artículo 404 del Código Civil del Estado de Jalisco, en el cual se establecen las causales que hay que acreditar para que pueda decretarse la disolución del matrimonio cuando no existe mutuo consentimiento de los cónyuges para divorciarse, resulta inconstitucional, pues constituye una medida legislativa que restringe injustificadamente el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Por ende, el juzgador debe decretar el divorcio sin necesidad de acreditar la figura de "cónyuge culpable". La eliminación de dicha categoría no incide en las instituciones del derecho familiar, como alimentos, guarda y custodia, compensación, etc., en tanto que estas instituciones deberán tramitarse y resolverse de acuerdo a su propia naturaleza y características, funcionando de manera independiente al sistema de causales de divorcio.
CUARTO. [Excepciones y defensas] Tomando en
19
consideración que la disolución del vínculo matrimonial
que une a los aquí contendientes se decretó en función a
los principios de dignidad humana y libre desarrollo de la
personalidad, sin que para ello tuvieran relevancia las
causales de divorcio necesario que cada uno de ellos
invocó; por tanto, se estima innecesario analizar las
excepciones y defensas que opusieron con relación a la
acción de divorcio necesario que ejercitaron tanto en lo
principal como de manera reconvencional, pues con
independencia de que les pudiera asistir alguna razón en
sus alegaciones, veraz resulta que de cualquier modo el
divorcio por ellos solicitado tendría que decretarse
procedente, ello con base a los argumentos expuestos en
el considerando que antecede, los cuales se dan por
reproducidos en este apartado en obvio de repeticiones
innecesarias y en acatamiento al principio de economía
procesal que rige en esta materia.
QUINTO. Asimismo, al decretarse la disolución del
vínculo matrimonial que unía a ///////// y /////////, se
establece que ha terminado la sociedad conyugal que
existía entre dichos contendientes, ya que ésta es una
consecuencia jurídica necesaria de la declaración del
divorcio, regulada por el artículo 186 del Código
Familiar, toda vez que al decretarse la disolución del
vínculo matrimonial, es lógico que el objetivo de la
sociedad en común ya no se cumple, puesto que el fin
principal o primario que constituye tal comunidad lo es
precisamente la obtención de un beneficio patrimonial
para la generalidad que lo integra, de modo que si
dentro del particular ya no existe la armonía y consenso
20
de las partes para la toma de decisiones que beneficien
dicho acervo patrimonial, claro es que no puede
subsistir con la misma armonía y entendimiento, por
consiguiente, se determina procedente el decretar y
dar por concluido el régimen patrimonial de
sociedad conyugal existente entre los señores ///////// y
/////////.
Asimismo, tomando en consideración que existe
en autos lo siguiente:
-Oficio signado por funcionario del Registro
Público de la Propiedad Raíz en el Estado, en el cual
anotó que a nombre de /////////, bajo el número //////// del
Tomo /////////, se encontró registrado el siguiente bien
inmueble:
- casa habitación en condominio marcado con el
número oficial /////////del municipio y Distrito de
Morelia.
Inmueble que cuenta con el gravamen registrado
bajo el número ///////// del Tomo ///////// de fecha 09
nueve de marzo de 2009 dos mil nueve,
correspondiente al Distrito de Morelia, relativo a
contrato de confinamiento de garantía hipot. Celebrado
por el ISSFAM. Y el Banco Nacional del Ejército, Fuerza
Área y Armada S.N.C. Inst. de banca de Des. Como
acreedores y como deudor /////////, por la cantidad de
$162,346.14 (ciento sesenta y dos mil trescientos
21
cuarenta y seis pesos 14/100 M.N.) (Nota: se presenta
propiedad y gravamen para su registro. El crédito
otorgado por el banco es de $142,346.14 M.N. y por el
Issfam $20,000.00 M.N.) visible a folio 339.
Documento que tiene valor probatorio acorde a los
numerales 870 fracción II, 884 y 885 del Código
Familiar del Estado, en virtud de ser expedido por
funcionario público en ejercicio de sus atribuciones, del
cual se desprende que ///////// cuenta con 1 un bien
inmueble registrado a su favor, mientras que ///////// no
cuenta con ninguno.
Lo que se corrobora con las copias de la escritura
pública número cinco mil doscientos setenta y siete, de
fecha veinte de agosto de dos mil ocho, pasada ante la
fe del Notario Público número ciento veinte con ejercicio
y residencia en esta ciudad, respecto entre otro acto
jurídico, del contrato de compraventa celebrado por una
parte, entre la empresa mercantil denominada
“Dynamica Desarrollos Sustentables” Sociedad
Anónima de Capital Variable (representada por su
apoderado) en cuanto vendedora, y por otra parte, el
señor /////////, en cuanto comprador, con el
consentimiento conyugal expreso de su esposa la
señora ///////// (fojas 57 a 84).
Copias con valor probatorio de indicio acorde a los
numerales 884 y 885 del Código Familiar del Estado,
pues no obstante que se trata de copias simples, se
encuentra relacionado con el anterior medio de prueba
22
valorado.
Y si bien se advierte que dicho bien inmueble se
adquirió con data 20 veinte de agosto de 2008 dos mil
ocho, es decir, dentro de la vigencia del matrimonio
celebrado entre los contendientes y por ende, se
encuentra bajo el régimen de sociedad conyugal;
empero, al no existir un inventario de los bienes y
derechos que aquéllos pudieren tener, se determina
dejar para la ejecución de esta sentencia la liquidación
de la sociedad conyugal aludida.
SEXTO. [Alimentos Cónyuge- Reconvención]. En
este apartado se analizará la prestación reclamada por
/////////, respecto a la solicitud de alimentos a su favor
por parte de /////////.
La cual se considera improcedente, porque si
bien en el presente caso, el artículo 272 del Código
Familiar del Estado, no es exactamente aplicable al
caso, dado que el presupuesto para la condena al pago
de alimentos se condiciona a que exista cónyuge
culpable y en el asunto que nos ocupa, no es factible
establecer ese supuesto,
Aunado a que, tampoco es factible tomar en
cuenta lo dispuesto en el artículo 288 del ordenamiento
legal invocado, que establece a favor de la mujer en el
divorcio voluntario por vía judicial el derecho a recibir
alimentos por el mismo lapso de duración del
matrimonio y que de ese derecho disfrutará si no tiene
ingresos suficientes y mientras no contraiga nuevo
23
matrimonio o se una en concubinato, que puede
aplicarse de manera analógica al caso que nos ocupa
(dada la inexistencia de cónyuge culpable), pero
supeditado a los supuestos contemplados en esa
norma, es decir, que no tenga ingresos suficientes y
que no contraiga matrimonio o se una en
concubinato, bajo el entendido de que la obligación
para el deudor alimentista para administrarle
alimentos a su acreedora debe ser por un plazo
igual al que duró el matrimonio, esto es, por el plazo
que transcurra desde la fecha de celebración del
matrimonio y hasta que cause ejecutoria esta sentencia,
en virtud de que sólo la resolución judicial disuelve el
vínculo matrimonial, siempre y cuando no contraiga
nuevo matrimonio o se una en concubinato y no tenga
ingresos suficientes.
Considerándose que no procede fijar alimentos
a favor de /////////, toda vez que existe en autos lo
siguiente:
- Oficio de fecha 10 diez de octubre de 2014 dos
catorce, signado por el Titular de la Subdelegación
Morelia del Instituto Mexicano del Seguro Social, en el
cual asentó que al realizar una búsqueda minuciosa en
su base de datos ( respecto a /////////, con número de
seguridad social //////////, localizaron los siguientes
antecedentes: C8949049 10 9 Modatelas Sapi de C.V.,
reingreso 2/05/2007 $49.86, baja 15/07/2007;
C8947366 109 Servs Admvos de Morelia, S.A. de C.V.,
24
reingreso 20/12/2007 $80.93, Mod. de Salario
01/09/2008, $111.23, baja 17/09/2008. (foja 205).
Medio de convicción que tiene pleno valor
demostrativo en términos de lo dispuesto por los
artículos 870, 884 y 885 del Código Familiar del Estado,
en relación con los numerales 424, 426 y 530 del
supletorio Código de Procedimientos Civiles del Estado,
dado que se trata de informe proporcionado por
funcionario público en ejercicio de sus atribuciones y
respecto de archivos que tiene bajo su resguardo, de
ahí que se tenga certeza de su contenido, y con el cual
se acredita que en los años 2007 dos mil siete y 2008
dos mil ocho, /////////, laboró para las empresa
denominada “Modatelas Sapi de C.V.” y “Servicios
Administrativos de Morelia S.A. de C.V.”.
Y si bien, /////////, al ser entrevistada para la
realización del estudio de trabajo social de fecha 13
trece de marzo de 2015 dos mil quince, indicó que no
desempeña ninguna actividad remunerada, el contenido
del oficio anteriormente valorado permite colegir que
///////// cuenta con la capacidad de desempeñarse en
algún empleo o actividad comercial que le permita
satisfacer sus propias necesidades, como lo ha
realizado, pues no debe perderse de vista que la
capacidad económica no tiene una connotación
estrictamente pecuniaria, sino que debe ser entendida
como la aptitud, posibilidad o talento de todo sujeto
para trabajar o generar riqueza.
25
Máxime que, si bien es cierto que /////////
argumentó en su demanda reconvencional que durante
su matrimonio jamás trabajó, ya que se dedicó todo el
tiempo a las labores del hogar y cuidado de su hijo
/////////, dichas manifestaciones no se encuentran
probadas en autos; ya que al respecto ofrendó la
testimonial que se desahogó el día 1 uno de octubre
de 2014 dos mil catorce; empero, dicha prueba carece
de eficacia para demostrar tales afirmaciones, dado que
en primer lugar los testimonios que aportó a cargo de
////////// y ////////// no demuestran que se hubiere
dedicado de manera preponderante al hogar, ya que
se limitan a señalar que la señora ///////// durante su
matrimonio se dedicó al hogar y al cuidado de su
menor descendiente, sin describir el tipo de
actividades que efectuaba en el mismo y al dar la
razón de su dicho la primera de ellas señaló “porque iba
pasando por ahí y vi cuando el hombre iba saliendo con
maletas en mano”, en tanto la segunda refirió “porque
me consta”, sin que hayan dado los elementos que
generen convicción en esta resolutora, en el sentido de
que tales hechos les constan, por haberlos vivido o
presenciado; mayormente por que, su dicho en el
sentido de que ///////// durante su matrimonio desarrolló
al cien por ciento a las actividades que refieren, se
encuentra desvirtuado con el oficio signado por
funcionario del Instituto Mexicano del Seguro
Social, ya analizado y del cual –como se indicó- se
deriva que aquélla si laboró en los años 2007 dos mil
26
siete y 2008 dos mil ocho en las empresas
mencionadas; por ende, dicha testimonial carece de
valor probatorio en términos de los artículos 884 y 885
del Código Familiar del Estado.
En este tenor, el contenido del oficio en comento,
permite derivar que /////////, -contrario a su afirmación,
referente a que durante su matrimonio jamás trabajó-
si ha sido una persona que ha desempeñado
actividad laboral que le generó ingresos, la cual, al
no existir probanza que justifique que cuenta con
alguna incapacidad, puede retomar en cualquier
momento; pues aún cuando aquélla aseveró que
padece de la visión en su ojo izquierdo, lo cual le ha
impedido desarrollarse laboralmente y que del
contenido de las copias certificadas del historial médico
de /////////, expedido por El Director del Hospital Central
Militar del Distrito Federal (visibles a fojas 246 a 319,
documento con valor probatorio en términos de los
numerales 870 fracción II, 884 y 885 del Código
Familiar del Estado) se advierte que ///////// ha padecido
de desprendimiento de retina bilateral secundaria a
diálisis y disminución de la agudeza visual, que fue
intervenida quirúrgicamente de su ojo izquierdo en el
año 2004 dos mil cuatro, que se esperaba mantuviera
función visual; sin embargo, no existe evidencia de que
haya perdido tal función, pues incluso, el referido
informe del Instituto Mexicano del Seguro Social
permite conocer que sí ha laborado posteriormente a
dicha intervención quirúrgica.
27
Incluso, del contenido de la audiencia de fecha 22
veintidós de febrero de 2016 dos mil dieciséis, en la
cual se escuchó al menor /////////, se colige que éste
mencionó que su mamá trabaja planchando ropa y
realizando limpieza en casas.
Aunado a que del acta natal de ///////// (ya valorada)
se deriva que es mujer en edad productiva (de
aproximadamente 36 treinta y seis años), que como se
indicó no se encuentra acreditado se encuentra
incapacitada para laborar, y por el contrario, con los
medios de convicción que allegaron al expediente se
demostró que ha desarrollado actividades laborales
y que según el dicho de su propio hijo, lo sigue
haciendo, por lo que se infiere obtiene ingresos
propios.
Además, se cuenta con las copias certificadas de
la sentencia definitiva dictada con fecha 29 veintinueve
de noviembre de 2016 dos mil dieciséis, por el Juez
Cuarto de Primera Instancia en Materia Familiar de este
Distrito Judicial, dentro del expediente 37/2013, relativo
al juicio sumario familiar que sobre fijación y pago de
alimentos definitivos, promovió /////////, por su propio
derecho y en cuanto representante del menor /////////,
frente a ///////// (así como del auto que la elevó a
categoría de cosa juzgada), a las cuales se les confiere
valor probatorio en términos del numeral 870 fracción II,
884 y 885 del Código Familiar, al ser emitidas por
28
funcionario público en ejercicio de sus atribuciones, de
cuyo contenido se desprende que para aquella
determinación judicial se tomó en consideración que al
momento de ser entrevistada para la realización del
estudio de trabajo social, ///////// indicó que se
desempeñaba como fotógrafa los fines de semana y
que por dicha actividad percibía la suma aproximada de
$500.00 quinientos pesos; es decir, que aquélla
laboraba.
Por lo que se considera que ///////// puede allegarse
sus propios satisfactores y por ende, no tiene derecho
a recibir una pensión alimenticia por parte del señor
///////// con motivo de la disolución de su matrimonio, al
no justificarse que tiene necesidad alimentaria, dado
que no se evidencia que requiera de una pensión
compensatoria, por las razones indicadas, puesto que
si bien la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, ha determinado que en el caso del
matrimonio, la legislación civil o familiar en nuestro país
establece una obligación de dar alimentos como parte
de los deberes de solidaridad y asistencia mutuos. Así,
en condiciones normales, la pareja guarda una
obligación recíproca de proporcionarse todos los
medios y recursos necesarios para cubrir las
necesidades de la vida en común y establecer las
bases para la consecución de los fines del connubio.
Que, sin embargo, una vez decretada la
disolución del matrimonio esta obligación termina y
podría, en un momento dado, dar lugar a una nueva
29
que responde a presupuestos y fundamentos distintos,
la cual doctrinariamente ha recibido el nombre de
"pensión compensatoria", aunque en la legislación de
nuestro país se le refiera genéricamente como pensión
alimenticia. En efecto, se advierte que a diferencia de la
obligación de alimentos con motivo de una relación
matrimonial o de concubinato, la pensión
compensatoria encuentra su razón de ser en un deber
tanto asistencial como resarcitorio derivado del
desequilibrio económico que suele presentarse entre
los cónyuges al momento de disolverse el vínculo
marital.
En este sentido, la Primera Sala consideró
que el presupuesto básico para que surja la obligación
de pagar una pensión compensatoria consiste en que,
derivado de las circunstancias particulares de cada
caso concreto, la disolución del vínculo matrimonial
coloque a uno de los cónyuges en una situación de
desventaja económica que en última instancia incida en
su capacidad para hacerse de los medios suficientes
para sufragar sus necesidades y, consecuentemente, le
impida el acceso a un nivel de vida adecuado.
Que por tanto, la imposición de una pensión
compensatoria en estos casos no se constreñía
sencillamente a un deber de ayuda mutua, sino que
además tiene como objetivo compensar al cónyuge que
durante el matrimonio se vio imposibilitado para
hacerse de una independencia económica, dotándolo
de un ingreso suficiente hasta en tanto esta persona se
30
encuentre en posibilidades de proporcionarse a sí
misma los medios necesarios para su subsistencia.
Empero, en la especie no es factible
determinar una pensión alimenticia a favor de /////////
derivado de la disolución de su vínculo matrimonial,
toda vez que, de acuerdo a las constancias de autos, y
bajo los argumentos que quedaron precisados, quedó
evidenciado que durante su matrimonio ha trabajado,
sin que exista algún medio de convicción que evidencie
que no pueda seguir haciéndolo y que incluso su menor
descendiente refirió que lo hace (planchando ropa y
aseando casas), por lo que es considerada una persona
solvente, sin que se advierta se encuentre en una
situación de desventaja frente a /////////.
En consecuencia, se declara improcedente la
prestación que sobre pago de alimentos solicitó /////////,
absolviéndose a ///////// de tal reclamo.
Sirve de sustento a lo anterior, la tesis publicada
en la Décima Época, Registro: 2014382, Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 42, Mayo de
2017, Tomo III, Materia III (s): Constitucional, Tesis:
VII.2o.C.123 C (10a.), Página: 2033.
“PENSIÓN COMPENSATORIA. AL FIJARSE NO SE VULNERA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA Y EL DEBIDO PROCESO, CUANDO SE DEMANDA EL DIVORCIO Y SE SOLICITA LA CANCELACIÓN DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA. Al resolver la contradicción de tesis 73/2014, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación señaló que
31
decretar el divorcio sin la expresión de cónyuge culpable, no implica desconocer la necesidad de resolver cuestiones familiares relacionadas con la disolución del matrimonio como pudieran ser la guarda y custodia de los hijos, el régimen de convivencia con el no custodio, los alimentos o alguna otra cuestión semejante. De igual forma, en el amparo directo en revisión 269/2014 enfatizó que si bien al disolverse el vínculo matrimonial la obligación de darse alimentos se extingue, también lo es que esa nueva situación puede dar lugar a una obligación a la que se denomina pensión compensatoria, cuya naturaleza es distinta a la relación alimentaria que se da durante el matrimonio, pues el presupuesto básico para su procedencia es la existencia de un desequilibrio económico. Bajo esa perspectiva, no puede sostenerse que se vulnera la garantía de audiencia ni el debido proceso al fijarse una pensión compensatoria, cuando en el juicio natural se demandó tanto el divorcio como la cancelación de la pensión alimenticia, pues en este supuesto la litis no sólo se concreta a la disolución del vínculo matrimonial, sino también a la cuestión alimentaria, esto es, la subsistencia o no del derecho a percibir alimentos por parte de uno de los cónyuges. En tales condiciones, al existir un planteamiento relativo a que subsista o no el derecho a continuar percibiendo alimentos, atendiendo a los criterios emitidos por el Alto Tribunal, el juzgador se encuentra constreñido a analizar, como una cuestión inherente al divorcio, por ser litis, la procedencia o no del otorgamiento de una pensión compensatoria. Luego, si la procedencia o no de la pensión es materia de litis, por haberse planteado en la demanda que dio origen al juicio de divorcio la cancelación de la pensión originaria, al fijarse aquélla por el juzgador, no se vulnera la garantía de audiencia y el debido proceso, dado que durante el juicio el cónyuge a cuyo cargo se fijó tuvo la oportunidad de defenderse y demostrar que no subsiste el derecho de su ex consorte a percibir alimentos, aunque en este caso bajo la modalidad de compensatoria.
Así como la localizable en la Décima Época, Registro
2008111, Instancia: Primera Sala, Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, libro 13, Diciembre
32
de 2014, Tomo I, Tesis: 1ª., CDXXXVII/2014 (10a.),
página 241, que a la letra reza:
“PENSIÓN COMPENSATORIA. SE ENCUENTRA SUJETA A LA IMPOSIBILIDAD DE UNO DE LOS CÓNYUGES DE PROPORCIONARSE A SÍ MISMO LOS MEDIOS NECESARIOS PARA SU SUBSISTENCIA Y DEBE DURAR POR EL TIEMPO ESTRICTAMENTE NECESARIO PARA CORREGIR O REPARAR EL DESEQUILIBRIO ECONÓMICO ENTRE LA PAREJA. Esta Primera Sala considera que si al determinarse la procedencia de la pensión compensatoria en un caso concreto, se encuentra acreditado que durante el tiempo que duró el matrimonio ambos cónyuges hubieran realizado actividades remuneradas económicamente o que al momento de la disolución del mismo ambos cónyuges se encuentran en condiciones óptimas para trabajar, es claro que no sería procedente la condena al pago de la pensión compensatoria, ya que no se actualizaría el presupuesto básico de la acción, es decir, la imposibilidad de uno de los cónyuges de proveerse a sí mismo su manutención. Además, por regla general la pensión compensatoria debe durar el tiempo estrictamente necesario para corregir o reparar el desequilibrio económico entre la pareja y, por tanto, para que el cónyuge acreedor se coloque en posición de proporcionarse a sí mismo los medios necesarios para su subsistencia, sin perjuicio de los supuestos de cese de la obligación establecidos en la legislación civil o familiar. Sin embargo, también se reconoce que podrán existir determinadas situaciones extraordinarias en las que podrá decretarse una pensión compensatoria vitalicia a favor del cónyuge acreedor, en virtud de que por su edad, estado de salud o la propia duración del matrimonio le sea imposible obtener por sí solo los medios suficientes para su subsistencia. Lo anterior, pues se busca evitar que éste caiga en un estado de necesidad extrema que afecte su dignidad como persona y haga nugatorio su derecho de acceso a un nivel de vida adecuado.
Y, la publicada en la Décima Época, Registro
2012362, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de
33
la Federación, Libro 33, Agosto de 2016, Tomo II, Tesis:
1ª/J. 34/2016 (10ª), Página 603, cuyo rubro y texto es el
siguiente:
“ALIMENTOS. EL ESTADO DE NECESIDAD DEL ACREEDOR ALIMENTARIO ES ESTRICTAMENTE INDIVIDUAL Y SURGE DE LA NECESIDAD Y NO DE LA COMODIDAD. Esta Primera Sala ya ha establecido que el estado de necesidad del acreedor alimentario constituye el origen y fundamento de la obligación de alimentos. En este sentido, es importante destacar que este estado de necesidad surge, como su nombre lo indica, de la necesidad y no de la comodidad, por lo que es evidente que quien tiene posibilidades para trabajar no puede exigir de otro la satisfacción de sus necesidades básicas. Además, se trata de un derecho estrictamente individual, por lo que para que se actualice la obligación de alimentos se debe tener en cuenta la necesidad del acreedor de los mismos y no de las personas que tiene a su cargo.”
SÉPTIMO. Enseguida, será analizada la prestación
reclamada por ///////// en contra de /////////, consistente en
el pago de una indemnización hasta del 50%
cincuenta por ciento de los bienes adquiridos por su
cónyuge durante el matrimonio.
Para ello, se hace necesario hacer mención al
contenido del artículo 277 del Código Familiar del Estado,
el cual establece:
“Artículo 277. Al demandar el divorcio, los
cónyuges podrán reclamar del otro, una indemnización hasta del cincuenta por ciento del valor de los bienes que hubieran adquirido, durante el matrimonio, siempre que:
I. Hubieran estado casados bajo el régimen de separación de bienes;
II. El demandante se haya dedicado en el lapso en que duró el matrimonio, preponderantemente al desempeño del trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos; y,
III. Durante el matrimonio el demandante no haya adquirido bienes propios o habiéndolos adquirido, sean
34
notoriamente menores a los de la contraparte. El Juez de Primera Instancia, en la sentencia de
divorcio, habrá de resolver atendiendo a las circunstancias especiales de cada caso.”
En este sentido, el primer requisito no se
encuentra acreditado, dado que con la copia certificada
del acta de matrimonio de los contendientes (ya valorada
en esta sentencia) se aprecia que ///////// y /////////
contrajeron matrimonio civil bajo el régimen de sociedad
conyugal (foja 8).
Así que, al no estar acreditado el primer
elemento de la acción que nos ocupa, ello es razón
suficiente para declarar su improcedencia, por lo que se
estima innecesario abordar el estudio del tercer elemento
de la misma.
Orientan esta determinación la jurisprudencia y
tesis aislada del siguiente rubro y contenido:
Época: Sexta Época Registro: 1012743 Instancia: Tercera Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Apéndice 1917-Septiembre 2011 Tomo V. Civil Primera Parte - SCJN Primera
Sección - Civil Subsección 2 - Adjetivo Materia(s): Civil Tesis: 144 Página: 157 ACCIÓN. ESTUDIO OFICIOSO DE SU
IMPROCEDENCIA. La improcedencia de la acción, por falta de uno de
sus requisitos esenciales, puede ser estimada por el juzgador, aun de oficio, por ser de orden público el cumplimiento de las condiciones requeridas para la procedencia de dicha acción.
Época: Sexta Época Registro: 272563 Instancia: Tercera Sala Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación Volumen XII, Cuarta Parte
35
Materia(s): Civil Tesis: Página: 9 ACCION, ESTUDIO DE SUS ELEMENTOS. Si la
autoridad responsable examinó exclusivamente un primer elemento de la acción deducida, consistente en si el demandado cumplió o no con sus obligaciones y concluyó que no se demostró este elemento, lógicamente era innecesario estudiar los demás que debían concurrir para la procedencia de la acción, y las omisiones en que incurrió respecto al estudio de los demás elementos de la acción y otras pruebas, no agravian a la actora.
Por consiguiente, se declara improcedente la
acción que sobre el pago de una indemnización de hasta
el 50% cincuenta por ciento de los bienes adquiridos
durante el matrimonio ejercitó /////////, en contra de ///////// a
quien se absuelve de la misma y de sus consecuencias
legales.
OCTAVO. [Acción relativa a desconocimiento de
la paternidad, Instaurada por /////////, frente a /////////, en
cuanto representante legitima del menor /////////]
Tocante a dicha prestación, el señor /////////
argumenta medularmente que aproximadamente en el
año 2005 dos mil cinco, sostuvo una relación de
noviazgo con la señora /////////, quien en el mes de
noviembre de ese mismo año le comentó que estaba
embarazada y que él era el padre del hijo que
esperaba, por lo que con fecha 16 dieciséis de
diciembre del año en comento contrajeron matrimonio
ante el Oficial del Registro Civil de la localidad de San
Lorenzo Toxico del municipio de Ixtlahuaca del Estado
de México, que dentro de dicha unión conyugal, con
data //////////, nació el menor /////////, a quien,
conjuntamente con aquélla registraron, que al principio
36
sostenían con su contraparte una relación matrimonial,
hasta que comenzaron los problemas y las discusiones,
en las que ///////// le decía que no era el padre biológico
de su hijo, situación que le confirmó hace menos de un
año, ante familiares y conocidos, que en el mes de
octubre del año 2012 dos mil doce se separaron.
Prestación que deviene improcedente, en
virtud de que, en primer lugar, la fracción I, del numeral
309 del Código Familiar del Estado establece:
“Se presumen hijos de los cónyuges: I. Los hijos
nacidos después de ciento ochenta días contados
desde la celebración del matrimonio;.”
Supuesto en el que se encuentra el menor
descendiente de las partes, de nombre /////////, dado que
de su acta natal ya valorada, se advierte que nació
después de ciento ochenta días de celebrarse el
matrimonio civil de los contendientes (documento ya
valorado), pues éste se verificó el 16 dieciséis de
diciembre de 2005 dos mil cinco, y el menor de
referencia nació el //////////; por ende, existe la
presunción legal de que sí es hijo de las partes,
presunción que requiere prueba para ser desvirtuada, y
que para tal efecto, en este caso, es la pericial en
genética molecular ácido desoxirrinonucleico (ADN),
medio de convicción que se advierte de autos, aún
cuando fue ofertada por /////////, posteriormente, se
desistió de tal probanza, sin que se pierda de vista que
en términos de los numerales 749 y 867 del Código
Familiar del Estado, la suscrita, para la investigación de
37
la verdad, podrá ordenar cualquier prueba, aunque no
la ofrezcan las partes, sin más limitación que las
mismas no estén prohibidas por la ley, ni sean
contrarias a la moral y a las buenas costumbres; sin
embargo, en el caso que nos ocupa la suscrita no está
en condiciones de ordenar de manera oficiosa el
desarrollo de la prueba pericial en genética molecular
ácido desoxirribonucleico (ADN), puesto que con ello no
se estaría obrando en beneficio del menor /////////,
procurando despojarlo de todos aquellos derechos que
derivan de la filiación paterna que lo vincula con el
señor /////////, tales como el derecho a llevar a sus
apellidos, a los alimentos y, en su caso, a heredar.
Resultando improcedente la acción ejercitada por
/////////, aquí analizada, primeramente, porque como se
indicó la prueba idónea para justificarla era la prueba
pericial en genética molecular ácido desoxirribonucleico
(ADN), la cual si bien la ofertó, posteriormente se
desistió de la misma, y que por las razones asentadas
este Tribunal no se encuentra en condiciones de
ordenar su verificativo de manera oficiosa, máxime que
////////// no justificó en autos el supuesto engaño que
aduce lo llevó a reconocer a su hijo /////////, dado que los
medios de convicción que allegó no demuestran en
modo alguno esa circunstancia; más aún porque de su
escrito inicial de demanda se advierte que asevera que
tal engaño lo confirmó hace menos de un año, por lo
que, se encuentra fuera del plazo que para tal efecto
establece el numeral 315 del Código Familiar del
38
Estado, que entre otras cosas, estatuye : “El marido,
cuando tenga derecho de contradecir que el nacido es
hijo de su matrimonio, deberá de deducir su acción
dentro de sesenta días contados desde el nacimiento si
está presente…” pues de autos se advierte que el actor
sí estuvo presente al momento del nacimiento del
menor ///////// y aduce que confirmó el engaño que lo
llevó a su registro hace menos de un año, por lo que al
no ejercitar la acción que ahora intenta dentro del
término establecido en el citado numeral, resulta
caduca, como lo afirma la señora ///////// al contestar la
demanda instaurada en su contra.
Asimismo, también resulta insuficiente para
demostrar las afirmaciones del accionante acerca de
que el menor ///////// no es su descendiente, la
circunstancia de que la señora ///////// al responder a la
demanda que en su contra instauró aquél señaló que el
actor no es el padre biológico del menor, pues al
contestar el apartado de prestaciones precisó: “…tenía
conocimiento previo de que no era el padre
biológico…”; sin embargo, el reconocimiento efectuado
por ///////// no basta para acreditar el desconocimiento
de la paternidad que nos ocupa, en virtud de que era
menester que a través de la aludida prueba pericial en
genética molecular ácido desoxirribonucleico (ADN)
determinara que el señor ///////// no era padre biológico
del menor /////////, lo que no sucedió por los motivos
expuestos.
En apoyo a lo anterior y por identidad jurídica
sustancial, resultan orientadoras las tesis aisladas del
39
siguiente rubro y contenido:
Época: Novena Época Registro: 172453 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo XXV, Mayo de 2007 Materia(s): Civil Tesis: I.11o.C.167 C Página: 2121 PATERNIDAD. EN LA ACCIÓN DE
DESCONOCIMIENTO, EL ALLANAMIENTO A LA DEMANDA POR PARTE DE LA MADRE, NO ES SUFICIENTE PARA TENER POR ACREDITADA LA PRETENSIÓN DEL ACTOR, POR LO QUE ES NECESARIO CONCEDER EL PERIODO PROBATORIO PARA QUE EL JUZGADOR RESUELVA. En términos del artículo 345 del Código Civil para el Distrito Federal, el dicho de la madre no basta para excluir de la paternidad al padre; por ello, en la acción de desconocimiento de la paternidad, el allanamiento a la demanda por parte de la madre, es insuficiente para tener por probada la pretensión del actor, pues sería ir en contra de lo que establece dicho precepto legal; por tanto, en este tipo de juicios es necesario conceder el periodo probatorio a fin de que el juzgador tenga los elementos suficientes para resolver la controversia planteada, dada la trascendencia de los derechos de familia que pueden verse afectados con esa decisión, como son el parentesco por consanguinidad, los alimentos y la sucesión legítima, entre otros.
Tampoco es suficiente para acreditar la acción en
estudio, la prueba ofertada por el señor /////////,
consistente en prueba pericial en materia de gineco-
obstetricia y que corrió a cargo de los expertos ////////// y
//////////, ello, porque como se indicó no es la prueba
idónea para acreditar que el menor ///////// no es
descendiente de /////////, en segundo lugar, porque al
emitir sus conclusiones, el perito mencionado en último
término refirió que de acuerdo a lo expuesto, la
posibilidad de embarazo de la demandada mediante la
técnica de inseminación artificial realizada en casa, era
“casi nula”.
40
Y por otra parte, en relación con las copias
certificadas de la averiguación previa penal
AEDS/414/2013, instruida en contra de /////////, por el
delito contra la filiación y exposición de menores en
agravio de ///////// (visibles a fojas 35 a 112 del Tomo II),
de las mismas se desprende que dicha averiguación
previa penal fue suspendida con data 28 veintiocho de
marzo del 2016 dos mil dieciséis, sin que se hubiere
demostrado que dentro de la misma se hubiere
demostrado que se condenara a la señora ///////// por la
comisión de algún delito, pero más aún porque tampoco
sería la prueba idónea para demostrar que ///////// no es
progenitor del menor /////////.
En apoyo a lo anterior, resulta aplicable la
tesis aislada, localizable en la Décima Época, del
Semanario Judicial de la Federación y Su Gaceta,
sustentada por los Tribunales Colegiados de Circuito,
Libro XX, Mayo de 2013, tomo 3, tesis I.11º.C.25 C
(10a), página 1773, registro: 2003551, que a la letra
dice:
“DESCONOCIMIENTO DE PATERNIDAD.
CORRESPONDE AL ACTOR LA CARGA DE PROBAR SUS PRETENSIONES, POR LO QUE EL JUZGADOR NO DEBE ACTUAR OFICIOSAMENTE PARA MANDAR DESAHOGAR, AMPLIAR O PERFECCIONAR LA PRUEBA EN MATERIA DE GENÉTICA EN ARAS DE RESPETAR EL INTERÉS SUPERIOR DE LOS MENORES, PUESTO QUE, DE HACERLO, NO OBRARÍA A FAVOR DE ÉSTOS, SINO DE QUIEN PRETENDE DESCONOCERLOS. Si bien conforme a la jurisprudencia 1a./J. 28/2013 (10a.) y a la tesis número 1a. LXXI/2013 (10a.), de rubros: "RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD. EL
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INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR DEBE PREVALECER EN EL JUICIO RELATIVO FRENTE A LA INSTITUCIÓN DE LA COSA JUZGADA." e "INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SUS ALCANCES EN UN JUICIO DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD.", el interés superior de los menores está protegido constitucionalmente, por lo que en los asuntos de reconocimiento de paternidad, relacionados con el derecho que tienen los menores a indagar y conocer la verdad sobre su origen, se involucra una serie de derechos que les resultan fundamentales, puesto que de esa investigación se podrá establecer si existe o no una filiación entre él y quien se considera es el padre y, de ser así, no sólo podrá acceder a llevar el apellido de su progenitor como parte del derecho a la identidad que le permite tener un nombre y una filiación, sino que se verá beneficiado en su derecho a la salud; de modo que cuando se demande el reconocimiento de paternidad, la prueba idónea para determinar la relación paterno-filial es la pericial en materia de genética, por ende, en aras del respeto al interés superior de los menores y a otorgar un acceso efectivo a la justicia, los Jueces deben ordenar, incluso, de oficio su desahogo, su ampliación o perfeccionamiento, para esclarecer la verdad de los hechos controvertidos; sin embargo, dicha regla no impera en los asuntos de desconocimiento de paternidad, es decir, el juzgador no debe ordenar oficiosamente el desahogo, ampliación o perfeccionamiento de la prueba pericial en materia de genética en dichos procedimientos, porque el menor no desconoce su origen, es decir, no está indagando para conocer la verdad sobre su origen, porque en asuntos de esa naturaleza se parte de la base de que el menor fue procreado dentro de un núcleo familiar y reconocido como su descendiente por quienes lo integran, o porque fue reconocido por quienes, de manera voluntaria y espontánea, dijeron ser sus progenitores en la manifestación de su nacimiento ante el Registro Civil correspondiente, y dicho reconocimiento es un acto personalísimo y formal que se rige por los principios generales que se fundan en la naturaleza de un acto jurídico que implica una asunción voluntaria de obligaciones y tiene efectos que trascienden a la estabilidad de las relaciones paterno-filiales, aun cuando no existan vínculos biológicos reales involucrados. De modo que, en los asuntos de desconocimiento de paternidad de un menor, la parte actora tiene la carga de la prueba de acreditar sus pretensiones, conforme a lo previsto por el artículo 281 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal; por ende, el Juez no
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debe ordenar de oficio el desahogo, ampliación o perfeccionamiento de la prueba pericial en materia de genética, puesto que no estaría obrando en atención al interés superior del menor, pues éste no tiene intención de colocarse en un estado de incertidumbre sobre su origen, aunado a que si el Juez natural proveyera de oficio respecto a dicha prueba implicaría la suplencia de la deficiencia de la queja en beneficio de la persona que pretende el desconocimiento, y en perjuicio del menor, al afectarse su derecho de identidad adquirido, entre otros; de ahí que, en ese tipo de asuntos, el Juez debe sujetarse a las reglas generales de la prueba, respetando las cargas procesales y probatorias que corresponden al actor. Lo anterior no significa que deba rechazarse la prueba referida si el actor la ofrece cumpliendo con los requisitos previstos en la ley, sino que el juzgador no puede sustituirse en las cargas procesales y probatorias que corresponden al actor, porque, se reitera, en los casos de desconocimiento de paternidad, de actuar oficiosamente, el juzgador no beneficiaría al menor, sino que lo perjudicaría, en tanto que la pretensión del actor es desconocer el vínculo paterno-filial.”
De esta manera, y ante las consideraciones
expuestas con antelación, se declara improcedente la
acción que sobre desconocimiento de la paternidad,
ejercitó el señor /////////, frente a /////////, en cuanto
representante legítima del menor /////////, a quien se
absuelve de dicho reclamo y de sus consecuencias
legales; razón por la cual, la partida de reconocimiento
del citado menor habrá de permanecer intocada por
cuanto ve a su filiación paterna, y no podrá ser
corregida, tal como lo solicita el primero de los
mencionados.
NOVENO. [Derechos y Obligaciones inherentes a la
patria potestad]. Por otra parte, en cumplimiento a lo
ordenado en el artículo 268 del Código Familiar, que
establece que al resolver sobre la acción de divorcio, el
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Juez de Primera Instancia, en forma oficiosa, fijará en
definitiva la situación de los hijos habidos en
matrimonio, para lo cual, deberá de establecer todo lo
relativo a los derechos y obligaciones inherentes a la
patria potestad, su pérdida o suspensión, según el
caso, convivencia y en especial a la custodia y al
cuidado de los hijos; la suscrita, tomando en
consideración que los contendientes ///////// y /////////,
durante la existencia de su vínculo marital tuvieron 1 un
hijo de nombre /////////, quien es menor de edad,
dilucidará tales aspectos atendiendo a su interés
superior.
- Patria Potestad.
En efecto, y con la finalidad de proteger
integralmente los derechos fundamentales del menor en
cita, consagrados en los artículos 1° y 4° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
del 1 al 41 de la Convención sobre los Derechos del
Niño, 3° y 4° de la Ley para la Protección de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se
determina que ambos padres ///////// y /////////,
continuarán ejerciendo la patria potestad sobre su
descendiente /////////, toda vez que de conformidad con
lo establecido en los numerales 390 y 391 de la
codificación familiar, es a ellos a quienes, en primer
lugar corresponde ejercerla, pues hoy en día, la patria
potestad no se configura como un derecho del padre,
sino como una función que se le encomienda a los
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padres en beneficio de los hijos y que está dirigida a la
protección, educación y formación integral de estos
últimos, cuyo interés es siempre prevalente en la
relación paterno-filial, acentuándose asimismo la
vigilancia de los poderes públicos en el ejercicio de
dicha institución en consideración prioritaria del interés
del menor.
Aunado a que, no podría decretarse la pérdida de
la patria potestad de alguno de los contendientes
respecto a su menor hijo, dado que con las probanzas
anteriormente valoradas no se desvela conducta que
encuadre en alguna causal de pérdida de la patria
potestad establecida en el artículo 418 del Código
Familiar, pues no obra medio de prueba que revele que
la conducta de aquellos haya comprometido la salud e
integridad del menor en cita.
Por tanto, en atención al bienestar del menor /////////
-como se anotó- se resuelve en definitiva, que ///////// y
/////////, deberán ejercer conjuntamente la patria
potestad, respecto de su descendiente en cita,
velando siempre por la seguridad e integridad física y
emocional del mismo, aunado a que su Tutora
provisional y el Agente del Ministerio Público, al emitir
sus opiniones solicitaron que las partes deberían
ejercer esa prerrogativa sobre su descendiente.
-Guarda y Custodia.
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Respecto a la guarda y custodia del menor
/////////, en concepto de esta resolutora, lo más
conveniente es que la siga conservando su madre
/////////, ya que siempre ha vivido con ella, además que
de autos no se colige ninguna circunstancia que
demuestre lo contrario; y, porque en la audiencia de
menor que se llevó a cabo el 22 veintidós de febrero de
2016 dos mil dieciséis, se infiere lo siguiente:
Actuación judicial que tiene eficacia demostrativa
plena a la luz de lo establecido en el numeral 885 del
Código Familiar, ya que la menor en cita estuvo en
condiciones de emitir su parecer, se llevó a cabo sin
mayor formalidad, se efectuó en presencia del Agente
del Ministerio Público de la adscripción y de su Tutora
provisional, quienes posteriormente, al emitir su opinión,
solicitaron que el menor en cita quedara bajo el
resguardo de su mamá.
Incluso del contenido de las valoraciones
psicológicas efectuadas a las partes y a los menores
involucrados por la psicóloga //////////, adscrita al
Departamento de Psicología del Centro de Convivencia
del Poder Judicial del Estado, se deriva en lo
conducente que dicha experta determinó que la señora
///////// cuenta con las aptitudes necesarias para tener la
custodia de su hijo ya que se muestra responsable y es
compresiva de las necesidades físicas y emocionales
Eliminado
Fue eliminado un párrafo que contiene información
confidencial de los demandantes.
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de su hijo; que el niño ///////// se encuentra adaptado a
su entorno familiar actual con su madre, a quien percibe
presente en su vida, por lo que el cambio de dicho
entorno podría repercutir en su estabilidad emocional.
Dictamen que merece pleno valor probatorio de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 870
fracción IV, 884 y 885 del Código Familiar del Estado;
toda vez que se trata de una pericia emitida por experta
en la materia, quien cuenta con título que la autoriza
para ejercer como especialista en psicología, que
labora en una dependencia pública, aunado a que su
experticia se encuentra debidamente sustentada,
exponiendo los procedimientos que se siguieron para
su elaboración y las razones para arribar a las
conclusiones vertidas.
De donde se sigue, que lo más favorable para el
menor /////////, es que continúe bajo la guarda y custodia
de su mamá /////////.
De igual modo, porque del estudio
socioeconómico que realizó trabajadora social, adscrita
al departamento de Trabajo Social del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado, se advierte que las
condiciones en que se desenvuelve el menor en
comento al lado de su madre, son adecuadas para el
mejor desarrollo de los derechos y obligaciones de
cuidado, corrección, formación física y espiritual del
mismo, ya que aún y cuando dicha funcionaria asentó
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que al realizar la visita de campo a la parte demandada,
sito en la calle //////////////, se observó una casa con
construcción sencilla sin acabados, el piso firme, pared
aplanada, con problemas de humedad en la pared en el
espacio que corresponde de sala y el comedor.
También se observó el mobiliario con el que cuentan los
moradores en mal estado de conservación, un poco
deteriorados; empero, también se asentó que el menor
///////// cuenta con su habitación y los muebles
indispensables para descansar, que en cuanto a su
arreglo personal del menor ///////// se observó con una
buena presentación en su arreglo personal; que durante
la visita realizada se observó que la parte demandada
vive en unas condiciones sencillas, pero en buenas
condiciones de higiene limpia y ordenada; habida
cuenta que dicha ascendiente goza de las atribuciones,
respeto y autoridad para llevar a cabo las acciones
orientadas a lograr mejor esos fines; de consiguiente,
se repite, lo más benéfico para el citado menor es que
continúe bajo el resguardo de su madre; cabe señalar
que el estudio en cuestión en torno a los mencionados
puntos tiene eficacia demostrativa al tenor de lo previsto
en los imperativos 884 y 885 de la legislación familiar.
Sustenta lo diseminado, por analogía, la tesis
número I.7o.C.123 C., promulgada por el Séptimo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
localizable en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo: XXIX, Marzo de
2009, página 2757, que dice:
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“GUARDA Y CUSTODIA DE MENORES, CONDICIONES DEL LUGAR DONDE SE EJERZA. Al decretar la guarda y custodia de menores a favor de alguno de los divorciantes, desvinculada de la patria potestad en razón del interés superior del menor o por convenio, el juzgador deberá contar con los elementos que le permitan advertir que el lugar donde se ejerza sea lo más favorable posible para el mejor desarrollo de los derechos y obligaciones de cuidado, corrección, formación física y espiritual de los menores, debiendo procurar que se ejerza en un lugar donde la persona a quien se decretó goce de las atribuciones, respeto y autoridad para llevar a cabo las acciones orientadas a lograr mejor esos fines. En cambio, si de actuaciones no se advierten esos elementos, la autoridad judicial, en ejercicio de sus facultades para intervenir en asuntos familiares, deberá recabar las pruebas que estime pertinentes para la mejor solución del asunto con audiencia de las partes.”
Acorde a lo expuesto y atendiendo al interés
superior de /////////, se determina que éste quedará
bajo la guarda y custodia definitiva de su progenitora
/////////.
Sirve de orientación a lo expuesto, la
jurisprudencia número II.3o.C. J/4, emitida por el Tercer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo
Circuito, consultable en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI,
Octubre de 2002, página 1206, que refiere:
“GUARDA Y CUSTODIA. DEBE DETERMINARSE CONSIDERANDO EL INTERÉS SUPERIOR DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES CONFORME A LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO. El derecho a la guarda y custodia de una niña, niño y adolescente, implica considerar no sólo las pruebas ofrecidas por las partes con las que pretendan demostrar una adecuada capacidad para el cuidado del menor, sino que atendiendo al beneficio directo de la infancia, el juzgador también debe considerar el
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interés superior de la niña, niño y adolescente como presupuesto esencial para determinar quién tiene derecho a la guarda y custodia. Ello, porque conforme a lo dispuesto por el artículo 4o. constitucional que establece el desarrollo integral, el respeto a la dignidad y derechos de la niñez, así como los artículos 3o., 7o., 9o., 12, 18, 19, 20 y 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por México el veintiuno de septiembre de mil novecientos ochenta y nueve, que establece que los Estados garantizarán que los tribunales judiciales velen por el interés superior del niño, los juicios en los que se vean involucrados derechos inherentes de las niñas, niños y adolescentes, como el caso en que se demande la guarda y custodia, debe tenerse como presupuesto esencial el interés superior del niño y darle intervención al Ministerio Público, para que en su carácter de representante de la sociedad, vele por los derechos de los infantes y adolescentes.”
Así como la tesis número II.2o.C. 489 C,
sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito, publicada en el
precitado semanario y época, Tomo: XXI, Enero de
2005, página 1777, que establece:
“GUARDA Y CUSTODIA DE MENORES. LOS JUZGADORES ESTÁN OBLIGADOS A CONSTATAR QUE NO EXISTA OBSTÁCULO QUE IMPIDA OBJETIVA Y LEGALMENTE OTORGARLA A ALGUNO DE SUS PROGENITORES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). Ciertamente el artículo 4.228, fracción II, inciso a), del actual Código Civil para el Estado de México estatuye en forma evidente que los menores de diez años deben quedar al cuidado de la madre; no obstante, la referida disposición establece como salvedad que ello fuere perjudicial para el menor. Por consiguiente, y de conformidad con el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por México el veintiuno de septiembre del precitado año, y publicada en el Diario Oficial de la Federación el veinticinco de enero de mil novecientos noventa y uno, en todas las medidas concernientes a los niños y niñas que tomen las instituciones públicas y privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos,
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considerarán primordialmente que se atienda al interés superior del niño. Así, las autoridades de instancia están obligadas a observar que se acate esa normatividad, para lo cual deben ordenar la práctica, repetición o ampliación de cualquier diligencia probatoria, según lo autoriza el artículo 1.261 de la actual legislación procesal civil de esta entidad federativa, con el propósito de determinar que no exista obstáculo que impida otorgar a alguno de los progenitores dicha guarda, esto es, que de acuerdo con el conjunto de probanzas que sean recabadas se tenga plena convicción para determinar quién, ya sea el padre o la madre, es el idóneo al respecto, razonándose con objetividad y de manera justa el porqué la conducta de la persona a quien se entregue el cuidado del infante no le resultará nociva, ni contraria a su formación, educación e integración socio-afectiva.”
-Convivencia.
Tomando en consideración que el menor /////////
permanecerá bajo la guarda y custodia de su madre
/////////, este Tribunal, en párrafos subsecuentes,
determinarála conveniencia o no de fijar un régimen
de convivencia para que interactúe con su papá /////////,
en atención a que el establecimiento del derecho de
visitas y convivencias en la legislación familiar y en la
Convención Sobre los Derechos del Niño, se justifica
plenamente, ya que al convivir se propician el trato y la
calidez humana, las personas se ven, platican, se
brindan afecto y, en síntesis, se conocen mejor, por lo
que con la interacción se fortalecen sentimientos
afectivos que colman los fines de la institución familiar,
pues los acercamientos de las personas son esenciales
para alcanzar su tranquilidad, felicidad y armonía
personal, familiar y social, máxime cuando se trata de
menores.
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Orienta lo expuesto, la Jurisprudencia emitida por
el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXIII,
Junio de 2011, página 963, que señala:
“DERECHO DE VISITAS Y CONVIVENCIAS. JUSTIFICACIÓN DE SU PREVISIÓN LEGAL. El establecimiento del derecho de visitas y convivencias en la legislación se justifica plenamente, ya que al convivir se propician el trato y la calidez humana, las personas se ven, platican, se brindan afecto y, en síntesis, se conocen mejor, por lo que con la convivencia se fortalecen sentimientos afectivos que colman los fines de la institución familiar, pues los acercamientos de las personas son esenciales para alcanzar su tranquilidad, felicidad y armonía personal, familiar y social, máxime cuando se trata de menores.”
Motivos por los que, ambos ascendientes deben
velar por la seguridad e integridad de sus
descendientes, ya que no debe pasar inadvertido que la
relación de padres e hijos se establece en beneficio
principalmente de los segundos, a efecto de que ambos
progenitores les presten el auxilio a su vulnerabilidad,
atendiendo a su natural inocencia e inexperiencia en la
vida ordinaria en razón justificada de su edad y para
que los dirijan en su educación, vigilar su conducta, sus
relaciones y la formación de carácter y, sobre todo, con
el fin de preservar su sano desarrollo; amén, que tales
numerales tienen por objeto lograr la protección,
estabilidad personal y emocional de los menores
dándoles afecto, calor humano, presencia personal,
respaldo espiritual y respeto a su persona e intimidad,
es una cuestión de orden público e interés social, dado
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que en su observancia está interesada la sociedad y el
Estado.
Sin embargo, tomando en consideración los
siguientes puntos:
Que el menor /////////, cuenta con la edad de 11
once años.
Que se advierte que sus progenitores desde el
año 2012 dos mil doce se encuentran separados y
dicho menor se encuentra viviendo con su madre /////////;
que en la audiencia del 22 veintidós de febrero de
2016 dos mil dieciséis, el menor /////////, entre otras
cosas indicó que no ve a su papá ///////// desde que
tenía 5 cinco años de edad, que no le gustaría verlo ni
convivir con él porque lo abandonó desde que tenía esa
edad, que su padre no lo visita ni le habla por teléfono,
tiene mucho tiempo que no lo ve ni sabe de él, no sabe
que le diría si le hablara por teléfono.
Que la psicóloga //////////, adscrita al Departamento
de Psicología del Poder Judicial del Estado, entre otras
cosas, determinó lo siguiente:
“…IV. Se determine de acuerdo a lo más benéfico para el niño, a cuál de sus progenitores es conveniente concederle la custodia y a cual la convivencia; el niño ///////// se encuentra adaptado a su entorno familiar actual con su madre, a quien percibe presente en su vida, por lo que algún cambio de dicho entorno podría repercutir en su estabilidad emocional, respecto a la convivencia entre el señor ////////// y su hijo es importante primeramente que ambos acudan a terapia psicológica para que en un futuro puedan restablecer el vínculo padre e hijo siendo responsabilidad del Sr. ///////// interesarse e involucrarse en atender y estar pendiente de las necesidades de su hijo.”
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Que el Agente del Ministerio Público de la
adscripción y la Tutora provisional, opinaron que se
estableciera un régimen de convivencia paterno- filial,
precisando que dicha interacción se decretara
atendiendo a los lineamientos expuestos por la
psicóloga en comento.
Así también, asumiendo que el juzgador debe ser
prudente y tener buen cuidado para determinar cuál es
el régimen de visitas y convivencias más conveniente
para el menor, y no forzar situaciones en torno a las
relaciones que en ocasiones no es posible resolver sin
previa asistencia profesional, ya que una propuesta
precipitada puede provocar daños en aquél o un mayor
rechazo hacia los progenitores, y por ello traer
resultados contraproducentes a la convivencia y a las
relaciones humanas. Así lo consideró el referido Quinto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
en la Jurisprudencia visible en el precitado semanario,
época y tomo, página 1036, que reza:
“RÉGIMEN DE VISITAS Y CONVIVENCIAS. SU DETERMINACIÓN DEBE OBEDECER A UNA PONDERACIÓN JUDICIAL PRUDENTE. La autoridad judicial debe ser prudente y tener buen cuidado para determinar cuál es el régimen de visitas y convivencias más conveniente para el menor, y no forzar situaciones en torno a las convivencias que en ocasiones no es posible resolver sin previa asistencia profesional, ya que una propuesta precipitada puede provocar daños en aquél o un mayor rechazo hacia los progenitores, y por ello traer resultados contraproducentes a la convivencia y a las relaciones humanas.”
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Y a que el Capítulo III, punto dos, letra b, del
“Protocolo de Actuación para quienes Imparten Justicia
en Casos que Afecten a Niñas, Niños y Adolescentes”,
emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación -
el cual es de observancia para este Tribunal-,
establece:
“b. Canalización con personal especializado. Los niños, niñas y adolescentes, y cuando proceda sus familiares, deberán tener acceso a la asistencia de profesionales capacitados, lo que incluye servicios de asistencia y apoyo tales como servicios financieros, jurídicos, de orientación, de salud, sociales y educativos, de recuperación física y psicológica y además servicios necesarios para la reinserción del niño. Toda asistencia de esta índole deberá atender las necesidades del niño, niña y adolescente. En tanto este tipo de servicios no puede ser proporcionado en los juzgados o tribunales, cuando la persona encargada de impartir justicia constate la necesidad de cierto apoyo especializado para el niño, niña o el adolescente, deberá canalizarlo con la instancia que se determine, a fin de brindar la atención que requiera para poder participar de manera afectiva en el proceso de justicia. En caso de que la persona especializada en infancia que brindó la atención al niño, niña o adolescente concluya en su evaluación que éste requiere de tratamiento para poder participar en el juicio, la persona que imparte justicia deberá atender las recomendaciones que se señalen en aquella, incluyendo, de ser el caso, posponer la declaración de la niña, el niño o adolescente.”
Este Tribunal, considera que por el momento no
es conveniente fijar un régimen de convivencia
entre el señor ///////// y su menor hijo /////////; dado que
previo a la fijación de días y horas en que habrá de
llevarse a cabo esa relación paterno-filial; la interacción
queda supeditada a una psicoterapia que deberán
tomar las partes y el menor en cita, bajo los
siguientes lineamientos:
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El plazo máximo por el que dicha terapia deberá
ser aplicada es de 6 seis meses.
El menor ///////// deberá asistir a terapia psicológica,
para que supere el duelo por la separación de sus
padres, así como pueda trabajar en el temor que siente
hacia su padre y en un futuro pueda estar en
condiciones emocionales de tener una convivencia con
él.
La señora /////////, tiene que trabajar en resolver
problemas del pasado, así como la situación en la que
se encuentra inmersa, por lo que se recomienda que
acuda a terapia psicológica para que así pueda reforzar
su seguridad y pueda ofrecerle a su hijo condiciones
emocionales óptimas para su desarrollo.
Mientras que el señor /////////, debe acudir a terapia
psicológica para trabajar y fortalecer el vínculo afectivo
con su hijo, ya que la relación padre- hijo se encuentra
fragmentada, para que así logre tener herramientas que
le permitan tener un acercamiento de manera favorable.
El especialista que lleve a cabo dicho tratamiento
tendrá que rendir un informe mensual sobre los
avances del tratamiento y la evolución en la situación
emocional de las personas que lo reciban, y al cabo de
los primeros tres meses manifestará si considera o
no pertinente la convivencia supervisada entre el
padre ///////// y su hijo /////////, exponiendo y fundando
sus argumentos para ello.
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Y a los seis meses de que se lleve a cabo la
terapia encomendada, dicho experto deberá informar si
estima conveniente o no que dicha interacción se
verifique de manera libre, para lo cual, igualmente,
deberá exponer y fundar los motivos que lo lleven a la
determinación que exprese.
Una vez que se lleve a cabo la terapia
encomendada este juzgado resolverá lo conducente, es
decir, en ejecución de sentencia podrá determinar lo
que considere pertinente, atendiendo a los resultados
que arroje la misma, y tomando como aspecto
primordial el interés superior del menor en cita,
pudiéndose previamente llevar a cabo una audiencia en
que se escuche el parecer del mismo, así como de sus
padres, de estimarlo ineludible.
Para lo cual, deberá girarse el oficio
correspondiente al Sistema Estatal para el Desarrollo
Integral de la Familia (DIF), a través de la Procuradora
de la Defensa del Menor y la Familia, para que, por su
conducto sean canalizadas las precitadas personas,
con los profesionistas de la materia de esa institución, a
fin de que se lleven a cabo las terapias encomendadas,
en la inteligencia de que el menor ///////// deberá ser
presentado por su madre /////////, ya que se encuentra
bajo el resguardo de la misma; asimismo, atendiendo a
que del estudio de trabajo social realizado con fecha 7
siete de abril de 2015 dos mil quince, se advierte que el
señor ///////// indicó residía en su lugar de trabajo (21
Zona Militar de esta ciudad, ubicada en Avenida
Acueducto), pero que del contenido de las copias
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certificadas de la sentencia definitiva dictada con fecha
29 veintinueve de diciembre de 2016 dos mil dieciséis,
por el Juez Cuarto de Primera Instancia en Materia
Familiar dentro del expediente 37/2013, relativo al juicio
sumario familiar que sobre fijación y pago de alimentos
definitivos, promovió /////////, por su propio derecho y en
cuanto representante legal del menor /////////, frente a
///////// (visibles a fojas 157 a 169 del Tomo II), se
advierte que ///////// causó baja del servicio activo del
cuartel general de la 21 zona Militar, con fecha 30
treinta de septiembre de 2016 dos mil dieciséis, por lo
que no existe certeza de su actual lugar de residencia,
por tanto, al señor ///////// se le impone la obligación (una
vez que cause ejecutoria el presente fallo) de acudir a
psicoterapia en su lugar de residencia con el
especialista de su elección, la que deberá sujetarse a
los términos y condiciones aquí expuestas, debiendo en
su momento, conforme a los lineamientos establecidos,
exhibir la documentación correspondiente que avale tal
circunstancia
Asimismo, atendiendo a las recomendaciones de la
experta en cita, se conmina a ///////// para que se
interese e involucre en atender y estar pendiente de las
necesidades de su hijo.
Sirve de sustento a lo predicho, la Jurisprudencia
número I.6o.C. J/49, emitida por el Sexto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
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su Gaceta, Novena Época, Tomo: XXII, Septiembre de
2005, página 1289, que dice:
“MENORES DE EDAD. EL DERECHO DE VISITA Y CONVIVENCIA CON SUS PROGENITORES ES DE ORDEN PÚBLICO E INTERÉS SOCIAL Y, EN CASO DE OPOSICIÓN, EL JUZGADOR RESOLVERÁ LO CONDUCENTE EN ATENCIÓN AL INTERÉS SUPERIOR DE AQUÉLLOS. De una sana interpretación del artículo 417 del Código Civil para el Distrito Federal, se aprecia que la eficacia del derecho de visita y convivencia contenido en ese numeral, que tiene por objeto lograr la protección, estabilidad personal y emocional del menor dándole afecto, calor humano, presencia personal, respaldo espiritual y respeto a su persona e intimidad, es una cuestión de orden público e interés social, dado que en su observancia está interesada la sociedad y el Estado, porque de su efectivo cumplimiento, depende el desarrollo armónico e integral del menor que, en ocasiones, por causas ajenas a su voluntad, vive separado de uno o ambos progenitores. Es por eso que el propio numeral contiene normas tendentes a lograr dicha función, ya que el goce y disfrute de esos derechos, no podrá impedirse sin justa causa, pero en caso de oposición de uno de los padres, la autoridad jurisdiccional determinará lo que más convenga al interés preponderante del menor que sólo podrá suspenderse, limitarse o perderse por resolución judicial expresa y cuando se haya perdido la patria potestad. Como se advierte, la teleología del artículo 417, en comento, se encamina a la conservación de un entorno familiar saludable y favorable para el pleno desarrollo personal y emocional de los menores que, se reitera, por causas ajenas a ellos, viven separados de alguno de sus padres o de ambos, estableciendo que aun cuando no se encuentren bajo su custodia, si ejercen la patria potestad, tendrán derecho a convivir y disfrutar de momentos en común, en aras de tutelar el interés preponderante del menor, teniendo sólo como limitante para que se suspenda el ejercicio del derecho de visita y convivencia, que exista peligro para el menor, caso en que el juzgador podrá aplicar las medidas correspondientes a fin de salvaguardar el interés superior del menor, contra alguno de los progenitores.”
Así como la Jurisprudencia emitida por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo
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Circuito, visible en el precitado semanario y época,
Tomo: XXXII, Abril de 2011, página 1085, que estatuye:
“CONVIVENCIA, RÉGIMEN DE. PRINCIPIOS JURÍDICOS QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA PARA SU CORRECTO DESARROLLO ENTRE MENORES Y SUS PROGENITORES, CUANDO ÉSTOS SE ENCUENTRAN SEPARADOS O DIVORCIADOS. En observancia irrestricta a las garantías individuales que a favor de los menores consagran los artículos 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, del 1o. al 41 de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en la ciudad de Nueva York, de los Estados Unidos de Norteamérica y ratificada por el Estado Mexicano el veintiuno de septiembre de mil novecientos ochenta y nueve, la cual es obligatoria en cuanto a su observancia por parte de los órganos jurisdiccionales del Estado, según lo dispuesto por el artículo 133 constitucional, atendiéndose incluso a las prevenciones de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, publicada en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve de mayo de dos mil, en cuya exposición de motivos se establece la necesidad de allegarse una legislación encaminada a la protección de los derechos de los menores, que a su vez fuesen tutelados no solamente por instituciones especializadas y específicas, sino por los tribunales de justicia y toda la sociedad, para integrarlos plenamente a ella y permitirles el goce pleno de sus derechos como seres humanos; es indiscutible y preponderante que para determinar prudente y objetivamente un régimen de convivencia entre los menores con sus progenitores, que por alguna razón se encuentren separados o divorciados, los órganos jurisdiccionales y cualquier autoridad deberán tener en cuenta los referidos principios jurídicos, así como que respecto de la patria potestad, guarda y custodia, y el derecho a un régimen de visitas y convivencias, el artículo 4.205 del Código Civil del Estado de México previene que en caso de separación de quienes ejerzan la patria potestad, el Juez habrá de resolver lo conducente en derecho en torno a la controversia suscitada teniendo siempre en cuenta lo mejor para los intereses de los hijos menores de edad. En orden con lo anterior, es indispensable precisar que en los casos de desintegración familiar provocados por la separación de los cónyuges, los hijos resultan ser los menos responsables y, sin embargo, son los que más la resienten en el ámbito psicológico, social y económico. Luego, en aras de ese supremo derecho
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que tienen los niños de ser amados y respetados, sin condición alguna, sus progenitores deben ejercer la guarda y custodia en un ambiente de comprensión, amor y máximo respeto, recurriéndose a terapeutas especializados en salud mental, con la única finalidad de entablar una mejor relación de convivencia con sus menores hijos, despojándose de todo resentimiento que llegase a perjudicarles, de modo tal que la convivencia de los infantes con uno y otro de sus padres, no debe generarles ningún desequilibrio emocional sino, por el contrario, que al convivir con cada uno de ellos se sientan queridos, respetados y protegidos, nunca manipulados o utilizados para satisfacer diversos intereses. Entonces, en aras de prevenir algún posible daño psicológico, incluso corregirlo, si es que lo hubiere, los padres deben asumir una responsabilidad absoluta respecto de sus menores hijos, pues el hecho de que se encuentren divorciados o separados de ningún modo implica que no puedan ser excelentes guías paternales, incluso mejores que si vivieran juntos, por cuanto se encuentran obligados a compensar el terrible inconveniente que a los niños les produce la separación de aquéllos. Por consiguiente, en términos de lo que estatuye el numeral 4.203 del código sustantivo en cita, para ayudar a los niños a que no sufran incertidumbre alguna respecto de su futuro y, por el contrario, que crezcan tranquilos y sanos en todos los ámbitos personales y ante la sociedad, es menester que los menores sean protegidos, y que sus progenitores actúen honesta y responsablemente en cuanto a sus sentimientos filiales, y así, prescindirán de egoísmos al disputarse la guarda y custodia, y en especial en cuanto al derecho de los aludidos infantes a convivir con sus progenitores, fortaleciéndose entre ellos los lazos de amor y respeto. De ahí que los referidos menores, no deben ser inmiscuidos en los conflictos de sus padres, quienes deben asumir responsablemente su misión, con la mejor disposición, para seguir conviviendo con sus menores hijos, educándolos consciente e integralmente, incluso, inculcándoles valores y principios conductuales, pues la paternidad nunca termina con una separación o el divorcio, por lo que ambos deben permitir que se lleve a cabo una convivencia en beneficio evidente de sus hijos, libre de celos, resentimientos o envidias, fungiendo como verdaderos padres, plenos e íntegros, inculcándoles sentimientos de amor, inspiración, superación, esperanza y, sobre todo, de responsabilidad, evitándose así, en la medida de lo posible, cualquier conflicto emocional, personal o judicial que involucre a dichos niños, por lo que, a
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partir de esa referencia podrán organizar su futuro, pues no tienen la mínima opción de desampararlos, por su corta edad. En ese orden, y de acuerdo con el artículo 4.207 del Código Civil del Estado de México, las anteriores reflexiones encuentran sustento en el hecho de que el derecho de familia es un conjunto de normas jurídicas dirigidas a regir la conducta de los miembros del grupo familiar entre sí, propiciándose así las condiciones para que se desarrollen las relaciones conyugales y consanguíneas constituidas por un sistema de derechos y obligaciones, poderes, facultades y deberes entre consortes y parientes e, incluso, tales facultades y deberes de carácter asistencial surgen entre los padres, hijos, parientes colaterales (hermanos, tíos, sobrinos, etcétera), y tienen como objetivo tutelar y fortalecer las relaciones y los derechos entre ascendientes y descendientes, sujetándose a las normas fundamentales establecidas para la protección de los hijos.”
Y la Jurisprudencia pronunciada por el Quinto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
consultable en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Tomo XXXIII Junio de 2011, página 965, del
siguiente tenor:
“DERECHO DE VISITAS Y CONVIVENCIAS. SU IMPORTANCIA EN MOMENTOS DE CRISIS FAMILIAR. Este derecho y específicamente la implementación del régimen de visitas y convivencias, adquieren una importancia inusitada en situaciones de crisis matrimoniales, extramatrimoniales o de malos entendidos entre los miembros de una familia, pues en esos casos, el ejercicio del derecho de visitas y convivencias constituye un remedio o recurso de protección excepcional al reactivar la convivencia que se ha perdido o desgastado en un sinnúmero de situaciones. En estos casos de crisis llega a ocurrir que alguno de los progenitores, o ambos, tomen partido y, frecuentemente, en lugar de buscar acuerdos convenientes a los intereses de los menores, cierran toda posibilidad al otro de ver o tener contacto con ellos, lo que provoca que los niños se vuelvan verdaderas víctimas de las desavenencias del matrimonio, y no en pocas ocasiones son utilizados como instrumentos para que los cónyuges o custodios se ofendan o dañen entre sí, siendo los hijos los más perjudicados. Por ello, en este tipo de crisis, la autoridad jurisdiccional competente debe implementar el régimen de visitas y convivencias a favor de los
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hijos menores de edad, de la manera más conveniente, atendiendo a su interés superior, con independencia de los intereses y derechos de sus progenitores, para incentivar, preservar y reencausar la convivencia en el grupo familiar.”
Asimismo, deviene importante señalar a ///////// y
/////////, en cuanto padres de /////////, que en los casos de
separación de pareja, como en la que actualmente se
encuentran, los hijos resultan ser los menos
responsables y, sin embargo, son los que más la
resienten en el ámbito psicológico, social y económico.
De ahí que, en aras de prevenir algún posible daño
psíquico, incluso corregirlo, si es que lo hubiere, deben
asumir una responsabilidad absoluta respecto de sus
descendientes, pues el hecho de que se encuentren
separados no implica que no puedan ser excelentes
guías paternales, incluso mejores que si vivieran juntos,
por cuanto se encuentran obligados a compensar el
terrible inconveniente que a su hijo le produce su
separación.
Consecuentemente, en términos de lo que
estatuyen los numerales 388 y 428 del Código Familiar,
para ayudar al referido menor a que no sufra
incertidumbre alguna respecto de su futuro, y por el
contrario, que crezca tranquilo y sano en todos los
ámbitos personales y ante la sociedad, es menester
que los mismos sean protegidos, y que sus
ascendientes actúen honestamente en cuanto a sus
sentimientos filiales, y así, prescindirán de egoísmos al
disputarse la guarda y custodia, y en especial, en
cuanto al derecho del invocado menor a convivir con
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ellos, fortaleciéndose así los lazos de amor y respeto.
Por estas razones, su hijo en cita no debe ser
inmiscuido en los conflictos de sus padres, quienes
deben asumir responsablemente su misión, con la
mejor disposición, para seguir conviviendo con él
educándolo consciente e integralmente, incluso,
inculcándole valores y principios conductuales, pues la
paternidad nunca termina con una separación o el
divorcio, por lo que ambos deben permitir que se lleve a
cabo una convivencia en beneficio evidente de su
menor descendiente, libre de celos, de resentimientos o
de envidias, fungiendo como verdaderos padres, plenos
e íntegros, inculcándole sentimientos de amor, de
inspiración, de superación, de esperanza, y sobre todo,
de responsabilidad, evitándose así, en la medida de lo
posible, cualquier conflicto emocional, personal o
judicial que involucre a dicho menor.
Conforme a lo expuesto, ///////// y ///////// quienes
ejercen la patria potestad de su hijo /////////, deberán
procurar cada uno el respeto y el acercamiento
constante de su hijo con el otro ascendiente; también
evitarán cualquier acto de manipulación y alienación
parental encaminada a producir en el menor, rencor o
rechazo hacia el otro padre, so pena de hacerse
acreedor a las sanciones que al respecto contempla la
legislación familiar.
- Alimentos.
Finalmente, atendiendo a que los alimentos
constituyen un deber inherente al ejercicio de la patria
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potestad y de orden público, el cual encuentra su
fundamento en el estado de necesidad de una persona
que no puede cubrir por sí misma los gastos
indispensables para su subsistencia, y a que en
términos del normativo 453 de la codificación familiar,
esa subvención comprende la comida, el vestido, la
habitación, la atención médica, la hospitalaria, respecto
de los menores, además, los gastos para su educación
y para proporcionarles un oficio, arte o profesión
adecuados a sus circunstancias personales; por tanto,
en virtud de que en el caso existe 1 un menor de edad,
de nombre /////////, quien cuenta con 11 once años de
edad, este Tribunal de oficio determinará su derecho a
recibir alimentos a cargo de /////////, con entera
independencia de que se hayan solicitado, dado que es
imprescindible y de suma preferencia que en la
sentencia de divorcio, se resuelva la situación que van
a guardar dichos menores y se decida lo relativo a su
derecho de recibir alimentos, en la cual se garantice
debidamente esa cuestión de orden público y de
urgente necesidad, aunado a que su Tutora provisional
y el Agente del Ministerio Público solicitaron que se le
fijara una pensión alimenticia.
Para lo cual, a fin de establecer apropiadamente
tal retribución a cargo de ///////// y a favor de su hijo
///////// debe atenderse al estado de necesidad del
acreedor y a la posibilidad real del deudor para
cumplirla, pero, también debe tomarse en consideración
el entorno social en que aquél se desenvuelve, sus
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costumbres y demás particularidades que representa la
familia a la que pertenece, pues los alimentos no sólo
abarcan el poder cubrir las necesidades vitales o
precarias del acreedor, sino el solventarle una vida
decorosa, sin lujos, pero suficiente para desenvolverse
en el status aludido; de ahí que no sea dable atender
para tales efectos a un criterio estrictamente
matemático, bajo pena de violentar la garantía de
debida fundamentación y motivación consagrada en el
artículo 16 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y, eventualmente, hacer nugatorio
este derecho de orden público e interés social.
Así las cosas, atendiendo a que a fojas 157 a 170
del Tomo II, existen las copias certificadas de la
sentencia definitiva dictada con fecha 29 veintinueve de
noviembre de 2016 dos mil dieciséis, por el Juez Cuarto
de Primera Instancia en Materia Familiar de este Distrito
Judicial, dentro del expediente 37/2013, relativo al juicio
sumario familiar que sobre fijación y pago de alimentos
definitivos, promovidos por /////////, por su propio derecho
y en cuanto representante del menor de edad /////////,
frente a /////////, del auto que la elevó a categoría de
cosa juzgada.
Documento que tiene valor probatorio acorde al
numeral 870 fracción II, 884 y 885 del Código Familiar
del Estado, en virtud de ser expedido por funcionario
público en ejercicio de sus atribuciones.
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Considerando este Juzgado, que las partes
deberán sujetarse a las determinaciones que se han
dictado dentro de dicho expediente, dado que se
advierte no han existido variantes en torno al estado de
necesidad del acreedor y a la posibilidad real del
deudor para cumplir con la obligación alimentaria, que
puedan modificar el porcentaje que por concepto de
alimentos (30% treinta por ciento del total de las
percepciones de /////////) se fijó a favor del menor /////////,
dado que, dicho infante aún se encuentra cursando
educación primaria, lo que se desprende de los
documentos visibles a fojas 225 y 226, se encuentra
bajo el resguardo de su progenitora, cubriendo así con
su deber alimentario para con dicho menor, en términos
del numeral 461 del Código Familiar del Estado, y su
padre ///////// recibe percepciones por parte de la
Secretaría de la Defensa Nacional, y es propietario de
un bien inmueble, sin que modifique aquellos aspectos,
la circunstancia de que en autos se encuentre
evidenciado, con el documento visible a fojas 437, que
la señora ///////// haya procreado un hijo de nombre
//////////, dado que los derechos alimentarios que éste
menor tiene respecto a sus ascendientes, no afecta los
que tiene el niño aquí involucrado, puesto que el
derecho alimentario es de carácter personal.
DÉCIMO [Costas] Atendiendo al resultado y
naturaleza de este proceso, y a que a juicio de la suscrita
ninguna de las partes obró con malicia o temeridad, no se
hace condena en costas de esta instancia, por lo que
cada una soportará las que hubiere erogado con motivo
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de su tramitación, de acuerdo a lo estatuido en el numeral
783 del Código Familiar.
Así, y con fundamento en los artículos 890, 891
y 892 del precitado ordenamiento legal, se resuelve de
conformidad con los siguientes:
P U N T O S R E S O L U T I V O S:
PRIMERO. Este Juzgado es competente para
conocer y resolver del presente juicio.
SEGUNDO. En términos de lo expuesto en el
considerando tercero de este veredicto, se declara
disuelto el vínculo matrimonial que une a ///////// y
/////////, recobrando ambos su entera capacidad para
contraer nuevo matrimonio si es que así lo desearan.
TERCERO. Por tanto, una vez que cause
ejecutoria este veredicto, deberá remitirse atento
comunicado al Oficial Quinto del Registro Civil del
municipio de Ixtlahuaca de la localidad de San Lorenzo
Toxico, del Estado de México, a fin de en los términos
indicados en el considerando tercero de este fallo levante
el acta de divorcio de los contendientes y realice las
anotaciones que correspondan en su acta de matrimonio.
CUARTO. Se decreta la terminación de la
sociedad conyugal, virtud a la disolución del vínculo
matrimonial que unía a los contendientes; se deja para
la etapa de ejecución de sentencia la liquidación de
dicho régimen patrimonial acorde a lo establecido en el
considerando respectivo.
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QUINTO. Resultó improcedente el pago de
alimentos solicitada a su favor por /////////, a cargo de
/////////, acorde a lo expuesto en el considerando quinto
de la presente sentencia.
SEXTO. Se declara impróspera la acción que
sobre pago de indemnización de hasta el 50% cincuenta
por ciento del valor de los bienes adquiridos durante el
matrimonio ejercitó /////////, frente a /////////, a quien se
absuelve de la misma, conforme a lo establecido en el
considerando séptimo de este veredicto.
OCTAVO. Resultó improcedente la acción relativa a
desconocimiento de la paternidad, Instaurada por
/////////, frente a /////////, en cuanto representante legitima
del menor /////////, absolviéndose a esta de la misma,
acorde a lo establecido en el considerando octavo de
este fallo.
NOVENO. Tal como se preció en el considerando
noveno de este veredicto, se decreta que ambos
padres ejercerán la patria potestad de su menor hijo
/////////, quien quedará bajo la guarda y custodia de su
progenitora /////////, se reserva la fijación de régimen de
convivencia entre el accionante ///////// y su menor
descendiente en cita, hasta en tanto se lleve a cabo
terapia psicológica, acorde a los términos establecidos
en el considerando noveno de este fallo.
En su oportunidad remítase oficio al Sistema
Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a
fin de que se lleven a cabo las terapias psicológicas
ordenadas en esta resolución.
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NOVENO. Tocante a los alimentos del menor
/////////, las partes deberán sujetarse a lo determinado
dentro del expediente número 37/2016, radicado en el
juzgado Cuarto de Primera Instancia en Materia
Familiar de este Distrito Judicial, conforme a lo que se
estableció en el considerando noveno de esta
sentencia.
DÉCIMO. No se hace condena en costas de esta
instancia.
Así, definitivamente juzgando, lo resolvió y firma
la licenciada Josceline Infante Esquivel, Juez Quinto de
Primera Instancia en Materia Familiar de este Distrito
Judicial, quien actúa con el Secretario de Acuerdos que
autoriza, licenciado Alejandro Rafael Vargas Nieto. Doy
fe.
Listada en su fecha. Conste.
‹‹En términos de lo previsto en los artículos 12, 13, 38, 97 y
102 de la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y
Protección de Datos Personales del Estado de Michoacán, en esta
versión pública se suprime la información considerada legalmente
como reservada o confidencial que encuadra en dichos supuestos
normativos››